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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

ARTES MENCIÓN MÚSICA

SECCIÓN 1M

SOCIOLOGÍA DEL ARTE

EXPOLIACIÓN DEL ARTE

Valeria Repillosa

30 371 256

15 de abril de 2021
INDICE

JUDIOS Y NACIONALISMO........................................................................................................3
NORMALIZACIÓN DEL SAQUEO DEL ARTE........................................................................4
¿AÚN VIGENTE?............................................................................................................................4
¿REBAJARSE O ADAPTARSE?...................................................................................................5
CONCLUSIÓN.................................................................................................................................7
Bibliografía.......................................................................................................................................8
JUDIOS Y NACIONALISMO

Existen diversas series de obras de arte robadas durante el período del nacionalsocialismo,
siendo las principales víctimas del robo judíos y aquellos perseguidos como judíos, en todas
las áreas ocupadas por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. El número de
obras de arte que no han sido devueltas a sus legítimos propietarios y que aún pueden ser
identificables, que se suponen diseminadas por todo el mundo en colecciones públicas y
privadas, se estima en hasta 10 000. Incluso, con la llamada Declaración de Washington en
1998, se establecieron regulaciones internacionales para ubicar el arte saqueado y para su
restitución a los propietarios o sus herederos. De esta forma, junto con la persecución y
represión de los judíos en la sociedad alemana, comenzó su robo y explotación; y así, la
prohibición de realizar determinadas profesiones, el chantaje comercial y el control (e
incluso, posteriormente la confiscación) de bienes destrozaron la existencia económica de
los perseguidos, además de su estatus social.

Y es que se puede ver que, desde el principio, estas intervenciones en la propiedad privada
de los judíos también afectaron sus obras y colecciones de art, incluso para asegurar su
sustento o para financiar su emigración, los afectados se vieron obligados a vender o
subastar no solo una gran cantidad de pinturas, dibujos, gráficos y esculturas, sino también
libros y antigüedades. Esta presión sufrida por los judíos para vender sus posesiones causó
una caída en los precios, y en consecuencia muchas obras se vendieron muy por debajo de
su valor (asumiendo así ellos un puesto de inferioridad delante de la clase alta). Un ejemplo
destacado de esta pérdida de propiedad privada por venta es la disolución de la colección
de arte del abogado de Breslavia, Ismar Littmann: después de que se le prohibiera practicar
su profesión, se suicidó en 1934, y su viuda se vio obligada a vender parte de la colección
de arte a través de la casa de subastas de Berlín Max Perl para asegurar su sustento.
NORMALIZACIÓN DEL SAQUEO DEL ARTE

Otro caso de robo de arte por los nazis fue la incautación del arte moderno. Incluso antes de
su toma del poder, los nacionalsocialistas calumniaban el arte contemporáneo como un
ataque judío-bolchevique a la cultura aria bajo el liderazgo ideológico de Alfred Rosenberg
y la Kampfbund für deutsche Kultur, fundada en 1928. Sin embargo, la dirección del
partido no estaba de acuerdo sobre qué debía incluirse dentro del arte alemán y qué debería
excluirse. Y a pesar de una orientación política poco clara, a partir de 1933, en el estado de
Turingia, se emitieron prohibiciones profesionales contra artistas, directores de museos y
profesores de arte, se cerraron exposiciones, museos, comerciantes de arte y subastas, se
sobrepintaron o destruyeron murales y se confiscaron algunas obras de arte

Con la anexión y ocupación de países durante la Segunda Guerra Mundial, el ataque a las
propiedades de judíos se extendió a todos los territorios que quedaron bajo el dominio del
nacionalsocialismo. Después de la capitulación de Francia en junio de 1940, en otoño de
1940 se publicaron en los Países Bajos, Bélgica y Francia ordenanzas similares a las
alemanas «relativas a medidas contra los judíos», regulando la expropiación de los judíos y
a los perseguidos como judíos. A partir de ese momento, el robo de arte ya estaba en
marcha en todos los países.

¿AÚN VIGENTE?

Y sería reconfortante pensar que esta imposición de inferioridad basada en una clase social,
ya no está presente en pleno siglo XXI, pero no es así. Los museos europeos exhiben con
orgullo patrimonio artístico y cultural de todas partes del mundo sin haber cuestionado la
historia de su origen. Y también, sin involucrar a los descendientes de quienes eran
propietarios de esas piezas antes de que los colonizadores europeos las saquearan. Por
suerte en Alemania, la restitución de obras de arte es un tema que cada vez cobra más
importancia, sobre todo por el debate en torno al Foro Humboldt de Berlín, que alberga
colecciones no europeas. Se estima que un millón y medio de obras de arte de todo el
mundo están almacenadas en los depósitos de los museos etnológicos de Alemania.

Tan solo el museo Linden de Stuttgart tiene 60.000 objetos de África. ¿Cuántos de ellos
podrían estar manchados de sangre? ¿Qué consecuencias tiene esto? Tomando el ejemplo
de los valiosos bronces del reino de Benín, en la actual Nigeria, un barco artístico
procedente de Camerún y la llamada Biblia Witbooi de Namibia, este reportaje arroja luz
sobre el punto de vista alemán y, ante todo, el de los propios africanos. ¿Qué opina la gente
de los países africanos de los que proceden los objetos? ¿Y qué trascendencia tiene esta
cuestión en vista de los graves problemas que sufren las antiguas colonias, como la
pobreza, el hambre y la corrupción?

¿REBAJARSE O ADAPTARSE?

En los últimos años África ha experimentado una oleada de nuevas inversiones,


particularmente en la minería, el sector energético y la agricultura, y ha visto aumentar sus
exportaciones de materias primas. Los recursos se explotan por norma sin que mejoren los
estándares de vida de la gente y con unos costes medioambientales considerables.
Localmente esto ha generado una resistencia significativa. Este saqueo es una reedición de
las tradicionales relaciones imperialistas que África ha experimentado durante el
colonialismo.

Un punto bastante importante es que la economía africana ha triplicado su tamaño desde


2000 y las previsiones del FMI apuntan a que África albergará a 11 de las 20 economías
nacionales de más rápido crecimiento mundial hasta 2017. Según el Panel para el Progreso
de África, más del 50% de los africanos viven con menos de 1,25 dólares diarios; los
beneficios, por tanto, van a parar al capital extranjero y a unos pocos socios locales. En
algunos casos la riqueza pertenece a grandes corporaciones estatales, lo que permite a
destacados políticos locales, sus familias y su séquito extraer ganancias para sus bolsillos.
Los inversores, a su vez, están impresionados por las tasas de crecimiento del continente;
ven a África como un lugar de baja población, baja contaminación y baja regulación, y
repleto de recursos hídricos y tierra cultivable. África se ha convertido en el destino de
muchas grandes transacciones de tierra y agua, habitualmente denominadas “acaparamiento
de tierras”.

El nuevo saqueo sigue patrones de estructuras coloniales anteriores, a excepción del control
político directo. Y, visto en un marco de globalización, consolidación del libre mercado e
ideología neoliberal existe mucha más complicidad entre el Estado y el capital global.
Pocas compañías africanas, a excepción de un puñado de empresas sudafricanas, se han
convertido en actores globales, aunque existe una porción creciente de políticos y
empresarios africanos que forman parte de lo que Susan George ha denominado “la clase de
Davos”
CONCLUSIÓN

Actualmente seguimos viviendo bajo una política que está acostumbrada a utilizar el
nombre de los menos beneficiados para “promover” la cultura de los mismos, fingiendo un
orgullo que es realmente inexistente. Han transcurrido tantos años que es imposible saber
desde cuando la clase social alta se beneficia de la única apropiación que tiene la “clase
baja”: su cultura, su arte. Se ha vuelto tan normal, que los mismos afectados se han visto en
la obligación de vender su imagen simplemente para poder subsistir, tomando el lugar de
inferioridad que la población externa a ellos les ha dado.
Bibliografía

 https://youtu.be/qOWb00LRlVI EL ARTE SAQUEADO DE AFRICA. DW

 https://www.youtube.com/watch?v=qOWb00LRlVI EL ARTE ROBADO POR OS


NAZIS. NG

 https://www.tni.org/my/node/1534#:~:text=La%20polit%C3%B3loga%20Susan
%20George%20ha,normalmente%20una%20fortuna%20personal
%20considerable.&text=Actualmente%2C%2037%20de%20las%20mayores
%20econom%C3%ADas%20mundiales%20son%20corporaciones. LA GRAN
BRECHA DE LA DESIGUALDAD. 2014.

 https://www.tni.org/es/publicacion/el-nuevo-saqueo-de-africa EL ESTADO DE LA
EXTRACCION DEL MUNDO. 2015.

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