Desde el comienzo de los tiempos y durante muchos siglos, el cuidado de la
salud de los niños parece haber sido una preocupación exclusiva de las madres y el reflejo de las líneas de pensamiento y de las ideas y culturas que existieron en las distintas épocas. Una forma de filicidio, el infanticidio que viene desde la prehistoria, sólo fue punible después de la llegada de la civilización romana. Sin embargo, hasta mediados de nuestro siglo fue una práctica común entre las tribus esquimales cuando el primer hijo era una niña, pues precisaban asegurar la descendencia masculina para la supervivencia y el control de sus poblaciones; eran sólo los hombres los que salían desde el iglú a cazar y a traer el sustento para toda la tribu. Los primeros médicos occidentales aprendían en la isla de Cos donde nació Hipócrates (460-377 a.C) la importancia de la observación y de la anamnesis, a la sombra del plátano de Coso En el Corpus Hippocraticum, entre los Aforismos, existen referencias de niños tratados de diversas enfermedades. Los antiguos griegos no contaban con médicos o Iatros para la asistencia de los niños, pero conocían las enfermedades de la infancia. Se referían a Paideia, que todavía a principios del Siglo V a.c., significaba crianza de los niños, una definición similar a la de Puericultura. Hasta los 18 años, al referirse al niño, hablaban de País y denominaban Efebo al adolescente hasta los 21 años. No tenía iguales características ser niño en Atenas, Esparta o en Troya. En Esparta, por ejemplo, la disciplina militar era rígida desde el nacimiento y en los Tribunales, si después de una evaluación física los recién nacidos presentaban malformaciones, se los arrojaba desde lo alto del monte Taigeto, siguiendo las leyes espartanas de Licurgo. La cultura romana también enriqueció a la medicina infantil. Basta recordar los aportes del Derecho Romano y el inicio de los estudios sobre Derecho de Familia, los libros de obstetricia con conceptos sobre Puericultura de Aurelio Camelia Celso, las reflexiones pediátricas de Galeno de Pérgamo (Siglo 1) y Areteo de Capadocia (Siglo 11), así como también los conocimientos de Sorano de Efeso discípulo de la escuela metodista de Asclepíades, sobre higiene y nutrición infantil y su relato sobre raquitismo. La historia pediátrica árabe comienza con el Corán y se concreta con autores que tradujeron los más importantes textos de medicina de la época e hicieron diversos aportes a los conocimientos de la medicina del niño. El oscurantismo de la Edad Media, con el predominio del cristianismo, hizo que el saber médico se aislara en conventos y en las grutas y cavernas de magos y alquimistas. El concepto de infancia no existía y los niños eran tratados como adultos pequeños. La medicina de los siglos XI y XII elevó su nivel a través de la Escuela de Salerno, una "Civitas Hippocratica" que comenzó a entregar títulos de "Medicinae Doctor" (M.D.) a los alumnos que culminaban sus estudios. En el año 1400 un niño nacido en Europa, tenía una esperanza de vida de alrededor de 30 años.Con la llegada del Renacimiento comienza un período de renovación y de incesante actividad intelectual. La Pediatría aborigen y la conquista española La llegada de los españoles al continente americano en 1492 determina una modificación en el desarrollo de las ciencias médicas. Se enfrentan dos culturas absolutamente desconocidas entre si, diferentes no solamente por el grado y estilo de formación sino también por el ambiente natural que les toca vivir y sus circunstancias ecológicas. Al cambiar de ámbito, el conquistador tuvo que incorporar necesariamente nuevos hábitos de vida para sobrevivir y, a su vez, imponer los suyos. Es allí donde tiene su origen la Pediatría Latinoamericana, en la forma como los aborígenes de la época precolombina actuaban frente a la madre, al niño y la familia y que los primeros conquistadores recogieron, integrándolas a su propio acervo. Hábitat, costumbres, herboristería, ritos, supersticiones, curas mágicas, profundamente internalizadas a través de los siglos, fueron transmitidas de padres a hijos y se conservan todavía entre las pautas culturales de la medicina popular, de la folkmedicina, que a veces vemos en las puertas de las grandes ciudades de América Latina y que el pediatra debe aprender, interpretar, orientar y si es preciso corregir. La medicina, y muy especialmente la farmacopea, adquirieron otra dimensión. El hallazgo de nuevas hierbas enriqueció la terapéutica europea e increíbles supersticiones revelaron en América Latina un ser humano que recurría a extrañas maneras de ahuyentar el dolor y conjurar la enfermedad. Pediatría colonial. En varias regiones de América Central, América del Sud y en el Río de la Plata, los partos se producían regularmente en el hogar y la puericultura del recién nacido quedaba en manos de las matronas. No cabe duda que la medicina aborigen influyó en gran medida en el tratamiento de las enfermedades y al ir conociéndola, el hombre blanco llegó a descubrir coincidencias con la terapéutica del Viejo Continente, como el empleo de piedras bezoares, cálculo intestinal de vicuña u otro animal similar, que hacían los indios comechingones de la región cordobesa argentina y que usaban, como antídoto contra toda clase de envenenamientos, técnica ésta empleada en Europa en la Edad Media. La introducción en el Nuevo Mundo de la religión católica aporta a las prácticas mágicas de los nativos algunos elementos nuevos (oraciones y cruces). La pediatría moderna Influencia de los países europeos y de los Estados Unidos en la pediatría latinoamericana En nuestra América, el siglo XIX fue testigo del advenimiento de las Universidades y con ellas el amanecer de la medicina académica. Así surgieron las Facultades de Medicina, cuyas cátedras fundamentales fueron Clínica Médica, Clínica Quirúrgica y Obstetricia. Por aquellos años, con la concepción de que el niño era un adulto en miniatura, la enseñanza de sus enfermedades estaba dentro de los contenidos educacionales de la Clínica Médica o de la Cátedra de Partos como se la denominaba entonces. Es recién alrededor de 1880, que en las Facultades de Medicina latinoamericanas comienzan a crearse las cátedras de Pediatría y de esta manera, al tomar individualidad y personalidad propia la enseñanza de la medicina infantil, se inician avances notables en relación al conocimiento de la crianza del niño, de los cuidados de su salud y de sus enfermedades. Se inauguran servicios de pediatría en hospitales generales y comienzan a funcionar los primeros hospitales pediátricos como por ejemplo el " Hópital des Enfants Malades" fundado en París en 1802, que fue el primer hospital dedicado exclusivamente a la internación de niños. A partir de entonces, la medicina del niño y los pediatras, comienzan a ganar espacio en forma continuada.
Historia de la pediatría en Honduras
La historia de la Pediatría en Honduras ha pasado básicamente por tres etapas. En la primera, la Pediatría permaneció aprisionada dentro de la Medicina y la Cirugía General, al niño se le consideró un adulto pequeño. Se extendió durante la primera mitad del siglo XX. En la segunda etapa, la Pediatría adquirió su propia personalidad y se extendió hasta la segunda mitad del siglo XX; se inició en la década de los 50's con la enseñanza de la Pediatría formal en el Pabellón de Niños del Hospital General San Felipe, en cuya aula Magna compartida con Oftalmología, recibíamos las clases magistrales de los doctores Carlos M. Gálvez, Gilberto Osorio Contreras y Joaquín Romero Méndez, fieles exponentes de la Pediatría francesa. Otros hitos relevantes de la década de los 50's fueron la fundación de la Asociación Pediátrica Hondureña en 1952 (Personería Jurídica en 1959), creación del Patronato Nacional de la Infancia por iniciativa del P.M. Arturo Gálvez y de los doctores Gilberto Osorio Contreras y Carlos A. Delgado, Presidente y Secretario de la Asociación Pediátrica Hondureña, respectivamente. Este suceso llevó a la creación de un fondo especial para la construcción del Hospital Materno Infantil, que se inició en 1958. Como miembro de la Federación Centroamericana de Asociaciones Pediátricas, se organizó en Diciembre de 1958 el IV CONGRESO CENTROAMERICANO DE PEDIATRIA, siendo su Presidente el Dr. José Martínez Ordóñez y su Coordinador el Dr. Carlos A. Javier, dos pioneros de la Asociación Pediátrica Hondureña. En la época de los sesenta se incrementó la membresía de la Asociación a 30 socios, predominando en ese entonces la Escuela Norte y Sudamericana, más específicamente México (Hospital Infantil) y Uruguay. Su principal actividad fue la educación médica contínua mediante la realización de las Jornadas Científicas en diferentes ciudades del país, siendo la primera en Danlí, Juticalpa, La Ceiba y Choluteca. Además se realizó en 1962 la Primera Jornada Trinacional en Santa Rosa de Copán con la participación de Guatemala y El Salvador. Otro hito histórico fue la fundación en 1963 de la Revista Honduras Pediátrica por iniciativa de otro pionero, el Dr. Luis Barahona, quien la dirigió por muchos años. En 1969, se inaugura el Hospital Materno Infantil, siendo su primer Jefe del Departamento de Pediatría el Dr. Carlos A. Delgado, uno de los grandes pioneros de la Pediatría. En 1975 se iniciaron los estudios de postgrados siendo Jefe del Depto. de Pediatría el Dr. Fernando Tomé Abarca. Las Jornadas de Pediatría son básicas para la formación de los Capítulos de la APH, que en la actualidad son cuatro: Nor- Occidental, Litoral Atlántico, Oriental y Centro. En la década de los 70's uno de los principales hitos históricos lo constituyó la incorporación progresiva del Instituto Hondureño de Seguridad Social en el programa de postgrado; uno los primeros pasos es la departamentalización del Hospital Central por medio de concurso médico, quedando como primer jefe del Depto. de Pediatría el Dr. Carlos Rivera Williams, posteriormente el Dr. Danilo Castillo como Director General del IHSS, logró constituir un fondo con la ayuda del gobierno japonés y el Depto. se convirtió en la Unidad Materno * Pediatra, ExDirector Médico del I.H.S.S. Miembro honorífico de la Asociación Pediátrica Hondureña y de la Sociedad de Médicos del Hospital Infantil de México "Federico Gómez". 174 Vol. 69, No. 4 Octubre, Noviembre, Diciembre; 2001 Infantil del IHSS, inaugurada en 1981 como unidad gemela en docencia y asistencia del Hospital Materno Infantil del Ministerio de Salud. La tercera etapa se inició con la graduación de la primera promoción de pediatras en Honduras. Es la etapa de cosechas que apenas tiene dos décadas y que nos ofrece frutos hermosos como la próxima inauguración, en pocos años del nuevo Hospital en el primer lustro de nuestro siglo, el Hospital de Especialidades Pediátricas, la Pediatría completa así su ciclo y se abren nuevas perspectivas para la niñez hondureña.