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Seguros y Riesgos (Parte 2)

Una adecuada gestión empresarial debe estar basada en buenas prácticas, y dentro de
ellas, se incluyen la gestión de riesgos, además otras prácticas por cada proceso u
operación de la empresa: cadena de suministro o logística, recursos humanos o talento,
contratos, proyectos, producción, contabilidad/finanzas, entre otros. Estas herramientas
de gestión son, por ejemplo: HACCAP, BASC, ISO, HAZOP, NIIF, NIIC, NIIA, NFPA,
FMGlobal, etc.
El seguro no es la única forma de tratamiento del riesgo, aunque sí es la forma más
accesible para protegerse ante los siniestros o eventos de materialización de los riesgos.
Muchas veces cuando se pregunta a los responsables de alguna empresa si están
gestionando sus riesgos, la gente responde: “claro, tenemos nuestras pólizas de
seguros”. Riesgo no es lo mismo que Seguro.
El seguro es inevitablemente necesario para eventos catastróficos, tales como
fenómenos de cambio climático (situaciones anómalas de lluvias, huaycos, heladas,
etc.), o fenómenos de la naturaleza (terremoto, tsunami, erupción volcánica).
El riesgo tiene impactos directos (daños a activos fijos y existencias) o indirectos
(pérdida consecuencial o de utilidades, incremento de costos o gastos, e incluso la
quiebra del negocio).
La gestión del riesgo no sólo se ocupa de los eventos involucrados con la seguridad y
salud ocupacional, entre ellos los riesgos de incendio y terremoto. Existen riesgos de
averías de equipos, tales como máquinas, que requieren una gestión de mantenimiento
basada en prácticas preventivas y predictivas, el uso de plataformas como SAP o
cualquier otra ERP; o daños a maquinaria pesada, que requieren una gestión preventiva,
que requiere además de la gestión de los activos (mantenimiento), capacitación de los
operadores en el correcto uso de estos equipos, certificaciones, licencias, así como
otras buenas prácticas como verificar los equipos antes de operarlos (checklist) y
monitorear las condiciones del lugar del trabajo (IPER). Es decir, la gestión de riesgos
es una práctica inclusiva, que involucra la mayor cantidad de áreas de una empresa,
para garantizar una menor probabilidad de eventos no deseados o siniestros.
Adquirir una póliza de seguros nos protege contra los daños para nuestros activos. Las
pólizas de responsabilidad nos protegen en cierto grado contra reclamaciones, sin
embargo, las sumas aseguradas suelen ser insuficientes, cuando a consecuencia de un
siniestro en nuestras instalaciones o por nuestras operaciones, hacemos daños a los
bienes o personal de otra organización vecina.
En idioma sencillo, las pólizas de seguro sirven, pero no nos eximen de la
responsabilidad de gestionar adecuadamente nuestros riesgos. Además, es necesario
recordar, que las pólizas de seguros son contratos y como tales tienen requisitos que
cumplir (cláusulas de garantía) y no cubren la totalidad de las pérdidas (tienen
deducibles).
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para su negocio.
Juan Távara
Para Energy Brokers

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