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Derecho Social – Clase 2

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EL ESTADO DE BIENESTAR Y EL NEOLIBERALISMO. LA CUESTIÓN SOCIAL HOY.

1. La cuestión social.

RO: como lo de Gatti me pareció insuficiente, complementé con


Wikipedia.
Gatti.

El problema humano de las indignas condiciones de trabajo y su régimen de


explotación, la situación de concentración urbana y la miseria creciente de los
trabajadores, serán los elementos constitutivos de la cuestión social, entendida como el
estado de opresión impuesto por el sistema capitalista sobre la clase trabajadora.

La acción de las organizaciones sindicales aumentó y continuó la resistencia


frente a un orden sólo sensible al deseo de ganancia de los propietarios capitalistas y
ajenos a las vicisitudes de los trabajadores dependientes. En todo este extenso período, el
ordenamiento jurídico mantuvo una estructura formal que proclamaba la igualdad de
derechos pero que no impedía, sino al contrario, la persistencia de privilegios asentados
en la situación de poderío económico, político y social que se ejercían en perjuicio de los
asalariados.

Wikipedia.

Cuestión social es una expresión acuñada en Europa en el siglo XIX, que intentó
recoger las inquietudes de políticos, intelectuales y religiosos, frente a los nuevos y
múltiples problemas generados tras la revolución industrial, entre ellos, la pobreza y mala
calidad de vida de la clase trabajadora. El historiador chileno Sergio Grez, citando a James
O. Morris, describe la cuestión social como: «la totalidad de [...] consecuencias sociales,
laborales e ideológicas de la industrialización y urbanización nacientes: una nueva forma
dependiente del sistema de salarios, la aparición de problemas cada vez más complejos
pertinentes a vivienda obrera, atención médica y salubridad; la constitución de
organizaciones destinadas a defender los intereses del nuevo "proletariado"; huelgas y
demostraciones callejeras, tal vez choques armados entre los trabajadores y la policía o
los militares, y cierta popularidad de las ideas extremistas, con una consiguiente influencia
sobre los dirigentes de los amonestados trabajadores».

A lo largo del siglo XIX fue cada vez más evidente la incapacidad del sistema
socioeconómico liberal para mejorar las condiciones de vida de las clases trabajadoras.
Fue así como se fue abriendo paso la idea de la necesidad de la intervención del Estado
para solucionar la que empezó a llamarse «cuestión social» poniéndose en cuestión el
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principio del liberalismo clásico de que el individuo era el único responsable de su propia
condición moral y material. A ello también contribuyeron las críticas del movimiento
obrero, la difusión del socialismo y el desarrollo del positivismo y de las ciencias sociales.1

En la segunda mitad del siglo XIX ya existía una conciencia generalizada de que la
pobreza de las clases trabajadoras se debía a las condiciones ambientales, sociales y
económicas que sólo la intervención del Estado podría corregir.

Sin embargo, la necesidad de la intervención del Estado para solucionar la


«cuestión social» encontró fuertes resistencias, lo que explicaría el retraso de algunos
países en aprobar las primeras leyes sociales.

2. El Estado de Bienestar. El Estado Social de Derecho. Funciones.

Según García Pelayo, el Estado de Bienestar es un tipo de Estado interesado en el


bienestar y doblemente opuesto al comunista o autoritario. Otra denominación es la de
“Estado Social”.

El concepto de Estado de Bienestar se refiere a una dimensión de la política


estatal, es decir, a las finalidades de bienestar social; es un concepto mensurable en
función de la distribución de las cifras del presupuesto destinadas a los servicios sociales y
de otros índices, y los problemas que plantea, tales como sus costos, sus posibles
contradicciones y su capacidad de reproducción, pueden también ser medios
cuantitativamente. En cambio, el concepto de Estado Social incluye no sólo los aspectos
del bienestar, aunque estos sean uno de sus componentes capitales, sino también los
problemas generales del sistema estatal de nuestro tiempo que, en parte pueden ser
medidos y en parte simplemente entendidos.

Había un libre despliegue de las fuerzas económico sociales, que no sólo era
contradictoria con la idea y principio del Estado sino también con sus intereses y su
estabilidad, pues, de un lado la fortaleza del Estado depende del nivel moral y material de
sus ciudadanos y, por tanto, es contradictoria con la miseria económica y biológica de la
mayoría de la población. A su vez, su estabilidad se ve amenazada por el movimiento hacia
la revolución social, que aparece tan pronto como las clases oprimidas comienzan a tener
acceso a la cultura y, con ello, a adquirir conciencia de su situación. Por consiguiente, la
corrección del Estado no es sólo una exigencia ética, sino también una necesidad histórica
pues hay que optar necesariamente entre la revolución o la reforma social.
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El Estado ha sido y es, ciertamente un instrumento de dominación de clases, pero


es no menos una institución que, bajo la presión de los partidos y las organizaciones
obreras, puede ir consiguiendo constantes mejoras para las clases trabajadoras. La lucha
no es, por tanto, contra el Estado sino contra determinadas modalidades y contenidos del
Estado.

La formulación de la idea del Estado Social de Derecho se le debe a Hermann


Heller, quien considera que es preciso salvar no sólo de la dictadura fascista, sino también
de la degeneración a que le ha sido conducido el positivismo jurídico. Según él, hay dos
tipos de irracionalidades: la del sistema capitalista, generadora de un nuevo feudalismo
económico; de otro lado, la irracionalidad fascista. La solución no está en renunciar al
Estado de Derecho, sino en dar a éste un contenido económico y social frente a la
anarquía económica y frente a la dictadura fascista y, por tanto, sólo él puede ser la vía
política para salvar los valores de la civilización.

Esta idea del Estado Social fie constitucionalizada por primera vez en 1949 por la
República Federal Alemana.

En términos generales, el Estado Social significa históricamente el intento de


adaptación del Estado tradicional a las condiciones sociales de la civilización industrial y
post industrial con sus nuevos y complejos problemas, pero también con sus grandes
posibilidades técnicas, económicas y organizativas para enfrentarlos. Se tiende a una
política estatal de dirección permanente y programada del conjunto del sistema
económico global. Aquí el Estado puede promover el cambio dentro de ciertos límites, de
la estructura misma del sistema económico frente y en el cual ha de operar.

3. El neoliberalismo. La desregulación. El desempleo estructural.

El neoliberalismo es una matriz móvil que, a la vez, preserva principios y políticas


constantes, justamente aquellos que lo distinguen como tal.

Etapas de desarrollo:

 Etapa fundacional. Marcada por una ortodoxia neoliberal originaria. Idea


de que mercado constituye el mejor instrumento para la asignación de recursos y la
satisfacción de necesidades. Exalta las vicisitudes del Estado mínimo, impugnando
vivamente el Estado de Bienestar. Planteó cuatro ideas clave que persisten hasta el
presente: a) el máximo crecimiento económico como objetivo prioritario; b) aumento de
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la tasa de ganancia; c) reducción de los costos salariales y merma en el costo de la fuerza


de trabajo; d) contención del gasto publico social.
 Etapa estatal. Primera fase. Representado por Thatcher y Reagan. Por un
lado, fijó los parámetros de un programa de política económica relativamente uniforme y
de alcance mundial, que se plasmó en los ajustes estructurales. Se exacerbó la política de
deprimir el costo de la fuerza de trabajo y los salarios. El trabajo, pues, retrocedió al papel
de mera mercancía comprada al menor precio posible. El resultado fue una descomunal
redefinición de poder entre el capital y el trabajo. En este neoconservadurismo - liberal
sobresale el papel de las agencias de Bretton Woods, que incrementaron notablemente su
poder y se convirtieron en el dispositivo nodal para la implantación de los ajustes
estructurales.
 Aggiornamento. Segunda fase. El estallido de la pobreza en el Sur durante
los 80 adquirió tal jerarquía que dio lugar a esa fase. la pobreza era calibrada como un
asunto prioritario en tanto se perciben riesgos para la sustentabilidad política del
programa neoliberal. La cuestión social resulta aprehendida como factor de desorden,
como riesgo político derivado de obstáculos en el terreno de la hegemonía. La banca de
Bretton Woods admite que los ajustes suelen provocar efectos desfavorables en los
pobres y, en general, en los trabajadores. No obstante, también asegura que se trata de
resultados transitorios.

Durante los 90, América Latina fue azotada por el desempleo. El FMI buscó
una desregulación del mercado de trabajo en favor de una reforma integral de la
legislación laboral. El objetivo fue una flexibilización profunda que incluyera
modificaciones en la contratación, en el régimen de despidos, en los salarios, los costos no
salariales y en la jornada laboral. Por otra parte, sostuvo que esta flexibilización constituía
una vía para la creación de empleo.

El Aggiornamento revalorizó el papel del Estado y, por ende, una mayor


intervención pública con fines distributivos, una óptica que comporta un distanciamiento
de la ortodoxia. El Aggiornamento impulsa, entonces, una reasignación pero no en el
mercado de trabajo. La redistribución queda limitada a la acción pública estatal y, en
especial, a ciertas prestaciones sociales. Un principio distintivo del régimen es la
focalización, la cual alude a que las prestaciones sociales provistas por el Estado procedan
a una selección y reducción de los destinatarios. Esto porque se trata de acotar el gasto
público social.
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4. La cuestión social hoy.

Es cierto que las transformaciones actuales pueden, en gran medida, leerse a


través del principio de individualización. Sin embargo, esta celebración de la
independencia del individuo sólo coincide en parte con la problemática actual del mismo,
es decir que existe otro perfil del individuo igualmente contemporáneo. Hay, al menos,
dos perfiles contrastantes: está el individuo de quien se exalta el valor del éxito, libre,
independiente y valor de referencia de la sociedad; y está el “individuo por defecto”, que
es condenado a ser individuo en condiciones difíciles, sobreexpuesto sometido a la
precariedad perpetua. Esto constituye el núcleo de la concepción moderna del individuo.

La industrialización hizo que estos pequeños asalariados miserables se volvieran


cada vez más numerosos e indispensables, pero que quedaran igualmente miserables. Es
un problema político grave, porque estos individuos corren el riesgo hacia la subversión y
hacer saltar la organización social en la cual no tienen nada y no son nada.

El trabajador constituye su seguridad, su independencia, a través del trabajo. La


“sociedad salarial” no es solamente una sociedad donde la mayoría de la gente es
asalariada; es también una sociedad en la cual las garantías y derechos que fueron
construidos a partir del trabajo asalariad, se aplicaron prácticamente a todos los
miembros de esa sociedad, incluidos los no asalariados, incluidos los no trabajadores.

Podría decirse que la gran transformación que afectó a nuestra sociedad


occidental a partir de los 70 fue en gran medida una desestabilización de la condición
salarial, con el desempleo de masas, la precarización de las condiciones de trabajo y
paralelamente el debilitamiento de las protecciones brindadas que dieron lugar a que un
gran número de trabajadores se volviera vulnerable. El Estatuto de Empleo protegido fue
lo que permitió vencer esa vulnerabilidad de masas, convirtiéndose en el patrimonio
secular de los trabajadores, en las relaciones laborales.

Hace falta disponer de derechos y de protecciones. Los que no poseen estas


protecciones y derechos corren el riesgo de perder pie, de venirse abajo y ser llevados en
un proceso de fragilización. Es lo que se llama “desafiliación”, es decir, la pérdida de estos
sistemas de protección que habían constituido la base de una identidad social fuerte para
la mayor parte de los trabajadores.

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