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CRÍTICA DE LIBROS

AMARTYA SEn, La idea de la Justicia, Taurus, Madrid, 2007. 448 páginas.

Amartya Sen es mundialmente conocido cracia, que comparten características dis-


por sus trabajos iniciales en la disciplina cursivas” (p. 356).
de la Economía. Estos trabajos, Sen ofrece ricas distinciones concep-
desarrolla- dos en relación con el tuales producto de su amplio bagaje cultu-
bienestar y la pobre- za, le hicieron ral. Es lo que sucede con la contraposición
merecedor de un nobel en 1997. Menos de dos términos filosófico-jurídicos hin-
famosa, pero no por ello menos profunda, dúes: niti y nyaya (pp. 51-53). La primera
es su faceta de filósofo político, que idea “se refiere a la idoneidad de las insti-
sistematiza en su último libro, La idea de tuciones, así como a la corrección del
la Justicia. comportamiento, mientras que la segunda,
Lo primero que salta a la vista del lec- nyaya, alude a lo que surge y a cómo sur-
tor es, sin duda, los ejemplos y casos que ge y en especial a las vidas que las perso-
plantea Sen para explicar sus tesis. Pese a nas son realmente capaces de vivir” (p.
haberse educado en Cambridge, en su 19). La segunda perspectiva es más
pen- samiento y en su obra se detectan amplia y comprehensiva, menos rígida y
desde el primer momento claras formal, más relacionada con el mundo
influencias orien- tales. Así, muchas veces real y menos con las instituciones y reglas
utiliza ejemplos extraídos de la mitología que tratan de moldearlo.
hindú (como el Bhagavad Gita) o de La teoría de la justicia de Sen sigue el
cuentos, mitos y leyendas chinos o camino de la nyaya en vez del de la niti:
japoneses. Tal influen- cia no se queda conseguir que las personas actúen de una
sólo en lo superficial, sino que puede manera que realmente puedan, en vez de
verse también en la manera de articular su crear instituciones. El autor, por tanto, no
pensamiento y en las ideas centrales del considera la justicia como un conjunto
mismo. Y quizá uno de los puntos donde estático de instituciones perfectas, sino
más se perciba es en su con- cepción de la más bien como una herramienta útil para
democracia, que ocupa los capítulos 14 y reducir las situaciones manifiestamente
15 del libro.
perversas o injustas1, herramienta que tie-
El objetivo de la obra es principalmen- ne que tener en cuenta a las instituciones,
te identificar las exigencias de la justicia, sí, pero también a la gente que vive bajo
para lo que el autor da una gran relevancia ellas. Si entendiéramos la justicia de la
al razonamiento público, es decir, al deba- pri- mera manera, niti, es posible que
te abierto entre una pluralidad de fuera más difícil llegar a ella mediante el
personas, cada una de las cuales habla con debate de toda la sociedad. Pero
su propia voz. Según Sen, la búsqueda de concibiéndola como nyaya, tratando de
estas exi- gencias no puede ser personal e solucionar pro- blemas concretos, es
interna sino que surge del diálogo con posible que muchas
otros: “hay una íntima conexión entre
justicia y demo-

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Sen pone ejemplos principalmente relacionados con hambrunas y con la subordinación de
la mujer respecto del hombre.

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personas puedan aportar ideas cialmente —pero no sólo— en el ámbito


pragmáticas y útiles. municipal, durante los siglos posteriores
El autor pone un ejemplo muy clari- al auge de Atenas, épocas en las que
ficador de cómo la democracia facilita la Euro- pa estaba regida primero por Roma
solución de los problemas: en los países y lue- go por diferentes reyes, papas y
democráticos no hay hambrunas, al con- empera- dores. Algunos de sus ejemplos
trario que en los no democráticos. Así, tienen que ver con ciudades de Irán o la
afirma que en la India dejó de haberlas India, con concilios budistas celebrados
cuando se independizó y democratizó en India o con la “Constitución de los
mientras que China siguió padeciéndolas diecisiete artí- culos”, en la que un
hasta 1961, cuando se registró la última emperador japonés defendía la tolerancia
(pp. 373-377). ¿Por qué pasa esto, si y la toma de deci- siones colectivas.
China es una potencia económica de pri- Sen no ahonda en los entramados ins-
mer orden y la India no? Según Sen, por- titucionales de estas democracias asiáti-
que sólo en una democracia la informa- cas, pero lo que se desprende de sus pos-
ción y la presión fluyen de abajo hacia tulados es que mientras se mantenga el
arriba de la manera adecuada para que elemento de discusión pública y de
los funcionarios solucionen los proble- influencia de la misma en el gobierno no
mas. es importante la manera concreta en que
La contraposición entre niti y nyaya
se haga. Prácticamente la única institu-
surge también a la hora de definir la
ción que el autor considera necesaria para
democracia, que para Sen no quiere decir
una democracia moderna es la de unos
elecciones y votos (la parte niti, formal,
medios de comunicación desarrollados,
del proceso democrático) sino discusión
inquisitivos y libres.
pública o, mejor dicho, gobierno por dis-
La concepción de democracia como
cusión. Puede así sostener la siguiente
nyaya tiene otras consecuencias. Así, está
tesis: si bien es cierto que el entramado
su defensa de los derechos de las
institucional de la democracia moderna
minorías, que según Sen no se podría
es plenamente occidental, derivado de
articular si la democracia se entiende
los pensadores liberales del siglo diecio-
como mero niti, “sólo desde el punto de
cho, no podemos decir en absoluto que la
vista de las elec- ciones y de la ley de la
democracia sea fruto de la cultura occi-
mayoría” (p. 383). Esta protección de las
dental.
minorías no la lleva a cabo Sen desde una
La tesis de Sen tiene consecuencias
perspectiva institu- cional, aconsejando
obvias, pues si la democracia como
por ejemplo el esta- blecimiento de
gobierno por discusión ha surgido en
mayorías reforzadas para tomar
muchos lugares del mundo, en estos luga-
determinadas decisiones, sino a tra- vés de
res se podrá intentar alcanzar los requeri-
valores de “tolerancia y respeto mutuos”
mientos de la justicia. Si no, sólo podrán
(p. 384) y del “reconocimiento de las
buscarse en Occidente. Pues bien, Sen
múltiples identidades de cada persona”
afirma que precisamente en muchos luga-
(pp. 384-385).
res de Asia hubo ricas democracias, espe- no es la primera vez que Sen expresa
su concepción de la democracia; lleva

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años haciéndolo2. Por ello, es obvio que poder decidir, llevar los resultados de esta
se trata de una teoría que cuenta con sus discusión a la práctica, y sólo podrá
detractores. Probablemente el más conoci- hacer- lo cuando esté libre de la tiranía. Y
do de todos ellos sea el italiano Giovanni preci- samente son las instituciones de la
Sartori, que sistematiza su crítica a esta demo- cracia liberal (o, como la llama el
concepción en el apéndice de la segunda italiano, “liberal democracia”) las que
edición de ¿Qué es la democracia?3. En la permiten dar este paso. Ésta es una tesis
obra que analizamos, sin embargo, Sen no ya clásica de Sartori: “la liberal-
contesta a sus críticas. democracia es, en pri- mer lugar,
El italiano enfoca el problema en la demoprotección, la protección del pueblo
cuestión de si la democracia es exportable contra la tiranía; y, en segundo lugar,
desde Occidente al resto del mundo. La demopoder”5.
res- puesta de Sen, obviamente, es que la Así, para el italiano la democracia es
pre- gunta no tiene sentido: tanto los que exportable pero “no a todas partes y no
dicen que sí se puede exportar como los siempre”6: los países con bases religiosas
que sos- tienen que esa exportación es una sintoístas, hinduistas o budistas se prestan,
imposi- ción están suponiendo “que la pero los países musulmanes no7. Esta teo-
democracia pertenece en exclusiva a
ría pone obviamente mucho más énfasis
Occidente” (p. 352). Y Sen, como hemos en las instituciones que la de Sen.
visto, rechaza fuertemente esta tesis,
En todo caso, creo que no es
definiendo la demo- cracia como gobierno
desacerta- do decir que las teorías de Sen
por discusión.
sobre la democracia aportan una voz
Pues bien, lo que ataca Sartori es pre- diferente, que sostiene argumentos a los
cisamente esta definición; según él, la que no estamos acostumbrados. Es de
democracia no es sólo discusión pública, esperar que en el futuro este autor
porque “el hombre es, por definición, un conteste a sus críticos continuando así con
animal parlante y…con tendencia a discu- el siempre rico debate sobre la
tir”4, incluso en regímenes totalitarios. La democracia.
democracia es algo más: el pueblo debe
AnDRÉS PIERA

2
Su obra más emblemática a este respecto es, probablemente, La argumentación india
(Gedisa, Barcelona, 2007). Sartori critica concretamente los dos ensayos editados conjuntamente
en La democrazia degli altri (Mondadori, Milano, 2004). En castellano han sido editados como El
valor de la democracia (Ediciones Intervención Cultural/El Viejo Topo, Barcelona, 2006).
3
Giovanni SARTORI, ¿Qué es la democracia?, Taurus, Madrid, 2007.
4
Ibid., p. 374.
5
Ibid., p. 376.
6
Ibidem.
7
Ibid., pp. 379-380.

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