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GRATITUD

 Hermanos estamos en tiempos de finalizar un año civil, una temporada en la que acostumbramos a
pensar y retroalimentar las situaciones que ocurrieron en nuestra vida durante el mismo y sobre todo
de dar gracias a Dios por tantas bendiciones que nos da, cada una de las pruebas que tuviste en
este año, las superaste gracias a Dios, porque caminas de su mano, porque él no te permitió
desfallecer en el camino, porque todo lo que nos pasa esta planeado por Dios, tu vida y la mía tienen
un objetivo, el servir a Dios, dice en su palabra que muchas veces seremos probados en nuestra fe,
más el que la tiene, quien esta firme en Cristo se encuentra en Victoria.
 Talvez hayas perdido a familiares en estos tiempos, talvez has perdido a amigos, algunas personas
se alejaron de tu vida, te dejaron de hablar, etc, sea cual sea la situación que estes viviendo, no
debes preocuparte, porque todo ello es permitido por Dios para que haya un cambio en tu vida,
recuerda que Él tiene el control de todo. Amén.
 Nuestras vidas han cambiado desde hace ya más de 1 año con la situación que nos aqueja por la
pandemia. Y hoy justamente termina un año en donde todo lo que hiciste o dejaste de hacer queda
atrás, no vivas en el hubiera, olvídate del pasado, ya no lo puedes cambiar, no te preocupes por el
mañana, por el que van a pensar de mi los hermanos o las demás personas que te rodean, mejor
enfoquémonos en el presente, en el hoy, enfoca tu atención a Dios, ponte a cuentas con él, pide
perdón por tus pecados, pide misericordia, DA GRACIAS A DIOS POR TODO LO QUE ERES Y LO
QUE HAY EN TU VIDA.
La palabra de Dios es muy clara en la siguiente cita:
“…Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús …” 1
Tesalonicenses 5:18.

 Estas a tiempo de hacer cambios en tu vida para bendición tuya y de los tuyos, comenzará un año
nuevo, un año tiene 365 días, un día tiene 24 horas, cada hora tiene 60 minutos, cada minuto tiene
60 segundos, si lo analizas bien tienes infinidad de oportunidades en todo momento para agradecer
a Dios por las innumerables bendiciones que experimentamos en nuestra vida diaria. ¿Cuántas de
esas oportunidades realmente estás aprovechando?
Hermanos un corazón agradecido con Dios, es un corazón que vive en total paz, en amor, en armonía y en
comunión con el padre y eso te hace ser una persona de amor, una persona feliz.
Vivimos una vida tan acelerada y tan rutinaria que se nos escapan los momentos, se nos escapan los
amaneceres, se nos escapan los tiempos en familia, se nos escapa la comunión con Dios, se nos escapa lo
más sencillo y a la vez lo más importante.

La voluntad de Dios es que vivas con un corazón agradecido que reconoce cada ocasión, momento o
situación y la valora porque la ve con ojos diferentes y disfruta con placer cada instante.

 Un corazón agradecido no es compatible con la amargura, porque disfruta y se regocija, porque ve lo


positivo y ve lo hermoso aún en la tormenta: belleza de la tormenta.
Nuestra visión debe cambiar porque estamos perdiendo momentos y tiempos en quejas y negativismos, en
ingratitud, en condenar a otros, en señalar y juzgar a otros.

2 Corintios 3:1-4

¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de
cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? 2 Nuestras cartas sois vosotros,
escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 3 siendo manifiesto que sois carta
de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra,
sino en tablas de carne del corazón.4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios.

2 Corintios 3:6-9

el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque

la letra mata, mas el espíritu vivifica.7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria,
tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la
cual había de perecer, 8 ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 9 Porque si el ministerio
de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.

 ¿QUÉ ES GRATITUD?

Gratitud: Agradecimiento y apreciación. Es un sentimiento, es emoción, es actitud de reconocer algún


beneficio, favor o servicio que se ha recibido o se recibirá.

¿Qué es el dar Gracias? Es volverse o devolverse con expresiones o acciones hacia quien nos ha hecho un
favor, nos ha brindado ayuda o nos ha hecho bien. Esas acciones y expresiones son las que nos hacen ser
agradecidos y la carencia de ellas nos hacen ser desagradecidos.

Qué importante es entender que debemos agradecer a Dios por sobre todas las cosas, pero también a cada
persona que Dios pone a nuestro alrededor y que contribuye en nuestra vida o nos bendicen con alguna
acción.

 II. DIOS BUSCA CORAZONES AGRADECIDOS PARA BENDECIRLOS.

Lucas 17:11-19

11 
Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12 Y al entrar en una aldea, le salieron al
encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro,
ten misericordia de nosotros! 14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que
mientras iban, fueron limpiados. 15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a
Dios a gran voz, 16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano.
17 
Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo
quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Diez sanados, sólo uno agradecido. ¿Por qué los otros nueve no fueron capaces de agradecer? Es más fácil
y hasta más frecuente la ingratitud que la gratitud.

Así como Jesús preguntó ese día al leproso, hoy Dios nos pregunta: ¿Hay alguien que se vuelva a Dios y le
dé la gloria por sus bendiciones? ¿Hay alguien que dé las gracias al Creador por sus múltiples beneficios?

Cuando somos agradecidos con Dios por lo que Él ha hecho en nuestras vidas, Él siempre nos da una
bendición extra, nos añade más de lo que esperamos: El leproso agradecido necesitaba sanidad, pero Jesús
no sólo lo sanó sino lo salvó.

La gratitud a Dios trae bendiciones extras a nuestras vidas.

 III. DIOS NO QUIERE QUE SEAMOS OLVIDADIZOS

“…Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no
olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus
dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu
boca de modo que te rejuvenezcas como el águila…” Salmos 103:1-5

Tenemos un Dios grande y maravilloso, un Dios bueno y poderoso, que nos colma de favores y misericordias
todos los días. Un Dios, que no ha hecho con nosotros conforme a nuestros errores, ni nos ha pagado
conforme a nuestros pecados. Por tanto, tenemos muchas grandes razones y poderosos motivos por los
cuales estar y ser agradecidos con nuestro buen Dios y Padre celestial.

La tendencia “natural” del ser humano es olvidar lo bueno y recordar lo malo, es poner la atención en el
defecto en vez de agradecer lo bueno. ¡Qué rápido se olvida lo bueno y cuánto cuesta olvidar lo malo, las
heridas, los malos momentos, las decepciones!

Pero qué bueno que Dios no es así porque Él nos bendice sin tomar en cuenta nuestros errores. Todos los
hijos de Dios debemos estar conscientes de los favores y las misericordias que Dios nos da.

No podemos seguir ignorando los beneficios de Dios, Él nos lo pide: “…Cuídate de no olvidarte de Jehová
que te saco de la tierra Egipto, de casa de servidumbre …” (Deuteronomio 6:12). Lo primero que hizo Israel al
ser liberados fue olvidarse de los grandes prodigios que hizo Dios por ellos: abrió el mar, pasaron en seco, les
colocó una columna de fuego cada noche para calentarles y una nube durante el día para protegerles del sol,
les proveyó agua de una peña, les envió pan del cielo… pero ellos seguían inconformes y cayeron en
murmuración, nunca agradecieron.

Y eso mismo puede estar pasando en tu vida. A veces estamos deseando y pensando tanto en lo que no
tenemos que no podemos ver lo maravilloso que Dios nos ha dado, pasamos el tiempo lamentándonos y
quejándonos.

No olvides las bondades diarias de un Dios de misericordia y bendición, gracias a su favor y bondad somos y
existimos, pues aún nuestra respiración depende del Soberano Dios.

 La gratitud me lleva a servir a Dios.


“…Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos Gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios
agradándole con temor y reverencia…” Hebreos 12:28

Dios nos enseña que debido a la seguridad que tenemos en Él por su reino que permanece para siempre
pues seamos agradecidos y simplemente sirvámosle como una manera de agradarle. Cuando somos
agradecidos a Dios, buscamos agradarle y por eso le servimos.

La gratitud es el motor que nos mueve hacia un servicio a Dios sincero y perseverante. La gratitud es la
expresión de la confianza que tenemos por pertenecer a un Reino eterno, que permanece para siempre y
donde tenemos garantizada nuestra vida eterna… ¡Suficiente razón para vivir agradecidos!

 Analiza por un momento tus acciones y tus palabras hacia tus familiares, amigos y compañeros,
hacia tus pastores y hermanos en la fe: ¿Realmente te caracteriza la gratitud? ¿Eres de los que
reconocen las acciones o gestos por muy pequeños que sean?

Agradece a tu cónyuge: Comida, provisión, atenciones, buenos momentos, gestos y detalles, etc.
Mira los beneficios que disfrutas por tenerle y agradécele.

Agradece a tus padres: Por pagarte los estudios, por proveer buena comida, por alimentarte y
vestirte, por cuidarte, por darte la vida, por la llamada telefónica.

Agradece a tus hijos: Por la obediencia, por estar presente, por visitarte, por un regalo, por llevarte al
médico, por ayudarte económicamente.

Agradece a tus amistades, a tus hermanos, a tus vecinos… Siempre hay cosas que reconocer y
agradecer en las personas.

Da gracias a quien te prepara los alimentos, a quién te mantiene tu ropa arreglada, a quien te
sostiene económicamente, a quien te hace un favor.

Cada acto o palabra de gratitud es una nueva puerta abierta, gratitud es la llave de muchas puertas que
guardan tesoros grandiosos. Uno de los principales soportes para la convivencia en familia es la gratitud.

 LA GRATITUD ALEJA LA QUEJA Y EL AFÁN

“…Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de GRACIAS…” Filipenses 4:6

Deja de quejarte, deja de afanarte… El quejumbroso vive en amargura, se enferma, no disfruta la vida. Si
vives quejándote no esperes recibir una nueva bendición de Dios. El quejumbroso aleja la bendición, el
agradecido acerca la bendición. La queja te amarga pero ser agradecido te alegra, y te alarga la vida.

La gratitud hace que lleguen las respuestas de Dios a las peticiones. Lleva tus peticiones delante de Dios con
gratitud y Él suplirá tus necesidades. Dios quiere que cambies tu mentalidad, en ti está la decisión de cómo
reaccionar ante una circunstancia, con gratitud llevando tu carga delante de Él, o con amargura y buscando la
salida por tu cuenta.

Toma la vida con pasión sabiendo que Él está a tu lado. Si vas a vivir quejándote de tus hijos, de tu cónyuge,
de tu trabajo, de tu pastor, las cosas te van a ir de mal en peor. Agradece y reconoce las cosas buenas de
cada uno. Renuncia a la queja, a estar amargado, enojado, cambia la queja en una actitud de agradecimiento
que te abrirá el camino y la puerta de la bendición.

CIERRE:

¡Cómo no agradecer a Dios por todo lo que ha hecho con nosotros hasta aquí!

Reflexiona por un momento: ¿Expresas tu agradecimiento a quienes están a tu lado? ¿Es la gratitud una de
tus cualidades? ¿Hace cuánto tiempo que no has agradecido de corazón?

Dios nos has dado vida, la familia, una iglesia a donde ir a adorarle con libertad. Nos has dado salud, el
alimento de cada día, nos has dado hijos, educación, sustento y cada mañana cuando nos levantamos nos
das la fuerza para alcanzar más bendición.

Gratitud es la respuesta de un corazón humilde, de un corazón que no olvida y que reconoce las bendiciones
maravillosas que Dios le da y los beneficios de quienes tenemos a nuestro lado.

Decir gracias es parte de una buena educación, pero más que eso, debe ser parte de la identidad en todo hijo
de Dios. Procura que toda tu vida, sea caracterizada por la gratitud a Dios y a tu prójimo. De seguro que si
miras mejor encontrarás muchas razones por las cuales dar gracias. El ser agradecido con Dios te pone en el
umbral de la próxima bendición.

“Si te quejas por lo que no tienes y no agradeces lo que si tienes, es que no estás preparado para recibir
más”.

Hoy confiesa con tus labios: “Señor no me olvidaré de tus beneficios y bendiciones ni del bien que me has
dado, de tu gracia y de cada favor que has concedido a mi vida”.

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