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Perspectivas Económicas: BCRD.

Enero - septiembre 2020.

Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Integrantes:
Luz Marcela Fernández González. 100576358.
Gianfranco Scigliano Luigi. 100573886.
Adria Mateo. 100523110.

Asignatura:
Economía Contemporánea Y Dominicana.

Sección: 09.

Profesor:
Pedro Mañón.
Introducción:

El siguiente trabajo se presenta con el objetivo de un desarrollo académico fructuoso


para nuestras carreras profesionales, y para el cumplimiento de las asignaciones
establecidas en la materia de Economía Contemporánea y Dominicana. A fin de
cumplir con la estructura ya establecida en los anteriores informes, en este trabajo se
incluye un resumen de los capítulos I, II, III y IV del informe del BCRD con el objetivo de
aunar las informaciones más importantes del mismo, una conceptualización general,
que elevará nuestro conocimiento de aquellos términos desconocidos, y una evaluación
crítica grupal, que expondrá nuestras opiniones y pensamientos del informe.

El informe del BCRD expondrá un enfoque aún más cercano de la situación económica
actual tomando como referencia el territorio nacional, que nos servirá para trazar la
actual situación económica a un entorno con el que estamos más familiarizados y
podremos comprender con mayor facilidad.

Tenemos la expectativa de que los datos expresados y con más razón, las
explicaciones presentadas en el mismo nos sirvan para moldear un pensamiento
económico y social de la situación actual de la economía nacional y la pandemia por
COVID-19. Si bien estamos seguros que el pasado informe de la CEPAL estuvo muy
relacionado con la economía nacional dado que tenía como referencia la región
latinoamericana, expresamos que el siguiente informe nos podrá dar un enfoque
nacional necesario para construir un pensamiento objetivo y económico de los
fenómenos que se presenten y futuramente generar soluciones como profesionales a la
sociedad, como siempre tomando de manera imparcial los datos que se muestren y los
matices de nuestra sociedad.
Perspectivas Económicas: BCRD.

Enero – septiembre, 2020.

El informe de las Perspectivas Económicas del Banco Central De La República


Dominicana del periodo enero-septiembre del 2020, contiene los principales
indicadores macroeconómicos de la Republica Dominicana, a pesar de los efectos de
la pandemia COVID-19, y en el que dice esperar que la economía dominicana retome
los caminos de un crecimiento estable, apoyado por políticas y medidas oficiales que
pretendan amortiguar los efectos de la fuerte crisis sanitaria y al mismo tiempo la
población se adapte a los parámetros establecidos por las autoridades pertinentes y
también los sectores productivos para el desarrollo de las actividades económicas.

En consonancia con lo anterior, el informe refleja una variación interanual en el


Producto Interno Bruto (PIB) real de un -8.1%, indicando una recuperación progresiva y
sostenida de la actividad económica.

Según el indicador mensual de la actividad económica (IMAE), ‘’En el mes de


septiembre la actividad económica presentó una variación interanual de -5.6%, cinco
veces menor al punto más crítico de la crisis observado en el pasado mes de abril (-
29.8%).’’ (Perspectivas Económicas: BCRD, enero-septiembre 2020, página XXX.)

De acuerdo al referido informe, el comportamiento presentado dentro del periodo


enero-septiembre del 2020, se correspondió con la reapertura paulatina de
confinamiento frente al COVID-19, reflejando de ese modo una mejoría ante el impacto
de la pandemia en las actividades económicas, garantizando así la preservación de la
estabilidad macroeconómica. En ese sentido, el Banco Central de La República
Dominicana contribuyo adopto un conjunto de medidas de políticas monetarias para
estimular la economía a través de la expansión del gasto y el financiamiento a sectores
productivos a bajas tasas de interés, con lo cual se estimuló también la demanda
interna.

Con la finalidad de mantener condiciones monetarias favorables y cooperar con el


dinamismo de los sectores productivos, el Banco Central De La República Dominicana
diseño un programa de provisión de liquidez en moneda nacional, adoptando las
siguientes medidas:

Implementación de operaciones de liquidez a corto plazo, en este caso, repos de corto


plazo para las entidades financieras, renovable hasta 360 días (RD$60 mil millones),
así mismo, el Banco Central utilizo las operaciones repos como una forma de
intervención en la oferta y demanda de dinero en el mercado local; autorización de la
liberación de los recursos del encaje legal (RD$30,133.4 millones.), para ser
viabilizados como crédito a los sectores productivos que han sido más afectados por
los impactos del COVID-19; flexibilización de liquidez para permitir que estos recursos
sean otorgados como préstamos para todos los sectores productivos, específicamente
el turismo, construcción, manufactura y exportaciones (RD$20 mil millones.);
financiamiento a las Mipymes, para fomentar la productividad y el empleo. En síntesis,
la implementación de estas medidas ante la contundente crisis sanitaria que presenta
el COVID-19, tienen como objetivo mejorar las salidas y entradas netas de dinero sobre
las empresas, disminuir el desempleo y aumentar la demanda interna.

En ese orden de ideas, las actividades económicas proyectaron indicadores positivos


en el valor agregado real de salud (13.0%), debido al aumento en la demanda de los
servicios de salud para mitigar los efectos de la crisis sanitaria presentada en el país;
servicios financieros (9,4%), según el informe Perspectivas Económicas del Banco
Central de la República Dominicana, cito: ‘’Los servicios de intermediación financiera,
medidos indirectamente (SIFMI) muestran un crecimiento de 8.1% con respecto al
mismo período del año anterior, en cuyo resultado ha incidido de manera importante el
aumento interanual en el total de préstamos armonizados por un monto de RD$
98,618.20 millones de pesos respecto al mes de septiembre de 2019. Asimismo, el
valor agregado de los servicios de seguros mostró un desenvolvimiento positivo de
2.3% durante este período.’’ (Perspectivas Económicas: BCRD, enero-septiembre
2020.); Agricultura (4.7%), ‘’se atribuye a la evolución positiva que han mantenido la
mayoría de los rubros que la componen, dentro de los que se destacan: tabaco
(45.4%), caña de azúcar (18.9%), café (11.2%), arroz (9.2%), cacao (4.4%), tubérculos,
bulbos y raíces (3.6%), plátano (3.0%), guineo (2.6%), maíz (1.5%), otras hortalizas
(1.5%), tomate (1.5%) y frutas cítricas (1.3%).’’ (Perspectivas Económicas: BCRD,
enero-septiembre 2020.); actividades inmobiliarias (4.2%); sector agropecuario (3.8%),
este resultado se debió fundamentalmente a los programas de crédito financiero y
técnicos al sector agropecuario, tratados de cobertura de gastos de refrigeración de
algunos productos agropecuarios para conservar su estado; comunicaciones (2.3%),
canalizando la gestión de la red a la población dominicana en tiempos de crisis;
administración pública (1.9%); energía y agua (1.2%). Con respecto a los sectores de
energía y agua, durante el periodo de la pandemia se observó una contracción de
(1.7%), lo que explica la agudez de la ralentización de la economía, ya que estas dos
actividades son imprescindibles en las actividades económicas y sociales.

En ese mismo orden, se presentaron variaciones negativas en los sectores hoteles,


bares y restaurantes (-47.7%), debido a las medidas de distanciamiento social, ya que
este tipo de servicio se caracteriza por ser un ‘’servicio de contacto’’, los cuales
incidieron en la paralización del turismo; construcción (-16.7%), resultado de la
paralización de obras de construcción; explotación de minas y canteras (-13.6%), ‘’
siendo explicado por la contracción en los volúmenes de producción de cobre (-74.2%),
ferroníquel (-28.2%), plata (-18.5%),arena, grava y gravilla (-10.2%), oro (-10.0%) y
yeso (-9.3%).’’ (Perspectivas Económicas: BCRD, enero-septiembre 2020); actividades
de servicio (-11.9%); transporte y almacenamiento (-9.5%); zonas francas (-6.6%);
comercio (-4.2%), manufactura local (-3.7%) y enseñanza (-3.0%).
En relación a la evolución de la cartera de crédito, los prestamos del sector financiero
canalizados hacia a la economía general aumentaron un 7.9%, observándose que el
mayor beneficiario del financiamiento de la cartera de crédito fue el sector privado en
torno a un 8.5%, siguiéndole en ese mismo orden: ‘’las actividades extractivas (46.7%),
transporte y comunicaciones (39.4%), microempresas (34.0%), manufactureras
(28.2%), hoteles y restaurantes (17.2%), agropecuaria (15.0%) y electricidad, gas y
agua (9.0%), así como el aumento de los préstamos destinados a la adquisición de
viviendas (6.2%) y al consumo (3.5%).’’ (Perspectivas Económicas: BCRD, enero-
septiembre 2020.)

Al estudiar el comportamiento PIB real con respecto al gasto, observamos en dicho


informe una evolución de los componentes de la demanda interna, citamos: ‘’Al
presentarse una disminución en 16.1% en la formación bruta de capital fijo y en 1.7%
en el consumo final. De igual forma, las exportaciones e importaciones evidenciaron
contracciones de 31.8% y 16.4%, respectivamente, asociado al debilitamiento de la
demanda externa e interna a raíz de las medidas de prevención ante la propagación del
coronavirus (COVID-19). ‘’ (Perspectivas Económicas (: BCRD, enero-septiembre
2020,.)

Con respecto al IPC, el informe señala en el periodo enero-septiembre 2020 que hubo
una tasa de variación positiva de 3.74%, arrojando posteriormente una tasa de 5.03%
que se ubica por encima de los pronósticos establecidos por el Banco Central de 4.0%
± 1.0%. Esta situación se produjo, a pesar de los cambios climáticos adversos y de la
de la subida de los precios de los carburantes a nivel internacional, etc.

Los resultados acumulados durante el periodo señalan que los sectores con mayor
aporte fueron: ‘’Los alimentos y bebidas no alcohólicas al variar 4.96%, transporte
(5.18%), vivienda (3.23%), bienes y servicios diversos (4.15%), salud (5.17%), muebles
y artículos para el hogar (4.55%), y restaurantes y hoteles (3.05%). En sentido
contrario, la variación del grupo educación (-4.90%) contribuyó a que la variación
acumulada del periodo no fuese mayor.’’ (Perspectivas Económicas (: BCRD, enero-
septiembre 2020.)

Con respecto a balanza de pagos al cierre de enero-septiembre 2020 presentó un


déficit de US$1,033.9 millones que según las predicciones resultaron mejor de lo
esperado debido a una disminución de 47.6% de las importaciones de petróleo en
relación al periodo enero-septiembre del 2019.

En la balanza de pagos se pueden notar diversas informaciones de importancia: La


balanza de servicios registró una disminución del 77.9% debido a las medidas
implementadas para mitigar el impacto del COVID-19 lo que implicó una reducción en
los ingresos por turismo que fue compensada por una disminución en la factura
petrolera. Asimismo, la balanza comercial registró una disminución de 9.4% en el
período enero-septiembre 2020, que responde a la reducción del 10.2% de las
exportaciones nacionales, principalmente las exportaciones industriales, en el sector
agropecuario solo hubo una disminución del 6.7% debido a un menor valor de
exportaciones de plátanos 65.8%, batatas 36.7% y café en grano 30.3%, etc.

En otra parte del informe, las exportaciones de zona franca alcanzaron una reducción
de US$413.2 millones (-8.9%), en comparación al 2019, debido a una disminución de
las exportaciones industriales, textiles, calzado y artículos de joyería. Sin embargo,
hubo un aumento en las exportaciones de insumos médicos, suministros farmacéuticos
y productos eléctricos, en relación al 2019.

El ingreso primario registró un déficit en US$2,941.8 millones, que se traduce en una


disminución de los flujos monetarios al exterior del 9.6%, en relación al 2019. Por otra
parte, el ingreso secundario presentó un aumento del 10.5% con respecto al año
pasado que responde a una reducción en la tasa de desocupación en los Estados
Unidos, así como la asistencia financiera que el gobierno de ese país otorgó.

La deuda externa aumentó US$29,929.3 millones, lo que equivale al 38% del PIB
nacional, lo que se traduce en un aumento del 28% con respecto al año pasado, debido
a los bonos otorgados por el gobierno para mitigar el impacto de la pandemia.

Para finales del mes de septiembre las reservas internacionales alcanzaron


US$10,552.0 millones, lo que significa 6 meses de importaciones de bienes y servicios,
sin contar las importaciones de zonas francas que fueron de suma importancia con
respecto al mercado cambiario provocado por la pandemia y la estabilidad del tipo de
cambio. La tasa de cambio en promedio del mercado spot para la compra del dólar
estadounidense en el mes de septiembre de 2020 fue de 55.81 pesos por dólar, y se
registró una depreciación promedio de 9.2% respecto al promedio del 2019.

En cuanto al entorno internacional, la Organización Mundial del Turismo estimó que


850 y 1,100 millones de personas suspendieron sus viajes internacionales para el
2020, que se presenta como una disminución del 78% en la llegada de viajeros
internacionales a todo el mundo. El miedo por un segundo rebrote y las medidas
restrictivas hacen que la Organización Internacional del Trabajo pronostiquen una
pérdida de las horas trabajadas del 20.7% y la desaparición de 590 millones de puestos
laborales en economías avanzadas y de desarrollo.

En el capítulo IV, se habla sobre el sector fiscal y su desempeño. En los primeros


nueve meses del 2020 los ingresos fiscales disminuyeron en un 8.4% (RD$449,127.9
millones) y debido a la reestimación de los ingresos en el segundo presupuesto
complementario ascendieron un 101.0% sobre lo proyectado para dicho periodo.
Los gastos del Gobierno Central incrementaron en un 26.4% y se registró un
incremento interanual del 26.6%, el 24.1% del gasto corresponde a las remuneraciones
de empleados, el 11.2% al uso de bienes y servicios, el 18.3% a pago de intereses de
la deuda pública, el 4.0% a los subsidios otorgados, el 16.1% a las donaciones, el
20.3% a las prestaciones sociales, y el 6.0% a otros gastos. El estado de operaciones
del Gobierno Central llegó a un endeudamiento neto de RD$243,172.8 millones, que se
traducen en un 5.4% del PIB para el año completo.

Los ingresos del Gobierno Central se redujeron RD$40,995.0 millones en comparación


al año pasado y 86.9% fueron de impuestos y recaudaciones tributarias, 0.4%
contribuciones sociales, 3.4% donaciones y 9.3% a otros ingresos. Los impuestos
sobre el ingreso cayeron en RD$9,790.9 millones, debido a la prórroga de la
declaración de los pagos de los impuestos sobre la renta y la exención del pago de
anticipo del ISR. Los impuestos sobre bienes y servicios disminuyeron un 15.7%
(RD$226,300.3 millones). Los impuestos sobre el comercio y las transacciones
internacionales tuvieron una caída del 24.2% (RD$22,188.2 millones). Los impuestos
arancelarios cayeron en RD$3,433.5 millones y los impuestos a la salida de pasajeros
al exterior cayeron RD$3,633.5 millones, debido a las medidas restrictivas por la
pandemia en los flujos del turismo.

Los subsidios garantizados por el Gobierno Central aumentaron en 8.8%, donde se


destaca el monto otorgado al sector eléctrico que ascendió a RD$18,134.6 millones. El
gasto en prestaciones sociales aumentó en un 213.2% debido a la implementación de
programas sociales para combatir el impacto del COVID-19, como el programa
“Quédate en casa”, el fondo de asistencia solidaria a empleado (FASE), y el programa
de asistencia al trabajador independiente (PATI).
Finalmente, se registró una adquisición neta de activos financieros por RD$169,411.8
millones y un incurrimiento neto de pasivos por RD$412,584.6 millones, todo esto
terminó en un endeudamiento neto del Gobierno Central de RD$243,172.8 millones.

Conceptos y planteamientos generales:

A continuación, presentamos un pequeño catálogo de los conceptos contenidos en este


informe, para una mayor comprensión de los conceptos expuestos.

Balanza Comercial: es un indicador económico que se obtiene de los datos sobre


exportación e importación de bienes de consumo o, lo que es lo mismo, de pagos al
exterior del país y cobros desde dicho exterior.

Liquidez: Cualidad de una inversión, por la cual es posible su transformación


inmediata en efectivo. Para los valores cotizados, un buen grado de liquidez significa
en general elevados volúmenes y frecuencias de contratación, y escasa diferencia
entre los precios de compra y venta.

Ingreso Primario: Representa el rendimiento que perciben las unidades institucionales


por su contribución al proceso de producción o por el suministro de activos financieros
y el suministro de recursos naturales a otras unidades institucionales en forma de renta.

Ingreso Secundario: Muestra las transferencias corrientes entre residentes y no


residentes. En esta cuenta se asientan diferentes tipos de transferencias corrientes
para mostrar la función que desempeñan en el proceso de distribución del ingreso entre
las economías.
Inversión de Cartera: Son las transacciones que implican títulos de deuda o de
participación de capital, distintos de los incluidos en inversión directa o los activos de
reserva.

Inflación Subyacente: es un indicador que muestra la variabilidad de los precios de


consumo a corto plazo más precisa que la inflación general o convencional.

Valoración crítica grupal:

Como siempre, nuestra opinión se dividirá en dos partes: por un lado, tomaremos en
cuenta la estructura del informe y por la otra la información que se presenta en la
misma, respectivamente. Para empezar este informe no presentó un análisis tan
profundo como el de la CEPAL, y los mismos no tenían la misma extensión. Sin
embargo, podemos discernir que presentó o profundizó en otros tipos de datos que son
característicos de una nación o economía en específico, como las erogaciones del
Gobierno Central por sector (Intereses, uso de bienes y servicios, subsidios, etc.).
Podríamos decir que este informe está más enfocado en los datos que en el análisis
económico. También cabe resaltar que este informe está más enfocado en mostrar
cuadros que gráficas con respecto al informe de la CEPAL. No se trata de que el
informe del BCRD carezca de información o datos, sino que creemos que carece de un
análisis más extenso y comprensivo, y nosotros al ser estudiantes de economía,
apreciamos en gran manera esto para construir mejor un pensamiento económico.

De todas formas, valoramos mucho la comprensión de este informe en específico,


puesto que se trata de un informe especializado en la economía nacional y entender
dicha información nos puede ayudar en muchos otros aspectos académicos.
Ahora, procedemos a dar nuestras opiniones sobre la situación que se presenta en el
informe. Hemos llegado a la conclusión de que el impacto que ha tenido la reciente
crisis sanitaria ha golpeado de gran manera al sector turístico y comercial, y esto es
importante dada la conformación de las actividades productivas de la nación. Nos
podemos dar cuenta que muchos sectores de la economía nacional han sido
impactados de gran manera (algunos más que otros) y aún al día de hoy siguen de
alguna forma afectados por la crisis actual.

Sin embargo, reconocemos los esfuerzos que el gobierno para contrarrestar el choque
que ha tenido la pandemia en el país, y nos sentimos orgullosos que la recuperación
nacional haya sido relativamente rápida y efectiva. Aunque como estudiantes
pensamos que esto podría tener cierta repercusión el gasto del gobierno, entendemos
que fue de suma importancia la actuación rápida del gobierno para encarar la
paralización repentina de la economía.

Finalmente, expresamos que esta situación podría ampliar la brecha de la desigualdad


en el país y deshacer todos los avances para la reducción de la pobreza en los últimos
años, esto nos preocupa, pero con las medidas necesarias tenemos la certeza de que
en el futuro se podrá.

Bibliografías:

Obtenido de Google Drive, Informe de Perspectivas Económicas: BCRD, 2020.

https://classroom.google.com/u/0/c/MjczMTU3Mjg4NjM2?hl=es

Obtenido del PDF sobre BCR.gob.sv:

https://www.bcr.gob.sv/bcrsite/uploaded/content/cuadro/812603423.pdf

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