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FELIX BUSTAMANTE BUSTAMANTE
EL AGUARDIENTE
La destilación del aguardiente se realiza en unas cubas de cobre, que se tapan
con un
serpentín. La uva prensada se mezcla con agua y se pone a hervir muy
lentamente.
La infusión así preparada comienza a soltar vapores alcohólicos a 70º de
temperatura.
En ese momento hay que bajar el fuego a fin de que la temperatura no alcance
rápidamente los 100º y se evapore también el agua.
Si a la infusión se le añaden hierbas aromáticas el aguardiente se llama de
hierbas. Si
no lleva hierbas es aguardiente blanco.
Con el aguardiente se elaboran otros licores famosos, como el licor café, o el
licor de
cerezas.
TÉCNICA DE LA DESTILACIÓN DE ORUJOS
Con la destilación de orujos no se pretende una simple extracción de alcohol,
sino más
bien una extracción fina y selectiva de los componentes aromáticos contenidos
en los
orujos, mediante la concentración del alcohol casi 20 veces, y con el adecuado
manejo
de cabezas y colas, para obtener una bebida placentera para los sentidos,
respetuosa
con una tradición y una cultura, y que defina en sus características
organolépticas la
personalidad diferenciada de la materia prima de la que procede.
La técnica y el arte de la destilación consisten en regular el aporte externo de
energía
(calor), para conseguir un ritmo de destilación lento y constante, que permita la
aparición de los componentes aromáticos deseados en los momentos
adecuados.
El proceso de destilación se desarrolla en dos fases: la primera es la
vaporización
de los elementos volátiles de los orujos; la segunda es la condensación de los
vapores
producidos.
En esta fase de condensación pueden distinguirse tres fracciones, que
aparecen en el
destilado en este orden: cabezas (con graduación alcohólica superior al 70%
vol.),
corazones (entre el 70% y el 45% vol.) y colas (menor de 45% vol.). Esta
fragmentación
es arbitraria.
MINISTERIO DE SALUD
Los trabajos realizados han permitido demostrar, entre otras cosas, que los
ésteres, componentes que en general son favorables desde el punto de vista
organoléptico, aparecen mayoritariamente en cabezas y corazones, mientras
que
compuestos indeseables como el metílico, la acetoína, el furfurol y ciertos
ácidos
orgánicos, aparecen fundamentalmente en las colas.
Es muy importante, la correcta separación de las distintas fracciones del
destilado, lo que requiere un permanente control sobre la graduación alcohólica
de salida del destilado, aprovechando cabezas y corazones y rechazando las
colas.
La destilación de los orujos puede realizarse con aparatos de muy distintas
características. Entre los cuales tenemos tres tipos; de fuego directo, alquitara
y
alambique, y otro por arrastre de vapor.
Aunque se diserte mucho sobre la superioridad de un método sobre otro en lo
que se
refiere a calidad del aguardiente de orujo obtenido, no hay elementos objetivos
que
permitan sustentar tal afirmación, no existiendo apreciaciones organolépticas
diferenciales entre ellos, aunque parece que en determinadas circunstancias el
alambique puede suministrar cantidades mayores de ésteres.
Son por tanto criterios económicos los que han de primar en la elección del
sistema.
LA ALQUITARA (del árabe al-gattara, la que destila)
Es el método tradicional más antiguo y aún utilizado en algunas zonas. Es sin
duda el
sistema más lento y el de menor rendimiento, no habiendo argumentos que
justifiquen
la afirmación de que proporciona aguardientes de mayor calidad.
El equipo para destilar consta de tres elementos conectables (ver diagrama):
una base
o soporte, generalmente de hierro fundido; una pota o vaso, de alrededor de
200 litros
de capacidad; y un capacete, en cuyo interior se sitúa un condensador o
cámara de
expansión semiesférica, con salida a través de un pico (biqueira, los
destiladores a
veces colocan un bimbio rajado para conseguir una mayor fluidez en la salida
del
destilado). El capacete tiene a su vez dos orificios para entrada de agua a
contracorriente y salida de agua. El pote o vaso y el capacete son de cobre
revestidos
interiormente de estaño.
En la base del pote se sitúa una rejilla perforada para evitar el excesivo
contacto del
fuego con el orujo a destilar (algunos destiladores ponen paja o sarmientos con
el
mismo fin). El cierre entre capacete y pota se hace con agua o bien con masa
de
harina, preferentemente de centeno, que parece pega mejor que la de trigo o
maíz.
Mejor rendimiento en el trabajo.
Los bebedores moderados tienen menores tasas de absentismo laboral que
sus compañeros abstemios. Un estudio finlandés demostró que las personas
que no beben, dejaron de beber o beben mucho estuvieron ausentes del
trabajo en torno a 1,2 veces más que aquellos que beben de manera
moderada. El estudio también desveló que los bebedores hacen mejor su
trabajo. De hecho, un investigador afirmó: "La diferencia de bajas por
enfermedad entre los no bebedores y entre los bebedores moderados puede
ser consecuencia de la falta de los efectos protectores de la ingesta de
alcohol".
Mayor astucia y rapidez.
Con un par de copas no se pierde el sentido, sino todo lo contrario. Al menos,
eso es lo que afirma un estudio publicado por la revista científica Science
News. Bajo la premisa de que el alcohol fomenta la creatividad, los
investigadores sometieron a una sesión de dibujos animados a 20 personas, de
las cuales, algunas bebieron vodka y otras no. Durante la sesión, los
encuestados debían responder a una serie de tres términos con una palabra
clave. Por ejemplo, los investigadores decían "brazo", "melocotón" y "alquitrán",
y el resto debía contestar "pozo". Los bebedores fueron capaces de
proporcionar la respuesta adecuada alrededor de cuatro segundos más
rápido que los no bebedores.
Resistencia mental a largo plazo.
Los bebedores también tienen un mejor funcionamiento cognitivo a largo plazo,
incluso en la vejez. Un estudio en el New England Journal of
Medicine desveló que aparte de eso, tampoco hubo un aumento significativo
de los riesgos cerebrales asociados con mayores niveles de consumo de
alcohol. Además, no importa lo que se beba.
Mayor optimismo.
Un estudio demostró que los no bebedores sufren más depresión y
ansiedad que los que se toman un par de copas al día. Los investigadores
fueron los primeros sorprendidos por este resultado y se mostraron igualmente
preocupados, llegaron a pensar que su estudio era defectuoso, ya que
incluye tanto a las personas que nunca habían bebido como a personas que
tuvieron que dejar de fumar. Sin embargo, después de repetir el estudio, los
investigadores encontraron los mismos resultados.
Corazones más fuertes.
Varios efectos beneficiosos para la salud.
Por cada beneficio que la ciencia ha demostrado que tiene la ingesta moderada
de alcohol, hay cerca de otra docena para la que la medicina no encuentra
explicación. Por ejemplo, los bebedores tienen menos cálculos biliares que los
no bebedores. Los investigadores sospechan que el alcohol en el hígado diluye
los desechos producidos por este órgano. Por otra parte, investigadores de la
Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) demostraron que una
pequeña cantidad de alcohol duplica la esperanza de vida de los gusanos
pequeños. Y otro estudio realizado en la Universidad Católica de Campobasso
(Italia) reveló que consumir un máximo de cuatro bebidas alcohólicas al
día reduce la probabilidad de morir por cualquier causa un 18%.