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ENSAYO AL PUEBLO NUNCA LE TOCA

(ALVARO SALOM BECERRA)

En el contexto del autor muestra la realidad que se vivía anteriormente con respecto de la política
de Colombia y que aun vivimos en la actualidad.

Los protagonistas de este libro, representan los dos partidos políticos de la época, teniendo del
lado del partido Liberal al señor Baltazar Riveros y del lado del partido Conservador al señor
Casiano Pardo siendo ciudadanos común y corrientes, siendo don Baltazar un empleado bancario y
el señor Pardo un negociante de finca raíz que tienen como tema diario discutir en la botella de
oro, por el color político sin que ninguno participe de manera activa en la política, se observa
claramente que todavía muchas personas siguen el ejemplo de estos caballeros.

El señor Baltazar cuenta con una familia numerosa de nueve hijos a los cuales por su fanatismo
político les coloco nombre de próceres, políticos, militares y a sus hijas Antonia Santos y Juana. Les
daba su particular catedra sobre los ideales del partido liberal, sin vivienda propia y con un salario
que no alcanzaba a cubrir sus necesidades básicas. Siendo un empleado bancario soñaba y
confiaba que cuando ganara el partido Liberal, las cosas se solucionarían. Su fervor por la política
no le permitía entender las palabras de su esposa Zoila y las de su amigo Casiano, quienes le
reprochaban su terquedad de confiar a ciegas del candidato liberal de turno.

Estos hechos que se presentan sobre el año 1917 y después de varias decepciones en las
elecciones, donde Baltazar se daba cuenta del fraude electoral, con el triunfo de Olaya Herrera, el
señor Baltazar Riveros pensó que al fin el pueblo había llegado al poder, y que la situación
económica cambiaria después de tantos años sirviéndole con gran fidelidad al partido liberal.

Hoy en día se observan muchas personas como don Baltazar aferrados a la política, con la gran
diferencia que en la actualidad no se ven ideales, solo intereses económicos y donde los políticos
se aprovechan de la necesidad de las personas de mayor vulnerabilidad.

Cuando al señor Baltazar Riveros lo anima su amigo Casiano a hablar con el presidente, no ha
cambiado en estos tiempos. Los candidatos políticos en campaña son atentos, amables, saludables
con todo el mundo y cuando ya se ven como ganadores no conocen a nadie ni les importa por
quienes ganaron, y así se evidencia la tristeza y decepción del señor Baltazar Riveros después de
tres años de gobierno liberal sin obtener ninguna ayuda por parte de su gobierno, aunque
expusiera su situación frente sus dirigentes, después de su gran entrega al partido y sufriendo las
consecuencias por ser liberal en los gobiernos conservadores.
En otro punto de vista tanto en los gobiernos conservadores como Marco Fidel Suarez y liberales
de esa época, para la clase popular la situación seguía siendo igual, los pobres más pobres, los
ricos más ricos; en el gobierno del conservador Miguel Abadía en el año 1926, quien no tenía
opositor liberal y con la religión a su favor ocurrió la masacre de las bananeras entre el 5 y 6 de
diciembre de 1928, en donde no se sabe en totalidad cual fue la cantidad de muertos, quienes
eran trabajadores que protestaban en contra del gobierno. Los sobrevivientes cuentan que fueron
miles de los cuales fueron muchos los cadáveres que arrojaron al mar, pero para el gobierno solo
fueron nueve víctimas.

Es doloroso conocer la historia política de Colombia con hechos como este, donde el gobierno
atenta contra una población que solo quiere hacer valer sus derechos por medio de la protesta, las
cuales en nuestros tiempos, así como las marchas y los paros cívicos, se han visto infiltradas por
personas que nada tienen que ver con los objetivos de las mismas, donde se evidencia el
vandalismo y no permite una protesta pacífica.

Después del paso de varios gobiernos sin ningún cambio social a beneficio del pueblo, aparece
una nueva luz de cambio con la candidatura de Jorge Eliecer Gaitán, ex alcalde de Bogotá,
abogado, ministro de educación y de trabajo, siendo esto para Baltazar lo máximo, un caudillo
popular como ningún otro, un hijo del pueblo, sería el presidente que hubiera esperado por
muchos años. Desafortunadamente para el señor Baltazar Riveros y para el partido liberal y para
todo el país, el 9 de abril de 1948, las balas de Juan Roa Sierra, acabaron todos sus sueños y dando
paso así al Bogotazo; el señor Baltazar Riveros al enterarse de esto, con gran dolor salió a las calles
y logro llegar a empujones sobre la multitud, a la clínica central, donde se encontraba el cadáver
del caudillo y moja su pañuelo de sangre como su máximo logro.

Afuera del edificio de El Siglo, había sido dinamitado y el tranvía y algunos carros ardían en llamas.
Todo se había convertido en caos, robos, destrucción y muerte y así mismo se desvanecía la
verdadera revolución y la oportunidad de que el pueblo al fin pudiera llegar al poder.

Después de varios días el señor Baltazar es detenido, por los hechos cometidos el día 9 de abril, y
lo torturan para que se responsabilice de saqueos y robos que nunca cometió, siendo esta la
manera para que los detenidos hablaran y así los detectives pudieran escuchar lo que a ellos les
convenía y así demostrar que tan eficientes eran en su trabajo; con el abogado que es asignado y
los cargos de los cuales le acusan, el señor Baltazar se da cuenta que la ley es para el de ruana y los
juicios son acomodados a conveniencia del gobierno.

A su favor tiene el señor Baltazar Riveros el ser empleado del banco para así poder salir libre, no
por ser declarado inocente, sino por las habilidades del abogado que tiene sus propios testigos,
quienes declararon que Baltazar Riveros se encontraba en la ciudad de Bucaramanga (Santander),
el día de los hechos y porque al banco no le interesaba tener un empleado preso.
El señor Casiano Pardo que era un hombre adinerado y socio del jockey club, al conquistar a
Susana una viuda millonaria, frustradamente regresaba a su vida de antes al ser estafado por el
marque y los demás socios del club a quienes invitaba diario a su casa. La astucia e ingenuidad de
Casiano y la avaricia de los señores de cuello blanco y alta alcurnia, quienes se peleaban por los
bienes de Casiano y su esposa, los habían llevado a la pobreza terminando con la separación.

Ya estando enfermo el señor Baltazar Riveros y a la edad de 83 años, se encontraba hablando con
su amigo y contrario político Casiano Pardo, se da cuenta y le confiera su gran error y equivocación
al pensar que algún día el pueblo llegaría al poder.

Es bien sabido que la corrupción en el país viene desde mucho tiempo atrás, que se creó a partir
del abuso de poder para beneficios propios y en esto condesciende los gobernantes y funcionarios
que son elegidos por el pueblo actualmente, ya que anteriormente eran ellos quienes elegían y su
candidatura era trascendental de forma burocrática.

Anteriormente, como ahora, los partidos buscan tener provecho propio de manera transparente
por medio de su mandato o del poder que obtengan, para esto su candidatura también es una
pantalla para traer más corrupción al país.

El pueblo quien hoy en día tiene el derecho a elegir no lo hace correctamente, pues no son
conscientes a la hora de hacerlo, sus generaciones tenían una ideología quienes ellos tenían que
seguir con estas tradiciones y en su educación carecieron de información o en otros casos buscan
la conveniencia para sí mismos, p ero no miran las consecuencias que podría traer al apoyar un
candidato.

El pueblo ha perdido la razón de ser de los gobernantes, quienes son servidores públicos, no a
quienes el pueblo debe servir; el pueblo está olvidando el poder que ellos tienen sobre estos
gobernantes y no se dan cuenta que por medios de participación ciudadana como el Voto, pueden
dar su opinión y decir SI o NO. Pero aún falta mucho por aprender y entender que promesas de
personas con historial de poca moralidad no son las personas que queremos que nos gobiernen.
Podríamos decir que en realidad no existen gobernantes y pueblo, porque a la final todos somos
una misma sociedad; clasificarlos de ese modo es darles mejor categoría a personas que no son
nada diferentes a cualquier otra.

Entender este punto será el mejor inicio para darse cuenta que no se necesitan muchos partidos
políticos porque a la final llegan al mismo desorden y desigualdad que siempre ha vivido el pueblo.
Debemos aprender a unirnos, que entendamos que “Al pueblo siempre le toca”, y el pueblo somos
todos.

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