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Control de la calidad.
Para hacer más fácil la explicación usaremos un símil con términos militares:
Las decisiones estratégicas (Estrategia) son aquellas que deciden el lugar, el tiempo y
las condiciones de una batalla.
Las decisiones tácticas (Táctica) afectan a la posición y reparto de las tropas y los
movimientos de las mismas durante las batallas (caballería, artillería, infantería, etc.)
Es decir la estrategia tiene que ver con el antes de la batalla y la táctica con un durante
la batalla.
La estrategia dice dónde luchar con el enemigo (competencia) y la táctica os indica
cómo debemos llevar a cabo esa lucha. Ambas son decisiones vitales para conseguir la
victoria, pero se trata de decisiones distintas y ámbitos diferentes.
Concepto de Estrategia y Táctica en la empresa:
Estrategia
Dónde SI
Táctica
Cómo SI
Estrategia
Dónde (Estrategia)
1.Área geográfica
2.Industria(s)
3.Segmento(s)
Cómo (Táctica)
( Departamentos funcionales)
1. Gestión Financiera
2. Contabilidad
3. Gestión de RR.HH.
4. Marketing
5. Sistemas de información de gestión
6. Producción
7. Organización y control
Para hacer más fácil la explicación usaremos un símil con términos militares:
Las decisiones estratégicas (Estrategia) son aquellas que deciden el lugar, el tiempo y
las condiciones de una batalla.
Las decisiones tácticas (Táctica) afectan a la posición y reparto de las tropas y los
movimientos de las mismas durante las batallas (caballería, artillería, infantería, etc.)
Es decir la estrategia tiene que ver con el antes de la batalla y la táctica con un durante
la batalla.
La estrategia dice dónde luchar con el enemigo (competencia) y la táctica os indica
cómo debemos llevar a cabo esa lucha. Ambas son decisiones vitales para conseguir la
victoria, pero se trata de decisiones distintas y ámbitos diferentes.
Concepto de Estrategia y Táctica en la empresa:
Estrategia
Dónde SI
Táctica
Cómo SI
Estrategia
Dónde (Estrategia)
1.Área geográfica
2.Industria(s)
3.Segmento(s)
Cómo (Táctica)
( Departamentos funcionales)
1. Gestión Financiera
2. Contabilidad
3. Gestión de RR.HH.
4. Marketing
5. Sistemas de información de gestión
6. Producción
7. Organización y control
¿Cuáles son los tipos de decisiones que hay?
Tras hablar de las variables en la toma de decisiones, vamos a clasificar los tipos de
decisiones en función del alcance, programación, situación informativa y objetivo
perseguido de esas decisiones.
Gerenciales: Son las que se dan en niveles altos (niveles ejecutivos), para ello
se ha de buscar orientación, asesorías, etc.
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Vivir es elegir, es un constante cambio. En nuestra vida diaria, todos estamos
acostumbrados a tener que tomar decisiones sobre un sinfín de temas que nos
afectan.
Desde las decisiones más mundanas (qué camisa me pondré hoy, qué cocinaré, qué
ingredientes quiero en mi pizza…) hasta las de gran importancia (qué coche me
compro, qué quiero ser en la vida…), todas ellas pasan por el tamiz de nuestras
emociones y nuestro pensamiento racional.
Tomar buenas decisiones: la gran clave de éxito en la vida
Tomar buenas decisiones es un auténtico arte y hay muchos factores que nos influyen
a la hora de tomar una determinación. En general, los manuales indican que las
buenas decisiones son aquellas que se toman de forma reflexiva y racional, usando un
estilo de pensamiento analítico.
1. Las decisiones racionales
Por ejemplo, a la hora de comprarse un coche, tendríamos que comparar
exhaustivamente las prestaciones y precios de varios modelos y marcas, para así llegar
a ciertas conclusiones sobre la idoneidad de cada una de las opciones disponibles.
Involucran nuestra inteligencia analítica y nos hace sopesar los pros y contras de la
decisión que estamos a punto de tomar.
2. Las decisiones emocionales e intuitivas
Aunque es cierto que cuando analizamos rigurosamente todos los aspectos a tener en
cuenta es más probable que lleguemos a mejores conclusiones sobre cuál es el coche
más adecuado, en realidad no todas las decisiones pueden ser tomadas desde esta
óptica. En mayor o menor medida, todas las decisiones que tomamos están influidas
por una buena dosis de intuición, y mediadas por nuestras emociones.
Siguiendo con el ejemplo del coche, y aunque seamos capaces de realizar un examen
racional sobre las marcas y modelos y sobre nuestras exigencias sobre el automóvil
que queremos adquirir, es probable que sintamos cierta predilección (tal vez
inconsciente) por alguna marca o modelo por encima de otros, y aunque
racionalmente no existan motivos suficientes para que esto sea así. Esto lo explica
el pensamiento heurístico, y es que los seres humanos tomamos decisiones muy
influenciados por nuestras motivaciones y deseos ocultos. ¡Y esto no tiene por qué ser
negativo! Quizá acabaremos comprando un coche que desde una óptica puramente
racional no sea el más adecuado, pero si somos más felices con esa decisión… ¿quién
puede concluir que hemos hecho mal?
En realidad, el punto importante cuando estamos planteándonos si tomar una decisión
u otra es, precisamente, sacar a relucir todos nuestros pensamientos conscientes e
inconscientes, desde lo más racional hasta lo más intuitivo y emocional, y encontrar un
punto medio satisfactorio entre ambos factores.
Los otros 6 tipos de decisiones
Las decisiones que tomamos, además de lo ya expuesto, pueden clasificarse según
diferentes criterios. En los siguientes seis puntos describiré las decisiones desde el
prisma organizativo y empresarial.
Según la previsión
Si tenemos en cuenta el nivel de estructuración y de previsión con que las tomamos,
podemos hablar de decisiones programadas y no programadas.
3. Decisión programada
Estas decisiones están previamente descritas y establecidas por algún tipo de
normativa más o menos formal, y su ejecución se realiza en base a un cronograma.
Son decisiones rutinarias y estratégicas que, en principio, son automáticas y de efecto
inmediato.
4. Decisión no programada
No están programadas ni descritas en ningún texto normativo, y suceden como fruto
de la interacción de la corporación con el entorno humano e institucional. Suelen ser
espontáneas y suelen tener un alcance mayor en el tiempo.
Según la urgencia
Teniendo en cuenta el nivel de urgencia con que se tengan que tomar las decisiones:
5. Decisiones rutinarias
Cuando las circunstancias son parecidas y el contexto es también similar, es probable
que las empresas busquen la forma de establecer ciertos mecanismos recurrentes para
tomar decisiones.
6. Decisiones de emergencia
Cuando la situación es inesperada y no hay precedentes, las empresas deben tomar
medidas especiales para adaptarse al desarrollo de los acontecimientos.
Según la trascendencia para la empresa
Las empresas deben funcionar correctamente en diversos ámbitos: desde las rutinas
diarias hasta la comunicación con otras empresas o con las instituciones. En este
sentido, podemos dividir las decisiones según este factor.
7. Estratégicas
Este tipo de decisiones inquieren sobre objetivos de la empresa y tratan de vehicular
estas metas a planes de desarrollo específicos. Usualmente, este tipo de decisiones
son las que guían las corporaciones hacia el éxito o el fracaso, puesto que marcan el
camino a seguir. Son decisiones que suele tomar el director general, el gerente y/o los
accionistas.
8. Operativas
Son decisiones imprescindibles para el buen funcionamiento de la organización y una
de sus misiones es resolver los conflictos entre personas, tanto desde un punto de
vista humano como laboral. Su manejo debe ser cuidadoso ya que las decisiones
operativas también incluyen determinaciones sobre la contratación y los despidos.
el proceso de toma de decisiones
Es habitual que las empresas se enfrenten en su día a día a la disyuntiva de tener que
tomar decisiones. Tomar el camino correcto es elemental, ya que el éxito o fracaso
pueden depender de cada determinación.
¿Cuáles son los objetivos de la empresa a corto plazo? ¿Qué estrategia se debe
adoptar para ser más competitivos? ¿Cómo atraer y retener talento?
Estas son solo algunas de las preguntas a las que directivos, líderes y empresarios
deben responder con frecuencia.
Es habitual que las empresas se enfrenten en su día a día a la disyuntiva de tener que
tomar decisiones. Tomar el camino correcto es elemental, ya que el éxito o fracaso
pueden depender de cada determinación.
George Shackle, economista británico, ya definió en los años 70 el concepto de
decisión como “un corte entre el pasado y el futuro”, que supuso una alternativa para
hacer frente a la incertidumbre. En pocas palabras, poder organizar y planificar el
futuro con el objetivo de conseguir un fin específico.
Otros teóricos como William Greenwood, en cambio, sostienen que es “la elección
entre varias alternativas posibles, teniendo en cuenta la limitación de recursos y con el
ánimo de conseguir algún resultado deseado”.
Sea como fuere, decidir supone escoger la mejor opción entre las posibles. Se trata de
un proceso que parte de la identificación de un problema, durante el que es
necesario analizar las alternativas, aplicar la más adecuada y, posteriormente,
analizar si se han alcanzado, o no, los objetivos previstos.
La idea de Henry Ford de aumentar el salario de sus trabajadores, que le permitió
atraer más talento y mejorar los índices de productividad de su empresa; o la decisión
tomada por los directivos de Apple para traer de vuelta a Steve Jobs tras despedirlo y
convertirlo en el impulsor del gran desarrollo que vivió años más tarde la compañía,
entre otras, ya forman parte de la lista de grandes decisiones en la historia
empresarial.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de tomar una decisión?
Antes de afrontar una decisión, es importante detectar cuál es su origen o detonante.
A partir de ahí, se recomienza analizar toda la información de forma lógica y racional,
además de identificar posibles problemas y/o oportunidades. Aplicar la escala de
prioridades puede facilitar este trabajo. Sin embargo, hay que evitar dejarse llevar
únicamente por las emociones, la intuición o experiencias pasadas.
La toma de decisiones se ha convertido en una dinámica más del entorno cotidiano de
las personas. Tanto es así que, a veces, se llevan a cabo de forma inconsciente o
impulsiva. Es en estos casos en los que hay que poner más atención, ya que son los
más peligrosos.
Desde el punto de vista empresarial, repetir los fracasos del pasado; justificar
constantemente los errores; delegar las tareas por exceso y por defecto; ser
dependientes; y la falta de compromiso, son algunos de los factores que pueden llevar
a tomar decisiones inapropiadas para las compañías.
Tipos de decisiones
Las decisiones pueden organizarse atendiendo a dos criterios diferentes: por método y
por niveles:
1. Por método:
Decisiones racionales o estructuradas: son las que se toman en base a un proceso
específico o criterio concreto (por ejemplo, unas reglas o leyes) y surgen de forma
repetitiva y rutinaria. Por su naturaleza, son predecibles.
Decisiones intuitivas o no estructuradas: son aquellas que afrontan una situación
nueva. A diferencia de las anteriores, no parten de un proceso o criterio previo, ya sea
porque no ha surgido antes la necesidad de afrontarlas o por contar con una
naturaleza compleja. No son predecibles.
2. Por niveles:
Decisiones planificadas: en las empresas, son tomadas por los líderes más altos de la
escala jerárquica. Son decisiones que atañen a las relaciones entre la empresa y su
entorno, de gran transcendencia y no repetitivas. Requieren de un gran análisis de la
información y reflexión.
Decisiones tácticas: pueden ser repetitivas -o no- y, con frecuencia, las toman
directivos de rango intermedio. Se debe tener cuidado, ya que la consecución de varios
errores puede afectar de forma negativa a la compañía.
Decisiones operativas: se relacionan con actividades cotidianas de la empresa y de
ellas se encargan los líderes de nivel inferior.
Etapas del proceso
¿Qué características debe comprender la toma de decisiones? Según indica Thomas L.
Saaty en su libro “Toma de decisiones para líderes”, este proceso debe ser de
elaboración simple; aplicable tanto para grupos como para individuos; natural a la
intuición y al pensamiento general; alentar la transacción y la formación de consensos;
no requerir demasiada especialización para dominarla y comunicarla; y ser fácil de
examinar. Asimismo, se diferencian seis etapas necesarias para completar dicho
proceso:
1. Identificación del problema: es importante reconocer el obstáculo, por qué hay que
afrontarlo y cuál es el origen de la presión o urgencia que conlleva. A partir de ahí, se
eligen los criterios a seguir para su mejor resolución.
2. Propuesta de soluciones o alternativas: en este paso hay que recopilar todas las
alternativas que sean aplicables y de utilidad. La experiencia o el consejo de expertos
en la materia pueden ser de gran ayuda. Por el contrario, aislarse, no escuchar ni
atender a otras propuestas o ceñirse únicamente a un punto de vista puede conducir a
cometer errores.
3. Evaluación: con todas las propuestas sobre la mesa, hay que analizar cada una de
ellas, sopesar sus pros y contras, además de las posibles consecuencias que puedan
desprenderse de ellas.
4. Elección de la mejor solución o alternativa: tras superar la etapa anterior, y tras
hacer un ejercicio de análisis y razonamiento, llega el momento de elegir la decisión a
adoptar. Para ello se discriminarán en primer lugar las que más se alejen de las
necesidades u objetivos, hasta encontrar la que se considere más acertada.
5. Implantación de la solución o alternativa: una vez tomada la decisión, hay que
informar sobre la misma a las personas o empresas afectadas. Esto requiere de un
proceso de planificación y organización previo.
6. Análisis de los resultados: La última etapa debe ser el análisis de los resultados para
comenzar el ciclo en caso de ser necesario. Encontrar solución al problema inicial sin
que suponga la aparición de otros, sería el ejemplo de éxito más significativo. De ser
así, la alternativa elegida podría aplicarse a otros conflictos similares. En caso
contrario, otorgaría información para evitar errores en el futuro.
La toma de decisiones es un proceso adherido, especialmente, a los líderes, pero no
deja de ser una habilidad que cualquier persona de la empresa puede aprender y
desarrollar. Aunque en un primer momento pueda ser difícil de comprender o
implantar, la mayoría de las personas tienen interiorizada esta dinámica por su propia
experiencia. Es elemental tomar las decisiones correctas, ¡de ellas depende el éxito!
EJEMPLO PROCESO TOMA DE DECISIONESEJEMPLO 1Determinar si se debe otorgar un
descuento adicional a un nuevo cliente que haceun gran pedido de mercancía y que
amenaza con cancelar el pedido sino se leotorga el máximo descuento posible1.
Identificación del Problema¿Se debe otorgar el descuento adicional a este cliente, aún
cuando la políticaindica que debe tener un año como cliente yhaber al menos realizado
10 pedidos?2. Generar alternativas de solucióna) Otorgar descuento pasando por
encima de la política y sin consultarlo con eldirectorb) Seguir al pie de la letra
lapolítica, no otorgar el descuento y perder el pedido.c) Negociar con el director para
que autorice un descuento especial.d) Negociar con el cliente nuevo para que acepte
el descuento máximopermitidosegún la política.3. Evaluar las Alternativas(Ponderación
de 1-10) Alternativa Ventaja Desventaja Ponderacióna Se le daría gusto al cliente, no
se perdería el pedido. Se estaría infringiendolapolítica de la empresa, mal
ejemplo para los subordinados. 3b Se estaría respetando la política de la empresa,
ejemplo para los subordinados.Se perdería el pedido, además de generar
inconformidadal cliente y riesgo quebusque a la competencia 5c Se estaría reteniendo
al cliente y realizando la venta, además de generarlesatisfacción. Cabria la posibilidad
que cada vez que el cliente compreen grandescantidades exija un descuento mayor al
que se le puede otorgar. 9d Se le estaría otorgando el descuento que establece la
política, aplicada tambiénpara los demas clientes. Insatisfaccióny molestia del cliente
94. Elección de la mejor alternativaSe ha escogido la opción C, otorgarle el descuento
al cliente previa negociacióncon el director, de esta forma no se tiene que saltar
lapolítica sin autorización, nitampoco se pierde un pedido importante5,6. Aplicación y
Evaluación de resultados.
9. La elección final
[
http://www.mailxmail.com/curso-como-tomar-decisiones/eleccion-final
]Has hecho lo mejor que estaba en tu mano para tomar la mejordecisión posible y lo
más probable es que ya tengas claro decuál se trata. Si después de todos los análisis
realizados siguessin poder elegir entre dos opciones...¡Hazlo a cara o cruz!,aunque
suene un poco raro.
Si no puedes elegir es porqueambas opciones son prácticamente igual de buenas y
noimporta cuál elijas
.
No olvides que tomar una decisión esimportante y que seguir aplazando ese
momento puedeser peor que equivocarse
.En esta fase del proceso puede surgir otro problema: queninguna de las opciones te
satisfaga. Si ninguna parece la ideal,¿qué debes hacer? Bueno, pues
opta por la que te parezca"menos mala"
. No es agradable, pero no te queda másalternativa. Tienes que tomar una decisión y
esa, aunque unpoco motivadora, no deja de ser la mejor opción disponible.No olvides
que siempre queda la posibilidad de decidir no hacernada, es decir, mantener las cosas
como están. Pero ten encuenta que es preferible que decidas no hacer nada a que
nohagas nada porque sigas aplazando la toma de decisión. Aldecidirte permites que los
demás sepan a qué atenerse ytambién que pueden tomar decisiones que dependían
de la tuya.De modo que
aunque decidas no hacer nada, comunica alos demás que esa es precisamente tu
decisión
.Ahora ya sabes qué vas a decidir y sólo falta una última cosa:que te mantengas firme.
Se acabaron las dudas, debescomprometerte por completo con la opción elegida
.Sí...aunque llegases a ella lanzando una moneda al aire oporque era la "menos mala"
de todas las alternativas. Si tú, queeres quien la elige, no defiendes tu postura, cómo
puedesesperar que los demás lo hagan.
Has de estar totalmente convencido para poder transmitirseguridad a tu equipo al
comunicarles la decisión, que esel paso siguiente y también el que concluye la toma
de
decisión
.Consúltalo con la almohada.- El subconsciente tiene laoportunidad de encajar las
piezas del rompecabezas y darleforma. Lo más habitual es que al despertar, tengas
claro lo quedebes elegir. Y aunque te quede alguna duda, seguro que seránmuchas
menos.
De modo que si puedes dejar la decisiónpara la mañana siguiente, hazlo
.Descubre miles de cursos como éste en www.mailxmail.com mailxmail - Cursos para
compartir lo que sabes
10. Para la próxima vez
[
http://www.mailxmail.com/curso-como-tomar-decisiones/proxima-vez
]
Si la decisión es complicada o tiene muchasimplicaciones, tendrás que dedicarle más
tiempo
. Esposible que después de analizar las consecuencias quierasrepasarlas aplicando el
criterio de "qué pasaría si..." para estarseguro de que las opciones que te planteas son
viables. Porejemplo, puede que decidas que la opción A es la idónea pararesolver el
retraso del departamento de producción pero temasque la máquina que tendrás que
comprar para resolverlo quedeobsoleta en un par de años y no encuentres piezas de
recambiopara arreglarla si se estropea pasado este plazo.Si dispones de tiempo podrás
pensar qué harías si esoocurriera.
No dediques demasiado tiempo a pensar en qué"pasaría si..." porque lo más
probable es que la mayorparte de las situaciones que barajas no se lleguen adar,
pero ese análisis te ayudará a decidir si la opción elegidaes o no viable.Siempre es
bueno poder consultar con la almohada unadecisión, aun la menos trascendente.
Disponer de un margende tiempo entre la decisión y el momento de
comunicarlapuede ser de gran ayuda
. El retomar el análisis después deuna pausa disipa muchas dudas sin esfuerzo. Así,
siempre quete sea posible, deja un margen de uno o dos días entre el
proceso de valoración y el momento de la toma de decisión final
9. La elección final
[
http://www.mailxmail.com/curso-como-tomar-decisiones/eleccion-final
]Has hecho lo mejor que estaba en tu mano para tomar la mejordecisión posible y lo más probable es
que ya tengas claro decuál se trata. Si después de todos los análisis realizados siguessin poder elegir
entre dos opciones...¡Hazlo a cara o cruz!,aunque suene un poco raro.
Si no puedes elegir es porqueambas opciones son prácticamente igual de buenas y
noimporta cuál elijas
.
No olvides que tomar una decisión esimportante y que seguir aplazando ese
momento puedeser peor que equivocarse
.En esta fase del proceso puede surgir otro problema: queninguna de las opciones te satisfaga. Si
ninguna parece la ideal,¿qué debes hacer? Bueno, pues
opta por la que te parezca"menos mala"
. No es agradable, pero no te queda másalternativa. Tienes que tomar una decisión y esa, aunque
unpoco motivadora, no deja de ser la mejor opción disponible.No olvides que siempre queda la
posibilidad de decidir no hacernada, es decir, mantener las cosas como están. Pero ten encuenta que
es preferible que decidas no hacer nada a que nohagas nada porque sigas aplazando la toma de
decisión. Aldecidirte permites que los demás sepan a qué atenerse ytambién que pueden tomar
decisiones que dependían de la tuya.De modo que
aunque decidas no hacer nada, comunica alos demás que esa es precisamente tu
decisión
.Ahora ya sabes qué vas a decidir y sólo falta una última cosa:que te mantengas firme.
Se acabaron las dudas, debescomprometerte por completo con la opción elegida
.Sí...aunque llegases a ella lanzando una moneda al aire oporque era la "menos mala" de todas las
alternativas. Si tú, queeres quien la elige, no defiendes tu postura, cómo puedesesperar que los demás
lo hagan.
Has de estar totalmente convencido para poder transmitirseguridad a tu equipo al
comunicarles la decisión, que esel paso siguiente y también el que concluye la toma
de
decisión
.Consúltalo con la almohada.- El subconsciente tiene laoportunidad de encajar las piezas del
rompecabezas y darleforma. Lo más habitual es que al despertar, tengas claro lo quedebes elegir. Y
aunque te quede alguna duda, seguro que seránmuchas menos.
De modo que si puedes dejar la decisiónpara la mañana siguiente, hazlo
.Descubre miles de cursos como éste en www.mailxmail.com mailxmail - Cursos para compartir lo
que sabes
10. Para la próxima vez
[
http://www.mailxmail.com/curso-como-tomar-decisiones/proxima-vez
]
Si la decisión es complicada o tiene muchasimplicaciones, tendrás que dedicarle más
tiempo
. Esposible que después de analizar las consecuencias quierasrepasarlas aplicando el criterio de "qué
pasaría si..." para estarseguro de que las opciones que te planteas son viables. Porejemplo, puede que
decidas que la opción A es la idónea pararesolver el retraso del departamento de producción pero
temasque la máquina que tendrás que comprar para resolverlo quedeobsoleta en un par de años y
no encuentres piezas de recambiopara arreglarla si se estropea pasado este plazo.Si dispones de
tiempo podrás pensar qué harías si esoocurriera.
No dediques demasiado tiempo a pensar en qué"pasaría si..." porque lo más
probable es que la mayorparte de las situaciones que barajas no se lleguen adar,
pero ese análisis te ayudará a decidir si la opción elegidaes o no viable.Siempre es bueno poder
consultar con la almohada unadecisión, aun la menos trascendente.
Disponer de un margende tiempo entre la decisión y el momento de
comunicarlapuede ser de gran ayuda
. El retomar el análisis después deuna pausa disipa muchas dudas sin esfuerzo. Así,
siempre quete sea posible, deja un margen de uno o dos días entre el
proceso de valoración y el momento de la toma dedecisión final
.