PROTOCOLO DE

CONSUMO DE
SUSTANCIAS
PSICOACTIVAS
Existen tres casos en los que se deben activar el protocolo:

1. El adolescente presenta
señales de riesgo que
indican presunto
consumo de SPA.

En este caso los integrantes de comunidades educativas,

miembros familiares o terceros pueden identificar situaciones
que sugieren el consumo de SPA, una vez identificado estos
indicios se informa directamente a un orientador o acudiente
legal, estas serán las personas responsables del manejo y
conocimiento del caso.

2. El adolescente reporta que

consume SPA y/o algún tercero,
familiar o miembro de la
comunidad educativa reportan
que un adolescente consume SPA.

En los casos en los que el adolescente reporta el consumo de

SPA, es importante dar la confianza y tranquilidad, con esto
tomar su testimonio por escrito sobre su consumo, donde él/ella
pueda indicar el tiempo, modo, frecuencia, causa (de haberla) y
el lugar donde suceden los hechos, el relato debe ser
espontáneo y fiel a la versión propia del mismo.

3. El adolescente es
sorprendido
consumiendo SPA.

En esta última se toma la misma ruta de las dos primeras, con la

diferencia de que al ser sorprendido consumiendo en exteriores
o interiores y su estado físico tanto mental se encuentran en
riesgo, se debe activar el protocolo y llamar a la línea 123 y tomar
la ruta de atención.

Y se realizan 11 actividades al activar el protocolo de

consumo de SPA:

Identificar señales, buscar más información, llamar a la línea 123, contactar al

acudiente, reportar en el SED, establecer compromisos con el adolescente,
notificar a ICBF, contactar y establecer compromisos con el acudiente, realizar
seguimiento, adoptar acciones y realizar el cierre del caso.