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1.-Comentario de texto “¡Ah, de la vida…!

1. LOCALIZACIÓN

Francisco de Quevedo es uno de los más carismáticos autores del Siglo de


Oro español, habitualmente asociado a la corriente conceptista, pero cuya
variadísima producción le hace difícil de encasillar. En efecto, en su obra
encontramos composiciones burlescas, amorosas, políticas, religiosas,
filosóficas, satíricas, picarescas, etc., que, si bien es cierto que, en general,
responden a una perspectiva conceptista, según la cual el autor intenta hacer
reflexionar al lector sobre el contenido de la obra a través de su complejidad
conceptual, no por ello deja de componer conforme a los criterios estéticos
de la época, discurriendo así en la mayoría de las ocasiones por un cauce
creativo común al de su adversario poético, el culterano Góngora.
El texto que se va a comentar es un poema incluido en su libro recopilatorio
El Parnaso español y musas castellanas (1648)

2. TEMA

Se trata de un poema de género lírico en el que el autor expresa


subjetivamente, en primera persona, su inquietud por el paso del tiempo y la
proximidad de la muerte. Tema frecuente en Quevedo y común en la época
en la que escribe, es el tópico literario del tempus fugit, la fugacidad de la
vida. El autor se sorprende de la rapidez con que ha envejecido y de cómo le
ha abandonado la salud; cae en la cuenta de que la vida ha pasado sin que él
lo advirtiera, y de que está próxima su muerte.

3. ESTRUCTURA INTERNA- EXPLICACIÓN DEL CONTENIDO DEL POEMA

Al tratarse de un poema lírico, no hay apenas trama argumental:

-En los dos cuartetos: el poeta expresa su sorpresa y desconcierto cuando


cae en la cuenta de que es anciano y no goza de salud: “¡Que sin saber cómo
ni adónde / la salud y la edad se hayan huido!”.

En los tercetos: el poeta reflexiona y concluye que la vida es tan breve que
no es posible distinguir la infancia de la vejez: “En el Hoy y Mañana y Ayer
junto / pañales y mortaja”.
4. ESTRUCTURA EXTERNA-METRICA

Quevedo ha elegido el soneto como forma estrófica (ABBA, ABBA, CDC,


DCD). Lógicamente, los versos son endecasílabos, la rima consonante y las
estrofas se distribuyen en dos cuartetos y dos tercetos; estos tienen una
rima encadenada; el segundo verso de la primera estrofa coincide en rima
con la del primero y tercero de la segunda. Es una opción típica de Quevedo,
al fin y al cabo deudor de la tradición garcilasiana y petrarquista.

5. RECURSOS FORMALES

Desde el punto de vista fónico, llama la atención las frecuentes


exclamaciones y la interrogación del primer verso. Esto, y el
encabalgamiento abrupto en los versos 12-13, son recursos propios de la
estética barroca.
El estilo sentencioso, gracias al asíndeton (eliminación de conjunciones), en
el primer terceto, dota al poema de gravedad y patetismo: “Ayer se fue;
Mañana no ha llegado; / Hoy se está yendo sin parar un punto” ,
subrayándolos mediante un polisíndeton (repetición no necesaria de
conjunciones), en los versos finales: “En el Hoy y Mañana y Ayer, junto /
pañales y mortaja, y he quedado...”). Un efecto similar logra Quevedo con
los versos: “Hoy se está yendo sin parar un punto: soy un fue, y un será, y
un es cansado que encadena los tres verbos sustantivados. Encontramos
Hipérbaton, alteración del orden lógico en el verso “La Fortuna mis
tiempos ha mordido” (v. 3)
Utiliza la personificación en los conceptos de fortuna y tiempo (“La Fortuna
... Las Horas”), igual que en la estrofa siguiente “la Salud” y “la Edad”, a las
que da la propiedad animada de huir.
Este recurso -la sustantivación- alcanza el punto culminante en el verso “soy
un fue, y un será, y un es cansado”. Ahora es el poeta en primera persona el
que expresa su asombro y perplejidad con esta ingeniosa metáfora, que es
también una paradoja: la vida del hombre –la del poeta en concreto- es a la
vez pasado, futuro y presente. El pesimismo que califica su estado actual y
enlaza semánticamente con los conceptos de “salud” y “calamidad”
(hipérbole muy propia del autor).
El último terceto, recupera los tres conceptos del verso 11 (pasado-
presente-futuro), con los que expresaba el paso del tiempo, mediante la
utilización de adverbios hoy-mañana-ayer; a continuación utiliza una
metonimia, “junto pañales y mortaja”, antítesis con la que abunda en la
idea de brevedad de la vida y condición efímera del ser humano, y termina el
poema con una mención de la muerte.

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