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ESCUELA DE HISTORIA
ÁREA DE ARQUEOLOGÍA
SEMINARIO III
Introducción .......................................................................................................... i
Procedencia .......................................................................................................... 1
Tierras Bajas......................................................................................................... 2
Kaminaljuyu .......................................................................................................... 5
Propuesta de interpretación.............................................................................. 12
Procedencia:....................................................................................................... 45
Temporalidad: .................................................................................................... 46
Clase ................................................................................................................... 47
Perforación: ........................................................................................................ 48
Estado de la Pieza:............................................................................................. 50
Forma: ................................................................................................................. 51
Diámetro externo................................................................................................ 57
Altura ................................................................................................................... 60
Peso .................................................................................................................... 61
Procedencia ........................................................................................................ 63
Temporalidad...................................................................................................... 63
Clase ................................................................................................................... 64
Perforación ......................................................................................................... 64
Forma .................................................................................................................. 65
Fuente o Material................................................................................................ 66
Diámetro externo................................................................................................ 69
Peso .................................................................................................................... 71
Altura ................................................................................................................... 71
Conclusiones...................................................................................................... 74
Recomendaciones ............................................................................................. 76
Bibliografía ......................................................................................................... 77
Índice de Figuras
12 Piedra Dona 17
14 Piedras Pi 17
15 Piedras TokiKura 17
23 Piedras horadadas 24
24 Piedras horadadas 24
31 Piedra horadadas 27
32 Doctor Bullock 28
47 Hoja de medidas 38
48 Diagrama de artefacto 38
49 Ficha de registro 39
50 Nomenclatura de variables 40
51 Ficha de registro 41
90 Tabla de datos 61
95 Muestra de Idaeh 64
Estos artefactos han resultado enigmáticos para los investigadores, pues no se les
ha podido asignar una función específica, ya sea como utensilio, ornamento o
arma.
Asimismo, no se han podido definir con certeza los contextos donde aparecen pues
muchos de estos artefactos se encuentran en colecciones privadas o en museos,
pero han sido producto de saqueo o hallazgos ocasionales.
i
Definiciones
Un anillo de piedra es un artefacto de forma circular con una perforación en la parte
central que la atraviesa de lado a lado. Se le conoce también con los nombres de
aro de piedra, dona, macana, piedra horadada, piedra perforada, etc.
Su tamaño y peso puede variar, pero no llega a ser muy grande, situación que los
convierte en objetos portátiles. La parte exterior puede ser lisa, pero también se
encuentran piedras talladas con diferentes diseños, generalmente de animales o
bien de vegetales.
Puede considerarse que tiene tres circunferencias: una externa, una media y una
interna. La parte activa de un anillo de piedra lo constituye el agujero central, o
perforación, pues es el que muestra más desgaste.
Temporalidad
Los reportes para nuestro medio ubican estos artefactos desde el período
Preclásico, hasta el Posclásico, y a nivel etnográfico, se reporta su uso en
diferentes comunidades, a nivel doméstico u ornamental. En la actualidad ya no se
elaboran, pues de la industria de lítica mayor, solo sobreviven artefactos con
función definida como las piedras de moler y sus respectivas manos, así como los
molcajetes con su machacador.
Procedencia
1
Distribución Temporal y espacial de los anillos de piedra en Guatemala
Tierras Bajas
Mundo Perdido
En el análisis de la lítica en el mundo perdido, Tikal, realizado por María Elena Ruíz
se menciona lo siguiente.
Un fragmento de piedra dona fue recuperado en el sitio de Aguateca (figura 2). “Se
recuperó la mitad de un anillo o dona, lascas de pedernal y material cerámico
fechado para el Clásico Tardío, fase Tepeu 2”. (Ponciano, Triadan e Inomata
2005:357)
2
Figura 1: Mapa general de Tikal, con la posición de Mundo Perdido (Tomado de: Laporte y Fialko,
1994: 337)
De acuerdo con Sáenz, el lago de Izabal (fig. 3) tiene una extensión de 586.6 km²
a una altura de 0.88 msnm. Una serie de ríos desembocan en el lago o están
asociados él, siendo el río Polochic y rio Panzos. Cuenta con dos ecosistemas
localizados al lado norte y al sur del mismo, riberas son franjas angostas, con
algunas prolongaciones de la Sierra Santa Cruz en el norte, y las Sierras de la
Minas al Sur, y al reducirse forman una serie cuencas cerradas (Sáenz, 1983).
Manifiesta esta autora que durante los trabajos que se hicieron en la cuenca del
Lago de Izabal se recuperaron 6823 artefactos de piedra correspondientes a la
clase tallada o pulida. Cada uno de los artefactos presentaban algunos indicios de
la manufactura o función del que posiblemente tenían o iban a tener (Sáenz
1983:20).
4
con la madera deja una superficie pulida y lustrosa (Sáenz 1983:43). El uso
constante en el trabajo de la agricultura es posible que estuvieran asociadas a los
ritos de siembra o fertilidad (Sáenz citando a Borghegyi, 1964).
Tierras Altas
Kaminaljuyu
5
Figura 4: Mapa que muestra la ubicación de Kaminaljuyu tomado de:
http://www.famsi.org/spanish/research/piedras_negras/digsite/index_es.html
Área de Jalapa
6
Figura 5: Ubicación geográfica del Departamento de Jalapa (Tomado de:
http://culturapeteneraymas.blogspot.com/2010/12/mapas-del-departamento-de-jalapa.html)
Costa Sur
7
Figura 6. Ubicación de Flamenco en la Costa Sur. (Tomado de Ponciano 1986).
En los montículos del grupo D-1 se recuperaron 12 anillos de piedra en las que se
pudo corroborar 6 en estado completo y 6 fragmentadas. La mayoría de las piedras
donas fueron encontradas bajo tierra asociadas a las estructuras habitacionales, a
la par de piedras esparcidas que posiblemente debieron pertenecer al muro. Los
anillos de piedra a pesar de mostrar la misma forman, varían en su peso tamaño y
finalización (Ponciano, 1988). Según los investigadores su función es relacionada
con actividades agrícolas, como el Norte de América usan las roletas (Ponciano
citando a Coe y Diehl, 1980).
8
considera un centro urbano masivo, dicha zona se encuentra a una altitud entre los
380 y 580 msnm (Morán, 2014).
Las donas o anillos de piedra son aros tallados, bicónicamente en el mayor de los
casos y varias sus dimensiones tanto exterior como interior. Contiene formas
ovaladas y simétricas (Morán, 2014).
Fitomorfas: anillo con forma vegetal o frutal. Esto consiste en tallar la pieza a modo
de dejar canales paralelos, asimilando una calabaza o una anona.
9
Figura 7: Ubicación del Sitio Residenciales Santa Lucía. (Tomado de Genovez y Chinchilla, 2007:
36)
10
Región de Mesoamérica
Figura 8.Mapa del sitio Joya de Cerén donde se puede observar la Casa (Household) 1 y 2
(Tomado de Sheets, 2000:218)
”Una piedra dona, que es un disco circular con un agujero en el centro, se encontró́
en una posición muy interesante. Las paredes de bajareque que dividían las áreas
1 y 5 cayeron hacia el este sobre el Área 5 junto con la piedra dona todavía
montada en su palo. Estos artefactos han sido objeto de gran controversia; algunas
personas argumentaban que eran religiosos y funcionaban como cetros. Otros
argumentan que tenían uso militar y servían como mazo. Otros piensan que eran
agrícolas y servían como peso para hacer los agujeros al sembrar. Creemos que
la última interpretación es la correcta.” (Sheets, 2013:79)
11
Figura 9.Piedras dona bicónicas encontradas en la Casa 2. (Tomado de Sheets, 2000:227)
Propuesta de interpretación.
Una de las propuestas más antiguas y con mayor aceptación atribuía la función de
las piedras donas al área agrícola; estas eran insertados en palos largos y con filo,
siendo su función el agregar peso, lo que facilitaba la creación de hoyos en la tierra
y colocar así las semillas. (Palermo, 1967 en Tomasic, 2012)
Willey 1972 propuso varias teorías acerca de la función de estos artefactos, una
de ellas es que estas servían como contrapesos para puertas o cortinas y como
pedestales.
Piedras dona apoyadas en el muslo para soporte del Huso para hilar (fig. 10).
12
Figura 10.Demostraciónreplicativa por TriciaWaggoner utilizando una piedra dona replicada,
apoyada en el muslo. (Tomado de Tomado de Tomasic, 2012:224)
Tabla 1
Referencia de Investigación
Autores Diversos
AÑO DE
TEMPORALIDA
SITIO REGIÓN PUBLICACIÓ INTERPRETACIÓN
D
N
María Elena
Tikal Tierras Bajas 1986 - -
Ruiz
Ponciano,
Clásico
Inomata y Aguateca Tierras Bajas 2005 -
Triadan
Tardío
Asociados a la
Sandra Cuenca del Agricultura,
Tierras Altas 1983 -
Sáenz lago de Izabal Marcadores
de Terreno,
13
Desgranadore
s de Maíz,
Cabezas de
mazos
ceremoniales,
Armamento
bélico
Alvarado e Preclásico
KaminalJuyú Tierras Altas 2006 -
Ivic Medio
El Durazno / 2014 /
Atlas Jalapa Tierras Altas - Clásico
Laguna Seca 2016
Erick Actividades
El Flamenco Costa Sur 1988 --
Ponciano Agrícolas
Marcadores
de ábaco.
Arma
Pedro Cotzumalguap
Costa Sur 2014 (garrote) -
Morán a
Peso para
redes de
pesca.
Genovez y Residenciales Clásico
Costa Sur 2009
Chinchilla Santa Lucía Medio
Mesoaméric Peso para
PaysonSheet
Joya de Cerén a 2013 hacer los para …
s
El Salvador sembrar
“Los indicadores que permitirían agrupar los sitios en esta llamada unidad
arqueológica sería la presencia de sepulturas cubiertas con restos de los mismos
14
conchales, posiblemente constituyendo túmulos primarios, en donde los individuos
estarían en posición flectada lateral derecha. Se suma a esto, la presencia de
piedras tacitas en algunos de los sitios y las evidencias artefactuales, constituidas
básicamente por piedras horadadas, horadadores cilíndricos y oblongos, grandes
percutores, manos de moler de forma discoidal biconvexa, puntas de proyectiles
triangulares alargadas de base recta y bordes ligeramente convexos y puntas
triangulares asimétricas, raspadores núcleiformes y choppers. Asociado a estos
conjuntos artefactuales, los conchales mostrarían esencialmente la presencia .de
moluscos y entre estos principalmente locos (Concho/epas concho/epas) y machas
(Mesodesmadonacium) y en menor frecuencia restos de pescado, mamíferos
marinos y terrestres” (Carolina Belmar P. y Donald Jackson, 1998:389).
También dentro de Chile, la cultura de los Mapuches “a este tipo de piedra le llaman
“catancura” que significa piedra perforada o “pimuntuhue” que significa el lugar
donde se sopla, haciendo referencia a sus poderes mágicos…”
(Recuperadode:www.museodelinares.gob.cl/639/w3-article-
24074.html?_noredirect=1)
En el área de las Pampas de Pabur en Alto Piura, Perú; los campesinos han
encontrado piedras con un hueco en el centro, a éstas Hocquenghem las reconoce
como piedras ahuecadas (fig. 11) (2004:284).
Piedra
15
3. f. piedra labrada con alguna inscripción o figura. Se hallan escrituras, piedras y
otros vestigios que aseguran esta verdad.
Horadar
De horado.
16
Figura 11. Piedras ahuecadas que provienen de las pampas de Pabur en el Alto Piura.
https://journals.openedition.org/bifea/5728
Figura 12. Piedra Dona, fotografía: Figura 13. Piedras brujas o de Odín
https://www.surdoc.cl/registro/22-1372 https://mykpiedraspoderosas.files.wor
dpress.com/2017/07/piedrabruja_myk
gemas1.jpg
Entre otros tipos de roca que se han usado, están la diorita, piedra de arena,
quistosa, estiatita, tosca y serpentina.
Pero en la región norte de Perú, Alto Piura, aunque también se han hallado piedras
ahuecadas, como son nombradas aquí, se han encontrado piezas circulares
elaboradas en bronce arsénico, (fig. 16) que son similares a las piedras. Estas
piezas son de 5,6 a 6 centímetros de diámetro, con un espesor de entre 1 a 1.3 cm
y el hueco central es de más o menos 2,5 cm (Hocquenghem, 2004: 287-288). La
cultura de Sicán Medio (900-1100 d.C.) fueron los que desarrollaron una industria
y tecnología de cobre arsenical, dando paso a un reemplazo de las herramientas
de piedra y hueso (Hocquenghem, 2004:273).
18
Figura 16. Puntas, rejas y pesos del Alto Piura. a), b), c): detalles. https://journals.openedition.org/bifea/5728
Al igual que en el caso del área Maya, son varias las propuestas que han hecho
los investigadores acerca de los posibles usos que se les daban a las piedras
donas en Sudamérica, hasta el momento su uso aún sigue sin confirmarse.
Algunas de las propuestas que se han hecho son parecidas o incluso son las
mismas que se mencionan para el uso de los anillos de piedra mayas, entre las
cuales podemos mencionar la teoría en la que eran usados como torteras –
malacates-, sin embargo, el Doctor Rodulfo Amando Philippi (1884) menciona que
para esta propuesta no tomaron en cuenta el tamaño y en el peso de las piezas.
Por su parte en Sudamérica para las piedras horadadas de Chile también vemos
la propuesta de que eran utilizadas para procesar alimentos, -en especial para
moler el maíz-. La teoría de que eran usados para la agricultura está también en el
área sudamericana y es una de las más comunes, esta consiste según el Dr.
Philippi (1884) en adaptar las piedras horadadas al extremo de un palo, para darle
más peso y que así penetre mejor en la tierra.
Siguiendo con las teorías compartidas entre el área Maya y Sudamérica hay una
que explica su posible uso como armas o proyectiles de guerra. En esta probable
función pudo haber sido introducida una cuerda por el agujero de la piedra, para
luego ser girada y lanzada con fuerza al blanco que se deseara, sin embargo
Philippi (1884) hace mención que esta hipótesis no parece tan viable si tomamos
en cuenta que en un enfrentamiento al lanzar la piedra esta quedaría fuera del
alcance de quien la esté usando y trabajar tanto la piedra para darle casi un único
uso en combate no tiene mucho sentido, cuando -al igual que en la teoría de pesos
de pesca-, con cualquier piedra normal pudieron obtener el mismo resultado y sin
tanto trabajo innecesario al agujerear la piedra. Siguiendo con la idea de que eran
utilizadas como armas, asimismo encontramos la hipótesis en la que la piedra
horadada se coloca dentro de un palo, formando una especie de mazo o martillo
que serviría para golpear. El Dr. Philippi (1984) menciona que esta teoría nace de
pueblos en Oceanía que las usan así, pero en el caso de las piedras que se han
encontrado en Chile, explica que no pudieron haber sido utilizadas así debido a
que: “la forma del agujero de nuestras piedras no es muy idónea para adaptarlas a
un palo” (pág. 477). Además de que: “No se ve razón alguna (al) por qué estas
cabezas de martillo se hayan hecho de forma circular; una forma ovalada o
cuadrilátera habría sido mucho más a propósito” (pág.478).
Entre las propuestas que difieren con las del área Maya encontramos una más
ceremonial, donde las piedras horadadas pudieron ser una especie de ídolos, los
cuales representaban el orificio de la vagina. Otra propuesta diferente es en la que
20
probablemente se usaban para jugar, esto debido a que según el Dr. Philippi (1884)
en una de las Islas de Oceanía existe un pueblo en el que los habitantes las usan
en un juego que consiste en lanzarse las piedras a través de bambús elásticos. La
cultura Mapuche consideraba que podían tener poderes mágicos y que se usaban
para “predecir sucesos o para favorecer las cosechas, al colocarla en el mango de
los instrumentos agrícolas y en el guerrero, lo hacía invencible en la batalla.”
(Recuperado de www.museodelinares.gob.cl/639/w3-article-
24074.html?_noredirect=1).
Por último, queremos resaltar una conclusión del Dr. Philippi (1884) en la que
explica que las piedras horadadas más trabajadas pudieron ser utilizadas como
adornos y resalta también en que para él es evidente el hecho de que no todas las
piedras eran utilizadas para la misma función, esto debido a la variedad de formas,
tamaños, pesos y decoraciones de las piedras.
Figura 17 y 18, (15 de enero, 2013). La Vitrina del Mes destaca a las "Piedras Horadadas".
Figura 19. MHNV 1067_1 piedra horadada. Procedente de Casablanca Estelo Las Dichas.
22
Figura 21. Piedra horadada, MCHAP 1398
24
Figura 25.Piedra horadada, ID 5-3555, foto:
https://www.surdoc.cl/colecciones/antropologia_arqueologia_etnografia
25
Figura 27. Piedra horadada. ID 10-791, foto: https://www.surdoc.cl/colecciones
Figura 28. Piedra horadada (Katankura) mapuche, Figura 29. Piedra horadada (Pimuntuwe), ID
Museo Histórico Nacional, 14-60, foto: https://www.surdoc.cl/colecciones
foto:https://www.museomapuchecanete.gob.cl/641/w
3-article-24458.html?_noredirect=1
Figura 31. Piedra horadadas, fotografía: Alcalde Dr. Olegario Henriquez 1453, Llolleo, San
Antonio San Antonio, Chile.
28
Figura 33. Ejemplo de posible uso como peso de palo plantador.
Fuente Sutton 2014.
29
Figura 34. Probable peso de red para pesca Figura 35. Probable peso de red para pesca
de la Península de Palos Verdes. Diámetro de la Península de Palos Verdes. Diámetro
máximo 7.2 cm. Nótese el orificio perforado máximo 7.2 cm. Nótese el orificio perforado
en el centro. Fuente Koerper (s.f.) en el centro. Fuente Koerper (s.f.)
Figura 36. Probable peso de pesca. Longitud 6.1 cm. Fuente Koerper (s.f.)
Figura 37. Fragmento de piedra dona recuperada en Playa Vista. Observe las superficies
cóncavas y pulidas de la perforación. Fuente Koerper (s.f.)
30
Las piedras dona que presentan un mayor parecido con las recuperadas en
Mesoamérica son las estudiadas por Elizabeth Sutton, recuperadas de la región
del canal de Santa Bárbara al sur de California, Estados Unidos, estos artefactos
tienen una temporalidad de entre el 500 a.C. al 1150 d.C., las piezas recuperadas
fueron localizadas en contextos de enterramiento de la población Chumash. La
investigadora analizó un lote de 307 piezas ubicadas en varios museos de la
región, en promedio las piezas tienen un peso de 488.4 gramos, una altura de 8.4
cm, un diámetro exterior de 7.8 cm, un diámetro medio 4.6 cm y el diámetro de la
perforación es en promedio de 2.2 cm. Del total de piezas analizadas 43 de ellas
presentan pulimiento en el interior de la perforación de estas piezas, cuatro tenían
un peso menor a los 800 gramos, según la autora esto sugiere que las piezas con
un peso mayor a los 800 gramos no fueron manipuladas o estaban sujetas a poco
movimiento si se manipulaban (Sutton, 2014).
Figura 38. Piedras dona simétricas, Museo de Historia Natural de Santa Bárbara.
(De izquierda a derecha: I.87 / 2939, O.683, I.543). Fuete Sutton 2014.
El tipo 2 (fig.39), son las piedras aplastadas, estas presentan un desgaste en dos
lados opuestos alrededor del perímetro formando una superficie plana, este tipo de
piedras muestra evidencia de uso en las partes del perímetro que mantienen la
curvatura lo que según la investigadora indicaría que pudieron ser utilizadas como
martillos.
31
Figura 39. Piedra perforada aplastada con los dos bordes redondeados desgastados y
hendiduras circulares en los lados opuestos. Museo de Historia Natural de Santa Bárbara
(SBA-XX-565). Fuente Sutton 2014.
El tipo 3 el ovalo (fig.40), este tipo presenta un desgaste general además de ser el
tipo de piedra perforada con la mayor evidencia de pulido.
Figura 40. Dos piedras de forma ovalada; el de la izquierda muestra evidencia de desgaste por
picoteo en un extremo. Museo de Historia Natural de Santa Bárbara. (De izquierda a derecha:
4013; Fundación Isla Santa Cruz, sin número de catálogo). Fuente: Sutton 2014.
Tipo 4: La lágrima (fig.42), Muchas de estas piezas tiene una incisión que rodea la
piedra cerca de la parte superior. Tipo 5: El adoquín, estas piedras perforadas
parecen ser adoquines gastados por el agua, en algunos casos, los agujeros se
32
perforaron, pero en otros casos los agujeros parecen ser naturales. Tipo 6: el disco
(fig.41), estas piedras son característicamente planas, con orificios de tamaño
pequeño entre 0.77 cm. hasta 2.68 cm.
Figura 41. Piedra perforada en forma de disco, Figura 42. Dos piedras en forma de
Museo de Historia Natural de Santa Bárbara lágrima, Museo de Historia Natural de
(NA-CA-132-3A-47.). Fuente: Sutton 2014. Santa Bárbara. (De izquierda a derecha:
3910, 3208.). Fuente: Sutton 2014.
Figura 43. Una piedra perforada Figura 44. Piedra cilíndrica perforada,
excepcionalmente grande y pesada de Museo de Historia Natural de Santa
forma esférica, Museo de Historia Natural Bárbara (4417). Fuente Sutton 2014.
de Santa Bárbara (NA-CA SCRI-XX-207).
Fuente Sutton 2014.
Como se puede observar en los tipos que la investigadora presenta existe similitud
con las formas de piedras perforadas que se encuentran en Mesoamérica. Para
33
antes del siglo XIX el uso de las piedras dona por parte del pueblo Chumash ya se
había abandonado (Heizer 1995) por lo que no existe evidencia concreta de cuál
era el uso principal de estas piedras, investigadores como Hollimon (1990)
consideran que estas piedras pudieron ser utilizadas como pesos para palos de
excavación y que fueron utilizadas principalmente por mujeres, pues para el pueblo
Chumash las actividades agrícolas eran esencialmente realizadas por las mujeres,
pero esto es solo una mera hipótesis porque al igual que en nuestro medio no existe
evidencia concreta que la refuerce.
Las primeras propuestas son similares a las que se tienen en Mesoamérica, pues
hacen referencia a que es para producción de alimentos, otras de las propuestas
mencionan que servirán de peso para redes y como arma de combate, y una
propuesta que en Mesoamérica no se tenía contemplada: que, con una vara, una
cuerda y el disco se creara fuego a base de fricción.
34
En cuestion a material se destaca las rocas de origen igneo (volcanica) y algunos
de origen volcanico-sedimentario, en su mayoria de canto rodado encontrado en
los rios, entre las opciones se muestran calizas, tobaceas silidificada, cobre
paleógeno y basaltos.
35
Figura 46. Detalle de la pieza 1381 recuperada en el sitio arqueológico El Carnero, provincia de Granma,
Cuba. Foto tomada de: Ulises Miguel González Herrera. (Instituto Cubano de Antropología, 2019).
Colecciones de evidencias excepcionales del Departamento de Arqueología.
Análisis Tipológico
Metodología
Variables Cualitativas
Motivo / Decoración
1. Zoomorfa
2.Fitomorfa
3.Efigie
4. Antropomorfa
5.Ninguna
37
Variables Cuantitativas
Medidas en centímetros
Peso total en gramos
Diámetro Diámetro Diámetro
Alto Otros
exterior Medio Interno
Figura 47
Figura 48
38
Fichas de registro:
Figura 49
39
Nomenclatura de registro
Figura 50
40
Formato de vaciado de datos
41
El siguiente cuadro es el formato para el vaciado de datos general.
42
Figura 51
Se utilizó una balanza digital ProctorSilex con plataforma de vidrio templado con
alcance hasta 6 kilogramos con la que se obtuvo el peso de cada pieza, los
resultados se muestran en gramos.
El material o fuente del cual está elaborado cada pieza fue inspeccionado de
manera microscópica con un microscopio de bolsillo Carson de 60 a 120x con luz
led, con el cual se observó los minerales que contenía cada pieza y así determinó
el tipo de roca correspondiente.
43
Resultados muestra analizada en la Ceramoteca del IDAEH:
Figura 52. Estudiantes María Marroquín y Bladimir Cojón analizando parte de la muestra de 81
piezas proporcionadas por el IDAEH.
44
Análisis de las Variables
Procedencia:
Área Cantidad %
Tierras Bajas 0 0%
Tierras Altas 14 17%
Costa Sur 0 0%
Indeterminada 67 83%
Total 81 100%
Figura
Figura 54. Procedencia
53. Piedra dona partede
delas piezas en las
la muestra
diferentes
de IDAEH, sin áreas
contexto culturales.
de procedencia.
Procedencia de Piezas
80
67
70
60
50
40
30
20 14
10 0 0
0
Tierras Bajas Tierras Altas Costa Sur Indeterminada
17%
83%
Temporalidad:
Temporalidad
Periodo Cantidad %
Preclásico 0 0%
Clásico 2 2%
Posclásico 0 0%
Indeterminada 79 98%
Total 81 100%
Figura 57. Pieza parte de la muestra Figura 58. Piezas analizadas según su
perteneciente a la colección del IDAEH. temporalidad cultural elaboración.
46
Temporalidad de las Piezas
79
80
70
60
50
40
30
20
10 0 2 0
0
Preclásico Clásico Posclásico Indeterminada
Indetermina
da
98%
Clase
En el caso de la determinación de la clase de pieza; perforada y no perforada se
pudo establecer que un total de 78 piezas presentan perforación, esto equivale a
un 96%, por tal motivo, es la que mayor porcentaje presenta, el restante, 3 piezas
no presentaron perforación, es decir, equivale al 4% total de las piezas analizadas.
En la siguiente tabla y grafica se detalla la información:
Clase
Cantidad %
Perforada 78 96%
No Perforada 3 4%
Total 81 100%
Figura 61. Pieza de clase no perforada. Figura 62. Piezas perforadas y no perforadas.
Fotografía: Shirley Cante 2020.
47
Clase de la pieza
90
78
80
70
60
50
40
30
20
10 3
0
Perforada No Perforada
96%
Perforada No Perforada
Perforación:
48
Perforación
Tipo Cantidad %
Cónica 4 5%
Bicónica 70 86%
Cilíndrica 6 7%
Indeterminada 1 1%
Total 81 100%
Figura 65. Pieza con perforación bicónica, Figura 66. Tipo de perforación que
perteneciente a la colección del IDAEH. presentan las piezas analizadas.
Fotografía: Shirley Cante 2020
Tipo de perforación
80 70
70
60
50
40
30
20 6
10 4 1
0
Tipos de Perforación
1% 5%
7%
86%
49
Estado de la Pieza:
Estado de la pieza
Estado Cantidad %
Completa 55 68%
Fragmentada 26 32%
Total 81 100%
Figura 69. Pieza fragmentada, parte de la Figura 70. Estado de las piezas analizadas.
colección del IDAEH. Fotografía: Shirley
Cante 2020.
50
40
30 26
20
10
0
Completa Fragmentada
50
Estado de las piezas
32%
68%
Completa Fragmentada
Forma:
Forma
35
cantidades de forma
30
25 29 32
20
15
10
5 0 2 3 2 1 4 7
0
total= 81
51
Forma
Esférica
1% 7%
Esferoide
2% 4%
Esferoide prolato
3% 29%
Cilindríca
2%
Ovoide 0%
Cono truncado doble
Cuadrada
Sin concluir/indefinido 32%
Aplanada
Figura 75. Piedra dona forma esferoide. Fotografía: Shirley Cante 2020.
Fuente o Material:
Dentro del análisis realizado para poder verificar la fuente o material del que están
elaboradas las piezas se concluyó que 74 piezas fueron elaboradas con Andesita
es decir, el 74% de la muestra total, con una cantidad mucho menor al primero se
encuentran 3 piezas de basalto representando un 3%, seguidamente se registraron
52
2 muestras elaboradas de arenisca que forman un 2%, luego, se presentó un
ejemplar de andesita pecosa y una de dacita formando en conjunto un 2%.
Fuente o material
80 74
Cantidades de fuentes o materiale
70
60
50
40
30
20
10 3 1 1 2
0 0 0
0
Andesita Basalto Dacita Arenisca Riolita Pómez Andesita Arenisca
pecosa
Total = 81
Fuente o material
1%2% 0
3%1%
Andesita
Basalto
Dacita
Andesita pecosa
Arenisca
74%
53
Figura 78. Piedra dona elaborada de Andesita. Fotografía: Shirley Cante 2020.
Uso o Desgaste:
Uso o desgaste
80 74
Cantidades de uso o desgaste
70
60
50
40
30
20
7
10
0
Si presenta No presenta
Total = 81
54
Uso o Desgaste
00
7%
Si presenta
No presenta
74%
Figura 81. Fragmento de piedra dona que muestra desgaste. Fotografía: Shirley Cante 2020.
Motivo o Decoración:
Motivo/decoración
1%
10% 2%
0%
Zoomorfa
Fitomorfa
Efigie
Antropomorfa
Ninguna
68%
56
Figura 84. Fragmento de íedra dona con motivo fitomorfo. Fotografía: Shirley Cante 2020.
Diámetro externo
A través de esto podemos concluir que en la muestra analizada fue más común
que las medidas externas de los anillos de piedra estén entre los 10 a los 15 cm, y
fue menos usual encontrar piezas muy pequeñas que tengan de diámetro externo
de 6 a 7 cm y piezas muy grandes que sobrepasen los 20 cm.
57
Figura 85. Representación de porcentajes de las piezas según el rango de medida de diámetro
externo.
Diámetro medio
Respecto al diámetro medio de las piezas que analizamos tenemos los siguientes
resultados, obtuvimos menor cantidad de piezas que midieran de 9 a 12 cm y de 7
a 8 cm, en ambos casos analizamos 1 anillo de piedra de cada uno, por lo que
ambos casos representan un 2% del total de la muestra analizada, por otra parte
en las medidas que van de 5 a 6 cm analizamos un total de 22 piezas, los cuales
dieron un porcentaje del 40% y por ultimo tenemos que las piezas con diámetro
medio de 3 a 4 cm representaron un total del 56% de la muestra, con 31 piezas
analizadas.
58
Figura 86. Porcentaje de medidas de diámetro medio obtenidas de las piezas.
Diámetro interno
Para las medidas del diámetro interno podemos apreciar que las que median de 5
a 6 cm representan solamente un 2% de la muestra, con un total de una sola pieza
analizada, entre las medidas que comprenden de 1 centímetro a 2 analizamos 23
piezas dando un total en porcentaje del 43% y por último vemos que las medidas
que van de 3 a 4 centímetros son las más representativas en la muestra dando un
total del 55%, en donde analizamos 30 piezas con estas medidas.
59
Figura 87. Distribución de porcentajes de medidas de dímetro interno de las piezas analizadas.
Altura
Vemos ahora que en la muestra de los anillos de piedra las alturas que comprenden
de 10 a 11 cm y de 12 a 13 cm representan en total solamente un 4%, en ambos
casos analizamos 2 piezas de cada uno, por su parte las medidas que van de 14 a
15 cm comprenden un 5% de la muestra, analizamos 3 piezas con esta altura, las
que median de 2 a 3 cm dieron un total de 4 piezas, las cuales en porcentaje
representan el 7%, analizamos 7 piezas que de alto tenían de 4 a 5 cm y estas dan
un total en porcentaje del 12%, en segundo lugar para la altura más frecuente
vemos que están las que median de 8 a 9 cm, siendo 16 piezas y representando
un total del 29% y en primer lugar tenemos 22 piezas que median en altura de 6 a
7 cm y dan un total en porcentaje del 39%.
De manera que podemos concluir que dentro de la muestra analizada fueron más
frecuentes las piezas cuya altura comprenden de los 6 a los 9 cm y se analizaron
muy pocas piezas altas que median entre 10 a 13 cm.
60
Figura 88. Porcentajes de altura de más recurrentes en las piezas.
Peso
Por último tenemos las medidas de peso en las que podemos distinguir que las
piezas que pesaron de 500 a 600 gr. dieron un porcentaje de 4% el cual comprende
2 piezas solamente, analizamos 3 piezas que pesaron de 4,000 a 5,000 gr
representando un 5% de la muestra, por su parte las medidas que van de 300 a
400 gr y de 700 a 800 gr. representan cada una un 7% de las cuales analizamos 4
piezas para cada caso, las piezas que comprenden de los 2,000 a los 3,000 gr
fueron 12 y dieron un total en porcentaje del 22% de la muestra, y por último vemos
que las piezas que pesaron de 900 a 1,000 gr representan un total del 55% y el
cual comprende un total de 31 piedras dentro de la muestra.
A través de los datos obtenidos vemos que los anillos de piedra que pesaron entre
los 900 y 3,000 gramos fueron los más frecuentes y en menor cantidad
encontramos piezas un poco más livianas que pesan de 500 a 600 gramos y piezas
muy pesadas que estuvieran entre los 4,000 a los 5,000 gramos.
61
Figura 89. Distribución del porcentaje de piezas según su peso.
Para iniciar, tenemos la tabla de datos (fig. 85) con el registro realizado, de la visita
llevada a cabo en Ruta Maya, en esta se encuentran datos como la ubicación, código
de la institución de procedencia, clase, temporalidad, forma, estado de la pieza,
decoración o motivo, medidas, peso y observaciones.
62
Procedencia
Temporalidad
Las piezas analizadas no cuentan con algún dato o elemento que nos pueda indicar
si pertenece al Preclásico, Clásico, Postclásico, es por ello que el 100% de la muestra
queda indeterminada (fig. 92).
63
Clase
Perforación
Figura 94. El 97% representa que la mayoría trabajaban con este tipo de perforación.
64
Figura 95. Muestra de Idaeh Fig. 96. Muestra de Ruta Maya
Estado de la pieza
Forma
En la clasificación por forma de las piezas analizadas se tienen ocho variables, siendo
la variable esférica la más representativa con 93% (8 piezas), seguido por la forma
esferoide con 5% (4 piezas), cilíndrica con el 2% (2 piezas), las demás variables no
presentan ejemplar (fig. 98).
65
Figura 98. Forma predominante es la esférica con el 97%.
Fuente o Material
Dentro de los materiales de elaboración de las piedras donas destaca la andesita con
un 93% (7 piezas), seguido por dacita con un 5% (5 piezas) y en tercer lugar la variable
indeterminada con 2% (2 piezas), no se registraron más elementos o fuentes de
elaboración (fig.100).
66
Figura 100. La andesita es el material más utilizado.
Desgaste o Uso
67
Figura 102. Presencia de uso al 100% en todas las nuestras.
Motivo o decoración
68
Fig. 104. Muestra Idaeh Fig. 105. Muestra Ruta Maya
Diámetro externo
69
Diámetro Medio
Diámetro interno
Figura 109. Variables de peso, el valor más representativo equivale a 1000 gr.
Altura
71
Fig. 111. Muestra de Idaeh Fig. 112. Muestra de Ruta Maya
Podemos concluir que la altura mayor fue de 12.7 cm y la mínima fue de 3.8 cm, lo
cual nos deja un margen bastante amplio para definir que solían mantener una medida
estándar para ciertas alturas que no varían mucho.
Tabla 2
Comparación de piezas del IDAEH
Y Ruta Maya
Al hacer una comparación detallada de cada uno de los aspectos, nos damos cuenta
que hay una gran similitud en las características y que en casi la totalidad de
categorías se repiten, como la cualidad predominante. Sólo en las categorías de
forma, decoración y materiales, ofrece variables a las muestras analizadas
previamente en la Ceramoteca del IDAEH puesto que en Ruta Maya la mayoría de las
piezas son de forma esférica, mientras en el IDAEH, la muestra está casi divida entre
esferoide y esférica.
Entre los materiales de que están elaboradas las piezas, sí es predominante el uso de
andesita, pero en Ruta Maya, había dos artefactos hechos en otros tipos de roca, que
no se logró determinar, pero de estos materiales no había ninguna muestra en el
IDAEH.
Y con relación a la decoración, en Ruta Maya hay una pieza que posee una decoración
de formas geométricas (rombos) sobre su superficie, rompiendo con el patrón de que
la pieza en sí tenga o sea de cierta forma, como fitomorfo, por ejemplo; pero en el
IDAEH no se halló ninguna que tuviera una decoración sobre la superficie.
73
Conclusiones
Este estudio ha demostrado que los anillos de piedra son artefactos, que si bien
se encuentran en Mesoamérica y en particular en el Área Maya, no son
exclusivos de ésta región, ya que se han localizado y estudiado en otras regiones
del continente.
Los resultados del estudio tipológico indican que a partir de una forma básica
hay variantes en cuanto a dimensiones y pesos, y si bien se observa una
tendencia intermedia en la relación de tamaño y peso, la estandarización parece
estar más relacionada a la forma redondeada esferoide con perforación bicónica.
74
Con relación a la interpretación respecto a la función de estos artefactos,
concluimos que existen dos posturas muy fuertes, entre toda la variedad de
propuestas. Estas son: la de peso para hacer cuerda, cumpliendo una función
como los la de los malacates con el hilo, y la de peso en labores agrícolas, para
abrir surcos. También se deja abierta la posibilidad de ser usados como
trituradores.
Asimismo determinamos que las que tienen efigie o decoración tenían que estar
apoyadas en algo, puesto que la figura tiene su derecho y su revés, por lo que
debió colocarse de manera correcta, habiendo también cierto desgaste en las
superficie, en este caso inferior.
75
Recomendaciones
• Consideramos que este tipo de artefactos y otros objetos líticos que han
sido considerados problemáticos deben ser estudiados a mayor
profundidad, tomando en cuenta todos los aspectos arqueométricos, pero
también otro tipo de pruebas de laboratorio para establecer con mayor
precisión niveles de desgaste y causas de desgaste, así como la
recuperación de probables residuos orgánicos.
• Recomendamos que se implementen estrategias en la recuperación de
este tipo de artefactos en áreas cercanas a fuentes de materia prima, pues
podrían localizarse centros de producción.
• Sugerimos que a partir de la base de datos que hemos formado, se
integren más artefactos que quedaron pendientes de estudio, tanto en las
bodegas del IDAEH, como en la colección del Museo Nacional de
Arqueología y Etnología y otros museos regionales.
• Lo mismo para las colecciones particulares, pues esto permitirá ampliar
nuestro universo sobre la variedad de estos objetos y se tendrán mejores
elementos para su interpretación.
• Realizar más estudios etnográficos, para establecer cuáles son los usos
que se les da a estos objetos en comunidades rurales y que simbolizan
para quienes los utilizan.
• También se sugiere que el estudio de los anillos de piedra y otros objetos
líticos poco tratados pueda considerarse como parte de las líneas de
investigación del IIHAA, de la Escuela de Historia.
• Se recomienda realizar estudios de arqueología experimental, para
establecer los procesos de elaboración de los anillos de piedra y también
para determinar procesos de desgaste experimentando con diversos
materiales y usos.
• Por último, que se considere este como un tema de tesis, pues logramos
levantar más dudas que conclusiones, lo que indica que el tema, lejos de
agotarse, resulta sumamente interesante no solo en la arqueología local,
sino a nivel de otras culturas originarias de nuestro continente.
76
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