Ión de Eurípides

Comienza el texto con un prólogo construido a través de la voz de Hermes. Este prólogo nos sitúa en
el momento histórico de un texto ya construido, y además adelanta los designios de Apolo sobre lo
venidero (es decir, el final). Creúsa, princesa de Atenas, Hija de Erecteo queda en cinta producto de
un encuentro forzado por el dios. Una vez parido el hijo lo abandona en las Rocas Altas (el mismo
lugar donde lo concibió) ya que pensó que el dios apiadándose de su hijo lo rescataría. Apolo viendo
esto lo mandó a Hermes que recoja al niño y lo deje frente su templo en Delfos. Hermes deja el niño
y es él quien primero escoge el nombre de ION. En los portales del santuario encuentra una
sacerdotisa al niño con los pañales y la canastilla que su madre había dejado junto a él, y decide
criarlo a pesar de no saber nada sobre sus orígenes. Apolo que todo lo sabe tiene decidido volver a su
hijo a su madre, otorgándoselo al esposo de Creúsa como su verdadero hijo.
El primer encuentro entre Ion y Creúsa transcurre en el templo de Delfos. Allí dialogan acerca de sus
respectivos orígenes y Creúsa explica que vino al santuario para averiguar acerca de su futuro linaje
ya que, con su marido, Xuto no pueden tener hijos. Y por otro lado dice tener “una amiga que Febo
dejándola en cinta no se hizo cargo de salvar a su hijo dejando que muera en oscura cueva” y que por
lo tanto desea averiguar sobre el hijo de su amiga, pero sin que su marido se entere. Llega Xuto que
viene del oráculo de Trofonio con la nueva de que “no regresaremos a casa sin hijos” y entra en el
santuario de Febo. Estando Xuto dentro del santuario se desarrolla una escena de súplica al dios
protagonizada por el coro de mujeres atenienses y una corifea. Sale Xuto y se dirige a Ion con el fin
de abrazarlo ya que el oráculo había resuelto que al salir del tiempo verá una persona, y esa, la
primera persona que vea será su hijo. Ion no le cree por lo tanto rastrea sus orígenes y Xuto le cuenta
que hace varios años (que concuerdan con la edad de Ion) bajo los efectos de Baco se acostó con una
sacerdotisa del dios muy cerca del palacio de Loxias, así que posiblemente esa sea su madre. Ion le
cree, Xuto le propone celebrar un festín por su encuentro, y luego ir rumbo a Atenas, pero en calidad
de invitado, no vaya no ser que Creúsa se ensañe por ser estéril, y pasado el tiempo cuando lo
consideren, le dirían la verdad (esto es un agón, donde Ion afirma que las madres adoptivas son
celosas, malas y crueles, y aún más si no tienen hijos y son estériles. Y, por otro lado, explica de
cómo los ciudadanos atenienses (que se jactan tanto de sus orígenes divinos) aborrecerán que su
príncipe no sea un legítimo ateniense y hablarán mal de él, y hasta querrán matarlo. Xuto no niega
todo esto, sino que propone ocultar su identidad y hacerlo rey de otra tierra y no de Atenas y así se
resuelve el agón. Antes de irse Xuto amenaza con dar muerte al coro de mujeres que escuchó todo
atentamente si le contase a Creúsa. Es esta acción lo que desata una hybris y el coro desata un resis
de anticipación dramática donde dirime acerca de “qué hacer cuando Creúsa llegue”. Creúsa llega
junto con un Anciano amigo de su padre y el coro le revela lo sucedido. Y tanto el coro como el
anciano exacerban los hechos aconsejándola de actuar homicidamente contra el hijo de Xuto, Ion, y
Xuto mismo también. Pero Creúsa decide matar sólo a Ion con el veneno de la gorgona (medusa) que
su padre heredó de su padre y éste último de Atenas, la asesina del monstruo. Le encomienda el
crimen al Anciano y se marchan.
Llega un esclavo contando que los magistrados del pueblo buscan la cabeza de Creúsa y el coro
interroga al esclavo para que le explique lo sucedido. Éste relata como el anciano quiso envenenar a
Ion y cómo Ion prevenido por un oráculo de Apolo entiende lo que sucedía e invita a todos a tirar la
primera copa de vino en el suelo; luego cuando las palomas descienden a beber, todos los presentes

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ven como sólo morían las que tomaban vino del charco de Ion. Así atrapan al anciano, y éste al
confesar descubre a Creúsa.
El coro le cuenta lo sucedido a Creúsa y le aconseja que corra dentro del santuario para prevenir su
muerte. Esta entra y se abraza a la estatua de Loxias rogándole por su vida. Ion entra y se enfrenta
con Creúsa increpándola y deseando su muerte hasta que aparece la Sacerdotisa con la canastilla que
encontró junto con Ion. Creúsa emocionada advierte que Ion es su hijo, y como éste desistía en
creerle, Creúsa le nombra los contenidos de la jaula, de esta manera se construye una
ANAGNORISIS muy interesante.
Atenea aparece en nombre de Apolo para aclarar todo el problema (ya que este no quería venir
porque estaba muy apenado y sentía mucha vergüenza) y antes de irse narra cómo será el futuro
linaje de Creúsa y Xuto, y les deja además un plan de conquista de tierras por medio de sus hijos.

¿Por qué el origen es tan importante? ¿Por qué es diferencial la valoración entre el origen materno y
paterno?

El dios Apolo es un personaje clave dentro de la obra, aunque en ningún momento aparezca. Sus
acciones (como haber violado a Creúsa y haber salvado a Ion cuando fue expuesto), su silencio (no
haberle informado a Creúsa sobre el destino de su hijo) y su engaño (haber proferido un falso
oráculo) son las causas de los infortunios que sufrió Creúsa, y por tanto las causas de las acciones de
nuestra heroína. Nos podríamos preguntar por qué un dios se nos presenta de esta manera, y no de la
manera como son presentados los dioses en las obras de Sófocles, por ejemplo. En las obras de
Eurípides, se nos presenta a los dioses en un mismo plano que los seres humanos.