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EL DISCURSO

El vocablo discurso proviene del latín “discursus”, y segú n ciertas fuentes se compone
lexicalmente por el prefijo “di” que alude a “divergencia” o “separació n mú ltiple” má s la
palabra del latín “cursus” que quiere decir “carrera”. Un discurso es un conjunto de
palabra que se utilizan con el fin de lograr transmitir, de forma generalmente pú blica, oral
y cronometrada, un mensaje, donde se manifiesta aquel asunto sobre el cual el emisor
piensa y tiene como objeto informar, entretener o convencer. En otras palabras es aquel
anuncio, recado o comunicado que se expresa a un determinado pú blico con la finalidad de
transmitir alguna informació n en particular y con ésta convencer a los oyentes.

El discurso es la expresió n formal de un acto comunicativo, que se presenta bajo


manifestaciones diversas (discurso oral, escrito, por ejemplo). Desde el punto de vista
formal, el discurso suele constar de una serie de oraciones, pero desde el punto de vista
del significadotiene una naturaleza dinámica; por ello, no es posible describirlo en
términos de reglas (como el caso de la oració n), sino de regularidades. El discurso no es un
producto, sino un proceso cuyo aspecto má s destacado es su finalidad comunicativa (ver
Texto).

IMPORTANCIA
Cuando hablamos de un discurso, nos referimos a una exposició n oral a partir de un texto
escrito este texto lo que hace recoger una serie de ideas y de datos sobre algo que vamos a
decir frente a un pú blico. Dentro de los discursos podemos encontrar todo tipo de
temá tica, desde la literaria, la social, la técnica, la política, econó mica, etc. pero lo que
realmente importa es la manera de exponer ese discurso y de transmitirlo a los demá s.

La importancia del discurso radica en la manera en que se transmite a un pú blico. La


mejor manera de hacerlo es siguiendo una serie de pautas que nos va a ayudar a que se
discurso llegue mucho mejor, sea entendible irreconocible y, lo má s importante, lo que le
transmitir aquello que quiere que el auditorio reciba.

Para ello debemos partir de una serie de elementos que son esenciales para que discurso
tenga defecto que queremos. Por un lado tenemos que tener muy claro que má s allá de la
media hora, má ximo 45 minutos, la atenció n del auditorio, del pú blico, decae, por lo que
debe extenderse hasta el má ximo de lo indicado. Por otro lado debemos de dividir el
discurso en tres partes concretas: lo primero una breve introducció n del tema que vamos
a tratar, una segunda parte en la que desarrollemos de una manera sencilla y que sea fá cil
de entender por el auditorio el tema a tratar y, finalmente un colofó n de su discurso que
introduzca o bien preguntas del auditorio o que termine cerrando un poco el tema del que
estamos tratando.

Tenemos que evitar cualquier tipo de dispersió n del discurso, de intentar improvisarse no
tenemos esa facilidad, o de dispersarnos en hacer una especie de micro discursos que, de
alguna manera hagan perder el hilo conductor del mismo y, por extensió n, hagan que la
atenció n decaiga antes de lo que nosotros hemos pensado.

La importancia de un buen discurso es el conseguir que el auditorio, una vez finalizada


nuestra exposició n tenga la sensació n de que se le ha quedado corto. Siempre es mejor
dejar esa sensació n a querer hacer un discurso demasiado largo y que, al final, la sensació n
que quiere es que se ha hecho pesado.
Otro de los elementos fundamentales en el discurso es que todo lo que digamos tiene que
ser fá cilmente entendible por los que lo llevan. Si no conseguimos que la gente entienda lo
que decimos, será imposible conseguir su atenció n y que quieran participar de lo que
queremos transmitir.

Las frases hechas, muy utilizadas en los discursos, son elemento que, realmente no
interesan. La gente, hoy día, gracias a las redes sociales, Internet, medios de prensa
escritos y la radio, está n muy al día de la situació n política, social y econó mica, cultural,
etc. del país, por lo que intentar hacer un discurso demasiado simplista o popular puede
ser algo que consiga el efecto contrario de lo que se pretende. Por eso es importante ser
sinceros con uno mismo y transmitir lo que queremos decir de una manera directa,
siempre y entendible.

La importancia del discurso está en la capacidad que uno tiene en enviar un mensaje a
través de la palabra, partiendo de un texto escrito.

CARACTERISTICAS
A continuació n vamos a ver brevemente algunas de las características que ha de cumplir el
discurso para que resulte claro para el lector:

 Totalidad: hay que tener en cuenta que cada palabra, cada frase, cada pá rrafo de
un texto va a estar en funció n del resto y, así como no podemos hacer gran cosa con
un solo ladrillo si no lo juntamos con otros para construir una casa, un pá rrafo
dentro de un escrito (por muy afortunado que sea) só lo nos dirá algo en funció n de
los demá s. Esto quiere decir que quien escribe, a la hora de incluir o desechar una
palabra o una expresió n ha de tener en cuenta las anteriores, pues no se pueden
entender de forma aislada, sino que es precisamente la red de conexiones entre ellas
la que aportará el significado al texto.

 Comprensibilidad: otra de las características que marca al discurso es que va


dirigido a un lector, por lo que forma parte de un acto de comunicació n. Y eso debe
reflejarse en la forma del texto. El que redacta desea plasmar por escrito aquello en
lo que quiere hacerse entender. El discurso ha de ser, por su misma esencia,
comprensible. Tener en la mente que aquello que estamos escribiendo tiene un
destinatario (sea del tipo que sea) siempre ayudará a poner los ladrillos del
discurso. Y tener al otro lado de nuestras líneas a alguien con capacidad de aná lisis y
comprensió n (limitadas, eso sí: ningú n lector es adivino) pondrá frenos a nuestro
discurso, pero también le ofrecerá mú ltiples posibilidades.

 Lenguaje escrito: no es lo mismo contarle algo a alguien en una cafetería que


escribir. Otra de las características de las que no se escapará el discurso es su
calidad de lenguaje escrito. Hay que saber utilizar, sin embargo, las estrategias que
só lo la escritura ofrece, y que llevará n a que un texto pueda resultar má s claro y
convincente aú n que si se tratara el tema en charla espontá nea.

 Continuidad: la ú ltima característica del discurso que me interesa señ alar aquí es
su forma continua. Así como un cuadro lo podemos abarcar en un solo golpe de
vista, y el pintor tiene eso en cuenta a la hora de utilizar los recursos pictó ricos, un
texto exige un avance. En un escrito, sin embargo, el avance es desde la primera
línea hasta la ú ltima. Por tanto, el escritor ha de tener en cuenta, a la hora de
construir su discurso, que el lector só lo tendrá la concepció n final de totalidad
cuando haya terminado de leer el texto, y que hasta ese momento ha de ser guiado y
motivado a lo largo de los pá rrafos, de forma que en cualquier momento tenga una
idea má s o menos clara de lo que ha leído hasta ese instante y a la vez esté
interesado en continuar.
MODO DE DESARROLLO
Partes Del Discurso:
El discurso, segú n el ámbito en que toque disertarlo o el grupo al que esta dirigido,
obedece a diferentes esquemas o partes -como se verá en los capítulos siguientes-, pero,
para efectos de un discurso de corte genérico podemos decir que consta de tres partes
bien definidas, cada una de ellas con sus propias características y ligadas intrínsecamente
la una con la otra para lograr el cometido esperado.

1. INTRODUCCIÓN:
Es el inicio del discurso, sirve para motivar la atenció n del pú blico hacía las palabras
del orador y para dar a conocer, brevemente, en que consistirá el tema a tratarse y
los objetivos que se esperan alcanzar. Pueden utilizarse hasta cinco formas
diferentes de introducció n, cada una de ellas segú n el pú blico y la ocasió n en que
toque pronunciarlas:

 Fraseológico:
Puede iniciarse mencionando una frase célebre, un poema, las letras de una
canció n o un pasaje bíblico que tenga relació n con el tema a tratarse. Por
ejemplo, para un discurso sobre "El éxito" se puede iniciar diciendo: Señ ores,
como decía el Dr. Cristian Barnard, "El éxito comienza con la voluntad del
hombre... piensa que puedes y podrá s,… todo esta en el estado mental del
hombre".

 Anecdótico:
El pú blico es un grupo de personas que siempre muestran curiosidad por
conocer algo peculiar sobre el expositor o sobre el tema que se esta
presentando. Contar una anécdota de nuestra vida o sobre otra persona suele
cautivar la atenció n de los oyentes. Por ejemplo: “Amigos, quiero contarles lo
que me ocurrió la noche en que, en vez de besar a mi esposa bese a su
hermana gemela, ese día yo estaba…”

 Humorístico:
También es vá lido contar un chiste u ocurrencia graciosa que tenga relació n
con el tema. No siempre los discursos tienen que ser serios o aburridos, la
jocosidad le pone la chispa de vida a la exposició n y evita que el pú blico se
canse o se aburra. Ejemplo: "¿Mamá, las pasas vuelan?" No hijito, ¿porque?
"¡Ah... entonces me comí una mosca!"

 Interrogativo:
Esta introducció n consiste en hacer preguntas al pú blico sobre el tema a
abordarse, pero nunca esperar una respuesta pues las preguntas son só lo de
tipo referencial. El hacer preguntas sirve para demostrar al pú blico que
nosotros sabemos algo que ellos no saben y que estamos ahí para instruirlos.
Ejemplo: ¿Sabían ustedes que don José de San Martín era “drogadicto”?
¿Sabían ustedes que Ramó n Castilla nunca liberó a ningú n negro?

 Teatralizado:
Es una forma efectiva de llamar la atenció n del pú blico y comunicarle el tema
que vamos a exponer. Se hace uso de la mímica, expresividad corporal y
mucho ingenio. Por ejemplo, salir al frente y soltar un vaso de vidrio al suelo;
éste se hará añ icos pero nos dará pie para hablar, por ejemplo, de la Ley de la
gravedad, sobre la destrucció n del mundo o sobre cualquier otro tema
relacionado.

2. DESARROLLO:
Es la parte medular del discurso, en ella el orador desarrolla su idea central de
forma clara y detallada. En el desarrollo se explican los argumentos en los que se
basa nuestra teoría o hipó tesis, también sirve para refutar las ideas, ejemplificar una
demostració n y adoptar una posició n académica especifica. Algunas
recomendaciones dignas de tenerse en cuenta en el desarrollo del discurso son las
siguientes:
 Documentarse ampliamente sobre el tema a exponerse.
 Cerciorarse de la veracidad de los datos a exponerse, no sea que nos
retruquen y nos hagan pasar un mal momento.
 Elaborar un pequeñ o esquema de las ideas a presentarse.
 Citar ejemplos, anécdotas, cifras y/o casos reales relacionados con el tema
para hacerlo má s didáctico.
 Y sobre todo, hacer un discurso ameno y no muy extenso.
Desarrollo De Un Discurso:
MARTIN LUTHER KING. Líder del movimiento en favor de los derechos civiles de las
minorías. En 1963 encabezó una marcha pacífica y pronunció su discurso má s
famoso: "Tengo un sueñ o". Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005.

Otras recomendaciones que nos brindan los especialistas son las siguientes:
 Considerando el carácter inconstante de la atenció n, un discurso largo puede
resultar fastidioso, no debe durar má s de 45 minutos.
 Si el esquema del discurso es complicado y los pasos a seguirse no son claros,
puede perturbar la atenció n de los oyentes.
 La exposició n de la parte central de nuestro discurso debe poseer un atractivo
interés para los oyentes.
 El auditorio debe mantenerse atento; concentrado en nuestra charla, esto se
logra por medio de preguntas adecuadas, dinámicas grupales y dejá ndolo
participar.

3. CONCLUSIÓN:
La conclusió n es la parte final del discurso, en ella el orador hace un breve resumen
de lo tratado, mencionando los puntos má s importantes de la exposició n o
realizando recomendaciones que se desprenden del tema central. La conclusió n es
un elemento estratégico pues lo que se dice queda sonando en los oídos del pú blico
y tiene mayor probabilidad de quedar en la memoria. Para efectos de conclusió n y/o
despedida, recomendamos las siguientes 05 formulas:

Fraseológico:
Se puede culminar mencionando una frase célebre o algunas palabras impactantes o
motivadoras. Por ejemplo: “Y ya para terminar permítanme decirles que, ‘el éxito
esta compuesto de 1 % de inspiració n y de 99 % de transpiració n’, Muchas gracias."

Con vivas o hurras:


Esta es una forma de conclusió n que tiene por objeto dejar motivados a los oyentes a
través de su participació n activa y “cantada”. Por ejemplo: _ "Y ya para terminar,
queridos amigos: ¡Viva la oratoria!” _ ¡Viva! -contesta el pú blico. _ “¡Viva el éxito!”
_¡Viva! –vuelven a contestar los oyentes.
Por respuesta del público:

En esta modalidad el orador hace una serie de preguntas al auditorio para que le
contesten a través de un “Si” o un “No”. Las preguntas deben ser siempre de corte
positivo. Por ejemplo: _ Señ ores, ¡¿somos los mejores?! _ ¡Si! -responde el pú blico.
¡¿Somos triunfadores?! _ ¡Si! -vuelve a contestar el auditorio.

Por agradecimiento:
El orador culmina su exposició n agradeciendo a los organizadores, auspiciadores,
pú blico presente y algunas veces a los oradores que lo antecedieron. Ejemplo: _ "Y
para culminar quiero expresar mi agradecimiento a la Cá mara de Comercio por
haber permitido mi presencia esta noche... Hasta pronto"

Mixto:
Es una forma que combina indistintamente los diferentes tipos de conclusiones
existentes. Pueden mezclarse una forma fraseoló gica con una de agradecimiento.
Ejemplo: “Para despedirme quiero expresar mi agradecimiento a la Universidad
Nacional de Trujillo por haberme permitido estar con ustedes y sobre todo
reiterarles aquellas palabras cristianas que dicen: ¡Sed firmes hasta el fin y recibiréis
la corona de gloria…Hasta siempre.”

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