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Sinpermiso-Las Perspectivas Demograficas Del Capitalismo-2019!03!17
Sinpermiso-Las Perspectivas Demograficas Del Capitalismo-2019!03!17
capitalismo
Hay una característica sobresaliente de la estadística del capitalismo del siglo XXI. El capitalismo es
cada vez más incapaz de desarrollar lo que Marx llamó las “fuerzas productivas” (es decir, la
tecnología y la fuerza de trabajo necesarias para expandir la producción de cosas y servicios que
necesita o desea la sociedad humana). Si se mide por el producto nacional bruto en todas las
economías del mundo (o per capita), al capitalismo mundial le cuesta cada vez más expandirse.
Cuando Marx y Engels escribieron el Manifiesto Comunista hace 170 años, proclamaron el poder
productivo desencadenado por la explotación capitalista de la fuerza de trabajo, con la utilización
cada vez mayor de medios de producción (máquinas, tecnología, etc.) para reemplazar el trabajo
humano, al tiempo que ampliaba sus tentáculos a todas las partes del globo. De hecho, el rapaz
impulso por el beneficio ha llevado a una destrucción incontrolada de la naturaleza y de los recursos
de la tierra que ha contaminado el planeta. Y ahora, la producción de combustibles fósiles ha
provocado un calentamiento global cada vez más irreversible que está cambiando el clima de la
tierra, provocando un clima extremo y desastres.
El año pasado el PIB mundial de las 195 naciones del mundo alcanzó el récord de $ 85 billones.
Sorprendentemente, las tres cuartas partes correspondieron a sólo 14 economías - los pocos
afortunados con un PIB per capita de más de $ 1 billón.
La población mundial también alcanzó un récord el año pasado de 7.600 millones de personas. Eso
es el doble en menos de medio siglo. La población en edad de trabajar (PET) ha llegado a los 5 mil
millones, pero principalmente fuera de las 12 principales economías (es decir, el G14 menos India y
Brasil).
En las principales economías capitalistas, la producción se está expandiendo mucho más lentamente
que antes. Como Alan Freeman ha mostrado en un artículo reciente, “el crecimiento económico del
Norte industrial ha caído de forma continua, con interrupciones breves y limitadas, por lo menos
desde la década de 1960. La tendencia es extremadamente fuerte e incluye a todas las grandes
economías del Norte sin excepción.” The_sixty-year_downward_trend_of_economi (1)
Como concluye Freeman: “nos enfrentamos, no sólo a una disminución de la tasa de crecimiento del
PIB de un país (por ejemplo, los Estados Unidos, cuyo declive ha sido estudiado más
exhaustivamente), sino de todo un grupo - los países avanzados o industrializados - cuyas tasas de
crecimiento siguen la misma tendencia y de hecho, han convergido. La tendencia observada es muy
probable, por lo tanto, que sea sistémica - se explica por la estructura de la economía mundial en su
conjunto- y no es la consecuencia de los problemas o oscilaciones de un país en particular”.
El capitalismo no está cumpliendo con su única justificación: expandir las fuerzas productivas. Se
agota. Junto a ello, la desigualdad de la riqueza y los ingresos en las principales economías es cada
vez mayor, los niveles de pobreza y la brecha entre países ricos y pobres y entre la gente es cada
vez mayor. Y la naturaleza y el clima están gravemente afectados.
El crecimiento económico depende de dos factores: 1) el tamaño de la mano de obra empleada y 2)
la productividad de esa fuerza de trabajo. En el primer factor, hay una decadencia demográfica. Las
economías capitalistas avanzadas se están quedando sin fuerza de trabajo humana. En cuanto al
segundo factor, el crecimiento de la productividad de la mano de obra empleada se está
desacelerando.
Por primera vez desde la aparición del capitalismo como modo de producción dominante a nivel
mundial, las mayores economías del G12 vieron su población en edad de trabajar (PET) en declive.
Y este descenso se acelerará, según las previsiones del Departamento de Población de las
Naciones Unidas.
De las 14 economías con $ 1 billón o más de PIB, sólo hay dos - India y Brasil - donde la población
en edad de trabajar crecerá en la próxima generación. Las otras 12 experimentarán una disminución
de su fuerza de trabajo. Es posible que el aumento de la inmigración procedente de las regiones más
pobladas pudieran permitir a los EE.UU., el Reino Unido, Canadá y Australia expandir su fuerza de
trabajo por un tiempo - aunque los gobiernos de todos estos países quieren reducir la inmigración.
En Japón, Alemania e Italia, la inmigración incluso no detendría la caída. En Corea del Sur, Alemania
e Italia, sin inmigración, la fuerza de trabajo se reducirá en un 1% anualmente durante los próximos
diez años. Por lo tanto, en igualdad de condiciones, es un 1% anual de crecimiento potencial del PIB.
Como resultado, las principales economías capitalistas tendrán una fuerza de trabajo envejecida y
una población dependiente que no trabaja cada vez más importante. Actualmente, en las principales
economías, las personas en edad de trabajar (15-64 años) por lo general representan el 65% de la
población total.
El rápido envejecimiento de la población de Japón, sin embargo, muestra el futuro. Para el año 2030,
la proporción de PET/población total disminuirá en todas partes. En aquellos países que no puedan
“importar” personas en edad de trabajar cualificados disminuirá rápidamente.
La tasa de productividad de Rusia está cayendo, mientras que la de Italia y el Reino Unido apenas
se mueven.
Pero también hay otra explicación muy sencilla. La evidencia muestra que el crecimiento de la
productividad se debe principalmente a la inversión de capital, que sustituye el trabajo con máquinas.
Las máquinas impulsan la producción de cada trabajador que usa la tecnología y también reduce el
número de trabajadores necesarios. Hay tres factores que explican el crecimiento de la productividad
, la cantidad de trabajo empleado, la cantidad invertida en maquinaria y tecnología y el factor X de la
calidad y la habilidad innovadora de la fuerza de trabajo. La contabilidad del crecimiento habitual
llama a este último factor la ‘productividad total de los factores’ (PTF), y la mide como la contribución
desconocida al crecimiento de la productividad más allá del capital invertido y el empleó de mano de
obra.
En el caso de los EEUU, los tres factores estaban en su punto más álgido en la década 'hi-tech' de
los 1990, pero en la década del 2000, la contribución de la inversión de capital y de la mano de obra
empleada cayeron y desde la Gran Recesión y la subsiguiente Largo Depresión, los tres factores
han disminuido.
¿Por qué la inversión en nuevas tecnologías es tan débil y por lo tanto incapaz de restaurar el
crecimiento de la productividad? La razón principal de la baja inversión en las economías capitalistas
es que los capitalistas no creen que es rentable invertir en nuevas tecnologías para reemplazar a la
mano de obra. De hecho, en el período posterior a la Gran Recesión, en muchas de las principales
economías, como los EEUU, el Reino Unido, Japón y en Europa, las empresas han preferido
mantener su fuerza de trabajo y contratar nuevos trabajadores con contratos más ‘precarios', con
menos derechos no salariales, a tiempo parcial o temporales. Lo que implica tasas oficiales de
desempleo muy bajas, junto con tasas de inversión pequeñas. Así, el crecimiento de la productividad
es débil y en general el crecimiento del PIB real está por debajo de la media.
La tasa mundial de beneficio - la media de las 14 economías principales (beneficios como % de los
activos fijos)
La fuerza de trabajo mundial disponible para ser explotada no está creciendo tan rápido, y aunque
todavía hay reservas de mano de obra en África (por ejemplo, Nigeria, etc.) y en Asia, en las
economías capitalistas desarrolladas la fuerza de trabajo seguirá reduciéndose. Pero el crecimiento
de la productividad a través de una mayor inversión en tecnología no puede compensar si la
rentabilidad sigue decreciendo tendencialmente.
Michael Roberts
es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City
londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.