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Finanzas Publicas – Escuela de negocios

Participante:
Engie Roberto Peña 16-11363

Facilitador:
Eulalio Encarnación

Tema:
La Deuda Publica, Características y efectos
Mas importantes

Fecha:
07/08/2021
Introducción
En este resumen veremos que el objetivo de mantener debidamente
informados a los agentes privados y a la opinión pública en general sobre
temas relevantes de políticas públicas y sus efectos en distintas variables, el
Banco Central de la República Dominicana presenta un análisis sobre las
medidas económicas adoptadas durante la crisis sanitaria y su impacto en la
liquidez, las tasas de interés, las cuentas fiscales y el endeudamiento público,
tanto a nivel global como local. El documento presenta además un ejercicio de
descomposición que permite identificar el rol de distintos factores en el
crecimiento de la deuda pública dominicana el pasado año.
Cabe destacar que más allá del impacto del comportamiento fiscal y de los
efectos contables de las variaciones del tipo de cambio, la caída del producto
interno bruto real (PIB) tuvo efectos considerables en el aumento de la deuda
pública. Para ilustrar este punto, la deuda pública consolidada cerró el año
2020 en unos US$53 mil millones. Si el PIB nominal en dólares simplemente
hubiese mantenido su nivel de 2019, unos US$89 mil millones, en vez de caer
a unos US$79 mil millones como se estima en 2020, la deuda pública
consolidada, se hubiese situado en torno a 59.5% del PIB, unos 10 puntos
porcentuales menos que la cifra registrada el pasado año de 69.2% del PIB.
Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes complementarias
del curso; luego realice la actividad que se describe a continuación:
De las Instituciones Financieras del Estado Domiciano, investigue lo siguiente:
· La Política económica, deuda pública y mercados financieros en tiempos
de pandemia.
Se pide:
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Política económica en tiempos de pandemia

Las decisiones de los países de restringir actividades económicas no


esenciales y adoptar medidas de confinamiento de la población para enfrentar
la rápida propagación del coronavirus, han afectado el desempeño de las
economías a escala global. Ante este escenario recesivo, los bancos centrales
redujeron significativamente sus tasas de referencia, a la vez que desarrollaron
estrategias de provisión de liquidez orientadas a promover créditos y
refinanciamientos a tasas más bajas y plazos más largos.
Los gobiernos, por su parte, incrementaron el gasto social destinando recursos
a los sectores más afectados por la pandemia y protegiendo a aquellas
personas en riesgo en el mercado laboral. Este tipo de política ha sido
estimulado por distintos organismos multilaterales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para moderar el impacto recesivo
de la crisis sanitaria.
Es preciso señalar que, aunque las medidas han sido efectivas en suavizar los
efectos de la pandemia y proteger a las poblaciones de los países, su
aplicación ha tenido efectos en la liquidez, los resultados fiscales y la deuda,
entre otras variables de importancia.
Como resultado de las políticas monetarias expansivas implementadas desde
el inicio de la pandemia, la liquidez global ha alcanzado niveles pocas veces
vistos antes de la crisis de salud. Incluso, en algunas economías desarrolladas,
las tasas de política monetaria se han situado en terreno negativo
contribuyendo significativamente al aumento de la liquidez internacional, lo que
ha creado las condiciones para que las economías emergentes accedan a
financiamiento barato para cubrir los déficits públicos que se han generado
como resultado de la pandemia.
En cuanto a la política fiscal, existe consenso a nivel internacional de que la
postura expansiva adoptada por los países ha sido necesaria para moderar el
impacto social de la crisis sanitaria. No obstante, dicha política ha tenido como
efecto colateral un aumento en los déficits fiscales, generando presiones al alza
en la deuda de los países. Específicamente, el déficit fiscal mundial aumentó
desde un promedio de 3.8% del PIB en 2019 a 11.8% del PIB en 2020, lo que
contribuyó a incrementar el promedio de la deuda pública de la economía
mundial de 83.5% a 97.6% del PIB durante el mismo periodo, unos 14.0 puntos
porcentuales del PIB.

Política expansiva y evolución de la deuda en República Dominicana

En el marco de la pandemia, la deuda pública global ha crecido hasta un nivel


que pudiera resultar superior a lo deseado. Se trata de un fenómeno mundial,
no exclusivo de una sola región y mucho menos, un caso particular de la
República Dominicana. Y aunque el fenómeno amerita la atención de los
hacedores de política, no se puede perder de vista que la prioridad para los
países continúa siendo la crisis sanitaria y sus efectos económicos. Tomando
en cuenta esta realidad, expertos internacionales y distintos organismos
multilaterales mantienen la recomendación de que los países continúen
implementando políticas expansivas como forma de contribuir a la recuperación
económica definitiva.
En el caso específico de República Dominicana, la política económica ha
seguido un patrón de comportamiento similar al observado internacionalmente.
El banco central ha disminuido su tasa de política monetaria en 150 puntos
básicos, poniendo a disposición del sector privado unos RD$215 mil millones
(más de 4.0% del PIB) y adoptando además un conjunto de medidas
regulatorias orientadas a proteger el crédito bancario y preservar la estabilidad
financiera. En el área fiscal, a pesar de una merma en los ingresos fiscales, el
gobierno ha implementado programas de protección social como Quédate en
Casa y de preservación de empleo como Fase 1, Fase 2 y Pa’Ti. Como
resultado de estas acciones fiscales, el sector público no financiero (SPNF)
cerraría el año 2020 con un déficit estimado de 7.4% del PIB.
Es preciso destacar que información publicada recientemente por la Dirección
General de Crédito Público del Ministerio de Hacienda permite estimar que la
deuda pública consolidada habría alcanzado 69.2% del PIB en 2020, lo que
implica un aumento de 18.7 puntos porcentuales del PIB con respecto a 2019.
Como se explicó anteriormente, de haberse mantenido el PIB nominal en
dólares a los niveles de 2019, la relación deuda/PIB se hubiese situado en
59.5%. De esta realidad se deduce que para moderar la relación deuda/PIB es
tan necesaria una recuperación de la actividad productiva, como la generación
de superávits primarios.
Dado que, en términos consolidados, el aumento de la deuda pública
dominicana ha sido mucho mayor que el déficit fiscal se consideró importante
realizar un ejercicio de descomposición de los factores que influyeron en el
crecimiento de la deuda del pasado año. De acuerdo a este ejercicio, basado
en la metodología del FMI, los factores de mayor incidencia en el aumento de
la deuda fueron: (1) un balance primario del sector público equivalente a -4.3%
del PIB; (2) una variación del PIB real de -6.7% interanual en 2020; y (3) una
mayor depreciación del peso en 2020 debido al impacto de la pandemia en los
flujos de divisas tradicionalmente provistos por sectores como turismo y
exportaciones. Cabe destacar que, desde el último trimestre de 2020, la tasa
de depreciación se viene moderando, incluso registrando una apreciación de
0.6% en lo que va del presente año.

Condiciones financieras internacionales: Ventajas para la República


Dominicana

Al igual que otras economías de América Latina, República Dominicana se ha


beneficiado de las favorables condiciones de liquidez que se han observado en
los mercados de capitales internacionales. En este contexto, el país a través
del Ministerio de Hacienda ha realizado operaciones de manejo de deuda que
le han permitido generar ahorros importantes para el periodo 2021-2025 de
más de US$1,100 millones en el pago de intereses, a la vez que ha podido
gestionar recursos frescos a tasas de interés muy bajas. Estas acciones han
recibido la opinión favorable de la calificadora de riesgo Fitch, firma que
recientemente publicó un informe resaltando el impacto positivo de estas
operaciones al reducir el riesgo de financiamiento de corto plazo del país en
plena pandemia.
En este contexto global de mayor liquidez y bajas tasas de interés, República
Dominicana ha logrado una reducción en el costo de los bonos globales
emitidos en el último año, aprovechando su credibilidad ante los inversionistas
internacionales y la resiliencia de su economía. También es visible en el hecho
de que las colocaciones de bonos más recientes presentan una marcada
tendencia a la baja en los rendimientos pagados en comparación con
operaciones de bonos realizadas en años anteriores. Esa confianza que tiene
el mercado en la economía dominicana se observa en el comportamiento del
indicador de riesgo país, el cual ha descendido de más de 850 puntos en
marzo pasado a un valor en torno a los 358 puntos en la actualidad.
Conclusión
A pesar de la difícil coyuntura que ha impuesto la crisis, una vez más se ha
observado la resiliencia de la economía dominicana ante choques externos. Es
una realidad que esta capacidad de recuperación está asociada a los fuertes
fundamentos que mantiene su economía y a la credibilidad que le asignan los
inversionistas. Luego de que la economía alcanzara su punto más bajo con una
caída del PIB real de casi 30.0% interanual en abril 2020, la economía
dominicana fue moderando su tasa de disminución hasta situarse en diciembre
de 2020 en apenas -1.0%. Se espera que pasado el primer trimestre de este
año la economía presente crecimiento positivo, acelerándose hasta cerrar el
año en torno a 5.5%-6.0%.
Resulta importante destacar que, a pesar de la magnitud del choque externo
generado por la pandemia, el país pudo cerrar 2020 con un déficit de cuenta
corriente de apenas 1.8% del PIB. En ese sentido, los problemas provocados
por la crisis sanitaria en el sector turístico fueron compensados, en gran
medida, por un aumento sustancial de las remesas (US$8,219 millones y 16%
de crecimiento en 2020) y un monto considerable de inversión extranjera
directa, superior al promedio histórico de esta variable, alcanzando los
US$2,554 millones, cifra que cubre casi dos veces el déficit de cuenta
corriente. Otro elemento a destacar en el sector externo es que el banco central
ha acumulado altos niveles de reservas, situándose en el mes de febrero en
torno a US$12,000.0 millones, un 15.2% del PIB, suficientes para cubrir 7.4
meses de importaciones.
La política económica implementada desde el gobierno y el banco central
continuará realizando esfuerzos para proteger a los sectores más vulnerables
de la economía y preservar empleos, colaborando con los esfuerzos realizados
por el sector productivo de la nación para lograr la reactivación. En la medida
que el proceso de recuperación gradual continúe en el marco de una gran
campaña de vacunación y se apliquen reformas estructurales, como los pactos
eléctrico y fiscal, la economía podría acelerar su crecimiento aún más, creando
las condiciones para revertir la tendencia exhibida por el endeudamiento
durante el periodo de la crisis de salud. En este contexto, se generaría un
mayor optimismo que impulsaría nuevos proyectos de inversión y un aumento
en el consumo, en un entorno de estabilidad y de mejora en los indicadores sociales.

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