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Cristina Bleorţu
University of Zurich
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2
ÍNDICE:
Nota Editorial…………………………………………………………………………5
El Cervantes 2010 para Ana María Matute. El premio literario más allá de sus
alrededores (Dana Diaconu)…………………………………………………………..7
3
TALLER DE TRADUCCIÓN:
4
NOTA EDITORIAL
A todos, gracias.
El equipo de redacción:
Antonia Escandell Tur y Georgiana Mu at
5
6
Dana DIACONU
Profesora de literatura española
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” de Ia i
Alrededor de un premio literario, sobre todo cuando tiene el calibre del Cervantes, suele
revolotear un enjambre de abigarrados comentarios, cuyo zumbido va cambiando de
intensidad y registro, entre la precursora efervescencia de pronósticos y presunciones
hasta las ulteriores aclaraciones legitimadoras. La inicial mirada comparativa y
contrastiva que sopesa méritos de varios candidatos deja lugar finalmente a la
focalización en el (la) galardonado(a). Llegado el momento, la necesaria información y
el imprescindible juicio valórico pendulan entre la exaltación y la objetividad, entre la
retórica inevitablemente convencional y la fórmula crítica sagaz que concentra el toque
diferenciador. Ahora bien, como se ha venido constatando frecuentemente el entusiasmo
del exceso no quita el riesgo de ser indeseablemente perjudicial, como no lo sería la
justa medida, con su aparente sequedad. Para concretar, “vengamos a lo d’ayer” como
nos proponía la inolvidable voz del poeta.
Este año 2010 la entrega del Premio Cervantes a la escritora Ana María Matute
(1925, Barcelona) fue anunciada, conforme al reglamento, ya desde finales del año
pasado. En las inmediatas declaraciones referentes a los criterios de su decisión, los
miembros del tribunal acudían a términos generales (la “vocación literaria” de la
galardonada a lo largo de una “vida entregada a la literatura”, los “méritos y calidad
evidentes”) cuya vaguedad intentaban superar luego destacando la contribución en el
dominio del género del cuento contemporáneo y a la manera de combinar el realismo
con una dimensión fantástica. La información que sobre la recién galardonada
suministró la prensa, siempre fiel a sus criterios, se centraba en dos aspectos: la
condición femenina y la lista impresionante de premios literarios ya recibidos.
7
insistencias sobre la condición femenina y los premios podrían incitar varias otras
interpretaciones y reflexiones. Las referencias que se hicieron, desde una perspectiva
más o menos nítidamente feminista, destacaban por una parte una evidente y anacrónica
marginación de la mujer, concretamente de la escritora con difícil y tardío acceso a
reconocimientos oficiales, títulos y recompensas. Por otra parte, relevaban que
“finalmente”, después de ser una “eterna candidata”, consiguió el “premio que le
faltaba” (se entendería, teniendo ya tantos); aun más, se esbozó la expectativa para el
Nobel, al que la escritora está propuesta desde 1976.
Por supuesto no existe ninguna relación entre calidad literaria y consagración crítica o
éxito de público. La calidad literaria es algo tan raro y difícil de encontrar que nos hemos
8
acostumbrado a buscarla allí donde la crítica y el mercado niegan los textos o los silencian.
(Crítica y ficción, Barcelona, Anagrama, 1982, p.56).
1
Algunos títulos: Los Abel, 1948; la trilogía Los Mercaderes: Primera memoria 1959 - PremioNadal, Los
soldados lloran de noche, 1963; Fiesta al Noroeste, 1953; Pequeño teatro, 1954 - Premio Planeta; Los
hijos muertos, 1958 - Premio Nacional de Literatura, 1959 y Premio de la Crítica, 1958; La trampa,
1969; La torre vigía, 1971; Aranmanoth, 2000; Paraíso inhabitado, 2008; Olvidado rey Gudú, 2009.
Hay traducción rumana de Primera memoria, cu titlul Primele amintiri, Bucure ti: Editura Meridiane,
1968.
2
Recogidos, parcialmente, en las antologías Todos mis cuentos 2000 i La puerta de la luna. Cuentos
Completos, 2010.
9
las dos generaciones, de posguerra o de medio siglo. Así, para algunos críticos, ella
ocuparía una posición intermediaria, “epigonal” respecto a aquélla y “antepuesta” a la
última.
10
social y el ámbito familial son espacios sofocantes, hostiles, dominados por un principio
de autoridad que es a su vez generador de injusticia, violencia, indiferencia.
11
y forma un contraste dramático con el registro naturalista o grotesco de los pasajes
realistas.
3
Ver la entrevista incluida en GAZARIAN-GAUTIER, Marie-Lise Gazarian-Gautier. Ana María Matute,
La voz del silencio, Madrid: Espasa-Calpe, 1997, p.129.
4
Ibid, p.115.
12
correspondientes uno a lo real imaginario, con un referente ficcional en la tradición del
cuento de hadas y los arquetipos del imaginario universal (al que se debe la dimensión
mágico-legendaria y la intemporalidad) y otro a lo real objetivo, con referente histórico
en el modo de vida y la mentalidad de la Europa central del siglo X (una historicidad
vagamente concreta que abriga proyecciones ampliadas hacia lo actual y lo universal).
Es muy diferente de lo que se acostumbra a escribir hoy en España. No creo que haya
otro que se le parezca. Siempre lo he considerado como mi testamento literario [...] forma más
que ninguno otro, parte de mí. [...] Es como un compendio de las vivencias y de las lecturas. [...]
Gudú es mi manera de recuperar los recuerdos. Es un poco el resumen de lo que me ha llevado a
ser como soy.5
5
Ibid. , pp.128-129.
13
hombre de refugiarse en la fantasía o en el amor, “este gran misterio de la vida”, la
única oportunidad dada al hombre para conocer “un poco de la escasísima felicidad que
ofrece este mundo.” 6
6
Olvidado rey Gudú, Madrid: Espasa Calpe, 1996, p.754.
7
Incluido en Los Ensayos, Barcelona: Ediciones Península, 2005.
8
Ibid., p.61.
9
Ibid., p. 63.
10
Ibid., p.64.
11
Ibid., p.64.
12
Ibid., p.69.
14
excesivo a las formas heredadas de la tradición literaria española”13 y del insuficiente
valor para emprender “una destrucción que sea a la vez creación” de lenguaje nuevo.
En este sentido, Juan Goytisolo mencionaba el ejemplo de los novelistas americanos
que se interesaban en la renovación del lenguaje14 y lograban afirmar una “originalidad
radical y profunda” en gran parte de sus obras publicadas en los años sesenta.
13
Ibid., p. 70.
14
Cf..: ”en lugar de decorar la superficie, calan en el interior” del lenguaje, ”no disocian fondo y forma”
y así ”reproducen con fidelidad mayor la realidad de nuestra época” (p.70).
15
BIBLIOGRAFÍA:
16
Ángel HUGUET
Catedrático de Psicología de la Educación, Universidad de Lleida, (Cataluña, España)
Silvia-Maria CHIREAC
Profesora Lectora, Universidad “Alexandru Ioan Cuza”, Ia i
(*)
El trabajo forma parte del marco conceptual de una investigación más amplia que fue financiada por el
Ministerio de Ciencia e Innovación - Subdirección General de Proyectos de Investigación, a través del
proyecto de investigación nº EDU2009-08669EDUC
17
Figura 1: Ciudadanos extranjeros en países de la Unión Europea (en miles)
10000
9000
,9
8000
85
71
7000
,0
51
6000
56
5000
,8
,3
20
3 8 ,5
91
37
40
37
4000
3000
2000
4
4
1,
9,
4,
8 61
97
92
7
7,
1
31 1
32 ,5
41 2
7,
4,
3,
0
1000
63
8,
4
18 4
7
5 43
0,
1 20
4,
50
44
4,
6,
40
2,
4,
,5
,9
,4
,6
,8
,1
,5
21
21
18
14
40
35
70
23
52
0
España
Francia
Malta
Portugal
Estonia
Irlanda
Grecia
Italia
Eslovaquia
Dinamarca
Letonia
Hungría
Austria
Polonia
Eslovenia
Chipre
Bélgica
Bulgaria
Lituania
Luxemburgo
Rumania
Finlandia
Suecia
Alemania
Reino Unido
Países Bajos
República Checa
18
Comunidades bilingües se han visto notablemente afectadas por el impacto del
fenómeno, de manera especial las ubicadas en el área mediterránea y el eje del río Ebro.
De este modo, como puede apreciarse en la Figura 2, más del 50% de los extranjeros
vive actualmente en territorios donde, además del castellano o español, existe otra
lengua con estatus de cooficialidad (Huguet, 2004).
ES PAÑA 5.708.940
Los territorios de origen de estos escolares son diversos, pero debemos acentuar
el hecho de que un porcentaje muy elevado (casi un 50%) procede de países
latinoamericanos y además su lengua familiar (L1) coincide con la lengua oficial del
19
conjunto del Estado español, una circunstancia singular respecto a otros países
europeos, Canadá o EEUU (véase Figura 3).
América Central
3,9%
Europa
28,5% Asia y Oceanía
5,6%
Por otro lado, respecto al resto de los recién llegados a España, debemos
considerar que se incorporan a las aulas con un conocimiento lingüístico previo escaso o
nulo de la lengua de instrucción (L2). Y si esto es cierto en territorios, como es el caso
de Madrid o La Rioja, donde la única lengua oficial goza de un amplio reconocimiento
internacional, todavía lo es más en sociedades como las de Cataluña o el País Vasco,
donde gran parte de la enseñanza se vehicula a través de lenguas minoritarias de
impacto muy limitado fuera de sus fronteras.
Los dos casos citados, Cataluña y País Vasco, resultan de especial interés ya que
ambas Comunidades optaron a partir de los años 80 por sistemas educativos
organizados bajo los presupuestos de la educación bilingüe, en los que los programas de
inmersión lingüística (programas de cambio de lengua hogar-escuela) adquirieron
especial relevancia. Dichos programas se han revelado claves en el proceso de
recuperación de sus respectivas lenguas (catalán y euskera), consiguiendo al mismo
tiempo mantener buenos niveles de conocimiento de lengua castellana en los escolares,
20
y sin perjuicio del desarrollo de otras habilidades curriculares consideradas básicas
(Huguet, 2004). Todo ello es relevante en tanto que tras las exitosas experiencias vasca
y catalana, en las que los programas bilingües de inmersión lingüística dirigidos a niños
y niñas de lengua familiar castellana fueron fundamentales, se halla la propuesta de
implementación de este tipo de programas a la escolarización de la infancia extranjera
que, de manera más o menos explícita, se ha venido realizando desde determinados
sectores educativos.
Pero tal propuesta encierra la confusión de considerar que todos los programas
de cambio de lengua hogar-escuela que escolarizan al alumnado en una L2 coinciden en
su diseño y condiciones didácticas, sin profundizar en algunas de las características
fundamentales que deben reunir los programas de inmersión: valoración y prestigio
social de la L1, desconocimiento de la L2 por parte de los escolares, profesorado
bilingüe con buen conocimiento tanto de la L2 como de la lengua del alumnado (L1),
etc.
21
propuestas didácticas más relevantes, cuál era el mejor momento para introducir la
lengua extranjera, etc.).
Ante ello, hoy la inmigración se nos presenta como un reto y una oportunidad para
reflexionar sobre las relaciones “lengua-escuela” (Serra, 2010). Frente a esta nueva
situación, desde determinados sectores, se tiende a creer que los problemas lingüísticos
solo afectan a los escolares de incorporación tardía o que los niños latinoamericanos, al
tener en su mayoría el castellano como lengua propia, se pueden equiparar a los
castellanohablantes autóctonos de Cataluña o del País Vasco. Consecuentemente, los
programas de inmersión lingüística se han visto como una salida. Pero esta suposición
entraña graves problemas:
22
escolarizados en parvulario, en primaria, de incorporación tardía o recién
llegados.
En tal sentido, creemos que vale la pena apelar a las experiencias catalana y vasca
en los más de veinte años de programas de inmersión lingüística primando una
perspectiva comunicativa de la adquisición de la L2, lengua que con posterioridad habrá
de vehicular la mayor parte de los contenidos académicos (Huguet y Madariaga, 2005).
El desconocimiento previo de dicha lengua por parte del alumnado obliga a centrar los
esfuerzos iniciales en la comprensión y, consecuentemente, al uso de un lenguaje
altamente contextualizado, de manera que los escolares puedan captar su sentido e
incorporarse a situaciones comunicativas en las que cada uno utiliza los recursos
lingüísticos que posee.
23
mediante una lengua diferente a la del escolar no únicamente permite lograr los
objetivos de la educación sino que también posibilita el dominio de la L2.
Pero, además, esa concepción instrumental de la enseñanza de la lengua presupone la
asunción de otros tres principios fundamentales. En primer lugar, tratar adecuadamente
las diversas lenguas presentes en el currículum de manera que se permita y propicie la
transferencia de habilidades lingüísticas entre ellas (Huguet, 2009), y sin olvidar que
desde una concepción constructivista del aprendizaje, los nuevos conocimientos se
asientan sobre los anteriores, y los aprendices construimos nuestra L2 sobre lo que
sabemos en la L1. Así, tendemos a establecer equivalencias entre lo que sabemos del
verbo y la nueva lengua, el pronombre, sustantivo, etc (Chireac, Serrat y Huguet, en
prensa). En segundo lugar, tener presente no solo que estas lenguas pueden ser
vehiculares de contenidos en las diferentes áreas curriculares, sino que, lo que aún es
más importante, el proceso de enseñanza y de aprendizaje de los diversos
procedimientos lingüísticos (lengua oral, lectura, escritura, etc.) no debe recaer de forma
exclusiva en las actividades específicas del área de lengua, debiéndose prever tareas
relacionadas en el resto de áreas (Vila, 1993). Es decir, la responsabilidad del desarrollo
lingüístico del alumnado no puede ser asignada a unos pocos especialistas, lo cual pone
de relieve la necesidad de que exista un grado de consenso importante al respecto y un
esfuerzo suplementario de coordinación entre todos los miembros del equipo docente.
Por último, en tercer lugar, tomar conciencia de que cuando hablamos de transferencia,
además de las lenguas que tienen presencia curricular, debemos considerar la L1 de los
escolares cuando ésta no se encuentra entre ellas (Oller y Vila, 2011). En este sentido,
es conocida la importancia que tienen las actitudes y la motivación en relación al
aprendizaje de una nueva lengua (Baker, 1992), y difícilmente se favorecerán actitudes
positivas hacia las lenguas de la escuela si no se parte del reconocimiento, respeto y
valoración de todas y cada una de las lenguas que aportan los escolares, con
independencia de que se trate de lenguas oficiales o no (Huguet y Janés, 2005).
24
BIBLIOGRAFÍA:
25
http://www.educacion.es/mecd/jsp/plantilla.jsp?id=313andarea=estadisticas
(Consulta: Enero de 2011), 2010a.
Ministerio de Educación, PISA 2009. Programa para la evaluación internacional de
alumnos de la OCDE. Informe español. Madrid: Instituto de Evaluación de la
Secretaría de Estado de Educación y Formación Profesional, 2010b.
OLLER, Judith y VILA, Ignasi, Interdependencia entre conocimiento de catalán y
castellano y efectos de la lengua familiar en la adquisición de las lenguas escolares,
Cultura y Educación, 23(1), pp. 3-22, 2011.
RIBÉ, Ramón, Tramas creativas y aprendizaje de lenguas: prototipos de tareas de tercera
generación, Barcelona, Universidad de Barcelona, 1997.
SERRA, Josep Maria, Escola, llengua i immigració a Catalunya. Algunes reflexions.
Llengua, Societat i Comunicació, 8, pp. 27-34,
http://www.ub.edu/cusc/revista/lsc/hemeroteca/numero8/lsc_actual.htm (Consulta:
Marzo de 2011), 2010.
VERTOVEC, Steve, Super-diversity and its implications. Ethnic and Racial Studies, 30(6),
pp. 1024-1054, 2007.
VILA, Ignasi, Psicología y enseñanza de la lengua. Infancia y Aprendizaje, 62/63, pp. 219-
229, 1993.
26
Geo CONSTANTINESCU
Lector doctor
Universidad de Craiova
Juan Larrea, uno de los más destacados creadores en el campo del creacionismo y
superrealismo español, después del estallido de la guerra civil no pudo continuar su
refinada creación poética, que reflejaba un mundo depurado de la prosa de la
contingencia y de todo subjetivismo. El poeta abandonó su lira para dedicarse, con gran
competencia, sólo a las actividades científicas, en un intento de enfocar lógicamente las
realidades complejas de su país.
27
El poeta procedía de la gran familia de los estoicos de la Tierra Ibérica,
empezando con el viejo Séneca, el poeta que había dirigido hacia la luz el Imperio
Romano, y al cual Nerón, el emperador que un día se volvió loco, le había pedido la
vida (aunque fuese antiguo alumno suyo), y él se la había ofrecido sin pestañear, como
algo que no le pertenecía a sí mismo sino a la Humanidad, como valor moral. León
Felipe se podría a disposición de la República, de la democracia y de la lucha por la
libertad, por la vida, como su gran antecesor latino, casi dos milenios antes.
28
En este volumen, la poesía misma está condenada al imperio de las sombras:
“…digo que la poesía está en la sombra del mundo, donde el hombre ciego se revuelve/
y grita…”
29
BIBLIOGRAFÍA:
León Felipe, Ganarás la luz, Ed. De José Paulino, Madrid, Cátedra, 1990.
PAULINO AYUSO, José, La obra literaria de León Felipe, Madrid, Universidad
Complutense, 1980.
RUIS, Luis, León Felipe, poeta de barro, México, Colección Málaga, 1968.
VILLACICENCIO, Laura, Estructura, ritmo e imaginería en Ganarás la luz de León
Felipe, Cuadernos americanos, vol. 183, 4 (1972).
30
Dolores BARBAZÁN CAPÉANS
Lectora de español
Universidad “Ovidius” Constan a
Deseo que mis libros ayuden a los lectores a abrir su mirada, despierten sus sentimientos y sus
emociones, les inciten a ejercer la libertad de pensamiento, y les ayuden a pensar que no están locos1.
A través de un lenguaje claro, cuidado y preciso, Fernando Alonso nos presenta una
serie de ocho cuentos independientes que hacen referencia a temas diversos, como la
ilusión por descubrir cosas nuevas en El barco en la botella, el paso del tiempo en El
viejo reloj, o la tristeza y la felicidad en La pajarita de papel. Alonso es uno de los
grandes autores de literatura infantil española y con este libro recibe el premio Lazarillo
en 1977. En las siguientes páginas reflexionaremos sobre los personajes y las historias,
la relación del autor con el libro, las características recurrentes de sus obras y la edad
ideal de los lectores a quienes van destinadas.
En cada cuento contamos con personajes diferentes que viven su propia historia. Así, en
El hombrecito vestido de gris, Alonso nos presenta a un hombre triste, representado con
el color gris, y que en realidad quisiera ser cantante. La historia presenta dos finales: en
uno de ellos el hombrecito no cumple el deseo de ser cantante y sigue con su vida en la
misma oficina; y en el otro final el hombrecito deja de ser gris, empieza a utilizar
colores y consigue otro trabajo en una orquesta. En El barco de plomo se nos cuenta la
vida de un barco de plomo que consigue ser feliz y útil cuando se rompe y lo meten una
pecera. En Los árboles de piedra se nos cuenta la historia de un pueblo de piedra que no
tenía árboles, hasta que finalmente se encuentran los adecuados para ese pueblo. El
viejo reloj cuenta la historia de un niño que quiere arreglar el reloj de su abuelo y
persiste en su empeño hasta que finalmente lo logra. El barco en la botella nos descubre
el punto de vista de un barco que vive dentro de una botella y piensa que no hay más
mundos que el que puede ver él. Finalmente se da cuenta de que hay más realidades
1
Fernando Alonso en: http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/fernandoalonso/ (consulta: 01/04/2011)
31
fuera de esa botella y decide descubrirlas. El conocimiento le aportará una libertad de la
que antes no disfrutaba. El guardián de la torre cuenta una historia relacionada con un
hombre y una torre que había sido construida por todo un pueblo. El hombre tiene un
comportamiento que hace que la gente del pueblo decida olvidarse de la torre, lo que
provoca finalmente que la torre se convierta en un edificio de una planta adecuado para
todos. El espantapájaros y el bailarín cuenta la historia de un oprimido (un
espantapájaros) y su opresor (el amo del espantapájaros). El oprimido finalmente
consigue liberarse encontrando su propia libertad. En el último cuento del libro, La
pajarita de papel, Alonso nos cuenta cómo una pajarita triste y sola acaba siendo feliz
cuando se rodea de más pajaritas.
La mayor parte de sus obras parten de una temática real con conflictos
cotidianos, como el aburrimiento y la tristeza que dominan la vida del hombre vestido
de gris. Sin embargo, su obra se encuadra dentro de lo que se conoce como “realismo
mágico”, ya que incorpora a la realidad el elemento fantástico. Es común en sus obras la
32
presencia de personificaciones; tal como ocurre en los personajes del espantapájaros, los
números del reloj, el barco de plomo o las pajaritas de papel.
En todas sus obras se puede apreciar el uso de un humor fino y ácido que el
autor utiliza para la denuncia social. Sin embargo, esta denuncia es sutil, ya que no
pretende hacer una crítica directamente moralizante. Pensemos por ejemplo en el
hombre, “jefe” de la torre, que encontramos en el cuento El guardián de la torre; o en la
represión que siente el espantapájaros, dominado por un amo que no le deja bailar. La
creación de un lector que reflexione es uno de los objetivos principales de este autor.
Para ello, deja finales abiertos, que invitan a la imaginación. En el caso del hombrecito
vestido de gris, es el lector quien puede escoger el final que más le gusta.
El uso de los colores es también un recurso muy utilizado por el autor. En este
libro es evidente el mencionado recurso en el primer cuento, donde el hombrecito
vestido de gris está triste, pero su interior está lleno de colores, como cuando canta.
33
Edad de los lectores
34
BIBLIOGRAFÍA:
35
Octavio PINEDA DOMÍNGUEZ
Lector de Español
Universidad “Babe -Bolyai” Cluj-Napoca
Manuel Padorno
El antologador reúne en esta edición las temáticas, las estructuras y los textos
fundamentales con los que tener un conocimiento amplio del autor teniendo en cuenta
las reconocidas ausencias de cualquier compilación. Un panorama que descubre una
poesía casi desconocida para el público español, pero valorada en las Islas Canarias,
donde Padorno fue galardonado con el Premio Canarias de Literatura de 1990. Un
recorrido minucioso, enriquecido con notas explicativas que desnudan las claves del
mundo literario “padorniano”; el mundo de un artista multifacético –casi diríamos un
36
nómada del arte, en clara alusión al “método del nómada” destacado en la introducción:
una vida de viajes y una intensa actividad artística como poeta, pintor, e incluso como
supuesto jazzista, siempre desde su original autodidactismo.
Su poesía nos adentra en un mundo propio que reinventa todo aquello que toca e
imagina, vertebrándolo a través de un signo fundamental, que será el motivo absoluto de
su obra: la poética del desvío. Una idea que fue elaborando una y otra vez, matizando
sus rasgos y aplicándola en todas sus posibilidades. Un desvío que multiplica la sintaxis,
los versos, los temas y las imágenes. Decía el propio Padorno: De la multiplicidad del
mundo exterior: estamos descubriendo “afuera”. Un desbarajuste de nuestros lazos
sensoriales con la realidad, donde se quiebra la voz poética y se fractura la frase,
creando imágenes y metáforas desconcertantes.
Pero un desvío que también se asoma al artificio métrico, a las estrofas que el
autor elige a lo largo de sus poemarios: largas hileras de versos endecasílabos,
madrigales, sextinas, sonetos, etc; todo un entramado articulado en torno a su voz, su yo
lírico, siempre restaurador de formas tradicionales.
37
con el espacio: ya sea reflexionando sobre él -como hiciera en su día Alonso Quesada-,
o reinventándolo desde la realidad fragmentada que sustentaron Agustín Espinosa o
Pedro García Cabrera; pero que también visualizaron los padres de las letras canarias:
Bartolomé Cairasco de Figueroa, Antonio de Viana, o el ilustrado José de Viera y
Clavijo.
Una poesía que es también “la otra poesía”. Un espacio que es geográficamente
“el otro espacio”.
38
Antonia ESCANDELL TUR
Lectora de español
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” Ia i
Hablar de Fernando Pessoa, del hombre y del escritor, es emprender una aventura de la
que difícilmente se puede salir indemne. Menos aún, satisfecho. Sin embargo, no pocos
críticos y biógrafos se han dejado seducir por lo que se ha dado en llamar “el enigma
Pessoa”. Fernando Pessoa, el hombre, nació un verano de 1888 en Lisboa. Allí
transcurrió también su vida adulta, hasta su muerte en 1935. En los escasos 47 años que
van de una fecha a otra, este hombre enjuto, de apariencia anodina y que se ganaba la
vida modestamente como traductor, creó la obra poética más colosal que haya dejado el
siglo XX en lengua portuguesa. Las publicaciones que tratan de reconstruir la vida del
escritor y su proceso creador abundan, pese a lo arduo de la empresa. De entre ellas, nos
ha parecido especialmente acertada la biografía titulada Extraño extranjero, una
biografía de Fernando Pessoa (2000), firmada por Robert Bréchon. Un breve
acercamiento a esta magna obra de Bréchon nos va a servir para familiarizarnos, aunque
sea vagamente, con el también llamado “caso Pessoa” y tratar, aun a sabiendas de que
nos encontramos ante un ejercicio casi detectivesco difícilmente trasladable al papel, de
desentrañar el enigma de los heterónimos y el caso concreto de Alberto Caeiro,
heterónimo y maestro, a la vez, de Pessoa.
39
lingüístico con que Bréchon ha titulado su biografía de Fernando Pessoa ilustra a la
perfección la identidad compleja del sujeto que califica.
Robert Bréchon explica, en las páginas iniciales de esta biografía, el origen del
título; “Pessoa no era ni un vagabundo ni un burgués cualquiera. Los griegos definían a
este tipo de hombres como “extraños extranjeros”. Eso, por ejemplo, se decía de San
Pablo”1. Se refiere entonces a la idea de un discurrir vital insignificante y seguramente
extraño e incomprensible para los demás, aunque conscientemente elegido y aceptado
por el poeta. Pero aún así, todo extranjero, para ser calificado como tal, necesita una
patria, un hogar. Para Pessoa su patria fue su infancia, como señala Bréchon recordando
a Saint-Exupéry: “soy de mi infancia como se es de un país”2. Ya tenemos aquí dos de
los motivos fundamentales sobre los que Bréchon construye este largo y detalladísimo
recorrido por la vida de Pessoa. El tercero se encuentra implícito en los anteriores y
contribuye a aunarlos: la idea de un destino ineludible, derivada por una parte del
sentimiento de extrañeza intrínseca en este ser que vivió siempre como ausente de sí
mismo y fomentada, por otra, en una infancia conscientemente asumida como patria,
Arcadia, paraíso primero, perdido e irrecuperable. Ambas circunstancias debieron ser
fundamentales para que en el inmenso poder simbolizador de la imaginación del poeta
la idea de destino alcanzara una importancia primordial.
1
BRÉCHON, Robert: Extraño Extranjero, una biografía de Fernando Pessoa, traducción de Blas
Matamoro, Alianza Editorial, Madrid, 2000, p. 13.
2
Op. Cit., p. 33.
40
Escribí más de treinta poemas seguidos, en una especie de éxtasis cuya naturaleza no
consigo definir (…).Comencé por el título, “El guardador de rebaños”. Lo que ocurrió luego es
que apareció dentro de mí alguien a quien di enseguida el nombre de Alberto Caeiro. Disculpen
lo absurdo de la expresión: quien apareció en mí fue mi maestro3.
Tras Alberto Caeiro vendrán el Pessoa ortónimo (así llamado por ser la
personalidad original, creadora de los demás), muy diferente del primer Pessoa
“paulista”, Ricardo Reis, Álvaro de Campos… hasta un total de 72 heterónimos se han
llegado a contar, aunque los más importantes son los tres mencionados, a los que
deberíamos añadir a Bernado Soares, autor del Livro do desassossego. Estos cuatro con
fecha y lugar de nacimiento, un estilo literario propio, su propia biografía y su propia
evolución. Lo que distingue a los heterónimos del fenómeno más frecuente de los
pseudónimos es el hecho de que en el primer caso se trata de identidades completas que,
aunque inventadas, se vuelven verdaderas gracias a la escritura original de cada una de
ellas. Así, Álvaro de Campos, ingeniero de educación anglosajona, desarrolla en sus
primeros poemas un estilo de influencias simbolistas, aunque más adelante se decante
por las corrientes vanguardistas; Ricardo Reis, por su parte, nacido en Portugal pero
establecido en Brasil, será un clasicista puro, amante de la prosodia limpia y del
equilibrio en el verso; Alberto Caeiro, nacido en Lisboa, campesino sin estudios y
maestro de todos los demás, será el llamado poeta filósofo, con una obra de marcado
carácter vitalista… la lista sería interminable. Todos los heterónimos de signo e
influencias diferentes, a veces contrarias hasta el punto de que algunos de ellos llegaron
a escribir críticas sobre obras firmadas por otros heterónimos, en un diálogo de
múltiples voces que se ha dado en llamar “drama em gente”. Las anécdotas que se
refieren al asombroso caso de los heterónimos son múltiples. Quizás una de las más
célebres es la que contaba José Regio, escritor y amigo de Pessoa: una tarde, en que
había quedado en encontrarse con Pessoa, éste apareció con varias horas de retraso,
diciendo ser Álvaro de Campos y disculpando a Pessoa por no haber podido acudir a la
cita.
3
Op. Cit., p. 211.
41
distanciada, tan ausente de sí. El recorrido biográfico de Bréchon termina con un
estudio de la repercusión que tuvo la obra del poeta una vez muerto hasta hoy. El título
que inaugura este último capítulo (El mito de Pessoa) no podría ser más acertado, si
entendemos por mito el ser en el que cuajan aspectos de una época que toman la
imagen de ese ser. La imagen póstuma de Pessoa, la que ha llegado a nuestros días, es
ya la del mito.
Não sei quantas almas tenho Por isso, alheio, vou lendo
Cada momento mudei Como páginas, meu ser
Continuamente me estranho O que sogue não prevendo,
Nunca me vi nem acabei O que passou a esquecer
De tanto ser, só tenho alma. Noto à margem do que li
Quem tem alma não tem calma O que julguei que senti
Quem vê, é só o que vê Releio e digo: “Fui eu?”
Quem sente não é quem é. Deus sabe, porque o escreveu.
4
No sé cuántas almas tengo/ de cambiar a cada momento/ continuamente extrañado/ nunca me he visto,
nunca acabado/ de tanto ser, sólo tengo alma./ Quien tiene alma no tiene calma/ quien ve es sólo aquello
que ve/ quien siente no es quien cree.// Atento a lo que soy y veo/ tórnome yo en ello/ cada sueño mío, o
deseo/ es sólo de lo que nace/ soy mi propio paisaje;/ asisto a mi pasaje,/ diverso, inmóvil y solo,/ no sé
sentirme allí donde estoy// Por eso, ajeno, voy leyendo/ como páginas, mi ser/ lo que sigue sin prever,/
olvidando lo que pasó/ al margen de lo leído escribía/ lo que creía, lo que sentía/ releo y digo: “¿Fui yo?”/
Sólo Dios sabe, porque lo escribió. (Traducción de la Autora)
42
Alberto Caeiro, poeta pagano –y atendamos aquí al sentido etimológico del
término, paganus, pagus, relativo al campo, de fuera de la ciudad-, hombre sencillo,
rural, es evocado por quienes reconocieron en él a su maestro en diversas ocasiones;
Álvaro de Campos, poeta de las sensaciones, nos ofrece del maestro una profusa
descripción física y rememora el primer encuentro entre ambos embargado por la
emoción. Del retrato evocado por el discípulo se desprende un rasgo esencial; que la
existencia de Alberto Caerio podría afirmarse únicamente en tanto que vio y en lo que
vio. He aquí lo que el discípulo descubre en el maestro de genial y que después
desarrollará en su propia obra. Ricardo Reis, por su parte, vislumbró en Caeiro al pagano
que más tarde él mismo llegaría a ser; “al revelador de la Realidad que nos restituiría,
con su canto, a la nada luminosa que somos (…) convivientes con él, sin pensar, de la
fatalidad objetiva del Universo”5. El mismo Pessoa ortónimo, tal vez sin pretenderlo,
evoca al maestro cuando se refiere a la creación poética en estos términos: “el principio
fundamental de toda creación: crear un todo objetivo, para lo cual es preciso crear un
todo parecido a todos los que hay en la Naturaleza”6. Poco más y tomamos de nuevo
aquí la palabra a los discípulos , queda por decir de quien redujo su existencia sólo a la
de sus poemas escritos. Poeta contra la razón y contra el sentimiento, Caerio existe en
tanto que escribe, existe sólo en la inmediatez de la sensación, en aquello que se percibe,
ni siquiera en su rememoración consciente.
No sólo le costaba comprender que el símbolo genérico perro abarcara tantos individuos
dispares de diversos tamaños y diversa forma; le molestaba que el perro de las tres y catorce
(visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente). Su
propia cara en el espejo, sus propias manos, lo sorprendían cada vez.7
5
Pessoa, Fernando, Poemes d’Alberto Caeiro, Quaderns Crema, Barcelona, 2002, p. 23 (la traducción al
castellano es mía).
6
Op. Cit., p. 30.
7
Borges, Jorge Luis, Funes el Memorioso, en Obras Completas I, Ed. RBA, 2005, p. 488.
43
“sin embargo, no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar,
abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos”8. El
joven Funes, sin embargo, aunque maravillado por la infinita diversidad de todo aquello
que su percepción le ofrece, no puede escapar al demonio de la clasificación; es aquí
donde difiere del empeño, explícito en el maestro Caeiro, en no pensar. Funes,
empecinado en comprender, inventa sistemas, trata de organizar su memoria mediante
clasificaciones; Caeiro desdeña todo intento de abstracción sobre la realidad que la
naturaleza ofrece, cualquier clasificación se le antoja engañosa. El poema en el que
centramos nuestra atención, sin embargo, suscita la duda; no es que pretendamos que
mediante la precisa elaboración métrica del poema, sus estrofas en octavas, el poeta
haya pretendido una sistematización semántica; sin embargo, entre uno y otro plano, el
formal y el semántico, se abre un abismo lleno de sentido. Como si, ante la visión de un
paraguas y una máquina de coser sobre la mesa de un quirófano, ésta última se revelara
súbitamente en tanto identidad unificadora que otorgara a su vez sentido al encuentro
aparentemente fortuito entre el paraguas y la máquina de coser.
Não sei quantas almas tenho planea sobre el mismo motivo que rige toda la obra
de Caeiro; la voz poética se halla dominada por una conciencia que se descubre múltiple
en todo aquello que la rodea. El alma cambiante se proyecta fuera de sí en todo lo que a
la vista se le ofrece, incapaz de abstraerse a la experiencia de existir. En la segunda
8
Op. Cit., pag. 489.
44
estrofa, sin embargo, la imagen se va concretando: ¿se trata en realidad de una identidad
múltiple, o bien de una voz unívoca que se niega a sí misma diseminándose
deliberadamente en su propia exterioridad? El juego de contraposiciones que domina la
primera parte de la segunda octava invita a pensar lo segundo. El movimiento especular,
de ida y vuelta, que proyecta la mirada cuando topa con su propia imagen, se
materializa en los últimos versos: el poeta, ya desde su exterioridad fragmentada, como
desde los pedazos de un espejo roto, vuelve la mirada hacia su propia univocidad,
aunque dicha mirada, igual que la de Orfeo, signifique la desintegración de aquello
observado –“Não sei sentir-me onde estou”.
45
imágenes en las que sin embargo el tropo lingüístico permite la ambigüedad; nos
encontramos, pues, ante una relación inestable de tensiones entre el orden simbólico del
lenguaje, que deja traslucir su arbitrariedad, y el orden lógico de los signos; la
imposibilidad de la escritura se descubre cierta en el preciso acto de escribir. Ante la
amenaza del absurdo, el poeta atribuye a Dios la patria mítica del sentido. La necesidad
de un ideal de absoluto se revela, al final del poema, en la sumisión. La voluntad del
poeta ha abdicado ya ante la voluntad de un orden superior, y es precisamente la
confesión pública de esa sumisión lo que pone el punto y final al poema.
46
BIBLIOGRAFÍA:
BORGES, Jorge Luis, Funes el Memorioso, en Obras Completas I, Ed. RBA, 2005.
BRÉCHON, Robert, Extraño Extranjero, una biografía de Fernando Pessoa,
traducción de Blas Matamoro, Alianza Editorial, Madrid, 2000.
FOUCAULT, Michel, Las palabras y las cosas, una arqueología de las ciencias
humanas, traducción de Elsa Cecilia Frost, Editorial Siglo XXI, Buenos Aires,
1968.
PESSOA, Fernando, Poemes d’Alberto Caeiro, Quaderns Crema, Barcelona, 2002.
47
Alina I EI
Asistente doctoranda
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” Ia i
[1]
Domingo Faustino Sarmiento Albarracín (1811-1888), escritor, docente, pedagogo, publicista y
político, uno de los creadores de la Argentina moderna. Personalidad política compleja (diputado,
senador, jefe del Departamento de Escuelas y gran reformador del sistema educativo, gobernador de la
provincia natal, primer ministro, ministro del Interior, ministro plenipotenciario en Chile, Perú y Estados
Unidos y el séptimo presidente de la República Argentina), es asimismo el más original y prominente
escritor romántico de América Latina. Forma parte del grupo de jóvenes intelectuales miembros de la así
llamada «Generación de 1837» («Generación de Mayo», «Generación de los románticos» o «Generación
de los proscritos»), cuyos principales exponentes fueron, junto con él, Esteban Echeverría y Juan Bautista
Alberdi. Las ideas políticas promovidas, sobre todo mediante su producción literaria, dejan entrever la
influencia del romanticismo inglés y francés, pues uno de los principios que estos escritores defendieron
fue el distanciamiento de la tradición literaria española. Los escritos de Sarmiento reúnen cincuenta y un
volúmenes, entre ellos biografías, cuentos, apuntes de viaje, trabajos pedagógicos y sociológicos,
artículos políticos, sociales y dramáticos, cartas, etc. Mencionamos algunos títulos de su extensa obra: Mi
defensa (1843), Facundo o Civilización y Barbarie (1845), Viajes por Europa, África y América (1849),
Educación popular (1849), Recuerdos de provincia (1850), Campaña del ejército grande (1852),
Conflictos y armonías de las razas en América (1883), La vida de Dominguito (1886) etc.
48
Este gran ensayo romántico combina con maestría la expresión del sentimiento
personal con el intento de comprensión racional del fenómeno dictatorial. Consecuente
con el espíritu desprovisto de limitaciones de la estética romántica, la obra aúna el
panfleto político, el poema en prosa, la novela, el estudio sociológico y el intento de
síntesis histórica para describir, con fuerza y profundidad artística, la realidad llena de
violentas contradicciones de Argentina; por lo tanto, el ensayo, más allá de su valor
histórico o sociológico, se transforma en un fiel reflejo artístico de la época. Sarmiento
enfoca dos aspectos: uno más genérico, la aparición del caudillismo hispanoamericano,
y otro más específico, que supone denunciar la tiranía de Juan Manuel de Rosas y
demostrar la imperiosa necesidad de unas profundas reformas democráticas. Su tesis
consiste en presentar la realidad como oposición entre civilización y barbarie; como
corolario, la dictadura y el caudillismo acabarán siendo definidas como el triunfo de la
civilización sobre la barbarie. Apoyado en los ejemplos de la realidad histórica de su
país, Sarmiento intenta acreditar que el poder dictatorial de Rosas es ilimitado y que su
liderazgo omnipotente ha superado la ahora obsoleta división entre unitarios y
federales. El autor defiende la idea de que el gobierno de Rosas ha llegado a un grado
de autonomía total con respecto a las tendencias políticas e ideológicas del país y
concluye que el dictador y su régimen son los únicos responsables de la situación
lamentable que padece la nación. Sarmiento crea un monstruo como enemigo tangible
de su cruzada civilizadora y refuerza la idea de que hombres como Facundo, gauchos de
las vastas extensiones de la pampa, son los que, con su apego a las formas tradicionales
de vida, impiden el progreso en Argentina. Para el autor, el progreso está
necesariamente asociado a un esfuerzo consciente y programático de transformar la
composición étnica de la población y, consecuentemente, educarla en el espíritu de los
más elevados principios de la moral social de la época, los principios de Europa y de la
América anglosajona. Pero tal programa sólo sería viable si el estilo de vida retrógrado
de los habitantes de la pampa desapareciera ante el empuje de la educación y la cultura
de raíz europea. La imagen de una Argentina culta, amante del progreso y dispuesta a
aplicar las normas civilizadas de la vida política es una manifestación viva del
liberalismo que Sarmiento comparte con los de su generación. El ensayo contiene
numerosos datos históricos, geográficos, científicos, filosóficos y artísticos que vienen a
probar la tesis central, ya que la intención última del autor es convencer a los
49
potenciales lectores de que el deber primordial de todo ciudadano es contribuir a
derrocar el régimen dictatorial.
[2]
SARMIENTO, Domingo Faustino, Facundo, edición digital, www.elaleph.com, 1999, p. 76.
[3]
Op.cit., p. 84.
50
características específicas. En este caso, el determinismo geográfico es absoluto. De
origen humilde, nacido y criado en el medio de la pampa, Facundo es como un tigre,
violento y sanguinario incluso desde su infancia. Su barbarie es de tipo instintivo; su
comportamiento responde a sentimientos ocultos que no está en capacidad de dominar.
Personificación de la vitalidad, la astucia, el poder y la barbarie, teniendo como única
ley el capricho o sus impulsos subjetivos y gobernando con una atrocidad terrible,
independientemente de la bondad, la justicia o la civilización más elemental, él es
sencillamente un asesino salvaje cuya naturaleza se expresa incluso en su aspecto físico:
Quiroga poseía esas cualidades naturales que hicieron del estudiante de Brienne el
genio de la Francia, y del mameluco oscuro que se batía con los franceses en las Pirámides, el
virrey de Egipto. La sociedad en que nacen da a estos caracteres la manera especial de
manifestarse: sublimes, clásicos, por decirlo así, van al frente de la humanidad civilizada en unas
partes; terribles, sanguinarios y malvados, son, en otras, su mancha, su oprobio5.
[4]
Ibídem, pp. 111-112.
[5]
Ibídem, p. 100.
51
cobran aún más fuerza en la persona de Rosas, a través del cual Facundo se está
perpetuando:
[…] su alma ha pasado a este otro molde, más acabado, más perfecto; y lo que en él era
sólo instinto, iniciación, tendencia, convirtióse en Rosas en sistema, efecto y fin. La naturaleza
campestre, colonial y bárbara, cambióse en esta metamorfosis en arte, en sistema y en política
regular capaz de presentarse a la faz del mundo, como el modo de ser de un pueblo encarnado en
un hombre, que ha aspirado a tomar los aires de un genio que domina los acontecimientos, los
hombres y las cosas6.
[6]
Ibídem, pp. 5-6.
[7]
Ibídem, p. 6.
52
vehemente de la relación existente entre las formas feudales de vida y la propagación de
las sangrientas dictaduras en América Latina en la segunda mitad del siglo XIX.
53
BIBLIOGRAFÍA:
54
Mihaela ERBAN
Asistente doctoranda colaboradora
Universidad “Ovidius” Constan a
Posmodernidad, posmodernismo
y sus influencias en la obra de Antonio Muñoz Molina
1
Jürgen Habermas, El discurso filosófico de la modernidad, en El pensamiento posmetafísico, Madrid,
Ed. TaurushUMANIDADES, 1990, p. 98
2
Jean-François Lyotard, The Postmodern Condition: A Report on Knowledge, Minneapolis, University of
Minnesota Press, 1984, p. 54
3
Huyssen, Andreas, Modernismo después de la posmodernidad, Barcelona, Ed. Gedisa, 2010, pp. 80-94
55
considera que éste es el entorno de la tolerancia, de la aceptación de la diversidad, con
el centro en la comunicación y los medios de comunicación y una apertura general
opuesta a la modernidad cerrada que se relacionaba con una historia unitaria y con las
verdades generales4; Rosa María Rodríguez Magda subraya en fin de las grandes
historias y denomina este periodo transmodernidad5, considerándolo completamente
dominado por la globalización, igual que Baudrillard, Bauman o Zeck; Linda Hutcheon
trata, entre muchos otros aspectos, la transformación de la cultura en culturas a través de
la sociedad de masas del capitalismo tardío, e incide en la relación que hay entre la
literatura posmodernista y los discursos teóricos que la definen, en la contextualización
del acceso a la historia y en lo contradictorio de la relación entre modernismo y
posmodernismo6.
4
G. Vattimo, J. M. Mardones, I. Urdanabia, [et al.], En torno a la posmodernidad. Ed. Anthropos,
Barcelona, 1990, p. 112
5
Rosa María Rodríguez Magda, Transmodernidad, Barcelona, Ed. Anthropos, 2004, p. 68
6
Linda Hutcheon, A Poetics of Postmodernism: History, Theory, Fiction, London, Ed. Routledge, 1988,
p. 123-142
7
Ioan Biri , Istorie i cultur , Cluj-Napoca, Ed. Dacia, 1996, p. 35
56
En la perspectiva del antropólogo inglés Edward Taylor y del lingüista
estadounidense Edward Sapir la cultura es “ese todo complejo que incluye el
conocimiento, la fe, el arte, la moral, la ley, las tradiciones y las demás costumbres
heredadas por el hombre en su calidad de miembro de una sociedad” y también “el
idioma y la comunicación, las representaciones y las ideologías.” 8
8
Achim Mihu, Antropologie cultural , Cluj-Napoca, Ed. Dacia, 2002, p. 89
9
C. R dulescu Motru citat de Dumitru Otovescu, Sociologia culturii române ti, Craiova, Ed. Scrisul românesc,
1992, p. 128
57
representado por el impulso fundamentalmente humano que apunta a la evolución,
prosperidad y modernización características del actual sistema de globalización. 10
10
Apud Thomas L. Friedman, Lexus i M slinul, Ia i, Ed. Polirom, 2008.
11
Raymond Williams în Efectul de bumerang. Eseuri despre cultura popular american a secolului XX,
Adina Ciugureanu, Ia i, Institutul European, 2008, p. 19.
12
traducción de Ulrich Beck, Ce este globalizarea? Erori ale globalismului – r spuns la globalizare,
Bucure ti, Ed. Trei, 2003, p 55
58
La desaparición de la estricta distinción entre la alta cultura y la cultura popular
o de las masas en la ideología posmodernista hizo que las realidades de lo cotidiano se
reflejaran en las creaciones artísticas. Como se observa en el nombre mismo, la relación
con el modernismo es indudable, sea siguiendo la teoría de la continuidad, sea siguiendo
la de oposición a los valores y las formas de manifestación artística anteriores.
Cronológicamente, la posmodernidad es ulterior a la modernidad y comprende el
periodo de las últimas décadas del siglo XX y la primera del siglo XXI, siendo difícil
establecer el momento exacto de su inicio por la multitud de opiniones distintas con
respecto al ocaso del modernismo y el comienzo del posmodernismo, o según otras, la
prolongación de la modernización en algunos casos. Los cambios políticos, económicos
y sociales han marcado profundamente la esfera de las actividades humanas, creando
nuevas formas de manifestación y relaciones del ser humano con el entorno que lo
condiciona. Después de la caída de los regímenes dictatoriales en Europa, La Guerra
Fría, la creación y la trayectoria de la Unión Europea, el desarrollo y la difusión de los
medios de comunicación (periódicos, radio, cine, televisión, publicidad, Internet), el
aumento de los viajes, el conocimiento de espacios lejanos, los efectos de la economía
encadenada, la globalización, la cultura de masas todas estas han conducido a la
aparición y el desarrollo de la posmodernidad como fase de la evolución humana (los
países occidentales al principio y luego, a través de la globalización, se ha propagado a
los otros rincones del mundo actual).
59
desacralización de la política; la desmitificación de los líderes; la duda sobre las
religiones; el carácter local en relación con el global, etc13.
13
Ihab Hassan, The Postmodern Turn. Essays in Postmodern Theory and Culture, Ohio, Ohio State
University Press, 1987, pp. 89-92
14
Apud Jean Baudrillard, Simulacra and Simulation, Michigan, University of Michigan, 2006, pp.2-3
60
impersonal, se utiliza la paráfrasis, la parodia y lo banal, se consiente la intertextualidad,
la metatextualidad y la transtextualidad15.
15
Apud McHale, Brian, Postmodernist Fiction, New York, Routledge, 2001, pp. 3-6
16
Apud Linda Hutcheon, A Poetics of Postmodernism: History, Theory, Fiction, London, Ed. Routledge,
1988, p.74
17
Ihab Hassan, The Postmodern Turn. Essays in Postmodern Theory and Culture, Op. Cit., pp. 93-4
61
de los textos a través de la subjetividad del autor, sin considerar la verdad única, y la
atención prestada a las historias personales, pequeñas, del individuo. El espíritu lúdico
se obtiene con la ironía, el collage, la imitación, experimentos a través de los cuales los
autores muestran su creatividad y sensibilidad, tratando de destensar el discurso para
representar libremente su creación. Se llega a la autonomía del arte, según la cual el arte
está considerado finalidad, sin propósitos educativos, con la individualidad y el origen
específico de todo creador. Los posmodernistas aceptan el fracaso del ideal modernista
que suponía que el arte se iba a integrar en la vida diaria y con ello podría modificarla.
La transtextualidad supone que, a causa de la gran historia literaria existente, el autor
posmodernista no puede esperar escribir algún tema que no haya sigo tratado ya, y por
eso repite temas y motivos de otras ideologías, las reinventa y les atribuye nuevos
sentidos en conformidad con las realidades específicas de la posmodernidad y con sus
propias perspectivas creadoras. La ‘crisis’ se refiere a la modificación de los
conocimientos occidentales, la interrogación de los límites del lenguaje, la subjetividad,
la identidad. La conciencia de la novedad se manifiesta en la literatura del siglo XX a
través de las ideologías de vanguardia (dadaísmo, surrealismo, futurismo,
expresionismo, hermetismo, naturismo, etc.) y subraya la novedad que trae la obra del
autor y la posición de tal novedad en el espectro temático de la época. Los movimientos
vanguardistas pretendían la disolución de las clases de la literatura anterior con
rebeldías espectaculares, lo que condujo a la renovación de la literatura en plena
conciencia de su novedad. El posmodernismo continua la serie de innovaciones, pero no
se propone cambiar la literatura y, a través de ella, el mundo, porque la creación literaria
es una problematización del mundo, no una cancelación de éste.
62
narrar, sin cargas educativas, políticas o sociales agobiantes. La posmodernidad trae al
panorama literario los subgéneros narrativos, la reflexión irónica sobre la propia
narración, etc. Los temas y las tendencias de la novela posmodernista española se
dividen en: tradicionales españolas, realistas, elementos cercanos a la estética del
esperpento, etc., mientras que coexisten con estas tendencias otras narrativas de carácter
más experimental y cosmopolita. Se escriben novelas históricas, policíacas,
metanovelas, novelas neo-costumbristas, del desencanto, intimistas, autobiográficas e
incluso femeninas.18 En pocas palabras, el posmodernismo español trae una gran
diversidad de tendencias y una variedad impresionante de trayectorias individuales,
entre las cuales se destaca también la de Antonio Muñoz Molina, apreciado y premiado
por sus novelas.
Como el autor mismo decía, le interesa “sobre todo la literatura como retrato
del mundo y de la vida, y mucho menos como ejercicio sobre la propia literatura” y,
mirando atrás hacia la totalidad de su carrera, afirmó que “se trata de una evolución de
la que yo no he sido muy consciente.”19 Esta afirmación apoya la caracterización de
Molina entre los posmodernistas españoles, por su confesión de que la vida diaria se
encuentra como tal en sus novelas, de que el arte no está por encima de la vida
intentando a cambiar la realidad, sino al contrario, es parte de la realidad e inmortaliza
algunos episodios de ésta.
18
Prieto de Paula, Ángel L., Mar Langa Pizarro, Manual de literatura española actual, Madrid, Editorial
Castalia, 2007
19
en María Josefa Burguete Pérez, La retórica del dietario en Antonio Muñoz Molina, Tesis Doctoral,
coordinador José-Carlos Mainer, Universidad de Zaragoza, 2009, p. 323
63
y ámbitos concretos, el estilo marcado por frases amplias, las comparaciones y adjetivos
muy precisos, entre otras. 20
Pese al gran número de textos literarios que el escritor ha creado durante todos
estos años, de entre todas las novelas de Antonio Muñoz Molina recordaremos sólo
algunas: Beatus ille (1986), El invierno en Lisboa (1987), Las otras vidas (1988),
Beltenebros (1989), El jinete polaco (1991), Los misterios de Madrid (1992), Nada del
otro mundo (1993), Ardor guerrero (1995), Plenilunio (1997), Pura alegría (1998),
Sefarad (2001), En ausencia de Blanca (2002), La vida por delante (2002), El viento de
la luna (2006).
20
Francisco Rico (edit.), Historia y crítica de la literatura española, (vol. 9), Editorial Crítica, Barcelona,
1980, pp. 416-422;
64
BIBLIOGRAFÍA:
65
VATTIMO, G., J. M. Mardones, I. Urdanabia... [et al.], En torno a la posmodernidad,
Barcelona, Ed. Anthropos, 1990
66
Amelia SANDU-ANDRIES
Profesora de sección bilingüe
Liceo “Dimitre Cantemir” Iasi
Prohibido el amarillo
Con semejante título, el artículo sólo puede hablar de teatro. Por amplio, el tema puede
resultar desconcertante. Al ponerme a escribir, mi cabeza se vuelve un totum revolutum.
Para no perderme (y perder conmigo al posible lector) seguiré este frágil hilo conductor:
Todos somos un poco actores. La vida misma nos obliga a llevar distintas
máscaras, cada día. Para limitarme al gremio y hablar de los profesores, a menudo
transformamos el aula en un escenario abierto, improvisado, en una actuación rutinaria
semi-inconsciente: dejamos transcender estados anímicos varios, nos adaptamos a
múltiples categorías de público (con motivación, edades, preparación e intereses
dispares) y matizamos nuestras intervenciones a partir de los estímulos enviados por los
discentes.
67
En una primera fase, el teatro surge involuntariamente, en las reacciones
espontáneas o buscadas de alguno de los participantes en el aula; en los juegos de rol;
en los simulacros de exámenes; en las presentaciones orales sobre cualquier tema (el
interviniente debe captar la atención de un público siempre volátil), y ¿cómo no?, en los
talleres de cuentacuentos que se pueden proponer en casi todos los niveles, para
aprender, ahuyentar el aburrimiento, curar la timidez y descubrir nuevos talentos.
Mi andadura por el camino del teatro ha empezado justamente con este tipo de
actividades, en el Liceo “Dimitrie Cantemir”. Corría el año 2007 y, casi como quien no
quiere la cosa, me he dejado llevar por la corriente. El teatro escolar en español en Iasi
estaba en sus principios1. Confieso que nada ha sido fácil. No han faltado las rabietas
proverbiales y los momentos de desaliento. Sin embargo, me quedo con la alegría de los
encuentros, con las historias humanas que hemos compartido, que nos han emocionado
en estos pocos años y que nos han hecho ser lo que ahora somos: una treintena de seres
más ricos por dentro.
1
En 2005 se crea el primer grupo de teatro (“Las Barracudas”) de la sección bilingüe del Liceo Teórico
“D. Cantemir” de Iasi, a cargo de la lectora Cristina Ferrando. En 2008, el grupo cambia de nombre y
viene a llamarse “Córdoba”, después de que en 2007 haya cambiado asimismo de profesoras
coordinadoras (Amelia Sandu-Andries y María Álvarez Gutiérrez). El presente artículo da testimonio
exclusivo de la experiencia teatral iniciada en 2007. Descontando la decena de obritas para entrenar, en
estos cuatro años se han montado cuatro obras principales: El Naufragio (3 representaciones), La
Princesa de Pimpirimpay (4), El Ascensor (4), El tiempo de las cerezas. Cuadros en reconstrucción (7).
2
- 2007 – Premio especial a la promoción de la cultura española (II Festival “Hai la teatru!” -
“Luceaf rul”, Iasi)
- 2009, marzo – Premio especial de interpretación - Daniel Dumitriu (III Festival “Hai la teatru!” -
“Luceaf rul”, Iasi)
- 2010, marzo – Premio especial al mejor decorado – (VI Festival de Teatro Escolar en Español,
Bucarest)
- 2010, marzo – Premio especial a la mejor obra en una lengua extranjera (IV Festival “Hai la
teatru!” - “Luceaf rul”)
- 2011, febrero – II Premio (VII Festival de Teatro Escolar en Español, organizado por la Agregaduría de
Educación del Reino de España en Rumanía, la Embajada de España en Bucarest, El Ministerio de
Educación de Rumanía, para la obra “El Tiempo de las cerezas. Cuadros en reconstrucción”), con el
consiguiente derecho a participar en el Festival Internacional de Teatro Escolar en español, celebrado en
Moscú, Federación Rusa - 3-8 de abril de 2011
- 2011, febrero – Premio al mejor actor – Daniel Voroneanu (VII Festival de Teatro Escolar en
Español, Bucarest)
- 2011, marzo – Premio a la puesta en escena más original (V Festival “Hai la teatru!” - “Luceaf rul”,
Iasi)
68
montar una obra de teatro con un alumnado adolescente? ¿Qué se gana a nivel humano,
lingüístico, cognitivo? Intentaré contestar estas preguntas a través de la experiencia
directa del grupo de teatro “Córdoba”, de la sección bilingüe del liceo donde imparto
clases.
Desde el 2007, se han acercado al teatro unos treinta alumnos. Algunos han repetido,
otros se han limitado a una única experiencia, en función de circunstancias personales
que no vienen al caso.
- 2011, mayo - Premio a la mejor obra en español (II Festival “Teatru sub castani”–Colegiul “M.
Eminescu”, Iasi)
- 2011, mayo - Premio especial del jurado a la expresividad femenina –Elena Felecanu (II Festival
“Teatru sub castani”)
3
- El Naufragio, adaptado de Javier Rey de Sola
Reparto: Ruxandra Aanic i; Ludmila Cazacu; Oana Cioclu; Elena Ro u; Mihaela Todiric ; Teodora
ifui; C t lina Zaharia
69
- Nada… me pareció que cada una de nosotras se identificó, tarde o temprano, con el
personaje.
4. ¿Cómo has reaccionado al finalizar la actuación?
- Estuve un poco triste: antes de llegar al Festival de Bucarest estaba contenta con casi
todo. Después de ver a los demás participantes me di cuenta de que nuestra actuación se
hubiera podido hacer mejor.
-Lo que me gustó fue que, en el momento de actuar, empezamos por fin a funcionar
como un equipo; eso no había pasado muchas veces hasta el Festival.
-Me sentí más tranquila, aliviada. Se me quitó el peso que sentía encima.
5. Suponiendo que se te presentara la oportunidad, ¿volverías a actuar?
(justificar)
- Antes de llegar a Bucarest, estaba decidida a no volver al grupo de teatro el próximo
año. Pero disfruté al máximo con la actuación y me divertí muchísimo. Ahora estoy un
poco triste al pensar en dejar el teatro. A pesar de todo el tiempo, trabajo y malos
momentos que pasé, tengo unos recuerdos muy bonitos con todas las chicas.
-Si no tuviera el bachillerato actuaría otra vez, porque no me gusta dejarme vencer tan
fácilmente.
6. ¿Qué has aprendido con esta experiencia? (a nivel intelectual y humano)
- Aprendí a apreciar y aceptar a los que son mejores y creo que empecé a aprender a
perder (pero para esto sé que todavía me falta mucha experiencia).
-He aprendido que en un grupo todos tienen el mismo nivel de importancia, y no se
puede hacer nada sin un componente del grupo.
-He aprendido a desenvolverme mejor en unas situaciones inesperadas y también he
cambiado mi opinión sobre Bucarest. Posiblemente vaya a hacer mis estudios
universitarios allí.
- Sinceramente, he encontrado unas amigas estupendas en mis compañeras de teatro.
7. Si tú fueras profesor, ¿qué papel asumirías en todo el trabajo de montar una
obra?
-Me gustaría repartir los papeles, me encanta intentar adivinar cómo es una persona y
qué se le da mejor, aunque mucha gente me odiaría después. Me gustaría intentar
mantener el grupo unido.
-Yo no asumiría un trabajo tan difícil, no creo que pudiera hacerme cargo de algo tan
importante.
8. Conclusión: ¿Valoras “El Naufragio” como un fracaso, como un trabajo inútil?
70
- Inútil… sería lo último. Fue uno de los mejores proyectos en que trabajé pero también
uno de los más difíciles. Aprendí muchas cosas, no se pueden explicar, espero que se
vean en mis trabajos futuros. Conocí mejor a algunas personas y estoy muy contenta de
haberlo hecho. Pasé un tiempo que, en algunas ocasiones, me pareció interminable pero
ahora tengo unos recuerdos bonitos.
- No, en absoluto. No haber ganado no es el fin del mundo. De todas maneras, nosotras
sabemos cuánto hemos trabajado. Las réplicas se nos han olvidado por culpa de los
nervios. 4
4
El mismo cuestionario fue aplicado al grupo protagonista de la obra “El Ascensor” – adaptado de
Salvador Enríquez.
Reparto: Vasile Anea, Beatrice Aivanoaie, Anca Foia, Emilia Mihai, Ana-Maria Strainu, Anca Velnic,
Daniel Voroneanu
(Premio para el mejor decorado – Bucarest 2010; Premio para la mejor obra en lengua extranjera –
Iasi, 2010).
A continuación constan parte de las respuestas.
1. ¿Qué te ha impactado positivamente en la actuación de los demás grupos?
- Me gustaron las obras cómicas, porque había comunicación entre los actores y el público.
-Los chicos de C. me demostraron que si tienes buenos compañeros, dispuestos a trabajar, puedes
hacer una obra buena aunque no dispongas de mucho tiempo.
2. ¿Cómo te ha parecido tu actuación personal?
- Pues... no tan buena, porque había cosas con las cuales el público debería haberse reído y no se rió, fue
algo vacío. Desgraciadamente, no tuve tiempo para meterme en la piel del personaje.
- No experimenté nervios, no me paré entre las réplicas... Uno de mis compañeros me reprochó que no
hablaba lo suficientemente alto... pero como él estaba enfermo creo que se confundió.
- Yo soy bastante emotiva, y al principio me temblaba la voz, pero luego todo salió bien. Sé lo que puedo
hacer y lo que no.
3. ¿Qué te gustaría cambiar ahora en la obra “El Ascensor” ?
- Nada, o en el peor caso los actores.
4. ¿Cómo has reaccionado al finalizar la actuación?
- Triste. Tanto trabajo, y no salió como debería. No me gustó porque cada uno de nosotros estuvimos muy
atentos en los demás, pero cuando nos dimos cuenta de que no habíamos hecho nada valioso en lo
nuestro, fue muy desagradable.
-Muy mal, porque vi a los demás muy tristes, me quedé como si se me hubiera caído encima el cielo…
5. Suponiendo que se te presentara la oportunidad, ¿volverías a actuar? (justificar)
- Claro que sí, porque al ver las demás obras de teatro me entraron ganas de ir otra vez a Bucarest y de
ganar o, por lo menos, hacer que los demás se quedaran con la boca abierta.
- Sin pensarlo dos veces, así tengo otra cosa que hacer, aparte las actividades cotidianas (clases,
ordenador, amigos, dormir).
6. ¿Qué has aprendido con esta experiencia? (a nivel intelectual y humano)
- Una buena oportunidad para conocer mi nivel de lengua española y un buen aprendizaje para volver a
actuar en el Festival.
- Tengo mucha más confianza en mí mismo y no sé, siento un tremendo deseo de luchar con todas mis
fuerzas en todo lo que hago.
- He podido comprobar con cuánta dificultad se monta una obra de teatro.
- Si trabajamos mucho y con seriedad, llegamos donde nos proponemos.
7. Si tú fueras profesor, ¿qué papel asumirías en todo el trabajo de montar una obra?
- Pues el trabajo que usted ha hecho: de madre, de profesora, de directora artística y de amiga que se
divirtió con nosotros.
- No sé, el mismo que usted, pero es casi imposible para una persona normal.
- De ninguna manera el papel que usted tuvo. Yo quisiera algo como: hacer los sonidos, el decorado, los
trajes.
- Buena pregunta… Perdón pero no lo sé…
8. Conclusión: ¿Valoras “El Ascensor” como un trabajo inútil? (detallar):
71
¿Conclusión?
- Aprendí muchas cosas sobre la vida, sobre las personas, también tuve la oportunidad de conocerla
mucho mejor a usted, profesora, y creo que usted a nosotros. Debería estar loco para decir que éste fue un
trabajo inútil.
- “El Ascensor” tiene un valor especial para mí, no fue un trabajo inútil sino un primer paso para actuar,
para trabajar con mis compañeros, hacer algo distinto y descubrir un mundo nuevo. Antes no me creía
capaz de actuar delante de tantos ojos pero ahora logro sentirme bien en mi piel y en la del personaje. Es
el recuerdo más bonito que tenemos con nuestro grupo y, por eso, gracias.
5
“El Tiempo de las Cerezas. Cuadros en reconstrucción” - adaptación libre de la obra El y Ella, de
J.P. Martínez
Reparto: Andra Alupei, Vasile Anea, Ana Maria Diaconescu, Ioana Dima, Elena Felecanu, Ana Maria
Strainu, Raluca Tapu, Daniel Voroneanu
- Premio para el mejor actor ; II Premio en el VII Festival de Teatro Escolar en Español de Bucarest
(febrer de 2011), que nos abrió las puertas del Festival Internacional de Teatro en Español celebrado en
Moscú, 3-8 de abril de 2011
- Premio para la puesta en escena más original, Iasi, marzo de 2011
- Premio a la mejor obra en español; Premio especial del jurado a la expresividad femenina (sección
Babel, II Festival “Teatru sub castani”–Colegiul National “M. Eminescu”, Iasi, mayo de 2011)
72
hecho, lo más interesante para mí. Me encantan las emociones que experimento ante la
sala llena; los nervios se me pasan poco a poco. Al final viene lo mejor. El calor y el
aprecio del público te dan la certeza de que tanta entrega vale la pena.
Logramos resultados buenísimos, nos entrevistaron en la radio, somos los
ídolos del Instituto, pero yo sigo siendo yo, con el mismo carácter, al que añado todo lo
bueno que asimilé con el teatro. Fue impresionante ver, día tras día, cómo cada uno de
mis compañeros de teatro aprendía a manejar sus reacciones y se expresaba mejor.
Superamos juntos nuestros miedos, aprendimos lo que significa pertenecer a un grupo y
cuál es el verdadero sentido del teatro. A nivel personal, este trabajo me ayudó a
convertirme en una persona más responsable y disciplinada. Estoy feliz con lo que
construimos, 8 alumnos y dos profesoras. Las muchísimas horas de trabajo no nos
pesaron. A todos nos unió el amor al teatro. (Ana Maria Diaconescu, IXD)
Después de desnudar almas y empezar por el final (es decir, por los premios y los
testimonios) entraremos en el laboratorio de preparación de una obra de teatro. Se puede
consultar multitud de estudios sobre el tema, se puede participar en talleres para
profesores, hay mil maneras de acercarse al teatro. En una sociedad tan “internetizada”,
73
nunca faltarán medios de información. Cualquiera puede empezar por ahí y seguir,
como digno hijo de sus obras, por el propio camino. Desdichadamente, pasa también
que se envidie la suerte ajena, que se invoque la falta de experiencia previa, la falta de
tiempo y las numerosas obligaciones profesionales, la falta de recursos técnicos
teatrales, la poca comprensión de los compañeros, el mínimo reconocimiento social y
profesional de la actividad, como excusa frecuente para seguir en el inmovilismo.
- adaptarse al nivel de sus alumnos, para no exigir lo que éstos no pueden dar
- crear un ambiente de confianza, de comunicación efectiva, en un ambiente
de sinceridad
- corregir y proponer con respeto; saber escuchar
- no pedir cosas que el profesor no sea capaz de realizar
- dejar paso libre a la creatividad de los alumnos
- preparar atentamente todos los momentos de intervención
- participar como si fuera uno más del grupo
- renovar el interés por la actividad: los momentos duros son inevitables
- incentivar el espíritu de cooperación entre los participantes al proyecto
- introducir paulatinamente al alumno en las técnicas básicas de arte dramático
- aceptar y sacar provecho de las diferencias en las personalidades de sus
alumnos
- ... el lector puede seguir con su propia aportación
6
A estas alturas, puede resultar útil consultar la memoria de máster de Robles Poveda María Magdalena,
Drama y teatro. La representación de una pieza teatral en la clase de E.L.E. El Generalito de Jorge
Díaz, Universidad de Salamanca, 2007.
74
En cuanto a las etapas de preparación, especial relevancia cobra la elección de la
obra teatral. Es un trabajo laborioso, puede llevar días y hasta semanas, se desechan
propuestas, se vuelven a buscar otras hasta que se da con un personaje, una situación
que llama la atención.
En cuanto al lugar de los ensayos, lo ideal sería disponer de una sala que
reproduzca condiciones lo más parecidas a una sala de espectáculos (escenario, equipo
de música, juego de luces, barra de decorado etc.). Pocos disponemos de tales
facilidades, en realidad. Preparar un espectáculo de gran carga y apuesta en un aula
normal de clase no ofrece siempre un rendimiento al cien por cien. Sin embargo,
cualquier espacio se puede adaptar. A este respecto, “Córdoba” nunca las ha tenido
todas consigo.
Todo trabajo empezará con la lectura (o más exactamente, con las lecturas del
texto: habrá muchas, tanto individuales como colectivas). Se trata de un ejercicio de
análisis, profusamente comentado, que acerque al alumno al conflicto planteado, a los
75
personajes, a los matices que subsisten más allá de las palabras. Nunca está todo dicho
en el texto dramático, lo sabemos de sobra. El texto dramático espera ser descubierto
con cada nuevo lector, interpretado con cada nuevo aprendiz de actor.
Con este primer acercamiento se pretende asimismo que el actor salga a la busca
y encuentre a su personaje, aquel al que se sienta más afín, al que podrá más tarde
prestarle voz, cuerpo, emociones. No hace falta exigir la memorización ultra-rápida del
texto, después de que se hayan repartido los papeles. Parece mejor empezar con escenas
breves, controlarlas poco a poco, dejarlas madurar y avanzar respetando el ritmo natural
de cualquier aprendizaje. El pánico surge inevitablemente a la hora de poner los gestos,
inventar los movimientos, vestir las palabras. Todo depende de la imaginación.
Cae el telón. Parece que todo termina con este silencio de terciopelo. Pero no es verdad.
¿Qué se gana después de tanto esfuerzo? Me sitúo en la perspectiva del alumno (el
profesor es, sin duda alguna, el impulsor y eje principal de la actividad pero, quiera o
no, se deberá esfumar tras sus actores, protagonistas en todos los sentidos). Lo
impresionante, desde fuera, son los premios, los viajes, los recortes de periódicos, los
diplomas, los aplausos, las entrevistas, el reconocimiento, los bombos y platillos ... sin
embargo, lo más importante es justamente lo no cuantificable (conocimientos,
76
habilidades, valores, aptitudes): acumular experiencia, compartir vivencias, conocerse y
conocer a los demás, aprender a perder y a ganar, ser tolerante con las diferencias,
constante en el trabajo, puntual, cumplir con lo prometido, finalizar la labor iniciada,
colaborar, mejorar su nivel de lengua, fomentar la creatividad, desarrollar la autonomía
e iniciativa personal, desarrollar el espíritu crítico constructivo y la autocrítica: sin
orden ni concierto, me limito a enumerar estos pocos elementos (resaltados, en parte,
por los alumnos mismos, en sus respuestas al cuestionario).7
Este artículo no habrá logrado nada si ninguno de los lectores se anima a experimentar.
Llegar y sobrevivir a los Festivales es empresa nada fácil. Pero aquí y ahora se trata
simplemente de llevar el teatro al aula, como una estrategia didáctica más (hay un sinfín
de posibilidades, desde crear guiones hasta escenificar un anuncio publicitario). Ante la
apatía generalizada de las actuales generaciones de escolares, tomar la iniciativa en este
sentido puede ser una alternativa gratificante. Cuando se trata de proyectos tan
profundamente personales, de autodescubrimiento, su implicación puede sorprendernos.
Este artículo no es, pues, mero paseo por unas cuantas vidas que han encontrado
en el teatro una manera de expresarse y enfrentarse a los retos, sino una invitación a
actuar. Para nosotros, los profesores, el escenario más habitual es el aula. No nos
dejemos ganar por los “no-es”. El español merece más que nuestro desánimo.
7
Robles Poveda María Magdalena, op.cit. p.13-16. La autora dispone en cuatro categorías las
capacidades desarrolladas con este tipo de actividades: cognitivas; afectivas; lingüísticas; sociales, de
comunicación y representación. Me limitaré a citar su aportación en cuanto a las capacidades lingüísticas,
que afectan las cuatro destrezas básicas del aprendizaje de idiomas (comprensión de lectura, comprensión
auditiva, expresión oral y, en menor medida quizás, expresión escrita):
- Conocer las posibilidades de comunicación y expresión del lenguaje oral.
- Reflexionar sobre el valor afectivo de las palabras (diminutivos, aumentativos, giros, expresiones y
frases coloquiales más frecuentes del español hablado).
- Conocer textos de la tradición cultural española (literarios, periodísticos, etc.).
- Afianzar la expresión oral en el nivel fonético, en el morfosintáctico y en el semántico al realizar las
distintas actividades para una exitosa puesta en escena.
- Estimular la expresión oral en: Vocabulario; Pronunciación; Fluidez; Sintaxis.
- Creatividad y lógica en la construcción de frases y en la invención de textos.
- Comprensión de todos los términos utilizados con la ayuda del diccionario, el profesor y el resto de los
alumnos.
- Seguridad y confianza en la propia expresión oral.
- Satisfacción al comprobar las posibilidades de la propia expresión oral, mímica, gráfica, etc.
- Atención al interlocutor: distancia adecuada, mirarle a la cara, observar sus gestos y sus recursos
extralingüísticos para captar sus intenciones y sentimientos.
- Gusto por los juegos lingüísticos dentro del contexto adecuado.
77
Fernando MOLINÉ ROYO
Profesor de español
Universidad ULIM de Chisinau (Moldavia)
1 De esto se hicieron eco periódicos de España como El País del día 20 de septiembre de 2010 tituló
«Aragón reza, llora y canta a Labordeta»
<http://www.elpais.com/articulo/espana/Aragon/reza/llora/canta/Labordeta/elpepuesp/20100920elpepuna
c_2/Tes> [16/02/2011] y de más allá de los Pirineos como el británico The Guardian
<http://www.guardian.co.uk/world/2010/oct/04/jose-antonio-labordeta-obituary?INTCMP=SRCH>
[16/02/2011].
2 Lenguas prohibidas durante la dictadura y habladas sobre todo en el medio rural. El aragonés en los
valles pirenaicos del norte y el catalán de la Franja, zona de Aragón que limita al este con Cataluña.
78
En el año 2008, ya en su última etapa y con el cáncer de próstata detectado, la
asociación Rolde de estudios aragoneses reeditó su primer álbum de larga duración
Cantar i callar3 (1974) y lo incluyó en una publicación que lleva por título José Antonio
Labordeta: creación, compromiso, memoria4. Este disco de tónica general bastante
pesimista compuesto de letras crudas y directas tiene como característica principal
abordar los principales problemas de la sociedad aragonesa rural y olvidada con
historias cercanas. Este trabajo apareció pese a la censura de los últimos años del
franquismo5, y es el objetivo de este artículo intentar desgranar los elementos
socioculturales que aparecen en sus letras.
La canción de autor europea, las canciones protesta, surgen en torno a 1959 y llegarán a
España saltando la censura imperante de la época: Bob Dylan, Pete Seeger, Thodorakis,
Karavafis o el inconfundible Brassens6, influenciarán claramente a los cantautores
españoles.
3 Apareció un EP de cuatro canciones en 1968 titulado Andros vol. II (Edumsa) pero se censuró. En 1971
se reeditó bajo el nombre Cantar y callar (Javalambre). No obstante, el primer larga duración aparecería
en 1974 con el nombre ya mencionado de Cantar i callar (Edigsa) que incluiría otros temas como La
vieja o Aragón.
4 La obra aparece bajo la coordinación de Javier Aguirre Santos y está coeditada por Rolde de estudios
aragoneses y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) con la colaboración del Gobierno de
Aragón.
5 Convendría recordar que aunque en 1974 la dictadura fascista que gobernaba España estaba terminando
(apenas le quedaría un año), el régimen seguía vigente; tanto que las últimas ejecuciones tuvieron lugar el
27 de septiembre de 1975 en Madrid, Barcelona y Burgos. La pena capital se le aplicó a dos militantes de
ETA (Euskadi ta Askatasuna) Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui y otros tres de FRAP (Frente
Revolucionario Antifascista y Patriota) José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz y José Humberto
Baena. Este último tuvo la desgracia de ser el último reo asesinado por el régimen franquista. El diario El
País realizó en el año 2008 un reportaje a propósito de esto
<http://www.elpais.com/articulo/espana/Fue/asesinado/asesino/elpepuesp/20081006elpepinac_7/Tes>
[16/02/2011]
6 De hecho, Labordeta tiene una canción dedicada a este solista titulada A Georges Brassens.
7 Nos estamos refiriendo fundamentalmente a los acontecimientos de Portugal y Francia. En 1968, en
todo el hexágono, pero sobre todo en París tuvo lugar la mayor huelga general de toda la historia francesa
conocida como Mayo del 68. En ese mismo año, António de Oliveira Salazar, dictador de Portugal fue
destituido y en 1970 moría. Sin embargo, Portugal tendría que esperar hasta 1974 para que triunfara su
79
con fuerza no solamente José Antonio Labordeta, también otras formaciones como La
Bullonera8, Joaquín Carbonell o Tomás Bosque. En Cataluña, en 1968 y con 20 años de
edad, Lluís Llach publicaba su trabajo Els èxits de Lluís Llach, su primer álbum con el
que enarboló la canción protesta catalana, conocida como la nova cançó. En ese mismo
año compuso un auténtico himno para el pueblo catalán, L’Estaca. En Valencia, cuatro
años antes, Raimón, catalanoparlante, sacaba a luz una antología de sus canciones y en
el mismo año, Paco Ibáñez también publicaba su primer trabajo.
Lo primero que se saca en claro cuando se escucha Cantar i callar son las letras tristes,
pesimistas y realmente duras. El disco es una denuncia directa a la emigración y
despoblación de las zonas rurales de Aragón. Áreas abandonadas, aisladas y
desconocidas a las que los diversos gobiernos no fueron capaces de llevar las
infraestructuras y servicios necesarios12. Además de este tema principal, también recurre
a temas que acompañarán al cantautor durante toda su carrera musical, literaria y
revolución llamada Revolución de los Claveles la cual terminó el 25 de abril de ese año. España tendría
que esperar a la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975.
8 Ambos representaron a Aragón en el «Festival de los Pueblos Ibéricos» en 1976.
9 Poco tiempo después el centro cambiaría de nombre a La Torrassa.
10 Sala, C. (1995) Dècada Reivindicativa, Quaderns d’estudi, Num. 11
<http://www.raco.cat/index.php/QuadernsCELH/article/view/205813/289681> [16/02/2011] menciona
este hecho: «se hicieron varios festivales, de entre los cuales cabe destacar el del cantante Labordeta que
obligó a instalar altavoces en el patio a causa de la aglomeración de personas que se había producido.»
(Traducción propia).
11 Canto a la libertad, apareció en 1975 en el álbum Tiempo de espera (Pentamusic/Quiroga). Alcanzó
tal éxito que hoy en día en Aragón se la considera como un himno. De hecho, tras la muerte de Labordeta
una iniciativa popular recoge firmas para instaurar dicha canción como himno de Aragón traduciendo la
letra a los tres idiomas hablados en el territorio. Fue además, una canción que representaría la época de la
transición democrática española.
12 El éxodo rural aragonés no se debió solamente a motivos económicos; la guerra civil y la inundación
de los valles pirenaicos también fueron causas directas de ello.
80
política, de entre los cuales tendríamos que destacar las duras condiciones de vida en el
campo aragonés, el problema del agua en la estepa monegrina, la creación poética, las
canciones tradicionales propias de la cultura aragonesa o los horrores de la guerra civil
en el frente que partió a Aragón por la mitad una vez se estabilizaron los dos bandos.
La primera canción no da lugar a equívocos ya que el título habla por sí solo, Aragón.
Hace referencia a las características que tiene la superficie aragonesa. Sin embargo, no
es un tema que exalte dicha identidad. Empieza, de hecho, dándonos una descripción
muy gráfica de Aragón13 “Polvo, viento, niebla y sol/ y donde haya agua una huerta”.
Es decir, es una tierra llena de polvo, lo cual da la idea de la escasez de agua
(reincidiendo en ello en la siguiente estrofa) en la que sopla el viento y tiene sol; y si no
lo hace es porque se halla inmersa en las nieblas del invierno. Otro aspecto interesante
en este apartado es la descripción de la variada geografía aragonesa14: “Al norte los
Pirineos/ al sur la sierra callada./ Pasa el Ebro por el centro,/ con su soledad a la
espalda” y continúa más adelante “Hacia el oeste el Moncayo,/ como un Dios que ya
no ampara” y finaliza la canción con la estrofa “Esta tierra es Aragón”.
13 Una canción sin duda interesante aunque no incluida en este álbum es Me dicen que no quieres en la
cual hace constante referencia al agua, la sequía de los Monegros y termina de manera más optimista
haciendo otra curiosa descripción de Aragón «De esta tierra hermosa dura y salvaje/ haremos un hogar y
un paisaje».
14 Hay que incidir en el hecho de que varios sistemas montañosos delimitan a Aragón, así como la estepa
desértica de los Monegros, zona de donde proviene la familia de Labordeta.
81
2.2 El éxodo rural y la imagen de el camino
Es sin duda el tema más importante que aparece en el disco y en el que incide en varias
canciones del álbum y es sin duda uno de los capítulos más tristes de la historia actual
aragonesa. La bibliografía sobre el tema es extensa, y podemos decir que la cuestión de
la emigración/inmigración en Aragón está ampliamente estudiada. Nosotros nos
basaremos en la segunda parte de una tesis sociológica que lleva por título La
inmigración extranjera en Aragón15 que creemos que es la que mejor puede explicar
este fenómeno cantado por Labordeta.
82
Nos encontramos además ante una Comunidad Autónoma que cuenta con una
superficie mayor que la de los Países Bajos (47.179 km² y 41.526 km² respectivamente)
y una población muy escasa y repartida por el territorio de manera bastante asimétrica.
Gómez Bahillo lo afirma de la siguiente manera19: “cuando se recorre el espacio
aragonés hay algo que salta a la vista: emigración y abandono [...]. Contrastando con
esto aparece un municipio urbano, Zaragoza, que ha cobijado a gran parte de aquellos
aragoneses que han abandonado su tierra”.
Precisamente un párrafo del primero22, el que dice “y dicen que hay tierras al Este
donde se trabaja y pagan” quiere reflejar muy bien el destino de muchos aragoneses y su
motivación para desplazarse. Un 60% del total de emigrantes se dirige hacia Barcelona y un
9% al resto de Cataluña. Los demás lo harán a Valencia (17%), sobre todo los de la provincia
de Teruel; un 10% a Madrid y el resto repartido entre el País Vasco y, en menor medida,
Canarias y Baleares.
83
musical. En el disco que estamos analizando se puede apreciar claramente el uso que el
artista da al camino como imagen de la emigración. Si bien ya hemos dicho que el
problema del éxodo rural se trata en casi todas las canciones del álbum, podemos
apreciar la figura y la importancia del camino en puntos concretos de esta obra.
Tomemos como ejemplo la canción Las arcillas, en la cual menciona el “camino largo y
duro/ solo quedan los viejos,/ o esqueletos rotos”. El mensaje está claro, o se sigue un
camino nada fácil de tomar o bien uno se queda con una población envejecida que
desaparece por a poco. Además de en esta canción, también aparece en otras: en el tema
Cuando se agosta el campo, incluso llega a aparecer en el título de otra Por el camino
del polvo, en esta composición también se menciona la dura vida de la estepa
monegrina; y para terminar, en el tema que sirve de cierre del álbum, Canción para una
larga despedida aparece también la idea del camino como vía de la emigración hacia un
futuro mejor, hacia sitios en los que se trabaja y pagan.
23 En los pueblos de montaña, o fogar o o fogaril traducido al español como el hogar se refiere a la
chimenea en torno a la cual se hace la vida en la casa tradicional del Pirineo en el invierno.
24 Especie de banco grande que se encuentran en las casas tradicionales aragonesas situada en la entrada
de la misma o en una parte específica de la casa.
25 En esta canción aparece el término cierzo, viento septentrional característico de la zona de Zaragoza.
En otras aparecerá en término boira, niebla en español, que suelen bajar en el periodo invernal por la zona
de la Depresión del Ebro.
84
incluso llegó a utilizar sin tapujos el aragonés mestizo, un habla que queda a medias
entre los dos idiomas y que se da en las zonas rurales donde no hubo una escolarización
en español. En la letra de La vieja aparecen retazos de esta mezcla de lenguas cuando
Labordeta entona “Dice que va bueno”, en español la construcción sería ir bien,
mientras que en aragonés utiliza bueno26. Podemos encontrar otros ejemplos menos
claros en otras canciones del álbum como el término estío que si bien es cierto que
existe en español (aunque está en un cierto desuso con respecto a verano), en aragonés
tenemos estíu para referirnos al periodo estival.
26 Un ejemplo de esto sería la expresión en español «que vaya bien» cuyo equivalente en aragonés sería
«que vaiga bueno».
27 En concreto nos basamos en el estudio llamado Los pirineos: nexo de unión entre el occitano y el
aragonés aparecido en la Revista de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid en el
vol. 18 (2001) pp: 261-296
85
rurales de ambas regiones que tomó forma documentalmente mediante las cartas de
patz ratificadas por ambos territorios para regular las actividades de pastoreo. Tanto es
así que en la guerra que surgió en el siglo XVI entre el Béarn y Aragón, los montañeses
no apoyan al señor bearnés.
Todo este trabajo de Labordeta por resucitar y dar a conocer al público de fuera
de Aragón todos los elementos culturales de este territorio septentrional de la Península
Ibérica tendrá su continuación en bandas musicales posteriores y llega hasta la
actualidad. La colaboración en la canción Un país32 con la gran formación aragonesa de
la década de los 90 llamada Ixo Rai! puede resumir sus reivindicaciones culturales y
lingüísticas, su preocupación por el Aragón rural y la historia no tan lejana de esta
Comunidad Autónoma española. La canción comienza con un verso de José Antonio
Labordeta que aparece en el álbum Cantar i Callar en la canción Aragón: polvo, viento
niebla y sol. Con esta estrofa el grupo Ixo Rai ! pretende otorgar el merecido
reconocimiento a José Antonio Labordeta; además, la temática de la misma girará en
28 El disco Solosombra de Biella Nuei fue editado por Coda Out en 1997 en Zaragoza.
29 La letra de la canción dice: Aqueras montanyas// tan alteras son// no me deixan veyer// os míos
aimors. Aquellas montañas tan altas son no me dejan ver a mi amor (traducción propia).
30 «Tras esa niebla lo iré a buscar y saltando las fronteras conmigo volverá». Traducción propia.
31 Nagore Laín, F. Op. Cit. pp 293-294
32 La canción aparece en el álbum Último grito (1997) de Ixo Rai !
86
torno a lo mismo que en el tema Aragón: una descripción de Aragón más acorde a los
nuevos tiempos —ahora por ejemplo habla de temas implantación de industria pesada
en la capital zaragozana o en fenómeno de la inmigración extranjera también a la
principal ciudad aragonesa— aunque también sigue haciendo mención a la despoblación
rural “el pueblo que abandoné”, a la cultura popular “el Ebro guarda silencio33”, la
estabilización de los frentes de la Guerra Civil española en Aragón «La batalla de
Belchite34» o al problema del agua y los pantanos llevados a cabo durante la dictadura.
En la parte interpretada por Labordeta aparecen elementos que hemos visto ya
reflejados en Cantar i Callar como son la emigración y abandono rural “unos que
fueron ta Francia35”, “os tiones d’a montanya36” y por último, la minorización
lingüística del aragonés “y a verguenya de charrar37”.
3. Conclusiones
Sirva pues este artículo para rendir un humilde homenaje póstumo a un hombre
que tuvo el valor de cargar con los problemas e inquietudes de una sociedad en una
época realmente complicada y que supo enarbolar e izar en un lugar bien visible la
87
bandera de la libertad de expresión a pesar de las críticas que recibió en vida y que le
han dirigido también tras su muerte.
88
BIBLIOGRAFÍA:
89
Maria PARASCHIV
Estudiante,
Liceo Miguel de Cervantes, Chisinau
...Si me muero, que me muera/con la cabeza muy alta./Muerto y veinte veces muerto, la boca contra la
grama,/tendré apretados los dientes/y decidida la barba./Cantando espero a la muerte,/que hay ruiseñores
1
que cantan/encima de los fusiles/y en medio de las batallas .
Los Vientos del pueblo me llevan (1936) nos llevan hoy a nosotros por el tiempo,
recordándonos los cien años de canto de Miguel Hernández y poniéndonos a cargo de
los ruiseñores.
1
HERNÁNDEZ Miguel, Vientos del pueblo me llevan, http://www.mhernandez.narod.ru/viento.htm, [3],
(Consulta: abril de 2011)
2
NERUDA Pablo, Miguel Hernández visto por Pablo Neruda,
http://www.loquesomos.org/joom/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=49
&Itemid=66, (Consulta: abril de 2011)
3
Infancia, adolescencia y primeros poemas, http://www.mhernandez.narod.ru/biografia.htm, (Consulta:
abril de 2011)
90
El genial epígono de la generación del 27, según Dámaso Alonso, empieza a
escribir poesías, aproximadamente, hacia 1925. Poco a poco, se forma el llamado
“Grupo de Orihuela”, como fruto de la amistad entre Carlos Fenoll, Miguel Hernández
y Ramón Sijé4. El joven Miguel pasa largas horas en agradable tertulia discutiendo
sobre poesía, recitando versos y recibiendo preciosas sugerencias del culto Ramón5.
Se trata, en estos primeros ensayos creativos, de una poesía mimética en la que el joven
Miguel va buscando su propia identidad a través de todas las lecturas que está realizando en esos
momentos. La mayor parte de estos poemas adolescentes están compuestos en arte menor
combinando romancillos, octosílabos, heptasílabos, etc., con bastante destreza6.
En cuanto a su obra concentrada en libros, Leopoldo de Luis dice que, “en poco
más de una década, Miguel Hernández vivió una aventura lírica de gran riqueza y de
sorprendente evolución”. Según el mismo autor:
4
Primeras publicaciones,
http://www.miguelhernandezvirtual.com/new/index.php?option=com_content&view=article&id=52&Ite
mid=74, (Consulta: abril de 2011)
5
Infancia, adolescencia y primeros poemas, http://www.mhernandez.narod.ru/biografia.htm, (Consulta:
abril de 2011)
6
Primeras publicaciones,
http://www.miguelhernandezvirtual.com/new/index.php?option=com_content&view=article&id=52&Ite
mid=74, (Consulta: abril de 2011)
7
LUIS Leopoldo de,
http://www.miguelhernandezvirtual.com/biblioteca%20virtual/coetaneos/index.php?ident=24, (Consulta:
abril de 2011)
91
“Y ya no deslumbrado, pero sí amargamente sorprendido”8, “cerca de los treinta
años, el poeta se choca con la decepción: El hombre acecha9 al hombre. Y aparece una
poesía herida e hiriente, llena de amargura y de desencanto”10, concluyendo que “hoy el
amor es muerte”11. Sin embargo, la misma poesía aparece “hermosa y humanísima, que,
a pesar de todo, no pierde la fe en el hombre y en la libertad. El Cancionero y
romancero de ausencias emerge como una joya de la poesía amorosa de todos los
tiempos”12.
8
Obra de Miguel Hernández,
http://www.miguelhernandezvirtual.com/new/index.php?option=com_content&view=article&id=53:obra-
del-poeta&catid=40:contenido-el-poeta&Itemid=78, (Consulta: abril de 2011)
9
Nombre del libro de Miguel Hernández escrito entre 1937-1939, publicado en 1939.
10
LUIS Leopoldo de,
http://www.miguelhernandezvirtual.com/biblioteca%20virtual/coetaneos/index.php?ident=24
11
HERNÁNDEZ Miguel, Canción primera, http://www.mhernandez.narod.ru/elhombre.htm, (Consulta:
mayo de 2011)
12
LUIS Leopoldo de,
http://www.miguelhernandezvirtual.com/biblioteca%20virtual/coetaneos/index.php?ident=24
13
Obra de Miguel Hernández,
http://www.miguelhernandezvirtual.com/new/index.php?option=com_content&view=article&id=53:obra-
del-poeta&catid=40:contenido-el-poeta&Itemid=78, (Consulta: mayo de 2011)
14
HERNÁNDEZ Miguel, Campesino de España, http://www.mhernandez.narod.ru/viento.htm, [22],
(Consulta: mayo de 2011)
92
se ganará así como las batallas del trabajador sobre las castas: “Retroceden al hoyo/que se cierra
y se abre,/por la fuerza del pueblo/forjador de verdades15.
Lo amortajaron con los ojos abiertos, a los que Buero Vallejo, que era su compañero de
celda, dibujó. Esos ojos abiertos para toda la eternidad se clavaron en el dolor de su gran amigo
Vicente Aleixandre, su hermano mayor, uno de los pocos que se tomó en serio a Miguel
Hernández. Desde entonces, Aleixandre usó esa imagen de los ojos abiertos para siempre hasta
el infinito17.
A la misma imagen del poeta que fue viento del pueblo, el día 29 de octubre de
2010, en la Universidad Libre Internacional de Moldavia, la recordaron alumnos,
estudiantes y profesores. Ellos fueron sus amigos del “Grupo de Orihuela”, sus colegas
en la generación del 27 y sus compañeros de celda por unas horas cuando se celebró el
nacimiento de Miguel, intentando dibujar lo que el gran dramaturgo Buero Vallejo
había fijado en el día de su muerte —su mirada— para siempre en carboncillo.
15
El soldado poeta, http://www.miguelhernandezvirtual.com/new/files/tesisodon/bloque3odon.pdf, pág.
25 (Consulta: mayo de 2011)
16
El poeta en la cárcel, http://www.mhernandez.narod.ru/biografia.htm, (Consulta: mayo de 2011)
17
Los ojos abiertos de Miguel Hernández, http://www.canarias7.es/blogs/bardinia/2010/03/los-ojos-
abiertos-de-miguel-he.html
93
Infancia de Miguel Hernández
94
Alina-Corina VOICU
Estudiante de Master
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” Ia i
La omisión de lo fantástico
El “saber callar cosas” en La siesta del martes de G. García Márquez y en el
cuento de Juan Rulfo No oyes ladrar los perros
Análisis contrastivo
A primera vista ambas obras parecen muy sencillas pero, en el fondo, son
ejemplos muy buenos de prosa sucinta y expresiva, en la que, a pesar de sus pequeñas
dimensiones, se esconden tragedias. La realidad no destaca de las líneas escritas sino
detrás de ellas; detrás de la calma aparente se esconde el conflicto humano, que ya no es
propio de un lugar concreto sino que tiende a generalizarse.
95
Ambos cuentos tienen como punto central el viaje y el motivo del extranjero y
por eso están estructurados en dos partes: el viaje en sí y la llegada a un cierto lugar; los
cuentos surgen por la necesidad del viaje y esto es el elemento más importante de toda
la narración. Esto podría ser el motivo por el cual las obras tienen como título
estructuras relacionadas con el tiempo de la acción (La siesta del martes), o
estrictamente se refieren a la situación presentada, como pasa por ejemplo en No oyes
ladrar los perros donde el título es un leitmotiv del cuento, un reproche que revela el
conflicto de los personajes.
G. García Márquez nos presenta la historia de una mujer y su hija que viajan en
un vagón de tercera clase de un tren a través de plantaciones de banano y que
descienden a un pueblo caluroso y solitario. Por el otro lado, Juan Rulfo nos cuenta la
historia de un padre que está llevando su hijo a un pueblo, Tonaya, porque está herido y
necesita ser atendido por un médico.
Si en la obra del escritor colombiano el viaje sucede entre las once de la mañana
y las tres y media de la tarde, es decir, de día, el viaje del cuento de Juan Rulfo se
desarrolla durante la noche, y la luna es, a la vez que acompañante, símbolo del misterio
y de la ambigüedad.
El tema del viaje representa en sí mismo una búsqueda, el deseo de una certitud,
de cumplir el deber que uno tiene con otros seres humanos. Ambos protagonistas, la
madre y el padre intentan cumplir con su deber aunque podría ser que sus hijos no lo
merecieran o que ya fuera muy tarde para hacerlo; por eso, no llevan nombres y
simbolizan el padre universal que a pesar de lo que ha hecho su hijo sigue
defendiéndolo y trata siempre de ayudarlo con todo lo que puede.
96
Como ya se pudo notar, otro tema (además del viaje) está representado por las
relaciones humanas de los personajes y sus conflictos causados por la pobreza, que
influye en una gran medida en su vida. Y de esto nos vamos a dar cuenta poco a poco,
leyendo la obra, porgue no se nos dice todo de repente sino que el lector está invitado a
pensar, a involucrase.
Desde los títulos nos damos cuenta de que los hilos narrativos no tienen gran
importancia porque no hacen referencia a lo que pasa, ni a los personajes sino que
sugieren el tiempo de la acción (La siesta del martes) y el motivo del conflicto (No oyes
ladrar los perros). Detrás de estos hilos narrativos aparentemente simples se nos oculta
la tragedia de la dificultad de las relaciones interpersonales y la imposibilidad de
comunicarse.
No había nadie en la estación. (…) El pueblo flotaba en el calor” (…), “Las casas, en su
mayoría construidas sobre el modelo de la compañía bananera, tenían las puertas cerradas por
97
dentro y las persianas bajas. En algunas hacía tanto calor que sus habitantes almorzaban en el
patio.1
Mientras que, en No oyes ladrar los perros, sabemos que el padre y el hijo van a
llegar a Tonaya, pero no se nos describe casi nada del pueblo porque era de noche:
Allí estaba ya el pueblo. Vio brillar los tejados bajo la luz de la luna. Tuvo la impresión
de que lo aplastaba el peso de su hijo al sentir que las corvas se le doblaban en el último
esfuerzo. Al llegar al primer tejaban, se recostó sobre el pretil de la acera y soltó el cuerpo.2
Pero se nos cuenta esto porque el tren mide el tiempo y condiciona la acción en
el relato. La madre y la hija salen a las once cuando “aún no había empezado el calor”,
llegan a las dos de la tarde, a la hora de la siesta y tienen la intención de regresar el
mismo día con el tren de las tres y media. Así que sólo tienen disponible una hora y
media para sus diligencias en el pueblo.
1
MÁRQUEZ, Gabriel García. La siesta del martes, versión online:
http://www.sololiteratura.com/ggm/marquezcuenlasiesta.htm
2
RULFO, Juan. No oyes ladrar los perros, versión online
http://www.sisabianovenia.com/LoLeido/Ficcion/NoOyesLadrar.htm
98
Como ya había mencionado al principio, ambas obras tienen dos partes: el viaje
y la llegada. La primera parte, es la parte en la que el autor nos deja familiarizarnos con
el cuento, es la parte más lenta y más larga mientras que la llegada se nos presenta de
una forma muy rápida o muy breve, especialmente en el cuento de Juan Rulfo.
Desde el principio nos señala que la hija y la madre son pobres; llevan “una
bolsa de material plástico con cosas de comer y un ramo de flores envuelto en papel de
periódicos”. Esta visión paupérrima aparece una vez más cuando se nos presenta su
manera de vestir “de luto riguroso y pobre” y cuando percibimos que su hijo murió
descalzo y con un trozo de soga en el cinturón.
Más adelante, cuando nos enteramos de que el hijo, Carlos Centena, fue matado
mientras robaba para dar de comer a su familia, la visión trágica llega a profundizarse.
Él es una víctima y al mismo tiempo un héroe porque permitió ser golpeado y hasta
matado por boxeadores para mantener a su familia: “Cada bocado que comía en ese
tiempo me sabía a los porrazos que le daban a mi hijo los sábados por la noche”.
3
FIDDIAN, Robin. La siesta del martes de G. G. Márquez, artículo en El cuento hispanoamericano ante
la crítica de Enrique Pupo-Walker, Editorial Castilla, Madrid, 1995
99
El diálogo entre la defensora (la madre) y el acusador (el sacerdote) encierra una
tremenda filosofía social; la moralidad está vista de una manera diferente por los dos y
esto se puede destacar por la reacción del padre que empezó a sudar al verla y la
decisión y la tenacidad con la que la señora defiende a su hijo: “Yo le decía que nunca
robara nada que le hiciera falta a alguien para comer y él me hacía caso”.4
Para ella, el hijo no era un ladrón porque ella piensa que el hombre tiene que ser
juzgado según las circunstancias. La misma oposición pobre-rico surge también de la
confrontación del muchacho con Rebeca, la señora que representa la familia burguesa,
la señora solitaria y con delirios de persecución “pues vivía bajo un terror desarrollado
en ella por 28 años de soledad”. 5
Esta antítesis y el hecho de hacer algo prohibido por la moral como causa de la
pobreza se puede notar también en No oyes ladrar los perros, donde la relación padre-
hijo fue deteriorada por culpa de la misma causa. Nos enteramos de esto poco a poco, a
través de un diálogo elíptico o más bien por un monólogo del padre.
4
MÁRQUEZ, Gabriel García. La siesta del martes. Versión online:
http://www.sololiteratura.com/ggm/marquezcuenlasiesta.htm
5
Op. cit.
100
El conflicto padre-hijo que ya he mencionado antes surge de una incapacidad
social que trae con sí misma frustraciones, rompe el contacto humano y hace más difícil
la comunicación. Y esto se puede notar en los diálogos que están llenos de frases cortas,
elípticas, que revelan la verdad pero al mismo tiempo la quieren esconder detrás de
frases incompletas y a veces monologadas: “Hablaba poco. Cada vez menos”. El
diálogo breve está interrumpido por muy cortos flashbacks que nos ayudan comprender
mejor y a reconstruir la historia, el acontecimiento previo y lo que va a suceder.
101
El final de ambos cuentos invita al lector a pensar. El final es abierto en ambos
casos. Si La siesta del martes acaba con un acto de triunfo por parte de la mujer el
hecho de no esperar más, de salir, enfrentando a todo el pueblo que estaba en las
ventanas: “Tomó a la niña de la mano y salió a la calle” , la obra de Juan Rulfo No
oyes ladrar los perros termina con la llegada a Tonaya, pero en este punto no sabemos
con seguridad si Ignacio aun está vivo o no:
Tuvo la impresión de que le aplastaba el peso de su hijo al sentir que las corvas se le
doblaban en el último esfuerzo. Al llegar al primer tejaban, se recostó sobre el pretil de la acera y
soltó el cuerpo, flojo, como si lo hubieran descoyuntado. Destrabo difícilmente los dedos con
que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello y, al quedar libre, oyó cómo por todas partes
ladraban los perros.6
Para concluir, La siesta del martes y No oyes ladrar los perros son dos obras
maestras que condensan, en pocas páginas que aparentemente no dicen nada (nada más
que lo visible) un tipo de omisión de lo fantástico, un tipo de saber callar las cosas que
implica no el hecho de nombrarlas sino de sugerirlas.
Aquí se cuenta sin dar demasiados detalles, solamente los suficientes para que el
lector atento y con experiencia llegue a entender que los dos hilos narrativos, donde no
parece suceder nada, son ejemplos de obras que no están escritas en líneas sino entre
ellas.
6
RULFO, Juan. No oyes ladrar los perros, versión online:
http://www.sisabianovenia.com/LoLeido/Ficcion/NoOyesLadrar.htm
102
BIBLIOGRAFÍA:
103
Ana-Maria CRISTEA
Estudiante de Master
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” Iasi
Desde el cuerpo femenino fragmentado, fervorosamente acariciado por las manos del
protagonista de Un perro andaluz y hasta la imagen de la novia inmóvil, objeto de un
deseo incestuoso en Viridiana, la cinematografía de Buñuel parece atestada de fetiches
que corresponden generalmente a la mirada masculina. Partiendo de las ideas de Marx y
Freud, reinterpretadas por la feminista Laura Mulvey, intentaremos investigar la
construcción de imágenes fetichistas y el uso del cuerpo femenino como espectáculo en
las películas de Luis Buñuel.
1
El presente artículo constituye un fragmento de la tesis titulada “Espectáculo y monstruosidad: la obra
cinematográfica de Luis Buñuel desde una perspectiva feminista”, presentada en la Universidad
Alexandru Ioan Cuza de Iasi, en la sesión de julio de 2011.
2
Atribuye un valor excesivo a los objetos generalmente considerados como sin valor (T. de la A.).
Mulvey, Laura, Fetichism and Curiosity, Ed. BFI, Londres, 1996, p. 2.
104
imagen y creencia y otorgándole un aura más erótica que religiosa. Para Freud, el
fetiche nace de la angustia de la castración y funciona como sucedáneo para el objeto
considerado como ausente, el pene maternal. La ausencia, generalmente vinculada a una
herida, permanece de esta forma oculta bajo la máscara de “a phantasmatic topography,
a surface, or carapace”3 que reemplaza la imagen traumática con la belleza y el deseo.
El cine, según Mulvey, “can form a bridge between the commodity as spectacle and the
figure of woman on the screen.”4
3
Una topografía fantasmagórica, una superficie, un caparazón (T. de la A.). Ibidem, p.5.
4
Puede formar un vínculo entre el espectáculo como mercancía y la figura de la mujer como espectáculo
en la pantalla (T. de la A.). Ibidem, p.8.
5
Por ejemplo, Phillip Drummond, quien en su artículo “Textual Space in Un chien andalou: Donkeys and
Pianos” argumenta que las imágenes que aparecen en la película no remiten tanto al peso de la infancia,
de la tradición, de la religión o de la educación del protagonista, sino más bien corresponden a unos
elementos típicamente surrealistas: los trastornos narrativos, la experiencia onírica, la incongruencia, la
ausencia de una determinada lógica y el infringimiento de los conceptos tradicionales de tiempo y
espacio.
105
través de la educación católica y la imposición de la moral burguesa. Para reforzar esta
idea, se han señalado varios elementos clave. Por ejemplo, la presencia del motivo de la
mano, que tanto en la obra de Buñuel, como también en la de Dalí, remite a la idea de
masturbación y de vergüenza. Por otro lado, también es sugestiva la carga llevada por el
hombre en su intento de seducir a la mujer. Los curas arrastrados o el castigo que el
protagonista recibe posteriormente parecen señalar el peso de la educación católica,
mientras que la presencia de los pianos está vinculada al refinado mundo burgués, en el
cual la libre manifestación de los impulsos está prohibida. En el último “encuentro” con
la mujer, la boca del joven desaparece de repente, indicando de manera simbólica la
imposibilidad de concretar su deseo mediante el beso. Después, el vello axilar de la
protagonista queda trasladado al lugar que correspondía a la boca de su pretendiente y
de esta forma, se enfatiza la idea de afeminamiento.
Desde L’Âge d’or y hasta Diario de una camarera, se nota la presencia de unos
personajes masculinos generalmente cuyo placer parece derivar del fetiche más
conocido empleado en la obra cinematográfica de Buñuel, el fetichismo de pies y
piernas. Él, por ejemplo, comienza con una escena en la que el protagonista masculino,
Francisco, observa un cura mientras éste está lavando los pies de unos monaguillos. Su
mirada, sobrepuesta a la perspectiva de la cámara, se desliza en la fila de pies desnudos,
hasta que se detiene en los zapatos de una mujer, para después ascender hacia las
piernas y finalmente llegar a la cara de Gloria, el personaje con el cual pronto se casará.
106
En Diario de una camarera, Monsieur Rabour preserva en un armario una colección de
zapatos y botas que Célestine calza, a petición suya. Mientras ella le está leyendo, el
hombre acaricia las botas, nombrándola Marie, para después exigirle que camine frente
a él. Posteriormente, Rabour es encontrado muerto en su cama, medio desnudo, con un
par de botas firmemente agarrado entre sus manos. En el caso de Monsieur Rabour y,
como indicaremos a continuación, también en el caso de don Jaime en Viridiana, los
diferentes artículos de la indumentaria femenina funcionan como sustituto de un antiguo
amor, pero al mismo tiempo parecen ocultar una amenaza, un recuerdo que vincula el
deseo a la muerte. Con respecto a Fernando, la situación es más compleja, ya que a lo
largo de la película se hace patente su miedo al contacto físico real con una mujer, el
fetiche constituyendo pues una alternativa más segura. Según la teoría freudiana que
trata el tema del fetiche, la excitación sexual del fetichista nunca puede llegar a
concretarse en una relación física. Los instintos perversos, libidinales conducen más
bien a un tipo de liberación sadomasoquista que se puede expresar mediante actos
violentos de uno mismo o en contra del objeto-fetiche, como veremos a continuación.
6
Gutiérrez-Albilla, Julián Daniel, Queering Buñuel:Sexual Dissidence and Psychoanalysis in his
Mexican and Spanish Cinema, Ed. Tauris, Londres, 2008, p.129.
107
por una ventanilla, alterna con un punto de vista insólito el del maniquí que se
encuentra en el horno. Los actos violentos de Archibaldo, incluso cuando son meras
fantasías, presentan un evidente componente fetichista y corresponden a unas reiteradas
puestas en escena de un trauma infantil. El protagonista intenta encontrar sucedáneos
del objeto perdido la madre- y, por lo tanto, necesita el cuerpo femenino para
materializar sus deseos narcisistas y masoquistas reprimidos.
108
Quizás el ejemplo más relevante para nuestro análisis del fetichismo y de la
mujer como espectáculo lo constituye Viridiana. En la película, como anticipamos, don
Jaime intenta compensar la ausencia de su difunta esposa fetichizando los objetos que le
habían pertenecido. Para preservar viva su memoria, el hombre toca en el armonio la
música que le gustaba a su esposa y guarda su ropa, incluso su vestido de novia, en un
antiguo arcón de madera. En un intento de resucitar su presencia, el viejo patriarca
decide incluso ponerse los zapatos y el corsé que también pertenecieron a la difunta.
Pero la adoración casi religiosa de don Jaime revelará también una profunda frustración
sexual, mitigada solamente a través de la mirada. Este hecho se hace patente desde la
escena en que él observa detenidamente las piernas de una niña, Rita, que estaba
saltando a la comba.
109
figura, pero a la vez parece inmovilizarla. Según Gutiérrez-Albilla, el atuendo de la
protagonista funciona como una cuerda un motivo constante a lo largo de la historia
del personaje y sirve como metáfora para revelar el fuerte vínculo entre el deseo y la
sujeción, la dominación y la sumisión, el amor y la muerte, el castigo y el placer
presentes en la película.7 Además, la figura inerte de Viridiana también podría ser
interpretada aplicando la perspectiva de Mulvey, quien considera que, a lo largo del
tiempo, la imagen de la mujer ha sido representada visualmente como un fetiche de la
“mercancía” social y psíquica tanto a nivel económico, como a nivel sexual. También
Viridiana parece existir “in a state of suspended animation, without depth or contex,
withdrawn from any meaning other than the message imprinted by their clothes, stance
or gesture.”8 Por lo tanto, su presencia puede ser interpretada como simple espectáculo
destinado a ser mirado e incluso consumido.
7
Gutiérrez-Albilla, Julián Daniel, Op. cit., p.60.
8
En un estado de muerte aparente, sin ninguna profundidad y ningún contexto, lejos de cualquier
significado que no sea el mensaje sugerido por su indumentaria, su postura o sus gestos (T. de la A.).
Mulvey, Laura, “Fears, Fantasies and the Male Unconscious”, en Mulvey, Laura, Visual and Other
Pleasures, Ed. Macmillan, Basingstoke, 1989, p.7.
9
Mulvey, Laura, Op. cit., 1996, pp. 53-64.
110
Cabe subrayar que en la obra cinematográfica de Buñuel, el fetichismo no está
vinculado exclusivamente al imaginario masculino y por lo tanto, no concuerda con la
interpretación freudiana. En la refinada cena de L’Âge d’Or, la protagonista femenina,
en la ausencia de su pretendiente y frente a la imposibilidad de materializar su deseo,
comienza a besar frenéticamente el pie de una estatua, mientras que en Belle de jour,
Séverine alcanza la libertad sexual fantaseando ser atada y azotada. En ambos casos los
impulsos fetichistas de las protagonistas adquieren matices subversivos, contrastando
con el protocolario entorno. Las elegantes mujeres burguesas de L’Âge d’Or, aferradas a
los brazos de sus esposos, parecen cumplir más bien el papel de accesorios, sin tener
ninguna contribución real a las conversaciones de los hombres. Su belleza y su hermosa
indumentaria hacen a Séverine la esposa más elegante de toda la cinematografía de
Buñuel, pero desde la perspectiva de su marido, la perfección exterior la convierte en un
simple objeto, cuyos deseos él parece ignorar completamente.
Los fetiches de don Jaime parecen servir para evocar el recuerdo de su difunta
esposa, pero también los objetos religiosos de Viridiana remiten a la adoración de un
cuerpo ausente el de Jesucristo. Para Gutiérrez-Albilla, la alternancia de los planos
10
Edwards, Gwynne, A Companion to Luis Buñuel, Ed. Tamesis, Nueva York, 2005, pp. 67-68.
111
que muestran al viejo patriarca tocando el armonio y a su sobrina rezando, unidos por el
fondo musical, enfatiza la existencia de un vínculo psicológico entre los dos personajes.
Ambos parecen inmersos en la adoración de una entidad ausente, lo que para el crítico
funciona como indicio de una actitud masoquista común.11
11
Gutiérrez-Albilla, Julián Daniel, Op. cit., pp. 68-69.
12
Se trata del complejo de Edipo que supone una aspiración libidinal hacia los progenitores.
112
marginada. En un intento de imprimir a la sagrada escena un toque de modernidad, ella
reemplaza el lienzo del pintor con lo que al principio parece ser una cámara fotográfica.
Pero a la hora de inmortalizar la escena, Enedina levanta de repente su falda, fingiendo
tomar la foto con las partes pudendas. En su análisis de la secuencia, Marsha Kinder
interpreta el gesto de Enedina desde el punto de vista de las políticas sexuales. De esta
forma, Enedina problematiza el concepto tradicional de voyeurismo masculino y hace
confluir las dos partes vinculadas a la mirada el voyeurismo y el exhibicionismo.13
13
Kinder, Marsha, Blood Cinema: The Reconstruction of National Identity in Spain, Ed. University of
California Press, Berkeley, 1993, p. 316.
113
de la misteriosa caja de Pandora, que, según Mulvey, es una metáfora que remite a los
aspectos del cuerpo femenino que despiertan la angustia masculina14.
14
Mulvey, Laura, Op. cit., 1996, p. 61.
114
En su interacción con los demás personajes, don Lope se muestra liberal,
anticlerical y anarquista, pero la supuesta liberalidad no se aplica en el caso de Tristana.
Pese a algunos accesos de rebeldía, cualquier intento de escapar de la presencia posesiva
de su tutor se muestra inútil desde el momento en que a la mujer se le amputa una
pierna, como un castigo simbólico de sus impulsos de emancipación. La mutilación
desencadena su agresividad y Tristana, como Conchita, llega a concientizar y a usar su
poder frente a don Lope y a su criado, Saturno.
115
BIBLIOGRAFÍA:
DELEUZE, Gilles, “Coldness and Cruelty”, in Masochism, trad. Jean McNeil, ed. Zone
Books, Nueva York, 1977
EDWARDS, Gwynne, A Companion to Luis Buñuel, Ed. Tamesis, Nueva York, 2005
GUTIÉRREZ-ALBILLA, Julián Daniel, Queering Buñuel:Sexual Dissidence and
Psychoanalysis in his Mexican and Spanish Cinema, Ed. Tauris,
Londres, 2008
IRIGARAY, Luce, The Sex Which Is Not One, Ed. Cornwell University, Ithaca, 1985
KINDER, Marsha, Blood Cinema: The Reconstruction of National Identity in Spain, Ed.
University of California Press, Berkeley, 1993
MULVEY, Laura, Visual and Other Pleasures, Ed. Macmillan, Basingstoke, 1989
MULVEY, Laura, Fetichism and Curiosity, Ed. BFI, Londres, 1996
SILVERMAN, Kaja, Male Subjectivity at the Margins, Ed. Routledge, Nueva York,
1992
FILMOGRAFÍA:
116
Cristina BLEOR U
Estudiante de Master
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” Ia i
117
El objetivo de este trabajo está claro y lo expone con precisión el autor en su
introducción: la función que desempeña el análisis contrastivo entre dos lenguas o
dentro de la misma lengua entre fenómenos distintos.
En la primera parte que sirve de introducción del artículo, se presentan una serie
de consideraciones generales sobre el recorrido de la lingüística contrastiva en la
historia, sobre lo que ha habido con anterioridad, repasando los modelos de gramática-
traducción y de los enfoques estructurales, con el fin de demostrar la importancia de las
comparaciones en la enseñanza de las lenguas; si bien hoy en día las actividades
didácticas a veces se diseñan en función de la nacionalidad de los aprendices, lo cierto
es que la lingüística contrastiva empezó a desempeñar un papel importante antes,
aunque pasó por períodos críticos, por ejemplo cuando se consideró que confundía a los
aprendices, en vez de ayudarlos a aprender con mayor facilidad. Sin embargo, nunca se
explicitaron los métodos utilizados, aunque a veces se hizo referencia a la comparación
sistemática a priori o a los sistemas lingüísticos implicados.
118
como base de su diseño las comparaciones entre idiomas: libros de texto, diccionarios
bilingües, libros de gramáticas para extranjeros, trabajos monográficos y estudios de
estilística comparada. Francisco Matte Bon considera que una herramienta útil para
comparar dos lenguas podrían ser los diccionarios, tanto bilingües, como monolingües.
Sin embargo, los estudios de este tipo están muy poco desarrollados.
No obstante, cabe destacar que Francisco Matte Bon en este apartado hace una
propuesta; considera que es muy importante que se haga primero una reflexión sobre el
sistema gramatical de la lengua vernácula para pasar después al sistema de la lengua
meta.
119
manera, aprovechan un fenómeno de su lengua materna para acercarse a otro u otros
fenómenos del español.
La conclusión con la que Francisco Matte Bon pone fin a este artículo insiste en
la necesidad de utilizar el análisis contrastivo en la enseñanza de idiomas no sólo para
resolver problemas, sino para aprender una lengua mediante este método. Su postura,
sin embargo, incide en la adaptación de la comparación de lenguas en la adquisición de
un idioma que atienda a las necesidades del alumno, fomentándose la autonomía de
éste.
Por último, y no por ello menos importante, el artículo se cierra con una
selección bibliográfica de obras fundamentales de referencia, con una lista de lecturas
recomendadas que el autor divide en gramáticas contrastivas, obras de carácter general,
obras de análisis de la lengua y algunos trabajos que se centran en el papel que
desempeña la gramática en el aula de lenguas extranjeras. También propone una lista de
lecturas complementarias.
La exposición clara de los contenidos hace que la lectura sea ágil y que la
información ofrecida aparezca de forma precisa y accesible para el lector. Quizá podría
objetarse la presencia de numerosas notas al pie de página que a veces impiden al lector
que siga el hilo del artículo.
120
BIBLIOGRAFÍA:
121
TALLER DE TRADUCCIÓN
Simona POPA
Estudiante de Master
Universidad de Bucarest
Engleze te F r Profesor
Comedie Inedit Într-un Act
Matei Vi niec
Scena IV
(fragment)
Doamna i domnul Smith intr prin u a din dreapta, f r nici o schimbare în
îmbr c minte.
D-na Smith: Bun seara, iubi i prieteni! Ierta i-ne c ne-a i a teptat a a de mult. Am
socotit c trebuie s v d m toat cinstea cuvenit i, când am auzit c ne face i pl cerea
s ne vizita i pe nea teptate ne-am repezit s ne îmbr c m în inut de sear .
Dl. Smith: N-am mâncat toat ziua. V a tept de patru ceasuri. De ce a i întârziat a a de
mult?
(Doamna i domnul Smith se a eaz în fa a musafirilor. Conversa ia începe. Pendula
bate foarte tare subliniind replicile, de fiecare dat )
D-na Martin: Eu pot s cump r un briceag pentru fratele meu, dar dumneata nu po i
cump ra ora ul Londra pentru tat l dumitale.
Dl. Smith: Cu picioarele po i merge dar te înc lze ti mai bine cu electricitate sau cu
c rbuni.
Dl. Martin: Cine vinde azi un bou, mâine cap t un ou.
D-na Smith: Înv torul înva pe copii, dar pisica î i al pteaz puii când sunt mici.
D-na Smith: i vaca ne d cozile sale.
Dl. Smith: Când sunt la ar , îmi place s fiu singur i lini tit.
Dl. Martin: Nu e ti înc destul de b trân pentru aceasta.
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D-na Smith: Peter are dreptate: nu e ti a a de lini tit cum este el.
D-na Smith: Care sunt cele apte zile ale s pt mânii?
Dl. Smith: Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, Saturday, Sunday.
Dl. Martin: Edward is a clerck; his sister Nancy is a typist, and his brother William a
shop assistant.
D-na Smith: Drôle de famille!
D-na Martin: Mai bine o pas re pe câmp decât un ciorap într-un copac.
Dl. Smith: Mai bine o leas într-o cas decât o plas într-o ras .
Dl. Martin: Casa unui englez este adev ratul s u castel.
D-na Smith: Nu tiu înc destul spaniole te ca s pot s m fac în eleas .
D-na Martin: i-a da papucii soacrei mele dac -mi dai co ciugul so ului t u.
Dl. Smith: Caut un preot armean ca s -l însor cu servitoarea noastr .
Dl. Martin: Fagul este un copac în timp ce fagul este un copac, iar stejarul un stejar
r sare. Dminea a în zori.
D-na Smith: Unchiul meu locuie te la ar dar pe moa a ta n-o prive te.
Dl. Martin: Hârtia este pentru scris, pisica este pentru oarece, brânza este pentru
zgâriat.
D-na Smith: Automobilul fuge repede dar buc t reasa g te te mai bine.
D-na Martin: Podul este sus, pivni a este jos.
Dl Smith: Nu te tot uita la curci mai bine pup -l pe primar.
Dl. Martin: Charity begin at home.
D-na Smith: A tept s -mi vin apeductul la moar .
Dl Martin: Mai multe foi mai ieftin, o dovad c progresul social este mai bun cu
zah r.
Dl. Smith: Crem de ghete!
(Dup aceast replic a domnului Smith, ceilal i r mân o clip încremeni i. Se simte c
o enervare plute te în aer. B t ile pendulei sunt i ele enervante. Replicile ce urmeaz
trebuiesc spuse mai întâi pe un ton rece, sup rat. Ostilitatea i apoi enervarea cresc
treptat. La sfâr itul scenei, cele patru personaje se vor g si în picioare, aproape de tot
unii de al ii, ipându- i replicile, gata s se ia la p ruial )
Dl. Martin: Cu crema de ghete nu- i lustrui ochelarii.
D-na Smith: Da, dar cu banii pot cump ra orice.
Dl. Smith: Mai bine s omori o g in decât s te plimbi în gr din .
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Dl. Smith: Castrave i, castrave i, castrave i, castrave i, castrave i, castrave i, castrave i,
castrave i, castrave i, castrave i, castrave i, castrave i, castrave i, castrave i.
D-na Smith: Întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi
cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi
cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele, întâi cucoanele!!!
Dl. Martin: Întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi
cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi
cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele, întâi cuptoarele!!!
Dl. Smith: Nasul cu muci, câinii cu purici!
D-na Martin: Ap de din i!
D-na Smith: Cacodilat!
Dl. Martin: Mai bine fac un ou decât s fur un bou!
Dl. Smith: Obrazul sub ire, n-are m sline!
D-na Martin (gura larg c scat ): A! O! Ha! Ho! Las -m s scrâ nesc între din i!
D-na Smith: Ochiul s - i putrezeasc !
Dl. Martin: Turcul s pl teasc !
Dl. Smith: Am s m mut în alt cas !
D-na Martin: Cas , c cas , cas , c cas , cas , c cas , cas , c cas , cas , c cas , cas ,
c cas , cas , c cas , cas , c cas , cas , c cas , cas , c cas , cas , c cas , cas , c cas ,
cas , c cas !!!
D-na Smith: Nu mu ca de undeva!
Dl. Martin: Nu mi ca de undeva!
Dl. Smith: Nu mu ca de unde mi ti, nu mi ca de unde mu ti!
D-na Martin: Musca mi c !
D-na Smith: Mi c musca!
Dl. Martin: Mu te mi ca i!
Dl. Smith: Mu tele mu c mu cata!
D-na Martin: Musca mu c mu cata ta!
D-na Smith: Mu ca- i-ar musca mu chiul!
Dl. Martin: Domnule Smith, e ti mu chiu mu cat!
Dl. Smith: Domnule Martin, mustul muste te!
D-na Martin: Doamn Smith, mu tele mustesc în mu chiul mu cat.
D-na Smith: Doamn Martin, mu c musca mi c mu cata mu chiul muste te.
Dl. Martin: Martin!
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Dl. Smith: Smith!
D-na Martin i dl. Smith: Martin Smith!
D-na Smith i dl. Martin: Smith Martin!
D-na Martin i dl. Smith: Smith Martin!
D-na Smith i dl. Martin: Martin Smith!
D-na Martin: Bolborosule, bolboroaso! Bolboro ilor!
D-na Smith (între din i): Khrishnamurti, Khrishnamurti, Khrishnamurti!
Dl. Smith: Popa pârlitul, pârlitul popii!
D-na Martin: Bazdrag, bâzâg, buze ti!
D-na Smith: Hiudum burum!
Escena IV
(fragmento)
La señora y el señor Smith salen por la puerta de la derecha, sin haberse cambiado de
ropa.
Sra. Smith: ¡Buenas noches, queridos amigos! Perdónennos por haberles hecho esperar
tanto. Hemos considerado que debíamos concederles todo el honor que merecen y
cuando oímos que nos habían otorgado el gran placer de visitarnos sin avisar, nos
apresuramos a vestirnos de etiqueta.
Sr. Smith: No hemos comido en todo el día. Los estamos esperando desde hace cuatro
horas. ¿Por qué han tardado tanto?
(La señora y el señor Smith se sientan en frente de la visita. La conversación empieza.
Las campanadas del reloj de péndulo se oyen muy fuertes marcando cada réplica.)
Sra. Martin: Yo puedo comprar una navaja de bolsillo para mi hermano, pero Usted no
puede comprarle la ciudad Londres a su padre.
Sr. Smith: Se puede andar a pie, pero es mejor calentarse con electricidad o carbón.
Sr. Martin: Quien vende hoy la onza, mañana recibe la arroba.
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Sra. Smith: El profesor enseña a los niños, pero la gata amamanta a sus crías de
pequeñas.
Sra. Smith: Y la vaca nos da sus rabos.
Sr. Smith: Cuando estoy en el campo, me gusta estar solo y tranquilo.
Sr. Martin: Aún no estás suficientemente viejo para esto.
Sra. Smith: Peter tiene razón: no eres igual de tranquilo que él.
Sra. Smith: ¿Cuáles son los siete días de la semana?
Sr. Smith: Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, Saturday, Sunday.
Sr. Martin: Edward is a clerck; his sister Nancy is a typist, and his brother William a
shop assistant.
Sra. Smith: Drôle de famille!
Sra. Martin: Mejor pájaro en el campo que calcetín en el árbol.
Sr. Smith: El vino vino, pero el vino no vino vino. El vino vino vinagre.
Sr. Martin: La casa de un inglés es su verdadero castillo.
Sra. Smith: Todavía no sé suficiente español para hacerme entender.
Sra. Martin: Te mandaría a freír espárragos si me mandaras el ataúd de tu esposo.
Sr. Smith: Busco a un pope armenio para casarlo con nuestra sirvienta.
Sr. Martin: El haya es un árbol mientras que el haya es un árbol, y del roble sale el
roble. Por la mañana al amanecer.
Sra. Smith: Mi tío vive en el campo pero esto no es asunto de la madre que te parió.
Sr. Martin: El papel es para escribir, el gato es para los ratones y las uñas son para
comérselas.
Sra. Smith: El automóvil corre a toda velocidad pero la cocinera cocina mejor.
Sra. Martin: El desván está arriba, el sótano está abajo.
Sr. Smith: Deja de mirar a las musarañas, mejor besa al alcalde.
Sr. Martin: Charity begin at home.
Sra. Smith: Habrá un día agua también para mi molino.
Sr. Martin: Cuanto más hojas más barato, prueba de que las cosas van mejorando con
azúcar…
Sr. Smith: ¡El betún!
(Después de esta réplica del señor Smith, los demás se quedan petrificados por un
momento. Se siente un malestar en el aire. Las campanadas del reloj de péndulo son
también irritantes. Las réplicas que siguen se deben decir primero en un tono frío,
enojado. La hostilidad y la irritación siguen creciendo. Al final de la escena, los cuatro
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personajes se hallarán de pie, muy cerca unos de los otros, gritando sus réplicas, a
punto de tirarse de los pelos.)
Sr. Martin: Con betún no le sacas brillo a tus gafas.
Sra. Smith: Sí, pero con el dinero puedo comprar todo.
Sr. Smith: Mejor matar a la gallina, que pasar por la cocina.
Sr. Smith: Los pepinos, los pepinos, los pepinos, los pepinos, los pepinos, los pepinos,
los pepinos, los pepinos, los pepinos, los pepinos, los pepinos, los pepinos, los pepinos,
los pepinos.
Sra. Smith: ¡¡¡Primero las damas, primero las damas, primero las damas, primero las
damas, primero las damas, primero las damas, primero las damas, primero las damas,
primero las damas, primero las damas, primero las damas, primero las damas, primero
las damas, primero las damas!!!
Sr. Martin: ¡¡¡Primero las ramas, primero las ramas, primero las ramas, primero las
ramas, primero las ramas, primero las ramas, primero las ramas, primero las ramas,
primero las ramas, primero las ramas, primero las ramas, primero las ramas, primero las
ramas, primero las ramas!!!
Sr. Smith: ¡La nariz con mocos, el perro con piojos!
Sra. Martin: ¡Agua para los dientes!
Sra. Smith: ¡Cacodilato!
Sr. Martin: ¡Mejor hacer la onza que hurtar la arroba!
Sr. Smith: ¡Mal suena el don sin aceitunas!
Sra. Martin (con la boca ampliamente abierta): ¡Ah! ¡O! ¡Ja! ¡Jo¡ ¡Déjame rechinar
los dientes!
Sra. Smith: ¡Que se te pudra el ojo!
Sr. Martin: ¡El turco se quedó cojo!
Sr. Smith: ¡Me mudaré a otra casa!
Sra. Martin: ¡¡¡Casa, cagasa, casa, cagasa, casa, cagasa, casa, cagasa, casa, cagasa,
casa, cagasa, casa, cagasa, casa, cagasa, casa, cagasa, casa, cagasa, casa, cagasa, casa,
cagasa, casa, cagasa.!!!
Sra. Smith: ¡Tengo un gato pelado!
Sr. Martin: ¡Tengo un gato peludo!
Sr. Smith: ¡Tengo un gato ético pelético, pelado peludo!
Sra. Martin: ¡Pelado peludo!
Sra. Smith: ¡Peludo pelado!
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Sr. Martin: ¡Gatos pelados peludos!
Sr. Smith: ¡Gatos pelados peludos con rabos lanudos!
Sra. Martin: ¡Tus gatos pelados peludos con rabos lanudos!
Sra. Smith: ¡Helado pelado peludo!
Sr. Martin: Señor Smith, ¡eres el helado pelado peludo!
Sr. Smith: Señor Martin, ¡el helado hiela!
Sra. Martin: Señora Smith, se hiela el gato helado pelado peludo.
Sra. Smith: Señora Martin, se hiela del gato helado pelado peludo el rabo lanudo.
Sr. Martin: ¡Martin!
Sr. Smith: ¡Smith!
Sra. Martin y sr. Smith: ¡Martin Smith!
Sra. Smith y sr. Martin: ¡Smith Martin!
Sra. Martin y sr. Smith: ¡Smith Martin!
Sra. Smith y sr. Martin: ¡Martin Smith!
Sra. Martin: ¡Balbucido! ¡Balbucida! ¡Balbucidos!
Sra. Smith (a regañadientes): ¡Krishnamurti, Krishnamurti, Krishnamurti!
Sr. Smith: ¡El pope pobrete, el pobrete del pope!
Sra. Martin: ¡ Bum, pum, cataplum!
Sra. Smith: ¡Patatin patatan!
De toda la obra de teatro de Matei Vi niec que se ha utilizado para realizar la presente
traducción, la cuarta escena es la que plantea más problemas.
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debe acudir a trabalenguas ya existentes en la lengua meta y adaptarlos para que sirvan
a nuestro propósito.
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Laura CIOCHINA
Estudiante de Español
Universidad “Alexandru Ioan Cuza”, Ia i
Égloga III
Garcilaso de la Vega
(fragmentos)
Cerca del Tajo en soledad amena Aproape de Tajo, în lini te deplin ,
de verdes sauces hay una espesura, de s lcii ml dioase se vede un desi
toda de yedra revestida y llena, acoperit cu totul de ieder fin ,
que por el tronco va hasta la altura, ce se-aga de trunchiuri în vajnic sui ;
y así la teje arriba y encadena, i astfel le ese tulpin cu tulpin ,
que el sol no halla paso a la verdura; încât de soare nu-i loc în verdele-ascunzi ;
el agua baña el prado con sonido apa-mpresoar poiana cu un susur blând,
alegrando la vista y el oído. urechile i ochii în tain bucurând.
Movióla el sitio umbroso, el manso viento, Mi cat-o-au locul r coros i vântul blând,
el suave olor de aquel florido suelo. Mireasma venit din solul înflorit.
Las aves en el fresco apartamiento P s ri urme de zbor greu înc purtând
vio descansar del trabajoso vuelo. a v zut odihnindu-se-n frumos colorit.
Secaba entonces el terreno aliento Usca p mântul, parfumuri respirând,
el sol subido en la mitad del cielo. Soarele-n plin cer albastru c l torit.
En el silencio sólo se escuchaba Un singur sunet str b tea acel decor –
un susurro de abejas que sonaba. un zumzet de albine r sun tor.
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Habiendo contemplado una gran pieza Dup ce vreme-ndelungat a privit
atentamente aquel lugar sombrío, spre locul a ezat în umbroas arcad ,
somorgujó de nuevo su cabeza, capul i-a scufundat i nu s-a mai ivit,
y al fondo se dejó calar del río. c ci s-a l sat în adâncuri s cad .
A sus hermanas a contar empieza Surorilor le poveste te neistovit
del verde sitio el agradable frío, de locul verde, r coarea de livad ,
y que vayan las ruega y amonesta apoi din ap le-ndeamn s ias
allí con su labor a estar la siesta. în poian s ad i pânza s-o eas .
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Estaba puesta en la sublime cumbre Atât de sus pe culmea cea m rea
del monte, y desde allí por él sembrada a muntelui, de el zi de zi p zit
aquella ilustre y clara pesadumbre se-ntinde falnic vestita fort rea
de antiguos edificios adornada. cu antice cl diri frumos împodobit .
De allí con agradable mansedumbre Pe-acolo trecând, neostenit drumea ,
el Tajo va siguiendo su jornada, apa din Tajo- i urmeaz cursul gr bit
y regando los campos y arboledas s ude câmpuri întinse i crânguri,
con artificio de las altas ruedas. rev rsat din ro i a ezate-n rânduri.
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Carmen Raluca NA
Estudiante de Español
Universidad “Babe -Bolyai”, Cluj-Napoca
Navidad Blanca
Quim Monzó1
"Al principio todo iba normal, si por normal se entiende que un ser fabuloso, de rizos
rubios hasta los hombros y alas de pluma de oca, como las que a veces se escapan por
las costuras de los edredones, bajara hasta la casa de María y, allí, en el atrio de
columnas románicas - eso sí que resultaba extraño: columnas románicas en Nazaret - le
anunciara la buena nueva. Pero, en efecto, todo iba exactamente de esa forma: el ser
fabuloso, de rizos rubios hasta los hombros y alas de pluma de oca, con ojos
almendrados entre el azul, el verde y el rosa, y de una belleza, más que inenarrable,
asexuada, descendió hasta la casa de María - una casa humilde pero limpia y muy
cuidada, y con tiestos de geranios a lo largo del atrio de columnas, románicas tal como
hemos dicho - para anunciarle la buena nueva: que era llena de gracia y bendecida entre
todas las mujeres. María se quedó boquiabierta. El arcángel, viendo la turbación de la
mujer, comprendió que el aparato escénico había sido realmente impresionante; quizás
se les había ido un poco la mano. Para tranquilizarla le dijo que no tenía por qué tener
miedo, que simplemente había venido a anunciarle que tendría un hijo al que llamaría
Jesús. La mujer - ¿cómo no? - aceptó la noticia de buen grado y el arcángel desapareció
en un santiamén, con el mismo desparpajo con el que había aparecido. Horas más tarde,
cuando su marido, José, volvió del taller - era carpintero-, María le explicó lo sucedido.
José se quedó de pasta de boniato.
También entra dentro de la normalidad más absoluta la disposición del
emperador Augusto, que ordenaba que todos los súbditos del Imperio Romano se
empadronaran, cada uno en el pueblo o la ciudad de donde su familia fuese originaria.
Por eso, José y María tomaron el burro y se fueron a Belén. María iba sobre el animal,
sentada de lado, y José a pie, tirando las riendas. Lo que - como las columnas románicas
1
El relato forma parte del libro Tres Navidades, de Quim Monzó. Barcelona, Acantilado, 2003. ISBN 84-
96136-32-9
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- tampoco era en absoluto normal era todo aquello de la nieve. Cuando llegaron a Belén
vieron que el pueblo entero estaba nevado, hasta el horizonte, sobre el que campaba un
cielo negro y con estrellas de cinco y seis puntas, inmóviles como recortadas. En
Palestina la nieve era un fenómeno meteorológico casi ignorado. Generaciones y
generaciones de ciudadanos nacía y morían sin haberla conocido, y sin que ello les
preocupase lo más mínimo. Y si habían oído hablar de ella era por viajeros de países
lejanos, que citaban incluso montes en los que la nieve es perpetua. Los nativos los
escuchaban absortos, pero, en cuanto los viajeros acababan su narración, volvían a sus
tareas sin que la nieve les hiciera perder ni una hora de sueño. En cambio, ahora todo
estaba nevado: las montañas, las calles, los tejados de las casas, el puesto de la
castañera... Era nieve polvo, tan polvo que parecía harina.
Debido a la afluencia de gente para empadronarse, no encontraron ni una
habitación libre en todo Belén. Los habitantes no eran demasiado acogedores; ni la
imagen de una mujer embarazada los movía a piedad. Por esto se vieron forzados a
instalarse en un establo abandonado. Adecentaron en un rincón, cerca de un buey
adormilado y del burro que llevaban. Fue allí donde, el 25 de diciembre, María dio a
luz. Era un niño precioso, saludable y llorón. José lo tomó en brazos para limpiarlo.
Pero María requirió de nuevo su atención. Estaba naciendo un segundo niño.
Eran dos niños preciosos, y cada uno con un halo tipo holograma sobre la cabeza. Tras
alimentarlos y ponerles los pañales - afortunadamente María había previsto recambios -
los acostaron sobre un montón de paja, uno junto al otro. Movían las manos. El buey y
el burro contemplaban la escena de reojo.
- ¿Estas segura de que te habló de un niño? ¿No diría dos y no te fijaste?
José no entendía que había pasado. Que fuesen dos trastocaba todos los planes.
Incluso algo tan poco importante como lo del nombre. El arcángel había dicho que
debía llamarse Jesús. Era un nombre que no les desagradaba; tampoco les entusiasmaba,
si tenemos que ser sinceros. En aquella época, los nombres predominantes eran Sandra,
Vanessa, Kevin, Jonathan e incluso Sue Ellen, que les parecían frívolos y pretenciosos.
José y María habían pensado otros nombres e incluso había hecho una lista de sus
preferidos: David, Samuel, Alejandro, Abel, Moisés, Iván... De todos, el que más les
gustaba era Alejandro. Era un nombre sonoro y vibrante. Si el arcángel no hubiese
dejado tan claro que tenía que llamarle Jesús, le habrían puesto Alejandro, sin ninguna
duda. Pero, en fin, no pudiendo llamarse Alejandro, a María el nombre de Jesús ya le
parecía bien. En algún momento, José había propuesto que se llamase como él: José.
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Muchos amigos suyos ponían su nombre a sus primogénitos. ¿Por qué no él? María no
había querido ni oír hablar de un posible cambio.
- El arcángel dijo que debía llamarse Jesús y se llamará Jesús.
No hablaron más del asunto. Se llamaría Jesús; estaba decidido. Pero ahora se
encontraban con dos niños, el doble de lo que esperaban. ¿Cómo los llamarían? Después
de darle muchas vueltas encontraron la solución. Uno se llamaría Jesús María y el otro
Jesús José. Así respetaban la orden de que se llamase Jesús y de paso satisfacían el
deseo de José: al menos, uno de los dos se llamaba como él, aunque fuera de segundo
nombre.
Eso no era más que el inicio de las duplicaciones. Desde ese momento - cavilaba
José - todo sería doble. Las cunas, los vestiditos, los chupetes, el consumo de dodotis.
De su cavilación lo sacó un ruido de cascos. Eran camellos que atravesaban, por un
débil puente de madera, las aguas del río, que parecían inmóviles y como de papel de
plata. Cuando llegaron al establo, los tres Reyes Magos se quedaron pasmados. Era la
misma sorpresa que María y José habían visto en las caras de los pastores que se habían
acercado a adorar al niño y, en vez de uno, se habían encontrado con dos. Uno de los
pastores, que había traído como regalo un cochecito Jané monoplaza, corrió a cambiarlo
por un modelo doble. Melchor, Gaspar y Baltasar - hombres curtidos en mil batallas y
duchos en tomar decisiones- reaccionaron de manera rápida y, sin que ni María ni José
se diesen cuenta, haciendo como que buscaban regalos, dividieron en dos partes más o
menos iguales el oro, el incienso y la mirra.
¿Eran ambos hijos de Dios? ¿O sólo lo era uno de ellos? La pregunta no tenía
respuesta clara porque, si bien al lavarlos en la bañera uno de ellos (Jesús María)
caminaba sobre el agua - dejando de piedra no sólo a su hermano, sino también a sus
padres - , era el otro (Jesús José) quién, cuando los petitsuís se habían acabado, los
multiplicaba sin problemas. Esa dualidad - calculaba Alejandro mientras colocaba el
caganer al lado del cura con paraguas - se mantendría a lo largo de los años, hasta el
final de sus días. Alejandro volvió a alinear las dos cunitas, contempló una vez más el
belén y corrió a llamar a su padre, reputado miembro del Opus Dei, para que fuese a
verlo. Confiaba en que lo felicitaría por su ingenio: en vez de tirar la figurita del niño
Jesús del antiguo pesebre (una de las pocas que no estaban rotas), la había incorporado a
las nuevas, que habían comprado el día antes en la feria de Santa Lucía. No sabía que,
esa noche, su ingenio le costaría irse a la cama sin cenar."
135
Craciun Alb
Quim Monzó
La început totul se desf ura normal, dac prin normal se în elege c o fiin
fabuloas , cu cârlion i blonzi pân la umeri i cu aripi de pene de gâsc , ca cele care ies
uneori prin cus turile plapumelor, ar putea coborî pân la casa Mariei unde, în curtea
interioar cu coloane romane – asta chiar c era ciudat, coloane romane în Nazaret – s
îi dea buna vestire. Dar, în fapt, totul se petrecea chiar în acest fel: fiin a fabuloas , cu
cârlion i blonzi pân la umeri i cu aripi de pene de gâsc , cu ni te ochi migdala i între
albastru, verde i trandafiriu, i de o frumuse e mai mult decât de nespus, asexuat ,
coborî la casa Mariei – o cas modest , dar curat i foarte îngrijit , cu ghivece de
mu cate de-a lungul coloanelor, romane, dup cum am spus – pentru a-i aduce buna
vestire: c e plin de dar i binecuvântat între femei. Maria r mase cu gura c scat .
Arhanghelul, observând tulburarea femeii, întelese c punerea în scen fusese cu
adev rat impresionant ; poate c exageraser pu in. Ca s o lini teasc , îi spuse c nu
are de ce s se team , c venise doar s o anun e c va avea un fiu care se va numi Iisus.
Femeia – cum s nu? – primi vestea cu tragere de inim , iar arhanghelul disp ru într-o
clipit , la fel de nestigherit cum ap ruse. Câteva ore mai târziu, când so ul ei, Iosif, se
întoarse de la atelier – era tâmplar – Maria îi explic cele întâmplate. Iosif înlemni.
De asemenea, tot la fel de fireasc a fost i dispozi ia împ ratului Augustus care
poruncea ca to i supu ii Imperiului Roman s se înregistreze fiecare în satul sau ora ul
de unde se tr geau. De aceea, Iosif i Maria luar m garul i plecar la Betleem. Maria
mergea pe m gar a ezat într-o parte, iar Iosif pe jos, inând frâiele. Un alt fapt – la fel
ca acele coloane romane – care nu era deloc normal, era acela privitor la ninsoare.
Ajun i la Betleem, b gar de seam c întreg satul era acoperit de z pad , alb cât vedeai
cu ochii, iar deasupra se odihnea un cer negru, cu stele cu cinci sau ase col uri,
nemi cate i parc decupare. În Palestina, ninsoarea este un fenomen meteorologic
aproape inexistent. Genera ii întregi de locuitori se n teau i mureau f r s o fi
cunoscut i f r ca asta s -i fr mânte întrucâtva. Iar dac auziser de ea era de la c l tori
din ri îndep rtate, care pomeneau chiar de mun i unde z pada nu se topea niciodat .
Oamenii locului îi ascultau vr ji i, dar de îndat ce c l torii î i terminau pove tile, se
întorceau la ale lor f r ca z pada s le mai tulbure vreo or de somn. În schimb, de data
136
aceasta totul era nins: mun ii, str zile, acoperi urile caselor, taraba vânz toarei de
castane... Era o z pad pr foas , atât de fin încât p rea f in .
Din cauza mul imii de oameni care veniser s se îngregistreze, nu g sir nicio
camer liber în tot Betleemul. Locuitorii nu erau prea primitori; nici m car imaginea
unei femei îns rcinate nu-i mi ca prea tare. De aceea s-au v zut obliga i s se instaleze
într-un staul p r sit. Preg tir un col i or lâng un bou ce mo ia i m garul cu care
veniser . Acela a fost locul în care, în 25 decembrie, Maria n scu. Era un b iat
încânt tor, s n tos i plâng cios. Iosif îl lu în bra e ca s -l spele. Dar aten ia îi fu din
nou acaparat de Maria. Se n tea un al doilea copil.
Erau doi b ie i încânt tori, fiecare cu nimbul s u ca o hologram deasupra
capului. Dup ce îi hr nir i le puser scutecele – din fericire Maria se gândise la
schimburi – îi culcar pe o gr m joar de paie, unul lâng altul. Î i miscau mânu ele.
Boul i m garul contemplau scena cu coada ochiului.
-Esti sigur c i-a vorbit de un singur un copil? N-o fi spus doi i n-ai
b gat de seam ?
Iosif nu în elegea ce se întâmplase. Faptul c erau doi le d dea peste cap toate
planurile. Chiar i ceva atât de neînsemnat cum era numele. Arhanghelul spusese c
trebuia s se numeasc Iisus. Era un nume care nu le displ cea, dar nu erau nici
încânta i, dac e s fim sinceri. În acea vreme, numele cele mai comune erau Sandra,
Vanessa, Jonathan sau Sue Ellen, care li se p reau frivole i pompoase. Iosif i Maria se
gândiser la alte nume i alc tuiser chiar o list cu cele preferate: David, Samuel,
Alexandru, Abel, Moise, Ivan... Cel care le pl cea cel mai mult dintre toate era
Alexandru; un nume sonor i vibrant. Dac arhanghelul n-ar fi fost atât de clar în
privin a faptului c b iatul trebuia s se numeasc Iisus, i-ar fi spus Alexandru, f r
îndoial . Dar, în fine, neputând s se numeasc Alexandru, Mariei îi p rea potrivit
numele de Iisus. La un moment dat, Iosif propuse s -i pun propriul s u nume: Iosif.
Mul i dintre prietenii s i î i numeau copiii dup ei în i i. De ce nu i el? Maria nu vru
nici s aud de o posibil schimbare.
-Arhanghelul a spus ca trebuie s se numeasc Iisus i Iisus se va numi.
Nu mai discutar despre acest subiect. Se va numi Iisus, lucru hot rât. Dar acum
aveau doi copii, dublu fa de ceea la ce se a teptau. Ce nume s le pun ? Dup ce
st tur la îndoial o vreme, g sir solu ia. Unul se va numi Iisus Maria2, iar cel lalt
2
În original, Jesús María, nume masculin comun în comunit ile vorbitoare de limb spaniol .
137
Iisus Iosif. Astfel respectau i porunca arhanghelului i împlineau i dorin a lui Iosif:
m car unul dintre ei se va numi ca el, chiar dac va fi cel de-al doilea nume.
Acesta nu era decât începutul dubl rilor. Din acel moment – cugeta Iosif –totul
va fi în num r dublu. Leag nele, hainele, suzetele, pampersurile folosite. Un zgomot de
copite îl scoase din cugetarea sa. Erau ni te c mile care traversau pe un pod ubred de
lemn apele râului care p rea nemi cat, ca o folie de aluminiu. Când ajunser la staul, cei
trei magi înm rmurir . Îi încerca aceea i surpriz pe care Iosif i Maria o observar pe
fe ele p storilor care veniser s -l sl veasc pe prunc i, în loc de unul, g sir doi. Unul
dintre p stori, care aduse în dar un c rucior marca Jane cu un singur loc, d du repede
fuga s -l schimbe cu unul cu dou locuri. Melchior, Ga par si Baltazar – oameni c li i
în nenum rate lupte i iscusi i în a lua hot râri, reac ionar iute i, f r ca Maria i Iosif
s bage de seam , pref cându-se c ar c uta cadourile, împ r ir cât de egal putur
aurul, smirna i t mâia.
Erau amândoi fiii lui Dumnezeu? Sau doar unul dintre ei? Nu exista un r spuns
limpede deoarece, dac atunci când le f ceau baie în cad , unul dintre ei (Iisus Maria)
umbla pe ap – l sându-i împietri i atât pe p rin i cât i pe fratele s u – cel lalt (Iisus
Iosif) era cel care, atunci când p h relele de danonino erau pe terminate, le înmul ea
f r probleme. Aceast dualitate – socotea Alexandru în timp ce a eza statueta
3
c c ciosului lâng cea a preotului cu umbrel – se va p stra de-a lungul anilor, pân la
sfâr itul zilelor lor. Alexandru rearanj cele dou leag ne unul lâng altul, contempl
înc o dat scena na terii Domnului i d du fuga la tat l s u, reputat membru al Opus
Dei, pentru a-i ar ta ceea ce f cuse. Era sigur c îl va l uda pentru spiritul s u ingenios:
în loc s arunce figurina copilului Iisus din vechea iesle (una dintre pu inele care nu
erau sparte), o al turase figurinelor noi, cump rate în ziua precedent , de s rb toarea
Sfintei Lucia4. Nu tia c în acea sear ingeniozitatea sa avea s -l coste cina.
3
În original, el caganer (catalan ) i el cura con paraguas, statuete tradi ionale de Cr ciun din zona
Cataloniei i a Valenciei, care se a eaz lâng scena na terii Domnului, de asemenea reprezentat prin
figurine de por elan, lemn sau alte materiale, pentru a aduce noroc.
4
S rb torit la data de 13 decembrie, conform calendarelor catolic i ortodox.
138
Ana-Maria CRISTEA
Estudiante de Máster
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” Iasi
Locos de Amor
Paloma Pedrero
Escena tercera
(fragmento)
Eulalia: - Si es que me has asustado. Si es que con esa ropa y esas gafas y con el
estómago tan en su sitio, te pareces a él. Te lo prometo.
Carlos: - No fastidies. (Se quita las gafas y la mira) Qué guapa estás. Nunca te había
visto vestida de calle.
Eulalia: - Me está todo ancho.
Carlos: - (Embobado) Tienes un cuerpo precioso...
Eulalia: - Bueno, tendremos que empezar otra vez, ¿no?
Carlos: - (Saliendo del ensimismamiento) Sí, sí, claro. Tenemos que concentrarnos.
Meternos en la situación.
Eulalia: - Siéntate en tu sillón, ahí. Vuelvo a salir.
Eulalia vuelve a meterse en el cuarto de baño. Carlos se pone las gafas de Paco.
Al instante, Eulalia sale.
139
Eulalia: - He adelgazado doce kilos.
Carlos: - Ah, sí, claro. Estás muy delgada.
Eulalia: - Siéntate, Paco.
Carlos: - (Con dificultad consigue sentarse en el sillón. Hay un momento de silencio)
Ya he visto el jardín. Están un poco lánguidas las plantas...
Eulalia: - (Entrando en situación. Enfadada) Menos que tú. (Contentiéndose) Sí, estarán
de otoño. Más que nada porque es otoño, ¿recuerdas?
Carlos: - Bueno, me has llamado y aquí estoy.
Eulalia: - ¿Quieres una copa?
Carlos: - No, gracias.
Eulalia: - No me lo puedo creer, tú rechazando una copa.
Carlos: - He dejado de beber.
Eulalia: - ¿Y qué, ha dado resultado para la impotencia?
Carlos: - (Levantándose) Eulalia, si me has citado para insultarme, me voy. (Camina
cojeando hacia la puerta)
Eulalia: - Siéntate, Paco, iré al grano.
Carlos: - Te lo agradezco. Mónica me está esperando fuera y tengo prisa.
Eulalia: - (Reprimiéndose) No te preocupes, enseguida vas a poder darle una agradable
sorpresa.
Carlos: - ¿Me vas a conceder el divorcio?
Eulalia: - (Furiosa, le quita a Carlos las gafas) No, Carlos, así no sería nunca. Estás
utilizando una información que Paco no tiene. Me estás estropeando el encuentro.
Carlos: - Yo sé lo que hago, Eulalia. Estamos haciendo psicodrama, no teatro. Tengo
que provocarte, que llevarte al límite. Dame las gafas y adáptate a lo que te sugiera.
Eulalia: - Paco no habla así, no cojea tanto y bebe. Y yo quiero que el beba.
Carlos: - ¿Para qué?
Eulalia: - Cuando bebe le domino.
Carlos: - Pues hoy no va a beber. Sigamos. (Se pone las gafas) Eulalia, ¿qué es lo
querías decirme? (Carlos imita algunos de los gestos que observó en Paco)
Eulalia: - (Después de una pausa) Paco, me he enamorado.
Carlos: - ¿Ah, sí?
Eulalia: - (Concentrada y serena) Sí, Paco. He conocido a un hombre increíble. Un
hombre joven, inteligente y tierno.
140
Carlos: - (Quitándose las gafas) ¿Es verdad? No tienes que mentir, ¿eh? No se puede
mentir.
Eulalia: - No estoy mintiendo.
Carlos: - (Asombrado e inquieto vuelve a ponerse las gafas) ¿ Un hombre joven,
inteligente y tierno?
Eulalia: - Sí, un hombre que me ha enseñado lo que es el arte, el espíritu y el clítoris.
Carlos: - (Nervioso) Me estás mintiendo...
Eulalia: - (Sin mirarlo) No, Paco, es la verdad más grande que he dicho en mi vida.
(Lírica) ¿Sabes?, la vida es algo diferente a lo que tú me habías hecho a creer. La vida
es algo más que dinero y formas sociales. La vida es una aventura apasionante que he
comenzado a descubrir...
Carlos: - Sí. Pero, ¿con quién?
Eulalia: - Eso no importa.
Carlos: - Sí que importa.
Eulalia: - Lo importante es que tú y yo tenemos que dejarnos libres. Acabar con estos
falsos lazos que nos unen. Yo voy a comenzar a estudiar una carrera en la Universidad a
Distancia.
Carlos: - ¿Sí? ¿Cuál?
Eulalia: - Psicología.
Carlos: - (Perplejo) ¿En serio?
Eulalia: - (Asiente) También he comenzado a escribir. Mira, éste es mi último poema,
¿quieres que te lo lea?
Carlos: - No, déjalo ahora... Déjalo...
Eulalia: - Bueno, pues lo que te decía, que yo voy a estudiar y... Por ahora necesitaré tu
pensión, sólo por ahora. Cuando comience a trabajar renunciaré a ella. ¿Estás de
acuerdo?
Carlos: - Sí, sí. Pero, ¿quién es él?
Eulalia: - Mi ángel azul.
Carlos: - ¿Lo conozco? ¿Conozco a ese hombre?
Eulalia: - Ah, no. No tiene nada que ver con tu mundo. Él es un trabajador del alma.
Carlos: - (Emocionado) ¿Y de la mente?
Eulalia: - Y de la mente.
Carlos: - (Se quita las gafas y se acerca amorosamente a Eulalia) Eulalia, Eulalia...
¿Por qué no me lo habías dicho?
141
Eulalia: - ¿Qué te pasa? ¿Por qué me hablas así? ¿Es que te alegras, Paco?
Carlos: - (Turbado, intentando volver a su papel) Estoy... estoy tan extrañado... Siento,
siento...
Eulalia: - ¿Qué sientes?
Carlos: - No sé...(Recobrando el papel) Esta casa, nuestra habitación, volver a verte...
no sé. Eulalia, me duele que te hayas enamorado de otro tan pronto.
Eulalia: - ¡Lo tuyo no fue ni siquiera pronto! ¡Fue antes!
Carlos: - Pero, dime, dímelo, por favor, ¿quién es él?
Eulalia: - ¿Para qué? No comprendo tu insistencia...
Carlos: - Es que no acabo de creérmelo...
Eulalia: - ¿Estás insinuando que miento?
Carlos: - No, no, en absoluto, sólo que... Eulalia, ¿cómo es posible que me hayas
olvidado en sólo un mes?
Eulalia: - (Metida en la situación) Pero qué cara más dura tienes, Paco. O sea, que tú,
estando a mi lado, me olvidas rotundamente. Y yo, después de tantos días sola y
humillada no tengo derecho a olvidarte a ti. ¿Pero qué te has creído que eres? ¿Has
pensado que iba a morirme por ti? (Se agarra a la silla, mareada)
Carlos: - Eulalia, lo mío fue un error.
Eulalia: - ¿Cómo?
Carlos: - Sí, un grave error. Porque aunque lo he intentado, yo no he podido olvidarte.
Eulalia: - ¿Qué?
Carlos: - Que yo te sigo queriendo.
Eulalia: - Que tú...
Carlos: - Sí, gordita, yo te sigo queriendo.
Eulalia: - (Lanzándose amorosamente a sus brazos) Paco... Paquito... Dímelo otra vez.
Carlos: - (Quitándose las gafas) Me has mentido. Estabas ensayando la venganza
dándole celos. Tú no quieres el divorcio. Tú todavía le amas.
Eulalia: - (Aturdida) Carlos... ¿Qué has hecho?
Carlos: - (Decepcionado) No lo has superado. Está claro que sigues enganchada con él.
Eulalia: - (Intentando recobrarse) ¿Por qué sabes que me llamaba gordita?
Carlos: - No hace falta ser un lince para imaginárselo.
Eulalia: - Estoy... estoy...
Carlos: - Eulalia, no finjas más. Eres una manipuladora... (Eulalia se desvanece)
¡Eulalia...! ¿Qué te pasa? (Carlos la observa y se da cuenta de que es en serio. La coge
142
en brazos con ternura. La acuesta sobre la cama.) Eulalia, ¿me oyes? (Eulalia no
contesta) ¿Qué voy a hacer contigo? ¿Qué voy a hacer conmigo? Creí que era cierto.
Pensé que era posible que estuvieras enamorada de mí. Eulalia, mi espiguita morena, mi
felina... Vuelve, por favor. (Se acerca y la besa delicadamente en los labios)
Eulalia: - (Despertándose) ¿Sí...?
Carlos: - ¿Cómo estás? ¿Qué te pasa?
Eulalia: - Nada, sólo estoy un poco mareada...
Carlos: - Respira, respira hondo...
Eulalia: - Zumo, dame zumo de naranja. Está en el baño.
Carlos: - ¿En el baño? (Extrañado va al baño. Vuelve con el zumo) Toma, bebe...
Eulalia: - (Bebe) Ya..., estoy mejor.
Carlos: - Estás pálida...
Eulalia: - Son demasiadas emociones, Carlos. Estoy tan confundida...
Carlos: - No te preocupes ahora por eso. Tú respira, respira... Ya vendrá la claridad...
Eulalia: - Ya no sé ni lo que siento... Ay, Carlos, qué absurdo es el amor. Yo que le
decía a Paco, cuando le tenía a mi lado, que me estaba volviendo loca de atar. Y ahora...
Ahora me estoy volviendo loca de amar. (Se ríe) Loca de amar...
Carlos: - Calla, estás muy cansada. Espérame, voy a llamar a un médico. Descansa,
Eulalia, ahora vuelvo.
Dragoste Nebuna
Paloma Pedrero
Scena III
(fragment)
143
Eulalia: - Toate-mi sunt largi.
Carlos: - (N ucit) Ai un corp minunat...
Eulalia: - Trebuie s o lu m de la cap t, nu?
Carlos: - (Revenindu- i din starea contemplativ ) Da, bineîn eles. Trebuie s ne
concentr m. S intr m în rol.
Eulalia: - A eaz -te acolo, în fotoliul t u. Voi intra înc o dat .
Eulalia intr din nou în baie. Carlos î i pune ochelarii lui Paco. Imediat iese
Eulalia.
144
Eulalia: - (Furioas , îi scoate ochelarii lui Carlos) Nu, Carlos, nu se poate a a.
Folose ti o informa ie pe care Paco nu o cunoa te. Îmi strici întâlnirea.
Carlos: - tiu ce fac, Eulalia. Facem psihodram , nu teatru. Trebuie s te provoc, s - i
for ez limitele. D -mi ochelarii i adapteaz -te la ce î i sugerez eu.
Eulalia: - Paco nu vorbe te a a, nu chiop teaz atât de mult i bea. Eu vreau ca el s
bea.
Carlos: - De ce?
Eulalia: - Atunci când bea îl pot domina.
Carlos: - Ei bine, ast zi nu va bea. S continu m. (Î i pune ochelarii) Eulalia, ce vroiai
s -mi spui? (Carlos imit unele gesturi observate la Paco)
Eulalia: - (Dup o pauz ) Paco, m-am îndr gostit.
Carlos: - A, da?
Eulalia: - (Gânditoare i senin ) Da, Paco. Am cunoscut un om incredibil. Un b rbat
tân r, inteligent i tandru.
Carlos: - (Sco ându- i ochelarii) Adev rat? Nu trebuie s min i, da? Nu ai voie s min i.
Eulalia: - Nu te mint.
Carlos: - (Plin de uimire i nelini te î i pune din nou ochelarii) Un b rbat tân r,
inteligent i tandru?
Eulalia: - Da, un b rbat care m-a înv at ce sunt arta, spiritul i clitorisul.
Carlos: - (Impacientat) M min i...
Eulalia: - (F r a-l privi) Nu, Paco, este cel mai mare adev r pe care l-am rostit
vreodat în via a mea. (Poetic ) tii, via a este diferit fa de ceea ce m-ai f cut tu s
cred. Via a înseamn mai mult decât bani i forme sociale. Via a este o aventur
palpitant pe care am început s o descop r...
Carlos: - Bine. Dar cu cine?
Eulalia: - Nu conteaz .
Carlos: - Ba conteaz .
Eulalia: - Ceea ce este important este c noi doi trebuie s ne red m libertatea. S rupem
aceste false leg turi ce ne unesc. Eu voi începe cursurile unei facult i la distan .
Carlos: - Da? Ce facultate?
Eulalia: - De psihologie.
Carlos: - (Perplex) Vorbe ti serios?
Eulalia: - (Consimte) Am început i s scriu. Uite, acesta este ultimul meu poem. Vrei
s i-l citesc?
145
Carlos: - Nu, las -l deocamdat ...Las -l...
Eulalia: - Dup cum î i spuneam, vreau s studiez... Deocamdat voi avea nevoie de
renta de la tine, dar e doar pentru moment. Când voi începe s lucrez, voi renun a la ea.
E ti de acord?
Carlos: - Da, da. Dar cine este el?
Eulalia: - Îngerul meu p zitor.
Carlos: - Îl cunosc? Îl cunosc pe acest b rbat?
Eulalia: - A, nu. Nu are nicio leg tur cu lumea ta. El este un vindec tor al sufletelor.
Carlos: - (Emo ionat) i al min ilor?
Eulalia: - i al min ilor.
Carlos: - (Î i scoate ochelarii i se apropie dr g stos de Eulalia) Eulalia, Eulalia... De
ce nu mi-ai spus?
Eulalia: - Ce e cu tine? De ce îmi vorbe ti a a? Te bucuri, Paco?
Carlos: - (Tulburat, încercând s reintre în rol) Sunt... sunt un pic surprins... Simt,
simt...
Eulalia: - Ce sim i?
Carlos: - Nu tiu... (Reintrând în pielea personajului) Casa aceasta, camera noastr ,
faptul c te rev d... nu tiu. Eulalia, m doare c te-ai îndr gostit de alt b rbat atât de
repede dup desp r irea noastr .
Eulalia: - În cazul t u nu a fost nici m car dup ! A fost înainte!
Carlos: - Dar spune, spune-mi, te rog, cine este el?
Eulalia: - De ce? Nu în eleg insisten a ta...
Carlos: - Nu reu esc s m conving...
Eulalia: - Insinuezi c mint?
Carlos: - Nu, nu, deloc, doar c ... Eulalia, cum e posibil s m fi uitat în doar o lun ?
Eulalia: - (Implicat în situa ie) Dar cât neru inare din partea ta, Paco. Adic , tu m-ai
uitat complet când înc erai lâng mine. Iar eu, dup atâtea zile de singur tate i
umilin , nu am dreptul s te uit. Dar cine te crezi? Credeai c o s mor de dorul t u?
(Se sprijin de scaun, ame it )
Carlos: - Eulalia, am gre it.
Eulalia: - Poftim?
Carlos: - Da, am f cut o mare gre eal . Pentru c , de i am încercat, nu te-am putut uita.
Eulalia: - Ce?
Carlos: - Eu înc te iubesc.
146
Eulalia: - Tu...
Carlos: - Da, gr su o, eu înc te iubesc.
Eulalia: - (Aruncându-se cu pasiune în bra ele sale) Paco... Paquito... Mai spune-mi-o o
dat .
Carlos: - (Sco ându- i ochelarii) M-ai min it. Încercai s te r zbuni f cându-l gelos. Nu
vrei s divor ezi. Înc îl iube ti.
Eulalia: - (Confuz ) Carlos... Ce ai f cut?
Carlos: - (Dezam git) Nu ai reu it s dep e ti ruptura. Înc ii la el.
Eulalia: - (Încercând s - i revin ) Dar de unde tii c îmi spune gr su ?
Carlos: - Nu trebuie s fii un geniu ca s ghice ti.
Eulalia: - M simt... m simt...
Carlos: - Eulalia, nu te mai preface. E ti o manipulatoare... (Eulalia le in ) Eulalia! Ce
e cu tine? (Privind-o, Carlos î i d seama c e vorba de un le in real. O ia în bra e cu
tandre e i o a eaz pe pat) Eulalia, m auzi? (Eulalia nu r spunde) Ce s m fac cu
tine? Ce s m fac cu mine? Credeam c e adev rat. Credeam c e posibil ca tu s te fi
îndr gostit de mine. Eulalia, spicu orul meu oache , felina mea... Revino- i, te rog. (Se
apropie i o s rut u or pe buze)
Eulalia: - (Trezindu-se) Da...?
Carlos: - Cum te sim i? Ce s-a întâmplat?
Eulalia: - Nimic, sunt doar un pic ame it ...
Carlos: - Respir , respir adânc...
Eulalia: - Suc, d -mi pu in suc de portocale. E în baie.
Carlos: - În baie? (Contrariat, se duce la baie. Se întoarce cu sucul) Uite, bea...
Eulalia: - (Bea) Gata... m simt mai bine.
Carlos: - E ti palid ...
Eulalia: - Sunt prea multe emo ii, Carlos. Sunt atât de confuz ...
Carlos: - Nu te mai gândi acum la asta. Respir , respir ... O s se clarifice tot...
Eulalia: - Nu mai tiu nici ce simt... Of, Carlos, ce absurd este iubirea. Când Paco era
lâng mine, spuneam c o s ajung nebun de legat. i acum... Acum voi ajunge nebun
de iubire. (Râde) Nebun de iubire...
Carlos: - Nu mai vorbi, e ti foarte obosit . A teapt , voi chema un medic. Odihne te-te,
Eulalia, revin imediat.
147
Cristina BLEOR U
Estudiante de Master
Universidad “Alexandru Ioan Cuza” Ia i
Ana y el 11 de marzo1
Paloma Pedrero
Escena II
Ana, esposa, el once de marzo
Pequeña sala de hospital. Al frente dos puertas con sendos números. Puerta número 1;
Puerta número 2. Ana, una mujer delgada y joven, espera trémula a que la llamen. A
los pies tiene una bolsa grande de plástico verde medio llena. De vez en cuando, de
dentro de la bolsa, suena un móvil. Ana se sobresalta, intenta abrir la bolsa para
cogerlo, pero se arrepiente y lo deja sonar. Coge su propio teléfono móvil y marca un
número.
Ana. –Sí, soy yo. (…) No, no sé todavía nada, pero ya me han hecho pasar a la salita,
ahora me van a llamar. (…) Ya te he dicho que no sé nada, sólo me han dicho que está
aquí. Está aquí, mamá, lo están… atendiendo. (…) Me han dado su ropa y sus cosas en
una bolsa. No, no te preocupes por eso, a todos nos dan la bolsa con la ropa para que no
se pierda nada. (…) ¿Cómo está la niña?... Por favor, no le digas nada. Ponle los dibujos
animados, que la niña vea los dibujos animados. (…) ¿Yo? No, déjalo, prefiero estar
sola. Mamá, te tengo que colgar, van a llamarme enseguida. Aquí sólo pasan a los que
van a informar inmediatamente. Te llamaré en cuanto me digan algo. Te llamaré.
(Cuelga).
1
Pedrero, Paloma. (2006). “Ana el once de marzo”. En: O`Connor, Patricia W. (2006). Mujeres sobre
mujeres en los albores del siglo XXI: teatro breve español. (Edición bilingüe). Madrid: Espiral/
Fundamentos.
148
Suena el teléfono móvil de dentro de la bolsa de plástico. ANA, en un impulso, va a
tomarlo, luego se arrepiente. Parece no ser capaz de meter la mano en el saco.
De pronto, aparece una mujer más mayor, de unos cincuenta años. Es rumana y no
habla bien el español. Arrastra su bolsa de plástico en la mano.
Suena el teléfono móvil en la bolsa de ANA. Ella lo pisa, quiere hacerlo callar.
149
Irina. - ¿Quieres que contestar yo? Yo puedo… (Intenta coger la bolsa.)
Ana. - ¡No toque esa bolsa! (Se la arrebata violentamente.)
Irina. – Perdón, señora.
Ana.- Lo siento.
Irina. – Te puede llamarte alguien que puede decirte algo importante. Saber algo de tu
marido, ¿no?
Ana.- No. Pueden llamar a mi móvil. Aquí está. ¿Quiere usarlo?
Irina. – (Niega). Gracias. Yo no puedo decir nada aún.
Ana. - ¿A qué esperan? ¿Por qué no nos llaman? (Camina de un lado para otro como
una leona enjaulada.)
Irina. – Muchos heridos. Muchos muertos. Mi niño es fuerte, joven. Mi niño… ¿Por qué
bombas?
Ana.- No sé. Yo que sé… Terroristas, ¿entiende?
Irina. - ¿Qué quieren? Lo malo no lo hace mi niño. Mi niño trabaja quince horas
contento. No papeles. Y es un hombre muy bueno.
Ana.- Los terroristas son bestias, bestias ciegas. No miran. (Pausa. Mira hacia el techo.)
Sabe, si le llama una voz de hombre es que ha muerto. Si es una mujer es que todavía
está vivo.
Irina. -¿Cómo?
Ana. – Lo he observado mientras estaba fuera. He oído las voces por megafonía. Los
que hablan con la psicóloga (Señala la puerta 2.), puerta dos, salen nerviosos, pero
aliviados, con esperanza. (Irina hace un gesto de no entender.) Cuando es la mujer
quien llama, es que está vivo. Cuando llama la voz masculina, puerta uno, es que… está
muerto.
Irina. – (Señalando.) ¿Esta puerta vivo? ¿Esta puerta muerto?
Ana. – Eso es. Ella, la mujer, llama a los familiares de los heridos. Los que hablan con
él, con el hombre, salen destrozados.
Irina. – Mujer. (Implorante). Llama mujer.
Ana. - ¿Cómo se llama usted?
Irina.- Irina.
Ana. – Yo Ana.
Irina. - ¿Su nombre?
Ana. - Ángel. Pero no es un ángel.
Irina. - ¿No es bueno?
150
Ana. - Ayer llegó muy tarde a casa. Hace muchos meses que llega tarde.
Irina. - Ahora perdonar.
Ana. - (Se oye un ruido por megafonía.) ¡Calle! (Las dos mujeres se ponen de pie.)
Voz de hombre. - Familiares de Antonio Fernández de Caso. Familiares de Antonio
Fernández de Caso, pasen por favor por la puerta uno.
Irina. - ¿Sí? ¿Sí? ¿Quién? ¿Cómo? (Escucha un mensaje. Lívida cuelga el teléfono y lo
vuelve a introducir en la bolsa.)
Ana. - Me dicen que espere. Que espere. Que espere. (Mira la bolsa.) ¿La ha abierto?
¿La ha abierto usted? ¿Quién la ha dado derecho…? Está usted trastornada…
151
Hay un silencio entre las dos mujeres.
Suena otra vez el móvil dentro de la bolsa de plástico de Ana. Irina la interroga con la
mirada.
Ana. - Cójalo, Irina, por favor. Diga que no está, que Ángel no está.
Irina. - (Mete la mano en la bolsa, toma el teléfono y contesta.) ¿Sí? (Mira a Ana). No
habla nadie. Es un mensaje.
Ana. - ¿Qué dice?
Irina. - (Duda.) Que la llame.
Ana. - (Temblando.) ¿A quién?
152
Irina. - No sé. No entiendo bien. Ana. Sí, ha dicho Ana.
Ana. - (Con dolorida ironía.) Le gustan las Anas. Ayer, cuando llegó, no me dejó olerle.
Se fue enseguida a la ducha. Luego se acercó y me dio un beso. Hace meses que se
ducha continuamente, ¿sabe? Se ducha de día y de noche. Antes se duchaba sólo por la
mañana. Esta mañana cuando ya había abierto la puerta de casa para ir a trabajar le
llamé. No aguantaba más. Y le dije, entra, entra un momento y dime lo que me tengas
que decir. Él me miró extrañado y me contestó con una sonrisa: ¿Qué te pasa, Ana?
Vamos, tengo prisa voy a perder el tren. Entonces yo le contesté, me importa una
mierda que pierdas el tren. Yo te estoy perdiendo a ti y no huyo. Claro que yo no tengo
dónde huir.
Irina. - No entiendo.
Ana. - Cerré la puerta y seguí hablando y hablando. Él lo negaba todo, me miraba con
cara de niño acorralado. Incapaz de articular una puta verdad. Miró el reloj como si no
tuviese otra cosa a la que agarrase. Entonces yo le dije: Vete, hablamos luego. A ti te
toca hablar luego. Si no le hubiese detenido esta mañana no hubiera perdido el tren. No
hubiera…
Irina.- Perdóname, no entiendo todo.
Ana. - No importa.
Irina. - ¿No le amas ya?
Ana.- ¿Cómo?
Irina. - Yo no amo a mi marido. Mi marido no bien. Y yo ya no le amo. ¿Y usted?
Ana. - Yo… sí.
Irina. - Claro. ¿Estás enfadada con él, entonces?
Ana. - No sé.
Irina. - Si se ama a tu hombre, se perdona a tu hombre.
Ana.- No sé.
Irina. -Tenéis que hablar. Hablar de…
Ana.- Sí. Si Dios nos deja. Si nos deja tendremos que hablar.
153
Irina. – Gracias. Gracias. Suerte, señora. (Corre hacia dentro.)
Voz de hombre. - Familiares de Ángel Vera García pasen por la puerta uno, por favor.
Familiares de Ángel Vera García…
ANA da un grito ahogado. Cae suavemente de rodillas. Abre la bolsa de plástico y saca
la chaqueta arrugada de Ángel. La estira como si quisiese plancharla con las manos.
Mete la mano en el bolsillo y saca el móvil, presiona en “última llamada no atendida”.
Ana.- (Habla sin ninguna agresividad.) No, no soy Ángel. (…) Soy Ana, su mujer. (…)
Ángel no está. (…) Sí, sí que es verdad. No vuelvas a llamar, no vuelvas a marcar este
número. Nunca ¿entiendes? Este número ya no tiene dueño. (…) ¿Que te llame él? Te
he dicho que lo han matado. Está muerto (…) Estás loca, chica, completamente loca.
(…) Escucha, ¿qué es lo que sientes, Ana? ¿Qué sientes tanto? (…) Ah, que me haya
enterado de que existes de esta manera. Ya lo sabía, mujer, no te preocupes. Lo único
que no sabía es que te llamabas… como yo. (…) ¿Cómo? (…) ¿Que por favor que te
llame él? Ya. Se lo diré. (Se le cae el teléfono al suelo.)
Altavoz. – Familiares de Ángel Vera García, pasen, por favor, por la puerta uno.
Ana hace una bola arrugada con la chaqueta y la guarda en la bolsa de plástico.
Levanta la bolsa y se la aprieta contra su cuerpo mientras se encamina muy lentamente
hacia la puerta que le han indicando.
Se va haciendo oscuro.
Ana i 11 martie
Paloma Pedrero
Scena II
Ana, so ia, 11 martie
154
O sal mic de spital. În fa dou u i cu câte un num r, U a num rul 1. U a num rul
2. Ana, o femeie slab i tân r a teapt s fie chemat . La picioare are o saco mare
de plastic, verde pe jum tate goal . Din când în când, în geant se aude un mobil
sunând. Ana tresare, încearc s deschid saco a, dar se r zgânde te i îl las s sune.
Ia telefonul s u i formeaz un num r.
ANA- Da, sunt eu. (...) Nu, înc nu tiu nimic, dar m-au l sat s intru în sala de
a teptare, acum m vor chema. (...) i-am spus c nu tiu nimic, mi-au spus doar c este
aici. Este aici, mam , îi...ofer primul ajutor. (...) Mi-au dat hainele i lucrurile sale
într-o saco . Nu, nu î i f griji din cauza aceasta. Tuturora le este dat o saco cu haine
ca s nu se piard lucrurile. (...) Ce face cea mic ? (...) Te rog nu îi spune nimic. Pune-i
desene animate. Ca s se uite la desene. (...) Eu? Nu, prefer s fiu singur . Mam ,
trebuie s închid pentru c trebuie s m cheme. Aici a teapt doar cei care sunt chema i
imediat. Am s te sun când îmi vor spune ceva. Te voi suna.
Sun telefonul din saco a de plastic. Ana, condus de un impuls, vrea s r spund , apoi
se r zgânde te. Parc ceva o împiedic s bage mâna în saco . Deodat apare o
femeie în vârst , de aproximativ cincizeci de ani. Este românc i nu vorbe te bine
spaniola. Târâie saco a sa de plastic.
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Deschide saco a i scoate o alopet albastr p tat de sânge.
Sun telefonul în saco a Anei. Ea îl calc în picioare. Vrea s nu îl mai aud sunând.
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IRINA.- Cum?
ANA.- Cât timp am a teptat afar am observat acest lucru. Am auzit vocile prin
difuzoare. Cei care vorbesc cu doamna psiholog (Arat spre u a 2), u a doi, ies agita i,
dar în acela i timp u ura i, plini de speran . (Irina pare s nu în eleag ) Când femeia
strig , persoana respectiv este în via . În schimb când este un b rbat, cel care strig ,
u a 1, individul este... este mort.
IRINA.- (Ar tând) Aceast u viu? Aceast u mort?
ANA.-Da. Ea, femeia cheam rudele celor r ni i. În schimb cei care vorbesc cu b rbatul
ies r v i i.
IRINA.-Femeie. (Implorând) S cheme femeie.
ANA.- Cum v numi i?
IRINA.- Irina.
ANA.- Eu Ana.
IRINA.- So ul dumneavoastr ?
ANA.- Ángel. Dar nu este un înger.
IRINA.- Nu este un so bun?
ANA.- Ieri a ajuns foarte târziu acas . De luni întregi ajunge foarte târziu.
IRINA.- Acum iertare.
ANA.- (Se aude un zgomot prin difuzoare) Lini te! (Cele dou femei se ridic în
picioare)
VOCE DE B RBAT.- Rudele lui Antonio Fernández Caso. Rudele lui Antonio
Fernández Caso s intre pe u a num rul 1.
IRINA.- Dumnezeule!
ANA.- (Uitându-se la microfonul de unde s-a auzit vocea, ca i cum ar putea s o
aud ) Aici nu mai este nimeni decât noi! Suntem rudele lui Ángel i ale lui Victor.
(Irinei) Nu tiu ce spun. Parc i-au ie it din fire. Am s sun... la aceast u . Am s
intru.
Ana se furi eaz pe u a num rul doi. Sun mobilul lui Angel în saco . Irina se uit la
saco i nu tie ce s fac . O deschide un pic, dar nu are curajul s ia telefonul.
Telefonul nu mai sun . Peste pu in timp începe din nou s sune. De data aceasta Irina,
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f r s se gândeasc , bag mâna i f r s scoat haina unde se afl telefonul, scoate
mobilul.
IRINA.- Da? Da? Cine? Cum? (Ascult un mesaj. Palid închide telefonul i îl pune din
nou în saco )
Ana.- Îmi spun s a tept. S a tept. S a tept. (Se uit la saco ) A i deschis-o? A i
deschis-o? Cu ce drept a i deschis-o...? Sunte i smintit .
IRINA.- Lini te te-te, lini te te-te...(Ana nu o las s o îmbr i eze) Nu vorbit nimic.
Doar un mesaj. Mie nu îmi este fric .
Ana.- Mie îmi este fric . Îmi este foarte fric . Dumneavoastr ce ti i...V b ga i nasul
unde nu trebuie. (Ia saco a) L sa i-m în pace.
IRINA.- Ai copii?
ANA.- Niciodat nu ne vor chema. Sau ne va chema el. B rbatul. Acea blestemat voce
atât de calm a b rbatului.
IRINA.- Nu trebuie s gândi i a a.
ANA.- (Îmbr i ând saco a de plastic) Nemernici...nemernici. Nemernicii.
Nemernici...asasini, nemernici...
IRINA.- Ia o pastil . Calmeaz . Mi-a dat-o o asistent . Calmeaz .
ANA.- Nu, mul umesc.
IRINA.- Se spune c a fost ETA. ti i cine sunt?
ANA.- Da.
IRINA.- Omoar oameni nevinova i?
ANA.- Da.
IRINA.- Ce vor de la noi?
ANA.- De la noi? Nu tiu. Nimic.
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IRINA.-Al ii spun c au fost terori tii arabi.
ANA.- Ce mai conteaz ?
IRINA.- Noi nu suntem de aici. Suntem din România.
ANA.- Le este indiferent dac sunt copii români, câini sau femei îns rcinate. Sunt
terori ti. Ucid pe cine pot. Cei de la putere nu iau aceste trenuri diminea a. Merg în
ma inile lor, cu g rzile lor... Celor care ucid nu le pas pe cine ucid. Ce a teapt ? De ce
ne cheam în sala de a teptare i nu ne spun nimic? Îmi explodeaz capul.
IRINA.- Trebuie s te gânde ti c este r nit. C e bine.
Sun din nou telefonul în saco a de plastic a Anei. Irina o întreab din priviri.
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ANA.- Cum?
IRINA.- Eu nu îmi iubesc b rbatul. B rbatul meu nu bun. i eu deja nu îl iubesc. Dar
dumneavoastr ?
ANA.- Eu...da.
IRINA.- Atunci este sup rat pe el?
ANA.- NU tiu.
IRINA.- Dac iube te b rbatul t u, iart b rbat.
ANA.- Nu tiu.
IRINA.- Trebuie s vorbi i. S vorbi i despre...
ANA.- Da, dac ne las Dumnezeu. Dac ne las trebuie s vorbim.
Vocea.- Rudele lui Victor St nescu s vin la u a num rul doi, v rog. Rudele lui Victor
St nescu s vin la u a num rul doi.
IRINA.- Victor.
ANA.- Este în via . Este în via . (Îi strânge mâinile) Treci pe aici.
IRINA.- Mul umesc. Mul umesc. Noroc, doamn . (Fuge spre u )
Vocea de b rbat.- Rudele lui Ángel Vera García s vin la u a num rul unu, v rog.
Rudele lui Angel Vera Garcia...
Ana strig în bu it. Cade în genunchi. Deschide saco a de plastic i scoate haina
ifonat a lui Angel. O întinde ca i cum ar vrea s o calce cu mâinile. Bag mâna în
buzunar i scoate mobilul i apas pe ultimul apel pierdut.
ANA.- (Vorbe te calm) Nu, nu sunt Ángel. (...) Sunt Ana, so ia sa...(...) Angel nu este.
(...) Da, acesta e adev rul. S nu mai suni, s nu mai suni pe acest num r. Niciodat .
În elegi? Acest num r nu mai apar ine nim nui. (...) S te sune el? i-am spus c l-au
omorât. A murit. (...) E ti nebun , nebun de legat. (...) Ascult -m , ce regre i, Ana? Ce
regre i atât de tare? (...) c am aflat c exi ti? tiam dinainte, femeie, nu î i f griji.
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Singurul lucru pe care nu îl tiam era c te nume ti...ca mine. (...) Cum? (...) S te sune
el? Bine. Am s -i spun. (Îi cade telefonul jos)
Difuzoarele.- Rudele lui Ángel Vera García s vin la u a num rul unu, v rog.
Ana face un ghem din hain i o pune în saco a de plastic. Ia saco a în bra e i-o
strânge în timp ce merge spre u a indicat .
Se las întunericul.
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