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Las distracciones en los últimos tiempos

Introducción: Estamos viendo que los tiempos del fin se van acercando cada
vez mas y el enemigo esta levantando distracciones en contra de los hijos de
Dios a fin de que no cumplan su propósito a través de las distracciones. El
diablo quiere robarle el acceso divino de las bendiciones del señor para su
vida.
La palabra "distractor" viene del latín distractor y significa "el que aparta la
atención"
O separación.
Distracción: Acción de distraer o distraerse.
"la distracción del conductor por parte de algún pasajero puede provocar un
accidente"
Quizá le ha pasado que una pequeña distracción imprevista le desbarata, en un
instante, todo aquello que le tomó mucho tiempo construir. Aunque parezcan
simples casualidades, como cristianos debemos estar apercibidos de que son
estrategias del enemigo.
Precisamente, la distracción es el arma que con mayor frecuencia usa el diablo
contra el pueblo de Dios. El maligno lucha con todas sus fuerzas para
distraernos, a fin de truncar nuestro propósito divino.
Muchos en la iglesia han caído en la trampa de la distracción; por eso no salen
a predicar el evangelio del reino ni a anunciar la segunda venida de Cristo.
Están distraídos; han perdido la convicción de quiénes son en Cristo, de su
llamado, propósito, asignación y metas. Han caído en la trampa favorita del
enemigo. Satanás está haciendo todo lo posible por retrasar la segunda venida
de Cristo, porque sabe que entonces, su tiempo habrá terminado, su juicio será
completado y vendrá su condenación final (vea Apocalipsis 20:10).
La distracción es la herramienta principal del enemigo en el tiempo final.
El enemigo usa las distracciones para desgastarnos y hacer que abandonemos
el “campo de batalla”. Esa estrategia la repite una y otra vez, porque sabe que
los seres humanos tendemos a rendirnos fácilmente ante una situación
prolongada o repetitiva.
Por el contrario, si usted persevera y no se deja vencer, el adversario
terminará rindiéndose.
Stg 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Es importante saber que él siempre usará algo que a usted lo atraiga o le
resulte tentador; porque la clave de la distracción es sacar provecho de una
debilidad suya. Por eso, la distracción lo mueve y lo desenfoca fácilmente,
porque está hecha a su medida.
Una distracción es todo aquello que aparece para desviar nuestra atención
del destino, meta, llamado y propósito que Dios tiene para nosotros. Es
una estrategia del enemigo para que siempre estemos dando vueltas en el
mismo lugar. Las distracciones suelen aparecer en forma de personas,
cosas, lugares, nuevas metas, problemas y hasta aparentes bendiciones.
No todo lo que parece ser bueno es bueno para usted.
Lo realmente bueno para nosotros es aquello que contribuye al avance y
cumplimiento de nuestro propósito. No siempre es fácil identificar lo que nos
está distrayendo, así que debemos estar alertas, permanecer enfocados en la
meta y saber que estamos haciendo la perfecta voluntad de Dios.
Sabemos que a Dios nada lo distrae. Por eso, el escritor de la carta a la iglesia
en Filipo decía: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros
la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).
Jesucristo recibió la revelación de Su propósito en la tierra, y se mantuvo
enfocado de principio a fin, porque sabía que si no lo hacía no podría cumplir la
voluntad del Padre.

 Consecuencias de las distracciones


Como resultado de apartar o desviar nuestra vista de la meta y fijarla en las
distracciones, vienen numerosas consecuencias.
 Entre otras podemos mencionar las siguientes:
 Perdemos el enfoque
 Retrasamos el progreso
 Nos volvemos improductivos
 Nuestras fuerzas se disipan
 Impiden que nos comprometamos
 No nos permiten alcanzar lo que nos ha sido prometido
 Nos aleja de cumplir nuestro propósito y llamado
 Nos lleva a vivir como vagabundos; y sabemos que un vagabundo es
alguien que ha perdido su lugar en Dios y, por lo tanto, vive en el
desierto.
Lo que debemos hacer ante las consecuencias de las
distracciones
Debes ser honesto y arrepentirte para que haya cambios en tu vida
Buscar las cosas de arriba y fijar tu mente en ellas, si pones tu mente en tu
propósito entonces vas a traer tu propósito igual seria en tus metas.
Tienes que reenfocarte en la intención original de Dios para tu vida.
No hay tiempo para distraernos.
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a
aquel que lo tomó por soldado. 2Timoteo 2:4
Debemos vivir nuestra vida agradando al señor en todo.
También un atleta no puede ganar un torneo si no compite de acuerdo a las
reglas. (Versión kadosh) 2Timoteo 2:5
La obediencia a Los principios del señor en nuestra vida es importante
para encaminarnos hacia la voluntad perfecta.
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y
corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1
Es una carrera y se corre con paciencia. Porque si corres rápido te vas a
desgastar y eso es lo que espera el enemigo.
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Santiago 1:3

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero
uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
1Corintios 9:24
Al final el señor nos va apremiar por todo el esfuerzo y dedicación que
tengamos al servicio que nos ha llamado

Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir
una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 1Corintios 9:25
Abstengámonos de todo lo malo lo que no produce fruto en nuestra vida

aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesio 5:16
en oración. En ayuno. En adoración, en predicar la palabra., etc.
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Mateo 24:13
Conclusión:
2Timoteo 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado
la fe.
2Timoteo 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me
dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los
que aman su venida.

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