Está en la página 1de 7

GESTIÓN PÚBLICA INTERNACIONAL

CUARTA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO

NANCY YARELI GUERRERO PÉREZ


MTRA. EN ADMINISTRACIÓN INTERNACIONAL

MTRA. LAURA INES LOPEZ SOLANO

2021
CUARTA TRANSFORMACION DE MÉXICO

Un tema recurrente en el discurso del presidente electo de México, Andrés Manuel López
Obrador (AMLO), es la llamada “Cuarta Transformación”.
El término se refiere a la visión que tiene López Obrador sobre su futuro gobierno.
El mandatario electo quiere situar a su sexenio, que comenzará el próximo 1 de
diciembre, al nivel de otros tres momentos clave de la historia de México:

 La Independencia: movimiento armado para liberarse del dominio español que


había durado 300 años y que se llevó a cabo de 1810 a 1821.
 La Reforma: la guerra entre liberales y conservadores de 1858 a 1861. Tras este
conflicto surgieron las “Leyes de Reforma”, entre las que destaca la separación de
la Iglesia y el Estado. Benito Juárez, el personaje que más admira López Obrador,
fue el protagonista central de este momento.
 La Revolución: conflicto armado contra la dictadura de Porfirio Díaz entre 1910 y
1917. Al final de la Revolución se promulgó la Constitución que rige actualmente
en México.
Al igual que estos eventos históricos, AMLO quiere que su presidencia conlleve un cambio
profundo para el país.

 3 claves que llevaron a López Obrador a ganar las elecciones presidenciales


“Dijimos que se habían llevado a cabo en la historia de nuestro país tres
transformaciones: la Independencia, la Reforma, la Revolución, y que nosotros íbamos a
llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México “, señaló AMLO
durante un mitin en la ciudad de Mexicali, en el estado norteño de Baja California, el
pasado 20 de septiembre.
“Dijimos también que íbamos a lograr esta transformación sin violencia, de manera
pacífica. Dijimos que iba a ser una transformación ordenada, pero profunda y radical “,
aseguró el mandatario electo.

Hacer historia
En realidad, el término es parte de la relevancia histórica con la que AMLO busca marcar
su presidencia y que está presente incluso en el nombre de la coalición con la cual ganó
la presidencia, “Juntos Haremos Historia”, la cual incluye a su partido Movimiento
Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT) y el partido Encuentro
Social.
La idea es que el 1 de diciembre por la tarde, después de la ceremonia de toma de
posesión, haya un festejo en el Zócalo de la Ciudad de México para marcar el inicio de
esta nueva etapa política.
“Están todas y todos invitados a la fiesta por el inicio de la Cuarta Transformación de la
vida pública del país”, dijo AMLO en recientemente en un evento público en el estado de
Tlaxcala.
Independientemente de si el gobierno entrante pasa a la historia como pretende AMLO,
varios analistas coinciden en que los objetivos que se plantea el próximo presidente de
México son bastante ambiciosos.
“Es una apuesta sumamente elevada sobre lo que pudiera ser el ejercicio del nuevo
gobierno”, señaló a BBC Mundo Abraham Nuncio, director del Centro de Estudios
Parlamentarios de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
“En seis años se puede avanzar un poco, pero desde el punto de vista de los intereses
internacionales que gravitan sobre México, pues esa cuarta transformación, si se atiene a
lo que son las directrices internacionales, sobre todo en materia de economía, quedaría
un tanto lejos a la conclusión del próximo sexenio“, apuntó el experto.

El otro lado de la moneda


Mientras muchos de los seguidores de AMLO ven la idea de una “Cuarta Transformación”
con optimismo, otros tantos dudan del alcance que pueda tener esta visión.
“La idea de que López Obrador realizaría una cuarta transformación de México se
convirtió en un poderoso lema de campaña y ayudó a dar al candidato ese aire mesiánico
que entusiasmó a tantos de sus seguidores”, comentó el escritor y periodista mexicano
Sergio Sarmiento en el diario Reforma.
“Sólo los historiadores posteriores podrán determinar si el gobierno de López Obrador
será una gran transformación o una franca decepción. Que el próximo presidente lo
pregone de antemano parece un gesto de arrogancia“, señaló Sarmiento.
En cualquier caso, el término acuñado por AMLO ha calado entre los partidarios y
detractores de AMLO, como se puede ver en las redes sociales.
Mientras el hashtag #CuartaTransformación ha sido tendencia en Twitter, también ha
cobrado popularidad su opuesto – #TransformaciónDe4a (Transformación de Cuarta) – un
juego de palabras con el que algunos expresan su escepticismo ante los cambios
prometidos.

¿Pretensión o Propósito?
El hecho de que AMLO se refiera a su presidencia como una transformación equiparable
a tres momentos de transición históricos, es para algunos una idea pretenciosa que no
toma en cuenta los retos económicos, políticos y de seguridad que enfrenta el país.
“Plantearse el objetivo de cambiar al país yo creo que es loable“, comentó a BBC Mundo
Jesús Ramírez, quien será coordinador de comunicación social en el gobierno de AMLO.
“No es una pretensión, es un propósito. Si se logra, será para el beneficio de los
mexicanos y del país”.
“Si bien es un propósito muy elevado, poner un listón muy alto para lo que se quiere
hacer, es también una manera de hacer ver a la sociedad que estamos en una
oportunidad histórica que hay que aprovechar y buscar la manera de saldar los rezagos
históricos”.
Independientemente de la postura que se tenga, lo cierto es que el partido Morena tiene
mayoría en el Congreso mexicano desde el pasado 1 de septiembre, algo que AMLO
podrá aprovechar para llevar adelante la transformación que promete.
“Habrá que ver qué tanto esa mayoría en el Congreso ejerce su independencia respecto
al Ejecutivo, o en todo caso, de qué manera sabe interpretar lo que el Ejecutivo está
planteando o cómo modificarlo a efecto de que las transformaciones anunciadas sean
tales”, señaló Abraham Nuncio.

“Austeridad republicana”
El periodista de BBC Mundo en México, Alberto Najar, señala que no está claro cómo se
llevará a cabo la cuarta transformación que anuncia el presidente electo.
En la actualidad el país registra los mayores niveles de violencia desde 1929, cuando se
inició la Guerra Cristera, y según organizaciones civiles, existen también graves
problemas de corrupción.
Son dos elementos que impulsaron las tres transformaciones anteriores en México, y
contra ambos ha prometido luchar López Obrador una vez llegue a la presidencia.
La llamada “Austeridad republicana”, una forma de gobierno aplicada por el expresidente
Benito Juárez en el siglo XIX, es también una de las propuestas centrales de López
Obrador.

 Los “abusivos” privilegios en el gobierno de México que AMLO quiere eliminar con
su plan de austeridad
Con ella AMLO quiere cancelar privilegios de los funcionarios, acabar con las compras de
lujo y reducir los salarios del gobierno.
Al final, solo el tiempo y los resultados dirán qué lugar ocupa la “Cuarta Transformación”
de AMLO en la historia de México.

AMLO inscribe su proyecto político y económico en la llamada “Cuarta Transformación”.


Esta reactualiza algunos imaginarios, lenguajes políticos y sentidos de las tres
transformaciones anteriores:
Primera Transformación
Se vincula a la gesta de la independencia y de la autodeterminación. La rebelión contra
España comienza en 1810 y la independencia se instituye y logra en 1821.
En este proceso, los territorios van tomando un dinamismo político importante y diversos
liderazgos sociales y militares territoriales se van constituyendo y organizando bajo la
bandera del Ejercito Trigarante: garante de la religión, de la unión y de la independencia.
Esta unidad de diversos liderazgos va a marcar el gran componente territorial del México
moderno.
El debate aquí más importante es sobre la independencia y las condiciones de la misma,
y de esta lucha pueden identificarse tres actores relevantes: los líderes militares, los
territorios y la Iglesia católica.
En términos sociales, la guerra y el conflicto con España deja dos sectores económicos
muy dinámicos: la tierra (en parte en manos de la Iglesia y de los hacendados) y el
comercio, que se irá reconvirtiendo en su relación con los Estados Unidos y países de
Centroamérica y el Caribe.
Segunda Transformación
Relacionada con la dirigencia liberal preocupada por la modernización del país, la
separación de la Iglesia del Estado, la constitución de una clase propietaria campesina y
la estabilización de México como un país federal.
El proyecto de Benito Juárez impacta los dos pilares del conservadurismo: su apoyo a la
Iglesia Católica y a su poder económico-corporativo.
La propuesta política y jurídica de Juárez se organizó en la Constitución de 1857. Uno de
los componentes importantes es la erosión o rechazo de cualquier intento de
centralización del poder. El poder federal era, de esta manera, resultado del apoyo de
dirigentes locales que estaban emparentados con el universo militar. El liberalismo
latinoamericano de fines del siglo XIX estuvo emparentado al mundo militar, y la mayoría
de sus primeros presidentes provinieron de este estrato.
Benito Juárez también consolida las bases del liberalismo que promueve la inclusión de
México en el mercado mundial como productor de materias primas y recursos naturales.
Benito Juárez y los posteriores liberales, entre ellos Porfirio Díaz, se sostienen sobre los
sectores más dinámicos de la economía: los hacendados y los mineros serán los grandes
actores beneficiados de este proceso modernizador. También se constituye una clase
industrial relacionada a capitales mexicanos y extranjeros que se vinculan al proyecto
exportador. El pacto con los poderes territoriales y de la nueva economía del liberalismo
condicionó su destino político.
La modernización implicó, con Porfirio Díaz, una conflictividad social con actores que se
vieron perjudicados por no poder acceder al poder político, como aquellos que buscaban
garantizar demandas sociales. El debate aquí es en torno a una modernización
excluyente o incluyente. En ese dilema se organiza todo el debate social y político. Aquí el
reeleccionismo (tendencia política afín a Díaz) es considerado como continuador de
políticas que excluían a un sector que buscaba llegar al poder y a sectores campesinos y
obreros en búsqueda de realizar sus demandas a través del cambio en la dirección
política.
Tercera Transformación
Larga y duradera. El cardenismo nos llevará desde la Revolución de 1910 hasta la década
del ‘80. El largo laboratorio revolucionario va promoviendo algunas discusiones y políticas
centrales.
Antes de 1930 hay una construcción de una estatalidad que interviene progresivamente
en la economía. De otro lado, el Estado se deja penetrar por los reclamos campesinos y
obreros, se reparten tierras y se crea una Constitución, la de 1917, que potencia políticas
a futuro como la nacionalización de los recursos naturales y la posibilidad de expropiación
de bienes de empresas petroleras extranjeras. La Revolución de 1910 cambia la ecuación
social y política, y se va construyendo una nueva élite que lentamente va subordinando al
poder militar.
La subordinación del poder militar se logra en el mismo momento en que se estabiliza el
partido que luego será el PRI. Con la Revolución, el presidente adquiere un gran poder y
organiza el poder de los gobernadores a través del partido. Todas las negociaciones
territoriales se partidizan o se resuelven al interior del partido bloqueando la rebeldía
militar y la corporativizacion del poder local. El Estado mexicano construye una formula
política que adquiere poder con la nacionalización de los recursos naturales y estabilidad
estableciendo un pacto con los grandes hacendados e industriales, así como con
pequeños campesinos y obreros. Al mismo momento que se amplifican derechos
laborales y sociales, los grandes terratenientes e industriales se ven beneficiados por el
reparto hasta la crisis internacional de fines de 1970.
Toda la disputa se presentó al interior del PRI, tanto por la sucesión como por la
distribución de recursos a los territorios. Cárdenas establece una suerte de
“keynesianismo estabilizador”. Distribución de beneficios sociales, presupuestarios y
normativos que estabilizaba el poder presidencial, el del propio PRI y sacaba de escena al
Ejército. Desde entonces, los grandes actores serían el presidente y (en menor medida)
los gobernadores. El Congreso se deslució. En términos sociales, sindicatos,
organizaciones campesinas, así como grandes industriales, mineros y hacendados
experimentan un empoderamiento importante bajo el arbitrio del Estado.
A fines de los años 70 la deuda externa y el avance de partidos nacionales y regionales,
dotan de nuevos poderes al Congreso y a algunos gobernadores. Desde fines de los 70,
industriales y hacendados observan una caída de su rentabilidad y presionan para
cambios económicos y políticos. En los años 80 comienza el largo desgaste del PRI.
La Cuarta Transformación
AMLO pretende inscribirse desde la lectura y actualización de estos grandes surcos
históricos, pero también de la experiencia política que va surgiendo en los 80 : no solo lo
que deja la discusión sobre el nuevo federalismo como expresión de rechazo al poder
absoluto del Estado, sino también toda la discusión política antineoliberal.
En sus 100 promesas hay un intento de dar coherencia a diversas tradiciones y
discusiones que permiten al propio AMLO resolver demandas sociales de actores
subalternos, así como de sectores empresariales. Si bien ha logrado inscribirse en la
posición de neutralidad geopolítica, propia de la Doctrina Estrada, se propone una
negociación con los Estados Unidos para administrar los términos del librecomercio y, con
esto, beneficiar a algunos actores económicos. A su vez, intenta integrar dos grandes
tradiciones que están en la historia política mexicana: una tonalidad de posiciones
liberales que le dan juego a la modernización, a la inversión extranjera y al beneficio del
pequeño propietario con lenguajes del keynesianismo estabilizador del primer PRI,
interesado en beneficiar de alguna manera a pequeños y grandes.
Ambas tradiciones están releídas al calor de la crisis que introdujo la política neoliberal en
México. Una política que no quebró socialmente como en otros países, con grandes
estallidos, sino dinamizadas por las fuerzas del propio sistema político-económico
mexicano. A su vez, son releídas al calor del proceso político que detonó el liderazgo del
PRI y del nuevo federalismo de los 80. La relación entre el Presidente, el Congreso y los
Gobernadores se fue reequilibrando desde 1986. En parte esto sirvió al propio AMLO para
arribar al poder.
Pero no solo eso, el liberalismo austero de Benito Juárez puede introducirse o vincularse
como memoria a las políticas de austeridad republicana reclamadas por AMLO. Es decir,
no solo hay una ética pública actual que desconfía de cierta política sino una ética
histórica construida por los liberales como Benito Juarez que mantienen vasos
comunicantes.
La Cuarta Transformación no es solo una propuesta de cambio político sino es el intento
de establecer vasos comunicantes con tradiciones que dieron mucho aliento político a los
grandes actores políticos mexicanos: los liberales y los partidarios de un Estado
interventor. Esta inscripción que hace AMLO es una lectura desde las transformaciones
posmodernas y sociales que sufrió México de esas dos grandes transformaciones.

También podría gustarte