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ELEMENTOS
DE
T O MO I.
Mcimprcso en Quito
Con licencia da la gobernación.
E n la. I m p r e n t a de la E n s e ñ a n z a .
1847.
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NOCIONES JF.NERALES.
C A P IT U L O I.
C A P IT U L O II.
CAPITU LO I.
CAPITULO II.
DEL JE F E DE LA ADMII1STRAC10N I DE SU MODO DB OBRAR.
mercio esterior.
. ^egurqfáehte se es{ráhar’á ^ ^ j l o ”ctitimé^'yÓ- ‘¿specialmçn-
(rO Debo advertir que las idea* que aeabo de ihaniTestar «e reiteren i un
»éjinttrt central, tomo ej que existe en la Nueva Granada* i en cu>i lodo»
los Estados hispano americanos. En un réjimea federal muchos de estos
objetos no son de la competencia del gobierno jeneral; porque teniendo los
Estados su código civil i penal, sus tribunales i juzgados, i gozan de una
n a c i o n a l i d a d que no podemos conceder á las provincias. ]¿n un léjimeii
central el codígó civil i penal son uniformes,-los castigos son los mismos i
los imponen autoridadesnacionales: los lugares en d.,nde deben tener efec
to Jas funciones da estas autoridades son, pues, de competencia nacional.
¿in embargo? la autoridad rtiunicipai puede ser un ausilíár poderoso
para la nacional aun para llevar á'óiYna lá&ob'ráL públicas' rt&eio'halé*; por
que conociendo ella mejor las localidades en-que se han de ejecutar, i ba
ilándose interesada en el bien de ella, es. seguramente un cooperador exe-
tente para todo lo que pueda redundar en b u .beneficio.
Kespecio de los caminos i canales siempre deberán ser obras de una com
petencia mixta. Las leyes deben dejar amplia facultad á las autoridades
municipales para la apertura, conservación i reparación de los que crucen
su territorio, sin que por esto la autoridad nacional deje de obrar en el
mi»mo sentido cuando tenga los medios de hacerlo. La facilidad de las co
municaciones es igualmente importante para algunas secciones de la socie
dad, que para toda ella; i las autoridades de una i otra deben concurrir á
proporcionarla.
(aj Adán Smith, JUavid Ricardo, Say, Tracy Ganilh, Florez Estrada,
Canga Arguelles, i Bentham, han escrito «obre la economía política. Pero
no es lo útil leer muchos libros, como lia observado uno de lo« autores ci
tados, sino medilar las doctrina« de los mejores. En mi concepto, un joven
estudiante tos que debe elejir i medilar son i Say Tracy i Bentbam: los fi
nancistas de las repúblicas hispano - arueticanas liarán mui bien en consul
tar ¿ Canga Arguelles.
C A P IT U L O VI¿
?a] T.a lengua española no tiene voces distintas para espresar el signifi
cado diferente-de las voces o r d n a n c e i a r t i l l c r y . Lo» individuos de la pri
mera clase pertenecen á Ja o r d n a n c e ¡ i Jos de Ja segunda i Ja a r t i l l e r y .
CAPITULO VIII.
D E L SE C R E TA R IO T E MARIN'A I DE I.OS N E G 0 9 I0 S D S SU
V i
D E PA R TA M E N TO .
<al Tomo Je las leyes norte americanas é inglesas las doctrinas que es-
j¡ »ligo; porq.ue en estas dos nacianes es donde la marina ha progresado mas,.
Vin duda’ n&r. él'influjo de las disposiciones legales que en ellas jijen.
.. (i5¡'Gordort’s Iáigest. paj. 53 i 54.
V pj 'Gerdon’s Digest. paj. 54.
C A P IT U L O IX.
DE LOS AJENTES DE LA ADMINISTRACION SUBORDINADOS A LOS
SECRETARIOS DEL DESPACHO.
C A P IT U L O X.
DE LOS GOBERNADORES CONSIDERADOS COMO AJENTES JENERALES
DE LA ADMINISTRACION NACIONAL.
(a) Aunque al hablar «te los medio; activos para facilitar la administra
ción hice varias reflexiones sobre el nombramiento i remoción de los ajen-
te», debe di pensárseme el que me difunda ahora robre lo mismo por la im
portancia de la materia, i escurárseme algunas repeticiones; que son nece
sarias al concrstarme á los gobernadores.
estár alerta para informar al superior del jiro que lleve toda
clase de intereses, i de proponerle las medidas qqe, cu su con»
cépto, puede exijir el bien público.
1.1 gobernador trasmite al encargado del Poder Ejeeulivo no
ticia auténtica de todos Io3 actos de las corporaciones i autorida
des municipales, indicando los que traspasan las facultades de
aquellas, sin perjuicio de requerir al ministerio público, para los
efectes.que diré en el libro 4. ° de esta obra.
El suministra también los datos para la corrección anual de la
estadística, informando sobre los nacimientos, matrimonios, óbi
tos; sobre el número de creyentes de' las diferentes relijiones,
templos i propiedades del culto que existan; sobre la diminución,
ó aumento de las crias, pérdida ó logro de las cosechas, movi
miento comercial é industrial, minas descubiertas, i cuanto es el
montamiento de las rentas municipales en el año, i su aumento ó
diminución comparados con años anteriores; sobre los procesos-
civiles i criminales que hayan despachado, los tnbunáles i juzga
dos, i lo* que se hallen pendientes, con UDa comparación entre
diferentes épocas; sobre e l número de presos, reclusos, presida
rios, forzados ó confinados dentro de la provincia, i el estado mo
ral de los establecimientos de castigo; sobre los hospitales, hos
picios, número de enfermos i asilados en aquellos refujios de la
indijencia i de lo* desamparados; sobre Le& éstablecimientos de
enseñanza primaria i secundaria, i los alumnos que haya en cada
uno de ellos; sobre el estado en que se halle la fuerza permanen
te i la guardia nacional, su armamento i cuarteles; sobre los res
guardos de policía i el modo como desempeñan sus atribuciones;
sobre el número de funcionarios i empleados municipales que
existan en la provincia; en fin, sobre todo lo que contribuya á
que el encargada del Ejecutivo pueda conocer el estado moral,
económico, civil, político i militar de la provincia.
Muchos juzgarén tal vez minuciosa esta enumeración; pero es
necesario que consideremos, que la primera vez que el hombre
es llamado a un puesto público no puede conocer cuantos son los
objetos de su atención, i es entonces útilísimo que encuentre en
donde ver de una ojeada una gran parte de ellos.
No basta, empero, que vea este conjunto, i se aplique á tras
mitir al encargado del Ejecutivo su conocimiento; es preciso que
se penetre que todos estos dato* son de grande utilidad á la au<
toridad suprema, i qu.e e! ájente que los suministra hace un be*
C A P IT U L O XI.
DE LOS MERINOS Ó JEFES DE CANTON, AJF.NTE3 JENERALES DE LA
ADMINISTRACION.
(a) R e c u é r d e s e q u e t r a t o d el m e r i n o c o m o á j e n t e d e la a d m i n i s t r a -
'Cion n a c i o n a l . Kn es te c o n c e p t o d i g o q u e r a r a v e z t e n d r á q u e t o c a r
'e o u los e s t a b l e c i m i e n t o s n a c i o n a l e s d e i n s t r u c c i ó n p ú b lic a ; p o r q u e a u n
q u e e s t e es u n n e g o c i o d e c o m p e t e n c i a m i s t a d e la a u t o r i d a d n a c i o
n a l ¡ d e la m u n i c i p a l , c r e o q n e a q u e l l a so lo d e b e r e s e r v a r s e la í n t e r -
Vención e n los g r a n d e s e s l a b l e b l e c i m i e n t o » q u e c o ' l e e , i ¡ e j e r c e r l a p o r
c o n d u c t o d e l r e s p e c t i v o g o b e r n a d o r , i en l a c a p i t a l d e l E s t a d o por
CAPITULO XII.
DE LOS ALCALDES, AJENTES JENERALEÍ DE LA VDM1SISTUACI0N.
CAPITULO XMI.
oiiio.'uf.i... .! .j no oioeuq i'O elon-i
ATRIBUCIONES 1 DEBERES COMUNES AL GADERNADOR, AL JtERIVO
1 AL ALCALDE. \
1. Malina coercitivns para lograr obediencia: mío de ellos: eonsideracio- t
nrs en que sefundan. 2. Intervención en cuidar de que se hagan ha
eluciones. 3. Facultad de averiguar los delitos i aprender los crimi
nales. 4. Intervención en laformación de lafuerza armada. 5. Me- ,
didas de seguridad que loman. 6 Rcjislro administrativo: su utili
dad. 7. Concesión de licencias, ti. Designación i dotación de emplea
dos de sus oficinas..1
1. Kai facul'nles que son comunes á I09 gobernadores, meri
nos i alcaldes, i que no debo pasar en.silencio por su importan
cia, i porque estando algunas de ellas consignadas cu las leyes
r~ r i E j í i v A n m iN fS T R A T W 'A .
cara al que tenga habilidad i tálenlos _para ayudarle, i no al
ocioso 6 indolente, que vejeta sobre el escritorio cierto número
de jigras, sin pensar en hacer mucho por el bien público; atento
solo » si pasa con rapidez ó lentitud el tiempo de su Ityeq. Cuant
ío mas te identifique el servicio público al servicio particular; es
deojr. cuanto mas se esmeren los gobiernos en adoptar los me
dios de que se valen los particulares para lograr el buen servi
cio, mayores probabilidades hai de que este se consiga. I á la
verdad que la metida indicada consulta en toda 6U latitud este
principio.
Preveo ya las objeciones á que puede esto dar lugar; pero co
nozco también las soluciones satisfactorias, las cuales se sacan
fácilmente de las combinaciones en que está basado mi sistema
administrativo. Se espantan, sin duda, algunos con la idea de
que [un gobernador avaro, al par que indolente i perezoso,
guarde integra su dotación, i ni busque brazos, ni aplique los su
yos para el trabajo inherente á las obigaciones de su .destino.
Riesgo ilusorio, que no puede existir, ya porque esa aVajicia i
esa pereza están contrastadas jjoj1 la facultad de repnover que
] opile sobre la cabeza d.el. eropleodo, i porque ella misma, ti es
calculadora, romo lo es siempre la avaricia, encuentra mas me
dios Je satisfacerse conservando por mas tiempo la dotación,
ft . aunque sufra algunos desfalcos Nadie hai tan necio que, por guar
dar miác.foé-jnil peses en el primer cuatrimestre de un año, se
espusiese á de'jar de cojer dos mil en todo el año. Si á esto se
agrega que la intervención del pueblo da seguridad de que hom
bres de aquella clase no serán los que ocupan los puestos públi
cos, ningún temor, ninguna consideración puede arredrarnos de
adoptar el sistema propuesto.
No solo tiene 61 en su favor la presunción de que se buscarán
subalternos intelijenfes i activos, sino que tanibjcn ofrece facili-,
dudes, para que el majistrado labo:ioso quede mejor premiado
de suá servicios; porque entonces, cuanto 61 haga por sí, i deje
de encomendar 1 sus subalternas, es pagado con lo .que tendría
que dar en ceso contrario á otros. I aqn resulta para el servicio
público otra ventaja, la de que el majistrado aplicándose con
mas empeño a una ocupación, que le deja lucros proporcionales,
adquiere versación en los negocios i ese hábito de trabajar con
tinuamente, de que tampocos ejemplos se ven en la América es*
panela, i que por lo mismo nos importa mucho fomentar. Yo en*
(a) Tocqueville.
FIN
DEL TOMO PRIMERO,
INTRODUCCION.
aasa© s p a iis a a s © «
Nociones generales*
LIB R O SEGUNDO
DE I.A ADMINISTRACION NACIONAL O J ENERAt.
'’ ‘ ^ # .. .J - V . «
Capitulo I. De la suprema administración fltl esludo.
auticül os . I. Que es administración supremas disposiciones
constitucionales que contribujen a que sea/buena. 2. Ar.
regios que hace la lejislacion secundaria, í sus relaciones
con la constitucional. 3. Influencias que pueden contri
buir á la buena administración. 4. Influencia de la recom
pensa. 5. Influencia del temor. 6. División del trabajo. . 33
tuición en persona:
■
Capitulo VL Del secretario de hacienda i de los negocios de Stf
Departamento.
‘I « O T A S ,
16 que querían contra las autoridades que loe eonotian bien, y «e opo
nían ;i sus mira» perniciosos. Loa esfuerzos pues, de aquellos m> pue
den considerarse favorables á los principios; palabra de que se abusa, y
que se ha empleado vagamente con la enunciación de un triunfo q u i m ó -
ri ¿tí, cual seria, según el Señor Cottu el de la libertad por el hecho
de ¡abandonar la administración del estado á los caprichos de la mu
chedumbre, (Admiíiist. de jnst. de Inglat. til. 2. ° cap. 10.)
(14) La fé teologal es una virtud, y es de aquí que solo puede ersis-
tir en los h'jos de ia Iglesia verdadera: una fé estravagantc ó desviada
no puede por lo mismo ser esa fé positiva, sino una simple, necia o
miserable credulidad.
(1 5) -(• En donde está esa caridad tan inflamada ? ; Acaso en ios tem
bladores que en el año IG9á, difundiendo el terror de los sortilejios y
de los maleficios, causaron en Norte América con los mas espantosas su
plicios, el tacrifició de porción de personas respetables, sin distinción de
edad, seeso ni dignidad, manifestando por esos hechos la necesidad de
leyes coercitivas, á pesar de que se blazona á esos sectarios como do
los mas morales ó ,f ilántropos 1 ¿p en el dia reinará esa caridad á
vuelta del progreso de lasjuces ) No; porque si esto fuera, no tendrían
los esclavos ese tratamiento cruelísimo que sufren «n esa nación. ; C u
anto no cambiarían su triste situación con la que instruye y les fran
quea la Pracmatica de Carlos 111, espedida en 31 de mayo de 1789, no
obstante que se diga que este tei presidió ó una monarquía absoluta 1
A inas de la dureza indefinible con que eu al norte se les maneja, allá
se tienen criaderos de eso9 infelices contra el voto jeneral del mundo
culto; allá se autoriza estudiosamente á las esclavas para Isa licencia«
mas torpes, solo por que dicen que asi se aumentan los eselavos y por
consiguiente el caudal; allá se encienden las guerras mas injustas y se
diciones mas atroces para arrebatarse rejiones ó provincias que no les
pertenecen, como )o acreditan los últimos acontecimientos de los Ca-
nadaes, de T e ja s y de las Californias; allá en fin, todo lo que conviene
es permitido. ; Qué relijion, que moral y decoro'. Piieden verse en
comprobación de los asertos anteriores el compendio de la historia da
los Estados Unidos de America publicado en París en 1825; la moder-
na obra intitulada A la r ia 6 la esclavitud , y por resumen el n. ° 417 y s i
guientes, que empieza desde la píg. 40 del Noticioso de ambos mundos,
año 8 ° a rt. V a rie d a d /s, reimpreso en Northampton ( Massuchusetts),
á que va añadida una carta de Washington sobre la agregación da T a
jas; sin que se necesite por lo tanta, hacer mérito de lo que dicen v ia
jeros circunspectos acerca del carácter insolente y corrompido do la*
tripulaciones de los buques norte-americanos, peor según ellos, que el
que divisa á los naturales de las potencias de Europa. N o nos engañe
mos con novelerías de escritores que en sus preocupaciones nos aseguran
que todo lo que hai en esos estados, es moral, único y esp!endido;y pue»
el elrjio analizado lia incluido esa tendencia, adviértase lo que tolo
Se hn sacado por la defenza de nuestros intereses relijiosos y nocionales.
UG) ¡ E l que por sus principios fué antes un zapatero, y después será
C IE N C IA A D M I N I S T R A T I V A
POR
F LO R E N T IN O G O N Z A L E Z ,
C IU D A D A N O D E L A N U E V A G R A N A D A .
C O M P R E N D Í E L BOSQUEJO DE UN SISTE M A DE A D M I
N I S T R A C IO N PUBLICA P A R A UN E S T A D O
REPUBLIC ANO.
TOM O El
Steimpreso en Quito
Con licencia de la gobernación.
E n l a I m p r e n t a de la E n s e ñ a n z a ,
1847.
a l í a s e ^ ss-S E sa © »
DE LA ADMINISTRACION MUNICIPAL, .
CAPITULO I.
capitulo ni;
CE LAS CAMARAS 6 DIPUTADOS DE PROVINCIA;
(a). fas compañías anónimas son las que necesitan de un acto páblico
■ile incorporación, por que no son conocidas por los nombres de las per
sonas que tienen acciones en ellas, y es preciso que se conozca que re*
glas garantizan la observancia de sus comprometimientos. Cuando los in
dividuos que forman una compañía cualquiera suenan nominalmente en
ellas, el crédito adherido á su nombre es el que responde, y no se ne
cesita de mas.
(a) En algunas Estados de la Union americana, el Estado salegaran-
te de los caudales que haya habido necesidad de tomar prestados para la
fundación de un banco, y tiene sobre él cierta iuspeccion. Puede verso
sobre esto á Chevaúer, L etres s u r U A m e r iq u e d u N o r d .
Por lo jeneral, cuando la autoridad pública toma parle en estas em
presas^ jamas se apropia el mayor uúmeto de acciones/Ceja que las IQr
men lo; particulares, para que asi prevalezca en la dirección de los nego
cios el fino tacto y activa solicitud que siempre tiene el particular, sin
que le falten á la autoridad los medios de inspección, que son los que
tiece ita. Asi Fe aprovecha el esmero del interes individual, y se obtie
ne ¡a garantía d« la autoridad publica; combinándose admirablemente la
acción de los dos revertes que pueden poner en movimiento los jerme-
aes de la prosperidad nacional.
CAPITULO IV.
####*##*###***###«*##♦ #*#*••#*#######*#*#*•
CAPITULO V.
CAPITULO VI.
O b s e r v a c io n es r ela tiv a s a las m a teria s de los tres ca pítu
los PRECEDENTES.
C A P IT U L O VIL
CAPITULO VIH.
CAPITULO IX.
j .
DEL ALCALDE CONSIDERADO COMO FUNCIONARIO MUNICIPAL.
CAPITULO XT
varias observaciones relativas a las obras publicas, v prin«
CIPALMENTE A LAS VIAS DE COMUNICACION.
1. Inconvenientes de la falla de medios de eomunicacion. 2. Venta
jas de su existencia. X Interes que debe tomar la autoridad en
proporcionarlos. 4. Arbitrios para la Lconstrucción de las obras
públicas: ctmbinacion del inferes particular con el público: facul
tades á los encargados de llevarlas á efecto. 5. Resultados prác
ticos del sistema que se propone. 6. Conveniencia de imitar tos
sistemas que los han producido. 7. Conveniencia de que las obras-
públicas sean de competencia mista.
’’Uno de los puntos,'"(a) por los cuales nuestras sociedades mo
dernas difieren de las antiguas C3 sin contradicion la facili
dad de viajar. En otro tiempo no era posible viajar sino al
patricio. Para viajar entonces, aun como viajan los filósofos,
era preciso ser rico. Los comerciantes andaban .en caravanas
pagando tributo á los Beduinos del desierto, á los Tártaros,
á los pequeños principes situados en sus castillos construidos
en los desfiladeros de las montañas. Entonces, en lugar de la
dilijencia inglesa ó de la silla de posta, que qnéma el empe
drado, habia la litera ó el palanquín de la Asia antigua, con
servados todavía por la América española; ó el camello, es
te navio del desierto, ó los cuatro bueyes uncidos al carro
tranquilo y lento; y para él común de los ciudadanos ó para
I03 guerreros del cuerpo .de hierro, él caballo: entonces en
lugar de los suntuosos paquebotes ó buques de vapor, ver
daderos palacios flotantes, Irabia la barca estrecha y írSjil per
seguida por los ladrones en les rios, por los piratas eti los
mares: entonces los caminos eran sendas estrechos, escarpa
das, peligrosas por ios malhechores, por los monstruos dé lo*
¡b] A statiecal, and hiitorical acount oí the Vnitcd States of. North
America &■ . ifcr&.
-.o
, ■ - r ,r, .
• • ’
!’ ■ > n o ’ i. )
i ■.*i • ' 1 i: '
(b ) G ib b o n . 3 v 23
aasiñCD qw&jmpíd»
X>EL MODO DE EVITAR LA COLISION ENTRE LOS ACTOS D2
LAS DIFERENTES AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS
I DE IMPEDIR SUS ABUSOS.
C A P IT U L O I.
•a##****»##*#***#*#*##*#*«###***#»#*#######*#######*###*
CAPITU LO ir.
FIN.
© EL TOM O SEGUNDO.
A P E N D I C E A L L I B R O 3.°
LIBRO C U A R TO .
D E L MODO DE E V I T A R LA COLISION E N T R E LOS A C T O S
D E L A S D IF E R E N T E S A U T O R ID A D E S A D M I N I S T R A T I V A S
y D E IM PEDIR SUS ABUSOS.