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ENSAYO: APUNTES BÁSICOS EN MATERIA DE TÍTULOS VALORES

INTRODUCCIÓN.

En el transcurso del tiempo se han venido desarrollando nuevas formas de


comercializar bienes, en la cual no solo se influenciaban el intercambio monetario,
si no que aparece en su reemplazo el documento o letra de cambio que brindaba
una mayor seguridad al momento de hacer negocios económicos ya q se evita el
portar dinero y así evitar robos, se dice además que sus orígenes o la naturaleza
funcional de cómo se desarrollan este tipo de documentos se de desarrollo por
primera vez en el edad media proveniente de países tal como Francia, Alemania;
que surgió a través de constantes cambios y adecuándose ante una sociedad que
carecía de una seguridad al momento de realizar un transacción económica, es
por ello que al pasar de los tiempos estas definiciones se han ido modificando y
alcanzando una mayor importancia en el comercio internacional actual en cual
instituyen esfuerzos en conjunto con todo los países para unificar la legislación
cambiaria y así poder eliminar las dificultades existentes en las operaciones
comerciales internacionales. Además, se toma una relevancia en cuanto al
derecho comercial que encuentra en el derecho común una disciplina de la
circulación de los bienes, por el mismo hecho la economía paso a basarse en el
crédito, siempre y cuando este se encuentre en circulación. De esta manera
podemos decir se conciben o se dan origen a la denominación de títulos valores
como algunos autores y la doctrina lo han denominado como instrumentos
jurídicos esenciales que facilitan la eficiencia de la circulación de los créditos, a
través de las distintas clases que podemos encontrar los títulos valores pueden
ser clasificados en títulos al portador, títulos a la orden y títulos nominativos,
según sean extendidos a favor de persona indeterminada y se transmiten
mediante endoso y entrega del título, o según sean pagaderos a favor de persona
determinada, pero necesitan, para su transmisión, de la inscripción del mismo en
el registro del emisor.
Otras características propias del título del valor que veremos son sus principios en la cual
tenemos al principio de literalidad, autonomía, abstracción, legitimación, buena fe y
circulación.

DESARROLLO.

Mucho se ha discutido en Doctrina sobre el nombre que debe dársele a


este tipo de documentos. Unos hablan de títulos de crédito, otros prefieren
adoptar el nombre de títulos valores; otros los llaman títulos de circulación,
títulos circulables, papel valor, papeles de comercio, negociable, entre otros.
La otra denominación con que suele llamarse a estos documentos, y, a nuestro
juicio, la más acertada, es la derivada del derecho germánico: “título-valor”. Esta
expresión se fundamenta en el hecho de que todos estos documentos son títulos
que incorporan un valor económico.

Asimismo, se ha dicho que títulos de crédito “son documentos necesarios para el


ejercicio y la transferencia de los derechos subjetivos de naturaleza literal y
autónoma en ellos enunciados.

Los títulos valores aparecieron para dotar de seguridad y de facilidad la


transmisión de los derechos, ya que el régimen jurídico de la cesión de créditos no
procuraba ni una ni otra, ni atribuía un suficiente grado de tranquilidad al
adquirente. Para hacer posible esta rápida y segura adquisición de los créditos,
eludiendo la sumisión a las reglas civiles de la cesión, se recurrió a incorporar en
un documento el derecho cuya circulación quería facilitarse.

La idea central es el hecho de que la esencia del título valor estriba en ese especial
nexo entre la cosa corporal (documento) y la incorporal (derecho), que se traduce en
la subordinación práctica de ésta a aquélla, de forma que la posesión del título es
conditio sine qua non para el ejercicio y la transmisión del derecho

Normalmente, la función de los documentos se restringe al ámbito probatorio, esto


es, como instrumento demostrativo de la existencia de una relación jurídica, pero
sin tener con ella ninguna conexión necesaria. “Pero puede ocurrir que al
documento se le haya reservado una función más importante, que encierre un
valor no solamente probatorio sino constitutivo.

No puede decirse que la literalidad y la autonomía operen con independencia de


otros principios; por el contrario, la manifestación de estos dos elementos
depende necesariamente de la presencia de otro principio: el de la incorporación.
No puede haber literalidad ni autonomía sino hay incorporación.
La literalidad, como principio constitutivo de los títulos valores, no significa otra
cosa que el hecho de que el contenido, extensión, modalidades de ejercicio y
todo otro posible elemento, principal o accesorio del derecho cartular, son
únicamente los que resultan de los términos en que está redactado el título. De
modo que aquello que no esté en el documento o no sea expresamente
reclamado por el mismo, no puede tener influencia sobre el derecho.
La autonomía, como efecto del principio de incorporación, consiste en que todo
aquel que adquiere un derecho contenido en un título valor está, por ese solo
hecho, adquiriendo un derecho a título originario y no a título derivado. Esto
significa que cada uno de los tenedores del documento tiene un derecho propio
independiente del de los tenedores anteriores. La legitimación puesta en práctica
del principio de incorporación ha permitido sujetar la transmisión de los bienes
muebles incorporales a las reglas de circulación de los bienes muebles corporales
convirtiendo, así, el tráfico de derechos, en un tráfico de cosas muebles. El
principio de abstracción es adoptado por exigencias de seguridad de la
circulación de los créditos y hace referencia al cumplimiento de la prestación
independientemente de la demostración de la existencia de una causa justa, de la
cual no se hace mención en el documento. Dentro de las clasificaciones de los
títulos valores de acuerdo a la ley tenemos lo siguiente: En títulos al portador,
títulos a la orden y títulos nominativos, según sean extendidos a favor de persona
indeterminada y se transmiten mediante endoso. Títulos al portador son aquellos
que designan como titular a una persona indeterminada, simplemente a la
persona que sea portadora del documento. Esta designación puede hacerse por
medio de una clausula expresa (clausula al portador), o sin necesidad de clausula
alguna, ya que, en este caso, la falta de toda designación en el documento, implica
la expedición al portador.

Por título a la orden se entiende aquel documento que está, en el momento de su


emisión, intestado a una determinada persona, con la facultad derivada de la ley
de un sucesivo cambio en la persona del titular por medio de una declaración
unilateral cartular exteriorizada por el último tenedor, declaración que toma el
nombre de “endoso”, y que debe aparecer en el mismo título o en una hoja
anexa. La persona a cuya orden se expide el título puede transmitirlo mediante el
simple endoso, sin necesidad de conocimiento ni consentimiento por parte del
deudor. Títulos nominativos son aquellos que están expedidos a favor de
persona determinada y que se transmiten mediante anotación, en su texto y
registro, de la transmisión en los libros del emisor.
CONCLUSIONES:

En conclusión podemos decir que los títulos valores surgen a partir de una
necesidad dentro de la sociedad como un modo de seguridad en la transferencia
de bienes y al mismo tiempo establecer un nueva manera de circular el crédito,
dentro de este contexto el derecho ha ido adecuándose y perfeccionando para su
correcto funcionamiento estableciendo así leyes o normas que permiten un
mejoramiento al momento de realizar este tipo actos jurídicos, como ocurre con el
endoso como instrumento de circulación de los títulos valores, producto de la
invención de los comerciantes de la edad media, modificándose enormemente la
estructura económica de los títulos valores, fortaleciendo la función económica y
jurídica propia de los títulos valores, circular, asegurar valores.

Otra conclusión podemos decir la importancia que incurre los principios por las
cuales se identifican los títulos valores tal como es el principio de literalidad, este
principio es importante ya que determina cuales son las obligaciones, deberes y
derecho en donde las partes se someterán de forma voluntaria, también como el
principio de legitimidad, consiste en la posibilidad de que se ejercite el derecho por
el tenedor, aun cuando no sea en realidad el titular jurídico del derecho conforme
las normas del derecho común. Entonces, cuando hablamos de legitimación en
relación con los títulos valores, debemos señalar que la simple posesión del
documento no basta, sino que se requiere que el poseedor lo detente legalmente,
esto es, que lo haya adquirido conforme a la ley de circulación.

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