COSA Y BIEN

Estos dos conceptos son fundamentales dentro del derecho civil ya que en ellos
se basan miles de problemas jurídicos y circunstancias que como abogados
debemos aclarar y subsanar; por esto es importante entender con claridad su
significado, diferencia y todo lo que abarca cada uno de estos.
Las siguientes conclusiones están construidas con el material de apoyo dispuesto
para esta actividad y con la lección vista en clase.
Para empezar cabe destacar, que estamos rodeados de miles de cosas que están
a nuestro favor y servicio y que las tomamos en nuestro diario vivir como algo muy
general y global y no nos detenemos a detallar la naturaleza de cada una de estas
y como se pueden clasificar.
Cosa: es todo ente que existe y habita en el entorno, exceptuando al ser humano,
clasificándose de dos maneras según el derecho civil en sus artículos 653 y 664
donde determinan lo siguiente:
- Corporales: son aquellas cosas que pueden ser percibidas y palpadas por
los sentidos del hombre
- Incorporales: son aquellas cosas que demandan derechos reales o
personales.
Además de esto, se puede decir que la “cosa” es todo aquello que este a servicio
del hombre y para el hombre, que pueda ser sometido al imperio del ser humano
para satisfacer sus necesidades, ya sea que ocupe o no un espacio en la
naturaleza.
Ahora bien, teniendo esto en claro; el BIEN tiene relevancia jurídica ya que tiene la
capacidad de ser objeto de relaciones jurídicas, en vista de que otorga un titular o
un sujeto de derecho; en otras palabras se considera “bien” a la cosa que este
dentro del patrimonio de un sujeto de derechos y por ende su campo jurídico se
debe delimitar, diferenciar, individualizar y categorizar teniendo en cuenta
diferentes factores.
El bien se encuentra dividido de dos formas:
Inmueble: según el código civil en su artículo 656, define a él bien inmueble como
aquello que no puede ser transportado de un lugar a otro. Tales como: tierras,
casas, veredas, predios, parcelas, entre otros.
Mueble: son aquellos bienes que pueden transportarse de un lugar a otro, ya sea
por capacidad propia y de manera independiente o por una fuerza externa que
ayude a su movimiento.
Como conclusión se puede decir que no todas las cosas son consideradas bienes
y por ende no todas demandan derechos reales o personales.