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COLEGIO SAN PATRICIO

“UNA EXPERIENCIA HACIA LA EXCELENCIA”

NOMBRE: __________________________________________________GRADO: FECHA:


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AREA: EDU. FÍSICA Y DEPORTES GUÍA LECTURA CRITICA DOCENTE: JHON ALEXANDER RUEDA SANDOVAL

El día que el Barcelona decidió fichar a Messi y el compromiso escrito en una servilleta

RESUMEN:
"¿Quién es ese? ¿Es el argentino del que me hablaron?", preguntó Carles Rexach, quien había llegado a paso lento, mirando a "Tarzán" Migueli y a Rifé,
dos de los entrenadores de la cantera. Messi gambeteaba a velocidad, chiquito como era, y ante un rival de mayor edad. Era el último día posible para
decidir si ficharlo o no para el Fútbol Club Barcelona, porque la familia llevaba quince días en la ciudad catalana y no llegaba una definición.
(¡Joder, lo tenemos que fichar ahora mismo!), alcanzó a decirle Rexach, adjunto a la presidencia del club y secretario técnico, a sus colaboradores.
"Estuvo 15 días, pero sobraron 14… si hubiera pasado un marciano por ahí, también se habría dado cuenta de que era muy especial", recordó con el
paso del tiempo sobre aquel día en el que Messi, con apenas 13 años, se convirtió en jugador del Barcelona.

Messi llegó a Barcelona junto con su padre el 18 de septiembre de 2000, gracias a la mediación del reconocido agente de futbolistas Josep María
Minguella (quien había participado en el pase de Diego Maradona al Barcelona en 1982) con el presidente del club catalán, Joan Gaspart.

En un ascensor se encontraron con Txiki Begiristain, un ex jugador del Barcelona de Cruyff en los noventa y que años más tarde sería el director
deportivo, y cuando alguien le dijo que ese chico que subía con él era argentino, le acarició la cabeza y afirmó "ha de ser bueno porque es pequeñito".

Debido a los informes de Minguella, todos los entrenadores que tomaban decisiones en la cantera del Barcelona sabían más o menos quién era Messi, un
chico que venía a probarse desde la Argentina, algo poco habitual en ese tiempo; pero sin embargo faltaba Rexach un entrenador y debían espéralo.

A mediados del partido, Messi agarró la pelota y se puso a gambetear a cuanto rival le salía por el camino, y definió.  Fue el único gol de su equipo, que
perdió 2-1. Rexach llegó al banco de suplentes, y se sumó al resto de los entrenadores. "Tardé siete u ocho minutos en completar el recorrido".
"¿Para eso me esperaron?" —recriminó Rexach a los entrenadores. "Este chico se ficha solo, no me necesitaban", completó, y se fue.

Pero desafortunadamente había pro y contras entre los entrenadores en cuanto al fichaje del chico extranjero: debió a su delgadez, tamaño y palidez, se
murmuraba que el talento es natural y va más allá de un aspecto físico… Meses más tarde y ya con Messi en argentina….

"¿De verdad crees que vale la pena, Charly?", le preguntó a Rexach , "A ver, dame un papel", dijo entonces Rexach. Vino un camarero con un birome,
pero no había papel y la oficina del club estaba cerrada. Entonces tomaron una servilleta de esas de las cajas de metal, de las mesas. "Para que veas
que la cosa va en serio", y anotó a mano: "En Barcelona, a 14 de diciembre de 2000 y en presencia de los señores Minguella y Horacio, Carles Rexach,
secretario técnico del FCB se compromete, bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra, a fichar a Lionel Messi.

Gaggioli protocolizaría ante notario la servilleta y la guardaría en una caja fuerte. Para Rexach, es un papel sin importancia. Para el Barcelona, uno de los
documentos más trascendentes de su historia moderna.

Pregunta problematizadora: ¿Qué aspectos tendría en cuenta si usted, fuera entrenador o un cazatalentos, a la hora de fichar algún talento?

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