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Gwendolyn Heasley

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Gwendolyn Heasley

Agradecimientos

Moderadora: Pimienta
Traductoras:
Gaby828 Rihano Flochi

Vannia Selene Vettina

Susanauribe Kathesweet Pimienta


*ƸӜƷYosbeƸӜƷ*
Cami.Pineda Dark&Rose
Flor_debelikov99
LizC PokerF ♠

Bautiston Sheilita Belikov

Staff de Corrección:
Pimienta Majo2340 Emii_Gregori

V!an* _Nathy_ Curitiba

Mishy Dark&rose

Revisión y Recopilación: Diseño:


Pimienta Vannia

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Gwendolyn Heasley

Índice

Sinopsis 5
Capítulo 1 6
Capítulo 2 19
Capítulo 3 26
Capítulo 4 39
Capítulo 5 59
Capítulo 6 74
Capítulo 7 94
Capítulo 8 107
Capítulo 9 118
Capítulo 10 126
Capítulo 11 144
Capítulo 12 156
Capítulo 13 172
Capítulo 14 181
Capítulo 15 200
Capítulo 16 214
Capítulo 17 225
Sobre la autora 236

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Gwendolyn Heasley

Sinopsis

La lujosa vida en Manhattan de Corrinne Corcoran está perfectamente en el


buen camino, hasta que su padre anuncia que ha sido despedido y que la
enviará a Broken Spoke, Texas, a vivir con sus abuelos. Absolutamente sola en
una escuela pública grande y obligada a tomar el trabajo de recoger con una
pala el estiércol, Corrinne está decidida a volver a la vida glamorosa en la que
se supone debería estar. Pero a medida que se ajusta a regañadientes,
haciendo nuevos amigos y encontrando el romance en el camino esta chica
de ciudad empieza a darse cuenta de que la vida sin tarjetas de crédito y
salidas de compras puede no ser tan mala como parece...

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 1
Reunión Familiar

Traducido por gaby828 y Vannia

Corregido por Pimienta

M
i iPhone suena con una cancioncilla.

Ella tiene diamantes en la suela de sus zapatos1.

La vendedora de Barneys, vestida con un horrible


vestido verde aguacate, me da una mirada de disgusto. Quizás no le
gusta la música de Paul Simón. Estúpida, es un clásico, y no tengo que
cambiar mi tono de llamada cada vez que Lady Gaga cambie de disfraz.
¿Alguna vez has estado en una fiesta donde todos tengan el mismo tono
de llamada? Es patético, es casi tan malo como que dos chicas tengan
el mismo perfume.

Desde la distancia, estoy segura de que la señorita aguacate está


rodando los ojos: ¿Quizás es una de esas personas que no son
partidarias de usar teléfonos móviles en público? Por favor, ¿no se
inventaron para eso? ¿Para hacernos móviles? Y mire a su alrededor
señorita empleada de Barney, yo soy la única cliente en el piso tres, el
departamento de colección de diseñador. Parece que la disminución de
chismes ha espantado a todos de aquí.

Ella me sigue mirando, y yo sé que no es a mi ropa: estoy usando un


vestido blanco de verano de Alice y Olivia, tacones rosados de Jimmy
1
Canción: http://www.youtube.com/watch?v=4whCo_X_vFk

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Gwendolyn Heasley

Choo, con mi cabello marrón pardo peinado hacia atrás. Y ella es la


misma dependienta a la que le pedí el par de vaqueros Hudson hace
más de veinte minutos. Probablemente me está ignorando porque soy
una adolescente. Odio la discriminación de edad, pero me sigo negando
a comprar en la sección Juvenil. Primero, soy talla cinco en juvenil y
sólo talla cuatro en la de mujer. Segundo, la mayor parte de la ropa
juvenil es barata, podré tener sólo dieciséis pero soy dueña de una
tarjeta de crédito.

Eso debería contar para algo. La dependienta sigue mirándome como si


fuera su nuevo pasatiempo, así que finalmente silencio el teléfono. De
todas maneras es mi madre, y no quiero hablar con ella.

No quiero hablar con nadie. Compro sola. Claro, ocasionalmente


almuerzo con mis amigas en Fred, el restaurante de Barney. Soy
sociable y hago uno o dos circuitos de cortesía después por la tienda,
pero no iré a los probadores (mejor conocida como power shop) con
ellas. Se mueven muy lentamente o se quejan por manchas amarillas en
el ojal del primer vestido de Milly. Y ahora mismo, estoy haciendo
compras para mi primer año en un internado. Es serio. No hay Barneys
en el medio de Connecticut, y las compras online siempre deben ser el
último recurso. Y por supuesto no hago paseos en un principio.

Cuando “diamantes en la suela de sus zapatos” suena una vez más, lo


silencio. Me refiero a que, ¿en serio mamá? Acabamos de pasar las dos
primeras semanas de agosto en Nantucket, y tengo menos de tres
semanas antes de lo necesario para salir a Kent, mi nuevo internado. Ni
siquiera he preparado mi ropa de cama y cortinas porque nos han dicho
a mi y Waverly, mi mejor amiga, que se nos permite tener compañeros
de cuarto. Ya que nunca había compartido un cuarto, traté de pedirles
(indirectamente) un cuarto privado mintiendo y diciendo que tenía
serios problemas con los ronquidos. Sin embargo, el decano de
estudiantes dijo que todos los compañeros tienen que resolver las
diferencias y la mía sólo tendrá que usar tapones para los oídos o voy a
tener que usar una de esas tiras de la nariz. Desde que lo del cuarto
privado no va a suceder, la litera con Waverly es una mejor opción que
intercambiarnos con estudiantes extranjeros que no se duchan todos
los días.

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Me trasladé a los accesorios, un modelo de colores en un pequeño


espejo. Después de tratar de recordar si tengo Ray-Ban tortoiseshell2 o
si sólo tengo las blancas, negras y rosas neón, decidí comprar las
tortoiseleshell sólo por si acaso.

Debo buscar también en la ronda de gafas Jackie-O, porque escuche


que están renaciendo.

¡Bing! rebota desde el interior de mi bolso de neón azul de Marc Jacobs.

Un mensaje de texto de “Ella” así es como la puse en mi teléfono.


Divertido, ¿verdad?

Ella: reunión familiar, 7pm, llega a casa.

Son las seis, y se supone que debo estar a las 7:30 comiendo sushi con
las chicas en el restaurante TUPB (trae tu propia botella)3. El hermano
mayor de mi amiga Sarita nos enseñó a frecuentar TUPN, entonces no
nos arrebatarán nuestras identificaciones falsas, porque cuando traes
tu propio alcohol, los restaurantes ni siquiera las requieren. Supongo
que tendré que estar tarde para la cena con mis amigas ya que tengo
que pasarme por casa. Le respondo.

Corrine: Bien. Reunión nanosegundos mas tarde. Tengo planes.

Traigo mis compras: "dos pares de jeans Notify, las Ray-Ban


tortoiseshell —¿por qué no?— y los zapatos planos naranja Tory Burch"
al mostrador donde la pequeña señorita vendedora amargada está
sentada.

—Me gustarían los Hudson que pedí —trato gentilmente de recordarle


como hacer su trabajo.

La vendedora resopla al ir a buscar mis pantalones. Antes de que ella


empaque todas mis cosas en las bolsas blancas y negras con logo de
Barneys, decido que definitivamente me voy en taxi. ¡Esas bolsas lucen
pesadas! Y agosto en Nueva York es muy caluroso para usar el metro. A
pesar de que podría usar las escaleras del metro como ejercicio ya que
no voy para el gimnasio hoy, simplemente no puedo soportar la idea de
decender con una multitud húmeda y calurosa. Y sobre todo no en un

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Tortoiseshell: material, hecho principalmente de la concha de la tortuga carey.
3
BYOB: (bring your own bottle)

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día laborable: hay demasiadas abejas trabajadoras llenas de sudor en


trajes de mal gusto baratos.

Después de conseguir un taxi, le mando un mensaje a Waverly para


decirle que podría llegar tarde.

Waverly: No llegs dmasiado tarde, podriamos bebernos todo el vino. Y


nunca es divertido star sobria.

Quiero llamar a Waverly y decirle que mejor me dejen vino para cuando
llegue, pero el taxista abre la radio. Todo lo que escucho es “despidos
esto, despidos lo otro, otro esquema piramidal.” Asqueroso, estoy
enferma de todas las noticias de mala economía, y ni siquiera tiene
sentido. Nuestro profesor de matemáticas el señor DeBord trato de
explicarnos el año pasado cuando las cosas se pusieron realmente mal:
algo sobre no pagar, hipotecas, vendedores al descubierto.
Definitivamente no lo entendí. Pero oye, ni siquiera entiendo álgebra.
¿Letras por números, en serio? Podríamos también aprender a leer
jeroglíficos. En Kent, voy a necesitar un tutor de matemáticas si voy a
entrar en Ivy porque ahí los chicos no son sólo lindos sino también
inteligentes y ricos.

Cuando la recesión comenzó el año pasado, los padres de algunos niños


tuvieron que salir de la escuela, pero es difícil decir quién se fue por
fiascos de dinero y que se fue por otros motivos, como la rehabilitación
y el divorcio. Gracias a Dios que mi padre lo hizo a través de todos los
despidos, e incluso todavía tiene su bonus. Tenía miedo de que fuera a
tener una Navidad pobre como Tiny Tim tenía en Un Cuento de
Navidad, pero todo lo que pedí, las cuatro páginas (interlineado
sencillo), estaba situado justo debajo del coche.

El taxista se detiene en mi edificio en la calle Morton y la autopista del


West Side. Me obligo a salir de la cabina, murmurando para abrir la
puerta, y correr hasta el mostrador de recepción de mármol.

—Rudy, favor, please. Sostén una de estas por mí —digo, y extiendo


una bolsa de Barneys.

Rudy, nuestro portero caliente de 6.6 pies4 y modelo, toma el paquete


de mis manos y lo coloca detrás de la mesa. Siempre dejo una bolsa en

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6’6”: 1 Metro con 82 centímetros.

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la planta baja con Rudy para que mis padres no sepan cuándo voy de
compras. Entonces puedo recuperarlo cuando sé que mis padres no
están cerca. De esta manera, sólo se enojan conmigo una vez al mes
cuando la tarjeta de crédito llega cada vez que hago una compra de las
grandes. Mi mamá dice que mi compra está “FDC” que es una
abreviatura para Fuera De Control, mi papá dice que, tal vez voy a estar
de moda, y es una inversión. Ellos discuten sobre eso. En realidad,
discuten mucho sobre mí. Sí, he recibido unos pocos castigos y con
huelgas de brazos caídos con mis padres para que aprendieran a filtrar
mis comentarios, pero en comparación con los adolescentes que
conozco, soy prácticamente una niña prodigio. No tengo ficha policial en
el poste como la chica de la escuela que fue arrestada por fumar
marihuana en un club. Algo bueno puesto que las fichas policiales, por
lo general, encuentran el ángulo más desfavorable e incluso las
celebridades tienen aspecto de personas sin hogar.

Le doy un codazo a Rudy —Gracias Rudy, tienes total publicidad con


mis padres —digo y me dirijo a los ascensores.

Rudy es impresionante, él guarda todos mis secretos, como el hecho de


que yo vengo justo antes del toque de queda, y me aseguro de que mis
padres sepan que estoy en casa, espero a que vuelvan a dormirse, y
luego me voy de nuevo. Y después fue cuando vine borracha y tire las
llaves por el ducto de basura con la caja de la pizza de madrugada.
Rudy incluso rebuscó para mí. Si no fuera un portero, totalmente me
casaría con él. Un portero en Waverly seria un canalla con ella para
obtener su propina en navidad, así que sé cuan afortunada soy.

Al salir del ascensor en el piso trece, huelo pollo. No he comido en todo


el día porque estoy tratando de hacerme vegetariana y quitarme algo de
peso para volver a la escuela. Pero aún así, huele divino, y mataría por
un pedazo. Me impresiona encontrar que el aroma viene de mi propia
cocina, donde mi madre, JJ Corcoran, está encima de un fogón. Lleva
un delantal nada glamoroso que dice “besa a la cocinera” con una
marca de lápiz labial gigante por encima de su ropa perfectamente
acomodada, un vestido negro de Diane Von Furstenberg con una falda y
una larga cadena de perlas. La combinación de colores negro y blanco
destaca su cabellera rubia natural miel. Me da rabia ver el vestido
porque lo había elegido en una excursión de compras rara con mi
madre, pero la tienda sólo tenía en su tamaño: una talla dos. Ella me
dijo que tendrían uno de mi talla, pero yo no podía soportar la idea

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Gwendolyn Heasley

deprimente de ser una JJ- Junior. Ser más gorda que tu madre es un
problema común para las chicas en mi escuela. Y peor aún, mi madre le
dijo a mi peluquera que no podía ponerme reflejos rubios hasta que
estuviera en la universidad. —Tú tienes un cabello hermoso color
marrón, Corrinne, me lo agradecerás algún día —dijo. Así que soy más
gorda que mi madre y morena. Me imagino que voy a pasar una gran
parte de mi vida adulta en un sofá discutiendo estas dos injusticias con
mi psiquiatra.

—Corrinne, ¿algo anda mal con tu teléfono de nuevo? ¿Por qué no


respondiste cuando llame dos veces? Ya sabes que no me gusta enviar
mensajes de texto —dice mi madre mientras ella agita el pollo lleno de
vino tinto. Se detiene a tomar un sorbo de un vaso muy lleno de vino
blanco.

—¿Por qué estás cocinando, mamá? Y ¿De dónde sacaste ese delantal?
¿María está bien? —pregunto, mirando alrededor buscando a nuestra
ama de llaves mexicana de cincuenta y tantos, que siempre está en el
apartamento hasta por lo menos ocho de la noche. Ha trabajado para
nuestra familia desde hace años y ayuda a mantener nuestras vidas
fuera de la locura.

—María está muy bien. Tomó un tren de regreso a Coney Island esta
tarde .Y he cocinado antes, Corrinne. Pero no en mucho tiempo.
Además, pensé que sería bueno tener un poco de comida real para
nuestro encuentro.

—Lo que sea, tengo una cita para cenar a las siete y media, así que
vamos a hacerlo rápido.

—Corrinne, esto es importante. Tu padre esta en casa, bueno, está en


casa temprano para ello —dice mi madre, y vuelve a la cocina.

Esto debe ser una gran cosa porque mi padre y yo por lo general sólo
intercambiamos miradas sábados por la mañana.

—Corrinne, una cosa más: Pon la mesa.

Le dirijo a mi madre una mirada como si ella no hubiera tomado sus


medicamentos. Sí, tenemos una mesa en la cocina. Y una mesa en el
comedor. Pero no las usamos, y no comemos en ellas. Mi mamá saca

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Gwendolyn Heasley

zanahorias del refrigerador. Yo pido comida en Miso Soup5 y me siento


en la barra con mi ordenador. Y mi hermano menor, Tripp, utiliza un
extremo de la mesa para comer la comida grasosa que haya quedado de
la cena mientras observa la horrible televisión. Eso es lo que hacemos, y
funciona.

Pero el rostro de mi madre se ve apremiante de una manera que nunca


antes había visto, así que saco cuatro platos, cubiertos, y tres copas de
vino: con suerte, mis padres me darán al menos un poco de vino por
hacer las tareas.

—Gracias, Corrine —dice mi madre, quitándose el cabello de la cara—.


Ve por tu hermano, por favor —añade.

Camino hacia el pasillo.

—Tripp —digo mientras me acerco a su puerta. No responde, así que


toco quedamente. Tripp tiene doce años, y desde que un día me
encontré un poster de Miley Cyrus en su escritorio, ya no entro a su
habitación.

Cuarenta y tres kilos de pelo rubio y ojos azules dan un salto fuera de
la habitación.

—¿Sabes algo sobre esta reunión? —pregunta. Levanta sus cejas, sus
ojos azules brillan un poco (¿por qué los míos son marrones?), y me
enfada una vez más que él nunca me dejara meterlo a un concurso de
modelos. Podría haber hecho mucho dinero. Él es lindo del tipo de
cualquier adolescente de Disney.

—No, es raro. ¿Quién tiene reuniones familiares? —digo—. Espero que


ellos no vayan a divorciarse o a tener un bebé —Ya es bastante malo
tener que compartir todo con Tripp; no me siento con ganas de recibir
mi herencia dividida en tres.

Los ojos de Tripp se abren de par en par y su boca se deja caer. Parece
como si solamente tuviera ocho años. —¿Crees que tendrán un bebé? —
dice Tripp lentamente.

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Miso Soup: restaurante japonés

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Me siento algo mal porque Tripp es definitivamente el bebé y el favorito,


así que esto lo mataría. —Claro que no, ¿por qué tendrían otro después
de lo que pasó contigo? Es un experimento que va realmente mal

—Qué malvada, Corrinne —Tripp saca la lengua y me empuja a un


lado—. ¿Quieres escuchar sobre mi juego de ajedrez?

—No —Sacudo la cabeza—. Y en cinco años, vas a desear haber


escogido un pasatiempo más cool que el ajedrez. A las chicas realmente
no les gustan los tipos que pasan todo su tiempo jugando con figuritas.

Tripp entrecierra sus ojos hacia mí. —No son figuritas; son reyes,
reinas, caballos, alfiles, torres, y peones. Y no escucho consejos
amorosos de alguien que va a la secundaria y ni siquiera tiene novio.

Caminando derecho hacia el comedor, no volteo a ver a Tripp ni me


tomo la molestia de explicarle que el estar soltera es una elección
personal. ¿Por qué habría de conseguir un novio antes del colegio? Eso
arruinaría totalmente mis posibilidades con estudiantes de último
curso, que tienen coches y músculos, a deferencia de mis compañeros
actuales.

Tripp y yo nos acercamos a la mesa al mismo tiempo que mis padres.


Es incomodo porque ninguno sabe dónde sentarse. Simplemente nos
quedamos ahí de pie esperando a que alguien haga algún movimiento a
pesar de que eso no importa realmente ya que es una gran mesa
circular. Finalmente, Tripp se sienta, yo me siento junto a él, y mamá y
papá después.

Nos servimos la comida de la bandeja giratoria en el centro de la mesa


que antes no había sido utilizada. A pesar de que he visto escenas
familiares como esta en la televisión, se siente extrañamente íntimo en
la vida real. Todos esos anuncios de servicio público sobre comer con
tus hijos y de cómo esto les hace bien. No es cierto. Sólo es realmente
incomodo. Y mi copa está llena con agua. Genial. Si llego tarde a la cena
con mis amigas porque mis padres quieren fingir que somos una de
esas familias de televisión que se sientan en torno a la mesa y se
preguntan cómo estuvo su día, me voy a fastidiar.

—¿Y cuál es el gran anuncio? —implora Tripp—. ¿Un perrito?

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Gwendolyn Heasley

—¿Cuántos años tienes? —pregunto—. Hazme un favor, no le digas a la


gente que estamos relacionados. —Si hubiera dicho algo en mi orden de
nacimiento, habría elegido a un hermano mayor con amigos ardientes.
Pero ya que no fui consultada, quedé atrapada con Tripp.

—Corrinne, usa tu filtro —dice mi mamá. Esta es una frase común en


nuestra casa. Aparentemente, mis padres no son conscientes de toda la
libertad de la oferta del habla.

Papá interrumpe: —Niños, esto no es fácil, pero tenemos en camino


grades cambios para el futuro.

—¡Un bebé no! —grita Tripp.

—No es un bebé —responde mamá, y casi sonríe.

—La semana pasada el banco hizo su última ronda de despidos —


comienza papá.

De pronto me doy cuenta de que mi padre tiene cincuenta y tantos,


quien es diez años más grande que mi madre, se ve diez años mayor
que la última vez que lo vi. Su pelo moteado de gris no parece clásico,
simplemente se ve gris de la forma en que se ven los mayores. Hago una
nota mental de decirle a mi madre que su estilista Ricardo debe
solucionar esto. Y el traje de papá está arrugado. Espero que no esté
enfermo.

—Así que vamos a tener que hacer algunos cambios… —mi mamá se
interrumpe mientras empuja el pollo en su plato.

Mis padres simplemente me miran y parecen estar esperando a que yo


responda. Debí haberme perdido algo durante todos esos pensamientos
sobre cabello gris.

—Perdón, chicos, estoy demasiado desconcertada. ¿Podemos rebobinar?


—digo, revisando mi reloj.

—Cariño, dije que me despidieron, y perdimos una parte significativa de


los ahorros por una mala inversión, una situación del tipo Madoff —dice
mi papá.

—¿Qué? ¿Quién es Madoff? —pregunto. Esto se está volviendo más la


Dimensión Desconocida a cada segundo.

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Gwendolyn Heasley

—¿Para qué he estado pagando tu matricula escolar? —Mi mamá baja


su tenedor, se agarra la cabeza, y mira a la mesa.

—Madoff es un hombre que dijo haber invertido dinero cuando no lo


hizo. Sorprendentemente, volvió a suceder —dijo mi papá muy
lentamente como para procesarlo él mismo—. Y nos pasó a nosotros.
Una persona a la que consideraba un gran amigo tenía una empresa
donde invertimos todos nuestros ahorros. Excepto que él en realidad no
invirtió nuestro dinero; lo desfalcó. Hemos perdido casi hasta el último
centavo, incluyendo el dinero por la venta de la casa de campo en
Nantucket que acabábamos de invertir, el dinero que se supone
utilizaríamos para la nueva casa de Nantucket. —Y mi papá traga saliva
profundamente como si acabara de comerse un caramelo macizo entero.

—¿Qué cambios hay para nosotros? —pregunta Tripp antes de levantar


una pierna de pollo e ingerirla casi entera. Es un cavernícola, pero uno
pequeño como Bam-Bam de Los Picapiedras. Por supuesto, él tiene un
gran metabolismo, también.

—Por suerte, uno de los antiguos socios de su abuelo se enteró de mi


situación laboral en Dubai, eso está en el Medio Oriente, y nos ayudará
a obtener ingresos de nuevo, pero no será una paga como la de mi
trabajo anterior. Tendremos que hacer muchos sacrificios. La primera
cosa es que necesitamos vender el apartamento —dice papá.

Mamá se estira y pone su mano sobre el hombro de mi papá.

Ella abre la boca, hace una pausa, y comienza de nuevo. —Niños,


necesitamos ahorrar dinero siempre que podamos para cubrir nuestros
fondos. Lo siento, Corrinne, pero no vas a ir a Kent en el otoño, y
nosotros tres… —mi mamá se interrumpe de nuevo. Tomando una
profunda respiración, continúa—: Los tres vamos a ir a Broken Spoke
para mudarnos con mis padres. Hacemos esto porque no podemos
darnos el lujo de vivir en un apartamento en la ciudad de Nueva York
en general. Es demasiado caro. Además, debemos mucho dinero para la
construcción de la nueva casa en Nantucket. Tenemos que tratar de
vender el apartamento rápidamente para cubrir estas deudas. Y
tendremos suerte si no nos declaramos en banca rota.

Con esto, estoy bastante segura de que me dio asma. No puedo respirar.
¡¡¡No voy a ir a KENT!!! ¿Cómo puede ser esto? Si éramos compañeras
de cuarto, Waverly y yo habíamos decidido que haríamos el coral y el

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Gwendolyn Heasley

turquesa nuestra paleta de colores. (El fucsia y el lima son exagerados.)


Smith Cunnington, el ardiente chico de último curso en Kent, ya me
había hecho la solicitud de amistad en Facebook, y la entrenadora de
equitación me dijo que yo era material para el equipo universitario
después de que me vio montar a Sweetbread en mi última competición.

—Es una recesión, niños —dice mi papá—. Vamos a superarlo, pero nos
tomará tiempo. Tengo suerte de conseguir otro trabajo. El desempleo
supera el trece por ciento.

Tripp juega con su comida un momento y luego sonríe. —No te


preocupes papá. Texas estará bien. Lo extrañaré, pero definitivamente
estoy emocionado de conseguir unas botas de vaquero.

Espera, ¿botas de vaquero? ¿Por qué estamos hablando del calzado


apropiado para Texas? ¡Santa Holly Golightly!6 No sólo no voy a ir a
Kent, sino que también me voy a mudar a Texas. Esto debe ser una
broma del día de los inocentes, excepto que estamos en agosto y mis
padres no son graciosos. ¿Y Tripp está emocionado? ¿Por qué no puede
ser un niño normal como todos los demás y hacer berrinches en el
momento apropiado?

—Tripp, tú ni siquiera has estado en Texas —argumento—. Y apenas


conocemos a tus padres, mamá. Es tan enredado que ni siquiera se nos
permite hablar con alguien en el metro, y de pronto todo está bien para
vivir con unos casi extraños en medio de la nada.

De hecho, hemos visto a los padres de mamá sólo en tres ocasiones, y


cada vez que ellos nos visitaron en Nueva York. En cada viaje, mi mamá
se volvió loca tratando de convencer a sus padres de que no querían
hacer el recorrido del autobús turístico de dos piso otra vez ni comer en
el Olive Garden en Times Square otra vez. La abuela y el abuelo son
lindos y todo, pero el único caso en que veo las palabras Broken Spoke
es cuando escribo las cartas de agradecimiento por la mermelada
casera de zarzamoras de la abuela.

Mamá recoge su tenedor, sigue comiendo, y lo vuelve a bajar de nuevo.


—Bueno, esto les dará una oportunidad de conocerlos y el pueblo en el
que crecí —dice ella.

6
Santa Holly Golightly: personaje ficticio. Es una mujer glamurosa protagonista de
la novela Breakfast at Tiffany's

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Gwendolyn Heasley

¿El pueblo donde creció? Las palabras Broken Spoke nunca pasaron
por los labios con colágeno de mi madre. Cuando la gente le pregunta a
mi mamá de dónde es, ella dice “De la región de Dallas”. Sé por el
aburrimiento de la clase de geografía que Broken Spoke está sólo en la
región de Dallas si zona es de 175 millas de ancho y se extiende hacia
Bumble Fricking Nowhere.

Mamá toma el resto de su vino y pone suavemente su mano sobre la de


mi papá.

—Y niños, una cosa más: la escuela comienza en dos semanas en


Texas, así que necesitamos comenzar a empacar —agrega ella.

—OMG. Más vale que sea una broma. No tuve un tutor para el examen
de admisión para conseguir entrar en el mejor colegio y luego terminar
en una escuela pueblerina en Texas. Por favor no me digan que es una
escuela pública. Y ¿qué hay con Sweetbread? ¿Texas no va a ser
caluroso para ella? Ella está acostumbrada el clima de Connecticut. Voy
a hacer una cuenta regresiva desde el diez, y antes de que llegue al uno
ustedes me dirán que esto es una broma.

Empujo mi silla hacia atrás, y hace un fuerte sonido chirriante. Tripp se


tapa los oídos.

—Diez… nueve… ocho… siete… seis… cinco… cuatro… tres… dos… —


cuento, luego hago una larga pausa. Los rostros de mis padres no han
cambiado excepto que ahora me ven con sus cejas levantadas y ojos
cansados. Ni siquiera me molesto diciendo “uno”. Esto no es una
broma. Es una pesadilla.

—Corrinne, Sweetbread se va a quedar en el club de equitación de


Connecticut. Les llamé. Fueron lo suficientemente ambles con nosotros
para llegar a un acuerdo y no vamos a tener que venderla —dice papá—
. Trabajamos mucho para dejarte tenerla.

—No es que haya un buen mercado para razas puras de precio alto de
todas formas —dice mi mamá en voz baja pero lo suficientemente fuerte
que puedo escucharlo.

—Sweetbread es un caballo Trakehner, mamá. Son de una raza pura


rara, no es como si realmente hayas puesto atención a mi caballo. Me

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Gwendolyn Heasley

voy de aquí. Esperen, ¿alguna otra mala noticia, nadie? ¿Mañana es el


fin del mundo? En realidad, eso será una buena noticia justo ahora.

Dejando mi comida sin tocar, me voy rabiando a mi habitación y mando


un mensaje a Waverly.

Corrinne: SOS. Voy contigo. No te tomes todo el vino. Lo necesito como


inspiración para averiguar cómo salvar mi vida.

Afuera del apartamento, me debato temporalmente sobre tomar el metro


ya que aparentemente casi estamos en bancarrota, pero no tengo la
energía. Le hago la parada a un taxi, entro, apoyo mi cabeza contra la
ventana, y lloro.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 2
Sweetbread nacional

Traducido por Susanauribe

Corregido por V!an*

E
n vez de construir un plan de algún modo seguir asistiendo a
Kent, ahogué mis penas con vino y sollocé en la mesa. Y en
los días siguientes, no me había acercado más a un plan de
construcción. Entonces ahora, dos días antes del día de la
condena “mudarse a Texas” y había decidido lanzar una última
desesperada súplica. Si en verdad iba a ir a Texas, Sweetbread viene
conmigo. Caminé en la sala determinada a convencer a mis padres de
esto.

—Papá —comencé—, te he visto hacer negocios, y sé que algunas veces


en ellos tienes que sacar la carta de ultimátum. Así que aquí esta: no
voy a Texas sin Sweetbread.

Mis padres intercambiaron rápidas miradas entre ellos y luego me


miraron con su rostro de “esto no es discutible”. —Corrinne —comenzó
mi padre—, deberías tratar de ser más agradecida.

¿Agradecida por qué? ¿Mi miseria? Pero me guardé esos pensamientos


para mí. El que habla mucho en las discusiones siempre pierde. O al
menos pensaba que esa era la regla.

—Podría ser mucho peor, Corrinne —dice mi madre mientras palmea mi


espalda—. No tienes que vender a Sweetbrad. Al menos de momento.

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Gwendolyn Heasley

Y luego lo perdí: comencé a berrear. Ni siquiera podía hablar, mucha


menos negociar. Si pudiera hablar, les diría que vendería a Tripp en el
mercado negro antes de que siquiera considerara vender a Sweetbread.
Mi única preocupación era que no hubiera un buen mercado para
pequeños hermanos inútiles. De acuerdo con las noticias no había un
buen mercado para nada ahora.

—Deberías decirle adiós mañana —dice mi madre, envolviendo sus


brazos a mí alrededor. No la abracé de vuelta—. Te sentirás mejor
cuando hables con Sweetbread. Y la verás pronto de nuevo, Corrinne.
Los malos momentos no duran para siempre.

—¿Cuando terminarán exactamente? —digo ahogadamente entre


sollozos.

Mi madre no me responde, así que me retiro de nuevo a mi habitación,


derrotada, y me dejo caer en mi cama. Cerrando mis ojos, me imagino
escapando con Sweetbread, galopando fuera del granero y solo
marchándonos. Y usaría algo realmente lindo cuando lo hiciera.
Seguiríamos cabalgando hasta que de algún modo bajáramos atrás la
pesadilla. Desafortunadamente, Connecticut y sus áreas colindantes no
tenían buenos lugares para que una adolescente y su caballo se
escondieran. Los policías estarían encima de nosotros antes de que
llegáramos al Parque Merritt.

Acurrucándome en forma de bola, apreté mi foto enmarcada en oro y


plata de Sweetbread, el que tenía una inscripción El Mejor Amigo de una
chica (Después de los Diamantes, por Supuesto), y me quedé dormida.

A mañana siguiente, el coche me esperaba frente al edificio. Salté


dentro, y nos dirigimos hacia la zona residencial para recoger a Waverly.
Ella estuvo de acuerdo en venir conmigo para visitar a Sweetbread y el
Club de equitación Abeto Azul para decirle adiós. Estaba sorprendida de
que hubiera estado de acuerdo porque ella llama a todos los caballos
bestias mugrientas y desea que se extingan como los dinosaurios.

Acercándome a la casa de ciudad de los Waverly, la veo esperando en la


parada. Salta dentro, y comenzamos a conducir fuera de Connecticut.

—No puedo creer que esté yendo a un granero. Lo único que odio más
que a los animales son las casas de los animales —dice Waverly—.

20
Gwendolyn Heasley

Recuerdas que pienso que el único buen uso para los animales es
abrigos, ¿cierto?

Por supuesto que sé esto. Waverly desprecia a los animales tanto que
una vez incluso instó en la cartelera cooperativa de su edificio que
prohibieran todas las mascotas. Es una casa, no un zoológico era una
frase del comienzo.

—Suenas como Cruella de Vil —digo.

Los ojos de Waverly se iluminan mientras se mira en el retrovisor. —


¿En serio? —dice—. Eso es genial. Siempre he admirado su sentido del
estilo.

Me reí un poco, pero luego recordé que esto no era solamente Waverly y
yo dando un paseo. Este era un viaje para decirle adiós a mi Sweetbrad,
la cual había conocido desde que era una pequeña potra. Es
prácticamente mi propia hija. Debería marcar a PETA con esto:
¿algunos activitistas podrían al menos considera salpicar a mis padres
con sangre?

Tal vez Waverly notó mi tristeza porque dijo: —Estoy feliz de venir
contigo al granero. Soy prácticamente la madrina de Sweetbrad ya que
eres mi mejor amiga. Aunque soy como una rica, hermosa y distante
madrina ya que no puedo soportar a los animales, pero sigue siendo mi
ahijada.

—Gracias, Waverly —digo, y aprieto su mano—. Significa mucho para


mí incluso si es un halago de doble sentido.

Waverly aprieta mi mano de vuelta. —Sólo una cosa, Corrinne —dice y


luego se detiene—. No te importa si no voy a los establos, ¿verdad? No
estoy buscando que estiércol sea mi nueva esencia.

Ruedo mis ojos y muevo la mano en señal “de acuerdo”.

21
Gwendolyn Heasley

Después de aparcar en los establos, salgo, y fiel a su palabra, Waverly


se queda en el coche con el chofer.

Mientras estoy caminando, Waverly grita por la ventana tintada: —Dale


a Sweetbread un beso de mi parte. Dile que esta separación no durará
mucho. El amor es más fuerte que una recesión. O al menos es lo que el
Dr. Phil dijo ayer.

Waverly tiene sus momentos. En verdad voy a extrañarla.

Entrando al granero, pienso sobre cuántas veces he hecho esta misma


rutina. El olor del heno, los caballos, e incluso el estiércol aumentando
mis sentidos, y comienzo a respirar pesadamente. No es mi
personalidad animarme sobre las actividades extracurriculares. Aquí va
un secreto: no estoy en verdad interesada en Asuntos Globales o La
Comercialización de la Moda Étnica, pero lo hago por las aplicaciones a
la universidad. Le temo a las reuniones, y dormiría en algunas de ellas
si fuera apropiado llevar gafas de sol dentro. Pero no monto porque sea
un refuerzo; monto porque lo amo. Y Sweetbread, bueno, ella ha sido
más leal que cualquier otro amigo, incluyendo Waverly, que se perdió
mi cumpleaños número catorce para atender una fiesta temática de
mafiosos y coristas con algún idiota.

Moviéndome lentamente hacia el establo de Sweetbread, caigo en la


cuenta. Necesitaba recordar todo esto: este es mi lugar feliz, dónde iré
en mi cabeza cuando esté en Texas. Y demonios, añadiría a ese ardiente
chico, Edward, de los libros de vampiros. Este es mi lugar feliz, después
de todo.

Con dedos temblorosos, descorrí el pestillo del establo y entré.


Sweetbread rechina cuando me ve. Lo sabe; siente mi tristeza. Los
animales son así de inteligentes. Saco un cepillo del kit de
acicalamiento. Normalmente, no cepillo a Sweetbread ya que estoy muy
ocupada con la escuela. Una de las manos del establo lo hace por mí.
Pero ahora parece correcto porque quiero sentirme tan cerca como sea
posible de Sweetbread, incluso si eso significa jugar a la esteticista
equina.

Mientras cepillo el cabello de miel de Sweetbread contra el abrigo


chocolate, pienso sobre todo el tiempo y las veces que hemos montando
juntas. Adiestramiento, en lo que yo competía, es básicamente ballet
equino y es una forma de arte que ha sido practicada desde el

22
Gwendolyn Heasley

renacimiento. Después de cinco años trabajando juntas, Sweetbread y


yo nos volvimos mejores con cada competición. Acabamos de conseguir
nuestro primer nueve (incluso un puntaje de seis es considerado
bueno), y pasamos al tercer nivel. Y ahora, me estoy yendo.

Mientras cepillo, suavemente le doy pistas a Sweetbread.

—Todos en el establo van a cuidar de ti. No te preocupes, porque


resolveré esto. Piénsalo, como, unas mini vacaciones de mí, pero unas
queda vacaciones para ti, ya que no vas a ningún lado.

También le dije que no estuviera celosa por ir a Broken Spoke. “Viajar


mas editores de ocio” no estarían escribiendo una noticia de allí a
menos que fuera el último lugar que quedara después del Apocalipsis.

Y cuando le decía estas cosas, noté que sonaba igual que cuando mis
padres habían tratado de tranquilizarme. Había falsedad e
incertidumbre en mi voz. Por primera vez, me di cuenta de que esto en
verdad está sucediendo y que puede no terminar bien.

Decidí no montar a Sweetbread una última vez. Me temo que iría en


modo de vuelo, comenzaría una persecución lenta, y terminaría en las
noticias de la noche. Y luego todos lo sabrían: Corrinne Corcoran no va
a Kent; se está mudando a Texas sin su caballo. Y ahora se enfrenta a
cargos criminales.

Envolví mis brazos alrededor de Sweetbread. —Sweetbread —susurré—,


te prometo que volveré pronto. Y no buscaré otro caballo en Texas.
Serás la única para mí.

Y lo sería. Incluso si había un milagroso establo que hiciera


adiestramiento en Broken Spoke, lo cual dudaba mucho, nunca lo
intentaría con otro caballo. Entrenar a Sweetbread para que
respondiera a mis sutiles palmadas y encontrar nuestro propio ritmo
especial nos había tomado años. Y soy afortunada; muchas personas
nunca encuentran el caballo adecuado para competir. No hay armonía
equina como para que un adiestramiento concuerde en veintinueve
dimensiones de compatibilidad.

Descanso mi brazo en el pecho de Sweetbread y la siento respirar. Casi


me calma hasta que me doy cuenta que tengo que soltarla.

23
Gwendolyn Heasley

Después de darle un último beso entre los ojos, salgo y no miro hacia
atrás.

Cuando me deslizo de nuevo en el coche de ciudad, Waverly me mira


con ojos grandes.

—Sabes que ese nervioso aspecto no es uno de tus mejores. Medio


pareces como una celebridad de la D-list después de unas de sus
grandes juergas —dice ella, y niega con su cabeza.

Agarrando una botella de agua vacía, juguetonamente golpeo a Waverly


en la cabeza.

—Por favor —bromeo—. Incluso en medio de un desastre nacional como


esta recesión, nunca me veo mal. Mis apariencias son imperturbables.
En verdad, de hecho deberías ser un corresponsal de guerra. De hecho,
podrías considerarlo.

—No es una buena idea —dice Waverly, negando con su cabeza


enfáticamente—. Seríamos mejor para cubrir las noticias de
celebridades de E!, no en noticias reales. No querrías accidentalmente
iniciar una guerra o algo así.

No, no quisiera, pienso. Combatir la recesión es lo suficientemente


agotador.

Y luego Waverly indica al conductor a Serendipity 3, el mejor lugar de


helados en toda New York. Incluso tienen chocolate caliente congelado,
lo cual es de algún modo es posible mediante magia culinaria.

—Las cosas no van a cambiar. Pero si no puedes comer helado ahora,


¿cuándo podrás? Hay tiempos para dietas —dice Waverly, y mantiene
sus manos alzadas en el aire—, y hay tiempos para helado.

24
Gwendolyn Heasley

Con esto, principalmente perdono a Waverly por perderse mi catorceavo


cumpleaños.

25
Gwendolyn Heasley

Capítulo 3
Corrinne ya no estás en la Villa

Traducido por Cami.Pineda y LizC

Corregido por Mishy

E
stamos en la seguridad del aeropuerto JFK. La fila es larga
así que no quiero sacarme los wedges7 e ir descalza. Podría
agarrar algún SARS8 o un hongo. Ellos deberían tener al
menos esas zapatillas de papel que te dan en los lugares
donde hacen las uñas.

—¿Estás seguro que no quieres que pase través de la seguridad contigo,


Tripp? —le pregunta mi madre—. Puedo conseguir un pase.

—No mamá —dice Tripp—, es parte de la aventura

—Eres un buen deportista, chico —dice mi madre, e intento recordar la


última vez que mi madre me dio un cumplido. Creo que era cuando
tenía once años y gané mi primera competición de equitación. Ella
supuestamente solía montar, y tal vez pensó que la equitación nos iba a
unir. Sin embargo nunca lo hizo, y ahora ella rara vez va a mis
competiciones.

—Mamá, tal vez deberías venir con nosotros a través de la seguridad.


¿Acaso no es lo suficientemente feo que tengamos que ir por nuestra

7
Wedges: Tipos de zapato.
8
SARS: Síndrome respiratorio agudo y grave, la infección con el virus del SARS provoca una molestia
respiratoria aguda (dificultad respiratoria intensa) y, algunas veces, la muerte.

26
Gwendolyn Heasley

cuenta? ¿Ahora nos estás dejando en el aeropuerto con totales


desconocidos? —le digo. Miro alrededor y me pregunto si alguno aquí
quisiera un tiquete a cualquier lugar, alias Broken Spoke, porque
estaría encantada de cambiar el mío para ir a cualquier otro sitio.

Y no puedo creer que mi madre me esté dejando el cuidado de Tripp.


¿Acaso no hay profesionales llamadas “nanas” que son las responsables
de cuidar niños?

Mi madre pone sus dedos en su boca como una bibliotecaria:

—Shhh, Corrinne. Sabes que quiero ir con ambos, pero nosotros, y todo
nuestro país, estamos en medio de una crisis económica. Busca en
google “recesión” y aprende algo. Tengo que lidiar con los diseñadores de
interiores, los arquitectos, y los contratistas quienes todos quieren
dinero del trabajo que han puesto en la nueva casa de Nantucket, la
cual no podemos pagar. Y necesito vender el apartamento de New York.
No necesito recordarte lo duro que está ahora el mercado de
apartamentos “la mitad de nuestro edificio está en venta”.

Sí, sí, tal vez ella tenga razón. Desde hace unos meses, en el edificio de
mi apartamento han estado bajando el presupuesto de las flores del
lobby, prácticamente son claveles.

En el edificio incluso cortaron los canales del cable en el gimnasio. No


hay VHI, ¿de verdad? ¿Cómo es posible que alguien corra con CSPAN?

—Está bien, mamá. Bye, bye —le lancé un beso, pero ella se acerca y
me pone una mano en el hombro.

Mi madre me abraza forzadamente, y dice—: Esto tampoco es fácil para


mí. Yo también estoy asustada, cariño.

Su anillo de ocho quilates me ciega por un momento. Me encojo de


hombros y voy por un último intento:

—¿Qué tal vender hielo, mamá? Tal vez así pueda ir a Kent. Aunque
creo que tú y mi papá no valoran mi educación.

Mi madre sólo me mira con sus ojos azul océano índico y da un paso
atrás.

27
Gwendolyn Heasley

—Este anillo representa un sacramento de matrimonio, Corrinne. Y


veinte años de matrimonio. Tu padre ahorró durante dos años para
comprarlo. ¿Qué no te hemos dado tu padre y yo?

—Kent —respondo sin perder ni un aliento—, la vida que se supone que


debo estar viviendo. ¿Sabes que Waverly me dijo que los chicos nos
están llamando nuevos pobres? Esta no es sólo una anécdota de
cocktail para luego reírse. No voy a pasar un año en Paris, mamá, ni
siquiera en rehabilitación. Esas son cosas que podrían cambiar. Voy a
hacer un año de Broken Spoke y voy a alejarme de todos aquellos que
alguna vez conocí. Me va a tomar una eternidad reconstruir mi
reputación.

—¿Qué es una anécdota? —quiere saber Tripp.

—Um —mi madre empieza—. Una anécdota es algo así como una
pequeña historia sobre un intrascendente minuto de tu vida. Y
Corrinne, tienes 16 años. Si acaso recuerdo como era a los 16 años.
Esto eventualmente va a ser sólo una anécdota.

Es fácil para mi madre decirlo. Ella se escapó de un pequeño pueblo a


la cuidad y nunca miró atrás. Yo estoy forzadamente siendo movida de
la cuida, así que todo lo que puedo hacer es mirar atrás.

Mi madre vuelve a besar a Tripp y luego se voltea como una bailarina en


sus tacones, para encararme.

—Cuida a Tripp, Corrinne. Y por favor trata de usar tu filtro. Sé que es


difícil para ti, pero recuerda que hay cosas que dices que deberías
quedarte para ti misma. Así que piensa antes de hablar, especialmente
con tus abuelos —me dice—, y llama al segundo en que leguéis allá —
dice sobre su hombro.

Tripp y yo observamos a mi madre hacerse más y más pequeña


mientras se aleja.

Atónita de que esto realmente está pasando, no puedo sacar las últimas
palabras de mi boca.

Cuando finalmente puedo, ella ya se ha ido, y yo calladamente digo—:


Filtra esto —y levanto mi dedo del medio.

Tripp niega su cabeza hacia mí.

28
Gwendolyn Heasley

—Que inmadura —dice, y pretende que no me conoce mientras


pasamos la seguridad.

Cuando me bajo del avión, mi espalda me está doliendo de mi primer


viaje sentada en clase turista. Creo que debe haber monociclos que son
más cómodos que esos pequeños asientos de poliéster. Estoy
desesperada buscando aire fresco. Pero cuando damos un paso fuera
del reclamo de equipaje de Dallas, me siento más caliente de lo que
alguna vez me he sentido en mi vida. Aún cuando son pasadas las 8
p.m. automáticamente tengo manchas de sudor, demasiadas para vestir
de blanco. Tal vez sude algunos kilos. Esa es una de las cosas buenas
de Texas, y estoy segura que será la única cosa. Hey, si hago una dieta
de hambre y me desmayo, tal vez finalmente mis padres le pongan
cuidado a la gravedad de mi desesperación.

Mi abuela y mi abuelo están sentados en un viejo camión, en ralentí, de


la naval, tras de la puerta de llegada número uno. Mi abuela viste una
blusa de tela vaquera. Mi abuelo usa su sombrero de vaquero. Estoy
feliz de: a) Que los reconozca aún cuando no nos hemos visto muchas
veces. b) Que nadie que conozca esté en Dallas para ver que estoy
relacionada con Billy Bo y Sandy Jean Houston (pronunciado como la
cuidad, no la calle) ¿los abuelos pueden ser adoptados?

Mi abuelo sale para ayudarnos con nuestras maletas.

—Veo que tu equipaje es ligero —bromea mi abuelo mientras arroja en


equipaje etiquetado como SOBREPESO con sorpresiva facilidad, en la
parte de atrás del oxidado camión.

Cruzo mis dedos, esperando que no llueva.

Como si mi abuela pudiera leer mis pensamientos, dice en voz alta: —


No te preocupes cariño, estamos en temporada de sequía. Va a estar
seguro todo allí.

29
Gwendolyn Heasley

—Abuela, debiste haber visto lo que Corrinne quería traer. Ella y mamá
casi tienen una guerra mundial —reporta Tripp.

De alguna manera, logré atravesar todo el vuelo hasta Dallas sin


asesinar a Tripp, pero ahora estoy segura que no podré aguantar un
viaje en coche de 4 horas sin cometer un delito. Hey, la cárcel es una
opción que no había considerado. Y estoy muy segura que ellos tienen
cable y AC9 allá; todo tiene que ser mejor que aquí. Y como Martha
Stewart, Paris Hilton, y Nicole Ritchie nos han enseñado, la cárcel no te
arruina totalmente. De hecho, puede subir tu valor, mantendré esto en
mente en caso de que las cosas se vayan aún más hacia el sur.

—¿Quieres un impulso, Corrinne? —pregunta mi abuelo. Me debió


haber visto parada allí, mirando la cabina del camión y preguntándome
como subirme con mis wedges y vestido sin parpadear como un
paparazzi no-no.

—No abuelo, gracias —le digo mientras maniobro dentro del asiento
trasero. Detrás de mí, Tripp salta como si tuviera resortes.

—Esto es genial abuelo. ¡Nunca, nunca he estado en un camión! —


exclama Tripp mirando alrededor como si hubiera llegado a Marte. Tal
vez esto es Marte.

—Bueno, Billie Jean Segunda, ella es una belleza —dice mi abuelo—,


cien mil millas y maneja como si sólo tuviera la mitad de eso.

Cien mil millas: Manhattan sólo tiene trece mil millas de largo. ¿A
dónde maneja esta gente? Y ¿quién le pone nombre a un camión? A la
única cosa que llamamos automóviles en la cuidad es a “los taxis”.

—Sabes, Corrinne, tu madre lo nombró Billie Jean Primera cuando


tenía más o menos tu edad. Le tomó una eternidad pensar en un
nombre. Y luego un día: puff, estaba inspirada. —En el asiento de
adelante mi abuela cierra sus puños y los abre lentamente mientras
dice “puff” y se sonríe a sí misma.

—Bien, deben estar cansados, ¿por qué no intentan dormir mientras


viajamos? —dice el abuelo antes de encender el motor y entrar en el
tráfico.

9
AC: Aire acondicionado.

30
Gwendolyn Heasley

Gracias a Dios. Estaba preguntándome como iba a llevar una pequeña


conversación durante 4 horas. Cerrando mis ojos, me pellizco para
asegurarme que todo esté pasando y me quedo dormida con el canto de
mi abuelo.

—Y cuando despiertes vas a estar en tu nuevo hogar en ¡Broken Spoke!

Un ronquido de Tripp, como el de Shrek, me saca de mi sueño. El niño


seriamente necesita que le saquen su adenoides, o sino nunca
conseguirá una esposa.

Abro sólo un ojo, ya que no estoy como para charlar. Se ha hecho


totalmente oscuro y estamos viajando por una avenida desértica. Creo
que veo una vaca, pero es difícil de decir ya que vamos a 80 en un
ruidoso camión, y sólo estoy usando un ojo. Sobre el sonido de los
ronquidos de Tripp, oigo el susurro de mi abuela “Jenny Jo” y mis oídos
se reponen. Jenny Jo era el nombre de mi madre antes que se escapara
de Texas y tomara el apodo J.J. Sólo sé esto por haber visto la licencia
de conducción.

Este es un gran momento para escuchar a escondidas ya que mi madre


nunca habla de su época en Broken Spoke, su vida pre-Manhattan. Tal
vez escuché algún jugoso secreto que estuvo largo tiempo guardado y
sea capaz de chantajear a mi madre para que me mande a Kent.

Por suerte, tengo muy buena audición y mis abuelos no son


exactamente expertos usando voz de bibliotecarios.

—No puedes seguir furiosa, Sandy. Eso fue hace 20 años —el abuelo
dice.

—Después de 52 años de matrimonio, aún puedes ser tan idiota de


decirme como me debo sentir —mi abuela le susurra de vuelta.

31
Gwendolyn Heasley

¿Cincuenta y dos años? ¡Wow! Eso es un largo matrimonio. Ni aún


poniendo a todas las parejas de matrimonio juntas, han estado casados
tanto tiempo.

Mis padres han estado casados por veinte años y eso es, como, muy
raro en Manhattan. Pero ¿qué pasó hace veinte años? Ese es el año en
que mis padres se casaron.

—No es sólo lo que pasó hace veinte años. Es lo que pasó durante los
veinte años después de eso. Mandan cheques por los correos, nunca
vienen a visitarnos, y ahora ¿esto? Ella manda lejos a sus hijos y se
queda en la gran ciudad. Te juro que si no fuera por las trece horas de
parto, pensaría que ella no es hija mía —silba mi abuela.

—Shh, Sandy, los nietos están en el coche. Los vas a despertar. Mira
esto como una oportunidad —dice el abuelo. Lo veo poner un brazo
alrededor de ella. Mi abuela acerca y descansa su cabeza en su hombro.

—Es sólo que no sé qué decirle a la gente. No sé qué decir sobre que
esté lejos, y no sé qué decir de su regreso, especialmente no bajo estas
circunstancias —dice mi abuela—, no es como si ella quisiera volver, es
porque no tiene más elección.

—No te preocupes por lo que la gente dice. No es asunto de ellos —


responde el abuelo, y aprieta más cerca a la abuela— y tal vez sea hasta
divertido tener una casa llena.

Esperen, esto es grande. Algo pasó hace veinte años, en el año que mis
padres se casaron. Y mi abuela, a pesar de todos sus regalos de
mermelada, está aún furiosa.

Y si he oído bien, ella no nos quiere aquí así como yo no quiero estar
aquí. Si juego bien esto, parece que después de todo no tengo que
quedarme mucho tiempo en Texas

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Gwendolyn Heasley

—Despierta, Corrinne, despierta. —Tripp me sacude.

Al abrir los dos ojos, me doy cuenta de que esto no es un sueño. Golpeo
mis zapatos de cuñas tres veces, y pienso: No hay lugar como Nueva
York. Por desgracia, no funciona y todavía estoy sentada al lado de
Tripp en Billie Jean La Segunda.

—Bienvenidos a Broken Spoke, Tripp y Corrinne —anuncia el abuelo


como un molesto animador de un show de juegos.

Él empuja a la abuela con el codo y dice: —¿Qué tal si no esperamos


hasta mañana para el gran paseo?

—Billy, es tarde —dice la abuela, y niega con la cabeza.

—Uups —dice el abuelo, volviendo la cabeza hacia el asiento trasero


para guiñarnos—. Hice un giro equivocado. Parece que vamos a tener
que hacer el paseo.

En la señal de Stop, el abuelo gira a la izquierda hacia la Calle


Principal. Sólo hay un farol, pero es lo suficientemente brillante como
para iluminar la franja de la pequeña ciudad.

—Soy Billy Bo Houston, y seré su guía —dice el abuelo mientras imita


un micrófono con su mano derecha y dirige con la izquierda. Es triste
porque realmente lo está intentando. Me recuerda a los niños tontos en
la escuela que tratan desesperadamente de ser geniales, lo que sólo los
hace aún más insoportables.

—En primer lugar a su izquierda, verá nuestra bodega. Solíamos tener


que conducir a otra ciudad, pero en 1989, tuvimos nuestro propio Piggy
Wiggly. Para lo que no podemos hacer crecer en los campos o sacrificar
en las casas, funciona bastante bien. Los viernes, les llegan las
muestras.

No quiero admitirlo, pero los almacenes siempre me han intrigado. En


la ciudad, tenemos Whole Foods y algunos pequeñitos mercados
abarrotados. Pero mi madre me dijo que en los pueblos pequeños a
veces tienes todo el pasillo del almacén para ti solo. Nunca he visto eso
antes. Los almacenes en la ciudad son zonas de guerra. Es por eso que
recurro a las entregas a domicilio. Dejo que alguien más pelee mis
batallas. Soy feliz de pagar una propina de tres dólares por ello.

33
Gwendolyn Heasley

—Y a su derecha, verán el Restaurante Chino Chin. Los Chin han


estado aquí por más de cincuenta años. Al principio, nadie quería tocar
los rollos de huevo, y había rumores de carne de perro. Al pasar el
tiempo, la gente se hizo sabia, y ahora es el restaurante más popular.
Tienen incluso un almuerzo buffet.

—Es también nuestro único restaurante de reunión —añade la abuela.

Genial, pienso. ¿La gente sabe cuántas calorías hay en el Pollo General
Tso? Es como una semana de comida.

El abuelo ignora el comentario de la abuela y sigue conduciendo


lentamente por la calle principal.

—Y aquí está la tienda de Hardwares, El Práctico Hank Hardware. Hank


y yo fuimos compañeros, Hroken Spoke promoción de 1958. El mismo
año en que la abuela y yo nos casamos. Fue un buen año.

—Y por favor miren a su derecha; ahí es donde la abuela y yo tuvimos


nuestra primera cita. Por supuesto, no era un Sonic en ese entonces. Se
llamaba Peppermint Twist. Pero el concepto es el mismo. Estoy seguro
de que ustedes dos van a pasar mucho tiempo allí más adelante porque
es donde los jóvenes “modernos” pasan el rato. ¡Incluso tienen una hora
feliz y todo el helado es a mitad de precio!

Miré al desierto Sonic, un híbrido de comida rápida/heladería con sus


cursis estaciones de pedir para llevar y señales de neón rojas y
amarillas. Por un segundo, contemplé pedirle al abuelo que se detuviera
para poder vomitar. He visto anuncios de Sonic, pero, ¿en qué universo
alternativo Sonic se ha convertido en el centro de mi vida social? ¿Y una
hora feliz de helado? Por favor. ¿Qué te hace feliz sobre engordar? Esto
es simplemente fantástico. Mientras que mis amigos allá en casa se
están colando en los clubs porque el hermano de alguien está saliendo
con la estrella del mes, yo voy a estar poniéndome inmensa comiendo
brownies en Explosiones Sonic.

—Y con esto concluye nuestro recorrido —dice el abuelo—. Vamos a


dejar las escuelas para mañana cuando puedan ver nuestro campo de
fútbol. Incluso nos dieron un nuevo marcador. Este nuevo es una obra
de arte, mejor que cualquiera de esas cosas de lujo, estrafalarias que he
visto en los museos de Nueva York. Esta no sólo se asienta allí luciendo

34
Gwendolyn Heasley

bonito. El marcador tiene una función y tiene un propósito. Esa es la


verdadera belleza, en mi opinión.

—Sí, sí —dice la abuela—. Díselo a los profesores que no han


conseguido un aumento en diez años.

—Como pueden darse cuenta, la abuela no es realmente una fan de los


Mockingbird. Es curioso, ya que era una Mockingbirdette10 en aquellos
tiempos. —El abuelo se ríe.

Ni siquiera me molesto en preguntar qué es una Mockingbirdette.

—¿Jugabas al fútbol, abuelo? —Tripp se sumerge en ello.

El abuelo frena en seco, chirriando hasta detenerse antes de poner al


coche en el aparcamiento.

—¿Si jugué al fútbol? —El abuelo tira un anillo de oro con una piedra
roja de su mano derecha y se lo pasa a Tripp—. Gané la estatal en
1958, antes de eso esta ciudad nunca lo había hecho.

La cara de Tripp se ilumina. —Súper genial, abuelo. Nuestro equipo de


fútbol de la preparatoria es sólo para los chicos que son muy gordos
para el lacrosse. Todas las otras escuelas nos matan.

Olvidé que el fútbol es como un Dios en Texas. Esa debe ser la otra
mitad de la vida social, mitad fútbol, mitad pasando el rato en el Sonic.
Ya que no tengo ganas de ver algo de esto en persona, necesito iniciar
mi plan para salir de aquí lo antes posible. Incluso después de unas
horas, ya puedo sentir que me convierto en una perdedora.

Después de conducir alrededor y ver un montón de casitas pequeñitas,


más de unas pocas de las cuales necesitan trabajos de pintura, nos
dirigimos en la entrada de lo que parece ser una casa de campo
diseñada para gente pequeña.

—Hogar, dulce hogar —dice el abuelo—. Me olvidé de que todos ustedes


nunca han visto el lugar donde su madre creció. Hay un montón de
buenos recuerdos aquí.

10
Mockingbirdette: club de animadoras específicas del equipo de la escuela.

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Gwendolyn Heasley

—Un montón de recuerdos, eso es cierto por lo menos. —La abuela


suspira. La abuela está resultando ser toda una Debby Downer11, y me
encanta—. Ustedes sigan a la abuela dentro, y yo iré a buscar los bolsos
—dice el abuelo.

La abuela abre la puerta roja desbloqueada, y entramos en su interior.

—No soy una guía turística, como el abuelo, pero les voy a mostrar todo
el lugar para que se sientan como en casa, chicos. —La abuela se queda
en el centro de la sala de estar, cuyos muebles me recuerdan a Las
Chicas de Oro menos el elemento de la Florida. De repente, veo por qué
no bloquean la puerta; no hay nada que robar

Apunta a la derecha.

—Esa es la cocina.

Apunta a la izquierda.

—Ese es el cuarto de baño.

Apunta hacia delante.

—Esa es la habitación del abuelo y mía.

Apunta a la izquierda de nuevo.

—Esa puerta, es la que lleva a mi cuarto de costura. Tripp, vas a


quedarte allí. Tenemos un sofá-cama agradable para ti. Tu abuelo
insistió en el más caro.

Y luego la abuela señala a la puerta a la derecha de esa.

—Y Corrinne, tú y tu madre se quedarán allí en la habitación de


huéspedes, la antigua habitación de Jenny Jo.

Espera ¡En lugar de compartir una habitación con Waverly, voy a


compartir la habitación con mi propia madre! Vaya. Esto sólo fue aún
más lejos al sur. Y toda esta casa es más pequeña que cualquiera de los

11
Debby Downer: Nombre de personaje ficticio que aparece en Saturday Night Live; cuyo nombre es
una frase coloquial que se refiere a alguien que con frecuencia añade malas noticias y sentimientos
negativos a una reunión.

36
Gwendolyn Heasley

apartamentos de mis amigos. Pensé que la gente no vive en la ciudad


porque quieren espacio. Aquí no hay espacio.

Todo lo que veo es apretado, muebles viejos y baratijas y una señal


bordada que dice CUENTA NUESTRAS BENDICIONES. ¿Qué
bendiciones? No me extraña que mi madre se fuera de este lugar.
Nunca supe lo pobre que eran los abuelos, y ahora mis padres imponen
a sus hijos a esto. ¿Cuán insensibles son?

Pero sólo tengo que sonreír, porque quiero a la abuela de mi lado si


alguna vez me largo de aquí. ¿Ves, mamá? Ya estoy practicando mi
filtro.

—Lárguense. Ya es hora de que corran a la cama. Ya ha pasado su hora


de acostarse —dice la abuela, y estoy feliz de hacerlo, porque tengo
algunos negocios serios que atender.

—Buenas noches, niños —dice el abuelo, y nos da un abrazo de oso


tanto a Tripp como a mí al mismo tiempo. Huele como a una obra de
construcción mezclado con canela.

En mi habitación, no me molesto en desempacar. En primer lugar, no


puedo encontrar un armario. Hay una puerta pequeña con un gancho
colgando, pero no puedo creer que ese sea el armario. No podría caber
la mitad de mi maleta en ello. ¿Y por qué debería molestarme? Voy a
irme de aquí antes de lo que imaginaba. Saco mi teléfono y rápidamente
ignoro los mensajes de “Ella”.

Ella: ¿Llegaron?

Ella: ¿Encontraste a tus abuelos?

Ella: ¡Llámame!

Ella: ¡Por lo menos has que la abuela me llame!

En cambio le marco a Waverly.

—¿Llegaste? —dice Waverly, respondiendo al primer toque—. ¿Viste


algún vaquero? ¿Es realmente cierto que todo, me refiero a todo, es más
grande en Texas?

37
Gwendolyn Heasley

—Sí, llegué. No vi a ningún vaquero, pero creo que podría haber visto
una vaca. Y Texas podría ser más grande, pero no es mejor. Sin
embargo, tengo un plan, así que no me sustituyas todavía.

—Por favor —dice Waverly—. Nunca tendré una mejor amiga como tú.
Algunas personas podrían decir cosas malas sobre ti, pero yo no. Les
sigo diciendo a todos que no estás segura sobre Kent y que todavía
estás pensando las cosas. No te preocupes: estoy cubriendo tu espalda
totalmente.

Suspiro y colapso en la cama; por supuesto sin almohada al tope de


este bebé.

—Gracias —murmuro. ¿Qué están diciendo los chicos de mí? He sido


comidilla de rumores antes, pero siempre para buenas relaciones
públicas, como la vez que atraje al novio de Octavia Johnson. O la vez
que me las arreglé para hacer una fiesta de Halloween en mi casa
mientras mis padres estaban de viaje en las Bermudas sin ser
descubierta. Y sobornar a la niñera y a mi hermano es legendario. Pero
ahora, chismes y yo en la misma frase no suena bien.

Uf, tengo que volver a Nueva York y a Kent antes de que esto me
arruine. O tengo que contratar a un publicista; ellos pueden hacer girar
cualquier cosa. Pero a menos que los publicistas trabajen pro-bono, no
hay manera de que me pueda permitir uno ya que mis padres
congelaron mis tarjetas de crédito.

—Tengo que irme, Corrinne —dice Waverly—. Voy saliendo a algún


lugar de té en Chinatown que no piden identificación después de la
medianoche, pero estoy pensando en ti.

—Reza por mí también; quizás los pensamientos podrían no ser


suficiente —le digo, imaginando a Waverly bien vestida, mirando por la
ventana de su dormitorio a las luces de la ciudad. Ella está a punto de
comenzar una noche y nadie sabe cómo va a terminar. Eso solía
pasarme. Ahora estoy en una habitación diminuta y húmeda en Texas,
con una ventana pequeña de manivela y estoy a punto de irme a la
cama a la medianoche o a la Central de once años. La única cosa que
me promete el futuro es la miseria y Explosiones Sonic. Pero pensando
en Sonic me recuerda la conversación de la abuela y el abuelo en el
camión. Lo que ocurrió hace veinte años y cómo puedo usarlo en mi
ventaja.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 4
No se necesita potencial

Traducido por LizC, Susanauribe y kathesweet

Corregido por Majo2340

E
ntrar en un preescolar en Nueva York es una hazaña y entrar
en la escuela primaria en la ciudad es un notable logro. Y si
tus padres pueden manejar esos obstáculos, también
conocido como comprar tu ingreso, no tienes que preocuparte
por asegurarte un lugar en uno de los mejores internados del país, lo
que por general necesita casi un milagro.

El miedo de no entrar en el internado correcto ha sido grabado en mi


ADN desde la infancia. No te burles de los demás niños, nos
amenazaban nuestros maestros. Escribimos tus recomendaciones para
el internado. O no hagas trampa, nos advertían. Escribimos tus
recomendaciones para el internado. Les juro que la frase: “Nosotros
escribimos tus recomendaciones para el internado” es la frase más
utilizada por cualquier exasperado maestro de colegio privado en
Manhattan. Es semejante a: “Espera a que tu padre llegue a casa”, lo
que sólo les da miedo a las chicas que no saben cómo funciona el botón
de la pequeñita de papá.

Quería Kent. Mi papá quería Kent. Mi mamá quería lo que sea que me
impidiera llorar prolongadamente y terapia de compras. Pero mira,
Waverly quería Kent también, lo que no era bueno ya que los internados
prefieren tomar sólo un estudiante de cada colegio privado de élite.
Aunque no soy fan de admitirlo, Waverly era siempre la A de mi A

39
Gwendolyn Heasley

menos. Bueno, está bien, la A de mi más alto B más, por ejemplo, la


feria de ciencia de noveno grado: hice una cinta que se ampliaba o
reducía para ajustarse a la cabeza, y Waverly rediseñó las entradas y
salidas del Central Park para mejorar el flujo de tráfico peatonal.

Así que cuando Waverly puso su corazón en Kent, mi madre pasó varias
semanas diciéndome que pasara lo que pasara, todo estaría bien.
Incluso mis padres saben que soy la princesa de la reina Waverly, tanto
académica como socialmente. Por supuesto, no le creía a mi madre esa
cosa de que estaría bien sin Kent, especialmente después de que me
enamoré del campus y sus establos perfectamente cuidados. Y en mi
visita, tuve al guía de visita más atractivo jamás visto: Smith
Cunnington, quien no sólo ofrece visitas guiadas sino es la estrella en el
equipo de lacrosse y parece que salió de un anuncio de J. Crew.
Después de ese día, me deslumbró la idea de que mi vida se
desempeñara fuera en las verdes colinas de Kent.

Y luego mi entrevista en Kent pasó. Me había preparado para las


preguntas. Sí, sí, definitivamente programaré un voluntariado en un
país del tercer mundo cada verano. (Quiero decir, si Nantucket se
hunde en el Atlántico, me lo pensaría. No es del todo una mentira.) Sí,
sí, no puedo esperar para equilibrar los académicos, la vida social, y
actividades extracurriculares. (Quiero decir, voy a pensar en las
palabras del vocabulario mientras conduzco Sweetbread y trataré de
utilizarlas más adelante en bromas ingeniosas sociales). Pero entonces
el entrevistador me golpeó con una pregunta que no esperaba:

—¿Por qué deberíamos permitirte entrar por encima de los candidatos


más calificados que tenemos todos los años?

Me detuve, contuve el aliento, y me di cuenta que mi traje


perfectamente coordinado Elie Tahari, negro con una camisa de color
rosa, por sí solo no iba a hacerme entrar en Kent. Tenía que responder
con algo de genio. Levanté una ceja, sólo un poco:

—Tengo —dije con calma—, potencial. Creo que Kent es el mejor lugar
para que madure finalmente. —Cuando les dije a mis padres mi
respuesta, se carcajearon y dijeron que eso podría haberme salvado.

Y el 15 de abril, lado a lado, Waverly y yo abrimos los gruesos paquetes


del Internado Kent. Por primera vez en cinco años, dos chicas de
nuestro colegio iban a ir a Kent. Gracias, potencial.

40
Gwendolyn Heasley

Aquí, en Broken Spoke, no hay escuelas privadas. Hay incluso escuelas


parroquiales mediocres. Sólo hay una escuela secundaria pública.

Todo lo que tienes que hacer es llenar un formulario con tu nombre y tu


dirección, y entonces simplemente te aceptan. Un mono podría hacer
eso. Demonios, incluso Tripp, un alumno medio, no necesitaba ayuda.
No se necesita ningún potencial para la Secundaria Broken Spoke.

—Corrinne, Corrinne, es casi la hora de salir —grita la abuela a través


de la puerta del dormitorio—, y no te has comido el desayuno.

Puse los últimos detalles de mi maquillaje. Si este hubiera sido mi


primer día en Kent, habría ido definitivamente por pestañas postizas.
Cambian totalmente la cara de alguien; es la principal razón por la que
las celebridades son tan hermosas. Bueno, eso, el Botox, las dietas
líquidas, y los entrenadores personales. Pero con este calor, no puedo
confiar en que mis pestañas no se derritan y me cieguen. ¿Y a quién
tengo que impresionar? Estoy tan molesta de que todavía no he sido
capaz de convencer a mi padre a través de correos electrónicos
desesperados, textos, rogándole, o amenazar con que tengo que ir a
Kent. Con suerte, seré capaz de chantajear a mi madre para ello, pero
no he desenterrado ningún secreto sucio y aterrador de su pasado.
Aunque Kent no empieza hasta dentro de una semana, así que no es del
todo una fantasía.

—Corrinne —escucho de nuevo a través de la puerta.

Trato de mirarme de arriba hacia abajo en el pequeñito espejo ya que no


hay una a cuerpo completo. Pero cuando me agacho, todavía no puedo
decir cómo me veo. Mi primer día sin uniforme en toda mi vida, y estoy
en Broken Spoke. No puedo soportar usar lo que había planeado para
mi primer día en Kent: una falda de flores Elizabeth y James con una
chaqueta azul. Es tan deprimente, por lo que voy informal y usando un
vestido J. Crew color mandarina de algodón con zapatos en cuñas, los

41
Gwendolyn Heasley

cuales ya he usado antes para un almuerzo. Aunque nadie en Texas lo


sabe, y no es como si realmente me importara lo que cualquiera piensa
aquí.

Adicionando una capa final de brillo de labios, tomo un último vistazo


en el espejo, viendo que incluso el maquillaje no puede ocultar la
depresión, y me arrastro a la cocina, donde el abuelo, la abuela, y Tripp
ya están sentados a la mesa. Tripp lleva una gorra de los Yankees, lo
que me alivia al saber que no se ha olvidado por completo de sus raíces
a cambio de, según sus palabras, “una aventura”.

Veo una pila gigantesca de panqueques de frutos secos en el centro de


la mesa.

—Nueces —dice el abuelo, atrapando mi mirada—. Nueces de nuestra


cosecha. Come un poco; necesitas alimento para el cerebro.

Suspiro y me siento en mi silla de vinilo rojo. Los panqueques están


totalmente fuera de los límites a menos que sean de Clinton St. Baking
Co., los cuales sirven un panqueque fuera de este mundo con chocolate
y toronja. Y como de esos sólo si se trata de una fiesta nacional.

La abuela y el abuelo me siguen mirando, así que me sirvo y tomo un


bocado sólo para que mis abuelos dejen de mirarme así de
espeluznantemente. Pero entonces algo hormiguea en mi boca. Tomo un
bocado más. Más hormigueo. Los panqueques de la abuela son incluso
mejores que los de Clinton St. Baking Co. Esto no puede ser. Y no
puedo dejar de comer. Tengo que salir de este lugar antes de que
necesite una grúa para que me levante.

—Entonces, voy a dejar a Tripp en la escuela media y luego te dejo a ti y


a la abuela en la secundaria —dice el abuelo mientras engancha otro
panqueque de la bandeja.

—¿Por qué la abuela viene a la escuela conmigo? —digo, y dejó el


cuchillo.

—Ella trabaja en la escuela, así que siempre la dejó antes de dirigirme a


mi trabajo —dice el abuelo.

Con panqueque todavía en mi boca, me las arreglo para decir


ahogadamente:

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Gwendolyn Heasley

—¿Los dos trabajan? ¿A su edad?

¿Los abuelos no están obligados por ley a estar retirados?

El abuelo golpea la mesa con la mano y sonríe a la abuela.

—Por supuesto, tenemos trabajo —dice—. Tenemos sólo setenta.


Además, no quiero retirarme. —Y engancha otro panqueque de la
bandeja—. Mantiene mi metabolismo activo.

La abuela simplemente me mira como si yo fuera un unicornio, y no su


nieta.

Me trato de explicar.

—En Nueva York, conozco gente que tienen cuarenta años y están
retirados. Los abuelos que conozco juegan golf, al bridge, y toman
cócteles —digo.

—Nosotros no —dice la abuela—. Hemos tenido el mismo trabajo desde


que nos casamos. El trabajo es bueno para ti. No puedo creer que tu
madre nunca mencionó este hecho. En realidad, me lo puedo creer —
dice, y mira hacia abajo en el plato.

El rostro de Tripp gira y me da una mirada, similar a la que mi padre a


menudo me dispara cuando he excedido alguna línea.

—No, abuela, lo sabíamos. Corrinne tiene un problema para escuchar lo


que se refiere a temas relacionados con otras personas. Sé que tú
prestas ayuda a la escuela, y el abuelo es un mecánico y arregla cosas
de granja.

El abuelo llega a través de la mesa y pone su mano sobre mi hombro.

—No te preocupes —dice el abuelo—. La abuela promete que no va a ser


chaperona del baile.

No te preocupes, quiero decir yo. No voy a estar aquí para el baile


escolar. Pero mantengo mi boca cerrada. Sé mejor que no debo
parlotear acerca de mi plan para encontrar algo jugoso de mi mamá y
salir de aquí lo más pronto posible.

43
Gwendolyn Heasley

Con la idea del baile escolar de Broken Spoke persiguiéndome, termino


mis panqueques. Siempre he sido una comedora emocional. Ahí va mi
dieta.

La abuela me obliga a caminar hacia la escuela por mí misma.

—Sé que no quieres ser arrastrada a entrar como una niñita por tu
abuela —dice, y camina delante de mí.

Sí, sí, sí quiero, pienso, pero me quedo callada. Ibas al subterráneo sola
a los once años. Una vez entraste en una tienda de vinos en Brooklyn y
compraste dos botellas de vino sin identificación. Tenías catorce. Esto es
fácil. Puedes manejar esto.

Afuera, la secundaria se ve bastante genérica: un edificio de ladrillos de


tres pisos con un campo de fútbol y una pista en la parte de atrás. No
es nada como mi cerrada secundaria en el Upper East Side con vista al
parque y un patio interior. Y en la puerta, detectores de metales me
reciben. No estoy segura de qué es este artilugio de detector de metales
de Mentes Peligrosas. Quizás es una cosa de escuela pública.

Después de que los guardias de seguridad buscan en mi enorme bolso,


las mochilas son para perdedores, escudriño por los casilleros. Aquí, un
casillero de tamaño completo está dividido en tres casilleros: arriba, en
el medio y abajo. Incluso los casilleros en la escuela pública son
presupuestados. Busco por el A15, el número que recibí en el correo
con mi horario de clases.

Por favor, por favor que no sea un casillero de abajo. Visto demasiados
vestidos para tener un casillero abajo. Por supuesto, el A15 es un
casillero abajo, y tengo que agacharme para abrirlo. Gracias a Dios no
hay paparazzis en Broken Spoke.

Mi primera clase es Español, lo que simplemente es ofensivo. Debería


estar en Latín III, pero aparentemente el buen estado de Texas no tiene

44
Gwendolyn Heasley

apreciación por las lenguas antiguas. El número del salón de clases es


el 305, así que empiezo la excursión a través de la escuela gigantesca
para encontrarlo. En este punto, los chicos están entrando a la escuela.

Hay un montón de choques de manos, gritos, y empujones. Mantengo


mi cabeza abajo y trato de no inhalar los vapores. La escuela entera
huele como un salón barato. El cabello de las chicas es rizado, rociado,
y como pegamento. Dudo que incluso un tornado pudiera mover un solo
cabello de sus cabezas. Y los chicos, no chicas tratando de canalizar a
Daisy Duke, están vistiendo botas vaqueras. Casi cada chico tiene botas
puestas, y puedes escucharlas haciendo clic sobre el suelo. Suena como
un metro despegando. Esto es Marte, y soy una alienígena de la Tierra.
Es la única explicación.

El salón 305 está vacío, así que tomo un asiento en la parte de atrás. Mi
papá de verdad tuvo el descaro de enviarme un correo electrónico esta
mañana: Buena suerte, Corrinne. Y recuerda: pizarra en blanco. Ya no
tienes que ser una pasadora de notas que se sienta en la parte de atrás.
En las conferencias de padres el año pasado, la Srta. Havsham, la
traicionera total que es, les dijo a mis padres que me siento fuera de “la
zona”. Eso significa que no me siento en los lugares de la fila de
enfrente donde los estudiantes (léase: totales estudiosos presumidos)
que solo obtienen A+ se sientan. Solo Waverly maneja sentarse fuera de
la zona y todavía mantener un 4.0.

Mientras la clase se llena, unos chicos me miran extrañamente, pero


nadie dice nada. Supongo que en una escuela con una clase de
cuatrocientas personas, una cara nueva no es gran cosa. Por un
segundo, ser anónima se siente bien. En mi antigua escuela, los chicos
nuevos que eran rechazados en sus anteriores escuelas llegarían e
intentarían reinventarse como populares. Reinventores, los
llamábamos. Realmente nunca funcionaba ya que el primo de alguien o
un amigo de campamento le diría a alguien en mi escuela cómo el chico
nuevo solía ser un perdedor, así que su reputación los seguiría. Y aquí
estoy en una nueva escuela en un nuevo estado, y podría reinventarme
totalmente porque nadie en Texas me conoce. ¿Pero por qué lo haría?
Soy increíble. O al menos, era increíble.

—Hola. Esto es Español. Si están en el salón de clases equivocado o si


ya hablan español y sólo están tratando de obtener una A fácil, salgan
ahora —dice el profesor, un hispano atractivo y joven.

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Gwendolyn Heasley

—Para aquellos que no me conocen, soy el Sr. Luis. También soy el


Entrenador Luis, pero sólo en el campo de fútbol. Espero que todos
aquí, incluso mis jugadores, se esfuercen. Nada es gratis sólo porque
puedes lanzar una pelota.

Algunos estudiantes vistiendo jerséis gimen.

—Voy a pasar lista —continúa—. Por favor, contesten con: Me llamo12 y


su nombre. Eso significa “Mi nombre es”.

Presto atención, temiendo que el Sr. Luis llegue a la C. Repitiendo en mi


cabeza una y otra vez, Me llamo Corrinne. Me llamo Corrinne. Odio
hablar en voz alta en clase. Y ahora la primera vez que hablo en esta
nueva escuela, ni siquiera es en Inglés.

—Corrinne Corcoran —dice el Sr. Luis.

Tranquilamente, recito:

—Me llamo Corrinne. —Y no sé cómo sucede, pero un poco de mi acento


neoyorkino se desliza, así que sueña como alguien de los Sopranos
imitando a un mexicano.

—¿Dónde estás? —pregunta un chico de cabello oscuro y desaliñado a


mi derecha con los ojos verdes que casi podrían ser atractivos si se
afeitara la sombra de cinco de la mañana. Además, está vistiendo una
chaqueta de cuero aun cuando la escuela está a 40°C con el aire
acondicionado encendido.

—¿Perdón? —digo.

—Lo que Bubby está tratando de decir —dice el Sr. Luis—, es, ¿de
dónde eres? Y Bubby, se dice: ¿De dónde eres?

Suspiro.

—Manhattan.

El Sr. Luis se ve un poco conmocionado por mi noticia

—Bienvenida —dice lentamente—. En realidad, bienvenida. No tenemos


muchas chicas de la gran ciudad en Broken Spoke.

12
En Español original.

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Gwendolyn Heasley

El Sr. Luis me da una sonrisa rompecorazones. En mi antigua escuela,


él sería M.T.P.C., Material Total Para Chismes, y estoy segura que
alguna estudiante trataría de seducirlo. Espera, esa sería la manera en
que podría ser expulsada de Texas, pero realmente no quería ser objeto
de una película de Lifetime.

Al menos no por eso.

—Kitsy Kidd —llama el Sr. Luis.

En la silla de enfrente, una chica pequeña con rizos rubios masivos,


pero que en realidad se ven naturales, a diferencia del resto de las
chicas, con sus hábitos destructores-de-la-capa-de-ozono, responde:

—Me llamo Kitsy. —Con un acento tejano.

—Kitsy —dice el Sr. Luis—, cuida que la Srta. Corrinne no se pierda y


haga su camino a la siguiente clase.

—Sí, sí —dice Kitsy mientras se gira para sonreírme y darme un saludo


de concurso de pueblo pequeño.

Se ve como una versión crecida de una niña del show Princesitas.

Le devuelvo mi mejor sonrisa. Buena cosa que tomé todas esas clases
de cotillón, que me enseñó cuál es el tenedor correcto para la ensalada
y cómo fingir ser una señorita. He sido buena en fingir.

Kitsy probablemente es una chica dulce y todo, pero no estoy


comprando amigos.

Después de clases, Kitsy viene directa a mí, sacude mi mano y dice:

—Hola, soy Kitsy Kidd. Simplemente no puedo creer que seas de


Manhattan. Siempre he querido ir al Museo Metropolitano de Arte. ¿Has
estado allí? Realmente quiero ver la Noche Estrellada de Van Gogh. —Se
detiene y exhala—. ¿Estás en Facebook? Agrégame. Seré feliz de
mostrarte todo los alrededores de Broken Spoke. Pero estoy
advirtiéndote, no hay mucho que mostrar y la causa principal de
muerte es el aburrimiento.

47
Gwendolyn Heasley

Me pregunto si hay un Starbucks en la escuela del que no conozca


porque esta chica Kitsy parece estar con un subidón de cafeína. Ya que
no sé qué pregunta responder primero, simplemente asiento.

El chico que estaba sentado a mi lado y que me hostigó se me acerca y


me da una palmada en la espalda.

—Te veo por ahí, Manhattan.

Quiero decirle que es una isla y una bebida, no un apodo. ¿Pero por qué
perder mi tiempo?

Kitsy pone sus ojos en blanco y empuja al chico con el brazo.

—No te preocupes por Bubby, es inofensivo, pero tiene lengua suficiente


para diez filas de dientes. Probablemente terminará enamorado de ti.
¿Tienes novio? Apuesto que una chica como tú, tiene diez mil novios.

¿Lengua para diez filas de dientes? Nadie me dijo que necesitaría un


traductor en Texas.

Ella respira, explota un pedazo de chicle, y empieza de nuevo.

—¿Cuál es tu siguiente clase? Te llevaré a ella.

Si Kitsy alguna vez toma aire de nuevo, le diré que no tengo novio. Y
que nunca tendré uno ya que probablemente Smith Cunnington
encontrará a una estudiante de segundo año menos linda con quien
besarse ya que no iré a Kent. Anoche le envié un mensaje en Facebook
que decía que “podría pasar un año en el extranjero”. Imaginé que
Texas definitivamente clasifica como intercambio extranjero.

Me alejo de Kitsy.

—Gracias por tu ayuda, Kitsy —digo por encima de mi hombro—. Estoy


segura de que encontraré mi próxima clase sola.

—Okay. Sólo quiero que sepas que es emocionante tener aquí. No


tenemos personas de Nueva York en Broken Spoke, como, nunca. Las
únicas personas que en verdad visitan de fuera de la ciudad son rodeos
que viajan —Kitsy dijo, siguiéndome en mis talones.

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Gwendolyn Heasley

Finalmente perdí a Kitsky en una esquina. No estoy tratando de ser


grosera con ella, pero estoy preocupada de que estoy a punto de romper
a llorar. Waverly siempre había sido mi agregada y mientras apreciaba
la oferta de Kitsy de ser mi embajadora Texana, en verdad solamente
quería estar sola en mi miseria.

Sorprendentemente, superé esta larga escuela sin ayuda de GPS.


¿Puedes creer que la clase de mi tercer período es Historia del Estado de
Texas? ¿Adivina qué? La fruta estatal es la uva roja, la gema es el
topacio azul, y la flor es el lupino. Y el animal estatal es el Texas
Longhorn. Apasionante información histórica, lo sé. ¡Ugh! Se supone
que estaría en Historia Europea, donde estudiaría sobre reinas y reyes,
y estoy aquí aprendiendo sobre vaqueros y álamos. Que desperdicio.
Esto me pondrá atrás una vez que regresé a la vida real.

En el almuerzo, no puede forzarme a ir a la cafetería. Dudo que


sirvieran comida orgánica local como en mi vieja escuela hacían. La
semana pasada, el Abuelo habló sobre pizza, algunas veces pasa y come
con la abuela. Aunque admito que estoy curiosa por ver si las cafeterías
de la escuelas públicas son como las películas donde los aquelarres
dividen la habitación en zonas de guerra. En mi vieja escuela, había
solamente dos grupos: realmente geniales engreídos a la moda y chicos
que querían ser geniales engreídos a la moda. Pero no quería pasar por
toda la situación de sentarme sola o el asunto incluso peor, sentarme
con la abuela y la otra secretaria.

Así que en cambio saqué mi última edición de Vogue de mi casillero y


pasé la hora de mi almuerzo en la vacía biblioteca. Tal vez Texas no
sería tan malo para mi dieta después de todo.

¡Bzzzzzzzzzzz! El timbre de la escuela.

Nunca había asistido a una escuela con un timbre real. Pensé que los
timbres de las escuelas eran invenciones y solamente existían en las
comedias de TV. Pero cuando el timbre final sonó, sonaba como ángeles
cantando, a pesar del hecho que ciertamente está dañando mis
tímpanos. No me importa porque estoy salvada, al menos hasta
mañana.

En mi vida pasada, tendría un coche o practica de hockey de grama


después de clase. Pero aquí, los únicos deportes para chicas son
porristas y natación.

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Gwendolyn Heasley

Las escuelas privadas en Nueva York como regla no hacen animación;


es sexista. Además, no soy precisamente una persona entusiasta. ¿Y
natación? Doble por favor. Todo ese cloro se come tu bronceado y te
deja un pelo verde pálido monstruoso.

El resto de los estudiantes están parados y conversando en el atestado


pasillo. Pero yo no. Me dirijo a mi casillero, me agacho y agarro mi
bolso. Si supiera que no me tropezaría por mis tacones de tres
centímetros, saldría corriendo de allí. Justo cuando me levanté de mi
casillero de abajo y me volteó, me golpeó con ese chico Bubby de
español.

—Whoa, Manhattan —dice él, inclinando su cabeza para mirar la mía—.


Esto no es Nueva York. En Texas, no hacemos esa cosa de caminar
rápido. ¿Cuál es la prisa?

Quiero responder que estoy tratando de hacer el viaje de vuelta a Nueva


York, pero eso involucraría robo de coche y un viaje de cuatro horas a
través de ningunlandia. Oh, y ni siquiera tengo mi licencia. En cambio
digo:

—Solamente regresar a la casa de mis abuelos —y trato de moverme


alrededor de Buddy.

—¿Vas a algún club? —Bubby dice mientras bloquea mi camino—. Hoy


son las inscripciones, y muchos de ellos están teniendo reuniones
informativas en el gimnasio en este momento. Soy del personal de
periódico.

De nuevo, muerdo mi lengua porque estoy trabajando en mi filtro. Pero


todo lo que puedo pensar es: ¿Cuáles son las noticias aquí en Broken
Spoken? ¿Qué sucede aquí que merezca la pena escribir? Doy mi mejor
sonrisa fingida. Gracias, cotillón.

—Aprecio que me avises —dijo—. Pero Texas es temporal para mí. Es


como un desvío.

—Bueno, ¿dónde está tu destino final? Hasta que llegues allí, creo que
serías buena en el periódico, y soy reportero, así que debería saberlo.
Puedes hacer una columna de moda y darnos algunos “consejos de
chica neoyorkina”. Como Carrie Bradshaw. Mi hermana me hace ver las
repeticiones de Sex and the City —dice y sonríe.

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Gwendolyn Heasley

Oh, podría darle algunos consejos, creo. Que le parece: a) mantén las
botas en el granero b) mantén el fijador en la botella c) los 80’s se
acabaron hace veinte años c) las chaquetas de cuero no son apropiadas
para la estación en agosto en Texas.

—Gracias, pero no gracias —digo, y me hago a un lado de Bubby. Estoy


forzada a vivir aquí, la última cosa que voy a hacer es involucrarme. Eso
sería total rendición.

Dirigiéndome directamente a la puerta, ni siquiera dije adiós. En mi


cabeza, ya he ido a mi lugar feliz. Y Bubby, el destino final es donde sea
menos aquí.

El abuelo nos deja a Tripp, la Abuela y a mí en casa porque tiene una


llamada más de la granja. La Abuela se apresura hacia la cocina.

—Mañana es mi día para deleitar en la oficina, niños. Necesito hacer mi


especialidad. Pan de Canela Vaquero. —La Abuela dice mientras toma
cinco barras de mantequilla del refrigerador—. Pero primero les haré un
bocadillo de la tarde. ¿Qué les parece sándwiches de mantequilla de
maní?

El pensamiento de mantequilla de maní hace mi estómago rugir ya que


estoy muriéndome de hambre por saltarme el almuerzo. Pero niego con
mi cabeza mientras Tripp entusiastamente asiente con la suya.

—Corrinne, esto no era en verdad una pregunta. Necesitas deshacerte


de esa dieta de aire que tu madre y sus amigas de ciudad parecen
adorar. La hambruna no luce bien en una mujer. Mis padres no
vivieron a través de la Depresión, crisis del 29, para ver a mi nieta
escoger huesuda como una declaración de moda.

Quiero decirle a la abuela que diez kilos extra en sus caderas


exactamente no van con las tallas de diseñadoras, pero estoy bastante
segura de que ese comentario la convertiría en una Furiosa Abuelita. La

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Gwendolyn Heasley

abuela saca el pan blanco Wonder. La última vez que comí pan estaba
en la primaria. Es como Mayor Bloomberg proscribiendo contra las
grasas trans. La abuela tuesta, llena de mantequilla de maní el pan. El
sándwich le hace sentir a mi boca las mismas cosquillas que los
panqueques hacen. Si sólo la Abuela pudiera encontrar un poco de
estilo, podría hacer su propia cadena de alimentos y salir de esta
ciudad.

—¿Cómo es que mi mamá no saber cocinar, Abuela? ¿Por qué no le


enseñaste? —Tripp pregunta, y puedo decir por la forma de los ojos de
la abuela que está caminando por una tierra minada.

—Algunas personas simplemente no quieren aprender, Tripp. ¿Tú y


Corrinne quieren ver como hago Pan de Canela Vaquero? —La Abuela
saca un tazón y violentamente rompe cuatro huevos dentro.

—Sip —Tripp dice, y se mueve más cerca para ver.

—¿Y cómo fue tu primer día de escuela Tripp? —La Abuela pregunta.

—Genial. Los chicos son bastante geniales. Necesito conseguir unas


botas vaqueras. Era la única persona con zapatos náuticos, me sentía
patético.

—No dejes que nadie te juzgue por tus zapatos, Tripp. —La Abuela dice,
lo cual creo que es gracioso. La abuela probablemente no debe saber
que son zapatos náuticos o cuando cuestan. Pero supongo que no hay
necesidad de zapatos de bote en un desierto.

En verdad no quiero ayudar a la abuela a hornear, pero tampoco tengo


mucha tarea, no hay cable, y llamar a Waverly me haría más deprimida.
Está en los Hamptons, y yo en el infierno. ¿Incluso que diría sobre el
primer día de escuela? Imagina una película de terror fundiéndose con
un reality show. Y todos sobreviven, lo cual es más aterrador.

La Abuela meticulosamente vierte cuatro tazas de azúcar.

—¿Así que es exactamente el Pan de Canela Vaquero además de una


ataque al corazón en forma de pan? —le pregunto, viéndola.

—El Pan de Canela Vaquero es como un rollo de canela, pero es pan.


Mezclado con pasas y nueces, y cubierto por un glaseado azucarado, y
creerías que es enviado por los querubines. —La Abuela dice, lamiendo

52
Gwendolyn Heasley

la azúcar de su dedo—. Cada mujer en la oficina trae un postre al final


de la semana. Los jueves, solía ser los jueves, pero luego Dot se retiró y
lo cambiamos a los martes.

No podía imaginar cómo mujeres pueden comer de esta manera todos


los días. Las amigas de mi mamá son orgullosas de no comer. La mamá
de Waverly es una gran editora en una revista de comida, y sigue
luciendo como un palillo de dientes con cabeza. Todo el personal sacar
pajillas cuando alguien tiene que ir a una prueba para una receta
porque nadie quiere ir. Todos están asustados de engordar. Porque
mantenerse delgado es un deporte en Nueva York.

Aparentemente en Broken Spoke, horneando gordo tú mismo es el


deporte de preferencias después del fútbol americano, por supuesto.

—No necesitas ayudar si no quieres. —La Abuela dice—. Apuesto a que


tienes un montón de tarea —no tengo, pero supuse que la Abuela no
debería quererme cerca.

Desde que llegué aquí, la abuela ha estado sobre mí para que


desempaque.

—La negación no es sólo un río en Egipto —sigue diciendo. Finalmente


decido colgar mi ropa. No porque vaya a quedarme en Texas, sino
porque no quiero que mi ropa quede permanentemente arrugada. En
Nueva York, teníamos a María, nuestra ama de llaves, para hacer esto,
pero también podría acostumbrarme a hacerlo ya que no hay sirvientas
en Kent, así que estará bien practicar. Abro el tan llamado armario, y
me doy cuenta que hay una caja en el estante superior. Está toda
tapada y tiene las palabras COSAS QUE NO NECESITO.

Soy una completa fisgona. Lo he sido desde que encontré mis regalos de
Navidad de Santa escondidos en el horno. Así que el lado fisgón en mí
piensa, ¿por qué no abrir la caja?

53
Gwendolyn Heasley

Cuidadosamente, arranco la tapa. Dentro de la caja, hay tres carpetas,


una roja, una azul, y una amarilla. Están muy descoloridas, así que
imagino que deben haber estado en la caja durante mucho tiempo.
Cada una tiene una etiqueta en letra hermosa. FLORES. VESTIDOS.
COMIDA. ¿Qué son? Abro la de FLORES y encuentro docenas de
recortes perfectos de flores de boda de algunas revistas de Novia viejas.
Abro la carpeta de VESTIDOS y muchos modelos de vestidos de boda
caen. Finalmente, en la carpeta de COMIDA, hay un montón de recetas
del Broken Spoke Daily News: Brochetas de Piña de Candace Jean,
Empanadas de Setas de Sarah Ann, Costillas de Adam. Y también hay
recetas fotocopiadas del Libro de Cocina de Betty Crocker. En las
márgenes, hay notas como: “perfecto para un almuerzo de dama de
honor” y “perfecto como canapés”. Alcanzando el final de la caja, saco
un recorte amarillento más. Es un periódico de un anuncio de un
compromiso. Se puede leer:

El Sr. y la Sra. Billy Bo Houston anuncian orgullosamente el compromiso


de la más querida de Broken Spoke y la Reina del Rodeo Jenny Jo
Houston con el banquero de inversión de la ciudad de Nueva York, Cole
Corcoran II. La pareja se conoció cuando Jenny Jo se mudó a Nueva York
para perseguir una carrera en el modelaje. Los HOUSTON son los
anfitriones de la boda el 15 de septiembre en su casa. Como todos saben,
la Sra. Houston es una maravilla doméstica, por lo que la boda debe ser
de interés periodístico.

Pero mis padres se casaron en Nueva York. Lo sé porque he visto los


álbumes, todos, los seis. ¡Incluso hubo una escultura en hielo de mis
padres! De acuerdo con mi madre, en 1990, las esculturas en hielo eran
lo último. La boda de mis padres todavía es referida en revistas de novia
como la que cambió el matrimonio de un sacramento a una velada.
Evangeline Corcoran, la muy rica madre de mi padre, no tenía hijas, así
que no escatimó gastos en la lujosa boda en el Plaza para su hijo
favorito, Cole. Así que si sumo 1+1+1, sé que la abuela Houston había
querido una boda en Broken Spoke y no la obtuvo. Esto es lo que
sucedió hace veinte años y esto es de lo que ella y el abuelo habían
susurrado en el coche desde el aeropuerto. Mi mamá escogió una boda
glamurosa en un hotel de Nueva York aun cuando parece que su propia
madre cariñosamente había pasado años recortando, trazando y
planeando una boda de patio trasero en su ciudad natal. Por supuesto,
entiendo la decisión de mamá, ¿quién hace el vestido de boda de su
hija? Eso es tan de 1800. Estoy segura que la abuela sabe cómo coser,

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Gwendolyn Heasley

¿pero por qué competir con Vera Wang? ¿Y quién sirve alitas en una
boda? Esa es comida de bar. Pero aun así, me siento un poco mal por la
abuela Houston, considerando todo su trabajo duro. Aun cuando mi
madre nunca cuenta esta parte de la historia cuando recuerda su boda,
esta noticia desafortunadamente no es digna de chantaje.
Cuidadosamente guardo todo y cierro la caja de nuevo.

Estoy totalmente deprimida que esto no es la suciedad que necesitaba


para un billete a Kent. Para hacer frente, encuentro mi Ipod y audífonos
y escucho mi lista de reproducción emo. Mientras atiborro dos maletas
de ropa que vale la pena en un armario que debe haber sido diseñado
para ropa de muñecas, me revuelco en mi miseria. Al igual que estoy
preguntándome si incluso alguno de estos roqueros emo han sido
alguna vez heridos tan mal como yo, giro para encontrar al abuelo
abriendo la puerta.

—Lo siento, Corrinne, no quería asustarte. Toqué, pero no creo que


escucharas. —Apunta a mi Ipod—. Ustedes los jóvenes y su música.
Desconectados del mundo. La radio solía ser algo que compartíamos…
De cualquier manera, quiero escuchar más de tu primer día, y es hora
de cenar. Apúrate ahora, porque tengo una sorpresa —dice el abuelo, y
guiña obviamente por cerca de diez segundos. Parece que tiene un tic.

Miro mi reloj, veo que solo son diez minutos pasada las cinco. No estoy
segura si esto es algo de la edad o algo de Texas, pero no puedo
imaginar comer ahora mismo. Suspirando, me despego el Ipod y me uno
a todos en la mesa de todas maneras.

Cuando todos estamos sentados, la abuela dice:

—Vamos a hacer una oración por el primer día de escuela —Se detiene
e inclina su cabeza—. Gracias, Dios, por traernos otro año de escuela y
traernos a nuestros nietos con quienes compartirlo.

Imito los gestos de mi abuela y miro hacia mi plato. Mis padres no son
religiosos, y este agradecimiento en la mesa es lo más cercano que he
estado a hablar formalmente con Dios.

—Antes que nos zambullamos en la falda de la abuela y nos


ensuciemos, tengo que darle algo a Corrinne —dice el abuelo, y saca un
pedazo de papel doblado de su bolsillo—. Obtuve esto en DMV.

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Gwendolyn Heasley

El panfleto dice: Programa de Educación para Conductores Enseñado


por Padres. No estoy segura de qué significa esto, así que miro al abuelo
por una respuesta.

—En Texas, le enseñamos a nuestros hijos, o nietos en nuestro caso, a


conducir. Y le enseñé a tu abuela en Billie Jean Primera y ahora voy a
enseñarte a ti en Billie Jean Segunda.

Espera. No tengo planes de conseguir una licencia nunca. Mayormente


porque es ilegal beber y conducir. Mis únicos planes futuros de
automóviles involucran taxis y chofer, no camionetas con manchas de
óxido y al abuelo.

—Oh, abuelo, gracias —digo—. Pero en Nueva York, no necesitas una


licencia. Les pagamos a personas para que conduzcan por nosotros.

—Corrinne —empieza la abuela—, esto no es Nueva York. Tendrás tu


licencia. No podemos llevarte a todas partes… y además, las mujeres
trabajaron duro por todos sus derechos, incluyendo el privilegio de
conducir.

—Te encantará —dice el abuelo mientras acaricia vigorosamente mi


cabello—. Simplemente está teniendo nervios de primeriza.

Los ojos de Tripp se vuelven realmente grandes.

—Y después, Corrinne, cuando consigas tu licencia, ¡tú y yo podemos ir


a Sonic!

Le sonrío a Tripp mientras me imagino sacudiéndolo, y creo que al


único lugar que me dirigiría si consigo mi licencia debe ser al noreste.
No habrá paradas en Sonic. Hey, quizás debería aprender a conducir.
Podría ser mi única ruta de escape ahora que el chantaje parece estar
fuera del cuadro. Pero necesitaré botar a Billie Jean Segunda antes de
llegar a Manhattan. Cruzar las calles de Nueva York en una camioneta
sería horrible para mis relaciones públicas. ¿Qué si un paparazzi o mis
amigos me reconocían?

—La primera lección será el sábado, Corrinne —dice el abuelo—. ¡A las


ocho de la mañana!

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Gwendolyn Heasley

—Y Corrinne, necesitas llamar a tu madre —dice la abuela mientras


reparte enormes porciones de algo llamado falda, lo que parece la peor
pesadilla de un vegetariano.

—Sí, Corrinne —dice el abuelo—, creo ella está sola en la ciudad con
ustedes aquí en Texas y tu papá en Dubái.

Trato de no jadear. Está sola. Está en casa, rodeada por nuestro


apartamento familiar, los restaurantes a los que vamos, las tiendas en
las que compramos, y la ciudad que amamos. ¿Está sola? Por favor.

—¿Adivina qué, Corrinne? —dice Tripp con un bocado de falda—. Mamá


dice que podría haber un comprador para nuestro apartamento en
Nueva York, y si es así, va a venir a Spoke pronto.

¿Un comprador? ¿Mamá viniendo a Texas? Tomo un gran respiro. Todo


esto está sucediendo realmente. Esta recesión ha destruido mi vida. Mi
extenso apartamento con vistas al Rio Hudson, mi atractivo portero, y
todos mis recuerdos son vendidos. Y voy a ser compañera de cuarto de
mi madre y no de Waverly. Realmente no habrá Kent, ni Smith, ni
equipo ecuestre, ni futuro prometedor. Tanto por mi potencial.

Una sola lágrima repentinamente baja por mi cara y aterriza sobre mi


plato. Rápidamente limpio mi ojo y parpadeo frenéticamente para evitar
que más lágrimas caigan.

Levantando la mirada, miro al abuelo mirándome con sus ojos cafés


amables. Oh, de ahí es de donde obtuve mis ojos cafés. ¡Muchas
gracias, abuelo!

—Anímate, sol —dice el abuelo—. Este viernes es el primer partido de


los Mockingbirds.

Muerdo mi labio lo suficientemente duro para distraerme de las


lágrimas y tomo una masa de carne oscura. ¿Qué diablos es falda, de
todas maneras?

A.T., antes de la recesión, podría haber comparado como manera de


alejarme de esto como la vez que Carlton Sanders les dijo a todos que yo
besaba mal. Sin la suficiente lengua, dijo. ¿Cuánto de mi lengua
quería? Besar no debería sentirse como un viaje al ortodoncista. La
excursión de compras que siguió duró un fin de semana entero. Incluso

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Gwendolyn Heasley

fui a Brooklyn a cosechar sus tiendas. Y al final de esto, me sentí


mucho mejor, y mi nuevo guardarropa distrajo a todos de los
comentarios insanos de Carlton. Pero ahora, con mis tarjetas de crédito
congeladas, ni siquiera las compras online me sacarían de esto.

Bueno, siempre está esta falda grasosa, y como todo lo demás de la


cocina de la abuela, es sorprendentemente deliciosa. Espero haber
empacado mi ropa de deporte porque podría necesitar cintura elástica
pronto.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 5
Si ese Mockingbird no gana, Broken Spoke
va a tener una crisis

Traducido por Vannia, Sheilita Belikov y bautiston

Corregido por dark&rose

D
e algún modo, yo la tengo para el viernes, la inauguración
de la temporada de futbol. Los panqueques de chispas de
chocolate, manzana, granola y arándano, los guisados, el
pastel de mantequilla, y las galletas de azúcar y canela, en
gran parte me han ayudado a sobrevivir. Voy a tener que cortar esta
orgía por comer. Entre comer en la cocina “Rumbo a la Diabetes” de la
abuela Sandy y no tener un gimnasio o a Sweetbread para montar, no
voy a entrar en mi ropa para el día de Acción de Gracias. Y no es
exactamente como si pudiera ir a comprar nueva ropa porque a) es
D.R., Después de la Recesión, y b) ¿a dónde iría?

Oprah está definitivamente sobre algo con ese concepto emocional de


comer. Cuando Oprah pregunta: —¿Realmente de qué tienes hambre?

Mi respuesta es:

—Estoy hambrienta de Nueva York, de Barneys, de las boutiques de


Bleecker, de las cenas en el Posto con mis amigas, de entrar a
escondidas en los clubes, de prepararme para Kent, de enamorarme de
Smith, y de vivir la vida que supuestamente debería estar viviendo.
Estoy hambrienta, Oprah. —Tal vez podría conseguir ir a su programa

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Gwendolyn Heasley

como invitada: Ella podría ser mi madrina, ¿cierto? La he visto regalar


coches gratis. ¿Por qué no restaurar la vida de las personas a su lugar
correcto de nuevo?

Y para empeorar mi vida, es un viernes sin un itinerario social excepto


la cita del sábado para conducir con el abuelo en la mañana.

Después la clase de español, Kitsy se me acerca.

—Hola, Corrinne —dice Kitsy, y se mueve de un pie a otro—. ¿Cómo


estás? Espera, ¿estoy hablando en español después de clase? Eso es
realmente patético. Y como sea, ¿qué harás este fin de semana?

Me encojo de hombros, aunque sé la respuesta: conducir Billie Jean


Segunda y comer restos de falda.

—¿Vas a ir al partido? —pregunta ella.

Niego con la cabeza.

—Te diré un secreto —dice ella, bajando la voz—. Me harté del futbol
también, pero soy una Mockingbird, así que tengo que ir. Estoy segura
de que ya lo suponías ya que uso el uniforme y todo.

No respondo, pero Kitsy continúa:

—De todas formas, la parte buena de la noche de partido es que


siempre hay una fiesta después. Si quieres ir, búscame.

Por alguna razón inexplicable, asentí con la cabeza. Asentir, creo que
incluso en Texas, es el signo universal para decir sí. Creo que el calor
está subiendo a mi cerebro.

—Genial —dice Kitsy, y se pasea en su uniforme de porrista gris de


Mockingbird, sosteniendo sus pompones en una mano y sus libros en la
otra. Broken Spoke Pregunta del Día: ¿Por qué Kitsy lleva sus
pompones a clase? Mejor Respuesta: Para que pueda animar
eficazmente si se presenta una situación de emergencia.

El señor Luis debe obligar a Kitsy a que me tome como un proyecto de


caridad. O tal vez esto es una de esas películas para adolescentes donde
los chicos atraen a los estudiantes nuevos a una trampa. Porque en mí
y en Kitsy no hay nada en común, tengo entendido que Kitsy es

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Gwendolyn Heasley

realmente popular en la Escuela Laca para el Cabello y Botas Vaqueras.


A diferencia de mí, ella no carece de amigos exactamente, lo cual hace a
su atención todavía más confusa. Quizás ella busca algún lugar libre
para estar si es que alguna vez llega a Manhattan. Pero nuestro
departamento está en venta, parece que ni siquiera volveré a alojarme
en un hotel.

A pesar de las protestas de la abuela contra las injustas asignaciones


de tiempo y dinero en el equipo de futbol, todavía se pone una camiseta
color gris acerado de Mockingbird y salta dentro del Billie Jean Segunda
con Tripp, el abuelo, y yo para el silbatazo inicial.

—Por supuesto que voy a ir, Corrinne —dice la abuela—. La


inauguración de la temporada es como una fiesta para la ciudad entera.
Y todos han estado contando con mis pastelitos de Mockingbird desde
la temporada pasada.

Y con una buena razón. Los pastelitos de Mockingbird de la abuela


vencieron a cualquier pastelito de la famosa Pastelería Magnolia en
Nueva York: Cada uno es un perfecto pastel de terciopelo rojo con un
diminuto ruiseñor muy realista hecho con queso mascarpone en la
parte superior. La abuela ha cocinado suficientes para el pueblo entero
y probablemente para el pueblo del equipo rival, los Bolston
Bluebonnets, también.

Cuando llegamos al partido dos horas antes de la hora que realmente


va a empezar, la entrada del estacionamiento está saturada de gente. Se
ve como un mar gris.

Por todas partes la gente está dando vueltas por el estacionamiento, y


cada maletero de los coches está abierto, la puerta trasera de cada
pickup está abierta. Hay parillas portátiles y neveras suficientes para
alimentar y saciar a todo el estado de Texas, el segundo estado más
grande de América, claro está.

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Gwendolyn Heasley

Trip lanza un chillido. —Tailgating como en la televisión. Impresionante.


Papá me prometió llevarme a un partido de los Jets para el tailgating a
pesar de que él odia el futbol, pero, ya sabes, el trabajo se adelantó.
Esta forma es más cool de lo que pensaba.

El abuelo se detiene en uno de los espacios vacíos. Saltando, Tripp


lanza alaridos nuevamente: —Tengo que ir a buscar a mis amigos. Los
veo después del partido.

Ah, así que esto es un tailgating. El ritual de todos los americanos para
pasar el rato en los estacionamientos comiendo carnes a la parilla no
identificables en sus camionetas. En la ciudad, nunca haríamos esto
porque los coches los usamos para ir de un lugar a otro, no como
muebles de reunión. La escena entera parce bastante desagradable, y
espero que no me obligue a perder mi creciente apetito.

Me siento aliviada de ver cómo la gente joven se viste para el evento.


Preparándome, me preocupaba que mi atuendo: un vestido de lino gris
claro con una chaqueta color rosa, podría ser demasiado extrema.
Porque carezco de orgullo o cualquier otro sentimiento de odio hacia
Broken Spoke, no tenía ganas de vestirme de gris. Pero últimamente
decidí que no sirve de nada sobresalir más de lo que ya lo hago, así que
me vestí de gris de todos modos.

Necesito llamar por el iPhone sobre esta escena de tailgate a mi padre


en Dubái.

El verme aquí podría hacerle cambiar de actitud. Él dice que el futbol es


para los tipos musculosos sin cerebro; los verdaderos caballeros juegan
al polo y al golf, juegos de habilidad, no de fuerza. No es que esté
exactamente de acuerdo, pero estoy dispuesta a usar cualquier cosa
que sea a mi favor. Por supuesto, la diferencia de ocho horas hace difícil
que me ponga en contacto con él.

Desde que Tripp se fue galopando con sus amigos, he quedado con la
abuela, el abuelo y su grupo de amigos, el cual parece incluir al pueblo
entero.

La abuela me lleva a un grupo grande de mujeres usando ropa de


Mockingbird.

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Gwendolyn Heasley

—Tengan, tomen un pastelito —dice la abuela, y los entrega al grupo—.


Sé que todas han estado esperando por uno. Y esta, esta es mi nieta,
Corrinne. Está matriculada en Broken Spoke este otoño. Y su hermano
pequeño, Tripp, está en la secundaria. Él fue con sus nuevos amigos. Lo
reconocerán; es el que parece que sale en un comercial de cereal.

Los ojos de todas las del grupo se ampliaron, casi al mismo tiempo.

—¿La hija de Jenny Jo? —murmura alguien en mi dirección.

—La última vez la vi que estaba en la revista People en alguna gala —


observa otra.

—Es la que se fue lejos —lamenta otra.

—¿Cómo está ella? —pregunta una señora, y mira en mi dirección.

No sé cómo responder, por lo que sólo levanto los hombros y digo: —Le
puede preguntar usted misma, probablemente estará aquí en algunas
semanas.

Y entonces el grupo se ríe, y otra vez es casi sincronizado.


Espeluznante.

—De ninguna manera, Jenny Jo no va a volver a Broken Spoke nunca


—replica una señora corpulenta que está usando una sudadera roja
con un Mockingbird de lentejuelas grises en ella.

Quiero decirle a esta mujer que esta es la caída de las sorpresas. Y que
si Corrinne está aquí en el Spoke, es mejor que Jenny Jo se aparezca
también.

En este momento, el abuelo se acerca al grupo, pone sus brazos


alrededor de mis hombros, y me salva.

—¿Qué tal si vamos a probar un poco de la mejor barbacoa de Broken


Spoke? —dice, apartándome de las Abuelitas Chismosas.

Y mientras dejamos al grupo, puedo oír a mi abuela parlotear sobre


recesión esto, recesión aquello, y sí, veinte años es mucho tiempo.

Con el abuelo y sus amigos, consigo revivir la temporada del último


Campeonato Estatal de Broken Spoke, partido a partido, jugada por

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Gwendolyn Heasley

jugada. A pesar de que tuvo lugar hace cincuenta y dos años, estos
hombres hablan en tiempo presente como si hubiera sido hace días en
vez de medio siglo.

La abuela, el abuelo, y yo eventualmente nos acomodamos en los


asientos de primera fila de la sección de la tercera edad y el saque
inicial tiene lugar. Yo suspiro. Finalmente. Un extraño y mortal silencio
se apodera de la multitud de Broken Spoke hasta que anotan el primer
touchdown. Juro que nadie ni siquiera respira hasta que los
Mockingbirds aumentan a siete. Poco tiempo después, ese chico Bubby
de mi clase de español intercepta el balón y anota el segundo
touchdown. Nuestra sección estalla en aplausos ensordecedores; he
oído sirenas que son más agradables al oído.

El abuelo señala al número veinte, Bubby.

—¿Ya conoces a ese chico, Corrinne? —pregunta el abuelo cuando el


estruendo de aplausos aminora—. Dicen que va a hacerla en grande.
Primera división, beca en Longhorn, tal vez incluso la NFL algún día.
Nunca hemos tenido un Spoker que llegue a la NFL. Todas son
habladurías en este momento, por supuesto, pero creo que lo
conseguirá. Además es un chico muy bueno. Estudioso también, por lo
que tu abuela dice. Hace mucho tiempo, tu madre conocía a su padre.

No le digo al abuelo que él es el Neandertal que me llama Manhattan,


una de las únicas dos personas en toda la escuela que me hablan. El
partido, a pesar de que soy la única adolescente sentada en la sección
geriátrica, pasa lo suficientemente rápido. Durante unos segundos,
cuando los Spoke se quedan temporalmente atrás de los Bluebonnets,
me encuentro apretando los puños, conteniendo la respiración y
rezando para que Broken Spoke ganen. Cuando me doy cuenta de que
realmente podría importarme el resultado de este juego barbárico, la
confusión me invade. ¿Espíritu escolar recién descubierto? No lo creo.
Lo atribuyo al hecho de que esta ciudad es lo bastante deprimente; no
estoy segura de lo que perder les causaría.

Después del partido, veo a Kitsy venir saltando, sí, saltando, hacia los
abuelos y yo, mientras mueve un pom-pom blanco de arriba abajo. Me
pregunto qué tipo de drogas estimulantes está consumiendo y si puede
conseguirme un poco.

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Gwendolyn Heasley

—¿Puedes creerlo, Corrinne? Gran victoria. Tremenda victoria. ¿Y viste


a esas patéticas Bonnets arruinar totalmente su porra? Aficionadas.
¿Estás lista para irte? Oh, disculpen mis modales. Los he visto por el
pueblo, pero nunca nos hemos conocido realmente. Soy Kitsy Kidd, y
me da mucho gusto conocerlos, Sr. y Sra. Corcoran.

—Houston —corrige la abuela rápidamente—. Sr. y Sra. Houston.

—Hola, Señorita Kitsy —dice el abuelo—. ¿Hay alguna posibilidad de


que esté relacionada con Ambar Kidd?

Kitsy se detiene.

—Es mi madre —dice Kitsy en voz baja, y se agacha a atarse los


zapatos.

La abuela le da un codazo al abuelo de una manera obvia, y me siento


ruborizar a pesar de que no me importa lo que Kitsy piense de mí o de
los modales de mis abuelos.

Kitsy se levanta y toma una respiración profunda. —Les prometo que


soy muy responsable. Mi novio, Hands, el mariscal de campo, es un
excelente conductor. Corrinne llegará a casa a una hora razonable, y yo
me encargaré de ello. No puedo creer que Corrinne sea de Nueva York.
Nunca he conocido a un neoyorquino antes y quiero escuchar como es
realmente en comparación a como es en las películas. Algún día me voy
a mudar allí. O eso espero.

El abuelo da un paso hacia delante, le estrecha la mano a Kitsy, y dice:


—No sabía que Corrinne se había hecho una tan buen amiga.

—Y yo no sabía que ibas a ir a alguna parte, Corrinne. Aún ni siquiera


hemos discutido el toque de queda —dice la abuela mientras examina
con la mirada el cuerpo de Kitsy.

¿Toque de queda? Ni siquiera sé cómo convertir la hora de Nueva York a


la hora de Texas. Después de todo, cenan a las cinco aquí. ¿Eso
significa que tengo que estar en casa a las nueve treinta p.m.?

—La llevaré a casa a las doce, señora —dice Kitsy. Me dan ganas de
reír. ¿Medianoche? ¿En serio? Esa fue mi toque de queda en la
secundaría.

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Gwendolyn Heasley

—Muy bien, Corrinne. Tengo tu número de celular, así que sal con tu
amiga. Trata de pasar un buen rato —dice el abuelo, y la abuela se
vuelve hacia él, abre la boca, pero luego la cierra.

—No bebas, Corrinne —grita la abuela.

No digo nada. En realidad, no he dicho nada durante este intercambio,


y ahora Kitsy me está llevando de la mano hacia un jugador de fútbol
muy alto y de pelo rojizo y hacia su camioneta de dos puertas amarilla
perfectamente encerada. Me pregunto cómo se llama su camioneta.
¿Amarillo Submarino?

—Soy Hands, el novio de Kitsy —dice él—. Debes ser Corrinne. Kitsy no
deja de hablar de ti. “Hands, hay una chica nueva de Nueva York.
Hands, ella es como una Gossip Girl de la vida real. Hands, quiero ser
su amiga.” Kitsy está seriamente obsesionada con todas las cosas de
Nueva York, incluyéndote.

Y entonces extiende su mano, aún sudorosa del partido, y de repente


entiendo el nombre: su mano derecha por sí sola es del tamaño de una
pizza grande.

Hands abre la puerta para mí, lo que es algo que el abuelo siempre hace
también.

—Vamos a emborracharnos —dice Kitsy, y entra saltando detrás de


mí—. Bebes, ¿verdad?

Vaya, pensé que Kitsy era una hacedora de buenas obras en primera
fila. Por lo menos resulta que la única persona que me cae bien en
Texas me lleva a fiestas en lugar de a grupos de estudio.

Yendo por camino de tierra tras camino de tierra, apenas puedo creer
que esto siga siendo Broken Spoke. Y mi vejiga sigue zarandeándose.
Será mejor que haya un baño cuando lleguemos allí. O tal vez un
Starbucks mágico aparecerá de la nada; siempre tienen baños.

Finalmente, Hands enciende sus luces altas cuando se detiene en un


campo donde una fogata está ardiendo furiosamente y alrededor ya hay
media docena de camionetas estacionadas. No otra fiesta al lado de las
camionetas. Y ni siquiera hay un baño portátil a la vista.

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—¿Es esta como la pre-fiesta antes de la fiesta en una casa? —le


pregunto a Kitsy—. Realmente tengo que ir al baño —susurro.

Kitsy mueve su dedo índice en un círculo. —Esta es la fiesta —dice.

Trato de no quedarme boquiabierta.

—No te preocupes, siempre llevo en mi bolso TP —Kitsy dijo.

— ¿TP? —le pregunto mientras Kitsy empieza a cavar alrededor en su


bolso.

—Papel higiénico —dice mientras me entrega un fajo—. Te voy a llevar a


los árboles.

¿Árboles? No voy a orinarme en mis zapatos de raso, cuestan 400


dólares, y no sé cuando pueda conseguir otro par. Se agotaron a las
pocas horas de salir a la venta.

—No te preocupes, Corrinne —dice, notando la atención de mi mirada


en mis zapatos—. Te voy a mostrar el método vaquera.

Miro a mi iPhone: no hay servicio. No puedo llamar a Waverly, no puedo


llamar a Dubai, no puedo llamar a la abuela y el abuelo, y ni siquiera
puedo llamar al 911. Así que supongo que tendré que orinar en el
bosque, el estilo vaquero. Mis padres tendrán que pagar por mi
hipnosis, no puedo vivir la vida con estos recuerdos.

Kitsy toma sus pompones en una mano, agarra mi muñeca con la otra,
y me arrastra hacia el bosque. Me parece que el método vaquero
significa tirar una pierna sobre una rama de un árbol caído y agacharse
como una bailarina. Por suerte, no se puede ver la otra luna llena, la
mía, en el cielo nocturno. Pero el orín no vuela hacia mis talones o la
pierna, así que supongo que el método funciona. ¡Esto haría que te
arresten en la ciudad sin embargo!

—Tiempo de cerveza —Kitsy dice cuando resurjo de los bosques.

¿Cerveza? ¿Tiene Kitsy alguna idea de la cantidad de carbohidratos que


hay en eso? No puedo sobrecargarme más de carbohidratos después de
todo lo que he estado comiendo en casa de la abuela. Pero sólo con
barriles a la vista, la sigo. Bubby está llenando vasos de plástico de
color rojo.

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Gwendolyn Heasley

—Manhattan —Bubby dice—. No pensé que te vería aquí. Pensé que


tendrías algún jet privado a la espera de llevarte a los Hamptons para
una fiesta de blanco.

—Veraneo en Nantucket —lo corrijo—. De todos modos, ahora es


totalmente aceptable usar blanco después del Día del Trabajo, por lo
que las fiestas de blanco están fuera de moda.

—Que es Nantucket —Kitsy quiere saber.

Bubby me da una taza sin espuma. Al parecer, ha hecho esto del barril
antes.

—Nantucket es una isla para gente rica, Kitsy. Así que Manhattan, ¿qué
hace una chica como tú en Texas? ¿Es esto como rehabilitación para ti?
—dice Bubby.

Me trago la cerveza. Que sabe como orina, lo cual es perfecto ya que


probablemente huela a orina después de los bosques. —Sí,
rehabilitación —Sostengo mi copa en el aire, apuntando hacia él—.
Salud.

Kitsy me guiña el ojo. —Corrinne acaba de pasar algún tiempo con sus
abuelos, pero pareces muy interesado. No vas a volverte empalagoso
con la chica nueva, ¿verdad?

¿Empalagoso? ¿Sería el equivalente tejano para un flechazo? Ni siquiera


aceptaría una amistad virtual con Bubby, mucho menos que sea
empalagoso conmigo. No es que haya algo empalagoso a mí alrededor.

—Kitsy, Manhattan es un poco tensa para mí. Prefiero una vaquera —


dice Bubby, y me sirve otra cerveza.

Decido no decirle a Bubby que ya he aprendido el método vaquero hace


cinco minutos. Tomando la copa de Bubby con cautela, me recuerdo
tomarlo lento, o voy a tener que ir al bosque de nuevo.

—Y yo prefiero caballeros —digo, lo que es una mentira ya que nunca


he conocido a un caballero en mi vida. Mis intereses amorosos del
pasado pensaban que ofrecerme píldoras para mi cóctel era considerado
como un gran gesto romántico. Smith iba a ser mi primer caballero,
pero este otoño está resultando ser la temporada de lo se supone que
iba a ser. Se suponía que debía tener una vida potencial, iría a Kent, se

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Gwendolyn Heasley

supone que compartiría habitación con Waverly. Se suponía que me


enrollaría con Smith.

—Entonces, ¿por qué no tienen las fiestas en casas? —pregunto,


volviendo la cabeza a ambos lados para ver esta llamada fiesta, que con
más exactitud se asemeja a un estacionamiento cubierto de hierba.

—Nuestros chicos no tienen casas lo suficientemente grandes como


para hacer fiestas en casa. Incluso si lo hiciéramos, nuestros padres
están en casa. No hay mucho que hacer en Broken Spoke después de
21:00. Es un condado seco, ya sabes. Así que la mayoría de los padres
que no están leyendo la Biblia en sus salas de estar están bebiendo
solos en su sala de estar. No es exactamente la clase de fiesta con la
que nos gustaría toparnos. Además, el campo está bien. Los equipos
han hecho fiestas aquí por años —dice Bubby, y miro a mi alrededor
para darse cuenta de que soy la única que no viste el uniforme de
Mockingbirdette o la camiseta de fútbol de Mockingbird.

Broken Spoke y la ciudad no podría ser más diferente. Aquí, la vida


social de los padres gira en torno de los niños y sus deportes. Todo el
mundo en la ciudad estaba en el partido esta noche. Había
generaciones tras generaciones alentando a los niños. En Manhattan,
los padres apenas pueden hacer que las actividades extracurriculares
de sus hijos encajen en los horarios de su trabajo y su sobrecargada
vida social. Y los fines de semana, la mayoría de los padres a menudo
se quedan hasta tan tarde, si no más, que sus hijos. Pero supongo que
tiene sentido que Broken Spoke sea diferente. No es de extrañar que
Bravo no rodara la película La Real Vida de las Amas de Casa de
Broken Spoke.

—Voy a dejar tortolitos en la fuente de agua—, Kitsy dice. —Tengo que


encontrar a Hands.

Y Kitsy, con sus pompones, corretea hacia Hands, que todavía está
jugando al fútbol con un par de atletas en la fogata.

Quiero huir, pero los tacones no son buenos para eso, —incluso si son
Nike Air Cole Haans— y no tengo ni idea de dónde estoy. Este campo
sólo con barriles, camiones, y arbustos de pino hace parecer a Broken
Spoke una metrópoli.

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Gwendolyn Heasley

Bubby tira hacia abajo la puerta trasera de un camión y se sienta en el


borde.

—Toma asiento—, dice.

Le entrego mi vaso y trato de empujarme con gracia, pero los músculos


de mi brazo me fallan. Bubby se agacha, agarra mis manos, y tira de mí
con facilidad.

—Por lo tanto, Texas no es una especie de rehabilitación de la princesa


de Manhattan. ¿Por qué estás aquí de verdad, entonces? —pregunta
Bubby, y vuelve la cabeza para hacer contacto visual. —No es
exactamente un lugar donde mucha gente decida trasladarse.

Eso es seguro, sobre todo, no por libre albedrío, creo.

—Mis abuelos viven aquí. Mi abuelo dijo que tu padre conoce en


realidad a mi mamá. Se crió aquí. ¿J.J. Corcoran? Quiero decir, Jenny
Jo Houston—, digo.

—De ninguna manera. ¿Tu mamá es Jenny Jo Houston? —Bubby se


inclina hacia adelante y suelta una carcajada. —No puedo esperar para
contarle al viejo. He oído historias acerca de Jenny Jo desde que
comencé a lanzar la pelota con mi papá. ¿Alguna vez has visto sus fotos
de graduación?

— ¿Imágenes de graduación de quienes? — pregunto.

— ¿Tu mamá no te lo dijo nunca? —Bubby pregunta de nuevo.

— ¿Decirme que? —le respondo. Este chico está comenzando a


molestarme.

—Tu mamá. Mi papá. Salieron, como durante toda la escuela


secundaria, y algo más—, dice Bubby, y bebe el resto de su cerveza.

La idea de mi madre saliendo con alguien, por no hablar del padre de


este granjero, casi me hace vomitar mi cerveza. Trago saliva para
evitarlo.

—Um, mi mamá no habla mucho acerca de Texas. Nunca antes visite


Broken Spoke, que no sea como hace diez días—, le respondo. —Y no es
precisamente algo que planee volver a hacer.

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Gwendolyn Heasley

—Sí, ya sé esa parte de la historia también. Un tipo banquero elegante


cayó a los pies de tu madre cuando era modelo en Nueva York. La
historia dice que siempre pensó que era demasiado buena para esta
ciudad. O al menos eso es lo que dice mi papá, pero puede que solo sea
de amargado.

Sí, mi mamá es demasiado buena para esta ciudad. Yo también, pero


no es exactamente como que tengo a nadie más con quien hablar aquí,
así que lo filtro.

O mejor dicho, semi-filtro.

—Espera. No estoy normalmente en la cosa de salir en defensa de mi


madre ya que es la razón por la que estoy en este infierno. Pero no es
apropiado estar hablando de alguien que no conoces.

—Así que, ¿qué pasó, entonces, Corrinne? —Bubby dice, haciendo


contacto visual.

—Te dije que no habla de Texas, y estoy empezando a ver porque.

Me acerco hacia el borde de la puerta trasera para poder saltar hacia


abajo, encontrar a Kitsy, y salir de este lugar. ¡Demasiado por esta
fiesta!

Pero Bubby me bloquea con el brazo. — ¿Por qué exactamente estás


aquí, Corrinne? Es obvio que no para hacer amigos.

—No sé si tienen otros periódicos además del de la estúpida escuela,


pero el país está en una recesión. Los neoyorquinos están teniendo un
momento particularmente difícil. Somos el hogar de Wall Street,
después de todo.

—Oh, sí, la recesión. Ve a preguntarle a un par de chicos de la fogata si


han oído hablar de ella—, Bubby dice, señalando al otro lado del
campo. —Las granjas han estado en recesión desde hace décadas. Y
cerró la fábrica de maquinaria agrícola hace más de dos años. Lo que
solía ser el mayor empleador de la ciudad. Y no hay planes para una
nueva fábrica. Nuestra economía no es como el mercado de valores, no
puede recuperarse solo cuando la gente oye una buena noticia.
Estamos acostumbrados a las malas noticias en Broken Spoke. No es
que una princesa como tu sepa algo sobre Main Street y como es aquí.

71
Gwendolyn Heasley

—Perdóname, mi padre perdió su trabajo debido a la recesión y hemos


perdido todos nuestros ahorros en una estafa, así que no digas que no
sé nada de malas noticias—, digo, cruzando las piernas para
enfrentarme a Bubby.

Y es la primera vez, me doy cuenta, que he dicho la verdad en voz alta.


A Waverly, sólo se la insinué, y le mentí a todos los demás. Se siente
extrañamente catártico, por lo que continuo. —Y mi padre tuvo que
mudarse a Dubai—, que es casi prácticamente en Irak—, por otro
trabajo.

—Dura vida, Corrinne. Por cierto, Dubai queda los Emiratos Árabes
Unidos. Es como Las Vegas del Medio Oriente —no es exactamente un
país en guerra—. No es que esperara que lo sepas que ya es obvio que
no tienes idea de nada, aparte de tus zapatos de Prada y gafas de sol
Gucci. Sólo ves la imagen pequeña, el autorretrato. —Y con eso, Bubby
me libero. —Adelante, vete. Ya has formado una opinión sobre esta
ciudad y su gente. No hay necesidad de que estés aquí.

Por lo menos estamos de acuerdo en algo, creo, antes de deslizarme


rápidamente por el borde. Quiero añadir que no son tacones de Prada,
son Haans Cole, y no estoy usando ningún anteojo de sol, y mucho
menos mi par Gucci. Decido no molestarme.

El hecho de que tengo que vivir en Broken Spoke no significa que tenga
que mezclarme con sus habitantes.

Marcho hacia el barril, y me sirvo otra cerveza.

Estoy tan enojada, mi filtro ha desaparecido, así que decido ir por la


última palabra final. —El acto de periodista es malo, por cierto—, le
digo desde el barril. —Vuelve a jugar al fútbol.

—En realidad—, dice Bubby mientras baja de la camioneta—, me


gustan los reportajes. Aprendí muy pronto que los sueños no suelen
funcionar. Podría romper mis rodillas y no tener nada. Así que soy
bastante consciente de utilizar mi cerebro. Es algo que deberías tratar
con mayor frecuencia de hacer.

Abro la boca para contestar, pero las palabras no salen, así que camino
lo más despacio y de manera constante hasta Kitsy.

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Gwendolyn Heasley

—Kitsy—, le pregunto en voz baja, — ¿Podemos irnos?

—Ohmidios—, Kitsy dice—, soy una amiga terrible. Ni siquiera te he


presentado a nadie. Hay un montón de gente allí. Vamos a hablar con
ellos. Pensé que se estaban divirtiendo con Bubby, que estaba
totalmente transpirando por ti. Todos están de acuerdo. En todo caso,
te voy a presentar ahora. Lo siento mucho.

—Es sólo que no me siento bien—, comienzo y agarro mi estómago. Esto


es cierto, siento como que me estoy muriendo. Odio mi vida, y ahora
una de las dos únicas personas que conozco en este pueblo olvidado de
Dios me odia sin ninguna razón.

—Oh, por supuesto, Corrinne—, dice ella—, uf, lo siento. Pensé que
sería divertido. Voy por Hands. No bebe porque odia tener resaca a las
08 a.m. en la práctica. Nos puede llevar a casa.

Ocho de la mañana. Oh, sí, tengo clases de manejo con el abuelo. Hay
todavía otro círculo del infierno, alguien debe decirle a Dante. Termino
mi cerveza y tiro la copa en el suelo.

—Gracias, Kitsy—, le digo, y lo digo en serio. Realmente es una buena


chica. Tal vez cuando salga de este lugar, voy a juntar dinero para sacar
a Kitsy de aquí. Es demasiado buena para el campo, Spoke, todo esto.

Después de que un tractor me lleva a casa, en silencio entro a la casa


de mis abuelos, donde borracha como tres pasteles Mockingbird, que no
hace nada bueno por mi estómago revuelto. Escondida debajo de mis
sábanas en mi habitación, llamo a Waverly tres veces: no hay
respuesta. No dejo ningún mensaje. Me siento avergonzada de decirle
incluso a mi mejor amiga, lo patética en que mi vida se ha convertido.

73
Gwendolyn Heasley

Capítulo 6
Su nombre era Billie Jean, ella causó un
escándalo

Traducido por PokerF ♠ y Rihano

Corregido por _Nathy_

M
i iPhone me levantó con la canción Downtown.
Tú puedes olvidar todos tus problemas, olvida
todas tus preocupaciones y ve al centro.

Nunca hubo ahí una canción más verdadera,


creo. Si sólo pudiera de alguna manera regresar al centro. Por lo menos
necesito regresar a mi cama. Mi cabeza está palpitando. Nada es peor
que la resaca cuando ni siquiera tuviste una pizca de diversión o una
remotamente buena historia que lo mejore. Calorías gastadas, también.
Me siento como si una banda musical estuviera usando mi cabeza como
un bombo y usando bates de béisbol como baquetas. Y ciertamente no
le puedo pedir un Advil al abuelo o la abuela. Eso seria un capitán
Obvio de que soy la resacada Harriet, especialmente después de que la
abuela me dijera que no bebiera.

—Corrine —el abuelo llama a la puerta—. El desayuno está en la mesa,


no olvides la lección de conducción más tarde.

Lo que necesito: tres horas más de sueño y un largo almuerzo con


Waverly, seguido de un mal-maratón-de realities. Lo que no necesito:
una lección de conducción del abuelo.

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Gwendolyn Heasley

Imagino que mis pijamas servirán como ropa para conducir. Aunque no
voy mucho con eso de “la imagen de vagabundo es la nueva moda”, no
puedo soportar estilizar un traje con percusiones sonando en mi
cabeza. Los olores del comedor invaden mis fosas nasales tan pronto
doy un paso fuera de la puerta. Tripp ya está escarbando en las
montañas de huevos revueltos, tocino y salchicha.

—Corrine —dice Tripp—, el abuelo lo llama el Especial Sensacional de


los Sábados. Mucho mejor que cualquier comedor. Abuela tienes que
abrir un restaurante.

Con el comentario de Tripp, la abuela, desde el primer día en que


llegué, sonrió.

—Deja de hablar tonto. No puedo siquiera seguir una receta.

El abuelo cuidadosamente plegó su periódico.

—No seas muy modesta. Podrías abrir un restaurante. Lo llamaremos


“Las sensaciones de Sandy”. Yo puedo ser el lavaplatos. —Después el
abuelo arrojó el papel en la canasta de reciclaje—. Corrine, ¿cómo
estuvo la fiesta? ¿Conociste a algunos jóvenes agradables?

—Si Corrine, la próxima vez, ¿puedo ir contigo? —preguntó Tripp con


un trozo de tocino aún en su boca.

—No va a haber una siguiente vez, Tripp. Pasé un muy mal rato. Y si no
te importa abuelo, estoy muy nostálgica para lecciones de conducción.
—Nostálgica, con resaca y hambrienta por Nueva York. Todo eso es
cierto. Por lo menos tengo mis huevos y tocino.

Caí en mi silla, de alguna manera resistiendo la abrumadora urgencia


de poner mi cabeza en mi plato. La abuela se movió desde la estufa de
la cocina hasta la mesa y me miró a los ojos.

—Corrine, tu abuelo despejó su día para esto. Vas a aprender a


conducir. —Desabrochó su delantal—. No sé como será en la ciudad,
pero aquí tenemos modales. Cuando alguien te ofrece un favor, lo
aceptas con gratitud.

Mirando a la peluda alfombra de Brady Bunchesque, no me atrevo a


mirar a la abuela.

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Gwendolyn Heasley

—Sí, señora —digo.

No estoy acostumbrada a que me griten, y no estoy segura de cómo mi


abuela cree que puede escaparse después de decirme qué hacer. Nota
mental: marcar a papá por ésta. La primera y única vez en mi vida en la
que fui castigada duro diez minutos porque mi padre llego a casa y dijo:
—Es sólo una niña J.J. Ambos odiábamos a nuestros padres por
disciplinarnos así. Seamos diferentes. —Y desde ese día, mamá y papá
han sido lo que mi profesor de economía llamaría padres laissez-faire.

El abuelo cogió sus llaves de la mesa y las hizo tintinear.

—Sandy Jean, creo que Corrine sólo esta cansada. No te preocupes


Corrine —dice el abuelo—, sólo haremos medio día para empezar. Tu
madre tumbó dos buzones el primer día así que soy un veterano en
esto.

La abuela luce como si estuviese a punto de empezar conmigo de nuevo.


Estoy desesperada de salir de esta casa y alejarme de ella.

Así que sonrió y digo:

—Estoy nerviosa. Han sido muchas sorpresas en el mes pasado, nunca


me imaginé este día.

O esta vida, añadí en mi cabeza. Oye, estoy mejorando en esta cosa de


la filtración.

—Lo sé cariño —dice el abuelo y acaricia mi cabeza—. Come algo,


saldremos en diez.

Recibí una pila de una tonelada de comida en mi plato. Por suerte, la


grasa puede curar esta resaca. Busco una taza de café esperanzada con
que la cafeína calmará mi dolor de cabeza.

Normalmente tomo un moca con leche descremada, con tres esplendas.

—¿Hay café? —pregunto

La abuela me mira como si le acabara de preguntar sobre métodos para


tener un bebé.

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Gwendolyn Heasley

—Corrine, la cafeína es una droga. No puedo creer que tu madre te


permitiera beber café. Bueno lo puedo creer, pero no voy a tolerar eso
aquí —me regaña.

No le digo que el café es la nueva agua para los exitosos neoyorkinos.


Aunque la abuela no tiene problema obstruyendo mis arterias. Parece
que no obtendré una taza de café que me ayude con esta resaca. Así
que voy a aprender a manejar en una furgoneta oxidada azul, llamada
Billie Jean Segunda mientras tengo resaca, estoy cansada, y terrible. Mi
vida está encontrando maneras para apestar más de forma exponencial
cada día.

El abuelo dirige a Billie Jean Segunda hacia el desierto y sucio camino


de granjas de ganado. Me siento aliviada de ver el ganado cercado. Lo
último con lo que necesito enfrentarme es con vacas enojadas.

—Okey, Corrine, salgamos, cambiemos lugares, y empecemos con lo


básico —y por primera vez en mi vida me senté en la silla del conductor
mientras el abuelo detallaba la anatomía del camión, el tercer pedal, la
palanca de cambios, el tablero de velocidades de RPM y la línea roja.
¿No podía alguien inventar un iStick que hiciera todo esto por ti? Todos
los pedales en mis pies se sienten como potentes minas. Un movimiento
errado y eso será todo.

El abuelo debe de haber reconocido la confusión en mi rostro porque


puso su mano en mi antebrazo.

—Sabes Corrine, muy poca gente, y menos mujeres conducen con una
palanca hoy día.

Y luego el abuelo mueve teatralmente su dedo hacia mí.

—Algún día vas a impresionar de forma endemoniada a un hombre con


tu belleza, tu inteligencia, tu sentido del humor y entonces te va a
proponer matrimonio cuando le digas que sabes manejar con palanca.

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Gwendolyn Heasley

Le sonreí al abuelo y reí.

—Creo que los chicos están más interesados en diferentes cosas de las
que solían estar.

—No los buenos —dice el abuelo—. ¿Estás lista para esto? No irás a
ningún lugar al menos que trabajes en lo de la palanca.

Si sólo mis amigos me pudieran verme ahora.

Y justo cuando pienso que sé lo que estoy haciendo, mi mente se pone


en blanco. Pongo mi pie en el freno y luego en el embrague y
rápidamente cambio a la que creo es la primera velocidad.

¡Errrereg! Billie Jean Segunda soltó lo que debe ser el equivalente en


camión a un grito humano por asesinato sangriento. Y luego nos
sacudimos hacia adelante antes de chisporrotearnos a una parada.
Recuesto mi cabeza en el volante y luego por supuesto, Billie Jean
Segunda hace sonar el claxon. ¡Ah! Que se joda mi vida, que se joda
conducir, y jódete tú Billie Jean Segunda.

—Abuelo no quiero hacer esto —lloriqueé con mis manos sobre mi


rostro—. ¿Qué acaba de pasar?

El abuelo en realidad se está riendo como si esto fuese divertido.

—Sólo te atascaste, Corrine. Eso le pasa a cada aprendiz. No puedes


arrancar en tercera debes arrancar en punto muerto.

El abuelo acomodó la velocidad correcta en la palanca de cambios.

—Billie Jean no dejará que te adelantes. Fue por eso que te atascaste.
Ahora intentémoslo de nuevo.

—¿Intentarlo de nuevo? —Me niego. Estoy viendo por la ventana


estimando qué tan lejos está el camino de regreso a casa de los abuelos,
o incluso mejor, Nueva York. Estoy satisfecha de que los Converse estén
de moda de nuevo desde el verano pasado, y estoy más feliz de que los
esté usando ahora. Revisando la manija de la puerta, me pregunto si el
abuelo trataría de perseguirme. Espero no causarle un paro cardiaco.

—Corrine —dice el abuelo, sosteniendo su dedo índice—. Sólo otro


intento y luego te puedes rendirte. Recuerda arrancar en punto muerto

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Gwendolyn Heasley

y luego la llevas a primera. —El abuelo hace mímica del acto. Se ve


caluroso y polvoriento afuera, y estoy asustada de que una vaca me de
un portazo. Con la manera en la que la gente come carne de res aquí, el
ganado debe de estar conspirando la revancha.

He hecho cosas más estúpidas que tratar la palanca una vez más.
Como cuando Waverly y yo robamos un carrito de golf cada verano en
Nantucket y luego somos atrapadas así podemos coquetear con los
caddies. Teniendo en cuenta ese record de errores repetidos, me doy
cuenta que al menos debería intentarlo de nuevo. Y hago todo como el
abuelo dijo, embrague, punto muerto, primera, combustible.

Chillido. Luego de que Billie Jean Segunda se tambaleara por una aún
más horripilante frenada que la primera, incluso empieza a salir humo
de la parte inferior. Realmente creo que el coche está en llamas, y veo al
abuelo con pánico en sus ojos. Tal vez ahora él se de cuenta que
enseñarle a una chica de ciudad trucos del campo es una mala idea.
Rápidamente me desabrocho el cinturón de seguridad. Estoy lista para
detenerme, saltar y girar fuera del coche.

Pero el abuelo no se movió una pulgada, sólo permanecía ahí con el


cinturón abrochado.

—Éste fue mi error, Corrine —dijo calmadamente—, olvidé decirte que


menos es más, tú sólo necesitas usar una pequeña cantidad de
combustible. Viene un camino laaargo. No te preocupes eso sólo humo
—dijo el abuelo mirando hacia afuera por la ventana, donde el humo
estaba desapareciendo lentamente.

—¿Qué pasa con ese dicho? donde hay humo, hay fuego —pregunté,
mirando afuera por mi ventana buscando llamas.

—Oh, a Billie Jean sólo le gusta soplar algo de vapor. No te preocupes


—dice el abuelo—. Está bien Corrine, una vez más. Te prometo que no
te volveré a pedir que lo hagas de nuevo. Recuerda, embrague, de
neutro a primera, y solo un poco de gas.

Puse mis ojos en blanco, hay una razón para que incluso los
conductores profesionales como los taxistas manejen coches
automáticos. ¿No deberíamos sólo renunciar ahora y estar felices de
que el coche no explotara?

79
Gwendolyn Heasley

Pero el abuelo me sonríe y me dice:

—Vamos Corrine, ¿una chica de ciudad como tú está asustada de una


vieja como Billie Jean?

Hablar sobre el coche como si fuera humano se está volviendo algo


extraño. Volví a abrochar mi cinturón de seguridad, pisé el embrague, lo
solté, lentamente de neutro a primera, y le doy al pedal del gas un
pequeño golpe. Y me doy cuenta que estoy avanzando. Mierda, yo
(bueno Billie Jean) se estaba moviendo.

—¡Abuelo, abuelo! —aúllo con mis nudillos blancos agarrando el


manubrio—. ¿Qué es lo siguiente? ¡Ayúdame!

El abuelo reía y reía.

—Está bien, sigue así y ponla en segunda, recuerda sólo un poquito de


gas —dice.

—Estoy asustada —dije y me di cuenta que mis rodillas temblaban.

—Vas a once kilómetros por hora —el abuelo golpea su rodilla y agita su
cabeza. No es de extrañar que los taxistas siempre estén usando la
corneta y maldiciendo. Esto es aterrador.

Miro a la palanca de mando, palanca de cambios, como sea que la


llame, y la muevo a segunda. Enormes remolinos de polvo se alzan
detrás de mí.

—Bien, chica, bien, lo haces con naturalidad —dice el abuelo—. Ahora


pongamos este bebé a 50 kilómetros por hora —y así lo hice.
Aparentemente, hay algo de ritmo para todo esto de la palanca de
mando.

El abuelo grita sobre el motor de Billie Jean

—Baja las ventanas. Siente que es como volar.

Ahora no es exactamente como tomar un helicóptero hacia los


Hamptons o el paracaidismo en los Alpes cuando fui a Europa, pero no
es del todo horrible. Con la ventana abajo, mi cabello se arremolina con
el viento mientras Billie Jean Segunda remonta su camino hacia la
interestatal.

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Gwendolyn Heasley

—Está bien —grita el abuelo—, detén a esta chica en un instante. El


embrague, reduce la velocidad, luego el freno.

De alguna manera logro seguir estas indicaciones en el orden correcto,


y con la sacudida de un taxi, Billie Jean Segunda para repentinamente
y un polvo café rodea el coche. Gracias a dios por los cinturones de
seguridad.

—Eso estuvo genial abuelo —dije, respirando por primera vez desde que
Billie Jean Segunda arrancó—. No puedo esperar a decírselo a mi
padre, creo que no sabe cómo conducir con cambios —porque mi padre
creció en la ciudad, y ni siquiera obtuvo su licencia hasta que se graduó
de la universidad.

—Tu padre tiene muchas cualidades incluso sino sabe manejar con una
palanca. Pero me siento mal por él. Es uno de los placeres de la vida,
manejar con cambios en el camino abierto —el abuelo alcanzo el
encendido y lo apago—. ¿Lo estás llevando bien querida? Sé que
extrañas a tus padres. ¿Fue la fiesta así de mala?

No quería decepcionar a mi abuelo diciéndole que extraño más ir de


compras que a mis padres. O que la fiesta fue peor que una fiesta de la
escuela con tu madre como acompañante. Por suerte mamá sólo hizo
eso por mí una vez. Dos semanas de la ley del hielo y ella aprendió la
lección.

—Fue algo mala —dije y fruncí el ceño—, ese chico Bubby es un


perdedor. ¿Sabías que mi madre salió con su padre? Mi madre jamás
menciono nada de esto.

Aunque no lo digo en frente del abuelo, mi madre raramente menciona


algo referente a Texas, incluyendo a su propio padre. Siento algo de
nauseas pensando en mi madre saliendo con alguien diferente a papá.
Ni siquiera me gusta ver a mis propios padres besarse, pero soy fisgona
y necesito conocer los detalles.

—Bobby tal vez está sólo siendo tentado por el joven corazón roto de su
padre. Su padre en realidad amaba a tu madre —dice el abuelo, y mira
a través de la ventana del pasajero.

Supongo que esto también es difícil para él.

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Gwendolyn Heasley

—Dusty la amaba lo suficiente para decirle que fuera a Nueva York e


intentara esa cosa del modelaje. Creo que pensó que ella regresaría, sin
embargo. De Broken, los pocos que lo hacen, regresan —dice el abuelo
aún mirando por la ventana.

Seriamente me pregunto si drogan a los de Broken Spoke,


inmediatamente después de su nacimiento. ¿Quién dejaría este lugar
para luego regresar? Me pregunto si hay un culto aquí del que no sepa.
Tendré que ser extra cuidadosa con alguna ayuda genial. Pero uso mis
filtros desde que el abuelo ha sido bastante agradable, aunque casi lo
mato hoy a él y a Billie Jean Segunda dos veces. ¿Y mi madre tenía un
novio llamado Dusty?

—¿Dusty? —empecé a carcajear hasta que mi cabeza se aturdió de


nuevo—. ¿Mi madre salió con Dusty y luego rompió su corazón? ¿En
serio?

Casi bufo, lo que me recuerda que he olvidado como se siente reír.

—Siempre pensé que mamá era aburrida cuando era joven. No sabía
que tenía citas, mucho menos que era una rompecorazones en la
escuela secundaria.

Me detengo y pienso en cómo poner esto en una frase.

—Cuando mamá habla de Texas, lo hace como si fuera la chica perfecta


que nunca hizo nada malo, que no hirió a nadie.

—Dustin es su nombre completo —dice el abuelo mientas molestaba


con la radio—. Tu madre estaba bastante, bueno bastante emocionada,
pero tu abuela nunca pensó que la emoción fuese algo bueno. Las
chicas aburridas no se van de Spoke a Nueva York para volverse
modelos, Corrine.

—¿Es por eso que la abuela está enfadada? —Le pregunté mientras el
abuelo cambiaba de una estación de country a otra—. ¿Por que mamá
los dejó a ustedes para volverse una modelo?

—No —dice el abuelo—. El modelaje fue idea de tu abuela, siempre


quiso más para Jenny Jo, hasta que se dio cuenta que esas cosas
significaban dejarnos a nosotros y a Broken Spoke atrás para siempre.
La abuela no sólo está enojada con tu madre, también esta enojada

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Gwendolyn Heasley

consigo misma por presionar a Jenny Jo a irse —alcanzando la palanca,


el abuelo puso la radio bastante fuerte.

—¿En serio? —grito sobre la radio, tratando de juntar esos datos. Toda
mi vida, pensé que había sido mi mamá quién cuidadosamente había
urdido su escape de Texas y eso es por lo que ella nunca habla sobre
eso. Sabía que vino a Nueva York a modelar, pero sólo hizo algunos
catálogos de trajes de baño.

—No tenia la pasión para eso —siempre decía. Pensé que se refería a
que no podría soportar el constante rechazo como el que ves en shows
como America’s Next Top Model, donde siquiera tu frente es lo
suficientemente perfecta. Pero tal vez mamá renuncio porque ese nunca
fue su sueño, era el de la abuela.

—En realidad, cariño —dijo el abuelo bajándole a la radio—, tu madre


lloró como un bebé todo el camino hacia el aeropuerto cuando se fue.
Ella tenía 21, y sentí que era mi pequeña niña yendo al primer día del
jardín de infantes de nuevo. Dusty lloró todo el camino de regreso a
Broken Spoke. Los hombres no suelen llorar en frente de otro hombre
—el abuelo volvió a centrar su atención en la radio—. Pero suficiente del
pasado. El pasado es pasado. Busquemos una buena canción para
conducir.

No me sentía como para conducir en este momento. ¿Mi madre


llorando? Ella nunca llora. Ni siquiera lloró después de la recesión. ¿Y
llorar porque no quería dejar a sus padres, a Dusty y a Broken Spoke?
¿Quién era esa Jenny Jo Houston? Cuando me vaya, no voy a mirar ni
siquiera por el retrovisor.

El abuelo abre la guantera y saca algo que creo se llama "cassette".

—Encontré esto en Billie Jean Primera antes de que la vendiera. Es la


vieja cinta de canciones variadas de tu madre. No la he escuchado en
años.

—Sé lo que es una cinta de canciones variadas por haberlo visto en


películas de los ochenta —digo—. Esperemos que no sea una banda de
sonido para besuqueos. —Pensar en mi madre haciéndolo me hace
querer vomitar. Girándome hacia el asiento del pasajero, veo al abuelo
sonrojándose también. Filtros, Corrine, filtros.

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Gwendolyn Heasley

—¿Sabes que canción es ésta? —pregunté cambiando la conversación.

—Es su canción —respondió y subió el volumen

—¿De mamá?

—No —él dijo—, la de Michael Jackson, Billie Jean. Oh, Jenny Jo, no
podía escuchar esta canción lo suficiente. Incluso nombró el camión
como la canción y me había hecho manejar alrededor del pueblo
mientras la escuchábamos una y otra vez —dice el abuelo—, y esto es
antes de que hubiera un botón de repetición. La escuchábamos una vez
y luego teníamos que rebobinarla para escucharla de nuevo. Bailaba
por horas en la cocina y eso volvía loca a tu abuela porque bailaba
mucho más de lo que ayudaba a cocinar y a limpiar.

—¿Bailaba? —repetí. Nunca he visto a mi madre siquiera balancearse

El abuelo suelta una carcajada.

—Hay muchas cosas que no sabes de Jenny Jo —dice—, y apuesto que


hay mucho de ti que ella no sabe.

Hizo sonar el llavero, un largo cuerno, la encantadora mascota de la


universidad de Texas.

—Hagamos que Billie Jean se mueva de nuevo porque odia holgazanear,


especialmente cuando estamos escuchando su canción —dice el abuelo

Él me dejo ponerla en cuarta. Y cuando lo hice, sostuvo su mano para


una gran quinta.

Puede ser que incluso lo eche de menos cuando esta pesadilla termine.

El abuelo conduce de regreso, ya que no pensaba que estuviera lista


para el único semáforo en el pueblo o la interferencia de otros coches.
De hecho, en realidad nunca hice un giro a la derecha o a la izquierda,

84
Gwendolyn Heasley

pero todavía no puedo esperar para escribirle un mensaje a Waverly


hablándole acerca de la conducción. Por primera vez, desde que llegué a
Texas, ella podría estar celosa de mí.

La patineta de Tripp estaba en el camino de entrada cuando llegamos a


casa. Dejando su tabla detrás, él corrió hacia el coche.

—Oye, Corrinne —dice Tripp, metiendo la cabeza por la ventanilla—.


¿Cuántos accidentes ocasionaste? La próxima vez, yo voy contigo, pero
voy a usar esto para la protección. —Tripp golpeó en su casco—.
Alguien en esta familia necesita tener un cerebro que trabaje.

Ignoro el comentario de cerebros.

—No requiero casco —le digo—. Yo soy una conductora excelente,


incluso el abuelo piensa así.

El abuelo asiente con la cabeza hacia Tripp.

—Es cierto, especialmente para una chica de ciudad. Tripp, ¿qué


hicieron tú y la abuela hoy?

—Nos fuimos a comprar comestibles, y yo voy a la pista de patinaje para


reunirme con mis amigos después. Es por eso que estoy practicando. Y
¿adivinen qué? —dice Tripp, y levanta las cejas.

—¿Qué? —suelta el abuelo.

—Aprendí qué somos llamados. —Tripp sonríe como si estuviera en un


comercial de TV—. Una gran familia. Lo escuché en el programa Today.

—Gran familia, —repite el abuelo—. Me gusta eso, Tripp. —Volteándose


hacia mí, el abuelo dice—. Buen trabajo, Corrinne. La próxima vez
vamos a llevarla a dar una vuelta a la calle principal.

Sonrío, salgo del coche y entro en la casa. La abuela está en la cocina,


horneando algo que huele al Dylan’s Candy Bar en el Upper East Side.
Me siento lo suficientemente amable para darle un saludo y un —Huele
genial— antes de salir disparada hacia mi habitación, donde encuentro
mi teléfono. Cuatro nuevos mensajes de texto.

Mamá: Llámame. Te echo de menos.

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Gwendolyn Heasley

Papá: ¿Cómo está mi niña? Espero que estés siendo buena con tus
abuelos.

Waverly: ¿Cómo está mi vaquera? Lo siento, te extrañé anoche. Fiesta en


la playa, una pérdida total. Chicos de la universidad. Desearía que
estuvieras aquí.

Waverly: Nunca adivinarás quien me acaba de contactar por Facebook.


¡Smith! ¿Así que el plan sigue siendo llegar a Kent? El tiempo se acaba.
Yo no quiero un bicho raro para compañero de cuarto.

Smith ni siquiera respondió a mi mensaje sobre mi año en el extranjero.


¿Y ahora se movió hacia mi mejor amiga? Además, ¿por qué Waverly me
dice eso cuando ella sabe que lo reclamé primero? A veces siento como
que a ella le falta un poquito de sensibilidad.

Paso de sentirme como una Diva de la Conducción a una Desinflada


Debbie. Sé que llamar a Waverly solo sería un sumidero hacia una
depresión más profunda. Tendría que oírla hablar acerca de su vida
realmente emocionante; entonces yo recordaría que Paseando a Miss
Billie Jean Segunda no es ni remotamente emocionante a menos que
seas una ex-Manhattaniana atrapada en un pequeño pueblo del
infierno.

Acostada en mi cama, miro en mi mesa de noche la foto de Waverly y yo


en la playa de Nantucket. Y mi mente se desvía de nuevo a ese verano
pasado.

El clic, clac, clic, clac, hace eco a través de la entrada.

—Eso debe ser Waverly —dice mi mamá.

Yo volteo mis ojos. Por supuesto que es Waverly. Algunas personas


hacen conocida su presencia con un olor emblemático, como mi amiga
Sarita, quien pasa a través de una botella de Gucci Rush al mes. Tú

86
Gwendolyn Heasley

puedes olerla desde cuadras de distancia. Son las pulseras de dijes


doradas de Waverly, apiladas hasta el brazo, las que anuncian su
llegada. Ella tiene un dije por su primer paso (un pie), su primer día de
clases (una manzana), e incluso su primer beso (labios). Sólo tiene
quince años, y ya tiene cuatro pulseras de dijes. En el momento en que
esté lista para la universidad, se habrá quedado sin espacio en las
muñecas y necesitará usar tobilleras de dijes, excepto que Waverly
nunca usaría algo de mal gusto.

—Estoy aquí —dijo Waverly, emergiendo en nuestra sala azul y blanco.


Ella está usando bermudas y una chaqueta de punto. Para ser
totalmente no-conservadora (consiguió ese primer beso a los once), se
viste más como una madre que veranea que una chica que veranea.

—¿Me extrañó, señora Corcoran? —pregunta Waverly.

Mi mamá finge limpiarse el sudor de su frente.

—Esas cuatro horas que estuviste ausente fueron insoportables,


señorita Waverly.

—Te extrañé, Waverly —dice Tripp, levantando la vista de su


rompecabezas de un faro. Por supuesto que Tripp haría un
rompecabezas. Incluso empezó el club de ajedrez en su escuela. Si no
fuera tan guapo, yo estaría segura de que fue cambiado al nacer.

—Está bien, mamá —digo yo, parándome de la mecedora—. Vamos a


retocar nuestro maquillaje, y luego vamos a dar unas vueltas.

—Espera, Corrinne —dice mi mamá—. Tal vez ustedes, chicas, les


gustaría tomar un poco de limonada primero y luego decirme
exactamente a dónde van a dar vueltas. —Mi madre se levanta y se
dirige a la cocina.

—Mamá —le digo—, yo no tomo limonada. Calorías vacías. Además, la


isla sólo tiene catorce kilómetros de largo. ¿Importa a donde vamos a
dar vueltas?

Waverly sólo le da su mejor sonrisa paternal y le dice:

—¿No va a la Gala de los Pies Descalzos?

Mi mamá mira sus pantalones vaqueros y camiseta blanca.

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Gwendolyn Heasley

—No, Waverly, mi cita está trabajando, así que voy a tomarlo con calma,
con Tripp.

La verdad es que mi mamá no es mucho de galas. A pesar de ser


hermosa y glamorosa, ella siempre está eludiendo la oportunidad de
codearse. Creo que crecer en un pequeño pueblo de Texas socialmente
retrasó su crecimiento. Otros padres de Manhattan han conocido a
unos y a otros desde los días de la escuela infantil de élite.

—¡Oh! —dice Waverly—. Mi madre estará muy decepcionada. ¡Ella no la


ha visto mucho este verano!

Enfoco los ojos en mi mamá: sabemos que la única cosa que defrauda a
la señora Dotts es cuando alguien es lento para volver a llenar su copa.

Sosteniendo la jarra, mi mamá pregunta,

—¿Estás segura acerca de la limonada? —Waverly y yo sacudimos


nuestras cabezas afirmando.

—Bueno, no limonada. Ya lo tengo. Eres demasiado vieja para eso. Pero


yo recuerdo sólo unos pocos veranos atrás, cuando tú y Waverly hacían
su agosto con su puesto de limonada.

—Uf, no me lo recuerdes. Éramos tan jóvenes —le digo, pensando en


nuestro puesto en la acera donde nos acosábamos a cada ciclista y
corredor para que pagaran un dólar por un vaso de limonada Country
Time.

—Oye, mamá —dice Tripp. Ni siquiera se molesta en levantar la mirada


del rompecabezas, que está completando en un tiempo récord—. ¿Puedo
hacer un puesto de limonada?

—Claro, Tripp —dice mamá.

Waverly acomoda su largo pelo rubio detrás de la oreja.

—Buena suerte, Tripp. Nadie va a comprar limonada en esta


tambaleante economía, incluso de un rompecorazones como tú.

Tripp inmediatamente se sonroja, iluminando sus, ya color de


manzana, mejillas.

88
Gwendolyn Heasley

—Vamos, Waverly —digo yo, con ganas de salir de esta sala—. Vamos a
ver esta indumentaria en un espejo de cuerpo entero.

—Corrinne —dice mi madre, y se pone de pie para bloquear nuestro


camino arriba—. Lo primero que me vas a decir es a dónde vas y con
quién.

—Con quienes —Tripp inserta, la cabeza aún en el rompecabezas.

—Una pequeña reunión en donde Bronson McDermott —digo yo, lo cual


es la verdad.

—¿Sus padres estarán en casa? —responde mi mamá con la frase que


más temo.

—Sí —miento, y miro a mi madre a los ojos para que ella piense que
estoy diciendo la verdad. Aprendí eso en la clase de psicología.

—¿Waverly? —mi mamá le pregunta.

—Totalmente cierto. —Waverly confirma mi mentira.

—Muy bien, chicas —dice mi madre, abriendo el camino para que


pasemos de largo—. Yo quiero que recuerdes una cosa llamada
mentalidad insular. El hecho de que estemos en Nantucket, a treinta
millas del mar, no significa que las reglas no se aplican. Parece que los
niños y los adultos llegan a esta isla y creen que es la escuela
secundaria otra vez.

—Pero mamá —dice Tripp—, ellas están en la escuela secundaria.

—Sí —dice mi madre, sentándose de nuevo—, eso es exactamente lo


que me da miedo.

Bronson vive muy lejos en Madaket, que es conocido tanto por sus
puestas de sol como por el hecho de que el vertedero de basura está

89
Gwendolyn Heasley

ahí. Por suerte, el hermano de Bronson, Dennis, de veinticuatro años,


aún tiene que conseguir un empleo, así que nos lleva de forma gratuita.
Creo que esto le da un propósito, lo que le hace falta mientras consume
su fondo fiduciario.

Nos encontramos con él en la ciudad cerca de la calle Orange y


saltamos en la parte posterior de su Jeep Wrangler verde cazador. Hay
más todo terrenos en Nantucket que en cualquier otro, incluso
Colorado. Estoy segura de ello.

—Hola, señoritas —dice Dennis—. Se ven bien para ser chicas menores
de edad. —Dennis dice a menudo cosas espeluznantes como éstas, pero
es totalmente inofensivo.

—Gracias, Dennis —le digo—. Tú te ves bien para ser hermano de


Bronson.

—Vaya, vaya, señorita Corrinne —dice Dennis, y me mira desde el


asiento delantero—, tal como lo recuerdo, te atrapé a ti y a él haciéndolo
en nuestro sofá sólo el verano pasado.

—El verano pasado —dice Waverly—. Eso es una vida cuando tienes
quince.

Siempre puedo contar con Waverly para que diga algo genial y
defenderme. Ella ha sido así desde que éramos niñas jugando en
nuestra caja de arena cercada del jardín de infantes.

—Bien, entonces —dice Dennis—. Ustedes, chicas, van a tener que


conseguir un conductor profesional para el camino de regreso. Voy al
Box esta noche.

No hay sorpresa. Todo el mundo va al Box, el bar de buceo local. Todo


el mundo, es decir, con una identificación falsa realmente buena que
será escaneada o el privilegio de estar realmente legal.

—¿Crees que podrías colar a dos chicas calientes? —le pregunta


Waverly mientras fija los ojos en Dennis en el espejo retrovisor.

—Ninguna oportunidad —dice Dennis, acelerando el coche una vez que


salimos a la carretera principal hacia Madaket—. Estoy en bastantes
problemas allí por una pelea en un bar que mi amigo comenzó.

90
Gwendolyn Heasley

Después de unos minutos más de bromas con Dennis, se detiene en el


camino de entrada cubierto de conchas de su casa.

—Les diría chicas que sean buenas —dice él—, pero sé que no van a
escuchar.

Los dos nos reímos y saltamos fuera del Wrangler. Caminando hacia el
frente de la casa, veo que un grupo de amigos nuestros de verano ya
están allí y pasando el rato en el porche. En el patio lateral, el juego de
croquet ha sido colocado, y un carrito de bebidas está saturado con
alcohol de primera categoría.

—Hola, bellas damas —dice Bronson, acercándose en una camisa de


algodón ligero con un pantalón vaquero a la cadera. Él se ve decente, y
casi puedo ver por qué lo hice con él el verano pasado—. ¿Qué tal un la-
vida-es-buena? —dice Bronson y señala el carrito de las bebidas—.
Como ustedes pueden saber, es la bebida emblemática de la isla.

—Claro —dice Waverly, y agarra mi mano—. Después de todo, la vida es


malditamente muy buena para nosotros.

¡Bang!

El sonido de ollas y sartenes repicando alrededor me saca de tiempos


mejores, A.R., antes de la recesión. Echando un vistazo a la fotografía
de Waverly y yo una última vez me doy cuenta de que tiempos como
esos puede que nunca vuelvan a pasar. Si yo quiero sentirme feliz, mis
recuerdos podrían ser el único lugar para ir.

Buscando un misterioso olor, "un cruce entre castañas de la calle y el


algodón de azúcar del Yankee Stadium," me levanto y voy a la cocina de
mis abuelos.

—Ahí está el más reciente conductora de Texas —anuncia el abuelo en


su voz de anfitrión de programa de juego.

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Gwendolyn Heasley

—Tu abuelo dice que eres natural —dice la abuela desde la estufa—.
Supongo que tú y tu madre son diferentes, porque ella nos costó una
fortuna para conseguir asegurarla. Tres accidentes con un permiso de
aprendiz. Tal vez siempre fue una chica de ciudad en su corazón.

—¿Qué estás horneando, abuela? —le pregunto.

Tripp se levanta del sofá,

—Pastel de castañas y cereza.

—Tu abuela tiene grandes noticias, Corrinne. Ella acaba de llamar a


una vieja amiga de tu madre, Ginger —dice el abuelo.

No creo que la abuela, la palabra noticias, y una mujer llamada Ginger


signifiquen nada bueno para mí. Sin embargo, complazco a mi abuelo.

—¿En serio? ¿Que es? —le pregunto.

—Te tengo un trabajo —dice la abuela mientras remoja el crumble con


azúcar morena—. No es saludable para ti sólo estar deprimida dando
vueltas a la casa después de la escuela. Necesitas algo de aire fresco.

—Yo no recuerdo haber dicho que necesito un trabajo —comento con mi


mano en mi cadera—. No es exactamente como que tengo dónde
comprar.

Sólo mi amiga Sarita trabajaba. Y eso era porque tuvo que comprarse
un segundo teléfono celular. Sus padres estaban controlando todas sus
llamadas, e incluso tenían un detector GPS puesto en su teléfono. Si
ella no conseguía su propio teléfono celular, sus padres iban a arruinar
su vida.

—Es un trabajo con caballos —interrumpe el abuelo mientras baja el


volumen del televisor—. Sabemos cuanto extrañas a tu caballo. Tienes
su foto pegada en tu habitación como si él fuera una estrella de cine.

—Sweetbread es un ella —susurro—. Gracias por la preocupación, pero


no quiero un trabajo, incluso con caballos… a menos que sea mi caballo
y está en Connecticut. —Decir el nombre de Sweetbread en voz alta
causaría una crisis de proporciones épicas.

La abuela deja de cernir su azúcar.

92
Gwendolyn Heasley

—Corrinne, sé que tus padres te permiten hacer casi todo lo que


quieras, pero en esta casa harás lo que decimos. Estamos a cargo aquí.

Ella da un paso más cerca de mí y enfrenta sus ojos conmigo.

—Así que estarás ayudando en los establos de Ginger, y comenzarás el


lunes. De lo contrario, estarás castigada.

—¿Castigada de que? —desafié mientras me acercaba a ella—. ¿Quieres


decir que no seré capaz de ver a mis totalmente impresionantes amigos
de Broken Spoke e ir a la hora feliz en Sonic? Estar confinada suena
muy bien. Todo este lugar es una cárcel, yo también puedo sólo
quedarme en mi celda.

—Estás siendo dramática, Corrinne —dice el abuelo, y se levanta del


sofá—. Tal vez este invierno lo intentarás con el teatro, pero este otoño
tratarás de trabajar en donde Ginger. Tu mamá solía ir allí.

—Creo que limpiar casetas y palear estiércol podría hacerte algún bien,
—dice la abuela, y se vuelve de espaldas a mí—. Sacarás algunos
músculos y tal vez incluso un poco de carácter, mientras estás en esto.

—¿Palear estiércol? ¿No tienen ayudantes en el establo que hagan eso?


—escupo.

La abuela se da vuelta.

—Ése es el trabajo que te conseguí. Tú eres el ayudante más nuevo.


Espero que trajeras algo de ropa que puedas ensuciar.

Sin decir una palabra, me apresuro a mi habitación. Cierro la puerta


muy duro para asegurarme de que incluso mis abuelos, con su
audición en declive, puedan sentir las vibraciones de mi enojo. ¿Palear
estiércol? Enfermo. Aunque no tengo miedo de tener estiércol en mis
botas ahora y nuevamente, yo, bien, mis padres, le pagaban a gente
para palear el estiércol de Sweetbread. Yo no paleo los desechos de los
caballos de otras personas por unos pocos dólares. Esto no está
sucediendo. ¿No hay algo así, como, una enfermedad de pezuña y pie
que podría atrapar?

Me acuesto en mi cama. Y no importa cuán duro lo intente, no puedo


volver a A.R. ni siquiera en mis sueños.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 7
Este es mi primer Rodeo

Traducido por Selene

Corregido por Emii_Gregori

P
aso todo el domingo en la cama. El abuelo me trajo
comida en una bandeja y bromea sobre ser mi servicio a
la habitación.

—Servicio a la habitación —dice el abuelo—. ¿Así es el


Plaza, Corrinne? —me pregunta.

No lo creo. La comida de la abuela es mejor. Pero no le digo nada.


Incluso después de un día, todavía estoy echando humo por el asunto
del trabajo de la abuela. Primero estoy montando. Ahora estoy
trabajando. ¿Acaso también me tiene un matrimonio arreglado del cual
no sé nada? ¿Soy adoptada desde un país extranjero? Ella quiere hacer
que mi vida se mueva demasiado rápido y no me gusta. No tenía la
intención de trabajar hasta después de la universidad a excepción de
algunas prácticas que me dieran un buen bronceado durante el verano.

Después de la cena, el abuelo vuelve a mi habitación para recoger la


bandeja.

—Sabes, tu madre usaba esta misma bandeja cuando iba a la escuela y


se resfriaba. Decía que solo podía comer panqueques, que era lo único
que la haría sentir mejor. Creo que era una mentira piadosa, sólo para
poder comer panqueques en la cena.

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Gwendolyn Heasley

Me desenrollo de mi posición fetal y me siento. —No estoy enferma,


abuelo —digo—. Estoy castigada.

—Existen muchas formas de estar enfermo —dice el abuelo, sentado en


la esquina de mi cama—. La nostalgia es una enfermedad real, cariño.
Está bien estar triste, abatido, pero no hace nada, excepto que sea peor.
Y tú no estás castigada si vas a tu trabajo mañana.

—De ninguna manera voy a trabajar allí —digo.

¿Qué haría en un desgastado uniforme, aunque estuviera lo


suficientemente loca para usarlo? Quiero decir, mi ropa de trabajo sería
totalmente ridícula. Sería como ir a un antro en un vestido de fiesta. Tú
no andas con estiércol sobre unos pantalones de montar beige, con un
jockey azul y una chaqueta de montar. Y nunca me metí en esa
tendencia grunge, no tengo ningún novio con vaqueros o camisas de
franela.

—¿Qué tal si hacemos un trato? —dice el abuelo, alcanzando mi mano


para darle un apretón—. Esta casa es pequeña, y necesitamos paz.
Mañana vas y ves si realmente el trabajo es insoportable. Y si ves que
no lo es, dejaré que te quedes con Billie Jean Segundo, apenas tenga
una nueva camioneta. Difícil de resistir, ¿eh?

Lo que pienso de esta oferta: Si estoy dispuesta a estar con una pala
con estiércol en un calor extremo, puedo ser la afortunada ganadora de
un cacharro. Incluso en tiempos de recesión me suena a como un trato
de vagabundo.

—Voy a pensarlo, abuelo —digo porque estoy demasiado cansada para


discutir, pero no le doy la mano.

—Eso todo lo que pido, Corrinne —dice el abuelo mientras se levanta de


la cama—. La abuela piensa que la ociosidad es la puerta a todos los
otros vicios. Y estoy de acuerdo. Una chica guapa como tú no debería
estar encerrada en su habitación viendo la televisión o en un
computador —dice el abuelo. Al abrir la puerta, el abuelo murmura
para sí mismo—: nunca pensé que viviría para ver el día en que habría
televisión o computadora.

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Gwendolyn Heasley

Después de que cierra la puerta, me puse mis audífonos para seguir


viendo Gossip Girl. Es lo más cercano que puedo llegar a mi antigua
vida ahora mismo.

Justo cuando estoy inmersa en el mundo de Chuck, Serena y Blair que


me olvido de Texas y mi de mi inminente empleo, Tripp abre mi la
puerta sin llamar.

—Sé que eres un mutante y no sabes sobre las normas sociales —digo
en voz alta sin siquiera sacarme los audífonos—, pero en el planeta
Tierra, tocas la puerta, incluso aquí en Crepúsculo Texas.

Tripp sale y cierra la puerta detrás de él, suspiro.

Un segundo después, escucho un fuerte golpe.

Hago una cuenta regresiva para calmarme de tres-dos-uno.

Los golpes persisten.

—Entra —gruño finalmente.

Luego Tripp salta sobre mi cama sin una invitación. Decido dejarlo sólo
por esta vez.

Tiro de mis auriculares y dejo en pausa Gossip Girl, miró a Tripp. —


¿Qué quieres en mi habitación?

—El abuelo dice que tienes nostalgia —dice Tripp—. Y ¿sabes qué? Yo
también. Bueno, sólo un poco. Estoy muy aburrido sin el club de
ajedrez. ¿Quieres que hagamos algo juntos? El abuelo y yo vamos a ver
a los Yankees más tarde.

—No estoy nostálgica —miento—. No es que me importe nuestra casa. O


mamá o papá. Echo de menos mi vida. Eso es diferente. Y tú no tenías
vida, por lo que no tienes nada que perder además del ajedrez, que de
todos modos es bastante poco.

—Corrinne —se queja Tripp—, nunca pasas tiempo conmigo. Pensé que
sería diferente en Texas, sobre todo porque no es como si tuvieras
amigos aquí.

96
Gwendolyn Heasley

—Sal —digo empujándolo fuera de mi cama. Aterriza con un golpe seco,


luego se levanta y se quita el polvo saliendo.

Tripp tiene razón sobre que no tengo amigos, pero salir con mi
molestoso hermano no hará que mi vida sea menos patética.

El lunes en la escuela recuerdo por qué es el día psicológicamente más


dañino de la semana. La gente debería quedarse en casa para proteger
su bienestar mental, y el gobierno debería dictar una ley.

Bubby está acosándome absolutamente en la clase de español.

—Manhattan —susurra—, estuviste un minuto en Nueva York el


viernes pasado en la fiesta. Espero que no haya sido por algo que yo
haya dicho.

Le susurro: —No, tú no eres así.

Bubby da un grito de alegría. Al parecer, ni siquiera se lo tomó como un


insulto.

Después de la clase de español, Kitsy toma mi mano y me dice: —Por


favor, perdóname por lo de la fiesta. Lamento que no te hayas divertido.
Me siento terrible. ¿Alguna chica dijo algo? Ellas están muy celosas,
sobre todo por los jugadores de fútbol, y todos saben que Bubby está
loco por ti. ¿Puedo hacer algo por ti? Podemos ir de compras para el
baile del sábado juntas. ¿Por favor? Quiero tu opinión sobre mi vestido.

Como siempre, el monólogo de Kitsy me dejaba totalmente confundida.


Bubby, que me asaltaba verbalmente, ¿está enamorado? ¿Un baile? ¿Ir
de compras en Broken Spoke?

—No sé Kitsy, no estoy totalmente segura de cuánto tiempo voy a estar


aquí —respondo, y la permanente sonrisa de Kitsy desaparece.

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Gwendolyn Heasley

—Podrían ser unos pocos días más —alimento mi propia mentira.

Kitsy merece totalmente una A por esfuerzo, pero no estoy en el negocio


de dar premios por simpatía. Así que me alejo de Kitsy sin agradecerle
por invitarme a ir de compras.

Después de la escuela, me había preparado para continuar con mi


castigo y ver más episodios de Gossip Girl. Mientras la abuela y yo
esperamos que el abuelo nos recoja, no digo una palabra. Ley del hielo
total. Cuando entramos en la camioneta, el abuelo nos da una sonrisa
muy grande.

—Sorpresa, Corrinne. Tengo algo para ti. —Saca una bolsa grande con
una caja de zapatos en el interior.

—Ábrelo —dice. La abuela lo mira fijamente. Saco de la caja un par de


completamente descoloridas y desgastadas botas de cowboy marrón
caramelo.

Se ven como si fueran una joya total de un almacén de la vendimia en el


East Village.

—Esas eran de tu mamá. Ella las dejó aquí cuando se fue a la ciudad —
dice el abuelo—. Supongo que pensó que estarían de vuelta para ella.

Y tengo que admitir que son geniales. Incluso elegantes, podría usarlas.

—Son geniales para tu primer día de trabajo —dice la abuela, y me pasa


otra bolsa—. Te he traído unas cosas un poco más… “uh”… adecuadas.
Solían ser de tu mamá también.

Supongo que mi abuela pensaba que un vestido amarillo de verano no


sería adecuado para palear estiércol, pero yo no tenía pensado
realmente palear estiércol.

Mirando en la bolsa, veo un par chic de Levi’s rasgados, oscuros pero


desgastados, y una camiseta gris que dice: “ROMPE EL SILENCIO,
SECUNDARIA” en letras azul marino.

—Así que vamos a buscar a Tripp y luego vamos a dejarte. Antes de que
te des cuenta estarás conduciendo tu propio automóvil —dice el abuelo
y me guiña un ojo.

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Gwendolyn Heasley

Tengo dos opciones: a) ver televisión en una habitación con apenas con
aire acondicionado o b) una pala con estiércol. Estoy segura que voy a
elegir a) hacer lo que me ordenan b) podría hacerme el dinero suficiente
para conseguir un boleto para salir de esta ciudad. En este punto, estoy
dispuesta a tomar el autobús Greyhound si eso significa escapar.

—Está bien —digo—, voy a intentarlo. Pero sólo por hoy.

Te juro, que la abuela casi sonríe.

Se lee un letrero “ESTABLOS GINGER, CONVIRTIENDO A LAS NIÑAS


EN REINAS DEL RODEO DESDE 1975. BIENVENIDA DE TURISTAS.
PASEOS DIARIOS”. La instalación está en un sorprendente mal estado,
con un granero rojo y saltado las vallas blancas remendadas con cinta
adhesiva. Estos no son como los de Martha Stewart —inspirados en los
establos cerca de mi casa. ¿Y turistas en Broken Spoke? Eso es ridículo.
Los únicos turistas que tendrían serían unos turistas totalmente
perdidos. Pero los caballos, en su mayoría en los corrales lucen bellos
pastando. De pronto me doy cuenta de que mis brazos se erizan, este es
el efecto de estar cerca de los caballos, como una desesperada señorita
Sweetbread, que me recuerda que tengo que enviar un correo
electrónico a mi finca para asegurarme de que ella esté haciendo sus
ejercicios.

—¿Que es una reina del rodeo? —pregunta Tripp.

—Tu madre fue una reina del rodeo, Tripp. Es un desfile de chicas
guapas e inteligentes. Algo así como Miss EE.UU., pero con un amigo de
cuatro patas —dice el abuelo.

—No exactamente. —La abuela se ríe, y se ve bastante linda cuando lo


hace, tiene los mismos ojos azules índigo como los de mi mamá.

—¿Hay reyes del rodeo? —Tripp quiere saber. Y la abuela y el abuelo


sofocan una carcajada.

—No, Tripp —dice el abuelo, recuperando la compostura—. A pesar de


que un joven el año pasado solicitó que no existieran reyes o reinas del
rodeo o cualquiera de esas cosas. Hay personas que aún hablan de eso
en la ciudad…

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La abuela interrumpe al abuelo. —Corrinne, cámbiate en la camioneta,


y nosotros vamos a ir con Tripp a conocer Ginger.

Después de unos minutos de sacudir mi ropa, estaba vestida con la


ropa vaquera de mamá que se me ajustaba perfectamente. Ella debe
haber sido más grande en la secundaria porque definitivamente no
puedo usar su ropa ahora. Para ir casual, creo que me veo bastante
bien. Recordatorio mental: Usar este estilo cuando regrese a la ciudad.
Va a ser totalmente original.

Incluso desde la distancia, puedo decir que Ginger es un nombre


apropiado. Una mujer de más o menos la edad de la abuela, tiene un
cabello rojo fuego y lleva una camisa vaquera rosa y botas rojas. Al
parecer, ella no recibió el memorándum de que las pelirrojas no se ven
muy bonitas con el color rosa. (A menos, claro, que sea algo retro, como
Molly Ringwald ).

—Te ves como ella —exclama Ginger.

—¿Quién? —digo acercándome a Ginger, el abuelo, la abuela y Tripp.

—Tu mamá. Es decir, el cabello es diferente, sus ojos son diferentes,


pero oh, tienes el mismo glamour —me dice Ginger emocionada.

¿Yo? ¿Me parezco a mi madre? Eso es nuevo. ¿Y soy glamorosa?


Mientras que esa parte puede ser cierta, no puedo decir que muchas
personas me lo hayan dicho antes. Me podría gustar esta señora
Ginger.

—Estamos tan felices de que trabajes aquí —me dice Ginger—. Tu


abuela dice que eres como una amazona. Somos afortunados de
tenerte.

—En realidad —la corrijo—, sólo hago doma clásica, es diferente a un


rodeo. No hago otro tipo de monta. Y no monto otro caballo que no sea
el mío Sweetbread. Tenemos una relación monógama. Sin ánimo de
ofender a ninguno de sus caballos, por supuesto.

—Sé de doma clásica, es como bailar con las estrellas, pero para los
caballos. Aquí estamos más cerca de un circo de caballos. —Ginger se
ríe en su propia broma—. Hacemos un poco de todo: carreras de
barriles, dirigir cuerda, montar a caballo bronco a pelo. Bastantes cosas

100
Gwendolyn Heasley

salvajes. Tu mamá fue la mejor corredora de barril que hemos tenido


nunca.

—Carreras de barriles —repito. Tiene que estar bromeando. Para mí,


montar a caballo es un arte, aquí se trata de un carnaval.

—Las Carreras de Barriles son como esquiar pero sin caballo. ¿Lo has
hecho no? —adivina Ginger correctamente. He esquiado desde que
podía caminar—. Debes pasar lo más rápido que puedas una serie de
barriles. Se necesita una muy buena relación con el caballo, al igual
que cuando realizas tus domas.

Sus palabras sobre los caballos, me llegaron. Mi caballo está sólo en


Connecticut. Hemos sido forzados a una relación a larga distancia por
mis tiranos padres. Y ahora estoy aquí para recoger estiércol con una
pala y ver a personas pasear vacas con una cuerda. Ugh. Siento que me
ahogo, me debato si salir corriendo hacia la camioneta. En ese
momento, la abuela, el abuelo, y Tripp comienzan a alejarse de nuestro
círculo, despidiéndose.

—Buena suerte, te recogeremos a las seis —dice el abuelo en voz alta


acercándose al coche rápidamente.

Allí se va mi plan de escape. Estoy atrapada aquí.

—¿Tu abuela mencionó el pago? —pregunta Ginger.

—No —le digo—. Ella es más como una directora que una explicadora.
—En realidad quiero decir dictadora pero ella y Ginger son amigas.

—Siete cincuenta por hora —dice Ginger—. Y si te gusta, puedes


cambiar tu pago por lecciones.

—¿Siete dólares con cincuenta centavos? —repito. Eso es dos


rebanadas de pizza en la calle Bleecker. Eso es menos de lo que cuesta
un helado en Serendipity.

—Eso es suficiente para la mayoría de la gente en esta ciudad… incluso


para los adultos… Corrinne. Para los afortunados que tienen trabajo,
quiero decir —agrega Ginger sacudiendo un montón de tierra bajo su
bota—. Ya verás que conseguirás mucho más en Broken Spoke que en
Nueva York, especialmente cuando compras sólo lo que necesitas.

101
Gwendolyn Heasley

Sobra decidir que es inútil discutir con Ginger, me encojo de hombros y


le digo: —Dime por dónde comenzar.

—Permíteme presentarte a tu compañero de trabajo —dice Ginger, y


silba como un trabajador de la construcción—. ¡Rider!

Fuera del establo camina uno de los chicos más calientes que he visto
nunca. Y yo vivía en el caldo de cultivo para modelos y actrices. Tirando
de una camiseta blanca sobre un estómago de tabla de lavar
bronceado, un chico de cabello castaño, trota hacia nosotras. Juro que
la canción de los 70’ “Blinded by the Light” comienza a sonar de fondo.
La brisa de Texas, que todavía tengo que experimentar, despeina su
cabello.

—Rider —dice tendiéndome la mano.

—Corrinne —tartamudeo.

—Así que tú eres nuestra chica de la ciudad. Te pareces a tu mamá.


Ginger me dijo que la hija de Jenny Jo iba a trabajar aquí. Sus fotos
están por todas partes en el Salón de la Fama de la reina del rodeo. No
te he visto en Broken Spoke High este año todavía. Ginger me dijo que
asistes allí —dice con una sonrisa.

—Soy nueva y trato de mantenerme alejada —digo ruborizándome—.


Tampoco te he visto por allí.

—Por lo general, me puedes encontrar en la sala de música, practicando


con mi banda. He estado trabajando con Ginger para pagar la
inscripción para entrar en la Batalla de Bandas en Dallas. Y me
mantiene en forma.

De hecho lo hace, pienso.

—Y los dos entrarán en los establos para comenzar a limpiar. Las


chicas van a llegar a tomar clases pronto —dice Ginger mientras nos
espanta con su mano.

Por supuesto, no es que esté imaginando que voy a conocer a mi alma


gemela. Definitivamente no estaría vistiendo mezclilla y botas vaqueras.
En mis fantasías, yo estaba en un bar del vestíbulo de un hotel de lujo,
vistiendo un LBD (Pequeño Vestido Negro) para una celebración. ¿Pero
no es esto lo que sucede en las películas? El amor te encuentra en

102
Gwendolyn Heasley

lugares inesperados. Los ciclistas podrían encontrarlo en un


movimiento cósmico de radios rotos. Eso es, Rider tiene que ser mi
destino. Y él está en una banda, así que es como en un cuento de
hadas. Podría ser capaz de soportar este trabajo el tiempo suficiente
para que Rider me elija como su musa. Va a escribir canciones de amor
de mí, y luego vamos a ser parte de la realeza del rock. La recesión será
sólo el punto de partida para nuestra historia de amor en lugar de mi
muerte.

Mientras entramos al el establo, Rider agarra una pala y me la lanza.


Sorprendentemente, la atrapo.

—Tú haces esa —dice, señalando a un puesto de hacinamiento con


estiércol fresco—, y yo hago la de este lado.

Y qué sucede con mi plan de trabajar uno al lado del otro y mirarse a
los ojos.

Rider sintoniza la radio en una estación de rock duro y lo sube tan alto
que ni siquiera puedo mantener una conversación. Al principio, me
basta con ver los montones de estiércol, deseando tener una varita
mágica para hacer que desaparezcan. Las pilas no se hacen más
pequeñas a pesar de las maldiciones y hechizos que pongo en ellos.
Intento palear la pila más grande mientras sostengo la respiración. Con
mis manos temblorosas debido al peso, me las arreglo para levantar la
pala a la altura de la rueda de la carretilla antes de que todo caiga de
regreso justo a donde estaba. Esto ocurre unas cuatro veces más antes
de que finalmente logre llegar a la carretilla. Obviamente, no había
nacido para este tipo de trabajo. En poco tiempo, mis brazos y la
espalda me duelen.

—¿Qué tal un descanso? —grito, asomando mi cabeza en el establo


Rider.

—No —grita—. Tengo que salir de aquí lo más rápido posible para que
pueda practicar con mi banda.

—¿Cómo se llama tu banda? —grito. Rider podría ser un poco más


difícil de atrapar de lo que pensaba anteriormente.

—Friday Night After the Lights —responde, y deja de palear por un


segundo—. Bastante genial, ¿eh?

103
Gwendolyn Heasley

—Totalmente —respondo—. ¿Cuándo es tu próximo concierto? —Me


estoy sintiendo muy inteligente por recordar la jerga musical. El padre
de mi amigo Jason es un magnate de la música y firmó con dos de las
mayores bandas de chicos. Desafortunadamente para mí, todos los
chicos eran gays, así que no podría utilizar ese ángulo de la fama.

¿Tal vez podría presentarles a los chicos a Rider? Ciertamente él no se


ve interesado en mí.

—Vamos a tocar en la escuela de danza este sábado —dice—. Es algo


flojo pero vamos a hacer todo lo que podamos conseguir y el consejo
estudiantil nos paga cincuenta dólares.

Ah, sí, el baile. Recordatorio mental: Tengo que aceptar la oferta de


Kitsy para ir de compras lo antes posible y le pregunto si la puedo
acompañar al baile. Esto ayudará a establecer mi nuevo plan, “la de ser
la groupie numero de Rider”. Los chicos de las bandas aman a las
groupies, ¿verdad?

—Impresionante —digo—. Estoy entusiasmada por ir.

—¿De verdad? —dice Rider moviéndose a mi establo para ayudarme a


terminar. Lo sigo—. Pensé que estabas un poco alejada.

—Bueno —le digo, viendo como Rider termina mi trabajo sin esfuerzo—.
Tal vez es hora de que salir un poco. —Y tal vez, sólo tal vez, puedo
manejar la recesión y el año en Texas con la historia de cómo conocí a
mi chico rockero y me convertí en la próxima Nicole Richie. Tal vez
hasta podría conseguirle un contrato discográfico propio. Y también
puedo imaginar la portada de la revista Us Weekly.

Me enjuagué tres veces con gel de baño Kiehl, hasta que estoy
convencida de que no huelo a estiércol. Después de vestirme, me siento
en la mesa, muerta de hambre. Palear estiércol es mejor entrenamiento
que el método de Bar, Pilates, y correr por Central Park juntos. Podría

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Gwendolyn Heasley

escribir: “POR QUÉ LAS MANOS DE ESTABLO NO SON GORDAS”. Es


una buena cosa, porque la cena se ve especialmente cargada de calorías
esta noche.

—Hoy brillas —dice el abuelo—. Es posible que el trabajo sea para ti.

No le digo a mi abuelo que el brillo es porque acabo de conocer a un


caliente recogedor de estiércol. Y no porque me encante recoger estiércol
por el salario mínimo.

—Estoy de acuerdo —dice la abuela trayendo la cena “más vaca


muerta” a la mesa—. ¿Sabías que Ginger preguntó si deseabas tomar
clases?

—Lo hizo —respondo—, pero no creo que el rodeo sea mi estilo, y soy
fiel a mi compañera, Sweetbread. Vi fotos de mi madre. ¿De dónde
consiguió todos los tops de diablo? Son tan ridículos. En el salón de la
Fama de Ginger estaban los peces gordos, todas las reinas del rodeo
pasado. Mi madre vestía camisetas de color turquesa con pedrería de
color magenta. Uff.

—En realidad, Corrinne, los hice para tu madre. Ese es el estilo


tradicional de las reinas del rodeo —responde la abuela mientras se
sienta y apuñala su carne asada.

Oops, otra vez estoy mal como la abuela. Entonces, ¿qué hay de nuevo?
Oh, bueno, tengo que concentrarme en cómo atrapar a Rider. Él me
ignoró por completo las dos últimas horas que trabajamos y ni siquiera
me dio un vistazo cuando me agaché delante de él para palear. Quiero
decir, ¿realmente? Vi cómo los Levi’s me sentaban. Pero estoy decidida.
Si no puedo tener en Nueva York a Kent ni a Smith, tendré a Rider. Es
justo. Los que son tratados injustamente deben encontrar algo de
justicia. Eso es, al igual que, en nuestra constitución, ¿o no?

—Grandes noticias, Corrinne —dice Tripp con la boca llena—. Mamá


dijo que la persona que estaba pensando en comprar ese lugar sin duda
hará una oferta. Así que si todo sale bien, mamá vendrá a Broken
Spoke pronto. Y entonces le conté sobre montar y del trabajo. Ella
estaba en un shock total. Podía oír sus gritos por teléfono.

105
Gwendolyn Heasley

Oh, sí, mi madre, mi compañera de piso de mediana edad. Dulce.


Definitivamente necesitaba conseguir un novio y salir de esta casita,
porque no es lo suficientemente grande para mamá, la abuela y yo.

Después de la cena, paso el tiempo sola en mi habitación con la poca


tarea que los maestros me asignan. La mejor parte de Broken Spoke
High: Los profesores dan una cantidad normal de las tareas. A
diferencia de mis maestros en casa, ellos entienden que los niños tienen
una vida. Por supuesto, no tengo vida aquí, pero agradezco la cortesía.

Al iniciar mi sesión en Facebook, busco a Kitsy Kidd. Su imagen “en su


traje de porrista Mocking birdette” aparece. Lo pienso por un momento
pero hago clic en Agregar como Amigo. Después de unos momentos me
aparece un aviso de confirmación. Oficialmente tengo una amiga en
Texas. Después de buscar por Rider en Facebook, su imagen aparece…
todo oscuro, borroso, y emo (qué caliente), pero no lo agrego. No se
puedo ser demasiado Stacy Stalker .

Hurgando en mi armario, trato de encontrar algo que pudiera llevar al


baile. ¿Qué no es el punto de un baile comprar algo nuevo? Eso era
para los eventos en Nueva York. Si la abuela realmente me gustara,
podría modificar uno de mis vestidos para darle un toque diferente.
Pero, pensándolo bien, probablemente lo estropearía. Olvídalo.

Tal vez valla con Kitsy al centro comercial. He visto el programa


“VESTIR POR MENOS” muchas veces como para encontrar algo barato
que se vea como si no viniera de un centro comercial en Kansas o
Texas. Han sido raras ocasiones, pero ha ocurrido. Con mi estilo y
accesorios, es posible que encuentre un vestido suficientemente decente
como para ver tocar a los Friday Night After the Lights. Además, vi en la
televisión que comprar nos hace felices porque libera endorfinas.
También está arraigado en nuestro pasado de cazadores y recolectores.
Tenemos que reunir cosas para sentirnos felices. Permíteme tomar
cosas, quiero ser feliz, y que Rider me suba al escenario y me pregunte
si quiero protagonizar su primer video musical.

106
Gwendolyn Heasley

Capítulo 8
¿Esto es un centro comercial?

Traducido por Gaby828 y Vannia

Corregido por majo2340

L
a gente dice que si practicas algo muy a menudo,
desarrollas memoria muscular. He practicado ir de compras
en NYC mucho, así que soy fuerte en eso. Y sé cómo lo
hago mejor: sola y con plástico. Así que pensar en ir de
compras junto con Kitsy me da gran ansiedad. ¿Sabré si quiera que
hacer? También me recuerda la última vez que fui de compras con
alguien y aquel desastre.

—No necesitas este vestido, Corrine —dice mi madre—. ¿De verdad


sabes cuánto dinero es mil dólares en el mundo real? Eso es lo que un
vestido de novia debe costar, no es algo para una función de caridad de
la escuela.

Después de abrir la cremallera el vestido con cebra impresa de larga


duración, salgo de él, lo recojo del suelo y lo pongo claramente de nuevo

107
Gwendolyn Heasley

en la percha. No quiero que se arrugue, y no voy a tener tiempo para


conseguir que lo laven en seco antes del evento.

—Mamá —digo—, esta es exactamente la razón por la que me gusta ir


de compras sola, así aprendo a hacer grandes decisiones por mi cuenta.
¿Cómo más voy a crecer? No siempre estarás aquí, lo sabes.

Mamá comienza a reírse, y luego se da cuenta de que no me uní a ella.


Frunciendo los labios, toma la percha con el vestido de la pared.

—Corrine —ella dice—, necesitas ayuda, tu visión de la realidad está


seriamente desequilibrada.

Poniendo la mano en la percha, tiro el vestido para conseguir que mi


madre lo libere. Lo sostiene y mira hacia atrás.

—Mamá —digo en mi “sueno calmada pero estoy enloqueciendo”


internamente voz—, escúchame. No es sólo una fiesta, se trata de un
recaudación de fondos para el Zoológico Infantil de Central Park y se
supone que debemos vestir acorde. Waverly reclamó impresión de
guepardo debido a su complexión, que admito, es muy sonrosada para
la cebra. Así que se jodieron y obtuve de cebra, que aparentemente se
extingue en el mundo de la moda. Este es el único vestido en
Manhattan no-metálico-o-de-cuero de impresión de cebra. A menos que
quieras ir al Zoológico del Bronx y conseguirme de alguna piel de cebra,
soltaras ese vestido.

Mamá sacude su cabeza.

—Cuando tenía tu edad, solía discutir con mi mamá por obtener un


abrigo cada dos años. Esto es ridículo. Tienes quince y vas a una
función de caridad en vez de quedarte en casa viendo televisión con tus
amigos. Quince es muy joven para galas. En serio, estoy enferma de
Manhattan —dice.

Saco el vestido de los dedos de mi madre, y ella finalmente relaja su


agarre con los nudillos blancos. Se sienta en el sillón de felpa azul del
vestidor y poco a poco se golpea la cabeza contra la pared.

Esperemos que, golpeando su cráneo la consiga pensar con claridad.

—Mamá, tus zapatos cuestan mil dólares. Veo el fondo de color rojo,
son Louboutins. Este vestido significa mucho para mí. Y la abuela tenía

108
Gwendolyn Heasley

razón, ¿por qué siquiera necesitas un abrigo en Texas? De hecho, tengo


un propósito para la compra de este. No odies a Manhattan sólo porque
eres antisocial y te ponen ansiosa los eventos.

Después de salir del vestuario de Saks con el vestido, me voy a la


registradora y la cargo. Mi madre y yo viajamos en silencio el camino de
regreso.

Y el día de la gala, cuando todos los padres vinieron para disfrutar de


cócteles de antemano, mi mamá se ajusta a mi imagen y sonríe de todos
modos cuando todo el mundo felicita el buen gusto de su hija. Típico.

Pensando en lo mucho que odiaba ir de compras con alguien, incluso


antes cuando tenía el poder del plástico, me hace sentir súper nerviosa
acerca de cómo la cacería de vestidos con Kitsy va a terminar. Incluso
rompo en sudor frío. O un sudor caliente, más bien, ya que es Texas, y
nunca hace frío aquí.

Antes de que la clase de español comience, Kitsy salta hacia el salón, y


comienza uno de sus característicos monólogos.

—Estoy tan contenta porque me buscaras en Facebook. Ahora puedo


etiquetarte cuando nos tomemos fotos. ¿Quieres acompañarme mañana
al centro comercial después de la práctica?

¿Etiquetas? No estoy segura de querer hacer mi año en Texas tan


público. Y Facebook es un registro público permanente. Sé que hay

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Gwendolyn Heasley

niños que han conseguido expulsar las imágenes que publican.


Fotografías en Texas no serán buenas para mis relaciones públicas —
excepto si Rider aparece en ellas. Waverly enloquecerá. ¡Rider es mucho
más caliente que Smith!

—Hey, Kitsy —digo—. ¿Conoces a Rider?

Kitsy tira su bolso en su silla en la primera fila y viene a sentarse junto


a mí en una mesa vacía en la parte posterior

—Rider Jones —dice—. Por supuesto, él será famoso. Está en una


banda, pero es una especie de engreído y no va a salir con ninguna
chica de Broken Spoke, así cuando se haga grande, no podrán ir al
Today Show y mostrar viejas fotografías con flash y decir: “Aquí estamos
Rider y yo en la graduación.” Apesta porque probablemente era mi
única oportunidad para salir en televisión —Kitsy dice, y frunce el
ceño—. Aunque no es como si fuera a dejar a Hand alguna vez, hemos
salido como desde sexto grado.

Novios desde sexto grado. Wow. Los neoyorquinos sólo se comprometen


a ese tipo de monogamia con los Yankees o Giants.

—Tengo un trabajo —digo, lo que suena extraño—. Y trabajo con él en


los establos de Ginger. Estoy totalmente, ¿cómo lo llamarías? Dulce por
él.

Utilizo la jerga de Kitsy porque quiero que ella entienda que lo digo en
serio acerca de mí y de Rider y de nuestro destino. Después de todo, soy
un gran creyente en lo que va inmediatamente después, o lo que sea.

—¿Trabajas en el establo de Ginger? —Kitsy dice como se pone de pie


para caminar de regreso a su escritorio—. Quería ser la reina del rodeo
por lo de la beca escolar, pero las lecciones son costosas. Rider
probablemente haría una excepción a su regla de no salir por ti ya que
eres una chica hermosa de ciudad y no una palurda como nosotras.

Le sonrió a Kitsy, es increíblemente dulce. Ninguno de mis amigos en


casa nunca me elogian. Ellos dicen: “Bonito vestido” o “Lindos zapatos”
o “lindo cabello” pero nunca que eres hermosa.

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Gwendolyn Heasley

—Ya sabes, Kitsy, me encantaría ir al centro comercial —digo antes que


regrese al frente—. ¿Y cómo funciona esa cosa del baile? ¿Necesito una
cita?

—Oh Mi Dios —dice Kitsy, y juro que mueve un pompón invisible—.


Estoy tan emocionada porque quieras venir. Después de la terrible
experiencia de campo y nuestra última conversación, estaba
preocupada sobre ti dejando Broken Spoke.

Justo entonces, el Señor Luis entra, y Kitsy comienza a hablar más


rápido.

—Usualmente vamos en parejas en grupos grandes. Conseguiré que


alguien te pregunte. ¿Sabías de la función de Rider? Tal vez vaya a la
hoguera más tarde. Eso sería perfecto. Te prometo que voy a ayudar con
esto porque me encanta jugar a la casamentera. Me hubiese gustado
que te gustara Bubby. Entonces podríamos pasar más el rato. —Con
eso, Kitsy se desliza en su escritorio de primera fila y centra su atención
en el señor Luis. Entonces comienza la clase, así que no tengo tiempo
para obtener más suciedad de Rider o de averiguar quién Kitsy tiene en
mente para mi cita del baile.

Hands y Kitsy me recogen del establo de Ginger el miércoles. La


camiseta de entrenamiento de Hands está cubierta de hierbas y lodo. Y
el olor de su camioneta hace que incluso el peor de los taxis parezca
como si estuviera recién lavado.

—Hands sólo nos llevará. Va a comerse su peso en el buffet de pizza


mientras nosotras vamos de compras. Sabe lo que son cosas de chicas y
las que son de chicos. Por eso lo amo —dice Kitsy, y frota el hombro de
él, luego lanza chillidos y aleja su mano—. Ewww, estás empapado.
Ugh, la citas con jugadores de futbol son lo peor —bromea Kitsy, y
luego besa a Hands en la mejilla.

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Gwendolyn Heasley

Por suerte, hay una ducha en el buffet de pizza. De lo contrario, podría


simplemente perder mi almuerzo en el camino de regreso.

—Sólo llámame Sr. Chofer —dice Hands antes de salir del


estacionamiento del establo—. Tienen de esos en Nueva York, ¿cierto?

—Oh —grita Kitsy—, te encontré una cita para el baile. Puede que no
estés feliz, sin embargo. Verás, necesitas ir con alguien de nuestro
grupo para que así podamos ir juntos, comer juntos, tomarnos fotos
juntos y todo eso. Y todos los chicos del equipo consiguieron sus citas
la semana pasada porque son totalmente perseguidos. Es como la
temporada de venados para las chicas que persiguen completamente a
una playera de futbol. Es patético; el objetivo de estas chicas en la vida
es conseguir a un jugador de futbol como novio o al menos tenerlo por
una noche. —Kitsy pone los ojos en blanco y hace una pausa—. Así que
la única persona del grupo sin cita es… Bubby. Ya ves, Bubby no va a
salir con cazadoras de jugadores, dice que es como encontrar a un pez
en un acuario. Demasiado fácil. Por supuesto, no sería del tipo
romántico o algo así. Y Bubby prometió ser agradable o al menos más
agradable.

Hands levanta una ceja mientras saca la camioneta fuera del camino.

—¿Bubby está de acuerdo en llevarme? —pregunto, tratando de no


asustarme por la forma de conducir de Hands. Justo hoy en la clase de
español, Bubby me preguntó si sacaba mi collar para recordarle a todo
el mundo lo presumida que soy. ¿No sabe que eso es lo que se hace con
un collar? Él utiliza cualquier posibilidad de ser un idiota. Es como si
estuviera amargado por lo que pasó, como, hace veinticinco años atrás.
Mi madre dejó a su padre. Supéralo. Ni siquiera sé quién era mi madre
en ese entonces. Ella era una persona totalmente diferente, que vestía
camisetas brillantes. No puedo ser responsable de sus acciones
pasadas, especialmente de su equivocación en la moda.

—Por supuesto que sí —dice Kitsy, y da una palmada juguetona a


Hands en la nuca—. Es una lástima que tu corazón sea de Rider porque
sería genial si tuvieras un novio en nuestro grupo.

—¿Te gusta Rider? —dice Hands, desviando la vista del camino el


tiempo suficiente para mirarme como si yo fuera un alíen. Se enfoca de
nuevo en el camino—. Buena suerte con eso. No estoy seguro de que le
gusten las chicas. Sólo habla de música, de su banda y de triunfar a lo

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Gwendolyn Heasley

grande. No notaría a una chica caliente si ella lo golpeara. ¿Para qué


tratar de ser toda una estrella de rock sin la parte de pollitos calientes?
¿No es ése el propósito de todo eso? —dice Hands, y sacude la cabeza.

Mi rostro se ruboriza cuando Kitsy me delata acerca de Rider, así que


veo por la ventana por un segundo. Respiro. Recuerdo que Rider es la
única cosa que podría mejorar esta situación. ¿Cuál es la filosofía de la
Nueva Era? Pon tus pensamientos dentro del universo y conseguirás lo
que quieres.

—Sí, Rider es realmente lindo —digo restándole importancia. No


menciono que es un once en una escala del uno al diez—. No creo que
él sea gay. Es sólo que es emprendedor, a lo que estoy acostumbrada
dado que soy de Nueva York. Y voy a ser la primera chica que se
interese por él. Pero, sí, iré con Bubby al baile porque ustedes dos son
mis únicos amigos en Broken Spoke, así que quiero estar con ustedes
chicos.

—“Chicos” —imita Kitsy—. Me encanta cómo lo dices… “chicos”. Voy a


usar eso. Muy bien, chicos, estamos en el centro comercial. Vayamos,
chicos. Ustedes, chicos, son geniales.

—Eso es molesto —se burla Hands mientras estaciona.

El centro comercial es en realidad lo que creo que se llama mercadillo


comercial. ¿Manejamos a ciento veinte kilómetros por hora durante
veinte minutos hacia dos pueblos de distancia y esto es lo mejor que
podemos conseguir? Encontrar un vestido no va a suceder. Hands sale
de la camioneta y abre la puerta.

—Chicas, las veo en una hora —dice él, y avanza rápido hacia el buffet
de pizza.

Kitsy y yo entramos a Charlotte Russe, una tienda con una sobrecarga


de luces fluorescentes. Hay percheros de ropa por todas partes desde el
piso hasta el techo. Toneladas de mercancía se han descolgado de los
percheros y están sobre el piso. Hay también una gran hilera de
vestidores. Añoro los días de DJs y champagne gratis en el Barneys.
Incluso habría estado de acuerdo con la discriminación de edad justo
en este momento.

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Gwendolyn Heasley

—¿Por dónde empezaremos? —murmuro mientras reviso los precios.


¿Un vestido por $24.99? ¿Es ese plan de pagos de dar $24.99 ahora y
pagar el resto después? ¿Cómo puede vestido de adulto costar $24.99?
Bueno, el vestido es de copa y tiene una muy extraña flor. En mi
cartera, tengo sesenta y cinco dólares, cuarenta y cinco de mi propio
trabajo y veinte que el abuelo me dio esta mañana. Aunque podría tener
suficiente dinero para este tipo de compras, no estoy convencida de que
haya algo aquí que siquiera quiero que toque mi piel. Creo que vi un
especial en el Dateline de alguien que consiguió un salpullido en un
lugar como este. O tal vez era una casa de masajes. No puedo
recordarlo.

—Este es el trato —dice Kitsy, escaneando la tienda—: La mayoría de


los vestidos son horrendos. Y también hay diez por ciento que están en
mal estado. Afortunadamente, la mayoría de las chicas no pueden notar
la diferencia, así que debemos ser capaces de encontrar algo bueno.
Sólo vamos a tomar lo que creamos que podría funcionar, y nos lo
probaremos en los vestidores.

Por el bien de mi salud mental, pretendo que soy la anfitriona de Dress


for Less. Recuerda, me digo a mí misma, hay grandes ofertas que se
encuentran por todos lados, especialmente en una recesión. Hazlo
sencillo; un vestido negro siempre queda bien como una buena base.
Luego puedes elegir accesorios de los más caros. Una mezcla alta y
baja. Con mi motivacional monologo atravesando mi cabeza, encuentro
algunos potenciales ganadores: un vestido negro corto de tirantes, un
dorado mini con lentejuelas, uno tipo halter de color azul brillante, y
uno rojo sin mangas. Me encuentro con Kitsy, cuya pequeña figura está
cargada de cerca de veinte vestidos. El peso podría vencerla.

—Vaya —dice Kitsy—, grandes hallazgos. Sabía que esto sería divertido.
Bueno, vamos a los vestidores y hagamos un desfile de moda. También
elegí unos vestidos que pensé que podrían verse bien en ti.

Después de esperar una eternidad en los vestidores, Kitsy y yo


comenzamos a probárnoslos. Toda esta experiencia viola mis reglas de
compras: no centros comerciales, no compras con amigos, no ropa que
cueste menos que una orden de sushi. Pero cuando entras a un
pequeño centro comercial sin otras opciones, haces lo que tu única
amiga en Broken Spoke hace.

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Gwendolyn Heasley

Kitsy me lanza un vestido negro sin espalda con cuello alto.

—Éste se verá ardiente en ti. Tienes una espalda genial. Diría que es el
paleado, pero sólo has trabajado tres días. ¿Te dije que trabajo en
Sonic? Sólo los sábados cuando no tenemos juego. El gerente es
asombroso y me deja trabajar cerca de mi mamá. Sonic es cool,
también, porque todo mundo pasa el tiempo ahí cuando no están en el
campo. —Puedo utilizar mi filtro y no decir que creo que Sonic es un
rito de iniciación de Broken Spoke que puedo omitir.

Mientras examino el vestido que Kitsy me dio, estoy sorprendida de que


es sorpresivamente atrayente.

—¿Estás segura de que no quieres este vestido, Kitsy? —pregunto,


admirando el entramado dorado del dobladillo y el precio de $24.99—.
Tú lo encontraste.

—¡De ninguna forma! —dice ella—. Lo tomé pensando en ti. Además,


quiero ir de rojo. Estoy aburrida del gris. ¿Qué clase de color escolar es
ese?

—Toma. —Saco el vestido rojo de mi pila—. Prueba con éste. Y he


estado preguntándome sobre eso del color de la escuela también. Tal
vez podrían iniciar una revuelta y conseguir que el color cambie. Tú
eres la capitana —digo.

—Gracias —dice Kitsy, tomando el vestido. Ella piensa por un


segundo—. En realidad, no podemos cambiar el color. Siempre ha sido
gris. No nos metemos con la tradición, no en Texas, y especialmente no
cuando el futbol está involucrado.

Kitsy me ayuda a ponerme el vestido sobre mi cabeza.

—Gracias —digo mientras me deslizo el vestido hacia abajo sobre mis


hombros.

Aunque la habitación tiene lo que supongo son luces que disminuyen la


celulitis y grandes espejos, tengo que admitir que luzco imponente y
tiene Kitsy tiene razón; mi espalda consigue parecer esculpida.

—Oye, Kitsy, ¿a qué te refieres con que tu gerente te deja trabajar cerca
de tu mamá?

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Gwendolyn Heasley

—Oh. —Ella hace una pausa y se mira en el espejo. El rojo es


definitivamente su color—. Pensé que tus abuelos ya te habrían dicho
algo. La gente habla mucho. Mi mamá no es precisamente estable. Ella
lo intenta, realmente lo hace, pero depende de mí cuidar a mi hermano
de siete años, Kiki. ¿Sabías que él es el campeón de montar ovejas en el
pueblo?

—¿Montar ovejas? —repito, evitando hablar sobre la madre de Kitsy


dado que no sé qué decir.

—Es un deporte de rodeo donde los niños montan ovejas. Es realmente


estresante pues las ovejas no son tan grandes para ser montadas. Kiki
incluso sale montando en YouTube.

Me rio.

—Me gustaría ver eso. —Me siento mal por Kitsy. Mi mamá tiene sus
problemas lo que resulta increíblemente molesto y arruina mi vida, pero
ella es relativamente estable y únicamente me hizo cuidar de Tripp una
vez en el avión. Me pregunto cómo es que Kitsy se mantiene tan
animada todo el tiempo. Tal vez sus pompones le dan poderes
mágicos…

—Lo verás montando a un cordero en persona —dice Kitsy—. No falta


mucho para el rodeo de la ciudad. Kiki es el favorito otra vez. —Se da la
vuelta para quedar frente a mí—. ¿Así que qué te parece? ¿El rojo está
bien? Sé que no me veo como tus amigas de ciudad. ¿Pero me veo bien?

—Te ves preciosa —digo, y lo digo en serio. Después de todo, la mayoría


de las personas no pueden conseguirlo con un vestido de $24.99.
Supongo que es como decir que, la chica debe usar al vestido, no el
vestido debe usar a la chica. Tal vez las mujeres ricas de Nueva York
pagan demasiado dinero por la ropa.

Tomando el elogio, Kitsy se ruboriza y desvía la mirada de su reflejo.

—El sábado va a ser asombroso —dice ella—. Rider va a necesitar un


desfibrilador cuando te vea usando eso. Oh sí, creo que antes vamos a
ir Chin’s. Ya sabes, el único restaurante además de Sonic.

—Genial —digo, y casi lo digo en serio. Tener algo de interés para hacer
de Texas, y “a la vida”, más llevadera, incluso si eso involucra a Bubby,

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Gwendolyn Heasley

al que todavía no he perdonado por ser un idiota. Lo más importante;


puedo ver a Rider en el escenario. Siempre recuerdas la primera vez que
ves a alguien tocando en vivo, especialmente cuando planeas tener una
cita con él. No puedo esperar para contar ese primer concierto cuando
Rider y yo seamos entrevistados luego de que él triunfe a lo grande y le
diga a todo el mundo que yo soy su musa.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 9
No solo otro día en el spa

Traducido por kathesweet

Corregido por Pimienta

P
ara: corrinnec@gmail.com

De: waverly@gmail.com

Asunto: QUÉ SUCEDE CUANDO ME DEJAS

Mensaje: estoy en Kent!!!!!! Y tengo una estudiante de intercambio


como compañera. Su nombre es Vladlena. Ni siquiera estoy segura si
puedo pronunciarlo. Será mejor que se duche a diario. Primero me
dejas, luego esto. ¿Qué sucedió en mi vida pasada que me hace
merecedora de esto?

Para: waverly@gmail.com

De: corrinnec@gmail.com

Asunto: Re: QUÉ SUCEDE CUANDO ME DEJAS

Mensaje: ¡VLADLENA! ¿De dónde es? Habla inglés, ¿cierto? Sigue


cubriéndome. Siempre hay un segundo semestre. Y siempre que pienses
que tu vida es mala, recuerda la de Corrinne en medio de ninguna parte
Texas viviendo con sus abuelos. Eso te dará algo de perspectiva.

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Gwendolyn Heasley

Trato de llamar a Waverly para que me actualice y ver si ha sabido algo


de Smith, pero no contesta. Solamente me escribe por mensaje de texto:

Waverly: Deseo que estuvieras aquí. Esto no es como se supone que


sería.

Creo que es un golpe que me culpe por dañar nuestro plan de compartir
habitación. Debería estar enojada con mis padres y el gobierno y no
conmigo. Soy una espectadora inocente de la masacre de la recesión.

La semana pasa rápidamente a pesar del hecho que Waverly no me


llama y Rider sólo me dice dos palabras en el trabajo. Pero lo atrapé
tarareando una vez, y eso me puso la piel de gallina. Creo totalmente
que él lo tiene: el factor estrella. Después de pensar en la actitud
indiferente de Rider hacia mí, tengo una epifanía: Rider no me mira en
los establos porque debe creer en la separación del trabajo y la
diversión. El baile será otra historia.

El equipo de fútbol de Broken Spoke gana el viernes, así que el pueblo


entero está en su euforia natural. En el partido, me siento con Tripp y
sus amigos. No estoy segura de qué es peor: sentarme con chicos de
séptimo grado o de setenta años. Sus amigos parecen lo
suficientemente decentes para ser palurdos. Él parece feliz, pero Tripp
siempre parece feliz, que es algo que definitivamente no comparto en la
disposición genética. Incluso me dijo después del juego. —Gracias,
Corrinne, fue impresionante que pasaras tiempo conmigo. Nunca
habrías hecho eso en la ciudad. —Él tenía razón en eso, pero en la
ciudad nunca habría ido a un juego de fútbol, menos a uno con mi
hermanito. Pero cuando es Broken Spoke, haces lo que hacen los
residentes, supongo.

Me levanto el sábado, completamente dolorida por trabajar una semana


entera. Nadie está más desconcertado por eso que yo. Pensándolo,
debería asegurarme que es legal bajo las leyes de trabajo infantil. Y sólo
tengo setenta dólares para presentarlo. Afortunadamente, Bubby
pagará por mi cena en Chin’s esta noche. Realmente, es lo menos que
puede hacer después de molestarme toda la semana. —Vas a ver el
sábado, Manhattan —dijo—. Espero que una chica de ciudad como tú
sepa cómo bailar paso doble. —¿Paso doble? Dudo que la Noche de
Viernes Después de las Luces estaré cantando do-si-dos. Al menos,

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Gwendolyn Heasley

espero que no. Y ciertamente no voy a bailar con Bubby. Lo último que
quiero es que Rider tenga que verme con ese idiota, incluso si Bubby
anotó dos touchdowns ayer.

Mi rutina antes de una fiesta solía consistir en un entrenamiento


temprano, manicura, pedicura, un masaje de diez minutos mientras
mis uñas se secaban, secado de cabello, maquillaje, y si era afortunada,
un pre-coctel o dos. En Texas, no he visto ningún lugar para uñas o
cabello, ni siquiera en una plaza comercial. Supongo que ahora soy mi
propia peluquera y estilista. Sólo llámame Ken Paves y conoce a Rachel
Zoe13. Recordar a Waverly y a mí sentadas una al lado de la otra en
Bliss Spa, siendo consentidas y ni siquiera pensando dos veces antes de
pagar un extra por la pedicura de spa, me deprime.

En mi habitación, puedo oler la infusión del desayuno, así que decido


que es tiempo para algo de comida emocional. La belleza de un vestido
sin espalda es que es la espalda, no los brazos, el estómago, o las
piernas, la que está exhibida. Ni siquiera necesito llevar Spanx, lo que
es impresionante ya que disfruto el oxigeno. El desayuno de esta
mañana es una cacerola de huevos con chorizo. Es maravillosa. Gracias
a Dios por el paleado; de otra manera realmente empezaría a lucir como
la hija de un granjero alimentada con maíz.

—¿Estás emocionada por el gran baile, Corrinne? —Quiere saber


Tripp—. En tres años, iré a uno si todavía vivimos aquí. Estoy
totalmente de acuerdo con eso siempre que papá también se mude
aquí.

—Esta sería una casa bastante llena —dice la abuela, y levanta sus
cejas.

—Uh, Tripp —digo—, no vamos a quedarnos aquí tanto tiempo. Esta


banda prometedora y capaz está tocando, así que estoy en algún lugar
entre remotamente y ligeramente emocionada por el baile. No sé qué
hacer todo el día, sin embargo, ya que no tengo trabajo. Esta cosa del
trabajo está dañando mis genes perezosos.

—Bueno, ¿qué tal otra lección de conducción? —dice el abuelo, y


enrolla el periódico—. Todavía necesitas dominar la luz de freno.

13
El primero es un famoso peluquero/estilista, la segunda es una reconocida asesora
de imagen

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Gwendolyn Heasley

—De acuerdo —digo—. Eso estaría bien. —Realmente necesito obtener


la licencia de conducción así el abuelo y la abuela no tienen que
llevarme al trabajo todos los días. Quiero que Rider sepa que soy
mundana, independiente y que sé cómo conducir con palanca.

Imagino que conducir también me distraerá de pensar en lo que podría


estar haciendo para arreglarme si estuviera en Nueva York. Cuando
alguien más te arregla, toma todo un día. Esa es la razón por la que las
celebridades están tan ocupadas y se ven tan bien. Probablemente solo
me tomará dos horas hacerlo yo misma, así que tengo tiempo. Por
supuesto, no estaré arreglada como para una alfombra roja, pero no es
como si el baile de la Secundaria Broken Spoke vaya a ser transmitido
en HDTV.

Después de mi lección de conducción, que me estremeció incluso con


otros coches alrededor, recibo un mensaje.

Kitsy: Estoy arreglándome. ¿Quieres venir?

¿Por qué no? Eso casi hará el enfoque hágalo usted mismo divertido y
menos patético. Espero que la casa de Kitsy sea más grande que la del
abuelo y la abuela, y que ella no comparta un baño con un niño de doce
años con higiene seriamente cuestionable. Y no solo estoy hablando de
olvidar ponerle la tapa a la pasta dentífrica.

Le respondo:

Corrinne: Seguro, déjame preguntar a la unidad de abuelos.

Camino a la cocina donde está la abuela, ¿adivina qué?, horneando.

—Abuela, ¿puedo ir a la casa de Kitsy a arreglarme para el baile? —


pregunto, y camino cerca para probar la pasta de brownie.

La abuela protege el tazón con sus manos.

121
Gwendolyn Heasley

—No, y usa una cuchara si quieres probar esto —dice la abuela.

—¿Por qué no? —pregunto.

—La madre de Kitsy siempre está alrededor, pero nunca allí, si sabes lo
que quiero decir —dice la abuela mientras me pasa una cuchara.

La hundo profundamente en la pasta.

—Sí, Kitsy dijo algo así. Pero solo vamos a arreglarnos para el baile —
Argumento antes de lamer un poco de la pasta—. Además, tengo
dieciséis; no necesito exactamente supervisión adulta.

—¿Qué hay de esto, Corrinne? —dice la abuela mientras sigue


revolviendo—. Puedes traer a Kitsy aquí. Pueden jugar con el maquillaje
o hacer lo que sea que ustedes adolescentes locos hacen.

—De acuerdo —digo. He estado luchando las suficientes batallas


últimamente, no hay razón para pelear innecesariamente con la abuela.

Kitsy parece aliviada de venir a la casa de mis abuelos aún cuando le


dije que el baño es pequeño e infestado con piojos de un chico pre-
púber. Cuando llega a la puerta, está cargando su vestido y lo que creo
que llamas una caja de aparejos, una roja con un cierre plateado. Mi
padre tiene una en Nantucket para las cosas de pescar.

—¿No acabas de llegar de pescar? ¿Cierto? —pregunto, tratando de no


olisquearla para saber si huele a tripas de pescado. ¿Incluso hay agua
en Broken Spoke?

—No, no, tonta. Este es el maquillaje. Algo de mi mamá y todo mío.


Simplemente no tenía donde más ponerlo, y encontré esto en mi garaje.
Solía ser de mi papá. Hola, Sr. y Sra. Houston —dice Kitsy.

—Hola, Kitsy —dice el abuelo—. Chicas, diviértanse. No sé por qué


necesitan estar todas arregladas. Ambas ya se ven hermosas. Y una
cosa que nunca entenderé sobre mujeres incluso después de dieciocho
años con tu mamá: ¿Qué hacen en el baño antes de salir?

—Nunca lo diremos —dice Kitsy—. Esa es parte de la magia, Sr.


Houston.

122
Gwendolyn Heasley

Después de que Kitsy y yo nos hemos duchado y secado el cabello,


discutimos sobre peinados. Le digo a Kitsy que se vuelva loca y se
planche el cabello. Ella me ayuda a rizar el mío. Los resultados son
sorprendentes en buena manera; mi cabello ahora tiene una onda
natural y fresca que luce como si yo perteneciera a una pasarela de
ropa de playa.

—¿Quieres que te maquille? —pregunta Kitsy mientras se inclina sobre


su caja de aparejos.

Normalmente diría que no porque a menos que le pagues a alguien para


hacer algo por ti, ¿por qué tendrían algún incentivo de hacer un buen
trabajo?

Pero sé que Kitsy no es del tipo de hacer sabotaje, así que digo: —
Seguro, pero no te sientas insultada si me lo lavo. Simplemente estoy
acostumbrada a hacer las cosas a mi manera.

Mientras me siento en el inodoro con la tapa abajo, le paso a Kitsy mi


bolsa de maquillaje de lunares.

—Déjame hacerlo con el mío —dice Kitsy mientras alcanza las bandejas
llenas con lo que claramente es maquillaje de droguería. Maybelline.
L’Oreal. ¿Wet n’ Wild? OhDiosmío, esto va a estar de miedo, pero cierro
mi boca. Después de veinte minutos de que Kitsy pinta, delinea mis
ojos, me pone sombras, rubor y brillo, finalmente me deja mirarme en el
espejo. Me abrazo, esperando ver una estrella de un reality de MTV,
pero lo que aparece en el espejo es más como el anuncio retocado de
una revista: piel perfecta, mejillas del color de los melocotones, y ojos
marrones que ya no parecen pertenecer a un cachorrito. Kitsy es una
hacedora de milagros.

—¡Santa Holly Golightly, Kitsy! —exclamo—. ¿Cómo hiciste esto tan


bien?

—Por favor —dice Kitsy—. Simplemente tenía un lienzo hermoso. Tienes


una estructura ósea matadora.

—No, realmente —digo, sintiéndome como Cenicienta, aún cuando mi


historia es más de riqueza a la pobreza que de pobreza a la riqueza—.
¿Cómo? —Miro intensamente hacia el espejo, y estoy muy complacida

123
Gwendolyn Heasley

con mi reflejo. Mis ojos marrones finalmente concuerdan con mi


complexión; por primera vez, no deseo ojos azules.

—Bueno, mi mamá tiene un montón de maquillaje, y siempre me gustó


el arte. No tenía mucho suministro de arte, así que he estado jugando
con el maquillaje desde que era muy pequeña. Sombra de ojos, rubor, y
máscara fueron mis crayolas mientras crecía.

—Pero es maquillaje de droguería —balbuceo.

Kitsy simplemente ríe y empaca sus cosas. —Algunas cosas más


baratas, Corrinne, son simplemente tan buenas como las caras.

—Yo no iría tan lejos —digo, todavía observándome—, pero gracias.


Deberías hacer esto profesionalmente.

—¿Cómo en una tienda por departamentos? —dice Kitsy—. ¿De verdad?


¿Incluso en Nueva York?

—No, no en una tienda por departamentos —digo—. Esas personas son


molestas, siempre forzándote a tomar muestras de perfume gratis.

—Espera un minuto —Kitsy se detiene mientras asegura su caja—.


¿Regalan perfume gratis en Nueva York?

—No te preocupes por eso —digo, no queriendo hablar de los


vendedores buitres de perfumes y sus tácticas guerrilleras—. Necesitas
hacer esto en salones y en los apartamentos de personas ricas. Serías
fenomenal. Muchas personas ricas no son naturalmente atractivas, así
que realmente necesitan tus servicios. —Y Kitsy simplemente ríe y
rebosa alegría.

Cuando Kitsy y yo salimos de la habitación, todas vestidas en nuestras


compras de ganga, el abuelo deja escapar un gran silbido. Kitsy y yo
reímos, pero en mi interior estoy feliz, nunca nadie me silbó excepto por
los obreros de construcción.

—Corrinne —dice Tripp desde el sofá—, ¿adivina cuál es la palabra del


año? Acabo de leerla en el periódico.

Tripp, a los doce, ya es como un hombre viejo.

124
Gwendolyn Heasley

—¿Cuál, Tripp? —digo, lo suficientemente complacida con mi día de spa


hágalo usted mismo para ser amable con él.

—Recesionista —dice Tripp—. Que se refiere a alguien que saca el mejor


partido de esta economía y encuentra formas baratas y alternativas
para vivir y ahorrar dinero. Somos recesionistas.

La abuela ríe desde la cocina mientras corta los brownies recién


horneados en cuadros perfectos.

—Creo que solo las chicas pueden ser recesionistas, Tripp. Pero tienes
razón; Corrinne se está volviendo recesionista. Tú, mi amigo, eres mi
pequeño recesionador. Ahora ustedes chicas diviértanse. Y Corrinne, te
quiero en casa a media noche. Sin excusas.

Recesionista. Preferiría fashionista, pero eso seguro supera a los nuevos


pobres. Después de todo, estoy vistiendo un vestido de $24,99 y
maquillaje de droguería, y todavía me veo sorprendente. Ahora si puedo
sobrevivir a la cena con Bubby, puedo hacerlo al chico de mis sueños:
Rider.

125
Gwendolyn Heasley

Capítulo 10
Después de las Luces

Traducido por *ƸӜƷYosbeƸӜƷ* y Bautiston

Corregido por Curitiba

S
upongo que CHIN es la elección más clásica por encima de
Sonic, pero solo porque el Sr. Chin no está en patines de
ruedas y hay manteles en las mesas, aunque sean de papel
de calendario chino. Mientras me preparaba con Kitsy algo
me entusiasmó por el baile, llegando a Chin para una comida antes del
baile me recuerda lo lejos que estoy de mi código de área. Atrás en New
York en la 212, elegíamos los restaurantes más caros en los que a veces
no te pedían la cedula y disfrutabas de los tragos de vodka patrocinados
por tus padres y langostas. Ahora en el 806, estoy a punto de comer en
un lugar con un aviso de neón color naranja en el cual la H no
enciende: Aquí te invitamos a una noche en C IN’S.

Entrando, Bubby sostiene la puerta para mí.

—Vamos, Manhattan, —dice él—. Sé que no es Palace Hotel, pero tengo


que decirte que los rollos de huevo son increíbles. Y tengo el record de
haber comido más: catorce.

—Sí, gracias por eso, amigo —dice Hands—. Es parte de la razón por la
que ahora el equipo de fútbol tiene prohibido el almuerzo tipo buffet.
Literalmente te comiste la ganancia de Chin.

126
Gwendolyn Heasley

Acercándonos a una mesa para cuatro personas en la parte de atrás,


Kitsy puso su mano en el asiento próximo a ella.

—Corrinne —dice—, siéntate aquí. Nos salvaremos la una a la otra de


escuchar la retahíla de jugadas toda la cena. Honestamente, creo que
puedo entrenarlos a todos ustedes después de haberlos escuchado por
años.

Inmediatamente sentí nauseas, pero no podía decir si era por el olor de


MSG, la historia de los rollos de huevo, o la situación completa.

Detrás de mí, sentí a Bubby sacando mi silla y me senté.

—No te preocupes, Corrine —dice, inclinándose hacia mí—. Es una cosa


texana. No quiero que te hagas una mala idea. Estamos en la misma
página. Quieres estar con Kitsy, y yo quiero compartir con Hands. Es
como una alianza de negocios.

—Bien —dije—. Y aprecio el gesto, pero en New York las chicas son
iguales. De ahora en adelante, yo consigo mi propia silla.

Kitsy levanta su ceja pero no dice nada.

—¿Y quién dice que los Yankees no son amistosos? —bromea Bubby, y
Hands choca los cinco con él.

El filtro, Corrinne, pienso. Por el bien de Kitsy.

Ordeno brócoli y arroz frito porque creo que eso es seguro en cualquier
lado, incluso en Texas.

Después de que la comida llega, el Sr. Chin pregunta: —Bien, chicos,


¿cuántos cuchillos y tenedores? —Los brazos de Kitsy, Hands y de
Bubby se alzan. El Sr. Chin camina para buscarlos.

127
Gwendolyn Heasley

—Vamos chicos —digo—. Tienen que comer comida china con palillos.
Sabe mejor. Y si no lo hacen, bueno, es como comer cereal con un
cuchillo.

—En realidad —dice Kitsy, volviéndose un poco rosa—, el Sr. Chin


prefiere que no lo hagamos; siempre desordenamos la mesa y el piso se
vuelve un campo de arroz. Y como mesera, lo entiendo porque es
asqueroso limpiar el desastre de los demás.

—¿Y qué te hace una experta en palillos chinos? —pregunta Bubby—.


¿Aprendiste en la embajada China o algo así?

—No —digo, y niego con la cabeza. No menciono que en el baile de


debutantes realmente aprendimos el modo apropiado de comer pastas
usando tanto cuchara como un tenedor en caso de alguna vez nos
invitaran a un chalet italiano.

—Bueno —dijo Bubby, indicándole al Sr. Chin que trajera una ronda de
palillos chinos— ¿entonces cómo aprendiste?

Tomando los palillos del Sr. Chin, digo: —Es vergonzoso.

Yo destapé, separé y tomé mis palillos. —Mi amiga Sarita hizo una dieta
de palillos —confieso—. Alguien probó que, comes un cuarenta por
ciento menos si usas palillos, así que todas pasamos por una fase de
palillos. Puedo prácticamente comer todo con ellos, incluso helado.

Bubby pone los ojos en blanco. —¿Hay algo que los neoyorkinos no
hagan para ponerse flacos?

Kitsy sonríe y me mira. —Bien —dice ella—. Estoy lista para la lección.
Entonces si vamos a New York, podemos ir al Barrio Chino, comer, y
comprar bolsos falsos.

Dejo eso pasar. De ninguna manera, ni siquiera en la recesión, usaría


una imitación.

—Si puedes sostener un lápiz, puedes usar un palillo —digo. Con mi


mano encima de la de Kitsy, le enseño como agarrar el palillo como un
lápiz y practicó, trazando. Luego le enseño como usar el otro palillo de
complemento.

128
Gwendolyn Heasley

—Bien —dice Kitsy, mirando a un dumpling. Con un movimiento lo


agarra.

—¿Puedes enseñarle de nuevo? —dice Hands—. Eso fue


sorpresivamente sexy.

Kitsy juguetonamente le da un codazo en el pecho.

—Ahora enseña a los chicos —dice ella—. Si puedes enseñarles a estos


deportistas, no tendremos más problema con campos de arroz. Y
entonces, el Sr. Chin no tendrá más ataques de histeria.

Bubby resultaba tener un don natural, e incluso Hands, a pesar de sus


largos dedos, lo captó rápidamente.

Después de que el Sr. Chin limpiara nuestra mesa, los chicos sacan
efectivo para pagar la cuenta.

—¿Otra formalidad? —pregunto, sintiéndome un poco mal por el hecho


de que Bubby tenga que pagar por mi aunque no seamos una pareja—.
Puedo pagar mi parte. Tengo trabajo estos días.

—Sin problemas —dice Bubby, e incluso quizás me sonríe—. Esto es


por la lección con los palillos.

Una vez que pone el dinero en la mesa, Bubby nos da una galleta de la
suerte.

Kitsy rompe la suya de inmediato.

—Estoy harta de la suerte de este lugar. Nunca he recibido una sola


buena. ¿Por qué siquiera hacen las de mala suerte?

—¿Quién necesita buena suerte cuando me tienes a mi? —dice Hands,


y besa a Kitsy en la mejilla—. Solo puedes pedir cierta cantidad de

129
Gwendolyn Heasley

suerte en una vida. Voy a abrir la mía, sin embargo, puede decir algo
sobre que ganemos el Estatal.

—Bien —dice Kitsy, agarrando la suya nuevamente—. Todos la


abriremos. Quizás por una vez obtenga una medio decente.

Omitiendo, no digo que la única suerte que puedes recibir en Broken


Spoke es: Pronto te mudaras a algún lugar mejor.

Leyendo por encima del hombro de Kitsy, veo su nueva frase—: Acepta
los problemas de la vida.

Guao, realmente sí que saca las de mala suerte. Pensé que esas ni
siquiera existían. Usualmente siempre obtengo una que dice: —Te gusta
la comida China.

Kitsy la arruga sin siquiera leerle en voz alta. —Típico —murmura.

Rompiendo la mía, consigo la mejor galleta de la suerte: —Todo volverá


a su cauce —Resultado: Soy una creyente. Esto debe significar que mi
vida va a restituirse, tendré a Rider, esta será mi única comida en Chin
y mi tiempo en Texas será solo una anécdota. Captando los ojos de
Kitsy, noto que ella luce realmente deprimida, lo que es abrumador
considerando que es un fin de semana de futbol y un pre-baile el
sábado. Eso es lo mejor que se puede poner en B.S.

—Hey, Kitsy —digo—. ¿Juegan al elefante blanco con las galletas de la


fortuna?

No puedo creer que esté a punto de hacer esto, pero ver a Kitsy alterada
es como ver a un gatito con el ceño fruncido.

—¿Qué es eso? —dice Bubby—. ¿Es algún juego de la sociedad de New


York?

—No —digo—. Significa que todo el mundo lee su fortuna…

Hands interrumpe y añade: —“en la cama”. Sí, los texanos también


hacen eso.

Bubby y Hands se dan codazo el uno al otro.

130
Gwendolyn Heasley

—No —digo, y pongo los ojos en blanco—. Ese no es el juego. Ese es un


juego de séptimo grado. Elefante blanco es cuando todos leen su galleta
en silencio. Puedes conservarla para ti o darla, lo cual por supuesto es
un juego de azar, ya que no sabes lo que los demás tienen.

Rápidamente recuperando su frase, Kitsy extiende su mano.

—Cambiaré —dice ella—. ¿Alguien, alguien?

Hands y Bubby miran a otro lado.

—No podemos arriesgarnos con tu mala suerte —dice Hands—. Este es


nuestro año para los Estatales.

—Yo cambiaré —digo—. No soy muy creyente en la suerte de todas


maneras. Además, me gusta jugar —miento, entregándole a
regañadientes mi soberana galleta de la fortuna.

Leyéndola en voz alta: —Todo volverá a su cauce —chilla Kitsy—.


Gracias, Corrinne. Pero Dios, me siento mal. Mi galleta es terrible, y
ahora es tuya.

—Lee la tuya, Corrinne, —dice Bubby, mirándome extrañamente.

—Acepta los problemas de la vida —digo, pretendiendo estar


sorprendida y decepcionada. A la abuela le encantaría tejer está en una
almohada.

—¿Cuál es tu fortuna? —pregunto a Bubby—. Apuesto a que dice: eres


un problema de la vida.

—Graciosa, Manhattan —dice él, y hace una pausa—. Dice: alguien no


es quien tú piensas.

—Eso es escalofriante —digo—. ¿Eso significa, como que, alguien que


conoces es un asesino en serie? Es mejor que duermas con un ojo
abierto.

—Tal vez no es de mala suerte —dice Bubby—. Vamos chicos, salgamos


de aquí. Hay un baile esperando. Esperemos que los amplificadores se
rompan y no tengamos que escuchar gimotear a ese Rider.

131
Gwendolyn Heasley

OMG, Rider. Todo ese MSG me debió haber distraído. Incluso así le
haya dado mi gran fortuna a Kitsy, todavía sigo buscando la única cosa
buena en Texas: Rider. Y algo me dice que esta noche va a ser nuestra
noche.

En el interior del gimnasio, papel crepé gris y blanco encadenado al


azar abarca las gradas. Recortes de Monckingbirds de todos los
tamaños y diferente precisión artística cuelgan de las paredes. Estoy
acostumbrada a las fiestas temáticas: astronautas y extraterrestres,
desastre en la selva, Madonnarammas. Pero el tema de este baile es el
mismo tema aburrido de Broken Spoke en general: hay un solo Dios en
esta ciudad: el equipo de fútbol Mockingbird. Para colmo, hay un arco
de globos, donde puedes conseguir una foto con Mack, la mascota de
Mockingbird. Y ya hay una línea muy larga para esta sesión de fotos
cuando nuestro grupo llega. Trato de olvidar mis bailes de la vieja
escuela donde pasaron canapés y cócteles sin alcohol con los colores del
tema establecido y donde los planificadores profesionales de la fiesta se
comunicaban con radios para asegurarse de que la fiesta se
desarrollaba perfectamente. Esas fiestas no tenían a Rider, sino que
había bastantes chicos que se enorgullecían de las carteras de sus
padres y el acceso a píldoras de prescripción.

Tratando de no parecer demasiado obvia, mis ojos exploran el espacio


por Rider y su banda. En un improvisado escenario, lo veo jugando con
los amplificadores. A diferencia de Bubby y el resto de los chicos de
fútbol vestidos con lo que parece ser los trajes de sus padres, Rider luce
genial como una estrella de rock en un par de jeans negro y una
camiseta Hanes.

Agarro la mano de Kitsy. —Vayamos a saludar.

Rider apenas nos mira cuando Kitsy y yo nos acercamos al escenario.

—Hola, Rider —digo un poco demasiado alto.

132
Gwendolyn Heasley

—Hey, chicas —dice, mirando hacia otro lado, y dando vuelta hacia
arriba el amplificador. Cuando me imaginaba esta escena, cerca de cien
veces en mi mente durante el pasado fin de semana, este resultado no
se me ocurrió. En mi mente, Rider casi se cae del escenario cuando me
ve. O me da un poco de dedicación a solas en ese mismo momento. Pero
nunca me ignora. Tal vez en realidad no le interesan las chicas. O tal
vez como la única cosa buena en Texas no necesita jugar. Veo a Bubby
mirando, así que me armo de valor. Mira a Corrinne, se Corrinne. Esta
recesión no va a arruinar mi vida amorosa. Puedo controlar al menos
esto, ¿verdad?

—¿Vas a la noche de campo? —le pregunto, y giro hacia mi lado, con la


esperanza de mostrar mi espalda esculpida.

—Tal vez —dice Rider, y ni siquiera mira hacia arriba.

—¿Vas a tocar tu nuevo material? —pregunta Kitsy.

Rider deja de juguetear con los amplificadores, coge su guitarra, y de


repente está totalmente involucrado. —Sí, estamos practicando nuestra
nueva selección para la Batalla de las Bandas —dice.

Bingo. Debería haber recordado el truco de Waverly: Habla de lo que les


gusta, dice. Tiene un montón de consejos sobre chicos de su difunta
abuela, Wilhemina, una de las primeras columnistas de chismes del
Post. Incluso Marilyn Monroe tomó clases de rompecorazones de
Wilhelmina. Sea cual sea la situación de chicos, Waverly ha tenido
siempre un buen consejo.

Pienso con rapidez. ¿QHWH? ¿Qué haría Waverly ahora? Recomendaría


pretender que hablar con un chico es sólo una parada en tu camino a
un lugar mejor.

Empujo mi pecho para el efecto. —Te veré luego —digo sobre mi


hombro. Waverly también siempre dice, declaraciones antes que
preguntas: “Me gustas”, no “¿Me gustas?” doblo mis músculos un poco.
No miro hacia atrás, pero estoy bastante segura de sentir los ojos de
Rider seguirme hasta Bubby y el resto del equipo de fútbol.

—¿Estás lista para bailar, Manhattan? —Bubby dice antes de intentar


un sólo movimiento más o menos preciso de SexyBack de Justin

133
Gwendolyn Heasley

Timberlake. Excepto que Bubby no está trayendo su parte sexy, sino


que está trayendo su parte torpe.

—No soy una gran bailarina, Bubby —miento para evitar momentos
cercanos y personales con él.

No sólo tenía que ir a ballet, tap y jazz mientras era niña, sino que
también estoy muy versada en el vals y el tango de cotillón.

—Pero estoy segura de que hay un montón de cazadoras de camiseta a


las que les encantaría conocerte de cerca y sudar contigo —le digo,
apuntando a una bandada de chicas que lo miran—. Soy más del tipo
artístico.

—Tú te lo pierdes, Manhattan —dice Bubby antes de hacer su camino


hacia el buffet de galletas.

Kitsy y yo pasamos los siguientes diez minutos en el cuarto de baño


bebiendo vino fresco en botellas de Gatorade.

—El único beneficio de tener una madre en la salsa —Kitsy dice, y se


encoge.

Porque no sé cómo responder a eso, sólo pongo mi mano sobre el


hombro de Kitsy.

—El rojo es realmente tu color —digo, cambiando de tema.

—Gracias —dice Kitsy, y me pasa la botella de Gatorade de nuevo sin


tomar un sorbo.

El vino rosado frío (sabor a frutas tropicales) no es Dom, pero me hace


difusa la cabeza de todos modos.

Cuando reaparecemos, Rider está en el micrófono. —Somos Friday


Night After the Lights. Disfruten con nosotros mientras puedan. Pronto
estaremos fuera de esta ciudad de dos estrellas.

—Empezaron en el garaje de Rider —dice Kitsy mientras llegamos al


límite de la parte delantera—. ¿Y si lo logran? ¿Y tú eres su novia?

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Gwendolyn Heasley

Kitsy y yo hacemos de groupies por un par de canciones y pasamos el


rato en la parte delantera de la multitud. Pero resulta que la música de
Friday Night After the Lights, es ciento por ciento imbailable.

—Um, Kitsy, ¿tienen alguna canción que se pueda, como mi abuelo


dice, seguir el ritmo? —le pregunto.

—No —Niega con la cabeza—. Pero todo el mundo los contrata para
todos los bailes de todas formas porque son baratos y Rider es caliente.

Ugh. A pesar de que nunca he estado en un sacrificio humano, estoy


bastante segura de que este sería el tipo de música que tocarían. Esta
música es terrible para un baile, aunque sea uno monótono en Broken
Spoke.

Me doy por vencida tratando de bailar y empiezo a balancearme sólo de


un lado a otro, pero incluso eso parece demasiado enérgico.

Así que centro mi atención en las palabras. Tal vez el genio de Rider
está en sus letras. Esperemos, porque definitivamente no tiene una
canción que nadie vaya a solicitar en un club.

Miro a Rider, cuyos ojos están completamente cerrados mientras


alternativamente canta y grita en el micrófono:

Está terminado.

No hay ninguna cubierta

No tengo ni siquiera una amante

Este mundo no es más que un abismo sin corazón

CRUEL ABISMO.

Wow. Se podría pensar que Rider se crió en la calle sin zapatos en lugar
de en Broken Spoke. No me malinterpreten, Broken Spoke es tortuoso,
pero estas letras me han llegado, una refugiada de la recesión, tengo
ganas de decirle que el mundo no es tan malo. Y que si la música es
totalmente depresiva, ninguna chica rocker nunca elegirá a un músico
por la música. Es el estilo de vida que es sexy. Además, él se ve bien,
incluso cuando está jugando el papel de alma herida.

135
Gwendolyn Heasley

Tras una hora de vaivén lento con paradas en el baño con vino frío,
Kitsy y yo todavía estamos de pie adelante y todavía estoy tratando sin
éxito de que Rider abra los ojos y me vea. Luego, Bubby y Hands se
abren camino hasta nosotras.

—Muy bien, chicas, nos vamos. Vamos a escuchar algo de música real
en lugar de esta pista de sonido de suicidio —dice Bubby y me agarra la
mano—. Mientras Kitsy puede animar, hora de la F-I-E-S-T-A.

Quiero argumentar que me quedaré a ver a Rider, pero ¿QHWA?


Waverly aconseja no esperar a nadie y asegurarse de salir antes de que
caiga el telón, así que sigo el grupo fuera.

Subimos en el camión de Hands y nos dirigimos al campo, el mismo que


antes. Ni siquiera está completamente oscuro cuando llegamos, un
grupo de chicos ya nos ganaron y se reunieron alrededor de los tres
barriles. Al parecer, el baile de la escuela es sólo una fachada para la
fiesta real. Al menos eso es una cosa común entre aquí y Nueva York.

—Muy bien, Manhattan —dice Bubby—. Tengamos nuestra fiesta.

Pensando que bien podría aflojarme un poco antes de que Rider (con
suerte) aparezca, me dirijo al montón de estudiantes en el barril y recojo
una cerveza caliente.

Bubby se acerca al camión de Hands y saca una bolsa de la cabina.

—¿Qué hacemos con herraduras? —pregunta Bubby.

—¿Herraduras? —le pregunto.

—Sí —dice Bubby—. Es croquet para la gente común. No hay canchas


de césped bien cuidado o los blancos necesarios. Pero es probable que
no desees conseguir que tu traje termine todo sucio, ¿verdad,
Manhattan?

136
Gwendolyn Heasley

No me molesto en decirle que es una ganga de $ 24.99 que encontré.


Que piense que soy una esnob, ¿qué me importa? Y me da que no es un
crítico de moda, pero aún así es increíble que no pueda decir que no es
caro.

Dando un paso hacia Bubby, tomo una herradura de su mano.

—Me gusta eso en una competencia, especialmente cuando quiere decir


que te puedo ganar. ¿De nuevo, cómo se juega? —pregunto,
examinando la herradura, que es dos veces más grande que una real.

Bubby camina unos cincuenta metros de distancia y gira una estaca en


el suelo.

Regresa y pone su mano sobre mi hombro. —Eres tú contra mí —dice—


. Voy a ir primero. Mira esto, porque vas a querer imitarlo.

Bubby, con un lanzamiento de mano baja, lanza la herradura hacia la


estaca. Cae cerca, pero no en la estaca.

—No te preocupes —dice Bubby—, eres principiante y una chica de


ciudad, y por lo tanto no voy a reírme. O no me reiré mucho —dice.

Con una herradura en la mano, miro a Bubby y Kitsy, que ahora está
de pie junto a él. —Estoy adaptándome, creo que he demostrado eso —
le digo.

La tiro y cae casi en la estaca.

Apuntando hacia él, digo: —Estoy bastante segura de que eso significa
que gané. Como dicen, la cercanía cuenta sólo en herraduras y
granadas. Por cierto, he jugado herraduras, como, por lo menos una
docena de veces en el Central Park. Supongo que no soy la única con
estereotipos, Bubby.

—Touche, Manhattan. Y voy a admitir que no está mal para una chica
—dice Bubby, y me da un golpecito en el trasero—. Sobre todo una
chica de ciudad —añade.

El líquido me hace sentir mejor, así que decido no romper el brazo de


Bubby. —Y tú no estás tan mal para un hombre de Neandertal —digo, y
le doy a Bubby un pequeño empujón con la cadera.

137
Gwendolyn Heasley

Unas herraduras ganadas más tarde, veo a Rider manejando su coche


en el campo. Estacionado entre los camiones, su Honda dos puertas
sobresale. Perfecto, creo que es como él, de pie entre la multitud. No me
acerco de inmediato, me quedo en el barril y espero a que tenga sed.
Finalmente, se acerca.

—Oye, chica —dice—, te fuiste temprano.

Tropiezo mientras tomo mi cerveza. —Tenía la esperanza de tener un


concierto privado más tarde, así que pensé que estaría bien irme
temprano. ¿Quieres una cerveza antes de que el equipo de fútbol vacíe
los barriles?

—No bebo —dice Rider—. Es demasiado genérico para un músico


porque es totalmente esperado y finalmente arruina tu carrera o tu
vida. Soy sobrio.

—Oh —digo, volcando el resto de mi cerveza en el pasto—. Yo también,


de verdad. Estaba sedienta. —Me imagino que la política de no beber de
Rider debe tener que ver con esos abdominales como tabla de lavar, así
que estoy agradecida por su sobriedad.

Y luego Bubby se acerca y se acomoda entre Rider y yo. —Así que ahora
no bebes, Manhattan —dice, despeinando mi pelo.

Por favor, Bubby, pienso, vuelve a tu cueva. ¿No estábamos de acuerdo


en que era una cita fijada y no hemos cumplido nuestras obligaciones
contractuales?

Rider mira a Bubby directamente a los ojos y dice: —¿Qué hay de ese
concierto, Corrinne? Tengo mi guitarra en el coche. —Y como si
estuviéramos en una película, toma mi mano y camina conmigo lejos.
Ohmidios, todo está sucediendo. Puedo oír a Bubby hacer ruidos de
vomito detrás de nosotros, pero no me importa. Corrinne finalmente
consiguió su toque de vuelta.

138
Gwendolyn Heasley

Rider recoge su guitarra. Nos sentamos alrededor de la fogata


abandonada; incluso acomoda su chaqueta de pana para que me siente
en ella.

—No quiero que arruines tu bonito vestido, querida —dice.

—Oh, ¿esta cosa vieja? —Arrastro las palabras antes de guiñarle el ojo.

—Te escribí una canción —dice Rider, sacando su guitarra de la funda.

—¿Q… que? —tartamudeo. Quiero decir pensé que eras gay o ciego, o
ambos, pero yo los puse juntos. Nunca mires sorprendida a alguien que
te quiera, dice Waverly. ¿Por qué debería ser una sorpresa?—. Sólo una
persona ha hecho eso antes —miento entre dientes.

—Bueno, me has inspirado. Las muchachas aquí son aburridas. Nadie


piensa en nada, además del próximo partido o la próxima fiesta. Todo el
mundo parece satisfecho con envejecer y morir aquí —dice Rider
mientras comienza a tocar la guitarra—. Tú pareces diferente.

Miro a mi alrededor: ¿Dónde está la cámara cuando la necesito? No me


importa estar usando un vestido barato y manchado de cerveza. Tengo
una serenata dada por el rockero más caliente nunca visto. ¡Hablando
de una nueva foto de perfil! Mi nueva actualización de estado de
Facebook necesita ser, A veces la vida es tan increíble como la
imaginas, podrán verlo en la próxima portada de la revista Us Weekly.

Rider sigue tocando. —Este no es realmente mi estilo habitual, pero


quiero ser solista con el tiempo.

Brillante, creo. Rider ya está a punto de empujar a Nick Jonas y tirar su


banda. Inteligente, porque sólo va a conseguir más reconocimiento de
su nombre y no sólo va a ser el hombre caliente de After the Lights
band. Va a ser Rider Jones. Y entonces no vamos a tener que lidiar con
la banda celosa de la novia, esa cosa Yoko Ono. Suficiente charla,
Rider. Canta más sobre mí. Giro mi cabeza hacia un lado y le miro a los
ojos.

Y en un tono revelador de —Llévame a casa, caminos rurales —Rider


toca de inmediato:

Casi el cielo, sus pantalones vaqueros Levi

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Gwendolyn Heasley

Pequeña ciudad de tercera categoría

en el medio de la nada

La vida es triste aquí

Más triste que una lágrima

Más triste que un corazón roto

Broken Spoke

Chica de ciudad, llévame

al lugar al que pertenezco

Nueva York, chica de Manhattan

Llévame allí, chica de ciudad.

Así que Rider se dio cuenta de mis Levi. Parpadeo un montón de veces y
trato de contener las lágrimas. Realmente se dio cuenta de mí, mi pala
de estiércol no era total. Aplaudo lentamente y no aparto la mirada de
él. Suavemente baja su guitarra y se arrastra hacia mí. Cierro los ojos y
siento sus labios en los míos.

Y luego, en el medio del beso, oigo una voz distinta, la voz de Bubby,
llamando: —Manhattan, la abuela y el abuelo desean que vuelvas a
casa antes de que oscurezca. Date prisa antes de volverte un stiletto.

Alejándome de Rider, veo al Neanderthal cada vez más cerca. Quiero


decirle a Bubby que se pierda, porque estoy en medio de uno de los
momentos más románticos de toda mi vida.

—Está bien —dice Rider—, deberías ir. Tengo que trabajar en el resto de
la canción.

Me pongo de pie para marcharme. Waverly siempre dice, actúa como si


tu interés en un hombre es un siete, aunque en realidad es un once. Y

140
Gwendolyn Heasley

estoy llamando a Waverly al segundo que llegue a casa. Me gustaría


poder mostrarle en el iPhoned el beso.

Bubby sólo mueve la cabeza hacia mí. —Una chica de ciudad


empalagosa como tú, con un aspirante a estrella de rock. Pensé que
serías más inteligente, Corrinne.

—Y yo nunca creí que supieras mi nombre real —le respondo,


siguiéndolo al camión de Hands y tratando desesperadamente de
resistir mis ganas de volver la cabeza hacia atrás hacia Rider. Nunca
mires hacia atrás, Waverly dice. Puedes deshacer todo el trabajo duro
hecho enfriándolo con tan sólo un vistazo.

Llego a las puertas de la abuela y el abuelo a las 12:05 am. Mi cabeza


sigue estando un poco borrosa, parte por la resaca de la cerveza
caliente, parte de caer enamorada. Cruzando los dedos para que mi
toque de queda tenga un margen de unos minutos, me siento aliviada al
ver la casa está a oscuras.

Busco a tientas el camino hacia mi habitación.

—Hola, Corrinne —dice una voz familiar desde las sábanas.

—Mierda —tropiezo y caigo en la cama—. Hola, mamá.

—Hueles como cerveza barata —dice mi madre, y sacude la cabeza.

—Y tú llegaste sin previo aviso —digo, haciendo mi camino bajo las


sábanas.

—El departamento oficialmente se vendió —dice—, y tomé el próximo


vuelo. Perdí a mis amigos, así que ponte el pijama y cuéntame acerca de
Texas ya que no me devuelves las llamadas.

141
Gwendolyn Heasley

Todo en lo que puedo pensar es Rider, Rider, Rider, vuelta al mundo,


fotos en revistas, ropa gratis, botín, el final de esta recesión, pero
complazco a mi madre. Mi llamada telefónica a Waverly tendrá que
esperar, probablemente este deseosa de conocer a Vladlena de todos
modos. Me saco mi vestido y me pongo el pijama.

—He oído que tienes un trabajo —dice mi mamá mientras me acomodo


debajo de las sábanas—. Estoy orgullosa de ti, Corrinne. No sabía que
había eso en ti.

Y tal vez, sólo tal vez, mi madre quiso decir muy bien, pero no sonaba
bien. Tire del edredón a mi lado y me di vuelta la cara a la pared.

—Y yo no sabía que eras la Reina del Rodeo, que salías con alguien
llamado Dusty y luego abandonaste el pueblo, ya que pensabas que
eras demasiado buena —digo, y cierro los ojos—. Buenas noches,
mamá.

—Corrinne —dice mi madre con firmeza mientras tira de nuevo de los


cobertores—. Eso no es cierto.

—Hmm —susurro—. Será mejor que llames a la prensa y hagas escribir


un editorial porque así es como todo el mundo se acuerda de ti, Jenny
Jo.

Mi madre se sienta con la espalda recta en la cama, como si despertara


de una pesadilla.

Se extiende a través de mí y enciende la lámpara de la mesilla.

Rápidamente me tapo los ojos con las manos.

—¿Estas tratando de dejarme ciega? —grito—. Me has quitado todo lo


demás, y ahora me quitarás la vista.

Girando sobre mi estómago, me envuelvo la cabeza con una almohada.

—Corrinne —mi mamá dice en voz alta—, no hables acerca de cosas


que no sabes.

Busco a tientas el interruptor de la luz y lo apago.

142
Gwendolyn Heasley

—Tal vez estamos hablando de cosas que quieres olvidar —digo, dando
vueltas en mi espalda—. ¿Por qué no echas un vistazo a la caja en el
armario mañana? Creo que algunas de las lágrimas de la abuela todavía
podrían estar ahí.

Mi madre vuelve a caer en una posición acostada.

—¿Qué caja? —pregunta.

—Oh, la caja con recortes de flores, patrones de vestidos, y recetas. Ya


sabes, para la boda que la abuela planeaba para ti, la que rechazaste
por el Plaza. Pero como dijiste, no sé nada al respecto. Buenas noches
—digo y ruedo sobre mi estómago.

—Corrinne —mi madre comienza, pero no contesto.

—Oh Dios, está hablando de la boda. Eso fue hace veinte malditos años
atrás —murmura mi madre para sí misma.

Levantando la cabeza de la almohada, digo animadamente: —Hasta


mañana. En caso de que también se te haya olvidado, la abuela no cree
en el café.

Nada va a arruinar esta noche, ni siquiera dormir en una cama de


tamaño pequeño con mi madre. —Casi el cielo, sus pantalones vaqueros
Levi—, canto en voz baja para mí misma como si fuera una canción de
cuna.

143
Gwendolyn Heasley

Capítulo 11
De vuelta en la silla de Montar

Traducido por Cami.Pineda y LizC

Corregido por Mishy

D
espertando en una cama vacía, espero que el regreso de
mi madre-monstruo fuera sólo una pesadilla y que ella
realmente no haya vuelto a mi vida en la noche más
romántica. Desafortunadamente encuentro a mi madre en
la mesa de la cocina, bebiendo coca-cola dietética a las 9 a.m. ¿De
dónde consiguió eso? El abuelo y Tripp también están en la mesa,
ambos comiendo panqueques. La abuela apoyada en la estufa, como de
costumbre.

—Buen día, Corrinne —el abuelo dice en medio de mordiscos.

—Corrinne —la abuela dice— ¿quieres chips de chocolate en tus


panqueques? —y sostiene una cuchara sobre la mesa.

—Si, por favor —digo— ¿calabaza o banana hoy? —pregunto. Noto a mi


madre abrir la boca para mí.

—No pensé que comieras carbohidratos, Corrinne —dice mi madre,


mirándome—, te ves delgada.

—Cuidado, Jenny Jo —mi abuela dice con voz severa—, no hacemos


dieta de oxigeno bajo mi techo.

144
Gwendolyn Heasley

—Eso no es lo que quise decir, mamá —mi madre dice—. es sólo


sorprendente ya que se ve como si estuviera haciendo dieta. Que yo
recuerde, tu cocina no es exactamente baja en calorías.

La abuela camina hacia la mesa y ruidosamente pone otro plato, luego


le da una mirada a mi madre. La amo.

—Oh, mamá —digo— tengo este nuevo cuerpo gracias a algo llamado
trabajo. Trabajo manual. Deberías intentarlo —digo—. Viejos recuerdos
que se resisten a morir.

—Tú también solías comer panqueques cuando tenías su edad, si lo


recuerdas, Jenny Jo —dice el abuelo entre mordiscos.

—Papá, no me llames Jenny Jo. Ahora es J.J —mi madre dice, casi
babeando sobre los panqueques.

—Abuelo —pregunto— ¿me llevarías al granero? Le prometí a Ginger


que la ayudaría hoy. —Es una total mentira. No trabajo los domingos,
pero sólo estoy esperando que Rider esté allí. Si eso significa que puedo
llegar a pasar el rato con Rider, con mucho gusto voy a palear estiércol
de forma gratuita.

—¿Dónde está Ginger? —mi madre pregunta, cogiendo un mordisco del


plato de pancakes de Tripp— , yo te llevo allá.

—¿Puedo ir también? —ruega Tripp.

—No, Tripp —digo— y deja de pedirme eso. Tengo dieciséis, y tú doce.


No somos amigos.

—Corrinne —mi madre empieza.

El abuelo interrumpe, doblando su papel y golpeando a Tripp en la


cabeza.

—Estoy seguro que lo que Corrinne quiere decir es que no puedes ir


porque tú y yo vamos a ir al llamado de una granja. Hay un tractor que
necesita ser reparado.

—Está bien, abuelo —Tripp dice— estoy acostumbrado a que Corrinne


nunca quiera hacer nada conmigo. Afortunadamente ella no es así de
dulce, así que realmente no me importa. Los tractores van a estar bien,

145
Gwendolyn Heasley

en vez de eso. —Genial, finalmente estoy disfrutando algo “okey, algo”


en Broken Spoke y Tripp me está haciendo sentir culpable por ser la
hermana mayor. Pero no voy a dejarme.

—Primero las dejo a ustedes, chicas —dice el abuelo.

Me doy cuenta rápido que tengo que parar esto. Mi madre no está
invitada a mi romántica tarde con Rider.

—Mamá —digo, echándole con cuidado Sirope a mis pancakes— ¿por


qué no te quedas con la abuela y te reconcilias? Tal vez podrías ir con
ella a la iglesia. No creo que sea un lugar que hayas visitado hace poco.
Realmente necesito concentrarme en mi trabajo.

Mi mamá levanta totalmente sus cejas, y ante ese último comentario la


abuela, el abuelo y Tripp se ríen. ¿Por qué me importa? Estoy
enamorada y tan sólo a un milímetro de distancia de volverme famosa.

Rider no está en el establo cuando llego allí. Me siento desilusionada.

—No estás en el horario de hoy —dice Ginger, saliendo del granero.

—U… um —balbuceo, viendo al abuelo y Tripp saliendo del


parqueadero—. Sólo vine a ayudarte.

Los ojos de Ginger se pusieron bien grandes.

—Wow —Ginger dice, sin esconder su sorpresa—. Eso es amable. No te


ofendas, pero originalmente no te tomé como alguien voluntario. —Ella
apunta al caballo en el pasto, uno castaño hermoso, con una mancha
blanca en la cara.

—Sé que el rodeo no es lo tuyo, Corrinne. Pero ¿qué te parece dar un


paseo con Smudge? Necesita algo de ejercicio.

146
Gwendolyn Heasley

Aún cuando hice mi pacto de mantenerme fiel a Sweetbread, acepto.


Montar un caballo, aún si es al estilo de Oeste, tiene que ser mejor que
palear estiércol de forma gratuita. Además, lo estoy haciendo por
trabajo, no placer, así que Sweetbread va a entender.

—Donde está la silla de montar —pregunto—, yo voy por ella.

—No hay una —Ginger dice, y mueve su cabeza.

—Espera, ¿a pelo? —pregunto, y mi boca se abre. Esta idea me asusta


ya que nunca lo he hecho antes. Demonios, ¡yo nunca he montado a
caballo con vaqueros! Es un largo camino desde mi establo en
Connecticut.

—Cuando estás en Texas —empieza Ginger— hazlo como se hace en


Texas.

Sólo hay una cosa de Texas “okey, Texas” en la que estoy interesada,
pero me lo paso por el filtro y me escondo debajo de la valla para los
pastos. Sorprendentemente me las arreglo para pasar por encima del
peldaño superior de la valla y me pongo en la parte posterior de
Smudge.

Ginger silva.

—Tal vez hay una vaquera en ti. —Una vez en Smudge, me siento como
si estuviera engañando totalmente a Sweetbraead. Y aunque no quiero
admitirlo, estar en la silla de montar de nuevo se siente fantástico aún
cuando no hay una silla de verdad.

Ginger abre la puerta, y yo troto a Smudge dentro del cuadrilátero.

—Sólo móntalo unos minutos, trata que su corazón se acelere. Voy a


revisar unas cosas dentro —Ginger se desliza dentro de la oficina en el
granero.

—Deberías tratar los barriles, Levis —dice una voz familiar. Miro atrás.
Santa, Holly Golightly , es Rider.

Sentada con la espalda recta y cepillando los mechones de mi cara, le


doy un pequeño saludo con la mano. Como Waverly dice, preséntate
como si todo el mundo estuviera por tomarte una foto, barbilla arriba,
metiendo panza, una sonrisa.

147
Gwendolyn Heasley

Ahora, he visto hacer los barriles un par de veces cuando estaba en el


granero la semana pasada. Para mí, lucia como una trampa mortal. El
caballo galopa a un ritmo vertiginoso y hace una vuelta rápida
alrededor del barril. No hay belleza en eso, sólo un montón de polvo y
peligro. No hay manera que lo haga a no ser que el chico de mis sueños
me pida hacerlo, lo que acaba de hacer. Y de verdad, ¿qué tan difícil
puede ser? He montado por años. Soy capaz de hacer la danza del
caballo

—Hola, Rider —lo llamo—, si tú lo dices.

Le doy a Smudge un gran y viejo golpecito. Y con esa patada, Smudge


despega, como el tren Express.

—¡Eek! —grito mientras miro hacia atrás.

Termino planeando en el aire y aterrizando con un golpe duro. Mi cara


se pone roja. Mi primer pensamiento es, ¿dónde está Rider? Y ¿hay
alguna manera en que él se hubiera perdido esta catástrofe? Veo a
Rider, sólo parado en la esquina del cuadrilátero y observándome.
Volando directamente de la granja, Ginger corre hacia mí.

—Corrinne, ¿estás bien? Escuché mucha conmoción. ¿Algo espantó a


Smudge? —pregunta Ginger, sin aliento.

Ginger entra en el cuadrilátero y agarra a Smudge.

Trato de bajarme.

—¡Maldición! —grito. Sintiendo como si un elefante se hubiera sentado


en mi muñeca.

—¿Qué está mal, Corrinne? —dice Ginger.

—¡Mi muñeca! —me quejo.

—¡Rider! —Ginger lo llama—. Ven y agarra a Smudge para que pueda


ver a Corrine.

Incapaz de salir de lo que ahora reconozco, y huelo, como estiércol, me


siento y juro en voz baja. Hablando de maldiciones: justo cuando pienso
que mi vida se está poniendo mejor, de repente estoy sentada en mierda
en frente del chico que hace que Broken Spoke se sienta más un

148
Gwendolyn Heasley

destino que una condena. Y también estoy bastantemente segura que


me rompí la muñeca.

—Déjame ver —dice Ginger luego de pasar de Smudge a Rider, quien no


ha empezado a comportarse como mi caballero de brillante armadura-

—Yup —dice Ginger, mirando mi retorcida muñeca—. Hiciste una


escena. Vamos, te llevo al hospital. Soy un sombrero viejo en esto.

Ahora decido dejar que mis lágrimas caigan. Un hombre ¿cómo puede
resistirse a las lágrimas de una mujer? Mirando a Rider a través de mis
ojos borrosos. Esperando a que me recogiera, me llevara a su
camioneta, y me sanara con besos. Pero Rider se quedó parado allá,
sosteniendo a Smudge y mirando.

—Mejórate, Corrinne —dice Rider mientras a Ginger gentilmente me


levanta—. Búscame por Facebook luego. Lo siento, sólo soy más
musical que medicinal. Esas cosas me asustan, mientras pongo presión
en mis piernas, todo se vuelve negro.

Después de llegar al establo, Ginger me obligó a ir a la sala de


emergencias. Debo haberme desmayado otra vez porque ahora estoy en
una cama de hospital. Mi mamá, mis abuelos, y Ginger están todos de
pie alrededor y mirándome. Cuando me ven abrir los ojos, se ponen
todos alertas. Un médico pasa a través de la multitud.

—Hola, Corrinne —dice—. Soy el Dr. Sullivan. Nos había asustado.


¿Qué es lo último que recuerdas? Necesitamos asegurarnos de que no
tienes una contusión.

Quiero pensar que todo esto ha sido un sueño, que todavía estoy en
Nueva York, que la recesión no ha ocurrido, que no huelo a mierda, que
no me rompí la muñeca, que mi último recuerdo sólido no era Rider
rechazar un momento total de “héroe en potencia”. Sin embargo, puedo
ver que mi brazo está en un cabestrillo, mi muñeca está palpitando, y

149
Gwendolyn Heasley

estoy todavía con mis botas de vaquero, así que me imagino que esto es
real. Y, por supuesto, mi médico no es para nada caliente como en la
televisión. Si estuviera en la televisión, lo llamarían Mc-No-Steamy-o-
Dreamy.

—No tengo una contusión, sólo un caso grave de “debes-estar-


bromeando-si-está-es-mi-vida-real” —digo.

—El dolor en tu muñeca causó que te desmayara por unos segundos —


dice el Dr. Sullivan, tomando notas en su tabla—. Vamos a mantenerte
durante un par de horas en observación en caso de que sufras una
conmoción cerebral, pero deberías estar muy bien. Y tu muñeca sólo
tiene un esguince, por lo que podría haber sido peor.

¿Peor? ¿En serio? ¿Cómo? Mi teléfono, supongo. ¿Dónde está? Tal vez
Rider mandó un mensaje diciendo que está trayendo flores. Tal vez
seguiremos siendo la realeza del rock.

—¿Dónde está mi teléfono? —pregunto, buscándolo en la habitación


con mis ojos.

—Los niños y su tecnología —se ríe Ginger, rebuscando en el bolsillo


trasero de sus pantalones vaqueros para sacar mi iPhone.

Con mi mano buena, reviso mis mensajes de texto. Tres mensajes.


Todos de Waverly.

Waverly: Vladlena es una diosa rusa. Ha estado en la Vogue Rusia 3


veces. Definitivamente se ducha a diario.

Waverly: Llámame. Quiero escuchar cómo lo está haciendo mi vaquera.

Waverly: OHDIOSMÍO. Smith me preguntó por el Facebook si necesito un


recorrido privado por la escuela. OHDIOSMÍO. ¿Qué debería ponerme?
¿Con o sin ropa interior?

OHDIOSMÍO. Bien podría estar ingresada en el hospital por tiempo


indefinido. Mi vida apesta.

—¿Qué puedo traerte, Corrinne? —pregunta mi madre justo cuando mi


teléfono suena.

150
Gwendolyn Heasley

Estoy lista para acallarlo porque supongo que es Waverly con otro
mensaje acerca de lo maravilloso que es su vida con su nueva MAPS
Vladlena y el súper papacito Smith. Pero entonces veo que es Kitsy, por
lo que respondo en un intento de ignorar a mi madre.

—Corrinne —chilla Kitsy—. ¿Estás bien? Se rumora que te caíste de un


caballo. Me dirijo al hospital con una Explosión Sónica. Estaré allí en
diez minutos. No te mueras sin mí.

Antes de que pueda decir algo, Kitsy ha colgado.

—Kitsy —le digo a la abuela y el abuelo.

El abuelo se ríe.

—Kitsy habla incluso más rápido que un neoyorquino. ¿Te acuerdas de


Amber, Jenny Jo? Era unos años más joven que tú. Es la mamá de
Kitsy.

Mi mamá gira la cabeza hacia el abuelo y le pregunta:

—¿Amber de la escuela secundaria? ¿Amber la Mockingbirdette?


¿Todavía está en Broken Spoke?

—No todo el mundo salió corriendo y se casó con un millonario —dijo la


abuela—. Tiene una hija y un hijo ahora. Corrinne es amiga de Kitsy, es
una chica realmente dulce.

—Bien, bien —dice el abuelo—. ¿Qué tal si dejamos a Corrinne con su


mamá?

El abuelo comienza a caminar en dirección a la puerta con la abuela y


Ginger en sus talones.

—Voy a hacerte algo especial para mañana por la mañana, Corrinne —


dice la abuela—, panqueques, tostadas francesas, magdalenas. Lo que
tú quieras. Descansa ahora.

—La próxima vez que quieras hacer las barricas —dice Ginger—, sólo
pregunta. Estaré encantada de enseñarte como le enseñé a tu madre. —
Y Ginger suavemente cerró la puerta detrás de ella.

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Gwendolyn Heasley

—Oh, cariño —dice mi mamá, tirando de una silla y acariciándome la


cabeza—. ¿Cómo te sientes?

—Me siento justo como en el momento en que mi vida comenzó a no


apestar —empiezo—, te apareciste, casi me rompo la muñeca, y ahora
estoy atrapada en una habitación del hospital contigo. Y ni siquiera me
hagas empezar en cómo alguna heredera de Rusia está durmiendo en lo
que debería ser mi cama doble extra grande en Kent.

—Veo que no has perdido tu instinto dramático —dice mi mamá—.


Llamé a tu padre para hacerle saber acerca de tu accidente. Él dijo que
iba a enviar flores. Traté de explicarle que en Broken Spoke no hay una
floristería. Pero ya sabes que realmente no entiende la vida fuera de
Manhattan.

Eso nos hace dos, excepto que no entiendo la vida fuera de Manhattan
o en el interior de la recesión.

—Oh —digo, buscando a tientas el control remoto del televisor para


desconectar a mi madre—. ¿Al menos dejaron algunos analgésicos?

—Es sólo un esguince —dice mi mamá—. Estabas probablemente sólo


un poco deshidratada por tu aventura nocturna. Es por eso que
perdiste el conocimiento.

Me encanta cuando mi mamá piensa que todo, incluso esto, es mi


culpa. Probablemente me culpa de toda la recesión.

—Toc, toc —tararea Kitsy. Abriendo la puerta, está vestida con su


uniforme de porrista. En una mano, tiene la Explosión Sónica que
había prometido y en la otra, tiene sus pompones. Por supuesto.

—Oh, hola —dice Kitsy—. Debe ser la mamá de Corrinne. Me siento


muy mal por no traerle una Explosión Sónica.

—¿Una Sónica qué? —dice mi mamá, mirando el chocolate espeso y el


desastre de helado de mantequilla de maní.

—Una Explosión Sónica —dice Kitsy—. ¿No tienen un Sonic en


Manhattan? Disculpe mis modales; estoy tan encantada de conocerla,
señora.

152
Gwendolyn Heasley

—Señora —repite mi mamá—. Me fui de Texas antes de que nadie


alguna vez me llamara así. Me hace sentir vieja. —Luego, como si
recordara algo, mi madre extendió la mano—. Disculpa mis modales,
me alegro de conocerte, Kitsy —dice mi mamá—. ¿Eres una
Mockingbirdette? —le pregunta, señalando a sus pompones—. Dios, no
he visto esos uniformes en años. Se ven exactamente iguales.

Kitsy se sonroja.

—Soy la capitán del equipo. La capitán de segundo año por primera vez.
Creo que conoce a mi mamá, también, era unos años menor.

—¿Cómo está tu madre? —dice mamá, y se levanta para darle la silla a


Kitsy.

—Está bien —dice Kitsy—. Se va a morir cuando se entere que estás en


la ciudad.

Mi mamá se detiene y frunce el ceño.

—Bueno, voy a deambular hasta las máquinas expendedoras y dejarlas


para que tengan su charla. Llámame si necesitas algo, Corrinne.

Kitsy se deja caer sobre la silla.

—Voy darte de comer con cuchara —dice ella—. Es lo que hago cuando
mi hermano está enfermo. ¿Qué ocurrió de todos modos?

—Me caí de un caballo… frente a Rider —le digo—. En un montón de


estiércol. Y él ni siquiera me ayudó. Ginger fue mi heroína.

Ambas nos reímos.

—Bubby fue quien me dijo que estabas aquí. No tengo idea de cómo se
enteró. Creo que tiene un radar Corrinne —dice Kitsy antes de rellenar
mi boca con delicioso helado—. Después del baile, estoy segura de que
está deslumbrado por ti… todo el mundo piensa así, a pesar de que él
no lo quiere admitir. Hands me dijo que Bubby dice que eres una
mirona, para ser una chica de ciudad.

—Kitsy —susurro—, no pude decirte en el camión la noche anterior y


luego mi mamá se presentó y entonces esto ocurrió… pero Rider me
besó. En la boca. Con la lengua.

153
Gwendolyn Heasley

Kitsy puso los ojos en blanco y tomó una cucharada grande para ella.

—¡Así se hace, chica! Sabía que ibas a conseguir a Rider. Bubby en


realidad me habló del beso también. Sin embargo, dice que te darás
cuenta de cómo es Rider muy pronto, y entrarás en razón.

¿Entrar en razón? En realidad, ese chico es tan denso como el pastel de


chocolate de la abuela.

Kitsy continúa—: Le dije que parece bastante preocupado por alguien


que supuestamente no está deslumbrado. Sin embargo, cuidado:
Cuando Bubby pone su mente en algo, lo consigue; es por eso que es
tan bueno en el fútbol y en el periódico.

—A pesar de que Rider no hizo exactamente una movida heroica hoy,


todavía voy a elegir a la estrella de rock por encima del héroe local —le
digo—. No me veo muy bien en una camiseta de fútbol; una estrella de
rock realmente coincide mejor con mi aspecto. Gracias por venir, Kitsy
—digo—. Es bueno tener a alguien que no sea mi madre para pasar el
rato. Ha estado aquí un día, y ya siento como si tuviera una sobredosis
de ella.

—Tengo el problema opuesto con mi mamá —dice Kitsy, pasando los


canales en la televisión—. Vamos a ver algunos infomerciales.

Después de ver a un robot que dobla tu ropa, me reí bastante duro


como para casi olvidar acerca de mi muñeca, Rider el antihéroe, y
Waverly, mi insensible mejor amiga. Mi teléfono sonó de nuevo con un
texto.

Papi-to: He oído hablar del accidente. En lugar de enviar flores, le envié


un correo a la mamá de Waverly para ver si Waverly puede visitarte para
sus vacaciones de otoño. Voy a usar mis millas para el billete. Qué te
sientas mejor.

¿Waverly, aquí en Broken Spoke? Eso sería igual al suicidio social, a


menos que pudiera lograr que Rider me dé una serenata en público con
los paparazzi en las alas. Eso podría mantener a flote mi RP lo
suficiente para cubrir todo este penoso año en Texas. Kitsy debe de
haber visto mi cara caída, porque agarró mi mano.

—¿Qué pasa? —pregunta suavemente.

154
Gwendolyn Heasley

—Oh, está bien. —Suspiro—. Mi mejor amiga de casa quizás venga de


visita.

Poco a poco Kitsy apartó su mano y se levantó.

—Oh —dice ella—. Eso es… um, genial. Vamos a tener que pensar en
cosas divertidas que hacer si sucede. Tengo que correr, me voy a
encontrar con la Mockingbirdettes. ¡Tenemos una foto grupal! Me avisas
si necesitas cualquier cosa.

Cuando mi madre volvió a aparecer después que Kitsy se fuera, reclamó


su silla.

—¿Has oído las buenas noticias? —pregunta ella—. Tu padre quiere


utilizar sus millas para que Waverly venga de visita.

Una vez más tengo la sensación repugnante que no estoy segura de que
esto es una buena noticia.

—Mamá —le pregunto—, ¿estás segura de que no dan morfina por los
esguinces de muñeca?

—Oh, Corrinne —dice ella—. Tus chistes de drogas me están cansando.


—Y levanta la mirada al televisor y lo mira por unos segundos—. ¿Es
ese un robot que dobla la ropa? —pregunta ella.

Y las dos reímos.

—Tal vez podría comprar eso —dice mi mamá—. Me va a ayudar ya que


ahora soy nuestra ama de llaves.

—Cuán recesionista —le digo—. Por tres cómodos pagos de treinta y


nueve con noventa y nueve, podríamos tener uno.

Pero sabiendo ahora lo que es ganar sólo 7.50 dólares por hora, la
compra de una máquina que dobla no parece ser una buena inversión,
incluso si eso significa no tener que doblar de nuevo. A pesar de que
podría ser muy útil, teniendo en cuenta que es imposible doblar con un
brazo. Entonces me doy cuenta: tengo que encontrar la manera de palar
con un tiro del brazo… de lo contrario me voy a perder tiempo de suma
importancia con Rider.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 12
¿Quién es Kate Spade?

Traduccido por Flor_debelikov99

Corregido por Emii_Gregori

N
o fui a la escuela el lunes ¿Por qué no usar este
asunto de muñeca-esquinzada a mi favor? Pero para el
martes ya pude volver. Hay un límite de tiempo para
ver Gossip Girl con tu madre. Hace demasiadas
preguntas incómodas sobre quién se acostó con quién y por qué.
Además, Rider me agregó como amigo en Facebook y me mandó un
mensaje que decía:

“Levi, no sabía que podías volar. No me sorprende, creo. Vuelve pronto a


la escuela. Y ya que ambos estaremos yendo a lo de Ginger después de
clase, ¿quieres que te lleve desde ahora en adelante?”

Sé que no es un soneto escrito en pentámetro y ámbito, pero es lo más


cercano a una carta de amor que tuve ¿Estar todos los días en asientos
individuales con Rider en un lugar cerrado? ¡Anótenme ya!

Mi mamá me ayudó a vestirme el martes, que es obviamente incómodo,


especialmente la parte de abrochar el sostén.

—Extraño ayudarte Corrinne —dice mamá pasándome una camiseta


por la cabeza.

156
Gwendolyn Heasley

—Pero mamá, tú eres la que me enseñó a siempre ser independiente. No


puedes querer las dos cosas. Además, se supone que estoy sola en un
internado. En cambio estoy en Texas, parcialmente discapacitada, y mi
madre me está vistiendo.

—Tendría que haberte anotado en teatro —dice—. Eres fabulosa en lo


dramático.

—Sí —dije—. Podría haber sido una pequeña estrella, los podría haber
ayudado y ahora no estaríamos en este desastre. Claro, al segundo que
intentaran tocar mi dinero, los demandaría por emaciación.

—Eso lo creo más —dijo—. Que tengas un buen día mi amor. Ten
cuidado con tu brazo.

Me miré al espejo, para usar un cabestrillo me veía muy bien.

Antes de la clase de español, Bubby se acercó a mi escritorio en la parte


de atrás.

—Manhattan —dice—. Los ciudadanos tramposos no deberían montar


caballos.

Arrugué mi cara.

—En realidad soy una buena jinete —dije. O lo era, creo—. El caballo
simplemente se asustó o algo así.

—Hm —dice Bubby, y asiente como si dijera “claro”—. ¿No tuvo nada
que ver con cierto chico que estaba allí?

Lo miré con el ceño fruncido, abrí mi libro de español y fingí estudiar.

—Sólo para que lo sepas —dijo Bubby antes de volver a su asiento—. Si


hubiera estado ahí, te hubiera cargado en mis brazos hasta el hospital.

157
Gwendolyn Heasley

Cuando salimos de clase, Bubby se ofreció a cargar mis libros y lo dejé.


Quizás no es un completo Neandertal, especialmente ahora, que por fin
se había afeitado esa ridícula barba.

Después de la escuela, Rider y yo fuimos en su coche a buscar a Tripp,


antes de ir al establo. Aunque yo no mostraba mucho interés en que
Tripp fuera el tercero en el coche en nuestras citas para dos personas
en el coche, noté que necesito Tripp desde que estoy lisiada. El
prometería hacer todo mi trabajo sucio por mitad de la paga. Así que
básicamente, Tripp haría mi trabajo, y yo sería pagada por salir con
Rider. Ya lo sé, esa parte es genial.

Cuando llegamos a la secundaria de Tripp, él salta dentro del coche.

—¿Cuál es su nombre? —le pregunta a Rider.

—¿Nombre? —repite Rider sin comprender.

—Sí —dice Tripp—. El camión del abuelo se llama Billie Jean, y el de


ese chico, Hands, se llama Banana ¿Entonces cómo se llama tu coche?

—No tiene. Sólo los idiotas le ponen nombre a sus coches —dice Rider.

La cara de Tripp se desanima.

Pero no digo nada. Después de todo, Rider tiene razón.

Tal vez Rider siente que los sentimientos de Tripp están heridos porque
en la señal de pare, Rider gira hacia la derecha y baja por una calle
lateral.

—Oye Tripp, ¿alguna vez viste la flor del estado?

—El lupino —contesté. Gracias historia de Texas.

158
Gwendolyn Heasley

—Odiamos a los Lupinos —dice Tripp—. Son nuestro mayor rival en


futbol americano. Son el mismo equipo que casi le gana al equipo del
Abuelo 52 años antes. El resultado final fue: 42 a 35. Estuvo cerca.

—Eso es verdad —contesta Rider—. Pero la verdadera flor es increíble:


crece a la altura de los pies, usualmente no duran hasta el otoño, pero
sé de un lugar en donde todavía hay varias. Una tradición popular de
Texas es sacarte una foto con ellas ¿Quieres convertirte en un auténtico
ciudadano de Texas y sacarte una foto con ellas?

—Totalmente —dice Tripp—. Soy mitad de Texas por sangre. Y podemos


hacer un álbum en Facebook.

Estacionamos junto una valla, y Tripp, Rider y yo caminamos hasta un


campo verde. En una esquina alejada, unos pocos lupinos seguían en
pie triunfalmente.

Si un diseñador de modas viera esto, lupino sería el color del mes.

Tripp se deja caer en las flores, saco mi IPhone y lo pongo en modo


cámara. Ni siquiera me burlo de las poses completamente ridículas que
está haciendo porque me gusta el lado de hermano mayor de Rider, esto
casi compensa cuando me dejó en el estiércol.

En nuestro camino de regreso al coche, Rider me arranca un lupino, y


lo pongo detrás de mi oreja. Estoy tan agradecida de mi libro de
geografía ahora. Nadie me había dado flores antes excepto por los
ramilletes que eran elegidos por las citas de mi mamá, no las mías.

Mientras subíamos hacia los establos, Ginger sale de la cochera cuando


me ve.

—Estás llena de sorpresas Corrinne —dice—. Pero no estoy segura de


cómo vas a trabajar con una mano.

159
Gwendolyn Heasley

—Es por eso que ella me trajo a mí —dice Tripp—. La ayudaré, como un
“interno”.

—¡Qué gran hermano que eres! —dice Ginger, y aplaude.

—Bueno, estoy trabajando en mi futuro y en mi experiencia de trabajo


—dice Tripp—. El mundo del negocio no es muy firme en estos días, y
no puedes empezar a trabajar tan joven. —Nos reímos, porque Tripp
habla en serio. Me hace extrañar a mi papá un poco. Estaría orgulloso,
dos hijos trabajadores.

—De acuerdo, Tripp —dice Ginger—. Sigue a Rider hacia el granero.


Enséñale bien, Rider. —Y sin un “adiós”, los dos me dejaron sola con
Ginger.

—Tú, chica —dice, señalándome con un dedo—, me ayudarás a


prepararme para el rodeo. No te puedes romper nada haciendo trabajo
de oficinas.

Quería gritar y correr dentro del granero para estar cerca de Rider. Pero
como Waverly siempre dice, asegúrate de que el chico sepa que tienes
una vida también. Así que decidí ser una chica trabajadora y avocarme
en mi primer trabajo de oficina. Seguí a Ginger a una pequeña
estructura que incluía una tienda de regalos (malas camisetas y
llaveros) y una pequeña oficina.

Ginger señala su desordenado escritorio, completo de enormes e


inclinadas torres de papeles que hacían parecer que la Torre de Pizza
estaba en perfecta postura.

—Vas a ir desde las entradas del rodeo hasta los aspirantes y vas a
introducir estos datos en una base de datos. Así es como vamos a hacer
los programas para los diferentes eventos: la Reina del Rodeo, la carrera
de barriles, la competencia de corderos, etcétera, etcétera.

Dos horas intentando ser una secretaria con una sola mano, soy
miserable. Seguro que había un tele-comercial en el cual podría
comprar un robot que hiciera todo este trabajo. Diez mil mariposas
revolotearon en mi estómago cuando Rider entró en la oficina.

160
Gwendolyn Heasley

—Hey Levi’s, se acabó el tiempo. Tu hermano es un muchísimo mejor


moviendo los excrementos con la pala, pero extrañé la vista. Te ves muy
bien detrás de un escritorio, también.

Traté de no ruborizarme.

—Oh, Rider —dije, rodando mis ojos en blanco al ver todo el papeleo—.
No sabía que el rodeo fuera tan enorme. Hay como veinte eventos y
tropecientos competidores.

—Sí, es el evento número uno para recaudar dinero en la ciudad,


después de los partidos de fútbol americano, obviamente. Sus
ganancias dejan que esta ciudad siga existiendo —dice—. Mi banda
tocará. No somos muy profesionales, pero no vamos a dejar ir una
oportunidad de publicidad.

—Tocarán muy bien —dije, me puse a su lado, y accidentalmente (está


bien, no fue accidentalmente) le agarré la mano—. Pero creía que ibas
como solista.

—Es más difícil conseguir una actuación para un solista —dice—.


¿Conocías a alguien del negocio en Manhattan?

—¿Qué negocio? —dije, yendo hacia el coche de Rider, donde Tripp nos
estaba esperando.

—El negocio de la música, Corrinne —dice Rider, exasperándose.

Oh Dios, era tan tonta.

—Claro —dije, feliz de poder impresionarlo—. Un amigo de mi papá es el


agente de 212 Degrees.

Rider se queda quieto, muy sorprendido. —¿El amigo de tu papá es Phil


Porticelli?

—Sip —dije, y sonreí. Cien puntos para Corrinne.

—Eso es asombroso. Él es legendario. —Rider prácticamente se estaba


ahogando cuando entramos en su coche—. ¿Le podrías enviar mi demo?

OMD, pensé. Simplemente mencioné su nombre. No había hablado con


la hija de Phil Porticelli, Portia, desde que estábamos en la secundaria.

161
Gwendolyn Heasley

Y era un poco responsable de que la echaran de Sexy Six cuando


decidimos convertirnos en las Fabulosas 5. Era imposible que ella o su
padre estuvieran deseando ayudarme.

—Claro —mentí—. Veré qué puedo hacer.

Rider se inclina hacia atrás, con Tripp en el asiento trasero, y me da un


beso en la mejilla. —Gracias Levi.

—Qué asco —grita Tripp—. Quiero irme a casa. —Pero no le presté


atención. Mi vida volvía a funcionar como era debido.

Finalmente pude llamar a Waverly. Apenas hablábamos desde que dejé


Nueva York. Nos enviábamos mensajes, hablábamos y nos escribíamos
en nuestros muros de Facebook. Yo seguía sus tweets sobre Kent esto y
Kent aquello, pero no tuvimos ninguna llamada épica como solíamos
hacer cuando nos separamos. Esto es más complicado, ya que no
quiero escuchar sobre sus amistades en el internado: Kent, Smith y
Vladlena. Pero sí le quiero contar sobre Rider y mi canción. Además
necesito saber si en verdad vendrá a Broken Spoke así puedo estar en
modo crisis de control.

—¡Waverly! —dije, cuando atendió justo antes del contestador.

—Vaquera —dice con un falso acento de Texas—. ¿Cómo estás? —Dejé


el acento de Texas atrás. Se dará cuenta de la gramática de Texas
cuando venga.

—¿Tu madre recibió el mail de mi padre? —dije, y me detuve—. ¿Sobre


la visita?

—Sip —dice—. Ellos ya reservaron un billete. Todos se van por las


vacaciones de otoño, y estoy feliz de no volver a la ciudad. Nueva York
es tan aburrida este año, todos se quedan en sus casas y ahorran

162
Gwendolyn Heasley

dinero. Además, Smith está haciendo visitas a los colegios, así que es
perfecto.

¿Waverly en Broken Spoke? Se iba a sentir como Dorothy cuando entra


por primera vez en Oz, excepto que los habitantes de Texas no son tan
lindos como los Munchkins. Y no cantan. Esperen, ¿cómo sabe que
Smith está haciendo visitas a los colegios? Secuestró por completo a mi
Príncipe Azul.

—Waverly —empecé y me aseguré de que mi puerta estuviera cerrada


antes de continuar así mi madre no nos escuchaba—. ¿Estás con
Smith? —No quería saber la respuesta porque antes de mudarme a
Texas, creía que yo iba a ser su novia.

—Oh Dios no —dice—. Simplemente estamos enrollándonos. Tú sabes


como es.

Y claro que lo sé. Ninguna de las dos tuvimos novios reales. Estoy
esperando poder llamar a Rider mi novio para cuando Waverly llegue.
Finalmente voy a ser la primera en algo.

—¿Qué debería empacar? —dice—. ¿Qué tiendas tienen?

Um, pienso ¿Cómo lo digo gentilmente? Broken Spoke es el centro de la


oscuridad sobre tiendas. Es un horror, un horror. —La ciudad va a
hacer un gran evento ese fin de semana, probablemente no tengamos
tiempo para comprar nada. Simplemente empaca todo lo que puedas.

—Uhm, bueno —dice—. Empacaré por emergencias. ¿Cuál es el gran


evento? ¿Una gala de caridad?

Esto va a ser más difícil de lo que pensé. Waverly odia a los caballos,
hasta a mi Sweetbread. ¿Cómo voy a decirle que su visita a la ciudad
coincide con el rodeo de la ciudad?

—Es, un concierto para principiantes. El chico del cual me estoy


enamorando va a tocar.

Escucho un fuerte golpe en la puerta. —Corrinne, la cena está servida


—llama mi mamá.

—Alto —dice Waverly—- ¿Tu mamá acaba de llamarte para una cena
como en las películas?

163
Gwendolyn Heasley

—Algo así —digo—. Te llamo después. No puedo esperar para verte.

—Yo también —responde—. Voy a ir a una reunión de la sociedad.

Colgué rápido para que Waverly no descubriera lo que era la “reunión


de la sociedad” ni pudiera hacer más preguntas del porque mi mamá
me está llamando a comer. Me había acostumbrado tanto a las cenas en
familia que me había olvidado de que no siempre viví así. Hay un
nombre para lo que estoy sufriendo: Síndrome de Stockholm ¿No? ¿Eso
es a lo que se llama cuando te olvidas de que fuiste secuestrada y
llevada a tu fuerza a Texas? Claro, tu mejor amiga de tu vida pasada te
va a hacer recordar esto lo más rápido posible. Esto es especialmente
real cuando la tienes que llevar a un rodeo.

El trabajo de oficina no resulta ser tan terrible. Es mejor que limpiar el


estiércol. Llevé mi propia laptop a lo de Ginger porque terminé harta de
su computadora que va a paso de tortuga, y que ocupa prácticamente
toda la habitación. Además, su computadora falla con mayor frecuencia
que un mercado de abstinencias.

Ginger entra en mi oficina y me da una copia del programa del rodeo del
año pasado, en blanco y negro, y es para aficionados.

—Ginger —empecé lentamente—. ¿Crees que podría actualizarlo?

No agregué “Para el siglo XXI”, pero lo estoy pensando. Estoy mejorando


en el filtrado todos los días.

—¿En qué estás pensando? —dice, mirándolo de arriba a abajo.

—Podría agregar algunas imágenes —dije inspirada—. Por ejemplo, un


cordero para la competencia de corderos, un barril para la carrera de
barriles y así sucesivamente. Sería simple y chic. Piensa en Kate Spade.

164
Gwendolyn Heasley

—¿Quién es Kate Spade? ¿Vive en Broken Spoke? —pregunta Ginger,


pero antes de que pudiera responder que es una famosa diseñadora,
ella dice—: Has lo que quieras, cariño, pero recuerda, no podemos
gastar dinero en eso. La idea del rodeo es mantener nuestras puertas
abiertas. Y si yo tuviera dinero extra, lo gastaría en equipos para
montar para niños discapacitados. La peor cosa del mundo es cuando
tengo que decirles a los niños que no porque no tengo el equipo
necesario.

Y de repente, tuve una idea de negocios.

—¿Que tal una licitación ? —pregunté—. Es gratis al poner, y la hay en


todas partes de Nueva York. El dinero recaudado puede usarse para los
equipos de los chicos discapacitados.

—¡Que buena idea! —dice Ginger—. ¿Pero una de qué? Todos aquí
están bastante cortos de dinero en estos días.

Pensé por un momento, ¿qué querría alguien de Broken Spoke?

—Música —contesté—. Mi amiga Kitsy trabaja en una tienda de música.


Y apuesto a que la tienda Chin va a donar también. Y mi abuelo es
mecánico, así que puede ofrecer servicios. Además, todos sabemos que
a la abuela le encanta tener alguna excusa para hornear. Capaz que dé
lecciones de cocina.

Hasta yo estoy sorprendida de mi ingenio. Claro, eso no es lo mismo


que una semana en el Ritz en Cabo, o una cena con el alcalde, pero
siguen haciendo al rodeo más glamuroso y con un toque filantrópico.

—Claro chica —dice Ginger—. Amo la forma en la que estás pensando.


Y va a ser genial que todos los habitantes de Spoke vengan.

No quiero admitir que mi entusiasmo por el rodeo era únicamente


porque no quiero que Waverly piense que Broken Spoke es aún más
primitivo. Aunque no va a ser como una gala o la Ópera, voy a hacer
este rodeo sea el mejor que esta ciudad haya visto. Además puedo
agregarlo como una actividad extracurricular, si no paso todo el tiempo
con Rider.

Con Rider trabajando con el estiércol y yo en la oficina, solamente lo


veía en nuestros viajes en el coche. Y Tripp estaba allí, y por eso no

165
Gwendolyn Heasley

tenían tanto romance como yo creía que iban a tener, especialmente


porque Tripp dice que esto se parece a Twilight cada vez que nos
acercamos. Además, Rider sigue preguntándome sobre el señor
Porticelli y Portia, y se me estaban acabando las excusas. Le mandé un
mensaje a su Facebook para preguntarle. Está pasando este semestre
de viaje, y no sé cuánto Internet hay en las Bermudas. Además, estoy
esperando que Waverly me ayude con ésta. Le voy a preguntar si conoce
a otro hijo de una leyenda de la música además de Portia.

Rider tendrá un concierto en su garaje, donde su banda comenzó. Sus


padres no iban a estar, e iba a ser después del juego, literalmente
Friday Night After the Lights. Me pregunto si Rider contará mi canción
en público. Espero que no, que la cante en la visita de Waverly, así va a
estar celosa de algo en Texas. Mi abuelo conducirá conmigo hasta el
aeropuerto para recoger a Waverly, y estoy esperando que me vea detrás
del volante. Enloquecerá. Si no tiene un ataque de corazón antes, lo
tendrá al ver la casa de mis abuelos. Gracias a Dios que mi mamá
accedió a dormir en sofá por este fin de semana.

—Así que allí fue donde todo empezó —dice Waverly en el teléfono
mientras le digo que voy a ir a un concierto en un garaje.

Estoy fuera del estadio (Spoke volvió a ganar), hablando con Waverly y
esperando a Kitsy.

—Sí —digo, dándole vuelta al teléfono—. Siempre pensé que cantaban


música pop o rap, pero ahora parece que no.

Waverly estuvo llamando un montón, y yo estoy esperando un montón


para verla. Pregunta un montón de cosas sobre Spoke, pero evita las
mías sobre Kent. No estoy segura si es porque lo está haciendo con
Smith que no prefiere no tocar ese tema o porque Kent no la trata bien.

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Gwendolyn Heasley

—Texas suena tan... interesante —dice Waverly—. No puedo creer que


ya es octubre y que en una semana ya te voy a ver, y a “ese”. Todavía
tenemos que hablar sobre lo que tengo que llevar. Estoy tan feliz de que
Ralph Lauren haya hecho Western chic para las 4 estaciones.

Justo cuando le iba a explicar que la ropa de Ralph Lauren era un


poquitito diferente a las de Texas, felizmente vi a Kitsy corriendo para
acá.

—Tengo que cortar porque Kitsy está viniendo para acá.

—¿Qué es un Kitsy? —pregunta.

—Una amiga, y ese es su nombre —contesté saludando a Kitsy.

—Qué raro nombre —dice—. Además creía que no tenías amigos en


Texas.

—De acuerdo, Waverly —contesté, y puse los ojos en blanco, aunque


ella no me podía ver—. Te quiero, x y o .

Colgué y le sonreí a Kitsy.

—Me gustaron las nuevas porras —dije.

Y sí me habían gustado, eran una nueva y creativa versión de la


canción “Mockingbird”.

—Gracias. Vamos a buscar a Hands —dijo, murmurando—. No es que


no esté emocionada por la fiesta, pero tengo que decir que mis orejas
me siguen doliendo después de canto en el concierto anterior.

—Cierto —dije, al recordar las horribles letras—. Me pregunto si las


novias de las estrellas de rock alguna vez piensan así. Como: “Si
escucho otra vez esa canción, vamos a tener que terminar”.

—Creo que con el Football Americano sería —admite Kitsy—, “si


escucho otra vez cómo el placaje derecho se fue hacia la izquierda en
vez de la derecha, me iré del estadio”. Pero no le digas a Hands, va a
herir sus sentimientos.

Kitsy y yo fuimos hacia el estacionamiento. Desafortunadamente,


íbamos en el coche con Hands y Bubby. Justo como con los taxis en

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Gwendolyn Heasley

Nueva York, no se puede elegir quien te lleve de lugar a lugar.


Solamente estoy feliz de salir de allí.

El garaje de Rider es igual al de mis abuelos, excepto que está lleno de


cosas de su banda. No hay suficiente espacio para el público adentro,
así que iremos en la vereda.

Hay pocas sillas que enfrentan al garaje, así que voy y me siento en
una. Bubby me sigue.

—Me divertí en el baile, sorprendentemente. Y todavía tenemos que


clavar las herraduras. La última vez estaba cansado de, ya sabes, ser
una estrella del Football Americano y todo eso. Además es un deporte
de un brazo, sería bueno para ti.

—Creía que no te gustaba la música de Rider —dije, sin dejar de mirar


el garaje.

—No me gusta —dice Bubby—. Pero me gusta el escenario —dice,


mirándome y guiñándome.

—Qué horrible —dije, mirando hacia abajo.

—Un día, Manhattan —dice—. Sé cómo son estás historias: Chica se


enamora de rockero, rockero le rompe el corazón, chica se enamora de
chico bueno.

—Gracioso —dije, mirando a Rider afinar su guitarra—. Siempre creía


que era al revés: Chica se enamora de jugador estúpido, jugador
estúpido le rompe el corazón, chica se enamora del idiota.

—Pero yo soy todos esos: El jugador estúpido, el chico bueno y el idiota


—dice Bubby y se levanta para irse—. ¿Entonces que pasa conmigo?

168
Gwendolyn Heasley

—No lo sé, no estás en mi historia —contesté, feliz de ver que Bubby se


iba.

—De acuerdo, entonces voy a tener un poco de verdadera diversión —


dice y se cubre las orejas con sus manos—. Espero que te hayas traído
tapones para los oídos.

—Oh Bubby —digo—. Mi mejor amiga viene el fin de semana. Le gusta


ayudar. Quizás te tome de proyecto de caridad. Lo podría usar como
impuesto ¿No?

—No quiero que estés celosa —dice, y se va con sus amigos.

Kitsy viene y toma su lugar. Después de 20 minutos del concierto, me


convencí que ser la novia de un músico no es mejor que ser la esposa
de un jugador de Football Americano. Rider es de verdad talentoso y
todo, pero las canciones se ponen viejas, especialmente porque su tema
de inspiración es el apocalipsis. Además, Rider apenas me ve.
Finalmente, Kitsy dice: —¿Qué tal si nos damos una vuelta por la
fiesta?

—Estoy de acuerdo —digo, levantándome. Rider sigue tocándome como


si nada. Waverly siempre dice que cuides a un hombre que ama más
algo que a tú o a él mismo. Su pasión es tu prisión. Nunca entendí esa
parte del aviso, hasta que vi al nivel que Rider amaba su música.
Aunque estuviera desnuda en el público, el no dejaría de tocar.

Kitsy mira a Rider y sacude la cabeza.

—A veces creo que la música se les sube a la cabeza —dice mientras


enrosca su brazo en el mío.

—Espero que eso sea —dije, tratando de no sonar muy triste. Waverly
dice que nunca muestres tus emociones en tu voz.

—¿Qué es lo que a Waverly le gusta hacer? Planeemos algo divertido


para ella. Esto puede ser un principio: Dos chicas de Manhattan en
Broken Spoke. Hey, es parecido a ese reality show donde Nicole y Paris
viajan a pueblos pequeños.

Excepto que esto no es un reality show y ninguna de las dos está


recibiendo fama, publicidad o dinero por esto. Preparar un itinerario
para Waverly en Broken Spoke puede ser la peor pesadilla de un agente

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Gwendolyn Heasley

de viajes. No solamente la tenía que llevar a un rodeo, sino que no tenía


nada más planeado para su visita. Además, no es que Rider vaya a ser
tan buen presentador como creía.

—Tengo una idea —dice—. Diseñemos camisetas, y vendámoslas en el


rodeo. Podemos darle el dinero a Ginger para los chicos. Waverly puede
atender la mesa, tú puedes ver la actuación y yo puedo ayudar a mi
hermano con su cordero.

—Eso es una buena idea Kitsy —dije—, ¿cómo se verán las camisetas?

—Estoy pensando en algo divertido —dice Kitsy mientras nos


movíamos.

—¿Qué tan divertido? —digo.

Kitsy sugiere: —Qué tal: “Simplemente átalo”.

—Eso es gracioso —dije—. Qué tal ésta: “Las verdaderas vaqueras


andan a caballo sin montura”.

Kitsy y yo miramos hacia mi cabestrillo.

—Estoy tan feliz de que me quiten esta porquería justo a tiempo para el
rodeo —dije—. ¿Puedes hacer las camisetas?

—Claro —dice—. Esperemos que mi maquillaje sirva para la tela de las


camisetas. El rodeo de este año va a ser mucho mejor que el del año
pasado —Kitsy mira a Hands y lo saluda—. Sabes, Corrinne, puede que
no estés muy feliz de haber venido a Texas, pero hiciste mi año mucho
mejor.

Y el rodeo está haciendo el mío mucho mejor también. Sé que el rodeo


no será como las fiestas y los bailes que supervisé, pero los
organizadores profesionales organizan esas. Súper Secreto: es divertido
ayudar a hacerlos. Aleja mi mente de mi vida en Nueva York, mi papá y
ah claro… Rider.

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Gwendolyn Heasley

Miro devuelta a Rider, que sigue cantando en el garaje aunque ninguna


persona está mirando. Y después miro a Bubby, que está haciendo una
pirueta vertical en una mano. No parece que va a ser mi noche con
Rider, así que tomé la mano de Kitsy y fuimos hasta ellos.

—¿Qué tal si todos jugamos futbol? —le digo a Bubby, golpeando su


trasero mientras intentaba mantenerse en vertical—. Ustedes nunca
son derrotados porque no tienen verdadera competencia.

—Creía que nunca lo preguntarías —dice Bubby, mientras vuelve a


estar en dos pies—. Pero solamente voy a jugar si es tocada.

Y el resto de los jugadores se golpearon con los hombros y asintieron.

—De acuerdo —digo—. Pero sean buenos, solamente tengo un brazo


bien.

Aunque nunca había jugado, puse la pelota debajo de mi brazo bueno y


comencé a correr. Bubby gentilmente me agarra de la cintura y me
empuja contra el suelo.

—Touchdown —murmura en mi oreja.

Claro, no estoy enamorada de Bubby, pero es lindo tener un poco de


atención, aunque sea de un Neandertal. ¿Y saben que? al final de la
noche ya era capaz hacer que la pelota girara sobre sí misma al lanzar.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 13
¡Bienvenida a Broken Spoke, Waverly!

Traducido por flochi

Corregido por dark&rose

L
a semana del rodeo y de la gran visita de Waverly llega
inmediatamente. Entre preparar los folletos, la subasta
organizada, y las camisetas diseñadas e impresas, no tengo
tiempo para la prueba-Waverly de Broken Spoke. El día de
su llegada, encuentro un vestido Tibi en el fondo de mi armario y paso
un considerable tiempo extra preparándome. No quiero que Waverly
piense que solo porque dejé New York, perdí el gusto. Ya sabes, como
las chicas de primer año suelen hacer.

El abuelo me recoge más temprano de la escuela, y me deja conducir


todo el viaje hasta el aeropuerto de Dallas. Manejar es ahora mucho
más fácil que estoy sin mi cabestrillo. Estoy contenta de estar curada
porque no creo que Waverly se fuera a creer que los cabestrillos son la
última moda en accesorios.

Olvidé lo desolado que es conducir. Mi estómago se llena de mariposas


pensando en lo que Waverly llegará a pensar de todo: las vacas, los
tramos de nada, la parada de camiones, Broken Spoke en general. Y mi
idea completa de utilizar-la-carta-de-Rider para hacer que Waverly
piense que la vida de Texas no es tan terrible no ha ido demasiado bien.
La mayor parte del tiempo que Rider y yo hemos hablado recientemente,
solo me preguntó sobre mis contactos de la música. Si yo no fuera tan
divertida y bonita, pensaría que me estaba usando.

172
Gwendolyn Heasley

Cuando llegamos al aeropuerto, el abuelo y yo pasamos por el área de


esperas, donde las personas esperan para recoger a los pasajeros. Con
cada segundo que pasa, mi ansiedad crece. ¿Qué pensará Waverly?
¿Qué dirá Waverly? ¿Qué hará Waverly?

—¿Cómo te sientes, Corrinne? —dice el abuelo, dándose la vuelta del


asiento del pasajero para mirarme.

—Bien, abuelo —miento—. Simplemente cansada por prepararme para


el rodeo. —Esto no es exactamente verdadero, pero ¿cómo decirle a tu
abuelo que estás preocupada de que su vida no esté a la altura de los
estándares de tu mejor amiga? Uno puede sacar a Waverly de la ciudad,
pero no puedes quitarle la ciudad a Waverly.

—Ya sabes, Corrinne —dice el abuelo, toqueteando el radio—, me has


sorprendido con la vida que te has construido en Broken Spoke.

No quiero deprimir al abuelo. Aceptada, post-recesión, he conseguido


un trabajo, algunos amigos nuevos, y un romance, pero esta es una
vida fingida, como el campamento de verano. Al final, todo volverá a
como estaba antes. Olvidarás todo lo que pensaste que cambiaste, cómo
estos son tus nuevos amigos, y que bañarse a diario no es necesario.

Pero, ¿qué pasa si no puedo volver a mi vida real porque Waverly pasa
un mal momento en Broken Spoke y no puedo enfrentarla nuevamente
ni a la Costa Este? Ya que Waverly es mi único enlace a mi otra vida, la
que dejé atrás, todo lo que ella les cuente a los demás sobre mi vida en
Texas será palabra de honor. Espero que el relato se enfoque en el
factor caliente de Rider en vez de en el hecho de que vivo en un lugar
donde Sonic es el único comedor al aire libre.

Mi iPhone vibra con un mensaje de texto:

Waverly: Texas le da la bienvenida a Waverly. Acabo de aterrizar. Tuve


que comprobar mis maletas. Nos encontraremos afuera.

Enciendo el motor de la camioneta. Momentáneamente, estoy


encantada de que Waverly me vea detrás del volante. Pero entonces
recuerdo que no soy una famosa estrella de cine, y que esto no es un
convertible.

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Gwendolyn Heasley

Para cuando maniobramos por el tráfico del aeropuerto, Waverly está


esperando en la acera con un mozo. No tiene una, ni dos, sino tres
maletas Louis Vuitton, una de las cuales es un porta sombreros. Espero
que sea un sombrero de cowboy lo que ha empacado. Waverly está
usando pantalones blancos ajustados y un chal estampado. Se ve como
en una página de Cuando las Celebridades Viajan.

Cuando Waverly me ve detrás de Billie Jean Segundo, mira dos veces.


Mira al portero, luego me mira de nuevo a mí, y después mira al cielo
como si se preguntara que está pasando. El abuelo se acerca y toca el
claxon de Billie Jean. La mitad de las personas miran por encima para
ver la extraña escena desarrollarse. Una chica glamorosa siendo
recogida por un auto poco glamoroso. Dejà vù.

Me acerco a la acera de cualquier modo, y aparco torcidamente a Billie


Jean, y salgo del coche para abrazar a Waverly.

Waverly me abraza fuertemente mientras dice:

—¿Es real? ¿Estabas conduciendo? ¿Estabas conduciendo esa cosa? —


Honestamente no puedo decir si es admiración o disgusto.

El abuelo sale y se quita el sombrero ante Waverly.

—Un placer conocerla —dice.

Waverly, la coqueta consumada, pestañea hacia el abuelo y dice:

—Veo que la buena apariencia de Corrinne proviene de usted.

Él se ruboriza. Creo que este viaje podría funcionar después de todo


porque mientras haya alguien con quien Waverly coquetee, se
encontrará bien en cualquier parte.

El abuelo arroja el equipaje de Waverly en la plataforma de la camioneta


mientras la tranquilizo de que su equipaje estará bien allá atrás. Ella
sube en el medio del abuelo y yo. Antes de que pueda arrancar la
camioneta Waverly chilla:

—Dios mío, tengo que tomar una foto. Siempre pensé que sería yo la
primera en manejar. Mi papá incluso dijo que conseguiría un auto el
próximo verano para practicar en Nantucket, pero faltan meses. Y aquí

174
Gwendolyn Heasley

estás tú manejando en otro estado. No puedo creer que esto esté


sucediendo.

Y por un segundo, yo tampoco puedo creerlo.

El abuelo me releva en la conducción después de media hora. Waverly


me acosa con preguntas sobre a qué se parece conducir, qué se siente.
Estoy feliz de que se sienta intrigada, pero me preocupa lo que va a
pensar de Broken Spoke si está tan histérica sobre mi conducción.

Le digo al abuelo que le daremos a Waverly un tour de Broken Spoke


por la mañana. Para ser una Futura Frances: estoy comprando tiempo
antes de que vea lo poco que Broken Spoke tiene para ofrecer. Cuando
llegamos a lo de los abuelos, Tripp está esperando en la puerta
principal. Corre al coche en un segundo cuando llegamos a la entrada y
abre la puerta de Waverly.

—¡Waverly! —dice—. ¿Cómo estás?

Waverly revuelve su pelo. Waverly coqueteará con cualquiera sin


importar la edad, y Tripp oculta su gran enamoramiento.

—¿Estás muy emocionada por el rodeo? —le pregunta Tripp a Waverly.

Waverly me mira, perpleja.

—¿Qué rodeo, Tripp?

—Oh —interrumpo antes de que Tripp pueda decir algo más—. Ese es el
evento que te mencioné. Es un rodeo.

Waverly toma una fuerte respiración y sigue a Tripp a la puerta


principal.

—Me gustaría que fueras más específica, Corrinne, porque no empaqué


para un rodeo. La combinación de la cachemira con las Influencias
Navajas no son exactamente lo que imagino cuando uno se viste para
un rodeo —dice Waverly.

—Lo siento —me disculpo—. Pensé que te darías cuenta que Broken
Spoke, Texas, es un poco más casual que las zonas verdes de Kent.

175
Gwendolyn Heasley

Waverly me da una mirada de Cómo-sabría-algo-de-este-lugar, y luego


sigue:

—¿Las personas no llevan, algo como, polainas y púas en sus botas?


Necesitamos ir de compras así me compro algunas. Número uno de lo
que más desprecio: estar a la moda sin preparación. Lo sabes, Corrinne.

Tímidamente, sigo unos pasos detrás de ella.

—Esas polainas y púas son llamadas chaparreras y espuelas. Y no


necesitas usarlas a menos que realmente seas un vaquero. De todas
maneras, no es solo un rodeo —digo tranquilamente, sintiendo como
mis peores temores están sucediendo—. Y en realidad tengo una
camiseta para que uses. Es azul y marrón, tus colores favoritos.

—¿Camiseta? —Waverly se detiene y vuelve su mirada hacia mí—.


¿Cómo la que llevas cuando te vas a la cama?

Por suerte, mamá sale, interrumpe este momento incómodo, y besa a


Waverly en ambas mejillas.

—Waverly —dice, haciéndola pasar a la casa—, estoy tan contenta de


que estés aquí.

Me doy la vuelta y observo a Waverly mientras abarca el entorno con


ojos enormes. La casa de mis abuelos, la cual había empezado a sentir
acogedora, ha vuelto a sentirse apretujada. Deseo haber convencido a
mamá de ocultar algunos de los cachivaches, en especial la almohada
que dice “Una casa está hecha de madera y vigas, un hogar está
construido con amor y sueños”. Ya puedo escuchar a Waverly
burlándose de eso una vez que vuelva con nuestras viejas amigas.

Mi mamá continúa, aparentemente ajena al shock de Waverly.

—Tenemos la cena en el horno y dulces en los armarios. Mi madre y yo


acabamos de terminar de hornear pan de calabaza con chispas de
chocolate.

Waverly parpadea tres veces rápidamente y recupera sus modales.

—Gracias, Sra. Corcoran —dice—. No sabía que fuera panadera.

176
Gwendolyn Heasley

—No lo es —interviene la abuela. El rostro de mamá se desploma, pero


la abuela pasa por al lado y le da a mamá un apretón cariñoso.

Admirando el pan, Waverly sacude la cabeza.

—En realidad estoy a dieta. La comida de la residencia es la peor; es


completamente calórica. Corrinne debería ser feliz al menos por eso —
dice ella.

Como un cuchillo directo a mi estómago, el comentario de Waverly se


instaló en mi estómago. O sí, Waverly está aquí porque ahora estoy en
Texas en lugar de Kent. Y ella está a punto de ver lo lejos que está
Broken Spoke de todo lo que conocíamos.

—Podrías cambiar de opinión sobre la dieta una vez que pruebes la


comida de la abuela —empieza a decir Tripp. Él ya está sentado en la
mesa de la cocina.

—Corrinne ama comer ahora. Ya no más sopa de miso para ella. —


Tripp sacude su cabello color arena.

La abuela trae los filetes del horno a la mesa. Waverly mira horrorizada
las generosas lonjas de carne, pero tira de una silla junto a Tripp y se
sienta.

—Pensé que eras vegetariana —plantea Waverly—. Y te ves tan delgada.

Sentándome junto a Waverly, no estoy segura de si debería decirle mi


siguiente bomba atómica: tengo un trabajo haciendo labores físicas. Así
que decido mantener eso para mí misma.

—Entonces, ¿Cómo es el internado? —pregunta la abuela.

—Difícil —dice Waverly—. De alguna manera es más competitiva que la


vieja escuela de Corrinne y mía. —Waverly pincha en su comida con el
tenedor y me mira—. Casi tienes suerte de ir a la escuela pública.

—¿Suerte? —le pregunto, pero mamá me lanza una mirada que dice “No
lances una pobre diatriba en la cena.”

—¿Tienes buenos amigos? —pregunta el abuelo.

177
Gwendolyn Heasley

—Están bien —dice Waverly—. Mi compañera de cuarto es una modelo,


lo que no es bueno para mi autoestima. Habría sido mejor para mi ego
si Corrinne y yo hubiéramos sido compañeras de cuarto.

—¿Disculpa? —digo, incapaz de ignorarlo. Puede que yo no sea una


modelo rusa, pero no quiero pensar que mi apariencia alimenta otros
egos—en especial no mi llamada mejor amiga.

—Quiero decir, nos hemos conocido desde siempre —dice Waverly—.


Así que no me intimidas y no has salido en las revistas. Eso es todo lo
que quise decir. En serio.

Le echo a Waverly un vistazo pero decido dejar el tema. Sin hacer este
viaje más difícil.

—¿Alguna buena historia? —mamá se mete en la conversación.

—Nop —dice Waverly, y baja la mirada a su plato.

Vamos, Waverly, pienso. Danos un hueso. Sé que no es la más


glamorosa cena, pero al menos puedes tratar de conversar.

—Te va a encantar esto —dice Tripp—. Y el rodeo va a ser


impresionante.

—Estoy segura de que es un lugar lindo —dice Waverly—. Es genial ir a


alguna parte que nadie más sabe que existe, como las Maldivas antes
de la celebrada invasión. Bueno, algo así, salvo que Broken Spoke no es
tropical ni de elite —dice ella.

Y por la manera en que dice genial, sé que va ser un fin de semana


largo.

Para cuando tenemos que limpiar la mesa, simplemente me quiero ir a


la cama y fingir que todo ha sido un mal sueño. Y ni siquiera he
empezado a decirle a Waverly lo que implica el rodeo.

Cuando Waverly bosteza muy ruidosamente después de rechazar una


chocolatina de Hello Dolly!, me complace sugerir que simplemente
tengamos un momento de chicas en mi habitación. Agarro una bolsa de
dulces de los estantes y arrastro los bolsos estilo mamut de Waverly a
mi diminuta habitación.

178
Gwendolyn Heasley

—Así que, ¿duermes aquí con tu mamá? —pregunta Waverly, mirando


la cama tamaño grande—. Esta habitación es mucho más pequeña que
el dormitorio de Vladlena y mío. ¿Te he dicho que mi mamá mandó a su
diseñador de interiores? Hizo el cuarto en fucsia, lo cual realmente
resultó fantástico.

—Pensé que odiabas el rosa —digo, tirándome sobre la cama con la


bolsa de dulces. Incluso si Waverly no quería emocionalmente comer, yo
sí.

Waverly se estira a mi lado.

—El fucsia no es exactamente rosa —discute—. Entonces, cuéntame


más sobre este chico Rider cuya foto me enviaste.

Le había enviado un email a Waverly con la foto más caliente de la


banda de Rider con la esperanza de ponerla celosa. Me complace ver
que al menos algo está saliendo de acuerdo a mis planes.

—Todo marcha —miento, y desenvuelvo otro dulce de mantequilla de


Reese—. Va a actuar en el rodeo mañana. Lo conocerás. Él, como que
está distraído con la música.

Espero que Waverly confunda la distracción de Rider por su amor a la


música en lugar de lo que ahora percibo como la devastadora verdad: él
no está interesado en mí.

Alcanzando la bolsa, Waverly saca una tartaletita de mantequilla de


Reese. Luego voltea la bolsa, estudia la información nutricional, y
devuelve el caramelo envuelto en dorado. ¿Cuarenta calorías es
demasiado, realmente? Vive un poco, Waverly.

—Estoy tan emocionada por ti, Corrinne —dice ella, viéndome


desempapelar otro dulce—. Has sido tan buena deportista y tienes una
gran actitud. Todo el mundo ahora es una perra con eso de la recesión.
Pero aquí estás en la peor situación, y estás haciendo un estupendo
trabajo manteniéndote positiva —dice.

La manera en que Waverly dice la peor situación me hace querer


amordazarla. Por supuesto, tiene razón, pero no me gusta cómo me lo
echa en cara.

179
Gwendolyn Heasley

—Háblame sobre Kent —digo mientras mastico. En realidad no quiero


saber sobre ello, pero quiero quitar la atención de mi miseria en Broken
Spoke—. Creo que seré capaz de llegar al semestre de invierno —miento
nuevamente.

—Por lo general, no dejan que hayan transferencias en invierno —dice


Waverly, sacando su pijama de seda de su maleta—. Pero quizás debido
a tus circunstancias, cambien de idea. Kent está bien, sin embargo.
Smith es sexy. La escuela difícil. Fin de la historia. ¿Te importaría si
vamos a la cama ahora? El cambio de hora me ha agotado —dice
Waverly, y hace un dramático bostezo.

Aunque no son ni las diez y solo hay cambio de una hora, estoy de
acuerdo. A diferencia de los viejos tiempos, Waverly y yo no nos
dormimos mientras hablamos y cotilleamos hasta que no podemos
mantener los ojos abiertos. Voy a la cama con la certeza de que lo único
peor del día de hoy será el mañana.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 14
Nada menos que en un helicóptero a
Nueva York

Traducido por clau12345

Corregido por _Nathy_

D
espierto temiéndole al día que tengo por delante.
Afortunadamente, Waverly aún duerme, por lo que me
acerco a la cocina en silencio. La abuela ya está volteando
dos pilas de panqueques.

—¿Dormiste bien, querida? —me preguntó—. Vi el programa de rodeo


en la mesa y es fabuloso. Realmente tienes talento para el diseño. Eso
de la carrera de corderos es adorable.

Wow, la abuela y yo estamos teniendo un momento de unión. La puerta


principal se abre y el abuelo y mamá caminan dentro. Traen del
supermercado tres tazas para llevar.

—Tenemos algo de café, —dice el abuelo—. Pensamos que hoy podría


ser un buen día para romper la regla acerca de la cafeína. Por supuesto,
la abuela y yo no vamos a beber. ¿Por qué empezar un mal hábito
ahora? Sin embargo, pensamos que a ustedes, chicas citadinas, podrían
gustarles.

Mamá coloca las tazas sobre la mesa.

181
Gwendolyn Heasley

—La ciudad está rumorando acerca de tu rodeo, Corrinne. Todo el


mundo está entusiasmado con la subasta y ya vi a algunos forasteros
trasladándose.

Quiero emocionarme, pero en lo único en que puedo pensar es en la


princesa de la ciudad durmiendo en la otra habitación.

—Estoy contento de que esté previsto para el sábado —dice el abuelo,


tomando un panqueque de una de las pilas y comiéndolo con sus
manos—, de esa manera no tengo que elegir entre el rodeo y el fútbol.
¿Ese amigo tuyo, Bubby estará allí?

—Bubby no es amigo mío —le dije, tomando uno de los cafés


prohibidos—. Bubby, por cierto, mamá, es hijo del buen viejo Dusty,
está siempre por ahí como una mosca. Si tan sólo pudiera encontrar un
matamoscas lo suficientemente grande

Y mientras digo esto, Waverly emerge de mi habitación, vestida con una


bata sobre su pijama de seda.

—¿Quienes son Bubby y Dusty? —dice Waverly, frotándose los ojos—.


¿Ellos son los caballos del rodeo?

Mamá se pone roja y el abuelo, la abuela, y yo nos reímos.

—Lo verás hoy en el rodeo, Waverly —le digo.

Waverly espía el café, toma uno y dice:

—Creo que todavía tengo mucho que aprender sobre Texas.

Waverly está menos que encantada de vestir una camiseta.

—Quiero decir, son lindas, pero ¿no es esto un gran rodeo? Creo que
debemos vestirnos bien, podemos usar las camisetas por debajo de algo
lindo. Técnicamente, todavía las llevaremos puestas, eso cuenta

182
Gwendolyn Heasley

¿verdad? ¿Y qué medios de comunicación estarán allí? Sabes que Kent


tiene unos cuantos hijos de familias petroleras de Dallas con mucho
dinero y no quiero aparecer en un periódico de Texas vistiendo una
camiseta.

—No te preocupes —digo entregándole la camiseta—, no aparecerás en


una página de élite vistiendo una camiseta que diga “sólo amárralo”. De
hecho, no aparecerás en ninguna página de sociedad. Estamos en
Broken Spoke: No es exactamente una meca de sociedad.

Waverly lo reconoce y se lo pone.

—Es tan… —hace una pausa frente al espejo—, “confortable” —culmina


con la nariz arrugada.

Waverly está mucho menos entusiasmada por trabajar en la mesa de


las franelas.

—¿Qué debo hacer si quieren pagar con tarjeta de crédito? ¿O con


cheque? No estoy segura de que las personas sigan escribiendo
cheques, pero puede que en Texas sí. Las ciudades pequeñas son
notoriamente retrasadas. Tal vez deberíamos preguntarle a alguien —
dice Waverly.

Miré a Waverly con ojos grandes. ¿Es en serio?

—No te preocupes —la tranquilizo—. Es un rodeo, no una casa de


cambio de moneda extranjera. Solo aceptamos efectivo.

—Estoy nerviosa —dice enderezando su camiseta—. No quiero


estropearlo, porque sé que has trabajado muy duro en el carnaval.

Decido no explicarle que un rodeo no es un carnaval.

Mordiéndome la lengua, tampoco le digo cómo la reina del rodeo gana


una beca universitaria completa ni como las carreras de barriles y la
cuerda son deportes profesionales. Son practicados por atletas
profesionales que se ganan la vida a fuerza de premios en metálico. O
cómo este rodeo produce los miles de dólares que Ginger necesita para
comprar el equipo que ayuda a los niños discapacitados a montar.

183
Gwendolyn Heasley

Llegamos media hora tarde a los establos de Ginger. Nos retrasamos


porque Waverly se encerró en el baño para acomodar su pelo y
maquillaje. Típico.

Por suerte aún tenemos una hora antes de que el rodeo comience.

A medida que caminamos alrededor, el rodeo alcanza casi su apogeo:


los puestos de venta de palomitas de maíz, perros calientes y recuerdos
del rodeo están listos.

Vaqueros, vaqueras y niños por igual están leyendo sus coquetos


programas. Los caballos se alinean en los anillos. El equipo de debates
de la escuela está pintando caras con herraduras y botas de vaquero
para recaudar fondos. Hay un nivel de energía que no suele existir en
Broken Spoke, a menos que se trate de un juego de fútbol.
Encontramos Kitsy y a su hermano, Kiki, moviéndose alrededor de las
mesas. Kiki lleva una camisa de franela azul, jeans Wrangler y el casco
necesarios para jinetear corderos.

—Hola chicas —dice Kitsy extendiendo la mano—. Tú debes ser


Waverly. Corrinne siempre habla de ti. Hemos estado tratando de
conocerte. ¿Verdad, Kiki? —dice Kitsy tocándole el casco en broma.

—Y tu debes ser Kitsy —dice Waverly, dándole la mano débilmente—.


¿Ése es tu apellido?

Kitsy se ríe.

—Era el nombre de la primera muñeca de mi madre, el nombre de su


primer gato y el nombre de su primera hija, así que supongo que es un
nombre familiar. Es agradable que hicieran todo el viaje hasta Texas
para visitar a Corrinne.

—Bueno, quiero apoyarla durante estos momentos difíciles. Yo sé que


ella realmente no tiene amigos aquí —dijo Waverly, mirando a Kitsy de
arriba a abajo.

184
Gwendolyn Heasley

OMG, Waverly. Soy plenamente consciente de que mi vida es más o


menos como la historia de una princesa al revés, pero ¿por qué insistes
en insultar las pocas cosas buenas que han pasando? Ahora capaz que
me dices que Rider no está caliente.

Kitsy hace una breve pausa y luego vuelve a mover las mesas con su
hermano.

—¿Por qué ustedes dos no acomodan la mesa de las subastas? —dice


Kitsy sobre su hombro—. Voy a ver como quedó la mesa de las
camisetas.

Sacando las hojas de subasta de la caja, admiro cada una. Desde los
videojuegos de Sonic Blast donados por Kitsy y su manager, corto una
imagen de un cono con helado de tres bolas. Por supuesto, esto no es
Christie o Sotheby's, pero tampoco totalmente ilegal. Incluso creo que
es como elegante.

—Así que, —dice Waverly, mirando a las cartas—, que siempre he


querido hacer lo del paddle. Mi mamá compró nuestro dibujo de Degas
en una subasta. Mi padre se retiró totalmente, porque la puja estaba
muy alta. Pero ya sabes cómo se siente mi madre cuando pierde.
¿Cuáles son los premios? ¿Algo que podría gustarme? —Le arrebato de
nuevo las cartas a Waverly.

—Es una subasta silenciosa. No hay paletas. Y los premios son donados
a nivel local, así que probablemente no los quieres. No habría ninguna
posibilidad de que los uses en Connecticut.

—Vaya, sobreactuando Ophelia —Waverly dice—. Sólo estoy


preguntándome cómo podría ayudar a la causa de esta pequeña ciudad.
—En ese momento, Waverly se voltea a inspeccionar la escena de la
gente halando la granja con sus remolques y caballos.

—Entonces, ¿dónde están todos los Chicos?, sobre todo, ese que
conoces y del que no paras de hablar. Es obvio que estas haciendo esto
por un chico. Quiero decir, ¿por qué te apuntarías voluntariamente a
participar de un circo?

—Su nombre es Rider —contesto al comenzar enderezar las páginas de


subastas—, va a estar aquí pronto, porque él y su banda tienen que
tocar.

185
Gwendolyn Heasley

¿Haciendo esto por un hombre? Por favor. Empecé a trabajar para


evitar ser castigada, Rider sólo ha sido un valor agregado. Además, me
gusta prepararme para el rodeo, mucho más que mis actividades de
rellenar tontas aplicaciones para la universidad de vuelta en Nueva
York.

—Bien —dice ella—. ¿Él traerá bebida? Eso puede aumentar el factor
diversión a un nivel un poco soportable.

Miré en otra dirección.

—Uh —digo, pensando en todo esto va peor de lo que pensaba—, Rider


no bebe. Pero apuesto a que todos vamos a salir de fiesta al campo
después.

—¿Qué es el campo? ¿Y Rider ya salió de rehabilitación? Eso es tan


típico —dice Waverly apoyándose sobre la mesa y desordenando mis
papeles—. Los músicos siempre van a rehabilitación —dice Waverly
poniendo los ojos en blanco.

—Waverly, vamos a terminar esto, y luego vamos a ayudar a Kitsy con


las camisetas —respondo pretendiendo centrarme intensamente en mi
trabajo.

—Bueno —dice Waverly—, una cosa más: ¿porqué el hermano de Kitsy


lleva un casco? Texas es totalmente extraño. Es más extranjero que el
país de Vladlena. Recuérdame llamarla más tarde. No quiero que pase
por la abstinencia de su compañero de cuarto. Todos los junior dicen
que siempre le pasa en las vacaciones de otoño.

A pesar de que estoy segura de que sé más acerca de la abstinencia que


Waverly, me callo y enfoco los ojos en la mesa, haciéndolos ir a una
obra de arte organizado. Si ni siquiera miro a Waverly, no la obligaré a
llorar o a haré que lanzar a su antigua mejor amiga en el estiércol sea
un nuevo deporte de rodeo.

186
Gwendolyn Heasley

El resto de la instalación no va mejor.

Kitsy, Waverly y yo estamos conversando y Waverly anuncia en voz alta:

—El rodeo es un tema tan lindo. Tal vez podríamos hacer un baile
formal en la escuela al respecto, y todos podamos vestir como los
personajes de rodeo. Voy a ser un payaso, —dice ella—. Pero sexy si eso
es posible.

Eso sí, no hay payasos alrededor.

Kitsy intenta iniciar una pequeña charla.

—Espero que se diviertan. Me alegro de que hayas venido a Broken


Spoke —dice—. Me encantaría ir a Nueva York, y tal vez trabajar como
maquilladora. Arreglé a Corrinne para un baile.

—Oh, ¿quieres venir a Nueva York para hacer maquillaje? Que lindo —
responde Waverly—. Eso es como todas esas chicas que vienen a ser
modelos y terminan siendo prostitutas. El maquillaje probablemente es
más realista. Probablemente no tendrás que convertirte en una
prostituta.

—Waverly —le digo—, yo sé que crees que eres graciosa, pero Kitsy no
te conoce, así que tal vez no hagas chistes de prostitutas. —Volviendo a
mirar a Waverly, aprieto los dientes.

Kitsy se ríe. Pero ¿en verdad? Eso es más que bajo, incluso para
Waverly, sobre todo desde que surgió el rumor de que su abuela
Wilhelmina manejaba un lugar de prostitutas de alto nivel. Así como la
que inspiró Desayuno en Tiffani’s.

Waverly se voltea hacia Kitsy.

—Te pido disculpas. Ya que tú y Corrine son tan buenas amigas, pensé
que estaba bien bromear contigo. Al parecer, Corrinne ha mejorado un
poco desde que su vida no resultó como ella pensó que sería. ¿Ella
siempre es así ahora? —pregunta Waverly—. Que triste, solía ser tan
divertida

Los ojos de Kitsy se amplían.

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Gwendolyn Heasley

—No, no, Waverly —dice Kitsy—, Corrinne es probablemente la chica


más divertida aquí. Todos los muchachos están cayendo encima de ella.
Y hay uno de ellos ahora.

Rider se pasea hasta el grupo. Rápidamente le presento a Waverly. En


este punto, no estoy tan interesada en impresionar a Waverly antes de
que se vaya. Estoy más centrada en asegurarme que salga con vida,
aunque me hizo apreciar el esfuerzo de Kitsy por hacerme quedar como
el bombón de Spoke.

—Encantado de conocerte —dijo Rider sonriendo y metiendo su cabello


detrás de las orejas. Se demora dándole la mano a Waverly. Tironea un
poco. Rider está coqueteando con Waverly, sólo una cosa más para
agregar a la lista de por qué este día es horrible.

—M.T.P.C. —dice Waverly mirando hacia atrás por encima del hombro
de Rider, mientras se aleja—. Ahora, veo por qué no te has lanzado bajo
un caballo.

—¿Qué es M.T.P.C? —pregunta Kitsy.

—Material Total Para Chismes —digo yo, sintiéndome tonta por


nuestras siglas.

—Me gusta eso —dice Kitsy—. Bueno, yo voy a preparar a Kiki para su
gran evento. Buena suerte con las camisetas y la subasta. —Kitsy
asintió hacia donde los corderos de la carrera se estaban alineando.

—Deséale buena suerte a Kiki de mi parte —repliqué—. Dile que


cabalgue esa oveja.

Waverly sólo me mira con sus ojos grandes y abiertos.

—¡Cabalgar una oveja! Creo que jamás he oído esas palabras saliendo
de tu boca.

Yo me río.

—Yo tampoco, Waverly. Buena suerte en la venta de camisetas. Te


busco cuando termine la subasta.

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Gwendolyn Heasley

—Bueno —dice Waverly—. Pero estoy poniendo esto en mi solicitud de


ingreso a la universidad como experiencia de trabajo.

E incluso antes de que yo me alejara de su vista, veo que Waverly está


mirando como Rider y su banda se preparan.

Una vez que se inicia el rodeo, casi me olvido de Waverly y el desastre


natural en que esta visita se ha convertido.

Comprobando las hojas de subasta, veo que alguien oferta 300 dólares
por los servicios del abuelo. No puedo esperar para decirle. Incluso los
diez juegos de Sonic Blaster de Kitsy llevan más de cien dólares, mucho
más que el precio real de venta minorista.

Una vez que la licitación se ralentiza, anuncio,

—Quedan cinco minutos —en el megáfono. Algunas personas regresan


a poner sus ofertas finales.

Leyendo las hojas de subasta, les pido a los ganadores reunirse después
para pagar y recoger sus premios. Me encanta usar el megáfono.
Chocante, lo sé. Totalizando todo, hemos hecho mucho más dinero de lo
esperado. No tanto como Barneys antes de la recesión, pero sin duda
suficiente para pagar algunos de los equipos que Ginger necesita.

Corro hacia donde están realizando la carrera de corderos, con la


esperanza de atrapar Kiki, y encuentro a mamá y Kitsy observando
desde la valla.

—Oye, Corinne —dice mi mamá—. Estoy impresionada. Tal vez podrías


trabajar como planificadora de eventos. He visto galas de millones de
dólares que no han resultado tan bien como ésta.

—¿Ya salió Kiki? —digo sin aliento.

—No —dice Kitsy dice, sin apartar los ojos el anillo—. Es el siguiente. El
récord es de veinticuatro segundos.

Kiki se monta sobre el cordero, pero es tan pequeño que necesita


balancear su peso. Cuando las puertas se abren, la oveja se sacude,
haciendo su mejor esfuerzo por quitarse a Kiki de encima. ¿Quién sabía
que las ovejas podían retorcerse? Por lo que parece toda una vida, Kiki
se aferra, cambiando su peso e incluso colgando de un lado.

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Gwendolyn Heasley

Por último, se cae al suelo. La oveja lo lanza hacia el otro lado del ring.
A la sociedad protectora de animales definitivamente no le gustaría esto.

—Ohmidios —digo, abrazando a Kitsy—. Eso debe haber sido como tres
minutos.

Kitsy mira su cronómetro personal.

—Treinta y cinco segundos. No creo que nadie lo venza, así que bien
podrían ser tres minutos. Él va a estar psicótico. Un trofeo azul y
cincuenta dólares —dice.

Después de que todos nos abrazamos y felicitamos a Kiki, mamá


desaparece para ir a buscar a Ginger. Me imagino que puedo encontrar
a la Malvada Bruja de Manhattan. Con suerte, está fundida. Cuando me
acerco a la mesa de las camisetas, no encuentro a Waverly sino a
Bubby en su lugar. Miro a mi alrededor y observo que Rider y su banda
también están desaparecidos de su área.

—Oye, Manhattan —dice Bubby—. No está mal para tu primer rodeo.


Espero que no te importe, pero vendí la mayor parte de sus camisetas
por ti.

Me doy cuenta de que sólo hay un par de camisas en la mesa, y las


cajas de la parte de abajo están vacías.

—¿Donde está Waverly? —le pregunto, buscándola entre la multitud del


rodeo.

—Ella no tiene exactamente una buena ética profesional —me dice


Bubby—. Ella y Rider salieron corriendo como si una bandada de perros
fuera tras ellos. Así que me hice cargo. Debiste haberme pedido que
vendiera esto, ya que soy una celebridad local. Pensé que una chica de
ciudad como tú conocería el poder del apoyo de alguien famoso.

—¿Como si los perros fueran tras ellos? Nunca voy a dominar el


lenguaje tejano —Sacudiendo la cabeza, me río—. Gracias, Bubby, —le
digo—. La Visita de Waverly no ha salido exactamente como esperaba.
Debí imaginarme que lo abandonaría. —Y entonces me doy cuenta de
que Bubby se las arregló para ponerse una camiseta por encima de su
jersey. Está demasiado apretada, pero es probablemente lo más lindo
que le he visto hacer.

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Gwendolyn Heasley

—Puedes quedarte con la camiseta —le digo—. Es s lo menos que puedo


hacer.

—Oh, yo puedo pensar en algunas otras cosas que podrías hacer por mí
—dice Bubby levantando las cejas—. Ve y disfruta tu rodeo. Todavía
tengo la última franela que vender. Y Manhattan, fuiste muy amable al
organizar esta subasta.

—Gracias —le digo, y giro mi cabeza hacia el concurso de la reina del


rodeo, donde encuentro a Rider y Waverly hablando recostados la valla.
La cabeza de Rider se inclina hacia Waverly, y le retira el cabello de la
cara. ¿En verdad, gente? Este es un rodeo, no una habitación.

—Hola, ustedes —digo, llegando justo en medio de ellos. Rider


inmediatamente deja caer su mano.

—Sabes, Rider —le digo—, no estoy segura de que Ginger te pague por
tomar descansos. —Rider se sonroja y se retira sin decir palabra.

—Buena esa —le digo a Waverly, moviendo la cabeza—. Al parecer, no


quieres que yo consiga al único chico caliente en Texas.

—Por favor —dice Waverly, rodando los ojos—, Rider es un tonto total.
Sólo me estaba preguntando por mis contactos musicales. Y no es tan
caliente. Texas se te está metiendo en el cerebro.

Kitsy se acerca y me toma de la mano.

—¿Escuchaste? —me pregunta—. Tu mamá va a montar en una


exposición y luego coronarán a la nueva reina del rodeo.

—¿Qué? —grito. Agarro la mano de Waverly y casi me olvido de su


coqueteo y casi beso con Rider—. Necesitamos ver esto —y la arrastro
hasta la valla donde están de pie la abuela, el abuelo, y Tripp.

—¿Sabían de esto? —le pregunto a mis abuelos. Todavía en estado de


shock, veo a mi mamá, con una deslumbrante camisa de reina del
rodeo y su banda de “La reina del rodeo 1985”, llegar y montar un
caballo —Smudge para ser exactos.

El abuelo y la abuela niegan con la cabeza.

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Gwendolyn Heasley

—He estado dejándola con Ginger durante todo el día —dice el abuelo—
. Pero yo pensaba que se sentía sola y quería ponerse al día con su vieja
amiga

Waverly me mira con asombro total.

—Tu madre lleva jeans y está montada en un caballo —dice Waverly—.


Y su camiseta es ¿deslumbrante?

—Lo sé —digo, volviendo a mirarla para asegurarme de que no es un


espejismo—. Supongo que ella solía hacer los barriles antes de modelar,
antes de ir a Nueva York, antes de conocer a mi padre, antes que yo.

Antes de que Waverly pueda preguntar sobre los barriles, mamá empuja
a Smudge y se va. Suciedad envuelve el ring, creando una nube de
polvo. Por suerte mi mamá domina el caballo con mucha más gracia
que yo. Ella va a la izquierda, luego a la derecha, haciendo apretadas
figuras en forma de ochos a través de los barriles. En un instante,
termina el trayecto. La multitud reunida grita y se emociona.

Alguien susurra detrás de mí:

—Jenny Jo volvió hace apenas cinco minutos y ya es el centro de


atención otra vez.

Decido ignorarlo, no vale la pena.

—Nuestra princesa está de vuelta en su trono —silba el abuelo y sonríe.

—No, abuelo —lo corrijo—. Ella es una reina. La reina del rodeo. —Con
toda mi voz, la animo— ¡Vive le Reine! —Lo que significa larga vida a la
reina. Gracias Maria Antonieta y a historia de Francia. Creo que no me
olvidé completamente de todo lo que aprendí en la escuela preparatoria.

En eso, la abuela abraza a casi todo el pueblo y recibe felicitaciones de


todo el mundo por el regreso de mi madre al Ring.

Mamá se baja del caballo y ayuda a coronar a la nueva reina del rodeo.
Una chica de la secundaria de Broken Spoke llamada Angela.

Mamá sigue radiante al momento en que llega de nuevo a nosotros.

192
Gwendolyn Heasley

—Vaya, señora Corcoran —dice Waverly—. Si la Quinta Avenida,


pudiera verte ahora.

Mi mamá mira su camisa y se ríe.

—Es curioso cómo funcionan las cosas. ¿Quién sabe, Waverly? Quizás
lo deslumbrante podría hacer una reaparición; no hay duda, sería
divertido. —Mamá se voltea hacia mí—. Voy a llamar a tu padre. Fue el
quien me animó con este pequeño secreto —dice.

Aparentemente, hay mucho que no entiendo respecto a mi madre, su


pasado, y mi papá. Creo que el abuelo tenía razón ese día en el coche.
Mi mamá no es aburrida después de todo.

Kitsy nos mira a Waverly y a mí.

—Entonces, ¿qué dicen de ir esta noche al campo?

—¿Un campo de fútbol? —dice Waverly, soltando resoplidos por sus


orificios nasales; lo cual no es una buena señal—. Yo no juego fútbol —
dice ella—. Y prefiero ponerme caliente y sudorosa con un muchacho
que verlos haciéndolo.

—No, es otro tipo de campo —le digo. Pero creo que lo último que
tenemos que hacer Waverly y yo juntas es participar en otro rito de paso
de Texas. Es hora de que hablemos, en realidad hablemos.

Miro a Waverly y digo:

—Tenemos que conversar, por lo que probablemente no voy a ir al


campo.

—Por supuesto —dice Kitsy—. Hablaremos por chat. Voy a buscar mi


tejido y recoger el Sonic de Kiki para celebrar. Llámame cuando llegues
del aeropuerto, Corrinne. Encantada de conocerte, Waverly.

Waverly responde:

—No sabía que tejías. Eso estuvo de moda en Nueva York, como por un
segundo. Hasta luego, Katsy. Fue una experiencia divertida conocer
tejanos de verdad.

Kitsy se da vuelta para hacer frente a Waverly.

193
Gwendolyn Heasley

—Es Kitsy, Waverly —dice—. Kitsy Kidd. Y, por cierto, te verías mucho
mejor con una sombra de ojos violeta. El azul en realidad no es tu color.

Waverly se queda parada y observa a Kitsy marcharse. Activando mi


filtro, contengo una risa y en silencio estoy de acuerdo con Kitsy de que
el azul realmente no le funciona.

—Necesito ayuda para guardar las mesas y luego podemos irnos —le
digo a Waverly, que está mirando hacia el estacionamiento.

—Por último —dice Waverly quitándose la camiseta para mostrar un


escaso top tipo tanque—. ¿Cómo puedes vivir en esta sauna?

No respondo.

En silencio llevamos las mesas plegables hacia el granero. Ginger está


dentro, de pie y me reglara un abrazo de oso.

—El mejor rodeo de todos —me dice—. Todo el mundo piensa que
también debes hacer un rodeo de primavera. Gracias por todo tu
trabajo. Creo que con este dinero, todos que quieran montar podrán
hacerlo. Corrine, me recuerdas mucho a tu mamá, pero seguro que tu
conocimiento en manejo de negocios lo heredaste de tu papá.

Mi padre, pienso. Voy a tener que enviarle algunas fotos, pero esta vez
no por lástima. Me siento orgullosa de ser parte de esta escena de
Texas. Esbozo una gran sonrisa y asiento mientras pongo los ojos en
Waverly.

En el coche, ya de vuelta, le pido al abuelo que nos deje a Waverly y a


mí en Chin.

Mi mamá me da veinte dólares para la cena.

—Gracias, te llamo cuando necesitemos que vengas por nosotras.

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Gwendolyn Heasley

—¿Comeremos aquí? —dice Waverly mirando el anuncio de Chin que


ofrece un buffet de todo lo que puedas comer por $7,99.

—Sí, —le digo y abro la puerta—. Es bueno. Comí aquí con Bubby antes
de un baile. Nueva York no tiene patente de comida china. O nada más
que cuente en esa materia.

—En serio me preocupan tus gustos estos días —dice Waverly,


haciendo una pausa antes de seguirme dentro.

El Sr. Chin nos lleva a sentarnos en la parte trasera del restaurante y


me alegra estar fuera de la vista de los otros clientes.

Mirando su menú Waverly dice:

—No estoy segura si puedo comer algo de aquí, ya que necesito que me
sirva mi ropa cuando llegue a casa. Las camisetas y pantalones
vaqueros no son precisamente lo que está de moda en Kent, sobre todo
cuando todo el mundo viene de regreso de lugares exóticos.

—Cállate, Waverly —digo cerrando mi menú de golpe. Se produjo un


fuerte chasquido—. Todo lo que has hecho desde que llegaste aquí es
quejarte y hacerme sentir mal.

—Por favor, Corrinne —dice desde detrás de su menú—. Esta visita no


ha sido todo champagne y rosas para mí. ¿Este lugar al menos tiene un
buen sake?

—No, ellos no tienen sake. Uno, Broken Spoke es un condado seco.


Dos, es un restaurante chino, no japonés —le digo—. Tres, eres tan
ignorante.

Waverly lanza su menú en la mesa.

—¿Ignorante? Oh, lo siento, Corrinne —estuvo a punto de gritar—. Me


olvidé de que te mudaste al medio de la nada y eso te hace mundana.
Realmente no te recuerdo a ti como la mejor educada. Estoy bastante
segura de que siempre he tenido mejores notas, y bueno, he sido mejor
en todo.

Tímidamente, Mr. Chin se acerca a la mesa.

—Chicas, ¿qué les gustaría comer?

195
Gwendolyn Heasley

—Um, —digo, notando que los clientes han comenzado a mirarnos—.


Vamos a querer rollos de huevo y pollo General Tso, con guarnición de
arroz frito.

Waverly mira al Sr. Chin.

—Y lo queremos para llevar.

Mr. Chin recupera nuestros menús.

—Está bien, entonces, lo traeré tan pronto como pueda. —Casi echa a
correr en su camino de regreso a la cocina. Yo creo que la actitud
Neoyorkina de Waverly lo asustó por completo. Demonios, incluso me
estoy volviendo loca y yo soy neoyorquina.

—Creo que voy a llamar al abuelo para que venga por nosotras entonces
—digo.

—Y voy a llamar a la aerolínea para cambiar mi vuelo para mañana —


dice Waverly—. Realmente no puedo estar aquí más tiempo, y el lunes
es demasiado lejos.

—Haz lo que quieras, —le digo mientras saco mi teléfono—. Todo tiene
que ser en torno a ti, ¿no?

Waverly se levanta de la mesa.

—Voy a esperar afuera —dice metiendo su silla.

—Estupendo —digo, ya marcando el teléfono de casa de mis abuelos.

Después de un paseo en coche en silencio, Waverly y yo nos sentamos


en la mesa de la cocina a comer nuestra comida china. Mamá, abuelo,
abuela, y Tripp sólo nos miran desde el sofá como si fuera un reality
show. Adolescentes de Manhattan en Texas.

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Gwendolyn Heasley

Meto la mano en la bolsa para sacar las galletas de la fortuna.

—¿Quieres tu galleta de la fortuna, Waverly? —le pregunto,


sosteniéndosela fuera de la bolsa.

—No, a menos que haya un helicóptero a Nueva York en ella —dice


Waverly sin siquiera levantar la vista del arroz frito.

¿Waverly siempre ha sido así? Que buena amiga es. ¡Y lo único que hice
fue llevarla a un rodeo!

—Yo agarro la galleta —dijo Tripp levantándose del sofá. Me volteé hacia
él, rompiéndola para abrirla.

—Waverly —dice Tripp—, tu fortuna es “Los tiempos duros no


permanecen, las personas duras sí" ¿Puedo comer la galleta?

—Claro —dice Waverly—. Si no te importa, voy a tener mi aventura de


hoy en la ducha y luego me iré a la cama. Perdí el apetito.

—Lo que sea —le digo. Dándome la vuelta anuncio—. Por cierto,
tenemos que llevar a Waverly al aeropuerto mañana en lugar del lunes.
Ella cambió su vuelo.

La mirada de todos lo que estaban en el sofá se levanta. Mis abuelos se


miran entre sí, mamá me mira y Tripp mira hacia el suelo. Waverly se
levanta de la mesa, tira su comida y se dirige al cuarto de baño.

—Tripp —dice mi mamá—, ¿por qué no te vas a tu cuarto?

—Siempre me pierdo las cosas buenas —dice Tripp y sigue las


instrucciones de mi madre.

El abuelo se estira dramáticamente.

—Saben, estoy algo cansado. Iré a la cama —El abuelo se levanta y se


acerca a mí. Pone su mano sobre mi cabeza—. Corrinne, ¡Qué rodeo!
Estoy muy orgulloso de ti —Mirando a mi mamá dice—. Jenny Jo, fue
muy agradable verte de nuevo en el caballo.

Después el abuelo sale de la cocina, la abuela se acerca a la estufa.

—¿Qué tal un poco de sidra caliente, chicas? Es perfecta en esta época


del año.

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Gwendolyn Heasley

—Gracias, mamá —dice mi madre, y viene a sentarse conmigo en la


mesa—. ¿Qué está pasando, Corrinne?

—Waverly odia estar aquí así que se va —le digo tratando de no romper
en llanto—. Ella le va a decir a todo el mundo que soy la versión
invertida de los Beverly Hillbillies. Una debutante de sociedad
volviéndose cuello rojo

—Lo siento, hija —dice mi mamá frotándome la espalda—. Esto ha sido


una mala caída, ¿eh?

—¿Mala? Creo seriamente que necesitas ampliar tu vocabulario. Ha


sido inconmensurablemente triste.

—Ya sabes —dice la abuela, mientras pone el agua a calentar—, tu


mala suerte se ha convertido en la mejor suerte que he tenido en la
vida. Pude pasar tiempo con mis nietos y mi hija volvió a Broken Spoke.
Estoy empezando a disfrutar esta recesión y todo.

—Y yo volví a montar y até algunos cabos sueltos del pasado —dice


mamá guiñándole un ojo a la abuela—. Tú realmente me impresionaste
con lo mucho que has madurado Corrinne.

—¿Y qué? —le digo—. He perdido a mi mejor amiga, mi caballo, mi


ciudad, mi vida, mi futuro. Realmente no puedo estar muy
entusiasmada con mi madurez.

—Vamos Corrinne —dice la abuela mientras prepara tres tazas de


sidra—. Dime que has odiado todo, que no disfrutaste nada del rodeo, o
que no te gusta Kitsy o ese chico Bubby. Miénteme diciéndome que no
estás contenta aquí.

—Abuela acabo de perder a mi mejor amiga desde hace diez años.


Waverly y yo crecimos juntas en la ciudad. Ahora no tenemos nada en
común.

—Corrinne —dice mi madre, levantándose para ayudar a la abuela a


traer la sidra hasta la mesa—. Déjame decirte algo que me hubiese
gustado saber antes. El hecho de que cambies no significa que tengas
que renunciar a todo lo que una vez fuiste. No creo que te des cuenta de
que tú eres la que ha cambiado. Waverly es la que trata de
acostumbrarse a tu nuevo tú.

198
Gwendolyn Heasley

Mi abuela y mi madre se acercan a mí y se sientan una a cada lado de


la mesa.

—Ella estará bien —dice la abuela—. Tu mamá y yo perdimos un


montón de tiempo porque yo estaba enojada con ella por crecer y tomar
sus propias decisiones. El hecho de que Jenny Jo no estuviera en
Broken Spoke no significa que ella y yo no teníamos nada en común.
Debí hacer más esfuerzo por llegar a Nueva York y conocer esa parte
nueva de Jenny Jo, o mejor dicho, JJ.

Mamá bebe su sidra y toca el hombro de la abuela.

—Y me siento honrada de venir aquí y recordar que también soy todavía


esa chica, la que baila Billie Jean en esta cocina antes de ir a citas con
un tipo que se hace llamar Dusty.

Y cuando mi mamá menciona a Dusty, me siento aliviada de que eso no


funcionara, porque a) no habría nacido y b) Bubby me está pareciendo
más dulce y agradable, y con eso se convertiría en mi hermano o algo
así.

Tan feliz como estoy de ver a mamá y a la abuela parchar sus culpas
madre-hija, no estoy segura de cómo eso me ayudará a convencer a
Waverly de que todavía somos amigas y que todavía me agrada a pesar
de que soy una “nueva pobre”.

—Sólo piensa en ello, Corrinne —dice mi mamá—. Estar decepcionado y


rendirse son dos cosas diferentes. Creo que he aprendido eso
recientemente.

—Gracias por el consejo —digo yo poniendo una gran sonrisa—. Tal vez
las cosas serán mejores en la mañana. Me voy a la ducha y de cabeza a
la cama.

Dejando a mi mamá y la abuela en su comercial de tarjetas de recuerdo,


voy a mi dormitorio, donde encuentro a Waverly, ya dormida. Estoy
totalmente aliviada.

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Gwendolyn Heasley

Capítulo 15
Nadando ¿Qué?

Traducido por Vettina y Pimienta

Corregido por Curitiba

A
las siete de la mañana, escucho un golpe en mi
puerta. Ambas Waverly y yo nos sentamos en la cama
y nos miramos la una a la otra.

—¿Quién es? —digo.

—Abuelo —responde la voz a través de la puerta—. Haz que Waverly


empaque, pónganse sus trajes de baño, y encuéntrenme en el carro en
diez minutos.

—¿Trajes de baño? —pregunta Waverly—. Gracias a Dios que esto casi


termina. Ahora veo por qué el medio oeste es una zona de sobrevuelo.

Es demasiado temprano para nuestra siguiente batalla, así que decido


no corregir la geografía de Waverly. Texas es tan medio oeste como la
Ciudad de México.

—Tratemos de ser educadas —digo. El Norte y el Sur ya tienen una


guerra.

Como si estuviera empacando para un viaje con todos los gastos


pagados a Tahití, Waverly arroja toda su ropa de regreso a su bolsa en
velocidad record.

200
Gwendolyn Heasley

—No empaqué un traje de baño desde que esta no eran vacaciones a


Cancún —dice Waverly—. Y no he visto exactamente nada de agua.

—Solo complácelo —digo, y le lanzo uno de mis bikinis, uno viejo


naranja descolorido, el peor color para Waverly. Naranja es a Waverly
como rosa es a mí. Un pequeño momento de venganza, sin embargo me
anima.

Le da al bikini una mirada y resopla, pero se desliza en él de cualquier


forma. —Esto es tan la Zona Desconocida de Texas. —dice Waverly.

—En eso podemos estar de acuerdo, —le digo.

Waverly dice algunos rápidos afijos mientras el abuelo tira su equipaje


en Billie Jean Segunda; entonces salimos a quien sabe dónde. El abuelo
no dirá, y tengo miedo que hayamos sido registradas en un programa de
televisión sonreí tratar de no matar a tu ex mejor amiga en el medio de
Texas.

Debido a que tomamos caminos serpenteados, no tengo absolutamente


idea de donde estamos. Finalmente, el abuelo se detiene en el último
camino. Saca una canasta de picnic y dos toallas de la canasta, y
apunta hacia un sucio sendero bordeado con árboles de roble.

—Bajen por el sendero —dice—. Regresaré en una hora, y nos


dirigiremos al aeropuerto. Y por cierto, es bastante profundo y
completamente seguro. Las personas lo han hecho por más de
cincuenta años.

—¿Qué es profundo y seguro, abuelo? —pregunto—. Esto es raro.

—Sin mencionar espeluznante —agrega Waverly, y mira


sospechosamente al sendero delante de nosotras.

201
Gwendolyn Heasley

—Bien —dice abuelo, y alcanza la canasta para alejarla—. Dame de


regreso todos los panecillos de la abuela y las rosquillas. Nos
dirigiremos al aeropuerto ahora.

—No —digo, escuchando mi rugido de hambre emocional—. Iremos.

El abuelo se sube en la camioneta y conduce lejos. Waverly y yo


lentamente descendemos el camino.

—Esto me recuerda a esa vez que tratamos de huir del campamento de


verano después de que los consejeros confiscaran nuestras revistas de
chismes por qué no eran apropiados para el campamento —dice
Waverly—. Solo llegamos a la estación de combustible antes de que el
director nos atrapara. ¿Recuerdas tener que lavar los platos por una
semana después por culpa de ello?

—¿Qué se suponía que hiciéramos? —digo—. ¿Qué si grandes


celebridades rompían cuando estábamos lejos y nos lo perdíamos?

—Sin mencionar los mosquitos; parecían salidos de una película de


ciencia ficción. Y la comida era incomible. Gracias a Dios escondimos
caramelos en ese viejo oso de peluche —agregó Waverly.

—Éramos bastante genios para tener once años. —agregué.

—Absolutamente lo éramos —concuerda Waverly. —Nada nos iba a


alejar del chocolate. No éramos tan raras sobre comer en ese entonces.

Waverly y yo habíamos sido completamente alborotadoras siendo niñas.


Había olvidado cuanta diversión solíamos tener.

Después de unos minutos, alcanzamos el final del sucio camino.


Seguimos caminando justo derecho a través de un campo de pasto.
Entonces el pasto se detuvo. Y lejos debajo de nosotras estaba un
estanque azul marino.

—Wow —exclamo mientras me alejo del borde—. Hay agua en Texas.

—¿Cuan alto crees que estamos? ¿Como la altura de un trampolín o la


altura de diez pisos? —pregunta Waverly.

—Es totalmente la altura del Empire State. De ninguna manera saltaré


desde eso —digo.

202
Gwendolyn Heasley

—Es en realidad bonito, en una forma de abraza la naturaleza, dice


Waverly, y se acerca.

—Al menos hay una cosa que te gusta sobre Texas —la puyo, trayendo
la canasta de picnic a una vieja banca hecha de un árbol caído—.
Bueno, esto y Rider.

—Corrinne —dice Waverly—. Antes de todo, nada realmente pasó con


Rider. Todo lo que hizo fue hablar de contactos musicales. Segundo, el
parecía como alguien que usa a las personas como nosotras.

—¿Personas como nosotras? —pregunto, y sacudo mi cabeza. ¿Tenía


razón mi mama? ¿Era yo la que había cambiado? ¿Solía ser como
Waverly?

Saco tres bolsas reselladles de panecillos de la canasta.

—Este es el asunto, Waverly. Tal vez cambie, y entiendo eso. Pero odio
como juzgas todo aquí; incluso dijiste que el café sabia de segunda
mano.

—¿Yo? —se indigna Waverly, y saca la envoltura de un panecillo—.


¿Juzgar todo? Tú eres la que sigue diciéndome cuanto lo odias. ¿Por
qué tengo que ser la porrista del pueblo pequeño? Tienes a Kitsy para
eso. —Waverly agita un pom-pom imaginario, y me trapo la boca antes
de reírme—. Enfrentémoslo, esto no es lo que quieres. — Me acusa.

—¿Querer? —digo—. No. Pero esta es mi vida ahora y quiero que la


veas. No quiero que nuestra amistad exista solamente en el pasado. Mi
vida nunca va a ser como solía ser, Waverly.

—Yo solo no sé lo que tenemos en común ahora. —dice Waverly.

—Yo tampoco —susurro, sin saber que decir después. Tal vez mi
relación con Waverly era definida por nuestro código postal y nuestro
estilo de vida. Tal vez nunca tuvimos nada en común además de eso.
Metí la parte superior de un panecillo en mi boca.

—¿Por qué tu abuelo nos dejó aquí? —pregunta Waverly—. Él no


esperaba realmente que alguien como tú, una Susie miedosa, fuera
saltar de un acantilado, ¿Cierto?

203
Gwendolyn Heasley

Nos serví un vaso de jugo a cada una en un intento de desplazar la


parte superior del panecillo de mi garganta.

Trago. —Él es viejo —digo—. Probablemente pensó que el aire fresco


enmendaría nuestra amistad. El abuelo es de esa generación “nosotros
caminamos diez millas para ir a la escuela”. Él cree que los grandiosos
exteriores y un poco de ejercicio pueden curarlo todo.

Nos reímos.

—Tal vez tenga razón —dice Waverly —. No hay muchos lugares buenos
al aire libre en Nueva York y todos allí están completamente locos.
Apuesto a que es por eso que todos los centros de rehabilitación son
siempre en el campo.

Apuntando al borde, Waverly pregunta: —¿Quieres saltar de primera o


segunda? Eres demasiado gallina para saltar primero, ¿Cierto?

Olvidé lo competitiva que es. Pero entonces recuerdo que fue Waverly
que me retó a hacer el salto a la zambullidla alta, a la montaña rusa, a
tomar un helicóptero. Solía ser muy fóbica sobre las alturas. Sin ella,
no creo que pudiera haber visto arriba del nivel de la calle.

—Oh, por favor, Waverly —digo—. Soy una recesionista. Eso es


bastante duro. Un acantilado no es nada comparado con esta caída.

—Eso es —Waverly suena su dedo—. Estoy acostumbrada a ser la


valiente. Y aquí estas enrollada en la escuela pública, montando en
animales de circo, y saliendo con vaqueros y aspirantes a estrellas de
rock. De alguna forma tú te volviste la valiente. Creo que por eso esto es
duro —Waverly pausa y entonces alza sus cejas—. Vamos, recesionista,
te hecho una carrea. — Ambas nos paramos y corrimos al borde.
Waverly lo hace primero. Por supuesto. Ella nunca me deja ganar.

—Muy bien, chica del internado —digo, reusándome a mirar a bajo—.


Veámoslo.

—Dos cosas primero, Corrinne. Uno, si muero, te amo, incluso a la


versión negativa 3.0 de Broken Spoke. Dos, hazme una foto. Tengo que
poner esto en Facebook.

Tomó el iPod de Waverly. Me preparo para la foto. Waverly se acerca al


borde y entonces se detiene. Mira hacia atrás y toma mi mano.

204
Gwendolyn Heasley

Pongo el teléfono abajo.

—Vamos a saltar juntas —dice ella, y me arrastra—. Puedes ser una


recesionista, pero tú aun me necesitas, incluso si solo es por esto.

Quiero soltar la mano de Waverly, pero escucho la voz del abuelo


repitiéndose “profundo y seguro” y no hay un dicho que: si todos tus
amigos saltan del puente de Brooklyn, ¿tú también? Antes de que
recuerde la respuesta real, No, no deberías, Waverly y yo estamos
volando a través del aire, aun apretadas y zambulléndonos en el agua
helada. Cuando empujamos a la superficie, chillamos colectivamente.

—Asombroso —dice Waverly mientras se mantiene a flote—. Tal vez tu


abuelo del campo tiene algo de inteligencia de la calle después de todo.
¿Una vez más Corrinne?

Miro hacia arriba al borde —Sólo si sostienes mi mano otra vez. —Me
burlo.

—Sólo la sujetaré de nuevo si prometes controlar tus palmas sudorosas,


eso fue asqueroso —dice Waverly.

Después del siguiente gran salto, miro a mi reloj y me doy cuenta que
se suponía que nos encontraríamos con mi abuelo hace diez minutos.

—Nos tenemos que ir, Waverly —digo. Nos apresuramos hasta nuestra
ropa y corremos de regreso al camino.

Mientras corremos, Waverly agarra mi brazo y dice: —Los chicos del


internado son tan mojigatos. Apuesto a que la mitad de las chicas ahí
no hubieran saltado por que estarían preocupadas por su cabello.
Gracias por hacerlo.

—Waverly —digo, tratando de no jadear—. Realmente aprecio que


vinieras, hacerme saltar del acantilado, y siendo tú, aunque a veces
seas odiosa. Y gracias por dejarme cambiar y aun ser mi amiga.

Y alentamos nuestro paso a una caminata.

—Sé que esto no ha sido fácil para ti —continuó después de recuperar


el aliento—. Si te reinventaras a gótica o algo, me tomaría un tiempo
ajustarme a ello también. Pero piensa dos veces antes de hacer eso: no
estoy segura como lucirías con una perforación en el mentón.

205
Gwendolyn Heasley

—No voy a descartar completamente el gótico —dice Waverly,


pensándolo otra vez—. Usando todo negro adelgaza y es mucho más
fácil que ponerse a dieta.

Al final del camino, el abuelo está esperando en Billie Jean Segunda.

—¿Cómo fue, chicas? —pregunta con una coqueta sonrisa

—Memorable —digo. Y lo digo en serio. Supongo que mi mama y la


lección tarde a la noche sí tenían razón. A veces decepción y rendición
son dos bestias diferentes. Ese es otro dicho que la abuela necesita
bordar.

—Refrescante —añade Waverly mientras resuena su cabello—. Sr.


Houston, ¿tomaría nuestra foto en frente de Billie Jean Segunda? —
pregunta Waverly—. Quiero enseñarle a mi compañera de cuarto en la
escuela una foto de Corrinne texana y yo. Solo tengo fotos de la
Corrinne de Nueva York.

—Seguro —dice el abuelo—. Estoy orgulloso de ustedes chicas. No todos


saltan a un estanque infestado con nutrias nadadoras; eso toma una
verdadera amistad. Especialmente desde que definitivamente tomaría a
las dos para pelear con la nutria.

El abuelo sostiene la cámara, y hacemos una pose. Como todas


nuestras fotos desde que éramos pequeñas, Waverly enrosca su brazo
debajo del mío antes de que saque su pecho y trasero y posa para la
cámara.

—¿Qué es una nutria? —pregunta Waverly, justo antes de que el abuelo


tome la foto.

—Oh, sólo ratas nadadoras —dice el abuelo—. Esto es Texas, chicas. No


somos conocidos por aguas limpias, frescas, o libres de ratas. Nuestras
aguas son como los subterráneos.

Y antes de que podamos responder o gritar, el abuelo presiona el botón.


—Digan queso —dice el abuelo con una risita.

Clic. En esta foto, nuestras bocas están completamente abiertas.


¿Ratas Nadadoras? ¿Cómo es eso una anécdota?

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Gwendolyn Heasley

Waverly y yo creamos una escena en el aeropuerto. Puede que ahora


sea un recesionista, pero siempre seré una reina del drama.

—No te preocupes, Waverly —le grito a través de la multitud de viajeros


que se mueven hacia la terminal—. Nunca vamos a dejar que una
recesión o un rodeo se interpongan entre nosotras. El amor es más
fuerte que eso...

—Y yo voy a conseguirme un amigo que pueda tolerar a las criaturas


peludas para ir a ver cómo está Sweetbread —ella grita de vuelta—. Y
voy a titular mi álbum de Facebook como: “No hay nada roto en esto.”

Me decido a tomar eso como un cumplido. De vuelta en Billie Jean,


pongo mi cabeza contra la ventana y duermo un rato.

Cuando me despierto, el abuelo está tarareando al ritmo de la radio y


admirando la vista. Ahora que he conducido un par de veces durante el
día, estoy de acuerdo con que hay muy poco de verdad en el dicho de
que Texas es la tierra de Dios. Aunque yo no iría tan lejos como para
estar de acuerdo con poner una pegatina en el parachoques del coche
que dijera: “Americano de nacimiento, Texano por gracia de Dios”, hay
algo que decir sobre las tierras de cultivo.

—¿Estás despierta, Corrinne? —dice el abuelo—. Esos saltos desde el


acantilado te han matado de cansancio.

—No tanto como me cansó Waverly —digo yo, y sonrío—. Pero ella
siempre ha sido agotadora. Eso es parte de su encanto.

—Estoy orgulloso de ti, mi nieta —dice el abuelo, y aprieta la parte de


atrás de mi cuello—. Te estás convirtiendo en toda una dama.

—Vamos abuelo —le digo—, no te pongas cursi conmigo. Puede que ya


no sea una chica de ciudad, pero no soy una blandengue.

Los dos nos reímos.

207
Gwendolyn Heasley

—¿Qué tal si conduzco yo el resto de camino a casa? —digo.

—A casa —el abuelo repite mientras me empuja con su hombro.

—Sí —digo—. Oí en un programa de televisión que por muy extraño que


sea el lugar donde te encuentras, harás de él tu hogar.

El abuelo sale por su puerta y entra por mi lado.

—¿Llamarías raro a Broken Spoke? —prueba él.

—Oh, es definitivamente raro —digo caminando alrededor del camión


hacia el lado del conductor—. Pero sigue siendo mi casa. O una de mis
casas. ¿Y cuál fue nuestro trato la otra vez? ¿Cuánto hace exactamente
que Billie Jean Segunda se ha convertido en mía?

—Pensé que nunca lo preguntarías —dice el abuelo, con un guiño—. Ya


he estado revisando a sus sucesores. ¿Qué tal me vería con rojo esta
vez? Un buen camión de color rojo fuego para mi motor de tres cuartos
de crisis en la vida. No estoy seguro si la abuela le va a gustar,
aunque…

Resultó que me topé con el primer atasco de tráfico alrededor de Dallas


de camino a casa, debido a un partido de los Cowboys. El abuelo me
dice que esté tranquila, y yo le digo que he tenido un montón de calma
después de estar parada todo el otoño.

En el momento en que lleguemos a casa, todo el mundo está en sus


habitaciones, preparándose para ir la cama. Me meto en la cama a
oscuras y oigo un ruido crujiente debajo de mí.

Mi madre se sienta en la cama y enciende la luz.

El ruido resultó ser un pedazo de papel suelto con una nota escrita en
la perfecta letra cursiva de Tripp. No creo que nadie lo hubiera

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Gwendolyn Heasley

enseñado, pero de alguna manera la letra de Tripp es tan buena como


la de un maestro de escuela.

—Hola, mamá —le digo, y sostengo el papel—. ¿Qué es esto? ¿Tripp


todavía creen en el ratoncito Pérez?

Tripp es un buen chico, que incluso escribe al ratoncito Pérez notas de


agradecimiento.

—Tienes que decirle que no es real. Él ya tiene suficiente en su contra


con la obsesión al ajedrez —digo, mirándola.

Mamá ondea un dedo y agarra la nota.

—Creo que realmente ya no cree en esas cosas —dice ella, leyendo el


papel—. Lo bueno es que tengo un niño que no es un cínico total. Pero
eso no es de lo que esta carta se trata. El profesor de Tripp me la dio en
el rodeo.

—¿Él consiguió su primera mala nota? —digo, y mi voz se anima. Tal


vez Texas lo convierta en un ser humano después de todo.

—No —Se ríe—. Todavía estamos esperando eso. Es sobre ti, en


realidad. ¿Por qué no buscas un lugar y simplemente lo lees? —dice mi
madre, y se da la vuelta.

—¿Cómo qué? —pregunto—. ¿El cuarto de baño?

—Está bien —murmura mi madre, ya medio dormida.

Sentada en el inodoro, con la tapa abajo, por supuesto, me pongo al


leer.

En la parte superior, Tripp a titulado el papel como: “Mi heroe”

Mi héroe es mi hermana, Corrinne. Cualquiera que la vea sabe que es


bonita y es incluso divertida cuando no está siendo demasiado cruel.
Pero no es por eso que ella es mi héroe.

Cuando nos mudamos de Nueva York a Texas, estaba preocupado.


Corrinne y yo nunca hemos sido muy cercanos, y ella siempre está
demasiado ocupada como para estar conmigo. No sabía si la abuela y el

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Gwendolyn Heasley

abuelo lo estarían también, así que pensé que iba a estar solo en un lugar
que nunca había visto. Y en un primer momento, así es como me sentía.
Hice algunos amigos, pero echaba de menos a mis padres y Nueva York.

Pero luego, poco a poco, Corrinne comenzó a ser más agradable. Ella me
dejó trabajar con ella, e incluso se sentó conmigo y mis amigos en un
partido de fútbol. Y un par de veces, yo estaba bastante seguro de que
ella se encontraba escuchando lo que le estaba diciendo. A pesar de que
ella nunca me dejó conducir con ella ni me llevó a Sonic, sigue siendo mi
héroe porque ella finalmente se convirtió en la hermana que siempre
quise tener.

¿Yo? ¿Un héroe? Yo, ciertamente, no tenía súper poderes, como soplar
fuego o correr a súper velocidades, y no creo que haya sido a propósito
buena con Tripp. Sólo me senté con él en el partido, ya que era mejor
que estar con mis abuelos. Estoy empezando a conseguir un dolor de
estómago, y estoy bastante segura de que no se trata sólo de la MSG, de
ayer por la noche. Tripp no tiene ninguna buena razón para pensar que
soy su héroe, porque ni siquiera soy una buena hermana.

Saco mi teléfono, y mando un mensaje a Kitsy.

Corrinne: ¿Está Sonic abierto para reunión entre hermano y hermana?

Kitsy: Por supuesto. Corre.

Voy a la habitación de Tripp y lo despierto. Lleva un pijama estampado


con personajes de dibujos animados. Me imagino que podré darle una
lección de moda en otro momento.

—¿Está todo bien? —pregunta Tripp frotándose los ojos por el sueño.

—Todo está genial —le digo—. Vamos a hacer algo que deberíamos
haber hecho hace tiempo. Arriba.

Los dos en silencio nos colamos en la sala de estar.

Bueno, sé que los héroes no deben saltarse la ley, pero a veces lo hacen.
Piensen en Robin Hood. Así que cuando agarro las llaves de Billie Jean,
sé que es por una causa mayor.

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Gwendolyn Heasley

Abro la puerta poco a poco, y me siento aliviada de que no haga ruido.

—De ninguna manera —dice Tripp cuando abro la puerta del camión
para él.

—Oye —le digo—. ¿No tienen los hermanos y hermanas supuestamente


secretos? Este será nuestro.

—Vale, guay —dice Tripp, poniéndose el cinturón de seguridad—. Esto


es mejor que cuando me pagaste cinco dólares para que no le dijera a
mamá y papá sobre tu fiesta.

—No hemos terminado todavía —le digo mientras pongo el coche


marcha atrás. Por una vez, Billie Jean ruge. Avanza sin hacer ruido.

—¿A dónde vamos? —pregunta Tripp asomándose por la ventana.

—Ya lo verás —digo con mis ojos en la carretera. Esto casi valdría la
pena el castigo, excepto por mi pelo está todo despeinado de cuando
nadé en el lago.

Cuando llegamos al aparcamiento de Sonic, Kitsy está limpiando mesas


en el interior.

Echa un vistazo a su reloj y dice: —Estoy arreglándolo para cerrar.


Bueno, tenía que haber cerrado hace cuatro minutos. Sin embargo, se
lo merecen. Vamos a hacerlo rápido.

Kitsy va a la cocina y se pone su gorra de Sonic de nuevo.

—Siguiente —grita desde detrás del mostrador.

Tripp rebota hacia arriba como si estuviéramos en las puertas del cielo.

—¿Qué vas a pedir? —pregunta Kitsy.

—Un Reese 's Blast Sonic —dice, mirando de nuevo el menú—. Y unas
patatas fritas —añade.

—Y voy a querer un batido de chocolate —le digo, y saco mi cartera.

—Es el especial recesión —dice Kitsy—. Gratis.

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Gwendolyn Heasley

Kitsy trabaja en nuestros helados y Tripp y yo nos sentamos en una


cabina. Somos los únicos clientes.

—Bueno, Tripp —digo mientras saco las servilletas del dispensador—.


¿Cómo va todo?

Tripp sonríe. —Este ha sido el mejor fin de semana de todos.

Reflexionando sobre el huracán Waverly, no estoy segura de que pueda


estar de acuerdo. Pero ha habido sin duda un montón de momentos
memorables.

Equilibrando la comida en una bandeja, Kitsy se acerca y la coloca en


nuestra mesa.

—En realidad vamos a tener que llevárnoslo —digo, y la mano de Tripp


agarra su pedido—. Tenemos que conseguir que Billie Jean esté de
vuelta antes de que se den cuenta de que cualquier persona ha
desaparecido con ella. Y necesitamos un tiempo para hablar también.

Tripp sale por la puerta, pero yo me quedo con Kitsy por un segundo.

—Kitsy —empecé—, gracias por todo este fin de semana. No puedo


pedir disculpas por Waverly, pero sé que sólo actúa así porque está
celosa de nuestra amistad. Por favor perdóname por llevar todos mis
dramas del norte al sur.

—No te preocupes —dice Kitsy—. En Broken Spoke se puede usar un


poco de drama de Manhattan, fue bastante aburrido por aquí antes de
que los neoyorquinos llegaran y lo agitaran. De todas formas, ella es un
gran sombrero, no ganado.

Tripp y yo intercambiamos miradas de confusión. Aún no dominamos el


tejano.

—Ella es todo charla, y no acción —traduce Kitsy—. No te preocupes


por nada.

Bueno, eso es cierto en cualquier idioma, incluso en tejano.

Cuando abro la puerta en la oscuridad, miro hacia Kitsy, que ya está


limpiando la mesa.

212
Gwendolyn Heasley

—Gracias —digo antes de marcharnos de nuevo. Por difícil que sea


recordar ahora la vida antes de la recesión, es aún más difícil de
imaginar la vida sin Kitsy.

Alcanzando el camino de entrada después de hablar de sexto grado, de


la política y las razones por las que las treinta y dos escuelas necesitan
un club de ajedrez, decido que necesito confesar.

—Oye, Tripp —digo—, fue totalmente dulce lo que escribiste acerca de


mí como un héroe. Pero aquí está la cosa: yo no soy una buena opción
para un modelo a seguir. Estoy de mal humor, soy complicada y
egoísta. Hay mejores figuras inspiradoras por ahí.

—Corrinne —dice Tripp, desabrocharse el cinturón de seguridad—, eres


todas esas cosas, pero hay algunas buenas cualidades también. Pero
sólo escribí ese ensayo para practicar mi escritura creativa. Sin ánimo
de ofender ni nada. Pero después de esta noche, tú eres mi héroe.
Rompiste como quince leyes. Eso es dulce.

¿Cómo llegar a un corazón de doce años?: Infringiendo la ley. Lección


aprendida. Voy a recordarlo cada vez que me sienta una mala hermana.

Cerramos las puertas con cuidado, nos colamos de nuevo en la casa y


en la sala sin incidentes. Yo sorbo mi batido de leche, y lo entierro
profundo de la basura, beso a Tripp en la frente, y vuelvo a la cama con
mamá.

—Mmm —dice ella, dándose la vuelta—. Huele a comida frita.

—Debes de estar soñando —digo, y cierro los ojos.

213
Gwendolyn Heasley

Capítulo 16
New York, New York

Traducido por Susanauribe

Corregido por V!an*

E
l mes siguiente a la visita de Waverly pasó rápidamente.

Vía FedEx, Waverly me envió magdalenas de Magnolia en


hielo seco como un regalo de agradecimiento.

Su nota dice: —Trayendo un poco de la ciudad a mi chica


del campo—un pensamiento dulce, pero honestamente no son tan
buenas como las magdalenas Mockingbird de la Abuela, las cuales han
estado en gran demanda desde que el equipo de fútbol americano sigue
invicto.

Antes de su visita apenas podía conseguir a Waverly en el teléfono, y


ahora constantemente llena mi bandeja de entrada con mensajes.

Waverly: ODM. Smith se besó con Vladlena.

Waverly: ¿Cómo te haces exótica? ¿Crees que pueda aprender ruso?

Waverly: ¿Puedo volver a Spoke? Los chicos son más lindos allí. ¿Cómo
está ese perdedor Rider?

Respondo el mensaje:

214
Gwendolyn Heasley

Corrinne: Tenías razón. Rider sólo quería contactos musicales. No más


estrellas de rock para mí.

Y no añado como nunca podría no confiar en él cuando se vaya de tour


cuando ni siquiera puedo confiar en él con mi mejor amiga en Broken
Spoke. Su banda terminó en segundo lugar en la Batalla de las Bandas
en Dallas, así que ahora como Kitsy dice: Él cree que el sol sale sólo
para oírlo cantar.

Para Acción de Gracias, Mamá, Tripp y yo iremos a Nueva York para


reunirnos con papá. Invitamos al Abuelo y la Abuela, pero dijeron que
deberíamos tener tiempo sólo para nuestra familia. Pensándolo, en
verdad extraño a mi papá, no puedo creer que hayan sido tres meses
desde que lo vi. Estará feliz de que estoy obteniendo todo A y nunca
seguí mi plan para escapar de Texas. Por supuesto, va a ser extraño
porque nos vamos a quedar en hotel en el centro y comiendo la cena de
Acción de Gracias en el Plaza. Casi seré una turista en mi propia
ciudad-excepto que nunca usaré una de esas camisa que dicen Yo
corazón New York. Habla sobre ordinario. Además, tengo que ir a ver a
mi bebé: Sweetbread. Shakespeare tenía razón: la distancia hace que el
corazón crezca más fuerte

En clase de español mientras se supone que independientemente llenos


la hoja de verbos, Bubby se inclina y me pregunta si voy a ir a Houston
para el juego del Campeonato Estatal en el gran domo.

—Corrinne —susurra—, eres mi amuleto de la buena suerte. No hemos


perdido desde que estás aquí. Entonces si no vienes y lo arruinamos,
voy a tener a todos culpándote, yo no. Lo llamaremos “La Maldición de
Corrinne”.

Ruborizándome, susurro de vuelta: —No puedo ir porque voy a New


York por el Día del Pavo. Las alienígenas tienen que retornar a su
planeta madre en algún punto, tú sabes.

—Apesta —dice él—. Y no, algunos alienígenas deciden quedarse. Mi


planeta juega fútbol americano mucho mejor que el tuyo. Y te vas a
perder la cosa más grande que ha sucedido aquí en cincuenta y dos
años.

Kitsy se voltea de su fila delantera de asiento y dice: —Ni me lo digas.


Este partido incluso va a estar en la TV local, y no vas a ir a ver a los

215
Gwendolyn Heasley

chicos jugar o a mi animar. ¿Qué si entramos en el JumboTron? Quiero


saludarte.

—Estaré ahí de espíritu —digo—. Y Kitsy, Waverly me envió un email;


dijo que tenías razón sobre la cosa de ojos azules.

Kitsy pone sus ojos en blanco. —Ah, Waverly.

—¿Qué cosa de ojos azules? —Bubby pregunta.

—Charla de chicas —respondo.

El señor Luis aplaude y nos señala a los tres. —¡Hola! —dice—. De


vuelta a la conjugación de verbos. Corrinne, si vas a flirtear, hazlo en
español y práctica tu español.

¿Flirtear con Bubby? Póngase serio. Aunque él definitivamente está más


lindo y acepté su petición de amistad en Facebook. Amistad en
Facebook. ¿Pero flirtear? Por favor, no voy salir con un nativo de nuevo,
especialmente no después del fiasco de Rider.

Volar encima de Manhattan en la noche me recuerdo exactamente


porque la extrañaba. La ciudad parece como una caja de joyas que está
toda encendida. ¿Quién sabía que el acero y la electricidad podían ser
tan hermosos? Un dolor se dispara por mi pecho, y me siento
genuinamente nostálgica por primera vez en un tiempo. es difícil ser
feliz respecto a Broken Spoke cuando veo la ciudad de nuevo. Mi mamá
se inclina por encima de mí para mirar por la ventana, aprieta mi mano.
Compartir una cama nos hizo más unidas, aparentemente.

—¿En verdad lo extrañabas? —me pregunta.

—Sí —digo, anticipando el olor de castañas en la calle y las ventanas


navideñas de Barneys. Comprar no sería ni de cerca tan divertido sin

216
Gwendolyn Heasley

una tarjeta de crédito, pero estoy ansiosa por solamente estar afuera en
las multitudes y ver más tendencias que solamente en el Oeste.

—Gracias —mi mamá dice.

—¿Por qué? —digo.

—Por ser un buen apoyo este otoño —Mamá dice, mirando lejos de la
ventana y a mí—. Me impresionaste. Me ayudaste a través de todo esto.
Sé que el camino al éxito no siempre está pavimentado, pero sin
embargo lo encontraste. Algo en lo que yo nunca había sido buena.

Miré a mi mamá mientras me daba cuenta que Broken Spoke había


sido realmente bueno para nuestra relación. Incluso yo tenía que
admitir eso. Apuesto que ella incluso sería amable y me dejaría tomar
su ropa y en verdad servirían ahora, ya que todo el paleo me encogió a
su talla.

Tomamos un taxi en vez de una limosina del aeropuerto. Esperando en


una larga fila de taxi, usé mi abrigo de invierno por primera vez en
meses. Al principio se siente bien tener frío, y luego solamente se pone
molesto. Es casi difícil recordar porque las personas viven en el Norte.

Cuando llegamos a nuestro hotel, mi papá está esperando en el


vestíbulo. Tripp corre hacia él con la velocidad de un corredor de
barriles.

Mamá y yo rápidamente seguimos y nos unimos al abrazo grupal.


Aspirando la colonia de papá me recuerda a todas las Acciones de
Gracias que pasé en sus hombros viendo el desfile del Día de Acción de
Gracias de Macy’s.

—Corrinne —dice él, mirando mis vaqueros y abrigo—, luces tan vieja y
tan, tan casual —Mirándome, asiento. Texas ha hecho mucho por mi
nivel de confort.

217
Gwendolyn Heasley

Después de nuestra cena en el bistro de nuestro antiguo vecindario, me


encuentro con Waverly y todos sus amigos del internado en su
apartamento. Ya que ella hizo el esfuerzo, cual sea el drama inducido
que era, para conocer mi vida, supuse que debería hacer lo mismo.
Vladlena está visitando por el feriado ya que en Rusia no celebran
exactamente Acción de Gracias. Aparentemente Smith ha terminado
con ella, y Waverly la perdonó por todo la terrible experiencia.

Ella terminó siendo súper agradable y sigue preguntando sobre Broken


Spoke y el rodeo. Después de que vio las fotos de Waverly, decidió que
debía ir a Texas pronto, así podía conocer a un vaquero real también.
Ah, las personas y sus estereotipos texanos.

Y todos los chicos sorben cócteles, y yo tomo cerveza. Se siente extraño


beber en cualquier lugar excepto el campo. Después de un rato, todos
se dirigen a tomar un cupo en el karaoke, pero decido terminar la noche
ya que mañana es Acción de Gracias y voy a ver a Sweetbread en la
mañana. Además, mi papá nos dijo que tenía grandes noticias. Tres
meses después, sigo recuperándome por su último pedazo de grandes
noticias, así que decido tener mi sueño de belleza.

Aunque mi mama y Waverly, la odia-caballos, se ofrecieron a venir


conmigo a ver a Sweetbread, decidí tomar un coche de ciudad sola A)
porque creo que Waverly solamente está tratando de arreglarlo después
de casi besar a Rider B) porque es realmente mi tiempo de Sweetbread y
yo tiempo para vernos.

Espero que Sweetbread no me haya olvidado. Anoche Waverly me contó


historias de horror sobre los perros de las amigas del internado no
reconociéndolos. —Sólo estoy tratando de prepararte, Corrinne. Los
animales no son tan inteligentes como los humanos —dijo Waverly—.
No tienen memoria a largo-plazo.

218
Gwendolyn Heasley

Pero cuando entro al establo de Sweetbread, ella relincha, como, ochos


veces y presiona su cabeza contra mi pecho. Justo como pensé, nadie
podría olvidar a Corrinne Corcoran.

Mi entrenador está lejos por el feriado, entonces no puedo montar a


Sweetbread por, como, cuatrocientas leyes del seguro. Pero estoy feliz
solamente hablando: no estoy segura de porque alguien pagaría terapia
cuando hay caballos. Aunque los sofás de los terapeutas son
probablemente mucho más cómodos que un tonel de heno y sus
oficinas probablemente no apestan a estiércol tampoco. Pero aparte de
eso, Sweetbread es tan terapéutico como Sigmund Freud.

Cepillando el pelo de Sweetbread, confieso mi secreto: —Así que hubo


este caballo llamado Smudge, lo estaba montando por trabajo, no por
placer. Y luego estaba este chico… Bueno, no solamente cualquier
chico. Un roquero. Y luego terminé en el hospital. Así que básicamente
aprendí que no debería saltar al lomo de cualquier caballo que me
pongan. Es peligroso —hablé con Sweetbread sobre Kitsy, Sonic, y todo
lo relacionado con Broken Spoke. Le dije: —Bueno, aquí está el trato.
No estoy exactamente segura sobre el futuro. Te mencioné respecto a
Ginger viniendo aquí. Y ella dijo que podría hacer algo, lo cual significa
que estaré paleando mucho estiércol. Pero lo haré por ti. Demonios, lo
hice por Rider. Gran error. Pero el establo de Ginger es un poco
diferente a este. Un poco menos club campestre. Cuando vengas, te
presentaré a todos tus locos primos de rodeo tejano, incluso a Smudge.
Hey, tal vez puede incluso podemos iniciar un programa de
adiestramiento ahí —Sweetbread relincha de nuevo. Waverly estaba tan
equivocada, los animales son inteligentes—. Tengo que irme,
Sweetbread, pero gracias por no olvidarme. Volveré —Besando a
Sweetbread entre los ojos como siempre hacía, me dirijo de nuevo a la
ciudad para Acción de Gracias con la familia.

El Plaza pone un buffet extremadamente elaborado, e incluso hay una


mesa de niños en honor a la residente más famosa del Plaza, la

219
Gwendolyn Heasley

pequeña Eloise de los libros de niños. Por supuesto, Tripp va


directamente a esa mesa y decide que tendrá una cena de Acción de
Gracias de dedos de pollo y papas fritas.

A Mamá y Papá no les importa, ellos parecen felices de ser cuatro de


nuevo. Una vez todos estamos sentados, Papá dice: —Quiero dar un
brindis antes de decirte las grandes noticias.

Todos alzamos nuestros vasos (Tripp tiene un Shirley Temple, y yo una


Coca Cola dietética.)

—Por pasar por un tiempo realmente difícil —dijo Papá—. Y recordar


que la familia es más fuerte que cualquier recesión.

La familia choca los vasos, y Tripp se las arregla para derramar la


mayoría de su bebida en el mantel blanco.

Típico pero encantador en una forma de lindo hermano menor. Pero


honestamente estoy impresionada de que llegamos a Acción de Gracias.
Cien y algunos días sin Barneys, Starbucks, mi papá, y todos los otros
elementos de mi antigua vida, y de algún modo sobreviví.

—La gran noticias es —dice Papá—, estoy abriendo la oficina de Nueva


York para mi compañía. Mientras la compañía no es a prueba de
recesiones, esto sigue siendo un gran trabajo que paga bien. Corrinne,
arreglé con el director y puedes iniciar Kent en enero. Y Tripp volverá a
Mann.

—¿Qué? —digo, mirado a Mamá para confirmar que esto está


sucediendo.

—Tu padre, tan recursivo como siempre, de algún modo cayó en esta
oportunidad. Desde luego no estamos donde estábamos antes, pero
francamente nadie lo está. Todos son una gran parte de hacer que estoy
suceda al estar dispuestos a ir a Texas por un rato —dice mi mamá.

—¿Por un rato? —digo, todavía confundida por estas noticias. Supongo


que figuré que volvería a Nueva York eventualmente, pero ahora que
está sucediendo me siento extraña, como si estuviera insegura de en
cual lugar preferiría estar.

220
Gwendolyn Heasley

Papá sube sus pulgares. —Adelante —dice—. Mándale un mensaje a


Waverly. Está completamente bien. Puedes romper tus buenos modales
por esto.

—¿Pero que hay sobre el Abuelo y la Abuela? —Tripp dice, aplastando


una de sus papas fritas en el plato.

—Todavía no les he dicho —Mamá dice—. Visitaremos mucho más, sin


embargo. Debería haberlos llevados a Broken Spoke hace mucho antes
de que esto sucediera. Pero por supuesto, la Abuela y el Abuelo se
quedarán en Tejas; esa es su casa.

¿Su casa? Aunque nunca he acostumbrado a ropa de talla Barbie, la


Abuela y el Abuelo se sintieron como mi casa también, al menos
recientemente.

Mi papá le hace ojitos a mi mamá

—¿No están emocionados por esto chicos? —Papá dice—. ¿No es esto lo
que todos queríamos? —ahuecando su oído con una mano, él
rápidamente termina su champaña.

—Por supuesto —digo—. Es solamente repentino —Mirando mi relleno y


la salsa de arándano, comienzo a sentirme un poco mareada.

Mi papá mira dentro de su copa de champaña vacía. —No lo entiendo


J.J —dice mi padre—. ¿No me extrañaron, Srta. Nueva York? Corrinne
hizo sonar a Tejas como si fuera una penitenciaria. Deberías haber visto
algunos de los mensajes que me envió. Algunas veces incluso adjuntaba
fotos de parrilladas bizarras en aparcamientos.

—Tailgates, papá —Tripp dice.

Mi mamá y yo miramos a Tripp. —Por supuesto que están emocionados,


Cole. Sólo que han tenido muchos cambios recientemente.

Terminada la cena, mi papá y mamá dicen los detalles sobre conseguir


un nuevo (más pequeño) apartamento y cómo somos capaces de volver
a nuestras escuelas. Y cómo el nuevo lugar en Nantucket podría incluso
ser vendido, lo cual liberaría un montón de dinero. Ninguno de nosotros
se pone de pie para ir al buffet para repetir, y Tripp y yo nos quedamos
bastante mudos por el resto de nuestra cena.

221
Gwendolyn Heasley

Cuando vuelvo a encender mi móvil, tengo cuatro mensajes de Kitsy

Kitsy: estoy agradecida por ti

Kitsy: ¡Regresa! Me estoy poniendo nerviosa por el GRAN partido.

Kitsy: ¿Cómo está Nueva York? Te busqué en el desfile de Macy.

Kitsy: ¡¡¡LLAMAME!!!

Oh, Kistsy, pienso. ¿Cómo voy a decirle a Kitsy que voy a ir a Kent? Va
a estar completamente deprimida. Para ser honesta, estoy deprimida al
azar también. Ni siquiera he llamado a Waverly para contarle las
noticias. Sin decirnos mucho, Tripp y yo vamos a la cama temprano. Ni
siquiera ordenamos ninguna película de la televisión del hotel.

Al día siguiente mi mamá me pregunta si quiero ir de compras. Ahora


que medio tenemos dinero de nuevo, mi mamá evidentemente está
comenzando a soltar la cartera. Mientras es cómo totalmente ir a casa
cuando piso Barneys, tengo shock de etiquetas, casi desmayándome
cuando veo todos los precios. Dividiendo todo por 7.50 $ para saber
cuántas horas me tomaría ganarlo y hace que no quiera comprar nada,
incluso con los precios de Black Friday.

Después de mirar un poco más, mi mamá notó que no me gustaban las


multitudes o las rebajas.

—¿Quieres caminar por el parque? —mi mama dijo. Esto es algo que no
hemos hecho juntas en mucho tiempo.

—Okay —digo, feliz de dejar el caos de la rebaja de zapatos.

En el parque, una suave nieve comienza a caer.

—Me olvidé sobre las estaciones —digo.

222
Gwendolyn Heasley

—Lo sé —Mi mamá dice—. Parece como si el invierno nunca fuera a


llegar. Y aquí está.

—Y en Tejas —digo—, está probablemente setenta y cinco grados y


soleado —digo sacando mi iPhone—, tengo que tomar una foto para
Kitsy. Ella nunca ha visto nieve, enloquecerá. Le llevaría un poco si no
se derritiera.

Mi mama extiende su guante para agarrar un copo de nieve. —Kitsy se


está convirtiendo una amiga buena —dice.

—Sí —digo—. Ella es en verdad amable, lo cual es mucho más de lo que


puedo decir sobre la mayoría de mis amigos.

Waverly tiene sus ventajas, pero nadie nunca la marcaría en la casilla


de amable cuando la describe.

—Kitsy debe estar muy emocionada por el gran partido —Mi mamá dice,
examinando su copo de nieve.

—¿Emocionada? —pregunto—. Se parece más tener un infarto. Creo


que la única persona más emocionada es el Abuelo. Me pregunto sobre
conseguir el autógrafo de Bubby. Pensar sobre el partido me hace sentir
triste por perdérmelo.

—Corrinne —mi mama dice y deja de caminar—. ¿Quieres ir?

Mi paso muere. —¿Ir a dónde? —pregunto, incluso sabiendo que ella


quiere decir Tejas.

Viendo la nieve derretirse mientas golpea el pavimento, tengo


adrenalina. —Ya sabes, mamá, ahora que dejaremos Tejas, veré a Papá
todo el tiempo. Quiero ir. ¿Puedo? Es cómo, mañana.

Mi mamá aplaude con sus guantes. —Está arreglado, entonces —dice, y


buscar en su cartera su móvil—. Consigamos tu vuelo a Houston para
esta noche. Si quieres hacerlo, tendrás que vencer la nieve real. Se
supone que tendremos tres centímetros mañana.

Por primera vez desde que escuché las grandes noticias de papá, sonrío.
Arrancándome mis guantes, furiosamente le envío mensajes a Kitsy y
Bubby.

223
Gwendolyn Heasley

Corrine: Amuleto de buena suerte dirigiéndose a Houston. Los veo en el


partido.

Mi mamá me mira y pregunta: —¿Te importaría si voy contigo? Quiero


ver a Broken Spoke haciendo historia.

—El Abuelo amaría eso —digo—. Pero prométeme que podemos ir por
chocolate caliente después de esta caminata. ¡¡Nueva York está helado!!

224
Gwendolyn Heasley

Capítulo 17
El mejor día de nuestras vidas

Traducido por dark&rose

Corregido por Pimienta

D
esde los partidos en Houston, tenemos un hotel justo en
el estadio. La abuela y el abuelo bajan y consiguen una
habitación también. Nadie quiere correr el riesgo de
perderse el partido.

Mi madre les cuenta a mis abuelos nuestras noticias durante el


desayuno continental.

—No me sorprende —dice la abuela—. Tu marido siempre ha sido


inventivo. Y tu familia debería estar junta. Corrinne, debes ser feliz con
Kent.

El abuelo se seca los ojos un poco. Como siempre, él está un poco más
emocionado.

—Tú promete que nos visitarás más a menudo.

—Por supuesto —digo—. Y ustedes tienen que venir a verme a Kent.


Debo admitir, sin embargo, que las competiciones ecuestres no son tan
divertidas como el rodeo. Y el abuelo, tal vez incluso puede llevar a Billie
Jean a la Segunda Cross Country. Ella es mía, ¿verdad?

—Por supuesto —dice el abuelo—. Una promesa es una promesa.

225
Gwendolyn Heasley

Me imagino a mí misma conduciendo sobre las verdes colinas de Kent


en la camioneta tan pronto como tenga la edad suficiente para obtener
mi licencia; todo el mundo, al menos, sabrá con certeza quién soy: la
híbrida Manhattaniana—Texas que conduce un coche con marchas.
Eso es caliente. O al menos eso dice mi abuelo.

—Corrinne —dice mi mamá, y dejé a un lado mi ensueño—. Hablaremos


de esto después de que consigas realmente la licencia.

—¿Se lo has dicho a Kitsy? —pregunta mi abuela, su voz llena de


preocupación—. Ella es la que estará realmente devastada. Kitsy se crió
aquí, así como tú lo hiciste, Corrinne, especialmente después de que yo
te convenciera de comer hidratos de carbono.

—Estoy esperando hasta después del partido para mencionarlo —digo—


. Y yo sólo se lo diré a Kitsy si Broken Spoke gana.

—Definitivamente vamos a ganar —dice el abuelo—. Tu amigo Bubby es


gran parte de eso, porque él realmente llevo a este equipo a otro nivel. Y
él es sólo un estudiante de segundo curso. Broken Spoke finalmente
tendrá unos buenos cuantos años.

—Papá —dice mi mamá, y sacude la cabeza—, ¿cuántas veces Corrinne


ha tenido que decirte que Bubby no es su amigo?

—En realidad —digo, extendiendo crema de queso en mi bagel—, Bubby


está bien si eres de las que te gustan el típico “chico bueno estrella del
equipo de fútbol”.

—¿Y lo eres? —dice la abuela con sus cejas arqueadas.

—Depende de si ganan —digo.

El estadio de Houston es enorme y está a reventar. Nunca he estado en


un Súper Bowl, pero dudo que sean más emocionantes que esto.

226
Gwendolyn Heasley

Mi mamá insiste en que compremos perritos calientes en el estadio a


pesar de que el partido empieza a las 11 a.m.

—Tienes que comer perritos calientes en un partido de fútbol —dice—.


Es la tradición.

Antes de comenzar el juego, me dirijo hacia donde Kitsy y las chicas


están animando.

—Buena suerte —grito desde las gradas.

—Gracias, Corrinne —grita Kitsy—. Esta noche en el campo… ¡nada de


excusas!

—Por supuesto —digo, y asiento con entusiasmo en caso de que ella no


pueda oírme.

Y durante las próximos tres horas de mi vida, siento cada latido del
corazón, no sólo el mío, sino el de mamá, el del abuelo, y el de la
abuela.

En la mitad del juego, Broken Spoke pierde por siete.

—Vale, vale, nada de preocupaciones todavía —dice el abuelo,


apretando las manos de la abuela—. Esto es lo que pasó cuando yo
gané. ¿Te acuerdas, cariño?

Después del tercer cuarto, el partido está empatado. Bubby tiene


todavía que marcar mientras el Bluebonnets protegiendo sólo a él. Y
luego, como si se tratara de una película de deportes, Bubby se las
arregla para salir y anotar un touchdown con cuarenta y dos segundos
restantes. En la zona de anotación, se marca su propia interpretación
de la danza del Mockingbirdette `s. Todos nosotros estamos riendo tan
fuerte que estamos llorando, y llorando tanto que nos estamos riendo.

Entonces conseguimos el punto extra. Y echo mis brazos alrededor de


mi abuelo.

—¡No puedo creerlo! —dice el abuelo, abrazándome con fuerza—. Mi


nieta de ciudad se ha convertido en Texana después de todo.

Y durante los próximos treinta y nueve segundos, nadie respira, come


sus cacahuetes, o mira hacia otro lado del campo. Con los Bluebonnets

227
Gwendolyn Heasley

incapaces de conseguir un primer down, Broken Spoke gana el


Campeonato Estatal, la primera desde el que el abuelo estuvo en el
último año de la escuela secundaria.

Todos los estudiantes de Broken Spoke se precipitaron hacia el campo.


Parece como una nube gris. Quedándome atrás con mis abuelos y mi
mamá, caemos en nuestros asientos, por primera vez desde que
llegamos allí.

—¡Qué partido! —dice mi mamá mientras se quita uno de sus tacones y


se frota los pies.

—¡Qué victoria! —digo, y enlazo los brazos con mi abuela y mi mamá.

—¡Qué cincuenta y dos años! —agrega el abuelo—. Nunca hubiera


pensado que llegaría a ver a los Broken Spoke ganando el Estatal de
nuevo con tres generaciones de mujeres de Houston. No sé cómo llegué
a ser tan afortunados. A alguien de arriba le tengo que gustar.

Nos apiñamos juntos por un tiempo y observamos la emoción en el


campo antes de regresar a Broken Spoke en Billie Jean el Segundo.

Hands lleva su camioneta hasta el campo, justo cuando el sol naranja


se pone en el cielo de noviembre. Kitsy, en forma verdadera, se
encuentra todavía en su uniforme Mockingbirdette. Hands, Kitsy, y yo
nos bajamos del coche, y miramos a nuestro alrededor en busca de
Bubby. Para ser una Verdadera Tabitha, yo estuve un poco
decepcionada cuando Hands me dijo que a Bubby tenía a alguien que lo
llevara. Y no sólo porque fuera nombrado el Jugador Más Valioso del
partido, aunque los títulos son totalmente sexys.

—Cuéntame todo acerca de Nueva York —dice Kitsye cuando nos


acercamos a uno de la docena de barriles.

228
Gwendolyn Heasley

—Oh —digo—, fue muy divertido. Pero escucha, Kitsy… ¿podemos


hablar?

—Claro —dice Kitsy—. ¿Pasa algo? ¿Es Waverly? —Coge dos vasos de
cerveza para nosotras.

—No, ella está bien. Todavía es Waverly —digo, caminando hacia el


bosque donde Kitsy me enseñó a hacer pis a estilo vaquera—. En
realidad es sobre mí.

Nos sentamos con las piernas cruzadas en el césped. Todavía llevo la


camiseta del Instituto Broken Spoke, jeans, y las botas de mi mamá,
algo que nunca habría usado hace tres meses. Y estoy sentada con una
chica que se ha convertido en mi mejor amiga, algo que yo nunca
hubiera creído hace tres meses.

—Bueno, ¿qué pasa? —dice Kitsy—. Esto no es una noche para


sentarse y hablar, esta es una noche de fiesta. Quiero decir, hola,
acabamos de ganar el Estatal. En fútbol. En Texas.

Antes de que Kitsy pueda ponerse a cantar y bailar, la interrumpo con


la noticia.

—Me voy de Broken Spoke una vez finalizado el semestre —confieso—.


Las cosas cambiaron con el trabajo de mi padre, y puedo ir a Kent,
después de todo. Mamá, Tripp, y yo… todos nos vamos.

—Oh —dice Kitsy, y bebe su cerveza—. Supongo que el día iba


demasiado bien. No sé lo qué decir. ¿Felicidades? —escupe sus palabras
antes de que queden atrapadas en la garganta.

Después de un momento, Kitsy encuentra su voz una vez más.

—Me alegro por ti, porque sé lo mucho que amas Nueva York. —
Jugando con las hebras de sus pompones, ella baja la mirada hacia la
hierba.

—Kitsy —digo, luchando contra mis propias lágrimas—, eres la mejor.


Tú eres responsable de hacer que Broken Spoke sea bueno para mí. No,
lo hiciste realmente muy bueno, porque me hiciste darme cuenta de que
la compañía que mantienes es la parte más importante de la vida. Y sí,
sé que mi abuela tiene una taza de té que dice eso, pero es verdad.
Estuviste allí durante toda la estúpida noche del viernes después de los

229
Gwendolyn Heasley

conciertos de luces y el huracán Waverly. Me enseñaste a ser una


recesionista. Incluso me puse mi vestido de rebajas para una fiesta en
Nueva York y conseguí toneladas de elogios.

—Ese es el asunto —dice Kitsy, y se limpia las lágrimas—. Yo no soy


una recesionista. Sé cuál es la palabra correcta ahora. Pero esa soy yo.
Vivo así todo el tiempo. Esta ha sido mi vida, esta es mi vida, y esta
siempre será mi vida.

¡Santa Holly Golightly Corrinne! Incluso cuando lo estás intentando de


verdad, no puede evitar cagarla y terminar haciendo daño a tu mejor
amiga.

—Oh, Kitsy —digo—. Me gusta estar aquí. Es una buena vida con
buena gente como tú y mis abuelos y Hands.

Kitsy se bebe de un trago su cerveza.

—Sólo es interesante para ti, Corrinne —dice ella—, ya que has visto
otras cosas. Yo nunca iré a otro lugar ni siquiera comeré en otro lugar
excepto en Sonic o el Chin. Y ahora te vas, así no ganaré ni siquiera el
oír hablar de los otros lugares que hay. Cable se convertirá en mi única
salida al mundo otra vez.

—Sin embargo, suceden grandes cosas aquí —digo, y me pongo de pie—


. Broken Spoke Estado acaba de ganar el Estatal, eso es como, el sueño
de todos los tejanos de ciudad. De todas formas, no tienes que quedarte
aquí para el resto de tu vida.

Kitsy se impulsa ella misma hacia arriba de la hierba.

—Creo que estaré aquí —dice ella—. Eso es lo que ocurre cuando uno
es de Broken Spoke. Me casaré con Hands, seré medio feliz, y esperaré
otros cincuenta y dos años para ganar otro campeonato del estado, para
poder sentirme realmente feliz de nuevo. Seré, como, una abuela para
ese entonces. Mientras tanto, tú serás fabulosa y exitosa en Nueva
York. Y un día contactarás conmigo en Facebook y será como: “Oh, sí,
Kitsy Kidd” Y entonces me quitarás de entre tus amigos porque cuál es
la razón de ser amiga de una chica que conoció durante cuatro meses
una vez.

Kitsy comienza a caminar de regreso al barril.

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Gwendolyn Heasley

¿Dónde desapareció mi ra-ra, y siempre preparada amiga animadora, y


quién es esta chica? Nunca me di cuenta de la magnitud del miedo de
Kitsy por quedarse atrapada aquí, pero por otra parte nunca pregunté.

—Vaya, Kitsy —digo, persiguiéndola—. Puedes ir a la universidad


también. Tal vez incluso a Nueva York. Podríamos ser compañeras de
cuarto. Y entonces me podrías ayudar con el maquillaje todas las
noches. Y te ayudaré con… bueno, no sé con lo que te ayudaré, pero
pensaré en algo.

Trato de agarrar la mano de Kitsy, pero ella la retira. Durante el otoño


pasado, nunca he visto triste a Kitsy, ni siquiera llorar. Y mira en el día
del campeonato estatal. Me siento como un monstruo.

—¿En serio? —dice Kitsy, y deja de alejarse.

—Sí, en serio —digo, y lo digo en serio también. Yo sé cómo de


inesperadamente la vida cambia—. Vayamos a divertirnos. Todavía
tenemos todo diciembre y las vacaciones. Y me puedes visitar en tus
vacaciones de primavera. Conseguiré un trabajo en la escuela y
ahorraré para el billete. Luego podemos ir a la ciudad y al MoMA14, a
pesar de que odio los museos. Todavía seremos amigas, Kitsy. Si algo
soy, soy leal. Conociste a Waverly, ¿verdad? ¿Si yo permanecí fiel a ella,
por qué no lo haría por ti?

—Oh, esa Waverly —dice Kitsy—. Gracias, Corrinne. Tengo una


confesión: originalmente me gustabas sólo porque eras de Nueva York,
pero ahora me gustas de verdad.

—Me imaginé eso —digo, y limpio la hierba de mis jeans—. Cuando


llegué aquí, no estaba exactamente presentándome con cualidades
agradables. Entonces, ¿dónde está la superestrella Bubby? Tengo un
fuerte abrazo de enhorabuena para él. —Y le hice un guiño a Kitsy.

—De ninguna manera —dice ella—. De ninguna jodida manera. ¿Ahora


que te vas, te gusta Bubby? —pregunta ella—. Eso es absurdo. ¿Por qué
no te enamoraste de él, como hace dos meses? Me habría salvado de
tener que oír cantar a Rider, o lo que sea que hace con ese micro, unas
cuantas veces.

14
MoMA: Museo de Arte Moderno de Nueva York

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Kitsy siguió ladrando, pero veo a Bubby, rodeado por la mitad de las
féminas de Broken Spoke, en el barril.

—Espera un momento, Kitsy —digo, y pongo abajo mi vaso—. Por


cierto, siempre seremos amigas. Este es el capítulo uno.

Mientras voy caminando hacia Bubby, un coche familiar entra en el


terreno de juego: el coche de Rider. Nos hemos evitado lo suficiente el
uno al otro desde el rodeo a excepción de dos intentos más de su parte
para obtener el número de Phil Porticelli.

Rider se asoma por la ventana:

—Hola, Levi `s —dice en voz alta.

¿Qué debería hacer? ¿Ignorarle y seguir caminando hacia Bubby, el


chico que vendió camisetas para mí en el rodeo? ¿O dirigirme a la
persona que trató de intercambiar saliva con mi amiga?

Lo que realmente hago: ir directa hacia su coche.

—Hola, Rider —digo, quedándome a una distancia segura del vehículo—


. Gran partido, ¿eh?

Rider suspira profundamente antes de salir de su coche.

—Gracias a Dios que estas aquí, Corrinne. Vine porque, que más hay
que hacer en Broken Spoke, pero esta escena es totalmente patética —
dice Rider, mirando a su alrededor con un gruñido—. ¿Cómo están
todos bien con el hecho de que hoy va a ser el mejor día de toda su vida
y que sólo están en la escuela secundaria? Es una pequeña ciudad
deprimente.

Y no puedo culpar a Rider por pensar de esa manera porque yo pensaba


así no hace mucho tiempo.

—Sé lo que quieres decir —concedo, encontrándome con sus ojos—.


Pero esa es la cuestión: ¿Y qué pasa si este es el mejor día de sus vidas?
O incluso de nuestras vidas. Es mágico pertenecer realmente a alguna
parte y llegar a celebrar sus éxitos. Por sentirse parte de eso vale la
pena todas las cosas que llevaron a esto, incluso la parte en que mis
tarjetas de crédito terminaron congeladas.

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Rider se movió más cerca.

—Pensé que eras diferente, Corrinne. Durante un tiempo me sentí


seguro de que nos encontrábamos en otro nivel, uno que no fuera sobre
Sonic y el campo y el Spoke. Pensé que era sobre la música y la
conexión. Supongo que estaba equivocado. Ve a divertirte con los otros
Spokers. Veo que Bubby te está mirando ahora —dice Rider, señalando
hacia Bubby y los barriles.

—Será divertido —digo, alejándome de Rider y su coche—. Y Rider, no


creo que vayas a trabajar con el Sr. Porticelli. Ya ves, estoy bastante
segura de que sólo trabaja con músicos que realmente tienen
posibilidades de éxito comercial. No estoy bastante segura de en qué
mercado estás. Hay bastantes músicos emo por ahí. Tal vez si fueras un
poco más del estilo de chico sexy de la ciudad. Y hablando de chicos
sexys, me tengo que ir —terminé, y me giré para terminar mi caminata
hacia Bubby.

Bueno, bueno, no tengo por completo dominado el concepto filtrado,


pero Rider es un irrigador vaginal, él totalmente me utilizó.

Tal vez si leyera más, habría visto todo ese cliché de “rockero que
corteja chicas con letras de canciones y flores porque quiere usarla por
sus contactos”. Pero lo de estar en medio de un cliché es que cuando te
pasa, la experiencia se siente tan única que no puedes imaginar que
nadie más haya sentido nada igual. Nunca.

Caminando hacia Bubby, me pregunto si realmente me gusta o si no es


más que otro cliché: chico que desea a chica porque a la chica no le
gusta. Chica decide que le gusta el chico, así que al chico ya no le gusta
la chica. ¿Qué pasa si todo es un juego de Bubby, justo como ocurrió
con Rider?

Pero no se puede vivir la vida en los márgenes, por lo que me siento


junto a Bubby, y saco un llavero de la línea del horizonte de Manhattan
de mi bolso. Lo compré en la tienda turística del aeropuerto “I love
Nueva York”.

Balanceando la cadena frente a los ojos Bubby, digo:

—Aquí está un recuerdo de Manhattan de parte de tu amuleto de la


buena suerte, Manhattan —Cuando él me la quita, agrego—: Y me

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debes una muy grande por salir de Nueva York pronto para venir al
partido.

Bubby admira el llavero antes de metérselo en el bolsillo.

—Gracias, Corrinne. ¿Cómo exactamente puedo recompensarte?

—Puede responder a una pregunta: ¿Por qué te gusto? ¿Es porque estás
acostumbrado a conseguir lo que quieres?

—No, Corrinne —dice Bubby—. Esa eres tú. ¿Y quién dice que me
gustas?

—Yo te gusto —digo—. Lo sé. Pero ahora quiero saber por qué. —Y yo
en silencio añado, para asegurarme de que no me estás usando porque
el amigo de mi padre tiene entradas de primera fila para los Giants.

—Si le gustarás a alguien, Corrinne, creo que sería debido a que


sorprendes a la gente. Tú resultaste no ser lo que pensé que eras, y eso
me gusta.

—¿Así que te gusto? —digo, y caminó hacia él—. ¿Qué tal un beso?

Bubby una mirada estilo “¿En serio?”, pero luego se acerca.

Toma mi mano izquierda en la suya, la alza hacia sus labios y la besa


suavemente. Me siento más como una princesa de lo que nunca me he
sentido, incluidos los seis Halloweens consecutivos que me vestí como
una. Finalmente: un verdadero caballero.

En frente de casi la totalidad de los Broken Spoke, beso a Bubby. Como


siempre dice Waverly, las demostraciones públicas de afecto se deben
dejar para los grandes momentos, aquellos que cambian tu vida, como
tu boda. Me imagino que este tiene que contar como uno.

Todos, incluyendo Kitsy con sus pompones, aplaude.

—Entonces, Manhattan —dice Bubby—, ¿es así como termina la


historia? Chica se vuelve inteligente y, finalmente, escoge al chico
correcto ¿verdad?

—Bubby —digo—, no tengo idea de cómo esta historia termina, y eso


está bien.

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Fin

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Sobre la Autora
Gwendolyn Heasley

Gwendolyn Heasley está graduada en


el Davidson College and the University
of Missouri-Columbia, donde obtuvo
su maestría en el periodismo. Cuando
era una niña, quería
desesperadamente ser la próxima Ann
M. Martin (la autora de la serie The
Baby-Sitter’s Club). Ella está
increíblemente agradecida de que la
recesión la dejara sin empleo y la
hiciera perseguir su sueño casi
olvidado. Vive en Nueva York, enseña
en la universidad y come demasiados
macarrones con queso para ser un
adulto. También trabaja actualmente
en una segunda novela sobre Harper Collins.

Sitio Web de la autora:


http://www.gwendolynheasley.com/

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Gwendolyn Heasley

I♥
Purple Rose
www.purplerose1.activoforo.com

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