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En 

1947 le fue diagnosticado un desequilibrio mental, siendo internado en un hospital


psiquiátrico por una "Psicosis maníaco-depresiva, causante de accesos melancólicos
repetitivos". Durante el resto de su vida sufrirá problemas psiquiátricos y será internado
una veintena de veces más, de modo intermitente. Fue psicoanalizado por René
Diatkine. A pesar de ello, durante muchos años trabajó como preparador en la Escuela
Normal. Sus alumnos recordaron siempre el empeño en su formación, su disponibilidad
y la amplitud de sus perspectivas.
En 1980 estranguló a su mujer Hélène, bastante mayor que él y compañera de ideas.
Fue internado en un hospital psiquiátrico, a donde acudió un juez para instruir la causa
por homicidio. Althusser fue procesado, pero el mismo día el juez archivó las diligencias,
siguiendo los dictámenes de tres expertos que señalaron que Althusser había cometido
el asesinato en un acto de locura. La derecha francesa, por su parte, acusó a
la izquierda de mediar para que Althusser no ingresara en prisión. Murió el 23 de
octubre de 1990, aquejado de una insuficiencia cardíaca. En sus peores momentos fue
visitado asiduamente por Michel Foucault y Jacques Derrida.
Su autobiografía, El porvenir es largo (L'avenir dure longtemps), publicada en 1992, puso
en claro su desgarrada posición vital y su escasa e incompleta lectura de la obra de
Marx. En 2011 se publicaron las Cartas a Elena, que ponen a la luz la compleja relación
con su mujer.

Pensamiento[editar]
Ideología[editar]
La línea de trabajo más conocida de Althusser tiene que ver con sus estudios de
la ideología. Se trata de Ideología y aparatos ideológicos de Estado su obra más
conocida en este campo. Este ensayo establece el concepto de ideología y lo relaciona
con el concepto gramsciano de hegemonía. Si bien la hegemonía en Gramsci está en
última instancia determinada por fuerzas políticas, el concepto althusseriano de
ideología se apoya en los trabajos de Sigmund Freud y Jacques Lacan sobre lo
imaginario y la fase del espejo, y describe las estructuras y los sistemas que nos
permiten tener un concepto significativo del yo (moi en Lacan). Estas estructuras, según
Althusser, son agentes represivos inevitables (y necesarios). Es bajo la influencia de
Lacan que define la ideología como la representación de una relación imaginaria con las
condiciones reales de existencia.
Para Althusser la ideología es ahistórica, pues, al igual que el inconsciente freudiano, es
eterna. Es decir, siempre habrá ideología. Para Althusser ésta no es una forma de
"engañar" o de "conciencia falsa" sino más bien una relación normal de individuos con la
sociedad. La ideología, como ya vimos, es la relación imaginaria (sucede en la mente)
de los sujetos con sus relaciones sociales.
La ruptura epistemológica[editar]
Althusser pensaba que las ideas de Marx habían sido malentendidas, especialmente por
los marxistas. Consideraba que varias formas de interpretar a Marx (el historicismo,
el idealismo, el economicismo, el humanismo, etc.) no hacían justicia al carácter
científico de los trabajos de Marx a partir de 1845. Frente a la idea de que toda la obra
de Marx se podía entender como un todo consistente, Althusser argumentó que hubo
una ruptura epistemológica (concepto que toma de Gaston Bachelard, Pierre
Bourdieu, Jean-Claude Passeron y Jean-Claude Chamboredon) a partir del momento en
que Marx se concentró en sus trabajos económicos. Además consideraba que se perdía
la especificidad y la fuerza del conocimiento científico si se "complementaba" al Marx
maduro con nociones extraídas de sus escritos de juventud o de obras de F. Engels.
Aunque los primeros trabajos de Marx están vinculados a las categorías
filosóficas hegelianas y a la economía política clásica, con La ideología alemana (escrita
en 1845) se habría producido una ruptura repentina y sin precedentes que prepara el
camino para sus trabajos posteriores. El problema se complica por el hecho de que Marx
no reflexionó en el papel sobre ese giro, y solo lo comunicó oblicuamente. Este giro se
puede apreciar solo mediante una lectura crítica cuidadosa, o mediante otras
operaciones, como la que hizo Althusser al editar a Feuerbach traducido al francés y
mostrar que muchos de los párrafos de los cuadernos de trabajo de Marx que los
marxistas humanistas glosaban, no eran sino transcripciones de Feuerbach que Marx
hacía para su uso personal. El proyecto de Althusser era rescatar el poder y originalidad
de la teoría de Marx para el avance del conocimiento científico de la sociedad (lo que él
denominaba "el continente historia descubierto por Marx") y, a partir de ese
conocimiento, poder ofrecer al movimiento comunista internacional elementos para
orientar la acción política.
Filosofía[editar]
Otros trabajos de Althusser incluyen el volumen colectivo Para leer El Capital (en
francés: Lire Le capital, 1965), el cual consiste en un intenso trabajo de relectura, en
clave estructuralista, de El Capital, la obra más importante de Karl Marx. En su edición
española el libro está dividido en dos partes; en la primera de ellas Althusser realiza una
fuerte crítica a la lectura de El Capital de forma empirista, y en general, a toda forma de
empirismo que ataque las ciencias. En la segunda parte Etienne Balibar analiza el objeto
teórico de El Capital y la teoría de la transición de una sociedad a otra que hay allí.
En la recopilación de ensayos La revolución teórica de Marx (en francés: Pour Marx,
1965), Althusser intenta establecer una periodización estricta de la obra de Marx,
separando al Marx maduro, "marxista", del Marx de juventud, aún bajo la fuerte
influencia idealista de Hegel y Feuerbach. Esta periodización ha sido sometida a fuertes
críticas por el pensamiento marxista posterior, que ha intentado revalorizar el
pensamiento político del primer Marx.
Quizá la tesis central de toda la filosofía de Althusser es que la historia es un proceso sin
sujeto ni fines, cuyo motor son las fuerzas productivas (y la lucha de clases determinada
por ellas). La historia no tiene sentido. Para Althusser todos somos sujetos, y en calidad
de éstos, marionetas de la historia, pero esta historia no es movida por alguien, lo que
desemboca en su famosa tesis de que todos somos marionetas de algo que no va a
ningún lado, de algo sin sentido.
Otra famosa tesis de Althusser en filosofía es que, al contrario de lo que comúnmente se
piensa, la filosofía siempre viene después de la ciencia. Esta tesis rechaza que la
filosofía haya sido la madre de todas las ciencias, sino que, más bien, la filosofía es la
hija de las ciencias. Esto quiere decir, la filosofía no es una ciencia, sino una reacción a
las ciencias en el campo teórico. De esta forma, la matemática (Tales de Mileto)
engendró la filosofía de Platón, la física (Galileo) engendró la filosofía de Descartes, la
ciencia de la historia (Marx) engendró su propia filosofía y el psicoanálisis (Freud)
comienza hasta ahora a engendrar su propia filosofía. Lo interesante de este proceso es
que la filosofía marxista, engendrada por la ciencia de la historia es, para Althusser,
"correcta" (no verdadera, pues la filosofía no dice verdades, no es una ciencia, sino una
ideología). Esto quiere decir, la filosofía se ubica correctamente en posiciones que
defiendan a las ciencias, ya que la ciencia de la historia le permite el conocimiento
científico de la producción filosófica e ideológica, le permite el conocimiento científico de
la producción de sí misma. En esto consiste "la inmensa revolución teórica de Marx".

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