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Sagrada Biblia Na Carco Lung A 1944
Sagrada Biblia Na Carco Lung A 1944
AÜG 8 :
THEOLOGICAL SEMINARY
BS 299 1944
Bible.
Sagrada Biblia
*• fiirnartJo,
113
ÜMU)
EN MEMO PIA DE
D.° GUMERSiNDA GARCIA
(Vda. cíe Modro
BILBAO
Sagrada Biblia
VERSIÓN DIRECTA DE LAS LEN-
GUAS ORIGINALES, HEBREA
Y GRIEGA, AL CASTELLANO
BIBLIOTECA
AUTORES CRISTIANOS
BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA DIRECCIÓN
DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
PRESIDENTE:
POR
Y EL MUY RVDO. P.
ALBERTO COLUNGA, O. P.
PROFESOR DE SAGRADA ESCRITURA
EN EL CONVENTO DE SAN ESTEBAN
Y EN LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD
DE SALAMANCA
PROLOGO DEL
EXCMO. Y RVDMO. SR. D
GAETANO CICOGNANI
NUNCIO DE SU SANTIDAD EN ESPAÑA
LIERARY CF PS1NCETON
BIBLIOT(íH&Ob3Gi©,T,b©EM!hlA{^T|lANOS
MADRID. ML MXLJA
'
NIHIL OBSTAT:
Fe. E. Cuervo, O. P.
Bac. S. Theol.
Fr. V. Berecibar, O. P.
S. Theol. Lect.
IMPRIMATUR:
b k. JosEPHrs Cuervo, O. P.
Prior Provincialis.
NIHIL OBSTAT:
Dr. L. Turrado.
Censor.
IMPRIMATUR-
í« Fr. Franciscus, O. P.
Episc. Salmant.
Introducción al Pentateuco 1
Génesis . ,7
Exodo . . . ... . «¿ -.»'... -;í
*.*yív, 59
Levítico 104
Números 133
Deuteronomio 174
Introducción a Josué 213
ty Josué . 214
Introducción a los Jueces 241
Jueces 242
Rut 267
Introducción a los libros de Samuel 273
Samuel I .... 274
Samuel II 305
Introducción a los libros de los Reyes 331
Reyes I . . . t ..«,...,. . 332
Reyes II .... : 361
Introducción a los libros de las Crónicas o Paralipómenos 391
v
Crónicas I 392
Crónicas II 419
Introducción a los libros de Esdras y Nehemias 453
Esdras 454
Nehemias 465
VIII ÍNDICE
Pígs.
Sofonías . . . . <
Joel. .'
;•
'^98
t
; J
Introducción al libro de Juruis 801
Jonás 801
ÍNDICE fx
Págs.
. 1 109
San Marcos 1111
Introducción al Evangelio de San Lucas 1137
San Lucas 1139
Introducción al Evangelio de San Juan 1 181
San Juan. 1184
Introducción a los Hechos de, Apóstolts 1219
Hechos de Apóstoles 1221
Introducción general a las Epístolas de San Pablo 1255
Introducción a las Epístolas a los Tesalonicenses 1258
I a los Tesalonicenses 1259
II a los Tesalonicenses 1263
x 1 ND I C D
Pígs.
* * *
* * *
* * *
* * *
PIO
POR LA DIVINA PROVIDENCIA
PAPA XII
A LOS VENERABLES HERMANOS
PATRIARCAS, PRIMADOS, ARZOBISPOS, OBISPOS
Y OTROS ORDINARIOS
EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE APOSTÓLICA
Y ASIMISMO A TODO EL CLERO
Y FIELES DE CRISTO DEL ORBE CATÓLICO
INTRODUCCION
Ocasión de la Encíclica «Provideniissimus Deus».
Modo de celebrar su cincuentenario.
tándose de este tesoro dado del cielo, que ella posee como pre-
ciosísima fuente y divina norma de la doctrina sobre la fe y las
costumbres, así como lo recibió incontaminado de manos de los
Apóstoles, así lohaya custodiado con todo esmero, defendido
de toda falsa y perversa interpretación y empleado solícita-
1 II Tim. III, 16 s.
xxxvi ENCÍCLICA DE S. S. PÍO XII
PARTE HISTORICA
SOLICITUD DE LEON XIII Y SUS SUCESORES
POR LOS ESTUDIOS RIRLICOS
añadió todavía una nueva razón, para que estos estudios, tan
encarecidamente recomendados por las Letras Encíclicas Pro-
videntissimus Dtus, pada día se perfeccionasen más y con la mayor
seguridad se adelantasen. Kn efecto: con las Letras Apostólicas
Yigilanliae, dadas el 30 del mes de octubre del año 1902, esta-
bleció un Consejo, o como se dice, Comisión, de graves varones,
• Leoni3 XIII, Acta XIII, p. 357 sq.; Ench. Bibl. n. 109 sq.
10 (,'f. Leonis XIII, Acta XIII, p. 328; Ench. Bibl. n. ti7 sq.
11 Apost. Hieroaolymae in coenobio, d. d.
Litt. 17 Scpt. 1892; Leo-
nis XIII, Acta XII, pp. 239-241, v. p. 240.
ENCICLICA DE 8. S. PÍO XTT xxxtx
12
Cf. Leonis XIII, Acta XXII, p. 232 ss.; Ench. Bibl. n. 130-141;
v. nn. 130, 132.
13 Pontificiae Commissionis de Re biblica Litterae ad Excmos. PP.
DD. Archiepiscopos et Episcopos Italiae d. d. 20 Aug. 1941; Acta Ap. Se-
áis XXXIII (1941), pp. 465-472.
14
23 Febr. 1904; Pn X, Acta I,
Litt. Apost. Scripturae Sanctae d. d.
pp. 176-179; Ench. 142-150; v. nn. 143-144.
Bibl. nn.
16
Cf. Litt. Apost. Quoniani in re biblica d. d. 27 Mart. 1906; Pn X,
Arta ÍTI, pp. 72-76; Ench. Bibl. nn. 155-173, v. n. 155.
ENCÍCLICA DE S. S. PlO XII
" Lltt. Apost. Vinea electa d. d. 7 Mail 1909; Acta Ap. Sedit I (1909),
pp. 447-449; Ench. Bibl. nn. 293-306, v. nn. 296 et 294.
17
Cf. Motu proprio Bibliorum scientiam d. d. 27 Aprilis 1924; Acta Ap.
Sedia XVI (1924), pp. 180-182.
18 Epistula ad Revmum. D. Aidanum Gasquet d. d. 3 I>c. 1907;
Pn X, Acta IV, pp. 117-119; Ench. Bibl. n. 285 s.
ENCÍCLICA DE S. S. PÍO XII XLl
19
Const. Apost. Inter praecipuaa d. d. 15 Iun. 1933; Acta Ap. Se-
áis XXVI (1934), pp. 85-87.
Epist. ad Emum. Card. Cassetta Qui piam d. d. 21 Ian. 1907; Pn X,
20
II
PARTE DOCTRINAL
LOS ESTUDIOS BIBLICOS OE NUESTRO TIEMPO
Estado actuul de los estudios bíblicos.
creto tlel Concilio Tridentino que, para uso y provecho de los fie-
§ 2.— De ea interpretación.
que llega hasta la división del alma y del espíritu, y de las co-
yunturas y medulas, discernidora de los pensamientos y conceptos
del corazón» 27 necesita de afeites o de acomodación humana, para
,
IV
I.
28
Cf.Bentedictus XV, Ene. Spiritus Paraclitus; Acta Ap. Seáis XII
(1920), p. 390; Ench. Bibl. n. 461.
29
Contra Arlanos I. 54; PG. XX
VI, col. 123.
Til ENCICLICA DE S. S. PÍO XII
33
Cf. S. Auo., Epiat. 149 ad Paulinuni, n. 34 (PL. XXXIII, col. 644);
De dirrraia quarationibua, q. 53, n. 2 (ib. XL, co). 36); Ennrr. in Pa. 146,
n. 12 (ib. XXXVII, col. 1907).
ENCÍCLICA DE 3. S. FÍO XII LV
s«
Litt. Apost. Vigilantiae; Leonis XIII, Acta XXII, p. 237; Ench.
Bibl. n. 136.
36 Cf. II Tim. III, 17.
15,
ENCÍCLICA DE S. S. PÍO XII LVII
CONCLUSION
NO es
verdadero
nada fácil el oficio de traductor, si el que traduce
el proverbio italiano: «Traduttore, traditore».
no ha de hacer
veces damos razón de ella en breve nota critica. Cuando en el texto masorético
hemo3 creído ver omisiones, hemos suplido. Cuando en él hemos creído ver
las
traslocaciones, el orden del texto y el que a nuestro parecer tuvo antes, van
suficientemente indicados por la numeración de los versos.
La versión va precedida de una breve introducción general a todos los libros
de la Sagrada Escritura. Hemos procurado que, dentro de la brevedad, sea
lo más completa posible, dando al lector lo más necesario para entrar prepa-
rado en la lectura de los libros.
Las introducciones especiales son generalmente introducciones a grupos
de libros; mas hemos creído conveniente hacer preceder también cada libro
de una introducción especial. En todas ellas hemos procurado ser breves, pero
completos en cuanto a lo más necesario.
Por lo que hace al orden de los libros, hemos seguido el tradicional, aunque
introduciendo en él una ligera modificación. En cada grupo de libros van éstos
en el orden acostumbrado; mas nos ha parecido conveniente invertir en algo
el de los grupos, poniendo los proféticos a continuación de los históricos y dejando
los sapienciales para el fin, ya que los proféticos son principalmente la expli-
cación o inculcación de la Ley, que principalmente contienen los históricos,
y los sapienciales son como la corona, la flor diríamos más bien, de la Ley
y de la profecía. Cuanto al Nuevo Testamento, en la sucesión de los grupos de
las epístolas paulinas hemos seguido el orden cronológico.
CONSEJOS DE SAN AGUSTIN A LOS LECTORES
DE LA SAGRADA ESCRITURA
LA REVELACION PROFETICA
No son solamente las Divinas Escrituras las que contienen este sagrado
depósito. Se contiene, además, en la tradición viviente de la Iglesia de
Cristo, que es la fiel depositaría del divino tesoro y el intérprete autorizado
de los sagrados libros.
INTRODUCCIÓN GENERAL
Sólo la Iglesia puede indicarnos con infalible certeza cuáles son los
libros que, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, contienen el
sagrado depósito. Cualquier otro criterio será del todo insuficiente y sólo
podrá servir para confirmar la verdad de la doctrina de la Iglesia, pues
siendo la inspiración un hecho sobrenatural, sólo una autoridad de orden
sobrenatural' e infalible podrá suficientemente certificarnos de él.
Todos y sólo los libros canónicos, es decir, los que ha incluido la Iglesia
en su canon de las Sagradas Escrituras, han sido escritos bajo la inspira-
ción del Espíritu Santo, y son, por tanto, obra divina. Tienen a Dios por
autor principal, aunque sean también al mismo tiempo obra humana,
cada uno del autor que, inspirado, lo escribió. Este doble carácter de los
libros santos, totalmente obra de Dios, totalmente obra del hombre, es
fundamental y capitalísimo para el conocimiento e interpretación de las
Divinas Escrituras, y, de no tenerlo en cuenta, tropezará el lector de estos
libros con innumerables c insolublcs dificultades.
El autor humano es órgano, instrumento del Espíritu Santo, pero instru-
mento vivo y racional, que bajo la acción de Dios desarrolla su actividad y
usa de sus facultades de tal manera que en el libro por él escrito queda como
grabada su personalidad, que fácilmente podrá de él deducir el lector. Es,
pues, necesario, al interpretar, penetrar en ello cuanto sea posible, sin pres-
cindir de nada que pueda contribuir a darnos a conocer al autor en todos
sus rasgos personales característicos y en el desarrollo de su actividad, su
índole, su carácter, su formación espiritual, sus condiciones de vida, el
tiempo en que vivió, las fuentes que utilizó, ya orales, ya escritas; las formas
de decir o géneros literarios que empleó. En cuanto posible sea, nos hemos
de hacer otro él. (Véase la Encíclica Divino ajflante Spiritu.)
."».
La profecía.
los que no pudimos oírla de sus divinos labios, nos haya sido trasmitida
por sus apóstoles y discípulos en los libros que divinamente inspirados es-
cribieron algunos de ellos y en las divinas tradiciones que, de ellos recibidas,
conserva fielmente la Iglesia, fundada sobre ellos como cimiento por Cristo
Nuestro Señor.
7. Objeta de la profecía:
9 — hagíógrafos.
conocimiento profétieo
F.l
de los
II
0 f.3.
-La verdad en las cosas naturales.
Es historia una gran parte de los libros sagrados. Contiene ésta, en pri-
mer término, la narración de hechos que forman parte del tesoro revela-
do, como, por ejemplo, el pecado de nuestros primeros padres, el nacimiento
de Cristo, su muerte y su resurreción, etc. Otros hay que, si no cada uno de
por sí, pero sí en su conjunto, constituyen el objeto de algún dogma, por ser
como la expresión de una ley de la sobrenatural intervención de Dios en
la economía de la salud. Tales son las profecías y los milagros. Estas cosas
vienen a ser la realización del artículo de la fe credo in Spiritum Sanctum,
qui locutus est per prophetas; pero la mayor parte de la historia sagrada la
forman sucesos naturales, que muestran la providencia de Dios sobre Israel
o sobre el mundo todo, ordenada a la realización de sus designios de salud
por Jesucristo. En la narración de estos hechos, los autores sagrados, como
inspirados, son del todo infalibles, como lo son en las cosas de fe y costum-
bres, ya que escriben la historia sagrada inspirados por el Espíritu Santo,
autor principal de la Sagrada Escritura, que ni puede engañarse ni enga-
ñarnos. Esta es la doctrina de la Iglesia, que hemos de retener firmemente
y siempre al interpretar la Escritura.
Para resolver las dificultades históricas que se presenten, hemos de exa-
minar con toda atención y rigor científico el texto sagrado y los documentos
profanos, no dando por cierto como sentido de la Sagrada Escritura lo que
realmente no lo es, ni dando por dato histórico cierto lo que en verdad no
dice monumento o documento.
el
En esto es preciso tener muy en cuenta las enseñanzas de la Encíclica
Divino af/lanle Spiritu. No es tan fácil muchas veces conocer lo que en
sus escritos intentan decir los antiguos orientales como lo es en nuestros
escritores contemporáneos, ni puede esto conocerse sólo por la gramática
o sólo por el contexto. Para entender lo que ellos quisieron significar con
sus palabras, le es necesario al intérprete trasladarse mentalmente a aquellos
remotos siglos del Oriente y ayudarse de todos los recursos de la Historia,
INTRODUCCIÓN GENERAL LXXV
III
10 La Tradición y la Escritura.
IV
EL CANON DE LOS SAGRADOS LIBROS
V
TEXTOS Y VERSIONES
A
San Jerónimo, llamado por la Iglesia Doctor maximus in ir.terprctandis
debe un triple trabajo sobre ellas. Primeramente corri-
sacrifi scripturis, se
gió la versión latina del Salterio, según la edición griega corriente. Después
corrigió el mismo Salterio y otros libros del Antiguo Testamento, según
la edición hexaplar de Orígenes. Por último, tradujo directamente del he-
breo todos los libros del canon judío, y del arameo, los libros de Tobías y
Judit. Algunos de estos trabajos no pasaron al uso público de las iglesias
y sólo se conservaron en poder de los eruditos. Los demás fueron siendo
poco a poco adoptados por las iglesias, aunque mezclados con lecciones de
la primitiva versión latina y reteniendo otras de ésta que San Jerónimo
con sus correcciones había excluido. De estos elementos vino a formarse el
texto de la actual Vulgata, que el Concilio de Trento, apoyándose, no en
un examen crítico de la versión, sino en el uso tradicional de la Iglesia,
declaró auténtica, mandando que nadie, bajo ningún pretexto, osara recha-
zarla en los actos públicos del magisterio ordinario de la Iglesia, como
lecciones, predicaciones, etc. Elcuadro trazado a continuación como resu-
men indica los elementos de que consta la Vulgata, cuya corrección, des-
pués de la verificada por Sixto V y Clemente VIII, está actualmente enco-
mendada a la Orden Benedictina.
VI
UCXXI1 INTRODUCCIÓN GENERAL
1. — La Historia Sagrada.
9. " Otro tanto sucede con las crónicas de Babilonia, que ilustran la
historia de los imperios mesopotámicos hasta la conquista de Babilonia
por Ciro.
10. A la época de la restauración de Jerusalén pertenecen los papiros
de Elefantina, que esclarecen notablemente la historia de Esdras y Nehe-
mías.
ti. Para la época posterior tenemos los historiadores clásicos, prin-
palmente Flavio Josefo, que para trazar la historia de los últimos días de
su patria dispuso, sin duda, de más abundante documentación que los
extraños y presta una gran contribución a la Historia Sagrada.
por eso se dice que geografía y la cronología son los dos ojos de la historia.
la
Para muchos es casi un axioma que en la Escritura no hay cronología, y la ver-
dad es que las incertidumbres en la cronología bíblica son muchas, aunque no
las mismas en todos los libros. La cronología precedente a la época de Abraham
se halla en las dos genealogías de los diez patriarcas anteriores y posteriores
al diluvio. Adicionados los años que corren entre el nacimiento de cada uno
de estos patriarcas y el de su primogénito o sucesor, nos dan la duración de
cada uno de estos períodos. Pero la inseguridad de las cifras y la incertidum-
bre acerca de Ja naturaleza de estos números y de estas genealogías hace
aquí verdadera la anterior afirmación de que no hay cronología bíblica. El
historiador caldeo Beroso nos presenta también para los tiempos antedilu-
vianos una serie de diez Reyes, que reinaron en Caldea; pero la oscuridad de
la cronología bíblica no se disipa con este también oscuro documento. Los
datos generales de la historia de Caldea, de Egipto, de Elam, y sobre todo Jos
de la Prehistoria, parecen demostrar que estas genealogías bíblicas son muy
incompletas.
Ha sido bastante común aceptar Ja coincidencia de la época de Abraham
con la de Hammurabi; pero nuevos documentos han obligado a mudar de
sentencia. Los más recientes descubrimientos cuneiformes colocan el comienzo
del reinado de Hammurabi por el año 1870 ó el 1790. No hay, pues, hasta
ahora punto fijo de la cronología profana que pueda en este período servirnos
de apoyo para la cronología bíblica del mismo. Todos convienen en que la in-
migración de Israel en Egipto se verificó durante la dominación de los reyes
Hiksos; pero habiendo durado ésta varios siglos, y siendo muy oscura su his-
toria, en esa misma o mayor oscuridad quedamos respecto del tiempo de la
inmigración. El tiempo del éxodo tampoco puede con seguridad determinarse.
Las opiniones de los egiptólogos se dividen, optando unos por el reinado de
Amenofis II, en la postrera mitad del siglo xv a. O, y otros por el de Meneftá,
dos siglos más tarde, hacia el año 1230 a. C. La sentencia común hace recaer
en el año 1000 a. C, el reinado de David. La duración del período de los Jueces
queda sin determinar. Son bien conocidas las palabras de San Jerónimo sobre
la oscura cronología de los libros de los Reyes. Sin embargo, a la nueva luz
de los documentos asirios la cronología bíblica adquiere algunos puntos fijos
en este período. Así la campaña siro-efraimita, que tan importante lugar ocupa
en los vaticinios de Isaías, ocurrió por los años 734-732 a. C; la destrucción de
Samaría por Sargón, el año 722 a. C. Para el último periodo de la vida de Judá
no hallamos ya tantos datos en los documentos asirios. La destrucción de
xc INTRODUCCIÓN. LIBROS HISTÓRICOS
—
IVUEVO TESTAMENTO. Durcro ilustra casi todo el Nuevo Testa-
mento, en su doble manifestación de grabador en madera y cobre.
—
Evangelios de San Mateo y San Marcos. «El Nacimiento de Cristo» y «Cristo
se despide de su madre» son las láminas 10 y 17 de la serie en madera Vida de
la Virgen, que posee la Biblioteca Nacional.
Evangelios de San Lucas y San Juan. — «El descendimiento» y la «Resu-
rrección» pertenecen a la Pequeña Pasión, serie grabada en cobre.
También de Durero es la ilustración del Apocalipsis (madera) y el San
Pablo de las Cartas (cobre).
Los «Hechos de los Apóstoles» son dibujados por M. de Vos y editados
por la Viuda de Gerard de Iode.
CABECERAS DE LIBRO
Las del Antiguo Testamento están tomadas de la obra Historiarum Veteris
Testamenti (Lyón, 1543), bella y rara edición grabada por Holbcin en madera.
Las del Nuevo, de una Biblia Sacra ad Hebraicam veritatem..., editada
por los herederos de Jacobo Giunta en Lyón, 1549.
COL O RON ES
Los colofones, dibujados por Martin de Vos y editados por Ph. Galle,
están grabados con extraordinaria delicadeza por Wierix, Callaert, Passe y
otros maestros del siglo xvi.
Elena Páez
Bibliotc caria de la Sección de Estampas
de la Biblioteca Nacional.
FE DE ERRATAS
No señalamos los errores que se han deslizado en la transcripción de algunos nombres personales
y geográficos, ni las erratas tipográficas, relativamente pocas, que con facilidad salvará el buen sentido
de los lectores. Consignamos tan sólo las que podrían ocasionar alteración o confusión en el sentido del
texto.
21 1 34 acaneos cananeos
21 1 50 el de desierto el desierto
32 2 2 dos los
48 2 21 espinas espigas
77 2 33 lo le
83 2 46 violada violeta
85 i 2 de ella en ella
91 1 41 santuario Yave santuario de Yave
101 1 II cortina cortina con veinte columnas
y sus veinte
IOI 2 21 los las
144 1 19 fíenos llenos
156 1 13 vuestra familia vuestras familias
157 2 35 revista reviste
206 1 38 los les
206 2 31 grana grama
209 1 1 a la
209 1 44 óe- de
214 8 reatizada realizadas
214 9 hacérselas hacérsela
224 2 41 todo todos
229 1 32 Betsabe Berseba
231 2 36 Siclaj Siceleg
23 r 2 37 Jaseruso Josersua
233 2 22 e de
246 1 I Jereset Jaroset
246 1 13 Joreset Jaroset
257 1 7 el al
262 2 43 con a
274 2 14 consagré consagré a
288 2 51 y ti
288 2 52 ti y
291 2 53 en a
292 1 47 El Un
302 1 10 Jeerael Jezrael
311 1 48 él el
352 1 9 Mispa Masfa
421 a 34 libro lirio
640 2 II Baales Baales?
679 1 4 nerusalén Jerusalén
683 1 9 el él
683 1 14 refugiaros refugiaos
683 1 26 vida viña
683 X 44 fronda flauta
687 2 23 Sersá Serás
xciv FE DE ERRATAS
LOSquecinco primeros
judíos pusieron
los
libros,
siempre a la cabeza de
su canon, recibieron conjun-
tamente el nombre de Tora
o Ley, y cada uno de ellos
se denominaba con las pa-
labras por que comenzaba,
fuera del cuarto, Los Nú-
meros, que llamaron Bamid-
bar, «En el desierto». Los
judíos alejandrinos, que leían
los libros sagrados en la ver-
sión griega alejandrina, die-
ron al conjunto de los cinco
libros el nombre de Penta-
teuco, y a cada uno de. ellos
un que expresaba su
título
contenido: Génesis, Exodo,
Levitico, Números y Deute-
ronomio. San Jerónimo, en
su versión Vulgata, conservó
ambos nombres: así el pri-
mero: Génesis, liebraice Be-
resit, etc.
El Pentateuco tiene por
fin narrar los orígenes del pueblo de Israel «y su constitución corno pueblo
de Dios. a Esto, que es también su argumento, da su unidad general a toda
la obra, que el autor desarrolló del modo siguiente: El Génesis es como la pre-
historia de Israel. Tiene su unidad literaria, constituida por la serie
de diez genealogías, que comienzan por la del cielo y la tierra y terminan
con la de Jacob. Las cinco primeras pertenecen a la historia general: las otras
cinco, que comienzan con Tare, padre de Abraham, se refieren a los patriarcas del
pueblo elegido. En esta serie de generaciones nos traza el autor sagrado el
camino por el que. las divinas promesas de un Redentor se transmiten de Adán
i
PENTATEUCO
a Abraham y de éste al pueblo de Israel, que las conservará y preparará su cum_
plimiento. Tal es el pensamiento de San Agustín: propositum quippe scrip
toris illius fuit, per quem Spiritus Sanctus id agebat per suceessionem cer-
tarum generationum ex uno homine propagatarum, pervenire ad Abraham et
deinde ex ejus semine ad populum Dei, in quo distincto a coeteris gentibus
praefigurarentur» Los misterios del reino de Dios y de Cristo. (De Civ.
Dei. XV, 8.) Al mismo tiempo que teje la historia de estas diez generaciones,
va el autor inspirado intercalando algunas leyes fundamentales de Israel, como
la de no comer sangre (Gen. 9, sig.), y la de la circuncisión, como señal de la
alianza con Dios (Oen. 17). Termina el Génesis con el establecimiento de
Jacob en Egipto, donde, segt'in la promesa de Dios a Abraham y a Jacob, se
multiplicarla su descendencia, adquiriendo el suficiente desarrollo para consti-
tuir un pueblo capaz de recibir la ley.
Los tres libros que siguen forman un todo, y contienen la historia de la
opresión y la liberación de Egipto y la de la peregrinación por el desierto, con
todas sus peripecias. Ocupa en ellos un lugar preeminente la permanencia en
el Sinai. En el curso de esta historia va el autor intercalando la promulgación
de las leyes qtie formarán el Código mosaico. En el conjunto de esta obra po-
demos distinguir cuatro grupos de leyes, como si dijéramos cuatro Códigos
especiales. Es el primero el Código de la Alianza, que tiene por introducción la
primera teofanía del Sinaí con la promulgación del Decálogo (Exod. 19, 20),
seguido de una serie de disposiciones legales, religiosas, civiles y penales, pro-
mulgadas por Moisés, como base del pacto allí mismo establecido entre Dios
y el pueblo (20-23). El segundo Código, que podemos llamar levítico o sa-
cerdotal, comienza con la segunda teofanía (Exod. 24, 1, 9), y la permanencia
de Moisés en el monte por espacio de cuarenta días, dtirante los cuales le comu-
nica Dios toda la organización del culto. Viene luego la ejecución de ese plan,
hasta la erección del tabernáculo, con la cual termina el Exodo (25-40); y por
fin, las disposiciones del Levítico sobre los sacrificios y la consagración de los sa-
cerdotes, que constituyen la primera parte de este libro (1-16). La segunda ( 17-27
forma el llamado Código de santidad, que contiene diversos preceptos ordena-
dos a conservar la santidad interior y exterior del pueblo elegido, conforme
a la santidad de su Dios, repitiéndose muchas veces la fórmula: «Sed santos,
como yo, el Señor vuestro Dios, soy santo.»
Los Números, que abarcan un período de treinta y siete años, es el libro que
presenta menos unidad. Recibe el nombre este libro de los empadronamientos del
pueblo, con que comienza ( 1-4 ), y siguen luego algunas leyes, la peregrinación por
el desierto con algunos de sus episodios, la mayor parte de ellos desagradables, que
muestran la dura cerviz de aquel pueblo y justifican plenamente el reproche que
les dirigió San Esteban: «Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo» (5-26).
El Deuteronomio es una obra aparte, una recopilación histórica y legal de
todo lo sucedido desde la salida de Egipto hasta aquel momento en la llanura
de Moab, y está hecha por Moisés en tres discursos, en que recuerda al pue-
blo los beneficios recibidos de Dios y los exhorta a la observancia de su ley.
El primer discurso (1-4) es una recopilación de la historia, y termina con la
alianza del Sinaí. El segundo comienza con la. repetición del Decálogo, sigue
con apremiantes exhortaciones a la observancia de la ley (5-11), y termina
con la explicación de las leyes contenidas en los Códigos de la alianza y de la
santidad, que se refieren al pueblo, dejando las del Código levítico, que se refie-
ren a los sacerdotes (12-26). El tercer discurso contiene las sancionees divinas
de la Iry y la renovación del pacto en la llanura de Moab (27-30). Los últi-
mos capítulos vienen a ser como un apéndice de la obra, y contienen el gran
cántico de Moisés y la bendición de las doce tribus, terminando con la muerte
del profeta, a la vista de la tierra prometida (31-34).
PENTATEUCO 3
2. — Laautenticidad de la revelación
mosaica.
\. — La hipótesis documentaría.
Acerca de las teorías anteriormente expuestas y del problema que pretenden re-
solver, ha dado la Comisión P. Bíblica un decreto cuyo compendio es: I. Los argu-
mentos acumulados por la crítica para negar la autenticidad mosaica del Penta-
teuco, comparados con los testimonios de uno y otro Testamentos, con el asentimiento
del pueblo judío y con la tradición de la Iglesia y las pruebas que del texto
mismo del libro se deducen, no son de tal peso que autoricen para afirmar que
tales libros no tienen a Moisés por autor, sino que han sido compuestos de
fuentes en su máxima parte posteriores a Moisés. II. La autenticidad mosaica
del Pentatexíco no exige que Moisés haya escrito todas y cada una de sus par-
tes. Se puede permitir la hipótesis de qtie Moisés encomendara a diversos
amanuenses la ejecución de la obra, que él con divina inspiración había pla-
neado, confirmándola, después de la ejecución, con su autoridad. III. Puede
también concederse, sin perjuicio de la autenticidad del Pentateuco, que Moi-
sés haya hecho uso, en la composición de su obra, de documentos escritos
o tradiciones orales, sea transcribiéndolos a la letra, sea resumiéndolos o am-
pliándolos según viera convenir a su plan, todo bajo la divina inspiración.
IV. Salvo la autenticidad y la sustancial integridad del Pentateuco, puede
admitirse que en tan largo espacio de siglos se hayan introducido en él algunas
modificaciones, tales como adiciones posteriores a la muerte de Moisés, glo-
sas explicativas del texto, correcciones de palabras anticuadas y lecciones in-
correctas debidas al descuido de los amanuenses, y de las cuales puede juz-
garse conforme a las reglas de la critica.
GÉNESIS
GEN E S I S
tra semejanza, para que domine sobre jardín y de allí se partía en cuatro
los peces del mar, sobre las aves del brazos. 11 El primero se llama Pisón,
cielo, sobre las bestias, y sobre toda y es el que rodea toda la tierra de
la tierra y cuantos animales se mue- Evila, donde abunda el oro, 12 un
ven sobre ella.» 27 E hizo Dios al oro muy fino y a más también be-
hombre a imagen suya, a imagen de delio y ágata; 13 el segundo se llama
Dios lo hizo, y los hizo macho y Guijón, y es el que rodea toda la
hembra; 28 y los bendijo Dios, dicién- tierra de Cus; 14 el tercero se llama
doles: «Creced y multiplicaos, y hen- Gidequel, y corre al oriente de Asia;
15 Tomó,
chid la tierra; sometedla y dominad el cuarto es el Perat (1).
sobre los peces del mar, sobre las aves pues, Yave Dios al hombre, y le
del cielo, y sobre todo cuanto vive llevó al jardín de Edén para que lo
y se mueve sobre la tierra.» 29 Dijo cultivase y guardase, 16 y le dió este
también Dios: «Ahí os doy cuantas mandato: «De todos los árboles del
hierbas de semilla hay .sobre la haz paraíso puedes comer, 17 pero del
de la tierra toda, y cuantos árboles árbol de la ciencia del bien y del
producen fruto de simiente, para cjue mal no comas, porque el día que de
todos os sirvan de alimento. 30 Tam- él comieres, ciertamente morirás.»
bién a todos los animales de la tierra, 18 Y se dijo Yave Dios: «No es bueno
y a todas las aves del cielo, y a todos que el hombre esté solo, voy a ha-
ios vivientes que sobre la tierra están
y se mueven, les doy para comida contiene las principales verdades de la religión;
cuanto de verde hierba la tierra pro- la creación del universo, en el tiempo, por la
duce.» Y
así fué. omnipotencia y la sabiduría de Dios; la forma-
ción de los astros para servicio del hombre, no
31
Y
vió Dios ser bueno cuanto había
para ser por él adorados; el origen divino de
hecho, y hubo tarde y mañana, día toda fecundidad, también por error divinizada
sexto. en las religiones paganas; la formación del
hombre, a imagen y semejanza de Dios. Esta
Ȓ 1
Así fueron acabados los cielos semejanza, según la Escritura y los Padres,
^ y la tierra y todo su cortejo. 4
Y esti en el dominio y señorío vicario del hombre
sobre toda la creación, y radicalmente se funda
rematada toda la obra que había he-
en la naturaleza racional del hombre. La forma
cho, descansó Dios el séptimo día de literaria es una especie de parábola, en que la
3
cuanto y bendijo al día sépti-
hiciera; obra de Dios, a tenor del precepto sabático,
mo y porque
lo santificó, en él descan- se presenta cual modelo de la obra del hombre.
só Dios de cuanto había hecho y obrado. La obra de Dios se divide, no según la natura-
4 leza de las cosas, sino según éstas aparecen a
Este es el origen de los cielos y
los sentidos y conforme al lenguaje de la época.
la tierra cuando fueron creados (1).
(I. G. n. 13 y 15 )
mesa de redención.
16 A la mujer le dijo:
«Multiplicaré los trabajos de tus
preñeces;
25 Estaban ambos desnudos, Adán parirás con dolor los hijos,
y su mujer, sin avergonzarse de ello. y buscarás con ardor a tu marido,
que te dominará.»
3 1 Pero la serpiente, el más astuto 17 A Adán
le dijo: «Por haber es-
de cuantos animales del campo |
cuchado a tu mujer, comiendo del
hiciera Yave Dios, dijo a la mujer: '
19
Con
el sudor de tu rostro come- ;
dóse Yave de Abel y su ofrenda,
6
rás pan, hasta que vuelvas a la
el ! pero no de Caín y la suya Se
tierra, pues de ella has sido formado; enfureció Caín y andaba cabizbajo;
ya que polvo eres, y al polvo vol- 6
y Yave le dijo: «¿Por qué estás
verás» (1). enfurecido, y por qué andas cabiz-
20 Adán llamó Eva a su mujer, bajo? 7 ¿No es verdad que si obraras
por ser la madre de todos los vi- ! bien andarías erguido, mientras que
vientes. 21 Hízoles Yave Dios a Adán si no obras bien, estará el pecado a
y a su mujer túnicas de pieles, y los la puerta? Cesa, que él siente apego
vistió. a ti, y tú le dominarás a él.» 8 Dijo
22
Díjose Yave Dios: «He ahí a Caín a Abel, su hermano: «Vamos al
Adán hecho como uno de nosotros, campo.» Y
cuando estuvieron en el
conocedor del bien y del mal; que no campo, se alzó Caín contra Abel, su
vaya ahora a tender su mano al |
hermano, y le mató. 9 Preguntó Yave
árbol de la vida, y comiendo de él, ! a Caín: «¿Dónde está Abel, tu her-
viva para siempre. 23 Y le arrojó mano?» Contestóle: «No sé. ¿Soy yo
Yave Dios del jardín de Edén, a acaso el guarda de mi hermano?»
labrar la tierra de que había sido
24
10 «¿Qué has hecho? —
le dijo Yave —
tomado. Expulsó a Adán, y puso La voz de la sangre de tu hermano
delante del jardín de Edén un que- está clamando a mí desde la tierra.
11
rubín, que blandía flameante espa- Ahora, pues, maldito serás de la
da para guardar el camino del
(2), tierra, que abrió su boca para reci-
árbol de la vida (3). bir de mano tuya la sangre de tu
hermano. 12 Cuando la labres, te ne-
gará sus frutos, y andarás por ella
Caín y Abel. fugitivo y errante» (1). 13 Dijo Caín
a Yave: «Insoportablemente grande
I Conoció Adán a su mujer, que
1 es mi castigo. 14 Ahora me arrojas
concibió y parió a Caín, diciendo: de la tierra cultivada; oculto a tu
«He alcanzado de Yave un varón.» rostro, habré de andar fugitivo y
2 Volvió a parir,
y tuvo a Abel, su errante por la tierra, y cualquiera
hermano. Fué Abel pastor y Cain la- que me encuentre me matará.» "Pero
brador; 3
y al cabo de tiempo hizo Yave le dijo: «No será así. Si alguien
Caín ofrenda a Yave de los frutos matare a Caín, sería éste siete veces
de la tierra, 4 y se la hizo también vengado.» Puso, pues, Yave a Caín
Abel de los primogénitos de su ga- una señal, para que nadie que le
nado, de lo mejor de ellos; y agra- encontrase le matara. 16 Caín, ale-
jándose de la presencia del Señor,
(1) En estas palabras de Dios a la mujer habitó la región de Nod, al oriente
y al nombre resalta la diversa misión del uno de Edén.
y de la otra en la familia. La del hombre, ser
jefe de ella y su mantenedor; la de la mujer,
los afanes de la maternidad.
(2) En todo este relato, como en el de! a La deseendeneia de Caín.
creación, hay que distinguir entre el fondo y
la forma literaria. Esta es poética; y si absurdo 17
Conoció Caín a su mujer, que
seria tomar en sentido propio todas las palabras,
definir del todo los límites entre la imagen y
concibió y parió a Enoc. Púsose a
edificar una ciudad, a la que dió el
la realidad serla temerario. La C. P. Bíblica,
en decreto de 30 de junio de 1908, después
nombre de Enoc, su hijo. 18 A Enoc
de condenar los sistemas que niegan todo valor le nació Irad, e Irad engendró a
histórico a estos relatos, señala algunos puntos Maviael; Maviael a Matusael y Ma-
que en éste han de ser tenidos por históricos: tusael a Lamcc. 19 Lamec tomó dos
haber sido formada la mujer del cuerpo del mujeres, una de nombre Ada, otra
primer hombre; la unidad especifica del género de nombre Sela. 20 Ada parió a Jabel,
humano; la felicidad original de los primeros
padres en el estado de justicia, integridad e
que fué el padre de los que habitan
inmortalidad; el precepto dado por Dios al tiendas y pastorean. 21 El nombre
hombre para probar su obediencia; el primer de su hermano fué Jubal, el padre de
pecado cometido por el hombre, a instigación
del diablo en figura de serpiente; la pérdida,
por parte del hombre, del privilegio de la jus- (1) Está maravillosamente expresado el
ticia original, y la promesa de un futuro redentor. remordimiento del homicida, que, perseguido
(3) Son imágenes que expresan que no le siempre por la imagen de su victima y el temor
queda al hombre esperanza alguna de reco- de la venganza, huye, buscando lugar donde
brar la inmortalidad. I ocultarse.
GÉNESIS. 5 13
tierra está llena toda de sus iniqui- y los animales limpios e inmundos;
j
»Ved aqui la señal del pacto que trescientos cincuenta años, 29 siendo
establezco entre mí y vosotros, y todos los días de su vida novecientos
cuantos vivientes están con vosotros, cincuenta años, y murió.
por generaciones sempiternas: 13 pon-
dré mi arco (2) en las nubes, para
señal de mi pacto con la tierra, 14 y
l.os pueblos descendientes de IN'oé.
(2) El arco iris se nos da como señal del no era Cam, el segundo de los tres.
pacto entre Dios y Noé, y más que servir para (2) La tabla etnográfica
del Génesis está
traer a Dios el recuerdo del pacto, como en en forma de árbol genealógico; en ella los nom-
frase antropomórfica nos dice la Escritura, bres, más que personas, representan frecuente-
servirá para tranquilizar al hombre, con la mente naciones, tribus o ciudades, abarcando
seguridad de que no habrá un nuevo diluvio, el mundo conocido de los hebreos, desde el
seguridad que tendrá precisamente al llover, mar Caspio hasta España, limite occidental
que es cuando el arco se forma. de las colonias fenicias.
[8 GÉNESIS, 11
Cap. 5 del Gen. En cuanto al modo de la genea- : maldecir a los que le maldigan y ser objeto de
logía, su sentido mesiánico y su valor crono- bendición para todas las naciones de la tierra.
lógico, V. la nota a Gen. 5. 31. ¡
La razón de todas estas bendiciones es el Mesíasi
(2) Las palabras de Dios a Abram contie- que de Abram descenderá.
nen un mandato y una promesa, uno y otra (1) Según Gen. 20, 12, Abraham y Sara eran
dados en Ur Casdim (Act. 7. 2). La promesa se i
hermanos de padre, lo que no era en muchos
repite, en términos casi idénticos, tres veces i pueblos antiguos impedimento del matrimonio.
al mismo Abram y después a Isac y a Jacob. En Israel mismo, a pesar de la Ley (Lev. 18,
Promete Dios a Abram darle la tierra de Canán, 9, 11; Deut. 27, 22), tal vez no se consideraban
a él y a su descendencia; esto, si bien aquí está tales matrimonios como ilícitos, a iuzgar por las
sólo indicado, se halla luego terminantemente palabras de Tamar a su hermano Arrimón (II
en las promesas siguientes (13. 14 sgs.): mul- I
Sam. 13, 13).
GÉNESIS, 13, 14 2\
i C 1
Después de estos sucesos
contra toda humana esperanza, fué un acto
" de justicia gratísimo al Señor. San Pablo la
* habló Yave a Abram en visión, considera como expresión de la justificación por
diciéndole:«No temas, Abram, yo la fe. Santiago, como ejemplo de la sinceridad
soy tu escudo, tu recompensa será de la fe, que se muestra en las obras, como en
Abram, dispuesto a sacrificar a su hijo único
por obedecer a Dios.
(i) Melquisedec es rey y sacerdote, y como (3) El paso por entre las partes de las víc-
tal, tipo del Mesías. Salm. i io (Vulg. 109), v, 4. timas es la forma ritual de consagrar un pacto
Como sacerdote bendice a Abram y recibe entre hombres, poniendo a Dios por testigo.
de él las décimas, en que ve San Pablo señalado (Jer. 34. 18, 19.) Aquí el mismo Dios pasa
el sacerdocio levítico. (Hbr. 5. 7 sgs.) entre las víctimas, simbolizado por el fuego]
24 GÉNESIS, 16. ,17
aquel día hizo Yave pacto con Abram, Porque ha escuchado Yave tu
diciéndole: «A tu descendencia he 12
aflicción. Será un onagro de hom-
dado esta tierra desde el río de Egipto bre;
hasta el gran río, el Eufrates (1), Su mano contra todos, y las manos
19
al Quineo, al Quineceo, al Cadmo- de todos contra él.
neo, 20 al Jebeo, al Ferezeo, a los Y habitará frente a todos sus her-
Refaim, 21 al Amorreo, al Cananeo, manos.» 13 Dió Agar a Yave, que la
al Guergueseo y al Jebuseo. había hablado, el nombre de Atba-
El-Roi; pues se dijo: «¿No he visto
Nacimiento do Ismael. también aquí al que me ve?» 14 Por
eso llamó al pozo el pozo del viviente
1 /. 1 Sarai, la mujer de Abram, no vidente. Es el que está entre Cades
tenía hijos. Pero tenía una es- y Berad. 15 Parió Agar a Abram un
clava egipcia, de nombre Agar, 2 y hijo, y le dió Abram el nombre de
dijo a Abram: «Mira, Yave me ha Ismael. 16 Tenía Abram ochenta y
impedido concebir; entra, pues, a seis años cuando Agar le parió a
mi esclava, a ver si por ella puedo Ismael.
tener hijos» (2). Escuchó Abram
a Sarai. 3 Tomó, pues, Sarai, la mujer Renovación de la alianza. I.a cir-
de Abram, a Agar, su esclava egip- cuncisión.
cia, al cabo de diez años de habitar
Abram en la tierra de Cañan, y se 17 1
era Abram de noventa
Cuando
la dió por mujer a su marido, Abram. '
y años, se le apareció Yave,
seis
4
Entró éste a Agar, que concibió, y «Yo soy El-Sadai (1); anda
le dijo:
y viendo que había concebido, mi- en mi presencia, y sé perfecto. * Yo
raba con desprecio a su señora. haré contigo mi alianza, y te multi-
5 Dijo, pues, Sarai a Abram: «Mi plicaré muy grandemente.» 3 Cayó
afrenta sobre ti cae; yo puse mi es- Abram rostro a tierra, y siguió dicién-
clava en tu seno, y ella, viendo que dole Yave: 4 «Cuanto a mí, he aquí
ha concebido, me desprecia. Juzgue mi pacto contigo: serás padre de una
Yave entre tú y yo.» * Y Abram dijo muchedumbre de pueblos, 6 y ya
a Sarai: «Mira, en tus manos está tu no te llamarás Abram, sino Abranam,
esclava, haz con ella como bien te porque yo te haré padre de una mu-
parezca.» Corrigióla Sarai, y ella chedumbre de pueblos. • Te acre-
huyó de su presencia; 7 la encontró centaré mucho, mucho y te haré
el ángel de Yave junto a la fuente pueblos, y saldrán de ti reyes; 7 yo es-
que hay en el desierto, camino de tablezco contigo, y con tu descenden-
Sur, 8 y le dijo: «Agar, esclava de cia después de por sus generaciones,
ti
Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde mi pacto eterno de ser tu Dios y el
vas?", y le respondió ella: «Voy hu- de tu descendencia, después de ti,
yendo de Sarai, mi señora.» 9 «Vuelve 8
y de darte a ti, y tu descendencia,
a
a tu señora —
le dijo el ángel de Yave después de ti, la tierra de tus pere-
y humíllate bajo su mano»; 10 y aña- grinaciones, toda la tierra de Canán,
dió: «Yo multiplicare tu descendencia, en eterna posesión. 9 Tú, de tu parte,
Que por lo numerosa no podrá guarda mi pacto, tú y tu descenden-
contarse. cia, después de ti, por sus genera-
11 Mira, has concebido y parirás ciones. 10 Esto es lo que has de ob-
un hijo, servar tú y tu descendencia después
Y le llamarás Ismael, de ti: 11 circuncidad todo varón (2).
Circuncidaréis la carne de vuestro
(:) Los límites naturales de la Palestina
son: el Libano y ante-Líbano, al norte; al sur,
el al oeste, el Mediterráneo, y al este
de desierto, (j) El nombre parece significar Dios Omn •
el Jordán. Este último parece ser el rio aquí potente, quizá Dios de la fecundidad. Con él
señalado. Si aquí y en otros lugares se dice el se manifestó Dios a los patriarcas. (Exod. 3. 6.)
río grande, y a veces el Eufrates, esto parece (3) Aunque la circuncisión era observada
ser una glosa interpretativa, fundada en la en otros pueblos, se da aquí como señal de la
universalidad del reino mesianico, según pro- alianza entre Dios y su pueblo. Por eso el que
fecías subsiguientes. la omite queda excluido de él. Los profetas
(2) Ajústase aquí Abram al código de hablan de la circuncisión del corazón y de los
Hammurabí, que parece regular la vida con- oídos, dignificando la obediencia y la docilidad
yugal de Abram e Isac. Según él, la mujer estéril a la divina ley. Este rito es, según la tradición,
podía dar a su marido una esclava por mujer, tipo del bautismo, por el cual somos incorpo-
perdiendo así éste el derecho a repudiarla. rados a la Iglesia, el pueblo de Dios.
GÉNESIS, 18 25
prepucio, y ésa será la señal del pacto la hora del calor, 2 y alzando los
entre mí y vosotros. 12 Dentro de los ojos, vió parados cerca de él a tres
ocho días de nacido, todo varón varones. En cuanto los vió, salióles
será circuncidado en vuestras gene- al encuentro desde la puerta de la
raciones; los siervos, ya los nacidos tienda, y se postró en tierra, 3 di-
en casa, ya los comprados, serán ciéndoles: «Señor mío; si he hallado
circuncidados, aunque no sean de gracia a tus ojos, te ruego que no
vuestra estirpe. 13 Todos, todos, pases de largo junto a tu siervo;
4 haré traer un poco de agua para
criados en casa o eomprados, se cir- í
La aparición en el encinar de
Mambre. (i) Es medida de capacidad para sólidos.
Probablemente equivalía a unos 13 litros. Tanta
cantidad de harina para obsequiar a tres hués-
'I $ Aparecióscle Ya\ d un día en
1
pedes, se explica por el hecho de que entre los
encinar de Mambre. Estaba
el nómadas es común que del banquete participe
sentado a la puerta de la tienda a luego toda la casa del anfitrión.
26 GÉNESIS, 19
«Salva la vida. No mires atrás, y con él. para ver si tenemos descen-
no te detengas en parte alguna del dencia de nuestro padre. » 35 Embria-
contorno, sálvate en el monte, si no garon, pues, también aquella noche a
quieres perecer.» 18 Díjoles Lot: «No, su padre, y se acostó con él la menor,
por favor, señores: 19 vuestro siervo sin que ni al acostarse ella, ni al
ha hallado gracia a vuestros ojos, pues levantarse, la sintiera. 36 Y concibie-
!
me habéis hecho el gran beneficio ron de su padre las dos hijas de Lot.
de salvarme la vida, pero yo no podré 37 Parió la mayor un hijo, a quien
salvarme en el monte sin riesgo de llamó Moab, que es el padre del Moab
que me alcance la destrucción y pe- de hoy. 38 También la menor parió
rezca. 20 Mirad, ahí cerca está esa un hijo, a quien llamó Ben Ammi,
ciudad en que podré refugiarme; es que es el padre de los Bene Ammón
bien pequeña, permitid que me salve de hoy.
en ella; ¿no es bien pequeña? », así
viviría.» 21
Y le dijeron: «Mira, te Abraham en Girara. Ahimclec.
concedo también la gracia de no des-
truir esa ciudad de que hablas. 22 Pero i}fi 1
allí Abraham para
Partióse de
apresúrate a refugiarte en ella, pues Negueb, y habitó
la tierra del
no puedo hacer nada, mientras en entre Cades y Sur, y fué a Gerara.
ella no hayas entrado tú.» Por eso 2
Abraham decía de Sara, su mujer:
se dió a aquella ciudad el nombre de «Es mi hermana» (1). Abimelec, rey de
23
Segor. Salía sobre la tierra,
el sol Gerara, mandó tomar a Sara; 3 pero
cuando entraba Lot en Segor, 24 e
hizo Yave llover sobre Sodoma y Según los relatos que preceden, Sara
(i)
Gomorra azufre y fuego de Yave, muy anciana, siendo por eso extraño que
serla
desde el cielo. 25
Destruyó estas ciu- rey de Gerara pusiera en ella los ojos. San
el
Aeustín propone a esta dificultad la única so-
dades y todo el contorno, y cuantos lución posible: que los episodios de que consta
hombres había en ellas y hasta las la historia del Patriarca no están ordenados
plantas de la tierra. 26 La mujer de cronológicamente.
28 GÉNESIS, 21
vas a morir, por la mujer que has •XI 1 Visitó, pues, Yave a Sara,
tomado, pues tiene marido.» 4 Abi- "* como le dijera, e hizo con ella
melec, que no se había acercado a lo que le prometió; 2 y concibió Sara,
ella, respondió: «Señor, ¿matarías y dió a Abraham un hijo en su ancia-
así aún al inocente? 5 ¿No me ha dicho nidad, al tiempo que le había dicho
él: es mi hermana? Con pureza de Dios. 3 Y
dió Abraham el nombre de
corazón y con manos inocentes hice lsac a su hijo, el que le nació de
yo esto.» * Y le dijo Dios en el sueño: Sara. 4 Circuncidó Abraham a lsac,
«Bien sé yo que lo has hecho con pu- su hijo, dentro de los ocho días, como
reza de corazón; por eso te he im- se lo había mandado Dios. 6 Era
pedido que pecaras contra mí, y no Abraham de cien años de edad cuando
he consentido que la tocaras. 7 Ahora, le nació lsac, su hijo. 6 Y dijo Sara:
pues, devuelve la mujer al marido, «Me ha hecho reír Dios., y cuantos
pues él, que es profeta, rogará por lo sepan reirán conmigo.» 7 aña- Y
ti, y vivirás; pero si Vio la devuelves, dió: «¿Quién había de decir a Abraham:
sabe que ciertamente morirás tú con amamantará hijos Sara? Pues yo le
todos los tuyos.» 8 Por la mañana Fie dado un hijo en su ancianidad.»
llamó Abimelec a sus servidores, y 8 Creció el niño, y le destetaron, y
les contó todo esto, y ellos fueron dió Abraham un gran banquete el día
presa de gran terror. 9 Llamó después del destete de lsac. 9 Vió Sara ju-
a Abraham, y le dijo: «¿Qué es lo gando al hijo de Agar, la egipcia,
que nos has hecho? ¿En qué te he el que le parió a Abraham; 10 y dijo a
faltado yo, para que trajeras sobre Abraham: «Echa a esa esclava y a
mí y sobre mi reino tan gran pecado? su hijo, pues el hijo de una esclava
Lo que has hecho con nosotros no no ha de heredar con mi hijo, con
debe hacerse.» 10 Y dijo Abimelec a lsac.» 11 Muy duro se le hacía esto
Abraham: «¿Qué es lo que has visto a Abraham, por causa de su hijo;
para que eso hicieras?» 11 Y le res- 12 pero le dijo Yave: «No te dé pena
pondió Abraham: «Es que me dije: por el niño y la esclava: haz lo que
De seguro que no hay temor de Dios te dice Sara, porque es por lsac por
en este lugar, y me van a matar por quien será llamada tu descendencia.
causa de mi mujer. 12 Aunque es 13 También al hijo de la esclava le
también en verdad mi hermana, hija haré un pueblo, por ser descendencia
14
de mi padre, pero no de mi madre, tuya» (1). Se levantó, pues,
y la tomé por mujer; 13 y desde que Abraham de mañana; y cogiendo pan
me hizo Dios errar fuera de ln casa y un odre de agua, se lo dió a Agar,
de mi padre, la dije: Has de hacerme poniéndoselo a la espalda, y con ello
la merced de decir en todos los lu- al niño, y la despidió. Ella se fué,
gares a donde lleguemos, que eres y erraba por el desierto de Berseba.
mi hermana.» 14 Tomó, pues, Abi- 15 Se acabó el agua del odre, y ella
melec rebaños y ganados, siervos y echó al niño bajo unos arbustos, 16 y
siervas, y se los dió a Abraham, y le fué a sentarse frente a él a la dis-
devolvió a Sara, su mujer, 15 y le tancia de un tiro de arco, diciéndose:
dijo: «Tienes la tierra a tu disposi- «No quiero ver morir al niño«; y se
ción, mora donde bien te parezca. sentó enfrente del niño, que lloraba
18 Y
a Sara le dijo: «Mira, a tu her- en voz alta. 17 Oyó Dios al niño, y
'
plata; sírvante de velo para los ojos los cielos, diciendo: «¿Qué tienes,
a ti y a cuantos contigo están, y todo Agar? No temas, que ha escuchado
así estará arreglado.» 17 Rogó Abraham Yave la voz del niño que ahí está.
por Abimelec, y curó Dios a Abime- 18 Levántate, toma al niño y cógele
lec, a su mujer, a sus siervos, y en- de la mano, pues he de hacerle un
gendraron, 18 pues había Yave ce- gran pueblo.» 19 Y abrió Dios los
rrado enteramente todo útero en la
casa de Abimelec por lo de Sara, la (i) La ley de Hammurabl excluye de la
mujer de Abraham (1). nerencia al hijo de la esclava. La expulsión
obedece a la necesidad de conservar la paz
doméstica, siempre perturbada por la poli-
(i) En todos estos episodios, el autor sa- gamia. En este caso se debe más Ijien al plan
grado mira a ponor de relieve la especial pro- divino de hacer a lsac el descendiente heredero
videncia de Dios sobre el Patriarca. de las promesas mes tánicas. (Rom. 9. 6 sigs.)
GÉNESIS, 22 29
26 Pos-
10 Cogió el siervo diez de los came- dancia y lugar para pernoctar.»
llos de su señor, y se puso en camino, tróse entonces el hombre y adoró a
llevando consigo de cuanto bueno Yave, 27 diciendo: «Bendito sea Yave,
tenía su señor, y se dirigió a Arán i Dios de mi señor Abraham, que no ha
Naharaim, a la ciudad de Najor. !
dejado de hacer gracia y mostrarse
11 Hizo que los camellos doblaran sus fiel a mi señor, y a mí me ha condu-
rodillas fuera de la ciudad, junto a cido derecho a la casa de los herma-
un pozo de aguas, ya de tarde, a la nos de mi señor.» 28 Corrió la joven
hora de salir las que van a coger a contar en casa de su madre lo que
agua, 12 y dijo (1): «Yave, Dios de había pasado. 29 Tenía Rebeca un
mi amo Abraham, haz que me salga hermano, de nombre Labán, que se
ahora buen encuentro, y muéstrate apresuró a ir al pozo en busca del
30 Había visto el arillo
benigno con mi señor Abraham: 13 Voy nombre. y
a ponerme junto al pozo de aguas, los brazaletes en la mano de su her-
mientras las mujeres de la ciudad mana, y la había oído decir: «Así
vienen a buscar agua: 14 la joven a me ha hablado' el hombre.» Vino,
quien yo dijere: inclina tu cántaro, pues, a él, que seguía con sus came-
31
te ruego, para que yo beba; y ella me llos junto a la fuente, y le dijo:
respondiere: bebe tú y daré también «Ven, bendito de Yave, por qué
de beber a tus camellos, sea la que estás ahí fuera? Ya he preparado
destinas a tu siervo Isac, y conozca yo la casa y lugar para los camellos.»
32 Fué, pues, el hombre a casa. Labán
yo así que te muestras propicio a mi
señor.» 16 Y
sucedió, que antes de que desaparejó los camellos, dió a éstos
él acabara de hablar, salía con el paja y heno, y agua al hombre y a los
cántaro al hombro Rebeca, hija de 1
que le acompañaban, para lavarse los
Batuel, hijo.de Melca, la mujer de i
pies, 33 y después le sirvió de comer;
Najor, hermano de Abraham. 16 La ¡
pero el hombre dijo: «No comeré
joven era muy hermosa, y virgen, mientras no diga lo que tengo que
que no había conocido varón. Bajó decir.» Respondióle: «Di.» 34 Este
al pozo, llenó su cántaro, y volvió dijo: «Yo soy siervo de Abraham.
35 Yave ha bendecido largamente a
a subir. 17 Salióle al encuentro el
siervo, y le dijo: «Dame, por favor, mi señor, y le ha engrandecido, dán-
a beber un poco de agua de tu cán- dole rebaños y ganados, plata y oro,
taro.» 18 «Bebe, señor mío», le con- siervos y siervas, camellos y asnos.
testó ella; y bajando el cántaro lo 36 Parióle Sara, la mujer de mi señor,
cogió con sus manos, y le dió de un hijo en su ancianidad, y a él le
beber. 19 Cuando hubo él bebido, le ha dado todos sus bienes. 37 Mi señor
dijo: «También para tus camellos me ha hecho jurar, diciendo: No to-
voy a sacar agua, hasta que hayan marás para mi hijo mujer de entre
bebido lo que quieran.» 20 se apre- Y las hijas de los cananeos, de la tierra
suró a vaciar el cántaro en el abre- en que habito; 38 sino que irás a la
vadero, y corrió de nuevo al pozo a casa de mi padre, a mi parentela, y
sacar más, hasta que hubo sacado de allí traerás mujer para mi hijo.
39 Yo
para todos los camellos. 21 El siervo dije a mi señor: Quizá no quiera
la contemplaba en silencio, y se pre- venir conmigo la mujer; 40 y él me
guntaba habría prosperado Yave
si contestó: Yave, ante quien yo ando,
su camino, o no. 22 Cuando hubieron mandará contigo su ángel, y hará
acabado de beber los camellos, tomó que tu camino tenga buen éxito, y
el siervo un arillo de oro de medio tomarás mujer para mi hijo, de mi
siclo de peso y dos brazaletes de diez parentela y de la casa de mi padre.
siclos, también de oro, y dándoselos, 41 Quedarás desligado del juramento,
23
le preguntó: «¿De quién eres hija si fueres a mi parentela y no te la
tú? Dime, por favor, si no habría dieren; libre quedarás entonces. 42 Lle-
lugar en casa de tu padre para pasar gué hoy a la fuente, y dije: Yave,
allí la noche.» 24 Ella le contestó: Dios de mi señor Abraham, te ruego
«Soy hija de Batuel, el hijo que Melca que si en verdad quieres prosperar
dió a Najor.» 25 Y añadió: «Hay en el camino que traigo,
43 hagas que
su hombro, y dijo: bebe, y daré tam- bién Rebeca alzó sus ojos, y viendo
bién de beber a tus camellos. 47 Yo a Isac, se apeó del camello, 68 y pre-
,
le pregunté: ¿De quién eres hija? Ella guntó al siervo: «¿Quién es aquel
<
3
3 t
GÉNESIS, 27
año ciento por uno, pues le bendijo despidió Isac, yéndose ellos en paz.
32 Aquel mismo día vinieron los
Yave. 13 Engrandecióse y fué cre-
ciendo, creciendo cada vez más, hasta siervos de Isac a informarle acerca
hacerse muy poderoso. 14 Tenía mu- del pozo que estaban haciendo, y le
chos rebaños y ganados y mucha dijeron: «Hemos hallado agua», 33 e
servidumbre, y los filisteos llegaron Isac llamó al pozo Seba, por eso se
a envidiarle. 15 Todos los pozos abier- llamó la ciudad Berseba hasta el día
tos por los siervos de su padre Abraham de hoy. 34 Era Esaú de cuarenta años,
los cegaron los filisteos, llenándolos y tomó por mujeres a Judit, hija de
de tierra. 18 Dijo Abimelec a Isac: Beeri, geteo, y a Basemat, hija de
«Vete de aqui, porque has llegado a Elón, geteo, 35 que fueron para Isac
ser mucho más poderoso que nos- y Rebeca una amarga pesadumbre.
otros.» 17 Fuése Isac, y acampó en
el valle de Gerar, y habitó allí.
18 Volvió a abrir los pozos abiertos
Suplanta Jacob a Esaú en la
en tiempo de Abraham, su padre, y bendición paterna.
cegados por los filisteos después de
1
la muerte de Abraham, dándoles los ía't Cuando envejeció Isac, se de-
mismos nombres que les había dado — L sus ojos, y no veía.
bilitaron
su padre. 19 Cavaron los siervos de Llamó, pues, a Esaú, su hijo mayor
Isac en el valle, y alumbraron una y le dijo: «Hijo mío.» Este contestó:
fuente de aguas vivas; 20 pero los «Heme aquí.» 2 «Mira le dijo—, yo —
pastores de Gerar riñeron con los ya soy viejo, y no sé cuál será el día
de Isac, diciendo: «Estas aguas son de mi muerte. 3 Toma, pues, tus ar-
nuestras. » Y llamó al pozo Ezec, mas, la aljaba y el arco, y sal al
porque había habido riña por él. campo a cazar algo, 4 y me haces un
21 Excavaron sus siervos otro pozo, guiso como sabes que a mí me gusta,
por el cual hubo también un alter- y me lo traes, para que lo coma y
cado, y lo llamó Sitúa. 22 Yéndose después te bendiga antes de morir.
5 Rebeca estaba oyendo lo que
más lejos, excavó otro pozo, por el Isac
cual no hubo ya querellas, y le llamó decía a Esaú, su hijo. Esaú salió al
Rejobot, diciendo: «Ahora ya nos ha campo a cazar algo para traerlo; 8 y
dado Yave holgura, y prosperaremos Rebeca dijo a Jacob, su hijo: «Mira,
en esta tierra.» 23 Subió después a he oído a tu padre hablar a Esaú,
Bersabe, 24 y se le apareció Yave tu hermano, y decirle: 7 Tráeme caza-
aquella noche, y le dijo: «Yo soy el y prepáramela, para que la coma y
Dios de Abraham, tu padre; nada te bendiga delante de Yave antes de
temas, que yo estoy contigo: Yo te mi muerte. 8 Ahora, pues, hijo mío.
bendeciré, y multiplicaré tu descen- obedéceme, y haz lo que yo te mando.
dencia, por Abraham, mi siervo.» * Anda, vete al rebaño, y tráeme dos
25 Alzó allí un altar, e invocó el nom-
cabritos gordos y tiernos, para que
bre de Yave: plantó allí su campa- yo haga con ellos a tu padre un guiso
mento, y abrieron también allí sus como a él le gusta, 10 y se lo lleves
siervos un pozo. 28 Vinieron a él, a tu padre, y lo coma y te bendiga
desde Gerar, Abimelec, Ajurot, amigo antes de su muerte.» 11 Contestó
suyo, y Picol, jefe de su ejército; Jacob a Rebeca, su madre: «Mira
27 e Isac les dijo: «¿Para qué habéis que Esaú, mi hermano, es hombre
venido a mí vosotros, que me odiáis, velludo y yo soy lampiño, 12 y si
y me habéis arrojado de entre vos- me toca mi padre, apareceré ante él
otros? 28 Ellos dijeron: «Porque he- como un mentiroso, y traeré sobre
mos visto claramente que está Yave mí una maldición, en vez de la ben-
contigo, y nos hemos dicho: Haya dición.» 13 Díjole su madre: «Sobre
en medio de nosotros un juramento mí tu maldición, hijo mío, pero obe-
entre ti y nosotros, y queremos hacerdéceme, anda y tráemelo. » 14 Fué,
alianza contigo: 29 de no hacernos túpues, él, lo cogió y lo trajo a su
mal, como no te hemos tocado nos- madre, que hizo el guiso como a su
otros, haciéndote sólo bien, y deján-padre le gustaba. " Cogió Rebeca
dote partir en paz. Tú eres ahora el vestidos de Esaú, su hijo mayor, los
bendito de Yave.» 30 Isac les preparó mejores que tenía en casa, y se los
un banquete, y comieron y bebieron. vistió a Jacob, su hijo menor; 14 y
31 A la mañana siguiente se levanta- con las pieles de los cabritos le cu-
ron, y se juraron unos a otros, y los brió las manos y lo desnudo del
GÉNESIS, 27 35
hijas de Get, como éstas de esta! deciré donde quiera que vayas, y vol-
tierra, ¿para qué quiero vivir!» veré a traerte a esta tierra, y no te
abandonaré hasta cumplir lo que te
Huida de Jacob a Mesopotamía. digo.»
" Despertó Jacob de su sueño, y
28 1
Llamó, pues, Isac a Jacob y se dijo: «Ciertamente está Yave en
le bendijo, y le mandó: «No este lugar, y yo no lo sabia»; 17 y ate-
tomes mujer de entre las hijas de morizado añadió: «¡Qué terrible es
Canán. Anda, y vete a Padan Arán, este lugar! No es sino la casa de Dios
2
fué a Ismael, y sobre las que ya vaban los ganados. 3 Reuníanse allí,
tenía, tomó por mujer a Majalat, hija se quitaba una gran piedra que le
de Ismael, hijo de Abraham y her- cubría, y se daba de beber al ganado,
mano de Nabaiot. volviendo a poner en su lugar la
10 Salió, pues, Jacob de Berseba,
piedra que cubría la boca del pozo.
para dirigirse a Jarán. 11 Llegó a 4 Jacob preguntó a los pastores:
un lupar donde se dispuso a pasar «¿De dónde sois, hermanos? » «De
la noche, pues el sol se ponía ya, Jarán somos», le respondieron ellos.
y tomando una de las piedras que en 6
«¿Conocéis a Labán hijo de Najor?>
el lugar había, la puso de cabecera «Le conocemos», contestaron. 6 «¿Y
1
carne mía.» Y moró Jacob ron Labán tres hijos»; y por eso le llamó Leví.
35 Concibió
un mes entero. 15 Pasado éste, le dijo nuevamente, y parió un
Labán: «Acaso porque eres mi her- hijo, diciendo: «Ahora sí que he de
mano, ¿vas a servirme de balde? alabar a Yave»; y por eso le llamó
Dime cuál ha de ser tu salario.» Judá. Y cesó de tener hijos.
Lia y Raquel. 30 i
1
Raquel, viendo que no daba
hijos a Jacob, estaba celosa de
su hermana, y dijo a Jacob: «Dame
Tenía Labán dos hijas; una,
16 hijos o me muero.» 2 Airóse Jacob
la mayor, de nombre Lia; otra, la contra Raquel, y le dijo: «¿Por ven-
menor, de nombre Raquel. 17 Lia tura soy yo Dios, que te ha hecho
era tierna de ojos, pero Raquel era estéril?» 3 Ella le dijo: «Ahí tienes a
muy esbelta y hermosa. 18 Amaba Ja- mi sierva Bala; entra a ella, que para
cob a Raquel, y dijo a Labán: «Te sobre mis rodillas, y tenga yo prole
serviré siete años por Raquel, tu por ella.» 4 Dióle, pues, su sierva
hija menor.» 19 Y contestó Labán: por mujer, y Jacob entró a ella.
«Mejor es que te la dé a ti que dár- 6 Concibió Bala,
y parió a Jacob un
sela a un extraño. Quédate conmigo.» hijo, 6 y dijo Raquel: «Dios me ha
20 Y sirvió Jacob por Raquel siete hecho justicia, me ha oído y me ha
años, que le parecieron sólo unos dado un hijo»; por eso le llamó Dan.
días, por el amor que le tenía. 21 Ja- 7
Concibió otra vez Bala, sierva de
cob dijo a Labán: «Dame a mi mujer, Raquel, y parió un segundo hijo a
pues se ha cumplido el tiempo, y Jacob, 8 diciendo Raquel: «Lucha de
entraré a ella.» 22 Reunió Labán a Dios he luchado con mi hermana, y la
todos los hombres del lugar, y dió he vencido» por eso le llamó Neftalí.
,
24
—
ruego respondió Jacob si es que —
Quedóse Jacob solo, y hasta he hallado gracia a tus ojos, acepta
salir la aurora estuvo luchando con de mi mano el presente, ya que he
él un hombre, el cual, 25 viendo visto tu faz como si viera la de Dios,
que no podía con él, le dió un golpe y me has acogido favorablemente.
en la articulación del muslo, y se i 1 Acepta, pues, el presente que te
relajó la articulación del muslo de hago, pues Dios me ha favorecido
Jacob, luchando con él. 26 El hom- y tengo de todo. » Tanto le instó, que
bre dijo a Jacob: «Déjame ya que aceptó Esaú. 12 Este le dijo: «Pon-
me vaya, qne sale la aurora.» Pero gámonos en marcha; yo iré delante
Jacob respondió: «No te dejaré ir, de ti.» 13 Jacob le respondió: «Bien
si no me bendices.»
27
El le preguntó:. ve mi señor que hay niños tiernos,
«¿Cuál es tu nombre?» «Jacob», con- y que llevo ovejas y vacas que están
testó éste. 28 Y él le dijo; «No te criando,y si un día se les hiciera
llamarás ya en adelante Jacob, sino marchar apresuradamente, todo el
Israel, pues has luchado con Dios y ganado moriría. 14 Pase, pues, mi
con hombres y los has vencido. señor delante de su siervo, y yo
29
Rogóle Jacob: «Dame, por favor, seguiré lentamente al paso de los
a conocer tu nombre»; pero él le rebaños que llevo delante y al paso
contestó: «¿Para qué preguntas por de los niños, hasta llegar a Seir, a
mi nombre?»; y se despidió. 30 Jacob mi señor.» 15 Dijo Esaú: «Dejare,
llamó a aquel lugar Panuel, pues pues, detrás de mí una parte de la
dijo: «He visto a Dios cara a cara, gente que llevo.» Pero Jacob res-
y se ha salvado mi vida.» 31 Salía pondió: «¿Y para qué eso, si he ha-
el sol, cuando pasó de Panuel, e iba llado gracia a los ojos de mi señor?»
cojeando del muslo. 32 Por eso los 16 Volvióse, pues,
a Seir Esaú aquel
hijos de Israel no comen, todavía mismo día. 17 Jacob partió para Socot,
hoy, el tendón femoral, que hay en y se hizo allí una casa, e hizo aprisa s
la articulación del muslo, por haber para sus ganados, por eso se llamó
sido herido en él Jacob. Socot aquel lugar. 18 Llegó Jacob
en paz a la ciudad de Siquem, en
Reconciliación con Esaú. tierra de Canán, de vuelta de Padan
Arán, y acampó frente a la ciudad.
1 Alzó Jacob
los ojos, y vió 19 Compró a los hijos de Jamor,
venir hacia él a Esaú con cua- padre de Siquem, el trozo de tierra
trocientos hombres. Había repartido donde había asentado sus tiendas
sus hijos entre Lia, Raquel y las por cien quesitas (1) 20 y alzó allí
dos siervas, 2 poniendo en cabeza un altar, y le llamó «El Elohe Is-
a estas dos con sus hijos; después rael ».
a Lia con los suyos, y en último lugar
a Raquel con José. 3 El se puso (i) Era un determinado peso de plata,
delante de todos, y se postró en cuya equivalencia no conocemos. En cuanto a
tierra siete veces antes de llegar los valores monetarios que aparecen citados en
cerca de su hermano. 4 Esaú corrió las Sagradas Escrituras, algunos son de equi-
a su encuentro, le abrazó, cayó sobre valencia dudosa. Así, el sido, más bien que una
su cuello y le besó. Ambos lloraban. moneda real, es una moneda ideal, un deter-
6 minado peso de
y plata oro, pero de conjunto.
Luego, alzando los ojos, vió Esaú Los nombres de los pesos que hallamos en la
a las mujeres y a los niños, y pre- Escritura son: el sido, la quesita, la mina, el
guntó: «¿Quiénes son éstos que traes talento, el bega y el guerah. El valor de la quesita
contigo?» Jacob le contestó: «Son nos es enteramente desconocido. La mina y el
los hijos que Dios ha dado a tu talento son múltiplos del siclo; el beqa y el
siervo.» 6 Aproximáronse las sier- guerah son divisores de él. La mina
equivalía
a cien siclos, y el talento, antes de la cautividad,
vas con sus hijos, y se postraron. a treinta minas, es decir, tres mil siclos. El
7
Aproximóse también Lia con los beqa era la mitad del siclo, y el guerah la vigé-
sima parte del siclo. La equivalencia de estos
42 GÉNESIS. 34
nosotros todo varón, como lo están que es Betel. 7 Alzó allí un altar y
ellos.
23
Sus ganados, sus bienes y llamó a este lugar El Betel, porque
todas sus bestias, ¿no serán así nues- allí se le apareció Dios, cuando huía
tros? Sólo falta que accedamos a su de su hermano.
8
petición, y habitarán con nosotros.» Murió Débora, la nodriza de Re-
24 Escucharon a Jamor y a Siquem beca, y fué enterrada por debajo de
cuantos salían por las puertas de la Betel, bajo una encina que se llamó
lindad, y todo varón fué circunci- la encina del llanto.
9
dado. 25 Al tercer día, cuando estaban Aparecióse de nuevo Dios a Jacob,
con los dolores, dos de los hijos de de vuelta de Padan Arán, y le ben-
10 «Tu nombre es
Jacob, Simeón y Leví, hermanos de dijo, diciendo:
Dina, penetraron sin peligro en la Jacob, pero no serás llamado ya Jacob:
ciudad, la espada en la mano, y tu nombre será Israel»; y le llamó
mataron a todos los varones. 26 Pa- Israel. 11 Y le dijo: «Yo soy el Dios
saron a filo de espada a Jamor y a omnipotente: sé prolífico y multiplí-
Siquem, su hijo; y sacando a Dina] cate. De ti saldrá un pueblo, un
de la casa de Siquem, salieron. 27 Los conjunto de pueblos, y de tus lomos
12
hijos de Jacob se arrojaron sobre los saldrán reyes. La tierra que di a
muertos, y saquearon la ciudad, por Abraham y a Isac, yo te la daré a ti,
haber sido deshonrada su hermana. y a tu descendencia después de ti.»
28 Lleváronse sus ovejas, sus bueyes, 13
Y ascendió Dios del lugar donde
sus asnos, cuanto había en la ciudad le había hablado, 14 en el que levantó
y cuanto había en los campos. 29 To- Jacob un monumento de piedras, y
dos sus bienes, todos sus niños, todas en él hizo una libación y derramó óleo
sus mujeres, los cautivaron y se los sobre él, 15 dando el nombre de Betel
llevaron, y robaron cuanto había al lugar donde Dios le había hablado.
en las casas.
30 Dijo Jacob a Simeón
y a Leví: Muerte de Raquel y de Isac.
«Habéis perturbado mi vida, hacién-
dome odioso a los habitantes de esta 16
Partiéronse de Betel, y cuando
cananeos y fereceos. Yo
tierra, a los estaban todavía a un quibrat (1) de
tengo poca gente. Ellos se reunirán
contra mí y me matarán, destruyén-
dome a mí y a mi casa. » 31 Ellos le{ (i) Era una medida longitudinal, de equi-
valencia desconocida. Las medidas longitudi-
respondieron: «¿Y había de ser tra-|
nales en uso entre los hebreos derivan sus nom-
tada nuestra hermana como una pros- bres de los de ciertas partes del cuerpo, lo
tituta?» mismo que las de tantos otros pueblos. Las que
hallamos mencionadas en la Escritura son:
el amma =codo; el zeret =
palmo; el tefa
Jacob en Betel. = coto, y el esba = dedo. En el codo se distin-
guían el vulgar y el sagrado o real. Este último
Q£ 1
Dijo Dios a Jacob: «Anda,
parece ser el codo de Egipto, oue según los
sube a Betel, para habitar allí monumentos egipcios equivalía a mms. 325;
y alza allí un altar al Dios que se mientras que el vulgar parece que ira el codo
te apareció cuando huías de Esaú, tu de Asiría, y equivalía a mms. 495. El palmo
hermano.» 2 Jacob dijo a su familia era la mitad del codo; el coto la tercera parte
palmo, y el dedo la cuarta parte del coto.
y a cuantos estaban con él: «Arrojad del
A más de estas medidas, hallamos mencionadas
todos los dioses extraños que haya
en el A. T. el de equivalencia desco-
gomed,
entre vosotros"; purificaos y mudaos nocida, y, sobre todo en Ezeq., la caña, que
de ropas, 3 pues vamos a subir a Betel, más que una medida real y corriente, era un
y a alzar allí un altar al Dios quel instrumento para medir, algo parecido, claro
me oyó el día de mi angustia, y que que no en la materia, a las cintas empleadas
me acompañó en el viaje que hice.»! entre nosotros, y tenía seis codos y un palmo,
4 Entregaron, es decir ms. 3,237. En el N. T. se mencionan
pues, todos los dioses!
el camino de sábado, unos 2.000 codos; el
extraños que pudieron haber a mano,i estadio, medida griega, equivalente a 600 pier,
y los pendientes de sus orejas a Jacob, o sean 400 codos, unos 185 metros; la braza
que los enterró bajo la encina que| = Vulg. passus, medida marina, equivalente,
hay en Siquem. 5 Partieron, y se aproximadamente, a ms. 1,85.
extendió el terror de Dios por las De medidas de superficie no hallamos en
la Escritura mencionadas más que el semed
ciudades del contorno, y no los per-
= Vulg. yugerum, yugada, que no es una me-
siguieron. dida exacta, sino solamente aproximada: el
6
Llegó Jacob, y cuantos con él espacio de tierra de labor que puede arar en
iban, a Luz, en la tierra de Canán, un día una yunta.
1
GÉNESIS. 36
distancia de Efrata, parió Raquel, de Esaú, padre de Edom, en el
teniendo un parto muy difícil. 17 En- monte Seir: 10
hijo de Ada,
Elifaz,
tre las dificultades del parto, la dijo mujer de Esaú; Rajel, hijo de Base-
que también 11
la partera: «No temas, mat, mujer de Esaú. Los hijos de
éste es hijo.» 18Y al dar el alma, Elifaz fueron: Teman, Ornar, Sefo,
pues estaba ya moribunda, le llamó Gatam y Quenez. 12
Tamna fué con-
Benoni, pero su padre le llamó Ben- cubina de Elifaz, hijo de Esaú, y
jamín. 19 Murió Raquel, y fué sepul- le parió a Amalee. Estos son los hijos
tada en el camino de Efrata, que es de Ada, mujer de Esaú. 13 Los hijos
Belén, 20
y alzó Jacob sobre la tumba de Rauel: Najat, Zaraj, Samma y
de Raquel un monumento, que toda- Meza. 14 Estos son los hijos de Base-
vía subsiste. mat, mujer de Esaú. Los hijos de
21 Partióse Jacob y plantó sus Olibama, hija de Ana, hija de Jebeón,
tiendas más allá de Migdal Eder. mujer de Esaú, fueron: Jebus, Jelón
22
Durante su estancia en esta región y Coré.
vino Rubén, y se acostó con Bala, 15 He aquí los jefes de tribu de los
y sus hijas y todas las gentes de su el jefe Lotán, el jefe Sobal, el jefe
casa, sus ganados y todas sus bestias Sebeón, 30 el jefe Ana, el jefe Disón,
y todos los bienes que había adqui- el jefe Eser, el jefe Disán. Estos son
rido en la tierra de Canán, y se fué los jefes de los jórreos, cada uno de
a una tierra lejos de Jacob, su her- sus jefes en la tierra de Edom.
mano; 7 pues siendo muchos los bienes 31
He aquí los reyes que han reina-
de uno y otro, no podían habitar jun- do en tierra de Edom antes que reina-
tos, y la tierra en que se movían no ra un rey sobre los hijos de Israel:
32 Bela, hijo de Beor, reinó en Edom
les bastaba a causa de sus muchos
ganados. 8 Establecióse Esaú en el v nombre de su capital era Denaba.
el
monte de Seir. Esaú es Edom. 83Murió Bela y le sucedió Jobab, hijo
9
He aquí los nombres de los hijos de Zara, de Bosra. 34 Murió Jobab
i;
GENESIS. 37
y le sucedió Jusam, de la tierra de ciendo: «Mirad, he tenido otro sueño
Temani. 85 Murió Jusam y le suce- más, y he visto que el sol, la luna y
dió Adad, hijo de Badad, que derro- once estrellas me adoraban. » 10 Contó
tó a Madián en los campos de Moab; el sueño a su padre y a sus hermanos,
el nombre de su ciudad era Avit y aquél le increpó, diciéndole: «¿Qué
86 Murió Adad sueño es ése que has soñado? ¿Acaso
y le sucedió Semla,
de Masreca. 37 Murió Semla y le vamos a postrarnps en tierra ante ti,
sucedió Saúl de Rejabot, junto al yo, tu madre y tus hermanos?» 11 Sus
río. 38 Murió Saúl y le sucedió Baal- hermanos le envidiaban, pero a su
janam, hijo de Acbor. 39 Murió Baal- padre le daba esto que pensar.
12 Fueron
jamán, hijo de Acbor y le sucedió sus hermanos a apacentar
Hadar; el nombre de su capital era el ganado de su padre en Siquem;
Pau y el de su mujer Metabel, hija 13
y dijo Israel a José: «Tus herma-
de Matrad, hija de Mezaab. 40 Estos nos están apacentando en Siquem.
son los nombres de los jefes de Esaú, Ven que te mande a ellos.» El le
según sus tribus y sus territorios. respondió: «Heme aquí. 14 «Pues vete
El jefe de Tamma, el jefe de Alva, a ver si están bien tus hermanos y
el jefe de Jetet, 41 el jefe de Olibama, el ganado, y vuelve a decírmelo.» Y le
el jefe de Eta, el jefe de Finón, envió desde el valle de Hebrón y se
42
el jefe de Quenez, el jefe de Temán, dirigió José a Siquem. 15 Encontróle
43
el jefe de Mabsar, el jefe de Magdiel, un hombre errando por el campo, y
el jefe de Iram. Estos son los jefes le preguntó: «¿Qué buscas?», 16 y él íe
de Edom, según sus moradas en la contestó: «A mis hermanos busco.
tierra que ocupan. Es Esaú padre Haz el favor de decirme dónde están
de Edom. apacentando. 17 Contestóle el hombre:
«Se han ido de aquí, pues oí decir:
Vámonos a Dotain.» Fué José en
José. busca de sus hermanos, y los halló
««y 1
Habitó Jacob en la tierra por en Dotain. 18 Viéronle ellos desde
O ¿ donde peregrinó su padre, en la lejos, antes de que a ellos se aproxi-
tierra de Canán. mara, y le acechaban para matarle.
8
Estas son las generaciones de 19 Dijéronse unos a otros: «Mirad,
Jacob: ahí viene el de los sueños; 20 vamos
Cuando tenía José diecisiete años, a matarle y le arrojaremos a uno de
siendo todavía up niño, iba con sus estos pozos, y diremos que le ha
hermanos, los hijos de Bala y de devorado una fiera; así veremos de
Zelfa, mujeres de su padre, a apa- qué le sirven sus sueños. » 21 Rubén,
centar el ganado, e hizo llegar José que esto oía, quería librarle de sus
a su padre la pésima fama de aqué- manos y les dijo: «Matarle, no; 22 no
llos. 3 Israel amaba a José más que vertáis sangre; arrojadle a ese pozo
a todos sus otros hijos, por ser el que hay en el desierto, y no pongáis
hijo de su ancianidad, y le hizo una la mano sobre él.» Quería librarle de
túnica de muchos colores. 4 Viendo sus manos, para devolvérselo a su
sus hermanos que su padre le amaba padre. 23 Cuando llegó José hasta sus
más que a todos, llegaron a odiarle, hermanos, despojáronle de su túnica,
y no podían hablarle amistosamente. la túnica de varios colores que lle-
5 Tuvo
también José un sueño, que vaba, 24 y cogiéndole, le arrojaron al
eontó a sus hermanos, y que acre- pozo, un pozo vacío que no tenía
centó más todavía el odio de é-tos agua.
contra él. 6 Díjoles: «Oíd, si queréis,
este sueño que he tenido. 7
Estába-
mos nosotros en el campo, haciendo José, vendido por sus hermanos.
gavillas, y vi que se levantaba mi 26 Sentáronse
a comer, y alzando
gavilla, y se tenía en pie, y las vues- los ojos, vieron venir una caravana
tras la rodeaban, y se inclinaban ante de ismaelitas, que venía de Galad,
la mía, adorándola.» 8 Ysus herma- cuyos camellos iban cargados de esto-
nos le dijeron: «¿Es que vas a reinar raque, tragacanto y láudano, que lle-
sobre nosotros, y vas a dominarnos?» vaban a Egipto; 26 y dijo Judá a sus
Estos sueños y las palabras de José hermanos: «¿Qué sacaremos de matar
fueron causa de que le odiaran toda- a nuestro hermano y ocultar su
vía más. 9 Tuvo José otro sueño, que sangre? 27 Vamos a venderlo a esos
contó también a sus hermanos, di- ismaelitas, y no pongamos en él núes-
4 6
GÉNESIS, 38
tra mano, pues es hermano nuestro, mujer de su hermano, se derramaba
y carne nuestra.» Asintieron sus her-j en tierra, para no dar prole a su
manos; 28 y cuando pasaban los mer- hermano. 10 Era malo a los ojos de
caderes madianitas sacaron a José, Yave lo que hacía Onán, y le mató
subiéndole del pozo, y por veinte también a él. 11 Dijo entonces Judá
monedas de plata se lo vendieron a a Tamar, su nuera: «Quédate como
los ismaelitas, que le llevaron a viuda en casa de tu padre, hasta que
Egipto. 29 Volvió Rubén al pozo, pero sea grande mi hijo Sela.» Pues se
no estaba en él José, y rasgó sus ves- decía: «No vaya a morir también
tiduras; 30 y volviéndose a sus her- éste como sus hermanos.» Fuése,
manos, dijo: «El niño no parece, ¿a pues, Tamar, y habitaba en casa de
dónde iré yo ahora?» 31 Tomaron la su padre. 12 Pasó mucho tiempo, y
túnica de José, y matando un macho murió la hija de Sue, mujer de Judá.
cabrío, empaparon en la sangre la Pasado el duelo por ella, subió Judá
túnica; 32 y cogiendo la túnica de con su amigo Jiras, el adulamita,
varios colores, se la llevaron a su al esquileo de su ganado a Tamna.
padre, diciendo: «Esto hemos encon- 13 Hiciéronselo saber a Tamar, di-
trado, mira a ver si es o no la túnica ciéndole: «Mira, tu suegro ha ido a
de tu hijo.» 33 Reconocióla él y dijo: Tamna al esquileo de su ganado.»
«La túnica de mi hijo es; una fiera 14 Despojóse ella de sus vestidos de
le ha devorado, ha despedazado ente- viuda, se cubrió con un velo, y cu-
ramente a José.» 34 Rasgó Jacob sus bierta se sentó a la entrada de Enaim,
vestiduras, vistióse de saco, e hizo en el camino de Tamna, pues veía
duelo por su hijo durante mucho que Sela era ya mayor y no le había
tiempo. 35 Venían todos sus hijos y! sido dada por mujer. 15 Judá, al verla,
sus hijas a consolarle, pero él recha- la tomó por una meretriz, pues tenía
zaba todo consuelo, diciendo: «En¡ tapada la cara. 16 Dirigióse a don-
duelo bajaré al sepulcro con mi hijo.» de estaba, y le dijo: «Déjame en-
Y su padre le lloraba. 36 Los madia- trar a ti», pues no conoció que era
nitas le vendieron en Egipto a Puti- su nuera. Ella le respondió: «¿Qué
far, ministro del Faraón, jefe de la me vas a dar por entrara mi?», 17 y
guardia. él contestó: «Te mandaré un cabrito
del rebaño. » Ella .le dijo: «Si me das
una prenda hasta que lo mandes...»
Judá y Tamar. 18 «¿Qué prenda quieres que te dé?»,
nn 1
Sucedió por entonces que bajó le dijo él. Ella contestó: «Tu sello,
OO Judá, apartándose de sus her- el cordón de que cuelga, y el báculo
que llevas en la mano.» El se los
manos, y llegó hasta un adulamita,
de nombre Jira. 2 Vió allí a una dió, y entró a ella, que concibió de
19
cananea, llamada Sue, y la tomó, él. Luego se levantó, se fué, y
y entró a ella, 3 que concibió, y parió quitándose el velo, volvió a vestirse
un hijo, al que llamó Er. 4 Concibió sus ropas de viuda. 20 Mandó Judá
de nuevo y parió un hijo, a quien el cabrito por medio de su amigo el
llamó Onán; 5 Volvió a concebir y adulamita, para que retirase la prenda
parió un hijo, a quien llamó Sela; de manos de la mujer, pero éste no
cuando le parió -estaba en Quizib. la halló, 21 y preguntó a las gentes
8
Tomó Judá para Her, su primogé- del lugar, diciendo: «¿Dónde está la
nito, una mujer llamada Tamar. meretriz que se sienta en Enaim a
7
Her, primogénito de Judá, fué malo la vera del camino?» Y ellos le res-
a los ojos de Yave, y Yave le hizo pondieron: «No ha habido ahí nunca
morir. 8 Entonces dijo Judá a Onán: ninguna meretriz.» 22 Volvió, pues,
«Entra a la mujer de tu hermano, y a Judá, y le dijo: «No la he hallado,
tómala, como cuñado que eres, para y las gentes del lugar me han dicho
suscitar prole a tu hermano» (1). que no ha habido allí ninguna mere-
9
Pero Onán, sabiendo que la prole triz.» 23 Y dijo Judá: «Que se quede
no sería suya, cuando entraba a la con ello, no vaya a burlarse de nos-
otros; yo ya he mandado el cabrito,
(i) La ley del levirato, ya vigente entre los y tú no la has hallado.» 24 Al cabo
hebreos antes de la promulgaión de la ley mosai- de unos tres meses, hicieron saber a
ca, como por este lugar se ve. está consignada en
Dcm, 25. 5. sigs. Del nombre de Onán procede
Judá el asunto, diciéndole: «Tamar,
el de onanismo, vicio detestable y detestado por
tu nuera, se ha prostituido, y de sus
Dios. prostituciones está encinta.» Y Judá
GÉNESIS, 39. 40
47
del río siete vacas gordas y hermo- tierra.» 37 Parecieron muy bien estas
sas, que se pusieron a pacer en la al Faraón y a toda su corte,
palabras
19 38Faraón dijo a sus cortesanos:
verdura de la orilla, y he aquí y el
que detrás de ellas suben otras siete «¿Podríamos por ventura encontrar
vacas malas, feas y flacas, como no un hombre como éste, lleno del espí-
las he visto de malas en toda la tierra ritu de Dios?»
39
Y dijo a José: «Toda
de Egipto, 20 y las vacas malas y feas vez que Dios te ha dado a conocer
se comieron a las primeras siete vacas estas cosas, no hay persona tan inte-
gordas, 21 que entraron en su vientre ligente y sabia como tú.
sin que se conociera que hablan en-
trado, pues el aspecto de aquéllas
era tan malo como al principio. me Y José, virrey de todo el Egipto.
desperté. 22 Vi también en sueños
que sallan de una misma caña siete 40 Tú serás quien gobierne mi
23
espigas granadas y hermosas, ycasa, y todo mi pueblo te obedecerá;
que salían después de ellas siete espi- sólo por el trono seré mayor que tú»;
gas malas, secas y quemadas del 41 y añadió: «Mira, te pongo sobre
viento solano, 24
y las siete espigasi toda la tierra de Egipto.» 42 Quitóse
secas devoraron a las siete hermosas. el Faraón el anillo de su mano, y
Se lo he contado a los adivinos, y lo puso en la mano de José; hizo
no ha habido quien me lo explique.» que le vistieran blancas vestiduras
25 José dijo al Faraón: «El sueño de lino, y puso en su cuello un collar
del Faraón es uno solo. Dios ha dado de oro, 43 y mandó que montado
a conocer al Faraón lo que va a su- sobre el segundo de sus carros, se
ceder. 26 Las siete vacas hermosas gritara ante él abrek, y así fué puesto
son siete años, y las siete espigas her- al frente de toda la tierra de Egipto.
mosas siete años; el sueño es uno 44 Díjole también el Faraón: «Yo
solo. 27 Las siete vacas flacas y malas soy el Faraón, y sin ti no alzará
que subían detrás de las otras son nadie mano ni pie en toda la tierra
otros siete años, y las siete espigas de Egipto.» 46 Llamó el Faraón a
secas y quemadas del viento solano José con el nombre de Znfnat Paneaj
son siete años de hambre. 28 Es lo y le dió por mujer a Asenet, hija de
que he dicho al Faraón, que Dios Putifar, sacerdote de On. Salió José
le ha hecho ver lo que va a hacer. por toda la tierra de Egipto. 46 Tenía
29
Vendrán siete años de gran abun- treinta años cuando se presentó ante
dancia en toda la tierra de Egipto, el Faraón, rey de Egipto, y le dejó
30
y detrás de ellos vendrán siete años para recorrer toda la tierra de Egipto.
de hambre, que harán se olvide toda 47 La tierra produjo a montones
la abundancia en la tierra de Egipto, durante los siete años de abundancia,
hambre consumirá 48 el producto de los
y el la tierra. y José recogió
31
No se conocerá la abundancia en sieteaños que de ella hubo en Egipto,
la tierra a causa de la escasez, porque y almacenó
lo en las ciudades, depo-
ésta será muy grande. 32 Cuanto a la sitando en cada una de ellas los pro-
repetición del sueño al Faraón por ductos de los campos que las rodea-
49
dos veces, es que el suceso está fir- ban, llegando a reunir tanto trigo
memente decretado por Dios, y que como arenas del mar; en tan
las
Dios se apresurará a hacerlo. 33 Aho- gran cantidad, que hubo que dejar
ra, pues, busque el Faraón un hom- ya de contar, porque no podía con-
bre inteligente y sabio, y póngale al tarse.
frente de la tierra de Egipto. 34 Nom-
bre el Faraón intendentes, que visi- Hijos de José.
ten la tierra y recojan el quinto de
la cosecha de la tierra de Egipto 60 Antes que llegara tiempo de
el
en los años de la abundancia; 36 reúnan la escasez, naciéronle a José dos
el producto de los años buenos que hijos, que le parió Asenet. hija de
van a venir, y hagan acopio de trigo Putifar, sacerdote de On. Dió al 51
a disposición del Faraón, 38 para man- primero el nombre de Manasés, por-
tenimiento de las ciudades, y lo con- que dijo: «Dios me ha hecho olvidar
serven para que sirvan a la tierra de todas mis penas y toda la casa de
reserva, para los siete años de ham- mi padre»; 62 y al segundo le llamó
bre que vendrán sobre la tierra de Efraim, diciendo: «Dios me ha dado
Egipto, y no perezca de hambre la' fruto en la tierra de mi aflicción.
50 GÉNESIS, 42
sus hermanos, pero ellos no le cono- garon el trigo sobre los asnos, y se
cieron a él. partieron de allí. 27 Abrió uno de
9
Se acordó José de los sueños que ellos el saco para dar pienso a su asno
les había contado, y les dijo: «Vos- un el lugar donde pernoctaron, y vió
otros sois unos espías que habéis que su dinero estaba en la boca del
venido a reconocer las partes no >aco, 28 y dijo a sus hermanos: «Me
fortificadas de la tierra.» 10 Ellos le lian devuelto mi dinero, aquí está
dijeron: «No, señor mío, tus siervos ;n mi saco.» Quedáronse estupefac-
han venido a comprar mantenimien- los, y unos a otros se decían, tem-
tos; 11 todos nosotros somos hijos blando: «¿Qué será esto que ha hecho
del mismo padre; somos gente buena; Dios con nosotros?»
29
no son tus siervos unos espías." Llegaron a Jacob, su padre, a
51
GÉNESIS, 43
y haciendo esfuerzos por contenerse, casa de José, que estaba allí todavía,
dijo: «Servid la comida.» 32 Sirvieron 16 José
y postráronse rostro a tierra.
a José aparte, aparte a sus hermanos, ios dijo: «¿Qué es lo que habéis hecho?
y aparte también a los egipcios que ¿No sabíais que un hombre como
14
comían con él, pues los egipcios no yo habíade adivinarlo?» Judá
pueden comer con los hebreos, por respondió: «¿Qué vamos a decir a
ser esto para ellos una cosa abomi- mi señor? ¿Cómo hablar, cómo justi-
nable. 33 Pusieron a los hermanos de ficarnos? Dios Jia hallado la iniqui-
José frente a él: el primogénito, dad de tus siervos, y somos esclavos
según su primogenitura, y el más tuyos, tanto nosotros cuanto aquel
joven según su edad, y se miraban en cuyo poder se ha hallado la copa.»
atónitos unos a otros. 34 Cuando les 17 «Lejos
de mí hacer eso dijo José — —
pusieron delante las porciones, la de aquel a quien se le ha encontrado la
Benjamín era cinco veces mayor que la copa será mi esclavo, vosotros subi-
de todos los otros. Y bebieron y estu- réis en paz a vuestro padre. »
18 Acer-
vieron muy alegres en compañía suya. cóse entonces Judá, y le dijo: «Por
favor, señor mío; que pueda decir
¿ . José dió orden a su mayor-
1 tu siervo unas palabras en tu oído,
4*T domo de llenar cuanto pudiera sin que contra tu siervo se encienda
de víveres los sacos de aquellas gen- tu cólera, pues eres como otro Faraón.
19
tes, y de poner el dinero década uno Mi señor ha preguntado a tus sier-
en la boca de su saco. 3 «Pon también vos: ¿Tenéis padre todavía, y tenéis
mi copa le dijo— —
la copa de plata,
. algún otro hermano? 20 Y nosotros
en la boca del saco del más joven, le hemos contestado: Tenemos un
juntamente con el dinero.» El ma- padre anciano, y tenemos otro her-
yordomo hizo lo que le había man- mano, hijo de su ancianidad. Tenía
dado José. * Despuntaba el alba, éste un hermano, que murió, y ha
cuando despidieron a los hebreos con quedado sólo él de su madre, y su
sus asnos. a Habían salido de la padre le ama mucho. 11 Tu dijiste
ciudad, pero no estaban lejos, cuando a tus siervos: Traédmelo, que yo
GÉNESIS, 45 53
rebaños de ovejas y bueyes que con cambio de trigo todo cuanto dinero
todo lo suyo han traído consigo. había en la tierra de Egipto y en la
33 Cuando el Faraón os llame tierra de Canán, e hizo entrar el di-
y os
pregunte: ¿cuál es vuestra ocupación?, nero en la casa del Faraón. 15 Cuando
34 le diréis, tus siervos somos gana- se acabó el dinero en la tierra de
deros desde nuestra infancia hasta Egipto y en la tierra de Canán, venían
-
ahora, nosotros y nuestros padres; todos los egipcios a José, diciéndole:
para que habitéis en la tierra de Cosen, «Danos pan. ¿Vamos a morir en tu
porque los egipcios abominan de todos presencia? Mira que nos falta dinero.»
16 José les dijo: «Puesto que os falta
los pastores.»
dinero, traedme vuestros ganados, y
•JT Fué José a anunciar al Faraón:
1 os daré pan a cambio de ellos. 17 Tra-
«Mi padre y mis hermanos, con jeron sus ganados, y José les dió pan
sus rebaños, susganados y cuanto tie- a cambio de caballos, rebaños de ove-
nen, han venido de la tierra de Canán, jas y bueyes, y de asnos. Aquel año
y están en la tierra de Cosen." 2 Ha- los proveyó de trigo a cambio de
biendo llevado consigo a cinco de todos sus ganados. 18 Pasado éste,
sus hermanos, se los presentó al vinieron al siguiente, y le dijeron:
Faraón; 3 y el Faraón les preguntó: «No que
se le oculta a nuestro señor
«¿Cuál es vuestra ocupación?» Ellos se nos ha acabado el dinero, y que le
respondieron: «Nosotros, tus siervos, hemos dado nuestros ganados; ni a
somos ganaderos desde nuestra infan- nuestro señor se le oculta que no nos
cia hasta ahora, y lo mismo fueron queda más que nuestro cuerpo y
19
¿Vamos a perecer
nuestros padres.» 4 Dijéronle tam- nuestras tierras.
bién: «Hemos venido para peregri- ante ti nosotros
y nuestras tierras?
nar por esta tierra, pues no tenemos Cómpranos y compra nuestras tie-
pasto para nuestros rebaños, por ser rras por pan; seremos nosotros y
grande el hambre en la tierra de nuestras tierras esclavos del Faraón;
Canán. Permite, pues, que habiten y danos para sembrar, para que po-
tus siervos en la tierra de Cosen.» damos vivir, y no muramos y no se
5
El Faraón dijo a José: «Tu padre queden yermas nuestras tierras.
20 José adquirió para el Faraón todas
y tus hermanos han venido; 6 tienes
a tu disposición toda la tierra de las tierras de Egipto, pues los egip-
Egipto; establece a tu padre y a tus cios, obligados por el hambre, ven-
hermanos en lo mejor de la tierra; dieron cada uno su campo, y la tierra
que habiten en la tierra de Cosen; vino a ser propiedad del Faraón, 21 y
y si sabes que hay entre ellos hombres sometió a la servidumbre del Faraón
capaces, hazlos jefes de los ganados tierras y pueblos, desde el uno al
que tengo.» 7 José hizo venir a su otro extremo de la tierra de Egipto.
padre y le presentó al Faraón. Jacob 22
Sólo dejó de comprar las tierras a
saludó al Faraón, 8 y éste le preguntó: los sacerdotes, porque éstos recibían
«¿Cuántos años tienes?» 9 Y Jacob del Faraón una porción, y no tuvie-
contestó: «Ciento treinta son los ron que vender sus tierras. 23 dijo Y
años de mi peregrinación. Corta y José al pueblo: «Hoy os he comprado
mala ha sido mi vida, y no llega al para el Faraón, a vosotros y a vues-
tiempo de la peregrinación de mis tras tierras. Ahí tenéis para sem-
padres.» 10 Jacob saludó de nuevo al brar; sembrad vuestras tierras. 24 Al
Faraón, y se retiró de su presencia. tiempo de la recolección daréis el
11
José estableció a su padre y a quinto al Faraón, y las otras cuatro
sus hermanos, asignándoles una pro- partes serán para vosotros, para sem-
piedad en la tierra de Egipto, en brar y para manteneros vosotros, los
la mejor parte de la tierra, en el dis- de vuestra casa y vuestras familias.»
trito de Rameses, como lo había 25
Ellos le dijeron: «Nos das la vida.
mandado el Faraón, 12 y proveyó Que hallemos gracia a los ojos de
de pan a su padre y a sus hermanos y nuestro señor, y seremos siervos del
a toda la casa de su padre, según Faraón.» 26 Dió José una ley, que to-
el número de las familias. davía hoy subsiste, por la cual perte-
13 Ya no
había pan en toda aquella nece al Faraón el quinto del producto
tierra, pues el hambre era muy de las tierras de Egipto. Sólo las tierras
grande, y el Egipto y la tierra de de los sacerdotes no son del Faraón.
Canán eslaban exhaustos por el 27 Habitó Israel
en la tierra de
hambre. 14 José llegó a recoger a Egipto, en la región de Cosen, y
56 GÉNESIS, 48, 49
la calafateó con betún y pez, y po- su padre, les preguntó éste: «¿Cómo
niendo en ella al niño, la dejó entrevenís hoy tan pronto?» 19 Ellas res-
pondieron: «Es que un egipcio nos
las plantas de papiro de la ribera del
río. 4 La hermana del niño estaba ha librado de la mano de los pas-
a poca distancia, para ver lo que tores, y aun él mismo se puso a sacar
pasaba. 5 Bajó la hija del Faraón agua y abrevó nuestro ganado.
a bañarse en el río, y sus doncellas 80 Dijo él a sus hijas: «¿Y dónde está?
se pusieron a pasear por la ribera. ¿Por qué habéis dejado allí a esc
Vio la cestilla entre las plantas de hombre? Id a llamarle, para que
papiro, y mandó a una de sus don- coma algo.» 21 Moisés accedió a que-
darse en casa de aquel hombre, que
cellas que la trajera. * Al abrirla, vió
al niño que lloraba, y compadecida le dió por mujer a su hija Séfora.
22 Séfora parió un hijo a quien llamó
del niño dijo: «Es un hijo de los
hebreos.» 7 La hermana del niño dijo él Gersam; pues dijo: «Extranjero
soy en tierra extranjera.»
entonces a la hija del Faraón: «¿Quie-
23 Pasado mucho tiempo, murió el
res que vaya a buscarte entre las
mujeres de los hebreos una nodriza, rey de Egipto, y los hijos de Israel
para que críe al niño?» 8 «Ve», le seguían gimiendo bajo dura servi-
dijo la hija del Faraón, y la joven dumbre, y clamaron. Sus gritos, arran-
fué a llamar a la madre del niño. cados por la servidumbre, subieron
9
La hija del Faraón le dijo: «Toma hasta Dios. 24 Dios oyó sus gemidos,
este niño, críamelo, y yo te daré y se acordó de su alianza con Abraham,
tu merced.» La mujer tomó al niño Isac y Jacob. 25 Miró Dios a los
10
y le crió. Cuando fué grandecito, hijos "de Israel, y atendió.
se lo llevó a la hija del Faraón y
fué para ella como uno de sus hijos.
I.a visión de la zurza que ardía
Dióle el nombre de Moisés; pues se
bin consumirse.
dijo: «De las aguas le saqué.»
11 Cuando
ya fué grande Moisés,
salía a ver a sus hermanos, siendo 3 1
Apacentaba Moisés el ganado
testigo de la opresión en que estaban; de Jetro, su suegro, sacerdote de
y un día vió cómo un egipcio mal- Madián. Llevólo más allá del de-
trataba a uno de sus hermanos, a un sierto; y llegado al monte de Dios,
hebreo; 12 miró a uno y otro lado, Horeb, 2 se le apareció el ángel de
y no viendo a nadie, mató al egipcio Yave en llama de fuego, de en medio
y le enterró en la arena. 13 Salió de una zarza. Veía Mo.sés que la
también al día siguiente, y vió a zarza ardía y no se consumía, 3 y se
dos hebreos riñendo, y dijo al agre- dijo: «Voy a ver qué gran visión es
sor: «¿Por qué maltratas a tu próji- ésta, y por qué no se consume la
mo?, 14 y éste le respondió: «¿Y quién zarza.» 4 Vió Yave que se acercaba
te ha puesto a ti como jefe y juez para mirar, y 6 Dios le llamó de
entre nosotros? ¿Ks que quieres ma- en medio de la zarza: «(Moisésl» El
ÉXODO, 4 63
19
respondió: «Heme aquí.» Dios le dijo: Bien sé yo que el rey de Egipto no
«No te acerques. Quita las sandalias os permitirá ir, sino en mano pode-
de tus pies, que el lugar en que estás rosa. 20 Pero yo tenderé la mía, y
6
es tierra santa»; y añadió: «Yo soy castigaré a Egipto con toda suerte
el Dios de Abraham, el Dios de Isac, de prodigios, que obraré en medio
el Dios de Jacob.» Moisés se cubrió de ellos; y después os dejará salir.
el rostro, pues temía mirar a Dios.
21
Yo haré que halle el pueblo gracia
7
Yave le dijo: «He oído los gritos a los ojos de los egipcios; y cuando
que le arranca su opresión, y conozco salgáis, no saldréis con las manos
sus dolores. 8 He bajado para librarle vacías, 22 sino que cada mujer pedirá
de las manos de los egipcios y subirle a su vecina y a la que vive en su cas:i
de esa tierra a una tierra fértil y objetos de plata, objetos de oro y
espaciosa, una tierra que mana leche vestidos, que pondréis vosotros a
y miel, la tierra que habitan cananeos, vuestros hijos y a vuestras hijas, y
geteos, amorreos, fereceos, jeveos y os llevaréis los despojos de Egipto.»
jebuseos. 9 El clamor de los hijos de
Israel ha llegado ya hasta mí, y he 1
Moisés respondió: «No me van
visto la opresión que sobre ellos hacen 4 a creer, no me van a escuchar;
pesar los egipcios. 10 Ve, pues; yo te en- me dirán que no se me ha aparecido
vío al Faraón, para que saques a mi Yave.» 2 Yave le dijo: «¿Qué es lo
pueblo, a los hijos de Israel, de Egipto.» que tienes en la mano?» El respon-
11 Moisés dijo a Dios: «¿Y quién dió: «Un cayado.» 3 «Tíralo a tierra»,
soy yo para ir al Faraón y sacar de le dijo Yave. El lo tiró, y el cayado
Egipto a los hijos de Israel?» 12 Dios se convirtió en serpiente, y Moisés
le dijo: «Yo estaré contigo; y para corrió de ella. * Yave dijo a Moisés:
señal de que soy yo quien te envía, Extiende la mano, y cógela por la
cuando hayas sacado de Egipto al cola.» Moisés tendió la mano y la
pueblo, sacrificaréis a Dios sobre esté cogió, y la serpiente volvió a ser
mismo monte.» 13 Mo'sés dijo a cayado en su mano. 5 «Para que crean
Dios: «Pero, si voy a los hijos de que se te ha aparecido Yave, el
Israel y les digo: el Dios de vuestros Dios de sus padres, el Dios de Abraham,
padres me envía a vosotros, y me Isac y de Jacob.»
6
preguntan cuál es su nombre, ¿qué Díjole además Yave: «Mete tu
voy a responderles?» 14 Y Dios dijo mano en tu seno.» Metióla él, y
a Moisés: «Yo soy el que soy. Así cuando la sacó estaba cubierta de
responderás a los hijos de Israel: El lepra, como la nieve. 7 Yave le dijo:
que es, Yave, me manda a vosotros.» «Vuelve a meterla.» El volvió a me-
15
Y prosiguió: «Esto dirás a los hijos terla, y cuando después la sacó
de Israel: Yave, Dios de vuestros estaba la mano como toda su carne.
padres, el Dios de Abraham, de Isac 8 «Si no te creen a la primera señal,
y de Jacob, me manda a vosotros. te creerán a la segunda; 9 y si ni aun
Este es para siempre mi nombre; a esta segunda creyeran, coges agua
éste mi nombre, de generación en del río, y la derramas en el suelo,
generación. 16 Ve, reúne a los ancia- y el agua que cojas se volverá en el
nos de Israel, y diles: Yave, Dios de suelo sangre.» 10 Moisés dijo a Yave:
vuestros padres, el Dios de Abraham, «Pero, Señor, yo no. soy nombre de
de Isac y de Jacob, se me ha apa- palabra fácil, y esto no es ya de ayer
recido y me ha encomendado que os ni de anteayer, y aun ahora, que
diga: Os he visitado, y he visto lo te estoy hablando, se me traba la len-
que hacéis en Egipto, 17 y he dicho: gua. » 11 Yave le respondió: «Y ¿quién
Yo os sacaré de la opresión de los ha dado al hombre la boca, y quién
egipcios, y os subiré a la tierra de hace al sordo y .al mudo, al que ve
los cananeos, de los geteos, de los y al ciego? ¿No soy por ventura yo,
amorreos, de los fereceos. de los Yave? 12 Ve, pues, yo estaré en tu
jeveos y de los jebuseos,' a una tierra boca y te enseñaré lo que has de
que mana leche y miel. 18 Ellos te decir.» 13 Moisés replicó: «¡Ah, Señor!,
escucharán, y tú, con los ancianos manda tu mensaje, te lo pido, por
de Israel, irás al rey de Egipto, y mano del que debas enviar.» 14 En-
le diréis: Yave, Dios de los hebreos, cendióse entonces en cólera Yave
nos llama. Deja, pues, que vayamos contra Moisés, y le dijo: «¿No tienes
camino de tres días por el desierto, a tu hermano Arón, el levita? El es
para sacrificar a Yave, nuestro Dios. de fácil palabra. Al encuentro te
64
ÉXODO, 5
18
Fuése Moisés, y de vuelta a casa
de su suegro, le dijo: «Hazme el Moisés
favor de dejarme partir, a ver a mis y Arón delante del Faraón.
hermanos de Egipto, si viven toda- _ 1 Presentáronse Moisés y Arón
vía.» .Tetro dijo a Moisés: «Vete en O al Faraón, y le dijeron: «He aquí
paz.» 19 En tierra de Madián dijo lio que dice Yave, Dios de Israel:
Yave a Moisés: «Ve, retorna a ¡deja ir a mi pueblo para que me
Egipto, pues han muerto ya los que ofrezca sacrificios en el desierto.»
i
nuirá nada <le la tarea impuesta.» de Israel, que tienen los egipcios
la El pueblo se dispersó por toda la en servidumbre, y me he acordado
tierra de Egipto, en busca de cañas de mi alianza. 8 Di, por tanto, a los
secas de cereales con que hacer la hijos de Israel: «Yo soy Yave, yo os
paja. 13 Los capataces los apremia- libertaré de los trabajos forzados de
ban: «Acabad la tarea impuesta para los egipcios, os libraré de su servi-
cada día, como cuando se os daba la dumbre, y os salvaré a brazo ten-
paja.» 14 Fueron castigados los escri- dido y por grandes juicios. 7 Yo os
bas de los hijos de Israel, que los haré mi pueblo, y seré vuestro Dios,
exactores hablan puesto sobre ellos, y sabréis que yo soy Yave, vuestro
diciéndolcs éstos: «¿Por qué ni ante- Dios, que os librará de la servidum-
ayer, ni ayer, ni hoy, habéis com- bre egipcia, 8 y os introducirá en la
pletado la tarea de ladrillos como tierra que juré "dar a Abraham, a Isac
antes?» 16 Fueron a quejarse al Faraón, y a Jacob, y os la daré en posesión.
diciendo: «¿Cómo haces así con tus Yo, Yave.» 9 Así habló Moisés a
siervos? 16 A tus siervos no se les los hijos de Tsracl, pero ellos no le
da la paja y se nos dice: haced escucharon, por lo angustioso de su
los mismos ladrillos; y azotan a tus dura servidumbre.
que 10 Habló Yave a Moisés,
siervos, siendo el pueblo el falta.» y le dijo:
17 11 «Ve a hablar a Faraón, rey de
El Faraón respondió: «Es que hol-
gáis, holgáis, y por eso decís: «Que- Egipto, para que deje salir a los
18 Id,
remos ir a sacrificar a Ya ve. hijos de Israel fuera de su tierra.»
13
pues, a trabajar; no se os dará la Moisés le respondió: «Los hijos de
paja, y habéis de hacer la misma Israel no me escuchan; ¿cómo va a
cantidad de ladrillos.» 19 Los escribas escucharme el Faraón a mí, que soy
de los hijos de Israel vicronse angus- de labio incircunciso?» 13 Yave habló
tiados por decírseles que no se les a Moisés y a Arón, y les dió órdenes
disminuiría en nada la cantidad de para los hijos de Israel y para el
ladrillos, y que habían de hacer cada Faraón, rey de Egipto, con el fin
20
día la misma tarea. Encontráronse de sacar de Egipto a los hijos de Israel.
con Moisés y Arón, que estaban
esperando a que saliesen de la casa Genealogía de Moisés y Arón.
del Faraón, 21 y les dijeron: «Que
vea Yave y juzgue, pues vosotros 14 Estas son las cabezas de sus
habéis sido causa de que el Faraón linajes: Hijos de Rubén, primogé-
no nos pueda ver, y habéis puesto la es- nito de Israel: Janoc, Falu, Jesrón
pada en sus manos para que nos mate. y Carmi; estos son los linajes de Rubén.
15 Hijos de Simeón: Jamuel, Jasmin
Yave, diciendo: «Señor, ¿por qué de Leví, con sus linajes: Gersón, Caat
has castigado a este pueblo? ¿Para y Merari. Los años de vida de Leví
qué me lias enviado? 23 Desde que fueron ciento treinta y siete años.
17 Hijos
fui al Faraón para hablarle en tu de Gersón, Lobni y Semei,
nombre, maltrata al pueblo, y tú con sus generaciones. 18 Hijos de
no haces nada por librar a tu pueblo.» Caat: Amran, Jishar, Hebrón y Oriel.
Los años de Caat fueron ciento treinta
C. Yave dijo a Moisés: «Pronto
1
y tres años. 19 Hijos de Merari: Majli
^ verás lo que yo voy a hacer al y ¡Musí. Estos son los linajes de los
Faraón. En mano fuerte los dejará ¡evitas, según sus familias.
20 Amram tomó por mujer
ir, en mano fuerte los echará él mismo a Joza-
de su tierra.» 3 Dios habló a Moisés bed, que le parió a Arón y Moisés.
y le dijo: «Yo soy Yave. Yo me mostré Los años de vida de Amram fueron
a Abraham, a Isac y a Jacob como ciento treinta y siete años. 21 Hijos
El-Sadai, pero no les di a conocer de Jishar: Core, Nefeg y Zicri. 22 Hi-
mi nombre de Yave. * No sólo hice jos de Oziel: Misael, Elisafán y Petri.
23 Arón tomó por mujer
con ellos mi alianza de darles la a Elisabet,
tierra de Canán, la tierra de sus pere- hija de Aminadab, hermana de Naj-
grinaciones, donde habitaron como són, la cual parió a Nadab, Abiu,
extranjeros, 5 sino que ahora he Eleazar e ltamar.
gemidos de 24 Hijos de Core: Aser, Elcana
escuchado los los hijos y
5
Gti ÉXODO, 7
Abiasat. Estas son las familias de res, los magos de Egipto, 18 y tam-
los coreilas. bién ellos echaron cada uno su báculo,
25 tomó por
Eleazar, hijo de Arón, que se convirtieron (1) en serpientes.
mujer a una hija de Futiel, que Pero el de Arón devoró a todos los
parió a Fines. Estos son los jefes de otros. 13 El corazón del Faraón se
los linajes de los levitas, según sus endureció, y no escuchó a Moisés y
familias. Arón, como se lo había dicho Yave.
26 Estos son el Arón y el Moisés
a quienes dijo Yave: «Sacad de Egipto
a los hijos de Israel, según sus escua-
Primera plaga
dras.' 27 Estos son los que hablaron 14 Yave «El corazón
dijo a Moisés:
al Faraón, rey de Egipto, para sacar de) Faraón
ha endurecido y rehusa
se
de Egipto a los hijos de Israel. Estos dejar salir al pueblo. 18 Ve" a verle
son Moisés y Arón. mañana por la mañana. Saldrá para
ir a la orilla de las aguas; tú te estás
táñanos del Faraón, de sus servi- tumores como a todos los egipcios.
,
25 El
ceniza de un horno, y se presentaron que comenzó a ser un pueblo.
al Faraón. Moisés la tiró hacia el granizo hirió en toda la tierra de
cielo, y se. produjeron en hombres y Egipto cuanto había en los campos,
animaíes pústulas y tumores. 11 Los hombres y animales. Machacó tam
I
magos no pudieron continuar en pre- bien todas las hierbas del campo, y
i
ÉXODO, 10 (¡'.i
destrozó todos los árboles del campo. hasta hoy. » Moisés se retiró y salió
28 Sólo en la tierra de Cosen, donde de la casa del Faraón.
7
habitaban los hijos de Israel, no Dijeron al Faraón sus servidores:
cayó granizo. 27 El Faraón mandó «¿Hasta cuándo vamos a padecer
llamar a Moisés y Arón, y les dijo: este escándalo? Deja a esa gente que
"Esta vez he pecado. Yave es justo, vaya a sacrificar a Yave, su Dios.
28 Rogad ¿Todavía no ves que va a perecer
y yo y mi pueblo, impíos.
a Yave para que cesen los truenos de Egipto?» 8 E hicieron venir a Moisés
Dios y el granizo, y os dejaré ir, y y Arón ante el Faraón, que les dijo:
no quedaréis más aquí.» 29 Moisés' «Id y sacrificad a Yave, vuestro
dijo: «Cuando haya salido de la ciu- I
Dios. ¿Quiénes sois los que habéis
dad, alzaré mis manos a Yave, y de ir?» 9 Dijo Moisés: «Hemos de ir
cesarán los truenos, y dejará de todos, con nuestros niños y nuestros
granizar, para que sepas que de Yave ancianos, con nuestros hijos y nues-
es la tierra, 30 aunque sé que ni tú tras hijas, con nuestras ovejas y
ni tus servidores teméis todavía a nuestros bueyes, porque es la fiesta
Yave, Dios.» 31 El lino y la cebada de Yave.» 10 El Faraón les contestó:
habían sido destrozados, pues la «Así sea Yave. con vosotros, como
cebada estaba todavía en espiga y os dejaré yo ir a vosotros y vuestros
el lino en flor, 32 pero el trigo y hijos. Tened cuidado, pues se ve
la escanda no, por ser tardíos. 33 Moi- que obráis con malicia. 11 No, no,
sés dejó al Faraón, y salió de la id los hombres solos, y sacrificad a
ciudad; alzó sus manos a Yave, y Yave, pues eso fué lo que pedisteis.»
cesaron los truenos y el granizo, y Y en seguida fueron arrojados de la
dejó de llover sobre la tierra. 34 Vien- presencia del Faraón.
12
do el Faraón que habían cesado la Pero Yave dijo a Moisés: «Tiende
lluvia, el granizo y los truenos, acre- tu mano a la tierra de Egipto, para
centó su pecado, 35 y endureció su que venga sobre ella la langosta:
corazón hasta el extremo, y no dejó que suba a Egipto y devore todo
salir a los hijos de Israel, como le lo que dejó el granizo.» 13 Moisés
de Egipto y mataré a todos los pri- Pascua de Yave, que pasó de largo
mogénitos de la tierra de Egipto, por las casas de los hijos de Israel
desde los hombres hasta los animales, en Egipto, cuando hirió a Egipto,
y castigaré a todos 13los dioses de salvando nuestras casas.» El pueblo
Egipto. Yo, Yave. La sangre se prosternó y adoró. 28 Los hijos de
servirá de señal en las casas donde Tsrael fueron e hicieron lo que Yave
estéis, pues yo veré la sangre y pasaré había mandado a Moisés y Arón.
de largo, y no habrá para vosotros
plaga mortal, cuando yo hiera la
tierra de Egipto. 14 Este dfa será
Muerte de todos los primogénitos
de ¡jipto.
I
para vosotros memorable, y lo cele-
braréis solemnemente en honor de 29
En medio de la noche mató
Yave, de generación en generación; Yave a todos los primogénitos de la
será una fiesta a perpetuidad. tierra de Egipto, desde el primogénito
16
Por siete días comeréis panes del Faraón, que se sienta sobre su
ácimos; desde el primer día no habrá trono, hasta el primogénito del preso
ya levadura en vuestras casas, y en la cárcel, y a todos los primo-
quien del primero al séptimo día génitos de los* animales. 3fl El Fa-
comiere pan con levadura, será bo- raón se levantó de noche, él, todos
rrado de Israel. 16 El día primero sus servidores y todos los egipcios,
tendréis asamblea santa, y lo mismo y resonó en Egipto un gran clamor,
el día séptimo. No haréis en ellos pues no había casa donde no hubiera
obra alguna, fuera de lo que perte- un muerto. 31 Aquella noche llamó
- nece a la comida, 17 y guardaréis los el Faraón a Moisés y Arón, y les
ácimos, porque fué en ese día mismo dijo: «Id, salid de en medio de nos-
cuando yo saqué vuestros ejércitos otros, vosotros y lo» hijos de Israel,
de la tierra de Egipto. Guardaréis e id a sacrificar a Yave, como habéis
ese día de generación en generación, dicho. 32 Llevad vuestras ovejas y
como institución perpetua. 18 El pri- vuestros bueyes, como habéis pedido;
mer mes, desde el día catorce del mes, idos, y dejadme.»
comeréis pan sin levadura hasta el
19
día veintiuno. Por
días no
siete
La salida del pueblo.
habrá levadura en vuestras casas,
y quien coma pan fermentado, será 33
Los egipcios apremiaban a los
borrado de la congregación de Israel, hebreos, teniendo prisa de que salie-
sea extranjero o indígena. 20 No co- ran de su tierra, pues decían: «Mo-
meréis pan fermentado; en todas riremos todos.» 34 Cogió, pues, el
vuestras moradas se comerán panes pueblo la masa, antes de que fer-
ácimos.» mentara, atando sus ropas a las
21 Convocó Moisés a todos los artesas, y se las echó a' hombro.
ancianos de Israel, y les dijo: «Tomad 35 Los hijos
de Israel habían hecho
del rebaño para vuestras familias, lo que les dijera Moisés, y habían
e inmolad la Pascua, 22 y tomando un pedido a los egipcios objetos de plata
manojo de hisopo lo mojáis en la y oro y vestidos. 38 Yave hizo que
sangre del cordero, untáis con ella hallaran gracia a los ojos de los egip-
el dintel y los dos postes,
y que nadie cios, que accedieron a su petición,
salga fuera de la puerta de su casa y se llevaron aquéllos los despojos
hasta mañana, 23 pues pasará Yave de Egipto (1).
por Egipto, para castigarle, y viendo 37 Partieron
los hijos de Israel de
la sangre en el dintel y en los dos Rameses para Socot en número de
postes, pasará de largo por vues- unos seiscientos mil infantes, (2) sin
tras puertas y no permitirá a nin- contar los niños. 38 Subía, además,
gún exterminador entrar en vues-
tras casas para herir. 24 Guardaréis
(1) Dios, como dueño supremo de todo y
este rito, como rito perpetuo para vos-
juez inapelable, da estos despojos a su pueblo
otros y para vuestros hijos; 25 y Ipara compensarlo de la dura servidumbre a
cuando hayáis entrado en la tierra j
que le habían reducido los egipcios durant:
que Yave os dará, según su promesa, ¡
muchos años.
guardaréis este rito. 26 Cuando os (2) Estas cifras, así como las correlativas
pregunten vuestros hijos: ¿Qué sig- que vienen después, parecen excesivas a muchos
intérpretes,aun católicos. Sabido es que del
nifica para vosotros este rito?. 27 les
texto sagrado lo que generalmente peor se ha
responderéis: Es el sacrificio de la conservado son los números.
72 ÉXODO, 13
5
ron ellos una gran muchedumbre de en el mes de Abib. Cuando te intro-
toda suerte de gentes, y muchas ove- duzca Yave en la tierra de los cana-
jas y bueyes y muy gran número neos, de los goteos, de los amorreos,
de animales. 39 Cocieron bajo la ce- de los jeveos y de los jebuseos, que
niza la masa que habían sacado de a tus padres juró darte, tierra que
Egipto, e hicieron panes ácimos, pues mana leche y miel, guardarás ese rito
la masa no había podido fermentar, en este mismo mes. 8 Durante siete
por la mucha prisa q:ie para que salie- días comerás pan ácimo, y el día
ran les daban, ni pudieron preparar séptimo será fiesta de Yave. 7 Se
nada para comer. comerá pan ácimo durante siete días,
40 La estancia de los hijos de Israel
y no se verá pan fermentado ni leva-
en Egipto duró cuatrocientos treinta dura en todo su territorio. 8 Dirás en-
años. 41 En
aquel mismo día salieron tonces a tus hijos: Esto es en memo-
de de Egipto todos los ejér-
la tierra ria de lo que por mí hizo Yave al
citos de Israel. Aquella noche en que salir de Egipto. 9 Esto será para ti
salvó Yave a Israel y le sacó de la como una señal en tu mano, como un
tierra de Egipto, 42 será noche de recuerdo a tus ojos, para que tengas
vigilias a Yave, y con vigilias a Yave en tu boca la ley de Yave, porque
le celebrarán todos los hijos de Israel con su poderosa mano te ha sacado
por todas sus generaciones. Yave de Egipto. 10 Observarás esto
al tiempo fijado, de año en año.
Ley de la Pascua. 11
Cuando te haya introducido Yave
en la tierra de ios cananeos, como
43
Dijo Yave a Moisés y Arón: lo juró a tus padres, y te la haya dado,
«Esta es la ley de la Pascua. No la
12
consagrarás a Ynve todo cuanto
comerá ningúnextranjero. 44 Al siervo abre la vulva; y de todo prinui
j
19
Moisés había cogido los huesos de nosotros servir en Egipto que morir
José, pues habla hecho jurar José en el desierto?» ls Moisés respondió
a los hijos de Israel que cuando Yave al pueblo: «No temáis, estad tran-
los visitara, se llevarían consigo su quilos, y veréis la victoria que en
huesos, lejos de allí. este día os dará Yave, pues los egip-
20 Partiendo de Socot, acampa- cios que hoy veis no volveréis a
ron en Etam, al extremo del desierto. verlos jamás. 14 Yave combatirá por
21 Iba Yave delante de ellos, de vosotros; vosotros estaos tranquilos.»
día
15 Yave dijo
en columna de nube¡ para guiarlos en a Moisés: «¿Por qué
su camino, y de noche en columna de me gritáis? Di a los hijos de Israel
fuego, para alumbrarlos, y pudiesen que se pongan en marcha. 18 Tú,
así marchar de día o de noche. 22 La alza tu cayado, y tiende el brazo sobre
columna de nube no se apartaba del el mar, y divídelo, para que los
pueblo de día, ni de noche la de fuego. hijos de Israel pasen por en medio,
en seco. 17 Yo endureceré el corazón
\\ 1
Yave dijo a Moisés:
a los hijos de Israel;
2 «Habla
que cam-
de los egipcios, para que entren tam-
bién detrás de ellos, y haré brillar
bien de rumbo y vayan a acampar mi gloria sobre el Faraón y sobre todo
en Piajirot, entre Migdol y el mar, su ejército; sus carros y sus caba-
frente a Peelsefón; allí acamparéis, lleros harán resplandecer mi gloria,
18
cerca del mar. 3 El Faraón se dirá, y los egipcios sabrán que yo soy
respecto de los hijos de Israel: «Andan Yave, cuando el Faraón, sus carros
errantes por la tierra; el desierto les y sus caballeros, hagan resplandecer
cierra el camino.» 4 Yo endureceré el mi gloria.» 19 El ángel de Yave. que
corazón del Faraón y él os perseguirá, marchaba delante ele las huestes de
y haré brillar mi gloria ante el Faraón Israel, se puso detrás de ellas, 20 entre
y ante todo su ejército, y sabrán las de los egipcios y las de Israel, y la
los egipcios que yo soy Yave.» Hi- nube se hizo tenebrosa y luminosa
cieron así los hijos de Tsrael. toda la noche, y las dos huestes no
8 Anunciaron ai rey de Egipto que se acercaron una a otra durante toda
había huido el pueblo, y el corazón la noche. 21 Moisés tendió su mano
del Faraón y el de sus servidores se sobre el mar, c hizo soplar Yave
trocaron en orden al pueblo, y dijeron: sobre el mar toda la noche un forti-
«¿Qué es lo que hemos hecho, de- simo viento solano, que le secó, y
jando salir a Israel, y privándonos de se dividieron las aguas (1). 82 Los
sus servicios!» 8 El Faraón hizo pre- hijos de Israel entraron en medio
parar su carro y llevó consigo a su del mar, a pie enjuto, formando para
pueblo. 7 Tomó seiscientos carros ellos las aguas una muralla a dere-
23
escogidos y todos los aurigas de cha e izquierda. Los egipcios se
Egipto y jefes para el mando de pusieron a perseguirlos, y todos los
todos. 8 Yave endureció el corazón caballos del Faraón, sus carros y
del Faraón, rey de Egipto, y el Fa- sus caballeros, entraron en el mar en
raón persiguió a los hijos de Israel; seguimiento suyo. 24 A la vigilia
pero é>tos habían salido por muy matutina, miró Yave desde la nube
alta mano. de fuego y humo a la hueste egipcia
* Los egipcios llegaron en su per- y la perturbó. 25 Hizo que las ruedas
secución al lugar donde acampaban de los carros se enredasen unas con
aquéllos cerca del mar. Todos los otras, de modo que sólo muy peno-
caballos de los carros del Faraón, samente avanzaban. Los egipcios di-
sus caballeros y su ejército, los alcan- jeron entonces: i.Huyamos ante Israel,
zaron en Piajirot, frente a licelsefón. que Yave combate por él contra
10 El Faraón se acercaba; los hijos los egipcios.» 28 Pero Yave dijo a
de Israel, alzando los ojos vieron a Moisés: «Tiende tu mano sobre el
los egipcios marchar contra ellos, y mar, y las aguas se reunirán sobre
llenos de terror clamaron a Yave, los egipcios, sus carros y sus caba-
11
y dijeron a Moisés: «¿Es que no lleros.» 27 Moisés tendió su mano
había sepulcros en Egipto, y nos sobre el mar, y al despuntar el día
has traído al desierto a morir? ¿Qué
es lo que nos has hecho al sacarnos (i) Estas palabras parecen indicar que
de Egipto? 12 ¿No te decíamos nos- el hecho fué prodigioso al menos en el modo
otros en Egipto: deja que sirvamos de prodjcirse y en el efecto extraordinario,
a los egipcios, que mejor es para romo las plagas.
r
ÉXODO, 15 7. )
guiré, los alcanzaré, me repartiré sus Israel se partieran del Mar Pojo.
despojos, hartaré mi alma. Avanzaron hacia el desierto de Hur y
Desenvainaré la espada y los redu- marcharon por él tres días, sin hallar
servidumbre mi mano.» 23
cirá a la agua. Llegaron a Mará, pero no
10
Sopló tu soplo y los cubrió el podían beber el agua de Mará, por
mar, se hundieron como plomo en ser amarga. 24 El pueblo murmuraba
lo profundo de las aguas. contra Moisés, diciendo: «¿Qué va-
11 ¿Quién como tú, ;oh Yave!, mos a beber? » 25 Moisés clamó a
.
entre los dioses? ¿Quién como tú Yave, que le indicó una madera
magnífico en santidad, terrible en que él echó en el agua, y ésta se
ÉXODO, 16
volvió dulce. Allí dió al pueblo leyes Moisés: 12 «He oído las murmura-
y estatutos, y le puso a prueba. ciones de los hijos de Israel. Diles:
26 Les «Si escuchas a Yave,
düo: Entre dos luces comeréis carne y
tu Dios, obras lo que es recto a
si mañana os hartaréis de pan, y sa-
sus ojos,si das oído a sus mandatos bréis que yo soy Yave, vuestro Dios.»
y guardas todas sus leyes, no traeré
13
A la tarde vieron subir codornices
sobre ti ninguna de las plagas ron que cubrieron el campo, y a la ma-
que he afligido a Egipto, porque ñana había en todo él una capa de
yo soy Yave, tu sanador.» rocío. 14Cuando el rocío se evaporó,
27 Llegaron
a Elim, donde había vieron sobre la superficie del desierto
doce fuentes y setenta palmeras, y una cosa menuda, como granos, pa-
acamparon allí cerca de las aguas. recida a la escarcha. 15 Los hijos de
Israel, al verla, se preguntaban unos
a otros: «¿Manhu?», pues no sabían
Las codornices y el maná. lo qué era. 16 Moysés les dijo: «Ese
es el pan que os da Yave, para ali-
1 /i 1
Partieron de Elim, y toda la mento. Mirad que Yave ha mandado
congregación de los hijos de que cada uno de vosotros recoja la
Israel llegó al desierto de Zin, que cantidad que necesita para alimen-
esta entre Elim y el Sinaí, el día tarse, un gomer por cabeza, según
quince del segundo mes después de el número de personas; cada uno
su salida de Egipto. 2 Todo Israel recogerá para cuantos tenga en su
se puso a murmurar contra Moisés tienda.
17
y Arón. 3 Los hijos de Israel decían: Los hijos de Israel no obede-
«¿Por qué no hemos muerto de mano cieron, y recogieron unos más, otros
de Yave en Egipto, cuando nos sen- menos. 18 Pero al medir luego con
tábamos junto a las ollas de carne el gomer, hallaron que el que había
leyes? 2S
Mirad que Yave os ha dado 7
y dió a este lugar el nombre de
el sábado, y por eso el día sexto os Masa y Meriba, por de
la querella
da pan para dos días. Que se quede de Israel, y porque habían
los hijos
cada uno en su puesto, y no salga tentado a Yave, diciendo: «¿Está
de él el día séptimo.»
30 El pueblo Yave en medio de nosotros o no?»
descansó el día séptimo.
31 La casa de Israel dió a este ali-
Dios. B Mandó a decir a Moisés: «Yo, tuyelos sobre el pueblo como jefes
tu suegro Jetro, voy a ti con tu mujer, de millar, de centena, de cincuentena
y con ella sus dos hijos. » 7 Moisés y de decena. 22 Oue juzguen ellos
salió al encuentro de su suegro, y a! pueblo en todo tiempo y te lleven
después de haberse prosternado, le a ti los asuntos de mayor importan-
besó. Después de preguntarse uno a cia, decidiendo ellos mismos en los
otro por la salrd, entraron en la menores. Aligera tu carga, y que te
tienda de Moisés. 8 Moi.sés contó a ayuden ellos a soportarla. 23 Si esto
su suegro todo cuanto había hecho haces, podrás sostenerte, y el
tú
Yave al Faraón y a los egipcios en pueblo podrá atender en paz a lo
favor de Israel, y todas las contrarie- suyo.» 24 Siguió Moisés el consejo
dades que en el camino habían tenido, de su suegro, c hizo lo que le había
y cómo Yave le había librado cíe eilas. dicho. ** Eligió de entre todo el
* Jetro se felicitó de todo el bien que pueblo a hombres capaces, que puso
Yave había hecho a Israel librándole sobre el pueblo como jefes de millar,
de la mano de los egipcios: 10 «Ben- de centena, de cincuentena y de
dito sea Yave dijo — —
que os ha decena. 26 Ellos Juzgaban al pueblo
librado de la mano de los egipcios en todo tiempo, y llevaban a Moisés
y de la del Faraón, y que ha librado los asuntos graves, resolviendo por
al pueblo de la mano de los egipcios. sí todos los pequeños. 27 Despidió
11 Ahora sé bien que Yave es más Moisés a su suegro, y J^tro se volvió
grande qnc todos los dioses, pues se a su tierra.
ha mostrado grande cuando los egip-
12
cios oprimían a Israel." Jetro,
sueííro de Moisés ofreció a Dios un Alianza de Dios con el pueblo
holocausto y sacrificios. Arón y todos en el s? i n ai.
los ancianos de Israel comieron con
él ante Dios. -»
q
El día primero del tercer mes
1
)
después de la salida de Egipto,
1
los hijos de Israel al de-
llegaron
Consejo de Jetro a Moisés. sierto del Smaí. 2 Partieron de Rafi-
dim, y llegados al desierto del Sinaí,
,3
AI día siguiente sentóse Moisés acamparon en el desierto. Israel
para juzgar al pt'ebio, y el pueblo acampó frente a la montaña. 8 Subió
estuvo de'ante de él desde la mañana Moisés a Dios, y Yave le llamó desde
hasta la tarde. 11 El suegro de Moi- lo alto de la montaña, diciendo:
sés, viendo lo que el pueblo hacía, «Kabla así a la casa de Jacob, di
dijo: «¿Cómo haces eso con el pue- esto a los hijos de Israei: 4 «Vosotros
blo? ¿Por qué te sientas tú sólo a hihéis visto lo que yo he hecho a
juzgar, y todo el mundo está delante Eeiplo, y cómo os he llevado sobre
de ti desde 13 mañana hasta la tarde?» alas de águila, y os he traído a mí.
** •Moisés respondió a su suegro: 6 Ahora, si oís mi voz y guardáis mi
«Es que 'el pueblo viene a mí para alianza, vosotros seréis mi pueblo
consultar a Dios. 18 Cuando tienen entre todos los pueblos; porque mía
alguna querella, vienen a mí, y yo es toda la tierra, * pero vosotros seréis
pronuncio entre ellos, haciéndoles para mí un reino de sacerdotes y
saber los mandatos de Dios v sus le- lina nación santa* (1). Estas son
yes. » 17 El suegro de Moisés dijo a las palabras que has de decir a los
éste: «I<o que haces no está uien. hijos de Israel.»
7 Moisés vino, y llamó a los an-
Te consumas neciamente y consumes
al pueblo que tiene que estar delante cianos de Israel, y les expuso todas
de ti. 18 Ese trabajo es superior a tus estas palabras, como Yave se lo
fuerzas, y no puedes llevarlo tú solo. había mandado. 8 El pueblo todo
18
Oyeme, yo voy a darte un consejo^ entero respondió: «Nosotros haremos
y que Dios sea contigo. Sé tú el re-
presentante de! pueblo ante Dios, y (i) Este concepto del sacerdocio y de la
lleva ante él los asuntos. 20 Ensé- santidad del pueblo esta estrechamente ligado
ñales el camino que han de seguir con el de ser Israel el pueblo primogénito de
Dios. (4. 23 Según el derecho primitivo, el
y lo que deben hacer. 21 Pero escoge sacerdocio estaba vinculado a la primogenitura,
)
de entre todo el pueblo a hombres y por tanto Israel, el primogénito de los pueblos,
capaces y temeroso* de Dios, íntegros, es ti pueblo sacerdote que, por consiguiente,
enemigos de la avaricia, y consti- ha de ser santo.
ÉXODO, 20 79
todo cuanto ha dicho Yave.» Moisés la montaña del Sinaí. pues lo has
fué a transmitir a Yave las palabras prohibido terminantemente, diciendo
del pueblo, 9 y Yave dijo a Moi- que señalara un límite en torno a la
sés '1): «Yo vendré a ti en una montaña y la santificara.» 24 Yave
densa nube, para que vea el pueblo le respondió- «Ve, baja, y subes luego
que yo hablo contigo, y tenga siem- con Arón;pero que los sacerdotes y
pre fe en ti.» Una vez qua Moisés el pueblo no traspasen los términos,
h*bo transmitido a Yave las palabras para acercarse a Yave, no los hiera.»
85
del pueblo, 10 Yave le dijo: «Ye al Moisés bajó y se lo dijo al
pueblo, y santifícalos hoy y mañana. pueblo.
Oue laven sus vestidos, 11 y estén pres-
tos para el día tercero, porque al
tercer día bajará Yave a la vista de
El Decálogo.
todo el pueblo, sobre la montaña del
Sinaí. 12 Tú marcarás al pueblo un 20 i
1
Y habl ° J^os t0d0 Cst0 >
di -
del Decálogo, como se nos explica en Deur. 4. 19. siervo, ni su sierva, ni su buey, ni
80 ÉXODO, 21
su asno, ni nada de cuanto Je per- saldrá libre, sin pagar nada. 3 Si entró
tenece.» (1). solo, solo saldrá; si teniendo mujer,
18 Todo
el pueblo oía los truenos saldrá con él su mujer. 4 Pero si el
y sonido de la trompeta, y veia
el amo le di ó mujer, y ella le dió a él
¡as llamas y la montaña humeante; hijos o hijas, la mujer y los hijos
y atemorizados, llenos de pavor, se serán del amo, y él saldrá solo 5 Si
estaban lejos. el siervo dijere: Yo quiero a mi amo,
19 Dijeron a mi mujer y a mis hijos, no quiero
a Moisés: «Háblanos tú,
y te escucharemos; pero que no nos salir libre; 6 entonces el amo le lle-
hable Dios, no muramos.» 20 Res- vará ante los jueces, y acercándose
pondió Moisés: «No temáis, que para a la puerta de la "asa o a la jamba
probaros ha venido Dios, para que de ella, le perforará la oreja con un
tengáis siempre ante vuestros ojos punzón, y el siervo lo será suyo de
su temor y no pequéis.» 21 El pueblo por vida.
7
se estuvo a distancia, pero Moisés Si vendiere un hombre a su hija,
se acercó a la nube donde estaba Dios. por sierva. no saldrá ésta como los
8
22
(2) Yave dijo a Moisés: "Habla otros siervos. Si ella desplace a su
así a los hijos de Israel: Vosotros amo, que estaba destinado, éste
al
mismos habéis visto como os he ha- permitirá que sea redimida; pero no
blado yo desde el cielo. 23 No os podrá venderla a extraños, después
hagáis "conmigo dioses de plata, ni de haberla despreciado. * Si la des-
os hagáis dioses de oro. 24 Me alzarás tinaba a su hijo, la tratará como se
un altar de tierra sobre el cual me trata a los hijos; 10 y si para éste
ofrecerás tus holocaustos, tus hostias tomare otra mujer, proveerá a l a
pacíficas, tus ovejas y tus bueyes. sierva de alimento, vestido y lecho .
11
En todos los lugares donde yo haga y si de estas tres cosas no la pro-'
memorable mi nombre, vendré a ti veyere, podrá ella salirse sin pagar
y te bendeciré. 25 Si me alzas altar nada, sin rescate.
12
de piedras, no lo harás de piedras El que hiera mortalmente a otro,
labradas, porque al levantar tu cincel será castigado con la muerte; 13 pero
contra la piedra la profanas. 26 No si no pretendía él herirle, y sólo por-
subirás por gradas a mi altar, para que Dios se lo puso ante ¡a mano le
que no se descubra tu desnudez. hirió, yo le señalaré un lugar donde
podrá refugiarse. 14 Si de propósito
Leyes respecto de la vida y la mata un hombre a su prójimo tra'do-
libertad, ramente, de mi altar mismo le arran-
carás para darle muerte. 18 El que
OI 1
He aquí las leyes que les darás: hiera a su padre o a su madre, será
2
Si compras un siervo hebreo, muerto. 16 El que robe un hombre,
te servirá por seis años; al séptimo háyalo vendido o téngalo en su poder,
será muerto. 17 El que maldijere a
Este decálogo, que contiene los funda
su padre o a su madre, será muerto.
(1)
memos de la ley mosaica, no tiene paralele
18 Si riñen dos hombres,
y uno
alguno en las religiones gentílicas ni en la filo- hiere al otro con piedra o con el
sofía antigua. Fuera del que aquí es el quinto, puño, sin causarle la muerte, pero
todos sus preceptos tienen forma negativa, de modo que éste tuviese que hacer
de prohibición. Tampoco se le ha de considerai
cama: 19 si el herido se levanta, y
como idéntico al decálogo cristiano. Es a él
lo que la ley es al Evangelio. Su« preceptos puede salir fuera apoyado en su
pueden dividirse en tres grupos. El primero, bastón, el que le hirió será quito
que contiene los cuatro primeros preceptos, pagándole lo no trabajado y lo gas-
se refiere a Dios, excluyendo toda idolatría, tado en la cura.
las imágenes de Dios en el culto, el perjurio, 20 Si uno hiere con palo a su siervo
pues el juramento llama, invoca a Dios por o a su sierva, de modo que muriere
testigo, y el trabajo en el sábado, que es la pro-
fanación del día por él santificado. El quinto
a su mano, se le exigirá responsabi-
precepto prescribe la honra a los padres, y es lidad; 21 pero si sobreviviere un día
el único a que expresamente se une una pro- o dos, no, pues hacienda suya era.
mesa. El tercer grupo se refiere al bien del pró- 22 en riña de horrbres golpeare
Si
jimo, condenando el homicidio, el adulterio, uno a una mujer encinta,y el niño na-
el robo, la calumnia, y la codicia de los bienes multado en
ciere sin más daño, será
del prójimo, incluyendo en éstos a la mujer.
la entidad que el marido de la mujer
(2) El conjunto de leyes comprendiJo
entre 20. 22-23. 33. se llama comúnmente pida y decidan los jueces; 23 pero si
Código de la alianza» resultare algún daño, entonces dará
ÉXODO, 22 SI
vida por vida, 24 ojo por ojo, diente vivo en sus manos, restituirá ei doble.
por diente, mano por mano, pie por 6 uno daña un campo o una viña,
Si
pie, 26 quemadura por quemadura, dejando pastar su ganado en el campo
herida por herida, cardenal por car- o en la v ña de otro restituirá por
:
22
No dañarás a la viuda ni al la dejarás descansar, que coman los
huérfano. 23 Si eso haces, ellos cla- pobres de tu pueblo, y que quede lo
marán a mf, y yo oiré sus clamores: lo coman las bestias del campo. Eso
24 se encenderá mi cólera y os des- harás también con las viñas y los
truiré por la espada, y vuestras mu- olivares.
jeres serán viudas, y vuestros hijos, 12
Seisdías trabajarás, y descan-
huérfanos. sarás séptimo, para que descansen
al
26 Si prestas dinero a uno también tu buey y tu asno, y se
de mi
pueblo, a un pobre que habita en recobre el hijo de tu esclava y el
medio de vosotros, no te portarás extranjero.
con él como acreedor, y no le exigirás 13 Guardad cuanto os he mandado.
usura. No te acuerdes del nombre de dioses
26 Si
tomas en prenda el manto de extraños, ni se oiga de tus labios.
tu prójimo, se lo devolverás antes 14 Tres veces cada año (1) cele-
de puesta del sol, 27 porque con
la braréis fiesta solemne. 16 Guarda la
eso se cubre él, con eso viste su carne, fiesta de los ácimos, comiendo ácimo
y ¿con qué va a dormir! Clamará a mf, siete días, como os he mandado, en
y yo le oiré, porque soy misericordioso. el mes de Abib; pues en esc mes
28 No desacreditarás a los jueces, salistede Egipto. No te presenta;
ni denigrarás a los príncipes de tu rás ante mí con las manos vacías
pueblo. 14 También la solemnidad del co-
29 No
dilatarás ofrecerme las pri- mienzo de la recolección, de las pri-
micias de tus cosechas y de tu lagar. micias de tu trabajo, de cuanto
Me darás el primogénito de tus hijos. hayas sembrado en tus campos.
80 Así harás con el primogénito de 17 También la solemnidad del fin
tus vacas y tus ovejas; quedará del año y de la recolección, cuando
siete días con su madre, y al octavo habrás recogido del campo todos sus
me lo darás. frutos. 18 Tres veces en el año com-
81 Sed para mí santos. No comeréis parecerá todo varón ante Yave, tu
la carne despedazada en el campo, Dios.
se la echaréis a los perros. No acompañarás de pan fermentado
la sangre de tu víctima, ni dejarás
23 1
^° esparzas rumores falsos. la carne de ésta para el día siguiente.
No te tinas con los impíos para 19 Llevarás a la casa de Yave,
testificar en falso. 2 te dejes arras-No tu Dios, las primicias de los frutos
trar a ello por otros. de tu suelo.
En las causas no respondas porque No cocerás el cabrito en la leche
así respondan otros; 8 ni aun en las de su madre.
20 Yo mandaré a un ángel ante ti,
de los pobres mentirás por compa-
sión de ellos. para que te defienda en el camino
4
Si el buey o el asno
encuentras y te haga llegar al lugar que te he
de tu enemigo perdidos, llévaselos. dispuesto. 21 Acátale, y escucha su
5
Si encuentras el asno de tu enemigo voz, no le resistas, porque no per-
caído bajo la carga, no pases de donará vuestras rebeliones y porque
largo, ayúdale a levantarlo. lleva mi nombre. 22 Pero si le escu-
* No
tuerzas el derecho del pobre chas, y haces cuanto él te diga,
en sus causas. Aléjate de toda men- yo seré el enemigo de tus enemigos,
23 pues
tira, y no hagas morir al inocente y afligiré a los que te aflijan,
y al justo, porque yo no absolveré mi ángel marchará delante de ti y
al culpable. 8 No recibas regalos, te conducirá a la tierra de los amo-
que ciegan a los prudentes y tuercen neos, de los gcteos, de los fereceos
la justicia. de los cananeos, de los jeveos y de
9
No hagáis dafio al extranjero; los jebuseos, que yo exterminaré.
ya sabéis lo que es un extranjero,
pues extranjeros fuisteis vosotros en (i) Estas fiestas tienen un doble carácter;
la tierra de Egipto. son fiestas agrícolas, y en este aspecto, si no
todas, alguna se halla entre los pueblos gentiles.
Para Israel, el principa) aspecto es el histórico,
Diversas leyes ceremoniales. '.a pascua, conmemoración de la salida de Egip-
de los tabernáculos, memoria de la
to; la fiesta
estancia en el desierto; la de Pentecostés, si no
10
Sembrarás tu tierra seis años y lo fué desde el principio, quedó después como
recogerás sus cosechas; 11 al séptimo conmemoración de la promulgación de la ley.
ÉXODO, 24, 25 83
harás también cuatro anillos de oro, apaguen los pábilos cortados, serán
que pondrás en los cuatro ángulos,
cada uno a su pie 27 y por debajo
de la moldura de oro, para meter i) ) $
por ellos las barras, para llevar la !
•los grupos, uno de cinco y el otro dos basas para debajo de cada tablón,
|
de seis, de modo que el sexto tapiz para las dos espigas. 20 En el otro
del segundo se doble sobre el frente lado de la morada, que mira al aquilón,
del tabernáculo. 10 Harás cincuenta harás otros veinte tablones 21 y cua-
anillos de bronce, para el borde de renta basas de plata, dos basas para
uno de los conjuntos, para que pueda debajo de cada tablón. 22 Al lado
unirse otro, y cincuenta para e]
al que mira al occidente pondrás seis
borde del otro, para que pueda unirse tablones, 23 y otros dos en cada
11 Harás también cin- uno de los ángulos posteriores de
al primero.
cuenta garfios de bronce, para unir la morada, 24 unidos ambos desde
anillos con anillos, de modo que todo abajo hasta arriba, de modo que
haga un solo tabernáculo. 12 Lo cada dos vengan a hacer un tablón
que sobresale de los tapices del uno angular. 25 Son, pues, entre todos
que hay más, la mitad del tapiz ocho tablones con sus dieciséis basas
sobrante, penderá soLrf la parte pos- de plata. 26 Harás también barras
terior de la morada; y la otra mitad, traveseras de madera de acacia,
13
un codo de un lado, un codo del cinco para los tablones de un lado,
otro, que es lo que sobra de lo largo 27 cinco para los del otro,
y cinco
del tabernáculo, se extenderá sobre para los tablones de la morada del
los lados de lo morada, a uno y a lado que cierra el fondo hacia el
otro, para cubrirlos. occidente. 28 La barra travesera de
14 Harás también para el taber- en medio, que pasará por el medio
náculo una cubierta de pieles de de los tablones, se extenderá a todo
carnero, teñidas de escarlata, y otra lo largo de cada pared, desde el uno
88 ÉXODO, 26
al otro extremo. 29 Los tablones los arca del testimonio. 34 El velo ser-
recubrirás de oro, y harás de oro virá para separar el lugar santo del
los anillos en que han de entrar lugar santísimo. 35 Pondrás sobre
las barras traveseras, y éstas las el arca del testimonio el propicia-
torio, en el lugar santísimo. La mesa
la pondrás delante del velo; y frente
a la mesa, el candelabro. Este, del
lado meridional de la morada: la
mesa, del lado del norte.
El velo de separación en
la murada.
31
Haz también un velo de lino
torzal, de púrpura violeta, púrpura
escarlata y carmesí, entretejido en
tejido plumario, figurando queru-
bines. 32 Le colgarás de cuatro colum-
nas de madera de acacia recubier-
tas de oro, provistas de corchetes La cortina para la entrada del
de oro, y sus cuatro basas de plata. habitáculo.
33 Colgarás el velo 36 Harás también para la entrada
de los corchetes,
y allí, detrás del velo, pondrás el del habitáculo un velo de lino torzal,
ÉXODO, 27 8Í)
27 1
Harás un altar de madera 9
Harás para la morada un atrio.
de acacia de cinco codos de Del lado del mediodía tendrá el atrio
largo y cinco de ancho, cuadrado, y cortinas de lino torzal, en una exten-
tres codos de alto. 2 A cada uno de sión de cien codos a lo largo del lado,
10
sus cuatro ángulos pondrás un cuerno; y veinte columnas con sus basas
saldrán del altar, y los revestirás de bronce. Los corchetes de las co-
de bronce. 3 Harás para el altar un lumnas y sus anillos serán de plata.
11 Lo mismo
vaso para recoger las cenizas, paleta, en el lado del norte,
aspersorio, tenazas e incensario; todos tendrá cortinas en un largo de cien
estos utensilios serán de bronce. codos, y veinte columnas con sus
4
Harás para él una rejilla de bronce veinte basas de bronce. Los corchetes
en forma de malla, y a los cuatro de las columnas y sus anillos serán
ángulos de la rejilla pondrás cuatro de plata. 12 Del lado del occidente
anillos de bronce. 5 La colocarás tendrá cortinas a lo largo de cincuenta
debajo de la corona del altar, a la codos, y diez columnas con sus diez
mitad de la altura de éste. 6 Harás basas. 13 Del lado de oriente, tendrá
90 ÉXODO, 28
31
2Q 1
He
aquí lo que has de hacer
La de la sobretúnica del
tela para
consagrarlos sacerdotes a
efod la harás toda enteriza de jacinto. mi servicio. Tomarás de entre el ga-
32 Tendrá
en medio una abertura nado un novillo y dos carneros, todos
para la cabeza, y esta abertura sin mácula; 2 panes ácimos, tortas
tendrá todo en torno un refuerzo, ácimas, amasadas con aceite, y fri-
tejido como el que llevan las orlas suelos ácimos untados de aceite, todo
de los vestidos para que no se rompan. ello hecho de flor de harina de trigo;
33
En la parte inferior pondrás gra- 3
y lo pondrás todo en un cestillo,
nadas de jacinto, de púrpura y de y lo presentarás así, al tiempo de la
carmesí, alternando con campani- presentación del novillo y de los dos
llas de oro, todo en derredor, 34 una carneros. 4
Haz a Arón y a sus hijos
campanilla de oro y una granada avanzar a entrada del tabernáculo
la
sobre la orla de la vestidura, todo de la reunión, y lávalos con agua.
en torno. 38 Arón se revestirá de 5 Después, tomando las vestiduras,
El rescate de la vida.
11
Yave habló a Moisés diciendo:
12
«Cuando enumeres a los hijos de Is-
rael para hacer el censo, cada uno
ofrecerá a Yave un rescate por su
vida, para que no sean heridos de
plaga alguna al ser empadronados.
13
Lo que dará cada uno que ha de
comprender el censo será medio siclo,
del peso del siclo del santuario, que
es de veinte güeras, medio siclo será
el don a Yave.
14 Todo hombre com-
quemar en él el incienso. Lo
harás de madera de acacia, 2 de un
codo de largo, un codo de ancho, La pila de bronce.
cuadrado, y de dos codos de alto.
17
Sus cuernos harán un cuerpo con él. Yave habló a Moisés, diciendo:
3
Lo revestirás de oro puro por arriba, «Haz un pilón de bronce con su base
por los lados todo en torno y los de bronce, para las abluciones. Lo
cuernos, y harás todo en derredor pondrás entre el tabernáculo de la
una moldura de oro. 4 Harás para él reunión y el altar, y pondrás agua
dos anillos de oro para dos de sus en él, 19 de la que tomarán Arón y
lados, que pondrás debajo de la sus hijos para lavarse las manos y
moldura a ambos lados, para las los pies. 20 Con este agua se lavarán,
barras con que pueda transportarse. para que no mueran, cuando entren
5
Las barras serán de madera de en el tabernáculo de la reunión,
acacia, y las revestirás de oro. 6 Co- cuando se acerquen al altar para el
locarás el altar delante del velo que ministerio y para quemar un sacrifi
94 ÉXODO, 31
ció a 21
Se lavarán pies y Los artiíiccs destinados a la obra.
Yave.
manos y no morirán. Esta será
así
ley perpetua para ellos, para Arón
1 Yave habló
y su descendencia de generación en a Moisés, diciendi
3 «Sabrás que
generación. yo llamo por su
nombre a Bezalel, hijo de Uri, hijo
de Jur, de la tribu de Judá. 3 Le he
El óleo de unción. y el timiama. llenado del espíritu de Dios, de sa-
biduría, de entendimiento y de saber,
22
Yave habló a Moisés, diciendo: para toda clase de obras, para toda
23 «Toma -aromas; suerte de manufacturas, 4 para pro-
quinientos siclos
yectar, para labrar el oro, la plata
de mirra de primera; la mitad, es
decir, doscientos cincuenta siclos, y el bronce, 8 para tallar piedras y
de cinamomo aromático, y doscientos engastarlas, para tallar la madera y
cincuenta siclos de caña aromática; ejecutar trabajos de toda suerte. 6 Le
24 quinientos siclos asocio Odolias, hijo de Ajisamec, de
de casia, según el
la tribu de Dan. He puesto la sabidu-
peso del siclo del santuario, y un hin
ría en el corazón de todos los hom-
de aceite de oliva. 25 Con esto harás
un aceite para la unción sagrada, y un bres hábiles, para que ejecuten todo
lo que te he mandado hacer: 7 el ta-
perfume compuesto con arreglo al
arte de la perfumería, que será el bernáculo de la reunión, el arca del
óleo para la unción sagrada. 28 Con testimonio, el propiciatorio de enci-
él ungirás el tabernáculo de la reunión,
ma, y todos los muebles del taber-
el arca del testimonio, 27 la mesa,
náculo; 8 la mesa, con sus utensilios,
el candelabro de oro, con sus uten-
con todos sus utensilios, el candelero,
silios, el altar de lus perfumes, 9 el
con sus utensilios, el altar del incien-
altar de los holocaustos, con sus uten-
so, 28 el altar de los holocaustos,
silios, la pila con su base, 10 las ves-
con sus utensilios, y el pilón con su
base. 2 * Así los consagrarás, y serán
tiduras sagradas para Arón y sus
hijos, para ejercer los ministerios
santísimos; cuanto los tocare será
santo. 30 Con él ungirás a Arón y sacerdotales; 11 el óleo de unción y
el timiama aromático para el santua-
a sus hijos, y los consagrarás para mi
rio. Cuanto yo te he mandado hacer,
servicio como sacerdotes. 31 Hablarás,
ellos lo harán.»
así a los hijos de Israel; ese será el
óleo de la unción sagrada para mí,
de generación en generación. 32 No
se derramará sobre cuerpo de hom- Renovación de la ley <íel sábado.
bre alguno, ni haréis parecido a él
de la misma composición; será cosa
sagrada, y como cosa sagrada lo mi- 12
Yave habló a Moisés diciendo:
raréis. 33 Cualquiera que haga otro 13
«Habla a los hijos de Israel y diles:
semejante, o de él diere a un prorano, No dejéis de guardar mis sábados,
será borrado de en medio de mil porque el sábado es entre mí y vos-
pueblo.» otros una señal para todas vuestras
34 Yave dijo
a Moisés: «Toma aro- generaciones, para que sepáis que
mas, estacte, uña aromática, gálbano soy yo, Yave, el que os santifico.
e incienso purísimo. Aromas e in- 14 Guardaréis el sábado, porque es
cienso entrarán por cantidades igua- cosa santa. El que lo profane será
les, 38 y harás con ellos el timiama, castigado con la muerte; el que en él
compuesto según el arte de perfume- trabaje será borrado de en medio
ría, salado, puro, santo. 34 Lo pulve- de su pueblo. 18 Se trabajará seis días,
rizarás, y lo pondrás delante del pero el día séptimo será día de des-
testimonio en el tabernáculo de la canso completo^ dedicado a Yave. El
reunión, donde me he de encontrar que trabaje en sábado, será castigado
yo contigo. Será para vosotros cosa con la muerte. 18 Los hijos de Israel
santísima el perfume que hagas, 37 y guardarán el sábado y lo celebrarán
nadie hará para si otro de la misma por sus generaciones, ellos y sus des-
composición; lo mirarás como cosa cendientes como alianza perpetua;
sagrada, perteneciente a Yave. 38 Cual- 17 será entre mí y ellos una señal
quiera que haga otro semejante para perpetua, pues en seis dias hizo Yave
aspirar su aroma, será borrado de los cielos y la tierra, y el séptimo día
en medio de su pueblo.» cesó en su obra y descansó.»
ÉXODO, 32 95
tenían las primeras que rompiste, tren a tus hijos a prostituirse también
2
y está pronto para mañana subir ellos ante sus dioses.
17 No te harás dioses de metal
temprano y presentarte a mí en la
cumbre de la montaña. 3 Que no suba fundido.
18 Guardarás la fiesta de los áci-
nadie contigo, ni aparezca nadie en
ninguna parte de la montaña, ni mos, durante siete días comerás pan
oveja, ni buey paste junto a la mon- ácimo, como te lo he mandado en
taña.» 4 Moisés talló dos piedras el tiempo señalado, en el mes de
como las dos primeras, y levantándose Abib, pues en ese mes saliste de
muy temprano, subió a la montaña Egipto. 19 Todo masculino que abre
del Sinaí, como se lo había mandado la vulva es mío: De todos los animales,
Yave, llevando en sus manos las dos de bueyes, de ovejas, será mío.
20 El primogénito del asno lo redi-
tablas de piedra.
5
Yave descendió en la nube, y mirás con una oveja, y si no lo redi-
poniéndose allí con él, pronunció el mes a precio, lo matarás. Redimirás
al primogénito de tus hijos, y no
j
7
98 ÉXODO, 35
13
Oliab, hijo de Ajisamec, de la tribu Se hicieron cincuenta garfios de
de Dan. 35 El les ha llenado de inte- oro con los que se unían unas o.
ligencia, para ejecutar toda obra de otras las cortinas, de modo que el
escultura de arte, para tejer en diver- habitáculo hiciera un solo todo. 14 Se
sos dibujos el jacinto, la púrpura, el hicieron los tapices de pelo de cabra,
carmesí y el lino, para ejecutar toda para servir de tabernáculo sobre el
suerte de trabajos y para proyectar habitáculo; 15 cada uno de treinta
combinaciones. codos de largo y cuatro de ancho;
todos de la misma medida. Se unie-
syr 1 Besalel, Oliab y todos los ron estos tapices, cinco en una parte
OI) hombres hábiles, en cuyo co- y seis en otra. 17 Se pusieron cincuenta
razón había puesto Yave inteligencia, lazos en el borde de la cortina que
y se sentían impulsados en su corazón terminaba una parte y cincuenta
para trabajar en esta obra, hicieron en el borde de la que terminaba la
lo destinado al servicio del santuario otra, 18 y cincuenta garfios de bronce
como Dios se lo había mandado a para unir las cortinas, de modo que
Moisés. 2 Llamó Moisés a Besalel y formase un solo todo. 19 Se hizo para
Oliab y a todos los hombres hábiles el tabernáculo una cubierta de pieles
en quienes había puesto Yave enten- de carnero teñidas de rojo, y encima
dimiento y corazón dispuesto- a po- otra de pieles de carnero teñidas de
nerse a la obra para realizarla, 3 y jacinto.
ellos tomaron de Moisés los dones 20
Hiciéronse los tablones para el
que los hijos de Israel habían traído habitáculo; eran de madera de acacia,
para ejecutar las obras destinadas para ponerse de pie; 21 cada uno de
al servicio del santuario, y cada diez codos de largo y codo y medio
mañana seguía el pueblo trayendo a de ancho. 22 Cada tablón tenía dos
Moisés sus voluntarias ofrendas. espigas, cerca una de otra, y así
4
Pero un día los que hacían las obras se hicieron todos los tablones del
para el santuario dejaron el trabajo habitáculo. 23 Se hicieron veinte
5
y vinieron a decir a Moisés: «El tablones para el habitáculo para el
pueblo trae bastante más de lo que costado del mediodía, a la derecha.
se necesita para hacer lo que el Señor 24 Se pusieron las cuarenta basas de
ha mandado»; 6 y Moisés hizo publi- plata debajo de las veinte planchas,
car en el campamento que ninguno, dos para cada una, para sus dos es-
hombre ni mujer, trajera ya más pigas. 25 Para el segundo costado, el
dones para el santuario, y se impidió del norte, se hicieron otros veinte
al pueblo traer más. 7 Lo reunido tablones 26 con sus cuarenta basas
bastaba y sobraba para todo lo que de plata, dos para debajo de cada
había de hacerse. uno. 27 Se hicieron seis tablones para
el fondo del habitáculo, al lado de
occidente, 28 y dos para los ángulos
Construcción de todo lo mandado. del habitáculo en el fondo; 29 eran
dobles desde la basa hasta arriba,
8
Los hombres hábiles, de los que junto al primer anillo; así se hicieron
trabajaban en la obra, hicieron el estas planchas para los dos ángulos.
30 Había, pues, ocho tablones con
habitáculo de diez cortinas de hilo
torzal, de lino jacinto, púrpura y dieciséis basas, dos bajo cada tablón.
31
carmesí, con querubines, en un artís- Se hicieron cinco travesanos de
tico tejido. 9 El largo de cada cor- madera de acacia para los tablones
tina era de veintiocho codos, y el de un costado del habitáculo, 32 cinco
ancho de cuatro, todas de las mis- para el otro costado y cinco para los
mas medidas. 10 Uniéronse cinco de del fondo, del lado de occidente.
33
estas cortinas en un conjunto y cinco El travesaño de en medio se exten-
en otro. 11 Se pusieron los lazos de día a todo lo largo de los tablones del
jacinto al borde de la cortina que uno al otro extremo. 34 Se revistieron
terminaba el primer conjunto, y lo de oro Jas tablas, y se hicieron de
mismo se hizo al borde de la última oro los anillos por donde pasaban
cortina del segundo. 12 Cincuenta las barras traveseras, y se revistieron
lazos para la primera cortina y otros éstas de oro. 35 Se hizo el velo de
cincuenta para el borde de la última jacinto, púrpura, carmesí e hilo de
del segundo conjunto, correspon- lino torzal, con querubines trazados
diéndose los lazos unos con otros. en un artístico tejido. 36 Se hicieron
100 ÉXODO, 37. 38
31 Moisés,
con su base, y la consagrarás 12 Harás ella para las abluciones;
avanzar a Arón y a sus hijos cerca Arón y sus hijos se lavaron en ella
de la entrada del tabernáculo, y los manos y pies. 32 Siempre que entra-
lavarás con el agua; l* y luego reves- ban en el tabernáculo de la reu-
tirás a Arón de sus vestiduras sagra- nión y se acercaban al altar, se la-
das, y le ungirás, y le consagrarás, vaban, como Yave se lo había man-
y será sacerdote a mi servicio; 14 harás dado Moisés. 33 Alzó el atrio en
a
acercar a sus hijos, y después de re- torno del habitáculo y del altar, y
vestirlos de sus túnicas, 15 los ungirás puso la cortina a la entrada del atrio.
como ungiste al padre, y serán sacer- Así acabó Moisés su obra.
dotes a mi servicio. Esta unción los
ungirá sacerdotes perpetuamente entre
sus descendientes." La gloría uc Dios llena
18 Moisés hizo todo lo que le or- el tabernáculo.
denó Yave; como se lo ordenó, así
lo hizo. 34 Entonces la nube cubrió el ta-
17
El día primero del año segundo bernáculo de la reunión, y la gloria
fué alzado el tabernáculo; 18 Moisés de Yave llenó el habitáculo. 35 Moi-
lo alzó, puso los tablones, las barras, sés no podía ya entrar en el taber-
los travesanos, y alzó las columnas; náculo de la reunión, porque estaba
19
extendió el tabernáculo sobre el encima la nube, y la gloria de Yave
habitáculo, y puso por encima la llenaba el habitáculo (1).
cubierta del tabernáculo como se lo 38 Todo el tiempo que los- hijos de
había mandado a Yave
Moisés. Israel hicieron sus marchas, se ponían
20 Tomó testimonio y lo puso dentro
el en movimiento cuando se alzaba la
del arca, y puso las barras del arca, nube sobre el tabernáculo, 37 y si la
y encima de ella el propiciatorio. nube no se alzaba, no marchaban,
21 Llevó el arca al habitáculo, y ha- hasta el día en que se alzaba. 38 Pues
biendo colocado el velo de separa- la nube de Yave se posaba durante
ción, ocultó el arca del testimonio, el día sobre habitáculo, y durante
el
como Yave se lo había mandado a la noche la nube
se hacía ígnea a la
Moisés. vista de todos los hijos de Israel,
22 Puso mesa en
tabernáculo
la el todo el tiempo que duraron sus
de la reunión, al lado norte del habi- marchas.
táculo por delante del velo, 23 y dis-
puso en ella los panes, como Yave (i) La gloria de Dios en forma de nube
se lo había mandado a Moisés. 24 Puso llena el tabernáculo, como llenará luego el
el candelabro en el tabernáculo de templo. Es como la toma de posesión de éstos
por Dios y una forma sensible de su habitación
la reunión, frente por frente de la
en medio del pueblo. Asi Israel, a quien se le
mesa, al lado meridional del habi- prohibe toda representación sensible de la
táculo, 26 y colocó en él las lámparas, divinidad, tiene algo sensible en que apoyar
como Yave se lo había mandado a su fe.
LE VITICO
Leyes acerca de los holocaustos. Inio, para ser grato a Yave; 4 pondrá
su mano sobre la cabeza de la víc-
•i
1 Llamó Ya ve
a Moisés y le habló jtima, y será acepta ésta para expia-
' tabernáculo de la reunión,
desde el |
ción suya, 4 e inmolará la res ante
2
diciendo: «Habla a los hiios de Is- í Yave. Los sacerdotes, hijos de Arón,
rael, y diles: Quien de vosotros ofre- !
llevarán la sangre y la derramarán
ciere a Ya ve una ofrenda de reses (1) en torno del altar que está a la en-
ofrecerá ganado mayor o ganado trada del tabernáculo de la reunión.
menor. 3 Si su ofrenda es de holo- 6 la víctima y la descuar-
Desollarán
7
causto de ganado mayor, será de un tizarán. Los hijos del sacerdote
macho inmaculado; lo traerá a la Arón pondrán fuego en el altar y
puerta del tabernáculo del testimo- dispondrán la leña sobre el fuego,
8
y ordenarán sobre ella los trozos
con la cabeza y lo pegado al hígado,
(i) El sacrificio es la oblación hecha a 9
Dios de un ser vivo, matándole, y en esto se las entrañas y las patas, lavadas
diferencia de la minia, que es la oblación de antes en agua, y todo lo quemará
frutos de la tierra. Hay cuatro especies de sacri- el sacerdote sobre el altar. Es holo-
ficio: el holocausto, en que toda la víctima se
j
causto y suave olor a Yave.
consume por el fuego, en honor de Dios; el 10 Si la ofrenda es de ganado menor,
sacrificio expiatorio del pecado, y el sacrificio
holocausto de oveja o cabra, ofrecerá
expiatorio del delito, en los cuales una parte 11
de la víctima cede en favor del sacerdote, ! un macho inmaculado, y lo inmo-
y por eso se dice que los sacerdotes comen los lará al lado del altar que mira al
pecados del pueblo; el sacrificio pacífico o norte, ante Yave; y los sacerdotes,
eucarístico, en que participa también el oferente, hiios de Arón, derramarán la sangre
en banquete sagrado de comunión. La distin- en torno del altar 12 Lo descuartizarán
ción entre el pecado y el delito parece estar en
la voluntariedad. El primero se comete sin
en torno del altar. 12 Lo descuartiza-
advertencia contra algo santo; el segundo con rán, y con la cabeza y el sebo lo dis-
advertencia, y es. además de contra' a santidad, pondrá el sacerdote sobre la leña
«-ontra la justicia. I
encendida del altar. 13 Las entrañas
1U6 LEVÍTICO, 2, 3
y las patas se lavarán con agua, y altar como ofrenda de suave olor.
todo lo quemará el sacerdote sobre 13
A toda oblación que presentes le
el altar. Es holocausto y olor suave pondrás sal; no dejarás que a tu
a Yave. ofrenda le falte la sal de la alianza
14 ofrenda a Yave fuere un
Si la de Yave; en todas tus ofrendas ofre-
holocausto de aves, ofrecerá tórtolas cerás sal.
o pichones. 16 El sacerdote llevará la 14 Si hicieres
a Yave una oblación
víctima al altar, y quitándole la ca- de primicias, la harás de espigas
beza, la quemará en el altar; la sangre tostadas al fuego y hechas una pasta.
la dejará correr sobre un lado del Asi ofrecerás la minja de tus primi-
altar; 16 los intestinos con sus excre- cias, 15 y derramarás aceite sobre
mentos los tirará junto al altar, al ella, y pondrás encima incienso. Es
lado de oriente, en el lugar donde se minja. 16 De ella quemará el sacer-
echa la ceniza. 17 Le romperá las dote la memoria, una parte de la
alas, sin separarlas del todo, y el pasta con aceite y todo el incienso
sacerdote la quemará sobre la leña combustión de Yave.
encendida en el altar. Es holocausto
y suave olor a Yave.
Leyes acerca de los sacrificios
eucaristicos.
Leyes acerca de las oblaciones.
Q Quien ofreciere un sacrificio pa-
1
Yave ha de ser sin levadura, pues recubre y el que hay entre ellos y
nada fermentado,, ni que contenga los Ionios, y la redecilla del hígado
miel, se ha de quemar en el sacrificio sobre los ríñones. 11 El sacerdote lo
de holocausto a Yave. 11 Podréis, sí, quemará sobre el altar. Es manjar
presentarlo como ofrenda de pri- de combustión a Yave.
micias, pero no se pondrá sobre el 12 Si lo que ofreciere a Yavt ts
LEVÍTICO, 4 107
dote lo quemará sobre el altar, man- drán sus manos sobre la cabeza del
jar de combustión de suave olor a novillo ante Yave; 16 el sacerdote
Yave. Todo sebo a Yave. 17 Esta es ungido llevará la sangre del novillo
17
una ley perpetua para vuestros des- al tabernáculo de la reunión, y
cendientes, donde quiera que habitéis. mojando su dedo en la sangre, asper-
Vosotros no comeréis ni sangre ni ,
gerá siete veces ante Yave hacia el
sebo. velo; 18 untará de sangre los cuernos
del altar, que está ante Yave en el
tabernáculo de la reunión, y la de-
Leyes aceren de los sacrificios rramará ai pie del altar de los holo-
expiatorios por el pecado. caustos, que está a la entrada del
tabernáculo de la reunión. 19 Luego
A 1
Yave habló a Moisés, diciendo: cogerá todo el sebo del novillo y lo
a
«Habla a los hijos de Israel, y quemará en el altar, 20 haciendo con
diles: Si pecare alguno por ignoran- este novillo como con el novillo an-
cia, haciendo algo contra cualquiera terior. Así los expiará el sacerdote y
de los mandatos prohibitivos de Yave: les será perdonado. 21 Llevará el no-
?
Si es el sacerdote ungido el que villo fuera del campamento, y lo
peca, haciendo así culpable al pueblo, quemará como el anterior. Este es el
ofrecerá a Yave por su pecado un sacrificio por el pecado de la asam-
novillo sin defecto en sacrificio expia- blea de los hijos de Israel.
22
torio. 4 Llevará el novillo a la entrada Si el que pecó es un príncipe del
del tabernáculo de la reunión ante pueblo, haciendo por ignorancia algo
Yave, y después de poner la mano de lo que. los mandamientos de Yave,
sobre su cabeza, lo degollará ante su Dios, prohiben, incurriendo así en
Yave. 5 El sacerdote ungido tomará culpa; 23 al darse cuenta del pecado
la sangre del novillo, y la llevará al cometido, llevará como ofrenda un
tabernáculo de la reunión; 6 y mo- macho cabrío sin defecto; 24 pondrá
jando un dedo en la sangre, hará siete su mano sobre la cabeza, y lo dego-
aspersiones ante Yave hacia el velo llará en el lugar donde se degüellan
del santuario; 7 untará de ella los los holocaustos a Yave; es sacrificio
cuernos del altar del timiama, y de- por el pecado; 25 el sacerdote mojará
rramará todo el resto de la sangre su dedo en la sangre de la víctima
del novillo en torno del altar de los y untará de ella los cuernos del altar
holocaustos, que está a la entrada de los holocaustos, y la derramará;
del tabernáculo de la reunión. 8 Co- la derramará al pie del altar. 26 des-
gerá luego el sebo del novillo sacri- pués quemará todo el sebo en el altar,
ficado por el pecado, el sebo que cubre como quema en los sacrificios pa-
se
las entrañas y cuanto hay sobre cíficos. Así le expiará el sacerdote
ellas, 9 los dos ríñones con el sebo de su pecado, y le será perdonado.
que los cubre y el que hay entre ellos 27
Si el que por ignorancia pecó
y los lomos, y la redecilla del hígado es uno del pueblo, haciendo algo que
sobre los ríñones, 10 como se coge en Yave ha prohibido hacer, e incu-
el novillo del sacrificio pacífico, y lo rriendo así en culpa; 28 al caer en
quemará en el altar de los holocaustos. la cuenta de su pecado, llevará en
11 La piel del novillo, sus carnes, la ofrenda una cabra sin defecto, hem-
cabeza, las piernas, las entrañas y bra, por pecado cometido; 29 pondrá
el
12
los excrementos, lo llevará todo su mano sobre la cabeza de la vícti-
mera del campamento a un lugar ma por el pecado, y la degollará en
IU8 LEVlTICO. 5
cid por el delito; 25 y ofrecerá a Yave amasada con aceite, y la ofrecerá ca-
fen por el delito un carnero
sacrificio liente en suave olor a Yave. 15 Tam-
sin defecto de la grey, y lo llevará bién el sacerdote ungido de su linaje
al sacerdote según su estimación; ofrecerá esto como oblación. Es ley
26 el sacerdote hará por él la expia- perpetua ante Yave; toda se quemará.
18 Toda oblación de sacerdote se
ción ante Yave, y le será perdonado
el delito de que se hizo reo.» quemará toda, no se comerá.»
17
Yave habló a Moisés diciendo:
18 «Di a Arón
Leyes acerca de los holocaustos, y a sus hijos: Esta
oblaciones y sacrificios de diversa es la ley de la hostia por el pecado:
especie. Se inmolará donde se inmola ante
Yave el holocausto. Es cosa santí-
1
Yave habló a Moisés, diciendo: sima. 19 El sacerdote que la ofrece
" «Manda a Arón y a sus hijos, y la comerá en lugar santo, en el atrio del
diles: 2 Esta es la ley del holocausto: tabernáculo de la reunión. 20 Quien-
El holocausto arderá sobre el hogar quiera que tocare la carne, se santi-
del altar de la noche a la mañana, ficará. Si la sangre mojare alguna ves-
y el fuego del altar se tendrá siempre tidura, será lavada en lugar santo.
encendido. 3 El sacerdote, revestido 21 La vasija en que se cueza, si es de
de la túnica de lino, y puestos sobre barro se romperá, si es de bronce se
su carne los calzones de lino, quitará fregará y lavará en el agua. 22 La
la ceniza que deje el fuego que con- comerán los varones de los sacer-
sumió el holocausto, y la pondrá al dotes, es cosa santísima. 23 Pero n o
4 luego, quitándose se comerá ninguna víctima expiato -
lado del altar;
esas vestiduras, y poniéndose otras, ria cuya sangre se haya de llevar al
llevará la ceniza fuera del campa- tabernáculo de la reunión para hacer
mento a un lugar puro. 5 El fuego la expiación del santuario; ésa no se
arderá siempre en el altar, sin que se comerá, será quemada.»
apague: el sacerdote lo alimentará
con leña todas las mañanas, pondrá T 1
Esta es la ley del sacrificio por
2
sobre ella el holocausto, y quemará ^ el delito. Es cosa santísima. La
allí el sebo de los sacrificios pacíficos. víctima del sacrificio por el delito
6
Es fuego perenne que ha de arder será degollada en el lugar donde se
en el altar sin apagarse.» degüella el holocausto. La sangre se
' Esta es la ley de la minja: «Los derramará en torno del altar. 3 Se
hijos de Arón la presentarán a Yave ofrecerá todo el sebo: la cola, el sebo
ante el altar. 8 El sacerdote tomará que recubre las entrañas, 4 los dos
un puñado de flor de harina con su ríñones, con el sebo que los cubre y
aceite y todo el incienso puesto sobre el que hay entre los ríñones y los
la ofrenda, y lo quemará en el altar, lomos, y la redecilla del hígado sobre
en olor de suavidad, como memoria los ríñones. 5 El sacerdote lo quemará
9
a Yave. Lo que resta de la ofrenda en el altar. Es combustión de Yave,
10 comerán Arón y sus hijos. Lo co- víctima por el delito. 6 Comerán la
merán sin levadura, en lugar santo, carne los varones de entre los sacer-
en el atrio del tabernáculo de la dotes, en lugar santo: es cosa santí-
reunión. 10 No se cocerá con leva- sima. 7 Como el sacrificio por el pe-
dura. Es la parte que yo les destino cado, así se hará el sacrificio por el
de mis ofrendas de combustión: cosa delito. La ley para uno y otro es la
santísima, como el sacrificio por el misma. La víctima será del sacerdote
pecado, y el sacrificio por el delito. que la ofrezca. 8 Del sacerdote que
11 Lo comerán ofrezca un holocausto será la piel
los varones, hijos de
Arón. Es ley perpetua para vuestros de la víctima que ha ofrecido. 9 Toda
descendientes sobre las ofrendas he- minja, amasada con aceite o seca,
chas a Yave por el fuego. Quienquiera será de los hijos de Arón. 10 Se dis-
que la toque, se santificará.» tribuirá entre ellos por partes iguales.
12 Yave
habló a Moisés, diciendo: 11 He aquí
la ley del sacrificio pací-
13 «He aquí fico que se ofrece a Yave: 12 Si se ofre-
la ofrenda que han de
hacer los hijos de Arón el día de su ce en acción de gracias, con la víctima
unción: un décimo de efa de flor de eucarística ofrecerán panes ácimos
harina, como oblación perpetua, la amasados con aceite," tortas ácimas
mitad por la mañana, la mitad por untadas de aceite; frisuelos de flor
la tarde, 14 se freirá en la sartén, de harina^amasada con aceite. 13 Tam-
1 10 LEVÍTICO, 8
8
ficio pacífico por el pueblo. Los hijos Yave habló a Arón, diciendo:
de Arón le presentaron la sangre, * «No beberás vino ni bebida alguna
que él derramó en torno del altar; inebriativa, tú, ni tus hijos, cuando
y el sebo del toro y del carnero, entréis en el tabernáculo de la reunión,
la cola, el sebo que recubre las entra- para que no muráis. Es ley perpetua
ñas, los ríñones y la redecilla del hí- entre tus descendientes, 10 para que
gado, 20 las partes grasas las puso sepáis discernir entre lo santo y lo
sobre los pechos. Arón quemó los profano, lo puro y lo impuro, 11 y
sebos en el altar, 21 después balanceó enseñar a los hijos de Israel todas
los pechos ante Yave, y el brazuelo las leyes, que por medio de Moisés
derecho en ofrenda balanceada, como les ha dado Yave.»
lo había mandado Moisés. 12
Moisés dijo a Arón, a Eleazar
22 Arón, alzando su mano hacia el
y a ltamar, los dos hijos que le que-
pueblo le bendijo, y bajó después daban a Arón: «Tomad la ofrenda
de haber ofrecido el sacrificio por el que resta de los sacrificios hechos a
pecado, el holocausto y el sacrificio Yave, y comedia sin levadura cerca
pacífico. 23 Moisés y Arón entraron del altar, pues es cosa santísima.
en el tabernáculo de la reunión; y 13 La comeréis en lugar santo. Es tu
cuando salieron bendijeron al pueblo, derecho y el derecho de tus hijos
y la gloria de Yave se apareció a sobre las ofrendas hechas a Yave,
todo el pueblo, 24 y fuego mandado como me ha sido ordenado. 14 Come-
por Yave consumió en el altar el réis en lugar puro, tú y tus hijos y
LEVÍTICO. 11
en el tiempo de su menstruación. 8 El 7
Pero si, después de haber sido exa-
octavo día será circuncidado el hijo, minado por el sacerdote y declarado
4 pero ella quedará todavía en casa puro, la mancha se extendiere, será
durante los treinta y tres dfas de la llevado a él nuevamente para que le
LEVÍTICO, 13 115
45 El leproso, manchado
de lepra, Será conducido al sacerdote, 3 que
llevará rasgadas sus vestiduras, des- saldrá a su encuentro fuera del cam-
nuda la cabeza, y cubrirá su rostro, pamento y le examinará. Si la plajía
e irá clamando: «¡inmundo, inmundo! de la lepra ha desaparecido del le-
46 Todo el tiempo que le dure la lepra 4
proso, mandará tomar para el que
será inmundo. Es impuro y habitará ha de purificar dos .avecillas vivas,
solo; fuera del campamento tendrá puras, madera de cedro, un hilo de
su morada. púrpura e hisopo; 5 degollará una de
47 Si
apareciere mancha de lepra las aves encima de una vasija llena de
en un vestido, sea de lana, sea de agua viva; 6 y tomando el ave viva,
lino; 48 o en hilo de trama o de ur- cedro, el hilo de púrpura y el
el
dimbre; o en una piel, o un objeto hisopo, los mojará, lo mismo que el
cualquiera de cuero; 49 si la mancha ave viva, en la sangre del ave de-
es de color verdoso o rojizo, es plaga gollada sobre el agua viva; 7 asper-
de lepra. 50 Se le enseñará al sacer- gerá siete veces al que ha de ser
dote, quien después de examinar la purificado de la lepra, y le declarará
mancha, encerrará el objeto por siete puro, dando suelta en el campo al
días. 51 El séptimo examinará de ave viva. 8 Luego, el que ha de ser
nuevo la mancha; si ésta se ha ex- purificado lavara sus vestidos, raerá
tendido sobre el vestido, el hilo de todo su pelo y se bañará en agua, y
trama o de urdimbre, la piel o el será puro. Podrá ya entrar en el
objeto de cuero, es plaga de lepra campamento, pero quedará por siete
tenaz; la cosa es impura. 52 Se que- días fuera de su tienda.
9
mará el vestido, el hilo de trama o El día séptimo raerá todo su
de urdimbre, la piel o el objeto de pelo, sus cabellos, su barba, sus cejas,
cuero en que se halla la mancha, todo su pelo, lavará sus vestidos, y
pues es lepra tenaz; el objeto será bañará su cuerpo en agua, y será
quemado al fuego. 83 Pero si ve que limpio. 10 El día octavo tomará dos
la mancha del vestido, la urdimbre, corderos sin defecto y una oveja
la trama, o el objeto de cuero no se primal sin defecto y tres décimos de
ha extendido, 64 mandará lavar aque- efa de flor de harina, amasada con
llo en que apareció la lepra y lo aceite, y un log de aceite. 11 El sacer-
encerrará por otros siete días. 65 Si dote que haga la purificación presen-
después de lavada, ve que la man- tará ante Yave al hombre que ha de
cha no ha mudado de aspecto, aun- purificarse, con todas esas cosas, a
que no haya cundido, es inmundo, la entrada del tabernáculo de la
y sequemará porque está infectado reunión. 12 Tomará uno de los dos
en reverso o en el anverso. 66 Pero
el corderos, para ofrecerle en sacrificio
si el sacerdote ve que después del expiatorio y el log de aceite, y lo
lavado la parte manchada ha mu- agitará ante Yave; 13 luego degollará
dado el color, la arrancará del ves- >
el cordero donde se inmola la vícti-
tido o del cuero, de la urdimbre o ma expiatoria y el holocausto, en
de la trama; 57 y si después de esto lugar santo, porque la víctima del
se viera que en el vestido o en la sacrificio expiatorio, como la del sa-
urdimbre o en la trama o en el ob- crificio por el pecado, es para el sacer-
jeto de cuero cunde todavía la man- dote, es cosa santísima. 14 El sacer-
cha, se quemarán. 58 Pero si después dote, tomando la sangre del sacrifi-
del lavado, en la urdimbre o la trama cio expiatorio, untará de ella el ló-
o el objeto de cuero la mancha ha bulo de la oreja derecha del que se
desaparecido, se lavará otra vez, y y el pulgar de la mano de-
purifica
será puro. 59 Tal es la ley de la recha y del pie derecho. 15 Tomará
lepra del vestido, de lana o lino, de el log de aceite, y echando de él en
la urdimbre o de la trama y de todo la palma de su mano izquierda,
el índice de su mano dere-
16 meterá
objeto de cuero, para declararlos
mundos o inmundos. cha en el aceite que tiene en la palma
de su mano izquierda, y hará con él
Ley acerca de la purificación del por siete veces aspersión ante Yave.
17 Después, del aceite que le queda
leproso.
en la palma untará el lóbulo de la
A 4 1 Yave habló a Moisés, dicien oreja derecha del que se purifica y
do: 2 «Esia
será la ley del le el pulgar de la mano derecha y del
proso para el día de su purificación: ib e derecho, encima de la sangre de
LEVÍTICO. 14 117
1
l
a víctima; 18 el resto del aceite que de la casa irá a ponerlo en conoci-
ie queda en la palma lo echará sobre miento del sacerdote, diciéndole: Noto
a cabeza del que se purifica, cum- que hay en mi casa una mancha.
pliendo asi la expiación por él ante 36 El sacerdote mandará desocupar
Yave. 19 Luego el sacerdote ofrecerá la casa antes de ir a examinar la
el sacrificio por el pecado, haciendo mancha, para que no se contamine
la expiación del que se purifica de cuanto hay en ella. Desocupada, irá
su mancha; 20 y después de inmolar el sacerdote a examinarla. 37 Exa-
el holocausto, lo ofrecerá en el altar minará la mancha, y si en las pare-
con la oblación, y así hará por él la des de la casa hallare cavidades ver-
expiación y será puro. dosas o rojizas como hundidas en la
21 Si fuere pobre
y no pudiere pro- pared, 38 saldrá a la puerta de la
curarse las víctimas ordinarias, to- casa, y la hará cerrar por siete días.
39
mará sólo un cordero, que se ofre- Al séptimo día volverá el sacer-
cerá en sacrificio expiatorio, en ofren- dote; y si ve que la mancha ha cun-
da de expiación. Llevará una décima dido en las paredes de la casa, 40 man-
de flor de harina amasada con aceite, dará quitar las piedras manchadas y
para la ofrenda, y un log de aceite; arrojarlas fuera de la ciudad, en un
22
también dos tórtolas o dos picho- lugar impuro; 41 hará raspar la casa
nes, según sus facultades, uno como toda en lo interior, arrojándose en
víctima expiatoria, el otro para el un lugar impuro el polvo que se ras-
holocausto. 23
Lo presentará el día pe. 42 Se tomarán otras piedras y se
octavo al sacerdote para su purifi- pondrán en el lugar de las quitadas,
cación, a la entrada del tabernáculo y se revocará de nuevo. 43 Si la
de la reunión, ante Yave. 24 El sacer- mancha reapareciere nuevamente en
dote tomará el cordero de la expia- la casa después de haber quitado las
ción y el log de aceite y los agitará piedras y de haberla raspado y revo-
ante Yave; 25 y después de haber cado de nuevo, 44 volverá el sacer-
inmolado el cordero del sacrificio de dote a examinarla. Si la mancha hu-
expiación, tomará de su sangre y la biere cundido en la casa, es lepra
pondrá en el lóbulo de la oreja dere- corrosiva de la casa: es impura. 45 Se
cha del que se purifica y sobre el demolerá, y las piedras, la madera y
dedo pulgar de la mano derecha y todo el mortero se llevarán fuera de
del pie derecho. 26 Echará luego aceite la ciudad a un lugar impuro. 46 Quien
en la palma de su mano izquierda, entrare en la casa durante el tiempo
27
y con el dedo índice de su mano que se ha tenido cerrada, será im-
derecha hará siete veces aspersión puro hasta la tarde. 47 Quien hubiere
ante Yave; 28 untará del aceite que dormido en ella lavará sus vestidos,
tiene en la mano el lóbulo de la oreja y quien en ella hubiere comido lavará
derecha del que se purifica y el pulgar sus vestidos.
de la mano derecha y del pie dere- 48 Pero si
el sacerdote, al volver
cho en el lugar donde puso la sangre a la casa, ve que la mancha no ha
de la víctima expiatoria. 29 Lo que cundido en ella después que la casa
le quede en la mano lo echará sobre ha sido revocada de nuevo, decla-
la cabeza del 'que se purifica, para rará pura la casa, pues el mal se ha
hacer por él la expiación ante Yave. curado. 49 Entonces tomará para ex-
30 Después
ofrecerá una de las tór- piar la casa dos avecillas, madera de
tolas o uno de los pichones que haya cedro, lana escarlata e hisopo: 50 de-
podido procurarse, 31 el uno en sacri- gollará una de las aves sobre una
ficio por el pecado, el otro en holo- vasija de barro con agua viva, 51 y
causto, con la ofrenda; y así el sacer- tomando luego la madera de cedro,
dote hará la expiación, ante Yave, el hisopo y la lana escarlata con la
del que se purifica. 32 Esta es la ley otra ave, lo mojará todo en la sangre
de la purificación del que tiene plaga del ave degollada sobre el agua viva,
de lepra y no puede presentar las y aspergerá la casa siete veces. 52 Pu-
víctimas ordinarias.» rificará la casa con la sangie del
33 Yave
habló a Moisés y Arón, ave, el agtia viva, el ave viva, la
diciendo: 34 «Cuando hayáis en- madera de cedro, el hisopo y la lana
trado en la tierra de Canán que yo escarlata 43 y dará suelta al ave viva
voy a daros en posesión, y mandare fuera de la ciudad, en el campo.»
yo la plaga de lepra a alguna casa de 54 Tal es la ley de toda clase de
la tierra que poseeréis, 35 el dueño mancha de lepra, o de netgc, 55 y
LEVÍTICO, 15, 16
de la lepra de los vestidos y de las con quien se acostare con emisión del
casas, 66 de las manchas brillantes, semen, se lavará como él, y como
de las escamosas y de las manchas, él será inmunda hasta la tarde.
57 mundo y 19
La mujer que tiene su flujo, flujo
para declarar lo lo in-
mundo. Esta es la ley de la lepra. de sangre en su carne, estará siete
días en su impureza. Quien la tocare
Inmundicia del hombre y de ln será impuro hasta la tarde. 20 Aque-
mujer. llo sobre que durmiere o se sentare
durante su impureza, será impuro,
21
1 ^ 1 Yave habló
2
a Moisés y Arón, y quien tocare su lecho, lavará
diciendo: «Hablad a los hijos sus vestidos, se bañará en agua y
de Tsrael y decidles: Cualquier hombre será impuro hasta la tarde. 22 Si algo
que padezca flujo seminal en su carne, hubiere sobre el lecho o sobre el asien-
será inmundo. 3 Esta es la ley de su to, quien lo tocare será impuro hasta
inmundicia en el finjo, ya sea por la tarde. 23 Lo que hubiere sobre su
destilar su carne el flujo, ya por lecho o sobre su asiento, quien lo
retenerlo, es inmundo. 4 Él lecho en tocare será impuro hasta la tarde.
24
que se acueste, el asiento en que se Pero si uno se acostare con ella,
siente, será inmundo. 5 Quien tocare será sobre él su impureza, y será
su lecho, lavará sus vestidos, se ba- inmundo por siete días, y el lecho en
ñará en agua, y será impuro hasta la que durmiere será inmundo.
25 La mujer
tarde. a Quien se sentare sobre un que tuviere flujo de
objeto sobre el que se sentó el que sangre por más tiempo del acostum-
padece el flujo, lavará sus vestidos, brado, prolongándose éste más allá
se bañará en agua, y será impuro de los días de su impureza, será im-
hasta la tarde. 7 Quien tocare la pura todo el tiempo que dure el flujo,
carne del enfermo, lavará sus vesti- como en e) tiempo del menstruo.
26
dos, se bañará en agua, y será im- El lecho en el cual durante él duer-
puro hasta la tarde. 8 Si el enfermo ma y todo objeto sobre el que se
escupe sobre un hombre puro, éste siente, será impuro, como en el
lavará sus vestidos, se bañará en tiempo del menstruo, 27 y quien los
agua, y será impuro hasta la tarde. toque será impuro y lavará sus ves-
9
El carro en que viaje el enfermo tidos, se bañará en agua, y será
será inmundo. 10 Quien tocare algo impuro hasta la tarde. 28 Cuando cu-
que haya estado debajo del enfermo rare de su flujo, contará siete días,
será impuro hasta la larde, y quien después de los cuales será pura. 29 Al
10 trasportare, lavará sus vestidos, octavo día tomará dos tórtolas o dos
se bañará en agua, y será impuro pichones, y los llevará al sacerdote
hasta la tarde. 11 Todo aquel a quien a la entrada del tabernáculo de la
el enfermo tocare sin haberse antes reunión. 30 El sacerdote los ofrecerá,
lavado las manos en agua, lavará uno en sacrificio expiatorio y el otro
sus vestidos, se bañará en agua, y será en holocausto, y hará por ella la ex-
impuro basta la tarde. 12 Toda vasija piación ante Yave de la inmundicia
de barro que tocare se romperá, y de su flujo.
31 Enseñad
la de madera se lavará en agua. a los hijos de Tsrael
13 Cuando
esté curado de su flujo, a purificarse de sus inmundicias, no
contará siete dias para su purifica- sea que por ellas mueran, por man-
ción: lavará sus vestidos, bañará su char el tabernáculo que está en medio
cuerpo en agua viva, y será puro. de ellos.
14 Al octavo día, tomando dos tór- 82
Esta es la ley del que padece
tolas o dos pichones, se presentará flujo y efunde el semen, naciéndose
ante Yave, a la entrada del taber- inmundo, 38 y de la mujer en su flujo
náculo de la reunión, y se los dará menstrual; de cuantos padecen flujo,
al sacerdote, 16 que los ofrecerá, uno hombres o mujeres, y del hombre
en sacrificio expiatorio, el otro en que se acuesta con una mujer impura.
holocausto, y hará por él la expia-
ción ante Yave, por su flujo. Ley aceren de In fiesta anual de
16
El hombre que efundiere su lu expiación.
semen, lavará con agua todo su cuer-
po, 17
y toda ropa o piel en que se 1 1
Después de la muerte de los
efunda será lavada con agua, y s^-á 1U
f>
dos hijos de Arón, heridos al
inmunda hasta la tarde. 18 La mujer acercarse ante Yave, 2 dijo Yave a
LEVÍTICO, 16 119
Moisés: «Di a tu hermano Arón, que con que hayan pecado. Lo mismo
no entre nunca en el santuario por hará con el tabernáculo de la reunión,
detrás del velo que está delante del que está entre ellos, en medio de sus
propiciatorio de sobre el arca, no sea impurezas. 17 Que no haya nadie en
que muera, pues yo me muestro en el tabernáculo de la reunión, desde
la nube sobre propiciatorio (1).
el que él entre para hacer la expiación
He aquí el rito según el cual en-
3 del santuario hasta que salga, lucha
trará Arón en el santuario: Tomará la expiación por sí y por su casa y
un novillo para el sacrificio por el por toda la asamblea de Israel.
pecado y ün carnero para el holocaus- 18 Después irá al altar que está ante
to. 4 Se revestirá de la túnica santa Yave y hará la expiación de él, y
de lino, y se pondrá sobre sus carnes tomando sangre del novillo y sangre
el calzón de lino; se ceñirá un cintu- del macho cabrío, untará de ellas
rón de lino y cubrirá su cabeza con los cuernos del altar todo en torno;
19 hará con su
la tiara de lino, vistiéndoselos des- dedo siete veces la
pués de haberse lavado en el agua. aspersión de sangre, y le santificará
5
Recibirá de la asamblea de los hijos y le purificará de las impurezas de
de Israel dos machos cabríos, para el los hijos de Israel.
sacrificio por el pecado, y un carnero 20 Hecha la expiación
del santua-
para el holocausto; 6 Arón ofrecerá rio, del tabernáculo de la reunión y
su novillo por el pecado, y hará la del altar, presentará el macho cabrío
expiación por sí y por su casa. 7 To- vivo; 21 y poniendo sus dos manos
mará después los dos machos cabríos, sobre la cabeza del macho cabrío
y presentándolos ante Yave a la vivo, confesará sobre él todas las
entrada del tabernáculo de la reunión, culpas, todas las iniquidades de los
8
echará sobre ellos las suertes, una hijos de Israel y todas sus trasgre-
la de a Yave, otra la de a Azazel. siones con que han pecado, y los
9
Arón hará acercar el macho cabrio echará sobre la cabeza del macho
sobre que recayó la suerte de a cabrío, y lo mandará al desierto por
Yave, y le ofrecerá en sacrificio por medio de un hombre designado para
10
el pecado; el macho cabrío sobre ello. 22 El macho cabrío llevará sobre
el que recayó la suerte de a Azazel, sí todas las iniquidades de ellos a
le presentará vivo ante Yave, para tierra inhabitada, y el que lo lleve
hacer la expiación y soltarle después lo dejará en el desierto. 23 Después
a Azazel. 11 Arón ofrecerá el novillo Arón entrará en el tabernáculo de
del sacrificiopor el pecado, haciendo la reunión y se desnudará de las ves-
la expiación por sí y por su casa. tiduras de lino, que se vistió para
Después de degollar su novillo por entrar en el santuario; 24 y quitadas,
el pecado, 12 tomará del altar un in- se lavará su cuerpo con agua en
censario lleno de brasas encendidas, lugar santo, y se pondrá sus vesti-
de ante Yave, y dos puñados de ti- duras. Saldrá luego, ofrecerá su holo-
miama pulverizado, y lo llevará todo causto y el del pueblo, hará la ex-
detrás de la cortina; 13 echará el piación por sí y por el pueblo, 25 y
timiama en el fuego ante Yave, para quemará en el altar el sebo del sacri-
que la nube de incienso cubra el pro- ficio por el pecado. 26 El que habrá
piciatorio que está sobre el testimo- ido a soltar el macho cabrío a Azazel,
nio, y no muera. 14 Tomando luego lavará sus vestidos y bañará en agua
la sangre del novillo, aspergerá con su cuerpo, después de lo cual podrá
su dedo el frente del propiciatorio, entrar en el campamento. 27 Serán
haciendo con el dedo siete aspersio- llevados fuera del campamento el
nes. 15 Degollará el macho cabrío novillo y el macho cabrío inmolados
expiatorio del pueblo; y llevando su por el pecado, cuya sangre se intro-
sangre detrás del velo, hará como dujo en el santuario para hacer la
con la sangre del novillo, aspergién- expiación, y se consumirán por el
dola sobre el propiciatorio y delante fuego sus pieles, sus carnes y sus
de él, 16 y así purificará el santuario excrementos. 28 El que los queme
de las impurezas de los hijos de lavará luego sus vestidos, bañará en
Israel y de todas las trasgresiones agua su cuerpo y después podrá entrar
en el campamento.
29
(i) Es el comienzo del llamado código Esta será para todos ley perpe-
sacerdotal, que tiene como introducción todo tua; el séptimo mes, el día diez del
lo referente a la construcción del tabernáculo. mes, mortificaréis vuestras personas
120 LEVlTICO. 1?. 18
* 8
«Habla a Arón y a sus hijos habiten en medio de vosotros, come-
y a todos los hijos de Israel, y diles: rá sangre. ¡
(i) Un cadáver es algo impuro, su contacto I.os que |>iM'd«'ii comer las r<>-.a>
contamina, y el que por necesidad tiene que santas.
tocarlo, ha de purificarse. A los sacerdotes se
les prohibe tocar cadáver que no sea de un
2. ) 1
Habló Yave a Moisés, di-
próximo consanguíneo, y al sumo sacerdote
se le prohibe tocar aun al del padre y la madre.
* 2
«Habla a Arón y a
ciendo:
La santidad del sacerdote ha de ser mayor que sus hijos, para que respeten las cosas
la de los demás. santas que me consagran los hijos de
LEVÍT1CO. 23 125
Israel, y 110 profanen mi sanio nombre. quiera (le la Casa de Israel o de los
Yo, Yave. extranjeros que presente su ofrenda,
3 Diles: Cualquiera de vuestra es- sea en cumplimiento de su voto,
tirpe en vuestras generaciones que i
sea como ofrenda voluntaria, si lo
tenga sobre sí alguna impureza, guár- que ofrece a Yave es holocausto,
19
dese de acercarse a las cosas santas para que sea aceptable, la víctima
que los hijos de Israel ofrecen a Yave; ha de ser sin defecto, de entre los
si lo hiciere, será retirado de mi pre- bueyes, las ovejas o las cabras. 20 No
sencia. Yo, Yave. 4 El que de la ofreceréis nada defectuoso, pues no
estirpe de Arón tuviere lepra o flujo, sería aceptable. 21 Cuando uno ofrezca
no comerá de las cosas santas, hasta a Yave ganado mayor o ganado
no quedar puro. 5 Lo mismo el menor en sacrificio pacífico, sea para
que haya tocado a un inmundo : cumplir un voto, sea como ofrenda
manchado por el contacto de un ca- i
voluntaria, la víctima para ser acep-
dáver, o que haya derramado el semen, table ha de ser perfecta, sin defecto.
o que haya tocado un reptil que le 22
Un animal ciego, estropeado o
impurificó, o que esté impurificado mutilado, ulcerado, sarnoso o tiñoso,
por haber tocado a un impuro, que le no se lo ofreceréis a Yave, ni que-
transmitió su impureza, cualquiera !
maréis nada de él en el altar a Yave.
que ésta sea. 6 Quien tocare algo de Podrás inmolar como oferta volun-
eso será impuro hasta la tarde y no , taria un buey o una oveja que tenga
comerá cosa santa; se bañará en agua, un miembro demasiado largo o de-
7
y después de la puesta del sol será masiado corto, pero esa víctima no
puro y podrá comer cosas santas, i
sería aceptable para el cumplimiento
pues son su comida. 8 No comerá de i
de un voto. 24 No ofreceréis a Yave
animal mortecino ni desgarrado, man- un anima] que tenga los testículos
chándose con ello. Yo, Yave. 9 Que aplastados, hundidos, cortados o
guarden todos mis mandamientos, no arrancados; no lo ofreceréis a Yave;
sea que por algo de esto incurran en eso no lo haréis nunca en vuestra
pecado y mueran por haber profa- tierra. 25 Ni de la mano de un extran-
nado las cosas santas. Yo, Yave, que jero recibiréis tales víctimas, para
los santifico. 10 Ningún extraño co- ofrecerlas como alimento de vuestro
merá las cosas santas; ni el que habite Dios, pues están corrompidas y man-
en la casa del sacerdote, ni el merce- chadas y no os serían aceptables.
nario, las comerán; pero el esclavo 26 Yave dijo a Moisés: 27 «Al nacer
comprado a precio por el sacerdote, ¡
un becerro, un cordero o un cabrito,
y el nacido en su casa, podrán comer, quedarán siete días a la ubre de la
pues son su alimento. 12 La hija de madre; a partir del día octavo, serán
un sacerdote casada con un extraño ya en adelante agradables para ser
no podrá comer de las cosas santas; ofrecidos a Yave en sacrificio por
13 pero si enviudare,
o fuese repu- el fuego;
28 sea buey o cordero, no
diada, sin tener hijos, y vuelve a la inmoléis en el mismo día el animal
casa de su padre, como estaba en |
y su cría. 29 Cuando ofrezcáis a Yave
ella en su juventud, podrá comer !
un sacrificio de acción de gracias,
de lo que come su padre; mas ningún lo ofreceréis de manera que sea acep-
extraño comerá. 14 Quien por inad- table; 30 la victima será comida el
vertencia comiere una cosa santa, I
día mismo, sin dejar nada para el
restituirá al sacerdote con un quinto día siguiente. Yo, Yave.
31
de más. Guardad mis mandamientos, y
15 No
profanen los sacerdotes las ponedlos por obra; yo, Yave. 32 No
cosas santas de los hijos de Israel, profanéis mi santo nombre; sea yo
lo reservado a Yave, 16 y se carguen santificado en medio de los hijos de
la fealdad del delito cuando coman Israel. Yo, Yave, que os santifico
cosas santas. Yo, Yave, que los 33
las y os he sacado de la tierra de Egipto,
santifico. para ser vuestro Dios. Yo, Yave.
tardo hasta la tarde siguiente, guar- que está delante del testimonio, en
daréis vuestro sábado.» el tabernáculo de la reunión, Arón las
preparará, para que ardan continua-
mente, de la tarde a la mañana, en
Fiesta de los tabernáculos. presencia de Yave. Es ley perpetua
para vuestros descendientes. 4 Dis-
Yave habló a Moisés, diciendo:
33 pondrá siempre las lámparas en el
34 «Habla a los hijos de Israel y diles: candelabro de oro puro.
El día quince de este séptimo mes
es la fiesta de los tabernáculos, du-
rante siete días, en honor de Yave. Los panes de la propiciación.
38 El día primero asamblea santa; no
haréis en él ningún trabajo servil.
6 Tomarás de harina, \ cocerás
flor
38 Durante siete días ofreceréis a doce panes de dos décimas cada
Yave sacrificios de combustión. El uno; 8 y los colocarás, en dos rimeros
día octavo, asamblea santa, y ofre- de seis cada uno, sobre la mesa de
ceréis a Yave sacrificios de com- oro, delante de Yave.
7
Pondrás
bustión. Es asamblea santa; no haréis incienso puro sobre cada rimero, que
en él ningún trabajo servil. sea para el pan perfume de combustión
37 Estas son las fiestas de Yave
• a Yave. 8 Cada sábado, de continuo,
que convocaréis, para tener en ellas lo dispondrás así ante Yave, de parte
la asamblea santa y ofrecer a Yave de los hijos de Israel, en perpetua
sacrificios de combustión, holocaus- alianza. 9 Serán para Arón y sus
tos y oblaciones, víctimas y libacio- hijos,que los comerán en lugar santo,
nes, cada día lo que corresponda, porque es para ellos cosa santísima,
38 además de los sábados de Yave, entre las ofrendas de combustión
de vuestros dones, de vuestros votos hechas a Yave. Es ley perpetua.
y de todas las ofrendas voluntarias
que presentéis a Yave.
39
El día quince del séptimo mes, Castigo de un blasfemo
cuando hayáis recogido los frutos de
10
la tierra, celebraréis la fiesta de Yave El hijo de una mujer israelita ;
durante siete días. El primer día rjero de padre egipcio, que habitaba
será de descanso completo, e igual- entre los hijos de Israel, riñó en el
mente el octavo. 40 El primer día campo con el hijo de una mujer
tomaréis gajos de frutales hermosos, israelita y de padre israelita; 11 y
ramos de palmera, ramas de árboles profirió el Nombre y le maldijo. Su
frondosos, de sauces de ribera, y os madre se llamaba Salumit, hija de
regocijaréis ante Yave, vuestro Dios, Dabri, de la tribu de Dan. 12 Le encar-
durante siete días. 41 Celebraréis esta celaron hasta que Moisés pronun-
fiesta durante siete días cada año. ciase de parte de Yave lo que había
Es ley perpetua para vuestros des- de hacerse; 13 y Yave habló a Moisés,
cendientes, y la celebraréis el sép- diciendo: 14 «Haz sacar del campa-
timo mes. 42 Moraréis los siete días mento al blasfemo; que cuantos le
en cabanas; todo indígena de Israel han oído lé. pongan su mano sobre la
morará en cabañas, 43 para que sepan cabeza, y que toda la asamblea le
sus descendientes que yo hice habi- lapide. 15 Y hablarás a los hijos de
tar en cabañas a los hijos de Israel Tsrael, diciendo: Quienquiera que mal-
cuando los saqué ae la tierra de dijere a su Dios llevará sobre sí su
Egipto. Yo, Yave, vuestro Dios.» iniquidad: 18 y quien blasfemare el
44 Moisés promulgó las fiestas de nombre, de Yave será castigado con
Yave a los hijos de Israel. la muerte; toda la asamblea le lapi-
dará. Extranjero o indígena, quien
blasfemare el sagrado nombre, morirá.
Las lámparas del santuario.
04 1
Yave habló a Moisés, di- Penas contra los homicidas.
cien do: 2 «Manda a los hijos de
Israel que te traigan para el cande- 17
Quien hiera a otro mortalmente,
labro aceite puro de olivas macha- morirá. 18 Quien hiera mortalmente a
cadas, para alimentar continuamente una bestia, restituirá bestia por bes-
las lámparas. 8 Por defuera del velo 19
fJ a. Al que. maltrata a su¿prójimo
128 NÚMEROS. 25
8
(2) Contarás siete semanas de
años, siete veces siete años, viniendo F.l rescate «le I"** propiedades j
24 En toda la tierra
resonar el sonido de la trompeta por y extranjeros.
de vuestra posesión daréis derecho a
(1) La razón del año sabático es, si no redimir la tierra. 18 Si tu hermano
única, principalmente, religiosa. Como en el empobreciere y vendiere algo de su
sábado descansan aun los animales, asf descan- propiedad, vendrá el que tenga de-
sará el año sabático la tierra. recho, su pariente más próximo, y
(2) El año jubilar, que viene a ser la última rescatará lo vendido por su hermano.
extensión de la ley sabática, es además una ins- 28 Si no tuviere rescatador, que bus-
titución de gran valor social, pues impide la
acumulación de la tierra en pocas manos y que él con qué hacer el rescate;
27 entonces descontará los años desde
mantiene la primitiva distribución.
LEVÍTICO 26, 129
obra, 4
yo mandaré las lluvias a su bronce vuestra tierra. 20 Serán vanas
tiempo, la tierra dará sus frutos, y vuestras fatigas, pues no os dará
los árboles de los campos darán sus la tierra sus productos, ni los árboles
trutos. 6
La trilla se prolongará entre de ella sus frutos. 21 Y
si todavía me
vosotros hasta la vendimia, y la ven- os oponéis y no queréis obedecerme,
dimia hasta la sementera, y comeréis os castigaré otras siete veces más
vuestro pan a saciedad, y habitaréis por vuestros pecados; 22 lanzaré con-
en seguridad en vuestra tierra. 6 Daré tra vosotros fieras, que devoren a
paz a la tierra, nadie turbará vuestro vuestros hijos, destrocen vuestro ga-
sueño, y dormiréis sin que nadie os nado y os reduzcan a escaso número,
espante. Haré desaparecer de vuestra de modo que queden desiertos vues-
tierra los animales dañinos, y no tros caminos.
23
pasará por vuestro país la espada. Si con tales castigos no os con-
7
Perseguiréis a vuestros enemigos, vertís a mí y seguís marchando con-
que caerán ante vosotros al filo de tra mí, 24 yo a mi vez marcharé contra
8 Cinco
la espada. de vosotros per- vosotros y os rechazaré, y os heriré
seguirán a ciento, ciento de vosotros también yo siete veces más por
perseguirán a diez mil, y vuestros vuestros pecados; 25 esgrimiré contra
enemigos caerán ante vosotros al vosotros la espada vengadora de mi
filo de la espada.
9
Yo volveré a alianza; os refugiaréis en vuestras
vosotros mi rostro, y os haré crecer ciudades, y yo mandaré en medio
y multiplicaros, y afirmaré mi alianza de vosotros la peste, y os entregaré
con vosotros. 19 Comeréis lo añejo, en manos de vuestros enemigos,
26 quebrantando todo
añejo, y habréis de sacar fuera lo vuestro sostén
añejo para encerrar lo nuevo. 11 Es- de pan; diez mujeres bastarán para
tableceré mi morada entre vosotros cocer el pan en un solo horno y os
y no os abominará mi alma. 12 ¡Mar- lo darán tasado; comeréis y no os
charé en medio de vosotros y seré hartaréis.
27
vuestro Dios, y vosotros seréis mi todavía no me obedecéis y
Si
pueblo. 13 Yo, Yave, vuestro Dios, seguís oponiéndoos a mí, 28 yo me
que os saqué de la tierra de Egipto, opondré a vosotros con furor y os
para que no fueseis esclavos en ella, castigaré siete veces más por vues-
rompí las coyundas de vuestro yugo tros pecados: 29 Comeréis las carnes
y hago que podáis andar erguida la de vuestros hijos; comeréis las car-
cabeza. nes de vuestras hijas; 30 destruiré
vuestros altares; abatiré vuestras este-
las consagradas al sol; amontonaré
Amenazan contra lo-¡ infieles. vuestros cadáveres sobre los cadá-
veres de vuestros execrables ídolos,
14 Pero si no me escucháis 31
y no y mi alma os abominará. Conver-
ponéis en obra mis mandamientos, tiré vuestras ciudades en desiertos,
15
si desdeñáis mis leyes y menos- saquearé vuestros santuarios y no
preciáis mis mandamientos y no los aspiraré ya más el suave olor de
ponéis todos por obra, y rompéis vuestros perfumes. 32 Devastaré la
19 que también yo tierra, y vuestros enemigos, que se-
mi alianza, ved lo
17
echaré sobre rán los que la habiten, se quedarán
haré con vosotros:
vosotros espanto, la consunción
el pasmados de ello; 33 y a vosotros
y la calentura, que debilitan los os dispersaré yo entre las gentes y os
ojos y destrozan el alma; sembra- perseguiré con la espada desenvai-
réis en vano vuestra simiente, pues nada en pos de vosotros; vuestra
serán los enemigos los que la comerán; tierra será devastada, y vuestras
me volveré airado contra vosotros y ciudades quedarán desiertas.
34 Entonces disfrutará
seréis dcrrol ados por vuestros ene- la tierra de
migos; os dominarán los que os abo- sus sábados, durante todo el tiempo
rrecen, y huiréis sin que os persiga que durare su soledad y estéis vos-
nadie. otros en la tierra de vuestros ene-
18
Si después de esto no me obe- migos. Entonces descansará la tierra
36 Todo el
decéis todavía, echaré sobre vos- y gozará de sus sábados.
otros plagas siete veces mayores por tiempo que quedará devastada, ten-
vuestros pecados; 19 quebrantaré la drá el descanso que no tuvo en vues-
fuerza de vuestro orgullo; haré como tros sábados, cuando erais vosotros
de hierro vuestro cielo y como de los que la habitabais. 38 A los que
LEVÍTICO. 27 131
hombre pagará aquel mismo dfa lo sagra a Yave con anatema es cosa
fijado,como cosa consagrada a Yave. santísima. 29 Nada consagrado con
21 El año del jubileo el campo vol- anatema podrá ser rescatado, habrá
verá a quien lo habla vendido, y de de ser muerto. 30 Toda décima de la
cuya heredad era parte. 25 Toda esti- tierra, tanto de las semillas de la
mación se según el siclo del
hará tierra como de frutos de los árboles,
santuario, que de veinte güera*.
es es de Yave. es cosa consagrada a Yave.
26 Nadie, sin embargo, podrá con- 31
Si alguno quisiera rescatar parte
sagrar el primogénito de su ganado, de su décima, habrá de añadir el
que como primogénito pertenece a quinto. 82 Las décimas del ganado
Yave; buey u oveja, de Yave es. mayor o menor, de todo cuanto
27
Si se tratare de animal impuro, pasa bajo el cayado, son de Yave.
será redimido conforme a tu estima- 33 No se mirará si es bueno o si es
ción, añadiendo sobre ella un quinto, malo, ni se trocará; y si se trocare,
y si no lo redimieren será vendido el animal y su trueque serán ambos
conforme a tu estimación. 28 Nada cosa santa, y no podrán ser resca-
de aquello que se consagre a Yave tadosii
para arriba, contándolos por sus nom- tela jacinto y pondrán encima de
ines. 41 Tomarás para mf a los levi- ella los platos, los cálices, las cazo-
tas, en lugar de todos los primogé- letas y los vasos de las libaciones;
8
nitos de los hijos de Israel, y el ganado el pan perpetuo irá sobre ella; ten-
de los levitas, en lugar de los primo- derán encima una tela carmesí, con
génitos del ganado de los hijos de que la envolverán, y una cubierta
Israel. Yo, Yave.» de pieles curtidas, y pondrán las
42
Moisés hizo el censo de todos los barras de la mesa. 9 Tomarán una
primogénitos de los hijos de Israel, tela jacinto, con la que cubrirán
según la orden que Yave le había el candelabro con sus lamparas, sus
dado. 43 Todos los primogénitos, con- despabiladeras, sus platos para los
tados por sus nombres, de un mes pábilos cortados y todos los utensi-
para arriba, fueron veintidós mil lios para el aceite que se emplean
doscientos setenta y tres. en su servicio 10 y con todos sus uten-
44 Yave habló a Mosiés, diciendo: silios; los cubrirán de pieles curtidas
45 «Toma a los levitas en lugar de los
y lo pondrán sobre unas angarillas.
primogénitos de lo- hijos de Israel y el 11 Tenderán un paño jacinto sobre
23
haciendo el censo de los de el tabernáculo de la reunión, que
jes,
treinta años par?, arriba hasta los Moisés y Arón enumeraron de orden
cincuenta, de todos los que han de de Yave dada a Moisés. 88 Hízose
prestar sus servicios y cumplir alguna el censo de los hijos de Gersón, por
función en el tabernáculo de la re- familias y linajes, 39 desde los treinta
unión. 24 He aquí los servicios de los años para arriba hasta los cincuenta,
linajes de Gersón, lo que habrán de de cuantos hacían servicio en el
hacer y lo que habrán de llevar. tabernáculo de reunión, 40 y fueron
26 Llevarán las cortinas del habitáculo enumerados por familias y linajes
y tienda de la reunión; su cubierta dos mil seiscientos treinta. 41 Estos
y la cubierta de pieles curtidas con son los enumerados de los linajes
que se cubren, 26 las cortinas del de Gersón todos los que hacían ser-
atrio y la de la puerta de entrada vicio en el tabernáculo de reunión
del atrio, todo lo que rodea la tienda que Moisés y Arón enumeraron de
y el altar, sus cuerdas y todos los orden de Yave. 42 Hízose el censo
utensilios de su servicio, y harán de las familias de los hijos de Merari
cuanto con ellos se ha de hacer. por familias y linajes 43 desde los
27 A las órdenes de Arón treinta años para arriba hasta los
y sus hijos
estará el servicio de los gersonitas cincuenta, de cuantos prestaban ser-
en lodo cuanto éstos han de hacer y vicio en el tabernáculo de la reunión,
llevar; vosotros asignaréis a cada uno 44
y fueron enumerados por familias
determinadamente lo que hayan de tres mil doscientos. 46 Estos son los
trasportar. 28 Este es el servicio enumerados de las familias de Me-
de los linajes de Gersón en el taber- rari, que Moisés y Arón enumeraron
náculo de reunión, y su vigilancia según la orden de Yave dada a
estirá a cargo de Itamar, hijo del Moisés. Todos los que fueron enu-
sacerdote Arón. merados en el censo que Moisés y
29
Haz el censo de los hijos de Me- Arón y los príncipes de Israel hicie-
rari según sus familias y linajes, ron de los levitas, por familias y lina-
30 contándolos desde los treinta años jes, 47 desde los treinta años para
para arriba hasta los cincuenta, todos arriba hasta los cincuenta, 48 todos
los adscritos al servicio y para cum- los que prestaban servicio de minis-
plir sus funciones en el tabernáculo terio o de trasporte en el taber-
de la reunión. 31 He aquí lo que ha- náculo de la reunión, vinieron a ser
hrán de trasportar, según sus ser- ocho mil quinientos ochenta. 49 Según
vicios, en el tabernáculo de la reunión: la orden dada por Yave a Moisés,
los tablones del habitáculo, sus tra- fueron designados cada uno para su
veseros, sus columnas y sus basas, propio ministerio y su propio cargo,
32
y las columnas, del atrio en derre- y los designados fueron aquellos que
dor, con sus Dasas, sus estacas y sus Yave había mandado.
cuerdas y todos los utensilios do sus
basas, y les indicaréis determinada-
mente los utensilios que han de tras- Leyes varias.
portar. 33 Este es el oficio del linaje
de los hijos de Merari, conforme a 1
Habló Yave a Moisés, diciendo:
su servicio en el tabernáculo de la ** * "Manda a los hijos de Israel que
reunión, bajo la vigilancia de Itamar, hagan salir del campamento a todo
hijo del sacerdote Arón.» leproso, a todo el que padece flujo,
v a todo inmundo por un cadáver.
3 Hombres o mujeres todos los haréis
Censo de los levitas. salir del campamento para que no
contaminen el campamento en que
34 Moisés y Arón y los príncipes habitan.» Asi lo hicieron los hijos
de la asamblea hicieron el censo de de Israel, haciéndolos s<dir del cam-
los hijos de Caat por linajes y fami- pamento; 4 como lo ordenó Moisés,
lias, 35 de cuantos eran de treinta así lo hirieron los hijos de Israel.
1 Habló Yave a Moisés, diciendo:
años para arriba hasta los cincuenta;
88 4 «Di
y los enumerados según sus fami- a lo<¡ hijos de Israel: Si uno,
lias y sus linajes fueron dos mil sete- hombre o mujer, comete uno de esos
87 éstos fueron los pecados que perjudican al prójimo,
cientos cincuenta;
enumerados del linaje de los caataitas, prevaricando contra Yave y hacién-
todos los que hacían el servicio en dose culpable, 7 confesará su pecado
NÚMEROS, 6
7
dió dos carros y cuatro bueyes a macho cabrío, para el sacrificio ex-
los hijos de Gersón, como lo pedía piatorio; 29 y para el sacrificio pa-
su servicio; 8 cuatro carros y ocho cífico, dos bueyes, cinco carneros,
bueyes a los hijos de Merari, con- cinco machos cabríos y cinco cor-
forme a su servicio, bajo la vigilan- deros primales. Esta fué la ofrenda
cia de ltamar, hijo de Arón, el sacer- de Eliab, hijo de Jelón.
30 El cuarto día el príncipe de los
dote; 9 pero no dió ninguno a los
hijos de Caat, porque el servicio hijos de Rubén, Elisur, hijo de Se-
suyo de las cosas santas habían de deur, 31 ofreció: un plato de plata
hacerlo llevándolas sobre sus hom- de ciento treinta siclos; un jarro
bros. 10
Los príncipes hicieron su de plata de setenta siclos, al peso
ofrenda para la dedicación del altar del siclo del santuario, ambos llenos
cuando fué ungido, presentando su de flor de harina amasada con aceite,
ofrenda ante el altar. 11 Yave dijo a para la ofrenda; 32 un frasquito de
Moisés: «Que presenten los prínci- oro de diez siclos, lleno de perfumes;
33 un
pes su ofrenda uno a uno, para la de- novillo, un carnero, un cordero
dicación del altar.» 12 Aquel día, el primal, para el holocausto; 34 un
primero, presentó su ofrenda Nasón, macho cabrío, para el sacrificio ex-
hijo de Aminadab, de la tribu de piatorio; 35 y para el sacrificio pací-
Judá, 13 ofreciendo un plato de plata fico, dos bueyes, cinco carneros, cinco
de ciento treinta siclos de peso y un machos cabrios y cinco corderos pri-
jarro de plata de setenta siclos, según males. Esta fué la ofrenda de Elisur,
el peso del siclo del santuario, ambos hijo de Sedeur.
36 El quinto
llenos de flor de harina amasada con día el príncipe de los
aceite, para las ofrendas; 14 un fras- hijos de Simeón, Salamiel, hijo de
37 ofreció: un plato de
quito de oro de diez siclos, lleno de Surisadai,
perfumes; 15 un novillo, un carnero plata de ciento treinta siclos; un
y un cordero primal, para el holo- jarro de plata de setenta siclos, al
causto; 16 un macho cabrío, para el peso del siclo del santuario, ambos
sacrificio expiatorio; 17 y para el llenos de flor de harina amasada
sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco con aceite, para la ofrenda; 38 un
carneros, cinco machos cabríos y frasquito de oro de diez siclos, lleno
cinco corderos primales. Esta fué la de perfumes; 39 un novillo, un car-
ofrenda de Nasón, hijo de Aminadab. nero y un cordero primal, para el
18 El segundo día hizo su ofrenda holocausto; 40 un macho cabrío, para
Natanael, hijo de Suar, principe de el sacrificio expiatorio; 41 y para el
Isacar. 19 Ofreció un plato de plata sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco
de ciento treinta siclos; un jarro de carneros, cinco machos cabríos y
plata de setenta siclos, al peso del cinco corderos primales. Esta fué
siclo del santuario, llenos ambos de la ofrenda de Salamiel, hijo de Suri-
flor de harina amasada con aceite, sadai.
para la ofrenda; 20 un frasquito de 42
El sexto día el príncipe de los
oto de diez siclos, lleno de perfumes; hijos de Gad, Eliasaf, hijo de Deuel,
21 un novillo, un carnero 43
y un cor- ofreció un plato de plata de ciento
dero primal, para el holocausto; 22 un treinta siclos; un jarro de plata de
macho cabrío para el sacrificio expia- setenta siclos, al peso del siclo del
23
torio; y para el sacrificio pacífico, santuario; ambos llenos de flor de
dos bueyes, cinco carneros, cinco harina amasada con aceite, para la
machos cabríos y cinco corderos pri- ofrenda; 44 un frasquito de oro de
. males. Esta fué la ofrenda de Nata- diez siclos, lleno de perfumes; 46 un
nael, hijo de Suar. novillo, un carnero, un cordero pri-
24 El tercer dia el príncipe de los mal, para el holocausto; 46 un macho
hijos de Zabulón, Eliab, hijo de cabrío, para el sacrificio expiatorio;
47
Jelón, 29 ofreció: un plato de plata y para el sacrificio pacífico, dos
de ciento treinta siclos, un jarro bueyes, cinco carneros, cinco machos
de plata de setenta siclos, al peso del cabríos y cinco corderos primales.
siclo del santuario, llenos ambos de Esta fué la ofrenda de Eliasaf, hijo
flor de harina amasada con aceite, de Deuel.
para la ofrenda; 26 un frasquito de 48 El
séptimo día el príncipe de
oro de diez siclos, lleno de perfumes; los hijos de Efraím, Elisama, hijo
27
un novillo, un carnero, un cordero de Amiud, 49 ofreció: un plato de
primal, para el holocausto; 28 un plata de ciento treinta siclos; un
144 NÚMEROS, 7
15
tabernáculo de la reunión para hablar y vendrán luego a servir en el taber-
con Yave, oía la voz que le hablaba náculo de la reunión. Así los purifi-
desde encima del propiciatorio puesto carás, y los ofrecerás en ofrenda agi-
sobre el arca del testimonio, entre los tada, 19 porque son donados a mí
comerán con pan ácimo y lechugas batida a martillo, que te sirvan para
amargas; 12 no dejarán de ella nada convocar la congregación, y para
para el día siguiente, ni quebranta- hacer mover el campamento. 3 Cuan-
rán ninguno de sus huesos; la cele- do se toquen las dos, acudirá a ti
¡
brarán conforme a todos sus ritos. toda la asamblea a la puerta del ta-
13
Si alguno, estando limpio y no bernáculo de la reunión; 4 cuando se
estando de viaje, dejare de cele- toque una sola, se congregarán a ti
brarla, ése será borrado de su pueblo; los príncipes jefes de los millares de
por no haber ofrecido a su tiempo Israel. s A un toque .estrepitoso, mo-
su ofrenda a Yave, llevará sobre sí verán su campamento los acampados
su culpa. 14 Si el extranjero que al oriente. 8 A un segundo toque de
habita entre vosotros celebra la pas- la misma clase, moverán su campa-
cua, guardará todas las leyes y ritos mento los acampados al mediodía;
que a ella se refieren. La ley será la y a un tercero los acampados a occi-
misma para vosotros, la misma para dente; estos toques son para ponerse
el extranjero que para el natural.» en movimiento.
7
También para reunir la congre-
gación las tocaréis, pero no con ese
La nube. toque. 8 Los hijos de Aron, los sacer-
dotes, serán los que toquen las trom-
15 El día en que fué alzado el petas, y éstas serán para vosotros de
tabernáculo, la nube cubrió el taber- uso obligatorio, por siempre en vues-
náculo, y desde la tarde hasta la tras generaciones. 9 Cuando en vuestra
mañana hubo sobre el tabernáculo tierra saliereis a la guerra contra el
como un fuego. 16 Así sucedía cons- enemigo que os atacare, tocaréis alar-
tantemente; de día lo cubría la nube, ma con las trompetas, y servirán de
y de noche la nube parecía de fuego. recuerdo ante Yave, vuestro Dios,
17 Cuando la nube se alzaba del taber- para que os salve de vuestros enemi-
náculo, partían los hijos de Israel; gos. 10 También en vuestros días de
y en el lugar en que se paraba la alegría, en vuestras solemnidades y
nube, allí acampaban los hijos de en las fiestas del comienzo de mes,
NÚMEROS, 11 147
1 O
María y Arón murmuraban de
1 desierto de Farán, según el mandato
Moisés por la mujer etíope que de Yave, todos de los jefes de los
éste había tomado, pues había to- hijos de Israel. 6 Sus nombres son:
mado Moisés por mujer una etíope. de la tribu de Rubén, Samua, hijo
2 Decían: «¿Acaso sólo con Moisés de Zecur; 6 de la tribu de Simeón,
habla Yave? ¿No nos ha hablado Safat, hijo de Juri; 7 de la tribu de
también a nosotros?» Oyó esto Yave. Judá, Caleb, hijo de Jefone; 8 de
3
Moisés era hombre mansísimo, más la tribu de Isacar, Jigal, hijo de
que cuantos hubiese sobre la haz José; 9 de la tribu de Efraím, Osea,
de la tierra. 4 Y dijo a Moisés, a hijo de Nun; 10 de la tribu de Ben-
Arón y a María: «Id los tres al taber- jamín, Falti, hijo de Rafu; 11 de la
náculo de la reunión.» 6 Una vez allí, tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de
descendió Yave en la columna de Sodi^ 12 de la tribu de Manasés, Gadi,
nube, y poniéndose a la entrada del hijo de Susi; 13 de la tribu de Dan,
tabernáculo, llamó a Arón y a María. Amiel, hijo de Gucmalí; 14 de la tribu
Salieron ambos, 6 y él les dijo: «Oíd de Aser, Setur, hijo de Miguel;
mis palabras: Si uno de vosotros pro- 15 de la tribu de Neftalí, Najbi, hijo
fetizara, yo me revelaría a el en de Vapsi; 16 de la tribu de Gad,
visión y le hablaría en sueños. 7 No Güel, hijo de Maqui. 17 Estos son los
así a mi siervo Moisés, que es en nombres de los mandados por Moi-
toda mi casa el hombre de confianza. sés para explorar la tierra.
8
Cara a cara hablo con él, y a las A Osea, hijo de Nun, le dió Moisés
claras, no por figuras; y él contem- el nombre de Josué. 18 Mandólos,
pla el semblante de Yave. ¿Cómo, pues, Moisés a explorar la tierra de
pues, os habéis atrevido a difamar a Canán, diciéndoles: «Subid de aquí
mi siervo Moisés?» 9 Y encendido al Negueb; después subid a los mon-
en furor contra ellos, fuése Yave. tes 19 y observad la tierra cómo es, qué
10 Apenas se había retirado del ta- gente la habita, si fuerte o floja, si
bernáculo la nube, apareció María poca o mucha; 20 qué tal es la tierra
cubierta de lepra, como de nieve; habitada, si buena o mala; cuáles
y miró Arón a María y la vió toda son sus ciudades, si abiertas o amu-
cubierta de lepra. 11 Dijo entonces ralladas; 21 cuál su terreno; si fértil
Arón a Moisés: «¡Oh mi señor, no o pobre, si con árboles o sin ellos.
eches sobre nosotros el peso de nues- Haceos fuertes y traed algunos frutos
tro pecado! Neciamente hemos obra- de esa tierra.» Era esto al tiempo
do, hemos pecado. 12 Que no quede de las primeras uvas. 22 Subieron ellos
como el abortivo, que sale del vientre y reconocieron la tierra desde el de-
de su madre ya medio consumido.» sierto de Sin hasta Rejob, camino
13
Clamó entonces Moisés a Yave, de Emat. 23 Subieron al Negueb y
diciendo: «Ruégote, oh Dios, que la llegaron a Hebrón, donde estaban
sanes.» 14 Respondió Yave: «Si su Ajimar, Sesai y Tolmai, hijos de
padre la hubiera escupido en el rostro, Enac. Hebrón fué fundada siete años
¿no quedaría por siete días llena de antes que Tanis en Egipto. 24 Llegaron
vergüenza? Que sea echada fuera del hasta el valle de Escol (1), cortaron
campamento por siete días, y des- un sarmiento con racimos de uvas,
pués volverá.» 16 Fué, pues, María que trajeron dos en un palo, y gra-
echada fuera del campamento, y el nadas e higos. 25 Llamaron a aquel
pueblo no se movió hasta que no lugar Najal-Escol, por el sarmiento
hubo tornado. de vid que allí hallaron los hijos de
Israel. 2 * Volvieron de explorar la
1Q 1 Partióse después de Jaserot tierra al cabo de cuarenta días; 27 y
y acampó en el desierto de llegados, se presentaron a Moisés y
Farán. Arón y a toda la asamblea de los
hijos de Israel en el desierto de Farán,
Los exploradores. en Cades; 28 e hicieron relación a
ellos y a toda la asamblea, mostrando
2
Yave habló a Moisés, diciendo:
«Manda a algunos hombres a explorar (i) Está al Norte de Hebrón y se dan all'
de Canán que voy a daros:
la tierra todavía las mejores uvas de mesa de la Palestina
NÚMEROS, 14
ñaña mismo volveos y partid del de- ciendo: «Vamos a subir a la tierra
camino del Mar Rojo.»
sierto, de que nos habló Yave; porque
hemos pecado.» 41
Díjoles entonces
Moisés: «¿Por qué queréis contrave-
Castigo. nir a la orden de Yave? Eso no puede
saliros bien. 42 No subáis, porque no
29 Yave habló a Moisés
y Arón, va Yave en medio de vosotros, y
diciendo: 27 «¿Hasta cuándo voy a seréis derrotados por el enemigo.
43 Los
estar oyendo lo que contra mi mur- amalecitas y los cananeos están
mura esta turba depravada, las quejas del lado de allá, frente a vosotros,
contra mí de los hijos de Israel? y caeréis bajo su espada; porque ha-
28 Diles, pues: Por mi vida, palabra biendo vuelto vosotros las espaldas
de Yave, que lo que a mis oídos ha- a Yave, él no estará con vosotros.»
44 Ellos temerariamente
béis susurrado, eso haré yo con vos- se obstina-
otros; 29 en este desierto yacerán ron en subir a la cumbre del monte,
vuestros cuerpos. De todos vosotros, pero el arca de la alianza de Yave
los que en vuestro censo fuisteis con- y Moisés no se movieron de en medio
tados de veinte años arriba, que del campamento. 44 Bajaron los ama-
habéis murmurado contra mí, 30 nin- lecitas y los cananeos del monte y
guno entrará en la tierra que con los derrotaron, poniéndolos en fuga
juramento os prometí por habita- y persiguiéndolos hasta Jornia.
ción. Sólo Caleb, hijo de Jefone, y
Josué, hijo de Nun. 31 Pero a vuestros
hijos, los que dijisteis que serían Algunas leyes relativas a los
presa ajena, a ésos los introduciré sacrificios.
yo; y ellos disfrutarán la tierra que
vosotros habéis desdeñado. 32 Cuanto 'I ft
1
Yave habló a Moisés di-
a vosotros, en este desierto yacerán J " ciendo: 2
«Habla a los hijos de
vuestros cuerpos. 33 Vuestros hijos Israel y diles: «Cuando hayáis en-
errarán por el desierto cuarenta años, trado en la tierra de vuestra habi-
llevando sobre sí vuestras rebeldías, tación, que yo voy a daros, 3 y ha-
hasta que vuestros cuerpos se con- gáis a Yave ofrenda de combustión,
suman en el desierto. 34 Tantos como holocausto o sacrificio para cumplir
fueron los días de la exploración de un voto, o de vuestra libre voluntad
la tierra, cuarenta, tantos serán los o en una de vuestras solemnidades,
años que llevaréis sobre vosotros vues- presentando a Yave suave olor en
tras rebeldías; cuarenta años, año por bueyes u ovejas, 4 quien haga la
día; y experimentaréis así mi aversión ofrenda a Yave le presentará una
por vosotros. 35 Yo, Yave, yo lo he ofrenda de flor de harina, un déci-
dicho. Eso haré con esta perversa mo de efa amasada con un cuarto
muchedumbre que se ha confabula- de hin de aceite, que añadirá al ho-
do contra mí. En este desierto se locausto o al sacrificio, 5 y un cuarto
consumirán; en él morirán.» de hin de vino para la libación, por
36 Todos aquellos a quienes mandó cada cordero. 6 Si es por carnero,
Moisés a explorar la tierra, y de añadirá por cada uno la ofrenda de
vuelta concitaron a la muchedumbre dos décimas de efa de flor de ha-
a murmurar contra él, desacreditando rina amasada con un tercio de hin
la tierra, 37 todos cuantos habían de aceite; 7 y presentará un tercio
hablado mal de ella, murieron de de hin de vino para la libación, per-
mala muerte ante Yave. 38 Sólo Caleb, fume grato a Yave. 9 Si fuere de
hijo de Jefone, y Josué, hijo de buey el holocausto, ya en cumpli-
Nun, quedaron con vida, de todos miento de voto, ya de sacrificio pací-
aquellos hombres que fueron a ex- fico a Yave, presentará a más de él
plorar la tierra. a Yave, como ofrenda, tres décimas
de efa de flor de harina amasada con
medio hin de aceite, 10 y medio
Derrota. de vino para la libación, combustión
de olor agradable a Yave. 11 Así
39 Moisés refirió todo esto a los hará por cada buey, carnero, cor-
hijos de Israel, y el pueblo quedó dero o cabrito. 12 Cualquiera que sea
desolado. 40 Subieron por la ma- el número de las víctimas que ofrez-
ñana a la cumbre de un monte, di- cáis, eso haréis por cada una. 13 Así
152 NÜMEROS, 15
Caat, hijo de Leví; Datán y Abi- No, no vamos.» 15 Moisés, muy eno-
rón, hijos de Eliab; y On, hijo de Felet, jado, dijo a Yave: «No atiendas a su
de los descendientes de Rubén, 2 se oblación. Ni un asno siquiera he
alzaron y se pusieron enfrente de tomado yo de ellos; a nadie he per-
Moisés, arrastrando tras sí a dos- judicado.» 16 Y luego dijo a Coré:
cientos cincuenta varones de los hijos «Tú y tus partidarios, presentaos
de Israel, todos de los principales mañana ante Yave; tú y ellos y Arón.
17 Tomad cada uno un incensario
de la asamblea, de los del consejo,
hombres distinguidos. 3 Se conjura- y poned en él el incienso, y llegaos
ron contra Moisés y Arón y dijeron a Yave cada uno con su incensario,
a éstos: «Básteos ser uno de tantos, doscientos cincuenta incensarios, tú
pues santos son todos los de la asam- también y Arón, con su incensario
blea, y en medio de todos está Yave. cada uno.» 18 Tomaron, pues, cada
¿Con qué derecho os levantáis vos- uno su incensario, pusieron en ellos
otros sobre la asamblea de Yave?» el fuego y echaron sobre él el incienso,
4 Apenas oyó esto Moisés, se echó y se presentaron a la entrada del
rostro a tierra. 6 Después habló a tabernáculo del testimonio con Moi-
Coré y a toda su facción, diciendo: sés y Arón. 19 Coré había llevado tras
«Mañana dará Yave a conocer quién sí a toda la muchedumbre, a la
es el suyo y quién es el santo que entrada del tabernáculo de la reunión,
quiere cerca de si; y al elegido, él y la gloria de Yave se mostró a toda
la muchedumbre. 20 Yave dijo a
a sí lo acercará: 6 Haced esto: Tomad .
una ofrenda de todas las décimas que impuro por siete días, 12 y se puri-
recibáis de los hijos de Israel, y esta ficará con este agua al tercer día
ofrenda reservada a Yave se la daréis y al séptimo será puro; no quedará
al sacerdote Arón. 29 De todos los limpio hasta el día séptimo. 13 Quien
dones que recibáis, reservaréis la tocare un muerto, el cadáver de un
ofrenda a Yave, de todo lo mejor, muerto, y no se purificare, contamina
la porción santa que de ello habéis el tabernáculo de Yave, y será bo-
de consagrarle. 30 Les dirás: Una vez rrado de Israel porque no se purificó
reservado lo mejor, la décima será con el agua lustral; será inmundo,
para los levitas, como fruto de la quedando sobre él su inmundicia.
tierra o fruto del lagar; 31 la come- 14 Esta es la ley: Cuando muriere
réis en cualquier lugar, vosotros y alguno en una tienda, todo el que
vuestra familia, porque es vuestro entre en la tienda y cuanto en ella
salario por el servicio que prestáis hay, será inmundo por siete días;
en tabernáculo de la 15 toda vasija que
el reunión. no tenga tapadera
32
Unavez ofrecido lo mejor en ofren- será inmunda; 16 y cualquiera que en
da, no incurrís ya en culpa ni profa- campo abierto tocare un muerto de
náis las cosas santas de los hijos de espada o un muerto cualquiera, o
Israel, y no moriréis.» huesos humanos, o un sepulcro, será
inmundo por siete días. 17 Para
quien esté inmundo, tomarán de la
El agua lustral. ceniza de la vaca quemada en sacri-
ficio expiatorio, y echarán sobre ella
1 Q Habló Yave a Moisés y Arón,
1 un vaso de agua viva; 18 uno que esté
1 ' diciéndoles: «He aquí la orde- limpio tomará hisopo, y mojándolo
nación de ley que prescribe Yave: en el agua aspergerá la tienda y todos
Di a los hijos de Israel que te traigan los muebles y todas las personas que
una vaca roja perfecta, sin defecto, en ella hubiere, o al que hubiere
y que no haya3 todavía llevado el tocado huesos humanos, o a) matado,
yugo sobre si; se la entregaréis a o al muerto, o al sepulcro. 19 El lim-
Eleazar, sacerdote, y él la sacará pio aspergerá al inmundo al tercero
fuera del campamento, la hará dego- y al séptimo día; y purificado el
llar en su presencia, 4 y tomando impuro al séptimo día, lavará sus
de su sangre con su dedo, aspergerá vestidos y a la tarde será puro.
20 El inmundo que no se purificare
con ella hacia el frente del taber-
náculo de la reunión siete veces. será borrado de la congregación, por
5
Hará quemar la vaca en su pre- haber contaminado el santuario de
sencia, quemando la piel, la carne Yave; no habiendo sido rociado con
21 Será
y la sangre y los excrementos. 6 To- el agua lustral, es inmundo.
mará luego el sacerdote madera de ley perpetua; y el que haga asper-
cedro, hisopo y púrpura, y lo echará sión al otro con el agua lustral,
en medio del fuego en que arde la lavará sus vestidos, y quien tocare
vaca. 7 El sacerdote lavará luego sus el agua lustral será inmundo hasta
vestidos y su cuerpo con agua, y la tarde. 22 Todo lo que tocare el
entrará después en el campamento; inmundo será inmundo, y quien algo
será inmundo el sacerdote hasta la de ello tocare, será inmundo hasta
tarde. 8 Lo mismo el que la quemó, la tarde.
lavará con agua sus vestiduras y su
cuerpo, y será inmundo hasta la
tarde. 9 Un hombre limpio recogerá Las aguas de Meriba.
las cenizas; las recogerá y las llevará
fuera del campamento a un lugar í\f\ 1 Llegaron los hijos de Israel,
limpio, y las guardarán los hijos de toda la congregación, al de-
Israel para el agua expiatoria. Es sierto de Sin, el primer mes, y acampó
una expiación. el pueblo en Cades (11. Allí murió
10 El que recogió las cenizas de María y allí fué sepultada. * No había
la vaca, lavará sus vestidos y será allí agua para la muchedumbre, y
inmundo hasta la tarde. Será ésta
para los hijos de Israel, y para el (i) Cades se halla en los limites entre el
extranjero que habita entre ellos, ley desierto y la tierra habitada de la Palestina;
perpetua. 11 El que tocare un muerto, todavla subsiste y con el mismo nombre. La
cualquier cadáver humano, se hace estancia del pueblo allí fué muy larga.
NÚMEROS, 21 157
tener que encender el fuego en Ma- «Balac, hijo de Sefor, rey de Moab:
daba.» los ha mandado a mí para decirme,
31 11 El pueblo salido de Egipto está ya
Asf habitó Israel en la tierra de
los amorreos. aquí y cubre toda la superficie de
32 Mandó Moisés a reconocer a la tierra; ven, pues, luego a malde-
Jazer, y se apoderaron de las ciuda- círmelo, a ver si puedo derrotarle
des que de ella dependían, expul- y rechazarle.» 12 Pero Dios dijo a
sando de ellas a los amorreos que Balam: «No vayas con ellos; no mal-
33
allí habitaban; y volviéndose, su- digas a ese pueblo, porque bendito es.»
13 Balam, levantándose
bieron camino de Basán, saliéndoles de mañana,
al encuentro Og, rey de Basan, con dijo a los príncipes de Balac: «Idos
todo su pueblo, para dar la batalla a vuestra tierra, porque Yave se
en Edrai. 34 Yave dijo a Moisés: niega a dejarme ir con vosotros.»
«No le temas, que a tus manos te lo 14 Oído esto, los príncipes de Moab
ees Yave la boca del asna, que dijo dicho, e inmolaron un novillo y un
a Balam: «¿Qué te he hecho yo, para carnero en cada uno de los altares.
que por tres veces me hayas fusti- 3 Después dijo Balam a Balac: «Tú,
gado?» 29 Y Balam respondió: «¿Por quédate ahí junto a tu holocausto,
qué te burlas de mí? Si tuviera a mano mientras me alejo yo, a ver si me sale
una espada ahora mismo te mataría. Yave al encuentro; y lo que me dé
30 Y el asna dijo a Balam: «¿No soy a conocer, eso te diré.» Y
se alejó
yo tu asna? Tú me has montado hacia un monte desnudo. 4 Salió
desde que yo soy tuya hasta hoy. Dios al encuentro de Balam y éste
¿Te he hecho yo nunca cosa seme- le dijo: «He dispuesto siete altares
jante?» Y él le respondió: «No.» y he ofrecido en cada uno de ellos
31 Entonces abrió Yave los ojos a un novillo y un carnero.» 5 Yave Y
Balam y éste vió al ángel de Yave, puso en boca de Balam su palabra
que estaba en el camino con la espada y añadió después: «Tórnate a Balac
desenvainada en la mano. Balam se y dile esto.» 6 Vuelto a él, le vió
postró, echándose sobre el rostro, parado ante su holocausto, junto con
3 2
y el ángel de Yave le dijo: «¿Por los príncipes de Moab; 7 y comen-
qué por tres veces has fustigado a tu zando su parábola, dijo:
asna? Es que he salido yo para ce- «Del Aram me ha traído Balac,
rrarte el camino, porque es malo ante rey de Moab,
mí el que llevas. 33 El asna me ha De los montes del oriente;
visto y ha querido apartarse luego Ven a maldecirme a Jacob,
de delante de mí las tres veces; si Ven a execrar a Israel.
ella no me hubiera esquivado, te
8
¿Cómo voy a maldecir yo al que
hubiera matado a ti, dejándola a no ha maldecido Dios?
ella viva.» 31 Entonces Balam dijo ¿Cómo voy a execrar yo al que
al ángel de Yave: «He pecado, no Yave no ha execrado?
sabía que tú me cerrabas el camino; 9
Desde la cima de las rocas le veo,
si te parece mal, ahora mismo me Desde lo alto de los montes le
volveré.» 36 El ángel de Yave res- contemplo.
pondió a Balam: «Ve con esos hom- He ahí un pueblo que tiene aparte
bres, pero di solamente lo que te su morada
diga yo.» Siguió, pues, Balam con Y
que no se cuenta entre las gentes.
36 10
¿Quién es capaz de contar el
los príncipes de Balac. Este, en
sabiendo que venía Balam, le Salió al polvo de Jacob?
encuentro hasta Ir Moab, que está ¿Quién es capaz de enumerar un
en la frontera del Arnón, en lo últi- cuarto de Israel?
mo de la frontera. 37 Balac dijo a Muera yo la muerte del justo,
Balam: «He mandado a llamarte. Y mi fin semejante al suyo.»
sea
11Balac dijo a Balam: «¿Qué es
¿Por qué no viniste? ¿No estoy acaso
yo en situación de tratarte con la lo que conmigo has hecho? Te he lla-
debida honra?» 38 Balam respondió a mado para maldecir a mis enemigos,
Balac: «Aquí me tienes ya, pero, y no has hecho otra cosa que ben-
¿podré yo decir lo que quisieres? decirlos?» 12 El respondió: «¿No he
La palabra que Dios ponga en mi de tener yo el cuidado de proferir lo
boca, esa será la que te diga. » 38 Siguió que en mis labios pone Yave?»
13 Balac le dijo: «Ven conmigo a otro
Balam con Balac, y llegaron a Cariat
Jusot. 40 Balac inmoló bueyes y ove- sitio, desde donde puedas contem-
jas, mandándoselas a Balam y a los plarle, y maldícemelo desde allí.»
14 Llevóle al campo de Zofim, en la
príncipes que le acompañaban.
cumbre del monte Fasga; y después
Balam bendice a Israel. de alzar siete altares e inmolar en
cada uno un novillo y un carnero,
16 dijo Balam a Balac: «Estate ahí
41 A la mañana siguiente, tomó
Balac a Balam y le hizo subir a junto a tu holocausto, mientras voy
Bamot Baal, desde donde se veía yo allí a consultar a Dios.» 14 Salió
un ala del pueblo. Yave al encuentro de Balam y puso
en su boca la palabra, y le dijo:
23 1
Balam dijo a Balac: «Alzame «Vuelve a Balac y dile esto.» 17 Vol-
aquí siete altares y tenme pron- vióse él y vió que estaba Balac junto
tos siete novillos y siete carneros.» a su holocausto, y con él los prín-
2
Balac hizo lo que Balam le había cipes de Moab; y Balac le preguntó
NÚMEROS, 24 1C1
16
Oráculo del que oye palabras de príncipes del pueblo, y cuelga a ésos
Dios, del patíbulo ante Yave, cara al sol,
Del que conoce los consejos del para que se aparte su ira de Israel.»
6
Altísimo, Dijo, pues, Moisés a los jueces de
Del que ve visiones del Omni- Israel: «Matad a cualquiera de los
potente, vuestros que haya servido a Baal
De quien al caer, se le abrieron los Fogor.» 6 En esto llegó uno de los
ojos. hijos de Israel, e introdujo en medio
17 La veo, pero no ahora; de sus hermanos a una madianita,
La contemplo, pero no de cerca. a los ojos mismos de Moisés y en
Alzase de Jacob una estrella, presencia de toda la comunidad de
Surge de Israel un cetro (1), los hijos de Israel, mientras éstos
Que quebrantará las dos sienes de lloraban a la entrada del tabernáculo
Moab, de la reunión. 7 Viéndolo Fines, hijo
Y socavará a los hijos del tumulto. de Eleazar, hijo de Arón, sacerdote,
18 Edom será su posesión; se alzó de en medio de la asamblea;
Seir presa será de sus enemigos; y cogiendo una lanza, 8 se fué tras
Israel acrecentará su poder; el hijo de Israel, hasta la parte pos-
19
De Jacob saldrá el dominador I
terior de su tienda, y los alanceó a
Que devastará de las ciudades las los dos, al hombre y a la mujer, en
reliquias. sus vientres, y cesó el azote de entre
20Y mirando a Amalee, prosiguió: los hijos de Israel. 9 En aquella plaga
«La primera de las naciones es murieron veinticuatro mil.
10 Habló Yave
Amalee, a Moisés diciéndole:
11
Pero su fin será eterna ruina.» «Fines, hijo de Eleazar, hijo de
21 Luego, Arón, sacerdote, ha apartado mi furor
mirando a los quenitas,
prosiguió su discurso: de los hijos de Israel, por el celo con
«Por fuerte que sea tu morada, que ha celado mi honor; por eso no
Aunque pongas en las rocas tu he consumido yo en el furor de mi
nido, celo a los hijos de Tsrael. 12 Por tanto,
22 El quenita le dirás que yo hago con él una alianza
será devastado,
Hasta que Asur le lleve cautivo.» de paz, alianza de un sacerdocio
23 Y volviendo eterno, 13 para él y para su descen-
a tomar la palabra,
prosiguió: dencia, por haber sido celador de su
«¿Quién vivirá cuando Dios Jo Dios y haber hecho la expiación por
ponga por obraí los hijos de Israel.» 14 El israelita
24 Vendrán naves de los Quitim, que fué muerto juntamente con la
Que oprimirán a Asur y oprimirán madianita se llamaba Zamri, hijo de
a Heber; Salú, y era jefe de una de las fami-
También éste será dado a la ruina.» lias de la tribu de Simeón. ls La ma-
26 Partióse después Balam dianita se llamaba Cozbi, hija de Sur,
y se
volvió a su tierra, y también Balac jefe de tribu de una de las casas pa-
se fué por su caminí). triarcales de Madián.
16 Yave habló
a Moisés, diciéndole:
«Tratad a los madianitas como ene-
Corrupción idolátrica en Baal migos y destruidlos; porque como
Fogor. enemigos os han tratado ellos, 18 sedu-
ciéndoos con sus malas artes, por me-
») "l 1
Estuvo
Israel estacionado en dio de Fogor, por medio de Cozbi,
¿á ** bija del príncipe de Madián, su her-
Setim, y pueblo se prostituyó
el
por el trato con las hijas de Moab. mana, que murió cuando la plaga
* Invitábanle éstas a las fiestas de por lo de Fogor.»
sus dioses, y el pueblo comía y se
prosternaba ante sus dioses. 3 Israel
se fué tras Baal Fogor, y la ira de Nuevo censo (1).
Yave se encendió contra Israel. 4 Dijo
Yave a Moisés: «Reúne a todos los .}/ Después de esta plaga, habló
1
j
dicho Yave que morirían en el de-
son las familias de los hijos de Aser. sierto; no quedó ni uno, excepto
Se contaron cincuenta y cuatro mil Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo
cuatrocientos. de Nun.
48
Hijos de Neftali, por sus fami-
lias: De Jajseel, la familia de los
jajseelilas; de Guni, la familia de los Ley de las herencias.
gumías; 49 de Jeser, la familia dé
1
los jeseritas; de Sclem, la familia *yj Acercáronse las hijas de Sal-
de los selemitas. 50 Estas son las ^ 'fad, hijo de Jefer, hijo de
familias de Neftalí, por sus familias. Galad, hijo de Maquir, hijo de Mana-
Se contaron cuarenta y cinco mil sés, de las familias de Manasés, el
cuatrocientos. hijo de José, que se llamaban Majla,
51 Noa, Jagla, Melca y Tersa; 2 y pre-
Los hijos de Israel incluidos en
el censofueron: seiscientos un mil sentándose a Moisés ante Eleazar,
setecientos treinta hombres. sacerdote, y ante todos los prínci-
82 Habló Yave a Moisés, dicién- pes de la asamblea, a la entrada del
dole: 63 A éstos repartirás la tierra tabernáculo de la reunión, dijeron:
3
en heredad, según el número de sus «Nuestro padre ha muerto en el
nombres. 64 A los más numerosos les desierto, y no era de la tropa de los
dar ús una parte mayor, a los menos que se confabularon contra Yave,
numerosos una parte mas pequeña. de la tropa de Coré; pero ha muerto
A cada uno le será atribuida la here- por su pecado y no ha dejado hijos.
dad según el número de sus contados I
4 ¿Por qué va a ser el nombre de
en el censo. 65 La distribución de la nuestro padre borrado de en medio
tierra se hará, sin embargo, por suer- de su familia, por no haber dejado
tes. Recibirá cada una la tierra según hijos? Danos una heredad entre los
los nombres de las familias patriar- hermanos de nuestro padre.»
cales. 88 Por suertes se distribuirá &
Moisés llevó la cosa ante Yave,
la tierra entre el mayor y el menor.»
6
y Yave dijo a Moisés: 7 "Las hijas
67 Este es el censo de los levitas de Salfad piden una cosa justa.
por sus familias: De Gersón, la fami- Dales en heredad una propiedad entre
lia de los gersonitas; de Caat, la los hermanos de su padre, y que pase
familia de los caatitas; de Merari, a ellas la heredad de su padre.
58 Estas 8 Habla
a los hijos de Israel, y diles:
la familia de los meraritas.
son las familias de Leví: la familia Si uno muere sin dejar hijos, haréis
de los libnititas, la familia de los pasar su heredad a su hija; ' y si
hebronitas, la familia de los majlitas, no hay tampoco hija, pasará a sus
la familia de los amusitas, la familia hermanos la heredad. 10 Si no hay
de los coreítas. Caat engendró a hermanos, daréis la heredad a los
Amrom, 68 y la mujer de Ainrom hermanos de su padre; 11 y si no hay
se llamaba Joquebed, hija de Leví, hermanos de su padre, pasaréis la
que le nació a Leví en Egipto, 60 y heredad al más próximo pariente de
le parió a Amram, Aron y Moi- la familia; de éste será. Esta será
sés, y María, hermana de éstos. De para los hijos de Israel regla de dere-
Aróu nacieron Nadab y Abiú, Elea- cho, como se lo ha ordenado Yave a
zat e Itamar. 61 Nadab y Abiú mu- Moisés.
NÚMEROS, 28
Elección de Josué. |
corderos a la mañana y el otro entre
dos luces, 5 y por oblación un décimo
12 Dijo Yave a Moisés: «Sube a 1
sacrificios cada día durante siete días; uno de los siete corderos. 11 Ofrece-
es el alimento consumido por el réis un macho cabrío en sacrificio
fuego, de olor agradable a Yave; y |
por el pecado, a más del sacrificio
los ofreceréis sin perjuicio del holo- expiatorio, del holocausto perpetuo
25 El
causto perpetuo y de su libación. y de sus oblaciones y libaciones.
12
séptimo día tendréis asamblea santa, El día quince del séptimo mes
y no haréis en él trabajo servil tendréis asamblea santa y no haréis
alguno. en él trabajo servil alguno; y cele-
26 El día de las primicias presen- braréis la fiesta en honor de Yave
taréis a Yave una oblación de lo j
durante siete días, 13 ofreciendo en
nuevo; y en vuestra fiesta de las holocausto, sacrificio de combustión
semanas tendréis asamblea santa y de olor grato a Yave, trece novillos,
no haréis trabajo servil alguno. 27 Ofre- dos carneros y catorce corderos pri-
ceréis, como holocausto de olor suave males, sin defecto; 14 y como obla-
a Yave, dos novillos, un carnero y ción, flor de harina amasada con
28
siete corderos primales; y como aceite; tres décimas por cada uno
oblación, flor de harina amasada con de los catorce novillos, dos por cada
aceite; tres décimas por cada no- uno de los dos carneros, 15 y una por
29
villo, dos por el carnero y una por cada uno de los catorce corderos.
cada uno de los siete corderos. 16 Ofreceréis un macho cabrío en
30 Ofreceréis un macho cabrío para sacrificio por el pecado, a más del
expiaros. 31 Esto, sin perjuicio del holocausto perpetuo y de su oblación
holocausto perpetuo y de la obla- y sus libaciones. 17 El segundo día
ción, eligiendo las víctimas sin de- ofreceréis doce novillos, dos carneros
fecto, y añadiendo las libaciones ordi- y catorce corderos primales, sin de-
narias. fecto; 18 con la oblación y las liba-
ciones por los novillos, los carneros
y los corderos, según su número, y
Las fiestas de otoño. según la regla, 19 y un macho cabrío
por el pecado, a más del holocausto
perpetuo, su oblación y sus liba-
E1 séptimo mes, el día primero
1 ciones.
20 El
mes, tendréis asamblea santa
del día tercero ofreceréis once
y no haréis en él trabajo servil al- novillos, dos carneros y catorce cor-
guno. Será para vosotros el día del deros primales, sin defecto, 21 con
sonar de las trompetas. 2 Ofreceréis, su oblación y sus libaciones por los
como holocausto de suave olor a novillos, los carneros y los corderos,
Yave, un novillo, un carnero y siete según su número y conforme a la
corderos primales, sin defecto; 3 y regla; 22y un macho cabrío para el
como oblación, flor de harina ama- sacrificiopor el pecado, a más dej
sada con aceite, tres décimas por holocausto perpetuo, su oblación y
el novillo, dos por ef camero 4 y una sus libaciones.
23
por cada uno de los siete cor- El cuarto día ofreceréis diez no-
deros. villos, dos carneros y catorce cor-
6 Ofreceréis un macho cabrío en deros primales, sin defecto, 24 con
sacrificio por el pecado, para expia- sus oblaciones y libaciones por los
ros. 6 Lo ofreceréis a más del holo- novillos, los carneros y los corderos,
i alisto del mes y de su oblación, y según su número y conforme a la
del holocausto perpetuo y su obla- regla. 28 Ofreceréis un macho cabrío
ción, y de sus libaciones, según lo tu sacrificio por el pecado, a más del
prescrito. Son sacrificios de com- holocausto perpetuo, de su oblación
bustión, de olor grato a Yave. y de su libación.
26 El quinto día ofreceréis nueve
7
El día diez de ese mismo mes ten-
dréis asamblea santa, y afligiréis novillos, dos carneros y catorce cor-
vuestras almas, y no haréis en él deros primales, sin defecto, 27 con
trabajo alguno. 8 Ofreceréis, en holo- sus oblaciones y libaciones por los
causto de olor grato a Yave, un novillos, los carneros y los corderos,
novillo, un carnero y siete corderos según su número y conforme a la
primales, sin defecto; • y como obla- i regla. 28 Ofreceréis un macho cabrío
ción, flor de harina amasada con en sacrificio por el pecado, a más
NÚMEROS, 30. 31 167
Israel, tomó Moisés el uno por cin- hicieron ya vuestros padres, cuando
cuenta cu hombres y animales, y se yo los mandé de Cades Barne a ex-
¡
lo dio a los levitas que velan al ser- plorar la tierra. 9 Subieron hasta el
vicio del tabernáculo de Yave, como valle de Escol, vieron la tierra, y
éste se lo había mandado a Moisés. acobardaron a los hijos de Israel,
48 Entonces los jefes déla expedición, para que no se atreviesen a ir a la
cabos de los millares y cabos de las tierra que les da Yave; 10 y la có-
centenas, se presentaron a Moisés lera de Yave se encendió aquel día,
49
y le dijeron: «Tus siervos han y juró, diciendo: 11 «Esos que han
hecho la lista de los hombres de subido de Egipto, de los veinte años
guerra que han estado a nuestras para arriba, no verán ,1a tierra que
órdenes, y no falta ni uno. 60 Trae- con juramento prometí yo a Abraham,
mos, pues, como ofrenda a Yave, Isac y Jacob, porque no han seguido
los objetos de oro que cada uno ha fielmente mis caminos, 12 fuera de
cogido; brazaletes, cadenas, anillos, Caleb, hijo de Jefone, el quenecita,
pendientes y collares, para hacer y Josué, hijo de Nun, que fielmente
la expiación por nosotros ante Yave.» lian seguido los caminos de Yave.
51 Moisés 13
y Eleazar, sacerdote, reci- Encendióse contra Israel la cólera
bieron de ellos el oro, todos objetos de Yave, y le ha hecho ir y venir
artísticamente trabajados. 52 Todo por el desierto durante cuarenta años,
el oro que presentaron a Yave, de hasta extinguirse toda la generación
parte de los cabos de los millares y que había obrado mal ante Yave.
de los cabos de las centenas, fué de 14 Y ahora vosotros sucedéis a vues-
dieciséis mil setecientos cincuenta si- tros padres, prole de pecadores, para
dos. 63 Los hombres de tropa tuvie- encender más todavía la cólera de
ron todos sus botín para cada uno. Yave contra Israel? 15 Porque si os
54 Mo sés
y Eleazar, sacerdote, to- negáis a seguirle, él seguirá dejando
mando el oro de los cabos de millares a Israel en el desierto, y seréis la
y de los cabos de centenas, lo llevaron causa de la ruina de todo el
al tabernáculo de la reunión, como pueblo.
memoria de los hijos de Israel ante 16 Ellos, acercándose a Moisés, le
Yave. dijeron: «Nosotros edificaremos aquí
apriscos para nuestros ganados y
-ciudades para nuestros niños; 17 pero
armados, iremos sin demora delante
División de la Transjordania. de los hijos de Israel, hasta que los
hayamos introducido en el lugar que
oo 1
Eran muy numerosos los re- ellos han de ocupar; nuestros hijos
0¿á baños de los hijos de Rubén quedarán en ciudades fortificadas a
y los de los hijos de Gad; extraordi- causa de los habitantes de esta tierra;
nariamente numerosos; 2 y viendo 18 pero nosotros no volveremos a
que la tierra de Jazer y la de Galad nuestras casas hasta que los hijos de
sería una tierra muy a propósito para Israel hayan tomado cada uno pose-
apacentarlos, vinieron a Moisés y a sión de su heredad, 19 pues.no que-
Eleazar y a los príncipes de la asam- remos tener heredad para nosotros
blea, y les dijeron: 3 «Alarot, Dibón, al otro lado del Jordán, ni más allá,
Jazer, Nemra, Hesebón, Eleale, Sa- porque tendríamos ya nuestra here-
bán, Nebo y Neón; 4 esa tierra que dad de este lado del Jordán, al orien-
Yave ha herido ante la congregación te.» 20 Moisés les dijo: «Si eso hacéis,
de Israel es tierra muy a propósito si armados para combatir ante Yave,
para los ganados, y vuestros siervos 21 todos vuestros hombres de guerra
—
los tienen. 6 Si, pues —
dijeron -,tus pasan el Jordán ante Yave, hasta
siervos han hallado gracia a tus ojos, que hayan arrojado de ante sí a sus
dése a tus siervos en heredad esta enemigos, 22 y no os volvéis a vuestras
tierra y no nos hagas pasar el Jordán. » casas hasta cjue la tierra quede some-
6
Moisés respondió a los hijos de tida a Yave, entonces inculpables se-
Gad y a los hijos de Rubén: «¿Van réis ante Yave y ante Tsrael, y esta
a ir a la guerra vuestros hermanos, tierra será vuestra posesión ante
y vais a quedaros vosotros aquí? Yave. 23 Pero si no hacéis lo que pro-
7
Por qué queréis desanimar a los metéis, pecaréis ante Yave, y estad
hijos de Israel, para que no pasen ciertos de que vuestro pecado os al-
a la tierra que les da Yave? 8 Así canzará. 24 Edificad, pues,' ciudades
17(1 NÚMEROS, 33
para vuestros hijos y apriscos para Las etapas del camino desde Egip-
vuestros ganados, y cumplid la pa- to al Jordán.
labra que ha salido de vuestra boca.»
25 Los hijos de Gad
y los hijos de QQ
u
1 He aquí las estaciones de los
Rubén dijeron a Moisés: «Tus sier- hijos de Israel, cuando salie-
vos harán cuanto mi señor les mande; ron según sus escuadras de la tierra
26 nuestros hijos de Egipto, conducidos por Moisés
y nuestras mujeres,
nuestros rebaños y nuestros ganados, y Arón. 2 Moisés describió su salida
quedarán en las ciudades de Galad; según sus estaciones a voluntad de
27 y tus siervos, todos nuestros hom- Yave, y son éstas las estaciones de
bres, armados para el combate, ire- su salida: 3 Partieron de Rameses
mos a la guerra ante Yave, como mi el primer mes, el día quince del
señor lo ha dicho.» 28 Entonces dió primer mes. Al día siguiente a la
Moisés órdenes acerca de ellos a pascua, los hijos de Israel salieron
Eleazar, sacerdote, a Josué, hijo de con mano alzada, a la vista de todos
Nun, y a los jefes de familia de las los egipcios. 4 Los egipcios estaban
tribus de Israel, 29 diciendo: «Si los sepultando a sus primogénitos, que
hijos de Gad y los hijos de Rubén había herido Yave entre ellos, ha-
pasan con vosotros el Jordán con ciendo así justicia conlra sus dioses.
5 Partieron, pues, los hijos
todos sus hombres armados, para de Israel
combatir ante Yave, una vez con- dé Ráméses y acamparon en Sucot.
quistada la tierra les daréis por here- 6
Partidos de Sucot, acamparon en
dad la tierra conquistada de Galad; Etam, que está en el extremo del
30 pero si no pasan con vosotros ar- desierto. 7 Partidos de Etam, volvie-
mados, se establecerán en medio de ron hacia Piajirot, que está frente a
vosotros en la tierra de Canán.» Balsefón, y acamparon frente a Mig-
31 Los hijos de Gad dol. 8 Partidos de Piajirot, pasaron
y los hijos de
Rubén respondieron: «Haremos lo que por en nudio del mar hacia el de-
Yave ha dicho a sus siervos. 32 Pa- sierto, e hicieron tres días de camino
saremos armados ante Yave a la en el desierto de Etam, y acamparon
tierra de Canán, y la posesión de en Mará. 9 Partidos de Mará, llega-
nuestra heredad quedará del lado acá ron a Elim, donde había doce fuentes
del Jordán.» y setenta palmeras, y acamparon allí.
33
Moisés dió a los hijos de Gad, 10 Partidos de Elim, acamparon junto
del Jordán, frente a Jericó, al oriente.» con sus lugares de pasto. En cuanto
lsHabló Yave a Moisés, diciendo: a las ciudades que de los hijos de
17 «He aquí los nombres de los que Israel habéis de dar a los levitas,
han dé hacer la distribución de la 8
tomaréis más de los que tengan más,
tierra entre vosotros: Eleazar, sacer- y menos de los que tengan menos.
dote, y Josué, hijo de Nun. 18 Toma- Cada uno cederá para los levitas sus
réis también un príncipe de cada ciudades en proporción de la heredad
tribu para distribuiros la tierra. 19
He que haya recibido.
aquí los hombres de éstos: Por la
tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefone;
20 por la tribu de los hijos de Simeón,
Ciudades de refugio.
Samuel, hijo de Amiud; 21 por la tribu
de Benjamín, Elidad, hijo de Caselón; Yave habló a Moisés, diciendo:
9
22 10
por la tribu de los hijos de Dan, «Habla a los hijos de Israel y diles:
23 por
el príncipe Boqui, hijo de .Togli; Cuando hayáis pasado el Jordán, en
la tribu de los hijos de Manasés, el la tierra de Canán, 11 elegiréis ciuda-
príncipe Janiel, hijo de Efod; 24 por des que sean para vosotros ciudades
la tribu de los hijos de Efraím, el
'
11 Majla, Tersa,
i
Jegla, Melca y Noa,
hijas de Salfad, se casaron con hijos
i
13
178 DEUTERONOMIO, 3
Victoria sobre Seón y Og, y con- taste a Seón, rey de los amorreos,
j
——
vuestros ganados yo sé que tenéis vuestros ojos habéis visto lo que hizo
muchos ganados se quedarán en las Yave por lo de Baal Fogor. A cuantos
ciudades que os he dado, 20 hasta se fueron tras Baal Fogor, los exter-
que Yave conceda quieta morada a minó Yave, vuestro Dios, de en
vuestros hermanos, como a vosotros, medio de vosotros. 4 Por lo contrario,
y tomen también ellos posesión de vosotros, los que fuisteis fieles a
la tierra que Yave, vuestro Dios, Yave, vuestro Dios, estáis todavía
les da, al otro lado del Jordán. Vol- vivos todos. 5 Mirad: Yo os he ense-
veréis entonces cada uno a la here- ñado leyes y mandamientos, como
dad que os he dado. Yave, mi Dios, me los ha enseñado
21 Entonces
di también órdenes a a mí, para que los pongáis por obra
Josué, diciendo: Con tus ojos has en la tierra en que vais a entrar,
visto todo lo que Yave, vuestro Dios, para poseerla. 6 Guardadlos y poned-
ha hecho con esos dos reyes; así hará los por obra, pues en ellos está
Yave también a todos los reinos vuestra
sabiduría (1) y vuestro
contra los cuales vas a marchar. entendimiento a los ojos de los pue-
22 No
los temas, que Yave, vuestro blos, que al conocer todas esas leyes,
Dios, es quien combate por vosotros se dirán: Sabia e inteligente es, en
verdad, esta gran nación. 7 Porque
¡Moisés, privado de entrar en la ¿cuál es en verdad la gran nación
tierra prometida . que tenga dioses que a ella se acer-
(Núm. 27, 12 sgs.) quen, como Yave, nuestro Dios se
acerca a nosotros, siempre que le
23
Entonces pedí yo a Yave mise- invocamos? 8 ¿Y cuál la gran nación
ricordia, diciendo: 24 ¡Señor, Yavel que tenga leyes y mandamientos jus-
Tú has comenzado a mostrar a tu tos, como toda esta ley que yo os
siervo tu grandeza y tu potente propongo hoy? 9 Cuida, pues, con
brazo; pues ¿qué Dios hay, ni en gran cuidado, no olvidarte de cuanto
los cielos ni en la tierra, que pueda con tus ojos has visto, y no dejarlo
hacer las obras que tú haces y tan escapar de tu corazón por todos los
poderosas hazañas? 25 Déjame, te días de tu vida; antes bien, enséña-
pido, atravesar, para que pueda ver selo a tus hijos y a los hijos de tus
la excelente tierra del lado de allá hijos. 10 Acuérdate del día en que
del Jordán, esas hermosas monta- estuviste ante Yave, tu Dios, en
ñas del Líbano. 26 Pero Yave, como Horeb, cuando Yave me dijo: Con-
fuera de sí por causa vuestra, no voca al pueblo a asamblea, para que
me escuchó; antes bien me dijo: yo le haga oír mis palabras, y sepan
Basta, no vuelvas a hablarme de temerme todos los días de su vida
eso; 27 sube a la cima del monte
. sobre la tierra, y se lo enseñen a sus
Pasga y dirige tus ojos hacia el occi- hijos. 11 Vosotros os acercasteis, que-
dente, el septentrión, el mediodía y dándoos en las faldas del monte,
el oriente, y contémplala con tus mientras éste ardía en fuego, cuyas
ojos, pues no has de pasar este
Jordán. 28 Manda a Josué, infúndele (i) Israel, pueblo pequeño e insignifi-
valor y fortaleza, pues él es quien cante, comparado con otros muchos desde el
lo pasará a la cabeza de este pueblo punto de vista de la cultura material, es, sin
y le pondrá en posesión de la tierra, embargo, en el aspecto cultural religioso, la
nación más grande de toda la antigüedad; y su
que tú no puedes más que ver. patrimonio cultural religioso, perfeccionado
29
Nos quedamos, pues, en el valle, por el cristianismo, ha venido a ser el de todo
frente a Bet Fogor. el mundo civilizado.
180 DEUTERONOMIO, 4
de Yave,
19
vuestro Dios, me mandó que os cnse- para que seas dichoso y entres,
(i) En la Escritura se dice frecuentemente
de quien tiene un? teofanía, que no puede (i) Este mandamiento es la síntesis per-
el hombre soportar visión de Dios sin morir. ¡fecta de toda la religión del A. T. El Evangelio
la
Esto expresa la persuasión de que es tan grande no ha hecho mis que revelarnos nuevos motivos
la majestad de Dios, que quien llegue a verla para amar a Díoe, sin mudar la forma del prc-
queda herido de muerte. cepto. I
DEUTERONOMIO. 7 183
para poseerla, en la buena tierra que y daréis al fuego sus imágenes talla-
Yavc con juramento prometió a tus das: 6 porque eres un pueblo santo a
padres, cuando ante ti arroje a todos Yave, tu Dios. •
6
Así, por lo contrario, habéis de hacer te ocurriere decir: ¿Cómo voy a poder
con ellos: derribaréis sus altares, rom- expulsar a esas naciones, que son más
peréis sus cipos, abatiréis sus aseras, numerosas que yo? 18 No las temas,
acuérdate de lo que Yave, tu Dios,
(r) La destrucción de estos pueblos, que hizo con el Faraón y con todo el
a primera vista puede parecer inhumana, se Egipto, 19 las grandes pruebas que
justifica principalmente en dos aspectos, fun- vieron tus ojos, los portentos y pro-
dados ambos en la crueldad e inmoralidad de digios, la mano fuerte y el brazo ten-
las religiones de estos pueblos. Por ello los
dido, con que Yave, tu Dios, te sacó;
castiga Dios y toma por instrumento a Israel
para destruirlos. El contacto de ellos con Israel así hará también Yave, tu Dios, con
era, además, peligrosísimo, como lo demuestra todos los pueblos que tú temes.
la Historia. 20 Aun tábanos mandaría Yave, tu
18-1 DEUTERONOMIO, 8, 9
Dios, contra ellos, hasta hacer pere- marchando por sus caminos y te-
cer a los sobrevivientes o a los que miéndole.
se escondiesen. 21 No los temas, por- 7
Ahora, Yave, tu Dios, va a intro-
que en medio de ti está Yave, tu ducirte en una buena tierra, tierra
Dios, el Dios grande y terrible. de torrentes, de fuentes, de aguas
22 Yave, tu
Dios, expulsará a esas na- profundas, que brotan en los valles
ciones poco a poco, no puedes exter- y en los montes; 8 tierra de trigo, de
1
-| rv 1
Entonces me dijo Yave: «Hazte cendencia después de ellos, a vos-
1" dos tablas de piedra como las otros, os ha elegido de entre todos
primeras, y sube a mí a la montaña; los pueblos, como hoy.
haz también un arca de madera; 2 yo 16
Circuncidad, pues, vuestros cora-
escribiré sobre esas tablas las pala- zones, y no endurezcáis más vuestra-
bras que estaban escritas sobre las cerviz; 17 porque Yave, vuestro Dios,
primeras que tú rompiste, y las guar- es el Dios de los dioses, el Señor de
darás en el arca.» 3 Hice, pues, un los señores, el Dios grande, fuerte y
arca de madera de acacia; y habiendo terrible, que no hace acepción de
cortado dos tablas de piedra como personas ni recibe regalos, 18 hace
las primeras, subí con ellas a la mon- I
justicia al huérfano y a la viuda,
19
taña. 4 El escribió sobre estas tablas ama al peregrino y le alimenta y
lo que estaba escrito en las primeras, le viste. Amad
también vosotros al
los diez mandamientos que Yave os peregrino, porque peregrinos fuisteis
había dichoen la montaña de en en la tierra de Egipto. 20 Teme a
medio del fuego, el día de la congre- Yave, tu Dios, sírvele, apégate a él
gación, y me las dió. 6 Yo me volví, y jura por su nombre. 21 El es tu
y bajando de la montana, puse las gloria, él es tu Dios, que por ti ha
tablas enel arca que había hecho, y hecho cosas grandes y terribles, que
allíhan quedado, como' Yave me lo con tus mismos ojos has visto. 22 Tus
,
.
sionen de la tierra que a sus padres a este lugar; 6 lo que hizo con Datán
juré darles. y Abirón, hijos de Eliab, hijo de
Rubén, cuando abriendo la tierra su
Exhortación a la observancia. boca se los tragó con sus casas, sus
Promesas y amenazas. tiendas y todos sus secuaces, en
medio de todo Israel. ' Porque con
12 Ahora, pues, Israel, ¿qué es lo vuestros ojos habéis visto todos los
que de ti exige Yave, tu Dios, sino grandes prodigios que ha hecho Yave.
que temas a Yave, tu Dios, siguiendo 8 Guardad, pues, todos sus manda-
por todos sus caminos, amando y mientos que hoy os prescribo yo, para
sirviendo a Yave, tu Dios, con todo que seáis fuertes, y entréis y os adue-
tu corazón, con toda tu alma, 13 y ñéis de la tierra a que vais a pasar,
9
guardando los mandamientos de Yave para tomar posesión de ella, y para
y sus leyes, que hoy te prescribo yo, que se dilaten vuestros días sobre la
para que seas dichoso? 14 Mira: De tierra que Yave juró dar a vuestros
Yave, tu Dios, son los cielos de los padres, a ellos y a su descendencia,
cielos, la tierra y todo cuanto en la tierra que mana leche y miel,
18 Y sólo con tus 10 Porque la tierra en que vais a
ella se contiene.
padres se ligó amándolos, y a su des- entrar para poseerla, no es como la
j
I
DEUTERONOMIO, 12 187
tierra la lluvia a su tiempo, la tem- montañas del otro lado del Jordán,
prana y la tardía; y tú cosecharás detrás del camino de occidente en
j
en el lugar que
él elija entre todas ni los primogénitos de tus vacas y
para poner en él su santo
las tribus, ! tus ovejas, ni nada de cuanto ofrez-
nombre y hacer en él su morada, cas en cumplimiento de un voto,
allá iréis; 6 allí le presentaréis vues- ni tus ofrendas voluntarias, ni las
tros holocaustos y sacrificios, vues- oblaciones de elevación. 18 Delante
tras décimas y la ofrenda alzada de I
de Yave, tu Dios, en el lugar que
vuestras manos, vuestros votos y Yave, tu Dios, elija, las comerás,
vuestras oblaciones voluntarias, y los tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu
primogénitos de vuestras vacas y ¡
sierva, y el levita que more en tus
ovejas. 7 Allí comeréis delante de ciudades; allí te regocijarás ante Yave,
Yave, vuestro Dios, y os regocija- tu Dios disfrutando de. los bienes que
;
Yave, vuestro Dios, os dará en here- lejano, podrás matar tu ganado ma-
dad; y entonces os dará reposo contra yor y menor, que Yave te dé, según
todos vuestros enemigos que os ro- lo que te he prescrito, y comerlo
dean, y habitaréis en seguridad. en tu ciudad, á tu deseo. 22 Lo come-
11 Entonces,
en el lugar que Yave, rás como se come la gacela y el
]
rumie; ' pero no comeréis los que ras; y comerás allí, delante de Yave,
solamente rumian, ni los que sola- y te regocijarás, tú y tu casa. 27 No
mente tienen la pezuña dividida y dejarás de lado al levita que mora
el pie hendido; el camello, la liebre, en tu ciudad, porque él no tiene
elconejo, que rumian, pero no tienen parte ni heredad contigo.
28 Al fin
la pezuña dividida, son inmundos de cada tercer año, sepa-
para vosotros; 8 el puerco, que tiene rarás todas las décimas de los pro-
'
al despedirle libre de tu casa, no le sino que por siete días comerás pan
mandarás vacío, 14 sino que le darás ácimo, el pan de la aflicción, porque
algo de tus ovejas, de tu era y de tu de prisa saliste de Egipto; para
lagar, haciéndole partícipe de los que así te acuerdes toda tu vida del
bienes con que Yave, tu Dios, te día en que saliste de Egipto. 4 No
bendice a ti. 16 Acuérdate de que se verá levadura esos siete días en
esclavo fuiste en la tierra de Egipto, toda la extensión de tu territorio,
y de que Yave, tu Dios, te libertó; y nada de la víctima que a la tarde
por eso te doy yo este mandato. inmolares quedará para la noche
16 Y si tu esclavo te dice: No quiero hasta la mañana siguiente. 5
No
salir de tu casa, porque te amo a ti sacrificarás pascua en cualquiera
la
y a tu casa, y se halla bien contigo, de las ciudades que te dará Yave,
6
i' entonces, tomando un punzón, tu Dios; sólo en el lugar que Yave,
le agujerearás la oreja junto a la tu Dios, elija, para hacer habitar
puerta, y será esclavo tuyo para en él su nombre, sacrificarás la pas-
siempre; lo mismo harás con tu cua, a la tarde, al ponerse el sol, al
sierva. 18 Que no te pese darle por tiempo de tu salida de Egipto. 7 La
libre, porque sirviéndote seis años, asarás y la comerás en el lugar que
te ha valido el doble del salario de Yave, tu Dios, elija, y de allí te vol-
un jornalero, y Yave, tu Dios, te verás a la mañana siguiente, para irte
bendecirá en cuanto hagas. a tus tiendas. 8 Durante seis días come-
rás pan ácimo, y el día séptimo será
la solemnidad de Yave, tu Dios,
Los primogénitos. y no harás en él trabajo alguno.
(Exod. 13, 11-16; Núm. 13, 14-19.)
Pentecostés.
19
Consagrarás a Yave, tu Dios,
9
todos los piimogénitos, todo primo- Contarás siete semanas; desde
génito macho de tus vacas y ovejas; el en que comienza a meterse
día
no harás trabajar al primogénito la hoz en el trigo, comenzarás a contar
de tu vaca, ni esquilarás al primo- las siete semanas; 10 y celebrarás la
génito de tus ovejas, 20 sino que lo fiesta de las semanas en honor de
comerás cada año, tú y tu familia, Yave, tu Dios, con ofrendas volun-
delante de Yave, tu Dios, en el lugar tarias, que harás conforme Yave,
que él elija. 21 Pero si es defectuoso, tu Dios, te haya bendecido. 11 Te
si ciego o cojo o con otro defecto, regocijarás en la presencia de Yave,
no se lo ofrecerás en sacrificio a tu Dios, en el lugar que elija para
Yave, tu Dios. 22 Lo comerás en hacer habitar en él su nombre, tú y
tus ciudades, como se come la gacela tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva,
o el ciervo; 23 pero no comerás la el levita que mora en tus ciudades,
sangre, la derramarás sobre la tierra |
así como el peregrino, el huérfano
como el agua. I
y la viuda que habitan en medio
192 DEUTERONOMIO, 17
12
de ti. Acuérdate de que siervo las ciudades que Yave, tu Dios, te
fuiste en Egipto, y cuida de poner |
da, hubiere hombre o mujer que hi-
en obra estos mandamientos. ciere lo que es malo a los ojos de
Yave, tu Dios, traspasando su alianza,
3
yéndose tras otros dioses para ser-
virles y postrarse ante ellos, ante el
La fiesta de los tabernáculos.
sol o la luna o cualquier astro del
13
Celebrarás la fiesta de los taber- ejército de los cielos (1), cosa que
yo no he mandado; 4
náculos durante siete días, una vez cuando la cosa
recogido el producto de tu era y de ¡legue a ti, harás una escrupulosa
tu lagar; 14 te regocijarás en esta investigación; si el rumor es verda-
dero y el hecho cierto, si se cometió
fiesta tú, tu hijo, tu hija, tu siervo
tal abominación en Israel, 5 llevarás
y tu sierva, así como el levita, el
peregrino, el huérfano y la viuda a tus puertas al hombre o mujer
que habitan en tu ciudad. 15 Cele- que tal maldad ha cometido y los
brarás la fiesta en honor de Yave, lapidarás, hasta que mueran.
i
en funciones, y le consultarás; él
tu Dios, te dará, según tus tribus, te dirá la sentencia que haya de
que juzguen al pueblo justamente. darse, conforme a derecho. 10 Obra-
19 No tuerzas el derecho, no hagas rás según la sentencia que te hayan
acepción de personas, no recibas rega- dado en el lugar que Yave, ha ele-
los, porque los regalos ciegan los gido, y pondrás cuidado en ajus-
ojos de los sabios y corrompen las farte a lo que ellos te hayan ense-
palabras de los justos. 20 Sigue estric- ñado. 11
Obrarás conforme a la ley
tamente la justicia, para que vivas que te enseñen y a la senten-
ellos
y poseas la tierra que te da Yave, cia que te hayan dado, sin apartarte
tu Dios. ni a la derecha ni a la izquierda,
de lo que te hayan dado a conocer.
12 El que, dejándose llevar de la
Represión de la apostasfa. soberbia, no escuchare al sacerdote,
que está allí para servir a Yave,
No plantarás arboleda alguna
21 tu Dios, o no escuchare al juez,
junto al altar que elevarás a Yave, será condenado a muerte. 13 Así extir-
tu Dios; 22 ni alzarás cipos, que eso parás el mal de en medio de Israel,
lo detesta Yave, tu Dios. I
Dios, buey ni oveja que tengan culto de los astros no era propio
El
(i)
defecto, porque es abominación ante de lasreligiones cañoneas. Lo era más bien
Yave, tu Dios. de lascaldeas, cuyo influjo se dejó también
2 Si en medio de ti,
en alguna de sentir en Palestina.
DEUTERONOMIO, 18 193
13
194
mandato: Separa tres ciudades; 8 y ojo por ojo, diente por diente, mano
si Yave, tu Dios, ensancha tus fron- por mano, pie por pie
teras, como a tus padres se lo ha
jurado, y te da toda la tierra que
a tus padres juró darte, 9 siempre La guerra.
que guardes y pongas por obra todos
los mandamientos que yo te pres- •)A 1 Cuando hagas la guerra a tus
cribo hoy, amando a Yave, tu Dios,
— " enemigos, al ver los caballos y
y siguiendo todos sus caminos, aña- los carros de un pueblo más pode-
dirás a esas tres, otras tres ciudades, roso que tú, no los temerás; porque
10 para que no sea derramada sangre Yave, tu Dios, que te sacó de Egipto,
inocente en medio de la tierra que está contigo. 2 Cuando se vaya a
Yave, tu Dios, te da por heredad, y dar la batalla, avanzará el sacerdote
no caiga sangre sobre ti. 11 Pero si y hablará al pueblo, 3 y le dirá:
uno que odiaba a su prójimo le ace- |Oye, Israel! Hoy vais a dar la bata-
chare, se echare sobre él y le hiere lla a vuestros enemigos; que no des-
mortalmente y huye a una de esas fallezca vuestro corazón; no temáis,
ciudades, 12 los ancianos de la ciudad no os asustéis ni os aterréis ante
le mandarán prender y le entregarán ellos; 4 porque Yave, vuestro Dios,
en manos del vengador de la sangre, marcha con vosotros, para combatir
para que muera. 13 No tendréis pie- con vosotros contra vuestros enemi-
! gos, y él os salvará. 8 Luego hablarán
dicatura, la del sacerdocio y la de la realeza. al pueblo los escribas, diciendo: ¿Quién
Comprende a todos los profetas que en el trans- ha construido una casa nueva y no
'
curso del tiempo mandará Dios a su pueblo; la ha estrenado? Que se vaya y vuel-
pero no se excluye, antes por modo especiall- va a su casa, no muera en la batallá
simo se incluye, al profeta por antonomasia,
el Mesías. Uno de los fines de esta institución
y sea otro el que la estrene. 6 ¿Quién
es apartar al pueblo de acudir a hechiceros y
ha plantado una viña y no la ha
adivinos, como acostumbraban los cananeos, vendimiado todavía? Que se vaya y
y en general los gentiles. vuelva a su casa, no sea que muera
DEUTERONOMIO, 21
No
siembres en tu viña simientes
IA cadáver del ajusticiado. de dos clases, porque todo serla de-
clarado cosa santa, lo sembrado y el
22
Cuando uno que cometió un de- producto de la viña.
10 No ares
litodigno de la muerte, sea muerto con buey y asno unci-
colgado de un madero, 23 su cadáver dos juntos.
no quedará en él la noche, no dejarás 11
No lleves vestido tejido de lana
de enterrarle el día mismo, porque el y de lino Juntamente.
12
Te harás borlas en las cuatro
puntas del vestido con que te cubras.
(i) Esta cautiva de guerra pasa de su
nación a una nación nueva, cosa en cierto modo
equivalente a la muerte, para su nación, y por (i) Un cadáver, ya por sí, es un foco de
eso ha de despojarse de cuanto recuerda su impureza. Lo es mucho más el del ajusticiado,
aación propia. por razón de su crimen.
DEUTERONOMIO, 23
pamento debe ser santo, para que vez que de la casa de él salió, podrá
i
Yave no vea en ti nada de indecente ella ser mujer de otro hombre (1).
3 Si también
y no aparte de ti sus ojos. el segundo marido la
aborrece, y le escribe el libelo de re-
pudio, y poniéndoselo en la mano, la
Humanidad. manda a su casa, o si el segundo ma-
rido que la tomó por mujer muere,
15 No entregarás a su amo un es- 4 no podrá
j
el primer marido volver
clavo huido, que se haya refugiado a tomarla por mujer, después de ha-
en tu casa. 16 Tcnle contigo en medio berse ella manchado, porque esto
de tu tierra, en el lugar que él elija, es una abominación para Yave, y
en una de tus ciudades, donde bien no has de llevar el pecado a la tierra
le viniere, sin causarle molestias (1). que Yave, tu Dios, te da en heredad.
17 Que no haya prostituta de entre 8 Cuando
un nombre sea recién
las hijas de Israel, ni prostituto de casado, no irá a la guerra ni se le
entre los hijos de Israel. 18 No lleves ocupará en cosa alguna: quede libre
a la casa de Yave ni la merced de en su casa durante un año, para con-
una ramera ni el precio de un perro, tentar a la mujer que tomó.
para cumplir un voto, que lo uno y
lo otro es abominación para Yave,
tu Dios. Equidad, humanidad y mode-
19 No exijas de tus
hermanos inte- ración.
rés alguno, ni por dinero ni por ví-
veres, ni por nada de lo que con usura 6
No tomarás en prenda las dos
se presta. 20 Puedes exigírsclo al ex- piedras de una muela, ni la piedra
tranjero, pero no a tu hermano, para de encima de ella, porque es tomar
que Yave, tu Dios, te bendiga en la vida en prenda.
7
todas tus empresas, en la tierra en Si se descubriere que alguno se-
que vas a entrar para poseerla. cuestró a su hermano de entre los
21 Cuando hicieres un voto
a Yave, hijos de Israel para hacerle esclavo,
tu Dios, no relardes el cumplirlo; o que le vendió, el ladrón será con-
pues Yave, tu Dios, de cierto te pe- denado a muerte. Quitarás el mal
dirá cuenta de ello y cargarías con de' en medio de ti.
un pecado. 22 Si no haces voto, no 8
Ten cuidado con la plaga de la
cometes pecado; 23 pero la palabra lepra, guardando escrupulosamente y
salida de tus labios, la mantendrás cumpliendo cuanto te digan los sacer-
y la cumplirás conforme al voto libre- dotes levitas; todo cuanto yo les
mente hecho a Yave, tu Dios, que he prescrito, lo pondréis escrupulo-
tu boca pronunció. samente por obra. 9 Acuérdate de
24 Si entras en la viña de tu pró- lo que con María hizo Yave, tu Dios,
jimo, podrás comer uvas hasta saciar durante el camino, a la salida de
tu apetito, pero no guardarlas en re- Egipto.
10 Si prestas algo a tu prójimo, no
cipiente alguno tuyo.
25 Si entras en la mies de tu pró- entrarás en su casa para tomar
jimo, podrás coger unas espigas con prenda; 11 esperarás fuera de ella
j
eijarás con los bienes que Yave, tu ellas todas las palabras de esta ley,
Dios, te ha dado a ti y a tu casa,
j
que caigan en tierra las alias y fuer- que tú ni tus padres conocisteis,
ni
tes murallas en que habrás puesto leño piedra. 65 Tampoco en medio
y
tu confianza, te asediará en todas tus de estos pueblos tendrás tranquili-
ciudades, en toda la tierra que Yave, dad ni hallarás punto donde posar
tu Dios, te habrá dado. 53 Comerás tranquilamente la planta de tus pies;
el fruto de tus entrañas, la carne de por lo contrario, te dará Yave un
tus hijos y tus hijas, que Yave, tu corazón pávido, unos ojos decaídos
Dios, te habrá dado: tanta será la an- y un alma angustiada, 66 y tendrás
gustia y el hambre a que te reducirá día y noche la vida pendiente como
tu enemigo. 54 El hombre de entre de un hilo ante ti; día y noche esta-
vosotros más delicado y más hecho rás temeroso y no tendrás seguridad;
al lujo, mirará con malos ojos a su
67 a la mañana dirás: ¡Oh, si fuese
hermano, a la mujer que en su seno de nochel Y
a la noche dirás: ¡Oh, si
reposa, y a los hijos que todavía le fuese de día!; por el miedo que se
queden, 55 para no tener que dar apoderará de tu corazón y por lo
ninguno de ellos de la carne de sus que tus ojos verán. 68 Acabará Yave
hijos, que comerá, por no que-
él se por haceros volver en naves a Egipto,
darle otra cosa que comer en el por el camino de que te había dicho:
cerco y en la angustia a que te redu- no volverás más por él; allí seréis
cirá tu enemigo en todas tus ciuda- vendidos a vuestros enemigos como
des. 86 La mujer de en medio de ti esclavos, y no habrá quien os compre.
más delicada, la más hecha al lujo,
demasiado blanda y delicada para
probar a poner sobre el suelo la
planta de su pie, mirará con malos CUARTO DISCURSO
ojos al marido que en su seno reposa,
a su hijo y a su hija, 67 a las secun-
dinas que salen de entre sus pies y Recapitulación.
al hijo que acabará de dar a luz;
porque faltos de todo, llegaréis hasta 1
Estas son las palabras de la
comer todo eso en secreto, tanta será que mandó Yave a
alianza
la angustia y el hambre a que te . I Moisés hacer con los hijos de Israel
reducirá el enemigo dentro de tus I
en la tierra de Moab, además de la
ciudades. alianza que con ellos hizo en Horeb.
68 Si no cuidas de poner por obra 2 Convocó Moisés a los hijos de
todas las palabras de esta ley, escri- Israel y les dijo: «Habéis visto todo
tas en este libro, temiendo este glo- cuanto a vuestros ojos hizo Yave
rioso y terrible nombre, el de Yave, en la tierra de Faraón,
Egipto al
tu Dios, 59 hará Yave portentosos a todos sus servidores toda su y a
tus azotes y los azotes de tu descen- tierra; 3
los grandes portentos que
dencia; azotes grandes y continuos, tus ojos vieron, los milagros y los
enfermedades graves y obstinadas; prodigios grandes. 4 Pero Yave no
60 arrojará sobre ti todas las plagas os ha dado todavía hasta hoy un
de Egipto, ante las cuales te aterro- corazón que entienda, ojos que vean,
rizaste, y se pegarán a ti. 61 Vendrán y oído que escuche. 6 Por cuarenta
sobre ti toda otra clase de enferme- años os ha conducido a través del
dades y azotes, no escritos en el desierto; vuestros vestidos no se han
libro de esta ley. 62 Yave te los echará envejecido sobre vosotros; tu zapato
encima, hasta que seas exterminado; no se ha envejecido en tu pie; 6 no
quedaréis pocos, cuando erais como habéis comido pan ni habéis bebido
las estrellas del en muchedum-
cielo vino ni licor, para que sepáis que
bre, por no haber escuchado
la voz soy yo, Yave, vuestro Dios; 7 y al
de Yave, tu Dios. 63 Así como se llegar a esta región, Seón, rey de
gozaba Yave en vosotros haciéndoos Hesebón, y Og, rey de Basán, salie-
beneficios y multiplicándoos, así se ron contra ti en guerra, pero los
gozará sobre vosotros, arruinándoos derrotamos 8 y nos apoderamos de
y destruyéndoos. Así seréis exter- su tierra, dándosela en posesión a
minados de la tieira en que vais a los rubenitas y gaditas y a media
entrar para posesionaros de ella, 64 y tribu de la de Manasés. 9 Por eso
te dispersara Yave por entre todos debéis guardar todas las palabras de
los pueblos, del uno al otro cabo de esta alianza, para asegurar el feliz
la tierra; y allí servirás a otros dioses, éxito de cuanto emprendáis.
204 DEUTERONOMIO, 30
donará a ése, sino que se encen- persos en el último cabo de los cie-
derán contra él la cólera y el celo de los, de allí los reunirá Yave, tu Dios,
Yave, se echarán sobre él todas las y de allí irá a tomarlos. 5 Yave, tu
maldiciones escritas en este libro, 21 y Dios, volverá a traerte a la tierra
Yave borrará su nombre de debajo que poseyeron tus padres, y volverás
de los cielos. 22 Yave le elegirá para a poseerla, y él te bendecirá y te
entregarle a la desventura, de entre multiplicará más que a ellos. 4 Cir-
todas las tribus de Israel, conforme cuncidará Yave, tu Dios, tu corazón
a las maldiciones de esta alianza, es- y el corazón de tus descendientes,
critas en el libro de esta ley. 23 Las para que ames a Yave, tu Dios, con
generaciones venideras, los hijos que todo tu corazón y con toda tu alma,
duspués de vosotros nacerán, y los y vivas. 7 Por lo contrario, Yave, tu
extranjeros que de lejanas tierras Dios, arrojará todas estas maldicio-
vengan, a la vista de las plagas y nes sobre tus enemigos, sobre los que
de las calamidades con que habrá te odiaron y te persiguieron, 8 y tú
castigado Yave a esta tierra —
azufre obedecerás la voz de Yave, tu Dios,
y sal, quemada toda la tierra, sin
sembrarse, ni germinar, sin que nazca (i) Por muchos y graves que sean los
en ella la hierba, como la catástrofe castigos con que por sus pecados aflija Dios al
de Sodoma y Gomorra, de Adama y pueblo, siempre acaba por prevalecer la mise-
ricordia y por cumplirse las divinas promesas
Seboim, que destruyó Yave en su
en el resto de los salvados. Este concepto, que
furor— 24 dirán todos: ¿Cómo es que
,
desarrollan después tanto los profetas, esti
así ha dejado Yave a esta tierra? Intimamente ligado con el plan de la redención
¿Qué ira y qué furor tan grande ha por el Mesías.
DEUTERONOMIO. 31
de ovejas, la espada,
Con la gordura de los corderos, de Y
dentro, en sus estancias, el es-
los carneros, panto,
Criados en Basán; y la de los ma- Lo mismo a mancebos que a don-
chos cabríos, cellas,
Con la flor de trigo; Lo mismo al que mama que al
Y
bebió la sangre de las uvas, la encanecido.
26 Ya hubiera yo
espumosa bebida. dicho: Voy a ex-
Comió Jacob y se hartó, terminarlos del todo,
15 Y engordó el Jesurún (1), y Voy a borrar de entre los hombres
tiró coces, su memoria,
27 Si no hubiera
Engordaste, te cebaste, te hin- sido por la arro-
chaste, gancia de los enemigos,
Y volvió las espaldas a Dios, su Porque se envanecerían sus per-
Hacedor, seguidores,
Y
despreció al Dios tutelar de su Y
dirían: Ha vencido nuestra mano,
salvación, No es Yave quien ha hecho todo
16 Provocándole con dioses ajenos esto.
Irritáronle con abominaciones; 28 Es gente sin consejo,
17 Inmolaron
a demonios, a no- No tienen conocimiento,
29
dioses, Si fueran prudentes, comprende-
Adioses que no habían conocido, rían esto,
Nuevos, de a poco advenedizos, Y atenderían a lo que les espe-
A los que no sirvieron sus padres. ra.
18 Del Dios tutelar que 30 ¿Cómo puede uno
te crió, te solo perseguir
olvidaste, a mil,
Diste al olvido a Dios, a tu Hacedor.
19
Y
dos poner en fuga a diez mil,
Violo Yave y te rechazó, 31
Si no porque su Dios tutelar los
Provocado a ira por sus hijos y haya vendido,
sus hijas.
20 Y
Y
Yave los haya entregado?
dijo: «Esconderé de ellos mi Porque no es como nuestro de-
rostro, fensor el defensor suyo,
Veré cuál será su fin, Sean jueces nuestros mismos ene-
Porque es una generación perversa, migos.
Hijos sin fidelidad alguna, 32 De cierto su vid es de la vid
de
21
Ellos me han provocado con Sodoma,
no-dioses, De los campos de Gomorra sus sar-
mientos,
(i) El predilecto, el niño mimado. Sus uvas son uvas ponzoñosas,
208 DEUTERONOMIO, 33
daré; te la hago ver con tus ojos, puesto Moisés sus manos sobre él.
pero no entraras en ella.» Moisés, 1
pliría su palabra. Tres son los hechos prodigiosos que se consignan en el libro:
El paso del Jordán, la toma de J tricó y la victoria de Oabaón. los tres el En
texto, seapor su deficiente conservación, sea por su oscuridad, no nos ofrece elemen-
tos suficientes para hacernos una idea exacta de los milagros. Aun los intérprctef
católicos, que no rehuyen el milagro, dan de ellos explicaciones muy diversas.
La conquista de Canán, desde el punto de vista bíblico, está plenamente
justificada por los juicios de Dios a favor de Israel (Ex. 23, 27; 33, 2; Deut. 9, 4 ).
Desde el punto de vista humano, la conquista no se diferencia de las realizada,
per tantos pueblos que, careciendo de patria, buscan un territorio donde hacérselas
apoyándose en su propia fuerza.
Ignoramos cuándo el libro haya sido escrito y por quién; lo que si podemos
comprobar es que su autor dispuso de documentos anteriores a la conquista
de Jerusalén por David (Jos. 15, 63) y de Guezer por el Faraón, suegro de
Salomón (Jos. 16, 10; I Rey. 9, 17).
JOSUE
La orden de partida. i nada temas, porque Yave, tu Dios,
irá contigo a dondequiera que tú
1
Después de la muerte de Moisés, vayas.»
I siervo de Yave, habló Yave a 10
Dió, pues, Josué a los oficiales
Josué, hijo de Nun, ministro de del pueblo esta orden: «Recorred el
Moisés, diciendo: 2 «Moisés, mi siervo, campamento y dad esta orden al
ha muerto. Alzate ya, pues, y pasa pueblo: 11 Preparaos y proveeos,
ese Jordán, tú y tu pueblo* a la porque dentro de tres días pasaréis
tierra que yo doy a los hijos de Israel. ese Jordán, para ir a ocupar la tierra
I
mos ati. Que quiera Yave estar con- como yo he tenido misericordia de
tigo, como con Moisés estuvo. 18 Quien vosotros, la tendréis vosotros también
rebelándose contra tus órdenes te de la casa de mi padre 13 y dejaréis
desobedezca, morirá. Esfuérzate y ten la vida a mi padre, a mi madre, a
valor. mis hermanos y a todos los suyos,
y que nos libraréis de la muerte.»
14 Los hombres la dijeron: «Te jura-
Espías a Jericó. Rahab. mos por nuestra vida que, si no nos
denuncias, cuando Yave nos entregue
O Josué, hijo de Nun, mandó en
1 esta tierra tendremos contigo mise-
secreto dos espías desde Setim, ricordia y fidelidad.»
15 Ella los bajó con una cuerda por
diciéndoles: «Id a explotar la tierra.»
Puestos en camino, llegaron a Jericó, la ventana, pues su casa estaba ado-
a casa de una cortesana de nombre sada a la muralla. Antes les dijo:
Rahab pararon Al 2 16 «Idos al monte, no sea que los
(1) y allí.
rey de Jericó le dieron noticia, di- que os persiguen den con vosotros;
ciendo: «Hombres de entre los hijos estad allí escondidos durante tres
de Israel han llegado aquí durante la días, hasta que aquéllos estén de
noche, para explorar la tierra.» 3 El vuelta, y luego id vuestro camino.»
17
rey mandó decir a Rahab: «Saca a Los hombres le dijeron: «Mira
esos hombres que han venido a ti cómo habrás de hacer, para que
y han entrado en tu casa, porque cumplamos «1 juramento que te he-
han venido para explorar la tierra.» mos hecho: 18 Cuando entremos en
4
Cogió ella a los dos hombres y los esta tierra, ata este cordón de hilo
escondió en el terrado, y dijo: «Cierto de púrpura a la ventana por la cual
que han venido hombres a mí, pero nos has descolgado, y reúne contigo
yo no sabía de dónde eran, 6 y cuando en tu casa á tu padre, a tu madre,
esta tarde se iban a cerrar las puer- a tus hermanos y a toda la casa de
tas han salido y no sé a dónde han tu padre. 19 Si alguno sale fuera de
ido; daos prisa a perseguirlos y de la puerta de tu casa, su sangre será
seguro los encontraréis.» 6 Tero ella sobre su cabeza y nosotros seremos
los había subido al terrado y los inocentes; pero si alguien pone la
había escondido debajo de tascos mano sobre ninguno de los que con-
de lino, que para ello dispuso en el tigo estén en tu casa, su sangre sea
terrado. 7 Aquellos hombres fueron sobre nuestra cabeza. 20 Si nos de-
en su persecución por el camino que nuncias, seremos libres del juramento
va a los vados del Jordán, y una vez que nos has pedido.» 21 Ella respondió
que salieron, se cerraron las puertas. «Sea como decís.» Luego los despidió.
8 22
Antes de que los espías se acos- fueron al monte y
Los espías se
tasen, subió Rahab al terrado y les se estuvieron escondidos allí tres días.
dijo: 9 «Yo sé que Yave os ha entre- Los que los perseguían los estuvieron
gado esta tierra; el terror de vuestro buscando por el camino, sin hallarlos.
nombre se ha apoderado de nos- 23 Los dos
espías, bajando del monte,
otros, 10 pues hemos sabido cómo repasaron el Jordán, se fueron a
Yave, a vuestra salida de Egipto, Josué, hijo de Nun, y le contaron
secó las aguas del Mar Rojo, y cómo todo lo sucedido, 24 diciendo: «Cierto
habéis tratado a los dos reyes de los es que Yave ha entregado en nues-
amorreos del lado de allá del Jordán, tras manos toda esa tierra, pues los
Seón y Og, que disteis al anatema. habitantes de ella están acobardados
11 Al saberlo, nuestro corazón ha des- de nosotros.
mayado, y todos se han acobardado
ante vosotros; porque Yave, vuestro
Dios, es Dios arriba en los cielos y Paso del Jordán.
abajo sobre la tierra. 12 Ahora, pues, os
pido que me juréis por Yave que, 1
Josué, levantándose bien de
3 mañana, partió de Setim, él y
(i) Probablemente la razón de ir los todos los hijos de Israel; y llegados
espías a la casa de Rahab fué que entonces, por
al Jordán, hicieron allí alto, antes
lo general, las cortesanas eran las mesoneras.
La epístola a los Hebreos (11.31.) pondera la de pasar. 2 Al cabo de tres días, los
fe de Rahab en los destinos de Israel, y que por oficiales recorrieron el campamento
3
eso fué incorporada a este pueblo y mereció fi- y dieron al pueblo esta orden:
gurar en la genealogía del Salvador. (Mat. 1. 4.) «Cuando veáis el arca de la alianza
216 JOSUÉ, 4
de Yave, vuestro Dios, llevada por los pueblo pasó frente a Jericó. 17 Los
sacerdotes, hijos de Leví, partiréis sacerdotes que llevaban el arca de
de este lugar donde estáis acampados la alianza de Yave se estuvieron en
y os pondréis en marcha tras ella, seco a pie firme, mientras todo Israel
4 pero dejando entre vosotros pasaba en seco, hasta que todo el
y ella
una distancia de unos mil codos, pueblo hubo acabado de pasar el
sin acercaros a ella, para que podáis Jordán.
ver el camino que habéis de seguir,
pues no habéis pasado nunca por él.»
5 Y Josué dijo al pueblo: «Santifí- Monumento conmemorativo del
caos, porque mañana Yave hará pro- paso del Jordán.
digios en medio de vosotros.» 6 Des-
1
pués habló Josué a los sacerdotes, Cuando toda gente hubo aca-
diciendo: «Llevad el arca de la alianza, ~4 bado de pasar
la
elJordán, Yave
e id delante del pueblo. » Ellos lleva- dijo a Josué: 2 «Tomad de entre el
ron el arca de la alianza, adelan- pueblo doce hombres, uno por cada
tándose al pueblo. tribu, 3 y dadles esta orden: De ahí,
7
Yave
dijo a Josué: «Hoy voy a del lecho del Jordán, donde los sacer-
comenzar a engrandecerte a los ojos dotes han estado a pie firme, coged
de todo Israel, para que sepan que doce piedras, traedlas y depositadlas
yo estoy contigo, como estuve con en el lugar donde acampéis esta
Moisés. 8 Tú da esta orden a los noche.» 4 Josué llamó doce hombres,
sacerdotes que llevan el arca de la que eligió entre los hijos de Israel,
alianza: Cuando lleguéis al borde de uno por tribu, 5 y les dijo: «Id al
las aguas del Jordán, os paráis en el medio del Jordán, ante el arca de
Jordán.» 9 Josué dijo a los hijos de Yave, vuestro Dios, y echaos al
Israel: «Acercaos, y oíd las palabras hombro una piedra cada uno, según
de Yave, vuestro Dios.» 10 Y dijo el número de las tribus de los hijos
Josué: «En esto vais a conocer que de Israel, para que sea señal en medio
el Dios vivo está en medio de vosotros, de vosotros. 6 Cuando un día os
y que no dejará de arrojar delante pregunten vuestros hijos: ¿Qué sig-
de vosotros a los camíneos, los geteos, nifican para vosotros estas piedras?,
los fereceos, los guergueseos, los amo- 7
les responderéis: Las aguas del
rreos y los jebuseos. 11 El arca de la Jordán se partieron ante el arca de
alianza del dueño de toda la tierra la alianza de Yave; cuando ella pasó
va a entrar delante de vosotros en el el Jordán, las aguas del río se divi-
Jordán. 12 Tomad doce hombres de dieron; y esas piedras serán para
entre las tribus de Israel, uno por siempre jamás un memorial para
cada tribu; 13 y cuando los sacerdotes los hijos de Israel.»
8 Los hijos de Israel cumplieron
que llevan el arca de la alianza del la
dueño de toda la tierra pongan la orden de Josué. Cogieron del medio
planta de sus pies en las aguas del del Jordán doce piedras, como se lo
Jordán, las aguas del Jordán se par- mandó Yave a Josué, según el nú-
tirán, y las que bajan de arriba se mero de las tribus de los hijos de
pararán en montón.» Israel, y llevándolas consigo al lugar
14 Cuando hubo salido el pueblo donde pasaron la noche, las deposi-
de sus tiendas para pasar el Jordán, taron allí.
9 Josué alzó doce piedras en el lecho
precedido por los sacerdotes que lle-
vaban el arca de la alianza, 15 en el del Jordán, en el lugar donde habían
momento en que los que llevaban el estado a pie firme los sacerdotes que
arca llegaron al Jordán, -y los pies llevaban el arca de la alianza, y allí
de los sacerdotes que llevaban el han estado hasta hoy.
arca se mojaron en la orilla de las 10 Los sacerdotes que llevaban el
—
aguas pues el Jordán se desborda
por todas sus orillas durante el tiempo
arca se estuvieron a pie quieto en
medio del Jordán, hasta que se hizo
de la siega —
16 las aguas que bajaban todo cuanto Yave había mandado
de arriba se pararon, se amontonaron a Josué decir al pueblo, conforme a
a mucha distancia, cerca de la ciudad todo cuanto Moisés había ordenado
de Adam, que está junto a Sartán; a Josué, y el pueblo se apresuró a
y las que bajaban hacia el mar del pasar. 11 Cuando el pueblo hubo
Araba, el mar de sal, quedaron ente- acabado de pasar, el arca de Yave y
ramente partidas de las otras, y el los sacerdotes se pusieron al frente
JOSUÉ, 5, 6 217
del pueblo. u Los hijos de Rubén, aquí por qué los circuncidó Josué:
los de Gad y la media tribu de Mana- Todos los salidos de Egipto, los varo-
ses, armados, iban en vanguardia nes, todos los hombres de guerra,
delante de los hijos de Israel, como habían muerto en el desierto, du-
13
se lo había mandado Moisés. Unos rante el camino, después de la salida
cuarenta mil hombres de ellos, arma- de Egipto. 5 El pueblo que salió
dos en guerra, pasaron ante Yavc a estaba circuncidado; pero los nacidos
14 Aquel día en el desierto durante el camino
los llanos de Jericó.
engrandeció Yave a Josué, a los ojos después de la salida de Egipto, no
de todo Israel, y éstos le respetaron, habían sido circuncidados; 6 pues los
como habían respetado a Moisés, hijos de Israel anduvieron durante
todos los días de su vida. cuarenta años por el desierto, hasta
15 Yave habló a Josué, diciendo: que perecieron todos los hombres de
16 «Manda a los sacerdotes que llevan guerra salidos de Egipto, por no
el arca del testimonio, que salgan del haber escuchado la voz de Yave.
Jordán»; 17 y Josué dió a los sacer- Yave les había jurado que no les
dotes esta orden: «Salid del Jordán»; dejaría ver la tierra que con jura-
18 mento había prometido a sus padres
y en cuanto los sacerdotes que
llevaban el arca de la alianza de Yave darles, la tierra que mana leche y miel.
7
salieron del medio del Jordán y asen- Los hijos de aquéllos les sucedieron
taron la planta de su pie' en la tierra en su lugar; y éstos son los que cir-
seca, las aguas del río volvieron a su cuncidó Josué, porque estaban sin
lugar y se desbordaron, como antes circuncidar, pues no habían sido cir-
estaban, por todas las orillas. cuncidados durante el camino. 8 Cuan-
19 El pueblo salió del Jordán el do todos se circuncidaron, quedáronse
día diez del mes primero, y acampó en el campamento hasta curarse; 9 y
en Gálgala, al límite oriental de Jericó. Yave dijo a Josué: «Hoy he quitado
20 Josué alzó en Gálgala las doce de sobre vosotros el oprobio de Egipto.
piedras que habían cogido del Jordán, Y aquel lugar fué llamado Gálgala,
21 hasta hoy (1).
y dijo a los hijos de Israel: «Cuando
un día os pregunten vuestros hijos:
¿Qué significan esas piedras?. 22 ins-
truid a vuestros hijos, diciendo: Israel La pascua.
pasó este Jordán a pie enjuto; 23 por-
que Yave, vuestro Dios, secó delante 10 Los hijos de Israel acamparon
de vosotros las aguas del Jordán, en Gálgala; y allí, el día catorce del
como lo había hecho Yave, vuestro mes, celebraron la pascua, a la tarde,
Dios, con las aguas del Mar Rojo, en los llanos de Jericó. 11 Comieron
que secó delante de nosotros, hasta de los frutos de la tierra desde el día
que hubimos pasado, 24 para que después de la pascua, panes ácimos
todos los pueblos de la tierra sepan y trigo tostado ya aquel mismo día;
que es poderosa la mano de Yave 12
y al día siguiente de comer de los
y vosotros conservéis siempre el temor frutos de la tierra no tuvieron ya el
de Yave, vuestro Dios. maná, y comieron ya aquel año de
los frutos de la tierra de Canán.
1
Cuando todos los reyes de los
'* amorreos, a occidente del Jordán,
y todos los reyes de los cananeos de Aparición a Josué.
cerca del mar, supieron que Yave
había secado las aguas del Jordán 13
Estando Josué cerca de Jericó,
hasta que ellos pasaron, desmayó su j
alzó los ojos, y vió que estaba un
corazón y perdieron todo su valor hombre delante de él en pie, con la
j
fuego, 24 y echado sobre Acán un gran todo el pueblo hubo tomado posicio-
montón de piedras, que todavía hoy nes al norte de la ciudad, y la embos-
subsiste. Por eso se llamó a aquel lugar cada al occidente de ella, avanzó Josué
valle de Acor, hasta el día de hoy. durante la noche al medio del valle.
14 Cuando el rey de Hai vi ó esto,
18 Yave dijo a Josué: «Tiende hacia había dado a los hijos de Israel,
Hai la lanza que llevas en la mano, como estáescrito en el libro de la
porque voy a poner en tu poder la ley de Moisés; un altar de piedras
ciudad.» Josué tendió hacia la ciudad en bruto, a las cuales no había to-
19 cado el hierro. Ofrecieron en él ho-
la lanza que tenía en la mano; y
las gentes de la emboscada se levan- locaustos a Yave y sacrificios euca-
taron prestamente del lugar donde risticos. 32 Allí, sobre las piedras,
estaban, y corriendo, entraron en la escribió Josué una repetición de la
ciudad, se apoderaron de ella, y le ley que Moisés había escrito delante
pusieron fuego. 20 Cuando los de Hai de los hijos de Israel. 33 Todo Israel,
miraron atrás y vieron el humo que ¡
sus ancianos, sus oficiales y sus jue-
de la ciudad subía al cielo, ya no I ees, estaban a los dos lados del arca,
pudieron ponerse en salvo por ningún ante los sacerdotes hijos de Leví, que
lado; pues el pueblo que huía camino llevaban el arca de la alianza de Yave;
del desierto se volvió contra los que y los peregrinos e indígenas, lo mismo
le perseguían. 21 Josué y todo Israel, que los hijos de Israel, una mitad del
viendo que la ciudad había sido to- lado del monte Garizin, otra mitad
mada por los emboscados, y cómo del lado del monte Ebal, según la
subía el humo de la ciudad, se vol- !
orden que Moisés, siervo de Dios,
vieron y derrotaron a los de Hai; había dado antes, para comenzar a
22
los otros salieron de la ciudad a bendecir al pueblo de Israel. 34 Leyó
su encuentro; los de Hai se vieron después Josué todas las palabras de
envueltos por los de Israel, de un la ley, la bendición y la maldición,
lado por unos, del otro por otros; ¡ conforme a todo lo que está escrito
y los de Israel los batieron, sin dejar i en el libro de la ley. 35 Ni una pala-
ni un superviviente ni un fugitivo: bra de cuanto había prescrito Moi-
23 cogieron
vivo al rey de Hai y se sés se omitió en la lectura que hizo
lo llevaron a Josué. Josué, en presencia de toda la asam-
24 Cuando Israel hubo acabado de blea de los hijos de Israel, de mujeres
exterminar en el campo a todos los y niños, y de los peregrinos que iban
habitantes de Hai, camino del de- en medio de Israel.
sierto, por donde los había perse-
guido, y todos hasta el último hubie-
ron sido pasados a filo de espada, Estratagema de los gabaonitas.
todo Israel se volvió a la ciudad y
1
la pasaron a filo de espada.
25 El número de muertos aquel día
i
por la espada de los hijos de Israel. éste a todos los hombres de Israel y
12 Aquel día, el día en que Yave dijo a los jefes de los hombres de
entregó a los amorreos en las manos guerra que le habían acompañado:
de los hijos de Israel, habló Josué a «Acercaos y poned vuestro pie sobre
Yave; y a la vista de Israel, dijo: sus cuellos.» Ellos se acercaron y pu-
«;Sol, detente sobre Gabaón; sieron su pie sobre sus cuellos, 25 y
Y tú, Juna, sobre el valle de Ayalón; Josué dijo: «No temáis y no os aco-
13
Y el sol se detuvo, y se paró la bardéis, sed firmes y valientes, pues
luna, así tratará Yave a todos vuestros
Hasta que la gente se hubo ven- enemigos, contra los cuales comba-
26 Después Josué hizo darles
gado de sus enemigos.» tís.»
¿No está esto escrito en el libro muerte y los mandó colgar de cinco
de Jaser? (1). El sol se detuvo árboles, y allí estuvieron colgados
27
en medio del cielo, y no se apresuró hasta la tarde. Al ponerse del sol
a ponerse, casi un día entero. 14 No los hizo bajar de los árboles y echar-
hubo, ni antes, ni después, día como los en la caverna donde se habían
aquel en que obedeció Yave a la voz escondido, y pusieron a la boca de
de un hombre, porque Yave combatía la caverna grandes piedras, que to-
por los hijos de Israel. 15 Josué, con davía se ven hoy allí.
todos los hijos de Israel, se tornó al
campamento, a Gálgala. Conquista de los territorios del
16
Los cinco reyes huyeron y se mediodía.
refugiaron en la caverna ele Maceda.
17
Se lo comunicaron a Josué, di- 28 Aquel mismo
día se apoderó
ciendo: «Han sido hallados los cinco Josué de Maceda y la destruyó con
reyes, escondidos en la caverna de todos los vivientes que en ella había
Maceda.» 18 Josué dijo: «Rodad gran- y su rey, pasándola a filo de espada.
des piedras a la boca de la caverna, Dió al anatema la ciudad y a todos
y poned a unos cuantos hombres que los vivientes que en ella había, sin
dejaruno solo, y trató a su rey
(i) Otros traducen justorum»,
«in libro
como había tratado al de Jericó.
29
o en singular, el libro del justo. Nos parece Pasó Josué con todo Israel de
mejor transcribirlo como nombre propio per- Maceda a Lebna y la atacó. 30 Yave
sonal. No vuelve a mencionarse tal libro en la la entregó también a las manos de
Escritura más que en II. Sam. i. 18, y quizá, Israel, con su rey, y la pasó a filo
más que un libro, fué una colección de cantos
bélicos. Desde luego, las dos citas prueban
de espada a ella y a cuantos en ella
que se trata de una composición poética. Por había, sin dejar escapar uno, y a
lobreve de la mucho más difícil todavía
cita, es su rey le trató como había tratado
determinar el sentido de las palabras citadas. al de Jericó.
224 JOSUÉ, 11
ya su heredad, que les dió Moisés a los hijos de Gad, una parte según
al otro lado del Jordán, a oriente, sus familias. 25 Su territorio compren-
como se la distribuyó Moisés, día: Jaser, todas las ciudades de
siervo de Yave: 8 desde Aroer, a Galad, la mitad de la tierra de los
orillas del torrente del Arnón, y desde hijos de Ammón
hasta Aroer, que
la ciudad que está en medio del valle, está enfrente de Raba, 28 desde Hese-
toda la llanura de Madaba, hasta bón hasta Rabot, Masfe y Betonim,
Dibón; 10 todas las ciudades de Seón, y desde Majanaim hasta la frontera
rey de los am"orreos, que reinaba en de Dcbir; 27 y en el valle Bet Aram,
Hesebón, hasta la frontera de los Bet Nemra, Socot y Safán, partes
hijos de Ammón; 11 Galad, el terri- del reino de Seón, rey de Hesebón,
toriode Gesur y de Macat, toda la el Jordán y sus riberas hasta el cabo
montaña de Hermón y todo el Basán, del mar de Queneret, del otro lado
12
hasta Saleja; todo el reino de Og, del Jordán, a oriente.
28
en Basán, que reinaba en Astarot, Esta fué
la heredad, ciudades con
y en Edrai, y eran los últimos restos sus pueblos, de los hijos de Gad,
de los refaim. Moisés batió a estos según sus familias.
reyes y los desposeyó; 13 pero los
hijos de Israel no desposeyeron a
los gesuritas y a los macatitas, y Media tribu de Manasés.
Gesur y Macat habitan en medio de
ellos hasta hoy. 14 La tribu de Leví 29
Moisés dió a media tribu de
fué la sola a que Moisés no dió Manasés, a los hijos de Manasés,
heredad, porque las combustiones de una parte según sus familias. 30 Tu-
Yave, Dios de Israel, son su heredad, vieron por territorio, a partir de
como él se lo dijo. Majanaim, todo Basán, todo el reino
de Og, rey de Basán, y todos los
burgos de Jair en Basán, sesenta
Rubín. ciudades; 31 la mitad de Galad,
Aslarot y Edrai, ciudades del reino
15
Moisés habla dado a los hijos de Og en Basán, fueron dadas a
de la tribu de Rubén una parte Maquir, hijo de Manasés, a la mitad
según sus familias. 16 Tuvieron por de los hijos de Maquir, según sus
territorio, a partir de Aroer, a ori- familias.
32 que
llas del torrente del Arnón y de la Estas son las partes distri-
ciudad situada en medio del valle, buyó Moisés, cuando estaba en los
toda la llanura cerca de Madaba. llanos de Moab, del otro lado del
17 Hesebón
y todas las ciudades del Jordán, frente a Jericó, a oriente.
llano, Dibóu, Bamot Baal, Bet Baal, 33 Pero Moisés no dió parte a la
Maón, 18 Jas, Quedamot, Mefat, 19 Ca- tribu de Leví: Yave, Dios de Israel,
riataim, Sabama, Sarat Asar, en el es su parte, como él se lo ha dicho.
monte del valle, 20 Bel Fognr, las pen-
dientes del Pasga, Bet Jesimot, 21 to-
das las ciudades del llano y todo el rei- Ilebrón, para Caleb.
no de Seón, rey de los amorreos, que
reinaba en Hesebón; Moisés le derrotó 1 A 1
He
aquí lo que los hijos de
1 * Israel recibieron en heredad en
a él y a los príncipes de Madián,
Evi, Requem, Sur. Jur y Rebe, tri- la tierra de Canán; lo que les distri-
butarios de Seón, que habitaban la buyeron Eleazar, sacerdote, Josué,
tierra. 22 El adivino Balam, hijo de hijo de Nun, y los jefes de familia de
Rcor. fué también del número de las tri bus de los hijos de Israel. * Fué
£ D O M
228 JOSUÉ, 15
49
padre de Enac, que es Hebrón. Socot, Dana, Cariat Sena, que es
*4 Caleb arrojó de allí a los tres hijos Dabir, Anab, Istemo, Anim, " Go-
60
Benjamín,
Simeón.
11 La parte de la tribu de Benja-
1
mín fué sacada a suerte según sus La
suerte atribuyó la segun-
familias, y el territorio que les tocó IQ * da parte a Simeón, a la tribu
en suerte tenía sus fronteras entre de los hijos de Simeón, según sus fa-
los hijos de Judá y los hijos de José. milias; tuvieron su heredad en medio
12
Del lado del norte partía su fron- de la heredad de los hijos de Judá. 2 Su
tera del Jordán, subía al norte sobre heredad fué: Beersabe, Sabe, Molada,
3
la vertiente de Jericó, se elevaba Aser Sual, Bala, Asem, 4 Eltolad,
por la montaña a occidente, y ter- Betul, Jarma, 5 Siclaj, Bet Marca-
minaba en el desierto de Bet Aven; bot, Jaserusa, 6 Bet Lebaot, y Sa-
13
de allí iba a Luz, al mediodía, rujen; trece ciudades con sus pueblos;
que es Betel; luego bajaba a Atarot 7
Ain, Remon, Afar y Asar, cuatro
Adar, por la montaña que hay al ciudades con sus pueblos, 8 así como
mediodía de Bctorón de abajo. todos los burgos de los alrededores
14 Del
lado de occidente, se prolon- de estas ciudades, hasta Baalat Beer,
gaba la frontera volviendo hacia el que es la Ramat del sur. Esta fué
mediodía, desde la montaña situada la heredad de la tribu de los hijos
frente a Betorón, al sur, y terminaba de Simeón, según sus familias. 9 La
en Cariat Baal, que es Cariat Jearim, heredad de los hijos de Simeón se
ciudad de los hijos de Judá; esto tomó de la parte de los hijos de
por el lado de occidente. 15 Por el Judá, por ser la heredad de los hijos
lado del mediodía, partía del extre- de Judá demasiado grande para ellos,
mo de Cariat Jearim hasta la fuente y fué en medio de su territorio donde
de aguas de Neftoa; 16 bajaba al los hijos de Simeón recibieron su
extremo de la montaña que está heredad.
frente al valle de Ben Hinón, y al
norte del valle de Refaim, y bajaba
luego por el valle de Hinón hacia el Zabulón.
límite meridional de los jebuseos,
hasta la fuente de Rogel; 17 vol- 10
La tercera parte tocó en suerte
víase al norte y pasaba luego por a los hijos de Zabulón, según sus fa-
Rn Semes, seguía por Guelitot, que milias; la frontera de su heredad se
232 JOSUÉ, 19
tribu de Efraím. 11 Se les dió la ciu- lo había jurado a sus padres; ningu-
dad de refugio para los homicidas, no de sus enemigos pudo resistir, y
Siquem y su contorno, en la mon- Yave los entregó a todos en sus manos.
taña de Efraím, y Gazer, 22 Quisaim 4S De todas las palabras buenas que
y Betorón, con sus contornos; cuatro Yave había dicho a la casa de Israel,
ciudades. 23 De la tribu de Dan, El- ni una quedó sin efecto, todas se
teco, Guibeton, 14 Ayalon y Gat cumplieron.
Remon, con sus contornos; cuatro
ciudades. 25 De lamedia tribu de
Manasés, Tanac y Jibleam con sus
Vuelta de las tribus orientales a
contornos; dos ciudades. 26 En todo,
diez ciudades con sus contornos para
su territorio.
las familias de los otros hijos de
Caat. 27 Se dió a los hijos de Gersón, 99 1 Entonces llamó Josué a los
de entre las familias de los hijos de rubenitas, a los gaditas y a la
Levi, de la media tribu de Manasés, media tribu de Manasés, y les dijo:
2
la ciudad de refugio para los homi- «Habéis guardado todo lo que os
cidas, Golán, en Basan, y su con- mandó Moisés, siervo de Yave; ha-
torno; como también Belestera y su béis obedecido a mi voz en todo
contorno; dos ciudades. 28 De la cuanto os he mandado. 3 No habéis
tribu de Isacar, Quisyon, Daberet, abandonado a vuestros hermanos du-
29 Jaramut
y En Ganim y sus con- rante este largo espacio de tiempo,
tornos; cuatro ciudades. 30 De la hasta hoy, y habéis observado fiel-
tribu de Aser, Masal, Abdón, 31 Jelcat mente el mandato de Yave, vuestro
y Rcjob, 32 con sus contornos; cuatro Dios. 4 Ahora, pues, que Yave, vues-
ciudades. De la tribu de Neftalí, tro Dios, ha concedido a vuestros
la ciudad de refugio para los homi- hermanos el descanso, como se lo
cidas, Cades, en Galilea, con su con- había prometido, volveos, y tornad
torno, como también Jamot, Dor y a vuestras tiendas en la tierra que
Cartan, con sus contornos; tres ciu- os pertenece, que Moisés, siervo de
dades. 33 En todo, las ciudades de Yave, os dió al otro lado del Jordán.
8 Pero
los gersonitas, según sus familias, tened gran cuidado de poner
trece ciudades y sus contornos. por obra los mandamientos y las
34 A las familias de los hijos de leyes que Moisés, siervo de Dios, os
Merari, al resto de los hijos de Levi, ha prescrito, amando a Yave, vues-
en la tribu de Zabulón, Jocncam, tro Dios, marchando por todos sus
Carta, 36 Damna y Nalol, con sus caminos, apegándoos a él y sirvién-
contornos; cuatro ciudades; 38 de la dole con todo vuestro corazón y con
tribu de Rubén, Besor, Jasa, 37 Quc- toda vuestra alma." * Josué los ben-
demot y Mefat, con sus contornos; dijo y los despidió, y ellos se fueron
cuatro ciudades; 38 y de la tribu de a sus tiendas.
Gad, la ciudad de refugio para los 7
Moisés había dado a una mitad
homicidas, Ramot en (¡alad, y su de la tribu de Manasés un territorio
contorno; así como Majnnaim, 39 Je- en Basan, y Josué dió a la otra mitad
sebón y Jazer, con su contorno; cua- un territorio en medio de sus her-
tro ciudades. 40 En todo, las ciudades manos del lado de acá del Jordán,
señaladas por la suerte a los hijos de a occidente. Al mandarlos a sus
Merari, según sus familias, al resto tiendas, Josué los bendijo, 8 dicién-
de las familias de los hijos de Levi, dolcs: «Volvéis a vuestras tiendas
doce ciudades. con grandes riquezas, rebaños muy
41 Todas
las ciudades de los hijos numerosos y mucha plata, oro, bronce
de Lev!, en medio de las posesiones y hierro y vestidos; partid con vues-
de los hijos de Israel: cuarenta y tros hermanos los despojos de vues-
ocho ciudades y sus contornos. 42 Cada tros enemigos.»
una de estas ciudades tenía en torno Los hijos de Rubén, los hijos de
•
suyo un campo, y así para todas las Gad y la media tribu de Manasés,
ciudades. dejando en Silo a los hijos de Israel,
43 Yave dió a Israel toda la tierra en la tierra de Canán, se volvieron,
que a sus padres había jurado darles, para ir a la tierra de Galad, que era
y se posesionaron de ella y se esta- la propiedad que habían recibido,
blecieron allí. 44 Yave les concedió como Yave se lo mandó a Moisés.
10 Cuando llegaron a las regiones del
el descanso en torno suyo, como se
JOSUÉ, 22 235
vida de los ancianos que le sobre- prado por cien queaita* a los hijos de
vivieron y conocían cuanto había Jemor, padre de Siquem, y fueron
hecho Ya ve en favor de Ismel propiedad de los hijos de José.
32 Los huesos 33
de José, que los hijos Eleazar, hijo de Arón, murió,
de Israel hablan traído de Egipto, y fué sepultado en Gueba, ciudad de
fueron enterrados en Siquem, en el riñes, su hijo, a quien le había sido
trozo de tierra que Jacob había com- dada, en la montaña de Efraím.
JUECES
INTRODUCCION AL LIBRO DE LOS JUECES
Y AL DE RUT
16
242 JUECES, 1
JUECE S
Xucvas conquistas. que yo les hice a ellos»; y le llevaron
a Jerusalén y allí murió. 8 Atacaron
1
Después de muerto Josué, con- los hijos de Judá a Jerusalén: y
I sultaron los hijos de Israel a habiéndola tomado, pasaron a los
Yave. diciendo: «¿Quién de nosotros habitantes a filo de espada y pegaron
subirá antes contra el cananeo y le fuego a la ciudad. * Bajaron luego
combatirá?» * Y respondió Yave: los hijos de Judá, para combatir a
«Judá subirá, pues he dado la tierra los cananeos que habitaban en el
en sus manos.» 3 Y dijo Juda a Si- monte, en el Negueb y en e! Sefela.
meón, su hermano: «Sube conmigo a 10 Marchó contra los cananeos que
la parte que me ha tocado, a hacer habitaban en Hcbrón, antes llamado
la guerra al cananeo, y también iré Cariat Arbc, y batió a Scsai, Jimón
luego yo contigo a la que te ha tocado y Tolmai. 11 De allí marchó contra
a ti.» Y fué con él Simeón. los habitantes de Dabir, que se llamó
4 Subió,
pues, Juda, y puso Yave antes Cariat Sefer. lí Calcb dijo:
en sus manos al cananeo y al fereceo, «Al que ataque y tome a Cariat Sefer,
y derrotaron en Bezec a diez mil le daré por mujer mi hija Acsa.»
nombres. 6 Habiendo encontrado en 13 "Otoniel, hijo de Quencz, el herma-
Be7.ec a Adoni Bezec, le atacaron y no menor de Caleb, se apoderó de ella,
derrotaron a los cananeos y fereccos. y Calcb le dió su hija Acsa por mujer.
* Huyó Adoni Bezec y ellos le persi- *4
Cuando era llevada a la casa de
guieron, y cogiéndole, le amputaron Otonicl, él la excitó a que pidiera
los pulgares de las manos y de los a su padre un campo. Inclinóse ella,
pies. 7 Y dijo Adoni Bezec: «Setenta según iba montada, sobre el asno,
reyes con los pulgares de manos y y Caleb le preguntó: «¿Qué tienes?»
pies amputados, migajeaban debajo IS Ella dijo: «Hazme una gracia.
de mi mesa. Me devuelve Dios lo Ya que ra<> has dado tierra de se-
JUECES, 2 243
Yave. 13 Eglón se unió con los hijos todos robustos y valientes, no escapó
de Ammón y con Amalee; y marchó uno sólo. 30 Aquel día quedó Moab
contra Israel, le derrotó y conquistó humillado bajo la mano de Israel;
la ciudad de Tamarin;
14
y sirvieron y la tierra quedó en paz durante
los hijos de Israel a Eglón, rey de ochenta años, mientras vivió Aod.
15 31 Después de Aod, Samgar, hijo
Moab, dieciocho años. Clamaron los
hijos de Israel a Yave, y Yave les de Anata derrotó a seiscientos filis-
suscitó un libertador: Aod, hijo de teos con una aijada de bueyes, liber-
Gera, benjaminita, zurdo. Los hijos tando también él a Israel.
de Israel enviaron por medio de él
un presente a Eglón, rey de Moab.
16 Habíase hecho Aod un puñal de Débora.
dos filos, de un palmo de largo, que
1
se ciñó bajo sus vestidos, sobre el i Volvieron los hijos de Israel a
muslo derecho. 17 Presentó los dones hacer mal a los ojos de Yave,
a Eglón, rey de Moab, que era un * y los entregó Yave en mano de
hombre muy gordo; 18 y hecha la Jabin, rey de Cañan, que reinaba en
presentación, despidió a los que ha- Asor y tenía por jefe de su ejército
bían traído el presente. 19 Venía él de a Sisara, que residía en Jaroset Goím.
Ha Pesilim, cerca de Gálgala, y le 3
Clamaron los hijos de Israel a Yave,
dijo: «Tengo que decirte, ¡oh rey!, pues tenían aquéllos novecientos ca-
una cosa en secreto.» El dijo: «Salid»; rros de hierro, y desde hacía veinte
y se salieron todos los que estaban años oprimían duramente a los hijos
con él. 20 Estaba tomando el fresco de Israel. 4 Juzgaba en aquel tiempo
en el cenador alto, que era sólo para a Israel Débora, profetisa, mujer de
él, y le dijo: «Tengo que comuni- Lapidot. 5 Sentábase para juzgar
carte una palabra de parte de Dios, debajo de la palmera de Débora,
¡oh rey!» Eglón se levantó de su silla; entre Rama y Betel, en el monte
21
y entonces Aod, cogiendo con su de Efraím; y los hijos de Israel
mano izquierda el puñal que sobre iban a ella a pedir justicia. 6 Mandó
el muslo derecho llevaba, se lo clavó a llamar Débora a Barac, hijo de
en el vientre, 22 entrándole también ¡
Abinoem, de Cades, de, Neftalí, y le
el puño tras la hoja y cerrándose la i dijo: «¿No te ha mandado Yave, Dios
gordura en derredor de la hoja, pues de Israel: Ve a ocupar el monte
no sacó del vientre el puñal. 23 Salió Tabor y -lleva contigo diez mil hom-
Aod al pórtico, cerrando tras sí las bres, de los hijos de Neftalí y de los
puertas del cenador y echando el de Zabulón? 7 Yo te traeré allí, al
cerrojo. 21 Una vez que hubo salido, torrente de Cjson, a Sisara, jefe del
vinieron los servidores; y viendo que ejército de Jabín, y a sus carros y
las puertas del cenador tenían echado sus tropas, y los pondré en tus ma-
el cerrojo, se dijeron: «Seguramente nos.» 8 Díjola Barac: «Si vienes tú
está haciendo alguna necesidad en conmigo, iré; si no vienes tú, no iré.»
el cubículo de verano.»
25 Esperaron 9
Ella le contestó: «Iré, sí, iré con-
mucho tiempo, hasta darles vergüenza, tigo; pero ya no será gloria tuya la
y como las puertas del cenáculo alto expedición que vas a emprender,
no se abrían, cogieron la llave y porque a mano de una mujer entre-
abrieron, viendo que su amo yacía :
:
gará Yave a Sisara.» Levantóse Dé-
en tierra, muerto. 26 Mientras esta- bora y se fué con Barac a Cades.
ban ellos perplejos, huyó velozmente 10 Convocó Barac a Zabulón
y Nef-
Aod, pasó de Ha Pesilim y -se puso talí a Cades, y subió con diez mil
en salvo en Seirat. 27 En cuanto llegó, i hombres, subiendo también con él
hizo tocar las trompetas en el monte Débora.
de Efraím. Los hijos de Israel baja- 11 Jeber, quineo, se había separado
ron con él de la inontaña, y él se de los otros quíneos, hijos de Jobab,
puso al frente de ellos 28 y les dijo: suegro de Moisés, y había plantado
«Seguidme, que Yave ha entregado sus tiendas en el encinar de Sesira,
en vuestras manos a vuestros ene- cerca de Cades.
migos, los moabilas. » Bajaron tras él 12
Hicieron saber a Sisara que Barac,
se apoderaron de los vados del hijo de Abinoem, subía al monte
ordán, frente a Moab, sin dejar Tabor; 13 y Sisara reunió todos sus
pasar a nadie. 29 Derrotaron entonces carros, novecientos carros de hierro,
a Moab. De unos diez mil hombres, y todo el ejército de que disponía,
246 JUECES, 5
deón que era el ángel de Yave, dijo: dad quieres salvar a Israel por mi
«|Ay, Señor, Yavel ¿Entonces he mano, como me has dicho, 37 voy a
visto cara a cara al ángel de Yave?» poner un vellón de lana al sereno;
23 Díjole sólo el vellón se cubre de rocío,
Yave: «La paz sea contigo, si
no temas, no morirás. » 24 Gedeón quedando todo el suelo seco, conoceré
alzó allí un altar, y le llamó Yave que libertarás a Israel por mi mano,
Salom, que todav'a existe en Ofra como me lo has dicho.» Así sucedió.
de Abiezer. 25 Aquella misma noche 38 A la mañana siguiente levantóse
le dijo Yave a Gedeón: «Coge el muy temprano, y exprimiendo el
toro de tu padre, el segundo toro, vellón, sacó de rocío, una cazuela
él el
39
de siete años; derriba el altar de Baal llena de agua. Gedeón dijo a Dios:
que tiene tu padre, y corla el ase- «Qué no se encienda tu cólera contra
ra que hay cerca, 26 y construye mi, si hablo todavía otra vez; qui-
con la leña un altar a Yave, tu Dios, siera hacer otra prueba con el vellón;
en lo alto de este fuerte; y tomando que sea el vellón el que se quede seco,
JUECES, 7 249
y caiga el roclo sobre todo el suelo.» dero, hasta el extremo del campa-
40 Así lo hizo Dios aquella noche: mento, donde estaban los hombres
sólo el vellón quedó seco, y todo el de armas. 12 Madián, Amelec y los
suelo estaba cubierto de rocío. Bcne Qucdem se habían extendido
por el valle, numerosos como lan-
gostas, y sus camellos eran innume-
rables, como las arenas del mar.
Victoria contra los mndianitas. 13 Cuando llegó Gedeón, estaba un
hombre contando a su compañero
1
A la mañana siguiente, Jerobaal, un sueño, diciéndole: «He tenido un
' que es Gedeón, fué a acampar sueño. Rodaba por el campamento
con toda la gente que estaba con él, de Madián un pan de cebada, que
por encima de la fuente de Jarod. llegó hasta una tienda y chocó contra
El campamento de Madián estaba ella, la. derribó y la hizo rodar por
debajo del de Gedeón, al norte de tierra, y la tienda quedó por tierra.»
las colinas de More, en el valle. 14 El compañero le dijo: «Eso no es
2 Y
dijo Ya ve a Gedeón: «Es dema- sino la espada de Gedeón, hijo de
siada la gente que tienes contigo, Joás, de Jezrael. Dios ha puesto en
para que yo entregue en sus manos a sus manos a Madián y a todo el
Madián y se glorie Israel contra mí, campamento.» 15 Como Gedeón oyó
diciendo: Ha sido mi mano la que el sueño y la explicación, se pros-
me ha librado. 3 Haz llegar esto a ternó; y volviéndose al campamento
oídos de la gente: el que tema y de Israel, les dijo: «A riba, que Yave
tenga miedo, que se vuelva y se ha entregado en nuestras manos el
retire.» Veintidós mil hombres se campamento de Madián.» 17 Dividió
volvieron, y quedaron sólo diez mil. en tres escuadras los trescientos hom-
4
Yave dijo a Gedeón: «Todavía es bres, y les entregó a todos trom-
demasiada la gente. Hazlos bajar al petas, cántaros vacíos, y en los cán-
agua y allí te los seleccionaré; y taros, teas encendidas, 18 diciéndoles:
aquel de quien yo te diga: Ese irá «Miradme a mí y haced como me veáis
contigo, vaya; y todos aquellos de hacer. En cuanto llegue yo a los
quienes te diga: Esos no irán con- límites del campamento, hacéis lo que
tigo, que no vayan.» 6 Hizo bajar al yo haga. Cuando toque yo la trom-
agua Gedeón a la gente, y dijo Yave peta y la toquen los que van con-
a Gedeón: «Todos los que en su mano migo, la tocaréis también vosotros
laman el agua con la lengua, como la en derredor de todo el campamento,
lamen los perros, ponlos aparte de los y gritaréis: «[Por Yave y por Ge-
que para beber doblen su rodilla.» deón! »
6 Trescientos fueron 19
los que al beber Gedeón y el centenar de hombres
lamieron el agua en su mano, lleván- que le acompañaban llegaron a los
dola a la boca; todos los demás searro- límites del campamento al comienzo
dil'aron para beber. 7 Y dijo Yave a de la segunda vigilia, en cuanto aca-
Gedeón: «Con esos trescientos hom- baban de relevarse los centinelas, y
bres que han lamido el agua, os tocaron las trompetas y rompieron
libertaré y entregaré a Madián en los cántaros que llevaban en la mano.
tus manos. Todos los demás, que 20 Los tres cuerpos tocaron las trom-
se vayan cada uno a su casa.» 8 Se petas, rompieron los cántaros; y co-
proveyeron de víveres y cogieron giendo las teas con la mano izquierda
'
las trompetas, y a todos los otros y las trompetas con la derecha para
israelitas los mandó a cada uno a tocarlas, gritaban: «¡Espada por Yave
su tienda, quedándose con los tres- y por Gedeónl» 21 Quedáronse cada
cientos hombres. El campamento uno en su puesto en derredor del
de Madián estaba abajo, en el campamento, y todo el campamento
valle. se puso a correr, a gritar y a huir.
9
Aquella noche le dijo Yave: 22 Mientras los trescientos hombres
«Levántate y baja al campamento, tocaban las trompetas, hizo Yave
porque te los entrego en tus manos. que volviesen todos su espada los
10 Y si temes atacar,
baja con Fara, unos contra los otros en todo el
tu escudero, al campamento, 11 y campamento, y huyó el campamento
escucha lo que dicen, y se fortale- hasta Bet Seta, hacia Sederata, hasta
cerán tus manos y atacarás el cam- los límites del Abel Mejula, junto a
pamento." Bajó con Fara, su escu- Tabat. 23 Reuniéronse los hombres
250 JUECES, 8
camellos. 27 Con este oro hizo Gedeón siclos de plata de la casa de Baal
un Efod (1) que puso en su ciudad, Berit, con los que asoldó a hombres
en Eira. Todo Israel iba a prostituirse vagos y pervertidos que le siguieron.
5
ante este Efod, que fué un lazo para Bajó con ellos a la casa de su padre,
Gedeón y para su casa. 28 Madián a Efra, y mató 'a sus hermanos, los
quedó humillado ante los hijos de hijos de Jerobaal, setenta hombres,
Israel y no volvió a levantar la ca- a todos sobre una misma piedra.
beza, quedando la tierra en paz du- Sólo se salvó Jotán, el hijo menor
rante cuarenta años, los días de de Jerobaal, que pudo esconderse.
6 Reuniéronse entonces todos los ha-
Gedeón.
29 Jcrobaal, hijo de Joás, se volvió bitantes de Siquem y todos los de
a su casa; 30 y tuvo Gedeón setenta Bet Meló, y viniendo, proclamaron
hijos, todos nacidos de él, pues fue- rey (1) a Abimelec, junto al tere-
ron muchas sus mujeres. 31 Una con- binto de Misab, que está en Siquem.
cubina (2) que tenía en Siquem le
parió también un hijo, al que puso
por nombre Abimelec. 32 Murió Ge- Apólogo de Jotán.
deón, hijo de Joás, en buena ancia-
nidad, y fué sepultado en la sepul-
7
tura de Joás, su padre, en Efra de Súpolo Jotán, y fué a ponerse
Abiezer. en la cresta del monte Garizim; y
33
Muerto Gedeón, los hijos de Israel alzando su voz, les dijo a gritos desde
se prostituyeron de nuevo ante los allí: «Oídme, habitantes de Siquem,
baales y tomaron por su dios a Baal así os oiga Dios a vosotros. 8 Pusié-
Berit, 34 y no se acordaron más de ronse en camino los árboles para
Yave, su Dios, que los había librado ungir un rey que reinase sobre ellos,
de los enemigos que los rodeaban. y dijeron al olivo: Reina sobre nos-
35 No se mostraron agradecidos a la otros. 9 Contestóles el olivo: ¿Voy yo
casa de Jerobaal, Gedeón, según el a renunciar a mi aceite, que es mi
mucho bien que éste había hecho por gloria ante Dios y ante los hombres,
Israel. para ir a mecerme sobre los árboles?
10 Dijeron, pues los árboles a la hi-
de mi padre
casa
y montando en cólera, 31 mandó
tamente mensajeros a Abimelec, para
secre-
y matando a sus hijos, setenta sobre decirle: «Mira que ha venido Gaal,
una misma piedra, 'y haciendo rey hijo de Obed, a Siquem con sus her-
de las gentes de Siquem a Abimelec, manos, y está sublevando la ciudad.
hijo de una esclava suya, porque es 32 Sal, pues,
de noche tú y la gente
hermano vuestro; 19 si habéis obrado que tienes contigo, y ponte en el
leal y justamente hoy con Jerobaal campo en emboscada. 33 Por la maña-
y su casa, que haga Abimelec vuestra na, al salir del sol levántate, y cae so-
felicidad y que hagáis vosotros la bre la ciudad; y cuando Gaal y los que
suya. 20 Pero si no, que salga de le siguen salgan contra ti, haz contra
Abimelec un fuego que devore a los ellos lo que puedas.» 34 Levantóse
habitantes de Siquem y de Bet Milo, Abimelec y toda la gente que con él
y salga de Siquem y de Bet Milo un tenía, de noche, y se pusieron en
fuego que devore a Abimelec.» emboscada cerca de Siquem, dividi-
dos en cuatro cuerpos. 36 Salió Gaal,
hijo de Obed, a la puerta de la ciu-
dad; y se alzó Abimelec y el cuerpo
Desastroso lin de Abimelec. que con él estaba de la emboscada.
36 Vió Gaal a la gente,
y dijo a Zebul:
21 Retiróse Jotán
y emprendió la «Mira cómo baja gente de las cumbres
huida, yéndose a Bera, donde habi- de los montes » Y le dijo Zebul:
tó, por miedo de Abimelec, su her- «Son las sombras de los montes, que
mano. se te hacen hombres.» 37 Volvió a
22 Tres años dominó Abimelec sobre mirar Gaal, y dijo: «Es gente que
Israel. 23 Mandó Dios un mal espí- baja de Tabor Arez, y otro cuerpo
ritu entre Abimelec y los habitantes que viene por el camino de Elon
de Siquem, e hicieron traición los Ncconenim. » 38 Díjole entonces Zebul:
habitantes de Siquem a Abimelec, «¿Dónde está ahora tu boca, con que
24 para que el asesinato de los setenta dijiste: Quién es Abimelec, para que
hijos de Jerobaal y la sangre de ellos le sirvamos? ¿No es ésa la gente para
cayese sobre Abimelec, su hermano, ti despreciable? Sal, pues, a ¿irle
39 Salió
que los había matado, y sobre los la batalla.» Gaal, y a la vista
habitantes de Siquem, que le habían de los habitantes de Siquem combatió
prestado ayuda, para matar a sus contra Abimelec, que le puso en fuga.
hermanos. 40 Gaal huyó de él,
y cayeron muchos
25 Pusieron los habitantes de Si- hasta la puerta de la ciudad. 41 Abi-
quem en lo alto de los montes ase- melec se quedó en Haruma, mientras
chanzas, que despojaban a cuantos que Zebul impidió a Gaal y los suyos
pasaban cerca de ellos por los cami- permanecer en la ciudad. 42 Al día
nos, y llegó esto a conocimiento de siguiente salió el pueblo al campo,
43 que cogiendo
Abimelec. y lo supo Abimelec,
26 Vino a Siquem Gaal, hijo de su gente, la había dividido en tres
Obed, con sus hermanos. Los de cuerpos, los había puesto en el campo
Siquem pusieron en él su confianza; en emboscada, y cuando vió que el
27
y salieron al campo, vendimiaron pueblo salía de la ciudad, se levantó,
sus viñas, pisaron e hicieron gran arremetió contra ellos, 44 y avan-
fiesta; y entrando en la casa de su zando Abimelec con el cuerpo que le
dios, comieron y bebieron, maldi- seguía, se puso a la puerta de la
ciendo a Abimelec. «¿Quién es Abi- ciudad, mientras que los otros dos
melec, y quién es Siquem 28 dijo cuerpos se extendían por el campo y
—
Gaal, hijo de Obed para que le sir-
vamos? ¿No sirvieron el hijo de Je-
destrozaban a cuantos en él había.
45 Abimelec combatió a la ciudad
robaal y Zebul, su gobernador, a los durante todo aquel día y se apoderó
hombres de Jemor, padre de Siquem? de ella, dando muerte a cuantos allí
¿Por qué, entonces, vamos a servirles había, la destruyó y la sembró de sal.
a ellos nosotros? 2 * [Quién me diera 46 Los que estaban en la fortaleza
8 Después
de él surgió Jair, de 11
11
1 Era
Jefté, el galadita, un fuer-
Galad, que juzgó a Israel por veinti- te hijo de una me-
guerrero,
4
dós años. Tuvo treinta hijos, que retriz, y tuvo por padre a Galad.
montaban treinta asnos y eran due- 2
La mujer de Galad dió a éste otros
ños de treinta ciudades, llamadas hijos, que cuando fueron grandes
todavía Javot Jair, en la tierra de arrojaron de casa a Jefté, diciendo:
Galad. 6 Murió Jair y fué sepultado «No vas tú a heredar en la casa de
en Camón. nuestro padre, pues eres hijo de otra
254 JUECES, 11
vos mensajeros al rey de los hijos de desoyó lo que Jefté le mandó a decir.
Ammón, 15 que le dijeran: «He aquí 29
El espíritu de Yave fué sobre
lo que dice Jefté: Israel no se apo- Jeflé fl) y pasando por Galad y
deró de la tierra de Moab, ni de la Manasés, llegó hasta Masfa de Galad,
tierra de los hijos de Ammón. 16 Cuan- y de Masfa de Galad marchó contra
do Israel subió de Egipto, marchó los hijos de Ammón. 30 Jefté hizo
por el desierto hasta el Mar Rojo voto a Yave, diciendo: «Si pones en
y llegó a Cades.
17 Entonces envió mis manos a los hijos de Ammón,
31
Israel mensajeros al rey de Edom, el que a mi vuelta, cuando venga
para que le dijeran: Te ruego que me yo en paz de vencerlos, salga de las
dejes pasar por tu tierra; pero el puertas de mi casa a mi encuentro,
rey de Edom no se lo consintió; será de Yave y se lo ofreceré en ho-
también se los envió al rey de Moab, locausto.» 32 Avanzó Jefté contra los
que chuso; c Israel se quedó en Cades.
i hijos de Ammón y se los dió Yave
18 Después, marchando por el de- en sus manos, batiéndolos desde Aroer
sierto, rodeó la tierra de Edom y hasta según se va a Menit, veinte
la tierra de Moab, y llegó al oriente
de la tierra de Moab y acampó del (i) Esta frase no significa sino que Dios
lado de alia del Arnón, sin entrar le movió a realizar la hazaña referida.
JUECES, 12, 13 255
lO 1
Los hijos de Efraim se reunie- 11 Después de
él juzgó a Israel
ron, y pasando a Safón, dijeron Elón, de Zabulón, durante diez años;
12 murió
a Jefté: «¿Por qué fuiste a combatir Elón, de Zabulón, y fué se-
a los hijos de Ammón, sin habernos pultado en Ayalón, en tierra de
llamado a combatir contigo» Vamos Zabulón.
a pegar fuego a tu casa.» 2 Jefté les
respondió: «Estaba yo y estaba mi Abdón.
pueblo en gran contienda con los
hijos de Ammón. Entonces os llamé 13 Después
de él juzgó a Israel
yo, pero no me habéis librado vos- Abdón, hijo de Faratón. 14 Tuvo
otros de sus manos. 3 Viendo que no cuarenta hijos y treinta nietos, que
me librabais vosotros, puse mi vida montaban sobre setenta asnos. Juzgó
en mis manos, marché contra los a Israel durante ocho años, 15 murió,
y fué sepultado en Faratón, en el
(i) Son muchos los intérpretes que expli-
monte de Efraim, en tierra de Salim.
can este sacrificio como simbólico, no real.
Sin embargo, toda la descripción que del voto
y de su cumplimiento se hace parece convencer Sansón. Su nacimiento.
de que Jepté realmente sacrificó su hija a Yave.
De aquí no se deduce que el acto fuera legí-
timo; fué contra la ley. Ni parece esto de 13 1
Volvieron los hijos de Israel
el mal a los ojos de
a hacer
extrañar, dado el ambiente religioso-moral que
Israel respiraba y de que muchas veces se dejó Yave, y Yave los dió en manos de
inficionar. los filisteos durante cuarenta años.
256 JUECES, 14
2
Habla un hombre de Sara, de la 17 le dijo:«¿Cuál es tu nombre, para
familia de Dan, de nombre Manué. que te honremos cuando tu palabra
Su mujer era estéril y no le había se cumpla?» 18 El ángel de Yave le
dudo hijos. 3 El ángel de Yave se respondió: «¿Para qué me preguntas
apareció a la mujer y le dijo: «Eres mi nombre, que es admirable?» 19 Ma-
estéril y sin hijos, pero vas a con- nué tomó el cabrito y la oblación,
cebir y parirás un hijo. 4 Mira, pues, para ofrecerlo a Yave en holocausto
que no bebas vino ni licor alguno sobre la roca, y sucedió un prodigio
inebriante, ni comas nada inmundo, a la vista de Manué y su mujer.
6 20 Cuando subía la llama
pues vas a concebir y a parir un de sobre el
hijo, a cuya cabeza no ha de tocar altar hacia el cielo, el ángel de Yave
la navaja, porque será nazareo de se puso sobre la llama del altar. Al
Dios el niño, desde el vientre de su verlo Manué y su mujer, cayeron
madre, y será el que primero librará rostro a tierra 21 y ya no vieron más
a Israel de la mano de los filisteos.» al ángel de Yave. Entendió entonces
6 Fué la mujer y dijo a su marido: Manué que era el ángel de Yave, 22 y
«Ha venido a mf un hombre de Dios. dijo a su mujer: «Vamos a morir,
Tenía elaspecto de un ángel de Dios, porque hemos visto a Dios.» 23 La
muy temible.No le pregunté de dónde mujer le contestó- «Si Yave quisu-m
era y él no me di ó a conocer su nom hacernos morir, no habría recibido
bre, 7
pero me dijo: Vas a concebir de nuestras manos el holocausto y
y a parir un hijo. No bebas, pues, la oblación, ni nos hubiera hecho ver
vino ni otro licor inebriante, y no todo esto, ni oír hoy todas estas
comas nada inmundo, porque el niño cosas.
será nazareo de Dios, desde el vientre 24 Parió la mujer un hijo y le dió
de su madre hasta el día de su el nombre de Sansón ( \). Creció el
muerte.» 8 Entonces Manué oró a 25
niño, y Yave le bendijo, y comenzó
Yave, diciendo: «De gracia, Señor: a mostrarse en Yave,
él el espíritu de
que el hombre de Dios que enviaste en Majane Dan, entre Sara y Estaol.
venga otra vez a nosotros, para que
nos enseñe lo que hemos de hacer
con el niño que ha de nacer.» 9 Oyó Boda de Sansón con una filistea.
Dios la oración de Manué y volvió
el ángel de Dios a la mujer de Manué. \X Bajó Sansón a Tamna, y vi ó
1
19
que entonces oprimían a Israel. 8 Bajó El les contestó:
Sansón a Tamna, cuando al llegar a «Si no hubierais arado con mi no-
los olivares de Tamna le salió al en- villa,
cuentro un joven león, rugiendo. Nohubierais descifrado mi enigma.»
6 Apoderóse de Sansón el espíritu de 20
Apoderóse de él el espíritu de
Yave; y sin tener nada a mano, des- Yave; y bajando a Ascalón, mató allí
trozó el león como se destroza un a treinta hombres, los despojó y dió
cabrito. No dijo nada a su padre ni las túnicas a los que habían desci-
a su madre de lo que había hecho. frado el enigma. Muy enfurecido, se
7
Bajó y habló a la mujer que le había subió a casa de sus padres. 21 La
gustado. 8 Tiempo después, bajando mujer de Sansón fué entregada a uuo
para desposarse con ella, se desvió de ios mozos que le habían servido de
para ver el cadáver del león, y vió compañeros.
que había un enjambre de abejas
con miel en la osamenta del león. 1 £ 1
Al cabo de días, al tiempo de
9 Cogióla en sus manos siega, fué Sansón a visitar
y siguió an- la
dando y comiendo; y cuando llegó a su mujer, llevando un cabrito, y
a su padre y a su madre, les dió de dijo: «Quiero entrar a mi mujer en
ella, sin decirles que la había cogido su cámara. » 2 Pero el padre le negó
de la osamenta del león, y ellos la la entrada, diciendo: «Yo creí que la
10 Bajó, pues, el padre de habías aborrecido enteramente, y se
comieron.
Sansón a casa de la mujer, y Sansón la he entregado a tu compañero. Su
dió allí un banquete, según la cos- hermana menor es más hermosa to-
tumbre de los mozos. 11 En cuanto davía que ella. Tómala por mujer
le vieron, invitaron a treinta mozos en lugar suyo.» 3 Sansón le dijo:
para acompañarle. 12 Sansón les dijo: «Ahora, ya sin culpa de mi parte
«Quisiera que me permitierais pro- contra los filisteos, podré hacerles
poneros un enigma. Si dentro de los daño.
siete días del convite me lo desci-
fráis acertadamente, yo tendré que Hazañas de Sansón.
daros treinta camisas y treinta túni-
cas; 13 pero si no podéis descifrármelo, 4 fué, y cogiendo trescientas
Se
seréis vosotros los que habréis de zorras teas, ató a las zorras dos
y
darme a mí treinta camisas y treinta a dos, cola con cola, y puso entre
túnicas.» Ellos le dijeron: «Propon ambas colas una tea. 5 Encendió luego
tu enigma, que lo oigamos.» 14 El las teas, y soltó a las zorras en las
les dijo: «Del que come salió lo que mieses de los filisteos, abrasando los
se come, y del fuerte la dulzura.» montones de gavillas, los trigos toda--
Tres días pasaron, sin que pudieran vía en pie, y hasta los olivares. 6 Los
descifrar el enigma. 15 Llegó el día filisteos se preguntaban: «¿Quién ha
séptimo. A la mujer de Sansón le hecho esto?» Y
se les dijo: «Ha sido
habían dicho ellos: «Persuade a tu Sansón, yerno de Tamnat, porque
el
marido a que te dé la solución del éste le ha quitado su mujer y se la
enigma; si no, te quemaremos a ti ha dado a un compañero suyo.» Los
y la casa de tu padre. ¿Nos habéis filisteos subieron y la quemaron a
invitado para robarnos?» 16 Ella llo- ella 7
Sansón les dijo:
y a su padre.
raba y le decía: «Me aborreces, has «¿Eso habéis hecho? Pues yo no pa-
propuesto un enigma a los hijos de raré hasta vengarme de vosotros.
mi pueblo y no quieres explicármelo 8
Y los tundió ancas y muslos, ha-
a mí. » El la respondió: «No se lo he ciendo en ellos gran destrozo, y se
explicado ni a mi padre ni a mi bajó luego a la caverna del roquedo
madre, ¿y voy a explicártelo a ti?» de Etam. 9 Subieron entonces los
17 Así le había estado llorando du- filisteos y acamparon en Judá, ex-
rante los siete días del convite; pero tendiéndose por Leji. 10 Los de Judá
el séptimo día, tanto le importunó, les preguntaron: «¿Por qué habéis
que él le dió la explicación, y ella se subido contra nosotros?» Ellos res-
la comunicó a los hijos de su pueblo. pondieron: «Hemos venido a atar a
18 Los de la ciudad dijeron a Sansón Sansón, para tratarle como él nos
el día séptimo, antes de la puesta ha tratado a nosotros.» 11 Bajaron,
del sol: pues, tres mil hombres de Judá a
«¿Qué más dulce que la miel? la caverna del roquedo de Etam, y
¿Qué más fuerte que el león?» dijeron a Sansón: «¿No sabes que los
17
JUECES, 16
8 Los
filisteos nos dominan? ¿Por qué nos príncipes de los filisteos subie-
has hecho eso?» El les respondió: ron a ella y la dijeron: «Sedúcele,
«He hecho con ellos como ellos han para saber en- qué está su gran
hecho conmigo.» 12 Ellos repusieron: fuerza y cómo podríamos apoderar-
«Hemos bajado para atarte y entre- nos de él, para atarle y castigarle.
garle atado en manos de los filisteos.» Si lo haces, te daremos cada uno mil
Sansón respondió: «Jurad que no cien siclos de plata.» Dijo, pues,
6
vais a matarme.» 13 Ellos le dijeron Dalila a Sansón: «Dime, te ruego,
«Xo, solamente a atarte, para entre- en qué está tu gran fuerza, y con qué
garte a los filisteos, pero no te ma- habrías de ser atado para sujetarte.»
taremos.» Y
atándole con dos cuer- 7
Sansón respondió: «Si me atasen
das nuevas, le hicieron subir del ro- con siete cuerdas húmedas, que no
quedo. 14 Llegados a Leji, los filis- se hubieran secado todavía, me que-
teos les salieron al encuentro, lan- daría sin fuerzas y sería como otro
zando gritos de júbilo. Apoderóse en- hombre cualquiera.» 8
Subiéronle los
tonces de él el espíritu de Yave, y príncipes de los filisteos las siete cuer-
las cuerdas que a los brazos tenía das húmedas, sin secar todavía, y
fueron como hilos de lino quemados ella le ató con ellas. 9 Como tenía
por el fuego; las ligaduras cayeron en su cuarto gentes en acecho, le
de sus manos, 15 y viendo cerca una gritó: «¡Sansón, los filisteos sobre tí!»
quijada de asno fresca, la cogió y El rompió las cuerdas como se rompe
derrotó con ella a mil hombres. un cordón de estopa cuando se le
16 Dijo Sansón: pega fuego, y quedó desconocido el
«Con una quijada de asno los he secreto de su fuerza.
10 Dalila
puesto rojos del todo; dijo a Sansón: «Te has
Con una quijada de asno he derro- burlado de mi y me has engañado.
tado a mil hombres». 17 Y
dicho esto, Dime, pues, ahora con qué hay que
tiró la quijada y llamó a aquel lugar atarte.» 11 El le dijo: «Si me atan
Ramat Leji. 18 Devorado por la sed, con cuerdas nuevas que no hayan sido
clamó a Yave, diciendo: «Eres tú el empleadas para ningún otro uso, me
que por la mano de tu siervo has quedaré sin fuerzas y seré como otro
hecho esta gran liberación; ¿voy a hombre cualquiera.» 12
Dalila cogió
caer ahora, muerto de sed, en la cuerdas nuevas y ató con ellas.
le
mano de los incircuncisos?» 19 Y abrió Después le gritó: «¡Sansón, los filis-
Yave el mortero que hay en Leji, teos sobre til», pues tenía en el cuarto
y brotó de él agua. Bebió, se recobró gentes en acecho. El rompió como un
y vivió, y la llamó por eso la fuente hilo las cuerdas que tenía en los bra-
de En Hacore, que es la que hay to- zos. 13 Dalila dijo a Sansón: «Hasta
davía en Leji. 20 Sansón juzgó a ahora te has burlado de mi y no me
Israel en tiempo de los filisteos, du- has dicho más que mentiras. Dime
rante veinte años. de una vez con qué hay que atarte.»
El le dijo: «Si entretejes con un lizo
1s 1 Fué Sansón a Gaza, donde las siete trenzas de mi cabeza y las
O había una meretriz, a la cual fijas con una clavija de tejedor, me
entró. 2 Se les dijo a las gentes de quedaré sin fuerzas y seré como otro
Gaza: «Ha venido aquí Sansón.» Y le hombre cualquiera.» 14 Entretejió Da-
cercaron, y estuvieron toda la noche lila con un lizo las siete trenzas, las
en acecho cerca de la puerta de la fijó con la clavija de tejedor y le
ciudad. Se estuvieron tranquilos du- gritó: «¡Sansón, los filisteos sobre til»
rante la noche, diciéndose: «Al alba Y despertando de su sueño, arrancó
3
le mataremos. » Sansón estuvo acos- la clavija y el tretejido.
tado hasta medianoche. A media- 15 Ella «¿Cómo puedes decir
le dijo:
noche se levantó, y cogiendo las dos que me quieres, cuando tu corazón
hojas de la puerta de la ciudad con no está conmigo? Por tres veces te
las jambas y el cerrojo, se las echó has burlado de mí y no me has des-
al hombro y las llevó a la cima del cubierto en qué está tu gran fuerza.»
16 Y
monte que mira hacia Hebrón. le importunaba incesantemente,
siempre insistiendo en su demanda,
hasta llegar a producirle un tedio de
Dalila.
muerte. 17 Y
le abrió de par en pnr
4 Después amó a una mujer del su corazón, diciendo: «Nunca ha to-
valle de Sorec, de nombre Dalila. cado la navaja mi cabeza, pues soy
JUECES, 17
nazareo de Dios, desde el vientre de I mí, devuélveme la fuerza sólo por esta
mi madre. Si me rapasen, perdería |
vez, para que ahora me vengue de
mi fuerza, me quedaría débil, y sería los filisteos por mis dos ojos.» 29 San-
como todos los otros hombres.» 18 Da- ! són se agarró a las dos columnas cen-
lila vio que en verdad le había abierto I trales, que sostenían la casa; y ha-
de par en par su corazón: y mandó ciendo fuerza sobre ellas, sobre la
a llamar a los príncipes de los filis- una con la mano derecha, sobre la
teos, diciéndoles: «Subid, que esta !
otra con la mano izquierda, 30 dijo:
vez ya me ha abierto de par en par j
«|Muera yo con los filisteos!» Tan
su corazón.» Subieron, llevando el I
fuertemente sacudió las columnas,
dinero en sus manos. 19 Le durmió ¡ que la casa se hundió sobre los prín-
ella sobre sus rodillas, y llamando |
cipes de los filisteos y sobre todo el
al hombre, hizo que rapara las siete pueblo que allí estaba, siendo los
trenzas de la cabellera de Sansón y muertos que hizo al morir más que
comenzó a mortificarle. Había per- los que había hecho en vida. 31 Sus
20 hermanos y toda la casa de su padre
dido su fuerza, y ella le dijo en-
tonces: «¡Sansón, los filisteos sobre bajaron y se lo llevaron, y le sepul-
ti!» El se despertó, diciendo: «Saldré taron entre Sata y Estaol, en la se-
como tantas otras veces y me sacu- pultura de Manué, su padre. Juzgó
diré», pues no sabía que Yave se a Israel durante veinte años.
había apartado de él.
Culto sacrilego.
Prisión de Sansón.
21
\^ Había un hombre de los mon-
1
Orfa besó a su suegra, pero Rut mañana hasta ahora está aquí, y
15 Noemí
se abrazó a ella. le dijo: bien poco que ha descansado en la
«Mira, tu cuñada se ha vuelto a su cabaña. » 8 Dijo Boz a Rut: «¿Oyes,
pueblo y a su Dios; vuélvete tú hija mía? No vayas a otros campos a
como ella.» 16 Rut le respondió: espigar ni te apartes de aquí. 9 Únete
«No insistas en que te deje y me vaya a mis criadas y vete con ellas al
lejos de ti; donde vayas tú, iré yo; campo donde se siege. Ya diré a mis
donde mores tú, moraré yo; tu pueblo criados que nadie te toque; y si
será mi pueblo y tu Dios será mi tienes sed, te vas al hato y bebes de
Dios; 17 donde mueras tú, allí moriré lo que beban los criados.» 10 Postróse
y seré sepultada yo. Que Yave me Rut, rostro a tierra, y dijo: «¿De
castigue con dureza si algo, fuera de dónde a mí, haber hallado gracia a
la muerte, me separa de ti. » 18 Viendo tus ojos y serte conocida yo, una
que Rut estaba decidida a seguirla, mujer extraña?» 11 El le contestó:
cesó Noemí en sus instancias. 19 Jun- «Sé lo que has hecho por tu suegra,
tas hicieron el camino hasta llegar después de muerto su marido, y
a Belén; y cuando entraron, toda la que has dejado a tus parientes y la
ciudad se conmovió al verlas, y las tierra en que naciste, para venir
mujeres se declan: «¿Es ésta Noemí?» con ella a un pueblo para ti desco-
20 Y ella les contestaba: «No me lla- nocido.
méis más Noemí; llamadme Mará, 12
Que Yave te pague lo que has
porque el Omnipotente me ha llenado hecho y recibas plena recompensa de
de amargura. 21 Salí con las manos Yave, Dios de Israel, a quien te has
llenas, y Yave me ha hecho volver confiado y bajo cuyas alas te has
-
con las manos vacías. ¿Por qué, pues, refugiado.» 13 Ella le dijo: «Que
habríais de llamarme más Noemí, halle yo gracia a tus ojos, mi señor,
una vez que Yave da testimonio que me has consolado y has hablado
contra mí y me ha afligido el Omni- al corazón de tu sierva, aunque no
potente?» soy yo ni como una de tus siervas.
22 Así
se volvió Noemí con Rut, 14 A la hora de comer, dijo Boz a
la moabita, su nuera, y vino de los Rut: «Acércate acá, come, y moja
campos de Moab, llegando de los tu pan en el vinagre.» Ella se sentó
campos de Moab a Belén cuando al lado de los segadores, y él le dió
comenzaba la siega, de las cebadas. una porción de trigo tostado, de que
comió ella hasta saciarse, y le sobró;
y guardando lo que le había sobrado,
16 se levanló para seguir espigando;
Casamiento de Rut con Hoz,
Boz mandó a sus criados, dicién-
y ueneulojjíu de David. doles: «Dejadla espigar también entre
16
los haces, sin reñirla, y sacad vos-
O 1 Tenía Noemí un pariente, por otros mismos algunas espigas de las
* parte de su marido Elimelec, gavillas y tiradlas, para que ella las
17 Estuvo
hombre poderoso, de nombre Boz. recoja, sin decirle nada.»
2 Dijo Rut
a Noemí: «Si quieres, iré espigando Rut en el campo hasta por
a espigar al campo donde me acojan la larde; y después de batir lo que ha-
benévolamente»; y Noemí le dijo: bía espigado, había como un efa de
18 Cogiólo
«Ve, hija mía.» 3 Fué, pues, Rut, y cebada. y se volvió a la
se puso a espigar en un campo detrás ciudad, y mostró a su suegra lo que
de los segadores. Dióse precisamente había espigado. Sacó también lo que
el caso de que el campo era de Boz, había guardado, lo que después de
el pariente de Noemí; * y he aquí comer le sobrara, y se lo dió. 19 Su
que vino éste de Belén, para visitar suegra le dijo: «¿Dónde has espigado
a los segadores, a quienes dijo: «Yave hoy y dónde has trabajado? Bendito
sea con vosotros», contestándole ellos: sea el que se ha interesado por ti.»
«Yave te bendiga.» 6 Y preguntó Rut dió a conocer a su suegra donde
Boz al criado suyo que estaba al había trabajado, diciendo: «El nom-
frente de los segadores: «¿De quién bre del hombre en cuyo campo he
es esa joven?»; 6 y él le contestó: trabajado es Boz»; 20 y dijo Noemí
«Es una joven moabita, que se ha a su nuera: «Bendito él de Yave,
venido con Noemí, de los campos de que la gracia que hizo a los vivos
Moab. ' Me dijo: Déjame espigar se la ha hecho también a los muertos»;
detrás de los segadores. Desde la y añadió Noemí: «Es pariente cer-
RUT, 3. 4 269
cano nuestro ese hombre, es de los de que los hombres puedan recono-
que tienen sobre nosotros el derecho cerse unos a otros. El mandó: «Que
del levirato»; 21 Rut añadió: «Tam- no se sepa que esta mujer ha venido
bién me ha dicho: «Sigue con mis a la era.» 15 Y añadió: «Coge el manto
gentes, hasta que se sieguen todas que te cubre y sostenlo. » Sostúvolo
mis cosechas.» 22 Y
Noemí dijo a ella, y le echó él seis medidas de
Rut, su nuera: «Mejor es, hija mía, cebada, que le cargó, y ella entró en
16 Cuando Rut
que vayas con sus criados, no te la ciudad. llegó a casa
vayan a tratar mal en otro campo.» de su suegra, le preguntó ésta: «¿Qué
23 Siguió, pues, Rut espigando con has hecho, hija mía?» Ella le contó
los criados de Boz, hasta el fin de la lo que el hombre había hecho por
siega de las cebadas y de los trigos, ella, 17 y añadió: «Me ha dado, además,
y habitando con su suegra. estas seis medidas de cebada, dicién-
dome: «No vuelvas a casa de tu
O 1 Dijo Nocmí, la suegra de Rut, suegra con las manos vacías. 18 Noemí
" a ésta: «Hija mía, voy a procu- le dijo: «Estate tranquila, hija mía,
rarte una posición, para que seas hasta ver cómo acaba la cos:i, pues
feliz. 2 Boz, con cuyos criados has ese hombre no descansará hasta ter-
estado, es pariente nuestro, y esta minar hoy mismo este asunto.»
noche va a hacer en su era la limpia
de la cebada. 3 Lávate, úngete, vís- 1 Boz subió a la puerta de la
tete y baja a la era. Procura que 4 ciudad y se sentó allí. Vió pasar
no te vea hasta que no haya acabado al pariente mencionado y le dijo:
de comer y beber; 4 y cuando vaya «Detente y siéntate aquí, fulano.»
a acostarse, mira bien dónde se Detúvose el hombre y se sentó.
acuesta; y entra después, y levantando 2
Llamó Boz
a diez de los ancianos de
la cubierta de sus pies, te acuestas a la ciudad y dijo: «Sentaos aquí.»
ellos. El mismo te dirá qué es lo que Una vez sentados, 3 dijo al pariente
has de hacer.» 5 Ella la respondió: próximo: «Noemí, que ha vuelto de
«Haré cuanto tú me mandes.» la tierra de Moab, vende la porción
6
Bajó, pues, a la era, e hizo todo de campo que fué de nuestro her-
cuanto la había mandado su sue- mano Elimelec. 4 He querido darte
gra. 7 Boz comió y bebió y se alegró cuenta de ello, para decirte: Cóm-
su corazón. Fué a acostarse al ex- prala si quieres, en presencia de
tremo de la hacina, y Rut se acercó los ancianos de la ciudad que están
calladamente, descubrió sus pies y aquí sentados. Si quieres usar de
se acostó. A medianoche, tuvo el tu derecho de levirato, usa; y si no
hombre un sobresalto; e incorporán- quieres, manifiéstamelo, para que yo
dose, vió que a sus pies estaba acos- lo sepa, pues no hay nadie que antes
9
tada una mujer, y preguntó: «¿Quién que tú tenga ese derecho; después
eres tú?.> Ella respondió: «Soy Rut, de ti vengo yo.» El respondió: «La
tu sierva; extiende tu manto sobre compraré. » 5 Boz le dijo: «Al comprar
tu sierva, pues tienes sobre ella el a Noemí el campo, tendrás que reci-
derecho del levirato.» 10 El dijo: bir a Rut, la moabita, por mujer,
«Bendita de Yave seas, hija mía; tu como mujer del difunto, para hacer
proceder ha sido a lo último mejor vivir el nombre del difunto en su
todavía que al principio, pues no has heredad.» 6
El otro respondió: «Así
buscado ningún joven, pobre o rico. no puedo comprarlo, por temor de
11 No temas, hija mía,
yo haré por perjudicar a mis herederos. Cóm-
ti cuanto me digas, pues sabe muy pralo tú, pues yo no puedo hacerlo.»
bien todo el pueblo que habita dentro 7
Había en Israel la costumbre, en
de las puertas de mi ciudad, que eres caso de compra o de cambio, para
una mujer virtuosa. Yo tengo
12
convalidar el contrato, de quitarse
en verdad el derecho del levirato, el uno un zapato y dárselo al otro.
pero hay otro que es pariente más Esto servía de prueba en Israel.
próximo que yo. 13 Pasa ahí la noche, 8 El pariente próximo había dicho a
que tomo al mismo tiempo por mujer «Bendito Yave, que no ha consen-
a Rut, la moabita, mujer de Majalón, tido que te faltase hoy un redentor.
para que no se borre de entre sus Que su nombre sea celebrado en
hermanos y de la puerta de la ciudad Israel. 15 Que sea el consuelo de tu
el nombre del difunto. Testigos sois alma y el sostén de tu vejez; pues te
de ello.» 11 Respondió todo
el pueblo lo ha dado tu nuera, que tanto te
que estaba en la puerta, y los an- quiere, y es para ti mejor que siete
cianos: «Somos testigos. Haga Yave hijos.» 16 Noemí tomó al niño, se
que la mujer que entra en tu casa lo puso al seno y fué su madrina.
sea como Lia y Raquel, que edifi- 17 Las vecinas le dieron nombre,
caron la casa de Israel. Que por ella al decir: «A Noemí le ha nacido un
seas poderoso en Efrata y tengas hijo», y le llamaron Obed. Este fué
renombre en Belén. 12 Que sea tu padre de Isaí, padre de David. 18 He
casa como la casa de Fares, el que aquí la posteridad de Fares: Fares
Tamar dió a Judá, por la descen- engendró a Esrom; 19 Esrom engendró
dencia que de esa joven te dé a Aram; Aram engendró a Aminadab;
|
SAMUEL I
ya muy viejo, y supo lo que sus hijos cendientes, de modo que se consu-
nacían a todo Israel, y cómo dormían man tus ojos y desfallezca tu alma;
con las mujeres que velaban a la pero todos los de tu casa morirán
puerta del tabernáculo de la con- en edad viril; 34 te servirá de señal
gregación (1); 23 y les dijo: «¿Por lo que sucederá a tus hijos Ofni y
qué hacéis cosas tales y tan malas Fines; ambos morirán en el mismo
como las que de vosotros he oído día. 36 Yo me suscitaré un sacerdote
a todo este pueblo? 24 No, hijos míos, fiel, que obrará según mi corazón
que no es bueno lo que de vosotros y según mi alma; le edificaré una
oigo. Estáis haciendo que el pueblo casa estable, y él andará siempre en
de Ya ve se aparte de él. 26 Si un presencia de mí ungido; 36 y cuantos
hombre ofende a otro hombre, está de tu casa queden vendrán a proster-
de por medio Dios, que puede apla- narse ante él, pidiéndole una moneda
car al ofendido; pero si el hombre de plata y un pedazo de pan; y- le
ofende a Yave, ¿de quién puede dirán: Haz el favor de colocarme en
esperar la intervención?» No hicie- alguna de tus funciones sacerdotales,
ron caso de lo que les decía su padre, para que tenga un pedazo de pan que
pues quería Yave matarlos. 26 Entre comer. 11
12 Entonces cumpliré cuanto a Helí le baot (1), que se sienta sobre los
he dicho, todo lo que de su casa le querubines, y con ella fueron los
he dicho; comenzaré y acabaré. 13 Yo los dos hijos de Helí, Ofni y Fines.
6
le he dicho que iba a castigar a su Cuando el arca de la alianza de
casa para siempre, por el crimen que Yave entró en el campamento, todo
sabía cometían sus hijos, de hacer Israel lanzó tan grandes gritos de
odiosos los sacrificios, y que él no júbilo, que hacían retemblar la tierra.
corrigió. 14 Por eso he jurado a la 6 Oyeron los filisteos el vocerío, y
casa de Helí que su crimen no será dijeron: «¿Qué vocerío es éste tan
expiado, ni con sacrificios ni con obla- grande que se oye hoy en el campa-
ciones. » 15 Samuel siguió acostado mento de los hebreos? » Y supieron
hasta la mañana, y después abrió que había sido traída al campamento
las puertas de la casa de Yave. No el arca de Yave.
7
Atemorizáronse
se atrevía a contar a Helí su visión; los filisteos, y decían: «Ha venido
16 pero éste llamó a Samuel, diciendo: Dios al campamento. ¡Desgraciados
«Samuel, hijo mío»; y éste contestó: de nosotros! Cosa tal no había suce-
«Heme aquí.» 17 Helí le preguntó: dido hasta ahora. 8 ¡Desgraciados de
«¿Qué es lo que te ha dicho Yave? nosotros! ¿Quién nos librará de la
Te ruego que no me ocultes nada. mano de esos dioses poderosos? Son
Que Yave te castigue si me ocultas ésos los que castigaron a Egipto con
algo de cuanto te ha dicho. » 18 Samuel toda suerte de plagas y con peste!
9
se lo contó todo, sin ocultarle nada; Esforzaos y sed hombres, filisteos,
y Helí dijo: «El es Yave, haga lo no tengamos que servirles nosotros a
que parezca bien a sus ojos.» ellos, como os sirven ellos a vosotros.»
19
Samuel llegó a ser grande, y Yave 10 Combatieron, pues, los filisteos,
estaba con él y no dejó que cayera y fué derrotado Israel, huyendo cada
por tierra nada de cuanto él decía. uno a sus tiendas. Fué una gran
20 Todo Israel, desde Dan hasta derrota, en la que cayeron de Israel
Berseba, reconoció que era Samuel treinta mil peones, 11 y fué cogida
un verdadero profeta de Yave. 21 Yave el arca de Dios, y murieron los dos
siguió apareciéndosele en Silo. Helí hijos de Helí, Ofni y Fines. 12 Un
estaba ya muy viejo, y los hijos de hombre de Benjamín, de los huidos
éste seguían por el mismo camino, del campo de batalla, vino corriendo
pésimo ante Yave. a Silo aquel mismo día, con los ves-
tidos desgarrados y la cabeza cu-
bierta de polvo. 13 Cuando llegó,
estaba Helí sentado en una silla,
Derrota de Israel, cautiverio del
a la vera del camino, cerca de la
arca y muerte de Helí y »us hijos.
puerta, esperando, pues su corazón
temblaba por el arca de Dios. Entró
A 1 Sucedió por entonces que los el hombre en la ciudad para infor-
se reunieron para hacer
filisteos marla; y toda ella fué un grito. 14 Al
la guerra a Israel. Samuel dirigía su oírlo Helí, preguntó: «¿Qué ruido,
palabra a todo Israel: Israel salió al qué tumulto es ése?» Entonces vino el
encuentro de los filisteos para com- hombre para darle la noticia. 15 Helí
batir. Acamparon cerca de Eben tenía noventa y ocho años, sus ojos
Ezer, y los filisteos estaban acampa- se habían quedado rígidos, y no veía.
16 El hombre dijo a Helí: «Vengo del
dos en Afee. 2 Habiendo presentado
batalla los filisteos contra Israel, se campo de batalla, de donde he huido
empeñó el combate, e Israel fué derro- hoy. » Helí le preguntó: «¿Y qué ha
tado por los filisteos, que mataron pasado, hijo mío?» 17 El le contestó:
en el combate, en el campo, unos «Israel ha huido ante los filisteos;
cuatro mil hombres. 3 El pueblo se ha habido muchos muertos del pueblo;
recogió en el campamento, y los también tus dos hijos, Ofni y Fines,
ancianos se preguntaron: «¿Por qué han sido muertos, y el arca de Dios
nos ha derrotado Yave hoy ante los ha sido tomada. »
18 Apenas hubo
filisteos? Vamos a traer de Silo el
arca de la alianza de Yave, para
que esté entre nosotros y nos salve (i) El arca es el símbolo de la presencia
de Dios y de su hibitación en medio del pueblo.
de }a mano de nuestros enemigos.» La derrota sufrida por el ejército de Israel
4
Mandaron a Silo, y se trajo de allí mueve a éste a llevar al campamento el arca
el arca de la alianza de Yave Se- de Yave, jefe supremo de los ejércitos de Israel.
278 SAMUEL I, 5, 6
Israel, después que los hubo casti- al ver el arca de Yave, e hirió éste
gado? Haced, pues, un cano nuevo,
7 de entre ellos a setenta hombres.
tomad dos vacas que estén criando El pueblo hizo gran duelo, por ha-
y no hayan sido nunca puestas al berlos herido Yave con tan gran 1
yugo; uncid las vacas al carro, y plaga; 20 y las gentes de Bet Sames
dejad los terneros lejos de ellas, en se decían: «¿Quién puede estar de-
el establo. 8 Coged luego el arca, la lante de Yave, este Dios santo? iY a
ponéis sobre el carro, y junto a ella, dónde habrá de ir, al alejarse de
en un objetos que haréis
cotre, los nosotros?» 21 Mandaron mensajeros
como ofrenda de desagravio, y la a los habitantes de Cariatiarim, para
devolvéis; que ella se vaya. 9 Seguidla que les dijeran: «Los filisteos han de-
con los ojos: si sube por el camino vuelto el arca de Yave: bajad para
de su tierra hacia Bet Sames, será subirla con vosotros.»
que Yavc nos ha infligido tanto mal;
si no, sabremos que no ha sido su T 1 Las gentes
de Cariatiarim (1)
mano la que nos ha herido, y que * vinieron y subieron el arca, depo-
esto ha sucedido por casualidad.» sitándola en la casa de Abinadad, que
10 Hiciéronlo así;
y tomando dos está sobre una colina; y consagraron
vacas que estaban criando, las un- a Eliezer, su hijo, para que custodiase
cieron al carro y dejaron los terne- el arca de Yave.
ros en el establo. 11 Pusieron sobre
el carro el arca de Yave y el cofre,
Derrota de los filisteos en Masía.
con las ratas de oro y la figura de
sus tumores. 12 Las vacas tomaron
el camino de Bet Sames y siguieron
2
Mucho tiempo
pasó, veinte años,
siempre por él; e iban andando y desde que arca fué depositada en
el
filisteos para atacar a Israel; pero un rey para que nos juzgue», y oró
Yave hizo tronar muy fuertemente ante Yave; 7 pero Yave dijo a Sa-
aquel día sobre los filisteos y los puso muel: «Oye la voz del pueblo en
en derrota, siendo batidos por los cuanto te pide, pues no es a ti a
hijos de Israel. 11 Los hombres de quien rechazan, sino a mí, para que
Israel, saliendo de Masfa, persiguie- no reine sobre ellos. 8 Como han
ron en derrota a los filisteos hasta hecho conmigo, desde que los saqué
12
más abajo de Bet Horón. Samuel de Egipto hasta ahora, dejándome
cogió una piedra y la puso entre Masfa para irse a servir a otros dioses, así
y Jesana; la llamó Eben Ezer, diciendo: hacen ahora contigo. 9 Escúchalos,
«Hasta aquí nos. socorrió Yave.» pues; pero da testimonio contra ellos
13
Así humillados, no volvieron los y dales a conocer cómo los tratará
filisteos más contra la tierra de Israel; el rey que reinará sobre ellos.»
10 Sa-
dad. Tú
reinarás sobre el pueblo de habéis ido?» Saúl respondió: «A bus-
Yave y salvarás de la mano de los
le car las asnas, pero no las hemos
enemigos que le rodean. Esto te será visto por ninguna parte y fuimos
señal de que Yave te ha ungido como a casa de Samuel.» 15 El tío le
jefe de su heredad: 2 Cuando hoy dijo: «Cuéntame lo que te ha dicho
me dejes, encontrarás dos hombres Samuel»; 16 y Saúl respondió: «Nos
cerca del sepulcro de Raquel, en tierra dió a saber que las asnas habían
de Benjamín, al mediodía, que te parecido»; pero en cuanto a lo del rei-
dirán: Las asnas que has ido a bus- no, nada le dijo de lo que le había ha-
car han parecido, y tu padre no piensa blado Samuel.
ya en ellas, sino en vosotros, y dice:
¿Cómo haré yo para saber de mi hijo?
3 Siguiendo tu camino, llegarás a
la encina de la lamentación de Dé- Elección de Saúl a la suerte.
bora, y te encontrarás con tres hom-
bres subiendo a Dios a Betel, y lle- 17 Samuel convocó al pueblo ante
vando uno tres cabritos, el otro tres, Yave en Masía, 18
y dijo a los hijos
panes, y el otro una bota de vino; de Israel: «Así habla Yave, Dios de
4 después de preguntarte por tu salud, Israel: Yo os saqué de Egipto; yo
te darán dos de los panes, que tú os he librado de la mano de los
tomarás de su mano; 6 luego llegarás egipcios y de la de cuantos reyes os
a Gueba Elohim, donde hay una guar- oprimieron; 19 y vosotros hoy recha-
nición de filisteos; y al entrar en la záis a vuestro Dios, que os ha libra-
ciudad te encontrarás con un grupo do de vuestros males y de vuestras
de profetas, bajando dd excelso, aflicciones, y le decís: ¡No, pon sobre
precedidos de salterios, tímpanos, nosotros un rey! Presentaos ahora
flautas y arpas, y profetizando. 6 El ante Yave, por tribus y por fami-
espíritu de Yave se apoderará de lias» (1). 20 Samuel hizo que Se acer-
tí, y profetizarás con ellos y te casen todas las tribus de Israel, y
transformarás en otro hombre. 7 Cuan- fué sacada la tribu de Benjamín.
do todas estas señales se hayan 21
Hizo que se acercara la tribu de
cumplido en ti, haz lo que te •Benjamín, por familias, y fué elegida
venga a mano, pues Dios estará con- la familia de Metri; e hizo acercar a
tigo. 8 Baja antes que yo a Gálgala, la familia de Metri, por varones, y
a donde iré a reunirme contigo, fué elegido Saúl, hijo de Quis. Bus-
para ofrecer holocaustos y sacri- cáronle, pero no le hallaron. 22 Pre-
,
carácter que en Israel tenia la realeza. No es el (i) Saúl, que habla sido ungido en pri-
rey un poder meramente polilico, como en las vado, es ahora públicamente elegido a la suerte,
demás naciones, sino el ministro de Dios, que es un medio de que se manifiesre 'a volun-
que vicariamente rige su pueblo. tad de Dios. (Prov. 16. 33.)
SAMUEL I, 11, 12 283
2
Najas, rey de los hijos de Arrimón, se Israel. Saúl eligió para sí tres mil
ponia en marcha contra vosotros, hombres de Israel. Dos mil estaban
me habéis dicho: No, que reine un con él en Mi j mas y sobre el monte
rey sobre nosotros; cuando Yave, de Betel, y mil con Jonatán, en Gueba
vuestro Dios, era vuestro rey. 13 Ahí de Benjamín. El resto del pueblo
tenéis, pues, el rey que habéis que- lo mandó cada uno a su tienda.
rido y habéis pedido; Yave le ha 3 Jonatán batió a la guarnición de
puesto por rey vuestro. 14 Si teméis filisteos que había en Gueba; y al
a Yave, si le servís y obedecéis, si saberlo dijeron los filisteos: «Se han
no sois rebeldes a los mandatos de rebelado los hebreos.» Saúl hizo que
Yave, viviréis vosotros y vuestro tocasen la trompeta por toda la
rey, que reinará sobre vosotros. tierra; 4 y todo Israel supo la no-
15 p er0 s ¡ n0 obedecéis a Yave, si ticia: «Saúl ha batido a la guarni-
sois rebeldes a sus mandatos, tendréis ción de los filisteos»; e Israel se hizo
contra vosotros la mano de Yave, odioso a los filisteos, y fué convo-
como contra ellos la tuvieron vues- cado el pueblo por Saúl a Mijmas.
tros padres. 16 Quedaos todavía, para 5
los filisteos para com-
Reuniéronse
que veáis el prodigio que va a obrar batir contra Israel; mil carros y
Yave a vuestros ojos. 17 ¿No estamos seis mil caballeros, y de pueblo un
en el tiernp 0 de la siega de los trigos? número comparable a las arenas del
Pues yo voy a invocar a Yave, y mar. Vinieron a acampar en Mijmas,
6 Los hom-
Yave tronara y lloverá, y veréis así al oriente de Bet Horon.
cuán grande es a los ojos de Yave el bres de Israel se vieron en gran
mal que habéis hecho pidiendo un rey. aprieto, pues estaban casi cercados,
18 Invocó Samuel a Yave, y se ocultaron en las cavernas, en
y aquel
mismo día dió Yave truenos y lluvia, la maleza y en las peñas, en las torres
y todo el pueblo tuvo gran temor y en las cisternas; 7 y los de más
de Yave y de Samuel; 19 y dijeron lejospasaron el Jordán y se inter-
a éste: «Ruega por tus siervos a Yave, naron en tierra de Gad y de Galad.
tu Dios, para que no muramos, pues
a todos nuestros pecados hemos aña-
dido el de pedimos un rey.» 20 Samuel Pecado de Saúl.
les dijo: «No temáis; habéis hecho
todo ese mal, pero no ceséis de seguir Saúl estaba todavía en Gálgala,
a Yave y servirle con todo vuestro y la gente que estaba ton él se dis-
corazón. 21 No os apartéis de él, persaba. 8 Esperó siete días, según
porque será ir tras vanidades que el término que había fijado Samuel;
no os darían provecho ni ayuda pero Samuel no venía, y la gente se
alguna, porque de nada sirven. 22 Ya- dispersaba cada vez más. 9 Entonces
ve, por la gloria de su nombre, no dijo Saúl: «Traedmc el holocausto
abandonará a su pueblo, ya que ha y las hostias pacíficas»; y ofreció el
querido haceros el pueblo suyo. 23 Le- holocausto (1). 10 Apenas ofrecido
jos también de mí pecar contra Yave, el holocausto, vino Samuel y Saúl
dejando de rogar por vosotros; yo os salió a su encuentro para saludarle.
11 Samuel
mostraré el camino bueno y derecho. le dijo: «¿Qué has hecho?»
24 Temed sólo a Yave, servidle Saúl respondió: «Viendo que la gente
fielmente y con todo vuestro cora- se dispersaba, que tú no venías en
zón, pues ya habéis visto los prodi- el término fijado y que los filisteos
gios que ha hecho en medio de vos- acampaban en Mijmas, 12 me dije:
otros. 28 Pero si perseveráis en el Los filisteos van a venir a atacarme
mal, pereceréis vosotros y vuestro a Gálgala y yo no he implorado a
rey.» Yave. Entonces, obligado por la ne-
cesidad, he ofrecido el holocausto.»
13 Samuel dijo a Saúl: «Has obrado
Nueva invasión de los filisteos.
neciamente y has desobedecido el
1o 1
Era Saúl de (1) años mandato de Yave, tu Dios. Estaba
" cuando comenzó a reinar, y (i) Esta intromisión de Saúl, asi como la
había ya reinado dos años sobre desobediencia en el cumplimien:o de la orden
de Dios, de dar al anatema todo lo de Amalee,
(i) Ni el texto ni las versiones antiguas son muestras de la indocilidad de Saúl, indoci-
nos dan el número, que parece haber desapa- lidad que se da como causa de su reprobación
recido. y del cambio de dinastía.
SAMUEL 1, 14
breos que de antes estaban con los y no pecaréis contra Yave comiendo
filisteos y habían subido con ellos la carne con sangre.» Llevó cada cual
al campamento, se pusieron también de la mano durante la noche su buey,
del lado de los de Israel,que estaban y le degolló sobre la piedra. 35 Saúl
con Saúl y Jonatán. 22 Los que de alzó un altar a Yave. Fué el primer
Israel se habían ocultado en los altar que alzó Saúl.
montes de Efraím, al tener noticia 36 Saúl dijo: «Vamos a salir
a per-
de la huida de los filisteos se pusie- seguir a los filisteos durante la noche,
ron igualmente a perseguirlos. 23 Así a destrozarlos hasta que luzca el día,
libró Yave aquel día a Israel. El sin dejar uno solo con vida.» Y
le
combate siguió hasta Bet Horón. dijeron: «Haz cuanto bien te parezca»
24 Vinieron a ser los que se reunieron Y él dijo al sacerdote: «Acércate»;
con Saúl unos diez mil hombres, y se 37
y consultó a Dios: «¿He de bajar
extendió la lucha por todos los mon- en persecución del enemigo? ¿Los en-
tes de Efraím. tregarás en manos de Israel?» Pero
Yave no dió aquel día respuesta.
38 Saúl «Acercaos aquí todos los
dij'>:
Temerario juramento de Saúl. jefes de tribus del pueblo, y buscad,
a ver por quién haya sido cometido
Saúl cometió aquel día una gran el pecado; 39 pues por vida de Yave,
imprudencia, pues conjuró al pueblo, el salvador de Israel, que si hubiera
diciendo: «Maldito el hombre que sido por Jonatán, mi hijo, sin remi-
coma nada hasta la tarde, mientras sión morirá.» Nadie del pueblo osó
no me haya vengado de mis ene- responderle. 40 Dijo, pues, a todo
migos.» Y nadie probó bocado. 25 El Israel: «Poneos todos vosotros de un
pueblo estaba extenuado por la fati- lado, y yo y mi hijo nos pondremos
ga; 26 y llegó a un bosque donde había del otro.» El pueblo contestó: «Haz
mucha miel en el suelo. A pesar de como bien te parezca.» 41 Saúl dijo:
ver la miel corriendo por el suelo, «Yave, Dios de Israel, ¿cómo es que
nadie la tomó para llevársela a la no respondes hoy a tu siervo? Si en
boca, por temor del juramento hecho. mí o en Jonatán, mi hijo, está este
27 Pero Jonatán, que nada sabía pecado, Yave, Dios de Israel, da
del juramento que su padre había urirn; y si está la iniquidad en el
hecho hacer al pueblo, metió la punta pueblo, da himim. Y fueron señala-
del bastón que llevaba en la mano dos por la suerte Jonatán y Saúl y
en un panal de miel, y se la llevó a librado el pueblo. 42 Saúl dijo: «Echad
la boca con la mano, y le brillaron ahora la suerte entre mí y Jonalán,
los ojos. 29 Uno del pueblo le advirtió: mi hijo»; y fué señalado Jonatán.
«Tu padre ha hecho jurar al pueblo, 43 Saúl dijo a Jonatán: «Dime qué
diciendo: «Maldito el hombre que has hecho.» Y Jonatán respondió:
coma hoy.» 29 Jonatán respondió: «He gustado un poco de miel con
«Mi padre ha hecho hoy mucho mal la punta del bastón que llevaba en
al pueblo. ¿No veis cómo han bri- la mano, ¿y por eso voy a morir?»
44 Saúl dijo: «Que me castigue Dios
llado mis ojos sólo con haber pro-
bado un poco de miel? 30 Si el pueblo con todo rigor si no mueres, Jonatán.»
48 El pueblo dijo entonces a Saúl:
hubiera comido hoy del botín cogido
a los enemigos, ¡cuánto mayor habría «¿Va a morir Jonatán, el que ha
sido la derrota de los filisteos! hecho en Israel esta gran liberación?
31 Batieron aquel
día a los filisteos iJamásl Vive Yave, no caerá a tierra
desde Mijmas hasta Ayalón. El pue- un solo cabello de su cabeza, pues
blo, desfallecido, 32 cuando volvió hoy ha obrado con Dios.» Así salvó
sobre el botín, cogió ovejas, bueyes el pueblo a Jonatán y no murió.
48 Saúl desistió de salir en persecu-
y terneros; y matándolos en el suelo,
comió la carne con su sangre. 33 Dijé- ción de los filisteos, y éstos llegaron
ronlc a Saúl que el pueblo había a su tierra. 47 Mientras Saúl reinó
pecado contra Yave, comiendo la sobre Israel, hizo la guerra a todos
carne con su sangre; y dijo: «Habéis los enemigos de en torno; a Moab,
prevaricado. Traedmc luego una pie- a los hijos de Ammón, a Aram Bet
dra grande», 34 y añadió: «Id por Rejob, al rey de Soba y a los filis-
todo el pueblo y decidle que me traiga teos, venciendo en todas partes a
cada uno su buey o su oveja, y que donde se volvía. 48 Llegó a ser muy
la degüelle aquí. Después comeréis, fuerte: derrotó a Amalee y libró a
SAMUEL I, 15 287
Israel de las manos de cuantos antes a Agag y las mejores ovejas y los
le saqueaban. mejores bueyes, los más gordos y
49 Los hijos de Saúl fueron Jonatán, cebados, no dándolos al anatema y
Jesui y Melquisua; sus dos Lijas se destruyendo solamente lo malo y
llamaron: Merob la mayor y Mithol sin valor.
60 La mujer de Saúl se
la menor.
llamaba Ajinoam, luja de Ajimas.
El nombre del jefe de su ejército era Sanl, rechazado por Dios.
Abner, hijo de Ncr, tío de Saúl.
10Yave dirigió a Samuel su pala-
51 Quis, padre de Saúl,
y Ner, padre
de Abner, eran hijos de Abicl. bra, diciendo: 11 «Estoy arrepentido
62
La guerra contra los filisteos de haber hecho rey a Saúl, pues se
fué encarnizada, durante toda la vida aparta de mí y no hace
lo que le
de Saúl; y en cuanto veía Saúl un Samuel se entristeció y estuvo
digo.»
hombre robusto y valiente, le ponía clamando a Yave toda la noche;
a su servicio.
12
y levantándose de mañana, para
ir al encuentro de Saúl, supo que
había ido al Carmelo, donde se había
Desobediencia de Saúl al mandato alzado un monumento, y de vuelta,
de Vave. pasando más allá, había bajado a
Gálgala. 13 Dirigióse, pues a donde
1
Samuel dijo a Saúl: «A mí estaba Saúl, y le dijo Saúl: «Bendito
15 me envió Yave para que te seas de Yave. He cumplido la orden
ungiera rey de su pueblo, de Israel. de Yave.» 14 Samuel le contestó:
Escucha, pues, ahora lo que te dice «¿Qué es entonces ese balar de ovejas
Yave: 2 Así habla Yave Sebaot: que llega a mis oídos, y ese mugir
Tengo presente lo que hizo Amalee de bueyes que oigo?» 15 Saúl res-
contra Israel, cuando le cerró el pondió: «Los han traído de Amalee,
camino a su salida de Egipto: Ve, pues el pueblo ha reservado las me-
pues, ahora, y castiga a Amalee; jores ovejas y los mejores bueyes,
3
y da al anatema cuanto es suyo (1). para los sacrificios de Yave, tu Dios;
?\o perdones; mata a hombres, muje- el resto ha sido dado al anatema.»
16 Samuel dijo entonces a Saúl:
res y niños, aun los de pecho; bueyes
4 Dió, «Basta; voy a darte a conocer lo que
y ovejas, camellos y asnos.»
pues, Saúl la orden al pueblo y lo Yave me ha dicho esta noche.»
congregó en Telaim. Contó doscien- Saúl le dijo: «Habla.» 17 Samuel dijo:
tos mil infantes y diez mil hombres «¿No es verdad que, hallándote tú
de Judá. 5 Avanzó Saúl hasta las pequeño a tus propios ojos, has
ciudades de Amalee y puso una em- venido a ser el jefe de las tribus de
boscada en el torrente; 6 y dijo a Israel y te ha ungido Yave rey sobre
18 Yave te dió una misión,
los quíneos: «Id, retiraos, salid de Israel?
en medio de Amalee, no sea que. os diciéndote: Ve y da al anatema a
veáis envueltos con él; pues vosotros esos pecadores de Amalee, y combá-
19
tratasteis con benevolencia a los hijos telos hasta exterminarlos. ¿Por
de Israel cuando subían de Egipto.» qué no has obedecido al mandato
Retiráronse, pues, de Amalee, los de Yave, y te has echado sobre el
quíneos. 7 Saúl batió a Amalee, botín, haciendo mal a los ojos de
desde Evila hasta Sur, frente a Egipto. Yave?» 20 Saúl contestó a Samuel:
8 Cogió vivo
a Agag, rey de Amalee, «Yo he obedecido el mandato de
y dió al anatema a todo el pueblo, Yave, y he seguido el camino que
pasándolo a filo de espada. 9 Pero me ordenó Yave, y he traído a Agag,
Saúl y el pueblo dejaron con vida rey de Amalee. 21 El pueblo ha tomado
del botín esas ovejas y esos bueyes,
(i) Entre Amalee, pueblo nómada, siempre como primicias de lo dado al anatema,
dispuesto a echarse sobre un pueblo sedentario para sacrificarlos a Yave, su Dios,
como ya era Israel, y este último, no podía en Gálgala.» 22 Pero Samuel repuso:
menos de haber perpetua guerra. Ya a la salida «¿No quiere mejor Yave la obedien-
de Egipto se echó traidoramente Amalee sobre cia a sus mandatos, que no los holo-
la retaguardia de Israel y apresó y mató a los
caustos y las víctimas? Mejor es la
rezagados por la fatiga; y después constante-
mente se registran incursiones de los amale- obediencia que las víctimas. Y mejor
citas contra Israel. (Exod. 17 8 sigs. Deut. 26. escuchar que ofrecer el sebo de los
17 sigs. I. Sam. 30.) carneros. 03 Tan pecado es la rebelión
288 SAMUEL I, 16
privó tu espada de hijos, así será y muy bella presencia. Yave dijo a
entre las mujeres tu madre privada Samuel: «Levántate y úngele, pues
de su hijo.» Y destrozó a Agag ante ése es.» 13 Samuel, tomando el cuerno
Yave, en Oálgala. 34 Partióse Samuel de óleo, le ungió a la vista de sus
para Rama, y Saúl subió a su casa de hermanos: y desde aquel momento
Gueba de Saúl. 35 No volvió Samuel en lo sucesivo, vino sobre David el
a ver a Saúl hasta el día de su muerte. espíritu de Yave. Samuel se levantó
y se volvió a Rama.
Unción de David.
David, al servicio de Saúl.
1 (i Como
lamentase Samuel de
se
* "
que se hubiera Yave arrepentido 14 El espíritu de Yave se retiró de
de haber hecho a Saúl rey de Israel, 1 Saúl, y le turbaba un mal espíritu,
15 Y dijeron a
dijo Yave a Samuel: «¿Hasta cuándo mandado de Yave.
vas a estar tú llorando sobre Saúl, a Saúl sus servidores: «Te ves turbado
quien he rechazado yo para que no por un mal espíritu de Dios; 18 per-
reine más sobre Israel? Llena tu mite, señor, que tus siervos te digan
cuerno de óleo, y ve; te envío a casa que se busque a un diestro tañedor
de Isaí de Belén, pues he elegido de arpa, que cuando se apodere de y
entre sus hijos al rey que yo quiero.» el mal espíritu de Dios, la toque ti
2 «¿Cómo voy a ir? —
contestó Sa- halles alivio.» 17 Saúl les dijo: «Bus-
muel
Yave
— ; lo sabrá Saúl y me matará.»
dijo: «Lleva contigo una
cadme, pues, un buen músico, y
traédmelo.» 18 Tomando uno de los
le
ternera, y dirás: He venido para servidores la palabra, dijo: «Yo he
ofrecer a Yave un sacrificio. 3 Invi- visto a un hijo de Isaí, de Belén,
tarás al sacrificio a Isaí, y ya te que sabe tocar el arpa. Es hombre
indicaré yo luego lo que has de hacer, fuerte y valiente, hombre de guerra
SAMUEL I. 17 289
11 Saúl
v discreto en el hablar, y está Yave del filisteo, y todo Israel se
con él.» 19 Saúl envió mensajeros a asombraron y se llenaron de miedo.
casa de Isaí, para decirle: «Mándame
a David, tu hijo, el que está con las
ovejas.» 20 Isaí tomó un omer de Mata David al ;i¡«|"»»<'
pan, un odre de vino y un cabrito,
y se lo mandó a Saúl por David, su 12 David era hijo
de un efrateo,
21 Llegado a casa de Saúl,
hijo. de Belén de Judá, que tenía ocho
David se presentó a él. Saúl le22 cogió hijos, llamado Isaí, y era al tiempo
cariño y le hizo escudero suyo. Saúl de Saúl uno de los hombres rrjras
dijo a Isaí: «Que se quede, te ruego, ancianos. 13 Los tres hijos mayores
conmigo David, a mi servicio, pues de Isaí habían salido para la guerra,
23 Cuan-
ha hallado gracia a mis ojos. » y se llamaban el mayor Eliab, el
do el mal espíritu de Dios se apode- segundo Abinadab, y Samma el ter-
raba de Saúl, David cogía el arpa, cero. 14 David era el menor; y cuando
la tocaba, y Saúl se calmaba y se las tropas marcharon tras de Saúl,
ponía mejor, y el espíritu malo se 15 David iba
y venía y apacentaba
alejaba de él. las ovejas de su padre en Belén. 16 El
filisteo salía de su campo mañana y
tarde, y estuvo haciendo así por cua-
El gibante Goliat. renta días. 17 Isaí dijo a David, su
hijo: «Toma ese rfa de trigo tostado
1 ^ 1 Los filisteos, juntando sus y esos diez panes,y corre al campa-
'
tropas para hacer la guerra, se mento donde están tus hermanos;
18 lleva
reunieron en Soco, que pertenece a también esos diez requesones,
Judá. Acamparon entre Soco y Azeca, para el jefe de su millar. Visitas a tus
en Efes Domim. 2 Reuniéronse tam- hermanos para ver cómo están, y
bién Saúl y los hombres de Israel, y 19
les preguntas si quieren algo.» Saúl,
vinieron al valle del Terebinto, y ellos y todos los hombres de Israel,
pusiéronse allí en orden de batalla estaban en el valle del Terebinto,
contra los filisteos. 8 Estaban éstos en campaña contra los filisteos.
acampados en un monte y los de 20 David se levantó
de madrugada;
Israel en un monte opuesto, mediando y dejando las ovejas al cuidado de
entre ellos el valle, que los separaba. un pastor, se fué, cargado de lo que
4 Salió al medio, de las filas de los le mandara Isaí. 21 Llegó al campa-
filisteos,un hombre llamado Goliat, mento cuando el ejército salía a
de Get, que tenía de talla seis codos ordenarse en batalla, lanzando sus
y un palmo. * Cubría su cabeza un gritos de guerra. 22 Israelitas y filis-
casco de bronce y llevaba una coraza teos se ordenaban en batalla, ejér-
escamada, de bronce también, de cito contra ejército. David dejó los
cinco mil siclos de peso. 6 A los pies objetos que traía, en mano de un
llevaba botas de bronce, y a las espal- guardia del bagaje, y corrió hacia las
das un escudo, también de bronce. filas del ejército. En cuanto llegó,
7
El asta de su lanza era como el preguntó a sus hermanos cómo esta-
enjullo de un telar, y la punta de la ban; 23 pero mientras hablaba con
lanza, de hierro, pesaba seiscientos ellos, el filisteo de Get, Goliat, de
siclos. Delante de é! iba su escudero. nombre el filisteo, salió de las filas
8 Goliat se paró, y dirigiéndose a las de los filisteos y se puso a decir
tropas de Israel, ordenadas en bata- lo de los otros días, oyéndolo David.
lla, les gritó: «¿Para qué os habéis 24 En viendo a aquél, todos los hom-
puesto en orden de batalla? ¿No bres de Israel se retiraron ante él,
soy yo un filisteo y vosotros siervos temblando de miedo. 25 Decíanse
de Saúl? Elegid un hombre que unos a otros: «¿Veis a ese hombre que
baje a pelear conmigo. 9 Si en la avanza? Viene a desafiar a Israel.
lucha me vence, que me mate y os Al que le mate le colmará el rey de
quedaremos sujetos; pero si soy yo riquezas, le dará su hija por mujer
el que le venzo y le mato a él, seréis y eximirá de tributos la casa de su
vosotros los que nos quedaréis suje- padre.
10 26 David preguntó
tos y nos serviréis.» El filisteo a los que tenía
añadió: «Yo arrojo hoy este reto al cerca: «¿Qué darán al que mate a ese
ejército de Israel. Dadme un hombre filisteo y arranque a Israel la afrenta?
y lucharemos.)! Al oír las palabras ¿Quién es ese filisteo, ese incircun-
290 SAMUEL I, 17
ciso, para insultar así al ejército perro, para venir contra mí con un
del Dios vivo?» 27 La gente le repitió —
cayado?» «No contestó David eres— ,
las mismas palabras, diciendo: «Esto todavía peor que un perro.» 44 Mal-
es lo que harán al que le mate.» díjole el filisteo por sus dioses, y
28 Eliab, su hermano, que había añadió: «Ven, que dé tus carnes a
oído hablar a aquellos hombres, se las aves del cielo y a las bestias del
encendió en cólera contra David, y campo.» 45 David "respondió al filis-
le dijo: «¿Para qué has bajado y teo: «Tú vienes contra mí con espa-
a quién has dejado tu pequeño reba- da y lanza y venablo, pero yo voy
ño en el desierto? Conozco tu orgullo contra ti en el nombre de Yave
y la malicia de tu corazón. Para ver Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel,
la batalla has bajado tú.» 29 David a los que has insultado. 46 Hoy te
le contestó: «¿Qué he hecho? Sen- entregará Yave en mis manos; yo
cillamente hablar una palabra.» 30 Y te heriré, te cortaré la cabeza y daré
apartándose de él se dirigió a otro, tu cadáver y los del ejército de los
haciéndole la misma pregunta, y filisteos, a las aves del cielo y a los
recibió la misma respuesta. animales de la tierra; y sabrá así
31 Los que habían oído las pala- toda la tierra que Israel tiene un
bras de David se las repitieron a Dios, 47 y sabrán todos éstos que
Saúl, que le mandó venir. 32 David no por la espada ni por la lanza salva
dijo a Saúl: «Que no desfallezca el Yave, porque él es el Señor de la
corazón de mi señor, por el filisteo guerra, y os entregará en nuestras
ése. Tu siervo irá a luchar contra él.» manos.» 48 El filisteo se levantó, se
33 puso en marcha y avanzó hacia Da-
Saúl le dijo: «Tú no puedes ir a
batirte con ese filisteo; eres todavía vid. David echó a correr a lo largo del
un niño, y él es hombre de guerra frente del ejército, para ir al encuen-
desde su juventud.» 34 David dijo tro del filisteo; 49 metió la mano en
a Saúl: «Cuando tu siervo apacen- su zurrón, sacó de él un chinarro y
taba las ovejas de su padre, y venía lo lanzó con la honda. El chinarro se
un león o un oso, y se llevaba una clavó en la frente del filisteo, y éste
oveja del rebaño, 35 yo le perseguía, cayó de bruces a tierra. 60 Así David,
le golpeaba y le arrancaba de la boca con una honda y una piedra, venció
la oveja; y si se volvía contra mí, al filisteo y le hirió de muerte. 51 Co-
le agarraba por la mandíbula, le rrió, parándose ante el filisteo; y
38 Tu siervo ha no teniendo espada a la mano, cogió
hería y le mataba.
matado leones y osos; y ese filisteo, la de él, sacándola de la vaina, le
ese incircunciso, será como uno de mató y le cortó la cabeza. Viendo los
ellos, pues ha insultado al ejercito filisteos muerto a su campeón, pusié-
del Dios vivo.» 37 Y añadió: «Yave, ronse en fuga, M y los hombres de
que me libró del león y del oso, me Israel, levantándose, y lanzando los
librará también de la mano de esc gritos de guerra, persiguieron a los
filisteo.» Saúl entonces le dijo: «Ve, filisteos, hasta la entrada de Get,
y que Yave sea contigo.» y hasta las puertas de Acarón y ca-
38 Saúl hizo que vistieran a David yeron filisteos en el camino de Saraim
sus ropas, púsole sobre la cabeza un hasta Get y Acarón (1).
83 A la vuelta de la persecución de
casco de bronce y le cubrió de una
coraza. 39 Después David se ciñó la los filisteos, los hombres de Israel
espada de Saúl sobre sus ropas y saquearon su campamento. 84 David
probó de andar, pues nunca había cogió la cabeza y las armas del filis-
ensayado la armadura; y dijo a Saúl: teo, y tiempo después llevó a Jeru-
«No puedo andar con estas armas, salén la cabeza, y las armas las puso
no estoy acostumbrado»: y deshacién- en el tabernáculo. 66 Cuando Saúl
dose de ellas, 40 cogió su cayado, había visto a David avanzar contra
eligió en el torrente cinco chinarros
bien lisos y los metió en su zurrón (i) No podemos menos de reconocer que
de pastor; y con la honda en la mano en este relato del episodio David Goliat hay
avanzó hacia el filisteo. 41 El filisteo, ciertas divergencias en el texto, que no pueden
se acercó poco a poco a David, pre- explicarse mas que suponiendo que en él se
han diversos documentos. Quizá
contraído
cedido de su escudero. 42 Miró, vió divergencia, no fácilmente explicable,
esta
a David, y le despreció por muy movió a los copistas de ciertos códices griegos
joven, de blondo y bello rostro. a suprimir los Vs. 17. 55 a 18. 6. (V. Int. Hist. y
43 Dljolc, pues: «¿Crees que soy yo un la esp. a Sam.)
SAMUEL I, 18 291
por mujer su hija Mico]. Saúl vio cla- esta misma noche, mañana mismo
ramente que Yave estaba con David, te matarán», 12 y le descolgó por la
29
y que todo Israel le amaba. Te- ventana.
míale Saúl mas y más cada vez, y David huyó, poniéndose en salvo.
fué toda su vida enemigo de David. 13 Micol cogió luego los terafim y los
30 Los príncipes de los filisteos hacían metió en el lecho, puso una piel de
incursiones; pero cada vez que salían, cabra en el lugar de la cabeza, y echó
David, por su habilidad, alcanzaba sobre ella una cubierta. 14 Cuando
mejor suceso que todos los otros ser- Saúl mandó gente para prender a
vidores de Saúl, y su nombre llegó David, ella les dijo: «Está malo.»
a ser muy celebrado. 15 Saúl volvió a mandarlos, para que
viesen a David, y les dijo: «Traédmelo
Intervención de Jnnatán en favor en su lecho, para que lo haga matar.»
18 Volvieron ellos, pero hallaron en
de David.
el lecho los terafim y la piel de cabra
1
1 Propuso Saúl a Jonatán y en el sitio de la cabeza. 17 Saúl dijo
a todos sus servidores matar a a Micol: «¿Por qué me has enga-
David; y Jonatán, hijo de Raúl, que ñado así, y has dejado escapar a mi
amaba mucho a David, a se lo comu- enemigo, para que se ponga en salvo?»
nicó a éste, diciéndole: «Saúl, mi Micol respondió a Saúl: «Me dijo:
padre, busca matarte. Ponte, pues, Déjame ir o te mato.»
en guardia; mañana, por favor, no 18 Así huyó David y se salvó.
te dejes ver y escóndete. 3 Yo saldré Fuése a casa de Samuel, en Rama, y
con mi padre al campo, a donde tú le contó cuanto le había hecho Saúl.
estés, hablaré de ti a mi padre, veré Después se fué con Samuel a habitar
qué piensa y te lo comunicaré.» 4 Jo- en Nayot, en Rama.
natán habló a su padre en favor de
David, diciéndole: «No peque el rey Otra vez SuAl entre los profetas.
contra su siervo David, pues él no
ha pecado contra ti. Por lo contrario, 19 Dijéronle a Saúl: «Mira, David
Alianza «Mitre Ha vid y Jonatán. gue Yave a Jonatán con todo rigor.
Si mi padre trata de hacerte mal, te
OH 1 David huyó de Nayot de informaré también, para que te vayas
Rama, y fue a ver a Jonatán, en paz, y que te asista Yave, como
y le dijo: «¿Qué he hecho yo? ¿Qué asistió antes a mi padre. Si todavía
crimen he cometido contra tu padre, vivo entonces, usa conmigo de la
para que de muerte me persiga?» bondad de Yave; y si he muerto, no
2 Jonatán le dijo: «No, no será así, dejes de usarla jamás con mi casa;
no morirás. ¿Había de celarme a mí y cuando Yave haya arrancado de la
eso mi padre? No hace mi padre cosa tierra a todos los enemigos de David,
alguna, ni grande ni pequeña, sin persista la alianza de Jonatán con
dármela a conocer. ¿Por qué había la casa de David, y vengue Yave a
de ocultarme ésta? No hay nada de David de todos sus enemigos.»
eso. » 3 Y juró nuevamente a David. Jonatán adjuró, una vez más a
Pero éste dijo: «Sabe muy bien tu David, por el grande amor que le
padre que me quieres, y se habrá tenía, pues le amaba como a su pro-
dicho: Que no lo sepa Jonatán, no pia vida. 18 Dijo Jonatán: «Mañana
vaya a darle pena; pero por Dios y es el novilunio; se notará que está
por tu vida, que no hay más que vacío tu asiento; 19 al tercer día se
un paso entre mí y la muerte.» 4 Jo- notará más; vienes y te escondes en
natán dijo a David: «Di qué quieres el mismo lugar donde te esconderás
que haga, que yo liaré cuanto me mañana, junto a la piedra hito. 20 Yo
pidas.» 6 David le respondió: «Ma- lanzaré tres flechas hacia allá, como
ñana es el novilunio, y yo debería si tirara al blanco, y mandaré al
sentarme junto el rey en el convite. mozo que vaya a buscarlas. 21 Si le
6
Me iré, y me ocultaré en el campo, digo: «Mira, las flechas están más
hasta la tarde del tercero día. 6 Si acá de ti, cógelas; entonces vienes,
tu padre advierte mi ausencia, le que es señal de que las cosas van
dices: David me rogó que le per- bien para ti, y no hay nada que
mitiera ir de una escapada a Belén, temer, vive Yave. 22 Pero si le digo:
su ciudad, porque se celebra el sacri- Mira, las flechas están más allá de
ficio anual de toda la familia.» 7 Si ti, entonces vete, porque es que
contesta: «Bien está», será que a tu Yave quiere que te vayas. 23 En
siervo no le amenaza mal ninguno, cuanto a lo que uno a otro nos he-
pero si se enfurece, sabrás que tiene mos prometido, Yave es testigo entre
resuelta mi pérdida. Hazme, pues, los dos.»
ese favor, ya que hemos hecho entre 24 David se escondió en el campo.
estaba Ajimclec, sacerdote, que veis que esc hombre está loco? ¿Para
le salió asustado al encuentro, y le qué me lo habéis traído? 18 ¿Me faltan
dijo: ¿Cómo vienes tú solo, sin que a mí locos, y me traéis n ése para que
SAMUEL I, 22, 23 295
"
•)•) 1
Partióse de allí David, y huyó
a la caverna de Odolam. Al
saberlo sus hermanos y toda la casa
pan y una espada, y consultaste por
él a Yave, para que él se sublevara
contra mí, y me tendiera emboscadas,
de su padre bajaron a él, 2 y todos como lo está haciendo.» 14 Ajimelec
los perseguidos, los endeudados y des- respondió al rey: «¿Quién de entre
contentos, se le unieron (1), llegan- todos tus servidores, como David,
do asi a mandar a unos cuatrocientos de una probada fidelidad, yerno del
hombres. 3 De allí fuése David a rey, admitido a sus consejos y tan
Masía, en tierra de Moab, y dijo al honrado por toda tu casa? 15 ¿Es
rey de Moab: «Te ruego que acojas acaso ese día el primero en que he
entre vosotros a mi padre y a mi consultado yo a Yave por él? Lejos
madre, hasta que yo sepa lo que de de mí semejante cosa. No me haga el
mí hará Dios.» 4 Y trajo a su padre rey cargos, que pesarían sobre toda
y a su madre al rey de Moab, y allí la casa de mi padre, pues tu siervo
con él habitaron, mientras estuvo no sabe nada de todo eso, ni poco
David en la fortaleza. 5 El profeta ni mucho.» 16 El rey le dijo: «Vas
Gad dijo a David: «No sigas en la a morir, Ajimelec, tú y toda la casa
fortaleza, ve y vuelve a tierra de de tu padre»; 17 y mandó a los guar-
Judá. » Volvióse David, y se refugió dias que tenía cerca: «Volveos y dad
en el bosque de Jaret. muerte a los sacerdotes de Yave,
pues han dado mano a David, y sa-
Da Saúl muerte de los sacerdotes biendo bien que huía, no me infor-
de INob. maron de ello.
Los guardias del rey no quisieron
6 Supo Saúl que David
y los suyos poner su mano sobre los sacerdotes
habían sido vistos, y estando en de Yave; 18 y entonces dijo el rey a
Gueba, bajo el Tamarindo, en la al- Doeg, edomita: «Vuélvete y mata a
tura, con la lanza en la mano, y los sacerdotes.» Y
Doeg, edomita,
rodeado de todos sus servidores, 7 les se volvió, y él mató aquel día a los
dijo Saúl: «Escuchad, benjaminitas: sacerdotes: ochenta y cinco hombres
¿Va a daros también a vosotros el de los que vestían efod de lino.
19
hijo de Isaí campos y viñas, y va Saúl pasó también a cuchillo a
a haceros a todos jefes de mil y jefes Nob, ciudad sacerdotal; hombres y
de ciento, 8 para que así todos os mujeres, niños, hasta los de pecho,
hayáis conjurado contra mí, y no bueyes, asnos y ovejas; todos fueron
haya nadie que me informe de que pasados a cuchillo. 20 Un hijo de
mi hijo se ha ligado con el hijo de Ajimelec, hijo de Ajitob, pudo es-
Isaí, y nadie de vosotros se duela capar. Llamábase Abiatar; fué a re-
de mí y me advierta que mi hijo fugiarse a David, 21 y le dió la noti-
ha sublevado contra mí a un servi- cia de que Saúl había matado a los
dor mío, para que me tienda ase- sacerdotes de Yave. 22 David dijo a
chanzas, como está haciendo?» 9 Doeg, Abiatar: «Ya pensé yo aquel día que
el edomita, que estaba entre los ser- Doeg, edomila, que estaba en Nob,
vidores de Saúl, respondió: «Yo he no dejaría de informar a Saúl. Soy
visto al hijo de Isaí en Nob, con Aji- yo la causa de la muerte de toda la
melec, hijo de Ajitob. 10 Ajimelec casa de tu padre. 23 Quédate conmi-
consultó por él a Yave, y le dió ví- go y nada temas, que quien a ti te
veres y la espada de Goliat, el filisteo.» persigue es quien me persigue a mí,
11
El rey hizo llamar a Ajimelec, y aquí estarás bien guardado.»
sacerdote, hijo de Ajitob y a toda la
casa de su padre, los sacerdotes que
había en Nob, y todos vinieron al Libra David a Queila.
rey, 12 que dijo: «¿Oyes, hijo de
Ajitob?», y éste contestó: «Aquí me 1
23 que
Vinieron
los
a
estaban ata-
filisteos
decirle a David
(i) Hay entre los seguidores de David cando a Queila, y habían saqueado
2
gentes perdidas, como lo eran también los de las eras; y David consultó a Yave,
Jefté (Juec. II. 3), fenómeno muy común preguntando: «¿Iré a batir a los
en la historia de las revueltas políticas. filisteos?» Y Yave respondió; «Ve,
296 SAMUEL I, 24
entre todo Israel, iba en busca de. y yo. Que él vea, que él tome mi
David y los suyos por el roquedo de causa, y que su sentencia me libre
Jealim: 4 y llegado a unos rediles que de tus manos.
17 Cuando hubo acabado de hablar
había junto al camino, entró en una
caverna que allí había, para hacer David, dijo Saúl: «¿Eres tú, hijo mío,
una necesidad. David y sus gentes David?» Y alzando la voz se puso
estaban en el fondo de la caverna, a llorar, y dijo: 18 «Mejor eres tú
5
y los hombres de David decían a que yo, pues tú me has hecho bien
éste: «Ahí tienes el día que Yave y yo te pago con mal.
19
Tú has
te anunció, diciéndote que entregaría probado hoy que obras benévola-
a tu enemigo en tus manos; trátale mente conmigo, pues que Yave me
como bien te parezca.» David se ha puesto en tus manos y tú no me
20 ¿Quién es el que se
levantó, y acercándose calladamente, has matado.
cortó la orla del manto de Saúl. encuentra con su enemigo y le deja
6 Luego le latía fuerte el corazón, seguir en paz su camino? Que Yave
por haber cortado la orla del manto te pague lo que conmigo has hecho
de Saúl; 7 y dijo a sus hombres: hoy. 21 Bien sé ya que tú reinarás,
(Líbreme Yave de hacer cosa tal y que la realeza de Israel se afirmará
contra mi señor, el ungido de Yave; en tus manos. 22 Júrame, pues, por
poner mi mano sobre el que es Yave, que no destruirás a mi des-
ungido de Yave» (1). cendencia después de mí, y que no
8 Reprimió David con sus palabras borrarás mi nombre de la casa de mi
a los suyos, y no dejó que se echasen padre.» 23 David se lo juró a Saúl,
obre Saúl. Levantóse luego Saúl para y éste se volvió a su casa, y David
proseguir su camino; 9 y entonces y sus hombres subieron a un lugar
se levantó también David, y saliendo fuerte.
de la caverna, se puso a gritarle:
;Oh rey, mi señor!» Saúl miró atrás, Muerte de Samuel.
y David se echó rostro a tierra, pros-
ternándose; 10 y dijo luego a Saúl: f)r 1 En tanto murió Samuel, y
«¿Por qué escuchas lo que te dicen todo Israel se reuiró para llo-
'
9
Cuando llegaron los hombres de «Caiga sobre mí, mi señor, la falta.
David, y en nombre de éste repi- Deja que te hable tu esclava y es-
tieron todas sus palabras, se queda- cucha sus palabras. 25 No haga cuenta
ron esperando; 10 pero Nabal les res- mi señor de ese malvado de Nabal,
pondió: «¿Quién es David, y quién porque es lo que su nombre signi-
el hijo de Isaí? Son hoy muchos los fica, un necio, y está loco. Yo, mi
siervos que andan huidos de su señor. señor, no vi a los que mi señor envió.
26 Y ahora, mi señor, como vive
¿ v °y a tomar yo mi comida y mi
12
o que ves?» La mujer dijo a Saúl: príncipes de. los filisteos a la cabeza
«Veo un dios que se alza de la tierra.» de sus centenas y sus millares, David
14
Saúl
«¿Y cual es su figura T preguntó
—
Ella respondió: «Es un an-
.
— y los suyos marchaban a retaguardia
con Aquis; 3 y los jefes de los filisteos
ciano que sube envuelto en su manto. preguntaron: «¿Qué hacen aquí los
Comprendió Saúl que era Samuel y hebreos?» Aquis les dijo: «¿No veis
15 Samuel que es David, siervo de Saúl, rey de
se prosternó rostro a tierra.
dijo a Saúl: «¿Por qué has turbado Israel, que está conmigo hace días
mi reposo, evocándome?» Saúl res- y años, sin que haya hallado yo
-
pondió: «Estoy en gran aprieto. Los ía menor cosa que reprocharle, desde
filisteos me
hacen la guerra, y Yave que se pasó a nosotros basta ahora?»
se ha retirado de mi. No me ha res- 4 Pero los jefes de los filisteos se en-
viéndose muy apretado por ellos, que yacían sobre los montes de Gel-
4
dijo a su escudero: "Saca tu espada boe. 9 Cortaron la cabeza de Saúl
y traspásame, no me hieran esos y se apoderaron de sus armas, e hi-
incircuncisos y me afrenten.» El escu- cieron publicar esta buena noticia
dero no obedeció por el gran temor por toda la tierra de los filisteos, en
que tenía; y cogiendo Saúl su propia los templos de sus ídolos y entre el
espada, se echó sobre la punta de pueblo. 10 Las armas de Saúl las
ella. 5 El escudero, viéndole muerto, depositaron en el templo de Astarte,
se arrojó igualmente sobre la suya, y su cabeza la colgaron de las murallas
y murió con él. 6 Así murieron aquel de Betsán.
11
día juntos Saúl y sus tres hijos y su Los habitantes de Jabes Galad,
escudero. 7 Los de Israel, que estaban habiendo sabido lo que los filisteos
del lado acá del llano, y del lado acá habían hecho con Saúl, 12 reunieron
del Jordán, viendo huir a los hijos a los más valientes; y después de
de Israel y sabiendo que Saúl y sus marchar durante toda la noche, lle-
hijos habían muerto, abandonaron garon hasta Betsán; y cogiendo de
sus ciudades, para emprender tam- sus murallas el cadáver de Saúl y
bién la fuga, y viniendo los filisteos, los de sus hijos, se volvieron con ellos
las ocuparon. a Jabes, donde los quemaron. 13 Co-
8
Al día siguiente vinieron los fi- gieron sus huesos y los sepultaron
listeos para despojar a los muertos, bajo el taray de Jabes, y ayunaron
y hallaron a Saúl y a sus tres hijos, siete días.
SAMUEL II
20
300 SAMUEL II, 2
13 David dijo al joven que le había 28 ¿Cómo han caído los héroes en
|
11
No pudo Isboset responder a 26 Y en saliendo de estar con David,
Abner palabra, porque le temia. 12 En- mandó Joab algunos tras Abner.
vió, pues, Abner mensajeros de su que le trajeron desde la cisterna de Sira,
parte a David, diciéndole: «¿Cíiya es sin que David supiera nada. 27 Cuando
la tierra?», y para que le dijeran: «Haz Abner estuvo de vuelta en Hebrón,
alianza conmigo y mi mano te ayudará Joab, llevándole aparte dentro de la
a traer a ti a todo Israel. puerta, como para hablarle en se-
13
David respondió: «Está bien, secreto, le hirió en el vientre y le
yo haré alianza contigo, pero te pido mató, en venganza de la sangre de
una cosa: Que no vengas a verme, Azael, su hermano. 28 Al saberlo Da-
sin traer contigo a Micol, la hija de vid, dijo: «Inocente soy yo para siem-
Saúl, cuando vengas a verme.» 14 Des- pre, yo y mi reino delante de Yave,
pués de esto mnndó David mensaje- de la sangre de Abner, hijo de Ner;
29
ros a Isboset, hijo de Saúl, que le di- caiga su sangre sobre la cabeza de
jeran: «Devuélveme mi mujer, Mi- Joab, y sobre toda la casa de su pa-
col, que adquirí a costa de cien pre- dre. Haya siempre en la casa de Joab
pucios de filisteos.» 15 Mandó Isboset quien padezca de flujo, leproso, quien
a quitársela a su marido Paltiel, hijo ande con báculo, quien muera a cu-
de Laín, y 16 el marido se fué tras ella chillo, quien carezca de pan.»
siguiéndola y llorando hasta Baju- 30 Joab y Abisai, su hermano, ma-
rim. Abner le dijo: «Anda y vuélvete», taron a Ábner, porque éste había
y él entonces se volvió. 17 Habló Abner muerto a Azael, hermano de los dos,
a los ancianos de Israel, diciendo: «No en la batalla de Gabaón.
31
es de ayer vuestro deseo de que David David dijo a Joab y a todo el pue-
reinase sobre vosotros: 18 cumplidlo, blo que con él estaba: «Rasgad vues-
pues, ahora, pues que Yave ha hablado tras vestiduras, ceñios de saco, y
a David, diciendo: Por mano de mi haced duelo por Abner.» 32 Sepulta-
siervo David libraré yo a mi pueblo ron a Abner en Hebrón. El rey iba
Israel, de la mano de los filisteos y detrás del féretro: y lloró en alta voz
de la mano de todos sus enemigos.» sobre la tumba de Abner, y todo el
19
Habló también Abner a los hijos pueblo lloró con él. 33 El rey cantó
de Benjamín, y fué luego a Hebrón, a una elegía por Abner, y dijo: «¿Ha
comunicar a David la disposición en muerto acaso Abner la muerte del
que estaba Israel y toda la casa de criminal?
34 No
Benjamín. 40 Vino, pues, Abner a estaban atadas tus manos,
David, a Hebrón, con veinte hombres, Ni encadenados tus pies.
y David dió un banquete a Abner y a Caíste como
cae el inocente,
a los que con él habían venido. 21 Y A manosde malvados.»
Abner dijo a David: «Voy a levan- Todo el pueblo siguió llorando a
tarme, y partiré para reunir a todo Abner, 36 y se acercaron a David para
Israel, y traerle a mi señor el rey. Ellos hacerle tomar algún alimento antes
harán alianza contigo, y tú reinarás de que acabase el día; pero David
como deseas.» David despidió luego juró: «Hágame esto Yave, yesto me
a Abner, y éste se fué en paz. añada, si cómo nada antes de
la pues-
22 Vinieron los seguidores de Da- ta del sol.» 36 Todo el pueblo
lo supo,
vid Joab, de vuelta de expedi-
y viendo con agrado lo que hacía el rey;
37
ción, trayendo consigo gran botín. y comprendió aquel día, que no
No estaba ya Abner con David en habla sido obra del rey la muerte de
Hebrón; ya le había despedido Da- Abner, hijo de Ner. El rey dijo a sus
vid y ya se había ido él en paz; 23 pero servidores: «¿No veis que ha caido hoy
al llegar Joab con el ejército que man- en Israel un gran capitán y un gran
3Í
daba, dieron aviso a Joab, diciendo: hombre? Por lo que a mí hace, yo soy
«Abner, hijo de Ner, ha venido a es- todavía débil, aunque ungido, y esos
tar con el rey, y éste le ha despedido, hombres, los hijos de Sarvia, son más
y él se ha ido en paz». 24 Vino enton- poderosos que yo. Que Yave pague al
ces Joab al rey, y le dijo: «¿Cómo has que.ha hecho el mal, según su malicia.»
hecho esto? Ha venido a estar con-
tigo Abner. ¿por qué, pues, le has de- Muerte de Isboset.
jado irse en paz? 25 No sabes tú que
Abner, hijo de Ner, ha venido a en- ¿1 Cuando supo Isboset que Abner
1
todas las tribus de Israel, y ha- de Israel, como será también poco después
e! centro religioso, con el traslado del arca.
blaron, diciendo: «Hueso tuyo y David mostró en la elección su buen ojo, pues
carne tuya somos; 2 ya antes, cuando nunca después perdió Jerusalén su preponde-
reinaba Saúl sobre nosotros, tú saca- rancia en Israel.
310 SAMUEL II, 6, 7
hecho con la plata y el oro de las tú, tus hijos y tus siervos, y le traerás
gentes que habla sometido, " de la cosecha, para que la casa de tu.
Siria, de Moab, de los hijos de Ammón, amo tenga de qué vivir, y Mifiboset,
do los filisteos, de Amalee, y el botín tu amo, comerá siempre a mi mesa.»
que había tomado a Hadadezer, hijo Siba tenía quince hijos y veinte sier-
de Kojob, rey de Soba. vos; 11 y dijo al rey: «Todo se hará
13
David adquirió gran fama, y de como el rey, mi señor, se lo manda
vuelta de la victoria de Siria, com- a su siervo.» Mifiboset comió a la
batió en el valle de la sal, derrotando mesa de David, como uno de los
a dieciocho mil edomitas. 14 Puso hijos del rey. Mifiboset tenía un
12
comerlas, y dijo: «Que salgan todos Absalón a todos los hijos del rey.
24 Vino Absalón
de aquí», y todos se salieron. 10 En- al rey y le dijo:
tonces dijo Amnón a Tamar: «Trae «Tu siervo tiene ahora el esquileo,
las hojuelas a la alcoba, para que yo te ruego que venga el rey y sus sier-
las coma allí de tu mano», y tomando vos a la casa de tu siervo.» 45 El rey
Tamar las hojuelas que había prepa- respondió a Absalón: «No, hijo mío,
rado, se las llevó a su hermano a la no iremos todos para no serte gra-
alcoba. 11 Cuando se las puso delante vosos.» Y aunque le porfió, no quiso
para que las comiese, él, cogiéndola, ir, y le bendijo. 26 Entonces le dijo
le dijo: «Ven, hermana mía, acuéstate Absalón: «Al menos, permite que
conmigo.» 12 Ella le dijo: «No, her- venga Amnón, mi hermano. » «¿Y para
mano mío, no me hagas fuerza, mira qué ha de ir}», le dijo el rey; 27 mas
que no se hace eso en Israel. No como le importunase Absalón, dejó
hagas tal infamia, 13 porque ¿adonde ir con él a Amnón y a todos los hijos
iría yo con mi deshonra? Y tú serías del rey.
uno de los perversos de Israel. Mira, Absalón había preparado un gran
habla al rey, que seguramente no banquete, como banquete de rey,
rehusará darme a ti» (1). 14 Pero él 28
y había dado orden a sus criados,
no quiso darle oídos; y como era más diciendo: «Estad atentos, y cuando
fuerte que ella, la violentó y se echó el corazón de Amnón se haya alegrado
con ella. con el vino, y os diga yo: Herid a
15 Aborrecióla luego Amnón, con Amnón; matadle, y no temáis, que
tan gran aborrecimiento, que el odio yo os mando. Esforzaos, pues, y
lo
29
que le tomó fué todavía mayor que tened valor.» Los criados de Ab-
el amor con que la había amado; y salón h.cieron con Amnón lo que Ab-
le dijo: «Levántate y vete.» 16 Ella salón les había mandado; y luego
le respondió: «Al mal que me has todos los lujos del rey se levantaron,
hecho no añadas ahora el mayor to- montaron en sus mulos, y huyeron.
davía de echarme. » 17 Pero él no 80 Cuando todavía no estaban de
quiso oírla, y llamando al mozo que vuelta, llegó a oídos de David el
le servía, le dijo: "Echame a ésta fuera rumor de que Absalón había matado
de aquí, y cierra la puerta.» 18 Estaba a todos los hijos del rey, sin que
ella vestida con una amplia túnica, ninguno quedara; 31 y levantándose
traje que llevaban las hijas del rey David, rasgó sus vestiduras y se
vírgenes. El criado la echó fuera, y echó en tierra, y todos sus servidores
cerró tras ella la puerta. 19
Tamar rasgaron delante de él sus vestiduras.
32 Jonadab, hijo
echó ceniza sobre su cabeza, rasgó la de Simea, hermano
amplia túnica que vestía, y puestas de David, habló y dijo: «No crea mi
sobre la cabeza las manos, se fué gri- señor que han muerto todos los jó-
tando. 80 Su hermano Absalón le venes hijos del rey; es Amnón solo
dijo: «¿De modo que tu hermano el que ha muerto, porque era cosa
Amnón ha estado contigo} Pues calla que estaba en ios labios de Absalón,
por ahora, herma a; es tu hermano; desde que Amnón forzó a Tamar, su
no dés demasiada mportancia a la hermana. 33 No crea, pues, mi señor
cosa»; y Tamar se quedó desconsolada el rey, ese rumor que dice: «lian
en la casa de Absalón, su hermano. muerto todos los hijos del rey», por-
21
Cuando el rey supo todo esto, eno- que es sólo Amnón el muerto.» ** Ab-
jóse grandemente, pero no quiso cas- salón huyó.
tigar a Amnón, porque le amaba El joven que hacia de centinela,
como a primogénito. 22 Absalón no alzando los ojos, vió venir gran tropel
dijo a Amnón nada, ni de bueno ni de gentes por el camino de Jorouaim,
de malo, pero le odió por la violación del lado de la montaña, y lo anunció.
de su hermana Tamar. s& Entonces dijo Jonadab al rey:
43 «Ya vienen los hijos del rey, es lo
Al cabo de dos años tenía Ab-
salón el esquileo en Háljasor, que está que tu siervo ha dicho» 36 y apenas
cerca de ESÍrafm, y quiso convidar acabó de hablar, llegaron los hijos
del rey, y alzando la voz, lloraron.
También el rey y sus servidores llo-
(i) Nada nos autoriza a suponer que esta raron con grandes lamentos.
esperanza de Tama, se hubiera realizado, per- 37 Absalón fuese huido a Talmai,
mitiendo D ..: un matrimonio entre hermanos,
.
reprobado por la ley, aunque autorizado por hijo de Amiud, rey de Uesur, y David
el ejemplo de Abraham. lloraba todos los días la ausencia de
SAMUEL II, 14 317
19
dos hijos. Riñeron los dos en el El rey le dijo: «¿No anda en todo
campo, donde no había quien los esto la mano de Joab?s y la mujer
separase, y el uno, hiriendo al otro, respondió: «Por tu vida, oh rey mi
7
le mató; y he aquí que toda la señor, que no se aparta lo que el rey
parentela, alzándose contra tu sierva, mi señor dice, ni a la derecha ni a
dice: Entréganos al que mató a su la izquierda. 20 Joab, tu siervo, me
hermano, para que le demos muerte, ha mandado, y ha puesto en la boca
por la vida de su hermano, a quien de tu sierva todas estas palabras.
mató él; y quieren matar al heredero, Joab, tu siervo, ha hecho esto para
apagando así el ascua que me ha ver de mudar el aspecto de las cosas.
quedado, y no dejando a mi marido Pero mi señor es sabio, con la sabi-
ni nombre ni sobreviviente sobre la duría de un ángel de Dios, para co-
tierra.» 8 El rey dijo a la mujer: nocer cuanto pasa en la tierra.
«¡Vete a tu casa, que ya daré yo 21 Entonces el rey dijo a Joab:
órdenes sobre eso tuyo.» 9 Entonces «Voy a hacer según tu palabra: Ve,
dijo la mujer de Tecua al rey: «Rey pues, y haz que vuelva el joven Ab-
mi señor, yo querría que la respon- salón.» 22 Joab se echó rostro a tierra
sabilidad recayera sobre mí y sobre y se prosternó, y bendiciendo al rey,
la casa de mi padre, no sobre el rey dijo: «Ahora comprendo que tu sier-
y sobre su trono. » 10 El rey entonces, vo "ha hallado gracia a tus ojos, oh
respondió: «Si alguno sigue inquie- rey, mi señor, pues ha hecho el rey
tándote, tráelo a mí, que no te in- lo que su siervo le ha dicho. •>
23 Le-
quietará más.» 11 Ella entonces dijo: vantóse luego Joab y se fué a Gesur,
«Ruégote, oh rey, que interpongas y trajo consigo a Absalón a Jeru
el nombre de Yave, tu Dios, y no salén. 24 Tero el rey dijo: «Que se
dejes que el vengador de la sangre vaya a su casa y no se me presente ,
con él todos los levitas, que lleva- y un pellejo de vino; 2 y dijo el rey
ban el arca de la alianza de Dios. a Siba: «¿Qué es esto?» Y Siba res-
Detuviéronse con el arca de la alian- pondió: «Los asnos son para la fa-
za de Dios, mientras subía Abiatar, milia del rey, para que monte en
y hasta que toda la gente se hubo ellos; los panes y las tortas de higos
salido de la ciudad. 25 Entonces dijo y las pasas, para que coman; y el
el rey a Sadoc: «Vuelve el arca de vino, para que beban los que desfa-
Dios a la ciudad. Si hallo gracia a llezcan en el desierto. » 3 El rey le
los ojos de Yavc, él me volverá a preguntó: «¿Con quién está el hijo
traer, y me hará volver a ver el arca de tu amo?»; y Siba respondió: «Se
y el tabernáculo. 26 Pero si él dice: ha quedado en Jerusalén, diciendo:
No me complazco en ti, aquí' me Hoy me devolverá la casa de Israel
tiene; haga él conmigo lo que bien el reino de mi padre.» * Y el rey dijo
le parezca.» 27 Y
siguió diciendo a a Siba: «Tuyo será cuanto fué de
Sadoc: «Tú, vuélvete en paz a la Mifiboset.» Siba respondió: «Que halle
ciudad, con Ajimas, tu hijo, y con yo gracia a los ojos del rey mi ;
SAMUEL II, 18 32 1
«Déjame correr al rey, para darle que había sobre la puerta, lloraba y
lanoticia de que Yave le ha hecho decía: «[Absalón, hijo mió! ¡Hijo mío!
justicia de las manos de sus enemi- ¡Hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera
gos.» 80 Joab le dijo: «No le llevarás que fuera yo el muerto en vez de li!
tú hoy la noticia; ya se la llevarás ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!»
otra vez, pero no lo hagas hoy, pues
que ha muerto el hijo del rey.» 21 Y I 0 1
Dijeron a Joab: «El rey llora
•Tuab dijo a un cusita: «Ve y anuncia a su hijo y se lamenta.» 2 La
al rey lo que has visto.» El cusita victoria se trocó aquel día en luto
se prosternó ante Joab y corrió. para todo el pueblo, porque todos
22
Ajimas, hijo de Sadoc, dijo a pesar supieron que el rey estaba afligido
de todo a Joab: «Ocurra lo que ocurra, por la muerte de su hijo; 3 y la gente
déjame que corra tras el cusita.» entró en la ciudad calladamente, como
Y Joab le dijo: «¿Por qué te empeñas entra avergonzado el ejército que
en correr a él, hijo mío? Este men- huye de la batalla. 4 El rey, cubierto
saje no te aprovecharía. » 23 «Ocurra el rostro, gemía: «¡Absalón, hijo mío!
lo que ocurra, yo voy», repuso Ajimas, ¡Hijo mío, Absalón! ¡Hijo mío!»
y Joab le respondió: «Ve.» Ájimas 6 Entró
Joab en casa del rey, y le
corrió por el camino del llano, y se dijo: «Hoy has llenado de confusión
adelantó al cusita. a todos tus siervos, que han salvado
24 Estaba David sentado entre las tu vida y la vida de tus hijos y tus
dos puertas. 25 El centin'la que estaba hijas, la de tus mujeres y tus concu-
en la torre sobre la puerta alzó los binas. 6 Amas a los que te aborrecen
ojos, y miró, y vió al hombre que y aborreces a los que te aman, pues
corda solo hacia la ciudad, y gritó has demostrado hoy que nada te
para advertir al rey. El rey dijo: importan tus príncipes y tus siervos
«Si viene solo, es que trae buenas y que si viviera Absalón, aunque
noticias.» En tanto el hombre siguió todos nosotros hubiéramos muerto,
acercándose a la ciudad, 26 y el estarías contento. 7 Levántate, pues,
centinela descubrió al otro que corría y sal fuera, y habla con el corazón a
también y gritó del lado de la puerta: los que te siguen; pues de lo con-
«Otro que corre solo.» El rey dijo: trario, por Yave juro que si no sales,
«Es que también trae buenas noti- ni uno quedará esta noche contigo;
cias.» 27 El centinela dijo: «Por el y te habrá de pesar de esto, más que
modo de correr, el primero me parece de cuantos males han venido sobre
Ajimas, el hijo de Sadoc.» Y el rey ti, desde tu mocedad hasta ahora.»
8
dijo: «Es hombre de bien, segura- Levantóse el rey, se sentó a la
mente trae buenas noticias. puerta, y todo el pueblo se enteró
28 Ajimas, gritando, dijo alrey: de que el rey estaba sentado a la
«¡Victoria!» Prosternóse luego ante puerta, y todos vinieron ante el rey.
el rey, rostro a tierra, y dijo: «Ben- Los de Israel habían huido cada uno
dito Yave, tu Dios, que ha entregado a su casa.
a los que alzaban su mano contra
mi señor, el rey.» 29
El rey preguntó: Vuelta de David a Jcrusalén.
«Y el joven Absalón, ¿está bien?»
9
Ajimas respondió: «Yo vi un gran Todo el pueblo, en todas las tribus
alboroto cuando Joab envió al rey de Israel, se acusaba diciendo: «El
a su siervo y a mí, tu siervo, pero rey nos ha librado de la mano de
no pude saber lo que pasaba.» 30 Y el nuestros enemigos; nos ha salvado
rey le dijo: «Pasa y ponte allí.» del poder de los filisteos, y ahora
Pasó él, y se paró. 31 Llegó luego el ha tenido que huir de la tierra por
cusita, y dijo: «Recibe, oh rey, mi miedo a Absalón; 10 y Absalón, a
señor, la nueva de que Yave ha quien habíamos nosotros ungido, ha
defendido hoy tu causa, contra todos muerto en la batalla. ¿Por qué, pues,
los que se alzaron contra ti.» 32 Y el no tratáis de hacer volver al rey?»
rey preguntó al cusita: «Y el joven II
El rey David mandó quien dijera
Absalón, ¿está bien?» Y el cusita a Sadoc y Abiatar, sacerdotes: «Ha-
respondió: «Que lo que es de ese blad a los ancianos de Judá, y decid-
mozo sea de los enemigos de mi señor, les: ¿Vais a ser vosotros los últimos
el rey, y de todos cuantos para mal en volver al rey a su casa? Pues lo
se alcen contra ti.» 33 Turbóse enton- que por todo Israel se decía había
ces el rey; y subiendo a la estancia llegado a la casa del rey». 12 «Vosotros
SAMUEL II, 19 323
sois mis hermanos, sois hueso mío de Dios, hará lo que bien le parezca;
28 pues todos los de la casa de mi
y carne mía. ¿Por qué, pues, habréis
de ser los últimos en volver al rey padre no podían esperar de mi señor,
a su casa? 13 Decid asmismo a Amasa: el rey, otra cosa que la muerte;
¿No eres tú también hueso mío y car- y sin embargo, tú has puesto a tu
ne mía? Eslo me haga Dios, y esto me siervo entre los que comen a tu mesa.
añada, si no te hago jefe de mi ejér- ¿Qué derecho tengo yo a pedir nada
29 El rey «Para
cito para siempre, en lugar de Joab.» al rey?» le dijo:
14 David inclinó el corazón de qué tantas palabras? Ya lo he dicho.
todos los de Judá, para que como un Tú y Siba os repartiréis las tierras.»
30 Y Mifiboset dijo «Que
solo hombre mandasen a decir al al rey:
rey: «Vuelve con todos tus servi- las coja todas, ya que mi señor el
dores.» 15 Volvióse, pues, el rey; y rey ha vuelto a entrar en paz en
llegado al Jordán, vino Judá a Galgal, su casa.»
31
a recibir al rey y acompañarle en el Barzilai, el galadita, bajó de
paso del Jordán. 16 Semei, hijo de Rogelim para acompañar al rey -en el
Cera, hijo de Benjamín, que era paso del río. 32 Barzilai era muy
de Bajurim, apresuróse a venir con viejo, tenía ya ochenta años, yhabía
los hombres de Judá a recibir al rey proporcionado alimentos al rey du-
David, 17 trayendo consigo mil hom- rante su estancia en Majanaim, pues
bres. Asimismo Siba, siervo de la casa era hombre muy rico. 33 El rey le
de Saúl, con sus quince hijos y sus dijo: «Vente conmigo, y yo te man-
veinte siervos, que pasaron el Jordán tendré en Jerusalén.» 34 Pero- Barzi-
delante del rey. 18 Pasaron a la fami- lai respondió al rey: «¿Cuántos años
lia del rey. Semei, hijo de Gera, se voy a vivir yo, para ir con el rey
echó a los pies del rey en el momento a Jerusalén? 35 Tengo ya ochenta
en que el rey iba a pasar el Jordán, años. ¿Puedo ya distinguir entre lo
19
y le dijo: «Que mi señor no me bueno y lo malo? ¿Puede tu siervo
impute la iniquidad, y olvide las saborear lo que come y lo que bebe?
ofensas de su siervo el día en que mi ¿Puedo ya oír la voz de cantores y
señor salió de Jerusaléu: ]Oh rey!, cantoras? ¿Y por qué tu siervo ha
no atiendas a ellas, 20 pues tu siervo de ser una carga para mi señor el
reconoce que ha pecado, y hoy vengo rey? 36 Tu siervo acompañará hasta
el primero de toda la casa de José un poco más allá del Jordán al rey.
delante del rey, mi señor.» ¿Y por qué el rey me ha de conceder
31 Abisai, hijo de Sarvia, tomó la esta recompensa? 37 Permite, te lo
palabra, y dijo: «¿Pero no va a ruego, que tu siervo se vuelva, y
morir Semei por haber maldecido al muera yo en mi ciudad, cerca del
ungido de Yave?» 22 Mas David res- sepulcro de mi padre y de mi madre.
pondió: «¿Qué os hace a vosotros 38 Pero ahí tienes a tu siervo Quimam,
conmigo, hijos de Sarvia? ¿Por qué que vaya él con el rey mi señor, y
habéis de oponeros hoy a mí? ¿Hoy haz por él lo que quieras.» El rey
va a morir nadie en Israel? ¿No soy le dijo: «Que venga conmigo Quimaní,
yo hoy rey de Israel?» 23 Y dijo y yo haré por él cuanto tú quieras, .
«Es que el rey nos toca a nosotros que hay en Gabaón, les salió al
más de cerca; ¿por qué os ha de encuentro Amasa.
enojar eso? ¿Hemos vivido nosotros Iba Joab vestido de una túnica,
a costa del rey? ¿Hemos recibido algo y sobre ella llevaba ceñida a sus lomos
de él?» 43 Los hombres de Israel una espada en su vaina, y según
respondieron a los de Judá: «Nos- avanzó, se cayó de ella la espada.
otros tenemos en el rey diez partes, 9
Joab dijo a Amasa: «¿Estás bien,
y aún nos pertenece David más que hermano?»; y con la mano derecha
a vosotros. ¿Por qué nos habéis hecho tomó a Amasa de la barba, como
esta ofensa? ¿No hemos sido nosotros para besarle. 10 Amasa no hizo aten-
los primeros en proponer el restable- ción a la espada que tenía Joab en
cimiento del rey?» Y la contestación la mano, y éste le hirió con ella en el
de los de Judá fué todavía más vientre, echándole a tierra las entra-
fuerte que la de los de Israel. ñas, sin repetir el golpe. Amasa murió.
Después Joab y Abisai, su hermano,
fueron en seguimiento de Seba, hijo
Revuelta de Seba. de Becri. 11 Uno de los servidores de
Joab se quedó junto a Amasa, y
Oí) 1 Había allí un hombre per- decía: «Los de Joab, los de David,
verso, llamado Seba, hijo de Be- que sigan tras Joab.» 12 Amasa,
cri, benjaminita, que se puso a tocar la bañado en sangre, yacía en el ca-
trompeta, diciendo: «No tenemos nos- mino. Viendo aquel hombre que todos
otros nada que ver con David, ni se paraban, apartó a Amasa del ca-
con el hijo de Isai. ¡Israel, a tus mino, lo llevó al campo y echó sobre
tiendas! ¡Cada uno a su casa!» 2 Y él una cubierta, porque vió que cuan-
se fueron de con David todos los tos venían se paraban junto a él.
hombres de Israel, siguiendo a Seba, 13 Una vez apartado del camino,
hijo de Becri. Pero los de Judá se iban ya todos tras Joab, en segui-
adhirieron a su rey, desde el Jordán miento de Seba, hijo de Becri.
hasta Jerusalén (1). 14 Pasó por todas las tribus de
3
Cuando llegó David a Jerusalén, Israel, hasta llegar a Abel Bet Maca,
cogió a las diez concubinas que y los hombres escogidos que le seguían
había dejado al cuidado de su casa, se reunieron. 15 Encerraron a Seba en
y las puso bajo guardia. Proveyó Abel Bet Maca, y alzaron contra la
a su mantenimiento, pero no volvió ciudad un baluarte, que llegaba a la
a entrar a ellas, y encerradas estu- explanada de la muralla. lu Dió en-
vieron hasta el día de su muerte, tonces voces desde la ciudad una
viviendo como viudas. avisada mujer: «¡Oíd, oíd! Os pido
4
El rey dijo a Amasa: «Convócame que digáis a Joab que se llegue aquí,
para dentro de tres días a los hom- para que yo le hable. 17 Y una vez
bres de Judá, y hállate tú también que se acercó, le dijo ella: «¿Eres tú
aquí presente.» 8 Fué, pues, Amasa a Joab?» Y el respondió: «Yo soy.»
reunir a Judá, pero se detuvo más Ella siguió: «Pues oye las palabras
del tiempo señalado; 6 y David dijo de tu sierva. » Y él respondió: «Oigo.»
a Abisai: «Seba, hijo de Becri, va a 18 Entonces volvió ella a hablar,
hacernos ahora más mal que Absa- diciendo: «En otros tiempos bahía
lón. Toma, pues, a los siervos de tu costumbre de decir: «Quien pregun-
señor, y ve tras él, no sea que se tare, pregunte en Abel» y las quere- ,
demos que muera nadie en Israel.» las órdenes del rey. Después de esto
Y él preguntó: «Decid, pues, lo que se apiadó Yave de la tierra.
queréis, para que yo lo haga.» 5 Ellos
respondieron al rey: «Aquel hombre
nos destruyó y quería exterminarnos, Hazañas de algunos valientes de
haciéndonos desaparecer de toda la lia vid.
tierra de Israel; 6 que se nos entreguen
15
siete de sus hijos, para que nosotros Hubo todavía guerra entre los
'
los colguemos ante Yave en Gabaón, filisteos e Israel, y bajó David con
en el monte de Yave.» El rey dijo: los suyos para combatir a los filis-
«Los entregaré.» teos. En el combate, David, muy
cansado, 16 estaba para ser muerto
(i) Esta cruenta persecución de Saúl contra por Josbi Benob, uno de los hijos de
los gabaonitas era un quebrantamiento oficial
del juramento oficialmente hecho a los de Ga-
Rafa, que tenía una lanza que pe-
baón por las autoridades del pueblo, aunque saba trescientos siclos de bronce y
hubiera sido arrancado con engaño (Jos 9). El ceñía una espada nueva. 17 Abisai,
derramamiento de sangre inocente exigía el hijo de Sarvia, vino en socorro de
castigo cruento del culpable, y la ejecución David, hirió al filisteo y le mató.
se dejaba al vengidor de la sangre, que en este
caso eran los
Entonces las gentes de David le con-
gabaonitas; que ahora tal prin-
cipio prevaleciera sobre el precepto de no hacer
juraron, diciendo: «No salgas ya más
p"agar a los hijos la culpa de los padres, quizá con nosotros al combate, para que
se debió a la extraordinaria gravedad de la no extingas la lámpara de Israel.»
18
culpa de Saúl. Hubo después de esto en Gob
326 SAMUEL II, 22
una batalla con los filisteos, y enton- Negra oscuridad tenía bajo sus
ces Sobacai, jusatita, mató a Saf, pies,
uno de los hijos de Rafa. 11 Subió querubines
sobre los y
Hubo otra segunda batalla en
19
voló,
Gob con los filisteos, y Eljanan, hijo Voló sobre las alas del viento.
de Jari, betlemita, mató a Lajmi, 12
Puso en derredor suyo tinieblas
hermano de Goliat, que tenia una por velo,
lanza cuya asta era como un enjullo Se cubrió con calígine acuosa y
de tejedor. densas nubes.
20 Hubo también una batalla 13
Ante su resplandor se deshicie-
en Get, en que se halló un hombre de ron sus nubes,
gran talla, que tenía seis dedos en En granizo y centellas de fuego.
cada mano y en cada pie, veinti- 14 Tronó Yave desde los cielos,
cuatro en todo, descendiente también El Altísimo hizo resonar su voz,
de Rafa. 21 Insultó a Israel, y Jona- 15 Lanzó sus saetas
y los desbarató,
tán, hijo de Sima, hermano de David, Fulminó sus muchos rayos y los
le mató. 22 Estos cuatro hombres consternó.
eran de los hijos de Rafa, de Get, 16 Y
aparecieron arroyos de aguas,
y todos perecieron a manos de David Yquedaron al descubierto los fun-
y de sus servidores. damentos del orbe,
Ante la increpadora ira de Yave,
Al resoplido del huracán de su furor.
17
Cántico de David cu ¡vción de Extendió su mano desde lo alto,
gracias. y me cogió,
Me sacó de la muchedumbre de
•)»)
1
David dirigió a Yave las pa- las aguas,
—— labras de este cántico, cuando 18 Me arrancó de mi feroz enemigo,
le hubo librado Yave de la mano De los que me aborrecían y eran
de todos sus enemigos y de la mano más fuertes que yo.
19
de Saúl. 2 Dijo: Querían asaltarme en día fatal
«Yave es mi roca, ini fortaleza, mi para mí.
refugio, Pero fué Yave mi fortaleza,
20 Y me puso en seguro,
Mi Dios, la roca en que me amparo,
3
David: Así habla Yave: Te doy a Gad a David, y le dijo: «Sube, y alza
elegir entre tres cosas la que he de a Yave un altar en la era de Areuna,
hacer yo, a tu elección.» 13 Vino Gad el jebuseo. 19 Subió David conforme
a David y se lo comunicó, diciendo: a la orden de Gad, como se lo había
«¿Qué quieres: Siete años de hambre mandado a éste Yave. 20 Areuna, al
sobre la tierra, tres años de derro- mirar, vió al rey y a sus servidores
tas ante los enemigos que te persi- que se dirigían hacia él; y saliendo,
guen, o tres días de peste en toda la se prosternó delante del rey, rostro
tierra! Reflexiona, pues, y ve lo a tierra, 21 diciendo: «¿Cómo mi señor,
que he de responder al que me el rey, viene a su s'ervo?» David res-
envía» (1). pondió: «Vengo a comprarte esta era
14 David respondió a Gad: «Estoy
y alzar en ella un altar a Yave, para
en una cruel angustia. Caigamos en que se retire la plaga de sobre su
las manos de Yave, cuya misericor- pueblo.» 22 Areuna dijo a David: «Tó-
dia es grande; pero que no caiga yo mela mi señor, y ofrezca cuantos sacri-
en las manos de los hombres.» 15 Yficios le plazca. Allí están los bueyes
Yave mandó sobre Israel la peste, para el holocausto; los trillos y los yu-
desde la mañana de aquel día hasta gos darán la leña; 23 todo eso, ]oh rey!,
el tiempo fijado. Murieron, desde se lo regala Areuna al rey. Que Yave,
Dan a Berseba, setenta mil hombres tu Dios, te sea favorable. » 24 Pero el
del pueblo. 16 El ángel de Yave tendía rey respondió a Areuna: «No, quiero
ya su mano sobre Jerusalén para comprártelo por precio de plata; no
destruirla, pero se arrepintió Yave voy a ofrecer yo a Yave, mi Dios,
del mal, y dijo al ángel que hacía holocaustos que no me cuesten nada.
Y
compró David la era y los bueyes
(i) Que la confección de un censo, ya por en cincuenta siclos de plata; 25 alzó
dos veces hecha antes (Nura. i; 26) inculpa-
allí el altar a Yave, y ofreció holo-
blemente, sea ahora culpa que recae sobre el
pueblo y es castigada con !a peste, es para caustos y sacrificios pacíf'cos. Así
nosotros un misterio. Quizá quiso Dios castigar se aplacó Yave con su pueblo, y cesó
así un acto de vanagloria de David. la plaga en Israel.
INTRODUCCION A LOS LIBROS DE LOS REYES
REYES I
las arenas aue hay en la orilla del sus embajadores a Salomón, cuan-
mar, y comían, bebían y se alegra- do supo que había sido ungido rey
ban. 21 Salomón señoreaba sobre todos en lugar de su padre, pues siempre
los reinos desde el río hasta la tierra había sido amigo de David. 2 Salomón
de los filisteos y hasta la frontera dijo a Hiram: 3 «Tú sabes que David,
de Egipto; todos le pagaban tributo, mi padre, no pudo hacer casa para
y le estuvieron sometidos todo el Yave, su Dios, por las guerras que
tiempo de su vida. tuvo en torno, hasta que Yave los
22 Consumía Salomón cada día puso bajo la planta de sus pies. 4 Ahora
treinta coros de harina común; diez Yave, mi Dios, me ha dado la paz
23
bueves cebados; veinte bueyes de por todas partes; no tengo enemigos
pasto y cien carneros, sin contar ni querellas, 5 y quiero edificar a
los ciervos, las cabras, los búfalos Yave, mi Dios, una casa, como se lo
y las aves cebadas. 24 Señoreaba manifestó Yave a mi padre, diciendo:
toda la tierra al lado de acá del río, «Tu hijo, el que pondré yo en tu lugar
desde Tafta, hasta Gaza y sobre sobre tu trono, edificará casa a mi
todos los reyes del lado de acá del nombre.» 6 Manda, pues, cortar para
río, y tuvo paz por todos lados en mí cedros en el Líbano; mis siervos
derredor suyo. 26 Judá e Israel habi- se unirán a los tuyos, y yo te daré
taban seguros, cada uno debajo de lo que tú me pidas para el salario
su parra y de su higuera, desde Dan de los tuyos, pues bien sabes que no
hasta Berseba, durante toda la vida hay entre nosotros quien sepa labrar
de Salomón. la madera como los sidonios.
26 Tenía Salomón en sus caballerizas 7
Alegróse mucho Hiram cuando
cuarenta mil pesebres, para los caba- oyó las palabras de Salomón, y dijo:
llos de sus carros y doce mil caballos «Bendito Yave, que ha dado a David
de silla. 27 Los intendentes proveían un hijo sabio, para ese gran pueblo.»
al rey Salomón y a cuantos se sen-
8
Y mandó a Salomón esta respuesta:
taban a su mesa, cada uno un mes, «He oído lo que me has mandado a
sin dejar que nada faltara. 28 Hacían decir. Haré lo que me pides, en cuanto
llegar también la cebada y la paja a la madera de cedros y cipreses.
9
para los caballos de tiro y de carrera Mis siervos los bajarán del Líbano
allí donde se hallaran, cada uno según al mar, y yo los haré llegar en balsas
las órdenes recibidas. hasta el lugar que tú me digas. Allí
29 Dió Dios
a Salomón sabiduría se desatarán, y tú los tomarás, y
y un gran entendimiento y anchura cumplirás mi deseo proveyendo de
de corazón, como la arena que está víveres a mi casa.»
a orillas del mar. 30 La sabiduría de 10 Hiram facilitó
a Salomón cuanta
Salomón sobrepasaba la de todos los madera de cedro y de ciprés quiso
11
hijos del oriente y la sabiduría toda éste; y Salomón daba a Hiram
del E B ipto. 31 Fué más sabio que veinte mil coros de trigo para el
hombre alguno; más que Etán, el mantenimiento de su casa, y veinte
ezraíta; más que Eraan, Calcol y coros de aceite de olivas molidas.
Dorda, hijos de Majo], y su fama se Esto que cada año entregaba
es lo
extendió por todos los pueblos en Salomón a Hiram. 12 Yave dió a
32
derredor. Profirió tres mil pará- Salomón la sabiduría, como se lo
bolas, y sus cantos fueron mil cinco; había prometido, y hubo entre Hiram
33
disertó acerca de ios árboles, desde y Salomón paz, e hicieron una alianza.
22
REYES T, 6
leva de treinta mil hombres para el entrada a las habitaciones del piso I
ía madera y la cantería para la casa. de cedro los veinte codos del fondo j
2
Tenia la casa que Salomón edificó de oro fino el interior de la casa, e
a Yave sesenta codos de largo, veinte hizo se colgara de anillos de oro el
de ancho y treinta de alto. que recu-
velo, delante del santuario,
19 Dispuso dentro, en lo mas inte- brió 20 b Hizo
también de oro puro.
rior de la casa, el santuario para el para delante del santuario un altar
arca de la alianza de Yave, 16 b re- de madera de cedro, y lo recubrió
servando este espacio para el san- de oro puro. 22 Toda la casa la recu-
17 Los cuarenta brió de oro puro, de arriba abajo,
tuario, el santísimo.
codos de delante eran el largo de la y recubrió también de oro todo el
casa, es decir, del templo. 20 a El altar, que estaba ante el santuario.
30 También recubrió de oro el piso
santuario teñía veinte codos de largo,
veinte codos de ancho y veinte de de la casa, lo mismo en el espacio
alto. 3 El vestíbulo, delante del tem- interior que en el exterior.
23 a Hizo en
plo, de la casa, era veinte codos de el santuario dos queru-
largo, el ancho de la casa, y diez bines de madera de olivo. 28 La altura
de profundidad, por delante de la del uno era de diez codos, 23b e
casa. 4 Hizo en la casa ventanas enre- igualmente de diez codos la del otro.
24 Cinco codos era el largo de una
jadas. 6 Edificó también en derredor
de la casa tres órdenes de habita- de las alas del querubín, y cinco
ciones, que rodeaban los muros de el de la otra, haciendo en todo diez
la casa, el templo y el santuario, en codos, desde la punta de un ala
tres pisos. 6 El inferior era de cinco hasta la punta de la otra. 26 El se-
codos de ancho, el de en medio de gundo querubín tenía también diez
seis codos de ancho, y el tercero de codos. La medida y la forma eran
siete codos, pues había hecho retallos las mismas para timbos querubines.
27 Puso los querubines en medio de
en el muro, por fuera, para no tener
que empotrar en los muros. la casa, en el espacio interior. Te-
7
Cuando se construyó la casa, nían las alas desplegadas, y la punta
hízose de piedras ya labradas, de del ala del primero tocaba a uno
modo que durante la edificación no de los muros, y la punta del ala del
se oyó allí el golpe del martillo, ni segundo al otro muro, tocándose una
el del pico, ni de ningún otro instru- a otra las otras dos nías en el medio
REYES I, 7 330
«Bosque del Líbano de cien codos rodear a cada una de las columnas.
>
.,
trenzado de los capiteles en dos filas. las cuatro esquinas de cada basa
2°b Había doscientas granadas en las había cuatro repisas, que hacían un
filas que rodeaban un capitel, 18 c y mismo cuerpo con la basa. 35 La
las mismas en las que rodeaban el parte superior de la basa terminaba
otro. 19 b Eran en todo cuatrocientas en un cilindro de medio codo de altu-
19 a Los capiteles eran por
granadas. ra, cuyos apoyos y entables eran una
arriba de forma de flor de loto... sola pieza. 36 Esculpió en los tableros
20 a Erigió las columnas en el pórtico
y en los marcos querubines, leones y
del templo. 21 Alzó la primera al lado palmas, en todos los espacios vacíos
de la derecha, y la llamó Jaquin, y molduras en derredor. 37 Así fué
luego la del lado de la izquierda, y la como hizo las diez basas; la fundición,
llamó Boaz. 22 Encima de las colum- lamedida y la forma eran las mismas
nas había una flor de loto. Así ter- para todas.
minó la obra de las columnas. 38 Hizo también diez fuentes de
21
Hizo asimismo un mar de fun- bronce, cada una de cuarenta bat
dición, de diez codos del uno al otro de cabida, y de cuatro codos cada
lado, redondo, y de cinco codos de una, para asentarlas en las diez
alto, y ceñíalo en derredor un cordón basas; 39 y puso cinco basas al lado
de treinta codos. 24 Por debajo del derecho de la casa y cinco al lado
borde llevaba todo en derredor colo- izquierdo, y el mar de bronce lo puso
quíntidas, diez por cada codo, dis- al lado derecho, al sudeste.
40
puestas en dos órdenes, y fundidas al Hizo también Hiram los ceni-
mismo tiempo que mar. 25
Estaba
el ceros, las tenazas y
copas. Así
las
asentado sobre doce bueyes, de los terminó Hiram toda la obra de bronce,
cuales, tres miraban al norte, tres al que Salomón le encargó para la casa
poniente, tres al mediodía y tres al de Yave; 41 dos columnas, con sus
naciente. Sobre éstos se apoyaba el capiteles para encima de las colum-
mar, y la parte posterior de sus nas; sus reticulados y trenzados para
cuerpos quedaba por dentro. 26 Tenía los capiteles; 42 las cuatrocientas gra-
un palmo de grueso, y su labio estaba nadas para los reticulados y trenza-
en forma de cáliz, como una flor de dos; dos filas de granadas para cada
loto. Hacía dos mil bat. una en derredor de los capiteles;
27 43
Hizo también diez basas de las diez basas y las diez fuentes
bronce. Cada una tenía cuatro codos para poner sobre estas basas; 44 el
de largo, cuatro codos de ancho y mar y los doce bueyes que iban
tres de alto. 28 He aquí cómo eran: debajo de él; 45 los ceniceros, las
Estaban hechas de tableros, ence- tenazas y las copas. Todos estos uten-
rrados dentro de sus marcos y unidos. silios que el rey Salomón mandó
29
En los tableros, dentro de los mar- hacer a Hiram para la casa de Yave
cos, había leones, bueyes y queru- eran de bronce bruñido. 48 Hízolos
bines, y en los marcos, lo mismo por fundir el rey en las llanuras del Jordán,
encima que por debajo de los leones de suelo arcilloso, entre Sucot y
y bueyes, había adornos en relieve. Sartán. 47 Salomón no inquirió el
30 Cada basa tenía cuatro ruedas de peso de bronce de estos utensilios,
bronce con sus ejes de bronce, y en por su gran cantidad. 48 Salomón
las cuatro esquinas había repisas de ínzD, además, todos los otros uten-
fundición, sobre las cuales iba la silios para la casa de Yave: el altar
fuente, y que sobresalían de los fes- de oro, la mesa de oro, sobre la cual
tones. 31 El coronamiento de las basas se ponían los panes de la proposición;
49
tenía en lo interior un hueco, con los candelabros de oro macizo,
una prolongación de un codo hacia cinco a la derecha y cinco a la iz-
arriba; este hueco era redondo, de la quierda del santuario, con sus flores,
misma hechura del remate y de medio sus lámparas y sus despabiladeras
codo de altura, y también esculpido, de oro; °° las fuentes, los cuchillos,
pero los tableros eran cuadrados, no las copas, las tazas y los braseros
redondos. 32 Las cuatro ruedas esta- de oro macizo; los goznes de oro para
ban debajo de los tableros, y los la puerta del interior de la casa,
ejes de las ruedas, fijos en la basa. a la entrada del santísimo, y para la
Tenía cada rueda codo y medio de puerta de entrada del templo.
61
altura, 33 y estaban hechas como las Así se acabó toda la obra que
de un carro; sus ejes, llantas, rayos hizo el rey Salomón para la casa
y cubos, todo era fundido:
34
y en de Yave. Después tomó el dinero, el
REYES I, 8 3 ti
hoy. 14
Había mandado Hiram a La reina de Snba, en
Salomón ciento veinte talentos de oro. Jerusalén.
15 He
aquí cómo se reguló el ser-
vicio personal impuesto por el rey 1
Salomón a los hombres cuya leva Llegó a la reina de Saba la
hizo para edificar la casa de Yave fama que para gloria de Yave
tenía Salomón, y vino para probarle
y su propia casa, el terraplén y las con enigmas (1). 2 Llegó a Jeru-
murallas de Jerusalén, y además,
salén con muy numeroso séquito y
Hasor, Megiddo y Guezer.
16 Había subido con camellos cargados de aromas,
el Faraón, rey de
Egipto; y apoderándose de Guezer, de oro, en gran cantidad, y de piedras
la había incendiado, matando a los
preciosas. Vino a Salomón, y le
cananeos que habitaban la ciudad. propuso cuanto quiso proponerle: 3 y
a todas sus preguntas respondió Salo-
Después se la dió en dote a su hija,
la mujer de Salomón; 17 y Salomón
món,- sin que hubiera nada que el
edificó a Guezer, Betorón de abajo,
rey no pudiera explicarle. 4 La reina
18 Balat de Saba, ver la sabiduría de Salo-
al
y Tamar, en el desierto del món, casa que había edificado,
la
mediodía; 19 todas las ciudades de 5 los
almacenes, que le pertenecían, y las
manjares de su mesa y las habi-
taciones de sus servidores, sus come-
destinadas a los carros y a la caba-
tidos y los vestidos que vestían, los
llería, y todo cuanto quiso Salomón
edificar en Jerusalén, en el Líbano
de los coperos, y los holocaustos que
se ofrecían en la casa de Yave, fuera
y en toda la tierra de su dominio.
20 Toda la gente que había que- de sí, 6 dijo al rey: «Verdad es cuanto
dado de los amorreos, de los geteos, en mi tierra me dijeron de tus cosas
de los fereceos, de los jeveos y de y de tu sabiduría. 7 Yo no lo creía
los jebuseos, que no pertenecían al
antes de venir y haberlo visto con
pueblo de Israel, 21 y sus descen- mis propios ojos. Pero cuanto me
dijeron, no es ni la mitad. Tienes
dientes, que habían quedado después
de ellos en la tierra y que los hijos más sabiduría y prosperidad que
la fama que a mí me había llega-
de Israel no habían podido dar al
do. 8 Dichosas tus gentes, dichosos
anatema, los hizo Salomón escla-
tus servidores, que están siempre
vos de servicio como lo han sido has-
ante ti, y oyen tu sabiduría. • Ben-
ta hoy; 22 no empleó Salomón como
dito Yave, tu Dios, que te ha hecho
tales a los hijos de Israel, que eran sus
la gracia de ponerte sobre el trono
hombres de guerra, sus servidores,
sus jefes, sus oficiales y los coman-
de Israel. Por el amor que Yave
tiene siempre a Israel, te ha hecho
dantes de sus carros y su caballería.
23 su rey, para que hagas derecho y
Los jefes que Salomón puso al
justicia.» 10 Dió al rey ciento veinte
frente de las obras eran quinientos
talentos de oro, una gran cantidad
cincuenta, encargados de vigilar a
los trabajadores.
de aromas y de piedras preciosas.
24 La hija del Faraón subió
de la
No se vieron nunca después tantos
aromas, como los que la reina de
ciudad de David a la casa que Salo-
món le había edificado. Entonces fué Saba dió al rey Salomón.
11 Las flotas de Hiram, que traían
cuando se hizo el terraplén.
25 el oro de Ofir, trajeron también de
Tres veces cada año ofrecía
Ofir gran cantidad de madera de
Salomón holocaustos y sacrificios pací-
sándalo y de piedras preciosas. 12 Con
ficos sobre el altar que él edificó a
la madera de sándalo hizo el rey las
Yave, y quemaba perfumes sobre el
balaustradas de la casa de Yave
que estaba delante de Yave. El
acabó toda la casa. y de la casa del rey, y arpas y salte-
26 rios para los cantores. No vino después
Construyó también Salomón na-
nunca más madera de ésta, y no se
ves en Asion Gaber, que está junto
ha vuelto a ver hasta hoy. 13 El rey
a Elat, en la costa del Mar Rojo, en Salomón dió a la reina de Saba todo
la tierra de Edóm; 27 mandó Hiram
y cuanto ella deseó y le pidió, hacién-
para estas construcciones a sus sier-
dole, además, presentes dignos de
vos, diestros marineros, con los sier-
vos de Salomón, 28 y fueron hasta
üfir, y trajeron de allí oro, cuatro-
(i) Serían probablemente parecidos al que
cientos veinte talentos, que llevaron propuso Sansón. (Juec., 14, 14). Esta especie de
al rey Salomón. sabiduríala estiman mucho los orientales.
REYES I, 11 345
el mal que podía, porque aborrecía mande y sigues mis caminos, mis
a Israel y reinaba en Siria. leyes y mandamientos, como lo hizo
26 También Jeroboam, siervo de David, mi siervo, yo seré contigo y
Salomón, se alzó contra el rey. Era te edificaré casa estable, como se la
hijo de Nabat, efrateo, de Screda, edifiqué a David, y te daré Israel.
39
siervo de Salomón, y tenía por ma- Humillaré a la descendencia de
dre a una viuda llamada Serna. David, mas no por siempre.» 40 Salo-
27 He aquí la ocasión de alzarse món procuró dar muerte a Jeroboam,
contra el rey. Estaba Salomón cons- pero Jeroboam huyó, refugiándose en
truyendo el terraplén para rellenar Egipto, cerca de Sesac, rey de Egipto,
la depresión que había en la ciudad hasta la muerte de Salomón.
de David, su padre. 28 Jeroboam 41 Lo demás de los hechos de Salo-
¿no está escrito en el libro de los consejo de los jóvenes: «Mi padre
hechos de Salomón? hizo pesado vuestro yugo, y yo lo
42
Reinó Salomón en Jerusalén haré más pesado todavía; mi padre
cuarenta años sobre todo Israel, os azotó con azotes y yo os azotaré
43
y luego se durmió con sus padres, con escorpiones.» 15 Desoyó, pues,
y fué sepultado en la ciudad de David, el rey al pueblo, porque así lo dis-
su padre. Le sucedió Roboam, su ponía Yave, para cumplir la palabra
hijo. que Yave había dicho por medio de
Ajías, de Silo, a Jeroboam, hijo de
Nabat.
16 Entonces todo Israel, viendo que
División del reino.
el rey no le escuchaba, dijo al rey:
1 Roboam fué «¿Qué tenemos que ver nosotros
Jrt a Siquem, por
* haberse reunido en Siquem todo con David? ¿Ni qué heredad es la
Israel para proclamarle rey. 2 Jero- nuestra con el hijo de Isaí? |A tus
boam, hijo de Nabat, que había tiendas, Israel! ¡Provee ahora a tu
venido de Egipto, donde moraba por casa, Davidl»
haber huido lejos de Salomón, reci- Fuése Israel a sus tiendas, 17 y
bió estas noticias, 3 y le mandaron a Roboam no reinó sobre más hijos
llamar. Vinieron Jcroboam y toda la de Israel que los que habitaban en
asamblea de Israel a Roboam, y le las ciudades de Judá. 18 Mandó enton-
hablaron así: ces Roboam a Adoram, que era
4 «Tu padre hizo muy pesado nues- prefecto de los tributos; pero éste
tro yugo; aligera tú, pues, ahora esta fué lapidado por todo Israel, y murió.
dura servidumbre, y te serviremos. Apresuróse Roboam a montar en su
5
El les respondió: «Id, y volved a mí carro, para huir a Jerusalén; 19 y
dentro de tres días. » Fuése el pueblo. así se de la casa de
separó Israel
6 El rey Roboam consultó David hasta de hoy (1).
a los an- el día
20
Sabiendo que había vuelto Jero-
cianos que habían estado cerca de
Salomón, su padre, durante su vida, boam, todo Israel le mandó a llamar
diciéndoles: «¿Qué me aconsejáis que a la asamblea, y le hicieron rey de
haga con este pueblo?» 7 Y ellos le todo Israel. La tribu de Judá fué la
dijeron: «Si ahora te rindes a este sola que siguió a la casa de David.
21 Llegado Roboam
pueblo, y le complaces hablándole a Jerusalén, con-
blandas palabras, te estará siempre vocó a toda la casa de Judá y a la
sujeto.» 8 Pero Roboam no siguió el tribu de Benjamín, ciento ochenta
consejo de los ancianos, y consultó mil hombres de guerra, para hacer
a los jóvenes que se habían criado la guerra a la casa de Israel y redu-
con él y le rodeaban, 9 diciéndoles: cirla a la obediencia de Roboam,
«¿Qué me aconsejáis que responda hijo de Salomón; 22 pero Semeias,
a este pueblo que así me habla? varón de Dios, recibió palabras de
Aligera el yugo que tu padre nos Yave, diciendo: 23 «Habla a Roboam,
impuso.» 10 Y los jóvenes que se hijo de Salomón, rey de Judá, y a
habían criado con él, le dijeron toda la casa de Judá y de Benjamín,
así: «Habla de este modo al pue- y a todos los del pueblo, diciendo:
blo que te ha dicho: Tu padre 24 «He aquí lo que dice Yave: No
hizo muy pesado su yugo sobre nos- subáis a hacer la guerra a vuestros
otros, aligéralo tú. Háblales así: Mi hermanos, los hijos de Israel. Vuél-
dedo meñique es más grueso que los vase cada uno de vosotros a su casa,
lomos de mi padre. 11 Ahora, pues, porque de mí ha venido esto»; y ellos,
mi padre os cargó con pesado yugo, obedeciendo la palabra de Dios,
y yo haré vuestro yugo más pesado se volvieron, según la palabra de
todavía. Mi padre os azotó con azo- Yave.
tes, y yo os azotaré con escorpio-
nes. »
(t)Prescindiendo de los divinos designios,
12
Vinieron, pues, Jeroboam y todo la profunda y defini iv.i, que no
escisión, tan
el pueblo, al día tercero, según lo tuvo soldadura en la vida de Israel, histórica-
que había dicho el rey: «Volved mente se explica por el concurso de varias
causas. La rivalidad entre judá y Efralm, como
dentro de tres días»; 13 y el rey res-
causa remota; los gravámenes a que Salomón
pondió al pueblo duramente, dejando sometió al pueblo, como causa inmediata. La
el consejo que le habían dado los persistencia principalmente se debió a la polí-
ancianos, 14 y le habló así, según el tica de los reyes de Israel.
348 REYES I, 13
ponía la puerta, dijo: «Entra, mujer con sus padres. Le sucedió Nadab,
de Jeroboam. ¿Por qué te finges su hijo.
otra? Estoy encargado de anunciarte
cosas muy duras. 7 Ve y dile a Jero-
boam: Así habla Yave, Dios de Is- El reino de Judá bajo Roboam.
rael: «Yo te alcé de en medio del pue- 21 Roboam, hijo de Salomón, reinó
17
Levantóse la mujer de Jero- 1(r El año octavo del reinado de
1
libro de las crónicas de los reyes de cuanto hizo, sus hazañas, ¿no está
Israel? escrito en el libro de las crónicas de
16 El año veintisiete de Asa, rey los reyes de Israel? 28 Se durmió
de Judá, reinó siete días Zimri en Omri con sus padres, y fué sepultado
Tirsa. 16 Estaba el pueblo acampado en Samaría. Le sucedió Ajab, su hijo.
contra Guibetón, que pertenecía a
los filisteos, y supo la noticia: »Zimri Iteinado de Ajab en Israel.
ha conspirado contra el rey, y aun
le ha dado muerte»; y aquel mismo
día todo Israel alzó en el campamento Ajab, hijo de Omri, comenzó a
29
por rey a Omri, jefe del ejército. reinar en Israel el año treinta y
17 Omri,
y con el todo Israel, subieron ocho de Asa, rey de Judá, 30 y reinó
de íruibetón, y pusieron cerco a Tirsa. sobre Israel en Samaría veintidós
18 Cuando Zimri vió que era tomada años.
la ciudad, se metió en el palacio real, Ajab, hijo de Omri, hizo el mal a
y puso fuego 19a la casa con el dentro, los ojos de Yave, más que lodos
y así murió, por los pecados que él cuantos le habían precedido; 31 y
había cometido, haciendo lo malo a como si fuese todavía poco para él
los ojos de Yave, y marchando por el darse a los pecados de Jeroboam,
camino de Jeroboam, y dándose a hijo de Nabal, tomó por mujer a
los pecados que Jeroboam había co- Jezabel, hija de Etbal, rev de Sidón,
metido, para hacer pecar a Israel. y se fué tras Ría!, le sirvió y se pros-
20 El resto de los hechos de Zimri, ternó ante él. 32 Alzó a Buní un altar
la conspiración que tramó, ¿no está en la casa de Raal que edificó en
escrito en el libro de las crónicas de Samaría, 33 hízosc además un ascra,
los reyes de Israel? haciendo más que cuantos reyes le
21 Entonces el pueblo de Israel se precedieron para provocar la ira de
dividió en dos partidos; una mitad Yave, Dios de Tsrael (1).
34 En su tiempo, Jiel, de Retel,
del pueblo quería hacer rey a Tibni,
hijo de Ouinat, y la otra mitad es- reedificó a Jerieó; echó los funda-
taba por Omri. 2S Los partidarios de mentos, al precio de su primogénito,
Omri vencieron a los partidarios de Abiram: y puso las puertas, al precio
Tibni, hijo de Ouinat, y Tibni fué de Segub, su hijo menor, según la
muerto, y reinó Omri. palabra que Yave había dicho por
23
El año treinta y uno de Asa, medio de Josué, hijo de Nun.
rey de Judá, comenzó a reinar Omri
i
sobre Israel, y reinó doce años. Reinó
en Tirsa seis años; 24 luego compró
El profeta Elias.
a Semer la montaña de Samaría, por
j
dos talentos de plata, y edificó sobre 17 1
Elfas, tesbíta, habitante en
la montaña, dando a la ciudad que Galad, dijo a Ajab: «Vive Yave,
edificó el nombre de Samaría, del Dios de Israel, a quien sirvo, que no
¡
monte de Semer, el dueño del mon- habrá en estos años ni rocío ni lluvia,
te (1). 26 Omri hizo el mal a los sino por mi palabra.» 2 Y dirigió Yave
3
ojos de Yave, y obró todavía peor a Elias su palabra, diciendo: «Pár-
'
que los que le habían precedido. tete de aquí, vete hacia el oriente,
26 Marchó por todos los caminos de
y escóndete junto al torrente de Que-
Jeroboam, hijo de Nabat, y se dió a rit,que está frente al Jordán. 4 Be-
todos los pecados que Jeroboam había berás el agua del torrente, y yo man-
¡
hecho cometer a Israel, irritando con daré a los cuervos que te den de
|
sus ídolos a Yave, Dios de Israel. comer allí.» 5 Hizo según la palabra
27 El resto de los hechos de Omri, de Yave, y fué a asentarse junto al
torrente de Querit, que está frente
6
(i) Omri uno de los principales reyes de
es
al Jordán. Los cuervos le llevaban
punto de que, en ¡os monumen-
Israel, hasta el por la mañana pan y carne, y pan y
tos asirios, es generalmen'e llamado
Israel carne por la tarde, y bebía del agua
Bet Omri = la casa de Omri. La edificación
de Samarla es igualmente un suceso importan- (i) Con Ajab se da en Israel una nueva y
tísimo en la historia de Israel, que con ello protunda invasión de la religión cananea, favo-
tiene ya su capital que oponer a la del reino recida por la reina Jezabel, sidonia. Para com-
de Judá. La elección del lugar, por su centra- batirla manda Dios a Eltas, que con razón es
lidad y su natural fortaleza, es muestra del considerado como el príncipe de los profetas
buen ojo poHticomilitar de Omri. que se oponen a la corrupción idolátrica.
REYES í. 18
del torrente; 7 pero al cabo de cierto Dios míol Que vuelva, te ruego, el
tiempo se secó el torrente, pues no alma de este niño a entrar en él.»
22 Yave oyó
había caído lluvia alguna sobre la :
la voz de Elias, y volvió
tierra. dentro del niño su alma, y revivió.
23 Tomó
8
Entonces 1c dirigió Yave su pala- entonces al niño Elias, bajó
9
bra, diciendo: «Levántate y vete a y entrególo a su madre diciendo:
'•
ella fué a buscarla. Llamóla de nuevo cer año, dirigió Yave su palabra
cuando iba a traérselo, y le dijo: a Elias, diciendo: «Ve, preséntate a
«Trácme también, por favor, un bo- Ajab, que voy a hacer que caiga la
cado de pan»; 12 pero ella le contestó: lluvia sobre la haz de la tierra.»
«Vive Yave, tu Dios, que no tengo 2 Fué, pues, Elias, para presentarse
47
a mi señor lo que yo hice cuando Al mediodía burlábase de ellos
Jezahel mataba a los profetas de Elias, diciendo: «Gritad bien fuerte;
YaveT Yo oculté a cien profetas de dios es, pero quizá está entretenido
Yave, de cincuenta en cincuenta, en conversando, o tiene algún negocio,
cavernas, y los proveí de pan y de o está de viaje. Acaso esté dormido,
agua. 11 Y ahora me mandas: Ve a y así le despertaréis.» 28 Ellos daban
decir a tu amo, ahí está Elias. Me voces y más voces, y se sajaban con
matará. cuchillos y lancetas, según su cos-
15 Pero Elias le dijo: «Vive Yave tumbre, hasta chorrear la sangre
29
Sebaot, a quien sirvo, que hoy mismo sobre ellos. Pasado el mediodía,
me presentaré yo delante de Ajab.» siguieron enfurecidos hasta la hora
16 Abdias, yendo al encuentro de en que suele hacerse la ofrenda de la
Ajab, le informó, y Ajab se volvió tarde; pero no hubo voz, ni quien
para ir al encuentro de Elias. 17 Ape- escuchase ni respondiese.
30 Entonces dijo Elias
nas le vió Ajab, le dijo: «¿Eres a todo el
tú, ruina de Israel?» 18 Y Elias le pueblo: «Acercaos.» Y
todo el pueblo
respondió: «No soy yo la ruina de se acercó a él. Preparó el altar de
Israel, sino tú y la casa de tu padre, Yave, que estaba en ruinas; 31 y
apartándoos de los mandamientos de tomando Elias doce piedras, según
Yave y yéndoos tras los Baales. el número de las tribus de los hijos
19 de Jacob, a quien había dicho Yave:
Anda, convoca a todo Israel al
monte Carmel, y a los cuatrocientos «Israel será tu nombre», 32 alzó con
cincuenta profetas de Baal, y a los ellas un altar al nombre de Yave.
cuatrocientos profetas del asera, Hizo en derredor una zanja, tan
que comen de la mesa de Jezabel.» grande como la superficie en que
40 Convocó, pues, Ajab a todos los . se siembran dos atos de simiente;
33 compuso la leña, cortó el buey en
hijos de Israel y a todos los profetas
al monte Carmel; 21 y acercándose j
pedazos y púsolo sobre la leña.
Elias a todo el pueblo, le dijo: «¿Hasta 34 Dijo luego: «Llenad de agua cuatro
cuándo habéis de estar vosotros clau- cántaros, y echadla sobre el holo-
dicando de un lado y de otro? Si causto y sobre la leña.» Después
Yave es Dios, seguidle a él; y si lo |
dijo: «Haced lo mismo otra vez.»
es Baal, id tras él.» El pueblo no Otra vez lo hicieron. Dijo aún: «Ha-
respondió nada. cedlo por tercera vez». Y por tercera
22 Volvió
a decir Elias al pueblo: vez lo hicieron. 35 Corría el agua
«Sólo quedo yo de los profetas de todo en derredor del altar, y había
Yave, mientras que hay cuatrocien- llenado el agua también la zanja.
tos cincuenta profetas de Baal. 23 Que 36 Cuando llegó la hora de ofrecerse
traigan bueyes, para que escojan ellos el holocausto, llegóse el profeta Elias,
uno, lo corten en pedazos y lo pongan ¡
y «Yave, Dios de Abraham, de
dijo:
sobre la leña, pero sin poner fuego Isac y de Israel: Que se sepa hoy que
debajo; yo prepararé otro sobre la tú eres Dios de Israel, y que yo soy
leña, sin poner fuego debajo. 24 Des- tu siervo, que todo esto hago por
pués, invocad vosotros el nombre de mandato tuyo. 37 Respóndeme, Yave,
vuestros dioses, y yo invocaré el respóndeme, para que todo este pue-
nombre de Yave. El Dios que res- i
blo conozca que tú, joh Yave!, eres
pondiere con el fuego, ése sea Dios»; Dios, y que tú conviertes a ti su
y todo el pueblo respondió: «Está |
corazón.» 38 Bajó entonces fuego de
muy bien.» i
Yave, que consumió el holocausto
25 Entonces dijo Elias a los profetas
y la leña, las piedras y el polvo, y
j
de Baal: «Escogeos el buey, y haced aun lamió las aguas que había en la
!
vosotros primero, pues que sois los zanja. 39 Viendo esto el pueblo, caye-
i
más, c invocad el nombre de vues- ron todos sobre sus rostros, y dije-
tros dioses, pero sin poner fuego ron: «¡Yave es Dios, Yave es Dios!»
debajo.» 86 Tomaron ellos el buey 40 Y díjoles Elias: «Coged a los pro-
I
que les entregaron, aprestáronlo, y fetas de Baal, sin dejar que escape
estuvieron invocando el nombre de ninguno.» Cogiéronlos ellos, y Uevó-
Baal, desde la mañana hasta el me- los Elias al torrente Cisón, donde
j
subió Ajab a comer y a beber. Elias dado yo, y me están buscando para
subió a la cumbre del Carmel y se quitarme la vida.» 11 Díjole Yave:
postró en tierra, poniendo el rostro «Sal afuera y ponte en el monte ante
entre las rodillas; 43 y dijo a su siervo: Yave.» Y he aquí que pasó Yave, y
«Sube y mira hacia el mar.» Subió delante de él un viento fuerte y pode-
él, miró y dijo: «No se Ve nada.» roso que rompía los montes y que-
Elias le dijo: «Vuelve a hacerlo braba las peñas; pero no estaba Yave
siete veces.» 44 Y a la sétima vez en el viento. Y vino tras el viento un
dijo el «Veo una nubccilla,
siervo: terremoto; pero no estaba Yave en
como palma de la mano de un
la el terremoto.
12
Vino tras el terremoto
hombre, que sube del mar.» El le un fuego, pero no estaba Yave en
dijo: «Ve y dile a Ajab: «Unce, y el fuego. Tras el fuego vino un ligero
baja, no te lo impida luego la lluvia.» y blando susurro. 13 Cuando lo oyó
45 Y
en esto se cubrió el ciclo de nu- Elias, cubrióse el rostro con su manto,
bes, soplóel viento, y cayó gran lluvia. y saliendo, se puso en pie a la entrada
Subió Ajab y vino a Jczrael. de la caverna, y oyó una voz que le
46 Fué sobre Elias la mano de Yave,
dirigía estas palabras: «¿Qué haces
que ciñó sus lomos, y vino corriendo aquí, Elias?» 14 Y él respondió: «He
a Jezrael delante de Ajab. sentido vivo celo por Yave Sebaot,
poique los hijos de Israel han roto
tu alianza, han derribado tus altares
'
Va Elias a Horeb, huyendo de
Jezabel. y han pasado a cuchillo a tus pro-
fetas, de los que sólo quedo yo, y me
morirse, y dijo: «¡Basta, Yave] Lleva siete mil, cuyas rodillas no se han
ya mi alma, que no soy mejor que doblado ante Baal, y cuyos labios no
mis padres.» s Y echándose bajo la le han besado.
19
planta de retama, se quedó dormido.* Partió de allí y halló a Elíseo,
Y lie aquí que un ángel le tocó, di- hijo de Safat, que estaba arando
ciéndolc: «Levántate y come.» 0 Miró con doce yuntas, una de las cuales
él, y vio a su cabecera una torta cocida era la suya; y pasando Elias junto
y una vasija de agua. Comió y bebió, a él, echóle su maulo (1); 20 y él,
7
y luego volvió a acostarse; pero el dejando los bueyes, se vino corriendo
ángel de Yave vino por segunda vez, tras Elias y le dijo: «Déjame ir a
y le tocó, diciendo: «Levántate y abrazar a mi padre y a mi madre,
come, poique le queda todavía mu- y te seguiré.» Elias le respondió: «Ve,
cho camino. y vuelve, pues ya ves lo que he hecho
8 Levantóse, pues, comió
y bebió, contigo. 21 Alejóse de Elias, y cuando
y anduvo con la fuerza de aquella volvió cogió un par de bueyes, y los
comida cuarenta días y cuarenta ofreció en sacrificio; con el yugo y
noches, hasta el monte de Dios, el arado de los bueyes coció
la carne,
Horeb. 9 Allí metióse en una cueva, e invitó a comer
pueblo; y levan-
al
donde pasó la noche, y le dirigió tándose, siguió a Elias y se puso a
Yave su palabra, diciendo: «¿Qué su servicio.
haces aquí, Elias?» 10 El respondió:
•He sentido vivo celo por Yave Se-
baot; porque los hijos de Israel han
(i) Como la invasión religiosa del culto
de Baal se prolongaba, Elias elige y se prepara
roto tu alianza, han derribado tus un sucesor, que continuará su lucha contra
altares, y han pasado a cuchillo a ella, mediante prodigios y milagros que carac-
tus profetas, de los que sólo he que- terizan la misióu de estos dos profetas.
REYES I. 20 357
a tu siervo la primera vez, pero dores del rey de Siria dijeron a éste:
esto otropuedo hacerlo.» Los
no «Su dios es un dios de monte, por eso
mensajeros se fueron, y le llevaron nos han vencido; pero si peleamos
la respuesta. 10 Ben Adad mandó con ellos en el llano los venceremos.
a decir a Ajab: «Que esto me hagan 24 Haz, pues, así: Quita a los reyes
los dioses y esto me añadan, si el auxiliares sus mandos, y pon jefes
polvo de Samaría basta para llenar en lugar de ellos, 25 y hazte un ejér-
el hueco de la mano del pueblo todo cito semejante al que has perdido,
que me sigue.» 11
Y elrey de Israel, con otros tantos caballos y otros tan-
respondió: «Decidle que no ha de tos carros. Después daremos la batalla
alabarse el que se ciñe, como el que en el llano, y se verá si no los ven-
12
se dcsciñe. » Cuando Ben Adad cemos.» El rey les dió oídos, e hizo
recibió estarespuesta, estaba be- así. 26 Pasado el año, Ben Adad
biendo en su tienda con los reyes reunió a los sirios y vino a Afee, a
vasallos, y dijo a sus servidores: dar la batalla a Israel. 27 Reunié-
«Preparaos.» E hicieron sus prepa- ronse también los hijos de Israel, y
rativos contra la ciudad. aprovisionándose, saliéronles al en-
13
Acercóse a Ajab, rey de Israel, cuentro. Asentaron su campo frente
un profeta, y le dijo: «Asi habla Yave, a ellos, como dos rebañitos de cabras,
Dios de Israel: ¿Ves toda esa mu- mientras que los sirios llenaban la
chedumbre! Voy a entregarla en tierra.
tus manos, y así sabrás que yo soy 28 Un hombre de Dios se acercó
Yave.» 14 Ajab preguntó: «¿Por mano al rey de Israel, y le dijo: «Así habla
de quién?» Y él respondió: «Así dice Yave: Porque los sirios han dicho:
Yave: Por mano de los servidores de Yave es un dios de monte, y no de
los jefes de provincia.» Ajab pre- llano, entregaré en tus manos toda
REYES I. 21
ls
y dos malvados vinieron a ponerse Porque se ha humillado ante mí, yo
ante él, y depusieron asf contra Nabot no haré venir el mal durante su vida:
delante del pueblo: «Nabot ha mal- durante la vida de su hijo haré yo
decido a Dios y al rey.» Luego le venir el mal sobre su casa.»
sacaron fuera de la ciudad y le lapi-
daron, y murió. 14 Mandaron a decir
a Jezabel: «Nabot ha sido lapidado Alianza de Ajab con Josafat.
y muerto.» 15 Cuando Jezabel supo
1
que Nabot había sido lapidado y Tres años pasaron, sin que hu-
muerto, dijo a Ajab: «Levántate, biera guerra entre Siria e Israel.
2
y ve a posesionarte de la viña de Al tercer año, Josafat, rey de Judá,
Nabot de Jezrael, que se negó a bajó a ver al rey de Israel. 3 El rey
cedértela por su precio, porque Nabot de Israel dijo a sus servidores: «¿No
no vive ya, ha muerto.» 16 Ajab, al sabéis que Ramot Galad es nuestra?
oír que Nabot había muerto, se Y nosotros nada hacemos para tomár-
levantó para bajar a la viña de Nabot sela al rey de Siria.» 4 Y
dijo a Josa-
de Jezrael y tomar posesión de ella. fat: «¿Quiéres venir conmigo, para
17 Entonces fué
la palabra de Yave atacar a Ramot Galad?» Josafat res-
a Elias, tesbita, diciendo: 18 «Leván- j
pondió al- rey de Israel: «Iremos: yo
tatc, y baja ante Ajab, rey de Israel, i
como tú, mi pueblo como tu pueblo,
a Samaría. Está en la viña de Nabot, y mis caballos como tus caballos.
6 Luego dijo Josafat al rey de Israel:
a donde ha bajado para posesionarse
de ella. 19 Dile: Así habla Yave: J
«Consulta, te ruego, la palabra de
¿No eres tú un asesino y un ladrón? i Yave.
Y le dirás: Así habla Yave: En el I
6
El rey de Israel reunió a los pro-
lugar mismo donde han lamido los I
fetas, en número de unos cuatrocien-
perros la sangre de Nabot, lamerán tos, y preguntó: «¿Iré a atacar a
les
los perros tu propia sangre.» 20 Ajab Ramot Galad, o he de desistir de
dijo a Elias: «¿Me has hallado, ene- ello?» Y ellos le respondieron: «Sube,
migo mío?» Y Elias le respondió: que el Señor la entregará en manos
«Te he hallado. Porque tú te has del rey.» 7 Pero Josafat preguntó:
vendido para hacer el mal a los ojos «¿No hay aquí ningún profeta de
de Yave, 21 yo haré venir el mal Yave, para que podamos consultarle?
sobre ti, yo te barreré, yo extermi-
j
8
El rey de Israel respondió a Josafat:
naré a cuantos pertenecen a Ajab, j
«Queda todavía aquí un hombre, por
esclavo y libre en Israel, 22 y haré quien podríamos consultar a Yave,
tu casa semejante a la de Jeroboam, pero yo le aborrezco, porque no me
hijo de Nabat, y a la casa de Basa, profetiza bien alguno; nunca me pro-
j
hijo de Ajiya, porque tú me has pro- fetiza más que mal; es Miqueas, hijo
vocado, y has hecho pecar a Israel. de Jimia»; y Josafat dijo: «No hable
83 Así habla Yave
de Jezabeel: Los así el rey.» 9 Entonces el rey de Israel
perros comerán a Jezabeel cerca del j
llamó a un eunuco, y le dijo: «Trae
muro de Jezrael. 24 El que de la casa i luego a Miqueas, hijo de Jimia.»
de Ajab muera en la ciudad, será 10 Estaban el rey de Israel
; y Josafat
comido por los perros, y el que muera rey de Judá, sentados, cada uno en
en el campo, será comido por las I
su trono, vestidos de sus reales ves-
aves del cielo. tiduras en" la plaza, cerca de la en-
25 Nadie hubo que como Ajab se trada de la puerta de Samaría, y
vendiera para hacer el mal a los todos los profetas estaban delante
ojos de Yave. Jezabel, su mujer, de ellos profetizando. 11 Sedéelas,
le incitaba a ello. 26 Obró de manera hijo de Canana, se había hecho unos
enteramente abominable, yéndose tras cuernos de hierro, y decía: «Así habla
los ídolos, como lo hacían los amo- Yave: Con estos cuernos heriré yo
rreos, que arrojó Yave de delante a los sirios, hasta destruirlos»; 12 y
de los hijos de Israel. todos los profetas profetizaban igual-
27
Cuando hubo oído Ajab las i mente, diciendo: «Sube a Ramot
palabras de Elias, rasgó sus vesti- j
Galad y tendrás buen suceso, pues
duras, se vistió de saco y ayunó; Yave la pondrá en manos del rey.
dormía con saco y caminaba humi- 13
El mensajero que había ido
Hado; 28 y Yave dirigió a Elias, tes- en busca de Miqueas le habló asi:
bita, su palabra, diciendo: 29 «¿Has «Todos los profetas a una voz profe-
visto cómo se humilla Ajab ante mí? 1
perezca allí? Unos respondieron de azar, e hirió al rey de Israel por entre
un modo, otros de otro; 21 pero vino las junturas de la armadura, y el
un espíritu a presentarse ante Yave, rey dijo a su auriga: «Vuélvete y
y dijo: «Yo, yo le induciré. ¿Cómo?, sácame del campo, porque estoy
preguntó Yave. 21 Y
él respondió: herido. •
dí Este episodio pone de relieve, además lo que hizo, la casa de marfil que
de la necesidad que sentían de consultar a Dios construyó, las ciudades que edificó,
antes de emprender cualquier empresa, cómo
¿no está escrito en el libro de las
eran los prot» tas falsos de Yave, siempre pron-
tos a lisonjear a los principes y a los pueblos,
crónicas de los reyes de Israel? 40 Ajab
y cómo el verdadero profeta de Dios, que sólo se durmió con sus padres, y le sucedió
contra tantos, lucha, guiado de la verdad, aun Ocozías, su hijo.
a riesgo de tener que sufrir la prisión y la
muerte. Es curiosa la representación que fe Josafat, rey de Judá. Oeozías,
nos hace del consejo de Dios, en el que hasta
el espiri'u malo toma parte, como en el prólogo
rey de Israel.
del libro de Job. Dios, que todo lo tiene en sus
manos, se vale hasta de los malos para realizar
41 Josafat, hijo de Asa, comenzó
ns planes de misericordia y justicia a reinar en Judá el año cuarto de
REYES II, 1
Ajab, rey de Israel. 42 Tenía treinta de oro; pero no fueron, porque las
y cinco años cuando comenzó a reinar, naves se destrozaron en Asion Ga-
y reinó en Jerusalén veinticinco años. ber. 60 Entonces Ocozfas, hijo de
Su madre se llamaba Azaba, hija Ajab, dijo a Josafat: «¿Quieres que
de Silji. 43 Marchó por todos los cami- que vayan mis servidores con los
nos de Asa, su padre, sin apartarse, tuyos en las naves?» Pero Josafat
haciendo lo que es recto a los ojos se negó.
81
de Yave. 44 Pero no desaparecieron Josafat se durmió con sus padres,
los altos, y el pueblo siguió ofreciendo y fué sepultado con sus padres en
sacrificios y perfumes en ellos. 45 Jo- la ciudad de David, su padre. Le
safat estuvo en paz con el rey de sucedió Joram, su hijo.
62 Ocozías, hijo de Ajab, comenzó
Israel.
46 El resto de los hechos de Josa- a reinar sobre Israel en Samaría,
íat, sus gestas y sus guerras, ¿no el año diecisiete de Josafat, rey de
está escrito en el libro de las crónicas Judá, y reinó dos años sobre Israel.
de los reyes de Judá? 47 Barrió 63
Hizo el mal Yave,
a los ojos de
también de la tierra el resto de los y marchó por caminos de su
los
consagrados a la prostitución ido- padre y los de su madre, y por el
látrica, que quedaban del tiempo de camino de Jeroboam, hijo de Nabat,
Asa su padre. 48 No había entonces que hizo pecar a Israel. 54 Sirvió a
rey en Edom; un gobernador la Baal y se prosternó ante él, y pro-
gobernaba. 49 Josafat construyó na- vocó a Yave, Dios de Israel, como
ves de Tarsis, para ir a Ofir, en busca lo había hecho su padre.
REYES II
(Vul. IV. Reg.)
1 7
^ Después de la muerte de Ajab, Ocozías les preguntó: «¿Qué
1 Moab se contra Israel.
rebeló trazas tenía el hombre que ha subido
2 Ocozfas
se cayó por una ventana a vuestro encuentro, y os ha dicho
del piso superior de su casa en eso?» 8 Ellos le respondieron: «Era
Satnaria, y se hirió; y envió mensa- un hombre vestido de pieles, y con
jeros, diciéndoles: «Id a consultar a un cinlurón de cuero a la cintura.»
Baal Zebub, dios de Acarón, para Ocozías dijo: Es Elias, tesbita.»
saber si curaré de esta enfermedad»; 9
Mandó contra el un quincuage-
8 pero
el ángel de Yave dijo a Elias, nario con sus cincuenta hombres.
tesbita: «Levántate y sube al en- Subió el jefe a Elias, que estaba sen-
cuentro de los mensajeros del rey tado en la cumbre de la montaña, y
de Samaría, y diles: ¿No hay Dios le dijo: «Hombre de Dios, el rey dice:
en Israel, para que vayáis a con- «Baja.» 10 Elias respondió al jefe He
sultar a Baal Zebub, dios de Aca- los cincuenta: «Si soy hombre de
rón? 4 Por eso, así dice Yave: «No Dios, que baje fuego del cielo, y te
bajarás del lecho en que has subido, abrase a ti y a tus cincuenta hombres.
pues morirás.» Y
Elias se fué. «Y bajó fuego del cielo, y le devoró
6 Volvieron los mensajeros con sus cincuenta hombres. 11 Oco-
a Oco-
zías, y él les preguntó: «¿Cómo os ha- zías mandó contra él a otro quincua-
béis vuelto?» 6
Y ellos respondieron: genario con sus cincuenta hombres.
«Ha salido a nuestro encuentro un El quincuagenario habló a Elias, y
hombre, y nos ha dicho: Id, y vol- le dijo: «Hombre de Dios, he aquí
veos al rey que os ha mandado, y 10 que dice el rey: «Baja en seguida.»
decidle: Así habla Yave: ¿No hay 12
Elias le respondió: «Si soy hombre
Dios en Israel, para que mandes de Dios, que baje fuego del cielo,
tú a consultar a Baal Zebub, dios y te devore a ti y a tus cincuenta
de Acarón? Por eso, no bajarás tú hombres.» Y bajó del cielo fuego
del lecho a que has subido, pues de Dios que le devoró a él y a sus
morirás.» cincuenta hombres.
REYES II, 2
13
Mandó de nuevo Ocozías, por por tu vida, que no te dejaré.» Y si-
tercera vez, a un quincuagenario con guieron ambos su camino.
7
sus cincuenta hombres. Este tercero Vinieron cincuenta hombres de
subió, y a su llegada se prosternó los hijos de los profetas, y se pararon
ante Elias suplicándole, y le dijo: enfrente, a distancia, y ellos dos si-
"Hombre de Dios, sea preciosa a guieron, parándose a la orilla del
tus ojos mi vida y la vida de mis Jordán. 8 Cogió entonces Ellas su
cincuenta hombres. 14 Fuego del 1
dió a los pecados coi; que Jeroboam, y todas las ciudades de importan-
hijo de Nabat, había hecho pecar a cia, talaréis todos los árboles fruta-
Israel,y no se apartó de ellos. les y cegaréis todos los manantiales
4 Mesa, rey de Moab, tenía muchos
de agua, destruiréis con piedras toda
ganados, y pagaba al rey de Israel la tierra fértil.» 20 Por la mañana, a
un tributo de cien mil corderos y la hora de la presentación de la
cien mil carneros con su lana. 5 A ofrenda, vino el agua de la parte de
la muerte de Ajab, el rey de Moab Edom, y la tierra toda se llenó de
se rebeló contra el rey de Israel. agua.
6
Entonces el rey Joram salió de 21
Entretanto los moabitas, sa-
Samaria, y reunió a todo Israel, y biendo que subían los reyes a ata-
se puso en marcha, 7 mandando a carlos, reunieron a cuantos estaban
decir a Josafat, rey de Judá: «El en edad de empuñar las armas, y se
rey de Moab se ha rebelado contra se pusieron en la frontera. 22 Al levan-
mí. ¿Quieres venir conmigo, para tarse por la mañana, al brillar el
atacar a Moab?» Josafat respondió: sol sobre las aguas, a los de Moab
«Iré, yo como tú; mi pueblo como les parecieron las aguas desde lejos
tu pueblo, y mis caballos como tus como si fueran sangre;
23
y se dijeron:
caballos.» 8 Y preguntó: «¿Por qué «Es sangre de espada; los reyes se
camino subiremos?» Y Joram dijo: han vuelto uno contra otro, y unos
«Por el camino del desierto de Edom. a otros se han matado. Hala, pues,
9 Partieron
el rey de Israel, el rey Moab, a la presa. »
24 Mas cuando lle-
de Judá y el rey de Edom; y después garon al campo de Israel, alzá-
de siete días de marcha, faltó el agua ronse los israelitas, y destrozaron a
para el ejército y para las bestias los de Moab, que se pusieron en
de carga que le seguían. 10 Entonces huida delante de ellos. Siguieron en
el rey de Israel dijo: «|Ay! Yave ha la fuga hiriendo a los de Moab, 25 y
reunido a tres reyes, para entre- asolaron sus ciudades, y en todas las
garlos en manos de Moab.» 11 Pero tierras fértiles echó cada uno su
Josafat dijo: «¿No hay aquí ningún piedra, llenándolas de ellas; cegaron
REYES II, 4
1
1
Una mujer
de las de los hijos este tiempo, abrazarás a tu hijo.»
de profetas, clamó a Eliseo,
los «No, por favor, hombre de Dios,
diciendo: «Tu siervo, mi marido, ha no engañes a tu sierva.» 17 La mujer
muerto y bien sabes lú que mi marido quedó encinta, y al año siguiente,
era temeroso de Yave; ahora un como se lo anunciara Eliseo, por
acreedor ha venido para cogerme a aquel mismo tiempo
dió a luz un
18
Creció el niño, y un día fué
mis dos hijos y hacerlos esclavos.» hijo.
2
Eliseo le dijo: «¿Qué puedo yo a donde estaba su padre con los
hacer por ti? Dime: ¿Qué tienes en segadores, 19 y dijo a su padre:
tu casa?» Ella le respondió: «Tu «|Ay, mi cabeza; ay, mi cabeza!»
sierva no tiene en casa absolutamente El padre dijo a un criado: 20 «Llévalo
nada más que una vasija de aceite.» a su madre.» El criado lo cogió y se
8 lo llevó a su madre. El niño estuvo
El le dijo: «Vete a pedir fuera a
todos los vecinos vasijas vacías, y sobre las rodillas de su madre hasta
21
no pidas pocas. * Cuando vuelvas el mediodía, y luego murió. Ella
a casa, cierra la puerta tras de ti subió, le acostó en el lecho del hom-
y tras de tus hijos, y echa en todas bre de Dios, cerró la puerta y se fué.
esas vasijas el aceite, poniéndolas 23 Llamó a su marido y le dijo:
aparte, conforme vayan llenándose.» «Mándame, te ruego, un criado y
5
Entonces ella se alejó, cerró la una asna, que quiero ir en seguida al
puerta tras de sí y de sus hijos; y hombre de Dios, y luego volveré.»
23
éstos fueron presentándole las vasi- El le dijo: «¿Para qué quieres ir
jas, y ella las llenaba. 6 Cuando estu- a verle hoy? No es ni novilunio ni
vieron llenas todas las vasijas, dijo sábado.» Eila respondió: «Está bien.»
24 Hizo enalbardar la borrica,
a su hijo: «Dame otra vasija»; pero y dijo
él la respondió: «Ya no hay más.» al criado: «Cógela y anda, y no te
Estacionóse entonces el aceite, 7 y detengas para que monte, más que
ella fué a dar cuenta al hombre de cuando yo te lo diga.»
28 hombre de
Dios, que le dijo: «Vete a vender el Partió, pues, y llegó al
aceite y paga la deuda; y de lo que Dios en el monte Carmel. Cuando el
te quede, vive tú y tus hijos.» hombre de Dios la vió de lejos, dijo a
8 Pasaba un día Eliseo por Sunam. su criado Guejazi: «Allí esta la sunami-
84
Había allí una mujer distinguida, ta. Vete corriendo a recibirla, y pre-
que insistentemente le invitó a comer, gúntale si está bien ella y su marido
y siempre que por allí pasaba iba y su hijo.» Y
ella contestó: «Si, bien.»
87 Llegó luego al hombre de Dios en
a comer a su casa. * Ella dijo a su
marido: «Yo sé que este hombre, el monte, y cogiéndose de sus pies,
que viene siempre a comer a nuestra llegó Guejazi para desasirla, pero
casa, es un santo hombre de Dios. el hombre de Dios le dijo: «Déjala,
10 Vamos a prepararle en lo alto una que su alma está angustiada, y Yave
habitación con paredes, y a ponerle me lo ha ocultado y no me lo ha
allí una cama, una mesa, una silla revelado.» " Ella le dijo: «¿Pedí yo
y un candclcro, para que él pueda a mi señor un hijo? ¿No te dije ya
REYES II, 5 365
que no me engañaras ?» 29
Entonces dijo: «Da a esas gentes que coman.
dijo éla Guejazi: «Cíñete los lomos, 43 Su criado le contestó: «¿Cómo voy
toma en tu mano mi bordón, y si a poder dar a cien personas?» Pero
a alguno encuentras, no le saludes Eliseo le repitió: «Da a esas gentes
siquiera, y si alguno te saluda, no le que coman. Así dice Yave: Comerán
respondas, y pon mí bordón sobre y sobrará.» 44 Puso entonces los panes
la cara del niño.» 30 La madre del ante ellos, comieron y quedaron
niño le dijo: «Por la vida de Yave y sobras, según la palabra de Yave.
la tuya, que no te dejaré.» 31 Levan-
tóse entonces él y la siguió. 1 Namán, jefe del ejército del
Guejazi había llegado antes que rey de Siria, gozaba
favor de el
ellos, y había puesto el bordón sobre su señor, y era tenido en mucha
el rostro del niño, pero éste no tenía estima, pues por medio de él había
voz ni sentido; así que se había salvado Yave a Siria. Pero este
vuelto para decírselo a Elíseo, y se hombre, robusto y valiente, era le-
lo manifestó, diciendo: «El niño no proso. 2 Habían salido los sirios, por
despierta. » 32 Llegado Elíseo a la escuadras, y habían cautivado a una
casa, el niño estaba tendido, muerto, jovencita de tierra de Israel, que
en la cama. 33 Entró entonces él, estaba al servicio de la mujer de
cerró la puerta tras los dos, y oró a Namán; 3 y djjo un día a su señora:
Yave. 34 Subió a la cama y se acostó «Oh, si mi señor estuviese cerca de
sobre el niño, poniendo su boca un profeta que hay en Samaría,
sobre la boca del niño, sus ojos sobre el profeta le curaría de su lepra.»
los del niño y sus manos sobre las 4 Fué ella
a su señor, y le dijo: « Esto
manos del niño, y se tendió sobre él. y esto ha dicho una jovencita de
La carne del niño se recalentó, tierra de Israel»; 6 y el rey de Siria
35
y Eliseo se alejó, yendo y viniendo dijo: «Pues anda, vete a la tierra de
por la habitación, y luego volvió Israel, y yo mandaré una carta al
a subirse en la cama, y se tendió rey de Israel.» Partió él, .llevando
sobre el niño. El niño estornudó diez talentos de plata, seis mil sidos
siete veces y abrió los ojos. 36 Llamó de oro, diez vestidos nuevos, 6 y una
entonces Eliseo a Guejazi, y le dijo: carta para el rey de Israel, en (pie
«Llama a esa sunamita.» Llamóla se decía: «Cuando recibas esta carta,
Guejazi, y ella vino a Eliseo, que sabrás que te mando a mi servidor,
le dijo: «Toma a tu hijo.» 37 Ella se Namán, para que le cures de la lepra.»
echó a sus pies, y se prosternó ante 7
Leída la carta, el rey de Israel
él rostro a tierra, cogió a su hijo y salió. rasgó sus vestiduras, y dijo: «¿Soy
38 Eliseo volvió
a Gálgala. Había yo acaso Dios, para dar la vida
gran hambre en la región, y estando o la muerte, que así se dirige a mí,
los hijos de los profetas sentados para que yo cure a un hombre de su
ante él, dijo a su criado: «Coge la lepra? Sabed, pues, y ved, que me
olla grande, y pon a cocer un potaje busca querella.» 8 Cuando supo Eliseo
para los hijos de los profetas.» 39 Salió que el rey de Israel había rasgado
uno de ellos al campo, para coger sus vestiduras, mandó a decir al
hierbas, y encontró una vid silvestre, rey: «¿Por qué has rasgado tus ves-
y cogió de ella coloqúíntidas, h 'sta tiduras? Hazle venir a mí, y sabrá
llenar su vestido. Cuando estuvo que hay en Israel un profeta.»
de vuelta, las cortó en pedazos en la 9
Vino Namán con sus caballos y
olla donde estaba el potaje, pues él su carro, y se detuvo a la puerta de
no las conocía. 40 Sirvióse la comida la casa de Eliseo. 10 Eliseo le mandó
a aquellos hombres; pero en cuanto a decir por un mensajero: -«Ve, y
hubieron probado el potaje, se pusie- lávate siete veces en el Jordán, y tu
ron a gritar: «La muerte está en la carne sanará y quedarás puro. 11 Eno-
olla, hombre de Dios», y no pudieron jóse Namán, y se fué, diciendo:
comerlo. 41 Eliseo dijo: «Coged ha- «¡Cómo! Yo esperaba que saldría él
rina.» El la echó en la olla, y dijo: en persona, se presentaría a mí, invo-
«Servid a esas gentes, que coman.» caría el nombre de Yave, su Dios,
Y ya no había en la olla nada de malo. me tocaría, y curaría así al leproso.
42
Llegó de Bal Salisa un hombre a 12 Los de Damasco, el Abana y
ríos
traer al hombre de Dios el pan de las el Parpar, ¿no son mucho mejores
primicias, veinte panes de cebada, que todas las aguas de Israel? ¿No
y espigas nuevas en un saco. Eliseo podía yo lavarme allí, y quedar
REYES II. 6
él nadie. 6
El Señor había hecho oír saqueó el campamento de los sirios,
en campamento de los sirios estré-
el y se puso el sea de flor de harina a
pito de carros y estrépito de caballos, un siclo, y a un siclo los dos «cas de
el estrépito de un gran ejército, y harina de cebada, según lo que había
se habían dicho unos a otros: «Es el dicho Yave.
17
rey de Israel, que ha tomado a sueldo El rey había entregado la cus-
contra nosotros a los reyes de los todia de la puerta al oficial sobre
getcos y a los reyes de los egipcios, cuyo brazo se apoyaba el día antes,
y viene a atacarnos.» 7 Y se levan- pero éste fué atropellado por el pueblo
taron, y al anochecer, se pusieron a la puerta, y murió según la palabra
en fuga, abandonando sus tiendas, que había pronunciado el hombre de
sus caballos y sus asnos, el campa- Dios, cuando el rey bajó a él. 18 El
mento tal cual estaba, y huyeron hombre de Dios había dicho al rey:
para salvar la vida. «Mañana a estas horas estarán a siclo
8 Los leprosos, llegados al campa- los dos seas de harina de cebada, y
mento, penetraron en una tienda, co- a siclo el ncn de flor de harina; 19 y el
mieron y bebieron, y se llevaron de oficial había respondido al hombre de
allí plata, oro y vestidos, que fueron Dios: «Cuando Yave abra ventanas
a esconder. Volvieron y penetraron en los ciclos, veremos eso.» Y Elí-
en otra tienda, y se llevaron cosas, seo le había dicho: «Con tus ojos lo
que fueron a esconder. 9 Después se verás, pero no lo comerás.» 20 Fué
dijeronuno a olro: «No está bien lo en verdad lo que sucedió, pues el pue-
que hacemos. Este día es un día de blo le atropello a la puerta, y murió.
buena nueva, y si nosotros nos esta-
1 Eliseo dijo
mos callados y esperamos la luz del o a la mujer a cuyo
día, nos sucederá mal. Venid, pues, O hijo había resucitado: «Levántate,
y vayamos a dar cuenta a la casa del y vete, tú y tu casa, y mora donde
rey.» 10 Partieron a la ciudad e hi- puedas, porque Yave llama al ham-
cieron este reíalo: «Hemos entrado bre, y vendrá sobre la tierra por siete
en el campamento de los sirios, y años.» 2 Levantóse la mujer, e hizo
allí no había nadie, ni se -oye voz lo que le decía el hombre de Dios,
alguna de hombre; no hay más que y se fué ella y su casa, y habitó
caballos atados, asnos atados y las siete años en tierra de filisteos. 3 Al
tiendas intactas.» cabo de siete años, volvió la mujer
11 Los centinelas de la puerta die- de la tierra de los filisteos, y fue a
ron voces, y transmitieron este relato implorar al rey por su casa y su
al interior de la casa del rey.
12 El campo. 4 Estaba el rey hablando con
rey se levantó de noche, y dijo a sus Guejazi, servidor del hombre de Dios,
servidores: «Voy a deciros lo que pre- y le decía: «Anda, y cuéntame todas
tenden los sirios: Como saben que esas grandes cosas que ha hecho Eli-
estamos hambrientos, se han salido seo», 6 y mientras estaba contando al
del campamento para esconderse en rey cómo Eliseo había vuelto a la
los campos, diciéndose: Cuando sal- vida a un muerto, llegó la mujer
gan de la ciudad, los cogeremos vivos cuyo hijo había resucitado Eliseo,
y entraremos en la ciudad.» 13 Uno para implorar al rey por su casa y
de los servidores del rey dijo: «Que su campo; y dijo Cuejazi: «Oh, mi
cojan cinco de los caballos que toda- señor, ésa es la mujer, y ése es su
vía quedan en la ciudad —
porque tam-
bién a ellos les sucede lo que a la
hijo,
el
que Eliseo resucitó.» • Preguntó
rey ala mujer, y ella le hizo el
muchedumbre, también son ellos como relato; el rey le dió un eunuco a
la muchedumbre de Israel, que ha quien dijo: «Haz que le sea devuelto
—
perecido y mandemos a ver.» 14 Co-
gieron, pues, dos carros con sus ca-
a esta mujer todo lo que le pertenece,
con todos los frutos de su campo,
ballos; y el rey mandó gente que desde el día en que dejó la tierra has La
siguiera tras los sirios, diciendo: «Id hoy.
y ved. 7
Fué Eliseo a Damasco. Estaba
14 Fueron tras ellos hasta el Jordán; enfermo Bcn Adad, rey de Sitia, y
y todo el- camino estaba sembrado le avisaron, diciendo: «Está aquí el
de vestidos y objetos, que en su pre- hombre de Dios. » 8 El rey dijo a
cipitación habían tirado los sirios. Jazael: «Toma contigo un presente
Volvieron los mensajeros, y dieron y vete a ver al hombre de Dios, y
cuenta al rey. 16 Salió el pueblo, y consulta por mi a Yave si curaré de
REYES II. 9
rain dijo: «Manda que salga a su Jczabel, se pintó los ojos, se peinto'
encuentro uno de a caballo, para y se puso en mirar a una ventana.
saber si es de paz.» 18 Salió el jinete, 81 Al pasar Jehú por la puerta le
se presentó a Jehú, y preguntó: «Así gritó: «¿Le salió bien la cosa a Zimri,
habla el rey: ¿Es la paz.?» Jehú res- asesino de su señor?» 38 El alzó el
pondió: «¿Qué te importa a ti la paz? rostro hacia la ventana, y preguntó:
Vuélvete detrás de mí.» El centinela «¿Quién eres tú para que quieras
dió luego el aviso, diciendo: «El men- contender conmigo?» Entonces mi-
sajero lia llegado hasta ellos, pero raron por la ventana dos o tres eunu-
no vuelve.» 18 Entonces se mandó otro cos, 33 y él mandó: «Echadla abajo»;
a caballo, que llegado a ellos y pre- y ellos la echaron, y su sangre salpicó
guntó: «Así habla el rey: ¿Hay paz?» los muros y los caballos. Jehú la pi-
Y Jehú contestó: «¿Qué te importa soteó con sus pies, 34 y después entró,
a ti la paz? Vuélvete detrás de mí.» comió, bebió, y dijo: «Id a ver a esa
*° El centinela volvió a decir: «Tam- maldita, y enterradla, que al fin es
bién éste ha llegado a ellos, y no hija de rey.» 38 Fueron para enterrar-
vuelve; mas al parecer, por la mar- la, pero no hallaron de ella más que
REYES II. 10 371
el y las palmas de
cráneo, los pies Yave ha pronunciado contra la casa
las manos. 36 Volvieron a dar cuenta de Ajab. Yave cumple lo que declaró
a Jehú, que dijo: «Es la amenaza que por medio de su siervo Elias.» 11 Y
había hecho Yave por su siervo Elias, Jehú mató a todos cuantos de la
tesbita, diciendo: Los perros comerán casa de Ajab quedaban en Jezrael, a
la carne de Jezabel en el campo de todos sus parientes, a sus familias
Jezrael, 37 y el cadáver de Jezabel y a sus sacerdotes, sin dejar escapar
será como estiércol sobre la superfi- a uno solo.
campo, en el campo de Jezrael,
cie del 12 Después se levantó para ir a
carros y caballos, una ciudad forti- dab, hijo de Recab, que venía a su
ficada y armas, 3 ved cuál de los hijos encuentro, le saludó y le dijo: «¿Es
de vuestro señor queréis mejor y os sincero conmigo tu corazón, como lo
conviene poner en trono de su
el es el mío contigo?» Y Jonadab le
padre, y combatid por la casa de respondió: «Sincero.» «Si es asi repli-—
vuestro señor.» 4 Ellos se llenaron de có Jehú —
dame la mano.» Jonadab
miedo, y se dijeron: «Dos reyes no le dió la mono, y Jehú le hizo subir
han podido resistirle, ¿cómo vamos a a su carro junto a él, 16 y dijo: «Ven
rcsislirle nosotros?» 5 Y el jefe de conmigo, y verás mi celo por Yave.»
la ciudad, los ané anos y los ayos de Llevóle, pues, en su carro; 17 y cuando
los niños, mandaron a decir a Jehú: llegó a Samaría, mató a, cuantos de
«Nosotros somos servidores tuyos, y Ajab quedaban en Samaría, exter-
haremos cuanto tú nos digas. No ele- minándolos del todo, según la pala-
giremos a ninguno por rey. Haz tú bra que Yave había di< lio a Elias.
lo que bien te parezca.» 6 Entonces 18 Después reunió a todo el pueblo,
les escribió Jehú una segunda carta, y le dijo: «Ajab sirvió poco a Baal;
en que les decía: «Obedeccdme, y Jehú le servirá más. 19 Llamad, pues,
tomad las cabezas de esos hombres, a mí a todos los profetas de Baal,
hijos de vuestro señor, y venid a a todos los sacerdotes, sin que quede
mí mañana a estas horas a Jezrael.» ni uno solo, porque quiero ofrecer
Los setenta hijos del rey estaban en a Baal un gran sacrificio. El que falte
las casas de los grandes de la ciudad, no vivirá.» Jehú obraba arteramente,
que los educaban. 7 Cuando éstos para exterminar a los servidores de
recibieron la carta, cogieron a los Baal. 20 Dijo, pues: «Promulgad una
hijos del rey, los degollaron a los fiesta en honor de Baal.» Promul-
setenta, pusieron sus cabezas en ca- gáronla, 21 enviando mensajeros por
nastillas, y se las mandaron a todo Israel, y llegaron todos los
Jehú, a Jezrael. 8 Vino uno a infor- servidores de Baal, sin que ni uno
marle, diciendo: «Han traído las ca- dejara de venir, y entraron en la
bezas de los hijos del rey»; y él dijo: casa de Baal, que se llenó de bote en
«Ponedlas en dos montones a la en- bote. 22 Jehú dijo al que estaba al
trada de la puerta, hasta mañana.» cuidado del vestuario: «Saca vesti-
9
Por la mañana salió, y presentán- duras para todos los siervos de Baal.»
dose ante el pueblo todo, dijo: «Vos- El las sacó, 23 y entró Jehú con Jo-
otros sois justos. Yo he conspirado nadab en la casa de Baal, y dijo
contra mi señor, y le he dado muerte. a los servidores de Baal: «Mirad, y
Pero ¿quién ha matado a todo> ved si por acaso hay aquí entre vos-
éstos? 10 Sabed, pues, que no caerá otros algún servidor de Yave; a
por tierra ni una de las palabras que ver si todos son sólo servidores de
REYES II. 11
Baal. »
24 Y entraron para ofrecer la real. 2 Pero Josaba,
descendencia
sacrificios y holocaustos. hija rey Joram y hermana de
del
Jehú había apostado fuera a ochenta Ocozías, cogió a Joás, hijo de Oco-
hombres, diciéndoles: «Cualquiera que zias, y le sacó furtivamente de entre
dejare escapar a alguno de estos los hijos del rey, cuando los estaban
que yo pongo en vuestras manos, asesinando, ocultándole de Atalía, a
me responderá de su vida con la él y a su nodriza, en la cámara dor-
suya.» 25 Cuando hubieron acabado mitorio, y asi pudo aquél escapar a
de ofrecer los sacrificios y holocaus- la muerte. 3 Seis años estuvo oculto
tos, Jehú dijo a los de su guardia con Josaba en la casa de Yave, y
y a los oficiales: «Entrad y matadlos, entre tanto reinó Atalía en la tierra.
4
sin que ni uno quede.» Los de la El año séptimo, Joyada mandó a
guardia, y los oficiales pasáronlos a llamar a los jefes de las centenas, de
todos a cuchillo, y echaron por tierra los cereteos y de la guardia, y los in-
los oseras. Penetraron luego en el trodujo en la casa de Yave. Hizo liga
santísimo del templo de Baal, 26 sa- con ellos, juramentándolos en la
caron fuera los aseras del templo casa de Yave, y les mostró el hijo
de Baal, y los quemaron. 27 Destro- del rev, 5 dándoles esta orden: «He
zaron los cipos de Baal, y derribando aquí ¡o que habéis de hacer: La
el templo, hicieron de él una cloaca, que guardia del palacio real la haréis
todavía subsiste hoy. 28 Así exterminó por tercios: Vno en el palacio, otro
Jehú a Baal de en medio de Israel. en la puerta de Sur, 8 y otro en la
29 Con todo, no se apartó Jehú de puerta trasera del cuartel de la guar-
los pecados con que Jeroboam, hijo dia; 7 pero el sábado sois dos tercios
de Náhat, hizo pecar a Israel, y dejó los que salís del palacio real, para
en pie los becerros de oro que habla hacer la guardia en la casa de Yave.
8
en Betel y Dan. Ese día rodearéis al rey por todas
30 Yave dijo a Jehú: «Por haber partes, todos con las armas en la
hecho lo que es recto a mis ojr>s, mano, y mataréis a cualquiera que
haciendo desaparecer a la casa de pretenda penetrar en las filas. Esta-
Ajab, conforme a mi voluntad, tus réis junto a) rey, donde quiera que
hijos se sentarán en el trono de Israel vaya.
hasta la cuarta generación. • Cumplieron los jefes de las cen-
31 Pero Jehú no
se cuidó de andar tenas las órdenes que les habla dado
10 Tomó cada
con todo su corazón en la ley de el sacerdote Joyada.
Yave, Dios de Israel, ni se apartó uno sus gentes, las que hacían el
de los pecados con que Jeroboam servicio el sábado, y se fueron al
había hecho pecar a Israel. sacerdote Joyada. Este entregó a los
32 En aquellos rites comenzó Yave jefes de las centurias las lanzas y
a cercenar el territorio de Israel, los escudos del rey David, que se
33 desde el Jordán, a oriente, toda la hallaban en la casa de Yave; 11 y
tierra de Calad, de Gad, de Rubén cuando los soldados de la guardia,
y de ¡Manasés, desde Aroer, que está todos con las armas en la mano,
junto al torrente del Anión, hasta desplegaron desde el lado sur al
Calad y Basán. lado norte, entre el altar y el templo,
34 El resto de los hechos de Jehú, 13 sacó al rey, púsole la diadema
y los
cuanto hizo, sus hazañas, ¿no está brazaletes, y le ungió. Torios enton-
escrito en el libro de las crónicas ces palmolearon y gritaron: *|Viva
de los reyes de IsraeIT 3 * Jehú se el rey!»
13
durmió con sus padres, y fué sepul- Cuando oyó Atalía el estrépito
tado en Samaría. Le sucedió Joacaz, del pueblo, se vino a donde estaba
88 Había reinado Jehú veintiocho la gente reunida en la casa de Yave,
años sobre Israel en Samaría. 14 y miró. Y estaba el rey sobre el
estrado, según costumbre, y cerca
Atalía, reina de Judá. de él los jefes y las trompetas, y todo
el pueblo daba muestras de gran
\\ 1 Atalfa ' 1), madre de Oco- júbilo, mientras sonaban las trom-
zías, viendo que había muerto petas. Alalia rasgó sus vestiduras y
su hijo, levantóse y exterminó a toda
davldica; pero Dios cumple la promesa hecha a
(i) El go.'pe de Estado de la impla Atalla, David, preservando al niño Joás, en el cual es
«idonia. está a punto de extinguir la dinastía bien pronto restaurada la dinastía.
REYES II, 12 373
hijo de Ocozías, rey de Judá, Eliseo al rey de Israel: «Pon tus manos
comenzó a reinar Joacaz, hijo de en el arco,» Y él las puso, y puso
Jehú, en Samaría, y reinó diecisiete Eliseo las suyas sobre las del rey.
17 Luego añadió: «Abre
años. la ventana
2
Hizo el mal a los ojos de Yave, que da oriente.» Abrióla, y Eliseo
al
Yave, no, sin embargo, como David, Judá, vivió quince años después de
su padre. Obró enteramente como ha- la muerte de Joás, hijo de Joacaz,
bla obrado Joás, su padre. 4 No des- rey de Israel.
aparecieron los altos, y el pueblo 18 El resto de los hechos de Amasias,
siguió ofreciendo sacrificios y per- ¿no está escrito en el libro de las
fumes en ellos. 6 Cuando hubo afir- crónicas de los reyes de Judá?
mado en sus manos el reino, castigó 19
Se tramó contra él una conjura-
a los servidores que habían matado ción en Jerusalén, y huyó a Laquis,
6
al rey su padre; pero no hizo morir pero le persiguieron hasta Laquis,
a los hijos de los asesinos, según lo y allí le dieron muerte. 20 Le trajeron
que está escrito en el libro de la ley en caballos, y fué sepultado en Jeru-
de Moisés, donde manda Yave: «No salén con sus padres, en la ciudad
se hará morir a los padres por los de David. 21 Todo el pueblo de Judá
hijos, ni se hará morir a los hijos tomó a Azarías, hijo de Amasias,
por los padres; sino que se hará morir y le puso sobre el trono, a la edad de
a cada uno por su pecado.» dieciséis años, en lugar de Amasias,
7
Batió a diez mil edomitas en el su padre. 22 Azarías reedificó a Elat
valle de la sal. Conquistó en la guerra y la restituyó al dominio de Judá,
Sela, y la llamó Joctel, nombre que después de dormirse el rey con sus
conserva hoy todavía. padres.
8 Entonces mandó Amasias men- 23
El año quince de Amasias, hijo
sajeros a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Joás, rey de Judá, comenzó a
de Jehú, rey de Israel, para decirle: reinar en Samaría Jeroboam, hijo
«Ven, que nos veamos las caras. de Joás, rey de Israel, y reinó cua-
9
Joás, rey de Tsrael, hizo decir a renta y un años.
Amasias: «El cardo del Líbano mandó 24 Hizo
el mal a los ojos de Yave.
a decir al cedro del Líbano: Dame tu No apartó de ninguno de los pe-
se
hija por mujer para mi hijo. Las cados de Jeroboam, hijo de Nabat,
fieras del Líbano pasaron y piso- que había hecho pecar a Israel.
tearon el cardo. 10 Tú has batido -a 25 Recobró el territorio de Israel,
los edomitas, y tu corazón se ha desde la entrada de Amat hasta el
envanecido. Goza tu gloria y qué- mar del Araba, según la palabra que
date en casa. ¿Para qué meterte en había dicho Yave, Dios de Israel,
una empresa desafortunada, que será por medio de su siervo Jonás, profeta,
tu ruina y la de Judá?» 11 Pero Ama- hijo de Amitai, de Gat Efcr. 26 Por-
sias no le escuchó, y Joás, rey de que había visto Yave la aflicción de
Israel, subió, y se vieron las caras él Israel, a la que todos, esclavos y
y Amasias, rey de Judá, en Bet- libres, habían sido reducidos, sin que
sames, que está en Judá. 12 Judá fué hubiera quien pudiera socorrer a
batido por Israel, y cada uno huyó Israel. 27 No había resuelto Yave
a su tienda. 13 Joás, rey de Israel, todavía raer el nombre de Israel de
cogió prisionero en Betsames a Ama- debajo del cielo, y le libró por medio
sias, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Jeroboam, hijo de Joás.
de Oeozías, y vino a Jerusalén e hizo 28 El resto de los hechos de Jero-
una brecha de cuatrocientos codos boam, cuanto hizo, sus hazañas en
en la muralla de Jerusalén, desde la la guerra, y cómo restituyó al domi-
puerta de Efraím hasta la puerta de nio de Israel Damasco y Amat, ¿no
la esquina. 14 Se apoderó de todo el está escrito, en el libro de las crónicas
oro y plata, y de los vasos que había de los reyes de Israel? 29 Jeroboam
en la casa de Yave y en el tesoro del se durmió con sus padres, los reyes
palacio real, y tomando rehenes, re- de Israel, y le sucedió Zacarías,
tornó con ellos a Samaría. su hijo.
15 El resto de los hechos de Joás,
cuanto hizo, sus hazañas y la guerra Azarías, rey de Judá.
que hizo a Amasias, rey de Judá, ¿no
1
está escrito en el libro de los crónicas 1(r El año veintisiete de Jeroboam,
de los reyes de Israel? <5 rey de Israel, comenzó a reinar
16 Joás se durmió con sus padres, Azarías, hijo de Amasias, rey de
y fué sepultado en Samaría con los Judá. 2 Tenía dieciséis años cuando
reyes de Israel. Le sucedió Jeroboam, comenzó a reinar, y reinó cincuenta
su hijo. y dos años en Jerusalén. Su madre
17 Amasias, hijo se llamaba Jolía, de Jerusalér.
de Joás, rey de
REYES II. 15
3
Hizo lo que es recto a los ojos de en Israel Manajem, hijo de Gadi,
Yave, enteramente como lo había y reinó diez años en Samaría.
hecho Ama.sías, su padre, 4 pero los 18
Hizo lo malo a los ojos de Yave,
altos no desaparecieron, y el pueblo y no se apartó, mientras vivió, de
seüuía ofreciendo sacrificios y per- los pecados de Jeroboam, hijo de
fumes en ellos. 5 Yave hirió al rey, Nabat, que había hecho pecar a
que estuvo leproso hasta el día o> Israel. 19 Ful, rey de Asiria, vino a
su muerte, y moraba en una habita- Israel, y Manajcm le dió a Ful mil
ción ais'ada. Joatán, su hijo, estaba talentos de plata, para que le ayu-
a la cabeza del palacio y juzgaba al dase a consolidar el reino en sus
pueblo. manos. 20 Manajem, para obtener
6 El
resto de los hechos de Azarías, esta cantidad, hizo una derrama sobre
cuanto hizo, ¿no está escrito en el todos los que en Israel eran ricos,
libro de las crónicas de los reyes imponiendo a cada uno cincuenta
de_ Judá? siclosde plata, para dárselos al rey
7
Azarías se durmió con sus padres, de Asiria. El rey de Asiria se volvió,
y fué sepultado con sus padres en la y por entonces no se quedó en la
ciudad de David. Le sucedió Joatán, tierra.
21
su hijo. El resto de los hechos de Manajcm,
cuanto hizo, ¿no está escrito en el
libro de las crónicas de los reyes de
?2
Zacarías, Selum, Manajcm, Pe- Israel? Manajem se durmió con
cajya y Peeaj, reyes de Israel. sus padres, y le sucedió Pecajya,
su hijo.
8
El año treinta y ocho de Azarías, 23 El año cincuenta de Azarías,
rey de Judá, comenzó a reinar sobre rey de Judá, comenzó a reinar en
Israel en Samaría, Zacarías, hijo de Israel, en Sainaría, Pecajya, hijo de
Jeroboam, y reinó seis meses. 9 Hizo Manajcm, y reino dos años. 24 Hizo
lo que era malo a los ojos de Yave, lo malo a los ojos de Yave, y no se
como lo habían hecho sus padres, apartó de los pecados de Jeroboam,
v no se apartó de los pecados de hijo de Nabat, que hizo pecar a
Jeroboam, hijo de Nabat, que había Israel. 25 Pccaj, hijo de Romelía,
hecho pecar a Israel. 10 Selum, hijo su oficial, conspiró contra él, y le
de Jabes, conspiró contra el, y Je hirió en Samaría, en el palacio del
hirió delante del pueblo, dándole rey, en unión de Argob, y Arie, y de
muerte. El le sucedió. cincuenta hombres de entre los hijos
11
El resto de los hechos de Zaca- de Galad, que le seguían. Así dió
rías, escrilo está en el libro de las muerte a recajya. y le sucedió.
crónicas de los reyes de Israel. 26 El resto
de los hechos de Pecajya,
12
Así se cumplió lo que Yave había cuanto hizo, escrito está en el libro
declarado a Jehú, diciendo: «Tus de las crónicas de los reyes de Israel.
hijos se sentarán en el trono de Israel, 27
El año cincuenta y dos de Aza-
hasta la cuarta generación.» rías, rey de Judá comenzó a reinar
13
Selum, hijo de .Tabes, comenzó en Israel, en Samaría, Peeaj, hijo
a reinar el año treinta y nueve de de Romelfa, y reinó veinte años.
Ozías (Azarías), rey de Judá, y 28 Hizo lo malo a los ojos de Yave,
reinó un mes en Samaría. 14 Manajcm, y no se apartó de los pecados de
hijo de Gadi, subió de Tirsa a Sama- Jeroboam, hijo de Xabat, que habla
ría, hirió a Selum, hijo de Jabes. hecho pecar a Israel. 9i En tiempo de
matándole, y le sucedió. Pccaj, rey de Israel, Teglat Falasar,
15 El
resto de los hechos de Selum, rey de Asiría, vino y tomó Yyon,
y la conspiración que tramó, está Abel Bct Maca, Janoaj, Quedes y
escrito en el libro de las crónicas de Gasor, Galad y la Galilea, todo el
los reyes de Israel. territorio de Neftalí, y llevó a sus
16 Entonces Manajcm castigó a habitantes cautivos a Asiria. 30 Oseas,
Tifsaj y cuanto en ella había, con su lujo de Ela, conspiró contra Peeaj,
territorio, desde Tirsa, poique no hijo de Romelía, .y le hirió, dándole
había querido abrirle sus puertas, muerte, y sucediéndole el año veinte
y abrió el vientre de todas las mujeres de Joatán, hijo de Ozías (Azarías).
encintas. 31
El resto de los hechos de PecaJ,.
17
El año treinta y nueve de Aza- cuanto hizo, escrito está en el libro
rías, rey de Judá, comenzó a reinar de las crónicas de los reyes de Israel.
REYES II, 16, 17 Sil
se irritó fuertemente
anual al rey de Asiria, y el rey de contra Israel, y le arrojó de su pre-
Asiria le hizo encarcelar y encadenar sencia, y no quedó más que la tribu
en una prisión. 5 Recorrió el rey de de Judá. 19 Pero tampoco Judá
Asiria todo el territorio, y subió contra guardó los mandamientos de Yave,
Samaría, que tuvo asediada durante su Dios, y ha imitado las costumbres
tres años. 6
El año noveno de Oseas, de Israel. 20 Por eso arrojó Yave de
el rey de Asiria tomó a Samaría, y sí a toda la descendencia de Israel,
llevó cautivos a sus habitantes a Asi- la ha humillado, y la entregó en manos
ría, haciéndoles habitar en Calac, y j
de salteadores, hasta arrojarla de su
Jabor, junto al río Gozan, y en las presencia. 21 Israel se separó de la
ciudades de la Media. 7 Los hijos de casa de David y se dió por rey a
Israel habían pecado contra Yave, Jcroboam, hijo de Nabat, que los
su Dios, que los había sacado de la apartó de Yave, e hizo cometer a
tierra de Egipto, de bajo el dominio Israel un gran pecado. 22 Los hijos
del Faraón, rey de Egipto, temiendo de Israel se dieron a todos los peca-
a dioses ajenos. 8 Siguieron las cos- dos de Jcroboam, que él comenzó,
tumbres de las gentes que Yave había y no se apartaron de ellos 23 hasta que
expulsado ante los hijos de Israel, y Yave arrojó a Israel lejos de su pre-
las que habían introducido los reyes i sencia, como lo había anunciado por
de Israel. 9 Los hijos de Israel hicie- todos sus siervos los profetas. E Is-
ron contra Yave ocultamente cosas rael ha sido llevado cautivo lejos de
detestables, edificaron altos en todas su tierra, a Asiria, donde ha quedado
sus ciudades, desde la torre de ata- hasta el día de hoy (1).
24 El rey de Asiria mandó gentes de
laya hasta la ciudad murada. 10 Se
alzaron cipos y oseras en todo co- Babilonia, de Cuta, de Ava, de Amat
Hado alto y bajo todo árbol frondoso, y de Sefarvaim, y las estableció en
11
y quemaron perfumes en todos los I
las ciudades de Samaría, en lugar de
altos como las gentes que Yave había los hijos de Israel. Se posesionaron
expulsado ante ellos, e hicieron mal- de Samaría y habitaron en sus ciu-
dades con las que irritaron a Yave. dades. 28 Cuando comenzaron a habi-
12 Sirvieron a los ídolos, de quienes I
tar allí, no temían a Yave, y Yave
había dicho Yave: «No haréis tal.»; mandó contra ellos leones, que los
13
Yave advertía a Israel y a Judá devoraron. 28 Dijeron, pues, al rey
por todos sus profetas, por todos sus de Asiria: «Las gentes que tú has
videntes, y les decía: «Convertios de trasladado, para establecerlas en las
vuestros perversos caminos, y guar- ciudades de Samaría, no conocen el
dad mis leyes y mis mandamientos, modo de servir al Dios de aquella
siguiendo fielmente la ley que yo tierra, y éste ha mandado contra
prescribí a vuestros padres y os he ellas leones, que los devoran, porque
inculcado por medio de mis profetas. > no saben el modo de servir al dios de
14 Pero ellos no le escucharon, y en-
|
la tierra.»
27
El rey de Asiría dió esta obedecido, y siguen sus antiguas cos-
orden: "Mandad que vaya allá uno tumbres; 41 estas gentes temen a Yave,
de los sacerdotes que de allí habéis y sirven a sus ídolos, y sus hijos y
traído en cautividad, que vaya a los hijos de sus hijos han seguido
establecerse allí y les enseñe el modo haciendo siempre hasta hoy, como
de servir al dios de aquella tierra.» (1) hicieron sus padres.
28 Vino, pues, a establecerse en
Betel un sacerdote de los que habían
sido llevados cautivos de Samaría, y Ezequías. rey de Judá.
les enseñó cómo habían de servir a
Yavc. 29 Pero las gentes aquéllas se A O 1
El año tercero de Oseas, hijo
hicieron cada una sus dioses en las * "de Ela, rey de Israel, comenzó
ciudades que habitaban, y los pusie- a reinar Ezequías, hijo de Ajaz, rey
ron en los altos edificados por los de Judá. 2 Tenía veinticinco años
samaritanos. 30 Las gentes de Babi- cuando comenzó a reinar, y reinó
lonia se hicieron su Sucot Benot, las veintinueve años en Jerusalén. Su
de Cuta, su Nargal, 31 las de Amat sus madre llamaba Abi, hija de Za-
se
Nibjab y Tartac, y las de Sefarvaim carías. 3 Hizo lo que es recto a los
pasaban a sus hijos por el fuego, en ojos de Yave, enteramente como lo
honor de Adramelec y Anamelec, había hecho David, su padre. 4 Hizo
dioses de Sefarvaim. 32 También ser- desaparecer los altos, rompió los ci-
vían a Yave, y se dieron sacerdotes y destrozó la
pos, derribó los aseras,
de los altos de entre todo el pueblo; serpiente de bronce que había hecho
estos sacerdotes ofrecían por ellos Moisés, porque los hijos de Israel
sacrificios en los templos de los altos. hasta entonces habían quemado in-
33
Así que, temían a Yave, y le ser- cienso ante ella, dándole el nombre
vían al mismo tiempo que a sus de Nejustan (1).
6 Puso su confianza en Yave, Dios
dioses, según la costumbre de las
gentes de que provenían. 34 Todavía de Israel; y de todos los reyes de
hoy signen haciendo como hicieron Judá que le sucedieron o le prece-
al principio. Ni temen a Yave, ni se dieron, no hubo ninguno semejante
conforman con sus leyes y manda- ja él. 6 Se allegó a Yave y no se
mientos, dados por Yave a los hijos apartó de él, y guardó todos losi
de Jacob, a quien dió el nombre de mandamientos que Yave había pres-
Israel. crito a Moisés. 7 Yave fué con Eze-
35 Yave había hecho alianza con quías, que salió bien en todas sus
ellos y les había dado este mandato: empresas. Se rebeló contra el rey de
«No temeréis a Otros dioses, ni os Asiria, y no le estuvo sujeto. 8 Batió a
prosternaréis ante ellos, ni los servi- los filisteos, hasta Gaza, y devastó
réis, ni les ofreceréis sacrificios. 36 Te- su tierra, desde las torres de atalaya
meréis a Yave, que os ha sacado de hasta las ciudades fuertes.
9
la tierra de Egipto, con gran poder El año cuarto del rey Ezequías,
y brazo tendido. Sólo ante él os pros- que era el año séptimo de Oseas,
ternaréis, y sólo a él ofreceréis sacri- hijo de Ela, rey de Israel, Salmana-
37 Guardaréis sar, rey de Asiria, subió contra Sa-
ficios. y pondréis por
obra las leyes y mandamientos, los 1
cías, mayordomo del palacio, Sobna, a los hijos de Edén, que habitan en
secretario, y Joaj, hijo de Asaf, cro- Telasar? 13 ¿Dónde están
el rey de
nista, vinieron a Ezcquias, rasgadas Jamat, rey de Arfad y el rey de
el
las vestiduras, y le refirieron las pa- la ciudad de Sefarvaím, de Hena y
labras que el copero mayor había de Tva?»
14 Ezequías tomó las cartas de mano
dicho.
de los mensajeros y las leyó. Luego
subió a la casa de Yave, y las des-
Jerusalén, libertada, y el ejército plegó ante Yave, 15 a quien hizo esta
de Senaquerib, destruido. plegaria: «Yave, Dios de Israel, que
te sientas sobre los querubines: Tú
1Q 1
Cuando Ezequías lo oyó, rasgó que eres el solo Dios de todos los
1 ^ sus vestiduras, se cubrió de reinos de la tierra; tú, que has hecho
saco, y fué a la casa de Yave.
2
Mandó los cielos y la tierra, oh YT ave, 16 in-
a Elyaquín, mayordomo del palacio clina tu oído y escucha. Abre, ]oh
del rey, a Sobna, secretario, y a los Yave!, tus ojos y mira. Oye las pala-
sacerdotes más ancianos, cubiertos bras que Senaquerib ha mandado a
de saco, al profeta Isaías, hijo de decir, para insultar al Dios vivo.
Amos, 3 para que le dijeran: «A<;1 17 Es verdad, ¡oh Yave!, que los reyes
habla Ezcquias: Hoy es día de an- de Asiria han destruido pueblos y
gustia, de castigo y de oprobio, como asolado tierras, 18 y que han quema-
si los hijos estuvieran para salir del do sus dioses; pero ésos no eran dioses,
seno de sus madres, y no hubiera eran obra de la mano del hombre,
fuerza para el alumbramiento. 4
¿No leño y piedra; y ellos los aniquilaron.
habrá oído Dios las palabras del co- 19 Líbranos, pues, Yave, Dios nues-
pero mayor, que el rey de Asiria, su tro, líbranos de la mano de Senaque-
señor, ha mandado para insultar al rib, y que todos los reinos de la tie-
Dios vivo, y dejará Yave, tu Dios, rra sepan que sólo tú eres Dios, ¡oh
de castigar las palabras que ha oído? Yave!»
Haz, pues, subir a él una plegaria, 20 Entonces Isaías, hijo de Amos,
17 El resto
Ezequías su padre había destruido, de los hechos de Mana-
a Baal, levantó un sés, cuanto hizo, los pecados a que
j
alzó altares
asera, como había hecho Ajaz, rey se entregó, ¿no está escrito en el
de Israel, y se prosternó ante todo libro de las crónicas de los reyes
el ejército de los cielos, y le sirvió. de Judá?
4 Alzó altares en la casa de Yave, 18 Manasés se durmió con sus
de la qúe Yave había dicho: «Pondré padres, y fué sepultado en el jardín
5
nú|nombre en Jerusalén.» Alzó alta- de su casa, en el jardín de Uza. Le
res a todo el ejército de los cielos en los sucedió Ammón, su hijo. -
que. he elegido entre todas las tribus que había seguido su padre. Sirvió
|
384 REYES II, 22
a los ídolos a que habia servido su gados de hacer las obras en la casa
padre y se prosternó ante ellos, de Yave.» 10 Y
añadió: «El sacerdote
22
apartándose de Yave, Dios de sus Helcías me ha entregado este libro»;
padres, y no siguiendo sus caminos. y lo leyó delante del rey.
23 Los
servidores de Ammón cons- 11 Cuando oyó
el rey las palabras
piraron contra él y mataron al rey del libro de la ley, rasgó sus vesti-
en su casa; 24 pero el pueblo castigó a duras, 12
y dió esta orden al sacer-
todos los que hablan conspirado dote Helcías, a Ajicam, hijo de
contra el rey Ammón, y puso por rey Safan, a Acbor, hijo de Miqueas,
a Josfas, su hijo, en lugar suyo. a Safán, secretario, y a Asaya, mi-
25 El resto de los hechos de Ammón, nistró del rey: 13 «Td a consultar
lo que hizo, ¿no está escrito en el por mí a Yave, respecto de las pala-
libro de las crónicas de los reyes bras del libro que se ha encontrado,
de Judá? porque seguro que es grande la cólera
28 Fué sepultado en su sepulcro de Yave contra mí, contra el pueblo
en el jardín de Uzá, y le sucedió y contra Judá, por las palabras del
Josías, su hijo. íibro que se ha encontrado, pues
grande es la cólera de Yave que se
ha encendido contra nosotros, por
.
Josías, rey de Judá. no haber obedecido nuestros padres
las palabras de este libro, y no baber
00
" ""
1
Ocho años tenía Josías cuando puesto por obra cuanto en él se
comenzó a reinar, y reinó treinta nos manda» (1).
14
y un años en Jerusalén. Su madre sacerdote Helcías, Ajicam,
El
se llamaba Jcdida, hija de Adaya, Acbor, Safán y Asaya fueron a la
de Boscat. profetisa Jolda, mujer de Salum,
2 Hizo lo que es recto a los ojos hijo de Ticra, hijo de Jarjam, guar-
de Yave, y siguió en todo el camino darropa, que moraba en Jerusalén,
de David, su padre, sin apartarse en el otro barrio de la ciudad. Una
ni a la derecha ni a la izquierda. vez que la hablaron, 15 les dijo ella:
3 El año dieciocho del reinado de «Así habla Yave, Dios de Israel:
Josías, mandó el rey a la casa de Decid al que a mí os ha enviado:
18 Así dice Yave: Yo voy a hacer
Yave a Safán, secretario, hijo de
Asalía, hijo de Mesulam, diciéndole: venir sobre este lugar y sus habitan-
4 «Sube
a Helcías, sumo sacerdote, tes los males de que habla este libro,
y que reúna el dinero que haya en que el rey de Judá ha leído; 17 porque
la casa de Yave y que han recaudado me han "dejado y han quemado per-
del pueblo los guardias de la puerta, fumes a otros dioses, irritándome
6
y lo entregue a los encargados de con la obra de sus manos, y mi cólera
hacer las dinas cu la casa de Yave, se ha encendido contra este lugar,
empleándolo en pagar a los que tra- y no se apagará; 18 pero diréis al rey
bajan en las obras de reparación de Judá, que os envía para consul-
de la casa de Yave, • a los carpin- tar a Yave: Así dice Yave, Dios de
teros, a los maestros y albañiles, Tsrael, acercade las palabras de este
y en pagar la madera y las piedras libro, que túhas oído: 19 Por haberse
talladas para la reparación de la conmovido tu corazón y haberte
casa. 7 Pero que no se les exijan humillado ante Yave, al oír lo que
cuentas del dinero que se les entregue, yo he anunciado contra este lugar
por ser gente de probidad.» y contra sus habitantes, que serán
objeto de espanto y de execración;
por haber rasgado tus vestiduras y
Ilalhi/<j" del libro lie la ley. haber llorado ante mf, yo también
20
te he oído a ti, dice Yave, y por
8 Entonces Helcías, el sumo sacer- eso yo te recogeré a tus padres y
dote, dijo a Safán, secretario: «He
encontrado en el templo de Yave el fi) Discuten los autores si lo hallado fué el
libro de la ley.» Helcías dió el libro Pentateuco, el Deuteronomio o una parte de
éste. Sea de ello lo que quiera, la sorpresa y
a Safán, y Safán, escriba, lo leyó;
gran conmoción que en el rey y en el pueblo
9
y fué luego a dar cuenta al rey, produce el hallazgo, muestran claramente hasta
y le dijo: «Tus siervos han reunido qué punto hablan dado al olvido la ley de Dios
él dinero que había en el templo, La reforma de Josias parece enteramente aius-
v se lo han entregado a los encar- tada al Deuteronomio
REYES II. 23 385
guardia cogió también los braseros dolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán.
!
y las copas y todo cuanto era de 23 Cuando los jefes de las tropas su-
oro y cuanto era de plata. 16 Las dos pieron, ellos y sus hombres, que Go-
columnas, el mar, las basas que Salo- dolías había sido puesto por el rey
l
CRONICAS I
21 Adoram, Uzal, 22
< ienealogías. Dicla, Eva!, Abi
mael, Seba, 23 Ofir, Abila y Jobab.
1
Set, Enos, 2 Cainán, Ma-
Adán, Todos éstos son hijos de Joctán.
f
* lalccl, Jaree!, 3 Janoc, Mctusela,
Lamec, 4 Noé: Scm, Cam y Jafet.
5 Hijos
de Jafet: Gomer, Magog, j
Los diez patriarcas desde Sem
Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. [
a Abraham.
8
Hijos de Gomer: Asquenas, Difat
7 24 26
y Togorma. Hijos de Javán: Elisa, Sem, Arfacsad, Selaj, Eber,
Tarsisa, Quitim y Rodaniin. Peleg, Reu, 26 Sarug, Najor, Teraj,
8 Hijos de
Cam: Misraim, Put y Ca- 27 Abram que es Abraham.
nán. 9 Hijos de Cus: Saba, Javila,
Sabta, Raema, Sabteca. Hijos de
Raema: Scba y Dadán. Descendientes de Abraham.
10 Cus engendró a Ximrod; éste co-
menzó 28
Hijos de Abraham: Isac e Ismael.
a ser potente sobre la tierra.
11 Misraim engendró a los Ludim, 29
Su posteridad:
los Anamim,los Leabim, los Naftu- N'abot, primogénito de Ismael,
jim, 12
Patrusim y los Caslujim,
los Quedar, Adbeel, Mibsam, 30 Misma,
de los que salieron los Pelistim y los Duma, Masa, Jadad, Tema, Jetur,
Caftorim. 13 Gañán engendró a Sidón, Nafis y Qucdma. Estos son los hijos
su primogénito, 14 y a Jet, a los de Ismael.
31 Hijos de Quetura, concubina de
Jebuseos, los Amorreos, los Guergue-
seos, 15 los Jeveos, los Arqueos, los Abraham: Tuvo a Zimram, a Mccsam,
Siin os, 16 los Arvadeos, los Scmareos a Medán, a Madián, a Jisbac y a
y los Jámateos. Suaj. 32 Hijos de Jocsam: Seba y
17 Hijos Dadán. 33 Hijos de Madián: Efa, Efer,
de Sem: Elam, Asur, Ar-
facsad, Lud y Aram; Us, Jul, Gucter Janoc, Abida y Elda. Estos son todos
18 Arfacsad engendró a Salaj los hijos de Quetura.
y Mesec.
y Salaj engendró a Eber.
19
A Eber 34 Abraham engendró a Isac. Hijos
Magdiel y el jefe Iram. Estos son los de Esrón, le parió a Asjur, padre de
jefes de Edom. Tecoa.
25 Los hijos de Jerajmeel, primo-
car, Zabulón, 2 Dan, José, Benjamín, ron: Maas, Jamín y Equer. 28 Los
Neftalí, Gad y Aser. hijos de Onam fueron: Samai y Jada.
3
Hijos de Judá: Er, Onán y Sela; Hijos de Samai: Nadab y Abisur.
estos tres le nacieron de la hija de 29 El nombre de la mujer de Abisur
Sua, la cananea. El primogénito de era Abijail y le parió a Ajbán y Molid.
Judá fué malo a los ojos de Yave, 30 Hijos de Nadab: Seled y Apaim.
'
que le hizo morir. 4 Tamar, nuera Seled murió sin hijos. 31 Hijo de
de Judá, le dió Fares y Zeraj. En todo, Apaim, Iseí. Hijo de Iseí: Sesán.
los hijos de Judá, cinco. Hijo de Sesán, Ajlai. 32 Hijos de Jada,
5 Hijos de Fares: Hesrón
y Jamul. hermano de Samai: Jeter y Jonatán.
6
Hijos de Zeraj: Zimri, Hetán, Jeter murió sin hijos. 33 Hijos de
Hernán, Calcol y Dará. En todo, Jonatán: Pelet y Zasa. Estos son los
cinco. 7 Hijo de Carmi: Acar, que hijos de Jerajmeel. 34 Sesán no tuvo
conturbó a Israel cuando fué infiel hijos, pero sí hijas. 35 Sesán tenía un
acerca de las cosas dadas al anatema. esclavo egipcio llamado Jarja, y Sesán
8
Hijo de Etán: Azaría. dió su hija por mujer a Jarja, su
1
CRÓNICAS I, 3, 4
esclavo, a quien le parió ella a Atai. allí siete años y seis meses, y en
36
Atai engendró a Natán; Natán Jerusalén treinta y tres años.
engendró a Zabad; 37 Zabad engendró 5
He aquí los que le nacieron en
a Efal; Efal engendró a Obed; 38 Obed Jerusalén: Simea, Sobab, Natán y
engendró a Jehú; Jehú engendró a Salomón, cuatro de Betsabé, hija de
Azarías; 39 Azarías engendró a Jales; Ammiel; 6 Jibjar, Elisama, Elifelet,
Jales engendró a Elasa; 40 Elasa en- 7
Noga, Nefeg, Jafia, 8 Elisama,
gendró a Sismai; Sismai engendró a Elyada y Elifelet: nueve. 9 Todos es-
Salum; 41 Salum engendró a Jecamya; tos fueron hijos de David, y además
Jecamya engendró a Elisama. los hijos de las concubinas. Tamar
42 Hijos de Caleb, hermano fué su hermana. 10 Hijos de Salomón:
de Je-
rajmeel: Mesa, su primogénito, que Roboam; Abiya, su hijo; Asa, su hijo;
fué padre de Zif, y los hijos de Ma- Josafat, su hijo; 11 Jorr.m, su hijo;
resa, padre de Hebrón. 43 Hijos de Ococias, su hijo; Joás, su hijo; 12 Ama-
Hebrón: Core, Tapuaj, Requen y sias, su hijo; Azarías, su hijo, Jotán,
Sama. 44 Sama engendró a Rajam, su hijo; 13 Ajaz, su hijo; Ezequías, su
padre de Jorqueam. Requen engen- hijo; Manasés, su hijo: 14 Amón, su
dró a Samai. 45 Hijo de Samai: Aaón; hijo; Josías, su hijo. 15 H.jos de
46 Efa, con-
y Maón, padre de Betsu. Josías: el primogénito, Jojanán; el
cubina de Caleb, parió a Jarán, Mosa segundo, Joaquim; el tercero, Sede-
y Gazez. Jarán engendró a Gazez. cías; el cuarto, Salum. 16 Hijos de
47 Hijos de Jodaim: Reguem, Jotán, Joaquim: Jeconías, su hijo; Sedecías,
Guesam, Pelct, Efa y Saaf. 48 Maaca, su hijo; 17 Hijos de Jeconías: Asir,
concubina de Caleb, parió a Seber y cuyo hijo fué Salatiel, 18 Malquiram,
Tircana. 49 También parió a Saaz, Pedaya, Scnasar, Jeconías, Hosama
padre de Madmana, y a Seba, padre y Nedabia. 19 Hijos de Pedaya: Zoro-
de Majbena y padre de Guibea. Hija babel y Simei. Hijos de Zorobabel:
de Caleb fué Acsa. Mesulam y Hananía; Selomit, su her-
60 Estos fueron hijos de Caleb: mana; 20 y Hasaba, Ohel, Bcrcquía,
Sobal, hijo de Jur, primogénito de Jasadía, Jusab, Jesed, cinco. 21 Hijos
Efrata, y Sobal, padre de Quiryat- de Jananía: Pclatia y Jisaya; los hijos
Jearim; " Salma, padre de Betlejem; de Rcfaya, los hijos de Arnan, los
Jaret, padre de Bet-Gader. hijos de Abdías, los hijos de Secanía.
62 Los hijos de Sobal, padre de 22
Hijos de Secanía: Semaeya. Hijos
Quiryat-Jcarim, fueron: Aroe, Jasi de Semaeya: Jatus, Jigueal, Bariaj,
el menajita.
63 Las familias de Quiryat- Ncaria y Safat, seis. 23 Hijos de Nea-
Jearim fueron: los Jeturianos, los ria: Elyoenai, Ezequías y Azricam,
Pucianos, los Sumacianos y los Mis- tres. 24 Hijos de Elyoenai: Jodavía,
reenos; de estas familias salieron los Elyosib, Pelaya, Acub, Jojanán, De-
Soreacianos y los Estatolianos. 84 Hi- laya y Anani, siete.
jos de Salma: Betlejem y los Ncto-
pacianos, Astoret, Bet-Joab, Jasi,
los manajleos, los sorenos, 65 y las Descendientes de Judá.
familias de escribas que habitan en
Jabes; los Tireacianos, los Simeacia- 4 1
Hijos de Judá: Peres, Jesrón,
nos y los Sucacianos. Estos son los Carmi, Jur y Sobal. 2 Reaya, hijo
Quencos, descendientes de Jamat, de Sobal, engendró a Jajat; Jajat
padre de la casa de Recab. engendró a Ajumai y Lahad. Estas
son las familias de los Sareatitas.
3
He aquí los descendientes del padre
Los descendientes de David. de Etam: Jezrael, Jisma y Jidbas.
El nombre de su hermana era Hasel-
3 1
He
aquf los hijos de David que poni. 4 Penuel fué padre de Guedor,
nacieron en Hebrón: el primo-
le y Ezer padre de Jusa. Estos son los
génito, Amuón, de Ajinoám, de Jez- hijos de Jur, primogénito de Efrata,
rael; el segundo Daniel, de Abigail, padre de Bethlejem.
6 Asjur, padre de Tecoa, tuvo dos
de Carmel; * el tercero Absalón, de
Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur; mujeres: Jetea y Naara. 6 Naara le
.
y seis. Todos éstos eran jefes de fami- dado de los utensilios de servicio,
lias en las casas de sus padres. que recibían por cuenta y entregaban
10 Sacerdotes: Jedaya, Jeoyarib; por cuenta. 29 Otros cuidaban de
Jaquim, 11 Azaría, hijo de Helcías, todos los utensilios del santuario,
hijo de Mesulan, hijo de Sadoc, hijo sobre la harina de flor, el vino, el
de Merayot, hijo de Ajitub, jefe de aceite, el incienso y los aromas.
12
Adaya, hijo de 30 Los hijos de los sacerdotes hacían
la casa de Dios;
Jerojam, hijo de Pasjur, hijo de la mezcla de los perfumes aromáti-
Malquiya; Maesai, hijo de Adiel, hijo cos. 31 Matitiya, uno de los levitas,
de Jajzerat, hijo de Mcsulam, hijo primogénito de Salum, coreíta, se
de Mesilamit, hijo de Immer, 13 y cuidaba de las tortas fritas en sartén;
32
sus hermanos, jefes de las casas de y algunos de sus hermanos de
sus padres, mil setecientos sesenta entre los caatitas tenían a su cargo
hombres vigorosos, ocupados en el preparar para cada sábado los panes
servicio de la casa de Dios. de la proposición. 33 Estos son los
14
De los levitas: Scnuya, hijo de cantores, jefes de familia de los levi-
Jasub, hijo de Arricam, hijo de Ja- tas, que moraban en las cámaras,
sabla, de los hijos de Merari: 15 Bac- exentos de toda otra función, porque
bacar, Jcrcs, Gala], Matania, hijo de día y de noche estaban en la suya.
34 Eran los jefes de familia de los
de Miqueas, hijo de Zicri, hijo de
Asaf; 16 Abdías, hijo de Semcya, levitas, jefes según sus generaciones.
hijo de (¡alai, hijo de Jedutum: Bcrc- Habitaban en Jcrusalén.
35 El padre de
quías, hijo de Asa, hijo de Elcana, Gabaón, Jeiel, habi-
que habitó en los poblados de Neto- taba en Gabaón, y el nombre de su
pat. 17 Y los porteros: Salum, Acub, mujer era Maaca. 36 Abdón, su hijo,
Talmón, Ajmán y sus hermanos; primogénito; después Sur, Quis, Baal,
Salum era el jefe, y hasta ahora i
Ner, Ñadab, 37 Gedor, Ajio, Zacarías
está a la puerta del rey, a oriente. I
y Miclot. 38 Miclot engendró a Samán.
18 Estos son los porteros
de entre Estos habitaban también en Jerusa-
19
los levitas. Salum, hijo de Core, I lén junto a sus hermanos, con sus
hermanos. 39 Ner engendró
hijo de Ebiasaf, hijo de Coraj, y sus a Quis;
CRÓNICAS I, 10, 11 luí
Quis engendró a Saúl; Saúl engendró Saúl, 12 se levantaron todos los hom-
a Jonatán, Malquisúa, Abinadab y bres útiles, y tomaron el cuerpo de
Esbaal. 40 Hijo de Jonatán: Meribaal; Saúl y los de sus hijos, y los transpor-
Meribaal engendró a Mica. 41 Hijos ta* on a Jabes, y allí los sepultaron
de Mica: Pitón, Melec y Tajrea. bajo la encina de Jabes, y ayunaron
42 Ajaz engendró a Jaera, Jaera en- por siete días.
13 Murió Saúl porque se había
gendró a Alemet, Azmavet y Zimri;
Zimri engendró a Mosa; 43 Mosa hecho culpable de infidelidad hacia
engendró a Binca; Rafaya, su hijo; Yave, cuyas palabras no guardó, y
Eleasar, su hijo; Asel, su hijo. 44 Asel por haber preguntado y consultado
tuvo seis hijos, cuyos nombres son: a los evocadores de los muertos.
14 No obedeció a Yave,
Azricam, Bocru, Ismael, Searía, Ab- y Yave le
días y Janán. Estos son los hijos hizo morir, y transfirió el reino a
de Asel. David, hijo de Isaí.
David, rey.
HISTORIA DE DAVID
1-1 1
Todo
Israel se congregó en
* * torno a David en Hebrón, di-
Muerte de Saúl. ciendo: «Mira: tú eres hueso de nues-
tro hueso y carne de nuestra carne.
| i\
"
1
Los filisteos dieron la batalla 2
Ya antes, aun reinando Saúl, eras
' a Israel, y los hombres de tú el que sacabas y volvías a Israel.
Israel huyeron ante los filisteos, y Yave, tu Dios, te ha dicho: «Tú apa-
cayeron muc hos muertos en el monte centarás a mi pueblo, Israel, y tú
de Gelboe. 2 Los filisteos persiguieron serás el jefe de mi pueblo, Israel.»
3
a Saúl y a sus hijos, y mataron a Así todos los ancianos de Israel
Jonatán, Abinadab y Malquisúa, hijos vinieron al rey a Hebrón, y David
de Saúl. 3 El peso de la batalla cargó hizo con ellos alianza en Hebrón,
sobre Saúl; y viéndose descubierto ante Yave. Ungieron a David por rey
por los arqueros, se apoderó de él la de Israel, según la palabra de Yave,
angustia ante sus dardos. 4 Enton- pronunciada por Samuel.
4
ces dijo Saúl a su escudero: «Saca Marchó David con todo Israel
tu espada y traspásame con ella, contra Jerusalén, que es Jebús. Habi-
no vengan esos incircuncisos y me taban allí los jebuseos; 5 y los de Jebús
escarnezcan; pero su escudero no dijeron a David: «No entrarás tú
quiso, por temor. Entonces cogió aquí.» Pero David se apoderó de la
Saúl su espada, y se echó sobre ella. fortaleza de Sión, que es la ciudad
5
El escudero de Saúl, viéndole muer- de David. 6 David había dicho: «El
to, se echó también sobre su espada, que primero hiera al jebuseo será
y murió. 6 Así perecieron Saúl y sus jefe y príncipe.» Y fué el primero en
tres hijos, pereciendo con ellos toda subir Joab, hijo de Sarvia, y fué
su casa. 7 Todos los de Israel que hecho jefe. 7 David se estableció en
estaban en el valle, viendo que habían la fortaleza, que por esto se llamó
huido los hombres, y que Saúl y sus la ciudad de David. 8 Edificó la
hijos eran muertos, dejaron sus ciu- ciudad en derredor, desde el terraplén,
dades para ponerse también en fuga, y Joab reconstruyó el resto de la
y los filisteos se apoderaron de ellas. ciudad. 9 David vino a ser de día
8
Al día siguiente vinieron los filis- en día más grande, y Yave Sebaot
teos para despojar a los muertos, y estaba con él.
hallaron a Saúl y a sus hijos caídos
en el monte de Gelboe. 9 Los despoja-
ron y se llevaron su cabeza y sus Los valientes de David.
armas, e hicieron pregonar las buenas
noticias por toda la tierra de los 10 He aquí los primeros de los va-
filisteos, ^a sus ídolos y al pueblo. lientes que seguían a David y que
10 Pusieron
las armas de Saúl en el le ayudaron con todo Israel a ase-
templo de su dios, y colgaron su gurar su dominación, y hacerle rey
cabeza en el templo de Dagón. 11 To- de Israel según la palabra de Yave.
dos los de Jabes Galad, al saber lo 11
He aquí por sus nombres los va-
que los filisteos habían hecho con lientes que seguían a David:
26
402 CRÓNICAS I, 12
solvió hacer así, pues la cosa pareció maron por el valle de Refaim. 10 David
conveniente a todo el pueblo. consultó a Dios, preguntando: «¿Su-
5 Reunió, pues, David a todo el
biré contra los filisteos, y los entre-
pueblo, desde el Sijor de Egipto hasta garás en mis manos?» Y Yave le
el camino de Hamat, para traer de dijo: «Sube, y los entregaré en tus
Cariatiarim el arca de Dios; 6 y subió manos.» 11 Subieron ellos a Baal Pe-
David con todo Israel a Baala de rasim, donde David los derrotó. Luego
Cariatiarim, que está en Judá, para dijo: «David ha dispersado por mi
trasladar de allí el arca de Dios, ante mano a mis enemigos, como rotura
la cual se invoca el nombre de Yave, de aguas que se derraman. » Por eso
que se sienta entre los querubines. se dió a aquel lugar el nombre de
7
Pusieron el arca de Dios sobre un Baal Perasim. 12 Se dejaron allí sus
carro nuevo, y la llevaron de la casa dioses, que por orden de David fueron
de Abinadab. Conducían el carro Uza quemados en el fuego. .
ban ante el arca con todas sus fuer- el valle, 14 y David consultó de nuevo
zas y cantaban y tocaban arpas, sal- ¡a Dios, y Dios le dijo: «No subas
terios y tímpanos, címbalos y trom- contra ellos. Rodéalos, y échate sobre
petas. ellos desde delante de las balsameras.
9
Cuando llegaron a la era de Cidón, 15 Cuando entre las balsameras oigas
'
8
Cantadle, cantad salmos en su Adorad a Yave en ornamentos
honor, santos,
Contad todos sus portentos. 30 Temblad ante él todos los de la
10 Gloriaos en su santo nombre, alé- tierra.
grese el corazón de los que buscan a El afirmó el orbe, y firme está.
Ya ve. 31
Alégrense los cielos y regocíjese
11
Buscad a Yave y fortaléceos, la tierra,
Buscad siempre su rostro. Pregónese entre las gentes: Yave
12
Recordad cuántas maravillas ha reina.
32
obrado, Truene el mar con cuanto lo llena,
Sus prodigios, los juicios de su boca, Salte de gozo el campo y cuanto
13 Descendientes de Abraham, su hay en él,
33 Den gritos
siervo, de júbilo los árboles
Hijos de Jacob, su elegido. de las selvas,
14 Es Yave nuestro Dios, Al venir Yave, pues viene para
Por la tierra toda prevalecen sus juzgar a la tierra.
juicios. 34 Dad gracias a Yave, que es
15
Fielmente se ha acordado siem- bueno,
pre de su alianza, Y
es eterna su misericordia.
De sus promesas para mil gene- ss Decid: Sálvanos, |oh DiosI, salud
raciones, nuestra,
16 De lo que pactó con Abraham, Reúncnos y líbranos de las gentes,
De loque juró a Isac, Para que confesemos tu santo
17 De lo que firmemente estableció nombre,
con Jacob, Y nos gloriemos alabándote.
Y
con Israel como pacto eterno, 38 Bendito Yave, Dios de Israel,
18 Diciendo: A ti te daré la tierra Por eternidad de eternidades.
de Canán Y diga todo el pueblo: Amén,
Como porción de vuestra heredad. Alabad a Yave.»
19 37
Eran entonces poco numerosos, David dejó allí, delante del arca
Poco numerosos y extranjeros en ella, de la alianza de Yave, a Asaf y a sus
20 Iban hermanos, para que constantemente
de una gente a otra gente,
Y de un reino a otro pueblo. ministrasen delante del arca, cada
21
Pero no consintió que nadie los cosa a su tiempo, 38 y a Obcdedom
oprimiese, y sus hermanos, sesenta y ocho.
Y por causa de ellos castigó a 89 Estableció al sacerdote Sadoc
y
reyes. a los sacerdotes sus hermanos ante
22Xo toquéis a mis ungidos, el tabernáculo de Yave en la altura
No hagáis mal a mis profetas. de Gabaón, 40 para que allí ofreciesen
23
Cantad a Yave, habitantes todos continuamente a Yave holocaustos y
de la tierra, cumpliesen cuanto está escrito en la
Pregonad uno y otro día su sal- ley de Yave, dada por Yave a Israel.
41 Con ellos estaban Hernán
vación, y Jedu-
24 Contad apueblos su gloria,
los tun y los otros que nominalmente
los pueblos todos.
Sus maravillas a habían sido designados para alabar
28
Porque Yave es grande, digno a Yave: «Porque su misericordia es
de toda alabanza, eterna.» 42 Estaban Hernán y Jedu-
Temible sobre todos los dioses. tun con ellos, y las trompetas y los
26 Porque los dioses de las gentes címbalos para los que las tocaban,
son Ídolos, y los instrumentos para los cantos
Pero Yave es el Hacedor de los en honor de Dios. Los lujos de Jedu-
cielos. tun eran los porteros.
27 43 Todo el pueblo se fué luego cada
La gloria y la majestad sean I
18 |oh Yave,
en una casa de cedro, mientras que hombre de excelencia,
el arca de la alianza de Yave está Dios! ¿Qué más podrá decirte David
bajo una tienda.» 2 Natán respondió a de la gloria que concedes a tu siervo?
David: «Haz lo que tienes en tu co- Tú conoces a tu siervo, |oh Yave!
razón, pues Dios está contigo.» 3 Pero 19 Ypor amor de tu siervo y conforme
aquella noche fué dirigida a Natán a tu corazón has hecho todas eslas
la palabra de Dios: 4 «Ve, y dilc a grandes cosas, revelando todas estas
David, mi siervo: Así habla Yave: grandezas, ioh Yave! 20 No hay se-
No serás tú quien a mí me edifique mejante a ti, no hay otro Dios como
casa para que more en ella. B Nunca, tú, como con nuestros oídos hemos
desde que saque a Israel hasta hoy, oído. 21 ¿Hay sobre la tierra una sola
he habitado en casa, sino que anduve nación que sea como tu pueblo, Is-
de una parte a otra en una tienda, y rael, cuyo Dios fuese a rescatar un
adondequiera que iba con todo Is- pueblo, para hacerse nombre con tan-
rael. 6 ¿Dije yo nunca a ninguno de tos milagros y prodigios, y arrojando
los jueces de Israel, a quienes mandé a naciones delante de tu pueblo, al
apacentar a mi pueblo: Por qué no que redimiste de Egipto? 22 Tú has
me hacéis una casa de cedro? 7 Di, hecho de tu pueblo, Israel, tu pueblo
pues, ahora a mi siervo David: Así para siempre y tú, ¡oh Yave!, tú
habla Yave Scbaot: Yo te cogí de eres su Dios. 23 Ahora, pues, ]oh Yave!,
la majada, de detrás del ganado, que la palabra que has dicho de tu
para que fueras jefe de mi pueblo, siervo y de su casa sea durable por la
Israel; 8 he estado contigo por donde- eternidad, y cúmplela. 24 Que perdure,
quiera que tú has andado; he exter- para que tu nombre sea glorificado
¡ minado ante ti a todos tus enemigos, por siempre, y se diga: Yave Sebaot,
y he hecho tu nombre semejante al Dios de Israel, es en verdad un Dios
i de los grandes que hay en la tierra; para Israel. Y
que la casa de David,
* he dado un lugar de habitación a tu siervo, sea firme ante ti, 25 pues
mi pueblo, Israel, y le estoy plan- que tú mismo, Dios mío, has revelado
tando para que se fije y no sea ya a tu siervo que le edificarás casa.
conmovido, ni los hijos de la iniqui- Por eso ha osado tu siervo orarte así.
dad le destruyan, 10 como antes en 26 Ahora, pues, ¡oh Yave!, tú eres
el tiempo en que establecí los jueces Dios, y tú has prometido esta gracia
sobre mi pueblo Israel. He humillado a tu siervo. 27 Bendice, pues, la casa
a todos tus enemigos, y te anuncio de tu siervo, para que subsista para
que Yave te edificará a ti casa. siempre delante de ti. Porque tú,
11 Cuando cumplan tus [oh Yave!, la has bendecido, y ben-
se días y
vayas a rcunirte con tus padres, yo dita será por la eternidad.»
! alzaré tu descendencia, después de
ti, a uno de entre tus hijos, y yo Victorias de David sobre filisteos,
afirmaré su reino. 12 El será quien me moabitas, sirios y cdomitas.
edifique casa, y yo afirmaré para
siempre su trono. 13 Seré padre para 'I O1
Después de esto batió David
,
él y él será para mí un hijo, y no a los filisteos y los humilló,
apartaré de él mi gracia, como la arrebatándoles de las manos Get y
aparté del que te precedió. 14 Le esta- las ciudades de su dependencia. 2 Ba-
bleceré para siempre en mi casa y tió a los moabitas, que quedaron
en mi reino, y su trono será firme sujetos a David, pagándole tributo.
por toda la eternidad» (1). 3 Batió también David
a Haderezer,
15 Natán transmitió a David todas
rey de Soba, cuando iba éste a esta-
estas palabras y toda la visión, 16 y el blecer su dominio sobre el Eufrates.
1
rey David fué a ponerse ante Yave 4 Le tomó David mi) carros, siete mil
y dijo: «¿Quién soy yo, Yave Dios, caballeros y veinte mil infantes; des-
y qué es mi casa, para que tú me jarretó a todos sus caballos de tiro,
h¡iyas traído a donde estoy? 17 to- Y no conservando más que los de cien
"
davía esto es poco a tus ojos: Hablas carros. 5 Vinieron los sirios de Da-
de la casa de tu siervo para tiempo masco en socorro de Haderezer, rey
lejano, y te dignas mirarme como un de Soba, y David derrotó a veinte
6
mil sirios, puso guarniciones en la
(i) La promesadel trono eterno, hecha a Siria de Damasco, y
los sirios queda-
David, es estrictamente mesiánica, y de Cristo ron sujetos a David, pagándole tri-
Nuestro Señor la interpreta San Pedro. Act. a, 30. buto.
108 CRÓNICAS I. 19
quiera que iba. 7 Cogió David los tonces Janún, cogiendo a los servi- I
escudos de oro que llevaban los ser- dores de David, los rapó y les cortó
vidores de Haderezer, y los llevó a los vestidos por el medio hasta las
]
Jerusalén. 8 También se apoderó de nalgas, y luego los despachó. 5 David, I
una gran cantidad de bronce en que supo lo que a sus hombres había
Tibcat y en Cun, ciudades de Hade- sucedido, mandó gentes que les sa- ]
rezer. De él hizo Salomón el mar de lieran al encuentro, pues se hallaban I
¿
CRÓNICAS I. 20, 21
jebuseo, 17
y David alzó los ojos OO 1
Y
dijo David: «Esta será la
y vió al ángel
entre la tierra y el casa de Yave Dios, y aquí
cielo, teniendo en su mano des- estará el altar de los holocaustos
nuda la espada, vuelta contra Jeru- para Israel» (1).
salén.
Entonces David y los ancianos de
Jerusalén, vestidos de saco, cayeron Preparativos de David para la
sobre sus rostros; 18 y David dijo a construcción del templo.
Dios: «¿No soy yo el que he mandado
hacer el censo del pueblo? Yo soy 2
Mandó David que se reuniesen
quien ha pecado y ha hecho el mal: todos los extranjeros que había en
pero estas ovejas, ¿qué han hecho? la tierra de Israel, y encargó a los
[Yave, Dios miol Pese tu mano sobre canteros que fuesen preparando pie-
mí y sobre la casa de mi padre, y no dras talladas para la construcción
haya plaga en tu pueblo.» 10 El ángel de la casa de Dios. 3 Preparó también
de Yave dijo a Gad que hablase a hierro en abundancia para la clava-
David, para que subiese a alzar un zón de las puertas y para la's grapas,
altar en la era de Ornán, jebuseo, y bronce en cantidad imponderable,
20
y subió David, cumpliendo la y madera de cedro innumerable, 4 pues
orden que Oad había dado en nombre los sidonios y los tirios habían traído
de Yave. 21 Omán, que estaba tri- a David maderas de cedro en abun-
llando el trigo, se volvió y vió al dancia. 5 David se decía: «Mi hijo
ángel, y se escondió con sus cuatro Salomón es todavía joven e inexperto,
hijos. y la casa que ha de edificarse a
22 Cuando llegó David cerca de Yave ha de ser, por la grandeza,
Ornán, miró Ornán y vió a David, por la magnificencia, por la belleza,
y saliendo de la era, se prosternó reputada en todas las tierras; por eso
ante David, rostro a tierra. 23 David quiero hacer preparativos»; y los
dijo a Ornán: «Cédeme el campo de hizo antes de su muerte, en abun-
tu era, para que yo alce en ella un dancia. 6 David llamó a Salomón,
altar a Yave; cédemela por su precio su hijo, y le dió orden de edificar
en plata, para que se retire la plaga una casa a Yave, Dios de Israel.
de sobre el pueblo.» 24 Ornán res- 7 Le dijo: «Hijo mío. Yo tenía el
pondió a David: «Tómala, y que mi propósito de edificar un templo al
señor el rey haga en ella lo que bien nombre de Yave, mi Dios; 8 pero
le parezca: mira, te doy los bueyes Yave me dijo: Tú has derramado
para el holocausto, los trillos para mucha sangre y has hecho grandes
leña, y el trigo para la ofrenda. Todo guerras. No serás tú quien edifique
te lo doy.» 26 Pero el rey dijo a Ornán: una casa a mi nombre, porque has
«No, quiero comprártela por su valor derramado ante mí mucha sangre
en plata, pues no voy a presentar yo sobre la tierra. * He aquí que te.
a Yave lo que es tuyo, ni a ofrecerle nacerá un hijo, que será hombre de
un holocausto que no me cuesta nada.» paz, y a quien daré yo paz, librán-
24 Y dió David a Ornán seiscientos dole de todos sus enemigos en derre-
siclos de oro por el lugar, a ' y edificó dor. Su nombre será Salomón, y ditl
allí un altar a Yave, y le ofreció rante su vida haré yo venir sobre
holocaustos y sacrificios eucarlsticos. Israel la paz y la tranquilidad. 10 Ese]
Invocó a Yave, y Yave le respondió edificará una casa a mi nombre.
por el fuego que del cielo descendió Será para mí un hijo, y yo seré
sobre el altar del holocausto. 28 En- para él un padre, y afirmaré para
tonces habló Yave al ángel, que volvió siempre el trono de su reino enl
la espada a la vaina. Israel. 11 Ahora, pues, hijo mío, que
29
Viendo David que Yave le había Yave sea contigo, para que prosperes'
oído en la era de Ornán, jebuseo, y edifiques la casa de Yave, ta Dios,
sacrificaba allí, 30 pues el tabernáculo como él de ti lo ha declarado. 12 Quiera
de Yave, que Moisés había hecho darte Yave la sabiduría y la inteli-
en el desierto, y el altar de los holo-
caustos, estaban entonces en la altura
(t) David, en su celo por la gloria de Yave.
de Oabaón; 31 y David no podía ir una vez que no pudo edificar el templo, hizo
allá a buscar a Yave, pues la espada para ¿I ingentes preparativos, y aun los planos
del ángel le había llenado de es- y proyectos del mismo y de sus utensilios, que
panto: entregó a Salomón
CRÓNICAS I, 23,
tortas de pan
ácimo, las hojue- simaprimera a Jaquim; la vigésima-
las fritas en
sartén y las cocidas, segunda a Gamul; 18 la vigésimatercera
y todas las medidas de capacidad a Delaya; la vigésimacuarta a Mazía.
y de longitud. 30 Tenían que pre- 19
Así fueron distribuidos para su
sentarse cada mañana y cada tarde ministerio, para que entrasen en la
para alabar y celebrar a Yave 31 y casa de Yave a las órdenes de Arón,
ofrecer continuamente los holocaus- conforme a los mandatos que les
tos a Yave los sábados, los novilu- había dado Yave, Dios de Israel. -
17
la vigésima a Jezaquiel: la vigé- para alabar y celebrar a Yave.
CRÓNICAS 1, 26
1
De Hernán: sus hijos, Buquías, i sus hijos y hermanos en número de
Matanias, Ozicl, Sabuél, Jerimot, Ja- doce; 25 el décimooctavo Jananí, con
nanfas, Jananí, Eliata, Griiedeltí, Ro- l
sus hijos y hermanos en número de
memtiezer, Jcsbacasa, Melotí, Otir doce; 26 el décimonono Melotí, con
y Majariot.
6
Todos éstos eran hijos |
sus hijos y hermanos en número de
de Hernán, vidente del rey (1), para doce; 27 el vigésimo Eliata, con sus
cantar las alabanzas de Dios y en- hijos y hermanos en número de doce;
28 el vigésimoprimero Otir, con sus
salzar su poder, pues Dios había dado
a Hernán catorce hijos y tres hijas. hijos y hermanos en número de doce;
29
6
Estos hijos de Asaf, de Jedetun y el vigésimosegundo Guedeltí, con
de Hernán, fueron puestos bajo la sus hijos y hermanos en número de
dirección de sus padres para cantar ;
doce; 30 el vigésimotercero Majariot,
en el templo de Yave tocando ios '
qucños y grandes, según sus casas bernaban a los israelitas del lado de
paternas. allá del Jordán, en su parte occiden-
14 Tocó por suerte a Selemía el tal, tanto en lo concerniente al ser-
lado de oriente. Se echó la suerte para vicio de Yave, cuanto en lo concer-
Zacarías, su hijo, que era un pru- niente al servicio del rey. 31 Por lo
dente consejero, y le tocó el lado que hace a los hebronitas, de quienes
del norte. 15 A Obededom, con sus era jefe Jeriya, se hicieron el año
hijos, le tocó el lado del mediodía, cuarenta del reinado de David inves-
donde estaba también la casa de las tigaciones en Jazer de Galad,. según
asambleas. 16 A Supín y a Josa les sus genealogías y sus casas paternas;
tocó el lado de occidente, la puerta 32 y se halló que los hermanos de
que sale al camino de la subida. Jeriya, hombres valientes y robus-
Estos cuerpos de guardia se corres- tos, eran dos mil setecientos, jefes
pondían unos a otros. 17 La puerta de casas paternas. El rey David los
de oriente estaba guardada por seis constituyó sobre los rubenitas, los
levitas, y la del norte por cuatro, gaditas y la media tribu de Manases,
que se renovaban todos los días. para lo tocante a Dios y lo tocante al
Había también cuatro por día a la rey.
puerta del mediodía, y otros cuatro
que servían de dos en dos en el lugar Los jefes del ejército.
de las asambleas. 18 Había también
cuatro guardas al occidente para la 0"7 1 El número de los hijos de
subida, dos en cada puesto. 19 De este *
• Israel que entraban en servi-
modo fueron distribuidos los porteros, cio de tropa para la guardia del rey,
que eran todos hijos de Coré y de que se relevaba todos los meses del
Merarí. 20 Ajías tenía la guarda de año según la distribución que de
los tesoros de la casa de Dios y de ellos se había hecho, era de veinti-
los utensilios sagrados. 21 De entre cuatro mil cada vez; cada tropa tenía
los hijos de Lacdam, los hijos de sus jefes de casas paternas, sus jefes
Gersón. descendiente de Laedam, jefe de millar y de centena, y sus oficia-
de las casas paternas de Lacdam, ger- les al servicio del rey.
sonita, eran: .Tejielí y Zetán. 22 Los 2
A la cabeza de la primera divi-
hijos de Jejielf, Zetán y Joel, su her- sión para el primer mes estaba Ja-
mano, que guardaban los tesoros de sobeam, hijo de Zabdiel; mandaba
la casa de Yave. 23 De entre los amra- una división de veinticuatro mil
mitas, jisearitas, hebronitas y uze- hombres. 3 Era de los hijos de Peres
litas, 24 Sebucl, hijo de Gersón, hijo y mandaba a todos los jefes de la
de Moisés, era intendente del tesoro. tropa del primer mes.
25 De entre sus hermanos 4 A
los des- la cabeza de la división del
cendientes de Eliczcr, cuyo hijo fué segundo mes estaba Dodal, ajotita:
Kejabía, hijo de éste Jcsaya, hijo de y tenía bajo él a Mielot, que mandaba
éste Joram, hijo de éste Zicií, hijo una parte de esta tropa, que era de
de éste Selomit; 26 Selomit y sus her- veinticuatro mil hombres.
manos guardaban los tesoros de las 6
El jefe de la tercera división, la
cosas santas que habían sido consa- del tercer mes, era Banaias, hijo de
gradas por el rey David, por los Joyada, sacerdote, y tenia a su
jefes de las casas paternas, los jefes mando veinticuatro mil hombres.
de millares y de centenas, y los jefes • Este es el Banaias que era el más
2'
del ejército, del botín de guerra valicnte.de los treinta, y los supera-
y de los despojos para la casa de Yave. ba a todos. Su hijo Ámisadab era
28 Todo lo que había sido consagrado uno de los jefes de su división.
7
por Samuel, el vidente, por Saúl, El cuarto jefe, para las tropas
hijo de Quis, por Abner, hijo de Ner, del cuarto mes, era Azael, hermano
por Joab, hijo de Sarvia, todas las de Joab; y Zabdías, su hijo, fué su
cosas consagradas, estaban bajo la sucesor. El número de sus tropas era
custodia de Selomit y sus hermanos. de veinticuatro mil.
29
De entre los Jisearitas, Quenayas 8
El quinto jefe para el mes quinto
y sus hermanos ejercieron funciones era Samaot, de Jezer, y su tropa
exteriores, como magistrados y jue- era de veinticuatro mil.
ces en Israel. 30 De entre los hebro- • El sexto para el sexto mes era
nitas, Josabía y sus hermanos, hom- Jira, hijo de Iques de Tema, y tenía
bres valientes, mil setecientos, go- en su tropa veinticuatro mil hombres.
CRÓNICAS I, 28 A Ir,
hijos, eligió a mi hijo Salomón para querubines, que tienden sus alas y
sentarse en trono de Yave, sobre
el cubren el arca de la alianza de Yave.
Israel; y me ha dicho: Salomón, tu
6 19
Todo esto, dijo, me ha sido mos-
hijo, edificará mi casa y mis atrios, trado por la mano de Yave, que me dió
porque yo le he elegido por hijo, y a entender el diseño de todas las obras.»
yo seré padre para él. 7 Yo afirmaré 20
Lijo después David a Salomón,
su reino para siempre, si él se esfuerza su hijo: «Esfuérzate y anímate, y
en poner por obra mis mandamientos ponte a la obra; no temas ni desma-
y mis juicios como hoy. 8 Ahora, yes,porque Yave Dios, mi Dios, es-
pues, ante todo Israel, ía congrega- tará contigo y no te dejará ni te des-
ción de Yave, y ante nuestro Dios, amparará hasta que acabes toda la
que nos oye, guardad y observad obra para el servicio de la casa de
todos los mandamientos de Yave, Yave. 21 Los órdenes de sacerdotes
vuestro Dios, para que poseáis la y levitas, para todo el ministerio de
buena tierra y la dejéis en heredad la casa de Yave, y todos los hombres
a vuestros hijos después de vosotros de buena voluntad y de habilidad
a perpetuidad. 9 Y tú, Salomón, hijo para toda suerte de obras, y los prín-
mío, conoce al Dios de tu padre, y cipes y todo el pueblo, estarán con-
sírvele con corazón perfecto y ánimo tigo para ejecutar todas tus órdenes.»
generoso; porque Yave escudriña los
corazones de todos y penetra todos
los designios y todos los pensamien- Ofrenda* voluntarías para el
tos. Si tú le buscas, le hallarás; mas templo.
si le dejas, te rechazará para siempre.
10 Mira que Yave te ha elegido para
*)Q Después dijo David a toda
1
37
ARTAJERJE S
CRONICAS II
7
Salomón pido y obtiene Durante la noche aparecióse Dios
la sabiduría. .
a Salomón, y le dijo: «Pide lo que
quieres que te dé»; 8 y Salomón res-
1Salomón, hijo de David, se afir- pondió a Dios: «'1 ú hiciste coa David,
I mó en su reino; Yave, su Dios, mi padre, gran miseriu rdia, y a mí
estaba con el y le engrandeció sobre- me has hecho reinar en su lugar.
9
manera. Ahora, pues, |oh Yavet, cumple
2
Salomón convocó a todo Israel, tu palabra a David, mi padre, ya que
a los jefes de millares y de centenas, me has hecho rey de un pueblo nu-
a los jueces, a los príncipes de todo meroso como el polvo de la tierra.
10 Dame
Israel, a los jefes de las casas pater- la sabiduría y el entendi-
nas; y fué Salomón con toda la
3 miento, para que yo pueda conducir
asamblea al alto de Gabaón, donde a este pueblo; porque ¿quién podrá
estaba el tabernáculo del testimonio gobernar a éste tu gran pueblo?»
11 Dios dijo a Salomón: «Pues que
de Dios, que Moisés, siervo de Yave,
había hecho en el desierto. 4 El arca esto es lo que más deseas, y no me
de Dios había sido ya trasladada has pedido riquezas, hacienda o glo-
por David, de Cariatiarim al lugar ria, ni la vida de tus enemigos, ni
que él la había preparado, pues había muchedumbre de días, sino que me
alzado para ella una tienda en Jeru- has pedido la sabiduría y el enten-
salén. 6 Allí estaba también ante el dimiento para gobernar a mi pueblo,
tabernáculo de Yave el altar de cuyo rey te he hecho, 12 la sabiduría
bronce, que había hecho Besalel, hijo y el entendimiento te doy; pero te
de Uri, hijo de Jur. 6 Salomón y la daré también, además, riquezas, ha-
asamblea adoraron a Yave y Salo- cienda y gloria, tales como no las
món ofreció allí en el altar de bronce, tuvieron nunca los reyes que te han
que estaba ante el tabernáculo del precedido, ni las tendrán los que te
testimonio, mil holocaustos a Yave. sucedan. >
420 CRÓNICAS II. 2
13
Tornóse Salomón a Jerusalén del empresa de edificarle una casa? Gra-
alto de Gabaón, delante el taber- cias que sólo es para quemar el in-
náculo del testimonio, y reinó sobre cienso en su presencia. 7 Envíame,
Israel. pues, un hombre hábil, que sepa
trabajar el oro, la plata, el bronce, el
hierro, la púrpura, la escarlata y el
Carros y caballos de Salomón. jacinto, que sepa hacer toda suerte
de cincelados, para que dirija a los
14 Salomón juntó carros y caballe- maestros que tengo yo en Judá y en
ría; tuvo mil cuatrocientos carros y Jerusalén, los cuales previno ya mi
doce mil jinetes, que distribuyó entre padre. 8 Envíame también maderas
las ciudades donde tenía los carros, de cedro, de ciprés y de sándalo;
15 Hizo pues yo sé que tus siervos entienden
y Jerusalén, cerca del rey.
la plata y el oro en Jerusalén tan de cortar los árbolés del Líbano; y
común como las piedras, y los cedros los míos trabajarán con los tuyos,
tan numerosos como los sicómoros, • para preparar gran cantidad de
que se dan con abundancia en los madera, pues la casa que yo deseo
campos. 18 De Egipto traía Salomón construir ha de ser grande y magní-
los caballos. Iban a buscarlos a Egip- fica. 10 Yo daré a los siervos tuyos,
to, a Coa, mercaderes del rey, que que se ocupen en cortar y derribar
los compraban allí a un precio de- los árboles, veinte mil coros de trigo,
terminado. 17 Un tiro de cuatro ca- y otros tantos de cebada, veinte mil
ballos costaba seiscientos siclos de bata de vino y veinte mil de aceite.»
11
plata, y un caballo ciento cincuenta, Hiram. rey de Tiro, respondió
y los compraba también para todos en un escrito que dirigió a Salomón:
los reyes de los geteos y para los de «Porque amó Yave a su pueblo, te
Siria. ha hecho rey de él.» 12 decía tam- Y
bién: «Bendito Yave, Dios de Israel,
que ha hecho los cielos y la tierra,
Concierto de Salomón ron Iliram. y ha dado al rey David un hijo
sabio, entendido, cuerdo y prudente,
4-v Resolvió, pues, Salomón edi-
1
que edifique casa a Yave y casa real.
13
_. una casa al nombre de Yave,
ficar Yo, pues, te envió ün hombre
y un palacio real para sí. 2 Destinó hábil y entendido, a Hiram, 14 hijo
setenta mil hombres para trans- de una mujer de las hijas de Dan,
portar las cargas, ochenta mil para pero cuyo padre era de Tiro, que sabe
los trabajos de las canteras en los trabajar el la plata, el bronce,
oro,
montes, y tres mil seiscientos capa- el hierro, piedra, la madera, la
la
taces para ellos. púrpura, el jacinto, el lino y la escar-
3
Mandó también a decir a Hiram, íala, y grabar toda suerte de figuras;
rey de Tiro: «Lo que hiciste con y es ingenioso en inventar cuanto se
David, mi padre, mandándole ma- necesita para toda clase de obras.
dera de cedro para edificar el pala- El trabajará con tus obreros y con
cio en que habitara, 4 hazlo también los de David, mi señor, tu padre.
16 Manda tú, pues, mi señor, a tus
conmigo, para que pueda yo edifi-
car un templo al nombre de Yave, siervos el trigo y la cebada, el aceite
mi Dios, y consagrarlo, para quemar y el vino que has ofrecido. 18 Nosotros
incienso y aromas delante de él, cortaremos en el Líbano toda la
tener siempre ante él los panes de madera que necesites, y la pondremos
la proposición, y ofrecerle holo- en balsas, para llevarla por mar
caustos mañana y tarde, así como hasta Jope, y tú la harás llevar de
también los sábados, los novilunios allí a Jerusalén.»
17 Salomón hizo el censo de todos
y las otras solemnidades de Yave,
nuestro Dios, por siempre, como él los extranjeros que había en la tierra
se lo ha mandado a Israel; 6 pues el de Israel, después del hecho por
templo que quiero edificar ha de ser David, su padre, y fueron hallados
grande, ya que grande es nuestro ciento cincuenta y tres mil seiscien-
Oíos, mas que todos los dioses; tos. 18 Destinó de ellos setenta mil
•
¿y quién se creerá capaz de edifi- para los transportes, y ochenta mil
car una casa digna de él? Si el cielo, para las canteras en los montes, y
y los cielos de los cielos no bastan tres mil seiscientos capataces para
a contenerle, ¿quién soy yo para la vigilar a los obreros.
CRÓNICAS II, 3, 4 121
las granadas que los cubrían. ls Hizo sin número, tanta fué la muchedum-
cuatrocientas granadas y dos retícu- bre de víctimas.
las
las, de modo que' habla dos filas de 7
Los sacerdotes pusieron el arca
granadas unidas a cada una de estas de la alianza de Yave en el lugar para
retículas, que cubrían los capiteles ella destinado, es decir, en el oráculo
de columnas. 14 Hizo también del templo, en el santísimo, bajo las
las
basas, sobre las que asentó las fuen- alas de los querubines; 8 de modo que
tes, 15 y el mar; los doce toros sobre los querubines cubrían con sus alas
los que se asentaban, 16 las calderas, el lugar en que había sido puesta,
las palas, los tenedores; todos los así como las barras; 9 y como las
enseres se los hizo Hiram al rey Salo- barras con que había sido trasladada
món para la casa de Yave, de bronce l eran un poco largas, salían las cabezas
mejor. 17 Hízolos fundir el rey en de ellas un poco fuera del santuario,
los llanos del Jordán, en tierra arci- pero no se veían en cuanto uno se
llosa, entre Sucot y Sercdat. 18 La alejaba un poco de él. Allí ha estado
muchedumbre de estos utensilios era siempre el arca, hasta hoy.
10 No había en el arca más que las
grande, y no pudo saberse su peso
de bronce. dos tablas que en ella fueron pues-
19 Hizo,
pues, Salomón de oro todos tas por Moisés, en Horeb, cuando
los utensilios del templo de Yave, Yave dió su ley a los hijos de Israel,
con el altar y las mesas de los panes a su salida de Egipto. 11 Cuando los
de la proposición. 20 Hizo también sacerdotes salieron del santuario, pues
de un oro purísimo los candeleros todos los sacerdotes que allí se en-
con sus lámparas, para que ardieran contraban fueron santificados, por
delante del oráculo según costumbre; no haberse hecho todavía entonces
21 lamparillas y las entre ellos la distribución de los ser-
las flores, las
despabiladeras, todo de oro purí- vicios, 12 los levitas cantores, los de
simo. 42 Igualmente las jofainas, las Asaf, de Hernán y Jedetún, con sus
cucharillas y los incensarios, de oro hijos y hermanos, vestidos de lino
puro. Las puertas del templo inte- fino, 13 hacían resonar los címbalos,
rior, del santísimo, estaban cince- los salterios y las cítaras, puestos al
ladas, y como las del templo exte- oriente del altar, con ciento veinte
rior, eran de oro. Así terminó Salo- sacerdotes que tocaban las trompe-
món todo lo que había determinado tas. Todos al mismo tiempo cantaban
hacer para la casa de Yave. a una, entre sonar de las trompe-
el
címbalos y los otros instrumen-
tas, los
tos músicos, y alababan y confesaban
Traslado del arca al santuario.
a Yave: «¡Alabad a Yavel Porque es
» 1 Salomón hizo traer al templo bueno, porque su misericordia es
todo cuanto su padre había con- eterna. >
sagrado, y puso el oro, la plata y todos La casa de Yave se llenó de una
14
los vasos en el tesoro de la casa de nube; y no pudieron ya estar allí
Dios. 2 Después convocó a Jerusa- los sacerdotes, para ministrar, por
lén a todos los ancianos de Israel, causa de la nube, porque la gloria
a todos los príncipes de las tribus de Yave llenaba la casa de Dios.
y a los jefes de familias de los hijos
de Israel, para trasladar el arca de IMcgaria de Salomón en la dedi-
la alianza de Yave, de la ciudad de cación del templo.
David, que es Sión. 3 Así se reunió
1
Entonces dijo Salomón: «Yave
todo Israel en torno del rey el día d
') ha dicho que habitaría en la
de la solemnidad del séptimo mes;
*
y cuando hubieron venido todos oscuridad, 2 y yo he edificado una
los ancianos de Israel, tomaron los casa de morada para que él la habite
levitas el arca 5 y la llevaron al tem- para siempre.* 3 Luego el rey, vol-
plo, con el tabernáculo de la reunión viéndose a toda la asamblea, la ben-
y todos los utensilios del tabernáculo. dijo, estando toda en pie; 4 y prosi-
Los sacerdotes y los levitas llevaron guió (1):
todos los vasos del santuario que
había en el tabernáculo. 6 El rey Sa- (i) La plegaria de Salomón (véase I Rey. 8)
lomón y todo el pueblo, cuantos se pone bien de relieve el concepto de la inmen-
habían reunido, iban delante del sidad de Dios, a quien no puede contener un
arca, e Inmolaron carneros y bueyes templo, que no es mas que un lugar donde se
CRÓNICAS II, 6 423
el
óyelos desde los cielos, y perdona
pecado de tu pueblo Israel, y
toda la muchedumbre; y alzando las vuélvelos a la tierra que a ellos y a
manos al cielo, dijo: sus padres les diste.
14 «Yave, Dios de Israel: 26 »Si
no hay se cerraren los cielos y no
Dios semejante a ti, ni en el cielo hubiere lluvias, por haber pecado
ni en la tierra; tú guardas la alian- contra ti, y oraren a ti en este lugar,
za y la misericordia a tus siervos y confesaren tu nombre, convirtién-
que andan delante de ti con todo dose de sus pecados al afligirlos tú;
su corazón: 1¿ otorgaste a David, 27
oye en los cielos, y perdona el pe-
mi padre, todo cuanto le prometiste, cado de tus siervos y de tu pueblo
y has puesto por obra cuanto de Israel, y enséñales el buen camino,
palabra le dijiste, como lo vemos para que anden por él, y dales la
hoy. 16 Cumple, pues, ahora, Yave, lluvia sobre tu tierra, la que por here-
Dios de Israel, todo cuanto a David, dad diste a tu pueblo.
mi padre, tu siervo, prometiste, di- 28 »Si hubiere hambre en
la tierra,
ciendo: No faltará de ti varón de- o pestilencia o tizón, o añublo, o
lante de mí, que se siente en el trono langosta, o pulgón, o el enemigo
de Israel, siempre que tus hijos guar- los cercare en su tierra, en sus ciu-
den sus caminos, andando en mi ley, dades, o hubiere otra cualquiera
plaga o enfermedad; 29 si un hombre,
o todo Israel, hace oraciones y súpli-
invoca su nombre y se da una especial mani-
festación de su omnipresencia. Al mismo tiem- cas, y reconociendo su llaga y su
po se halla en la oración la nota de la univer- dolor, tendiere sus manos hacia esta
salidad en potencia de la religión de Israel. casa; 80 óyele desde los cielos, desde
CRÓNICAS II, 7
da a cada *uno conforme a sus cami- descendió del cielo fuego que con-
nos, según su corazón; pues sólo tú sumió los holocaustos y las vícti-
conoces el corazón de los hijos de mas, y la gloria de Yave llenó la
los hpmbres; 31 para que te teman, casa. 2
No podían los sacerdotes estar
y anden por tus caminos todos los en la casa de Yave, porque la gloria
días de su vida, en la tierra que de Yave llenaba la casa de Yave.
diste a nuestros padres. 3
Y al ver los hijos de Israel descender
32 «Cuando el extranjero, que no el fuego y la gloria de Yave sobre la
es de tu pueblo Israel, venido de casa, cayeron a tierra sobre sus ros-
lejanas tierras por la fama de tu tros en el pavimento, y adoraron y
nombre y de tu fuerte mano y tu confesaron a Yave: «Porque es bueno,
tendido brazo, viniere a orar en esta porque es eterna su misericordia.»
casa; 33 óyelo tú desde los ciclos, 4
Entonces el rey y todo el pueblo
desde el lugar de tu morada, y haz sacrificaron víctimas delante de Yave,
5
lo que con clamores te pida el ex- y ofreció el rey Salomón en sacri-
tranjero, para que todos los pueblos ficio veintidós mil bueyes y ciento
de la tierra conozcan tu nombre y veinte mil ovejas, y así fué dedicada
te teman, como tu pueblo Israel, la casa de Dios por el rey y todo el
y sepan que tu nombre es invocado pueblo. 8 Los sacerdotes asistían en
sobre esta casa que yo te he edifi- su ministerio, y los levitas con los
cado. instrumentos de música de Yave,
34 »Si saliere tu pueblo a la guerra que había hecho el rey David, para
contra sus enemigos, por el camino alabar a Yave, «cuya misericordia
que les señales, y oraren a ti, hacia es eterna» y con los que le alaba-
esta ciudad que tú has elegido, hacia ba también David. Asimismo los
la casa que a tu nombre he edificado; sacerdotes tocaban trompetas delan-
35 oye tú te de ellos, y todo el pueblo estaba
desde los cielos su oración,
su ruego, y ampara su derecho. -
en pie.
38 pecaren contra ti pues no
»Si — 7
También santificó Salomón el atrio,
hay hombre que no peque —
y airado
contra ellos los entregares a sus ene-
,
que está delante de casa de .Yave,
la
ofreciendo allí los holocaustos y el sebo
migos, que los lleven cautivos a tierra de las víctimas, por ser el altar de bron-
enemiga, lejana o cercana, 37 y ellos ceque Salomón había hecho insuficien-
volviendo en sí en la tierra a donde tepara tantos holocaustos, la ofrenda
fueren llevados cautivos se convir- y el sebo. 8 Hizo Salomón fiesta con
tieren y oraren a ti en la tierra de todo Israel por siete dias, reunién-
su cautividad, y dijeren: Hemos pe- dose una gran muchedumbre, desde
cado, hemos obrado inicua e impía- la entrada de Hamat hasta el torrente
mente; 38 si se convirtieren a ti de de Egipto. 9 Al octavo día celebraron
todo corazón y con toda su alma en asamblea santa, pues habían hecho
la tierra de su cautividad, donde los la dedicación del altar durante siete
hubieren llevado cautivos, y oraren días y celebrado por siete días la
hacia su tierra, la que diste a sus solemnidad. 10 A veintitrés del sép-
padres, hacia la ciudad que tú has timo mes, envió al pueblo a sus
elegido, y hacia esta casa que yo he estancias, alegres y gozosos en su
edificado a tu nombre; 39 oye tú corazón, por los beneficios que Yave
desde los cielos, desde el lugar de había hecho a David, a Salomón y a
tu morada, su oración y su ruego, su pueblo, Israel.
y perdona a tu pueblo que pecó Respuesta «le Yave a la plegarla
contra ti. 40 Ten, pues, |Oh Dios
mío!, abiertos tus ojos y atentos de Salomón.
tus oídos a la oración hecha en este
11
lugar. Acabó, pues, Salomón la casa
41
«]Oh Yave, DiosI Levántate, y de Yave y la casa del rey; y todo
ven a tu lugar de reposo, tú y el arca cuanto se había propuesto hacer en
de tu majestad. Que tus sacerdotes, la casa de Yave y en su casa, lo
Yave Dios, se revistan de salud, y consiguió. 12 Entonces se le apareció
tus santos gocen de tus bienes. Yave durante la noche, y le dijo:
41
«lYave, Dios, no rechaces a tu «He oído tu plegaria, y he elegido
ungido; acuérdate de tus misericor- este lugar como la casa en que se
dias a David, tu siervo. ->
me habrán de ofrecer sacrificios,
CRÓNIC AS II. 8
las ciudades de Judá. 8 Puesto en- i a tierra, y todo Judá y todos los mo-
tonces en pie Josafat, en medio de [
radores de Jerusalén se postraron
la asamblea de Judá en Jerusalén, ante Yave, adorándole. 19 Los levi-
en la casa de Yave, delante del atrio tas de los hijos de Caat y de los
nuevo, 6 dijo: «Yave, Dios de nuestros hijos de Core se levantaron, para
padres: ¿No eres tú Dios en los cielos, alabar a Yave, Dios de Israel, con
y no eres tú quien domina a todos los fuerte y alta voz.
reinos de las gentes? ¿No eres tú 20
Levantáronse por la mañana y
quien tiene en su mano la fuerza y salieron por el desierto de Tccua;
la potencia, a que nadie puede re- y mientras salían, Josafat, en pie,
sistir? 7 ¡Dios nuestro! ¿No arrojaste dijo: «Oídme, Judá y habitantes de
tú delante de tu pueblo Israel a los Jerusalén. Confiad en Yave, vuestro
moradores de esta tierra, y la diste Dios, y seréis seguros; creed a sus
para siempre a la posteridad de profetas y prosperaréis.» 21 Después,
Abraham que te amaba? 8 Ellos la habido consejo con el pueblo, puso
habitan, y han edificado a tu nombre cantores de Yave para alabar la
un santuario, diciendo: 9 Si nos sobre- hermosura de su santuario delante del
viene alguna calamidad, la espada, ejercito:
el castigo, la peste o el hambre, nos «Alabad a Yave, porque es eterna
presentaremos en esta casa delante su misericordia.»
de ti, pues tu nombre está en esta Y en rúan t o comenzaron los
22
12
El rey y Joyada se lo entregaban él el ejército de Siria, que vino a
a los encargados de hacer las obras Judá y Jcrusalén. Mataron de entre
en la casa de Yave, para pagar a los el pueblo a todos los príncipes de él,
canteros y carpinteros, para la repa- y llevaron todos sus despojos al rey
ración de la casa de Yave, asi como de Damasco. 24 El ejército de Siria
a los herreros y broncistas para repa- había venido con poca gente; pero
rar la casa de Yave. Yave entregó en sus manos un ejér-
13 Los oficiales trabajaron
e hicie- cito muy considerable, porque habían
ron las reparaciones necesarias, res- abandonado a Yave, Dios de sus pa-
tituyendo a su estado la casa de Dios dres. 25 Los sirios hicieron justicia en
y consolidándola. 14 Cuando se ter- Joás; y una vez que se retiraron,
minaron las obras, llevaron al rey y dejándole en gran dolor, conspiraron
a Joyada el resto del dinero, y de contra él sus servidores, para vengar
él se hicieron utensilios para la casa la sangre de los hijos de Joyada,
de Yave, los utensilios para el ser- sacerdote, y le dieron muerte en su
vicio, para los holocaustos, copas y lecho. Murió, y fué sepultado en la
otros utensilios de oro y de plata. ciudad de David, mas no en los se-
Durante toda la vida de Joyada se pulcros de los reyes. 26 Los que cons-
ofrecieron continuamente holocaus- piraron contra él fueron Zabud, hijo
tos en la casa de Yave. de Simat, amonita, y Jozabad, hijo
,
15 Murió Joyada viejo y harto de Simrit, moabita.
27 Lo que toca
de días; tenía al morir ciento treinta a sus hijos, a las
años. 16 Fué sepultado en la ciudad grandes cargas que hubo de soportar
de David, con los reyes, pues había y a las reparaciones hechas en la casa
hecho mucho bien a Israel, y por Yave de Dios, escrito está en las historias
y su casa. de los libros de los reyes. Le sucedió
Amasias, su hijo.
Idolatría y castigos.
Amasias, rey de Judá.
17
Después de la muerte de Joyada,
comenzaron los principes a adular al 25 1
^ cmliri,,co :lnos tenía Ama-
rey, y éste los escuchó, 18 y dejando sias cuando comenzó a reinar,
la casa de Yave, Dios de sus padres, y reinó veintinueve años en Jerusalén.
sirvieron a los aseraa y a los ídolos; Su madre se llamaba Joadán, de
y vino la ira de Dios sobre Judá Jerusalén.
Jcrusalén, porque se habían 2 Hizo lo recto
y sobre a los ojos de Yave,
hecho culpables. 19 Yave les mandó pero no con un corazón perfecto del
pr- fetas para reducirlos a él, pero todo. 3 Luego que se afirmó en el
no escucharon sus protestaciones. trono, dió muerte a los siervos que
20 El espíritu de Dios descendió sobre
habían asesinado a su padre, 4 pero
Zacarías (1), hijo del sacerdote Joyada, no mató a sus hijos; conforme a lo
que presentándose ante el pueblo, que está escrito en la ley, en el
dijo: «Así habla Dios: ¿Por qué que- libro de Moisés, donde manda Yave:
brantáis los mandamientos de Yave? «No morirán los padres por los hijos,
No os vendrá bien por ello, pues si ni los hijos por los padres, sino que
vosotros dejáis a Yave, Yave os de- cada uno morirá por su pecado.»
jará a vosotros." 21 Conjuráronse con- 1 Reunió Amasias a Judá
y cons-
tra él, y de orden del rey le lapida- tituyó según las tasas paternas, jefes
ron en el atrio de la casa de Yave. de millares y de centenas, por todas
22 No se acordó el rey Joás del bien las ciudades de Judá y Benjamín.
que le había hecho Joyada, padre Hizo el censo desde los veinte años
de Zacarías, y dió muerte a su hijo. arriba, y fueron hallados trescientos
Zacarías dijo al morir: «Vea Yave, mil aptos para la guerra, armados
y él lo requiera.» de lanza y escudo. 4 Tomo de Israel
23
A lavuelta del año, subió contra a sueldo cien mil hombres valientes,
por cien talentos de plata. 7 Vino a
(i) Zacarías, hijo de Joyada, es el profeta él un hombre de Dios y le dijo: «¡Oh
a quien se refiere Cristo Nuestro Señor en
reyl Que no vaya contigo el ejército
Mt. 23, 35- Según San Jerónimo, en el Evan-
gelio de los nazarenos se leia hijo de Joyada, de Israel, pues no está Yave con Is-
en vez de hijo de Baraquias, como se dice en rael, con todos esos hijos de Efraírn.
8
este lugar. Si vas con ellos, aunque tú hagas
CRÓNICAS II, 26 439
Baal, *
y quemó perfumes en el valle los cautivos, empleando el botín en
de los hijos de Hinón, y pasó a sus vestir a los desnudos; les dieron ves-
hijos por el fuego, según las abomi- tidos y calzado, les dieron de comer
naciones de las gentes que Yave ha- y de beber, los ungieron; y montando
bía arrojado ante los hijos de Israel. en asnos a los que estaban fatigados,
4
Ofrecía sacrificios y perfumes en los condujeron a Jericó, la ciudad
los altos, sobre los collados y bajo de las palmas, a sus hermanos, y
todo árbol frondoso. 5 Yave, su Dios, luego se volvieron a Samaría.
14 En aquel tiempo el rey Ajaz
le entregó en manos del rey de Siria,
y los sirios le derrotaron haciéndole mandó a pedir socorros al rey de
gran número de prisioneros, que se Asiría. 17 Los edomitas volvieron
llevaron a Damasco. Fué entregado otra vez y derrotaron a Judá, lle-
también en manos del rey de Israel, vándose cautivos. 18 Los filisteos
que le hizo experimentar una gran invadieron las ciudades del llano y
derrota (1). * Pecaj, hijo de Bomelía, del mediodía de Judá, tomaron a
mató en un solo día, en Judá, a Betsamcs, Ayalón, Ouederot, Soco y
ciento veinte mil hombres, todos va- las ciudades de su dependencia, Guim-
lientes, porque habían dejado a Yave, zo y las ciudades ríe su dependencia,
Dios de sus padres. 7 Zicrí, guerrero y se establecieron en ellas. 19 Así
de Efraím, mató a Maseya, hijo del humillaba Yave a Judá por causa
rey, a Azricam, jefe de la casa del de Ajaz, rey de Israel, que había
rey, y a Elcana, segundo después del arrojado la disolución en Judá y
rey. 8 Los hijos de Israel hicieron pecado contra Yave. 20 Teglat-Fala-
entre sus hermanos doscientos mil sar, rey de. Asiría, vino contra él
prisioneros, mujeres, hijos e hijas, y y le estrechó sin darle respiro.
les hicieron mucho botín, que se lle- 21
Ajaz despojó la casa de Yave.
varon a Samaría. la del rey y las de los príncipes, para
9
Había un profeta de Yave lla- hacer un presente al rey de Asiría,
mado Obed, que fué al encuentro pero no le sirvió de nada. 22 A pesar
del ejército, que volvía a Samaría, de verse en gran aprieto, el rey Ajaz
y les dijo: «Yave, Dios de vuestros seguía pecando contra Yave; 23 sa-
padres, en su cólera contra Judá, los crificaba a los dioses de Damasco,
ha entregado en vuestras manos, y que le habían herido, diciéndose:
vosotros los habéis matado con furor, «Puesto que los dioses de los reyes
que ha subido hasta el cielo. 10 Ahora de Siria los ayudan, voy a sacrifi-
queréis hacer de los hijos de Judá carles, para que me socorran a mí.»
vuestros esclavos y vuestras esclavas. Pero fueron la ocasión de su ruina,
Pero vosotros, ¿no sois culpables y de la de todo Israel. 24 Ajaz reunió
contra Yave, vuestro Dios? 11 Oídme, los utensilios de la casa de Dios, y
pues, y devolved esos cautivos que los hizo pedazos; cerró las puertas
habéis hecho entre vuestros hermanos, de la casa de Yave, se hizo altares
porque os amenaza la cólera encen- en todos los rincones de Jerusalén,
dida de Yave.» 12 Algunos de entre 28 y levantó altos en todas las ciu-
los jefes de Efraím, Azarías, hijo de dades de Judá, para ofrecer allí
Jojanán, Berequías, hijo de Bese- perfumes a otros dioses, irritando así
limot, Ecequías, hijo de Salum, y a Yave, Dios de sus padres.
Amasa, hijo de Adíaí, se opusieron 28
El resto de sus hechos, todos sus
a los que venían en el ejército, 13 y caminos, los primeros y los postre-
les dijeron: «No entréis con esos cau- ros, está escrito en el libro de los
tivos, porque sería añadir pecados reyes de Judá y de Israel.
sobre pecados, a los que nosotros 27
Ajaz se durmió con sus padres,
hemos cometido contra Yave. Dema- y fué sepultado en la ciudad de
siado culpables somos ya, y la cólera Jerusalén, pues no se le sepultó en
encendida de Yave está sobre Israel. los sepulcros de los reyes de Israel.
14 Los soldados abandonaron los cau-
Le sucedió Ezequías, su hijo.
tivos y el botín ante los jefes y ante
toda la asamblea, 16 y los hombres Ezcquias, rey de Judá.
de que se ha hecho mención tomaron
29 1
Veinticinco años tenía Eze-
(i) Esta guerra de Siria y Efraím contra quías cuando comenzó a reinar,
Judá, es la que está enlazada con la profecía y reino veintinueve años en Jerusa-
de Isaías sobre el Emmanuel. Is. 7. 13 y ss. lén. Su madre se llamaba Abiya,
442 CRÓNICAS II, 29
2
habian santificado todavía, los^levi- Ezequias restableció las clases de
tas inmolaron la pascua por los que los sacerdotes y de los levitas, según
no habían tenido el cuidado de santi- sus divisiones, cada uno según sus
ficarse para Yave. 18 Una gran parte funciones, sacerdotes y levitas, para
del pueblo de Efraím, de Manases, de los holocaustos y los sacrificios euca-
isacar y de Zabulón, que no se había rísticos, para el servicio, para los
purificado, comió la pascua sin ajus- cantos y alabanzas, y las puertas de
tarse a lo prescrito; pero Ezequias la casa de Yave. 3 El rey dió una
rogó por ellos, diciendo: «C¿uiera lave, parte de sus bienes para los holo-
que es bueno, perdonar a todos aque- caustos, para los holocaustos de la
llos que de todo corazón buscan mañana y de la tarde, para los holo-
19
al .Dios de sus padres, y no les caustos de los sábados, de los novi-
impute el no estar suficientemente lunios y de las fiestas, como están
purificados. » 20 Escucho Yave a Eze- prescritos en la ley de Yave. 4 Mando
quias, y perdonó al pueblo. 21 Así al pueblo y a los habitantes de Jeru-
celebraron los hijos de Israel que salen que dieran su porción a los
se hallaron en Jerusalen la solemni- sacerdotes y a los levitas, para que
dad de los ácimos durante siete dias, éstos observasen fielmente la ley de
con gran gozo cantando todos los Yave.
6
días las alabanzas de Yave, y tocando Cuando la cosa se extendió, los
los levitas y Jos sacerdotes los instru- hijos de Israel dieron en abundancia
mentos con toda fuerza, a Yave. las primicias del trigo, del mosto, del
22
Ezequias habló con bondad a aceite, de la miel y de todos los pro-
los levitas que conocian mejor el ductos del campo, y trajeron también
culto de Yave, y éstos comieron las en abundancia el diezmo de todo.
6
víctimas durante los siete días que Igualmente los hijos de Israel y
duro la solemnidad, inmolando hostias de Judá que habitaban en las ciu-
pacificas y alunan do a Yave, Dios dades de Judá, dieron el diezmo
de sus padres. 2J También la muche- del ganado mayor y menor y el diezmo
dumbre decidió alegremente cele- de las cosas santas que eran consa-
brar la fiesta otros siete dias, hacién- gradas a Yave, su Dios, y de que se
24 pues había hicieron muchos montones. 7 Comenzó
dolo con gran regocijo,
regalado .b.zequias al pueblo mil a hacerse el cúmulo el tercer mes
toros y siete mil ovejas; y también y se acabó el mes séptimo. 8 Ezequias
los principes, por su parte, dieron al y los jefes vinieron a ver los montones
pueolo mu bueyes y diez mil ovejas, y bendijeron a Yave y a su pueblo,
liubo, pues, gran número de sacer- Israel. * Preguntó Ezequias a los
dotes que se habían santificado. sacerdotes y a los levitas acerca de
26 Todo el pueblo de Judá estaba los montones, 10 y el sumo sacerdote
rebosando de alegría, lo mismo sacer- Azarias, de la casa de Sadoc, le res-
dotes y levitas, que la muchedumbre pondió: «Desde que se ha comen-
venida de Israel, que los peregrinos zado a traer ofrendas a la casa de
que habían venido de la tierra de Yave, hemos comido, nos hemos sa-
Israel o habitaban en Judá. 26 Fué ciado, y hemos dejado mucho de
grande la solemnidad celebrada en sobra, porque Yave ha bendecido a
Jerusalen, tal cual nunca la hubo su pueblo, y he aquí la gran cantidad
desde los dias de Salomón, lujo de que todavía queda.»
11 Ezequias
David, rey de Israel. dió orden de preparar
27 Levantáronse después los sacer- las cámaras de la casa de Yave, y se
dotes y levitas, y bendijeron al pue- prepararon. u Lleváronse a ellas fiel-
blo, y fué oída su voz, y llego su mente las ofrendas, el diezmo y las
oración al santuario de los cielos. cosas consagradas. El levita Cana-
nías tuvo la intendencia de ellas,
9^1 1
Después de todo esto los de y su hermano Simeí era su segundo.
"* Israel que habían venido fueron *3 Jejiei, Azarias, isajat, Azael, Jeri-
por las ciudades de Judá, y destro- mot, Josabad, Elicl, Jismaquia, Majat
zaren los cipos, abatieron los asera» y benaya estaban empleados bajo
y derribaron del todo los altos y los la dirección de Calíanlas y de su
altares en todo Judá y Benjamín, hermano, ¡Simeí, según las órdenes
y cu Efraira y Manasés. Luego todos del rey Ezequias y las de Azarias,
los hijos de Israel se volvieron a jefe de la casa de Dios. 14 El levita
sus ciudades, cada uno a su posesión. Core, hijo de Jimna, portero de la
CRÓNICAS II, 32
puerta de oriente, tenía la intenden- arroyo que corría por en medio det
cia de las donaciones voluntarias territorio, para que si venían los
hechas a Dios, para distribuir lo que reye^ de Asiria, no hallasen tanta
se presentaba a Yave por elevación abundancia de agua.
y las cosas santísimas. 15 En las ciu- 5 Reparó también con gran cui-
dades sacerdotales, Edén, Minyamín, dado todas las murallas que habían
Jesua, Semaeya, Amarías y Seca- sido derribadas, alzó en ellas torres y
mías, estaban a sus órdenes para una antemuralla; reparó el terraplén
hacer fielmente las distribuciones a en la ciudad de David, c hizo armas
sus hermanos, grandes o pequeños, de toda suerte y escudos. 8 Nombró
según lo que les correspondía; 16 a jefes para mandar al ejército; y
los varones registrados de tres años reuniendo luego a todo el mundo en
arriba, y a todos los que diariamente la plaza de la puerta de la ciudad,
entraban en la casa de Yave, para les habló al corazón, diciendo: 7 «Es-
hacer su servicio según sus funciones forzaos y confortaos, no temáis, no
y según sus divisiones, 17 y a los os dé miedo el rey de Asiria y toda
sacerdotes registrados según sus casas esa muchedumbre que trae, porque
paternas, y a ios levitas de veinte más son los que con nosotros están,
años arriba según sus funciones y que los que están con él. 8 El tiene
según sus divisiones; 18 y a los de toda el brazo de carne: pero con nosotros
la congregación registrados con todos está Yave, nuestro Dios, para ayu-
sus niños, sus mujeres, sus hijos y darnos y combatir nuestros comba-
sus hijas, porque se consagraban fiel- tes.» El pueblo cobró valor con las
mente al servicio del santuario. 19 Y palabras de Ezequías, rey de Judá.
9
para los hijos de Arón, los sacerdotes, Después de esto, Senaquerib, rey
que habitaban en los campos, en los de Asiria, que combatía a Laquis
suburbios de sus ciudades, había en con todo su poder, mandó emisarios
cada ciudad hombres nominalmente a Jerusalén para decir a Ezequías,
designados para distribuirles sus por- rey de Judá y a todos los de Judá
ciones a todos los varones de los que estaban en Jerusalén: 10 «Así
sacerdotes y a todos los levitas regis- dice Senaquerib, rey de Asiria: ¿En
trados. quién confiáis vosotros para estaros
20 quietos, cercados en Jerusalén? 11 ¿No
Esto hizo Ezequías en todo
Judá; hizo lo bueno y lo recto y lo os engfiña Ezequías, para entregaros
verdadero ante Yave su Dios. Obraba a la muerte, al hambre, a la sed,
con toda la rectitud de su corazón, diciendo: Yave, nuestro Dios, nos
21 librará de la mano del rey de Asiria?
y prosperó en cuanto emprendió,
buscando a su Dios, para el servicio 12 ¿No
es Ezequías el que ha hecho
de la casa de Dios, por la ley y por desaparecer sus altos y sus altares,
los mandamientos. diciendo a Judá y a Jerusalén: Sólo
ante este altar adoraréis y quemaréis
perfumes? 13 ¿No sabéis lo que yo
Invasión de Pcnnqucrib, rey de y mis padres hemos hecho con todos
Asiría. los pueblos de la tierra? 14 ¿Pudieron
acaso los dioses de esas gentes librar
QO 1 Después de estas cosas y de sus tierras de mis manos? 15 Que no
estos actos de fidelidad, vino os engañe, pues, Ezequías; cuando
Senaquerib, rey de Asiría, que invadió tal cosa quiera persuadiros, no le
Judá y puso sitio a las ciudades creáis; que si ningún dios de los de
fuertes para apoderarse de ellas. todas esas naciones y reinos pudo
2 Ezequías, viendo
que había venido librar a sus pueblos de mis manos y
Senaquerib y que se proponía atacar de las manos de mis padres, ¿cuánto
3
a Jerusalén, tuvo consejo con los menos podrá vuestro Dios libraros de
príncipes y los más valerosos de los mis manos?» 16 Otras cosas más aña-
oficiales, proponiendo si se cegarían dieron los emisarios contra Yave y
las fuentes de aguas que había fuera contra Ezequías, su siervo.
de la ciudad, 4 diciendo: «¿Por qué 17
Escribió, además, cartas en que
habrán de hallar los reyes de Asiría, blasfemaba de Yave, Dios de Israel
cuando vengan, provisión de agua?» y hablaba contra él, diciendo: «Lo
Todos rueron de su parecer; y él mismo que los dioses de las gentes
entonces reunió una gran muchedum- de las tierras no pudieron librar a
bre, y cegaron todas las fuentes y el sus puebjos de mis manos, tampoco
U6 CRÓNICAS II, 33
Helcías, sumo sacerdote; y recibido por obra todo lo que en este libro está
de dinero que habla sido puesto
él el escrito.»
en la casa de Yave y el que los levitas 22
Helcías y los que con él habfa
y porteros habían recaudado de Jla- designado el rey fueron a la profetisa
nasés y Efraím y de todo el resto de Jolda, mujer de Salum, hijo de To-
Israel, asi como "de todo Judá y Ben- queat, hijo de Jasra, guarda d^l ves-
jamín y de habitantes de Jeru-
los tuario, que habitaba en Jerusalén,
salén, io lo entregaron a los encar- en el otro barrio de la ciudad Des-
gados de las obras de reparación del pués que ellos le manifestaron lo
templo, para restaurarlo y reparar que tenían que decirle, 23 ella les
las ruinas. Estos dieron el dinero a respondió: «Así habla Yave, Dios de
los maestros encargados de las obras Israel: Decid al que a mí os envía:
de la casa de Yave; 11 los cuales lo Así habla Yave: 24 Yo voy a traer
entregaban a los obreros que traba- sobre este lugar y sobre sus habitan-
jaban para restaurar y reparar la casa; tes todos los males y maldiciones es-
a los carpinteros y canteros, para que critos en el libro que ha sido leído
comprasen piedra en las canteras y ante el rey de Judá, 25 porque me
maderas para las techumbres de los han abandonado y han ofrecido per-
edificios que habían destruido los fumes a otros dioses, irritándome con
reyes de Judá. 12 Estos hombres se todas las obras de sus manos; mi
portaron con probidad en sus traba- cólera se derramará sobre este lugar,
jos. Estaban bajo la vigilancia de y no se extinguirá. 26 Pero decid al
Jajat y Abdías, levitas, de entre los rey de Judá, que os ha mandado a
hjios de Merari, y de Zacarías y Mc- consultar a Yave: Así habla Yave,
sulam, de entre los caatitas, todos Dios de Israel, acerca de las palabras
ellos hábiles músicos, 13 que vigila- que has oído: 27 Por haberse conmo-
ban las obras y dirigían a los obreros vido tu corazón y haberte humillado
ocupados en los diversos trabajos; ante Dios al oír sus palabras contra
había además otros levitas que ha- este lugar y contra sus habitantes;
cían de secretarios, comisarios y por- porque has rasgado tus vestiduras y
teros. has llorado ante Yave, también yo
14 Cuando se sacaba el dinero lle- he oído, dice Yave, 28 y tú te reco-
vado a la casa de Yave, Helcías, sacer- gerás a tus padres y bajarás en paz
dote, encontró el libro de la ley de al sepulcro, y no verán tus ojos todas
Yave, dado por mano de Moisés. las desventuras que yo he de hacer
16 Entonces Helcías, tomando la pa- venir sobre este lugar y sobre sus
labra, dijo a Safán, secretario: «He habitantes.
encontrado el libro de la ley en la Ellos llevaron al rey esta respuesta.
29
casa de Yave»; y se lo entregó a El rey hizo reunir a todos los an-
Safán. 16 Safán llevó el libro al rey cianos de Judá y de Jerusalén; 30 y
y le dió cuenta del hallazgo, diciendo: subió luego a ki casa de Yave con
«Tus siervos han hecho cuanto les todos los hombres de Judá y los ha-
has mandado, 17 reuniendo el dinero bitantes de Jerusalén, los sacerdotes
que había en la casa de Yave, y en- y y todo el pueblo desde
los levitas,
tregándoselo a los inspectores y a el más grande al más chico, y leyó
los obreros.» 18 Y Safán, secretario, delante de lodos las palabras del libro
añadió: «El sacerdote Helcías me ha de la alianza que había sido encon-
dado este libro»; y Safán lo leyó trado en la casa de Yave. 31 Estaba
ante el rey. 19 Cuando el rey oyó las el rey sobre su estrado, y renovó
palabras del libro de la ley, rasgó sus la alianza ante Yave, obligándose a
vesliduras 20 y dió esta orden a Hel- seguir a Yave y a guardar sus man-
cías, a Ajicam, hijo de Safán, a damientos, sns preceptos y sus leyes,
Abdón, hijo de Miquca, a Safán, se- con todo el corazón y toda el alma,
cretario, y a Asaya, servidor del rey: poniendo por obra las palabras de la
11 «Id
a consultar a Yave por mí y alianza escritas en el libro. 32 Hizo
por el resto que queda en Israel y en entrar en el pacto <j todos los que
Judá, acerca de las palabras de este se hallaban en Judá y Picnjamín, y
libro que se ha encontrado; porque los moradores de Jerusalén hicieron
grande es la cólera de Yave, que se según la alianza de Yave, Dios de
ha derramado sobre nosotros, por no sus padres. 33 Josías hizo desapare-
haber guardado nuestros padres la cer todas las abominaciones de toda
palabra de Yave y no haber puesto la tierra de los hijos de Israel, y
CRÓNICAS II, 38 449
hermanos, los hijos del pueblo, y ban allí celebraron entonces la pas-
según la clasificación de las casas cua y la fiesta de los ácim s durante
paternas de los levitas. 6 Inmolad siete días. 18 Ninguna pascua seme-
la pascua, santifícaos, y preparadla jante a ésta se había celebrado en
para vuestros hermanos, conformán- Israel desde los días de Samuel, pro-
doos a las palabras de Yave, pronun- feta, y ningún rey de Israel había
ciadas por Moisés.» 7 Josías dió a celebrado una pascua semejante a
las gentes del pueblo, a cuantos allí ésta que celebraron Josías, los sacer-
se hallaban, corderos y cabritos en dotes y los levitas, todo Judá e Tsrael
número de treinta mil, todo para la que allí se hallaban, y los habitantes
pascua, y tres mil bueyes, todo de de Jerusalén. 19 Fué el año dieciocho
la hacienda del rey. 8 Sus jefes hicie- del reinado de Josías cuando se ce-
ron voluntariamente un presente al lebró esta pascua.
pueblo, a los sacerdotes y a los levi- 20 Después de esto, después de
tas. Helcías, Zacarías y Jejiel, prín- haber reparado Josías la casa de
cipes de la casa de Dios, dieron a Yave, Necao, rey de Egipto, subió
los sacerdotes para la pascua dos mil pnra combatir en Carquemis a orillas
seiscientos corderos y trescientos bue- del Eufrates. Josías le salió al paso,
yes. 9 Conaya, Semeya y Natanael, 21
y Necao le mandó emisarios que
sus hermanos, Josabía, Jeiel y Joza- le dijeran: «¿Qué hay entre tú y yo,
bad, jefes de los levitas, dieron a los rey de Judá? No es contra ti contra
levitas para la pascua cinco mil cor- quien voy yo ahora; es contra una
deros y quinientos bueyes. casa con la que estoy en guerra, y
10 Organizóse el servicio, y los Dios me ha dicho que me apresure.
sacerdotes y levitas ocuparon sus No te opongas, pues, a Dios, que está
puestos, según sus divisiones, confor- conmigo, no te destruya.» 22 Pero
me a la orden del rey. 11 Inmolaron Josías no se retiró, y se disfrazó para
la pascua; los sacerdotes derramaron entrar en el combate, sin escuchar
la sangre, que recibían de mano de las palabras de Necao, que venían
los levitas, y los levitas desollaron de la boca de Dios. Avanzo para ata-
las víctimas. 12 Pusieron aparte los carle en el valle de Megiddo. 28 Los
holocaustos, para dárselos a las varias arqueros tiraron contra el rey Josías,
casas^, paternas de las ¡gentes del y el rey dijo a sus servidores: «Reti-
29
CRÓNICAS II, 36
comenzó a reinar, y reinó tres meses Persia, para que se cumpliese la pa-
y diez en Jerusalén. Hizo el
días
mal a de Yave. 10 A la vuelta
los ojos
(i) Esta síntesis de la historia religiosa de
del año, mandó el rey Nabucodonosor
Judá pone de relieve las múltiples y universales
que le llevasen a Babilonia, con los transgresiones y apostaslas, causa de la destruc-
vasos preciosos de la casa de Yave, ción del reino y de la dolorosa cautividad de
y puso en su lugar por rey a Sedéelas, Babilonia.
CRÓNICAS II, 36
C" STOS dos libros son una continuación de los Paralipómenos, cuya termi-
nación se repite al principio del de Esdras. También formaron antes un
solo libro, dividido luego en dos, Esdras y Nehemías, en el texto hebreo, I y II de
Esdras en las versiones. Su argumento es la restauración material, religiosa
y moral de la nación, después de la vuelta del cautiverio, en virtud del decreto
de Ciro (538). Empieza por la restauración del altar y la cimentación del
templo, añadiendo una lista de los que volvieron con Zorobabel de Babilonia,
en número de 42.360 personas (1-2). La oposición de los samaritanos al ver
rechazada su oferta de colaboración impidió proseguir la obra. Los mismos
obstáculos opusieron después a la restauración de la ciudad y de sus muros
en los reinados de Jerjes I (485-65) y Artajerjes I (465-25) (4). Aprove-
chando las revueltas del principio del reinado de Darío I (522-485), a ins-
tancias de los profetas Ageo y Zacarías se acaba el templo, que es dedicado
en 515. (5-6.)
No puede caber duda sobre la invcrsióyi de estas dos secciones del primer libro.
Lo que resta de él (7-10) cuenta la venida a Jerusalén del anciano Esdras,
en compañía de seis mil nuevos repatriados y con autorización de un Arta-
jerjes. ignoramos cuál, para gobernar al pueblo. Llegado a Jerusalén el año
féptimo del rey, halla a la ciudad contaminada por los matrimonios con extran-
jeras, pero los ánimos tan bien dispuestos, que ante las lágrimas del anciano
Esdras, todos se ofrecen a despedirlas. Sigue luego, con otros documentos, la
autobiografía de Nehemías, que llega solo, con poderes de gobernador para
restaurar la ciudad en ruinas, el año veinte de un Artajerjes, que tampoco sabe-
45-4 ESDRAS, 1, 2
moa cuál sea. Lleva a cabo su obra con gran energía. Levanta y dedica lo»
muros y pone en orden la vida religiosa y moral del pueblo con ayuda de Esdras,
que figura con el título de escriba (1-16). Nehemías, acabados sus primeros
poderes, retorna al rey; pero vuelve al poco tiempo y encuentra las cosas ya en
desorden, teniendo que desplegar gran energía hasta con los sacerdotes, uno
de los cuales, que estaba casado con una hija del príncipe de los samaritanos,
huye a Samaría (13). No obstante el orden de la narración actual, parece muy
probable que la legación de Nehemías precedió a la de Esdras, y que el libro
de aquél debiera insertarse antes de los capítulos 7-10 de éste.
Estos libros están en forma de compilación de diversos documentos. Igno-
ramos el autor. No es improbable la sentencia de muchos que dicen haber sido
su autor el mismo que el de los Paralipómenos.
ESDRAS
(Vulg. I de Esdras.)
reconstruidas sus murallas, no paga- bre de Dios a los judíos que había
I5« ESDRAS, 6
27
hay en mi reino, que estén dispuestos Bendito Yave, Dios de nuestros
a partir contigo a Jerusalén. 14 Tú padres, que ha dispuesto el corazón
eres enviado del rey y de sus siete ! del rey a glorificar asi la casa de
consejeros, para inspeccionar a Judá Yave en Jerusalén, 28 y que me hizo
y Jerusalén, respecto de la ley de I
objeto de la benevolencia del rey,
Yave que está entre tus manos, i de sus consejeros, y de todos sus pode-
15 rosos jefes. Fortalecido por la mano
y para llevar allá el oro y la plata j
nados en ofrenda para la casa de ' acercaron los jefes, diciendo: «El
nuestro Dios por el rey, sus conseje- pueblo de Israel, los sacerdotes y levi-
ros y sus jefes, y por todos los de tas, no han estado apartados de las
Israel que habían sido hallados, 26 y gentes de esta tierra, e imitan sus
puse en sus manos seiscientos cin- abominaciones, las de los cananeos,
cuenta talentos de plata, utensilios geteos, fereceos, jebuseos» amonitas,
de plata por cien talentos, cien talen- moabitas, egipcios y amorreos; 2 pues
tos de oro, 27 veinte copas de oro han tomado de entre ellos mujeres
por valor de mil daricos, y dos vasos para sí y para sus hijos, y han mez-
de un hermoso bronce bruñido, tan clado su sangre santa con la de las
precioso como el oro. 28 Luego les gentes de esta tierra. Los jefes y ma-
dije: «Vosotros estáis consagrados a gistrados han sido los primeros en
Yave; estos utensilios son cosas san- cometer este pecado.»
3
tas, y esta plata y este oro son Al oír esto, rasgué mis vestiduras,
ofrenda voluntaria hecha a Yave, mi manto, y me arranqué cabellos
el Dios de vuestros padres.
29 Velad
de mi cabeza y de mi barba, y me
4 Juntáronse
y guardadlos, hasta que los peséis senté desolado. con-
ante los jefes de los sacerdotes y migo todos temerosos de las pala-
los
levitas, y ante los jefes de las fami- bras del Dios de Israel, por la preva-
lias de Israel en Jerusalén, en las ricación de los hijos de la cautividad.
cámaras de la casa de Yave.» 30 Los Yo estuve desolado hasta el sacrifi-
sacerdotes y levitas recibieron a peso cio de la tarde; 6 y luego, al tiempo
la plata, el oro y los utensilios para de la ofrenda de la tarde, me levanté
llevarlos a Jerusalén, a la casa de de mi humillación, y con mis vesti-
nuestro Dios. dos y mi manto rasgados, postréme de
31 Partimos del río de Ahava, para rodillas, y tendiendo a Yave mis
dirigirnos a Jerusalén, el día doce manos, 6 dije: e]Dios míol Estoy con-
-162 ESDRAS, 10
de Eliasib edificaron los hombres de cerca del jardín del rey, hasta la esca-
Jericó, y a continuación de éstos linata que baja a la ciudad de David.
16 Después de
edificó Zacur, hijo de Imri (1). él, Nehemlas, hijo
3 Los hijos de Sena edificaron de Azbus, jefe de la mitad del dis-
la
puerta del pescado y la cubrieron, trito de Bet Sur, trabajó en las repa-
pusieron las puertas, los cerrojos y raciones hasta enfrente de los se-
los goznes. 4 Al lado de ellos trabajó pulcros de David, y hasta delante
en las reparaciones Meremot, hijo de la piscina, que había sido artís-
de Urías, hijo de Acus, y al lado de ticamente construida, y hasta el
éstos reconstruyó Mesulam, hijo de cuartel. 17 Después de él trabajaron
Berequías, hijo de Mesezabeel; y al los levitas, Rehú, hijo de Baní, y
lado de éstos restauró Sadoc, hijo a su lado trabajaba Josabía, jefe de
de Baana. 5 Inmediatos a ellos res- la mitad del distrito de Queila.
tauraron los teeoítas, aunque sus 18 Después de
él sus hermanos, Da-
nobles no doblaron su cerviz al ser- vai, hijo de Enadad, jefe de la otra
vicio de su Señor. mitad del distrito de Queila; 19 y
6
.La puerta vieja la restauraron al lado de éste, Ezer, hijo de Josué,
Joyada, hijo de Pasea, y Mesulam, jefe de Mezta, reparó otra porción
hijo de Besodías; la ensamblaron y de la muralla frente al arsenal, hacia
pusieron a las puertas sus cerrojos el ángulo. 20 Después de él, Baruc,
y sus goznes. 7 Junto a éstos reedi- hijo de Zabai, reparó otra porción,
ficaron Melatías, gabaonita, y Jadón, desde el ángulo hasta la entrada de
meronotita; y los hombres de Ga- la casa de Eliasib, sumo sacerdote.
21
baón y Mispa trabajaron a expensas Después de él reparó Meremot,
del gobernador de este lado del río. hijo de Uría, hijo de Hacos, otra sec-
8
. Junto a ellos trabajó TJziel, hijo ción, desde la entrada de la casa de
de Jorayas, de los fundidores, y a Eliasib hasta el extremo de ella.
22
su lado Ananías, de los perfumistas; Después de él trabajaron en la
continuaron Jerusalén hasta la mu- reparación los sacerdotes de la olla
ralla de la plaza. 9 A continuación de del Jordán, 23 y después de ellos
éstos trabajó Refaías, hijo de Hur, Benjamín y Asub, enfrente de sus
gobernador de la mitad del distrito casas. Después de estos Azarías, hijo
de Jerusalén. 10 A continuación tra- de Maasia, hijo de Ananía, reparó
bajó enfrente de su casa Jedaya, hijo lo cercano a su casa. 24 Después de
de Jaromat, y a su lado Jatús, hijo él Binní, hijo de Henadad, reparó
de Jesabnfa. 11 Otra porción de la otra sección, desde la casa de Aza-
muralla y la torre del horno fué repa- da hasta el ángulo. 25 Paal, hijo de
rada por Malquiya, hijo de Jarim, Uzai, construyó lo de delante del
y Jasub, hijo de Pajat Moab. 12 A ángulo y la torre que hay en el sa-
continuación de ellos trabajó con liente, sobre lo alto del palacio real
sus hijos Salum, hijo de Jaloes, jefe en el patio de la prisión. Después
de la otra mitad del distrito de Jeru- de él trabajó Pedaya, hijo de Paros.
26
salén. 13 Janum y los habitantes de Los netineos que habitan el
Zanoaj repararon la puerta del valle, Ofel trabajaron hasta enfrente de
la edificaron, pusieron las puertas, la puerta de las aguas, a oriente, y
los cerrojos y los goznes. Hicieron la torre en saliente. 27 Después de
además mil codos de muralla, hasta ellos los tecoitas repararon otra por-
la puerta de la escombrera. ción, frente a la gran torre en saliente,
14 Malquiva, hijo
de Recab, jofe del hasta el muro del Ofel. 28 A partir
distrito d™ Bet Maquerem, reedificó la de la puerta de los caballos, los
puerta de la escombrera, poniendo sus sacerdotes trabajaron en la repara-
puertas, sus cerrojos y sus goznes. ción, cada uno frente a su casa.
15 Salum, hijo de Col José, jefe 29
Después de ellos trabajó Sadoc,
del distrito de Mispa, reconstruyó hijo de Immer, delante de su casa;
la puerta de la fuente, la levantó, Secanía, guarda de la puerta de
la cubrió, puso las puertas con sus oriente. 30 Después de él reparó Ja-
cerrojos y sus goznes. Construyó ade- nanias, hijo de Selemías, otra sección,
más el muro de la piscina de Siloé, y después de éste Mesulam, hijo de
Baraquías, reparó delante de su vi-
(i) Los muros de la ciudad son restaurados vienda. 31 Después reparó Malquia,
por el pueblo todo en prestación, que diriamos de entre los orífices, hasta la casa
hoy, personal. de los netineos y de los comerciantes
468 NEHEMÍ AS, 4. 5
añadí: «Lo que hacéis no está bien. de poner las puertas, cuando San-
¿No marcharéis en el temor de Dios, balat, Tobías, Ouesem, el árabe, y
para no ser el oprobio de las gentes los otros enemigos nuestros, supie-
enemigas nuestras? 10 También yo, ron que había reconstruido la mu-
mis hermanos y mis servidores, les ralla sin ya quedara brecha.
que
hemos prestado dinero y trigo. Va- 2 Entonces Sanhalat
y Guesem man-
mos a perdonarles lo que nos deben. daron a decirme: «Ven, y entrevis-
11
Devolvedles luego sus campos, témonos en los pueblos del valle de
sus viñas, sus olivares y sus casas, Ono.» Ellos tenían pensado hacerme
y restituidles el uno por ciento del mal. 3 Yo les mandé emisarios, di-
dinero, del trigo, del vino y del aceite, ciendo: «Estoy ocupado en una gran-
que habéis exigido como interés.» de obra, y no puedo ir, porque ten-
12
Ellos dijeron: «Se los devolveremos dría que interrumpirla para verme
y no les exigiremos nada. Haremos con vosotros. » 4 Por cuatro veces me
eoino tú dices.» Llamé entonces a pidieron lo mismo, y siempre les di
los sacerdotes, y delante de ellos Ies la misma respuesta. •
rey. Ven, pues, y hablemos.» * En- i los cantores y los levitas. 2 Di mis
tonces yo le mandaré a decir: «No hay ]
órdenes a Jananí, mi hermano, y a
nada de lo que dices, eres tú que lo Jananias, jefe de la ciudadela de
inventas.» 9 Pues todos querían asus- Jerusalén, hombre superior a muchos
tarnos, creyendo que así dejaríamos por su fidelidad y por su temor de
los trabajos; por eso yo me di a la Dios, 3 y les dije: «Las puertas de
obra con más ardor todavía. 10 Fui Jerusalén no han de abrirse hasta
luego en secreto a casa de Semayas, que caliente el cerrarán,
sol, y se
hijo de Delayas, hijo de Metabeel, echando los presencia
cerrojos en
que andaba encerrado, y éste me vuestra, y los habitantes de Jerusa-
dijo: «Vamos juntos a la casa de lén harán la guardia cada uno en su
Dios, al medio del templo; y cerra- puesto delante de su casa.» * La
remos las puertas del templo, porque ciudad era espaciosa y grande, pero
van a venir a matarte; esta noche estaba poco poblada, y había muchas
vendrán a matarte.» 11 Yo le respon- casas sin reedificar.
dí: «¿Huir un hombre como yo? 5
.Mi Dios me puso en el corazón
¿Un hombre como yo, entrar en el reunir a los grandes, a los magistra-
templo para salvar la vida? No en- dos y al pueblo, para hacer el censo.
traré.» 12 Entonces conocí que no Hallé un registro genealógico de los
era Dios quien le enviaba,, sino que primeros que habían vuelto, y vi
me aconsejaba esto porque Sambalat escrito en él lo siguiente: 4 «Éstos
y Tobías le habían ganado con di- son los hijos de la provincia que su-
nero, 13 y creían que así yo me ate- bieron del destierro, los que había
morizaría y seguiría su consejo, come- llevado cautivos Nabucodonosor, rey
tiendo un pecado, que podrían apro- de Babilonia, y volvieron a Jerusa-
vechar para infamarme y cubrirme lén y a Judá cada uno a su ciudad.
7
de oprobio. Partieron con Zorobabel, Josué,
14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías Nehemías, Azarfas, Raamías, Naja-
y de Sambalat y de sus obras. Acuér- maní, Mardoqueo, Bilsan, Misperet,
date también de Noadía la profetisa, Bigbai, Nahum y Banana.
y de los otros profetas que procu- Número de los hombres del pueblo
raban atemorizarme. de Israel:
15 8
La muralla quedó terminada el Hijos de Paros, dos mil ciento
día veinticinco del mes de Elul, en setenta y dos.
9
cincuenta y dos ydías; 14 cuando to- Hijos de Sef atlas, trescientos se-
dos nuestros enemigos lo supieron, tenta y dos.
10
todas las gentes que habitaban en Hijos de Ara, seiscientos cincuen-
torno nuestro entraron en temor, y ta y dos.
11
experimentaron una gran humilla- Hijos de Pat Moab, de los hijos
ción, teniendo que reconocer que la de Josué y de Joab, dos mil ocho-
obra se había llevado a cabo por la cientos dieciocho.
12
voluntad de Dios. Hijos de Elam, mil doscientos
17
Había también entonces grandes cincuenta y cuatro.
13
de Judá, que frecuentemente dirigían Hijos de Zatu, ochocientos cua-
cartas a Tobías y las recibían de éste, renta y cinco.
18 14 Hijos
pues muchos de Judá se habían de Zacai, setecientos sesenta.
16
conjurado con él, por ser yerno de Hijos de Binni, seiscientos cua-
Secanía, hijo de Arai, y haber tomado renta y ocho.
14
su hijo Jojanán por mujer la hija Hijos de Berai, seiscientos vein-
de Mesulam, hijo de Baraquías. tiocho.
19 17
Hablaban bien de él en mi pre- Hijos de Asgad, dos mil seiscien-
sencia, y le iban a contar lo que yo tos veintidós.
18
decía, y Tobías escribía sus cartas con Hijos de Adonicam, seiscientos
el fin de atemorizarme. sesenta y siete.
19
Hijos de Bigbai, dos mil sesenta
Censo «le los israelita* que vol- y siete.
20 Hijos
vieron u la tierra «le Judú con de Adin, seiscientos cin-
Zoroltubrl. cuenta y cinco.
21
Hijos de Ater de Ezequias, no-
1
*j Cuando estuvo terminada la venta y ocho.
' muralla y hube puesto las puer- 22
Hijos de Yasum, trescientos vein-
tas, hice la revisión de los porteros, tiocho
NEHEMÍAS, 7
23
Hijos de Besai, trescientos vein- Sisera, hijos de Temaj, 58 hijos de
ticuatro. Nesiaj, hijos de Jatifa.
24 67 Hijos de los siervos de Salomón:
Hijos de Jarif, ciento doce.
26Hijos de Gabaón, noventa y cinco. hijos de Sotai, hijos de Joferet, hijos
28 Varones de Betlehcm y de Ne- de Perida, 68 hijos de Jaala, hijos de
tofa, ciento ochenta y ocho. Darcón, hijos de Guidel, 69 hijos de
27 Varones de Anatot, ciento vein- Sefatías, hijos de Jatil, hijos de Pe-
tiocho. gueret Asebasim, hijos de Ammón.
28 80 Todos los netineos e hijos de
Varones de Betazmavet, cua-
renta y dos. los siervos de Salomón, trescientos
29
Varones de Cariatiarim, Quejira noventa y dos.
61
y Beerot, setecientos cuarenta y Estos son los que subieron de
tres. Telmelaj, Teljarsa, Querub Addón e
30 Varones de Rama y Gabba, seis- lmmer, y no pudieron probar la
cientos veintiuno. casa de sus padres ni su linaje, y si
31
Varones de Micmas, ciento vein- eran de Israel: 82 hijos de Delaia,
tidós. hijos de Tobías, hijos de Necoda,
32 Varones de Betel y de Jai, seiscientos cuarenta y dos. 83 de Y
ciento veintitrés. los sacerdotes, hijos de Abaías, hijos
33
Varones de la otra Nebo, cin- de Cos, hijos de Barzilai, que tomó
cuenta y dos. mujer de las hijas de Barzilai, gala-
34 Hijos de la otra Elam, mil dos- dila, y se llamó con el nombre de
84 Estos buscaron su registro
cientos cincuenta y cuatro. ellas.
35 Hijos de Jarim, trescientos en las genealogías, y no se halló, y
veinte. fueron privados del sacerdocio, 65 y
36
Hijos de Jericó, trescientos cua- les mandó el Tirsata que no comiesen
renta y cinco. de las cosas santas, hasta que hubie-
37
Hijos de Lod, de Jadid y Ono, se sacerdote con urim y tummim (1).
86 La congregación toda era de
setecientos veintiuno.
38 Hijos de Scnaa, tres mil nove- cuarenta y dos mil trescientos se-
cientos treinta. senta, 67 sin contar sus siervos y
39
Sacerdotes: Hijos de Idayas, de siervas, que eran siete mil trescientos
la casa de Josué, novecientos setenta treinta y siete, habiendo entre ellos
y tres. doscientos cuarenta y cinco cantores
40 Hijos de Immer, mil cincuenta y cantoras.
68
y dos. Sus
caballos eran setecientos
41
Hijos de Pasjur, mil doscientos treinta sus mulos doscientos
y seis;
cuarenta y siete. cuarenta y cinco; 89 sus camellos
42 cuatrocientos treinta y cinco, y sus
Hijos de Jarim, mil diecisiete.
43 Levitas: Hijos asnos seis mil setecientos veinte:
de. Jesúa, de Cad-
70 Algunos de los
miel, de los hijos de Odebías, setenta príncipes de las fa-
y cuatro. milias dieron para las obras. El Tir-
44Cantores: Hijos de Asaf, ciento sata dió para el tesoro mil dáricos de
cuarenta y ocho. oro, cincuenta tazones y quinientas
45 treinta vestiduras sacerdotales; 71 y
Porteros: Hijos de Salum, hijos
de Ater, hijos de Taiman, hijos de de los príncipes de las familias dieron
Acub, hijos de Jatita, hijos de Sobai, para el tesoro de la obra veinte mil
ciento treinta y ocho. dáricos de oro y dos mil doscientas
48 Netineos: hijos minas de plata; 72 y lo que dió el resto
de Sija, hijos de
Jasufa, hijos de Tabaot, 47 hijos de del pueblo fueron veinte mil dáricos
Queros, hijos de Sia, hijos de Jadón, de oro, dos mil minas de plata y se-
48 hijos de Lebana, hijos de Jegaba,
senta y siete vestiduras sacerdotales.
hijos de Salmei, 49 hijos de Janón, 73
Habitaron los sacerdotes, los levi-
hijos de Guedel, hijos de Gaján, tas, los porteros, los cantores, los
80 hijos de Rehaya, hijos de Rasín, netineos y todo Israel, en sus ciuda-
hijos de Necoda/ 61 hijos de Gasam, des. Llegado el séptimo mes, ya es-
hijos de Uza, hijos de Fasea, 62 hijos
de Besai, 'hijos de Mehunim, hijos de
(i) Estos sacerdotes, temporalmente excluí-
Neíisesim, 63 hijos de Bacbuc, hijos
dos del ministerio, han de esperar a que un
de Jacufa, hijos de Jarjur, 64 hijos sacerdote ungido pueda consultar a Yave por
de Baslit, hijos de Mejidas, hijos de medio de los urim y tummim. £1 juicio defini-
Jarsa, 66 hijos de Barcos, hijos de tivo ha de ser de Yave.
472 NEHEMÍAS, 8, 9
¡Sema, Anaía, Urías, Helcías, y ¡Vía- en sus terrados, otros en sus patios
!
2 Ya la estirpe de
réis», pues todo el pueblo lloraba, cubiertos de polvo.
oyendo las palabras de la ley. 10 Y Israel se había apartado de todos
i
luego les dijo: «Id, y comed manja- los extranjeros, y puestos en pie,
res grasos, y bebed licores dulces, confesaron sus pecados y las iniqui-
I
los levitas se habían edificado aldeas nes legales para los sacerdotes y
en los alrededores de Jerusalén. 30 Pu- levitas; porque estaba muy gozoso
rificáronse los sacerdotes y levitas y Judá de que los sacerdotes y los
purificaron al pueblo , las puertas y levitas estuvieran en sus puestos,
45 observando cuanto concierne al
el muro.
Hice luego subir al muro a los
31 servicio de Dios y a las purificacio-
príncipes de Judá y los dividí en dos nes, y de que los cantores y porteros
grandes coros que fueron en pro- cumpliesen sus funciones según la
cesión; uno por la mano derecha ordenación de David y de Salomón,
sobre el muro hacia la puerta de la su hijo; 46 pues desde el tiempo de
32 David-y de Asaf, ya de antiguo bahía
escombrera; tras éste iban Osaías
y la mitad de de Judá,
los príncipes jefes de cantores y se cantaban cantos
33
Azarías Esdras. lVJesulam 34 Judá,
, de alabanza y de acción de gracias
Benjamín, Semayas y Jeremías; 35 y en honor de Dios. 47 Todo Israel,
de los hijos de los sacerdotes, con las en los días de Zorobabel y en los días
trompetas, Zacarías, hijo de Jonatán, de Nehemías, daba las porciones de
hijo de Semeyas, hijo de Matanías, los cantores y de los porteros, cada
hijo de Mica, hijo de Zacur, hijo de cosa en su día. Dábanse a los levitas
Asaf, 36 y sus hermanos, Semaya, las cosas consagradas, y los levitas
Azarael, Milalai, Maaí, Natanael, daban a los sacerdotes las cosas con-
Judá, Jonaní, con los instrumentos sagradas.
músicos de David, hombre de Dios,
y Esdras, escriba, delante de ellos;
37
a la puerta de la fuente subieron
Varios abusos corregidos por
de frente las escaleras de la ciudad
de David, por la subida al palacio
Nckcmius.
de David y hasta la puerta de las
aguas, al oriente. 38 El segundo coro 1 Q 1
Leíase un día en el libro de
iba por la izquierda, y yo en pos de **' Moisés al pueblo, y salió el
él con la mitad de los príncipes del lugar en que se mandaba que los
pueblo, sobre el muro, por encima amonitas y los moabitas no entra-
de la torre del horno, hasta la muralla rían jamás en la congregación de
de la plaza, 39 y luego por la puerta Dios, 2 por no haber salido a recibir
de Efraím, la puerta del pescado y a los hijos de Israel con el pan y el
la torre de Jananael, hasta la puerta agua, antes haber incitado contra
de las ovejas, haciendo estación a ellos a Balán para que los maldi-
la puerta de la vela. jera, aunque nuestro Dios volvió la
40 Pararon ambos coros en la casa maldición en bendición. 3 Como oye-
de Dios, y yo con la mitad de los ron esta ley, luego fué apartado de
magistrados, 41 y los sacerdotes Elia- Israel todo extranjero.
cim, Maaseyas, Minyamim, Mica, 4
Antes de esto, Eliasib, siendo
Elioenai, Zacarías y Ananías, con superintendente de las cámaras de
42
trompetas; y Maaseyas, Semeyas, la casa de nuestro Dios, y habiendo
Eleazar, Usi, Jojnán, Malquías, Elam emparentado con Tobías, 5 había
y Ezer. Los cantores cantaban alto, cedido a éste una gran cámara, en
dirigidos por Jisrajías. 43 Sacrificá- la cual se guardaban antes las ofren-
ronse aquel día muchas víctimas, das, los perfumes, los vasos y el
y se hicieron grandes regocijos, por- diezmo del trigo-, del vino y del aceite,
que había dado Dios al pueblo un mandado dar a los. levitas, a los
gran motivo de alegría. Regocijá- cantores y a los porteros, y la ofrenda
ronse también las mujeres y los mu- de los sacerdotes. 6 Mas entonces no
chachos, oyéndose üe lejos el albo- estaba yo en Jerusalén; pues fué
rozo de Jerusalén. el ajio treinta y dos de Artajerjes
cuando me llegué al rey, siendo a los
dos días enviado por el rey. 7 Al
Restablecimiento de los diezmos. llegar a Jerusalén supe el mal que
había hecho Eliasib, en favor de
44 Por
entonces fueron puestos comi- Tobías, haciendo para él cámara en
sarios de las cámaras de los tesoros, los atrios de la casa dé Dios; 8 y me
de las ofrendas, .de las primicias y dolió en gran manera; y echando
de los diezmos, para recibir de los fuera de la cámara todo cuanto per-
campos y de las ciudades las porcio- tenecía a Tobías, 9 mandé que puri-
NEHEMÍAS, 13
Judá en Jerusalén, el día del sábado. de Eliasib, sumo sacerdote, era yerno
17
Reprendí a los magistrados de de Sanbalat, joronita, y por eso le
Judá y les dije: «¿Qué es esto tan arrojé lejos de mí. 29 Acuérdate de
malo que hacéis, profanando así el ellos, Dios mío, de los que conta-
día del sábado? 18 ¿No es eso lo que minan el sacerdocio y el pacto del
hicieron vuestros padres, y por eso sacerdocio y de los levitas. 30 Por
trajo nuestro Dios sobre nosotros y eso los limpié de todo lo extranjero,
sobre esta ciudad tantos males? ¿Y y puse a sacerdotes y levitas por
vosotros acumuláis ira contra Israel, clases, cada uno a su obra, 31 y para
profanando el sábado?» 19 Mandé, la ofrenda de la leña en los tiempos
pues, que al oscurecer antes del sá- señalados, y para las primicias.
bado, cerrasen las puertas de Jeru- lAcuérdate de mí, Dios mío, para
salén, y que no las abriesen hasta bien!
después del sábado. Puse a las puertas
algunos de mis servidores, para que
Grande era el celo de Nehemlas contra
en día de sábado no dejasen entrar los(i)
transRresores de la Ley. sobre todo contra
carga alguna; 20 y así se quedaron los que tomaron mujeres extranjeras, hasta el
una y dos veces fuera de Jerusalén punto de arrancarles pelos de la cabeza y de
los mercaderes, que vendían toda la barba.
TOBIAS
INTRODUCCION AL LIBRO DE TOBIAS
T 0medio
BIAS,
de
o Tobit, es un piadoso israelita del norte de la Palestina, que en
li -prevaricación general se mantuvo fiel a la ley de Dios, y lle-
vado luego cautivo a Asina, perseveró en la misma fidelidad al Señor, mani-
festada por el ejercicio de las obras de misericordia. Para que más se destacara
su piedad, le probó el Señor con diversos trabajos, entre ellos la pobreza y la
pérdida de la vista. De ndas estas pruebas sal ó su- virtud más acrisolada, y
el Señor le premió, colmándole de bendiciones. Se ve claro el propósito de pre-
sentarnos a Tobías como modelo de piedad israelita.
No hay uniformidad de criterio, aun entre los exégetas católicos, respecto del
género literario en que fué compuesto este hermoso librito, que contiene en forma
narrativa preciosas lecciones de piedad, de paciencia y de obras de misericodia.
Su doctrina tiene g-an semejanza con la cxp-csada en forma poética en el libro
de Job, en cuanto a la prueba a que el uno y el otro son sometidos por Dios, De
la determinación del género literario empleado por el autor dep nde principal-
mente la solución de ciertas dificultadee que el libro ofrece. V. la reciente Encí-
clica de S. S. Pió XII.
Ignorarnos quién haya sido el autor de este libro, que se debe suponer es-
crito en la época posterior del judaismo. Se discute también en qué lengua, si
en hebreo o arameo, pues el original no se conserva. Las versiones difieren
bastante unas de otras. El texto de la Vulgata es debido a San Jerónimo. El \
santo Doctor, que en cuanto al canon de las Escrituras daba mucha autoridad
a la tradición judía, en su Prólogo (laicato no incluye entre los canónicos a Tobías
lo mismo que a Judil. Por eso no los tradujo de su propia iniciativa; mas cedien-
do a los ruegos de sus amigos Cromacio y Helindoro, preparó su versión del
TOBÍAS. 1
'exto caldeo. Y como esta lengua, que él toma por la original del libro, es pare-
cida a la hebrea, se procuró im judío perito en ambas lenguas, y en el espacio
de un día, lo que el judío le iba traduciendo del caldeo al hebreo, él lo dictaba
a un escribiente, traducido del hebreo al latín. Entre las muchas versiones que
del libro tenemos, griegas, latinas y aun hebreas, etc., la de San Jerónimo hace
grupo aparte. Es una abreviación del texto más amplio que nos ofrecen las otras
versiones, sin excluir la antigua latina.
Nuestra versión está hecha sobre la versión griega, representada por el có-
dice Vaticano, el mismo que publicó Sixto V en su edición de los (Cfr., LXX.
Intr., Oral.)
TOBIAS
1
Historia de Tobit hijo de Tobiel, primicias y los diezmos de las cose-
\
de Maniel, hijo de Adacl,
hijo chas y las primicias del esquileo, y
hijo de Oabael, de la familia de Asid, los entregaba a los sacerdotes, hijos
de la tribu de Neftalí, 2 que fué lle- de Arón, en el altar. 7 El diezmo de
vado cautivo cu tiempo de Salma- todas las cosas se lo entregaba yo
nasar, rey de los asirios, y era natu- a los hijos de Lcví que viven en
ral de Tisbe, que esta a la derecha Jcrusalén, el segundo diezmo lo
de Cades de Neltalí, ea Galilea, por vendía y lo gastaba en Jcrusalén
encima de Haser. cada año; 8 y el tercero lo daba a
quienes correspondía, según que me
I'icilad «le Tobit MI SU patria. había recomendado la madre de mi
padre, Débora, pues yo era huérfa-
1
Yo, Tobit (1), caminí? por las sendas no de padre.
de la verdad y de la justicia todos • Hombre ya, tomé por mujer a
los días de mi vida, haciendo muc has Ana, del linaje de nuestro padre, y
limosnas a mis hermanos, los de íni de ella tuve a Tobías.
nación, que conmigo habinn sido lle-
vados a tierra de asirios, a Nínive.
K11 »! cautiverio,
4
Siendo yo joven, vivía en mi pa-
tria, en la tierra de Israel. Toda la
tribu de Neftalí, mi padre, se habla 10 Cuando fuimos llevados
caut -
apartado del templo de Jcrusalén, vos a Nínive (I), todos mis hermanos,
de la ciudad elegida entre todas las los de mi linaje, comían de lus man-
tribus de Israel para ofrecer sacrifi- jares de los gentiles; 11 pero yo me abs-
cios, y ser morada del Altísimo santifi- tenía de comerlos, la porque con toda
cada por todas las generaciones (2). mi alma me acordaba de D'ns. 13 D ó- !
5 Todas
las tribus, que a una hablan mc el Altísimo favor y gracia ante
apostatado, sacrificaban a Baal, al Salmanasar, que me hizo su provee-
becerro, y asimismo la casa de Nef- dor, 14 y viajando por la Media,
talí, mi padre. ' Yo iba, las mas veces presté a Gabael, hermano de Cabria,
solo, a jcrusalén, durante las fiestas, en Rages de Media, diez talentos de
según esta mandado a todo Israel plata.
por precepto eterno, y llevaba las 15 Muerto Salamanasar,
le sucedió
Scnaqucrib, su hijo. Los caminos se
hicieron inseguros, y ya no pude
El texto griego que traducimos comienza
(1)
volver a la Media.
la poniendo el relato en boca del mismo
historia 16 En los días de Salmanasar hacía
Tobías.
(2) La división política del reino de David vo muchas limosnas a mis hermanos,
*' dando pan a los hambrientos
llevó consigo la escisión religiosa. Jeroboam ri- y vis-
gió contra el Santuario nacional de Jerusalén tiendo a los desnudos: y *i vela muerto
otros dos, los de Betel y Dan, en que colocó
a alguno de mi linaje, arrojado junto
los becerros como imágenes de
Dios. Los
israelitas que permanecieron a la Ley
fieles
acudían, contra las órdenes del rey, a Jerusalén, (1) El año 73i fué tomada Samaría y la
para cumplir sus obligaciones y devociones re- mayor parte de la población del reino llevada
ligiosas. a Nínive en cautiverio.
TOBÍAS, 2, 3
a los muros de Nínive, le daba se- fui a cavar una hoya en que sepul-
pultura. 18 Si el rey Senaquerib ma- tar el cadáver.
8 Los vecinos se reían de mí, di-
taba a alguno, luego que volvió huido
de Judea, yo en secreto lo enterraba. ciendo: «Aún no ha escarmentado; ya
En su turor mató a muchos, cuyos tuvo que huir, y ahora vuelve a en-
cadáveres buscaba luego él, y no los terrar a los muertos.»
hallaba (1).
19
Pero un ninivita hizo saber al
rey que era yo el que los enterraba, La pruchn.
y entonces tuve que ocultarme; y
sabiendo que me buscaba para darme 9
Aquella misma noche, cuando aca-
muerte, temeroso, huí. 20 Fueron sa- bé. de darle sepultura, aun antes de
queados todos mis bienes, no deján- purificarme, me dormí en el atrio
dome nada, sino a Ana, mi mujer, junto al muro, quedando con el ros-
y a Tobías, mi hijo. tro descubierto. 10 No sabía yo que
21
Pasados cincuenta días, le mata- había pájaros en el muro; y teniendo
ron, dos de sus hijos, que huyeron a los ojos abiertos, los pájaros dejaron
los "montes de Ararat, y le sucedió caer en mis ojos su estiércol caliente,
Asaradón, su hijo, el cual puso a que me produjo en ellos unas man-
Mitcar, el hijo de mi hermano Anael, chas blancas, que los médicos no
al frente de toda la contabilidad ad- fueron capaces de curar. Por este
ministrativa del reino. tiempo, Akikar proveía a mi sustento,
22
Mitcar me alcanzó el perdón y hasta que partió para Elimaida. 11 En-
pude volver a Nínive. Era Mitcar, tonces Ana, mi mujer, se ocupaba de
mi sobrino, copero, guardasellos, ad- su casa en trabajos femeniles 12 y lle-
ministrador y contador, y Asaradón vaba su labor a los amos. Estos, al
le habla hecho su primer ministro. pagarle una vez su salario, le regala-
ron un cabrito. 13 Cuando volvió a
•) 1
Al volver a mi casa, me fueron casa, comenzó el cabrito a balar. Y yo
— devueltos Ana, mi mujer, y To- le dije: «¿De dónde viene ese cabrito?
bías, mi hijo. Era por la fiesta de ¿No será robado? Devuélvelo a los
Pentecostés, la fiesta santa de las amos, que no es lícito comer cosa
siete semanas; y habiéndome sido robada." 14 Ella me contestó: «Es un
preparado un banquete, me recosté regalo que han añadido a mi salario»
para comer. 2 Al ver tantos manja- Pero yo no la creia, y la instaba a
res (2), dije a mi hijo: Vete, y trae al que lo devolviese a los amos, eno-
primer necesitado que encuentres de jado contra ella. Mas me replicó:
nuestros hermanos, que me recuerde «¿Dónde están tus limosnas y tus
al Señor; yo espero por ti. 3 Cuando buenas obras? Ya lo ves ahora» (1).
volvió, dijo: Padre, uno de nuestro
linaje yace en la plaza, estrangulado. *í 1
Yo me entristecí y lloré, y con
4
En seguida, sin probar bocado, me dolor me puse a orar, diciendo:
lancé a la calle, le tomé y le metí 3
«Justo eres, Señor, y justas todas
en una habitación, hasta que se puso tus obras;
el sol. 5 Vuelto a casa, me lavé y todos tus caminos son misericordia
comí con tristeza, 6
porque me vino y verdad;
a la memoria profecía de Amos:
la juzgas siempre según verdad y jus-
«Vuestras fiestas se convertirán en ticia.
3
duelo, y vuestras alegrías en lamen- Muéstrate a mí y para en mí tus
taciones.» ojos.
7
Lloré, y en poniéndose el sol, No me castigues por mis pecados,
ni por mis ignorancias, ni por las
(1) En la época de Ezequías, hacia el año 700, que mis padres
Senaquerib vió su ejército destruido por la cometieron contra ti.
4
peste en Judea y hubo de re.'irarse, humillado Porque ellos desoyeron tus pre-
por la mano de Dios. ceptos,
(2) No se sabe cómo adquiriera Tobías en tú nos has entregado en botín
su cautiverio la posición desahogada que el al cautiverio y a la muerte,
relato supone, pero el autor insiste en mos-
trarnos el empleo que de sus bienes hacia ente-
ramente conforme al Deuíeronomio, en que (1) La mujer de Tobías tiene algún parecido
tanto se inculca el amor al prójimo y el socorro con la de Job; ambas contribuyen a intensificar
de los necesitados. la prueba a que Dios somete a sus maridos
TOBÍAS, 4
7
Aquel mismo día aconteció en
Ecbatana de Media, que Sara, hija Consejos del padre al hijo.
de Ragücl, fue insultada por las es-
clavas de su padre, 8 porque habien- En aquel día se acordó Tobit
1
1
mía. Bendito sea Dios, que te ha buena obra, antes contigo estaba yo.
14 Por eso me envió Dios a curarte
traído entre nosotros, y benditos sean
16 Yo soy
tus padres.» Fué todo esto motivo de a ti, y a Sara, tu nuera.
alegría para sus hermanos en Ninive. Rafael, uno de los siete santos ánge-
18 Llagaron Akikar
y Nasbes, su her- les, que presentamos las oraciones de
mano, 19 y durante siete días se cele- los justos y tienen entrada ante la
braron con regocijo las bodas de majestad del Santo.»
16 Los dos se quedaron turbados,
Tobías.
y cayeron 17sobre su rostro, llenos de
temor (1). El les dijo: «No temáis; la
La revelación del ángel. paz sea con vosotros. Bendecid a
Dios siempre; pues no he venido por
I
cy
1
Llamó Tobit a Tobías y le mi voluntad, sino por la de Dios,
I — dijo: «Mira, hijo mío, el salario por lo que a él debéis bendecir siem-
que has de dar a ese hombre que ha pre. 18 Todos los días me hacía ver
ido contigo, y lo que conviene aña- de vosotros; no comía ni bebía, lo
dirle.» 2 «Padre, contestó él, no me pa- que vosotros veíais era una aparien-
19
rece mucho darle la mitad de lo que cia. Ahora alabad a Dios, que yo
he traído; 3 pues me ha vuelto sano, me subo al que me envió y poned por
curó a mi mujer, cobró el dinero, y escrito todo lo sucedido.»
a ti también te ha curado.» 4 Respon- 20 Se levantaron, pero no le vol-
que los pecadores son enemigos de su ensalzadle ante todos los vivientes,
propia dicha. 11 Nada os quiero ocul- que El es nuestro Señor y nuestro
tar. Ya os lo he dicho: Bueno es guar- Dios,
dar los secretos del rey, pero es glo- El nuestro Padre por los siglos de
rioso revelar las obras de Dios. los siglos.
12 6
Cuando orabais tú y tu nuera, Nos azota por nuestras iniqui-
Sara, yo presentaba ante el Santo dades,
vuestras oraciones. Cuando enterra- y luego se compadece, y nos reunirá
bas a los muertos, también yo te de las naciones en que nos ha dis-
13
asistía. Cuando sin pereza te levan- persado.
tabas, y dejabas de comer para ir a
sepultarlos, no se me ocultaba esa . (1) Según el sentir tradicional, nadie puede
ver a Dios sin morir y esto se extendía tamb án
(1) Es grande la generosidad de Tobías a la vista de los ángeles. Por eso padre e hijo
El compañero de su hijo se lo merece todo; se turban y temen, y el Angel los tranquiliza.
que lleve, pues, siquiera la mitad de lo que (2) En este cántico resaltan las esperanzas
por él adquirieron. de todo buen israelita. El Señor en su justicia
(2) Hermosa perspectiva para los justos, castiga los pecados de su pueblo, pero en su
cuyas oraciones y buenas obras son presentadas misericordia tendrá piedad de él, le volverá a
por los ángeles a Dios, que generosamente los la patria y hará resurgir a Jerusalén. centro del
remunera. reino mesiánico
|9(J TOBÍAS, 14
e
Si os convertís a El de todo co- porque Jerusalén con zafiros y es-
razón y con toda vuestra alma, meraldas será reedificada,
para practicar la verdad en su pre- con piedras preciosas sus muros,
sencia, y con oro puro sus torres y sus al-
entonces se volverá a vosotros, menas.
18 Y las plazas
y no os ocultará su rostro. de Jerusalén serán
7
Contemplad ahoraque ha hecho
lo pavimentadas
con nosotros, de berilo y rubí y piedra de Ofir,
dadle gracias a boca llena, y todas sus calles dirán: jAleluya,
bendecid al Señor de la justicia, bendito sea Dios, que te ensalzó,
y ensalzad al Rey de los siglos. por todos los siglos!»
8 Yo le confesaré en la tierra de
mi cautiverio
y prpgonaré su poder y su majes- Conclusión de la historia.
tad al pueblo pecador.
Convertios, pecadores, y practicad 1 A Terminó Tobit su canto de
1
hizo Nadán a Akikar, que le había mujer y todos sus hijos a Ecbataua,
criado; cómo le llevó de la luz a las a casa de Ragüel, su suegro. 13 Tuvo
tinieblas,y cuan mal le pagó. Pero Dios Tobías una buena ancianidad y se-
salvó a Akikar, y aquél recibió su pultó a sus suegros honrosamente,
merecido bajando a las tinieblas. heredando su hacienda y la de To-
Por haber practicado la limosna, fué bit, su padre (1). 14 Murió en Ecbatana
sacado del lazo de muerte, que le de Media, a la edad de ciento vein-
había puesto, mientras que Nadán tisiete años. 15 Antes de morir tuvo
cayó en la trampa y pereció. 11 Ved, noticia de la ruina de Nínive, cuyos
hijos, lo que hace la limosna, y cómo habitantes llevaron cautivos Nabuco-
la justicia es salud.» donosor y Asuero, y se alegró de la
Diciendo esto, dió su alma en el suerte de Nínive, antes de morir.
lecho. Tenía ciento cincuenta y ocho
años, y le dieron honrosa sepultura. (i) En Tobías se realiza la sentencia de ver
12
Cuando murió Ana, la sepultó con a sus hijos hasta la cuarta generación, muriendo
su padre: y partió Tobías con su lleno de días.
INTRODUCCION AL LIBRO DE JUDIT
en este libro en la historia general de los pueblos orientales. Algunos los colocan
en tiempos ne Asurbanípal, otros en los de Arlajerjes o en los de Epijanes.
Tampoco están del todo conformes, aun los católicos, en determinar el género
literario de este librilo; asunto que debe resolverse en conformidad con la lumi-
nosa doctrina expresada en la citada Encíclica de Pío XII, Divino Afilante
Spiritu, empezando por resolver el problema critico de la conservación del texto
primitivo.
En conducta de Judit hay cosas que la moral cristiana no justifica. Santo
la
Tomás recomiendan algunos en la Sagrada Escritura, no por
dice de ellas: «Se
la perfección de su virtud, sino por cierta índole virtuosa, es decir, por cirto
afecto laudable, los que movía a ejercitar cosas ilícitas. Así es alabada Judit, no
por haber mentido a Holofernes, sino por el afecto que a ello la indujo, es decir,
el amor a su pueblo, por el cual se expuso al peligros (Sum. Theol. II, II,
q. 110 a. 3 ad 3).
Del autor del libro nada podemos afirmar, sino que era un judio, conoce-
dor de las Escrituras, lleno de fe en los deslinos de su nación, devoto de la ley,
que escribió en hebreo o arameo, hacia el fin del judaismo, un siglo o dos antes
de Jesucristo.
Se desconoce el texto original, y las versiones que nos quedan se dividen
en dos grupos. Forman el primero los diversos códices de la versión griega,
la antigua ítala y la versión siriaca, de la griega derivadas. El segundo grupo
lo forma la versión de San Jerónimo, que tenemos en la Vulgata, de la cual
dice el autor en su carta-prólogo: «Al hacer este trabajillo he traducido más bien
sentido de sentido que de la palabra la palabra. He prescindido de las numerosas
divergencias de los códices, dando en latín sólo aquello que del texto caldeo logré
sacar en limpio." Resulta, pues, que la versión del santo Doctor está hecha de
los textos árameos en la forma que él mismo dice. Para la nuestra hemos to-
mado por base el texto griego, publicado en la edición que Sixto V hizo de los LXX
(Cfr. Intr. Gral.)
JU I T
Arfacsad, rey de Ecbatana. Mensaje de Nabucodonosor a las
1
naciones y {]ucrr¡i contra Aríaesnd.
Era el año duodécimo del rei-
I nado de Nabucodonosor, que * En aquellos días combatió Na-
reinó sobre los asirios en la gran ciu- bucodonosor contra Arfacsad en la
dad de Ninive, en los días de Arfac- gran planicie, esto es, en los confines
sad, que reinó sobre los medos en de Ragáu. 8 Le habían salido al paso
Ecbatana, 3 a la que rodeó de un todos los habitantes de la montaña,
muro construido de piedras labradas, todos los ribereños del Eufrates, del
de tres codos de ancho y seis de largo, Tigris y del Hidaspes; y en la llanura
siendo la altura del muro de setenta de Arioc, el rey de los Elamitas y
codos y de cincuenta su anchura. muchísimos pueblos se juntaron para
3 Levantó también torres en las puer- hacer frente a los hijos de Jeleal,
tas, hasta la altura de cien codos, (caldeos). 7 Después mandó sus fuer-
y el ancho de sus cimientos era de zas Nabucodonosor, rey de los asirios,
sesenta codos. * Construyó sus puer- !
contra Pcrsia, contra todos los habi-
tas, que se levantaban hasta setenta tantes del Occidenlc, contra Cilicia,
codos, siendo su ancho de cuarenta, Damasco, el Líbano y el Antillbano,
para dar paso a sus fuerzas poderosas contra cuantos moran en la costa del
y a la muchedumbre de sus infantes. mar, 8 contra los del Carmelo, contra
JUDIT, 2 19Ó
Galaad, Galilea la alta, contra la gran i codonosor, rey de los asirios, a Holo"
llanura de Esdrelón, * y los moradores fernes, general de su ejército, que era
de Samaria y sus ciudades, contra el segundo después de él, y le dijo:
6
el otro lado del Jordán hasta Jerusa- «Esto ordena el rey grande, el
lén, Betona, Quelos, Cades, contra el Señor de toda la tierra: En saliendo
rio de Egipto, Tafnis, Rameses y toda de mi presencia, tomarás contigo
la tierra de úuesen, 10 hasta por en- hombres que confíen en sus fuerzas;
cima de Tafnis y de Menfis, y todo de infantes hasta ciento veinte mil,
Egipto hasta los confines de Etiopía. y caballos con sus jinetes, doce mil;
11 Despreciaron todos 6
los moradores e invadirás toda la tierra del Occi-
de la tierra el mensaje de Nabucodo- dente, por haber desobedecido la orden
de mi boca. 7 Les intimarás que me
j
ejército gente cscog da. • Toda la todo el pueblo de Israel, que tenía su
región le recibió con coronas, danzas asiento en Jerusalén.
7 • Todos los hijos de Tsrael clamaron
y panderos. Devastó todo su terri-
torio v taló sus bosques sagrados, y con gran instancia a Dios y se humi-
10 ellos, sus
ordenó destruir todos los dioses de llaron con gran fervor;
aquella tierra, para que sólo a Nabu- mujeres y sus hijos, todos los extran-
codonosor adorasen todas las nacio- jeros o jornaleros, y sus esclavos, vis-
tiéronse de saco. 11 Todos los israelitas,
fiado en su Dios, resiste hasta lograr la humi- de Dios, que acababan de levantar, y por el
llación del invasor. culto divino que hacia poco hablan restaurado.
JUDIT 5
497
,
las mujeres y los niños, los morado- te dirá la verdad acerca del pueblo
res de Jerusalén, se postraron ante que habita estas montañas próximas
el santuario, cubrieron de ceniza sus a donde tú estás, que no saldrá men-
cabezas, mostraron sus sacos ante tira de la boca de tu siervo. 4 Este
el Señor, y revistieron de saco el altar. pueblo es originario de Caldea. 5 Ha-
M Todos a una clamaron al Dios de bitaron primero en la Mesopolamia;
Israel, pidiéndole con ardor que no y por no seguir a los dioses de 6sus
entregase al saqueo sus hijos, ni diese padres, que vivían en la Caldea, la
sus mujeres en botín, ni las ciudades abandonaron y dejaron su culto para
de su heredad a la destrucción, ni el adorar al dios del ciclo, el dios
santuario a la profanación y el opro- que se les había dado a conocer.
bio, regocijando a los gentiles (1). Los padres los arrojaron de la presen-
13 Escuchó el Señor sus clamores cia de sus dioses, y ellos huyeron a
y miró su aflicción. Ayunaba el pue- Mcsopotamia, donde habitaron mu-
blo todos los días en Judea y en chos días. 7 Les dijo su dios que sa-
Jerusalén, ante santuario del Señor
el lieran de sus moradas, y se encami-
14
Joaquim, sumo sacer- naran a la tierra de Canán, donde
Omnipotente.
dote, y todos los sacerdotes que asis- peregrinaron, enriqueciéndose de oro
8
tían en la presencia del Señor y le y plata y muchos rebaños. Bajaron
servían, ceñían de saco su cintura a Egipto, porque el hambre había
al ofrecer el holocausto perpetuo y invadido la tierra de Canán, y se
los votos y las ofrendas del pueblo, instalaron allí, donde hallaron alimen-
16
y echaban ce liza sobre sus tiaras, y to, multiplicándose hasta hacerse in-
clamaban al Señor con todas sus contable su número. 9 Pero se le-
fuerzas, pidiendo que se dignase visi- vantó contra ellos un rey de Egipto,
tar a toda la casa de Israel. que los oprimió con trabajos de
hacer ladrillos, y los humillaba, con-
virtiéndolos en esclavos. 10 Clamando
Actitud de Holofcrncs ante la
a su dios, hirió éste toda la tierra
resistencia de Israel.
de Egipto con plagas, para las cuales
1
Llegó a noticias de Holofernes, no había cura, hasta que los arro-
5 generalísimo del ejercito asirio, jaron los egipcios de su presencia.
que los hijos de Israel se preparaban 11 Secó su dios el Mar Rojo delante
para la guerra; que habían cerrado de ellos, 12 y los encaminó al Sinaí
las entradas de las montañas, fortifi- y a Cadesbarne; y arrojando a todos
cando todas las cumbres de los mon- jos que moraban en el desierto, 13 ha-
tes altos, y colocando barreras en el bitaron en la tierra de los amorreos,
llano. 2 Montando en cólera, llamó a y con su poder aniquilaron a todos
todos los príncipes de Moab, a los los habitantes de Hcscbón. Atrave-
capitanes de Ammón y a todos los saron luego el Jordán y se posesio-
sátrapas de la corte, y les habló en naron de la montaña; 14 hicieron huir
estos términos (2): «Decidme, hijos de delante de ellos a los cananeos, a los
Canaan, ¿qué pueblo es ése que mora fereceos, a los jebuseos, a los sique-
en las montañas? ¿Qué ciudades ha- mitas y a todos los giergueseos, y
bitan? ¿Cuál es el número de sus sol- habitaron en esta tierra mucho tiem-
dados? ¿En qué está su fuerza y su po. 15 Todo les fué bien mientras
poder? ¿A quién tienen por rey y no pecaron contra su dios, porque
jefe de su ejército? ¿Por qué desdeñan éste, que aborrece la injusticia, estaba
venir a mi encuentro, a diferencia de con ellos. 16 Pero cuando se apartaron
todos los moradores del Occidente?» del camino que les había señalado,
luego fueron destruidos con muchas
•
invitó a todos los ancianos (1). Toda pamento, y ten en guardia a todo tu
aquella noche estuvieron invocando ejército; pero haz que tus siervos se
el auxilio del Dios de Israel. apoderen de las fuentes de agua que
brotan a raíz del monte, 13 porque
de ella se abastecen todos los mora-
Los asirios, sobre Betulia. dores de Betulia. La sed los matará,
y acabarán por entregarte la ciudad,
^ 1
Al día siguiente dió orden Holo- mientras que nosotros y nuestro pue-
*
fernes a todo su ejército y a las blo subimos a las cimas de los montes
tropas auxiliares, de prepararse para próximos y acampamos en ellas, para
atacar a Betulia, ocupando las subi- guardarlas e impedir que salga de
das de los montes y haciendo ya la la ciudad hombre alguno. 14 Así el
guerra contra los hijos de Tsrael. hambre los consumirá a ellos, a sus
2 Entonces se dispusieron todos sus mujeres y a sus hijos; y antes que
hombres de armas y la masa de sus los alcance la espada, quedarán ten-
I
guerreros, en número de ciento se- didos en las calles de su propia ciu-
tenta mil infantes y doce mil jinetes, dad, 15 dándoles tú el merecido, por
fuera de la impedimenta y de la mu- su malvada conducta de no haber
chedumbre de los hombres que iban salido a tu encuentro en son de paz.»
con ella, que era muy grande. 3 Acam-
paron en el valle junto a Betulia,
cerca de la fuente, y se desplegaron El asedio de Betulia.
a lo ancho, hasta Dotain, Belmain,
16
Fueron bien recibidas por Holo-
y a lo largo desde Betulia hasta Ciar-
non, que está enfrente de Esdrelón. fernes y todos sus siervos estas pala-
4
Cuando los israelitas vieron tanta bras, y al punto ordenó ejecutar
muchedumbre, quedaron consterna- cuanto se había dicho. 11 Los hijos
dos, y unos a otros se dijeron: «Ahora de Ammón levantaron el campo, y
si que van a devorar éstos toda la con ellos cincuenta mil asirios, que
haz de la tierra, y ni los altos mon- acamparon en el valle y ocuparon
tes, ni los valles, ni los collados, las aguas y los manantiales de agua
podrán soportar su peso.» 8 Y tomando de los israelitas. 18 Subieron los hijos
j cada uno sus armas, encendieron ho- de Esaú y los de Ammón, y acam-
I güeras sobre las torres y perma- paron en la montaña frente a Dotain.
I necieron guardándolas toda aquella Pusieron luego una división hacia el
noche. 6 Al dia siguiente, hizo des- mediodía, hacia el este, contra Cesebel,
filar Holofernes toda su caballería a que cae «rea de Huri, sobre el torrente
la vista de los israelitas que estaban de Macmar, y el resto del ejército
en Betulia; 7 examinó las subidas de asirio acampó en el llano, cubriendo
la ciudad y recorrió las fuentes de toda la haz de la tierra. Las tiendas y
1
jos del Señor Dios nuestro, que no pueda oponer nada. 29 No es hoy
es Dioscomo un hombre que se cuando tu sabiduría se descubre;
mueve con amenazas, ni como un desde el principio de tus días cono-
hijo del hombre que se rinde. 17 Por ció el pueblo tu inteligencia y tu
tanto, esperando la salud, clamemos buen corazón. 30 Pero es mucho lo
a El que nos socorra. Si fuese su bene- que el pueblo padece por la sed, y
plácito, oirá nuestra voz.
18 Porque esto nos obligó a hablar como habla-
no hay en nuestra generación, ni se mos, y a hacer el juramento que
conoce eu nuestros días tribu, ni fa- no quebrantaremos. 31 Ruega por
milia, ni región, ni ciudad, que adore nosotros, tú que eres mujer piadosa,
dioses fabricados, como sucedía en y el Señor enviará lluvia que llene
los tiempos antiguos,
19 por causa nuestras cisternas, para que no pe-
de los cuales fueron entregados nues- rezcamos.»
tros padres a la espada y al saqueo
32 Díjoles Judit: «Escuchadme: Yo
me propongo realizar una hazaña
y cayeron con gran20 estrago delante
de sus enemigos. Pero nosotros que se recordará de generación en
no conocemos otro Dios fuera de él, generación entre los hijos de nuestra
por donde esperamos que no nos raza. 33 Vosotros estaos esta noche
desatenderá, ni a nosotros ni a nin- a la puerta: yo saldré con mi sierva,
guno de nuestro linaje. 21 Conside- y en los días que pusisteis por térmi-
rad que si nosotros fuéramos toma- no para entregar la ciudad a vuestros
dos, también Judca será destruida enemigos, visitará el Señor a Israel
y nuestro santuario saqueado, y en- por mi mano. 34 No tratéis de ave-
tonces Dios nos pedirla cuenta de su riguar mis planes, que no os los ma-
profanación. 22 Y la matanza de nifestaré mientras no haya dado re-
nuestros hermanos, y el cautiverio de mate a lo que me propongo ejecutar.'
la tierra y la desolación de nuestra
35 Y
contestaron Ocias y los
le
heredad, la haría el Señor recaer so- jefes: «Vete en paz, y que el Señor
bre nuestras cabezas en medio de vaya delante de ti, para que nos
las naciones a quienes sirviéramos, vengues de nuestros enemigos.» 36 Y
siendo escándalo y ludibrio a los ojos saliendo del cobertizo, se fueron.
de nuestros dueños. 23 Ni sería nues-
tra servidumbre para nuestro bien:
antes en nuestra deshonra la volvería
el Señor, Dios nuestro.
24 Y ahora, Oración de Judit.
hermanos, mostremos a nuestros con-
ciudadanos que de nosotros pende no Q 1
Judit, postrándose rostro a tie-
sólo nuestra vista, sino que el san- echó ceniza sobre su cabeza
rra,
tuario, el templo y el aliar sobre y descubrióel cilicio que llevaba
nosotros se apoyan. 25 Demos gracias ceñido. Era precisamente la hora
al Señor, nuestro Dios, que nos prue- en que se ofrecía en Jerusalén, en
ba, igual que a nuestros padres. la casa de Dios, el incienso de la
26 Recordad cuanto hizo con Abraham, tarde, cuando clamó Judit con gran
cómo probó a Isac, y qué cosas suce- voz al Señor, diciendo (1):
2 «Señor, Dios de mi padre Simeón,
dieron a Jacob en Mcsopotamia de
Siria, cuando apacentaba las ovejas en cuya mano pusiste una espada
de Labán, su tío. 27 Pues así como para tomar venganza de los extran-
a aquéllos no los pasó por el crisol jeros que habían violado a una don-
sino para examinar su corazón, así cella para su deshonra, poniendo al
también a nosotros nos azota, no descubierto sus muslos para su ver-
para castigo, sino para amonestación güenza, y profanando su seno para
de los que le servimos» (1). su oprobio. 3 Contra lo que tú tenías
28 Ocias le respondió: «Todo cuanto mandado que se hiciese obraron
has dicho es salido de un buen co- ellos, y por eso entregaste sus prín-
razón, y no hay quien a tus palabras cipes a la muerte, y su lecho, testigo
de sus engaños, lo cubriste de sangre;
(i) Este discurso de Judit a los jefes del
pueblo muestra la grandeza de su fe y el alto (i) La oración se inspira en los mismos
concepto que tiene del soberano poder de Dios, sentimientos antes expresados a los jefes del
que sin duda cumplirá sus promesas, pero que pueblo. Algo de extraño tiene la súplica pi-
es libre para elegir el tiempo y el modo de diendo eficacia para los medios que se propone
cumplirlas. Si tarda es que quiere probarnos, emplear. Véase lo dicho en la introducción,
pero no dejará de venir en nuestro auxilio. según la doctrina de Santo Tomás.
502 JUDIT, 10
heriste a los siervos con sus prínci- Sale Judit para el campo asirio.
pes, y a éstos sobre su trono. 4 Diste
sus mujeres en presa y sus hijos al -4 1
Una vez que cesó de clamar
cautiverio, y todos sus bienes en 1"
f\
al Dios de Israel y acabó todo
reparto a tus hijos predilectos, que esto, se levantó de su postración,
se abrasaban en celo por ti, abomi- y llamando a la esclava, bajó a la
naban la impureza de la sangre de casa en que solía morar los sába-
aquéllos y te invocaron en su auxi- dos y las festividades. 2 Se quitó el
lio. Dios, Dios mío, escucha a esta saco que llevaba ceñido y se des-
pobre viuda. 5 Tú, en efecto, ejecutas pojó de los vestidos de viudez; bañó
las hazañas, las antiguas, las siguien- en agua su cuerpo, se ungió con un-
tes, las de ahora, las que vendrán güentos, aderezó los cabellos de su
después; tú planeaste lo que estaba cabeza, púsose encima la mitra, se
por venir, y sucedía como tú lo habías vistió el traje de fiesta con que se
decretado, y se presentaba a ti, dicien- adornaba cuando vivía su marido
do: Heme aquí. Pues todos tus ca- Manasés, calzóse las sandalias, se puso
minos están dispuestos y previstos los brazaletes, ajorcas, anillos y are-
tus juicios. 6 Mira que los asirios tes y todas sus joyas, y quedó tan
tienen un ejército poderoso, se engríen ataviada, que seducía los ojos de
de sus caballos y jinetes, se enorgu- cuantos hombres la miraban. 3 En-
llecen de la fuerza de sus infantes, tregó a su sierva una bota de vino
tienen puesta su confianza en sus y un frasco de aceite, llenó una al-
broqueles, en sus lanzas, en sus arcos forja de panes de cebada, de tortas
y en sus hondas y no saben que tú de higos y de panes limpios, en-
eres el Señor que decide las batallas, volviéndolo todo en paquetes, y se
7
cuyo nombre es Yave. Quebranta lo puso a la esclava a las es-
su fuerza con tu poder, pulveriza su paldas.
4
fuerza con tu ira; porque han re- Al salir por la puerta de la ciudad
suelto violar tu santuario, profanar de Betulia, encontró al prefecto de
el tabernáculo en que se posa tu glo- la ciudad, Ocias, y a los ancianos
rioso nombre, y derribar con el hierro Cabrín y Carmín; 5 los cuales, al verla
los cuernos de tu altar.
8
Pon los y notar su rostro mudado y sus ricos
ojos en su soberbia, descarga tu có- vestidos, quedaron sobremanera ma-
lera sobre su cabeza, dame a mí, ravillados de su belleza, y le dije-
9
pobre viuda, fuerza para ejecutar lo ron: «Dios, el Dios de nuestros
que he premeditado. 9 Hiere con la
- padres, te dé gracia y lleve al cabo
seducción de mis labios al siervo con tus proyectos para gloria de Israel
el príncipe, y al príncipe con el sier- y exaltación de Jerusalén.» Y adora-
vo, y quebranta su orgullo por mano ron a Dios. 7 Ella les dijo: «Ordenad
de una mujer. 10 Que no está tu poder que se abran las puertas de la ciudad,
en la muchedumbre, ni en los valien- y saldré a realizar lo que con vos-
tes tu fuerza; antes eres túel Dios otros he hablado.» Y ordenaron a los
de los humildes, el amparo de los jóvenes que le abriesen las puertas,
pequeños, el defensor de los débiles, como ella había dicho. 8 Hiciéronlo
el refugio de los desamparados y el asi, y Judit salió, seguida de su sier-
salvador de los que no tienen espe- va. La gente de la ciudad la estuvo
ranza. 11 Sí, sí, Dios de mis padres, mirando, hasta que bajando el monte
y Dios de la heredad de Israel, Señor atravesó el vallo y la perdieron de
de los cielos y de la tierra, Creador vista.
de las aguas, Rey de toda la creación; 9
Siguiendo la dirección del valle,
escucha mi plegaria 12 y dame una caminaron hasta que les salió al
palabra seductora, que cause heridas paso uña avanzada de los asirios,
lu
y cardenales en aquellos que han que la cogieron y le preguntaron:
resuelto crueldades contra tu alianza, «¿Quién eres tú y de dónde vienes
contra tu santa casa, contra el monte y a dónde vasí» A lo que ella con-
de Sión, contra la casa que es pose- testó: «Soy una hija de los hebreos,
sión de tus hijos. 13 Haz que todo tu que voy huyendo de su presencia,
pueblo y cada una de sus tribus reco- porque están a punto de seros dados
nozca y sepa que tú eres el Dios de en presa. 11 Voy a presentarme a
toda fortaleza y poder, y que no hay Holofcrncs, general en jefe de vues-
otro fuera de ti que proteja al linaje tro ejército, para comunicarle noti-
de Israel.» cias verdaderas; quiero indicarte el
JUDIT, 11
4
camino por donde puede subir y do- Nadie se atreverá a ofenderte, antes
minar toda la montaña, sin que pe- todos te harán bien, como se hace
rezca ni uno solo de sus hombres.» a los siervos de mi señor, el rey
12
Cuando oyeron tales palabras Nabucodonosor.»
6
y contemplaron su rostro, que les Judit le respondió: «Oye las pala-
pareció maravilloso por su extraor- bras de tu esclava, y deja que te
dinaria belleza, le dijeron: 13 «Has sal- hable tu sierva, que no diré a mi
vado tu vida, apresurándote a bajar señor esta noche cosa que no sea
a nuestro señor; ve, pues, a su tien- verdad. 0 Si sigues las indicaciones
da, que de los nuestros te acompa- de tu esclava, seguramente que Dios
ñarán hasta entregarte a él. 14 Cuan- acabará por ti el negocio, y no fra-
do estés en su presencia, no temas, casará mi señor en sus empresas.
comunícale esas noticias y serás bien 7
Pues por la vida de Nabucodonosor,
tratada.» 15 Escogieron de ellos cien rey de toda la tierra, y por el poder
hombres, que la acompañaron a ella de quien te ha enviado para reducir
y a su sierva, conduciéndolas a la al buen camino a todos los vivientes,
tienda de Holofernes. 16 Corrió por que no sólo los hombres serán por ti
las tiendas la voz de su venida, y reducidos a su servidumbre, sino que
se juntó un gran concurso en el cam- aun las mismas fieras del campo y
pamento, que la rodeó mientras es- los ganados y aves del cielo, por
las
tuvo fuera de la tienda de Holofernes, tu fortaleza vivirán bajo el gobierno
esperando ser presentada. 17 Todos de Nabucodonosor y de toda su casa.
se maravillaban de su belleza, y por 8
En verdad, a nuestros oídos ha
ésta, de los hijos de Israel, diciéndose llegado la fama de tu sabiduría y
unos a otros: «¿Quién se atreverá a la de tu gran inteligencia, y por toda
despreciar a este pueblo que tales la tierra se ha corrido la noticia de
mujeres tiene? No se debe dejar ni que tú eres el mejor de todo el reino,
una sola de éstas, porque las que el que más vale por la ciencia y el
quedaren serían capaces de seducir más admirable por el arte de la gue-
a toda la tierra.» 18 Salieron los que rra. 9 Sabemos las palabras que Aquior
hacían la guardia cerca de Holofer- habló en tu consejo, y hemos oído
nes y todos sus servidores, y la in- sus dichos, pues las gentes de Be-
trodujeron en la tienda. tulia se apoderaron de él, y él les
19
Hallábase Holofernes descan- comunicó todo lo que había hablado
sando en su lecho, 'bajo un dosel en tu presencia. 10 Por esto, dueño
tejido de púrpura y oro y cuajado y señor mío, no eches en olvido nin-
de esmeraldas y otras piedras pre- guna de sus palabras, guárdalas en
ciosas. 20 En cuanto se la anunciaron, tu corazón, que son verdaderas. Nunca
salió a la antecámara, precedido de nuestro linaje es castigado, ni la es-
lámparas de plata. 21 Llegada Judit pada prevalece contra ellos, si no
a presencia de Holofernes y de sus han pecado contra Dios. 11 Ahora,
servidores, todos se quedaron mara- para que mi señor no sea rechazado
villados de la- belleza de su rostro. y fracase, ya la muerte se abate sobre
Postróse ante él, pero los servidores ellos, y se apodera de ellos el pecado
la levantaron. con que han irritado a su Dios (1).
Seguramente que han cometido un
gran pecado, 12 ya que se les han
Judit. ante Holoiernes. agotado las provisiones, el agua es-
casea, y han resuelto malar sus ga-
1 1 Díjole Holofernes: «Ten buen
1
nados y beber su sangre, y comer
1
ánimo, mujer, y no te intimi-
' cuanto Dios en sus leyes les ordenó
des, que yo nunca hice daño a nadie que no comieran, 13 y hasta las pri-
que estuviera dispuesto a servir a micias del trigo, los diezmos del
Nabucodonosor, rey de toda la tierra. vino y del aceite, que como cosas
2
Si ese tu pueblo que habita en la santas están reservadas a los sacer-
montaña no me hubiera despreciado, dotes que en Jerusalén asisten en
nunca yo levantara contra ellos mi
lanza, pero ellos lo han querido.
3 Ahora dime por qué has huido de (i) Confirma la sentencia de Aquior, pero
añade que sin duda Israel tiene irritado a su
ellos,viniéndote a nosotros. En ver- Dios y no podrá contar con El. En el aprieto
dad te has salvado. Ten ánimo, que en que se hallan se han atrevido a cometer
salva serás esta noche y en lo futuro. graves sacrilegios contra las cosas santas.
JÜDIT, 12
la presencia de nuestro Dios, a pesar tes para darte? Porque no hay entre
de que a ninguno del pueblo lo es nosotros ninguno de tu nación.' * A lo
licito tocarlo con las manos. 14 Han que Judit respondió: «Juro por tu
enviado mensajeros a Jerusalén, don- vida, mi señor, que no consumirá tu
de también sus moradores han hecho sierva las provisiones que consigo
lo mismo, para que obtengan el per- trae, antes que Dios realice por mi
dón del senado; 15 y sucederá que en mano lo que tiene resuelto.»
5
cuanto les llegue la noticia lo harán, La introdujeronlos servidores de
y entonces, para ruina suya te serán Holofernes en la tienda, y durmió
entregados. 16
Por lo cual yo, tu sier- hasta la medianoche; levantándose
va, sabedora de todas esas cosas, huí a la vigilia matutina, envió a decir
de ellos, y Dios me envía a ejecutar a Holofernes: «Ruego a mi señor or-
en ti una cosa de que se maravillará dene que sea permitido a tu sierva
toda la tierra, cuando la oyeren. salir a hacer oración.» 6 Y ordenó Ho-
17 Pues tu sierva es temerosa del lofernes a los de su guardia que no
Dios del cielo, a quien día y noche, la estorbasen. Así permaneció tres
sirve. Por ahora me quedaré aquí, días en el campamento, saliendo cada
señor mío, y a la noche me iré al noche al valle de Betuli.n, para ba-
valle a orar a mi Dios; y cuando ellos ñarse en el agua de la fuente. 7 Cuando
hayan cometido esos pecados, él me iba, oraba al Señor Dios de Israel
lo dirá y yo vendré a comunicártelo. que dirigiese sus pasos, para exalta-
Tú entonces saldrás con tu ejército, ción de los hijos de su pueblo. 8 Luego
al que nadie podrá resistir. 18 Yo que entraba limpia, permanecía en
misma te guiaré por en medio de la tienda hasta que le traían la co-
Judea hasta llegar a Jerusalén, y mida, a la caída de la tarde (1).
9
haré que te sientes en medio de ella, Al cuarto día dió Holofernes un
y los conduzcas como ovejas sin banquete sólo a sus servidores, sin
pastor. Ni un perro ladrará contra ti. invitar a ninguno de sus oficiales.
Todo esto me ha sido comunicado 10 Y al eunuco Bagoes, que tenía la
por revelación, y para anunciártelo intendencia de todas sus cosas, le
he sido yo enviada.» dijo:«Ve y persuade a esa mujer he-
19
Mucho agradaron semejantes brea que tienes encomendada, que
discursos a Holofcrnes y a todos venga acá a comer y beber con nos-
sus servidores; y maravillados de su otros. 11 Sería vergonzoso que despi-
sabiduría, decían: 20 »De un extremo diéramos a tal mujer sin tener co-
a otro de la tierra no hay mujer de mercio con ella; porque si no la con-
tan hermoso rostro y de tan discre- quistáramos, se iría riendo de nos-
tas palabras.» 21 Contestóle Holofcr- otros.» Salió Bagocs de la presencia
nes: "Bien ha hecho Dios en enviarte de Holofernes, y vino a Judit, di-
a fortalecer mis manos y perder a ciéndole: «No vacile esta hermosa sier-
los que desprecian a mi señor. 22 va en venir a mi señor, para ser hon-
Cuanto a ti, muy hermosa eres y rada de él y alegrarse bebiendo vino
muy discreta en tus palabras. Si haces con nosotros, haciéndose este día
cuanto has dicho, tu Dios será mi como una hija de los asirios, que
Dios y tendrás un asiento en la casa asisten en el palacio de Nabucodo-
del rey Nabucodonosor, y tu fama nosor.» 12 Judit le contestó: "¿Quién
se extenderá por toda la tierra.» soy yo para contradecir a mi señor?.
Todo lo que fuere grato a sus ojos
lo haré con presteza, y será esto mo-
Kl banquete de Holofernes. tivo de alegría para mí, hasta el
fin de mi vida.
1¿y
1
Mandó Holofernes que la alo- 13
Al punto se vistió y se atavió
— jaran en donde guardaba su de todo su aderezo femenil. Su sier-
vajilla de plata, y dispuso proveerle va fué v le preparó en el suelo, en-
la mesa de sus propios manjares y frente de Holofernes, las pieles que
2
darle a beber de su vino. Pero Judit había recibido de Bagocs, para su
dijo: «No comeré de tus manjares,
pues podrían ser para mí tropiezo; (i) Las leyes de santidad aplicadas a las
eran muy graves, como vemos en el
comeré de lo que traigo conmigo.» comidasNuevo Testamento. Judit no quiere contami-
8
Holofernes le contestó: «Y cuando se narse y por eso lleva consigo sus manjares y
agoten las provisiones que traes, ¿de sale al campo a hacer sus purificaciones, sin
dónde podremos traer otras semejan- ocultárselo a sus enemigos.
JUDIT, 13 5Üñ
Respecto de la forma literaria de este libro, deben hacerse las mismas obser-
r-iriont-s que de los dos que le preceden,
y resolverse el problema en conformidad
con la doctrina de S. S. Pío XII.
Para entender el libro, hay que hacerse cargo de la concepción antigua sobre
las relaciones entre las divinidades y los pueblos que las veneraban. Yave es
el Dios de Israel; éste es el único pueblo que le conoce y sirve; las demás nacio-
nes le ignoran. La causa de Dios en el mundo está, pues, ligada a la causa
de Israel. De aquí nace el alto concepto que de sí tiene Israel; ante él
y sus
derechos, las demás naciones no eran nada en la presencia de Dios. Para
ha-
cerse cargo de la narración, tenga el lector presente que en esta vasta
región
del Asia oriental, donde en el curso de los siglas se han sucedido tantos impe-
rios y religiones y se han acumulado tantas razas, han existido desde muy
antiguo odios profundos, causa de espantosas matanzas, com.o la que sufrir,
ESTER, 1
ESTER
PARTE DEUTOROCANONICA quería penetrar su sentido, hasta que
llegó la noche (1).
*1
514 ESTER, 3
Amán, para ver sí Mardoqueo per- con el anillo del rey. 13 Fueron manda-
sistía en su resolución, pues les había das las cartas por medio de los co-
dicho que era judío.• Viendo Aman rreos a todas las provincias del rey,
que Mardoqueo no doblaba la rodilla ordenando destruir, hacer perecer y
y no se prosternaba ante él, se llenó matar a todos los judíos, jóvenes y
de furor, 8 pero teniendo en poco viejos, niños y mujeres, en un solo
poner su mano sobre Mardoqueo sola- día, el día trece del duodécimo mes,
mente, pues ya le habían dicho a que es el mes de Adar, y que sus
qué pueblo pertenecía Mardoqueo, bienes fuesen dados aJ pillaje.
quiso destruir a todo 1 pueblo de 1
7
tenerse, mientras la otra la seguía, rey, con Aman, a un festín que yo
llevando de su manto. 8 Apa-
la cola le he preparado.» 6 El rey dijo: «Id a
recía enteramente hermosa, el rostro llamar a Amán, como lo desea Ester.»
sonrosado, alegre y como encendido Fué el' rey con Amán al festín que
de amor, mas el corazón oprimido había preparado Ester; y mientras
por el miedo. 9 Y
atravesando todas se bebía el vino, 8 dijo el rey a Ester:
las puertas, se detuvo delante del rey. «¿Qué es lo que pides? Todo te será
Hallábase éste sentado en su trono, concedido. ¿Qué deseas? Aunque fue-
vestido con 'todo el aparato de su ra la mitad de mi reino, la tendrías.»
majestad, cubierto de oro y piedras 7
Ester respondió: «He aquí lo que
preciosas, y aparecía en gran manera pido y lo que deseo: 8 Si he hallado
terrible. 10 Levantando el rostro ra- yo gracia a los ojos del rey, y si
diante de majestad, en el colmo de place al rey concederme mi petición
su ira, dirigió su mirada, y al- punto y satisfacer mi deseo, que vuelva el
la reina se desmayó, y demudado el rey con Amán (1) al banquete que yo
rostro, se dejó caer sobre la sierva les prepararé, y mañana yo daré la
que la acompañaba. 11 Pero mudó respuesta al rey según su mandato.»
Dios rey en manse-
espíritu del • Amán salió aquel día gozoso,
el y
dumbre, y asustado, se levantó de lleno de contento el corazón; pero
su trono y la puso sobre sus rodillas, cuando vió a la puerta del rey a
hasta que ella volvió en sí. La con- Mardoqueo, que no se levantó ni se
solaba con blandas palabras, 12 di- movió a su paso, se llenó de ira
ciendo: «¿Qué és esto, Ester T Yo soy contra Mardoqueo. 10 Supo, sin em-
tu hermano, cobra ánimo. 13 No, no bargo, contenerse, y se fué a su
morirás, que mi mandato es para el casa. Luego mandó a buscar a sus
común de las gentes. 14 Acércate.» amigos y a Zeres, su mujer; 11 y
18 Y tomando el cetro de oro, la tocó Amán les habló de la grandeza de
en el cuello y la besó, diciendo: «Há- sus riquezas, del número de sus hijos,
blame.» 16 Ella le dijo: «Te vi, señor, de todo cuanto había hecho el rey-
como a un ángel de Dios, y mi cora- para engrandecerle, dándole el pri-
zón quedó turbado ante el temor mer lugar, por encima de los jefes y
de tu majestad, 17 pues eres, señor, los servidores del rey- 12 añadió: Y
admirable, y tu rostro está lleno de «Sólo a mí también ha invitado la
dignidad» (1). 18 Y mientras hablaba, reina Ester al banquete que ha dado
volvió a caer desmayada. 18 Turbóse al rey, y me ha invitado además
el rey, y toda la servidumbre la para mañana en su casa, con el rey.
atendía. 13 p ( ro todo esto no es nada para
.
del rey, guardas del atrio, habían Amán, anisado por Fster, es
querido llevar su mano sobre el rey condenado a muerte.
Asuero. 3 El rey preguntó: «¿Quéhono-
res y distinciones se han concedido H Fueron el rey y Amán al ban-
1
(i) Este acto de justicia con Mardoqueo (i) La horca que Amán habla preparado
es el augurio de la calda del orgulloso mi- para Mardoqueo, para él mismo sirvió. La jus-
niatro ticia de Dios resalta en este detalle.
52U ESTER, 16
enemigo de los judíos; y Mardoqueo todas las provincias del rey Asuero
fué presentado al rey, pues le había el día trece del duodécimo mes, que
dado a conocer Ester el parentesco es el mes de Adar. 13 Estas cartas
que a él la unía. 2 Quitóse el rey su contenían una copia del edicto que
anillo, que había retirado a Amán, y había de publicarse en cada provin-
se lo dio a Mardoqueo. Ester, por su cia, e informaban a todos los pueblos
parte, estableció a Mardoqueo en la de que los judíos estarían aquel día
casa de Amán. 3 Volvió después a prestos a vengarse de sus enemigos.
hablar Ester al rey, y echándose a
sus pies, llorando, le suplicó impidie-
ra los efectos de la maldad de Amán,
agagita, y la realización de sus pro- PARTE DETJTEROCANTONICA
yectos contra los judíos. 4 El rey
tendió a Ester el cetro de oro, y ésta
se levantó, quedándose en pie de- Copia del edicto en favor de los
lante del rey, 5 y le dijo: «Si al rey judíos.
le parece bien, y si he hallado yo
gracia a sus ojos, que se escriba para 1
1
La copia de la carta es como
revocar las cartas inspiradas por sigue:
Amán, hijo de Hamedatán, agagita, «Artajerjes,rey grande, a los go-
y escritas por él para exterminar a bernadores las regiones de las
de
los judíos que hay en todas las pro- ciento veintisiete satrapías desde la
vincias del rey; 8 porque ¿cómo po- India hasta la Etiopia, y a cuantos
dría yo ver que el infortunio alcanzara entiendan en nuestros negocios, sa-
a mi pueblo? ¿Cómo podría ver el lud. 2 Muchos, después de haber re-
exterminio de mi raza?» cibido honores singulares de la extre-
7
El rey Asuero dijo a la reina mada bondad de sus bienhechores,
Ester y al judío Mardoqueo: «Yo he aspiran a cosas más altas, 3 y no sólo
dado a Ester la casa de Amán, y él tratan de oprimir a nuestros súbdi-
ha sido colgado de la horca por tos, sino que, incapaces de sostener
haber extendido su mano contra los el peso de su dignidad, conspiran
judíos. 8 Escribid, pues, en favor de hasta contra el que se la confirió.
los judíos lo que bien os parezca, en * Y no sólo destierran de entre los
nombre del rey, y selladlo con él hombres la gratitud, sino que, hin-
anillo del rey, porque edicto escrito chados con el fausto de su inespera-
en nombre del rey y sellado con el da prosperidad, procuran escapar a la
anillo del rey no puede ser revocado.» justicia vengadora de Dios, perpetuo
9
Fueron entonces llamados los testigo de todas las cosas. * Con fre-
secretarios de rc\, el día veintitrés cuencia a muchos de los constituí-
del mes tercero, que es el mes de dos en la suprema autoridad, la falaz
Siván; y se escribió conforme a lo adulación de aquellos a quienes en-
que fué ordenado por Mardoqueo, a comendaron la dirección de los ne-
los judíos, a los sátrapas, a los gober- gocios los hace cómplices de sangre
nadores y a los jefes cíe las ciento inocente y les causa irremediables
veintisiete provincias, desde la Judea males, 8 engañando COII la mentirosa
a la Etiopía, a cada provincia según astucia de su malignidad la noble
7
su escritura y a cada pueblo según sencillez de los soberanos. Esto po-
su lengua, y a los judíos según su demos comprobarlo, no tanto por las
escritura y su lengua. 10 Se escribió historias antiguas, según dejamos in-
en nombre del rey Asuero, y se selló dicado, cuanto por el examen de su-
con el anillo del rey. Enviáronse las cesos que tenéis a la vista, hechos
cartas por correos montados en ca- impíamente consumados por la peste
ballos, y en mulos nacidos de asnas. de los indignos gobernantes. 8 Por
11
Se daba a los judíos, en cualquiera eso es preciso proveer para lo futuro,
ciudad en que estuviesen, permiso procurando con la paz un reino tran-
para reunirse y defender su vida, y quilo a todos los hombres, 9 reali-
de destruir, matar y exterminar a zando los cambios necesarios, y juz-
todos aquellos, con sus niños y mu- gando siempre con equidad los nego-
jeres, de cada pueblo y de cada pro- cios que se ofrecieren.
vincia, que tomaran las armas para 10«Vosotros sabéis, cómo Amán,
atacarlos, y de dar sus bienes al pi- hijo de Amadata, macedonio, en-
llaje; Tí v c<;t<> en un «¡olo día. en teramente extraño a la sanere de
ESTER, 8, 9 521
porque se hacía de día en día más las provincias del rey Asuero, cercanas,
21
poderoso. y lejanas, mandándoles celebrar to-
5
Los judíos hirieron a espada a dos los años el día catorce y el quince
todos sus enemigos, los mataron y del mes de Adar, 22 como días en que
los hicieron perecer, y trataron como habían obtenido el reposo, librándose
quisieron a los que les eran hostiles. de sus enemigos, y celebrar el mes
6
En Susa, la capital, mataron los en que su tristeza habíase conver-
judíos, haciéndolos perecer, a qui- tido en alegría y su desolación en
nientos hombres, 7 y degollaron a regocijo; y hacer de estos días, días
Parsandata, Dalfon, Asfata, 8 Po- de festín y de alegría, en que se
rata, Adalía, Aridata, 8 Parmasta, mandan presentes los unos a los otros
Arisai, Aridai y Jczata, 10 los diez y se distribuyen dones a los indi-
hijos de Aman, hijo de Amedata, el gentes. 23 Los judíos se comprome-
enemigo de los judíos, pero estos tieron a hacer lo que ya habían co-
no se dieron al pillaje. menzado y les mandaba Mardoqueo;
11 24
Llegó aquel día a conocimiento porque Amán, hijo de Hamcdata,
del rey el número de los muertos en agagita, enemigo de todos los judíos,
Susa, la capital; 12 y el rey dijo a había concebido el proyecto de ex-
Ester: «Los judíos han matado y terminarlos y había echado el pur,
hecho perecer en Susa, la capital, a es decir, la suerte, para matarlos y
quinientos hombres y a los diez hijos exterminarlos; 25 pero habiéndose pre-
de Amán. ¿Qué habrán hecho en el sentado Ester al rey, mandó el rey
resto de las provincias del rey? ¿Qué por escrito hacer recaer sobre la ca-
más pides? ¿Qué más quieres? Se te beza de Amán el maligno proyecto
concederá, lo tendrás.» 13 Ester res- que él había hecho contra los judíos,
pondió: «Si al rey le parece bien, que y le colgó de la horca, a él y a sus
les sea permitido a los judíos de hijos. 28 Por eso se llaman estos días
S sa obrar también mañana con- purim, del nombre de pur (1).
forme al edicto de hoy, y que se Conforme al contenido de esta
cuelgue en la horca a los diez hijos carta, según lo que ellos mismos
de Amán.» 14 El rey mandó que así habían visto y les había sucedido,
27
se hiciera, y se publicó el edicto en los judíos tomaron por ellos, por
Susa. 14 Los judíos de Susa se reunie- su descendencia y por todos aquellos
ron de nuevo el día catorce del mes que a ellos se unieran, la resolución
de Adar, y mataron en Susa a tres- y el compromiso irrevocable de cele-
cientos hombres, pero tampoco se brar cada año estos dos días, al modo
dieron al pillaje. y al tiempo prescritos. 28 Estos días
18 Los
otros judíos que había en habían de ser recordados y celebrados
las provincias del rey se reunieron de generación en generación, en cada
y defendieron su vida; y se procura- familia, en cada provincia y en cada
ron reposo, librándose de sus ene- ciudad; y estos días de purim no
migos, y mataron a setenta y cinco habían de ser jamás abolidos entre
mil, pero no se dieron al pillaje. los judíos, ni borrado su recuerdo
17 Esto sucedió
el día trece del mes entre sus descendientes.
28 La reina Ester, hija de Abigail,
de Adar. Los judíos se aquietaron el
catorce, haciendo de él un día de y el judío Mardoqueo, escribieron
banquetes y regocijo. 18 Los que con instancia a los judíos, por se-
había en Susa, que se habían reuni- gunda vez, para confirmar la carta
do el trece y el catorce, se aquietaron acerca de los purim; 30 y se manda-
el quince, naciendo de él un día de ron cartas a todos los judíos, a las
banquetes y regocijo. 19 Por eso los ciento veintisiete provincias del rey
judíos del campo, que habitan ciu- Asuero. Contenían palabras de paz
dades no amuralladas, hacen del día y fidelidad, prescribiendo los días de
catorce del mes de Adar un día de purim, al tiempo fijado, 31 como el
banquete y de fiesta, en que se man- judío Mardoqueo y la reina Ester
dan presentes los unos a los otros. los habían establecido, para ellos y
para toda su posteridad, con oca-
La fiesta de los «purim». (i) Esta fiesta de los Purim o de las suertes,
llamada también de Mardoqueo, erf un testi-
30 Mardoqueo escribió estas cosas monio permanente de li historicidad de este
N
envió cartas n los judíos de todas libro
ESTER, 1C 523
ESDE los días de Esdras y Nehemías la historia está muda, hasta los
*S dias de Seleuco IV (1S7-175). Israel, gobernado por un senado que pre-
sidia el mimo sacerdote, vivió en paz hajo el imperio persa, y cuando éste fué
sustituido por el macedónico, pasó automáticamente al dominio de Alejandro
Magno. A la muerte de éste se organizó el reino de los Seducidas en Siria y
el de los Tnlmnens en Eg'pto. Palestina, puesta en medio, fvé campo de batalla
en las rivalidades de ambos reinos, y hubo de sufrir las consecuencias. El fervor
reVq 'oso se fité apagando en muchos israelitas, que, contaminados con el paga-
nismo griego, quisieron susthuir las instituciones mosaicas por las helénicas.
Los reyes de Siria vieron con agrado estos propósitos y los hicieron sayos, dando
con esto ocasión a las guerras heroicas de los Macabros, que casi tuvieron tanto
de citóles como de nacionales. Estas guerras son el argumento de los libros de
los Macabeos, que no son una sola obra dividida en dos libros, sino dos obras
distintas y en gran parte paralelas.
El libro primero, encabezado con un breve resumen histórico, que. va desde
Alejandro Magno hasta Antioco IV Epifanes (1, 1-10), nos cuenta el prin-
cipio de la persecución religiosa promovida por Antioco (11-67), la subleva-
ción de Matatías y de sus hijos (2, 1-70), y el desarrollo de estas luchas hajo
la dirección sucesiva de. Judas, apellidado el Macabeo
(3, 1-0, 22), de Jona-
tán (0, 23-12, 54), y de Simón (13-10). Abarca un periodo de cuarenta años
(175-135 a. C). En ellos, el pueblo, bajo la dirección de esta familia, gracias
a su heroísmo y a la habilidad con que supo aprovecharse de las contiendas
civiles del reino seléucida, alcanzó la independencia
y creó una nueva dinastía
levttica, la de hs Asmoneos, como la Historia denominó a la familia de Ma-
tatías.
52o MACABEOS I, 1
El libro fué escrito en hebreo, entre loa años 104 y 63 o. C, por un judío
de Palestina, entusiasta de la nueva dinastía, cuyos orígenes parece que se
propone contar. Su cronología tiene por punto de partida la era griega, que
comienza en otoño del 312, aunque propiamente el punto de partida del autor
es la Pascua precedente. Perdido el original hebreo, que Orígenes y San Jeró-
nimo conocieron, nos queda una versión griega, de la cual se derivó la antigua
latina, que es la que se contiene en la Vulgata, un tanto corregida.
MACABEOS I
taminarse con los alimentos y pro- ciendo en alta voz: «Aunque todas
fanar la santa alianza, y por ello las naciones que forman el imperio
murieron. 66 Muy grande fué la cólera abandonen el culto de sus padres y
que descargó sobre Israel. se sometan a vuestros mandatos, 20 yo
y mis hijos y mis hermanos viviremos
') 1 Por entonces
se levantó Mata- en la alianza de nuestros padres.
— de Joas, hijo de Simeón,
tías, hijo 21
Líbrenos Dios de abandonar la
sacerdote, de los hijos de Joarih, de ley y sus preceptos. 22 No escuchare-
Jerusalén, que habitaba en Modín. mos las órdenes de rey para salimos
2
Tenía cinco hijos: Juan, apellidado de nuestro culto, ni a la derecha ni
Caddir, 3 Simón, llamado Tasi: 4 Ju- a la izquierda.»
23
das, apellidado Macabeo; 5 Eleazar, Apenas había terminado de ha-
apellidado Abaran, y Jonatás, ape- blar en presencia de todos, cuando
llidado Apfás. ' Y viendo las abomi- se acercó un judío para quemar in-
naciones cometidas con Judá y en cienso en el altar que había en Modín,
Jerusalén, 7 dijo (1): según el decreto del rey. 24 Al verlo
«|Ay de mil ¿Por qué nací yo, para Matatías, se indignó hasta estreme-
ver la ruina de mi pueblo, y la ruina cerse; y llevado de justa indignación,
de la ciudad santa, obligados a habi- fué corriendo y Je degolló sobre el
tar aquí, cuando está en poder de altar. 28 En el mismo instante mató
enemigos 8 y su santuario en poder al enviado rey, que obligaba a
del
26 Así
de extraños? Su pueblo fué tratado y destruyó el altar.
sacrificar,
como un infame, • sus vasos preciosos mostró su celo por la ley, como
llevados en botín, sus niños muertos había hecho Fines con Zambri, el
en las plazas, y sus jóvenes caídos hijo de Salom (1).
a la espada enemiga. 10 ¿Qué nación
no se ha adueñado de su reino, y no
se ha apoderado de sus despojos? La sublevación.
11
Todo su ornato le fué arrebatado,
27
y la que era libre fué hecha esclava. Alzó luego el grito Matatías en
12 Y ved cómo
nuestro santuario, que la ciudad, y dijo: «¡Todo el que sienta
era nuestro honor y nuestra gloria, celo por la ley y sostenga la alianza,
está desolado, profanado por las gen- sígamel» 28 Y
huyeron él y sus hijos
13 a los montes, abandonando cuanto
tes. ¿Para qué vivir?»
14
Easgaron Matatías y sus hijos 28
tcníí.-n en la ciudad. Entonces
sus vestiduras, y se vistieron de saco muchos que suspiraban por la jus-
e hicieron gran duelo. 18 En tanto lle- ticia y el juicio bajaron al desierto,
30 para habitar allí,
garon a la ciudad de Modín los dele- así ellos como
gados del rey, forzando a la apos- sus hijos, sus mujeres y sus ganados,
tasía mediante la ofrenda del incienso. pues la persecución había llegado al
16 Muchos israelitas Ies obedecían, colmo. 31 Y así que llegó a noticia de
mientras Matatías y sus hijos se man- los enviados del rey y de las fuerzas
tuvieron apartados. 17 Los enviados que había en Jerusalén, en la ciudad
del rey dirigiéronse a Matatías, y le de David, que aquellos hombres, des-
dijeron: «Tú eres príncipe e ilustre y obedeciendo el decreto del rey, ha-
grande en esta ciudad, apoyado por bían bajado para esconderse en el
muchos hijos y parientes; 18 acércate, desierto, y que muchos los hablan
pues, el primero, y haz conforme al seguido, 32 luego los sorprendieron;
decreto del rey, como hacen todas y acampando enfrente de ellos, se
las naciones, los hombres de Juda dispusieron a atacarlos en día de sá-
y los que quedaron en Jerusalén. bado. 33 Y les decían: «Pasta con lo
Y seréis tú y tu casa de los amigos hecho hasta aquí. Salid y cumplid
del rey, y seréis enriquecidos, tú y el decreto del r<'V, y viviréis.» ** F.U<>s
tus hijos, de plata y oro y muchas contestaron: «No saldremos, ni hare-
mercedes.» mos lo mandado por el rey, profa-
19
A lo que contestó Matatías, di- nando el sábado.»
(i) Estos actos de Matatías son como la
(i) El anciano sacerdote Matatías es la declaración de guerra contra el rey. Como repre-
encarnación del sentimiento patriótico y reli- sentante de la nación oprimida, pero que tiene
gioso de Israel, sentimiento que supo infundir derecho a la libertad y aspira a conquistarla,
a sus hijos, quienes animados de él luchan degüellaal impío israelita en nombre de la ley
heroicamente hasta obtener la victoria. y da muerte al enviado de Antíoco.
MACABEOS I, 3
35 En
seguida los acometieron: fué imputado a justicia? 63 En el
34 no les respondieron, ni les tiempo de la tribulación José guar-
y ellos
lanzaron una piedra, ni taparon sus dó la ley, y vino a ser señor de Egip-
escondrijos, 37 diciendo: «Muramos to- to. 54 Fines, nuestro padre, por su
dos en nuestra inocencia, y el cielo gran celo recibió la promesa del sacer-
y la tierra serán testigos de que docio eterno. 86 Josué, por la obser-
injustamente nos hacéis morir.» 38 Y vancia de la ley llegó a ser juez de
acometidos en día de sábado, murieron Israel. 68
Caleb, por su testimonio
ellos, sus mujeres, sus hijos y sus ga- ante el pueblo recibió la heredad de
nados, hasta mil hombres. 39 Cuando la tierra. 57 David, por su misericor-
Matatías y sus amigos lo supieron, dia heredó el trono real, por los siglos
se dolieron grandemente, 40 pero di- de los siglos. 68 Elias, por su gran celo
jeron: «Si todos hacemos como nues- de la Ley fué arrebatado al cielo.
59
tros hermanos han hecho, no comba- Ananías, Azarlas y Misael, por su
tiendo contra los gentiles por nuestras fe, fueron librados del fuego. 60 Da-
vidas y nuestras leyes, pronto nos niel en su inocencia fué libertado del
exterminarán de la tierra." 41 Y loma- foso de los Icones. 61 Recorred de este
ron aquel día esta resolución: Todo modo todas las generaciones, y veréis
hombre, quienquiera que sea, que, cómo ninguno que confía en Dios es
en día de sábado viniere a pelear confundido.
62
contra nosotros, será de nosotros com- »No temáis las amenazas de ese
batido, y no nos dejaremos malar malvado, porque su gloria se volverá
todos, como nuestros hermanos, en en estiércol y en gusanos. 63 Hoy se
sus escondrijos ( 1 ). engríe, pero mañana no será hallado,
42 porque se habrá vuelto al polvo y
Entonces se unió a ellos un gru-
po de asideos, israelitas valientes, se habrán disipado sus planes. 64 Vos-
todos adictos a la ley. 43 Cuan- otros, hijos míos, cobrad ánimo, com-
tos buscaban escapar a la perse- batid varonilmente por la ley, que con
cución se unían a ellos, acrecentán- esto vendréis a ser gloriosos.
dose así sus fuerzas, 44 hasta formar 65 »Yo sé que Simeón, vuestro her-
un ejercito con el cual hirieron a los mano, es hombre de consejo; oídle
pecadores en su ira y a los impíos siempre, y sea él vuestro padre.
en su furor. Los restantes buscaban 66 Judas, el Macabeo,
es fuerte y vi-
su salud entre los gentiles. 45 Reco- goroso desde su mocedad; que sea el
rrieron Matatías y sus amigos las capitán del ejército y quien dirija
ciudades destruyendo altares, 46 y la guerra contra las naciones. 67 Atraed
obligando a circuncidar a cuantos a vosotros a todos los cumplidores de
niños encontraban incircuncisos en la ley, y tomad severa venganza de
los confines de Israel. 47 Perseguían los ultrajes a vuestro pueblo. 68 Dad
a los rebeldes a la ley, y su fuerza a los gentiles su merecido, y atended
crecía más cada vez. 48 Defendían la a la observancia de los preceptos de
ley contra los gentiles y los reyes, y la ley.»
no se doblegaban ante los pecado- 69 Y bendiciéndolos, fué a reunirse
49 70
res. Acercándose el fin de los días con sus padres. Murió el año 146,
de Matatías, dijo este a sus hijos: y sepultaron en el sepul-
los hijos le
«Al presente triunfa, la soberbia y cro de sus padres, en Modín, y todo
el castigo, es tiempo de ruina y de Israel hizo por él gran duelo.
furiosa cólera. 50 Ahora, hijos míos,
mostraos celadores de la ley, y dad Judas Maoaheo.
la vida por la alianza de nuestros
mayores. 51 Acordaos de las haza- *^
1
Le sucedió Judas, apellidado
ñas de vuestros padres en sus días, Macabeo, 2 a quien apoyaron sus
y alcanzaréis gran gloria y nom- hermanos y cuantos habían seguido
bre eterno. 52 ¿No fué Abraham a su padre, y combatían alegremente
hallado fiel en la tentación, y le los combates de Israel.
3
Y dilató la gloria de mi pueblo,
(i) Estos que se dejaron malar por no que- y como héroe se vistió la coraza,
brantar el sábado eran del partido de los Hasidin
o devotos, que hadan especial profesión de
y se ciñó sus armas para guerrear,
piedad. Matatías y los suyos, aunque respetan y trabó batallas, protegiendo con
la conducta de aquellos mártires, no creen que
su espada el campamento.
4 Por
sea la mas prudente ni laque ellos deben seguir, sus hazañas se asemejó al
pues seria dar a los enemigos la victoria. león,
34
530 MACABEOS I, 3
dijo a los suyos: 17 «No codiciéis los del ejército de Lisias cinco mil hom-
despojos, que tenemos ante nosotros bres. 38 Al ver Lisias la derrota de su
el peligro, 18 pues florgias está con ejército y la audacia del de Judas,
su ejército en los montes próximos. y cómo estaban dispuestos a vivir" o
Por el momento haced frente a los morir gloriosamente, partió para An-
enemigos y combatid contra ellos; tioquía y recinto mercenarios para
después ya podréis tomar los des- acrecentar su ejército, con el propó-
pojos con seguridad.» sito de volver contra Judas.
19 Estaba aún Judas diciendo esto,
27
diciéndoles: «Se han juntado contra que también en las demás ciuda
nosotros las naciones de nuestro des de Galad había prisioneros, y
contorno, que se proponen destruir- habían ordenado los enemigos para
nos; 11 están dispuestas a venir y el día siguiente atacar las plazas
apoderarse de la fortaleza en que nos fuertes, tomarlas y acabar con todos
hemos refugiado; tienen a Timoteo los judíos en un solo día.
por jefe. 18 Ven, pues, y líbranos de 28
Judas, con su ejército, atrave-
sus manos, porque muchos de los sando el desierto, llegó de improviso
nuestros han caído ya, 13 y todos a Bosora, se apoderó de la ciudad,
nuestros hermanos de la región de pasó al filo de la espada a todos los
Tobi lian sido muertos, y robadas varones, se adueñó de todos sus
sus mujeres, sus hijos y sus bienes, despojos y la puso fuego. 29 Levan-
pereciendo allí unos mil hombres.» tando el campo por la noche, se en-
14
Estaban leyendo estas cartas, caminó hacia la fortaleza de Diate-
cuando llegaron, rasgadas las vesti- ma. 30 Al amanecer alzó los ojos y
duras, otros mensajeros de Galilea, vió una muchedumbre innumerable
15 loscuales comunicaron que se con escalas y máquinas de guerra,
hablan juntado contra ellos gentes de dispuesta a atacar y tomar la forta-
31 Entendió Judas
Tolemaida y de Tiro y de Sidón, y leza. que el ata-
los gentiles de toda la Galilea, para que comenzaba y oyó que de la ciudad
aniquilarlos. 16 Cuando Judas y el subía al cielo ui\ griterío y sonido de
trompetas. 32
pueblo oyeron semejantes noticias, Dijo entonces a los de
se reunió una gran asamblea, y deli- su ejército: «Luchad hoy por vues-
beraron soore lo que hablan de hacer tros hermanos.» 33 Y en tres secciones
por sus hermanos, que se hallaban se dirigieron por la espalda, tocando
en grave aprieto, combatidos por los las trompetas y clamando a Dios en
gentiles. 17 Dijo Judas a Simón, su oración. 34 Cuando el ejército de
hermano: «Toma gente contigo, y ve Timoteo se dió cuenta de que era el
a librar a nuestros hermanos de Ga- Macabeo, emprendieron la fuga. Les
lilea; yo y mi hermano Jonatau ire- infligió una gran derrota, quedando
mos a Galad.» 18 A José, el de Za- aquel día en el campo hasta ocho
carías, y a Azarías los dejó por jefes mil hombres. 34 Luego se volvió
del pueblo, con el resto del ejército Judas contra Masfa, la atacó, adue-
para la defensa de Judea, 19 dándo- ñándose de ella, matando a lodos
les esta orden: «Quedaos al frente del sus hombres, tomando sus despojos
pueblo, pero no trabéis lucha con los y entregando la ciudad a las llamas.
38 Partiendo de allí, tomó a Casfar,
gentiles, hasta nuestra vuelta.»
20 Tomó Simón tres mil hombres Maqued y Bosor, con las demás ciu-
para ir a Galilea, y Judas ocho mil dades de Galad.
37 Después
para ir a Galad. 21
Partió Simón para de esto juntó Timoteo
Galilea, y después de muchos en- otro ejército y vino a acampar en-
cuentros con los gentiles, los derrotó frente de Rafón, del otro lado del
y persiguió hasta las puertas de To- torrente. 38 Envió Judas a explo-
lemaida, 22 quedando en el campo rar el campo, y le trajeron estas
unos tres mil de los gentiles y apo- noticias: «Se han juntado con Timo-
derándose Simón de sus despojos. teo todos los gentiles de alrededor, y
23 Tomó luego a los que moraban en forman un ejército muy grande.
39
Galilea y en Arbata, con sus muje- Además, han tomado a sueldo a
res, hijos y cuanto tenían, y los trajo los árabes como auxiliares suyos, y
con gran júbilo a Judea. están acampados del otro lado del
24 Judas, el Macabeo, torrente, prontos a venir contra ti."
y Jonatán, 40 Timoteo había dado estas instruc-
su hermano, atravesaron el Jordán
y caminaron durante tres días por el ciones a sus capitanes: «Si al llegar
26
-encontrándose con los Judas al torrente le permitiéramos
desierto,
nabatcos, que los recibieron amiga- pasar hasta nosotros, no le podría-
blemente y les contaron cuanto a mos resistir, porque tiene una fuerza
sus hermanos habla sucedido en la incontrastable; ** mas si por temor
región de Galad, 26 y cómo muchos acampara al otro lado del torrente,
de ellos se hallaban prisioneros en iremos contra él y le venceremos.
42 Cuando Judas se acercó al to-
Bosora, en Bosor, en Alema, en
Casfor, en Maqued y en Carnaim, rrente, detuvo a los intendentes de
ciudades todas fuertes y grandes: ejército y les dió esta orden: 'No per
MACABEOS I, 6 535
mitáis que se quede nadie en el orden al ejército que con ellos tenían,
(ampo; que vayan todos a luchar.» de emprender la marcha hacia Jam-
43 Y
atravesó el primero contra los nia. 69 Pero les salió al paso Gorgias
enemigos y todo el pueblo en pos de con su gente, 80 que derrotaron a
él. Fueron deshechos los gentiles, José y Azarías, persiguiéndolos hasta
que tiraron las armas y huyeron al los confines de Judea. Dos mil hom-
santuario de Carnaim. 44 Pero los bres cayeron aquel día, del pueblo
de Judas se apoderaron de la ciudad de Israel. Acaeció este gran desca-
y pusieron fuego al santuario, que labro 61 por no haber obedecido a
ardió con todos los que en él había. Judas y a sus hermanos, creyéndose
Así fué abatida Carnaim, sin que capaces de grandes hazañas. 62 Pero
los enemigos pudieran hacer frente no eran ellos de la raza a que fué
a Judas. dado salvar a Israel. 63 Por lo con-
45 Juntó Judas trario, el heroico Judas y sus herma-
a todos los israeli-
tas que moraban en Galad, desde el nos alcanzaron gran gloria ante Israel
pequeño hasta el grande, a sus mu- y ante todos los pueblos, a cuyos
jeres e hijos y su hacienda, una mu- oídos llegó su fama, 64 y en medio de
chedumbre muy grande, para traer- aclamaciones todos los rodeaban.
los a la tierra de Judá. 46 Al llegar 65 Partieron luego Judas y sus her-
a Efrón, ciudad grande y muy fuerte manos en campaña contra los hijos
en la entrada de un desfiladero, no de Esaú, hacia el mediodía, y se apo-
podían desviarse ni a la derecha ni deraron de Hebrón y de sus aldeas,
a la izquierda, sino que habían de destruyeron su fortaleza y quemaron
pasar por en medio de ella. 47 Los las torres de su recinto. 68 En seguida
de la ciudad se encerraron, y mura- se dirigió contra la tierra de los filis-
ron a cal y canto las puertas. Les teos, atravesando por Maresa. 67 Ca-
envió Judas un mensaje de paz, yeron aquel día en la batalla algunos
48 diciéndoles:
«Permitidnos atrave- sacerdotes, que inconsideradamente
sar por vuestra tierra, camino de la salieron a luchar, queriendo dar prue-
nuestra; nadie os molestará, sencilla- ebas de su valentía. 68 Se dirisió
mente pasaremos a pie.» Pero no qui- luego hacia Azoto, en tierra de filis-
sieron abrirle. teos, y destruyó sus altares, quemó
49
Ordenó Judas entonces pregonar las estatuas de sus dioses, saqueó
en todo el campo que hiciesen todos las ciudades, y se volvió a la tierra
alto en el sitio en que estaban. 50 Los de Judá.
hombres de guerra tomaron posicio-
nes y atacaron la ciudad todo aquel
día ynoche siguiente, hasta que
la Muerte de AVntíoco Epifanes.
se rindió. 81 Pasó al filo de la espada
a todos los varones, arrasó la ciudad C.
1
Atravesaba el rey Antíoco las
y se apoderó de sus despojos, atrave- " regiones altas de Persia, cuando
sándola luego por encima de los ca- tuvo noticias de Elimaide, ciudad
dáveres. 52 Pasado el Jordán, llega- célebre por su riqueza de plata y
ron a la gran llanura de Betsán. oro. 2 Había en ella un templo ex-
63
Judas, que mandaba la retaguar- traordinariamente rico, en el cual se
dia, iba exhortando al pueblo todo guardaban armaduras de oro, cora-
el camino, hasta llegar a la tierra zas y armas, que había dejado allí
de Judá. 64 Con gran gozo y ale- Alejandro, el de Filipo, rey de Ma-
gría subieron al monte de Sión, y cedonia, el primero que reinó entre
ofrecieron holocaustos, por no haber los griegos. 3 Llegado a ella, intentó
caído ninguno de ellos y haber vuel- apoderarse de la ciudad, pero no
to todos en paz. pudo; porque, conocidos sus propó-
66
En los días en que Judas y Jo- sitos en la ciudad, 4 le resistieron
natán estaban en Galad, y Simón con las armas, viéndose forzado a re-
en Galilea, frente a Tolemaida, 66 lle- tirarse huyendo, para volverse con
garon a oídos de José, el de Za- gran pena a Babilonia.
carías, y Azadas, jefes del ejército, 5
En P«rsia le alcanzó un correo,
las hazañas y las batallas que lle- que le dió a saber cómo los ejércitos
vaban a cabo; 67 y se dijeron: «Haga- enviados a tierra de Judea habían
mos también nosotros célebre nues- sido derrotados; que Lisias, había ido
tro nombre, peleando contra las na- contra ella, 6 con un ejército fuerte-
ciones de alrededor.» 68
Y dieron si los hay, y había huido ante los
óati MACABEOS I, 6
judíos, que se habían hecho muy nos de los cercados salieron; y jun-
fuertes en armas y soldados, con el tándose con ellos otros de los impíos
botín grande que habían cogido a los de Israel, se dirigieron al rey en
ejércitospor ellos vencidos; 7 que queja, diciendo: ¿«Cuándo será que
habían destruido la abominación le- hagas justicia y defiendas a nuestros
vantada por él sobre el altar de Jeru- hermanos? 22 Nosotros con gusto nos
salén, y habían cercado de altos muros |
hemos sometido a tu padre y obede-
el santuario, como antes estaba, y la cimos sus decretos, viviendo según
ciudad de Betsur. sus disposiciones; 23 y ahora los hijos
8
Cuando recibió estas noticias de nuestro pueblo se han vuelto con-
quedó aterrado e intensamente con- tra nosotros, y tienen cercada la ciu-
movido, tanto que cayó en el le- dadela. 24 A más de esto, a cuantos
cho enfermo de tristeza, al ver que caen en sus manos los matan, y sa-
los sucesos no habían correspondido ,
quean sus bienes. 25 Y no sólo contra
a sus deseos. 9 Pasó allí muchos días, . nosotros han alzado la mano, sino
porque la tristeza se renovaba sin contra todos los pueblos limítrofes.
cesar, y hasta creyó morir. 10 Ha- 26 Ahora mismo están acampados
ciendo llamar a sus amigos, les dijo: contra la ciudadela en Jerusalén, con
«Huye de mis ojos el sueño, y mi co- el intento de apoderarse de ella, y
razón desfallece por la preocupación, i
han fortificado el templo y la ciu-
11
pensando en qué tribulación y ]
dad de Belsur, 27 y si no les to-
tempestad grande me hallo, yo, tan mas ladelantera, harán cosas ma-
bueno, tan amado por mi suave go-
I
'
manos han dado muerte a todos tus y recorriendo toda la tierra de Judea,
amigos, y a nosotros nos han expul- castigó a los apóstatas, que cesaron
sado de nuestra tierra. 7 Te rogamos de andar por ella.
envíes una persona de tu confianza, 25 Alcimo, viendo que Judas
y los
que vaya y vea todos los estragos que suyos se hacían poderosos, y cono-
nos han causado a nosotros y al te- ciendo, por otra parte, que éí no era
rritorio del rey, y que los castigue capaz de hacerles frente, se volvió
a ellos y a cuantos les prestan auxilio.» al rey, acusándolos de muchos crí-
8
Eligió el rey a Báquides, uno de menes. 26 Envió el rey a Nicanor,
sus amigos, que gobernaba la región uno de sus capitanes más ilustres y
del otro lado del río, hombre grande enemigo jurado de Israel, encargán-
en el reino y fiel ál soberano; 9 y le dole la destrucción del pueblo. 27 Llegó
envió en compañía del impío Alcimo, Nicanor a Jerusalén con un poderoso
a quien instituyó sumo sacerdote, ejército, y envió a Judas y a sus
mandándole que tomase venganza hermanos engañosos mensajes de
de los hijos de Israel. 10 Partieron amistad, 28 diciéndoles: «No haya
con un gran ejército; y llegados a la lucha entre nosotros; yo iré a ti con
tierra de Judá, enviaron mensaje- poca gente, nos veremos y hablare-
ros a Judas y a sus amigos con po- mos como amigos.' 29 Vino, en efecto,
labras engañosas de paz, 11 a las que a Judas, y se saludaron amistosa-
ellos no dieron crédito, porque veían mente; pero los enemigos estaban
el gran ejército que traían. 12 Acu- dispuestos a prenderle. 30 Mas cono-
dieron a Alcimo y a Báquides muchos ciendo Judas que venían a él con
escribas, reclamando justicia; 13 y los engaño, temió, y no quiso volver a
asideos, que son los primeros entre verle más. 31 Nicanor, cuando vió
los hijos de Israel, fueron a pedirles descubiertos sus planes, salió a com-
la paz, 14 porque se decían: «Es un batir contra Judas cerca de Cafar-
sacerdote del linaje de Arón el que salama. 32 El resultado de la lucha
ha llegado con las tropas; no nos en- fué que cayesen de las tropas de Xi-
gañará.» 15 En efecto, les habló pala- canor unos cinco mil hombres, hu-
bras de paz, y les juró diciendo: «No vendo los demás a la ciudad de
os haremos mal, ni a vosotros ni a David.
vuestros amigos.» 16 Con esto le cre- 33 Después de estos sucesos subió
extendiéndose por Oriente su fama y su domi- envían para hacer con vosotros alian-
nación. El escritor sagrado expresa lo que za de paz, y pedir que nos inscribáis
•obre lo* romano»: había traído a ellos la fama. en la lista de vuestros aliados y ami-
540 MACABEOS I, 9
gos.» 11 Estas palabras fueron bien Judas había acampado en Laisa con
recibidas. 22 He aquí ahora la copia tres mil hombres escogidos, 4 los
de la epístola que escribieron en ta- cuales, viendo la muchedumbre del
blas de bronce, y que enviaron a ejército, temieron sobremanera, hu-
Jcrusalén para que les fuese memo- yendo muchos del campo y no que-
rial de alianza y de paz: dando de todos más que ocho-
23
«Salud a los romanos y al pueblo cientos.
judío, por tierra y por mar, para 7
Viendo Judas que el campo había
siempre, y que la espada y el ene- quedado desierto, y que, sin embargo,
migo estén siempre lejos de ellos. la batalla era inminente, se sintió
24 Si
el pueblo de los romanos fuera aplanado, porque no le quedaba tiem-
primero atacado, o lo fuese alguno po para volverlos a juntar, 8 y sin-
de sus aliados en todo su imperio, tiendo que se le rompía el corazón,
25 el pueblo de los judíos les prestará dijo a los que le quedaban: «En, va-
auxilio, según las circunstancias lo yamos al enenrgo, a luchar contra él.»
dicten, con plena lealtad. 26 Al ene- 9 Querían disuadirle, diciendo: «No
migo no le dará ni suministrará trigo, podremos; mejor nos sería conser-
armas, plata, ni naves. Esta es la var ahora nuestra .vida, y volver
voluntad de los romanos, y guarda- luego con nuestros hermanos; enton-
rán este convenio sin compensación ces podremos combatirlos, que ahora
ninguna. 27 Asimismo, si primero el somos muy pocos.» 10 Pero Judas con-
pueblo judío es atacado, los roma- testó: «Dios me libre de hacer tal
nos le ayudarán lealmente, según las cosa, de huir ante ellos. Si nuestra
circunstancias lo dicten, 28 y al ene- hora ha llegado, muramos valerosa-
migo no le darán ni trigo, ni armas, mente por nuestros hermanos, y no
ni plata, ni naves. Tal es la volun- empañemos nuestro honor.»
tad de los romanos. 29 Conforme a 11 En esto, el campo enemigo se
estas condiciones se conciertan los movió, y ellos le hicieron frente. La
romanos con el pueblo judío. 30 Si caballería se dividió en dos partes;
después de este acuerdo, unos u los honderos y los arqueros del ejér-
otros quisieren añadir o quitar al- cito, todos hombres valientes, se ade-
guna cosa, podrán hacerlo a volun- lantaron, ocupando la primera fila.
12
tad, y lo añadido o quitado será va- Estaba Báquidcs en el ala derecha,
81 daños que
Cuanto a hizo al sonido de las cornetas avan-
ledero. los e
les ha causado Demetrio, ya
el rey zar la falange, dividida en dos cuer-
hemos escrito a éste, diciendo: ¿Por pos. 13 Los de Judas dieron también
qué impones tan pesado yugo sobre la señal, y la tierra tembló al es-
nuestros aliados y socios los judíos? truendo de los ejércitos. La batalla
32 Si vuelven a quejársenos de ti, fué encarnizada, y duró desde la
les haremos justicia, haciéndote la mañana hasta la tarde. 14 Vió Judas
guerra por mar y por tierra." que Báquidcs, con el núcleo más
fuerte de su ejército, estaba en el
ala derecha; y juntando a los más
animosos, 15 se echó con ellos sobre el
Báquidcs, otra vez en Judea. enemigo, derrotándolo y persiguién-
Muerte de Judas. dolos hasta Azoto. 18 Los del ala
Izquierda, viendo derrotada y en
O Cuando Demetrio supo que Ni-
1 huida la derecha, pudieron perseguir
canor y su ejército habían caído a Judas y a los suyos por la espal-
en la batalla, volvió a enviar por se- da. 17 La lucha se agravó, cayen-
gunda vez a Báquidcs con Alcimo a do muchos de una y otra parte.
18 Cayó también Judas,
tierra de Judá, a la cabeza del ala y los res-
derecha de su ejército. 2 Tomaron el tantes huyeron. 19 Jonatán y Simón
camino que llega a Gálgala, y acam- tomaron a Judas, su hermano, y le
paron en ¡Masalot de Arbela, apode- dieron sepultura en el sepulcro de
rándose de ella y matando a mu- sus padres, en Modín. 20 Le lloraron,
chos. y todo Israel hizo por él gran duelo,
3 En el mes primero del año 152
y por muchos días hicieron luto, di-
asentaron su campo enfrente de Je- ciendo: 21 «jCómo ha caldo el valiente,
rusalén; 4 pero veinte mil hombres el salvador de Israel!»
22 Por lo demás, la historia de las
de infantería y dos mil caballos se
dirigieron a Berea. 6 Entretanto, guerras de Judas, sus hazañas, su
MACABEOS I, 9 541
y les hizo obsequios de oro y plata; del suceso, sacó al campo tres mil
también a sus cortesanos hizo mu- caballos y una poderosa fuerza de
chos regalos, ganándose con ellos su infantería, 78 y siguió el camino de
favor. 61 Vinieron apóstatas, manda- Azoto, fingiendo pasar de largo frente
dos de Israel, para acusarle, pero el a Jope, pero se volvió en seguida a
rey no los atendió, 83 antes mandó la llanura, muy confiado en la nu-
quitar a Jonatán sus vestidos y ves- merosa caballería que tenía. Jona-
tirle de púrpura, como se hizo. Le tán salió contra él hacia Azoto, y
sentó el rey a su lado, 83 y dijo a sus se trabó la lucha. 79 Apolonio había
grandes: «Salid con él por medio de dejado emboscados mil caballos.
80 Supo Jonatán la asechanza que
la lindad, y pregonad que nadie se
atreva a acusarle sobre ningún ne- detrás de sí tenía, y aunque unos y
gocio y que nadie por ninguna causa otros cercaron el campo y estuvieron
84 Y cuando sus lanzando flechas contra el pueblo desde
le moleste. acusa
dores vieron los honores públicos la mañana hasta la noche, 81 el pue-
que se le hacían y le vieron vestido blo se mantuvo firme, según las ór-
de púrpura, huyeron todos. 85 Le denes de Jonatán, hasta que la ca-
honró mucho el rey y le inscribió en ballería se fatigó. 82 Luego moyió Si-
el número de sus primeros amigos, món sus fuerzas y atacó a la falange,
y le nombró general y gobernador y como la caballería estaba ya ago-
de provincia. 88 Después de lo cual tada, los derrotaron y pusieron en
volvió Jonatán a Jerusalén, en paz fuga. 83 La caballería se dispersó por
y contento. la llanura, huyendo hacia Azoto, y
87 El año 165 Demetrio, hijo de se refugiaron en el templo de Dagón,
Demetrio, vino de Creta a la tierra su ídolo, para salvarse. 84 Jonatan
de sus padres. 88 En cuanto Alejan- prendió fuego a Azoto y a las ciuda-
dro lo supo, volvió a Antioquía muy des cercanas, se apoderó de sus des-
contrariado. *" Demetrio confirmó pojos, y dió a las llamas el templo
MACABEOS I, 11 545
35
546
MACABEOS I, 11
neral, desde la Escalera de Tiro hasta blos envió también cartas sobre lo
los confines de Egipto. mismo. 3 Partieron
para Roma, y
60 Partió Jonatán entrando en el Senado, dijeron: «Jo-
y recorrió las
ciudades del lado de acá del río, y natán, sumo sacerdote, y la nación
se le incorporaron todas las tropas de los judíos, nos envían para reno-
auxiliares de Siria. 61 Vino a Asca- Ivar con vosotros la antigua amistad
lón, y le hicieron los de la ciudad un y alianza.» 4 Y les fueron entregadas
recibimiento muy honroso. 61 De allí tartas para las autoridades de cada
pasó a Gaza, que le cerró sus puertas, lugar, a fin de que pudieran volver
pero él la asedió e incendió los arra- en paz a la tierra de Judá.
bales, saqueándolos. 62 Entonces los 5
He aquí la copia de las cartas que
de Gaza le pidieron la paz, que les Jonatán escribió a los espartanos:
6
fué otorgada, dándole en rehenes los «Jonatán, sumo sacerdote, y el se-
hijos de sus jefes, que envió a Jeru- nado de la nación y los sacerdotes y
salén, y atravesó la tierra hasta lle- todo el pueblo de los judíos, a los de
gar a Damasco. 63 En esto tuvo no- Esparta, sus hermanos, salud: 7 Ya
ticia Jonatán de que algunos gene- antes recibió Onías, sumo sacerdote,
ra lus de Demetrio habían llegado a de Ario, vuestro rey, cartas en que
Cades de Galilea con grandes fuerzas, decía que sois nuestros hermanos,
con el propósito de apartarle de toda como lo certifica la adjunta copia.
8
intervención en el gobierno. 54 De- Onías acogió con gran honor al
jando a su hermano Simón en Judá, mensajero, y recibió letras en que
les salió al paso. 65 Simón fué contra claramente se hablaba de alianza
Betsur, la combatió muchos días, y amistad. 9 Nosotros, aunque nada
teniéndola cercada, 66 hasta que pi- necesitamos, pues tenemos nuestra
dieron la paz, que les otorgó. Los confianza en las Escrituras Santas
arrojó de allí, apoderándose de la que poseemos, 10 hemos resuelto en-
ciudad y poniendo guarnición en ella. viaros quien renueve con vosotros la
67 Entretanto acampó Jonatán con fraternidad y amistad, a fin de no
su ejército junto a las aguas de Ge- hacernos extraños a vosotros, pues
nesaret, y muy de madrugada se han transcurrido ya muchos años
puso en marcha hacia la llanura de desde vuestra embajada. 11 En todo
Asor, 68 donde encontró al ejército este tiempo, en las solemnidades y
extranjero, que había puesto una en las restantes festividades no hemos
emboscada en los montes. Se trabó cesado de hacer memoria continua de
la batalla, 69 y los emboscados sa- vosotros, en los sacrificios que ofre-
lieron de la celada, 70 y los de Jo- cemos y en nuestras oraciones, pues
natán huyeron, no quedando a su es justo y razonable acordarse de los
lado sino Matatías, hijo de Absa- hermanos. 12 Nos alegramos de vues-
Jom, y Judas hijo de C'alfi, capitanes tra prosperidad. 13 Cuanto a nosotros,
del ejército. 71 Jonatán entonces rasgó han sido muchas las tribulaciones que
sus vestiduras, se echó tierra sobre nos han sobrevenido y muchas las
la cabeza, y oró. 72 Volvió luego a la guerras que nos han hecho los reyes
lucha contra los enemigos, los derro- vecinos. 14 No quisimos en ellas mo-
tó y puso en fuga. 73 Viendo esto los lestaros ni a los demás aliados y ami-
que de los suyos huían, se volvieron gos, 15 porque contamos con la ayu-
de nuevo a él, y todos a una los per- da que nos viene del cielo, y con ella
siguieron hasta Cades, hasta su cam- nos hemos librado de nuestros ene-
po, donde hizo alto. 74 Cayeron de los migos, y éstos fueron humillados.
extranjeros en aquel día unos tres 16 Hemos elegido
a Numenio, hijo
mil hombres. Jonatán se volvió a de Antíoco, y a Antípatro, hijo de
Jerusalén. Jasón, a quienes enviamos a los ro-
manos para renovar la antigua amis-
tad y alianza, 17 y les hemos dado
ICmbajadas a Roma y Esparta. el encargo de acercarse a vosotros
y saludaros y entregaros nuestras le-
1
1 *) Viendo Jonatán que las cir- tras, para renovar la alianza y fra-
1 "cunstancias le eran favorables, ternidad. 18 Esperamos que nos con-
escogió algunos hombres y los envió testéis favorablemente.
a Roma, para concertar y renovar la 18
La carta enviada por vosotros era
alianza de amistad con los romanos. del tenor siguiente: 20 Ario, rey de
1 Y
a los espartanos y a otros pue- los espartanos, a Onías, sumo sacer-
548 MACABEOS I, 12
dote, salud: 81 Hemos hallado en do- que da el valle del Este, y lo restau-
cumentos escritos que los espartanos raron, dándole el nombre de Cafe-
y los judíos son hermanos, unos y nata. 38 Simón edificó también Adi-
otros del linaje de Abraham. 22 Desde da, en la Sefela, y la fortificó y puso
que esto supimos, juzgamos que hacéis puertas y cerrojos.
bien en darnos cuenta de vuestra
prosperidad. 23 Nosotros a la vez os
correspondemos. Vuestros ganados, Muerte traidora de Jonatán.
vuestra hacienda, es nuestra, y la
nuestra, vuestra es. Por eso he dado 39
Trataba Trifón de apoderarse
orden de comunicaros esto.» del reino de Asia y ceñirse la dia-
24 Tuvo Jonatán noticia de que los dema, quitando de en medio al rey
capitanes de Demetrio habían vuelto Antíoco. 40 Pero temiendo que se le
contra él con fuerzas mayores que opusiera Jonatán y le hiciera la gue-
antes, 25 y salió de Jerusalén a su rra, buscaba un medio de apoderarse
encuentro, a la región de Hamat, de y darle muerte. Con este propó-
él
porque no quiso darles lugar a que sito se puso en camino de Betsán.
invadiesen la tierra. 26 Los explora- 41 Sal i'ile al encuentro Jonatán con
i
velar y estar sobre las armas, prontos le presentó a todos sus amigos y le
a entrar en batalla durante la noche, hizo muchos obsequios, ordenando
y puso centinelas alrededor del cam- a su ejército que le obedeciese corno
po. 28 Cuando los contrarios se die- a él mismo. 44 Dijo luego a Jonatán:
ron cuenta de que Jonatán y los «¿Por qué molestar a todo el pueblo,
suyos estaban preparados para la no habiendo guerra entre nosotros?
lucha, temieron, perdieron el ánimo, 45 Mándalos a sus casas, dejando
encendieron fuegos en su campa- contigo unos cuantos que te acom-
mento, y se retiraron. 29 No lo ad- pañen, y vente conmigo a Tolemaida.
virtieron Jonatán y los suyos hasta Te la entregaré con las demás forta-
la madrugada, engañados con la vista lezas, y pondré a tus órdenes el resto
de los fuegos encendidos. 30 Los per- del ejército y del rey.
los oficiales
siguió Jonatán, pero no les dió al- Hecho esto, yo me
volveré, que sólo
cance, porque habían atravesado el para eso he venido.»
río Eleutero. 81 Entonces se volvió 46 Dióle fe Jonatán e hizo según
el atrio del templo en lugar visible, Tolomeo, salud: 17 Han venido a nos-
y que una copia de lo mismo se de- otros embajadores de los judíos, alia-
positase en el tesoro del templo, a dos y amigos nuestros, enviados por
disposición de Simón y de sus hijos. Simón, sumo sacerdote, y por la
nación de los judíos, para renovar la
antigua amistad y alianza, 18 y han
Reconocimiento de esta situación sido portadores de un escudo de oro
por la> naciones extranjeras. de mil minas de peso. 19 En virtud de
esto nos ha parecido bien escribir a
y er Antíoco, hijo del rey Deme-
1 reyes y naciones, que no les causen
' " envió desde las islas del
trio, ningún mal ni les hagan la guerra,
mar cartas a Simón, sumo sacerdote ni a sus ciudades ni a su tierra, ni
y jefe de los judíos, y a toda la na- presten auxilio a quienes los comba-
ción. 2 Era el contenido de las cartas tan. 20 Nos pareció igualmente bien
del tenor siguiente: «El rey Antíoco recibir de ellos- el escudo. 21 Si, pues,
a Simón, sumo sacerdote y jefe de la hombres malhechores, huyendo de
nación judia, salud: 3 Como quiera ellos, se refugiaren entre vosotros,
que hombres malvados se hayan apo- en (regadíos a Simón, sumo sacerdote,
derado del reino de nuestros padres, para que los castigue según su ley.»
22 En la misma forma escribieron al
es mi voluntad recobrarlo y restable-
cerlo en su forma antigua, para lo rey Demetrio, a Atalo, a Ariarates
cual he reunido un ejército numeroso a Arsaces 23 y a todas las naciones:
y equipado naves de guerra.
4
.Me a Lampsaco, a los espartanos, a Dé-
propongo desembarcar y perseguir a los y a Mindo, a Sición, a Caria, a
los que han arruinado el reino y aso- Sainos, a l'anfilia, a Licia, a Hali-
lado sus ciudades. 6 Te ratifico, pues, carnaso, a Rodas, a Fasélida, a
todas las exenciones que te han hecho Coo, a Síde, a Arados, a Cortina,
21
los reyes mis predecesores, y todas las a (¡nido, a Chipre y a Cirene. Y
mercedes que te han otorgado. * Te copia de esas cartas se la enviaron
permito acuñar moneda propia para a Simón, sumo sacerdote.
MACABEOS I, 16 553
torio, a fin de proveer a sus nece- Juan, y escribió a los oficiales de ésta,
sidades, y bajó a Jericó con Mata- pidiéndoles que se pasasen a él, que
tías y Judas, sus hijos, el año 177 íes daría plata y oro y regalos.
en el mes undécimo, que es el mes 20 Mandó otros para que se apodera-
de Sabat. 15 Los recibió el hijo de sen de Jerusalén y del monte del
Abubos con perfidia en una forta- templo. 21 Pero alguno se adelantó
leza pequeña, llamada Doc, que él a comunicar a Juan, en Guezer,
habla levantado. Les ofreció un gran cómo habían sido muertos su padre
banquete, pero ocultó a siete hombres, y y que habían man-
sus hermanos,
16 que cuando Simón dado quien matase a él. 22 Quedó
V sus hijos es- le
taban ebrios, a una señal de Tolomeo fuera de sí al oír tales noticias, y
se levantaron, y tomando las armas, prendiendo a los que venían a él
dieron sobre Simón, matándole a él, para darle muerte, los mató, pues
a sus hijos y a algunos de su séquito, sabia lo que intentaban.
17 cometiendo una gran traición y 23 Los demás sucesos
de Juan, sus
devolviendo mal por bien. guerras, las hazañas que realizó, los
18 Luego escribió Tolomeo rey, muros que levantó y sus obras todas,
al
para que enviase tropas en su auxi- 24 escritas están en los anales de su
lio, a fin de poner en su mano la pontificado, desde el día en que fué
19
tierray las ciudades. Envió otras hecho sumo sacerdote después de su
a Guezer para que se apoderasen de padre.
II DE LOS MACABEOS
INTRODUCCION AL LIBRO II DE LOS MACABEOS
pSTE libro no es propiamente un libro segundo, una continuación del pre-
cedentc; es otro libro sobre la misma materia, bastante amplia para poder
ser argumento de muchos libros. Un cierto Jasón de drene, desconocido de
nosotros, compuso cinco libros sobre Judas Macabeo; nuestro autor los com-
pendió en este solo libro en favor de los lectores que no pudieran leer los cinco
de Jasón. Abarca unos quince años, 175-161 a. C. El propósito del autor no
es sólo contar los sucesos históricos, sino, mediante ellos, instruir y edificar a
Escribe en griego, y se. sirve de los recursos de la retórica griega
¡Mía lectores.
para mejor lograr su intento. El prólogo (2, 20-33) y el epílogo (15, 38-40)
ponen de relieve la gran diferencia que hay entre este libro y todos los otros es-
critos en lengua semítica. La cronología seguida es la del libro primero, con la
diferencia de que este otro sigue en todo el cómputo oficial, empezando a contar
desde el otoño de 112 a. C.
La obra va precedida de dos a modo de apéndices, que son dos cartas (1, 3-10*)
y 1, 10b -2, ]9) dirigidas por los judíos de Jerusalén a los de Egipto, con el
fin manifiesto de recomendarles la santidad del santuario yerosolimitano, y
apartarlos del templo cismático, que habían levantado en Leontópolis.
MACABEOS II
sido cosa fácil, sino de mucho tra- cómo el tesoro de Jerusalén estaba
bajo, sudores y desvelos. 28 Como el lleno de riquezas indecibles, y que
que prepara un festín, buscando com- la cantidad de dinero que allí había
placer a otros, se echa encima una era incalculable, y no se destinaba
pesada carga, así nosotros, para me- al sostenimiento de los sacrificios,
recer la gratitud de muchos, hemos pudiendo el rey apoderarse de ello.
tomado con gusto este trabajo. 29 De- 7
Apolonio se fué luego a ver al
jando al historiador el oficio de narrar rey y le dió cuenta de los tesoros refe-
detalladamente las cosas, nos hemos ridos. Este eligió a Heliodoro, su mi-
esforzado por seguir las normas de la nistro de hacienda, a quien envió con
condensación. 30 Pues así como el órdenes de apoderarse de las riquezas.
arquitecto que se propone levantar 8
En seguida se puso en viaje Helio-
una casa nueva, ha de pensar en el doro, con el pretexto de visitar las
conjunto de la construcción; mien- ciudades de Celesiria y Fenicia, pero
tras que el decorador y el pintor sólo en realidad, para ejecutar el propó-
9
tienen que cuidarse de lo que toca a sito del rey. Llegado a Jerusalén,
la ornamentación, así creo yo que fué recibido cordialmente por la ciu-
nos sucede a nosotros. 31 Investigar dad y el sumo sacerdote, a quien
la materia histórica, examinarla en dió luego cuenta de lo que le había
todos sus aspectos y detalles; eso sido comunicado, y del motivo de su
compete al narrador de la historia; venida, preguntando si lo que se
32
pero procurar el compendio de la les había dicho se ajustaba a la
narración, sin llegar a agotar el verdad.
10
asunto toca al compilador, 33 y con El sumo sacerdote
le hizo ver
esto comenzamos nuestra narración, que trataba de depósitos para el
se
después de habernos extendido tanto socorro de viudas y huérfanos, 11 de una
en el prefacio. Sería una simpleza cantidad que pertenecía a Hircano,
mostrarse difusos antes de entrar en hijo de Tobías, hombre de muy buena
materia, para luego ser breves en posición, contra lo que calumniosa-
ésta. mente había denunciado el impío
Simón; (1) y que, en fin, la Suma de
todo el dinero era de cuatrocientos
La preservación del tesoro del 12 talentos de plata y doscientos de oro,
templo. siendo del todo imposible cometer
tal injusticia contra los que habían
1 Hallándose la ciudad en com- confiado en la santidad del lugar y
3 pleta paz, observándose exacta- en la majestad del templo, honrado
mente las leyes, por la piedad del en toda la tierra. 13 Pero Heliodoro,
sumo sacerdote Onías (1) y su odio a en virtud de las órdenes del rey,
toda maldad, 2 sucedía que hasta contestó que aquellos tesoros habían
los mismos reyes honraban el san- de ser necesariamente entregados al
14 Señalado día, se pre-
tuario y lo enriquecían con magní- tesoro real.
ficos dones. 3 Y así, Selcuco, rey de paró a entrar, dispuesto a apoderarse
Asia, concedió de sus propias rentas de tales riquezas, lo que produjo no
todos los gastos necesarios para el pequeña conmoción en toda la ciudad.
15 Los sacerdotes, vestidos de sus
servicio de los sacrificios. 4 Pero un
cierto Simón, de la tribu de Benja- túnicas sagradas, se arrojaron ante
mín, constituido inspector del templo, el altar; clamaban al cielo, invocando
se enemistó con el sumo sacerdote, al que había dado ley sobre los depó-
con motivo de la fiscalización del sitos, de que les fueran guardados in-
mercado de la ciudad. 8 No pudiendo tactos a quienes los depositaron.
vencer la resistencia de Onías, se fué 16 Nadie podía mirar el rostro del
a Apolonio, hijo de fraseas, que por sumo sacerdote sin quedar traspa-
aquel tiempo era general de la Cele- sado, porque su aspecto y su color
siria y Fenicia, 6 y le hizo saber demudado mostraban la angustia de
su alma. 17 El temor que se reflejaba
(i) Este Pontífice Onías, de quien el autor en aquel varón, y el temblor de su
hace tan magnífico elogio, es probablemente el cuerpo, revelaban a quien le miraba
jefeungido a que se refiere Daniel 9, 26, y cuya
muerte señala el término de las sesenta y dos
semanas de años y el principio de la última (1) El templo era como un banco en que,
semana, que es de grandes calamidades para cual en lugar seguro, depositaban algunos par-
el pueblo. ticulares sus capitales.
MACABEOS II, 4 561
adueñarse del poder, y al fin recibió dicha del pueblo, así como después
el oprobio como premio de su trai- participó en los beneficios del Señor,
ción, teniendo que huir de nuevo a y abandonado a la cólera del Omni-
la tierra de Ammón. 8 El fin de su potente, de nuevo ha sido restaurado
perversa vida fué éste: que, acosado con gran gloria, en la reconciliación
por Aretas, rey de los árabes, huyendo del altísimo Señor.
de ciudad en ciudad, de todos per- 21
En suma, que Antíoco, habiendo
seguido, detestado como renegado de arrebatado del templo mil ochocien-
su ley, execrado como verdugo de su tos talentos, a toda prisa se retiró
patria y de sus conciudadanos, fué a Antioquía, pensando en su orgullo
empujado hasta Egipto; 9 y el que a que podría navegar por la tierra y
tantos había desterrado de la patria, andar por el mar, para vanagloria
vino a morir en tierra extraña, hu- de su espíritu. 22 Todavía dejó pre-
yendo a Lacedentonia con la espe- fectos que afligieron a la nación;
ranza de lograr un refugio en gracia en Jerusalén, a un tal Filipo, frigio
del parentesco; 10 y el que a tantos de nación, más cruel que el mismo
había dejado sin sepultura, murió que lo había puesto; y en Garizin, a
sin ser por nadie llorado, y privado Andrónico; a los cuales hay que
de sepultura, más aún dei sepulcro añadir Menelao, que a todos excedió
familiar. en maldad contra sus conciudadanos,
11 23
Llegados a noticia del rey estos y era el que péores sentimientos
sucesos, sospechó que la Judea quería tenía hacia sus compatriotas.
24
rebelarse; y así, al volver de Egipto, Más tarde envió todavía Antíoco
hecho una furia, se apoderó de la al abominable Apolonio, con un ejer-
ciudad por la fuerza de las armas cito de veintidós mil hombres, con
12
y ordenó a los soldados herir sin órdenes de degollar a todos los adul-
piedad a los que les salieran al en- tos y vender a las mujeres y a las
cuentro, y degollar a los que subiesen jóvenes. 26 Llegó éste a Jerusalén
sobre las casas. 13 Así fueron muertos simulando paz, y hasta el día santo
jóvenes y viejos, desaparecieron hom- del sábado se estuvo quieto. Entonces,
bres y mujeres y niños, y fueron mientras los judíos estallan en fiesta,
degollados doncellas y niños de pecho. dió órdenes a sus soldados de hacer
14 En tres días enteros que duró, ejercicios, 26 y mató a todos cuantos
perecieron ochenta mil personas; cua- salieron a contemplarlos, e invadiendo
renta mil cayeron asesinadas y otras luego la ciudad, dió muerte a una
tantas fueron vendidas por esclavas. gran muchedumbre. 27 Pero Judas
15 No satisfecho con esto, se atrevió Macabco, con otros nueve, se retiró
a entrar en el templo, el más santo al desierto, y con los suyos vivía a
de toda la tierra, siendo su guía el lamanera de las fieras en los montes,
traidor a la religión y a la patria, alimentándose de hierbas, por no
18
.Menelao. Con sus impuras manos contaminarse.
tomó los vasos sagrados, y arrebató
los dones que por otros reyes habían
sido ofrecidos para realzar la gloria La persecución religiosa.
y la dignidad del lugar, entregándolos
a manos impuras. 1
No mucho tiempo después mando
17
Llena el alma de orgullo, Antíoco 6 el rey a un anciano ateniense
no veía que, por los pecados de los para que obligara a los judíos a dejar
moradores de la ciudad, el Señor se la religión de sus padres, prohibién-
había por breve tiempo irritado, y doles vivir según las leyes de Dios;
que por esto había ocurrido aquel 2
con orden de que profanara el
desprecio hacia el lugar. 18 Si no templo de Jerusalén y lo dedicara
hubiese sido por estar ellos cargados a Júpiter Olímpico, y el de Garizin,
de tantos pecados, igual que Helio- según la condición de los moradores
doro, el enviado del rey Seleuco del lugar, a Júpiter Hospitalario.
para apoderarse del tesoro, hubiera :1
(iiave e insoportable era para la
éste sentido, en cuanto allí puso el muchedumbre el progreso de la mal-
pie, reprimida su audacia por los dad; 4 porque el templo era teatro
azotes. 19 Pero no eligió el Señor la de libertinajes y orgías de los gentiles,
nación por el lugar, sino el lugar que Se solazaban allí con las mere-
por la nación; 20 por lo cual, aquél trices, y en los atrios sagrados tenían
ha tenido que participar de la des- comercio con las mujeres, llenándolo
MACABEOS II, 6 505
me de la muerte, doy mi cuerpo a los tará, a los que morimos por sus leyes,
crueles azotes; pero mi alma los a una vida eterna.»
sufre gozosa por el temor de Dios.» 10 Después
el tercero fué expuesto
31
Así acabó la vida, dejando con a los insultos; y mandándole sacar
su muerte, no sólo a los jóvenes, la lengua, luego al punto la sacó,
sino a todos los de su nación, un 11 las ma-
y animosamente extendió
ejemplo de nobleza y una memoria nos, diciendo: «Del cielo tenemos estos
de virtud. miembros, que por amor de mis leyes
yo desdeño, esperando recibirlos otra
vez de El.» 12 Tanto el rey como los
Martirio de Jos siete hermanos que con él estaban se maravillaron del
con su madre. animoso joven, que en nada tenía
los tormentos.
^ 1
Es muy digno de memoria lo
13
Muerto éste, sometieron al cuarto
ocurrido a siete hermanos, (1) que a las mismas torturas; 14 y estando
con su madre fueron presos, y a para morir, dijo así: «Más vale morir
quienes el rey quería forzar a comer a manos de los hombres, poniendo
carnes de puerco prohibidas, y por en Dios la esperanza de ser de nuevo
negarse a comerlas fueron azotados resucitado por El. Pero tú no resuci-
con zurriagos y ne'rvios de toro. 8 Uno citarás para la vida.» 16 En seguida
de ellos, tomando la palabra, habló trajeron al que mientras le
quinto,
así: «¿A qué preguntas! ¿Qué quieres atormentaban, puestos los ojos en el
16 le dijo: «Tú, aunque mortal,
saber de nosotros? Estamos prontos rey,
a morir, antes que traspasar las pa por tener poder sobre los hombres,
trias leyes.» 3 Irritado el rey, ordenó haces lo que quieres; pero no pienses
poner al fuego sartenes y calderos. que nuestro linaje haya sido aban-
Cuando comenzaron a hervir, 4
dió donado de Dios. 17 Aguarda un poco,
orden de cortar la lengua al que había y experimentarás su gran poder, y
hablado, y de arrancarle el cuero de verás cómo te atormentará a ti y a
la cabeza, a modo de los escitas, y tu descendencia.»
18 Después trajeron
cortarle manos y pies, a la vista al sexto, que
de los otros hermanos y de su madre. estando ya para morir dijo: «No te
5 Mutilado de todos sus miembros, forjes ilusiones; por nuestras culpas
mandó el rey acercarlo al fuego, y padecemos esto: por haber pecado
vivo aún, freirlo en la sartén. Mien- contra nuestro Dios han sucedido
tras el vapor de ésta llegaba bastante entre nosotros cosas tan tremendas.
19
a lo lejos, los otros, con la madre, se Pero tú, no creas que habrás de
exhortaban a morir generosamente, quedar impune, por haber osado lu-
6 diciendo: «El Señor Dios nuestro nos char contra Dios.»
20 Admirable sobre toda pondera-
mira y tendrá compasión de nosotros,
como lo dice Moisés en el cántico ción y digna de eterna memoria se
de protesta contra Israel: Tendrá pie- mostró la madre, que viendo morir
dad de sus siervos. en un solo día a sus siete hijos, lo
7
Muerto de esta manera el pri- soportaba animosa, por la esperanza '
puesto a comer, antes de ser ator- varonil a sus palabras de mujer, 22 les;
mentado en su cuerpo, miembro por decía: «Yo no sé cómo habéis apare-1
miembro. 8 El en su propia lengua, cido en mi s^no, no os he dado yol
respondió: «¡No!» Por lo cual, en se- el aliento de vida ni compuse vues-1
guida se le dió el mismo tormento tros miembros. 23 El creador del uni-
que al primero. 8 Estando para exha- verso, autor del nacimiento del hom-
lar el postrer aliento, dijo: «Tú, cri- bre y hacedor de las cosas todas, ése
minal, nos privas de la vida presente; misericordiosamente os devolverá la
pero el Rey del universo nos resuci- vida, si ahora por amor de sus santas
leyes la despreciáis.»
(i) Este capitulo, en que tan alta se revela 84
Antíoco, a pesar de creer que
la fidelidad a la ley por parte de los jóvenes
se burlaba de él y de sospechar que
Macabeos" y de su madre, es el presagio de
tantos martirios como en la historia de la Iglesia
con sus palabras le insultaba, todavía
sufrieron los fieles de Cristo. Es de notar la al más joven que quedaba, no sólo
viva fe en la resurrección, que tanto los alienta. de palabra le exhortaba sino que*
MACABEOS II, 8 567
10 1
El Macabeo y los suyos, con general de aquellas provincias, man-
la ayuda del Señor, lograron ocu- tenía tropas mercenarias y con fre-
par el templo y la ciudad. 2 Des- cuencia hostigaba a los judíos. 15 Al
truyeron las aras alzadas por los ex- mismo tiempo que él, los idumeos,
tranjeros en las plazas y los santua- dueños de fortalezas bien situadas,
'
jinete tracio que le derribó el hombro, que con grande astucia exhortaba a
y así pudo Gorgias huir a Maresa. Antíoco, no llevado de la solicitud
36 Los soldados de Esdras hallábanse por la patria, sino esperando ser
fatigados de la larga lucha; pero Judas restituido en el poder. 4 Pero el .
justo juez, que descubre las cosas feroces, dispuesto a mostrarse más
ocultas. 42 Volvieron a la oración, duro con los judíos que lo había sido
rogando que el pecado cometido les su padre. 10 Informado de ello Judas,
fuese totalmente perdonado; y el mandó a su gente invocar día y
noble Judas exhortó a la tropa a noche al Señor, para que como siem-
conservarse limpios de pecado, te- pre, ahora los ayudase, cuando el
niendo a la vista el suceso de los pueblo, que apenas había comenzado
que habían caído, 43 y mandó hacer a respirar 11 estaba a punto de quedar
una colecta en las filas, recogiendo sin ley, sin patria y sin templo, y
hasta dos mil dracmas, que envió sometido a la tiranía de las naciones
a Jerusalén, para ofrecer sacrificios blasfemas. 12 Cuando todos a una
por el pecado; obra digna y noble, hubieron rogado al Señor misericor-
inspirada en la esperanza de la resu- dioso con lágrimas y ayunos y con
rrección; 44 pues si no hubiera espe- postraciones durante tres días con-
rado que los muertos resucitarían, tinuos, Judas los animó y ordenó
superfino y vano era orar por ellos. que preparasen; 13 y después de
se
46 Mas creía que a los muertos piado- consultar a los ancianos, resolvió em-
samente les está reservada una mag- prender la marcha antes que el ejér-
nífica recompensa. 46 Obra santa y cito del rey entrase en Judea y se
•piadosa es orar por los muertos. Por hiciesen dueños de la ciudad; po-
'eso hizo que fuesen expiados los niendo la cosa en las manos del Señor,
14 encomendando Creador del uni-
muertos, para que fuesen absucltos al
de los pecados. verso el resultado de la batalla, y
exhortando asuyos a luchar ani-
los
Vuelvo Lisias otra vez contra mosamente hasta morir por las leyes,
.Intica, y hace la paz eon los por el templo, por la ciudad, por la
judíos. patria y sus instituciones.
Ordenó su ejército en batalla junto
1 *} 1
El año 140 supieron los de a Modín. 15 Dió a los suyos el santo
1 *J
Judas que Antíoco Eupator y seña: «De Dios es la victoria»; y con
venía contra Jadea con gran muche- la flor de sus soldados, acometió de
MACABEOS II, 14
575
noche el campamento del rey, ma- una corona de oro, una palma y unos
tando hasta dos mil hombres y el ramos de olivo, que se creían proce-
mayor de los elefantes con la tropa dentes del templo. Aquel día no pidió
que llevaba encima. 16 Luego se reti- nada. 6 Pero aprovechando la ocasión
raron victoriosos, dejando el campa- propicia a su demencia, de haber
mento lleno de pánico y de perturba- sido llamado a consejo por Demetrio,
ción. 17 Al ser de día, todo estaba para preguntarle cuáles eran las dis-
acabado, gracias a la ayuda del Señor, posiciones y designios de los judíos,
que le habla socorrido. 18 El rey, respondió: * «El partido de los judíos
vista la audacia de los judíos, inten- que llaman asideos, cuyo jefe es
taba adueñarse por astucia de las Judas Macabeo, fomenta las guerras
plazas. 19 Llevó su ejército contra y las sediciones, y no consiente que
7
Bctsur, plaza fuerte cíe los judíos, el reino goce de paz;por lo cual yo,
pero se veía rechazado y derrotado despojado dedignidad paterna,
la
y cada vez menos fuerte. quiero decir del sumo sacerdocio, he
20 Judas proveía de vituallas a los venido ahora aquí, 8 mirando con
de dentro. 21 Un cierto Rodoco, del toda lealtad por los intereses del rey
ejército judío, descubrió al enemigo y buscando también los de mis con-
los secretos de la defensa. Fué bus- ciudadanos, pues, por la temeridad
cado, cogido y encarcelado. 22 Por de aquéllos, toda nuestra nación se
segunda vez el rey entró en tratos halla en ruinas. 9 Date cuenta, pues,
cón los de Betsur, y hechas las paces, ¡oh rey!, de estas cosas; mira por
se retiró. 23 Atacó a Judas, mas fué nuestra tierra y nuestra raza opri-
vencido. Pero informado de que Filipo, mida, llevado de tu desinteresado
quien había quedado por regente amor hacia todos. 10 Mientras Judas
del reino, se había sublevado en An- esté con vida, no podrá el Estado
tioquía, quedó consternado. Luego gozar de paz.»
11
pidió la paz a los judíos, jurándoles Dicho esto, al punto los restantes
atender sus justas peticiones; y re- amigos, que se hallaban indispuestos
conciliado con ellos, ofreció sacrifi- contra inflamaron más el
Judas,
cios, honró el templo y ofreció dones. ánimo de Demetrio, 12 logrando que
24 Al Macabeo le acogió muy bien, éste llamase luego a Nicanor, coman-
y le hizo general y gobernador, desde dante anteriormente del cuerpo de
Tolemaida hasta la región de los elefantes, y le nombró general de
Guerrenios. 25 Pero al llegar a To- Judea, 13 dándole orden de acabar
lemaida, sus habitantes llevaron muy con Judas, dispersar a todos los suyos
a mal los conciertos, e indignados, e instalar a Alcimo por sumo sacer-
querían romper lo estipulado. 26 Su- dote del santísimo templo. 14 En
bió entonces Lisias a la tribuna, se seguida los gentiles, que por temor
esforzó por defender la causa, logrando de Judas habían huido de la Judea,
aplacarlos, y se volvió a Antioquía. se agregaron como rebaño a Nicanor,
Tal fué el suceso de la- venida y pensando que el infortunio y cala-
retirada del rey. midad de los judíos sería su ventura.
16 Al saber los judíos la venida de
veinte años que aún reinó hasta ser asesinado por sus hijos (681 ).
Sin embargo, los asirios, dueños de Damasco y de Samaría, continuaban
gemonia sobre los pueblos de Cruuiii, No sabemos que los suc.e-
ejerciendo su ht
584 LIBROS PROFÉTICO?
sores de Senaquerib, Asaradón y Asurbanípal, que elevaron el imperio asirio
al apogeo de su grandeza, tuvieran que intervenir con las armas. Los pueblos
entendieron que les era mejor soportar el yugo asirio pagando tributo a los
reyes de Ninive, que exponerse o las guerras y deportaciones que aquellos usa-
ban. Sólo el libro de las Crónicas nos cuenta que Manasés, hijo y sucesor de
Ezcquias, había sido llevado cautivo a Babilonia, de donde volvió para ocupsr
otra vez el trono. Su delito no debía de ser muy grave, cuando fué dado por
libre y continuó reinando (II Par. 33, 11-13). Probablemente tuvo lugar esto
alrededor del año 650, en que Asurbanipal luchaba contra su hermano Sama-
sumuquin, gobernador de Babilonia, hasta lomar la ciudad y sujetar la Caldea,
que había hecho causa común con el rebelde. Muerto este, rey (625), que llegó
a apoderarse de Egipto, la Asiría decayó rápidamente; Ninive fué tomada
por los medos y caldeos en 612, y aunque su ejército continuó luchando por
la conservación del imperio, éste, pocos años después, desapareció, dejando en
pos de si la memoria de su espíritu guerrero, de su ferocidad y de su sistema
.
y Jer. 52).
9. No fué larga la duración del segundo imperio caldeo. A Nabucodo-
nosor sucedieron como relámpagos tres reyes de su dinastía. El cuarto fué
Nabonides, hijo de una sacerdotisa de Harrán, cuyo principal empeño fué
reformar la religión caldea. Con esto se malquistó con los sacerdotes y el pueblo,
que con gusto dieron acogida al ejército persa, mandado por Oubaru, caldeo.
En 539 entró éste en Babilonia, defendida por el principe Belsarasar, que
fué muerto. Poco» días después, Ciro hacía su entrada en la ciudad y ero
LIBROS PROFÉTICOS 585
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peró el culto de Yave; pero era más bien un culto externo, sin el sentimiento
íntimo de la piedad ni las obras de justicia exigidas por la Ley. De ello tene-
mos la prueba en el primer discurso de Isaías (Is. 1, 2 sigs.). Pero en el rei-
nado siguiente, de Ajaz, se dejaron sentir las influencias asirías, y en pos de
ellas las cañoneas (II Reg. 16, 10-11; II Par. 28). Todas fueron extirpadas
por Exequias, que desde el principio de su reinado se esforzó por borrar
las idolatrías que se habían introducido, especialmente en la época de su padre
(II Reg. 18, 1-11; II Par. 29-31). Procuró, además, atraer a los restos de
Israel, que los asirios habían dijado en Samaría (II Par. 30). Borró hasta
los santuarios de los altos, porque, si bien dedicados a Yave y hasta entonces
tolerados, eran contrarios a la ley deuteronómica.
Cuan arraigadas estaban las tendencias idolátricas en el pueblo, nos lo
demuestra el hecho de que, a la muerte del santo rey Ezequias, toda su obra de
reforma quedó anulada, y los males se agravaron en el reinado de su hijo Ma-
nasés y de su nieto Amón, ambos adoradores fervorosos de los ídolos y prac-
ticantes de todas las abominaciones gentílicas, sin excluir el sacrificio de los
niños por el fuego (II Reg. 21; II Par. 33). El espíritu yavista renace de
nuevo con Josías (627), el cual, al conocer el Dcuteronomio, hallado en sus
días en el templo por Helcías, emprendió una reforma radical, según las pres-
cripciones del mismo código. Pero estas reformas eran sólo oficiales y externas,
y por eso, en cuant') faltó Josías y se sentaron en el trono sus hijos y nietos,
que no tenían su espíritu religioso, volvió a aparecer la idolatría en todas sus
formas. De ello tenemos dos testimonios: los de Jeremías y Ezequiel. Con la
idolatría cundió la inmoralidad, tanto en los gobernantes como en los gober-
nados. Para fomentar todo esto estaban los falsos profetas, que pretendían
hablar en nombre de los dioses o de Yave. Deseando acabar de una vez con
todas estas lacras de su pueblo, Dios decidió el destierro de los de Israel a Asiría
y de los de Judá a Caldea. Bajo la violencia del azote renació la fe en los que
habían de. formar el resto escogido de que tanto luiblan los profetas; los demás
quedaron anegados en el mar de las naciones gentílicas.
12. No son Israel y Judá los únicos pueblos a quienes hablan los en-
viados de Dios; se dirigen también a los pueblos vecinos y aun o las naciones
remotas, para anunciarles los juicios del Señor. No es de suponer que tales
discursos llegasen a los reyes ni a los pueblos extraños, fuera de casos extraor-
dinarios, como el de Jontis y el de los embajadores llegados a Jerusalén en
tiempos de Jeremías (27, 2-11). Y asi hemos de creer que, al proferirlos, pen-
saban en su propio pueblo, para mostrarle que la justeiia de Dios alcanzaba
a todas las naciones. Pues la prosperidad material de esos pueblos gentílicos,
no obstante sus idolatrías y pecados, constituía una tentación para Israel,
que no entendía por qué Dios se mostraba tan severo con su pueblo y dejaba
en paz y hasta prósperas a naciones que ni siquiera le conocían. A veces
miran a consolar al pueblo con el anuncio de los castigos de aquellos reinos
que tes habían maltratado injustamente, y aun el de aquellos que, habiendo
sido instrumentos de la cólera de Dios, se habían engreído con su poder y
extremado en sus rigores, y no se habían reconocido ministros de la justicia
del Señor.
13. Los profetas que nos han transmitido por escrito sus vaticinios no
empitzan hasta el siglo VIH a. C, en la época en que los asirios invaden la
Palistina, constituyendo un grave peligro, no sólo para la libertad de Israel,
si-no también para su vida religiosa y moral. Su orden cronológico es el $%-
guiíntt:
LIBROS PROFETICOS 587
a) Amos y Oseas.
b) Isaías y Miqueas.
c) Nahum.
a) Ageo y Zacarías.
b) Malaquías.
De época incierta quedan Abdías, Joel y Jonás. Por la extensión de sus va-
icinios los dividieron ya los judíos en profetas mayores, Isaías, Jeremías,
Ezequiel y Daniel, aunque éste en la Biblia hebrea figura entre los Jiagiógrafos,
y los otros doce, que formaban un solo libro, y se llamaban profetas menores.
INTRODUCCION AL PROFETA ISAIAS
ruina del invasor, y más tarde la curación de Ezequias. Aunque no conste ex-
presamente, ni por los escritos del profeta, ni por los libros históricos, no pode-
mos dudar de que Isaías haya tenido gran parle en la reforma religiosa lle-
vada a cabo por Ezequias.
3. Con qué espíritu y elocuencia haya cumplido Isaías su misión, nos
lo dicen sus oráculos, tan densos de pensamiento, de tan elevada y vehemente
expresión, tan variados por los temas que trata. Basta para convencerse de
esto leer el primer discurso, en que reprende al pueblo por su ingratitud hacia
Dios ( 1, 2-27 ); las amenazas contra Asur ( 10, 5-19 ); el oráculo contra Tiro ( 23 );
las conminaciones contra Efraím (28); la réplica a los embajadores asirios
(37, 22-35), y sus muchos vaticinios mesiánicos, por los cuales mereció ser
llamado el profita evang: lista.
4. Igual que los libros de los otros profetas, el de Isaías no tiene unidad
de plan; en él se destacan ciertos grupos, como los vaticinios del Emmanuel
(7-12), los oráculos contra las naciones (13-23), el apocalipsis (24-27), los
capítulos históricoproféticos relativos a la invasión asiría (36-38), y final-
mente, la última parte, dedicada a la restauración.
Es propio y singular de algunos capítulos de Isaías (13, 1-14, 23; 21, 1-10)
y especialmente de toda la segunda parte (40-66) que el profeta aparezca como
viviendo y moviéndose en época muy posterior a la suya, en la que inmediata-
mente precede a la vuelta de la cautividad. En esto se distinguen los capítulos
citados y toda la segunda parte del resto de la obra y del modo ordinario de pre-
sentar sus profecías los otros profetas.
En este hecho singular pretenden apoyarse algunos para negar a Isaías la
paternidad de esas partes, pero la C. P. Bíblica declara que ni ésta ni otras
razones de índole principalmente literaria que aducen esos críticos son suficien-
tes para negar su autenticidad.
He aquí sus respuestas: III. Si los profetas que anuncian cosas futuras se
han de dirigir siempre a sus coetáneos, a aquellos que las pudieran entender,
y por tanto, si la segunda parte de Isaías (XL-LXV1 ), en que el profeta
no habla a los judíos, sus contemporáneos, sino a los que lloraban en el des-
tierro, como presente entre ellos, no puede ser de Isaías, desde mucho tiempo
muerto, sino de un autor desconocido, que vivía entre los desterrados. La
respuesta es negativa. IV. Si el argumento tomado de la lengua y el es-
tilo es de tal peso que fuerce a un perito de la lengua hebrea a admitir
pluralidad de autores en el libro de Isaías. La respuesta es también negativa.
V. Si todos los argumentos aducidos, tomados en globo, son suficientes para
probar que el libro de Isaías no es sólo del profeta, sino de dos o más autores.
La respuesta es siempre negativa.
El texto del libro de Isaías es quizá el que parece haber sufrido más tras-
locaciones, parece como si en él hubiera habido un terremoto. Hubiéramos que-
rido restituirle al orden que nos parece fué el primitivo, mas para no produ-
cir confusiones en el lector le dejamos en el que actualmente tiene en el texto.
ISAIAS, 1 591
ISAIAS
Vanidad del culto exterior sin la del sebo de vuestros bueyes cebados,
santidad interior. no quiero sangre de toros ni de ovejas
ni de machos cabríos. 12 ¿Quién os
Visión que Isaías, hijo de Amos,
1
pide esto a vosotros, cuando venís
tuvo acerca de Judá y Jerusalén, a presentaros ante mí, hollando mis
en tiempos de Ozfas, Joatam, Ajaz y atrios?
13 No me más vanas
Ezequías, reyes de Judá (1). traigáis ofren-
2
¡Oíd, cielos; escucha, tierra! ¡Que das. El incienso me es abominable,
habla Yave! Yo he criado hijos y los neomenias, sábados, fiestas solemnes;
he engrandecido, y ellos se han rebe- las fiestas con crimen me son inso-
lado contra mí. portables. 14 Detesto vuestras neo-
3
Conoce el buey a su dueño, y el menias y vuestras festividades me
asno el pesebre de su amo; pero Israel son pesadas, estoy cansado de sopor-
no entiende, mi pueblo no tiene cono- tarlas.
cimiento. 15 Cuando alzáis vuestras manos,
4
¡Oh gente pecadora, pueblo car- yo cierro mis ojos; cuando
hacéis
gado de iniquidad, raza malvada, vuestras muchas plegarias, no es-
hijos desnaturalizados! Se han apar- cucho. Vuestras manos están llenas
tado de Yave, han renegado del Santo de sangre. 16 Lavaos, limpiaos, quitad
de Israel, le han vuelto las espaldas. de ante mis ojos la iniquidad de
5
¿A qué castigaros todavía, si vuestras acciones. Dejad de hacer el
todavía os habréis de rebelar? Toda mal. 17 Aprended a hacer el bien,
la cabeza está' enferma; el corazón, buscad lo justo, restituid al agra-
todo malo. 6 Desde la planta de los viado, haced justicia al huérfano,
pies hasta la cabeza, no hay en él amparad a la viuda.
nada sano. Heridas, hinchazones, lla-
gas podridas, ni curadas, ni venda-
das, ni suavizadas con aceite. Invitación a la conversión.
7
Vuestra tierra está devastada, ,
sostén del pan y el sostén del agua, sitos, 23 espejos, velos, tiaras y man-
2
el guerrero, el hombre de armas, el tillas. 24 Y
en vez de perfumes", habrá
juez, el profeta, el adivino y el an- hediondez; y en vez de cinturón, un
ciano, 3 el jefe de cincuenta, el grande cordel; y en vez de trenzas, calvicie;
y el consejero, el mago y el hechicero. y en vez de vestido suntuoso, saco;
4 Y les dará mozos por príncipes,
y y -en vez de hermosura, vergüenza.
25 Y los .hombres caerán a la espada
reinará sobre ellos el capricho, 5 y
las gentes se revolverán los unos y sus fuertes en la batalla. 26 Sus
contra los otros, cada uno contra su puertas se entristecerán y gemirán,
vecino, y el mozo se alzará contra el y ella se sentará en tierra, desolada.
anciano, y el villano contra el noble.
6
Y se echarán unos sobre otros, sobre
su vecino, diciéndole: Tienes un manto Gloria del resto salvado.
en la casa de tu padre; ven y sé
nuestro jefe, y toma en tus manos 4 En aquel día, siete mujeres
1
esta ruina. 7 Y el otro aquel día les echarán mano a un hombre, di-
responderá: No soy médico yo, y en ciendo: Comeremos de nuestro pan,
mi casa no hay ni pan ni vestido, nos vestiremos con nuestras ropas,
no quiero ser jefe del pueblo. pero que podamos llevar tu nombre,
8
Sí, Jerusalén está al borde de la quita nuestro oprobio. 2 En aquel
ruina, y caerá Judá, porque sus pala- día será el renuevo de Yave gloria y
bras y sus obras todas son contra ornato (1), y el fruto de la tierra,
Yave, para irritar los ojos de su grandeza y honra de los que de Israel
majestad. 9 Sus frentes dan testimo- quedaren. 3 Y los restos de Sión y los
nio contra ellos, pues llevan como sobrevivientes de Jerusalén serán
Sodoma sus pecados a la vista, no llamados santos, y todos los hombres
los disimulan. ¡Ay de ellos, que se inscritos entre los naturales de Jeru-
acarrean su propia ruina! salén, 4 cuando lave el Señor la
10
Bienaventurado el justo, porque inmundicia de los hijos de Sión, y
habrá bien, comerá el fruto de sus limpie en Jerusalén las manchas de
obras. 11 ¡Ay del impío!, porque habrá sangre, al viento de la justicia, al
mal, recibirá el pago de las obras de viento de la devastación; 5 cuando
sus manos. venga Yáve sobre todo el monte de
12
Mi pueblo está oprimido por Sión, y. sobre los lugares de sus asam-
caprichosos, y se han apoderado de bleas, en nube y humo de día, y en
él exactores. Pueblo mío, los que te resplandor de fuego y llama de noche;
guían te descarrían, han torcido el y habrá protección sobre toda gloria,
camino por que ibas. 6
y tabernáculo para proteger con-
13
Yave está en pie para acusar, tra el calor del día, y para refugio
se alza para juzgar a los pueblos. y abrigo contra el turbión y el agua-
14 Yave
vendrá a juicio contra los cero.
ancianos y los jefes de su pueblo,
porque habéis devorado la viña, y
los despojos del pobre llenan vues- La parábola de la viña.
tras casas. 15 Porque habéis aplas-
tado a mi pueblo, y habéis macha- 1 Yoy a cantar a mi amado
el
cado el rostro de los pobres, dice el canto de la viña de sus amores:
Señor, Yave Sebaot. Tenía mi amado una viña en un
16
Dice Yave: Ya que tan orgullosas fértil recuesto. 2 La cavó, la descantó
son las hijas de Sión, que van con la y la plantó de vides selectas. Edificó
cabeza erguida y mirando con des- en medio de ella una torre, e hizo
vergüenza, pisando como si bailaran, en ella un lagar, esperando que le
y haciendo sonar las ajorcas de sus daría uvas, pero le dió agrazones.
pies, 17 el Señor afeitará la cabeza 3 Ahora, pues, vecinos de Jerusalén,
de las hijas de Sión, y decalvará juzgad entre mí y mi viña. 4 ¿Qué
Yave sus frentes. 18 Aquel día quitará más podía yo hacer por mi viña que
el Señor todos sus atavíos, 19 ajorcas,
redecillas y lunetas, collares, pen- (i) Después de vaticinar la devastación es-
dientes, brazaletes, 20 cofias, cadeni- pantosa de Judá y Jerusalén, en castigo de sus
injusticias y de su orgullo, acaba prometiendo
llas, cinturones, pomos de olor y
días gloriosos de restauración para el pequeño
amuletos, 21 anillos, arillos, 22 ves- resto, que recibirá la gracia del Señor después
tidos preciosos, túnicas, mantos, bol- de haber escapado de la justicia vengadora.
iS
594 ISAIAS, 6
vez acabe su plan el Santo de Israel, chas veces en el Levitico. Precisamente porque
y lo veamos nosotrosl el pueblo no la tiene ni parece estar dispuesto a
20 ¡Ay de los que al mal llaman
procurársela, por esto el Señor le amenaza con
ISAÍAS, 7 595
«¿A quién enviaré, y quién irá de Yave: Eso no se logrará, ni será así,
nuestra parte?» Y yo le dije: Heme
8
porque la cabeza de Siria es Da-
aquí, envíame a mí. 9 Y él me dijo: masco, y la cabeza de Damasco,
Ve y di a ese pueblo: Oíd y no enten- Rasín, 9 y la cabeza de Efraím es
dáis, 10 ved y no conozcáis. Endurece Samaría, y la cabeza de Samaría
el corazón de ese pueblo, tapa sus el hijo de Romelia. Y si no tuviereis
oídos, cierra sus ojos. Que no vea fe, no permaneceréis.
con sus ojos ni oiga con sus oídos, Y dijo además Isaías a Ajaz:
10
11
ni entienda su corazón, y no sea Pide a Yave, tu Dios, una -señal, o
curado de nuevo. 11 Y yo dije: ¿Hasta de abajo en lo profundo, o de arriba
cuándo, Señor? Y él respondió: Hasta en lo alto. 12 Y contestó Ajaz: No la
que las ciudades queden asoladas y pediré, no quiero tentar a Yave.
13 Entonces dijo Isaías: Oye, pues,
sin habitantes, y las casas sin mora-
dores, y la tierra hecha un desierto. casa de David. ¿Os es poco todavía
12 Hasta que Yave arroje lejos a los molestar a los hombres, que molestáis
hombres, y sea grande la desolación también a mi Dios? 14 El Señor
en la tierra. 13 Si quedare un décimo, mismo os dará por eso la señal:
será también para el fuego, como la He aquí que la Virgen grávida está
encina o el terebinto cuyo tronco se dando a luz un hijo y le llama Emma-
abate. nuel (1). 15 Y se alimentará de leche
y miel, hasta que sepa desechar lo
Isaías y Ajaz. malo y elegir lo bueno. 16 Pues antes
que el niño sepa desechar lo malo y
T 1
Sucedió en tiempo de Ajaz (1), elegir lo bueno, la tierra por la cual
*
de Joatam, hijo de Ozías,
hijo temes de esos dos reyes será devastada.
17 Hará venir Yave sobre ti, sobre
rey de Judá, que Rasín, rey de Siria,
y Pecaj, rey de Israel, subieron tu pueblo y sobre la casa de tu padre,
contra Jerusalén para combatirla,
(i) Las dificultades de este vaticinio han
una completa devastación. Los versículos g y io sido sentidas desde antiguo, por la unión con
deben mirarse como una figura de permisión. El que aparece ligado a la devastación asiría. Para
Señor, como hastiado de su pueblo, envía a un darnos cuenta del lenguaje del profeta, habremos
profeta a endurecer al pueblo en el mal, no por- de suponer que habría tenido de Dios una muy
que sea éste su intento al enviar a Isaías, sino alta revelación de Emmanuel, la cual le dejó tan
porque va a ser el resultado del ministerio de impresionado, que no podía apartar el pensa-
éste, a causa de las malas disposiciones del miento de ella. Así, al anunciar la inminencia
pueblo. de la invasión asiría, toma por señal el mismo
(i)Los capítulos 7 a 13 forman el llamado Niño, que si entonces naciera, antes de llegar a los
Libro del Emmanuel, en el cual la amable figura años de la discreción, no tendría para alimen-
del Niño aparece enlazada con la invasión asiría, tarse más que leche y miel. Estas abundarán
que amenaza a Judá y que traerá la devasta- mucho, porque toda la tierra devastada será
ción tantas veces anunciada. pastizal para los ganados.
5¡9f! ISAÍAS, 8
días cuales nunca vinieron desde que cubrirá, llegándole el agua hasta el
Efraím se separó de Judá. 18 Y en cuello. Y tendiendo sus brazos, cu-
esos días silbará Yave a la mosca brirá toda la tierra, ¡oh Emmanuel!
9
que está en cabos del río de Egipto,
los Aprended, pueblos, que seréis
y a la abeja que está en la tierra de quebrantados; oíd, todos vosotros, los
Asiría, 19 y vendrán y se abatirán de lejanas tierras. Armaos, que vais
en masa sobre valles y torrentes, quebrantados; apercibios, que
a ser
y sobre los huecos de las rocas y quebrantados. 10 Trazad planes,
seréis
sobre los zarzales y sobre los mato- que serán deshechos; haced proyec-
rrales todos. 20 En esos días afeitará tos, que no se lograrán. Porque está
el Señor con navaja alquilada del Dios con nosotros.
lado de allá del río, y rasurará las 11
Así me ha hablado Yave, mien-
cabezas, los pelos del cuerpo, y qui- tras se apoderaba de mí su mano,
tará la barba. y me advertía que no siguiese el ca-
21
En aquel día tendrá uno una mino de este pueblo. Me dijo: 12 No lla-
vaca y dos ovejas, 22 y por la gran méis conjuración a lo que este pueblo
cantidad de leche que darán, co- llama conjuración. No tengáis miedo
merá mantequilla, pues de mante- ni temor de lo que él teme, 13 a Yave
quilla y miel se alimentarán todos Sebaot habéis de santificar, de él
los que quedaren en la tierra. 23 Y habéis de temer, de él tened miedo.
el lugar donde había mil viñas por 14
El será piedra de escándalo y pie-
valor de mil siclos de plata, 24 se cu- dra de tropiezo para las dos casas
br,rá de cardos y de zarzas. Y se de Israel, lazo y red para los habi-
entrará allá con arco y saetas, pues tantes de Jerusalén. 15 Y muchos de
toda la tierra será espinas y cardos. ellos tropezarán, caerán, y serán que-
25 Y a los montes que se cavaban y brantados, y se enredarán en el lazo
escardaban no se irá ya, por temor y quedarán cogidos.
de las espinas y los cardos, quedarán 18 Guardaré el testimonio, sellaré
para pasto de bueyes y para ser pi- esta enseñanza para mis discípulos,
soteados por el ganado. 17
y esperaré a Yave, que oculta su
rostro a la casa de Jacob. En él es-
La destrucción de Samaría y de peraré. 18 Henos aquí a mí y a mis
Damasco. dos hijos, que me dió Yave, como
señales y presagios en Israel, de parte
8 Dijome Yave: Toma una tabla
1 de Yave Sebaot, que mora en el
grande, y escribe en ella 2 con monte de Sión. 19 Y todavía os dirán
grandes caracteres: A Maher-solal- sin embargo: Consultad a los evoca-
jas-baz. Y tómame dos testigos fieles, dores y a los adivinos, que murmu-
Urías, el sacerdote, y Zacarías, hijo ran y susurran: ¿No debe un pueblo
de Jaberequías. 3 Acfrquéme a la consultar a sus dioses y a sus muer-
profetisa, que concibió y parió un tos, 20 sobre la suerte de los vivos,
hijo, y Yave me dijo: Llámale Maher- para conocimiento y testimonio? Se-
4 guramente eso es lo que os dirán.
solal-jas-baz, porque antes que el
niño sepa decir «padre mío, madre Noche sin aurora, 21 tribulación y
mía», las riquezas de Damasco y el hambre invadirán la tierra, y enfu-
botín de Samaría serán llevados por recidos por el hambre maldecirán a
el rey de Asiria. su rey y a su Dios. 92 Alzarán sus
ojos arriba, luego mirarán a la tie-
Ia\ invasión d<< Judá por los rra, pero sólo angustia y tinieblas,
asirlos. oscuridad y tribulación. Mas se pasará
la noche, 23 y no habrá ya tinieblas
6
Y me
habló de nuevo Yave, y para el pueblo que andaba en angus-
me dijo: 6Por haber despreciado este tia (1).
pueblo las aguas de Siloé, que corren
mansamente, y haber temblado ante (i) Conquistada Damasco (73a), Teglatfa-
Rasín y el hijo de Romelia, 7 va a lasar devastó el norte del reino de Samaría, de-
traer contra él el Señor aguas de vastación que el profeta .nos pinta como una tor-
ríos caudalosos e impetuosos; al rey menta, a la que sucederá la luz, que traerá el ma-
ravilloso vastago de David, a quien nos retrata
de Asiria, con todo su poder, que
con manifiestos rasgos divinos. Los versícu-
saltará todos sus diques y se desbor- los 5, 26-30 que nes describen la invasión con
dará por todas las riberas, 8 y Mi- la imagen de una tormenta podrían ser la
gando hasta Judá, le inundará y le introducción a este vaticinio.
ISAÍAS, 9, 10 53?
13
Como al principio cubrió de opro- y Yave cortará de Israel
Sebaot;
bio a la tierra de Zabulón y a la lala cola, el ramo y la caña
cabeza y
tierra de Neftalí, a lo último lle- en un mismo día. 14 Los ancianos, los
nará de gloria el camino del mar y grandes: he ahí la cabeza; el profeta,
la otra ribera del Jordán, la Galilea doctor de mentiras: he ahí la cola.
18 Porque los que guían al pueblo se
de las gentes.
descarrían, y los guiados van per-
didos. 16 Por eso el Señor no se com-
Después del castigo, Israel será place en sus mancebos, ni tiene pie-
liberado por el Rey Mesías. dad de sus huérfanos y sus viudas.
Porque todos son impíos y malvados,
Q El pueblo que andaba en ti- y toda boca dice despropósitos. Ni
1
nieblas vió una luz grande; sobre con esto se aplaca su ira, antes se-
los que habitaban en la tierra de guirá todavía tendida su mano.
17
sombras de muerte resplandeció una Porque la iniquidad se ha en-
brillante luz. 2 Multiplicaste la ale- cendido como fuego, que devora car-
gría, has hecho grande el júbilo, y dos y zarzas, y consume la maleza
se gozan ante ti, como se gozan los del bosque, subiendo el humo en
que recogen la mies, como se alegran remolinos. 18 Por el furor de Yave
los que se reparten la presa. 3 Rompis- Sebaot se abrasará la tierra, y el
te el yugo que pesaba sobre ellos, pueblo será presa del fuego. 19 Des-
el dogal que oprimía su cuello, la pedazan a derecha, y se quedan con
vara del exactor, como en el día de hambre; devoran a izquierda, y no
Madián. 4 Y han sido echados al se sacian. 20 Cada cual devora a su
fuego, y devorados por las llamas, prójimo, y nadie se apiada de su
los zapatos jactanciosos del guerrero hermano. Manasés contra Efraím,
y el manto manchado de sangre. Efraím contra Manasés, y ambos a
5
Porque nos ha nacido un niño, nos dos contra Judá. Ni con todo esto se
ha sido dado un hijo, que tiene sobre aplaca su ira, antes seguirá todavía
su hombro la soberanía, y que se tendida su mano.
llamará Maravilloso consejero, Dios
fuerte, Padre sempiterno, Príncipe 1()
1
¡Ay de los que dan leyes ini-
de la paz, 6 para dilatar el imperio cuas y prescripciones tiránicas,
2
y para una paz ilimitada, sobre el para apartar del tribunal a los po-
trono de David y sobre su reino, bres, y conculcar el derecho de los
para afirmarlo y consolidarlo en el desvalidos, para despojar a las viu-
derecho y la justicia, desde ahora das, y robar a los huérfanos. 3 ¿Qué
para siempre jamás. El celo de Yave haréis el día de la visitación, del
Sebaot hará esto. huracán que viene de lejos? ¿A quién
os acogeréis, para que os proteja?
¿Qué será de vuestros tesoros? 4 De
El castigo de los perversos. no ir curvados entre los cautivos,
habrán caído entre los muertos. Ni
' El Señor ha mandado palabra con todo esto se aplaca la .ira de
para Jacob, que ha caído en Israel, Yave, antes seguirá todavía tendida
8
y llegará a conocimiento de todo su mano.
el pueblo, de Efraím y de los habi-
tantes de Samaría. Los que en su
soberbia y en su dureza de corazón El reino de Asiria será destruido.
se decían: 9
Han caído los ladrillos,
pero edificaremos con sillares; han 5
¡Ay de ti, Asur, vara de mi có-
sido cortados los sicómoros, pero en lera,bastón de mi furor! 6 Yo le mandé
su lugar pondremos cedros. 10 Yave contra una gente impía, le envié
fortalecerá contra ellos a sus ene- contra el pueblo objeto de mi furor,
migos, al ejército de sus enemigos. para que saquease e hiciera de él su
11
La Siria al este, y los filisteos al botín, y le pisase como se pisa el
oeste, que a boca llena devorarán a polvo de las calles, 7
pero él no tuvo
Israel. Ni con todo esto se aplacará los mismos designios, no eran éstos
su ira, antes erguirá todavía tendida los pénsamientos de su corazón. Su
su mano. deseo era desarraigar, exterminar pue-
12
Pero el pueblo no se ha vuelto blos en gran número. 8 Porque él
al que le hería, no ha buscado a Yave dice: Reyes son todos mis príncipes.
598 ISAÍAS, 11
9
¿No ha
sido esa la suerte de Calno, 24 Pueblo mío, que habitas en Sión,
salén y sus ídolos lo que hice con el azote, como cuando hirió a Madián
Samaria y los suyos? 12 Pero sucederá, en roca de Horeb, y el mar con
la
que cuando el Señor haya realizado su báculo, como lo levantó un día con-
toda su obra sobre el monte de Sión tra Egipto; 27 y en ese día se quitará
y Jerusalén, castigará el Señor al rey su peso de sobre tus espaldas y su
de Asiría, por el orgullo de su co- yugo de sobre tu cuello.
razón y sus insolentes palabras. 13 El
dice: Con la fuerza de mi brazo he
hecho eso, con mi sabiduría y mi Inminencia ele la invasión.
prudencia, y borré las fronteras de
28
los pueblos, y saqueé sus tesoros, y, Ya avanza del lado de Rimón,
todopoderoso, derribé a los que se ha llegado a Ayot; pasa por Magrón,
sentaban en los tronos. 14 .Mi mano y deja en Miqmas su impedimenta.
29
ha cogido la riqueza de los pueblos, Han pasado el desfiladero, y du-
como se coge un nido; como quien se rante la noche han acampado en
apodera de huevos abandonados, me Gueba. 30 Rama está temblando,
he apoderado yo de la tierra toda. Gaba de Saúl está en fuga; lanza
Y nadie sacudió las alas, ni abrió el gritos, hija de Galim, escucha, Lais,
pico, ni dió un chillido. 15 ¿Se enso- respóndele, Anatot. 81 Madmena huye,
berbece el hacha contra el que la ma- los habitantes de Gabim han esca-
neja, la sierra contra el que la mue- pado. 32 Hoy todavía hace alto en
ve? Como si la vara dirigiera al que Nob, y alza su mano contra el monte
la levanta, o el bastón al que lo de la hija de Sión, contra el monte
lleva. 18 Mas por eso el Señor, Yave de Jerusalén.
Sebaot, herirá de flaqueza ese cuerpo 83
He aquí que Yave Sebaot des-
tan robusto. Y debajo de su gloria gajará con fuerza las ramas, las ci-
encenderá un fuego, como fuego de meras serán cortadas, y las altas
incendio. 17 Y la luz de Israel se abatidas. 34 La madera del bosque
convertirá en fuego, y su Santo en será cortada a hierro, y echados a
llama, para quemar y devorar en tierra los cedros del Líbano.
un solo día sus cardos y sus espinas.
18
Y la hermosura de su bosque y
de su vergel quedará del todo des- i:i reino del Mrsi:is. reino <le |>H7.
truida, 19 y los árboles que de su selva v univeranl.
queden serán tan pocos, que un niño
podrá contarlos. 11 1
Y brotará una vara del tronco
de Jesé, y retoñará de sus raíces
un vástago (1). 2 Sobre el que repo-
Israel será liberado* sará el espíritu de Yave, espíritu de
sabiduría y de inteligencia, espíritu
de consejo y de fortaleza, espíritu
20 En aquel
día el resto de Israel y los de entendimiento y de temor de Yave.
sobrevivientes de la casa de Jacob no * Y pronunciará sus decretos en el
se apoyarán ya sobre el que los hirió,
sino que se apoyarán con fidelidad en
Yave, el Santo de Israel. 41 Volverá un (i) Otra vez, después de describirnos la in-
vasión del asirio y la gloria y poder de éste, se-
resto, un resto de Jacob, al Dios fuerte. mejantes a un soberbio bosque, que. sin em-
22 Porque aunque fué tu pueblo, bargo, será destruido, lo contrapone al humilde
Israel, tan numeroso como las are- renuevo del tronco de Jesé, sobre quien descan-
nas del mar, sólo un reste volveré. sará el espíritu de Yave y que traerá la paz. no
Decretada está la destrucción, que sólo a los restos de Judá. sino a todas las nacio-
acarreará la justicia, 23 y este decreto nes que le buscarán. Este Espíritu se manifes-
tará en formas varias que la Teología llama
de destrucción lo ejecutará el Señor,
dones del Espíritu Santo, que se hallan en
Yave Sebaot, en toda la tierra. Por Cristo de un modo eminenu. de otro mpdo
eso dice el Señor, Yave Sebaot: en sus fieles.
ISAÍAS,' 12, 13 599
menes, y a los malvados por sus ini- de los impíos, el cetro de los tiranos.
6
quidades. Yo haré cesar la insolen- El que castigaba a los pueblos con
cia de los soberbios, y abatiré la al- furor, sin cansarse de fustigar, el que
tivez de los opresores. 12 Yo haré en su cólera subyugaba a las nacio-
que sean los nombres más escasos nes bajo un yugo cruel. ' Toda la
que el oro fino, más que el oro de tierra está en paz, toda en reposo
Ofir. 13 Yo haré estremecer a los y en cantos de alegría. 8 Hasta los
cielos, y temblará la tierra en su cipreses se alegraron de tu ruina, con
lugar, ante la indignación de Yave los cedros del Líbano. Desde que tú
Scbaot, el día del furor de su ira. quedaste inmóvil nadie sube ya a
14 Entonces, como cierva asustada, abatirnos. 9
El sepulcro mismo se
como ovejas sin pastor, se irá cada conmueve en sus profundidades, para
uno a su pueblo, huirá cada uno a salir a recibirte, y despierta a las
su tierra. 15 Cuantos fueren habidos sombras de los grandes de la tierra,
serán degollados, cuantos fueren co- y hace dejar sus tronos a todos los
gidos caerán a la espada. 16 Sus hijos reyes del orbe.
serán estrellados a sus ojos, sus casas 10 Y todos a voces te dicen: ¿Tam-
incendiadas, sus mujeres violadas. bién tú, también tú te debilitaste
17
Yo despertaré contra ellos a los como nosotros, y has venido a ser
medos, que no se cuidan de la plata uno de tantos? 11 Ha bajado al se-
ni codician el oro. 18 Y los arcos... pulcro tu gloria al son de arpas; los
aplastarán a los mancebos, y no harán gusanos serán tu lecho, y gusanos
gracia al fruto del vientre, ni tendrán serán tu cobertura. 12 ¿Cómo caíste,
sus ojos piedad de los niños. 1B En- del cielo, lucero brillante, hijo de
tonces Babilonia, la flor de los reinos, la aurora? Echado por tierra el do-
ornamento de la soberbia de los cal- minador de las naciones. 13 Tú, que
deos, será como' Sodoma y Gomorra, decías en tu corazón: Subiré a los
las que destruyó Dios. 20 No volverá cielos; en lo alto, sobre las estrellas
ya jamás a ser habitada ni poblada de Dios, elevaré mi trono. ¿Me insta-
en los siglos venideros. No alzará allí laré en el monte santo, en las profun-
el árabe su tienda, ni se apacentarán didades del aquilón. 14 Subiré sobre
21
allí ganados. Morarán allí las fie- la cumbre de las nubes y seré igual
ras,y los buhos llenarán sus casas. al Altísimo. 15 Al sepulcro es a donde
Habitarán allí los avestruces, y harán has bajado, a las profundidades del
allí los sátiros sus danzas. 22 En sus abismo.
18
palacios aullarán los chacales, y los Para verte mejor, se detienen y
lobos en sus casas de recreo. Está contemplan, diciéndose: ¿Es éste
te
para llegar su tiempo, no so alarga- el que hacía temblar a la tierra, el
rán mucho sus días. que trastornaba los reinos, 17 el que
hacía del mundo un desierto, devas-
taba las ciudades y no liberaba a sus
Promesa de liberación, y canto cautivos? 18 Todos los reyes de las
triunfal. naciones reposan con honor, cada
19
uno en su morada; pero tú has sido
\ é\
1
Yave se apiadará de Jacob, arrojado a tu sepulcro, como un
todavía escogerá a Israel, y los vil tronco, como un despojo de muerto
establecerá en su tierra. A ellos se a la espada, que se tira en un montón
unirán extranjeros, se unirán a la de piedras, como cadáver que se pi-
casa de Jacob. 2 I.<s tomarán los sotea con los pies. 20 Tú no tendrás
pueblos, y los llevarán a su lugar, con ellos sepultura, porque mataste
y la casa de Israel los tendrá por a tu pueblo. No se hablará ya jamás
siervos y siervas en la tierra de Yave. de la raza del impío.
Cautivarán a los que los habían cau- 21
Aparejaos para la matanza de
tivado, y dominarán a los que los los hijos, por la impiedad del padre.
dominaron. 3 Entonces, el día en que No se levanten para conquistar la
Yave te dará el reposo de tus fatigas, tierra y llenar el mundo de ruinas.
de tus penas y de la dura servidum- 22 Yo me alzaré contra ellos, dice
bre a que estuviste sometido, 4 can- Yave Scbaot, yo aniquilaré a Babi-
tarás este canto contra el rey de Ba- lonia, y raeré su nombre y sus restos,
bilonia, y dirás: su raza y su germen, dice Yave.
¿Cómo se acabó el opresor, y pasó 23 Yo la haré hura de erizos y fan-
6 Bompió
la vejación? Yave la vara gosa charca, y la barreré con la es-
ISAÍAS, '
IT», 16 601
a Azoto
El año en que el
mandado por
Tartán vino
(1),
asirios,como en el vaticinio anterior; pero aqui Sargón, rey de Asiria y combatió a
el pensamiento mesiánico está más desarrollado.
Egipto acudirá a rendir culto a Yave, y las dos
naciones enemigas, Asiria y Egipto, harán las (i) En 711, Azoto se levantó contra Asiria.
paces, siendo Israel la mediadora, y todos tres confiada en el auxilio del Egipto. El ejército de
recibirán las bendiciones del Señor. Asiria la sometió, haciéndola sufrir un duro cas-
ISAÍAS, 21, 22
ha montado a caballo, Quir ha sacado fuentes. 26 Aquel día, dice Yave Se-
el escudo. 7 Tus hermosos valles baot, el clavo que estuvo hincado en
están llenos de carros, acampan los lugar firme será arrancado, y caerá
jinetes a sus puertas. 8 Cayó el velo roto, y el peso que de él pendía se
que cubría a Judá, y en tal día miras perderá, pues así lo dice Yave.
a los arsenales de la casa del bosque,
9
y examinas las numerosas brechas
abiertas en la ciudad de David, y Oráculo sobre Tiro.
recoges las aguas del estanque infe-
rior. 10 Cuentas las casas de Jeru- 23 1
Oráculo sobre Tiro (1).
salén, y derribáis para fortalecer las Gemid, naves de Tarsis. Vues-
murallas. 11 Y hacéis foso entre los tro puerto está destruido. A
la vuelta
dos muros, con las aguas de la pis- de la tierra de Quitim les dieron la
2
cina vieja; pero no miráis al que ha noticia. Los habitantes de la cos-
dispuesto estas cosas, no veis al que ta del mar están estupefactos. El
de mucho ha las preparó. mercader fenicio que atraviesa los
12 3
El Señor, Yave Sebaot, os invita mares cuyos mensajeros van sobre
en ese día a llorar, a gemir, a rasurar la muchedumbre de ias aguas, cuya
la cabeza, a ceñir el saco. 13 Pero cosecha era el trigo de Sijor, cuya
en vez de eso hay júbilo y alegría, ganancia la feria de los pueblos.
4
matanza de bueyes y de ovejas, Avergüénzate, Sidón, pues el mar
comilonas y borracheras. Dicen: Co- te dice, te dice la fortaleza del mar:
mamos y bebamos, que mañana mori- No has sido madre, no has parido,
remos. 14 Yave Sebaot me lo ha reve- no has criado hijos, no has educado
lado: Este pecado no os será perdo- hijas. 5 Cuando el Egipto sepa la
nado hasta la muerte, dice Yave noticia, temblarán, al conocer la
Sebaot. caída de Tiro.
15
Así dice Yave Sebaot: Ve a ese 6
Pasaos a Tarsis, lamentaos, mora-
cortesano, a Sobna, mayordomo del dores de la costa. 7 ¿Es ésta vues-
palacio (1). 16 ¿Qué tienes tú aquí tra ciudad alegre, la de antiguo
o a quién tienes tú aquí, para labrarte origen, que iba con sus pasos a leja-
aquí sepulcro? Se está labrando se- nas regiones? 8 ¿Quién decretó tal
pulcro en la altura, se talla una cosa contra Tiro, la coronada, cuyos
morada en la roca. 17 Pero Yave te mercaderes eran príncipes, cuyos ne-
lanzará con fuerte golpe, te echará gociantes eran grandes de la tierra?
9
a rodar con ímpetu, como una bola Yave Sebaot lo decretó, para abolir
a tierra extensa, donde morirás. 18 Allí la soberbia orgullosa, para humillar
morirás, allí tendrás tu glorioso se- del todo a los grandes de la tierra.
10 Pasa
pulcro, ¡oh vergüenza de la casa de a tu tierra, hija de Tarsis,
tu señorl 19 Yo te echaré de tu puesto, que tu puerto no existe ya. 11 Yave
Yave te arrancará de tu lugar. tendió su mano sobre el mar, e hizo
20 temblar a los reinos, y ordenó la
Aquel día llamaré yo a mi siervo
Elyaqujm, hijo c'e Hctías, 21 y le destrucción de las fortalezas de Canán.
revestiré de tu túnica, y le ceñiré 12
Dijo: No te regocijes, Fenicia,
con. tu cinturón, y pondré en sus virgen deshonrada. Levántate y vete
manos el poder. El será un padre a la tierra de Quitim, que ni aun allí
para los habitantes de Jerusalén y habrá reposo para ti. 13 Mira la tierra
para la casa de Judá. 22 Pondré sobre de los caldeos, que ha entregado él a
su hombro la llave de la <;asa de fieras salvajes; alzaron sus torres,
David; abrirá y nadie cerrará, ce-
rrará y nadie abrirá. 23 Le hincaré (i) La grande y rica ciudad comercial de
como clavo en lugar firme, y será Tiro es objeto de muchos vaticinios proféticos.
honrosa silla de la casa de su padre. En los conatos de liberación emprendidos por
24 los príncipes de Canán y Siria, Tiro tenía una
Será el sostén de toda la gloria de
parte principal y, por lo mismo, tuvo que sufrir
la casa de su padre, de hijos y nietos,
los ataques asirios. Pero lo más interesante del
de todos los utensilios, de vasos y oráculo es su conclusión. Lleno de la idea mesiá-
nica el ánimo del profeta, anuncia para des-
pjés de una generación, setenta atios, la res-
(i) Este fragmento es una invectiva contra tauración de Tiro, que volverá a su tráfico, y
elprefecto del palacio, Sobna, que debia de opo- entonces todas las ganancias adquiridas en el
nerse a la acción del profeta. Este le anuncia su comercio y profanadas con el culto de los ídolos
caída y la sustitución por otro, Eliacín, que ten- serán consagradas al Señor para alimentar y
drá una conducta muy otra de la de Sobna. vestir a quienes le sirven.
606 ISAÍAS, 24, 25
y al que vende, al que presta y al una choza, pesan sobre ella sus peca-
que toma prestado, al acreedor y al dos, v caerá para no volver a levan-
deudor. 21
Entonces, aquel día, visitará
tarse."
3
La tierra será devastada, entre- Yave milicia de los cielos en la
la
gada al pillaje; lo decretó Yave. altura, y abajo a los reyes de la
4
La tierra está desolada, marchita, tierra. 22 Y serán encerrados, presos
el mundo perece, languidece, perece en mazmorra, quedarán encarce-
la
el cielo con la tierra. 6 La tierra está lados en la prisión, y después de
profanada por sus moradores, que muchos días serán visitados. 23 La
traspasaron la ley, falsearon el dere- luna se enrojecerá, el sol palidecerá,
cho, rompieron la alianza eterna. cuando Yave Sebaot será proclamado
* Por eso, la maldición consume la rey. Y sobre el monte de Sión, en
tierra, y sus moradores llevan sobre Jerüsalén, resplandecerá su gloria
sí las penas de sus crímenes. Por eso ante sus ancianos.
los moradores de la tierra son consu-
midos y reducidos a corto número.
7
Y se pierde el vino, y enferma la (¿loria «le Ion elegidoH.
vid, suspiran cuantos antes se
y
regocijaban. 8 Y ha cesado la alegría ") ^
1
Yave. tú eres mi Dios; yo te
ensalzaíé, y alabaré tu nombre,
(i) Este capitulo y los tres siguientes for- porque has cumplido designios mara-
man un verdadero apocalipsis, y como todas las villosos, de mucho ha verdaderos con
obras de este género, ésta es oscura. El profeta verdad. hiciste de la ciudad
2 Porque
se desliga cuanto puede del medio ambiente his- un montón de piedras; de la ciudad
tórico que le rodea, y se traslada con su espíritu
fuerte una ruina. Ya la ciudadela de
i
6
ciudad de las naciones poderosas. : la roca eterna. El destruye a los
4 que habitan en las alturas, él derriba
Porque eres tú el refugio del débil,
el refugio del pobre en la aflicción, ! a la ciudad soberbia. 6 El la derriba
amparo contra la tempestad, sombra y la humilla hasta la tierra, y es
contra el calor. Pues el aliento de hollada por pies, por los pies de los
los poderosos es como una borrasca pobres y los débiles,
de invierno, 5 como calor sobre tierra j
7
La senda de los justos es
seca; humillarás el orgullo de los j
recta, derecho es el camino que tú
impíos; 6 como el calor a la sombra ¡
abres al justo. 8 Nosotros te espe-
de una nube, se extinguirá el canto ! ramos en el sendero de tus juicios.
triunfal de los poderosos. ¡
¡Oh Yavel Tu nombre, tu memoria,
6
Y preparará Yave Sebaot a i
es el deseo de mi alma. 9 Deséate
todos los pueblos, sobre este mon- mi alma por la noche, y mi espíritu
te, un festín de suculentos man- te busca dentro de mí, pues cuando
jares (1), un festín de vinos genero- aparezcan sobre la tierra tus juicios,
sos, de manjares grasos y tiernos, de aprenderán los hombres la justicia.
vinos selectos y clarificados; 7 y 10 Si al impío se le hace gracia, no
sobre este monte hará desaparecer el aprende la justicia, y en la tierra del
velo que vela a todos los pueblos, la bien él hace el mal. Desaparezca
cortina que cubre a todas las nacio- de la tierra el impío; que no vea la
nes. 8 Y destruirá a la muerte para majestad de Yave.
11
siempre, y enjugará el Señor, Yave, Alzada está tu mano, ¡oh Yave!;
las lágrimas de todos los rostros, no lo han visto, pero ya verán, con-
y alejará el oprobio de su pueblo ¡
fundidos, tu celo por tu pueblo, y
lejos de toda la tierra. Lo dice Yave. i el fuego devorará a tus enemigos.
12
|
Depáranos la paz, ¡oh Yave!,
i
pues que cuanto hacemos, eres tú
Cántico de los redimirlos. |
quien para nosotros lo haces. 13 Yave,
Dios nuestro; otros señores, que no
tú, se enseñorearon de nosotros. Pero
9
Y se dirá en aquel día: He aquí gracias a ti, sólo tu nombre invoca-
nuestro Dios, hemos esperado en él remos. 14 Los muertos no revivirán,
que nos salvaría. Ahí está Yave, a no resucitarán las sombras, tú los
quien esperábamos; gocémonos y ale- castigaste y destruíste, tú borraste
grémonos de su salud. 10 Porque la su nombre.
mano de Yave se posará sobre este 15 Multiplica al pueblo, ¡oh Yave!,
monte, y Moab será pulverizado, multiplica al pueblo, muéstrate glo-
como se pulveriza la paja en el mula- rioso, extiende los confines de la
dar, 11 allí tenderá sus brazos, como tierra. 16 En la aflicción, ¡oh Yave!,
los tiende el nadador para nadar; pero te hemos buscado, hemos clamado
Yave abatirá su soberbia y los esfuer- en la angustia, cuando tu castigo nos
zos de sus manos, 12 sus manos fuer- hería. 17 Como la mujer encinta
tesy soberbias; los destruirá, los derri- cuando llega el parto, se retuerce y
bará, los echará a tierra, en el polvo. grita en sus dolores, así estábamos
nosotros lejos de ti, ¡oh Yave! 18 Con-
2()
1
En aquel día cantarán este cebimos, y en dolores de parto pari-
cántico en la tierra de Judá: mos viento; no dimos salud a la
Tenemos una ciudad fuerte, por tierra y no nacieron habitantes. 19 Re-
muro y antemuro nos da salva-
él la vivirán tus muertos, resucitarán sus
ción. 2
Abrid las puertas, que entre cadáveres (1). Alzaos y cantad, los
el pueblo justo y fiel, 3 esperanza que yacéis en el polvo, pues tu rocío
inquebrantable, conservarás la paz es rocío de luz, y renacerán las som-
y reinará en ti la confianza. 4 Con- bras del seno de la tierra.
fiad siempre en Yave, pues Yave es 20 Anda, pueblo mío. Entra en tu
casa y cierra las puertas tras de ti;
(i) Los sacrificios pacíficos eran ocasión de ocúltate por un poco, mientras pasa
alegres festines en el recinto del santuario, a los la cólera. 21 Porque va a salir Yave
cuales el Deuteronomio exhorta a invitar a los
pobres y levitas; el Señor anuncia aquí que dará
en Sión un gran banquete a todos los pueblos, (i) Este pasaje habla de la resurrección del
a quienes, para mayor solaz, protegerá contra pueblo; pero no es fácil decidir si es la resurrec-
los ardores con una nube, como la que en el de- ción nacional de que habla Ezequiel (37) o la
sierto protegía a Israel. individual de Daniel (2, 2).
608 ISAIAS. 27, 28
hijos verán mi obra en me(üi> de ellos, otros grieta cu pared ruinosa, como
y santificarán mi nombre. Y prego- joroba en alto muro, cuyo derrumba-
narán sanio al Santo de Jacob, y miento llega de repente, en un ins-
temerán al Dios de Israel. 24 Y los tante, y se rompe, como sin piedad
14 basta
de alma descarriada aprenderán la se rompe una vasija de barro,
sabiduría, y los que murmuraban no quedar siquiera un tejón para lle-
aprenderán la doctrina. var brasas al brasero, o para sacar
agua de la cisterna.
30 ¡Ay de los hijos rebeldes, dice
1 15 Porque ved lo que dice el Señor,
burlados por el pueblo que de nada para haceros gracia; por eso se le-
les servirá, ni podrá socorrerlos y vanta, para tener misericordia de
ayudarlos, mas será su vergüenza y vosotros, que es Yave Dios justo, y
sii ignominia. cuantos se le acogen son bienaventu-
6
las bestias de carga
Aparejan rados.
para mediodía, a través de una
ir al 19
Sí, pueblo de Sión, habitantes
región desierta y desolada, de donde de Jcrusalén, ya no llorarás más.
LT te hará gracia cuando le invoques;
(i) Desde este versículo hasta el fin del en oyendo tus clamores, te respon-
capitulo J2. tenemos una serie de discursos en derá, 20 cuando te haya dado a
que el profeta combate las vanas esperanzas d<
comer el Señor el pan de la angustia
muchos israelitas en la ayuda de Egipto para lu-
char contra los asirios. No faltan las promesa: y a beber el agua tasada. Ya no se
de salud al lado de las amenazas; vcibigra- ocultarán tus maestros, sino que con
cia: 29, 5-8; 17-24; 30, 18-29; 32. 15-20. tus ojos los verás, 21 y oirás con tus
ISAÍAS, 31, 32 611
nobles designios, y en sus nobles de- como cuando se recogen las langostas,
signios persevera. y se precipitan sobre él. como sobre
9 Mujeres
descuidadas, oíd mi voz; ios campos la langosta. 5 Yave es
mujeres confiadas, escuchad mis pa- grande, se sienta en los cielos y llena
labras. 10 Dentro de un año y unos a Sión de rectitud y de justicia.
días habréis de temblar, ¡oh confia- ' La seguridad de aquellos días será
das!, porque no habrá vendimia ni tesoro de ventura; serán su riqueza:
cosecha. 11 Temblad, descuidadas; es- Sabiduría, entendimiento y temor de
tremeceos, confiadas; despojaos, des- Yave.
7
nudaos, ceñid de saco vuestros lomos. Ved: Los de Ariel lanzan gri-
12
Se dan golpes de pecho, llorando tos, y los mensajeros de paz llo-
por los hermosos campos y las férti- ran amargamente. 8 Las calles están
les viñas. 13 En la tierra de mi pueblo desiertas, no hay quien pase por los
no hay más que cardos y espinas;! caminos; él ha roto la alianza, ha
y aun en todas las casas de placer aborrecido a las ciudades, no hace
de la ciudad alegre. 14 Los palai ios cuenta de nadie. 9 La tierra está
están desiertos, desierta la ciudad en luto, entristecida; el Líbano con-
ruidosa, torres y fortalezas devasta- fuso, desfallecido; Sarón es como un
das, para siempre convertidas en desierto, Basan y el Carmelo han
cuevas, lugar de descanso para los perdido su follaje.
asnos salvajes, y de pasto para los luNoy a levantarme, dice Yave,
¡
vosotros, los que sembráis a la orilla y recto en sus palabras, que no quiere
de las aguas, y no atáis al buey ni j
ganancias fruto de la violencia, y
al asno. cuya mano rechaza el presente co-
rruptor; el que cierra sus oídos a
proposiciones sanguinarias, y se tapa
14 ése
los ojos para no ver el mal,
Liberación de Jeruaalén.
habitará en las alturas y tendrá su
refugio en firmes rocas, tendrá pan
33 Av de t¡ devastador, que no
1
l . ' y no le faltará el agua.
17 Tus ojos verán al rey en su mag-
has sido devastado! ¡Ay de ti, sa-
queador, que no has sido saquea- nificencia, y verán la tierra que se
do! (1). Cuando acabes de devastar, extiende hasta muy lejos. 18 Tu cora-
serás tú devastado; cuando acabes zón recordará los días de terror:
de saquear, serás tú saqueado. ¿Dónde está el exactor? ¿Dónde el
2
Ten, ¡oh Ya ve!, piedad de nosotros, pesador? ¿Qué fué de los que conta-
que en ti hemos confiado. Sé 1ú ban las reses? 19 A esa gente espan-
nuestro brazo cada día, nuestro so- table, de lengua oscura, que tu nO'
corro al tiempo de la tribulación. entiendes, que tartamudea pala-
3
A la voz de trueno, huyen los pue- bras imposibles de descifrar, no la
blos; cuando te alzas tú, las nacio- verás ya más. 20 Mira a Sión, la ciu-
nes se dispersan. 4
Se recoge el botín, dad de nuestras festividades; vean
tus ojos a Jerusalén, morada de
quietud, tienda bien fija, cuyos cla-
(i) Este oráculo fué pronunciado hacia 701. vos no serán arrancados, ni rota
en la época de la invasión de Senaquerib, cuya cuerda alguna. * l Aquí está Yave
derrota predice con la salud de Jerusalén. Esta
salud da pie al profeta para anunciar los tiem-
para nosotros en su gloria, es para
pos mesiáñicos. nosotros río y anchos arroyos, por
613
vestidos de saco, a Isafas, hijo de Tú eres el solo Dios de todos los reinos
Anuís, profeta, que le dijeran: 3 He de la tierra. Tú has hecho los cielos
aquí lo que dice Ezequías: El día y la tierra. 17 Inclina tus oídas, ;oh
de hoy es día de angustia, de castigo Yave!, y oye. Abre, ¡oh Yave!, tus
y de oprobio. El hijo ha llegado a ojos y mira. Oye todas estas palabras
término, pero no hay fuerza para que me dirige Senaquerib, r>ara escar-
darlo a luz. 4 A ver si Yave, tu Dios, necer al Dios vivo. 18 Es verdad,
ha oído las palabras de Rabsaces, ¡oh Yave!, que los reyes de Asiría
mandado por el rey de Asiría, su han destruido a todoslos pueblos y
señor, para insultar al Dios vivo, y le sus tierras, 19 que arrojaron al fuego
castiga Yave, tu Dios, por las pala- a sus dioses, que no eran dioses, sino
bras que él ha oído. Dirígele una obra de la mano de los hombres, leño
20 Líbra-
súplica por este resto que subsiste y piedra, y los destruyeron.
todavía. nos, pues, Yave, Dios nuestro, de sus
5 Los servidores del rey Ezequías manos, y que aprendan todos los
fueron a Isaías, c Isaías les dijo: reinos de la tierra que tú eres Yave,
6 Decid a vuestro señor esto: He el único.
aquí la palabra de Yave: No te 21
Entonces Isaías, hijo de Amós,
asuste el discurso que acabas de oír, mandó a decir a Ezequías: He aquí
en el que los servidores del rey de lo que dice Yave, Dios de Israel:
Asiría me han ultrajado. 7 Yo voy a Por la plegaria que tú me has dirigido
poner en él un espíritu tal, que en por lo de Senaquerib, rey de Asiria,
recibiendo cierta noticia se volverá a 22 he
aquí la sentencia que Yave pro-
su tierra, y allí le haré caer al filo nuncia contra él: Te desprecia, se
de la espada. burla de ti, virgen, hija de Sión,
yergue detrás de ti su cabeza, hija
Senaquerib intima de nuevo de Jerusalén. 23 ¿A quién has ultra-
la
rendición. jado y escarnecido? ¿Contra quién
has alzado tu voz, y has dirigido
tus soberbias miradas? ¿Contra el
8
Volvióse Rabsaces, y halló al Santo de Israel? 24 Por medio de tus
rey de Asiría asediando a Libna, esclavos has ultrajado al Señor, y
pues supo que había dejado Laquis. has dicho: Con mis numerosos carros
9
Supo entonces el rey de Asiría que he subido, he subido a las crestas
Taraca, rey de Etiopía, se había de las montañas, a las cumbres del
puesto en marcha contra él, y mandó Líbano, y he cortado los sublimes
otra vez sus mensajeros a Ezequías cedros y los más hermosos cipreses.
con esta orden: 10 Decid a Ezequías, He llegado a las más altas cimas, y
rey de Judá: Que no te engañe tu los más espesos bosques. 25 He alum-
Dios, en quien has puesto la confianza, brado y bebido aguas extranjeras.
diciendo: Jerusalén no será entre- He secado con mis pies los canales
gada en mano del rey de Asiría. de Egipto.
11 ¿No sabes cómo los reyes de Asiría 26 Pues oye: Ha mucho tiempo ya
han destruido a todos los pueblos? que yo preparaba esto; lo resolví muy
¿Y vas a salvarte tú? 12 ¿Salvaron de antiguo y ahora lo cumplo. Tú
sus dioses a los pueblos que destru- habrás de hacer montones de ruinas
yeron mis padres, a Gosán y Harrán, de ciudades fuertes, 27 cuyos habi-
a Resef y a los hijos de Edén, que tantes estarán sin fuerza, espantados
están en Teiasar? 13 ¿Dónde están y confusos. Serán como la hierba de
el rey de Hamat, el rey de Arpad, los campos, verdura tierna; serán
y el rey de la ciudad de Sefarvaim, como el musgo que nace en los teja-
de Hena y de Iva? dos, abrasado por el viento solano.
28 Yo sé cuándo te levantas
y cuándo
Plegaria de Ezequías y respuesta te sientas, y conozco todas tus an-
de Yave. danzas. 29 Tu furor contra mí, tu
insolencia, han llegado a mis oídos.
Yo te pondré mi aro en la nariz, y
14 Ezequías recibió la carta de la mi freno en tus labios, y haré que
mano de los mensajeros; y luego de te vuelvas por el camino por donde
leerla, subió al templo de Yave; viniste. 30 He aquí la señal para ti:
16 desplegándola ante Yave, le Este año se comerá lo que produzcan
y
dirigió esta plegaria: 19 ¡Oh Yave! los granos caídos,- y al siguiente lo
616 ISAÍAS, 38
que de sí produzca la tierra sin sem- aquí la señal de Yave, de que hará
8
brarse, pero al tercer año sembraréis Yave lo que ha dicho: Haré retro-
y cosecharéis, plantaréis viñas y ceder la sombra en el reloj de Ajaz
comeréis su fruto. 31 El resto que tantos grados cuantos en él ha avan-
queda de la casa de Judá echará zado, diez grados. Y en el cuadrante
raíces por debajo, y llevará frutos retrocedió la sombra los diez grados
en lo alto. 32 Porque saldrá de Jeru- que había avanzado.
salén un resto, y sobrevivientes del 21
Isaías mandó traer una cataplas-
monte de Sión; el celo de Yave Se- ma de higos, e hizo que se la pusieran
baot hará esto. en la llaga, y Ezequías sanó.
33 He aquí, pues, lo que dice Yare
del rey de Asiría: No
entrará él en
esta ciudad, ni arrojará en ella una Cántico de acción de gracias de
flecha: no marchará contra ella em- Ezequías.
brazando el escudo ni la rodeará de
trincheras. 34 Por el camino que trajo 9
Escrito de Ezequías, rey de Judá.
se tornará. No
entrará en esta ciudad, de cuando enfermó y curó de su
dice Yavc. 35 Yo defenderé esta ciu- enfermedad (1):
dad, yo la libraré por amor de mí y 10 Yo A la mitad de mis días
dije:
de mi siervo David. voy a bajar a las puertas del sepulcro,
privado del resto de mis años. 11 Dije:
Ya no veré más a Yavc en la tierra
I.a liberación. de los vivientes; ya no veré hombre
vivo de entre los moradores del mun-
3*
Vino el ángel de Yave, e hirió do. 12 Mi morada es arrancada, lle-
en el campo de los asirios a ciento vada lejos de mí, como tienda de
ochenta y cinco mil hombres, y a la pastores. Como tejedor corta el hilo
mañana, al despertar, no se veían de mi vida, y le separa de su trama.
más que cadáveres. 37 Entonces Sc- 13 Día
y noche me consume, grito
naquerib, rey de Asiría, levantó el hasta la mañana, pues como león
campo y se tornó, quedando en Ní- muele todos mis huesos. 14 Chillo
nive: 38 y mientras oraba en el templo como golondrina y gimo como paloma.
de Ncsroc, sus hijos Adramelcc y Mis ojos se consumen mirando a lo
Sarcsec le mataron a espada, y huye- alto. ¡Oh Yave, mira mi angustia y
ron a la tierra de Ararat. Le sucedió confórtame! 15 ¿Qué voy a decir yo?
su hijo Asaradón. Me ha dicho él, y ha hecho; a pesar
de mi mal, acabaré el curso de mis
años. 16 Por eso, ;oh Señor!, voy a
Enfermedad de Ezequias. gozar todavía de la vida, por eso
respiro aún, me has curado y me
1
Por entonces enfermó Eze- dejas vivir. 17 Mi mal se ha tornado
38 qufas de enfermedad mortal; en bien, y has preservado mi alma
y el profeta Isaías, hijo de Amós, del hoyo de la corrupción, y has
vino a verle, y le dijo: 2 Dispon de tu echadotras de ti todos mis pecados.
casa, porque vas a morir, no curarás. 18 Porque no puede alabarte el se-
Ezequías se volvió cara a la pared pulcro, no puede celebrarte la muerte,
c hizo a Yave esta plegaria: 3 ;Oh ni pueden los que descienden a la
Yavc!, acuérdate de que he andado fosa esperar en ti, en tu fidelidad.
fielmente delante de ti de todo cora- " Los vivos, los vivos son los que
zón, y que he hecho lo que te era pueden alabarte, como yo te alabo
grato. 4 Y se puso a sollozar. La hoy, y de padres a hijos pregonar
palabra de Yave fué dirigida a Isaías,
diciéndole: 6 He oído a Ezequías:
(i) Este cintico de Ezequías no se halla
dile: Asi habla Yave, el Dios de tu
en II Reg., de donde está tomada ta steión.
padre David: He oído tu oración y Es notable porque nos da a conocer los tristes
he visto tus lágrimas. Voy a añadir szntimientos de lo» israelitas ante la muerte, a
a tu vida quince años más. * De la ca'jsa de la oscuridad en que vivían sobre los
mano del rey de Asiría yo te libraré futuros destinos del hombre. No sólo no cono Jan
a tí y a esta ciudad; yo protegeré a los resplandores de la futura resurrección de
Jesucristo, sino que desconocían aún las pro-
esta ciudad. 22 Y preguntó Ezequías:
mesas del libro de la Sabiduría. Una viva fe
¿Qué señal tendré yo de que volveré en Dios que da a cada uno según sus obras,
a subir al templo de Yave'.' ' He los consolaba; pero esta fe era oscura.
ISAÍAS, 39, 40 61?
tu fidelidad.
211
Que nos
salve Yave, bido de la mano de Yave el doble
y cantaremos arpa todos los días
al por todos sus crin enes.
3
de nuestra vida, ante el templo de Una voz Abrid camino a
grita:
Yave. Yave en el allanad en la
desierto,
soledad el camino de vuestro Dios.
4
Que se rellenen todos los valles, y
Embajada de Merodaebaladán y . se rebajen todos los montes y colla-
predicción del cautiverio. dos; que se allanen las cuestas y se
nivelen los declives. 5 Porque se va
^C) 1
Por entonces Merodacbala- a mostrar la gloria de Yave, y la
dán, hijo de Baladán, rey de verá toda carne a una.
Babilonia, mandó a Ezequías un Ha hablado la boca de Yave. 6 Una
mensaje y un presente, pues había voz dice: Grita. Y le responden:
tenido noticia de su enfermedad y de ¿Qué he de gritar? Toda carne es
su curación. 2 Ezequías se alegró de como hierba, y toda su gloria como
ello, y enseñó a los embajadores su flor del campo. 7 Sécase la hierba,
tesoro, la plata, el oro, los perfumes y marchítase la flor, cuando sobre ellas
ungüentos preciosos, su arsenal, y pasa el soplo de Yave. 8 Sécase la
todo cuanto había en sus almacenes. hierba, marchítase la flor, pero la
No hubo nada, ni en el palacio, ni palabra de nuestro Dios permanece
en sus dependencias, que no les ense- por siempre.
ñase Ezequías. 3 El profeta Isaías 9
Subid a un alto monte, y anun-
fué a ver a Ezequías, y le preguntó: ciad a Sión la buena nueva. Alzad
¿Qué han dicho esas gentes, y de con fuerza la voz, y llevad la buena
dónde vienen'? 4 Ezequías respondió: nueva a Jerusalén. Alzadla, no temáis
Han venido de lejos a verme, de Ba- nada, decid a las ciudades de Judá:
bilonia. ¿Y qué es lo que de tu pala- He aquí a nuestro Dios. 10 He aquí
cio han visto?, preguntó. Ezequías Y al Señor, Yave, que viene con for-
respondió: Han visto cuanto en mi taleza. Su brazo dominará. Yed que
palacio hay; no ha quedado nada de viene con él su salario, y va delante
cuanto hay en mis almacenes que de él su fruto. 11 El apacentara a su
no leshaya enseñado. rebaño como pastor, él le reunirá
5
Entonces dijo Isaías a Ezequías: con su brazo. El llevará en su seno
Oye la palabra de Yave Sebaot: a los corderos, y cuidará a las ovejas
6
Tiempo vendrá en que todo cuanto paridas.
hay en este palacio, y cuanto re- 12
¿Quién midió las aguas con el
unieron tus padres hasta el día de hueco de su mano, y a palmos los
hoy, será llevado a Babilonia; nada cielos, y al tercio de cfa el polvo de
quedará, dice Yave. 7 Y tus hijos, la tierra, y pesó en la romana las
tus propios hijos, los engendrados montañas, o en la balanza los colla-
por ti serán llevados y tomados por dos? 13 ¿Quién ha sondeado el espí-
eunucos para el palacio del rey de ritu de Yave, y le aconsejó? 14 ¿Con
Babilonia. 8 Y Ezequías dijo a Isaías: quién deliberó él para recibir ins-
Buena es la palabra de Yave que trucciones, y que le enseñase el ca-
me anuncias. Así, pensaba él, habrá mino de la justicia? ¿Quién le enseñó
por lo menos paz y seguridad durante la sabiduría y le dió a conocer el
mi vida. camino del entendimiento? 15 Son
las naciones como gota de agua en el
caldero, como un grano de polvo en
Gloria de Yave en la liberación de la balanza. Las islas pesan lo que el
su pueblo. polvillo que se lleva el viento 16 El
Líbano no basta para leña, ni sus
Consolad, consolad a mi pue-
1
animales para el holocausto. 17 Todos
blo (1), dice vuestro Dios; los pueblos son delante de él como
animad a Jerusalén, y gritadle 2 que nada, son ante él nada y vanidad.
se acabó su servidumbre, y han sido
expiados sus pecados, y que ha reci-
Vanidad de los ídolos.
(i) Por el comienzo de
esta parte segunda de 18
ibro de Isaías, el Eclesiástico dice de este pro- ¿Qué, compararéis con
pues,
feta que contempló el fin de los tiempos y con- Dios, qué imagen haréis que se le
asemeje? 19 fundido o
soló a los que lloraban a Sión. (Eccl. 48.27.) El ídolo es
618 ISAÍA S, 4
haré brotar manantiales en las altu-| las islas están esperando su doctrina.
5
ras peladas, y fuentes en los valles. Así dice Dios, Yave, que creó
Tornaré el desierto en estanque, y la| los cielos y los tendió, y formó la
tierra seca en corrientes de aguas., tierra y sus frutos, que da a los que
19
Yo plantaré en el desierto cedros y| la habitan el aliento, el soplo de
6 Yo,
acacias, mirtos y olivos en la soledad,! vida a los que por ella andan.
cipreses, olmos y alerces juntamente. Yave, te he llamado en la justicia,
20 Para que todos vean
y comprendan, y te he tomado de la mano. Yo te
I
presentad las pruebas, dice el Dios presos, del fondo del calabozo a los
de Jacob: 22 Que se acerquen y nos que moran en tinieblas. 8 Soy yo,
anuncien lo que está por venir. ¿Qué Yave es mi nombre, que no doy mi
predicciones hicisteis en lo pasado? gloria a ningún otro, ni a los ídolos
Decidlo, para que las tengamos en el honor que me es debido. 9 Han lle-
cuenta y reconozcamos que se cum- gado las cosas predichas, y anuncio
plieron. 23 Y si no, anunciad lo por- otras nuevas, antes de que sucedan
venir, decid lo que más tarde ha de las doy a conocer.
suceder, para que sepamos así que
sois dioses. Veamos: bien o mal,
haced algo para que podamos me- Canto triunfal en honor de
Yave.
dirnos. 24 ¡BahI No sois nada, y
vuestra obra es nada, abominable 10 Cantad a Yave un cántico
quien os elige. nuevo. Lleguen sus loores a los ex-
35
Yo lo he suscitado del septentrión, tremos de la tierra. Estremézcase el
y ya llega, llamado por su nombre mar y cuanto en él se contiene, las
del lado de levante. Pisa a los prín- islas con sus habitantes. 11 Alce su
cipes como se pisa el polvo, y como voz el desierto, y las ciudades y las
el alfarero pisa el barro con sus pies. aldeas que habita Cedar. Lancen gritos
26 ¿Quién antes le anunció
y nos le de júbilo los habitantes de Sela, y
dió a conocer de antemano, para que entonen sus cánticos en lo alto de
digamos: Justamente? Nadie le anun- los montes. 12 Que den gloria a Yave,
ció, nadie habló de él, nadie os oyó que canten sus alabanzas en las islas.
una palabra. 27 Yo el primero le anun- 13 Avanza Yave como un gigante,
cié a Sión, y di a Jerusalén la buena como guerrero se excita en su ardor.
nueva. 28 Miro, y no se halla entre Lanza su grito, un potente grito de
ellos un profeta; les pregunto: ¿De guerra, y muestra su fuerza contra
dónde viene?, y no saben responder. sus enemigos.
29 ¡Bah! Todos son nada,
y su obra es
nada, y sus ídolos viento y vanidad.
Israel será vengado y liberado.
42 1
(1)^e aquí a mi siervo, a
u Mucho tiempo callé, estuve en
quien sostengo yo, mi elegido,
en quien se complace mi alma. He '
que te creó, Jacob, que te bre de las aguas. 17 El que hace avan-
formó, Israel. Nada temas, yo te he zar a carros y caballos, y a los ejér-
rescatado, yo te llamé por tu nom- citos de fuertes guerreros, o los echa
bre, y tú me perteneces. 2 Si atra- por tierra juntamente, sin que vuel-
viesas entre aguas, yo seré contigo, van a levantarse, extinguidos como
y no te sumergirán las olas. Si pasas mecha que se apaga.
por el fuego, no te quemarás, las 18 No os acordéis más de
lo de
llamas no te consumirán. 3 Porque otras veces, no hagáis atención a lo
19
yo soy Yave, tu Dios, el Santo de pasado; que voy a hacer una obra
Israel, tu salvador. Yo doy al Egipto nueva, que ya está comenzando: ¿no
por rescate tuyo, doy por ti a Etiopía la veis? Voy a abrir un camino en
y Scba. * Porque eres a mis ojos el desierto, y a llevar ríos a la sole-
de muy gran estima, de gran precio, dad; 20
y me alabarán las bestias del
y te amo, y entrego por ti reinos y campo, los chacales y los avestruces.
pueblos a cambio de tu vida. 5 Nada Voy a poner agua en el desierto, y
temas, que yo estoy contigo; yo traeré torrentes en las tierras áridas, 21 para
tu descendencia del oriente, y los abrevar a mi pueblo, a mi elegido,
reuniré del occidente. 8 Diré al sep- al pueblo que hice para mí, que
tentrión: Devuélvelos, y al mediodía: cantará mis loores.
No los retengas. Retraed a mis hijos
de las regiones lejanas, y a mis hijas
de los confines de la tierra, 7 a lodos
La liberación es pura misericordia
lie Yave.
cuantos llevan mi nombre, que yo
los creé y formé para mi gloria.
8
Dejad que vuelva el pueblo ciego, Pero tú, ¡oh Jacob!, no me invo-
22
17
Israel sale de Babilonia por pura Así habla Y'ave, tu redentor, el
gracia. Santo de Israel: Yo soy Yave, tu
Dios, que para tu bién te enseña y
jo 1
Oíd esto, casa de Jacob, los te pone en el camino que has de
**" que lleváis el nombre de Israel, seguir. 18 ;Ah!, si atendieras a mis
los salidos de las entrañas de Judá. leyes, tu paz sería como un río, y
Vosotros, los que juráis por el nom- tu justicia como las olas del mar.
bre de Yave y alabáis al Dios de Is- 18
Tu descendencia sería como los
rael,pero sin verdad y sin justicia; granos de arena; los frutos de tus
2
aunque lleváis el nombre de la ciu- entrañas, como el polvo. Y nada
dad santa, y os apoyáis sobre el Dios borraría, nada raería tu nombre de
de Israel, cuyo nombre es Yave j
delante de mí. 20 Salid de Babilo-
3
Scbaot. Lo que ha pasado, ya ha nia, huid de entre los caldeos con
tiempo lo predije, de mi boca salió. cantos de alegría; anunciad, pregonad
Yo lo hice oír, y de improviso obré, j
la buena nueva, que llegue hasta los
4 Porque confines de la tierra. Decid: Rescata
y todo se ha cumplido.
bien sé que eres duro, y es tu cerviz Yave a su siervo Jacob. 21 No ten-
una barra de hierro, y que tienes drán sed en el desierto por el cual
una frente de bronce. 5 Yo te pre-
j
ponga frente a mi. * Si, el Señor, .eres tú quien secaste el mar, las aguas
Vave, me asiste. ¿Quién me conde- del profundo abismo, y tornaste las
nará? Todos ellos caerán en pedazos, profundidades del mar en camino,
como vestido viejo, la polilla los para que pasasen los redimidos?
consumirá. 10
Quien de vosotros tema 11
Volverán los rescatados de Yave,
a Y ave, oiga la voz de su siervo. El volverán a Sión con cantos de triun-
que ande en tinieblas, privado de luz, fo, coronada de gloria eterna su
que confíe en el nombre de Yave, y se frente. Se apoderará de ellos el gozo
apoye sobre su Dios. 11 Los que estáis y la alegría, huirán el llanto y la
encendiendo un fuego, y preparando tristeza.
saetas encendidas, id a las llamas de 12
Soy
yo vuestro consolador.
vuestro fuego y sobre las saetas que ¿Por tcmér tú a un débil
qué
encendéis. De mi mano os llagará mortal, a un hombre que es como
atormentados en un 13
esto, y seréis el heno, olvidándole de tu Ha-
lecho de dolor. cedor, que desplegó los cielos y
fundó la tierra, para estar temiendo
todo el dia el furor de tu opresor,
Kxhorlac-ióu a los israelitas fieles. que busca destruirle? 14 ¿Dónde está
el furor del (pie te oprimía? Bien
C'l Oídme, vosotros, los que se-
1
pronto será libertado el cautivo. No
guís la justicia y buscáis a morirá en su cárcel, no Ic fallará el pan.
Vave. Considerad la roca de que habéis 16 Yo soy Yave, tu Dios, que
le-
sido tallados, la cantera de que ha- vanto el mar y embravezco sus olas,
béis sido sacados. 2 Mirad a Abraham, y cuyo nombrees Yave Schaot.
16
vuestro padre, y a Sara, que os parió Yo pondré en tu boca mi palabra
en dolores. Sólo a él le elegí yo, y y te protegeré con la sombra de mi
le bendije y le multipliqué.
3
De cier- mano, desplegando cielos, y fundando
to Yave consolará a Sión, consolará una tierra, y diciendo a Sión: Tú
todas sus ruinas y tornará su desierto eres mi pueblo. .
en vergel, y su soledad en paraíso 17 Despierta, Jcrusalén, despierta,
12
bres por botín; por haberse entre- Te haré almenas de rubí y puertas
gado a la muerte, y haber sido con- de carbunclo, y toda una muralla
tado entre los pecadores, cuando de piedras preciosas. 13 Todos tus
llevaba sobre sí los pecados de todos hijos serán adoctrinados por Yavc. y
e intercedía por los pecadores. gozarán de mucha paz. 14 Serás
fundada sobre la justicia, y estará
lejos de ti la opresión, que no habrás
Gloria de la nueva Sión. de temer, y la angustia, que no te
llegará más.
54 (*) 1 Regocíjate, estéril, la 15 Si te atacare alguno, no será de
9
Será esto como al tiempo de tu Dios, por el Santo de Israel, que
Noé, en que juré que nunca más el te glorificará.
diluvio se echaría sobre la tierra. 8
Oliscad a Yave mientras puede
Así juro yo ahora no volver a eno- ser hallado, llamadle en tanto que
jarme contra ti, no volver a reñirte. está cerca. 7 Deje el impío sus cami-
10
Q ue se muevan los montes, que nos, y el malvado sus pensamientos,
tiemblen los collados, no se apartará y vuélvase a Yavc, que tendrá de él
más de ti mi misericordia, y mi misericordia, a nuestro Dios, que es]
alianza de paz será inquebrantable, rico en perdones. 8 Porque no son
dice Yave, que te ama. mis pensamientos vuestros pensa-j
11 ¡Pobrccita. azotada
por la tem- mientos, ni mis caminos son vuestros
pestad, sin abrigo! Voy a edificarle caminos, dice Yavc. 9 Cuanto son los
sobre jaspe, sobre cimientos de zafiro. cielos más altos que la tierra, tanto
están mis caminos por encima de los
(i) Los capítulos 54.1-55. 10, y después en vuestros, y mis pensamientos por
60. 1-62. 12. forman como un gran poema en que encima de los vuestros. 10 (lomo baja
se describe la gloriosa restauración de Jerusalin, la lluvia y la nieve de lo alto del ciclo,
convenida en centro de las naciones, que se
sienten atraídas a ella por las maravillas que ven
y no vueíven allá sin haber empapado
realizadas por Yave. El tema se cncuentri con y fecundado la tierra y haberla hecho
frecuencia en los profetas, pero en ninguna parte germinar, dando la simiente para
tratado con la amplitud y el alto lirismo de aquí. sembrar y el pan para comer; 11 asi
ISAÍAS, 66, 57 629
derecho, obrad la justicia, qUe cansen en sus lechos los que siguen
pronto va a venir mi salvación y a el camino derecho.
revelarse mi justicia. 2 Bienaventu- 3
Acercaos, pues, vosotros, hijos
rado quien esto hiciere: Que guarde de bruja, generación de adúltera y
el sábado sin profanarlo y guarde de prostituta (1). 4 ¿De quién os
sus manos de toda obra mala. burláis? ¿A quién hacéis muecas y
3 Que no diga el extran jero allegado
sacáis la lengua? ¿No sois vosotros
a Yave: Yave me excluye de su hijos de pecado, raza de mentira,
pueblo. Que no diga el eunuco: Yo 8 encendidos de concupiscencia bajo
soy un árbol seco. 4 Porque así dice el terebinto y bajo todo árbol fron-
Yave a los eunucos (1), a los que doso, sacrificando niños en el lecho
guardan mis sábados, y eligen lo de los torrentes, en los huecos de las
que me es grato y son fieles a mi peñas?
pueblo: 5 Yo os daré en mi casa, 6
Los pulimentados chinarros del
dentro de mis muros, poder y nombre, torrente serán tu parte, he ahí tu
mejor que a hijos e hijas. Yo les porción. A ellos hiciste tus libaciones
daré un nombre, eterno, que nunca y llevaste ofrendas; ¿no habré de
perecerá. 6 Y a los extranjeros alle- resentirme yo? 7
Sobre un monte
gados a Yave para servirle y amar su alto, bien alto, pones tu cama, des-
nombre, para ser sus servidores, que pués subes allá para sacrificar. 8 De-
guarden el sábado sin profanarlo y trás de la puerta y del umbral pones
sean fieles a mi pacto, 7 yo los llevaré tu memoria, y lejos de mí, desvergon-
al monte de mi santidad, y los re- zadamente te desnudas, subes a la
crearé en mi casa de oración. Sus cama y la ensanchas, y te prostitu-
holocaustos, sus sacrificios, serán gra- yes con aquellos cuyo comercio de-
tos en mi altar, porque mi casa será seas, compartiendo su lecho.
llamada casa de oración para todos 9
Corres a Moloc con ungüentos,
los pueblos. llenas las manos de perfumes, envías
lejos a tus embajadores, hasta la
profundidad del sepulcro. 10 El largo
Los malos pastores de Israel.
viaje te fatiga, pero no dices: Re-
nuncio a él. Hallas nuevas fuerzas
8
Oráculo del Señor, Yave, que y no desistes. 11 ¿De quién temes?
reúne a los dispersos de Israel: A los ¿Qué te asusta, para renegar de mí,
reunidos yo allegaré otros. 9 Bestias del para no acordarte más de mí y no
campo, fieras de la selva, venid todas hacerme caso? No me he callado y
a comer. 10 Mis guardianes son ciegos he cerrado los ojos, y tú no me te-
todos, no entienden nada. Todos son miste? 12 Ahora voy a pregonar tu
perros mudos, que no pueden ladrar;
soñolientos, se acuestan, son amigos (1) como casi todo lo que sigue
Este pasaje,
hasta del libro, se distingue notablemente
el fin
(i) Ladeuteronómica (23.2) excluía a los
ley de que precede.
lo Allí sólo suenan palabras de
eunucos de la comunidad de Israel; pero aquí triunfo, de alegría, por la vuelta de Israel a la
el Señor declara abroga ia esa ley en favor de la gracia de su Dios; aquí, en cambio, hallamos lo
piedad de los eunucos, que por ella podrán al- que es tan frecuente en los profetas y más en
canzar un nombre glorioso en el reino me- Isaías: la reprensión de los pecados y las ame-
siánico. nazas de castigos.
630 ISAÍAS, 58, 59
16
ya no hay justicia. '\ ió que no para traer de lejos a tus hijos con
;
61
Tus puertas estarán abiertas siem- peración. Se les llamará terebintos de
pre, no se cerrarán ni de día ni de justicia, plantación de Yave para su
noche, para que te traigan los bienes gloria. 4 Ellos reedificarán las ruinas
de las ¿entes con los reyes al frente; antiguas, y levantarán los asolamien-
12
porque las naciones y los reinos tos del pasado. Restaurarán las ciu-
que no te sirvan a ti, perecerán y dades asoladas, los escombros de mu-
serán exterminados. chas generaciones. 5 Habrá extran-
13 Vendrá gloria del Líbano,
a ti la jeros para apacentar tus ganados, y
los cipreses, los olmos y los alerces extraños serán tus labradores y viña-
juntamente. Para embellecer mi san Y dores. 6 vosotros seréis llamados
tuario, para decorar el lugar en que sacerdotes de Yave. y nombrados
se asientan mis pies. 14 A ti vendrán ministros de nuestro Dios. 7 Comeréis
humillados los hijos de los tiranos, y lo exquisito de las naciones, y os
se postrarán a tus pies todos cuantos vestiréis de sus magnificencias. Pues
te infamaron. Y te llamarán la ciu como tuvieron el doble en cuanto a
dad de Yave, la Sión del Santo de vergüenza y confusión, recibirán el
Israel. 15 De abandonada, odiada y doble también sobre la tierra y
detestada que eras, yo te haré eterno gozarán de eterna gloria.
prodigio, delicia de los siglos. 16 Ma 8
Porque yo, Yave, soy amante del
marás la leche de las gentes, los derecho, y aborrezco el rapaz latro-
pechos de los reyes, y sabrás que cinio. Por eso les daré fielmente su
yo, Yave, soy tu salvador, tu reden recompensa, y haré con ellos una
tor, el Fuerte de Jacob. 17 En vez alianza eterna. 9 Su descendencia será
de cobre, pondré en ti oro; en vez glorificada en los pueblos, y su pos-
de hierro, plata; bronce en vez de teridad en medio de las gentes. Y
madera y hierro en vez de piedras. quien los viere, reconocerá que son la
Te daré por magistrado la paz, y progenie bendita de Yave.
• por soberano la justicia. 18 No se
hablará ya de injusticia en tu tierra,
de saqueo y de ruina en tu territorio Agradecimiento a Yave de la Je-
Tus muros los llamarás «salud», y a rusulén restaurada.
tus puertas, «gloria».
19
Ya no tu lumbrera, 10 Y yo me gozaré
será el sol en Yave, y mi
ni te alumbrará la luz de la luna. alma saltará de júbilo en mi Dios,
Yave será tu eterna lumbrera, y tu porque me vistió de vestiduras de
Dios será tu luz. 20 Tu sol no se salud, y me envolvió en manto de
pondrá jamás, y tu luna nunca se justicia, como a esposo que se ciñe
eclipsará, porque será Yave tu eterna la frente con diadema, y como esposa
luz. Acabáronse los días de tu luto. que se adorna de sus joyas. 11 Porque
21
Tu pueblo será un pueblo de justos, como produce la tierra sus gérmenes,
y poseerá la tierra para siempre. y como hace brotar el huerto sus
Renuevos del plantío de Yave, obra semillas, así el Señor, Yave» hará
de mis manos, hecha para resplan- brotar la justicia y la gloria delante
decer. 22 Del más pequeño de todos de las gentes todas.
saldrá un millar, del menor una in-
mensa nación. Yo, Yave, lo he re-
suelto, y a su tiempo yo lo cumpliré. Ya viene la salvaélón.
descansa sobre mí, pues Yave "<* Haré, y por Jcrusalén no pararé,
me ha ungido. Y me ha enviado hasta que resplandezca la justicia
para predicar la buena nueva a los como aurora, y la salvación como
abatidos, y sanar a los de quebran- brillante antorcha; 2 y verán las nacio-
tado corazón; para anunciar la liber- nes tu justicia, y los reyes tu gloria,
tad a los cautivos y la liberación a los y te darán un nombre nuevo, que
encarcelados. 2 Para publicar el año te pondrá la boca de Yave.
de la remisión de Yavu y el día de 3
Tú serás en la mano de Yave
la venganza de nuestro Dios. 3 Para corona de gloria, real diadema en
consolar a los tristes y dar a los afli- la mano de tu Dios. 4 No te llamarán
gidos de Sión, en vez de ceniza, una ya más la desamparada, ni se lla-
corona. El óleo del gozo, en vez del mará tu tierra desierto, sino que te
luto, la gloria, en vez de la deses- llamarán a ti Jejai-ba, y a tu tierra
ISAÍAS, 63, 64 633
temblar a los pueblos ante ti, 9 ha- de mí, y no callaré sin darles su pago,
ciendo nunca esperados prodigios, de y retribuirles con medida colmada.
que no se oyó hablar jamás. Jamás 7 Vuestras iniquidades
y las iniqui-
oyeron oídos, jamás vieron ojos. Dios dades de vuestros padres, dice Yave,
que así obrara como obras tú con| que quemaron incienso en los montes
los que en ti confían.
4
Tú te ade-i y me ultrajaron en los collados, yo
lantas a los que obran el bien y os las pagaré cumplidamente, como
tienen presentes sus caminos: pero 1
se merecen.
estás irritado por nuestros pecados, Así dice Yave: Como cuando hay
8
cumpla los suyos. Morir a los cien parido; antes de sentir los dolores,
años será morir niño, y no llegar a parió hijos. 8 ¿Quién oyó cosa seme-
los cien años será tenido por mal- jante? ¿Quién vió nunca tal? ¿Nace
dición. 11 Construirán casas y las ! un pueblo en un día? ¿Una nación
habitarán, plantarán viñas y come- ¡
nace toda de una vez? Pues Sión ha
rán su fruto. 22 No edificarán para parido a sus hijos antes de sentir
que habite otro, no plantarán para I
los dolores. 9
¿Voy a abrir yo el seno
que recoja otro. Porque según los ¡
materno para que no nazcan hijos?,
días de los árboles serán los días de
1
bajarán en vano, ni parirán para una los que la amáis, sea ella vuestra
muerte prematura, sino que serán la gloria. Llenaos con ella de alegría,
progenie bendita de Yave, ellos y los que con ella hicisteis duelo.
sus descendientes. 24 Antes que ellos II
Para mamar hasta saciaros la leche
me responderé yo; todavía
llamen les de sus consolaciones; para mamar
no habrán acabado de hablar y ya jen delicia a los pechos de su gloria.
los habré escuchado. 25 El lobo y el 12
Porque asi dice Yave: Voy a derra-
cordero pacerán juntos; el león, como mar sobre ella la paz como río, y
el buey, comerá paja, y la serpiente la gloria de las naciones como to-
comerá el polvo. No habrá mal ni rrente desbordado. Y sus niños serán
aflicción en todo mi monte santo, ¡llevados a la cadera, y acariciados
dice Yave. sobre las rodillas.
13
Como consuela una madre a su
hijo, así os consolaré yo a vosotros,
14
La nueva Jerusalén, de la que jy seréis por ella consolados. Cuando
serán excluidos los malvados. esto veáis, latirán de gozo vuestros
corazones y vuestros huesos rever-
rs Así dice Yave: El cielo es mi
1
decerán como la hierba. La mano
OO trono, y la tierra el escabel de ¡de Yave se dará a conocer a sus
mis pies. ¿Qué casa podríais edifi- ^iervos, y su furor a sus enemigos.
carme? ¿En qué lugar moraría yo? 16 Porque he aquí que llega
Yave
2 Todo eso mis manos lo hicieron, ;en fuego, y es su carro como torbe-
todo es mío, dice Yave. Mis miradas llino, para tornar su ira en incendio,
se posan sobre los humildes, y sobre y sus amenazas en llamas de fuego.
los de contrito corazón, que temen 16 Porque va a juzgar Yave por
el
mis palabras. 3 Hay quien me sacrifica fuego y por la espada a toda car-
un buey y mata a un hombre; quien ne, y caerán muchos a los golpes
inmola un cordero y desnuca a un de Yave. 17 Los que se santifican y
perro; quien presenta su ofrenda y purifican para ir a los jardines, en
come sangre de puerco; quien ofrece grupo tras uno que va delante, que
el incienso y se postra ante un ídolo. comen carne de puerco y manjares
4
¡Ah! Ellos se complacen en sus abominables y ratas, todos perecerán.
caminos y aman sus abominaciones; 18 Yo conozco sus obras
y sus pensa-
pero yo me complaceré en sus males mientos. Vendré para reunir las na-
y traeré sobre ellos los que se temen. ciones de toda lengua, que vendrán
Porque llamé y nadie me respondió, para ver mi gloria. 19 A ellos les daré
hablé y nadie me escuchó* Hicieron yo una señal, y mandaré a los sobre-
lo que era malo a mis ojos, y esco- vivientes, a las naciones, a Tarsis,
gieron lo que a mí me desagrada. a Put, a Lud, a Mosoc y a Ros, a
5 Oíd la palabra de Yave, vosotros,
Tubal y a Javán, y a las islas lejanas,
los que teméis mi palabra; ellos, que no han oído nunca hablar de mi
vuestros hermanos, que os aborre- nombre y no han visto mi gloria, y
cen y os niegan por causa de mi ellos pregonarán mi gloria entre las
nombre, han dicho: Que haga Yave naciones. 20 Y de todas las naciones
muestra de su gloria, y nosotros sere- traerán a vuestros hermanos como
mos testigos de vuestro contento. ofrenda a Yave, a caballo, en carros,
Pero han de ser confundidos. 6 Voces, 1
de beber muchas veces el amargo cáliz del dolor. Insultos, oprobios, cárceles,
acusaciones de traición a la patria, asechanzas contra su vida, todo lo hubo
de soportar, y en tanto grado, que a veces el dolor le fuerza a levantar sus ojos
a Dios en son de queja y hasta a maldecir el día de su nacimiento con un tono
que supera en fuerza al de Job, en 15, 10-20; 17, 12-18; 18, 18-23, 20, 28, 38.
Con razón es mirado Jeremías como tipo del Redentor, aunque no ciertamente
por el modo con que sobrellevó sus penalidades. De él no se puede decir lo que
del Siervo de Yave escribía Isaías: «Enmudeció como un cordero ante el que
lo trasquila y no abrió su boca» (Is. 53, 7). Jeremías se queja amargamente
a Dios y pide que le vengue, puesto que su causa es la misma causa de Dios.
3. Nunca con más razón se dijo que el amor es causa de dolor. El corazón
tierno y sensible del profeta, lleno de amor hacia su pueblo, se sentía excitado
por las abominaciones de Judá y por los castigos con que Dios le amenazaba;
y ante esta vista Jeremías se conmueve intensamente, hasta poner en sus labios
palabras tan elocutntcs, imágenes tan vivas y tan variadas, sentimientos tan
tiernos, que su elocuencia supera a la del mismo Isaías. Dios le obligó a
desempeñar la triste misión de vaticinar la ruina total de Judá y de presen-
ciar con sus ojos el cumplimiento de sus vaticinios; pero también le dió el con-
suelo de pronosticar la futura restauración mesiánica, unida, a sus ojos, como
es ordinario en los profetas, con la vuelta de los deportados a la patria. Por
esto no es de maravillar que sus palabras, antes tan desagradables en los oídos
de Judá, f ueran luego las más consoladoras. En el II Mac. 15, 14 se nos cuenta
la visión de Judas el Macabeo, en la que se le aparecen el santo pontífice Onias
y nuestro profeta. El primero hace la presentación del segundo en estos tér-
minos: «Este es el amigo de sus hermanos, que ora mucho por el pueblo y pir
la ciudad santa, Jeremías, el profeta de Dios." Destruida Jerusalén y asesi-
nado Qodolías, el gobernador dejado por los caldeos en Judá, Jeremías fui
conducido a Egipto por los que allá huyeron. Su corazón sintió honda amar-
gura al ver a sus hermanos entregarse a la idolatría egipcia, sin hacer caso
de la dura lección que acababan de recibir. Desde este momento no tenemos
noticia del profeta, ni sabemos si murió a orillas del Nilo, si volvió a Judá
0 se dirigió a Caldea, para cooperar a la obra de Ezequiel, consolando a los
deportados.
4. El libro de Jeremías nos ofrece un capítulo, el 36, sumamente inte-
resante y único en la literatura profética, sobre la redacción de la mayor parte
de sus oráculos, que por mandato divino dictó el proftta a su secretario Baruc
(36, 11; 18, 27-32). El texto hebreo de los oráculos de Jeremías, compárado
con la versión grUga de los LXX, presenta gran cantidad de adiciones. Los
críticos discuten sobre, su origen y su valor, y sus sentencias están li jos de ser
unánimes. Hay quien da preferencia al texto mesorético y quien prefiere el texto
más corto de los LXX. Según otros no se puede adoptar una solución general,
sino estudiar cada caso por separado. Tampoco el orden de los oráculos es el
mismo en el texto hebreo y en la versión de los LXX. Desde el capítulo 25 hasta
el 52, en que se hallan los vaticinios contra las naciones, el orden es muy dife-
rente. La razón sin duda, que los oráculos se conservaron primero sepa-
es,
rados, y al reunirlos no se les dió en todas partes el mismo orden.
JEREMIA S
1 Profecías de Jeremías, hijo de
1 palabra de Yave en tiempo de Joslas,
I Helclas. del linaje de los sacer- hijo de Amón, rey de Judá, el ano
s
dotes que habitaban en Anatot, tie- tercero de su reinado, y después
rra de Benjamín; * a quien llegó la en tiempo de Joaquini, hijo de Josias,
JEREMÍAS, 2 639
rey de Judá, hasta el fin del año cins.por todas las maldades que co-
undécimo de Sedecías, hijo de Jo- metieron, dejándome a mí, para ir
sías, rey de Judá, hasta el quinto a libar a dioses extraños y a adorar
mes de la transmigración de Jerusalén. la obra de sus manos.
mate también tú, tierra. Palabra corre de un lado para otro. ¿Quién
de Yave. 14 Ya que es un doble cri- templará su codicia? El que la busque
men, el que ha cometido mi pueblo: no tendrá que fatigarse, la hallará
Dejarme a mí, fuente de aguas vivas, fácilmente en el tiempo del celo.
para excavarse cisternas, cisternas 25 Da descanso a tus píes descalzos,
agrietadas, incapaces de retener el agua. respiro a tus sedientas fauces. Pero
14 ¿Es por ventura Israel un siervo, tú dices: No, es en vano. Amo lo
un hijo de esclavos? ¿Cómo, pues, extranjero, y tras ello me voy.
ha venido a ser presa sobre la cual
rugen leones con fuerte rugido? lft Han
hecho de su tierra un desierto, han Profunda degradación.
quemado y despoblado sus ciudades.
16 Hasta los habitantes de Mcmfise y 28 Como queda confundido el ladrón
Tafnis se duelen de ti y le compa- al verse descubierto, así serán con-
decen. 17 Todo esto, ¿no lo ha traído fundidos los hijos de Israel. Ellos,
sobre ti el haberte apartado de Yave, sus reyes, sus grandes, sus sacerdotes
tu Dios? y sus profetas, 27 que dicen a un leño:
18 Y ahora, <qué es lo que buscas Tú eres mi padre; y a una piedra:
camino de Egipto? ¿Reber las aguas TÚ me diste la vida. Pero al tiempo
del Sijor? (2). ¿Qué es lo que buscas de la angustia me invocan: ¡Alzate y
camino de Asiría? ¿Beber las aguas sálvanos! 28 ¿Dónde están ahora tus
del Eufrates? 19 Sírvante de castigo dioses, los que tú mismo te fabri-
tus perversidades, y de escarmiento caste? Que se alcen ellos y te salven
tus apostasías. Reconoce y advierte ahora: pues tantos son tus dioses,
cuán malo y amargo es para ti ¡oh Judá!, cuantas tus ciudades; y
haberte apartado de S'ave, tu Dios, cuantas son las puertas de Jerusa-
y haber perdido mi temor. Palabra lén, tantos son los altares de Raal.
de Yave. 29 ¿Qué podéis alegar contra mí?
41
642 JEREMÍAS, 4
la vida de Yave, con verdad, con fuego, llega el funesto mensaje del
derecho y con justicia, serán en él monte de Efraím. 16 Hacedlo saber al
bendecidos los pueblos, y en él se pueblo, transmitidlo a Jerusalén:
gloriarán. Viene el enemigo, ya llegan las van-
8 Así dice, pues, Yave a los hombres guardias; vienen de lejanas tierras;
diendo sus redes para cazar hombres. mano como el vendimiador entre los
27
Como se Uena de pájaros la t esta, sarmientos. 10 ¿A quién hablaré?
así está llena su casa de rapiñas. ¿A quién amonestaré, que me oiga?
88 Así se han engrandecido, Tienen oídos incircuncisos, no pueden
así se
han enriquecido, así engordaron y se oír nada. La palabra de Yave es
cebaron; y aun cuando hacían mal, para ellos objeto de escarnio, no
no eran castigados; no se ampara- sienten deseo alguno de ella.
ba el derecho del huérfano, y no se 11
Yo estaba enteramente lleno de
hacía justicia a los pobres. 29
¿No la cólera de Yave. En vano me esfor-
habré yo de pedirles cuenta de todo zaba por contenerla. Derramarla sobre
esto?, dice Yave. De un pueblo como los niños, que juegan por las calles.
éste, ¿no habré yo de tomar ven- Sobre toda la juventud. Serán lleva-
ganza? dos cautivos hombres y mujeres, los
viejos, los adultos; 12 y las casas
pasarán a manos de extraños, los
Profetas y sacerdotes. campos y las mujeres a poder de los
30 Una
cosa horrenda y abominable conquistadores, cuando yo extienda
ha acontecido en esta tierra. 31 Los mi mano sobre los moradores de esta
profetas profetizaban mentiras, los tierra. Palabra de "Vave. 13 Pues
sacerdotes iban con ellos del brazo, todos, desde los pequeños a los gran-
y el pueblo gustaba de esto. ¿Qué des, todos están llenos de rapiñas,
cosas, pues, habrán de acontecer al y todos, profetas y sacerdotes, todos
fin? llenos de fraudes. 14 Pretenden curar
el mal de mi pueblo como cosa leve,
la tierra. - ;!
Lmpuña
el arco y el en la tierra que di a vuestros padres
venablo, es y despiadado; su por8 los siglos de los siglos.
cruel
estrépito, cuando cabalga sobre sus Mirad que os engañáis a vos-
caballos, es como el del mar enfure- otros mismos, confiando en palabras
cido; viene armado para la guerra vanas, que de nada os servirán.
9
contra ti, hija de Sión. ¡Pues qué! Robar, matar, adulterar,
24 Ya oímos el estruendo. Se nos perjurar, adorar a Baal, e irse tras
caen los brazos, nos oprime la angus- dioses ajenos que no conocíais; 10 y
tia, dolores como de mujer en parto. venir luego a poneros en mi presen-
26 No salgáis al campo, no andéis por cia en este lugar, en que se invoca
los caminos; por todas partes nos mi nombre, diciéndoos: Ya estamos
11
sale' al encuentro la espada del ene- salvos, para luego volver a cometer
migo y el espanto. 26 Vístete de saco, todas esas iniquidades! ¿Veis, pues,
pueblo mío. Revuélcate en la ceniza. en 'esta casa, en que se invoca mi
Llora, como se llora la muerte del nombre, una cueva de bandidos?
primogénito. Llora amargamente, por- Pues mirad, también yo la veo así.
que de repente vendrá sobre nosotros Palabra de Yave.
12 Id,
el invasor. id a Silo, que fué al princi-
pio lugar de mi morada, y ved lo
que hice con él, por las iniquidades
Jeremías, fiel contraste. de mi pueblo Israel. 13 Pues ahora,
por todas esas vuestras iniquidades,
Te he hecho fiel contraste de mi
2'
palabra de Yave, y porque os amo-
pueblo, probador de su oro, para nesté a tiempo repetidas veces, y no
examinar y probar su valor. 28 Todos me escuchasteis, os llamé y no me
ellos están fuertemente adulterados, respondisteis; 14 haré de esta casa a
y llevan plomo, bronce v hierro; mí dedicada, en que confiáis vosotros,
todos son moneda falsa. 29 Se en- y de esta tierra que di a vuestros
ciende el fuego, se hace soplar el fue- padres, lo que hice de Silo; 15 y os
lle, pero lo fundido no es sino plomo. arrojaré de mi presencia, como arrojé
En vano fundió el orífice; no hay a vuestros hermanos, a toda la pro-
nada de oro; trabajo perdido, dinero genie de Efraím.
tirado. 30 16 Y
También los tirará a ellos tú, no me ruegues ya por este
Yave. pueblo, no hagas por ellos súplicas
ni me porfíes, porque
oraciones, no
17
¿Por ventura no ves
no te oiré.
La vana confianza en el templo. 10 que hacen en las ciudades de
ellos
Judá y en las plazas de Jerusalén?
7 Palabra de Yave que llegó a
1 18 Los hijos amontonan
la leña, los
'
Jeremía:,, diciéndole: 2 Ponte a padres la prenden fuego, y las muje-
la puerta del templo de Yave, y pro- res amasan la harina, para hacer las
nuncia allí estas palabras; di: Oíd la tortas de la reina del cielo y libar
palabra de Yave, gentes todas de a los dioses extraños, para darme
Judá, que entráis por estas puertas pesadumbre. 19 ¿Pero es a mí, por
para adorar a Yave. 3 Así dice Yave ventura, a quien la dan? Palabra
Sebaot, Dios de Israel: Enderezad de Yave. ¿No es más bien para su
vuestros caminos y enmendad vues- daño? 20 Por tanto, así dice el Señor,
tras obras, y yo permaneceré con Yave: El furor de mi ira se derra-
vosotros en este lugar. mará sobre este lugar, sobre hombres
4
No pongáis vuestra confianza en y animales, sobre arboledas y cam-
vanas palabras, diciendo: ¡Oh, el pos y sobre los frutos de la tierra, y
templo de Yave! |Oh, el templo de arderá y no se extinguirá.
Yave! Este es el templo de Yave!
5
Pues si de verdad enderezáis vues-
tros caminos y enmendáis vuestras Obediencia, no sacrificios.
obras; si de verdad hacéis justicia a
los litigantes; 6 si no oprimís al pere- 21
Así dice Yave Sebaot, Dios de
grino, al huérfano y a la viuda; si Israel: Aumentad el número de vues-
no vertéis en este lugar sangre ino- tros sacrificios y comed la carne de
cente; si no os vais tras dioses extraños las víctimas. 22 Cuando yo saqué de
para vuestro mal, 7 entonces yo per- Egipto a vuestros padres, no fué de
maneceré con vosotros en este lugar, holocaustos y sacrificios de lo que
JEREMÍAS^ 8
Señor, con suavidad, no con ira, no Juda; y cuantas son las calles de
del todo me destruyas. Jerusalén, tantos fueron los altares
25 Derrama tu furor más bien sobre de ignominia, alzados para ofrecer
las gentes que te desconocen, y sobre incienso a Baal. 14 Y
tú, no me su-
los pueblos que no invocan tu nombre, pliques por este pueblo y no hagas
que han devorado a Jacob, le han por él oración, porque no oiré cuando
consumido, y han devastado sus ellos clamen a mí, al tiempo de la
campos. aflicción.
15 ¿Qué tienes que hacer en mi
Exhortación a la guarda del pacto casa tú, cubierto de iniquidad? ¿Crees
de Yave. por ventura que los sacrificios y las
carnes santificadas de las víctimas
A -i
1
Palabra que dirigió Yave a pueden evitarte el castigo? ¿Crees
* * Jeremías, diciendo: 2 Oíd las que te servirán de protección, cuan-
palabras de esta alianza, y comuni- do venga sobre ti la gran tribulación,
cádselas a los varones de Judá y a cuando con gran estrépito se- acerque
los moradores de Jerusalén. 3 Decidles: la angustia?
16
Olivo siempre verde y hermoso
Así habla Yave, Dios de Israel: Mal-
dito el varón que desoiga las palabras te quiso Yave, pero ha pegado a tu
de esta alianza, 4 que di a vuestros copa fuego, que abrasó tu ramaje.
17 Yave Sebaot, que te plantó, ha
padres al tiempo de sacarlos de la
tierra de Egipto, del horno de hierro, decretado la desgracia contra ti, por
diciendo: Oíd mi voz, y obrad según los crímenes de la casa de Israel y
todo lo que os mando, y seréis mi de la casa de Judá, que han come-
pueblo, y yo seré vuestro Dios; 6 para tido para irritarme, ofreciendo in-
que yo cumpla mi juramento a vues- cienso a Baal.
tros padres, de darles una tierra que
mana leche y miel, como es el día de Conjuración de los de Anatot
hoy. Yo respondí, diciendo: Así sea, contra el profeta.
Señor.
6
Y me
dijo Yave: Anuncia todas 18 a) Y Yave Sebaot me dió a co-
estas palabras en las ciudades de nocer esto (1):
Judá y en las plazas de Jerusalén, 6
[12]Mira que también tus her-
diciendo: Escuchad las palabras de manos, los de la £asa de tu padre,
esta alianza y cumplidlas. 7 Pues con los de Anatot, son pérfidos y traido-
insistencia he amonestado a vuestros res, y a espaldas tuyas todos a una
padres, desde cuando salieron de la te maldicen. No te fíes de ellos,
tierra de Egipto hasta hoy, y con cuando por delante te hablan con
toda diligencia los amonesté: Escu- benevolencia. 18 b) Entonces vi con
chad mi voz. 8 Pero ellos no me es- claridad su proceder conmigo. 19 Es-
cucharon, no me dieron oídos, y se taba yo entre ellos como inocente
fueron todos en pos de los malos cordero, que sin saberlo era llevado
deseos de su corazón; y les recordé a la muerte, pues habían tramado
todas las palabras de esta alianza una conjura contra mí, diciéndose:
que les mandé cumplir, pero no las Vamos a darle veneno en el pan (2),
cu mplieron. leraeremos de la tierra de los vivos,
9
Y me dijo Yave: Se han confabu- y no se hará más memoria de su
lado los varones de Judá y los mora- nombre.
dores de Jerusalén. 10 Han vuelto a 20 a ¡Oh Yave
Sebaot, juez justo, que
las iniquidades de sus primeros padres,
que rehusaron cumplir mis manda- (i) Parece indudable que ha habido trasloca-
tos, y se han ido tras dioses ajenos ción en las partes del relato de la conjuración de
los de Anatot, sus conciudadanos, contra Jere-
para servirles. La casa de Israel y mías. Por eso los ponemos en el orden que pare-
la de Judá han roto el pacto que hice cen exigir.
con sus padres. 11 Por eso así dice (a) El texto en este lugar parece indudable-
Yave: Yo traeré sobre ellos males de mente alterado. La interpretación de la Vulgata
que no podrán librarse, y clamarán parece inadmisible. No está dentro de los límites
a mí, y no los oiré; 12 y clamarán a de estas notas explicativas dar cuenta de las ra-
zones que nos mueven a dar como más probable
los dioses a quienes ellos sacrifican,
la que proponemos. De todos modos, es bien
y no podrán salvarlos en el tiempo claro que se trata de un criminal proyecto para
de la tribulación. 13 Cuantas son tus suprimir al profeta sin que éste pudiera darse
ciudades, tantos fueron tus dioses, cuenta.
JEREMÍAS, 12, 13
19
como y hundidos los ojos
chacales, ¿Acaso has rechazado del todo a i
bable, y ésta se refleja en la traducción. Se la- la copa para consolarle por la muerte
menta el profeta de haber nacido para ser objeto del padre o de la madre. 8 No entres
de las maldiciones de todos, y pregunta a Dios tampoco en casa donde haya ban-
si no es verdad que él. insistentemente y ponien-
do cuantos medios estaban a su alcance, rom-
piendo, o haciendo por romper, el hierro y el (1) En estas quejas de Jeremías hay ciertas
bronce, no le pidió por el bien de los que le dificultades de crítica y de interpretación. El
odian. Los versículos 13 y 14 parecen una in- sentido general más probable parece ser así: Se
terpolación, por eso los omitimos. El 13 es casi lamenta el profeta de que, por ser f'el a su mi-
ininteligible: «¿Va a romper el hierro el hierro
sión, ha tenido que profetizar siempre desven-
del norte y el bronce?» El 14: «Yo entregaré turas, y no ha gozado de un momento de alegría,
gratis tus bienes y tus tesoros al pillaje, por fuera de la de ser siervo de Yave; y pregunta
fiel
todos tus pecados y sobre todo tu territorio», ¿Va a ser siempre asi? A
seguida el Señor le
se refiere a la invasión, pero no se ve fácilmente reprende por su desconfianza y pusilanimidad,
de qué otro lugar ha venido aquí y dónde
y le anuncia que, si quiere seguir siendo su pro-
habría de ponerse. Quizá en 17, 3, donde hay feta, su boca, vuelva a su primera fortaleza y
algo muy semejante. confianza en Yave.
JEREMÍAS, 17
quete, para sentarte a comer y a 21 Por eso, esta vez les voy a dar a
beber con ellos; ' pues asi dice Yave conocer, les voy a hacer ver la fuerza
Sebaot, Dios de Israel: Voy a hacer de mi brazo, y sabrán que mi nombre
cesar en este lugar, a vuestros ojos es Yave.
y en vuestros días, el canto del gozo
y de la alegría, y el canto del esposo La culpa de .luda.
y de la esposa.
10 Y cuando anuncies a este pueblo El pecado de Judá está es-
1
'IT'
todo esto, y te digan: ¿Por qué nos punta
crito con estilo férreo; a
anuncia Yave todos esos males tan de diamantese ha grabado en la
grandes? ¿Cuáles son nuestras mal- tabla de su corazón; 2 en los cuernos
dades, y cuáles los pecados que hemos de sus altares, en sus aseras, en sus
cometido contra Yave, nuestro Dios? cipos, en los montes, en los collados
11
Les responderás: Porque ya vuestros del llano. 3 Tus riquezas, todos tus
padres me abandonaron, palabra de tesoros, los daré al pillaje en tus
Yave, para irse tras los dioses ajenos, confines; te obligaré a abandonar la
para servirles y adorarlos, dejándome heredad que te di, 4 y te haré esclava
a mí y quebrantando mi ley; 12 pero de tus enemigos en tierra para ti
vosotros habéis obrado peor todavía desconocida, pues habéis encendido
que vuestros padres, y os vais cada el fuego de mi ira, que arderá por
cual tras los malos deseos de vuestro siempre.
mal corazón, sin escucharme a mí. 6 Así dice Yave: Maldito el hombre
13
Por eso os arrojaré fuera de esta que en el hombre pone su confianza,
tierra, a una tierra que no conocéis y de la carne hace su apoyo, y aleja
ni conocieron vuestros padres, y allí su corazón de Yave. 6 Será como
serviréis día y noche a dioses extra- desnudo arbusto en el desierto; que
ños, y no tendré compasión de vos- aunque le venga algún bien, no lo
otros. siente, y vive en las arideces del
14 Por eso vendrá tiempo, palabra desierto, en tierra salitrosa e inha-
de Yave, en que no se dirá ya: «Vive bitable. 7 Bienaventurado el varón
Yave, que sacó a los hijos de Israel que confía en Yave y en él pone su
de la tierra de Egipto»; 16 sino: "Vive confianza. 8 Es como árbol plantado
Yave, que sacó a los hijos de Israel a la vera de las aguas, que echa sus
de la tierra del aquilón y de las raíces hacia la corriente y no teme
otras en que los dispersó», cuando yo la venida del calor, conserva su follaje
los haga volver a su tierra, a la que verde, en año de sequía no la siente,
di a sus padres. 18 Yo voy a mandar y no deja de dar fruto.
9
muchos pescadores, palabra de Yave, Tortuoso es el corazón, impene-
que los pescarán; y después muchos trable para el hombre. ¿Quién puede
cazadores, que los cazarán por los conocerle? 10 Yo, Yave, que penetro
montes todos, por todos los collados los corazones y pruebo los riñones,
y por las cavernas de las rocas, para retribuir a cada uno según sus
i' Porque están a mi vista todos sus caminos, según el fruto de sus obras.
nuestra gana, y cada cual hará el entrada del valle de Benjinón, de-
mal que maquine su mal corazón. lante de la puerta de la alfarería, y
13 Por eso, así dice Y'ave: Pregun- pronuncia allí las palabras que yo
tad a los pueblos. ¿Quién oyó cosas te diré:
semejantes? Muy horrible crimen es 3
Les dirás, pues: Oíd la palabra
el que ha cometido la virgen de de Yave, reyes de Judá y habitantes
Jerusalén. 14 ¿Por ventura se aleja de Jerusalén: Así dice Yave Sebaot,
de las rocas la tierra, o del Líbano Dios de Israel: Yo traeré sobre este
la nieve, o se agotan las aguas del lugar males tales, que a cuantos los
Sijor, y corrientes? 15 Pues
frescas oigan les retiñirán los oídos, 4 por
mi pueblo ha alejado de mí, se
se haberme dejado a mí y haber ena-
salió del eamino antiguo. Por eso jenado este lugar, adorando en él
han adorado a la vanidad, y los haré dioses ajenos, que no conocían ni
yo ir de tropiezo en tropiezo por sus ellos ni sus padres ni los reyes de
senderos, no por camino llano; 16 y Judá, llenando este lugar de sangre
haré de su tierra un lugar de horror, de inocentes 5 y edificándose en él
objeto de eterna burla. Cuantos pasen el alto de Baal, donde quemaban con
por ella se asombrarán y moverán el fuego a sus hijos, como holocaustos
cabeza. 17 Como viento solano,
su a Baal, cosa que ni yo había mandado
los dispersaré ante el enemigo. La ni me había venido a la mente.
espalda, no el rostro, les daré yo el * Por eso vendrá tiempo, palabra
día de la angustia. de Yave, en que no se llamará ya
este lugar Toíet y valle de Benjinón,
Imprecación del profeta. sino valle de la mortandad.
7
En este lugar frustraré yo los
18 Ellos Venid, vamos a
dijeron: planes de Judá y de Jerusalén, y a
tomar una resolución contra Jere- sus moradores los haré caer a espada
mías, pues tienen todavía la Ley los ante el enemigo, y los entregaré
sacerdotes, el consejo los sabios y en poder de éste, en manos de los
la visión los profetas. Venid, vamos que los persiguen de muerte, y daré
a hacerle morir por la lengua, vamos sus cadáveres en pasto a las aves
a acecharle en todas sus palabras. del cielo y a las fieras de la tierra.
19
Atiéndeme, ¡oh Yave!, oye la voz 8
Y haré de esta ciudad el espanto y
de mi querella. 80 ¿Se paga por ventura la burla, de modo que cuantos pasen
bien con mal, para que traten de se espanten y se burlen de su des-
cogerme en una trampa? Acuérdate trucción. * Les haré comer la carne
de que te he hablado en favor suyo de sus hijos y de sus hijas, y se come-
para apartar de ellos tu indignación. rán unos a otros en las angustias
21 Da, pues, sus hijos al hambre, del asedio y del hambre a que los
y entrégalos al poder de la espada; reducirán sus enemigos, los que los
quédense sus mujeres sin hijos y persiguen de muerte.
10 Y romperás la orza a la vista
viudas, y mueran sus maridos de
peste, y sus mancebos traspasados de los que te acompañan, 11 y les
por la espada de la guerra. 22 Salgan dirás: Esto dice Yave Sebaot: Así
gritos de sus casas, cuando de re- romperé yo a este pueblo y a esta
pente hagas venir sobre ellos el ciudad, como se rompe un cacharro
salteador; pues han cavado una tram- de alfarero, que no puede volver a
pa donde cogerme, y tendieron a mis componerse. 12 Así haré yo con este
pies lazos ocultos. 23 Pero tú, joli lugar y con sus habitantes, palabra
Yave!, conoces todas sus maquina- de Yave, y haré de esta ciudad un
ciones, para llevarme a la muerte. Tofet. 13 Las casas de Jerusalén y
No les perdones su iniquidad, no los palacios de los reyes de Judá
borres su pecado de ante tus ojos; quedarán inmundos como el suelo de
caigan ante ti en el día de tu ira, Tofet; todas las casas en cuyos terra-
castígalos. dos hicieron oblaciones a toda la
milicia celeste y libaron a los dioses
Kotura *imhólica. extraños.
14 Y
se volvió Jeremías de la puerta
| í) Así dice Yave: Ve y cóm-
1
a donde le habla mandado Yave
prate una orza de barro y lleva para que profetizara, y se detuvo
contigo a algunos de los ancianos del en el atrio del lemplo, y dijo a todo
16 Así dice Yave Sebaot,
pueblo y de los sacerdotes, 2 hasta la el pueblo:
JEREMÍAS, 20
Promesa de restauración
( Contra la ciudad y contra Jcconias.
decir estas palabras en el templo; rim, que profetizó contra esta ciudad
8
y cuando acabó Jeremías de hablar y esta tierra, lo mismo que Jeremías.
todo lo que Yave le ordenara decir al 21 Al oír el rey Joaquim, sus guardias
pueblo, los sacerdotes y los profetas y sus ministros, lo que decía, quiso
le cogieron, gritando: |Vas a morirl el rey matarlo, y sabiéndolo lirias,
22
9
¿Por qué profetizas en nombre de temió y huyó a Egipto; pero el rey
Yave, diciendo: Como Silo será esta Joaquim mandó a Egipto emisarios,
casa, y esta ciudad quedará asolada a Elnatán, hijo de Acobor, y a otros
y sin moradores? Y se reunió en tor- que le acompañaron a Egipto;
23
y
no a Jeremías todo el pueblo que sacando a Urías de Egipto, lo con-
había en el templo. 10 Y en sabiendo dujeron al rey Joaquim, que le hizo
esto los magistrados de Judá, su- matar a espada, arrojando su cuerpo
bieron del palacio del rey al templo, a la fosa común.
24 En favor de Jeremías intervenía
y se pusieron a la entrada de la
puerta nueva del templo. Ajicam, hijo de Safán, para evitar
11 Los sacerdotes
y los profetas que fuese entregado en manos del
hablaron a los magistrados de Judá pueblo para matarle.
y a todo el pueblo, diciendo: Reo de
muerte es este hombre-, por haber
profetizado contra esta ciudad lo que El yugo extranjero.
vosotros mismos habéis oído. 12 Y
dijo Jeremías a los magistrdos y a O'T 1
El año cuarto del reinado de
todo el pueblo: Yave me ha man- ^ Sedecías, hijo de Josías, rey
^
dado profetizar contra este templo de Judá, llegó a Jeremías esta palabra
y contra esta ciudad todo lo que de Yave: 2 Así me dijo Yave: Hazte
habéis oído. 13 Ahora bien, enmendad con una y un yugo (1),
coyunda
vuestros caminos y vuestras obras, y póntelos y manda a decir
al cuello; 3
escuchad la voz de Yave, vuestro al rey de Edom, al rey de Moab, al
Dios, y se arrepentirá Yave del mal rey de los hijos de Ainmón, al rey
que había determinado haceros. 14 En de Tiro y al rey de Sidón, por los
cuanto a mí, en vuestras manos estoy, embajadores que han venido a tratar
haced conmigo lo que bien os pa- con Sedecias, rey de Judá, a Je-
rezca. 15 Pero sabed que si me ma- rusalén:
4
táis, será sangre inocente que echa- Que digan a sus señores: Así dice
réis sobre vosotros, sobre esta ciudad Yave Sebaot, Dios de Israel; esto
y sobre sus habitantes, porque en habéis de decir a vuestros señores:
verdad he sido enviado a vosotros 6 Yo, con mi gran poder y la fuerza
por Yave para deciros todo esto. de mi brazo, he hecho la tierra; Yo
16 Y
dijeron los magistrados y todo he hecho al hombre y a los animales
el pueblo a los sacerdotes y a los que hay sobre la haz de la tierra,
profetas: No es reo de muerte este y la doy a quien quiero. 6 Ahora he
hombre por habernos hablado en dado todas estas tierras al poder de
nombre de Yave, nuestro Dios. 17 Y mi siervo Nabucodonosor, rey de
alzándose algunos de los ancianos de Babilonia; aun las bestias del campo
la tierra, dijeron a todo el pueblo las he puesto a su servicio; 7 y habrán
18 Miqueas
allí congregado: de Mo- de estarle sometidas todas las na-
rasti profetizó en tiempo de Eze- ciones, a él, a su hijo y al hijo de
quías, rey de Judá, y habló a todo su hijo, hasta que venga el tiempo
el pueblo diciendo: Así dice Yave también para su tierra, y la sojuz-
Sebaot: Sión será arada como campo guen pueblos poderosos y reyes
de labor, Jerusalén será un montón grandes.
de ruinas, y el monte del templo será
una selva. 19 ¿Le hicieron acaso matar, (i) El yugo de esta acción simbólica no es
Ezequías, rey de Judá, y todo el en modo alguno el yugo doble, de uso corriente
pueblo de Judá? ¿No temieron más entre nosotros, para uncir una pareja. Sería un
bien a Yave, y le aplacaron, y volvió yugo simple, para un solo anima!, y sencillísimo,
Yave sobre el mal con que los ame- como el que todavía se usa en aquellos países,
nazó? ¿Vamos a echar nosotros sobre que consistía en dos ligeros palos que encajan
por el extremo superior en un travesano y por el
nuestra alma un crimen tan grande?
,0 Y hubo también un hombre de los inferior se sujetan con una cuerda al cuello del
animal. De otro modo no hubiera sido fácil ni a
que profetizaban en nombre de Yave, Jeremías llevarlo cobre su cuello ni a Ananias
Lrías, hijo de Semaya, de Cariatia- romperlo.
JEREMIAS, 28
8
Al pueblo y al reino que no y de Jerusalén. 21 Pues así dice Yave
quiera someterse a Nabucodonosor, Sebaot, Dios de Israel, de los uten-
rey de Babilonia, y no dé su cuello silios que todavía quedan en el tem-
al yugo del rey de Babilonia, le visi- plo, en el palacio del rey de Judá
taré yo con espada, hambre y peste, y en Jerusalén. 22 A Babel serán lle-
palabra de Yave, hasta someter- vados, y allí estarán hasta el día en
los a su poder. 9 No escuchéis, pues, que yo iré, palabra de Yave, a bus-
a vuestros profetas, a vuestros adi- carlos y devolverlos a este lugar.
vinos, a vuestros soñadores, a vues-
tros astrólogos 'y a vuestros encan-
tadores, que os dicen: No os veréis Audacia de Ananías.
sometidos al rey de Babel; 10 porque
es mentira lo que os profetizan, para •)Q 1
En aquel mismo
año, al co-
que seáis echados de vuestra tierra mienzo delreinado de Sede-
y yo os disperse y perezcáis. 11 Al cías, en el quinto mes, Ananías, hijo
pueblo que dé su cuello al yugo del de Azur, profeta, de Gabaón, me dijo
rey de Babel y se le someta, le deja- en el templo, delante de los sacer-
ré en su tierra, palabra de Yave, dotes y de todo el pueblo: 2 Así dice
y La cultivará y habitará en ella. Yave Sebaot, Dios de Israel: He roto
12
Y a Sedéelas, rey de Judá, le el yugo del rey de Babel.
8 Al cabo
hablé de todo esto, diciéndole: Dad de dos años haré volver a este lugar
vuestro cuello al yugo del rey de todos los utensilios del templo, que
Babel, someteos a él y a su pueblo, de aquí se llevó Nabucodonosor, rey
y viviréis. 18 ¿Para qué morir tú de Babel, transportándoles a Babel;
y tu pueblo de espada, hambre y 4
y a Jeconías, hijo de Joaquim, rey
peste, como amenaza Yave al pueblo de Judá, y a todos los cautivos de
que no se someta al rey de Babel! Judá llevados a Babel, los traeré a
14 Y
no escuchéis a los profetas que este lugar, palabra de Yave. Porque
os dicen: «No os veréis sometidos al he roto el yugo del rey de Babel.
rey de Babel», pues lo que os profe- 6
Y dijo Jeremías, profeta, al pro-
tizan es mentira. 16 No los he en- feta Ananías, delante de los sacer-
viado yo, palabra de Yave, aunque dotes y de todo el pueblo que estaba
ellos mentirosamente profeticen en en el templo: 6 Así sea, hágalo Yave:
mi nombre, y serán causa de que yo Que cumpla Yave tu promesa, ha-
os disperse y perezcáis vosotros y ciendo volver de Babel aquí los uten-
los profetas que os profetizan. silios del templo y a todos los cau-
18
Y a los sacerdotes y a todo tivos. 7 Pero oye lo que delante de
este pueblo, les hablé, diciendo: Así todo el pueblo voy a decirte. 8 Los
dice Yave: No escuchéis lo que os profetas que de antiguo antes de mí
profetizan vuestros profetas, diciendo: y antes de ti fueron, profetizaron a
«Los vasos del templo van a venir pueblos poderosos y a grandes reinos
de Babel ahora en seguida. » Porque la espada, el hambre y la peste.
os profetizan mentira. 17 No los escu- * El profeta que profetiza paz, por
chéis; someteos al rey de Babel, y el cumplimiento de su profecía habrá
viviréis, porque esta ciudad ha de de ser tenido por profeta, y se sabrá
venir a ser un desierto. 18 Si en que en verdad le envió Yave.
verdad son profetas, si está en ellos 10 Cogió el profeta Ananías el yugo
23
había dicho Yave, al atrio de la y entrados en ella, la poseyeron;
guardia, y me dijo: Cómprame el pero no escucharon tu voz y no cum-
campo de Anatot, en tierra de Ben- plieron tu ley, y no hicieron lo que
jamín, pues te corresponde la heren- les mandaste hacer, e hiciste que
cia y la posesión por razón de paren- vinieran sobre ellos todos estos males.
24 He aquí que se alzan contra la
tesco. Entendí, pues, que era voluntad
de Yave, 9
y compré el campo a Ha- ciudad ingenios para tomarla; y la
n-aniel, mi primo, de Anatot, pagán- ciudad será presa de los caldeos que
dole diecisiete siclos de plata. 10 Hice la combaten con la espada, el hambre
el contrato por escrito, lo sellé, tomé y la peste; y como tú anunciaste,
testigos, y pesé la plata en la balanza, así ha sucedido, bien lo ves tú.
11
y recibí el contrato de venta 25 Yahora, cuando la ciudad va a
sellado, y el acta de las estipulaciones caer en manos de los caldeos, me
abierta; 12 y se lo entregué todo a dices, ¡oh Señor, Yavel: «Compra el
Baruc, hijo de Nerías, hijo de Masías, campo y toma testigos.
en presencia de Hanamel, mi primo,
y de los testigos que habían firmado
el contrato y de todos los judíos Respuesta de Yave al profeta.
que se hallaban en el_ atrio de la
guardia. 13 Y delante de todos di
a Baruc esta orden: 14 Así dice 26 Y
recibió Jeremías palabra de
Yave Sebaot, Dios de Israel: Toma Yave, diciéndole: 27 Mira, yo soy
esos documentos, ese contrato de Yave, Dios de todos los vivientes:
venta, el sellado y el abierto, y ¿Hay algo imposible para mí? 28 Por
mételos en un tubo de barro cocido, eso, así dice Yave: Yo entregaré esta
para que puedan conservarse largo ciudad en manos de los caldeos y
tiempo. 15 Porque así dice Yave en manos de Nabucodonosor, rey
Sebaot, Dios de Israel: Todavía se de Babel, que la tomará. 29 Los
comprarán en esta tierra casas, cam- caldeos que atacan la ciudad entra-
pos y viñas. rán en ella, y le pegarán fuego y la
quemarán; quemarán las casas en
cuyos terrados quemaban incienso a
Oración del profeta. Baal y ofrecían libaciones a los dioses
extraños, para irritarme; 30 pues lo
16
Después de haber entregado el mismo los hijos de Israel que los de
contrato de' venta a Baruc, hijo de Judá, no hacen más que el mal a
Nerías, hice a Yave esta oración: mis ojos, desde su juventud; sí, los
17 ¡Ah,
Señor, Yavel Tú has hech'o hijos de Israel no hacen más que
los cielos y la tierra con el gran poder irritarme con las obras de sus manos.
de tu brazo; nada es imposible para Palabra de Yave.
18 Tú eres quien haces 31 Objeto de ira
ti. gracia a y de furor ha sido
millares, y quien retribuye un día siempre para mí esta ciudad, desde
a los hijos la iniquidad de sus padres; el día en que fué edificada hasta
el Dios grande, el fuerte, cuyo nom- hoy, para que la haga desaparecer
bre es Yave Sebaot; 19 grande en el de delante de mí, 32 por tanto mal
consejo, poderoso en la obra, cuyos como los hijos de Israel y los hijos
ojos están abiertos para ver todos de Judá han hecho para irritarme,
los caminos de los hombres, y dar ellos, sus reyes, sus grandes, sus
a cada uno según su camino y según sacerdotes, sus profetas, las gentes
el fruto de sus obras; 20 el que ha de Judá y los habitantes de Jerusalén.
hecho maravillas y portentos en la 33 Ellos me han vuelto la espalda,
tierra de Egipto, y después, hasta en vez de darme la cara; yo los he
el día de hoy, en Israel y en todos amonestado constantemente, pero
los hombres, y te has hecho un ellos no han aprovechado la lección.
nombre como lo es en el día de hoy; 34 Han llevado sus abominaciones
21
y sacaste a Israel, tu pueblo, de hasta la casa en que se invoca mi
la tierra de Egipto, en medio de nombre, profanándola; 35 se han al-
maravillas y portentos, con mano zado el santuario de Baal en el valle
fuerte y brazo tendido y en medio de Benjinón, para pasar por el fuego
de gran pavor; 22 y les diste esta a sus hijosy a sus hijas, en honor de
tierra; prometiste a sus padres darles Moloc, cosa que yo nunca les mandé
una tierra que mana leche y miel; y en que nunca soñé. ¡Cometer abo-
C.70 JEREMÍAS, 33
•JO 1
Fué dirigida la palabra de
OO yave a Jeremías, por segunda Reino eterno y perpetuo
vez, mientras estaba preso en el atrio sacerdocio.
2 Así dice
de la guardia, diciéndole:
Yave, el que ha hecho la tierra y la 14 He
aquí que vienen días, pala-
ha formado y afirmado; Yave es su bra de Yave, en que yo cumpliré
nombre. la buena palabra que he pronunciado
Llámame y yo te responderé, y
3 sobre la casa de Israel y sobre la
te comunicaré cosas grandes y ocul- casa de Judá. 16 En esos días y en
tas que tú no conoces;
4
pues asi ese tiempo, yo suscitaré a David un
dice Yave, Dios de Israel, de las renuevo de justicia, que hará derecho
14 En esos
casas de esta ciudad y de los palacios y justicia sobre la tierra.
del rey de Judá, destruidos al servir días será salvado Judá, y Jerusalén
de baluartes y troneras para resistir habitará en paz, y se la llamará:
a los caldeos, * llenándose con los «Yave, Justicia nuestra. » " Porque
JEREMIAS, 34 «71
asi dice Ya ve: No faltará a David Señor! », pues soy yo quien lo digo,
un varón que se 1
siente sobre el yo, Yave.
trono de Israel. 18 Y a los sacerdotes 6
El profeta Jeremías dijo todo esto
levitas faltará tampoco varón
no a Sedecías, rey de Judá, en Jerusalén.
que me ofrezca holocausto, y queme 7
El ejército del rey de Babel estaba
la ofrenda y sacrifique todos los días. entonces atacando a Jerusalén y a
19
Yrecibió Jeremías palabra de las otras ciudades de Judá que no se
Yave, diciendo: 20 Así dice Yave: habían rendido, a Laquis y Azeca,
Si rompéis mi pacto con el día y mi que aun resistían entre las ciudades
pacto con la noche, para que no sea amuralladas de Judá.
día y noche a su tiempo, 21 entonces
se romperá mi pacto con David,
mi siervo, para que no haya hijo Quebrantamiento de la ley de
suyo que se siente sobre su trono, la servidumbre.
y mi pacto con los levitas sacerdotes,
mis ministros. 22 Como no pueden 8
Palabra de Yave, que recibió
contarse las milicias celestes ni las Jeremías después de haber hecho
arenas del mar, así multiplicaré yo el rey Sedecías un convenio con el
la descendencia de David, mi siervo, pueblo todo de Jerusalén, 9 de que
y a los levitas, mis ministros. se publicase la liberación de los
23 y recibió Jeremías palabra de esclavos hebreos, hombres y muje-
Yave, diciendo: 24 ¿No ves lo que res, y de que no fuera retenido como
dicen estas gentes? «Las dos familias esclavo ningún judío por un hermano
que Yave eligió, las dos las ha repu- suyo (1). 10 Todos los grandes y
diado y desprecian a mi pueblo todo el pueblo, que habían aceptado
;
escuchó Jerías a Jeremías, y arres- hijo del rey, que está en el vestíbulo
I
tándole; le condujo a los jefes, 14 que ¡de la cárcel, bajándole con cuerdas a
airados contra Jeremías, le hicieron la cisterna, en la que no había agua,
azotar y encerrar en la cárcel que pero sí lodo, y quedó Jeremías metido
había en la casa de Jonatán, escriba, en el lodo.
de la cual habían hecho prisión. 7
Oyó Abdemelec, etíope, eunuco
15 Y
entró Jeremías, y fué metido de la casa real, que habían metido
en una cisterna abovedada y estuvo a Jeremías en la cisterna. El rey
allí mucho tiempo. 16 Mandó a bus- estaba entonces en la puerta de Ben-
carle el rey Sedecías, y le preguntó jamín. 8 Salió Abdemelec del palacio,
en secreto, en el palacio: ¿Hay pala- y fué a decir al rey: 9 Señor, rey, han
bra de Yave? 17 Sí, la hay, contestó hecho mal esos hombres tratando así
Jeremías: Serás entregado en manos a Jeremías, profeta, metiéndole en
del rey de Babel. Y dijo Jeremías al la cisterna, para que muera allí de
rey Sedecías: ¿Qué pecado he come- hambre, pues no hay ya pan en la
tido yo contra ti, contra tus corte- ciudad.
sanos y contra tu pueblo, para que 10 Mandó
el rey a Abdemelec, el
me hayáis metido en la cárcel? etíope, diciéndole: Toma contigo tres
18
¿Dónde están ahora vuestros pro- hombres, y saca de la cisterna a
fetas, que os profetizaban diciendo: Jeremías, antes que muera. 11 To-
No vendrá el rey de Babel contra mando, pues, consigo Abdemelec los
vosotros y contra esta tierra? 19 Oye- hombres, se dirigió al ropero del
me, pues, ¡oh revi, mi señor, te lo palacio, y cogió de allí unos cuantos
ruego; acoge mi súplica y no me vestidos usados y ropas viejas, que
vuelvas a la prisión de la casa de con cuerdas hizo llegar a Jeremías
Jonatán, escriba, porque me moriré en la cisterna. 12
Y dijo Abdemelec
allí. a Jeremías: Ponte estos trapos y
20
Mandó, pues, el rey Sedecías ropas viejas debajo de los sobacos,
que fuese llevado al vestíbulo de la sobre las cuerdas; hízolo así Jeremías,
guardia, y se le diese cada día una
torta de pan de la calle de los hor-
neros, mientras no faltase del todo lltinio coloquio de Jeremías
el pan en la ciudad. Así quedó Jere- con el rey.
mías en el vestíbulo de la guardia.
13
y sacaron con las cuerdas a Jere-
mías de la cisterna; y quedó Jeremías
Jeremías, en peligro de muerte. en el vestíbulo de la cárcel.
14
El rey Sedecías mandó a buscar
1
38 0veron Sáfalas, hijo de Marán; a Jeremías, le hizo llevar a la ter-
Guedelías, hijo de Pasjur; Jucal, cera puerta del templo, y allí le dijo:
hijo de Selemías, y Pasjur, hijo de Voy a preguntarte una cosa; no me
Melquías, que Jeremías decía delante ociilles nada. 15 Dijo Jeremías a
de todo el pueblo: 2 Así dice Yave: Sedecías: Y si te la digo me harás
Todos cuantos se queden en esta matar, y si te doy un consejo no lo
ciudad morirán de espada, de hambre seguirás, ¿no es así? 16 Hizo, pues,
y de peste; el que huya a los caldeos en secreto el rey Sedecías a Jeremías
vivirá y tendrá la vida por botín. este juramento: Vive Yave, que nos
3
Así dice Yave: Con toda certeza ha dado la vida a nosotros, que no
esta ciudad caerá en manos del ejér- te daré muerte, y que no te entre-
cito del rey de Babel, que la tomará. garé a esos que de muerte te persiguen.
4
Y dijeron los grandes al rey: 17 Dijo entonces Jeremías a Sede-
Hay que matar a ese hombre, por- cías: Así dice Yave Sebaot, Dios de
que con eso hace flaquear las manos Israel: Si sales y vas a entregarte
de los guerreros que quedan en la a los generales del rey de Babel,
ciudad, y las de todo el pueblo, salvarás tu vida, y esta ciudad no
diciéndoles cosas tales. Ese hombre será dada a las llamas; te salvarás
no busca el bien de este pueblo, t ú y tu familia; 18 pero si no sales a
sino su mal. 6 Díjoles el rey Sede- ¡entregarte a los jefes del rey de Babel,
cías: En vuestras manos está, pues caerá esta ciudad en manos de los
no puede el rey nada contra vosotros. ¡caldeos, que la incendiarán, y tú no
' Cogieron, pues, a Jeremías,
y le escaparás a sus manos. 19 dijo el Y
metieron en la cisterna de Melquías, 'rey Sedecías a Jeremías: Temo que
JEREMÍAS, 39
me entreguen a los judíos que se han por la puerta de entre los dos muros,
pasado a los caldeos, y aquéllos me y se dirigieron hacia el Araba. 6 El
insulten. ejército de los caldeos los persiguió,
20 Contestóle Jeremías: No
te entre- y alcanzó a Sedecías en los llanos
garán. Oye lo que te digo de parte bajos de Jericó, llevándole preso a
de Yave, y te saldrá bien y vivirás. Nabucodonosor, rey de Babel, que
21
Ysi no quieres salir, mira lo que estaba en Ribla, en la tierra de Amat.
me ha mostrado Yave. 22
Todas las El rey de Babilonia pronunció contra
mujeres que han quedado en el él su sentencia. 6 Hizo matar en
palacio serán llevadas a los jefes de Ribla a los hijos de Sedecías, a la
los caldeos, y serán ellas las que te vista de éste; dió muerte a todos los
dirán: Te han engañado, te han nobles de Judá, 7 e hizo sacar los
abandonado tus mejores amigos: Cuan- ojos a Sedecías y le cargó de cadenas,
do se hundieron en el lodo tus pies, para llevarle a Babel. 8 Los caldeos
te han vuelto la espalda. 23 Ytodas prendieron fuego al palacio real y
tus mujeres y tus hijos serán llevados a las otras casas, y arrasaron las
a los caldeos, y no escaparás a sus murallas de Jerusalén. • El resto de
manos, sino que serás entregado al los habitantes que había quedado
rey de Babel, y harás que sea incen- en la ciudad, los huidos que se habían
diada esta ciudad. pasado a los caldeos, y todo el resto
24 Dijo, pues, el rey Sedecías a del pueblo, los deportó a Babel
Jeremías: Que nadie sepa nada de Nebusaradán, jefe de la guardia.
esto, y no morirás. 26 Si saben los
111
A los pobres del pueblo, que no
grandes que he hablado contigo, y tenían nada, los dejó Nebusaradán,
vienen a decirte: Cuéntanos lo que jefe de la guardia en la tierra de
has dicho al rey, no nos ocultes nada, Judá, y les dió viñas y campos de
si no te mataremos, y dinos lo que labor.
26 les respon-
el rey te ha dicho a ti;
derás: He suplicado al rey que no
me haga volver a la casa de Jonatán, Jeremías, en libertad.
pues moriría allí.
27 Vinieron, en efecto, los grandes
Idolatría y su castigo.
Huida a Ejjipto contra la voluntad
del proieta. 1
Palabras que dirigió Jeremías
44 a todos los judíos que habita-
1
Sucedió, pues, que cuando ban en tierra de Egipto, en Migdol,
4q Jeremías acabó de hablar a Tafnis, Memfis y en la región de
todo pueblo las palabras de Yave,
el Patros. 2 Así dice Yave Sebaot,
su Dios, todo cuanto Yave, su Dios ;
Dios de Israel: Vosotros habéis visto
2 Aza-
le había encargado decirles, todos los males que yo he traído
rías, hijo de Maasías; Joanán, hijo sobre Jerusalén y sobre todas las
de Carea, y todos los hombres sober- ciudades de Judá, desiertas hoy, sin
bios, dijeron a Jeremías: Es mentira que nadie las habite, 3 por las ini-
lo que dices: No te ha enviadoYave, quidades que cometieron, provo-
nuestro Dios, para decirnos: No va- cando mi ira y yéndose a sacrificar y
yáis a habitar en Egipto. 3 Es Baruc, a dar culto a los dioses ajenos, que
hijo de Nerías, que te incita contra no conocían ni ellos ni sus padres.
nosotros, para entregarnos a los cal- 4 Yo os mandé repetidamente a mis
deos, para que nos den muerte o nos siervos, los profetas, diciéndoos: No
deporten a Babel. hagáis esas abominaciones que de-
4 De este modo Joanán, hijo de testo. 5 Y
no obedecieron ni me dieron
Carea, todos los jefes y todo el pueblo, oídos, convirtiéndose de sus maldades
desoyeron la orden de Yave, de que- y dejando de ofrecer incienso a los
darse en la tierra de Judá. 5 Y Joanán, dioses ajenos. 8 Y
estalló mi cólera,
hijo de Carea, y todos los jefes de y se encendió mi furor sobre las ciu-
tropas, tomaron a los restos de Judá dades de Judá y en las plazas de
que habían vuelto de las regiones Jerusalén, convertidas en desierto y
todas en que se habían dispersado, devastación, como están hoy.
7
para habitar en la tierra de Judá; Ahora, pues, así dice Yave Se-
6 los hombres,
las mujeres, los niños, baot, Dios de Israel: ¿Por qué come-
las hijas del rey y todos cuantos téis contra vosotros mismos ese gran
Nebusaradán, jefe de la guardia real, mal, de hacer que perezcan hombres
había dejado con Godolías, hijo de y mujeres, niños y mamones, de en
Ajicam, hijo de Safán; y a Jeremías, medio de Judá, sin que quede resto
profeta, y a Baruc, hijo de Nerías; alguno de vosotros, 8 provocándome
7
y entraron en Egipto, desoyendo la con las obras de vuestras manos,
JEREMÍAS, 44
3U
Así Yaye: Yo entregaré al
dice llería. Avancenlos carros. Marchad,
Faraón Hofra, rey de Egipto, en valientes. Cus y Put, el escudo al
manos de sus enemigos, en manos brazo; Ludim y Naftuim, los que
de los que de muerte le persiguen, empuñan y pisan el arco. 10 Pero es
como entregué a Sedecías, rey de el día de Yave, Dios de los ejércitos,
Judá, en manos de Nabucodonosor, día de venganza contra sus enemi-
rey de Babel, su enemigo, que de gos. La espada devorará, se hartará,
muerte le perseguía. se saciará de su sangre. Día de gran
sacrificio a Yave. Dios de los ejér-
citos, en tierras del norte, junto al
Palabras del ¡señor a üarue. río Eufrates.
11
Sube a Galad en busca de bál-
AK 1
Palabras que dijo Jeremías, samo, virgen hija de Egipto. En
profeta, a Baruc, hijo de Nerías, vano multiplicarás los remedios, no
cuando escribía estas cosas en un hay cura para ti. 12 Oyeron las gentes
volumen al dictado de Jeremías, el tu ignominia, y tus alaridos llenaron
año cuarto de Joaquim, hijo de Josías, la tierra. Tropezó el fuerte con el
rey de Judá. 2 Así dice Yave, Dios de fuerte, y ambos juntamente cayeron.
Israel, a ti, Baruc: 3 Tú dices: ¡Ay 13
Palabras que dijo Yave a Jere-
mísero de mí, que Yave no hace más mías, profeta, sobre la venida de
que añadir dolor a mi dolor! Me Nabucodonosor, rey de Babel, a
canso de gemir y no hallo reposo. Egipto, para batirlo: 14 Anunciadlo
4
Así dice Yave: Dile esto: He aquí al Egipto, publicadlo en Migdol, pro-
que lo que yo había edificado lo paladlo en Memfis y Tafnis; decid:
destruyo, lo que había plantado lo ¡Arriba, preparaos!, porque la espada
arranco. 5 ¡Y tú pides para ti grandes va a devorarlo todo en torno vuestro.
cosas! No las pidas, pues mientras 15 ¿Cómo huye
Apis? Tu toro ha sido
yo hago venir males sobre toda carne, abatido, porque Yave lo derribó.
te dejo a ti salva la vida donde quiera 16 Dícense unos
a otros: ¡Ea! Vol-
que vas. vámonos a nuestros pueblos, a la
tierra en que nacimos, ante la espada
destructora.
Contra el Egipto. 17
Al Faraón, rey de Egipto,
llamadle «ruido a destiempo ». 18 Vivo
Palabras de Yave a Jeremías
1
yo, dice el rey, Yave Sebaot es su
^Afau contra las gentes; 2 a Egipto, nombre.. Como el Tabor entre los
contra el ejército del Faraón Necao, montes y el Carmelo junto al mar,
rey de Egipto, que estaba en Car- así de fijo vendrá. 19 Lía el hato,
camis, junto al río Eufrates, al que hija de Egipto, pues Memfis se con-
derrotó Nabucodonosor, rey de Babel, vertirá en un desierto devastado e
el cuarto año de Joaquim, hijo de inhabitado. 20 Es el Egipto una her-
Josías, rey de Judá. mosa novilla; del norte ha venido el
3
Preparad escudo y broquel, mar- tábano a picarla.
chad a la guerra, aparejad los caba- 21 Sus
mercenarios eran como toros
llos. 4 A montar, caballeros; el casco cebados; pero también ellos volvieron
en la cabeza, limpiad las lanzas, ceñid la espalda, huyeron todos, y no resis-
la loriga. tieron cuando les llegó el. día de la
5
¿Qué veo? Vacilan, vuelven la destrucción, el día del castigo. 22 Su
espalda. Muertos los más valientes, voz es como silbido de serpiente en
huyen veloces, sin mirar atrás. Terror fuga, pues vienen con gran poderío,
por doquier. Palabra de Yave. y los atacan con sus hachas, como
6 No
escapará el más veloz, no se leñadores de la selva. 23 Arrasan
librará el más fuerte. Al norte, a su bosque, palabra de Yave, pues
orillas del Eufrates, cayeron derro- son innumerables, más que las lan-
tados. gostas; no pueden contarse. 24 Ha
7
¿Quién es ése que avanza como sido confundida la hija de Egipto,
un cuyas aguas rugen como to-
río, entregada en manos del pueblo del
rrente? 8 Es Egipto, que sube como norte.
el Nilo, cuyas aguas rugen como 25 Dice Yave Sebaot, Dios de Israel:
torrente, que dice: Inundaré la Yo voy a castigar a Anión de No,
tierra, devastaré las ciudades con y al Faraón que en él confía. 26 Y
tus moradores. 9 Adelante la caba- los entregaré enmanos de los que
JEREMÍAS, 47, 48
4tt 1
Así dice Yave Sebaot, Dios de derrotado. Clamad, gritad, anun-
Israel: ¡Ay de Nebol Está devas- ciadlo en el Arnón: Moab ha sido
21 Se ha cumplido el cas-
tada. Confundida y conquistada está devastado.
Cari ata tor¡ 2 confundida y conster- tigo contra los moradores del Helón,
nada fisga; huyó la gloria de Moab. contra Jasa, contra Mefat 22 y contra
En Hcsebón se trama su mal: [Eal, Dibón, contra Nebo, contra Betai-
borrémosla de entre los pueblos. Tam- blataím; 23 contra Cariataím, contra
JEREMÍAS, 49 683
Betgamul, contra Betmaón, 24 contra Moab sus alas. 41 Sus ciudades serán
Cariot, contra Bosra, contra todas tomadas, asaltadas sus fortalezas; y
las ciudades de Moab, cercanas y entonces el corazón de los guerreros
lejanas. 25 El poder de Moab ha sido de Moab será como el de mujer en
abatido, roto ha sido su brazo. parto. 42 Y dejará Moab de ser una
Palabra de Yave. nación, por haberse alzado contra
26 Emborrachadle, pues se alzó Yave.
43 Terror, hoya
contra Yave; que vomite, y sea tam- y red contra vos-
bién el objeto de burla. 27 ¿No te otros, moradores de Moab, palabra
44 El que escape al terror,
burlabas de Israel, como de ladrón de Yave.
cogido, y hablabas de él moviendo caerá en la hoya; el que se libre de
burlonamente la cabeza? 28 Abando- la hoya, será cogido en la red. Yo
nad vuestras ciudades, habitantes de haré venir todo esto contra Moab,
Moab, y refugiaros en las cuevas. el día de su castigo. Palabra de
Sed como la paloma bravia, que Yave. 46 Se detienen a la sombra
anida en los agujeros de las rocas. de Hesebón, extenuados por la fuga.
29 Pero suben de Hesebón las llamas,
Conocida es la soberbia de Moab,
el soberbio; su orgullo, su altanería, sale el fuego de los palacios de Sijor,
su arrogancia, la altivez de su corazón. que devora las sienes de Moab, la
30 Yo conozco coronilla de los jactanciosos.
bien su jactancia, pala-
46 ¡Ay de ti, Moabl Acabaste,
bra de Yave, sus vanas bravatas,
sus fútiles obras. 31 Por eso gimo por pueblo de Camos. Tus hijos y tus
Moab, me lamento por Moab todo, hijas son llevados cautivos. Pero al
y lloro a las gentes de Quirheres. fin de los días yo haré volver a los
32
Lloro contigo más que Jazer por cautivos de Moab. Palabra de Yave.
la vida de Sabama. Tus ramas atra- Hasta aquí el juicio de Moab.
vesaron el mar y se extendieron
hasta Jazer. Sobre tu cosecha y tu
vendimia se arrojó el devastador. Contra Axtunón.
33Huyeron de los vergeles de Moab 1 A los hijos de Ammón, así
el regocijo y la alegría. Yo he vaciado » "
dice Yave: ¿Por
ventura no
el vino tus tinajas, no pisará
de tiene hijos Israel ? ¿No tiene heredero ?
ya más el lagarero. No serán ya ¿Por qué, pues, Melcom ha heredado
cantos los cantos del lagar. 34 Los a Gad y ocupa sus ciudades? 2 Por
alaridos llegan de Hesebón, llegan eso viene tiempo, palabra de Yave
hasta Eleale. Se extiende su rumor en que yo haré oír a Rabatamón los
hasta Jasa, desde Segor hasta Horo- gritos de guerra. Quedará convertido
naím y Eglatselisa. Sí, aun los rega- en un montón de ruinas, sus ciudades
díos de Nimri se secarán. serán quemadas. Y poseerá Israel lo
35 Yo haré desaparecer
de Moab, de sus poseedores. Palabra de Yave.
palabra de Yave, a los que suben a 3
¡Grita, Hesebón Ha sido devas- 1
sus alturas a ofrecer incienso a sus tada Hai. Gritad, hijas de Rabat
dioses. 36 Por eso mi corazón suspira ceñios cilicios, llorad, corred de uno
como una fronda por Moab; por las a otro lado por los apriscos, porque
gentes de Quirheres suspira como Melcom será llevado cautivo, y con
una flauta, por la pérdida de cuantos él sus sacerdotes y sus magnates.
bienes habían adquirido. 4
¿Por qué te glorias de tus valles?
87
Toda cabeza ha sido rapada, toda Muy fértiles son, hija rebelde, y
barba rasurada. Hay cilicios en todas confías en tu riqueza, y dices: ¿Quién
las manos y sacos en todas las espal-
vendrá contra mí? 5 Yo traeré sobre
das. 38 Sobre todos los terrados de ti el terror de cuantos te rodean,
Moab y en todas sus plazas hay palabra de Yave, y os dispersaréis
llantos, porque he roto a Moab, como
cada uno por su lado, y no habrá
se rompe un cacharro enojoso. Pala-
bra de Yave.
quien reúna a los huidos. 6 después Y
39 ¿Cómo de esto yo haré volver la cautividad
volvió Moab lleno de de los hijos de Ammón. Palabra de
espanto las espaldas, gritando? ¿Cómo Yave.
dió al yugo la cerviz vergonzosa-
mente? Es objeto de burla y de
irrisión para cuantos le rodean. 40 Por
Contra Edom.
eso dice Yave: Sí, viene volando 7
A Edom,
así dice Yave Sebaot:
como el águila, y extiende sobre |
¿No hay sabiduría en Temán? ¿Huyó
íiS4 JEREMÍAS, 49
ti los viñadores, no te
dejarán un están cubiertas de vergüenza. Les ha
racimo. Cuando de noche te asalten llegado una mala nueva, se contur-
los ladrones, se llevarán
cuanto les baron, v se agitan como se agita el
convenga. 10 Soy yo quien despoja mar, y no hallan descanso.
a Esaú, vo descubriré sus
escondites, *4 Damasco, acobardada, se dis-
no podrá ocultarse. Su pueblo sera pone a la fuga; es presa del terror,
destruido, sus hermanos y sus vecinos siente angustias v dolores como
de
dejarán de ser. parturienta. 25 ¿Cómo ha quedado
11 Deja a tus huérfanos, que yo los desierta la ciudad gloriosa, la ciudad
26 Por eso caerá en sus
haré vivir, que cuenten conmigo tus de la alegría?
viudas. 12 Porque así dice ^
ave: plazas su juventud, y todos sus hom-
aquel
Los que no hubieran debido beber el bres de guerra perecerán en 17
cáliz, han tenido que beberto, ¿y
vas día. Palabra de Yave Sebaot. xo
quedaras, pegaré fuego a los muros de Damasco,
a quedar tú impune? No
no, lo beberás.
13 Porque he jurado
que consumirá los palacios de Be-
por mí mismo, palabra de Yavej nadad.
soledad, objeto de horror y de opro-
ruinas Contra los árabes.
bio será Bosra, y sus ciudades
por siempre. . .
y mata tras ellos, palabra de Yave, todo el pueblo, contra sus habitan-
y haz cuanto yo te he mandado. tes, que se harán como mujeres,
22 Estruendo de guerra en la tierra,
j
Espada contra sus tesoros, que serán
inmensa ruina. 23 ¿Cómo has sido saqueados. 38 Espada contra sus
roto en pedazos, martillo de toda la aguas, que se secarán, porque es
tierra? ¿Cómo has venido a ser tierra de .ídolos y se vuelven locos
Babel, horror de las gentes? 24 Soy con sus terrizos. 39 Por eso se con-
yo quien te ha tendido la red, y sin vertirá en cubil de dragones y cha-
darte cuenta quedaste presa en ella. cales, en morada de avestruces no Y
No lo dudes. Babel; estas cogida, has será más habitada y poblada por
sido apresada, porque provocaste a siglos, ni reedificada por genera-
Yave. 26 Yave abrió sus arsenales, ciones y generaciones. 40 Como des-
ha sacado las armas de su cólera. truyó Yave a Sodoma y a Gomorra y
Porque tenía un quehacer Yave Se- las ciudades vecinas, no habitará
baot en la tierra de los caldeos. hombre en ella, ni morará en ella
26 Venid de los últimos confines contra hijo de hombre.
41 Ya
viene del norte un pueblo,
ella, abrid sus graneros, haced de
ella montones como de gavillas, y un pueblo grande con muchos reyes.
destruid, que no quede nada. 27 Matad Se alza desde los confines de la tierra.
todos sus toros, que vayan al mata- 42 Empuñan el arco
y el venablo,
dero. jAy de ellos! Les llegó su día, , son crueles y sin piedad. Su estré-
el día de su castigo. pito es como el mugido del mar;
28 Rumor
de tumulto de los fugi- montan caballos, vienen con todos
tivos, de los que escapan de la tierra los pertrechos de guerra contra ti,
de Babel. Anunciad en Sión la ven- hija de Babel. 43 El rey de Babel ha
|
dadle su merecido. Haced con ella sube de los boscajes del Jordán a
como ella hizo. Pues se irguió contra los pastos siempre verdes. En un
Yave, contra el Santo de Israel. momento quedan desiertos, y esta-
30 Por eso caerá en sus plazas su blezco allí a quien me place. ¿Pues
juventud, y todos sus hombres de quién como yo? ¿Quién me resistirá?
guerra perecerán aquel día. ¿Quién es el pastor que podrá opo-
81 Heme aquí contra ti, insolente, nérseme? 48 Oíd, pues, los designios
palabra del Señor, Dios Sebaot, de Yave contra Babel, sus planes
palabra de Yave; ha llegado tu día, contra la Caldea. Irán conducidos
32 Vacila por lo más ruin del rebaño, y a su
el día de tu castigo. la inso-
lente. Caerá, y nadie podrá ya levan- vista los pastizales se asombrarán.
48 Al rumor de la conquista de Babel
tarla. Yo pegaré fuego a sus ciudades,
que las consumirá con todos sus temblará la tierra, sus ecos reper-
alrededores. cutirán en las naciones.
33 Así dice Yave Sebaot: Los hijos
de Israel viven en la opresión, y con <^j1
1
Así dice Yave: Yo voy a sus-
ellos los hijos de Judá. Cuantos los ' *citar contra Babel y contra los
hicieron esclavos los retienen y rehu- habitantes de la Caldea el espíritu
san soltarlos; 34 Pero su libertador destructor; 2 y mandaré contra Babel
es fuerte, se llama Yave Sebaot, bieldadores que la bielden, que harán
él sabrá defender su causa, conmo- evacuar su tierra, y vendrán de todas
viendo la tierra, para fiar reposo a partes contra ella el día de su mise-
la tierra y confusión a los habitantes ria. 3 No deje, pues, el arquero su
de Babel. arco de la mano, ni se desciña la
36 [Espada contra los caldeosl malla. No perdonéis a su juventud,
Palabra de Yave, y contra los mora- exterminad todo su ejército. 4 Que
dores de Babel, contra sus grandes caigan muertos sobre la tierra de
y contra sus sabios. 36 Espada contra Caldca, traspasados en sus plazas.
sus mentirosos adivinos, que serán Pues ese pueblo está lleno de iniqui-
tenidos por necios. Espada contra dades ante el Santo de Israel. * No
sus hombres de guerra, que se llena- son ya Israel ni Judá ex viudas de
rán de pavor. 37 Espada contra sus su Dios, de Yave Sebaot.
8 Huid de Babel, salve cada uno
caballos y contra sus carros, y contra
JEREMÍAS, 51 687
8
De repente Babel ha caído y se ha
roto; gemid por ella. Id en busca de aplasté al pastor y a su rebaño;
bálsamo para su herida, a ver si en ti y por ti aplasté al labrador y a
sana. 9 Hemos querido curarla, pero ¡
su yunta; en ti y por ti aplasté a
no se ha curado; dejémosla. Vámonos ;
gobernantes y jueces.
cada uno a nuestra tierra, porque ,
24 Pero yo devolveré a Babel y a
contra Jerusalén-y contra Juda, hasta todos los utensilios del culto. 19 Igual-
hacer que los arrojase de su presencia. mente tomó el jefe de la guardia los
Sedéelas se rebeló contra el rey de pilones, los braseros, las copas, las
Babel. 4 Y
sucedió que el año nono calderas, los candelabros, las cucha-
de su reinado, el décimo mes, el ras y los platos; todo cuanto era de
diez del mes, vino Nabucodonosor, oro, por oro, o de plata, por plata;
las dos columnas, el mar de bronce
20
rey de Babel, con todo su ejército
contra Jerusalén; la cercó, levantó y los doce toros de bronce y las basas
bastidas contra ella en derredor; 6 y que había hecho el rey Salomón para
estuvo sitiada la ciudad hasta el el templo, de un peso incalculable.
21
año undécimo del rey Sedecías. 6 El Las columnas eran de dieciocho
mes cuarto, a nueve del mes, se codos de altura cada una, doce de
apoderó el hambre de la ciudad, y anchura, y tenían cuatro dedos de
no había en ella ya nada que comer. grueso, pues eran huecas por dentro.
7 22 Tenía cada columna su capitel de
Abrieron brecha en los muros, y
todos los hombres de guerra huyeron, bronce, de cinco codos de alto; todo
saliendo de la ciudad de noche, por en torno de los capiteles había un
el camino de la puerta entre ambos entretejido con granadas, todo de
muros, que está junto a los jardines bronce. Lo mismo la otra columna.
23 Eran noventa y granadas
reales, mientras los caldeos rodeaban seis las
la ciudad. Tomaron el camino que pendientes, ciento entre todas, sobre
conduce al Araba. 8 El ejército caldeo el entretejido en derredor.
24 se Y
persiguió al rey, dándole alcance en llevó el jefe de la guardia a Saraía,
las llanuras bajas de Jericó, y todas sumo sacerdote, y a Sofonías el
sus tropas le abandonaron y se dis- segando, y a los tres prefectos del
persaron. 9 Cogieron al rey, y le vestíbulo. 25 De la ciudad llevó a un
llevaron ante el rey de Babel, en eunuco intendente de las gentes de
Ribla, en la tierra de Hamat, donde guerra, a siete de los consejeros
le juzgó. 10 El rey de Babel hizo íntimos del rey, que estaban en la
degollar a los hijos de Sedecías a la ciudad, al secretario del jefe del
vista de éste, e igualmente a los ejército, encargado de la recluta, y
grandes de Judá, en Ribla. 11 A sesenta más del pueblo, que se halla-
Sedecías le hizo sacar los ojos y le ban en la ciudad. 26 Y los llevó Nebu-
cargó de cadenas de bronce, para saradán, jefe de la g'uardia, ante el
conducirle a Babel, donde le tuvo rey de Babel, en Ribla; 27 y el rey
encarcelado hasta el día de su muerte. de Babel los hizo matar en Ribla,
12 El quinto mes,
el día diez del mes, en tierra de Emat, y Judá fué depor-
que es el año décimonono de Nabu- tado de su tierra. 28 Estos son los
codonosor, rey de Babel, vino Nebu- que deportó Nabucodonosor: El año
saradán, jefe de la guardia real, séptimo de su reinado, tres mil vein-
ministro del rey de Babel, a Jeru- titrés judíos; 29 el año dieciocho, ocho-
salén, 13 y puso fuego al templo y al cientos treinta y dos almas; 30 el
palacio del rey y a todas las casas año veintitrés de Nabucodonosor
de Jerusalén, quemando principal- deportó Nebusaradán, jefe de la
mente todas las casas grandes; 14 y guardia, setecientas cuarenta y cinco
el ejército de los caldeos que estaba almas; entre todos, pues, cuatro mil
con el jefe de la guardia arrasó toda seiscientas almas. 31 Y sucedió que
la muralla que rodeaba a Jerusalén. en el año treinta y siete de la depor-
16 Los pobres tación de Joaquim, rey de Judá, en
del pueblo y del resto
del vulgo que habían quedado en la el duodécimo mes, el día veinticinco
ciudad, los prófugos que se habían de él, Evilmerodac, rey de Babel,
pasado al rey de Babel, y el resto el año del comienzo de su reinado,
de los artesanos, los llevó Nebusa- hizo gracia a Joaquim, rey de Judá,
radán, jefe de la guardia, 16 dejando y le sacó de la prisión. 32 Le habló
sólo de los pobres de la tierra, viña- benévolamente, y puso su silla sobre
dores y labradores. 17 Rompieron las de los otros reyes que estaban
también las columnas de bronce que con él en Babel. 33 Dejó sus vestidos
había en el templo, las basas y el de preso y comió ya siempre a la
mar de bronce del templo, y se lle- mesa del rey, por todos los días de
varon todo el bronce a Babel. 18 Co- su vida. 34 Todo cuanto necesitaba
gieron los calderos, las palas, los para su mantenimiento se lo dio
cuchillos, las copas, las cucharas y día por día hasta el de su muerte
44
INTRODUCCION A LAS LAMENTACIONES
DE JEREMIAS
LAMENTACIONES
1
Alef: ¿Cómo se sienta en soledad las solemnidades. Todas sus puertas
laciudad populosa, es como viu- por los suelos; sus sacerdotes gi-
da la grande entre las naciones, la miendo; sus vírgenes escuálidas, y
señora de provincias ha sido hecha ella llena de amargura.
tributaria? 8 He.— Prevalecieron sus enemigos
2
Bet. —Llora amargamente en la I
y prosperaron los que la aborrecían,
noche, y corre el llanto por sus meji- pues la afligió Yave por la muche-
llas. No tiene entre todos sus ama- dumbre de sus rebeldías. Sus niños
dores quién la consuele. La fallaron fueron a la cautividad delante del
todos sus amigos, y se le volvieron enemigo.
enemigos. —
• Van. Perdió la hija de Sión toda
3 —
Guímel. Emigró Judá a causa su gloria. Sus príncipes fueron como
de la aflicción y de la gran servi- ciervos que 110 hallan pastos, y huye-
dumbre. Afora entre las gentes sin ron sin fuerzas ante el perseguidor.
hallar reposo. Todos sus persegui- 7
—
Zain.- Cuando cayó su pueblo en
dores la dieron alcance y la estre- manos del enemigo, sin que nadie
charon. le ayudase, en los días de su aflicción
4 DáJct. —
Los caminos de Sión están y de su vivir errante, acordóse Jeru-
en luto, por no haber quien venga a salén de todos los bienes que de
LAMENTACIONES, 2 691
de mí.
moria
21
Zain. —
Quiero traer a la me-
que puede darme esperanza.
lo
Hasta que Yave mire y vea desde lo
alto de los cielos. 51 Pe. Mis ojos —
22
Jet. —
No se ha agotado la mise- contristan mi alma por todas las
ricordia de Yave, no ha llegado al hijas de mi ciudad.
límite su compasión. 23 Jet. Se — 52 —Me dieron caza como
Sade. a
renuevan cada día. jOh! Es muy un ave, que loscausa me aborre-
sin
grande tu fidelidad. 24 Jet. Yave — cen. Sade. — Quisieran acabar
38 del
es mi parte, dice mi alma, por eso todo mi vida en una arrojando fosa,
quiero esperar en él. piedras sobre mí. Sade. — Suben54
25 Tet. —
Es bueno Yave para los las aguas por encima de mi cabeza,
que en él esperan, para el alma que y me dije: Muerto soy.
le busca.
26 Tet. —
Y es bien esperar, 55 Qof.- — Invoqué
tu nombre, ¡oh
callando, el socorro de Yave. 27 Tet. Yave!, hondo de la fosa.
desde lo
Bueno es al hombre soportar el yugo 56 Qof. —
Y oíste mi voz, no cerraste
desde la mocedad. tus oídos a mis suspiros y mis gritos.
28 —
Yod. Sentarse en soledad y 57 Qof.
—
Cuando te invoqué, te acer-
en silencio, porque es Yave quien lo caste y me dijiste: No temas.
dispone; 29 Yod. —
Poner su boca en 58 Res. —
Tú, Señor, defenderás la
el polvo, y no perder toda esperanza. causa de mi alma, rescatarás mi vida.
30 —Dar mejilla que
Yod. la al la 59
—
Res. Tú ves, [oh Yáve!, cuánto me
hiere, de oprobios.
hartarse atormentan. Hazme justicia. 60 Res.
Caf. — Porque
31 Señor no desecha
el Tú ves todos sus rencores, todas sus
para siempre. Caf. — Sino que des-
32 maquinaciones contra mí.
pués de afligir, se compadece según 61 Sin. —
Tú, ¡oh Yave!, ves todos sus
su gran misericordia. 33 Caf.- Porque — ultrajes, todas sus tramas contra
no aflige por gusto, ni de grado acon- mí. 62 Sin. —
Las palabras de mis ene-
goja a los hijos de los hombres. migos y los proyectos que para mi
34 Lamed. —
Aplastar con los pies mal trazan todo el día. 63 Sin.- Tú —
a los cautivos todos, 35 Lamed. vio- — ves cuándo se sientan, cuándo se
lar la justicia y la humanidad a los levantan, y cómo soy su contienda.
ojos del Altísimo. 36 Lámed. hacer — 64 Tau. —
Tú les darás, ¡oh Yave!,
tuerto a uno en su causa, ¿no ha de su merecido, según las obras de sus
verlo el Señor ? manos. 65 —
Tau. Tú los darás al
37
—
Mem. ¿Quién podrá decir que
una cosa sucede sin que la disponga
endurecimiento de sus corazones, a
tu maldición contra ellos. 66 Tau.
el Señor? 38 Mem. ¿No es de la —
voluntad del Altísimo de donde pro-
Tú los perseg.uirás en tu ira, y los
exterminarás de debajo de los cielos,
ceden los males y los bienes? 39 Mem. ¡oh Yave!
¿Por qué, pues, ha de lamentarse
el viviente? Laméntese más bien cada
uno de sus pecados.
A
~
1
Alef. —
¿Cómo se ennegreció el
oro, cómo el oro fino perdió su
40
—
Nun. Escudriñemos nuestros brillo? Están las piedras del san-
caminos, examinémoslos, y convir- tuario esparcidas por los rincones de
támonos al Altísimo. 41 Nun. Alce- — todas las calles.
mos nuestro corazón y nuestras ma- 2
Bet. —
Los hijos de Sión, preciados
nos a Dios, que está en los cielos. y estimados como oro puro, son teni-
42
—
Nun. Hemos pecado, hemos sido dos por vasijas de barro, obra de las
rebeldes, y no nos perdonaste. manos del alfarero.
43
—
Sámec. Desencadenaste tu ira 3
Guímel. —Aun las mismas hem-
y nos perseguiste, mataste sin piedad. bras del chacal dan la teta y amaman-
44 Sámec.
—
Te has cubierto de una tan a sus crías. Pero la hija de mi
nube, para que no llegue a ti la ple- pueblo se ha hecho tan cruel como los
garia. 45 Sámec. —
Y nos hiciste opro- avestruces del desierto.
bio y escarnio en medio de los pueblos.
46 Ayin.
—
Abren contra nosotros su
4
—
Dálet. La lengua de los niños
de teta se pega de sed al paladar:
boca todos cuantos nos odian. 47 Ayin. los pequeñuelos piden pan, y no hay
Nuestra parte es el terror y la fosa, quien se lo dé.
el saqueo y la ruina.
48
Ayin. Corren
de mis ojos ríos de agua por la ruina
— 5
—
He. Los que se nutrían de man
jares delicados perecen por las call.es;
de la hija de mi pueblo. los que se criaron vistiendo púrpura
49
Pe. Mis ojos derramarán lágri- se abrazan a los estercoleros.
mas sin descanso, sin cesar. 60
Pe.— 6
—
Van. El. castigo ele la hija de
694 LAMENTACIONES, 5
BA uc
1 1
Discursos del libro escrito por según las posibilidades de cada uno,
7
Baruc, hijo de Nerías, hijo de lo enviaron a Jerusalén a Joaquim,
Masías, hijo de Sedecías, hijo de hijo de Helcías, hijo de Salán, sacer-
Asadlas, hijo de Helcías, en Babi- dote, y a los demás sacerdotes y
lonia. 2 El año quinto, el día séptimo todo el pueblo que se hallaba con
8
del mes quinto, al tiempo en que los ellos en Jerusalén. Cuando tomó
caldeos tomaron Jerusalén y la incen- los utensilios de la casa del Señor,
diaron, 3 leyó Baruc los discuros de que habían sido robados del templo,
este libro a Jeconías, hijo de Joaquim, para volverlos al país de Judá, el
rey de Judá, y a todo el pueblo, que día diez de Siván, los vasos de plata
venía a oír la lectura del libro, que había hecho Sedecías, hijo de
4
y a los magnates y a los hijos de los Josías, rey de Judá, 9 después que
reyes y a los ancianos y, en fin, a Nabucodonosor, rey de Babilonia,
todo el pueblo, desde el pequeño trasladó a Jerusalén a Jeconías y a
hasta el grande, a todos los que habi- los príncipes y a los prisioneros, y a
taban en Babilonia, a orillas del los magnates y al pueblo de la tierra,
río Lud. y los llevó de Jerusalén a Babilonia,
6
Lloraron y ayunaron y oraron 10 dijeron:
ante el Señor; 6 y recogiendo dinero Ahí os envío dinero, para que con
696 BARTJC, 2
2
él compréis holocaustos y víctimas de traer sobre ellos grandes males
por el pecado, e incienso para que cuales no había hecho debajo de todo
hagáis las oblaciones y las ofrezcáis el cielo, como fueron hechos en
en el altar del Señor, nuestro Dios, Jerusalén, según lo que está escrito
11
y oréis por la vida de Nabuqodo- en la ley de Moisés; 3 que comería-
nosor, rey de Babilonia, y por la mos las carnes de nuestros hijos y de
vida de Baltasar, su hijo, para que nuestras hijas, 4 y los entregaría a
sean sus días sobre la tierra como los poder de todos los reinos nuestros
días del cielo, 12 y nos dé el Señor vecinos, para escarnio y espanto de
fortaleza e ilumine nuestros ojos, y todos los pueblos circunvecinos, entre
vivamos bajo la sombra de Nabuco- los cuales le dispersó el Señor. 5 Fui-
donosor, rey de Babilonia, y bajo la mos abatidos en vez de ser ensalza-
sombra de Baltasar, su hijo, y les dos, por haber pecado contra el Señor,
sirvamos por muchos días, y halle- nuestro Dios, desoyendo su voz.
mos gracia en su presencia. 13 Orad 6
Del Señor, nuestro Dios, es la
por nosotros al Señor, nuestro Dios, justicia, nuestra y de nuestros padres
porque hemos pecado contra el Señor, la confusión y el sonrojo, como se ve
nuestro Dios, y la cólera del Señor y al presente. 7 Los males que el Señor
su furor no se apartó de nosotros hasta anunció contra nosotros, todos nos
el presente. 14 Leeréis este libro, que han sobrevenido. 8
Y no aplacamos
os enviamos para que lo deis a cono- el rostro Señor convirtiéndonos
del
cer en la casa del Señor, en el día de los pensamientos de nuestro cora-
de fiesta y en los días oportunos. zón perverso. 9 Veló el Señor sobre
ls Y
diréis: Del Señor, nuestro el castigo y los trajo sobre nosotros,
Dios, es la justicia; nuestra la con- porque el Señor es justo en cuanto
fusión y el sonrojo, como se muestra ha echado sobre nosotros. 10 Pero
hoy en todo varón de Judá y en los nosotros no oímos su voz, caminando
moradores de Jerusalén, 16 y en en los preceptos del Señor, que puso
nuestros reyes y en nuestros prín- delante de nosotros.
cipes, y en nuestros sacerdotes, y 11
Y ahora, Señor, Dios de Israel,
en nuestros profetas, y en nuestros que sacaste a tu pueblo de la tierra
padres; 17 porque pecamos en pre- de Egipto, con mano fuerte, con
sencia del Señor, 18 y no le obede- señales y prodigios, con poder grande
cimos ni escuchamos la voz del Señor, y brazo tendido, y te adquiriste un
nuestro Dios, ni caminamos por los nombre, como se ve al presente:
preceptos del Señor, que él nos dió. 12
Hemos pecado, hemos cometido
19 ni piedades e injusticia, Señor, Dios
Desde el día en que sacó a nuestros i
padres de la tierra de Egipto hasta nuestro, contra todos tus justos pre-
hoy, hemos sido desobedientes al ceptos. 13 Apártese tu ira de nosotros,
Señor, nuestro Dios, y nada hicimos pues liemos quedado reducidos a
por oír su voz. 20 Y así se apegó a poco en medio de las naciones en
nosotros el infortunio y la maldición <|ue nos ha dispersado.
14
que el Señor intimo por .Moisés, su Escucha, Señor, nuestra oración
siervo, el día que sacó a nuestros y nuestra plegaria, por amor de ti.
padres de Egipto, para darles la líbranos y danos gracia en presencia
tierra que mana leche y miel, como de los que nos han traído al destierro,
aparece en este día. 21 No escuchamos 15
para que toda la tierra conozca
Ja voz del Señor, nuestro Dios, con- que tú eres el Señor, Dios nuestro,
forme a todas las palabras de los que tu nombre es invocado sobre
profetas que nos envió, 22 y nos Israel y sobre su linaje. 16 Señor,
fuimos cada uno según el pensamiento mira desde tu santa casa y piensa en
de su corazón malvado, sirviendo a nosotros; inclina, Señor, tu oído y
los dioses extraños y cometiendo mal- escucha. 17 Abre tus ojos y mira
dades a los ojos del Señor, nuestro que no
proclaman la gloria y la
Dios. justicia Señor los muertos, que
del
están en el Ades, cuyo espíritu aban-
9 1
Cumplió el Señor la palabra que donó sus entrañas. 18 Sólo el alma
" había dado contra nosotros y entristecida por la grandeza de los
contra nuestros gobernantes que re- males que padece, que camina en-
gían a Israel, contra nuestros reyes, corvada y débil, apagados los ojos,
contra nuestros príncipes y contra y el alma hambrienta, pueden, Señor,
todo varón <lc Israel y de Judá, pregonar tu gloria y tu justicia.
BARUC, 3 697
18
¿Dónde están los que funden alcanzarán la vida, los que la aban-
con fatiga la plata, con tantas ope- donen caerán en la muerte. 2 Vuél-
raciones que casi son innumerables? vete a ella, Jacob, y abrázala, camina
19
Han desaparecido, han bajado al al resplandor de su luz. 3 No des a
Ades, y otros surgieron en su lugar. otros tu gloria, ni tu dignidad a una
20 Los jóvenes que vieron la luz nación extraña. 4 Somos bienaven-
y habitaron sobre la tierra, tam- turados, Israel, porque conocemos lo
poco conocieron el camino de la que a Dios place.
5
ciencia 21 ni dieron con sus senderos, Cobra aliento, pueblo mío, cuyo
sus hijos no lograron adueñarse de nombre de gloria es Israel. 6 Fuisteis
ella están muy alejados de sus ca- vendidos a las naciones, mas no para
minos. ruina. Porque habéis irritado a Dios,
22No oyeron de ella en Canán, ni fuisteis entregados a los enemigos.
en Temán fué vista. 23 Los hijos de 7
Habéis irritado al que os hizo,
Agor conocen la ciencia humana; sacrificando a los demonios y a no
los mercaderes de Madián y de Rema, Dios. 8 Os olvidasteis de quien os
los fabulistas y los que se afanan engendró, el Dios eterno, trajisteis
por adquirir prudencia e inteligencia, la tristeza sobre la que os crió, Jeru-
no conocieron el camino de la sabi- salén, 9 que vió venir sobre vosotros
duría ni dieron con sus sendas. la cólera de Dios, y dijo:
24 ¡Oh Israel, cuán grande es la Oíd, naciones vecinas de Sión:
casa de Dios, y cuán vasto su do- Dios ha echado sobre mi un gran duelo.
minio! 25 Es muy grande y no tiene 10 Vi
el cautiverio de mis hijos y mis
término, alto e inmenso. 26 Allí nacie- hijas, que el Eterno trajo sobre ellos.
11 Con alegría
ron los gigantes, los famosos desde la los había criado, pero
antigüedad, que eran de alta estatura, los despedí con llanto y duelo. 12 Na-
diestros en la guerra. 27 Pero no eligió die se alegre de verme viuda y aban-
Dios a éstos ni les dió a conocer el donada de todos. Quedé desierta por
camino de la sabiduría, 28 y así pe- los pecados de mis hijos, porque se
recieron por falta de prudencia, pere- apartaron de la ley de Dios 13 y des-
cieron a causa de su necedad. preciaron sus mandamientos, y no
29 ¿Quién subió anduvieron por los caminos de los
al cielo y se apo-
deró de ella, y la hizo descender de preceptos divinos ni marcharon por
las nubes? 30 ¿Quién atravesó los las sendas de la doctrina ajustada a
mares y la descubrió y la trajo, con su justicia.
preferencia al oro más puro? 31 No 14 Venid, pueblos vecinos de Sión,
hay quien conozca sus caminos ni y acordaos del cautiverio de mis
quien tenga noticia de sus senderos; hijos y mis hijas, que trajo sobre ellos
32 pero el que sabe todas las cosas, el Eterno. 16 Trajo contra ellos una
la conoce, y con su inteligencia la des- nación lejana, una nación insolente,
cubre. de lengua extraña, que no respe-
Kl que cimentó la tierra para siem- taron al anciano, ni se compadecie-
pre y la pobló de cuadrúpedos; 33 el ron del niño, 16 y se llevaron el con-
que manda a la luz, que luego se suelo de la viuda, dejándola sola,
pone en marcha, la llama él. y ella sin sus hijos. 17 ¿Pues qué socorro
34 Los astros podría daros yo? ¿Cómo podría yo
le obedece temblando.
brillan en sus atalayas y en ello se socorreros? 18 Sea el que trajo este
complacen. 36 Los llama y contestan: infortunio quien os libre del poder
Henos aquí. Lucen alegremente en de vuestros enemigos.
honor del que los hizo. 19
Id, hijos míos, id, que yo me
36 Este es nuestro Dios, ninguno quedo sola, abandonada, 20 despojada
otro cuenta a su lado para nada. de la túnica de la alegría, vestida del
37 El conoce todos los caminos de saco de la plegaria. Siempre, mien-
la
ciencia, y se la concedió a Jacob, tras me dure la vida, estaré clamando
21 Y vosotros, hijos míos,
su siervo, y a Israel, su amado. al Señor.
38 Hizo, además, que se dejara valor, clamad también al Señor, y
ver
en la tierra, y conversara con los él os librará de la dominación de los
hombres. enemigos.
22
Yo espero del Eterno vuestra
1
Es el libro de los mandamientos redención, del Santo me vendrá la
4 de Dios, y la ley perdurable para alegría, por la misericordia del Eterno,
siempre. Todos ios que la guarden nuestro Salvador, que pronto vendrá
BARUC, 5, 6
ni la carcoma, vestidos con sus trajes ciendo, pues, por lodo eso, que no
de púrpura. 12 Hay que limpiarlos son dioses, no debéis temerlos.
29
el rostro, para quitarles el polvo ¿Cómo, pues, llamarlos dioses?
que se levanta en su templo y en Pues hasta las mujeres mismas pre-
abundancia se deposita sobre ellos. sentan sus ofrendas a semejantes
13
Tienen un cetro como el juez de dioses de plata, de oro y de madera;
un mas no pueden quitar 30
distrito, y en sus templos los sacerdotes
la vida a quien los ofende. 14
Tienen están sentados, rasgadas las túnicas,
asimismo un puñal o un hacha en rapadas la cabeza y la barba, y des-
su diestra, pero no se defenderán del cubierta la cabeza, 31 y aullan y
enemigo ni del ladrón, l'or lo que se gritan delante de ellos, como en
pone de manifiesto que no son dioses. una cena fúnebre. 32 De sus vestidos
No los temáis, pues. roban los sacerdotes para vestir a sus
15 Así como un vaso que un hombre mujeres y a sus hijas. Hágaseles nial
tiene, si se quiebra no es ya de uti- o hágaseles bien, ellos no pueden co-
lidad, 16 así son sus dioses. Coloca- rresponder. 33 No pueden ni poner
dos en sus templos, los ojos se les ni quitar, 34 ni pueden dar riqueza
llenan de polvo, levantado por los ni dinero ni una pieza de cobre.
pies de los que allí entran. 17 Y así Si alguno les hace un voto y no lo
como al criminal que ofendió al rey, cumple, no lo reclaman. 35 Ni libran
o al condenado a muerte, se le cierran al hombre de la muerte, ni arrancan
las puertas de la prisión, así los sacer- a) débil de las manos del fuerte.
dotes aseguran sus templos con puer- 36 No son capaces de restituir la
tas, con cerrojos y con palancas, vista al ciego, ni de librar al hombre
para que no sean robados por los que se halla en necesidad. 37 No pue-
ladrones. 18 Encienden lámparas para den compadecerse de la viuda ni
ellos, y en mayor número que para hacer bien al huérfano. 38 Son seme-
sí mismos, pero los dioses no pueden jantes a las piedras arrancadas del
ver ninguna. 19 Son como las vigas i monte. Son dioses de madera, dora-
del templo, de las cuales se dice dos y plateados, y serán confundidos
que les carcomen el corazón los gusa- los que los sirven, 39 ¿Cómo, pues,
nos que nacen de la tierra, y devoran vamos a creer y decir que son dioses?
40 Los mismos caldeos los deshon-
así sus vestidos sin que ellos lo advier-
tan. 20 Su rostro se ennegrece por el ran. Cuando ven a un iñudo que no
humo del templo. 21 Sobre su cuerpo puede hablar, lo conducen a Bel
y sobre su cabeza se arrojan las lechu- pidiéndole que le dé el habla, siendo
zas, las golondrinas y otras aves, y como es el dios, incapaz de oírlos.
aun los gatos. 22 Por donde conoce- 41 Y sabiendo esto no piensan en de-
réis que no son dioses. No los temáis, jarlos, porque no tienen conocimiento.
pues. 42
Y las mujeres, ceñidas «le cordones,
23
El oro que los cubre para su or- se sientan en los caminos quemando
nato se empaña, y si no se lo limpian, salvado; 43 y cuando alguna de ellas,
no brilla; ni aun cuando fueron fun- arrastrada, se la lleva un transeúnte
didos sintieron ínula. 24 Fueron com- y duerme con ella, injuria a las veci-
prados a este o al otro precio, y no nas por no haber merecido ese honor
hay en ellos ni un soplo de vida. de que le rompieran el cordón.
25 No teniendo pies, tienen que ser 44 Todo lo que con estos dioses se
su sección de vaticinio contra las naciones gentílicas (25-32), entre los cuales
se destacan los de Tiro (26, 1; 28, 19) y Egipto (29 a 32). Es notable la últi-
ma sección del profeta (40-48), en que nos describe en forma verdaderamente
geométrica la restauración de Israel después del cautiverio. El templo, la ciu-
dad, sus arrabales y la tierra toda de Palestina, repartida por igual entre las
doce tribus. Es claro que esto no responde a la realidad histórica. Es uno de
tantos símbolos, una descripción que ha de interpretarse a modo de parábola,
cuyo sentido es el mismo que esté profeta y los otros nos ofrecen en forma más
llana.
Ignoramos la fecha de la muerte de Ezequiel, que debió de ocurrir en Caldea
después de 570. Con su misión contribuyó a renovar el espíritu religioso entre
los deportados. Gracias a él, cuando sonó la hora de Dios, no faltaron
millares
de israelitas que, curados de sus antiguas idolatrías, volviesen a Judá, dis-
puestos a secundar los planes de Dios, preparando la llegada del Mesías y de
su salud.
Ha debido de ser el mismo profeta quien coleccionó sus vaticinios, que por
eso se hallan en mejor orden que los de los profetas anteriores.
EZEQUIEL
Visión de la gloria de Dios. bajo de las alas, a los cuatro lados,
salían brazos de hombre; todos cuatro
3 aFué dirigida la palabra de tenían el mismo semblante y las
9
1 Yave a Ezequiel, hijo de Buzi, mismas alas, que se tocaban las del
sacerdote, en tierra de los caldeos, uno con las del otro. Al moverse
junto alrío Quebar, l a por unos trein-
ta años. 2 El año quinto de nuestra
cautividad, *b el día cinco del mes
cuarto, estando yo entre los cautivos
en las riberas del río Quebar, se
abrieron los cielos y tuve visión de
Dios, 3 b y fué sobre mí la mano de
Yave.
4
Miré, y vi venir del septentrión
un nublado impetuoso, una nube
densa, en torno de la cual resplan-
decía un remolino de fuego, que en
medio brillaba como bronce en igni-
ción. 6 En
centro de ella había
el
semejanza de cuatro seres vivien-
tes (l), cuyo aspecto era éste:
Tenían semblante de hombre, 6 pero
cada uno tenía cuatro aspectos y
cada uno cuatro alas. 7 Sus pies eran
derechos y la planta de sus pies era
como la planta del toro. Brillaban
eorño bronce en ignición. 8 Por de-
(i) La imagen de estos seres, que para real- no se volvían para atrás, sino que
zar la majestad de Dios nos presenta el profeta cada uno iba cara adelante. 10 Su
en esta visión, es imitación de los Karibu, que
los asirios y babilonios colocaban como guardia-
semblante era éste: De hombre, por
nes a las puertas de sus palacios y templos. En delante, los cuatro; de león a la de-
ella se reúnen los cuatro reyes del reino animal: recha los cuatro, de toro a la iz-
El hombre, el león, el toro y el águila. quierda los cuatro, y de águila por
7<M EZEQUIEL, 2
detrás los cuatro (1). 11 Sus alas semejanza de trono, en lo alto, una
estaban desplegadas hacia lo alto, figura semejante a un hombre que
dos se tocaban la del uno con la del se erguía sobre él (1); 27 y lo que
otro y dos de cada uno cubrían su de él parecía, de cintura arriba, era
cuerpo. como el fulgor de un metal resplan-
12
Todos marchaban de frente, a deciente,y de cintura abajo, como el
donde les impelfa el espíritu, sin resplandor del fuego, y todo en derre-
volverse para atrás. 13 Había entre dor suyo resplandecía. 28 El esplendor
los vivientes fuego como de brasas que le rodeaba todo en torno era
encendidas cual antorchas, que dis- como el del arco que aparece en las
curría por entre ellos, centelleaba y
salían de él rayos. 14 Y
los vivientes
se movían en todas direcciones seme-
jantes al rayo. 15 Mirando a los
vivientes, descubrí junto a cada uno
a los cuatro lados, una rueda que
tocaba a la tierra. 16 Las ruedas pare-
cían de turquesa, eran todas iguales
y cada una dispuesta como si hu-
biese una rueda dentro de otra rueda.
17
Marchaban hacia los cuatro lados
yendo y no se volvían al caminar.
18
Mirando, vi que sus llantas esta-
ban todo alrededor llenas de ojos.
19 nubes en día de
Al vivientes, giraban junto a
ir los lluvia. Esta era la
ellos ruedas, y al levantarse los
las apariencia de la imagen de la gloria
vivientes sobre la tierra, se levan- de Yave. A tal vista yo caí rostro a
taban las ruedas. 20 Hacia donde los tierra, pero oí la voz de uno que
impelía el espíritu a marchar, mar- me hablaba.
chaban; y las ruedas se alzaban a la
vez con ellos, porque tenían las ruedas
espíritu de vida. 21 Cuando iban ellos, Vocución del profeta.
iban las ruedas; cuando ellos se pa-
raban, se paraban ellas, y cuando se 2 1
Y me Hijo de hombre,
dijo:
alzaban de la tierra, se alzaban, ponte en que voy a ha-
pie,
porque había en las ruedas espíritu blarte. 2
Ynublándome, entró
en
de vida. dentro de mí el espíritu, que me puso
M Sobre las cabezas de los vivientes en pie, y escuché al que me hablaba.
había una semejanza de firmamento, 3
Me dijo: Hijo de hombre, yo te
como de portentoso cristal, tendido mando a los hijos de Israel, al pueblo
por encima de susc abezas, 23 y por de- rebelde, que se ha rebelado contra
bajo del firmamento estaban ten- mí; ellos y sus padres pecaron contra
didas sus alas, que se tocaban dos mí hasta el día de hoy. 4 Son gente
a dos, la del uno con la del otro, de cara dura y de corazón empeder-
mientras las otras dos de cada uno nido esos a quienes te mando. Diles:
cubrían su cuerpo. 24 Oía el ruido Así dice el Señor, Yave. 6 Acaso te
de las alas, como ruido de río cauda- escuchen. Y si no te escucharen, pues
loso, como ruido de truenos, cuando son gente rebelde, al menos cono-
marchaban, como el estruendo de un cerán que hay entre ellos profeta.
campamento; cuando se detenían * Tú, hijo de hombre, no los temas
plegaban las alas. ni tengas miedo a sus palabras, aun-
25 Y una voz hendió el firmamento que te sean cardos y zarzas y habites
que estaba sobre sus cabezas. 24 Sobre en medio de escorpiones. No temas
el firmamento que estaba sobre sus sus palabras, no tengas miedo de su
cabezas había una apariencia de piedra cara, porque son gente rebelde. 7 Dfles
de zafiro a modo de trono, y sobre la lo que yo te diga, óigante o no te
(i) El arte mesopotámico nos ofrece la ex- (i) Estos versos nos presentan envuelta en
plicación de este pasaje con las estatuas de sus misterioso simbolismo una imagen de Yave Pa-
Karibu, seres divinos con cabeza y a veces manos recen estar inspirados en la imagen del dios Asur.
de hombre, alas de águila, cuerpo de toro y cola vestido de luz v rodeado del arco iris. (Véase el
y patas de león. (Véase él grabado.) grabado.!
EZEQUIEL, 3. 4 705
oigan, porque son muy rebeldes. durante siete días. 16 Al cabo de los
8
Tú, hijo de hombre, escucha lo que siete días me
fué dirigida la palabra
yo te digo, no seas tú también re- de Yave: 17 Hijo de nombre, yo te
belde, como la casa de los rebeldes. he dado por atalaya a la casa de
Abre la boca y come lo que te pre- Israel. Tú oirás las palabras de mi
sento. 9 Miré y vi que se tendía hacia boca, y de mi parte los amonestarás.
mí una mano que tenía un rollo. 18
Si yo digo al malvado: tjVas a
Lo desenvolvió ante mí y vi que esta- morir! », y tú no le amonestares y no
ba escrito por delante y por detrás, y le hablares para retraer al malvado
lo que en él estaba escrito eran lamen- de sus perversos caminos para que
taciones, elegías y guayes. viva, él, el malvado, morirá en su
iniquidad, pero yo te demandaré a
1 Y me dijo: Hijo de hombre, ti su sangre.
19
Mas si, habiendo tú
3 come eso que tienes delante: amonestado al malvado no se con-
come ese rollo, y habla luego a la vierte él de su maldad y de sus per-
casa de Israel. 2
Yo
abrí la boca, e versos caminos, él morirá en su
hízome comerél 3
diciendo:
el rollo, iniquidad, pero tú habrás salvado tu
Hijo de hombre, llena tu vientre e alma. 20 Y si se apartare el justo de
hinche tus entrañas de este rollo que su justicia, cometiendo maldad, y
te presento. Yo lo comí y me supo pusiere yo una trampa delante de él,
a mieles. 4 Luego me dijo: Hijo de él morirá. De no haberle amonestado
hombre: Ve, llégate a la casa de tú, morirá en su pecado y no se recor-
Israel y háblales mis palabras. 6 Mira darán las obras buenas que hubiere
que no eres enviado a un pueblo de hecho, pero yo te demandaré a ti su
habla abstrusa y extraña. 6 No es a sangre. 21 Pero si tú amonestaste al
pueblos de lengua abstrusa y ex- justo, para que no pecara y dejare
traña, cuyas palabras no entiendes. de pecar, vivirá él, porque fué amones-
¡Ahí, si a ésos te enviara, seguramente tado, y tú habrás salva tu alma (1).
te escucharían. 7 La casa de Israel,
por lo contrario, no querrá oírte, El profeta, cautivo en su casa.
porque no quieren oírme a mí, porque
toda la casa de Israel tiene frente 22 Fué allí de nuevo sobre mí la
altanera y corazón contumaz. 8 Pero mano de Yave, que me dijo: Leván-
yo te doy un rostro tan firme como tate, vete al campo y allí te hablaré.
el de ellos, y una frente dura cuanto 23
Levantóme y salí al campo, y vi
las frentes suyas, 9 tan dura como el que estaba allí la gloria de Yave,
diamante, más que el pedernal. No como la gloria que había visto en
los temas ni te atemorices ante ellos, la ribera del Quebar, y caí rostro a
porque son casa de rebeldes. tierra; 24 pero entró en mí el espíritu,
10 Díjome
también: Hijo de hom- y me puso en pie y me habló Yave,
bre, todas las palabras que yo te diciéndome: Ve y enciérrate en tu
diga, recógelas en tu corazón y dales casa. 25 Tú, hijo de hombre, verás
atento oído; 11 y ve luego, y llégate que echan cuerdas sobre ti, y te
a los deportados, a los hijos de tu atan con ellas, y ya no podrás
pueblo, y_ háblales diciéndoles: Así salir a ellos. 26 Y haré que se te pegue
dice el Señor, Yave, óigante o no te la lengua al paladar y quedarás
oigan. 12 Entonces me arrebató el mudo, y no serás ya para ellos un
espíritu, y oí tras de mí un estruendo censor, porque es casa de rebeldes,
de fuerte terremoto, al elevarse la 27
y cuando yo te hable, abriré tu
gloria de Yave de su lugar; 13 y oí boca, y entonces les dirás: Así habla
el rumor de las alas de los cuatro el Señor, Yave, el que oiga, oiga,
seres, que daban la una contra la y el que no quiera oír, no oiga, por-
otra, y el ruido de las ruedas, ruido que es casa de rebeldes.
de gran terremoto. 14 Entonces me
alzó el espíritu y me arrebató. Yo El plano de «Jcrusalén asediada.
andaba amargado y malhumorado en
mi alma; pero fué sobre mí la mano 4 1 Tú, hijo de hombre, toma una
de Yave, que me confortó. tableta de arcilla, y póntela de-
15
Llegué así a los deportados de
Telabib, que habitan en la ribera
(i) Estas palabras del Señor indican la grave
del río Quebar, a la región donde
responsabilidad que implicaba para el profeta
moran, y estuve entre ellos atónito su ministerio.
45
70(> EZEQUIEL, 5
mi furor y saciaré en |
cario, que se apartó de mí, y sus
ellos mi ira, y tomaré satisfacción, j
ojos que fornicaron tras los ídolos.
y sabrán que yo, Yave, he hablado Y tendrán horror de sí mismos por
en mi indignación, cuando desfogue las iniquidades que cometieron y por
en ellos mi furor. 14 Te tornaré en todas sus fornicaciones. 10 Sabrán en-
desierto y en oprobio de las gentes tonces que yo soy Yave. No en vano
que están en derredor tuyo, a los he dicho que había de escarmentarlos.
ojos de todos; 15 y serás el oprobio 11
Así dice el Señor, Yave: Hiere
y el escarnio, el espanto y el escar- con la mano y hiere con el pie, di-
miento de las gentes que están en ciendo: ¡Ah! Después de tantas horri-
derredor de ti, cuando en medio de bles abominaciones, caerá la casa
ti haga yo justicia con furor e indig- de Israel a espada, de hambre y de
nación, con terrible ira. Yo, Yave, peste. 12 El que esté lejos morirá
lo he dicho. de peste, el que esté cerca caerá a
la espada, y el que quedare y esté
Devastación do la tierra. asediado, morirá de hambre. Des-
fogaré mi ira; 13 y reconoceréis que
16
Cuando dispare yo contra ellos yo soy Yave, cuando yazcan sus
las perniciosas saetas del hambre, muertos junto a sus ídolos, en derre-
que los llevarán a la destrucción, dor de sus altares; en todo alto collado
que lanzaré yo para destruirlos, y y en la cima de todos los montes;
acreciente vuestra hambre y os quite bajo todo árbol frondoso y bajo
todo sustento de pan; 17 cuando lance toda encina copuda, allí donde ofre-
contra vosotros el hambre y las bes- cían perfumes de grato aroma a todos
tias feroces que te dejarán sin hijos, sus ídolos; 14 yo tenderé contra ellos
y pasen por tus calles la pestilencia mi mano y tornaré la tierra desolada
y el estrago, y haga caer sobre ti la y solitaria, más que el desierto de
espada. Yo, Yave, he hablado. Dibla, donde quiera que habiten;
y sabrán que yo soy Yave.
()
1
Fuéme dirigida la palabra de
Yave, diciendo: 2
Hijo de hombre, Castigo de las idolatrías.
vuelve el rostro a los montes de
Israel y profetiza contra ellos. 3 Di: 1
Fuéme dirigida la palabra de
Oíd, montes de Israel, la palabra del Yave, diciendo: 2 Mira, hijo de
Señor, Yave. Así dice el Señor, hombre, así habla Yave: Es el fin
708 EZEQUIEL, 8
19
para la tierra de Israel, viene el fin Tiran en las calles su plata,
sobre los cuatro confines de la tierra. y su oro se torna en horror; no los
3
Llega para ti el fin, y desencade- salvará su plata ni su oro el día
naré mi ira contra ti y te pagaré de la ira de Yave. No saciarán su
según tus obras, y echaré sobre ti hambre y no llenarán su vientre con
todas tus abominaciones. 4 No se ellos, porque
les fueron incentivo
apiadará de ti mi ojo, no tendré com- para pecado. 20 Estaban muy orgu-
el
pasión, echaré tus obras sobre ti y llosos de su brillante belleza, y con
en tu seno tus abominaciones y ellos fabricaron sus abominables simu-
sabréis que yo soy Yave. lacros, se hicieron sus ídolos. 21 Por
5 Porque eso los haré yo para ellos abomina-
asi dice el Señor, Yave:
Desdicha tras desdicha, ya viene; ción y los daré al saqueo de manos
8
llega el fin, está amenazándote el extrañas y en botín a los impíos de
fin,ya está ahí. 7 Ya te llega la corona, la tierra,para que la contaminen.
28
habitante de la tierra; ya viene el Apartaré de ellos mi rostro y
tiempo, ya llega el día del alboroto, será profanado mi tesoro, entrarán
pero no de alegría, en los montes. allí los invasores y lo profanarán:
8 23
Ahora en seguida voy a derramar de ellos harán cadenas, porque está
sobre ti mi ira y satisfaré en ti mi la tierra llena de sangre y la ciudad
furor, juzgándote según tus obras y llena de violencias. 24 Traeré allá
echando sobre ti todas tus fornica- lo más feroz de las gentes, para que
ciones. 9 No se apiadará mi ojo, no se apoderen de sus casas; acabaré
tendré compasión, sino que echaré el orgullo de los poderosos, y serán
sobre ti tus obras, y pondré en tu profanados sus santuarios.
26 Viene
seno tus abominaciones y sabrás que la ruina; pedirán paz y
yo, Yave, os hiero. no habrá paz; 28 vendrá angustia
He ahí el día, ya viene, ya llega
10 sobre angustia, y al anuncio de una
tu suerte, ya florece el cetro, ya brotó seguirá el de otra. Faltará la visión
la soberbia. 11 Viene la destrucción a sus profetas, los sacerdotes desco-
para el cetro impío; nada quedará de nocerán la ley y los ancianos el
ellos, nada de su soberbia, nada de consejo. 27 El rey se enlutará y los
su estrépito, nada de su esplendor. príncipes estarán desolados, y tem-
12
Llega el tiempo, viene el día; que blarán las manos de todo el pueblo.
no se alegre el que compra ni se Yo los trataré según sus caminos,
entristezca el que vende, que sobre y los juzgaré según su merecido, y
todos vendrá la ira. 13 Quien venda sabrán que yo soy Yave.
no recobrará lo vendido por más que
viva, porque la visión sobre todos
ellos no se revocará, y por sus impie- La gloria de Yave abandona el
dades, ninguno vivirá. templo.
fino y te cubrí de seda. 11 Te atavié hijos de Asur, fornicaste con ellos sin
con joyas, puse pulseras en tus bra- hartarte todavía. 29 Multiplicaste tus
zos y collares en tu cuello,
12
arillo prostituciones desde la tierra de
en tus narices, zarcillos en tus ore- Canán hasta la Caldea, y ni con todo
jas, y espléndida diadema en tu ca- esto te saciaste.
30 ¿Cómo sanar tu corazón, dice el
beza. 13 Estabas adornada de oro y
de plata, vestida de lino y seda en Señor, Yave, cuando has hecho todo
recamado: comías flor de harina de esto, como desvergonzada ramera
31 haciéndote prostíbulos
trigo, miel y aceite, te hiciste cada dueña de sí,
hijas, no hizo lo que tú con tus y sabrás que yo soy Yave, 63 para
hijas hiciste. 49 Mira cuál fué la ini- que te acuerdes y sientas vergüenza,
quidad de Sodoma, tu hermana: Tuvo y nunca más de vergüenza te atrevas
gran soberbia, hartura de pan y mu- abrir la boca, cuando te habré perdona-
cha ociosidad. No dió la mano al do cuanto hiciste, dice el Señor, Yave.
pobre, al desvalido; 80 se ensoberbe-
cieron e hicieron lo que a mis ojos
es abominable, y cuando lo vi, las Humillación y resurgimiento de
quité del medio. 81 Samaría no peco
la casa de David.
ni la mitad de lo que has pecado tú.
Tú multiplicaste tus fornicaciones ]t 1
Fuéme dirigida la palabra de
mucho más que ellas, hasta el punto Yave, diciendo: 2 Hijo de hom-
de hacer justas a tus hermanas con bre, propón un enigma y compón
todas las abominaciones que tú has una parábola de la casa de Israel (1).
cometido. 62 Lleva, pues, sobre ti tu 3 Di: Así habla el Señor, Yave:
vituperio, tú que has abogado por La gran águila de grandes alas y
la causa de tus hermanas con las abo- de largas plumas, toda cubierta de
minaciones que más que a ellas te espléndido plumaje de colores varios,
han hecho abominable, viniendo a vino al Líbano y cogió el cogollo
ser justas ellas, comparadas contigo. del cedro; 4 y arrancó el principal
Sé confundida, y soporta tu vitupe- de sus renuevos y le llevó a tierra de
rio también tú, pues que has venido mercaderes, y le puso en una ciudad
a justiticar a tus hermanas. de conterciantes. 8 Escogió luego un
83 Pero yo mudaré
la suerte suya, sembradío de la tierra y le puso en
la suerte de Sodoma y de sus hijas, campo selecto para la plantación.
la suerte de Samaría y de sus hijas, Le puso cerca de aguas abundantes,
y con la de ellas mudaré también la para que estuviese copiosamente re-
tuya, 64 para que soportes tu confu- gado. 8 Echó brotes y se hizo una
sión y tu vituperio por todo cuanto vid frondosa, pero de poca altura,
hiciste y les sirvas a ellas de consuelo. para que dirigiese hacia el águila
!>i
Tu hermana Sodoma, con sus hijas, sus ramas y le estuvieran sometidas
volverán a su anterior estado, vol- sus raíces. Hízose vid y echó sar-
verán también a él Samaría con sus mientos y extendió sus ramas.
hijas, y tú también y tus hijas vol- 7
Pero había otra gran águila de
veréis a vuestro estado primero. 86 Ni
el nombre siquiera de tu hermana
Sodoma se oía en tu boca, al tiempo (i) Esta parábola nos representa al rey de
Caldea, que viene a Jerusalén a trasladar a Ba-
de tu orgullo, 87 antes de que fuera bilonia al rey Jeconfas (el cedro del Líbano), de-
descubierta tu perversidad. Así tam- jando en Jerusalén a Sedéelas por rey de Juda
bién eres tú ahora oprobio para las (el cogollo del cedro).
EZEQUIEL, 18 717
mí. 21 Todos los fugitivos de sus tropas de los pueblos. Esta ley la unlversalizaba la opi-
nión del pueblo; el profeta la reduce a sus justos
caerán a la espada, y los que queden
límites. Ante Dios, cada uno será juzgado según
serán dispersados a todos los vientos, sus obras, buenas o malas, sin consideración a
y sabréis que yo, Yave, he hablado. la conducta de los padres.
EZEQUIEL, 19
que haga alguna de esas otras cosas, cometió y hace lo que es recto y justo,
y no imitando a sus padres, coma por hará vivir su propia alma 28 Abrió
los montes, manche a la mujer de su los ojos y se apartó de los pecados
prójimo, 12 oprima al pobre y al cometidos, y vivirá y no morirá.
desvalido, robe, no devuelva la prenda, 29
Y dice la casa de Israel: ¡No son
alce los ojos a los ídolos y haga abo- derechos los caminos del Señor: ¿Que
minaciones, dé a logro y reciba usura, no son derechos mis caminos, casa
¿vivirá este? No vivirá, recaerá su de Israel? ¿No son más bien los vues-
sangre sobre él. tros los torcidos?
14
Pero si éste engendró un hijo 30 Yo, pues, os juzgaré
a cada uno
que, viendo todos los pecados de según sus caminos, ¡oh casa de Israel!,
su padre, no los imita, 15 ni come por dice el Señor, Yave. Volveos y ron-
los montes, ni alza sus ojos a los vertios de vuestros pecados, y así
ídolos de Israel, ni mancha a la no serán la causa de vuestra ruina.
mujer de su prójimo, 16 ni oprime 31
Arrojad de sobre vosotros todas las
a nadie, ni retiene la prenda, ni roba, iniquidades que cometéis, y haceos
da su pan al hambriento y viste al un corazón nuevo y un espíritu
desnudo, 17 contiene su mano de la nuevo. ¿Por qué habéis de querer
iniquidad, no recibe usura ni interés morir, casa de Israel? 32 Que no
y cumple mis preceptos, éste no quiero yo la muerte del que muere.
morirá por la iniquidad de su padre, Convertios y vivid.
vivirá. 18Su padre que agravió y
despojó a su hermano y no obró
él bien en medio de su pueblo, esc Klefjill «le los últimos reyes
morirá por su iniquidad. lie Judá.
18
Y si dijéreis: ¿Por qué no lia de
pagar el hijo la iniquidad del padre? 1 ()
1
Canta una elegía de los prín-
l'ues porque el hijo hizo juicio y jus- cipes de Israel, y di: 2 ¿Qué
ticia y guardó mis mandamientos y fué su madre? Una leona que se
los puso por obra, y de cierto vivirá. echaba entre los Icones. Agazapados
20
El alma que pecare, ésa morirá; en medio de jóvenes leones crió a
el hijo no llevará sobre sí la iniquidad sus cachorros. 3 Levantó a uno da
del padre, ni el padre la de) hijo; sus cachorros, que llegó a ser león,
la justicia del justo será sobre él, y aprendió a coger la presa y devo-
y sobre él será la iniquidad del rar hombres. 4 Oyeron hablar de él
malvado. 21 Y si el malvado se retrae las gentes,-y cogiéronle en sus trampas,
de su maldad y guarda todos mis y con gritos le llevaron a la tierra de
mandamientos, y hace lo que es recto Egipto. 6 Y viendo ella, después de
y justo, vivirá y no morirá.
22 Todos
esperar mucho tiempo, que se desva-
los pecados que cometió no le serán necía su esperanza, tomó a otro de
recordados, y en la justicia que obró sus cachorros y le puso en lugar del
vivirá. leoncillo. * Se echaba entre leones
23 ¿Quiero yo acaso
la muerte del y vino a ser también león, y aprendió
impío?, dice el Señor, Yave. ¿No va a arrebatar la presa y a devorar
a vivir si se aparta de su mal camino? hombres. 7 Rugiente en su altanería,
24 devastó ciudades, y la tierra y cuan-
Pero si el justo se apartare de su
justicia e hiciere maldad conforme a tos en ella estaban se espantaban al
todas las abominaciones que hace el oír el rugido del león. 8 Dieron sobre
impío, ¿va a vivir? Todas las justi- él las gentes de las regiones del
cias que hizo no le serán recordadas; contorno, tendieron redes contra él
por sus rebeliones con que se rebeló, y le cazaron en su hambre. * Ence-
por sus pecados que cometió, por ellos rráronle en una jaula, y, encadenado,
morirá. le llevaron a Babilonia, para que no
25 Y
si dijereis: No es derecho el se oyeran más sus rugidos en los
camino «Id Señor; escucha, casa de montes de Israel.
Israel: ¿Que no es derecho mi ca- 10 Tu madre fue como una vid
mino? ¿No son más bien los vuestros plantada cerca de las aguas, vigorosa,
los torcidos? 26 Si el justo se aparta ,
de fruto y de follaje, por la abun-
de su justicia para obrar la maldad, dancia de las aguas. 11 Echó robustos
eso muere, muere por la ini- sarmientos, propios para cetros de
|
y por
quidad que cometió. 27 Y si el mal- dominador. Su tronco se alzaba por
vado se aparta de su iniquidad «pie '
encima de los arbustos que la rodea*
EZEQUÍEL, 20 710
han, vistosa por su altura y por sus de sacar de la tierra <!,• Egipto,
numerosos sarmientos. 12 Pero fué 10 saqué de la tierra de Egipto
los
arrancada con furor y echada a tierra, y conduje por el desierto; 11 les
los
y el viento solano la secó, quemó di mis leyes y mis mandamientos y
sus frutos. Secáronse sus robustos les hice saber mis disposiciones, que
sarmientos y fueron echados al fuego, son la vida para quien las cumple.
13 12
y ahora está plantada en el de- Diles también mis sábados, para
sierto, en tierra seca y árida; 14 y ha que fuesen señal entre mí y ellos,
salido de uno de sus sarmientos un para que supiesen que yo soy Yave,
fuego que ha consumido su fruto, que los santifico.
13 Pero
y no queda ya en ella rama alguna rebelóse contra mí la casa
fuerte, ni un solo cetro de dominio. de Israel en el desierto, no anduvieron
Elegía es ésta y de elegía servirá. en mis preceptos, y no guardaron
ni cumplieron mis ordenaciones, que
son la vida para quien las cumple, y
Infidelidad del pueblo \ üdelidad profanaron mis sábados. Entonces
de Dio:-.. dije que volcaría sobre ellos nii furor,
y en mi ira los exterminaría en el
•)í\ 1
El año séptimo, el quinto mes, desierto. 14 Pero retraje mi mano,
el día diez del mes (1), vinieron por el honor de mi nombre, para que
algunos de los ancianos de Israel a no fuese profanando a los ojos de
consultar a Yave, y se sentaron de- las gentes, a cuya vista los había
lante de mí. 2 Y me fué dirigida la sacado. 15 Alcé mi mano
en el de^
palabra de Yave, diciendo: 3 Hijo sierto, jurándoles no llevarlos a la
de hombre, habla a los ancianos de tierra que les había dado, que mana
Israel y diles: Así dice el Señor, leche y miel, la más hermosa de
Yave: ¿Vosotros venís a consultarme? todas las tierras, 16 porque habían
Por mi vida, que yo no os responderé, despreciado mis ordenaciones, y no
dice el Señor, Yave. 4 ¿Quieres juzgar habían seguido mis leyes, y habían
a éstos, hijo de hombre? ¿Quiéres profanado mis sábados, yéndose su
juzgarlos? Hazles saber las abomi- corazón tras sus ídolos.
17 Con
naciones de sus padres, 6 Diles: Así todo, mis ojos los miraron
habla el Señor, Yave: El día en que piadosamente para no destruirlos, y
yo elegí a Israel y alcé mi mano no los exterminé en el desierto.
18
jurando a la posteridad de Jacob, y Pero dije en el desierto a sus hijos:
me mostré a ellos en la tierra de No sigáis las costumbres de vuestros
Egipto, y alcé a ellos mi mano diciendo: padres, no sigáis sus caminos ni os
Yo, Yave, soy vuestro Dios; 6 aquel contaminéis con sus ídolos; 19 yo
día alcé mi mano jurando sacarlos soy Yave, vuestro Dios; andad en mis
de la tierra de Egipto a la tierra ordenaciones, guardad mis manda-
que yo les había destinado, que mana mientos y ponedlos por obra; 20 san-
leche y miel, y es la más hermosa tificad mis sábados, y sean señal
de las tierras. 7 Y les dije: Quite entre mí y vosotros, para que sepáis
cada uno de sus ojos los ídolos, y no que yo soy Yave, vuestro Dios.
os contaminéis con los .ídolos de 21 Pero los hijos
se rebelaron contra
Egipto. Yo, Yave, soy vuestro Dios. mí, no anduvieron en mis ordena-
8
Pero ellos se rebelaron contra mí, ciones, ni guardaron mis mandamien-
y no quisieron darme oídos, ni qui- tos poniéndolos por obra, los que
taron de sus ojos los ídolos de Egipto; son la vida para quien los cumple;
y dije que derramaría sobre ellos profanaron mis sábados, y dije en-
mi ira y desfogaría mi enojo sobre tonces que derramaría sobre ellos mi
ellos en la tierra de Egipto. ira, para satisfacer en ellos mi enojo
9
.Mas, por la gloria de mi nombre, en el desierto. 22 Mas retraje mi mano
para que no fuese infamado a los por el honor de mi nombre, para que
ojos de las gentes en medio de las no se infamase a los ojos de las gentes
cuales estaba, a cuya vista me había a cuya vista los saqué. 23 También
dado a conocer como quien los había alcé mi mano en el desierto, jurán-
doles que los esparciría entre las
gentes y los aventaría por las tierras;
(i) Otra vez el profeta hace una síntesis de la 24
historia israelita, para terminar con el juicio in-
porque no pusieron por obra mis
minente, al que seguirá la restauración. Después mandamientos y desecharon nus or-
de la justicia, la misericordia de Yave. denaciones y profanaron mis sába-
720 EZQEUIEL, 21
las gentes, y sabrás que yo soy Yave. mi ira y los consumiré con el fuego
11
Fuémc dirigida la palabra de de mi furor y les echaré sobre la
Yave, diciendo: 18 Hijo de hombre, cabeza sus obras, dice el Señor, YavcH
la casa de Israel se me ha tornado
en escoria, todos son en el crisol
Los pecados de Snmuriii > d<flj
bronce, cobre, estaño, hierro, plomo,
ilerumilén, > su castigo^
escorias de la plata. 19 Por tanto, así
habla el Señor, Yave: Por cuanto 1
Fuéme dirigida la palabra de
vosotros os habéis vuelto escorias, —O Yave, diciendo: Hijo di- hom-
-
Haré perecer hasta los restos de los tender en él las redes, y no serás
habitantes de las orillas del mar. jamás reconstruida, porque yo, Yave,
17
Haré en ellos grandes venganzas, he hablado, dice el Señor, Yave.
con furor los castigaré, y sabrán que 15 Así ha hablado
el Señor, Yave,
yo soy Yave, cuando haga en ellos de Tiro: Al fragor de tu caída, al
mi venganza. gritar de tus heridos, a la matanza
que en ti harán, temblarán las islas.
16 Todos los príncipes del mar bajaran
K
pabellones. Los habitantes de Sidón de Tarsis eran las caravanas que te
y de Arvad eran tus remeros, y 'os traían tus mercancías. Así llegaste a
más expertos entre ti, ¡olí Tiro!, ser opulenta y muy gloriosa en el
tus pilotos. 9
Ancianos de Guebal seno de los mares, 26 En el seno de
con sus más hábiles obreros calafa- las profundas aguas, a donde te con-
teaban tus junturas. Todas las naves ducían tus remeros, pero el viento
del mar, con sus navegantes, estaban solano te precipitará al seno del
dentro de ti para cambiar sus mer- mar.
27
cancías. Tus riquezas, tus mercancías, tu
10
De Pcrsia, de Put y de Lud, tráfico, tus marineros, pilotos y cala-
eran los soldados de tu ejército, tus fates, los mercaderes de tu tráfico,
hombres de guerra. Suspendían en todos los guerreros que en ti hay,
medio de ti escudos y yelmos, dán- con toda la muchedumbre que te
dote esplendor. 11 Hijos de Arvad llena, caerán en el corazón del mar
y de Helec guarnecían tus murallas, el día de tu ruina. 28 Al estrépito de
y los Gamadim tus torres; todos en los gritos de tus marineros temblarán
torno en tus murallas colgaban sus las playas. 29 Bajarán de tus naves
escudos, coronando tu belleza. cuantos manejan el remo, y todos,
12
Los de Tarsis traficaban con- marineros y pilotos del mar, se que-
tigo en gran abundancia de produc- darán en tierra. 30 Alzarán a ti sus
tos de toda suerte. En plata, hierro, clamores y darán amargos gritos; echa-
estaño y plomo te pagaban tus mer- rán polvo sobre sus cabezas y se re-
13 volcarán en la tierra. 31 Se raerán
cancías. Javán, Tubal y Mosoc,
comerciaban también contigo y cam- por ti los cabellos en torno, y se ves-
biaban tus mercaderías por esclavos tirán de saco; te llorarán en la amar-
14 Los gura de su alma con amarga aflicción;
y objetos de bronce. de la casa
de Togorma pagaban tus mercancías 32 te lamentarán con elegías
y dirán
con caballos de tiro y de carrera y de ti: ¿Quién había que fuera como
mulos. 15 Los hijos de Dedán trafi- Tiro, ahora silenciosa en medio del
caban contigo; el comercio de. nume- mar?
estaba en tus manos y te 33 Con
rosas islas las mercancías que tú saca-
pagaban con dientes de marfil y con bas de los mares, saciabas a numero-
ébano. 16 Aram cambiaba contigo ros pueblos; con la muchedumbre de
sus muchos productos, y te pagaba tus riquezas y de tu comercio enrique-
con malaquita, púrpura, recamados, cías a los reyes de la tierra; 34 y yaces
lino, coral y rubíes. ahora sepultada en el mar, en lo
17
Contigo comerciaban Judá y la profundo de las aguas, y contigo ca-
tierra de Israel, y te daban como pre- yeron tu tráfico y toda tu gran mu-
cio el trigo de Minit, perfumes, miel, chedumbre. 35
Quedáronse atónitos
aceite y bálsamo. 18 Traficaba contigo sobre tihabitantes de las islas,
los
Damasco, pagándote con sus muchos y los reyes de ellas están temblando
productos y sus bienes de toda suerte, de espanto, demudado el rostro.
vino de Helbón y lana de Sahar. 38 Los mercaderes de
los pueblos sil-
19
Los de Vedán y Jayín de Uzal te ban contra ti; has sido aniquilada, ya
pagaban con hierro elaborado, casia no serás más.
y caña aromática. 20 Dan traficaba
contigo en sillas de cuero para mon-
turas. Contra el rey dé Tiro.
21
La Arabia y los príncipes de Cedar
eran tus proveedores, y comerciaban OO 1
Fuéme dirigida lapalabra de
con corderos, carneros y machos ca- Yave, diciendo: 2
Hijo de hom-
bríos. 22 Los mercaderes de Seba y bre, di al príncipe de Tiro: Así habla
de Ragma comerciaban contigo, cam- el Señor, Yave: Por cuanto se enso-
biaban tus mercancías por los más berbeció tu corazón y dijiste: «Soy
exquisitos aromas, piedras precio- un dios, habito en el corazón de los
23
sas y oro. Harrán, Cañe y Edén, mares en la morada de Dios», y siendo
Asur y Quilmad, traficaban contigo. tú un hombre, no un dios, igualaste
24 Negociaban
contigo en muchas co- tu corazón al corazón de Dios, 3 cre-
sas, vestidos preciosos, mantos de ja- yéndote más sabio que Daniel, que
cinto recamado, tapices tejidos en ningún secreto se te ocultaba; 4 que
varios colores, fuertes y retorcidas con tu sabiduría y tu prudencia creas-
cuerdas, en tu mercado. 25 Las naves te tu poderío, y acumulaste el oro
7->8 EZEQUIEL, 29
truiré sus klolos, haré desaparecer los ¡de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién
dioses falsos de Memfis, y no se al- te igualaste en tu grandeza? 3 Era
zará ya príncipe alguno en la tierra Asur cedro del Líbano, soberbio de
'
tros, pegaré fuego a Tanis, haré jus- aguas le hicieron crecer, el abismo le
ticia en Tebas: 15 derramaré mi ira encumbró; corrían ríos cerca del lu-
sobre Pelusio, el baluarte del Egipto, y gar en que estaba plantado, y man-
exterminaré a la muchedumbre de daba sus influencias a todos los árboles
Tebas. 16 Pondré fuego al Egipto, del campo. 5 Por eso se encumbro
Sin se dolerá sobremanera, se abrirá sobre todos los árboles del campo,
!
11
el fragor de su ruina hice temblar a Porque Yave:
asi dice el Señor,
las gentes. Cuando le hice bajar al La espada rey de Babilonia te
del
sepulcro entre aquellos que bajan a alcanzará; 12 exterminará a tu pueblo
la fosa, se consolaron en la morada con la espada de los fuertes, todos
subterránea todos los árboles del valerosos entre los valerosos, que
Edén, y los más hermosos y selectos destruirán la soberbia del Egipto y
del Líbano, todos regados por las todas sus muchedumbres serán des-
aguas. 17 También bajarán ellos al hechas. 13 Destruiré todos tus ganados
sepulcro con él, hacia ios muertos a de sobre las muchas aguas, que no
la espada, los que fueron su brazo enturbiará ya más pie de hombre ni
y se acogieron a su sombra en medio pezuña de bestia.
14 Entonces correrán limpias sus
de las gentes.
18
¿A quién te asemejas tú por aguas, y sus canales se deslizarán
gloria y por grandeza entre los árbo- como el aceite, dice el Señor, Yave.
els del Edén? Pues también tú serás
15 Cuando tornaré en desierto la tie-
llevado con los árboles del Edén a rra de Egipto, y asolaré cuanto la
la morada subterránea. Yacerás entre llena. Cuando heriré a todos cuantos
los incircuncisos, con los traspasados la habitan, que sabrán que yo soy
16
por la espada. Eso será del Faraón y Yave. Esta es la elegía que can-
de toda su gente, dice el Señor, Yave. tarán: la cantarán las hijas de las
gentes, la cantarán del Egipto y de
todas sus muchedumbres, dice el
Llegía de la ruina de Egipto. Señor, Yave.
32 1
^
a ™° duodécimo, el duodé-
Otra elegía a Kcjipto.
cimo mes, el día primero del
mes, me fué dirigida la palabra de
17
Yave, diciendo: 2 Hijo de hombre, El año duodécimo, el quince del
canta una elegía al Faraón, rey de mes, fuéme dirigida la palabra de
Egipto, y di: Eras como el león de Yave, diciendo: 18 Hijo de hombre,
las gentes, eras como el cocodrilo de compon un canto lúgubre a la mu-
los mares: con tus narices hacías her- chedumbre del Egipto. Precipítale a
vir las aguas, y enturbiabas con tus él y las hijas de las gentes fuertes, a
patas los canales. 3 Así dice el Señor, lo profundo de la tierra, con los que
Yave: Yo
te tenderé mi red con una bajan a la fosa. 19 b 20 a Baja, y
turba de pueblos que te subirán en yace entre los incircuncisos, cae en-
mi esparavel, 4 y te echaré en tierra tre los muertos a la espada. 20 b La
seca, y te dejaré en medio del campo. espada ha sido ya entregada; traedlo
Haré venir sobre ti todas las aves a él y a toda su pompa. 21 a En el
del cielo, y saciaré de ti a todas las sepulcro se dirigirán a él los fuertes
bestias de la tierra. 5 Esparciré tus entre los fuertes, diciéndole a él y a
raines por los montes y llenará de sus auxiliadores: 19 a ¿En qué nos
tu carroña los valles. 6 Regaré con tu superas tú a nosotros? 21 t> Baja a
sangre la tierra por donde nadas, la la fosa, y yace entre los incircuncisos,
regaré. Regaré con ella hasta los entre los muertos a la espada.
22
montes y de ella se cubrirán los ca- Allí está Asur con todos sus ejér-
nales. citos, cuyos sepulcros están en torno
7
Al apagar tu luz, velaré los cielos de él. 23 Están sepultados en lo pro-
y oscureceré las estrellas. Cubriré fundo de la fosa rodeándote en torno,
de nubes el sol y la luna no resplan- todos traspasados por la espada, los
decerá; 8 todos los astros que brillan que sembraban el terror en la tierra
en los cielos se vestirán de luto por cíe los vivos.
24 Allí
ti, y se extenderán las tinieblas sobre Elam, con todas sus mesna-
la tierra, dice el Señor, Yave. 9 Lle- das en torno de su sepulcro; todos
naré de horror el corazón de muchos muertos a la espada cayeron, y baja-
pueblos, cuando lleve al cautiverio ron incircuncisos a lo profundo de la
a los tuyos, a tierras que no conocen; fosa. Los que esparcieron el terror
10
dejaré por ti atónitos a muchos en la tierra de los vivos trajeron su
pueblos, y a sus reyes que temerán ;
ignominia a loprofundo del abismo.
25
por sí, cuando comience a volar a su i En medio de los muertas pusieron
vista contra ti mi espada, al tiempo su lecho para él y sus muchedumbres.
de tu ruina. Sus sepulcros le rodean, todos incir-
EZEQUIEL, 33
No es recta la via del Señor. (Las voz y maestro en el canto; oyen tus
suyas no son rectas! 18 Si el justo se palabras, pero de ponerlas por obra,
aparta de su justicia y hace iniquidad, nada. 33 Mas cuando ello viniere,
morirá por ésta, 19 y si el impío se y viene ya, sabrán que hubo entre
aparta de su iniquidad y hace juicio líos un profeta.
20 Y
y justicia, por esto vivirá. decís:
No es recta la via del Señor. Yo os Los malos pastores.
juzgaré, joh casa de Israel!, a cada
uno conforme a sus caminos. 9 4 1
Fuéme dirigida la palabra de
21 El año duodécimo
de nuestro " * Yave, diciendo: 2
Hijo de hom-
cautiverio, el mes décimo, a cinco bre, profetiza contra los pastores de
del mes, vino a mí un escapado de Israel. Profetiza diciéndoles: Así habla
Jerusalén, diciendo: La ciudad ha el Señor, Yave: ;Ay de los pastores
sido tomada. 22 La tarde anterior, de Israel que se apacientan a sí
antes que llegase el fugitivo, había mismos! ¿Los pastores no son para
sido sobre mí la mano de Yave, que apacentar el rebaño? 3 Pero vosotros
abrió mi boca a la llegada del fugi- coméis su grosura, os vestís de su
tivo, a la mañana; abrióse mi boca lana, matáis lo que engorda, no apa-
y en lo sucesivo ya no estuvo mudo. centasteis a las ovejas. 4 No confor-
23 Y me
fué dirigida la palabra de tasteis a las flacas, no curásteis a las
Yave, diciendo: 24 Hijo de hombre, enfermas, no vendasteis a las heridas,
los que en la tierra de Israel moran, no redujisteis a las descarriadas, no
en aquellas ruinas andan diciendo: buscasteis a las perdidas, sino que
Abraham era él solo, y poseyó la las dominabais con violencia y con
tierra, pues nosotros somos muchos, dureza. 6 Y
así andan perdidas mis
poseeremos la tierra. 25 Diles, pues: Así ovejas, por falta de pastor, siendo
habla el Señor, Yave: Vosotros ban- presa de todas las fieras del campo.
queteáis por los montes, alzáis los 6 Anaan errantes por montes
y coila-
ojos a vuestros ídolos, derramáis la dos, derramadas por toda la haz ce
sangre; ¿y vais a poseer la tierra? 1°. tierra, sin que haya quien las busque
26
Vosotros os apoyáis sobre vuestras y las congregue.
espadas, hacéis abominaciones, y cada 7
Oíd, pues, pastores de Israel, la
cual contamina a la mujer de su palabra de Yave. 8 Por mi vida, dice
prójimo, ¿y vais a poseer la tierra? Yave, que pues mi rebaño ha sido
27
Diles así: Esto .dice el Señor, Yave: depredado, y han sido presa mis ove-
Por mi vida, que los que moran entre jas de todas las fieras del campo por
las ruinas perecerán a la espada, y falta de pastor, pues no iban mis
los que están en campo abierto los pastores en pos de mi rebaño, sino
daré en pasto a las fieras, y los que que le abandonaron, apacentándose
en las rocas y en las cuevas, morirán a sí mismos, no a mi grey; 9 oíd, por
de peste. 28 Y
desolaré la tierra tanto, joh pastores!, la palabra de Yave:
hasta destruir su soberbia y su for- 10 Así habla el Señor, Yave: Heme
taleza, y los montes de Israel serán aquí contra los pastores, para reque-
asolados sin que haya quien por ellos rir de su mano mis ovejas. No les
pase; 29 y sabrán que yo soy Yave, dejaré ya rebaño que apacienten, no
cuando convierta la tierra en un serán más pastores que a sí mismos se
desierto por todas las abominaciones apacienten. Les arrancaré de la boca
que han cometido. mis ovejas, no serán ya más pasto
30 Y
tú, hijo de hombre, mira que suyo. 11 Porque así dice el Señor,
los hijos de tu pueblo se burlan de ti Yave: Yo mismo iré a buscar a mis
junto a las paredes y a las puertas ovejas y las reuniré (1).
de sus casas, y hablan los unos con
los otros, cada uno a su prójimo, El pastor fiel.
diciendo: ]Ea, vamos a oír qué pala-
bra sale de Yave! 81 Y
vienen a ti 12
Como recuenta el pastor a sus
como a las asambleas, y se sientan ovejas el día en que la tormenta
delante de ti los de mi pueblo, para
escuchar tus palabras, pero 'uego
no ponen por obra; y mientras
las (1) Este capítulo, escrito después de la ruina
definitiva de Judá, está dedicado a levantar el
me halagan con su boca, se va su ánimo de los cautivos con la esperanza de la
corazón tras su avaricia. 32 Eres restauración, enlazada con la promesa me-
para ellos cantor gracioso, de hermosa siánica.
7.(1 EZEQUIEL, 35
EZEQUIEL, 36
EZEQUIEL, 38 737
4"
738 EZEQUIEL. 39
OESTE
H08TE
ESTE
codos de un lado y seis del otro. cien codos hacia el oriente. ,0 Midió
1S Midió la puerta desde el techo de el lugar y el ancho de la puerta que
una cámara hasta el techo de la de da al norte, al atrio exterior; 21 sus
enfrente, veinticinco codos de an- cámaras, tres a un lado, tres al otro;
chura, puerta contra puerta. 14 Midió las pilastras y el vestíbulo eran de
el atrio, veinte codos, que daba frente las mismas dimensiones que las de
a la puerta y la rodeaba por todas la puerta primera, cincuenta codos
partes. 16 Y desde la delantera de la de largo y veinticinco codos de ancho.
22
puerta cincuenta codos. 16 La puerta Sus ventanas, su vestíbulo, sus
tenía todo en derredor ventanas aspi- palmas, tenían las mismas dimensio-
lleradas, que hacia el exterior se es- nes que las de la puerta que da al
trechaban y estaban en las cámaras oriente. Se subía a ella por siete
y en sus pilastras, y lo mismo había gradas y delante de ella estaba el
también ventanas que daban al in- atrio. 23 Frente por frente de éste
terior del atrio en derredor, y en cada habla en el atrio interior una puerta
uno de los postes había palmas. que estaba también frente por frente
EZEQUIEL, 41 741
B
Más abajo de las cámaras habla aspectos como los de la visión que vi
una entrada que daba al oriente, cerca del río Quebar. Caí rostro a
para el que venía del atrio exterior, tierra, 4 mientras la gloria de Yave
10 Del
al comienzo del muro del atrio. penetró en la casa por la puerta de la
lado del mediodía, frente al espacio fachada que da al oriente. 5 El espí-
vacío y al muro de cintura había ritu me levantó y me llevó al atrio
cámaras; 11 delante de ellas un corre- interior, y vi la gloria de Yave llenar
dor como el de las cámaras que dan la casa, * y oí que alguno me hablaba
al norte, su largo y su ancho eran desde dentro de la casa, mientras el
los mismos, y también las varias sali- varón aquél estaba en pie junto a
das y toda su disposición. Como las mí, 7 me decía:
puertas de las primeras, 12 eran las Hijo de hombre, este es el lugar de
puertas de las cámaras que daban al mi trono, el escabel de las plantas de
mediodía, y había unas puertas al mis pies, donde habitaré para siem-
comienzo del corredor, en el muro pre en medio de los hijos de Israel.
correspondiente para quien venía del La casa de Israel no profanará ya
oriente. más mi santo nombre, ni ella ni sus
13 reyes, con sus abominaciones y con
Dijome: Las cámaras del norte
y cámaras del mediodía que dan
las homicidios de jefes en medio de ella
al espacio vacío son las cámaras del y con sus altos; 8 pusieron su umbral
santuario, donde los sacerdotes que junto a mi umbral y sus postes junto
se acercan a Yave comerán las cosas a mis postes, y pared sólo por medio,
santísimas, es decir, las oblaciones contaminaron mi santo nombre con
y las víctimas por el pecado y por el las abominaciones que cometieron.
delito, pues este lugar es santo. Por eso en mi furor los consumí.
14 Cuando los sacerdotes entraren no 8 Pero ahora
arrojarán lejos de mí
saldrán del lugar santo al atrio exte- sus fornicaciones y sus homicidios
rior, sino que dejarán allí las vesti- de jefes, y yo habitaré en medio de
duras con que ministran, pues son ellos para siempre.
santas; y vestidos de otras, se acer-
carán así a lo destinado al pue-
blo. El altar de los holocaustos.
15 Cuando hubo acabado de medir
la sacóme fuera por
fábrica interior, 10 Y
tú, hijo de hombre, describe a
la puerta que da al oriente y midió la casa de Israel, este templo, su
perímetro. 16 Midió lado traza, su diseño. 11 Si se avergüenzan
el el de
oriente con la caña de medir, qui- de lo que han hecho, muéstrales la
nientos codos; se volvió 17 y midió traza y el diseño de esta casa, sus sa-
el lado del norte, quinientos codos lidas y sus entradas y toda su dispo-
de caña de medir. 18 Midió el lado
la sición, sus ritos y sus leyes, y ponió
del mediodía, quinientos codos de por escrito ante sus ojos, para que
la caña de medir. 19 Se volvió al lado guarden todos sus ritos y sus reglas
de occidente y midió quinientos codos y los pongan por obra. 12 Esta es la
de la caña de medir. 20 Midió el muro ley de la casa: Sobre la cumbre del
de cintura a los cuatro vientos; tenía monte, todo en derredor, su término
quinientos codos de largo y quinien- será santísimo. Tal es la ley de la
tos codos de ancho, y separaba el casa. 13 He aquí las medidas del altar,
santuario del lugar profano. en codos de a codo y coto el codo.
El canal, de un codo de alto y un
codo de ancho, y el reborde que lleva
La gloria de Dios en el nuevo en torno, un palmo. 14 Tal es el zó-
templo. calo del altar. Desde el canal sobre
el suelo al plano inferior, dos codos,
A% 1
Llevóme luego de nuevo a la y la anchura de su vuelo, un codo.
puerta que da al oriente, 2 y Del plano inferior al plano superior,
vi la gloria del Dios de Israel venir cuatro codos, y la anchura de un
del oriente. Se oía un estrépito como codo. 15 El Ariel tenía cuatro codos,
el estrépito de caudalosas aguas, y y del Ariel arriba los cuatro cuernos.
la tierra resplandecía del resplandor 16 El Ariel tenía doce
codos de ancho
de la gloria. 3 El aspecto de lo que y doce codos de largo, formando un
veía era como el que vi cuando vine cuadrado perfecto. 17 El cuadro tenía
a destruir la ciudad, y en todos los catorce codos de largo y catorce de
744 EZEQUIEL, 44
ancho a los cuatro lados, y en torno al príncipe, por ser el príncipe, podrá
de él había una cornisa de medio sentarse en ella para comer el pan en
codo y el canal de un codo todo en la presencia de Yave; entrará por el
derredor; sus gradas estaban al lado camino del vestíbulo de la puerta
oriental. y por el mismo saldrá.
* Llevómehacia la puerta del
norte por delante de la casa, y miré
Su inauguración. y vi que la gloria de Yave llenaba
ia casa de Yave, y me postré rostro
18
Díjome: Hijo de hombre, así a tierra. 6 Yave me dijo: Hijo de
habla el Señor, Yave: Estas son las hombre, pon atención, mira con tus
leyes del altar, para cuando sea cons- ojos, y oye con tus oídos todo Jo que
truido para ofrecer en él holocaustos yo voy a hablar contigo, sobre todas
y derramar la sangre de ellos. 19 A las ordenaciones de la casa de Yave
ios sacerdotes, levitas de la posteri- y todas sus leyes; pon atención a
dad de Sadoc, que serán los que a íodas las entradas de la casa y a
mí se han de acercar para servirme, todas las salidas del santuario; 6 y
dice el Señor, Yave, les darás un di a los rebeldes, a la casa, de Is-
novillo para el sacrificio por el pe- rael:
cado. 20 Tomarás de su sangre y Así dice el Señor, Yave: Basta ya
untarás con ella los cuatro cuernos de abominaciones, |ph casa de Israel!
7
y los cuatro ángulos del cuadro y el De traer extranjero ni incircun-
borde todo en torno. Así harás la cisos de corazón e incircuncisos de
expiación y la propiciación del altar. carne, para que entren en mi san-
21
Tomarás luego el novillo del sacri- tuario, contaminen mi casa, mien-
ficio por pecado, que quemarás
el tras vosotros me ofrecéis mi pan, el
en el lugar de la casa designado sebo y la sangre, quebrantando así
fuera del santuario. 22 Al día siguiente mi alianza con todas vuestras abo-
ofrecerás por el pecado un macho minaciones, 8 y no guardando lo
cabrío sin defecto, y expiarás H altar establecido acerca de mis cosas santas,
como con el novillo. 23 Cum-
lo hiciste antes poniéndolos como ministros de
plido que hayas el rito expiatorio, mi culto en mi santuario, en lugar
ofrecerás un novillo sin defecto y vuestro. 9 Así dice el Señor, Yave:
un carnero de la grey, sin defecto. Ningún extranjero incircunciso de
24 corazón e incircunciso de carne, de
Los ofrecerás a Yave, los sacer-
dotes derramarán sobre ellos la sal, cuantos están en medio de Israel,
y los ofrecerán a Yave en holocausto. entrará en mi santuario. 10 Los levi-
25 Por siete días sacrificarás por el tas, que se apartaron de mí cuando
pecado un macho cabrío por día; Jsrael se alejó de mi, yéndose tras sus
ofrecerás además un novillo y un ídolos, llevarán su iniquidad. 11 Ellos
carnero de la grey, sin defecto. 24 Por servirán en mi santuario de guardias
siete días se hará la propiciación de las puertas de la casa y de guar-
del altar, se purificará y se consa- dias de la casa misma; ellos degollarán
grará. 27 Pasados estos días, del día los holocaustos y las víctimas del
octavo en adelante, los sacerdotes pueblo, y estarán ante él para ser-
ofrecerán en el altar vuestros holo- virle. 12 Por haber servido a sus
caustos y vuestros sacrificios euca- ídolos y haber sido para la casa de
rísticos, y yo os seré propicio, dice Israel tropiezo de iniquidad, alzo mi
el Señor, Yave. mano, dice el Señor, Yave, y juro
Sue llevarán sobre sí su iniquidad;
que no se acercarán a mi para ser-
I.as nuevas leyes del culto. virme en las funciones sacerdotales
y para tocar mis cosas santas en el
44 1
Llevóme luego de nuevo a la santísimo, sino que llevarán sobre sí
puerta fuera del santuario
de la vergüenza y la pena de las abomi-
que daba oriente, pero la puerta
al naciones que cometieron. 14 Los dejo
estaba cerrada; 2 y me dijo Yave -
reducidos a hacer solamente la guar-
Esta puerta ha de estar cerrada, no dia de la casa y su servicio en lo que
se abrirá, ni entrará por ella hombre en ella haya de hacerse.
,& Los sacerdotes levitas hijos de
alguno, porque ha entrado por ella
Yave, Dios de Israel; por tanto, ha Sadoc, que guardaron el ordena-
de quedar cerrada. 1 Por lo que hace miento de mi santuario, cuando se
EZEQUIEL,.46 745
DAN
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EFRAIM
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LEVITAS
poacion del PORUOh OEl
PORCtOri DE LO»
BEfUAKin
SIMEOM
ISACJiK
ZABuion
GAO
Distribución de la tierra.
oriental. 18
Del lado del mediodía, heredad vuestra y los extranjeros
al mediodía, desde Tamar hasta las que entre vosotros peregrinan y entre
aguas de Meribot Cades, en la direc- vosotros han engendrado hijos, pues
ción del torrente hasta el mar grande. los tendréis como naturales entre los
Esta es la frontera meridional, la hijos de Israel y entrarán en suerte
del mediodía. 20 Del lado de occidente con vosotros para heredarse entre las
la frontera será el mar grande, desde tribus de Israel. 23 En la tribu en que
el límite hasta frente a Hamat. Esta peregrinare el extranjero, en ella le
es la frontera occidental. daréis su heredad, dice el Señor, Yave.
EZEQUIEL, 48 749
E todos los piletas, es Daniel el más misterioso. Está su libio como en-
vuelto en misterios; no ciertamente doctrinales, aunque de éstos algunos
tiene, sino históricos. Son estas dificultades de las que dice Pió XII en su encí-
clica Divino afilante Spiritu, que no han sido resueltas todavía y esperan su
solución de la asidua y mancomunada labor de los estudiosos. Hablando el pro-
feta Ezequiel del estado de la causa de Judá ante la justicia de Dios, dice
que aunque intercedieran por él Noé, Daniel y Job, no podrían alcanzarle perdón
con sus plegarias (il, 14, 20). Tales palabras pareeden indicar que Daniel
era un personaje antiguo, célebre por su justicia, comparable a Noé y a Job.
En 28,3, el mismo profeta Ezequiel nos lo presenta como ya famoso por su
sabiduría. ArguyeiAo al príncipe de Tiro, que presume de sabio, k dice:
¿Eres acaso tú más sabio que Daniel?» En el libro que lleva su nombre se nos
cuenta cómo después del año tercero de Joaquim (605), en una deportación
anterior a las dos que conocemos, de 598 y 587, fué escogido con otros tres jó-
venes hebreos para ser educado en el palacio real de Babilonia y entrar luego
al servicio del rey (1, 1-11 sigs.). Mas ya antes de esto, según el capitulo 12,
el «jovencito» Daniel había salvado la vida de la inocente Susana y hecho con-
denar a sus acusadores.
Introducido en el palacio real, el joven Daniel, gracias a su inteligencia
y don de profecía, se ganó la confianza de Nabucodonosor y llegó a ocupar
altos cargos en el gobierno de Caldea. Y así continuó al pasar ésta a los medos
y persas (539), pues Darío el Medo le colocó a la cabeza de los Sátrapas gober-
nadores de las provincias (6, 1 sigs.). Esta confianza la conservó también bajo
el sucesor de Darío, Ciro el Persa (6, 28). Su alta posición, la religión que
profesaba y el celo por demostrar la inanidad de los dioses caldeos, le atrajo
enemigos que pusieron en peligro su vida. Pero todo sirvió para gloria de Dios
y de la religión del pueblo israelita. Del fin de Daniel nada sabemos.
752 DANIEL. 1
Por razón de la materia el libro consta de dos partes, una histórica y pro-
fética la otra.Abarca la primera los seis primeros capítulos, y los dos últi-
mos, que forman un apéndice. Contiene una visión profclica, la de la estatua,
cuyo recuerdo retrajo Daniel a la memoria de Nabucodonosor, dándole al mismo
tiempo su interpretación (2, 31-45). La parte, profética comprende los capi-
tulas 7 a 12, con cuatro visiones. Tienen de singular que todas abarcan el
mismo cuadro histórico y lo terminan en la persecución de Antioco IV.
El libro se ha conservado en tres lenguas: la aramea (2, 4-7, 28), la griega
(3, 24-9), inserta en la sección aramea, y el apéndice (12-14). El resto está
escrito en hebreo. Las partes hebrea y aramea entran en el canon judio de las
Escrituras; la parte griega es reconocida por la Iglesia, que con la versión de
los LXX la recibió de los Apóstoles como parte de las Escrituras divinas. Los
judíos no cuentan a Daniel entre los profetas, sino entre los hagiógrafos.
Esperamos que la investigación perseverante de los sabios, bajo la direc-
ción de la Iglesia, acabe de poner en claro las dificultades que envuelven el
libro de Daniel. Entretanto, es para nosotros suficiente que el valor de sus va-
ticinios mesiánicos y de todas sus enseñanzas doctrinales no disminuye en nada
aunque se halle oscurecida su parte histórica por algunas dificultades cuya solu-
ción al presente no entrevemos.
DANIEL
Introducción. propuso Daniel en su corazón no
contaminarse con la porción de la
comida del rey ni con el vino que él
1
El año tercero del reinado de bebía, y rogó al jefe de los eunu-
Joaquim, rey de Judá, Nabuco- cos que no le obligara a conta-
donosor, rey de Babilonia, fué contra minarse. • Hizo Dios que hallase Da-
Jerusalén y la asedió. 2 Y entregó el niel gracia y favor ante el jefe de los
10
Señor en sus manos a Joaquim, rey eunucos; y el jefe de los eunucos
de Judá, y parte de los vasos de la dijo a Daniel: Tengo miedo de mi
casa de Dios, y los trajo a la tierra señor,el rey, que ha determinado lo
de Senaar, a la casa de su dios, y que habéis de comer y beber, porque
metió los vasos en la casa de} tesoro si viere vuestros rostros más maci-
de su dios. 3 Dijo el rey a Aspenaz, lentos que los de los mozos de vues-
jefe de sus eunucos, que trajese de tra edad, condenaríais mi cabeza ante
los hijos de Israel, ael linaje real y el rey.
11
del de los príncipes, cuatro mozos Dijo entonces Daniel a Malasar,
en los que no hubiera tacha, de buen a quien el jefe de los eunucos había
parecer, de sabiduría, de entendi- puesto para velar sobre Daniel, Ana-
miento y educados, capaces de servir nías, Misael y Azarías: 1S Prueba a
en el palacio del rey, y a quienes se tus siervos por diez días, y que nos
instruyese en las letras y la lengua den comer legumbres y agua a
a
13
de los caldeos. 5 Asignóles el rey para beber; y compara luego nuestros
cada día una porción de los manjares rostroscon los de los mozos que
de su mesa, del vino que él bebía, comen los manjares del rey, y haz
y mandó que los criasen durante tres después con tus siervos según veas.
años, al cabo de los cuales entrasen 14 Concedióles lo que le. pedían y los
a servir al rey. probó por diez días, 16 al cabo de
* Fueron de ellos, de entre los hi- los cuales tenían mejor aspecto y
jos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y estaban más metidos en carnes que
Azarías, 7
a los cuales el jefe de los los mozos que comían los manjares
eunucos puso por nombre: a Daniel, del rey. 16 Malasar se llevaba sus
Baltasar, a Ananías, Sidraj, a Misael, manjares y su vino y les daba le-
Misaj, y a Azarías, Abed-Ñego. 8 Se**gumbres.
DANIEL, 2 753
Arioj, a quien había mandado el rey joh rey!, eres rey de reyes, porque
matar a de Babilonia, y le
los sabios el Dios de los cielos te ha dado el
dijo asi: No mates a los sabios de imperio, el poder, la fuerza y la
Babilonia; llévame a la presencia del gloria. 38El ha puesto en tus manos,
rey, que yo daré al rey la explicación. dondequiera que habitasen, a los hi-
25 Llevó entonces jos de los hombres, a las bestias de
Arioj prestamente
a Daniel a la presencia del rey, y los campos, a las aves del cielo, y
dijole así: He hallado a uno de los te ha dado el dominio de todo; tú
deportados de Judá que dará al rey eres la cabeza de oro. 39 Después de
la explicación. 26 Respondió el rey ti surgirá otro reino, menor que el
diciendo a Daniel, a quien llamaban tuyo, y luego un tercero que será de
Baltasar: ¿Podrás tú declararme el bronce y dominará sobre toda la
sueño que vi y su interpretación? tierra. 40 Habrá un cuarto reino
27
Daniel respondió delante del rey, fuerte como el hierro, como todo lo
diciendo: Lo que pide el rey es un rompe y destroza el hierro, así él lo
misterio que ni sabios ni astrólogos, romperá todo, como el hierro que todo
ni magos ni adivinos son capaces de lo hace pedazos.
descubrir al rey; 28 pero hay en los 41 Lo que viste de
los pies y los
cielos un Dios que revela lo secreto, dedos, parte de barro de alfarero,
y que ha dado a conocer al rey Nabu- parte de hierro, es que este reino
codonosor lo que sucederá en el correr será dividido, pero tendrá en sí algo
de los tiempos. He aquí tu sueño y de la fortaleza del hierro, aunque viste
la visión que has tenido en tu lecho: el hierro mezclado con el barro.
42 Y
el ser los dedos parte de hierro
parte de barro, es que este reino será
i:i sueño y su interpretación. en parte fuerte y en parte frágil.
48 Viste el hierro mezclado con barro
29 En tu lecho, joh reyl, te vinieron porque se mezclarán por alianzas hu-
p ensamientos de lo que vendrá des- manas, pero no se pegarán unos con
pués de este tiempo, y el que revela otros, como no se pegan el hierro y
los secretos te dió a conocer lo que el barro.
sucederá. 30 Si este misterio me ha 44 En tiempo
de esos reyes el Dios
sido revelado, no es porque haya en de los un reino que
cielos suscitará
mí una sabiduría superior a la de no será destruido jamás, y que no
todos los vivientes, sino para que yo pasará a poder de otro pueblo; des-
dé a conocer al rey la explicación y truirá y desmenuzará a todos esos
llegues a entender los pensamientos reinos, mas él permanecerá por siem-
de tu corazón. pre. " Eso es lo que significa la pie-
31 Tú,
[oh rey!, mirabas y estabas dra que viste desprenderse del monte
viendo una gran estatua. Era muy sin ayuda de mano, que desmenuzó el
grande la estatua, y de un brillo hierro, el bronce, el barro, la plata
extraordinario. Estaba en pie ante y el oro. El Dios grande ha dado a
32 rey lo que ha de suceder
ti, y su aspecto era terrible. La conocer al
cabeza de la estatua era de oro puro, después. El sueño es verdadero y
su pecho y sus brazos de plata, su cierta su interpretación (1).
vientre y sus caderas de bronce,
33 sus
piernas de hierro y sus pies
parte de hierro, parte de barro. 34 Tú Daniel, jefe de los sabios caldeos.
estuviste mirando, hasta que una pie-
dra desprendida, no lanzada por mano, 48 Entonces el rey Nabucodonosor
ante Daniel, y mandó que le ofrecie- tanto, los pueblos todos, en oyendo
sen sacrificios y perfumes. 27 Dirigió el sonido de las bocinas, las arpas,
el rey palabra a Daniel y le dijo:
la los salterios, las gaitas y de los ins-
En verdad que vuestro Dios es el trumentos músicos de toda suerte,
Dios de los dioses y el Señor de los todos los pueblos, naciones y hombres
reyes, y que revela los secretos, pues de toda lengua, se prosternarán y
que tú has podido descubrir este mis- adorarán la estatua de oro alzada
terio. 48 En seguida el rey engrande- por el rey Nabucodonosor.
ció a Daniel y le dió muchos y gran-
des dones y le hizo jefe supremo de
todos los sabios de Babilonia. 49 Da-
niel rogó al rey que diese la inten-
Los tres jóvenes hebreos se nie-
dencia de la provincia de Babilonia
gan a adorar y son denunciados
al rey.
a Sidraj, Misaj y Abed-Nego. Daniel
estaba en la corte del rey.
8
Con ocasión de esto vinieron en-
tonces algunos caldeos y denuncia
ron a los judíos. 9 Hablaron al rev
La estatua erigida por Nabucodonosor, diciendo: jVivas por
Nabucodonosor. siempre, oh rey! 10 Tú, joh reyl, has
dado una ley, por la cual todo hom-
»> Hizo el rey Nabucodonosor una bre, en oyendo el son de las bocinas,
*' estatua de oro, alta de sesenta las cítaras, las arpas, los salterios,
codos, y seis codos de ancha. Alzóla las gaitas y toda suerte de instrumen-
en el llano de Dura, de la provincia tos músicos, ha de adorar postrado
de Babilonia; 2 y mandó el rey reunir la estatua de oro, 11 y que quien no
a todos los sátrapas, prefectos, bajás, se postre y adore será arrojado a
oidores, tesoreros, magistrados, jue- un horno encendido. 12 Pues hay unos
ces, y a todos los gobernadores de las hombres, judíos, a quienes has enco-
provincias, para que viniesen a la mendado tú la dirección de los nego-
dedicación de la estatua que había cios de la provincia de Babilonia,
alzado el rey Nabucodonosor (1). Sidraj, Misaj y Abed-Nego, que sin
3
Reuniéronse, pues, los jefes, pre- tenerte en cuenta para nada, ion reyl,
fectos, bajás, oidores, tesoreros, ma- no sirven a tus dioses y no adoran la
gistrados, jueces y todos los gober- estatua que has alzado.
nadores de las provincias, para la \i3 Irritado
y furioso entonces Nabu-
dedicación de la estatua alzada por codonosor, dió orden de que trajesen
el rey Nabucodonosor, y se pusieron a Sidraj, Misaj y Abed-Nego. Traídos
ante la estatua que Nabucodonosor éstos a la presencia del rey, Nabuco-
había alzado. donosor les habló, diciendo: ¿De pro-
pósito, Sidraj, Misaj y Abed-Nego,
no servís a mis dioses y no adoráis
la estatua de oro que yo he alzado?
Orden de adorar la estatua. 16 Ahora, pues, aprestaos,
y en oyen-
do el sonido de las bocinas, las cítaras,
4
Un
pregonero clamaba ^n voz las arpas, los salterios, las gaitas y
alta: Ved
lo que se os ordena, pueblos, de toda suerte de instrumentos mú-
naciones y hombres de toda lengua. sicos, postraos y adorad la estatua
5 En cuanto oigáis el sonido de las que yo he hecho; y si no la adoráis,
bocinas, las cítaras, las arpas, los al instante seréis arrojados a un
salterios, las gaitas y toda suerte de horno encendido. ¿Y quién será el
instrumentos, adorad postrados la es- dios que os libre de mis manos?
X6 Sidraj, Misaj
tatua de oro que ha alzado el rey y Abed-Nego res-
Nabucodonosor. 6 Todo aquel que no pondieron al rey diciendo: Nabuco-
adore postrándose al instante será donosor, no tienes por qué esperar
echado en un horno encendido. 7 Por más nuestra respuesta en esto; 17 pues
nuestro Dios, al que servimos, puede
librarnos del horno encendido, y. nos
(i) La adoración de la estatua del rey, im- librará de tu mano. 18 Y si no qui-
puesta a todos sus subditos, pone de relieve la
siere, sabe ¡oh rey!, que no adora-
condena de los tres jóvenes que se niegan a
adorarla, llevados de su fidelidad a la ley y a remos a tus dioses ni nos .postrare-
su Dios. mos ante la estatua que has alzado.
756 DANIEL, 3
gún nos hablas ordenado para que cendido al horno con Azarías y sus
fuéramos felices, 31 y cuantos niales compañeros, y apartaba del horno
has traído sobre nosotros, y cuanto las llamas de fuego y hacía que el
has hecho con nosotros, con justo interior del horno estuviera como si
juicio lo has hecho. en él soplara un viento fresco; y el
32 Nos* entregaste en poder de fuego no los tocaba absolutamente
DANIEL, 3 757
del fuego sindaño alguno, y el cuarto • Hice que vinieran ante mi todos
de ellos parece un dios. 26 Acercóse los sabios de Babilonia, para que me
entonces Nabucodonosor a la entrada diesen la interpretación del sueño.
7
del horno encendido, y hablando, dijo: Vinieron, pues, los magos, los astró-
Sidra], Misaj y Abed-Nego, siervos logos, los caldeos y los adivinos, y
del Dios supremo, salid y venid. les expuse el sueño, pero nunca
Entonces salieron de en medio del pudieron darme la interpretación;
fuego Sidraj, Misaj y Abed-Nego; 8
hasta que vino ante mí Daniel,
27
y juntándose los jefes, los prefec- cuyo nombre es Baltasar, del nombre
tos, los bajás y los consejeros del de mi dios, y en el cual reside el
reino, vieron que el fuego no había espíritu de los dioses santos. Expli-
tenido poder alguno sobre los cuerpos quéle mi sueño, diciéndole: * Baltasar,
de aquellos varones, y ni siquiera se tú, jefe de los magos, que tienes en ti,
habían quemado los cabellos de sus yo lo sé, el espíritu de los dioses
cabezas, que sus ropas estaban intac- santos, y a quien ningún misterio
tas y ni siquiera olían a chamuscadas. se oculta, dame la explicación de las
28 Tomó entonces la palabra Nabu- visiones que en sueño he tenido.
codonosor, y dijo: Bendito sea el 10 He aquí las visiones de mi espí-
Dios de Sidraj, Misaj y Abed-Nego, ritu (1) mientras estaba en mi lecho.
que ha mandado su ángel y ha librado Miraba yo, y vi en medio de la tierra
a sus siervos que confiaron en él y un árbol alto sobremanera. 11 El i
grandes han sido sus señales! jCuán un corazón de bestia, y pasen sobre 1
17 Esta sentencia es
potentes sus prodigiosl- Su reino es él siete tiempos.
reino eterno y su dominación per- decreto de los que velan, es resolu- I
dura de generaciones en generaciones. ción de los santos, para que sepan (
4 Yo, Nabucodonosor, vivía tran- los vivientes que el Altísimo es dueño
quilo en mi casa, feliz en mi palacio; del reino de los hombres y lo da a 1
• y tuve un sueño que me espantó, quien le place, y puede poner sobre |'
y los pensamientos que me perse- el al más bajo de los hombres.
guían en mi lecho y las visiones de
•
18 Este es el sueño que tuve yo, el I
mi espíritu me llenaron de espanto.
(i) Víase lo dicho en 2, i, sobre los sueños.
(i) La perseverancia acaba en gloria de la Este anuncia la locura del rey. que, en su de-
nación y de la religión judia, dando el rey un mencia, se tendría por bestia. Digno castigo
decreto que impone a todos sus pueblos el res- de su orgullo por haber creído igualarse con
peto a la religión de Israel. Dios.
DANIEL, 5 759
Dios que tiene en sus manos tu vida y confirme un real edicto, mandando
y es el dueño de todos tus caminos. que cualquiera que en espacio de el
24 Por eso ha mandado él esa mano treinta días hiciere petición alguna
que ha trazado esa escritura. 25 La a dios u hombre, fuera de ti, joh rey!,
escritura es: Mene, mene, tequel, ufar- sea arrojado al foso de los leones.
8
sin (1) 26 y ésta es su interpretación: Confirma, pues, ¡oh rey!, el edicto,
Mene, ha contado Dios tu reino y le y fírmalo para que no pueda ser
ha puesto fin; 27 tequel, has sido pesado revocado conforme a la irrevocable
en la balanza y hallado falto de peso; ley de Media y de Persia. 9 Firmó,
28ufarsin, ha sido roto tu reino y dado pues, el rey Darío el edicto y la pro-
a los medos y persas. hibición.
29 Mandó
entonces Baltasar ves-
tirle de púrpura, poner a su cuello
el collar de oro, y pregonar de él Daniel no cumple el edicto
que era el tercero en el reino. del rey.
boca del foso, y la selló el rey con su estaba en su lecho. En seguida escri-
anillo y con los anillos de sus grandes, bió el sueño contando lo principal
para que en nada pudiera mudarse de él.
la situación de Daniel. 2 Comenzó Daniel diciendo: Yo
19 Fuése luego el rey
a su palacio, miraba durante mi visión nocturna,
y se acostó en ayunas, no se tocaron y vi irrumpir en el mar grande los
ante él instrumentos de música, y cuatro vientos del cielo, y salir del
huyó de sus ojos el sueño. 19 Levan- mar cuatro grandes bestias, diferen-
tóse, pues, muy de mañana, y se fué tes una de otra (1). 4
La primera
apresuradamente al foso de los leones; bestia era como león con alas de
80 águila. Yo estuve mirando hasta que
y acercándose al foso de los leones,
llamó con tristes voces a Daniel, y le fueron arrancadas las alas y fué
hablando el rey a Daniel, decia: levantado de la tierra, poniéndose
Daniel, siervo del Dios vivo, el Dios sobre dos pies a modo de hombre,
tuyo a quien perseverante sirves, ¿ha y le fué dado corazón de hombre.
podido librarte de los leones? 21 En- 6 Y
he aquí que una segunda bestia
tonces dijo Daniel al rey: Vive por semejante a un oso, y que tenía en
siempre, ioh rey! 22 Mi Dios ha enviado su boca entre los dientes tres cos-
su ángel, que ha cerrado la boca tillas, se estaba a un lado y le dijeron:
de los leones para que no me hiciesen levántate a comer mucha carne. * Se-
mal, porque delante de él ha sido guí mirando después de esto; y he
hallada en mf justicia, y aun delante aquí otra tercera semejante a un
de ti, joh rey!, nada he hecho de malo. leopardo, con cuatro alas en sus
23
Púsose entonces muy contento el espaldas y cuatro cabezas, y le fué
rey, y mandó que sacasen del foso dado el dominio. 7 Seguía yo mirando
a Daniel. Daniel fué sacado del foso en la visión nocturna, y vi la cuarta
y no hallaron en él herida alguna, bestia, terrible, espantosa, sobre-
porque habia tenido confianza en su manera fuerte, con grandes dientes
Dios. 24 Mandó el rey que los hom- oe hierro y garras de bronce. Devoraba
bres que habían acusado a Daniel y trituraba, y las sobras las macha-
fueran traídos y arrojados al foso caba con los pies. Era muy diferente
de los leones, elios, sus hijos y sus de todas las bestias anteriores, y
mujeres, y antes que llegasen al tenía diez cuernos.
fondo del foso, los leones los cogieron 8 Estando yo contemplando los
y quebrantaron todos sus huesos. cuernos, vi que salía de entre ellos
otro cuerno pequeño, y le fueron
arrancados tres de los primeros, y este
Darlo da gloría a Dios. otro tenía ojos como de hombre y
una boca que hablaba con gran arro-
25 Entoncesrey Darío escribió
el gancia.
a todos los pueblos, naciones y len-
guas que habitan en toda la tierra:
Paz mucha. 24 Mando que en toda I-'.l anciano de días y el juicio.
la extensión de mi reino teman todos
y tiemblen ante la presencia del Dios
9
Estuve mirando hasta que fue-
de Daniel, porque él es el Dios vivo, ron puestos tronos, y vi a un an-
y eternamente subsiste su reino, que ciano de muchos días, cuyas vesti-
no será jamás destruido, y su domi- duras eran blancas como la nieve
nación, que perdurará hasta el fin. y los cabellos de su cabeza como lana
27 El libra y salva, y obra señales y blanca. Su trono llameaba como lla-
portentos en los cielos y en la tierra. mas de fuego y las ruedas eran fuego
El ha librado a Daniel del poder ardiente. 10 Un rio de fuego procedía
de los Icones. 28 Daniel prosperó y salía de delante de él, y le servían
durante <i reinado de Darío y durante millares de millares, y le asistían
el reinado de Ciro, persa. millones de millones. Sentóse el tri-
bunal, y fueron abiertos los libros.
Visi6n de las cuatro bestias. (i) Estas cuatro fieras tienen la misma sig-
nificación que las diversas partes de la estatua
vista por Nabucodonosor, y no hay duda de que
7 1
El año primero de Baltasar, rey la cuarta sea el reino de Siria, y este cuerno que
*
de Persia, tuvo Daniel un sueño dice grandes blasfemias. Antloco IV, el gTan
y vió visiones de su. espíritu mientras perseguidor de los judíos.
DANIEL, 8 763
lante del río, y corrió contra él con cuernos, cuatro reyes que se alzarán
la furia de su fortaleza. 7 Vi que le en la nación, mas no de tanta fuerza
acometía, rompiéndole ambos cuer- como aquél. 23 Al final de su domi-
nos, sin que el carnero tuviera fuerza nación, cuando se completen las pre-
para resistirle, y echándole por tierra varicaciones, levantaráse un rey im-
le pisoteó, sin que nadie pudiera pudente c intrigante; 24 su poder cre-
librar al carnero. cerá, no por su propia fuerza, y pro-
8
El macho cabrío llegó a ser muy ducirá grandes ruinas y tendrá éxitos,
potente, pero cuando lo fué, se le y destruirá a poderosos y al pueblo
rompió el gran cuerno, y en su lugar de los santos. 25 Por sus prosperida-
le salieron cuatro cuernos, uno a des y por el éxito de sus intrigas se
cada uno de los vientos del cielo. llenará de arrogancia su corazón, y
9
Del uno de ellos salió un cuerno hará perecer a muchos que vivían
pequeño, que creció mucho hacia el apaciblemente y se levantará contra
mediodía y el oriente y hacia la el Príncipe de los príncipes, pero será
tierra gloriosa; 10 engrandecióse hasta destruido sin que intervenga mano
llegar al ejército de los ciclos, y echó alguna. 26 La visión de tardes y ma-
a tierra estrellas y las holló. 11 Aun ñanas es verdadera, guárdala en tu
contra elpríncipe del ejército se corazón porque es para mucho tiempo.
irguió y le quitó el sacrificio perpetuo, 27 Yo, Daniel, quedé quebrantado,
ñarte lo que sucederá al fin del término de este período debe de ser Ciro
tiempo de la ira, pues tendrá fin, ese (Is., 45, t). El segundo período, de sesenta y
dos semanas, llena el largo espacio que va
tiempo.
desde la vuelta del cauiiverio con las luchas
por la reedificación del templo y de la ciudad,
contadas en Esdras y NchemUs, h.ista la muer-
La explicación. fe de un ungido, el cual no es otro que el Pon-
tífice Onías, cuya muerte, acaecida en 171, es
80 El carnero de dos cuernos que narrada en el II Mac, 4, 30-42). Queda una
semana, que será de persecución, la cual el in-
has visto son los reyes de Media y
térprete divide en dos mitades con la supre-
de Persia; 21 el macho cabrío es el sión del sacrificio perpetuo realizada por An-
rey de Javán, y el gran cuerno de tioco IV en 168, y que duró tres años. La
entre sus ojos es el rey primero; 82 el salud mcsiánica vendrá después; pero tampoco
romperse y salir en su lugar otros inmediatamente después, como acaece en los
DANIEL, 9 765
ejército poderoso y muy numeroso, con oro y plata, con piedras preciosas
pero no le resistirá, porque se le hará y cosas de gran valor. 39 Con ese dios
traición. 28Los que comen su pan le extraño combatirá las plazas fuertes,
quebrantarán y su ejército será des- y colmará de honores a los que le
truido, cayendo muchos muertos. reconozcan, y los hará dominar sobre
27 muchos, distribuyéndoles tierras en
Los dos reyes meditarán en su
corazón hacerse mal, y sentados a la merced.
misma mesa se hablarán falazmente, 40 Al tiempo del fin, el rey del
mas no les servirá de nada, porque mediodía chocará con él, y el rey del
llegará el fin al tiempo señalado. norte caerá sobre él como una tem-
28 Volverá pestad, con carros y jinetes y nume-
a su tierra con grandes
riquezas, y será en su corazón hostil rosas naves; avanzará por las tierras,
a la alianza santa, y obrará contra se derramará como un torrente y se
ella;luego se volverá a su tierra (1). desbordará. 41 Entrarán en la más
29 hermosa de las tierras, y sucumbirán
Al tiempo determinado marchará
de nuevo contra el mediodía, pero muchos, pero Edom, Moab y los
esta última vez no sucederán las cosas principales de los hijos de Ammón
como en los tiempos anteriores; 30 ven- se librarán de sus manos. 42 Exten-
drán contra él naves de Quittim, y, derá su mano sobre muchas tierras,
descorazonado, retrocederá. Luego, y no escapará la de Egipto; 43 se
furioso contra la alianza santa, no adueñará de tesoros de oro y plata
se quedará inactivo, y volverá a con- y de todas las preciosidades del
certarse con los que abandonaron Egipto; libios y etiopes le seguirán.
44 Pero nuevas venidas del oriente
la alianza santa. 31 A su orden se y
presentarán tropas que profanarán el del norte le asustarán y partirá muy
santuario y la fortaleza, y harán cesar enfurecido, con ánimo de exterminar
el sacrificio perpetuo y alzarán la abo- a muchos. 45 Alzará la tienda de su
minación dcsoladora (2). 32 Sedu- palacio entre los mares y el monte
cirá con sus halagos a los traidores a glorioso y santo. Mas luego llegará su
la alianza santa; pero el pueblo que fin sin que nadie pueda socorrerle (i).
conoce a su Dios obrará con firmeza,
33
y los sabios de entre ellos instrui-
rán a la muchedumbre. Caerán de Triunfo del pueblo elegido.
entre ellos por un tiempo a la espada,
al fuego, al cautiverio y al pillaje, 34 y 1 •) Entonces so alzará Miguel, el
1
5 Aquel
rán y se acrecentará su conocimiento. año habían sido designa-
5
Yo, Daniel, miré y vi a dos dos jueces dos ancianos de esos
hombres que estaban en pie, el uno de quienes dijo el Señor: Salió la
al lado de acá del río, el otro del iniquidad de Babilonia, de los ancia-
lado de allá; 6 y uno de ellos dijo al nos constituidos en jueces, que pare-
varón vestido de lino, que estaba so- cían gobernar al pueblo. 8 Frecuen-
bre las aguas del río: ¿Cuándo será taban éstos la casa de Joaquín y a
el fin y sucederán esas promesas? ellos venían cuantos tenían algún plei-
7
Yoí decir al varón vestido de lino to. 7 Hacia el mediodía, cuando el
que estaba sobre las aguas del río, pueblo se había retirado, entraba Su-
y que alzando al cielo su derecha y sana en el jardín de su marido para
su izquierda, juró por el que eterna- solazarse, 8 y viéndola cada día los
mente vive que eso será dentro de dos ancianos entrar y solazarse, sin-
un tiempo, de tiempos y de la mitad tieron por ella una pasión vehemente.
de un tiempo, y que todo esto se 9
Ypervertido su juicio, no miraban
cumplirá cuando la fuerza del pue- al cielo ni se acordaban de los juicios
blo de los santos estuviera entera- de Dios.
mente quebrantada. 8 Yo vi, pero no 10 Ambos
estaban heridos de amor
entendiendo, pregunté: Mi Señor, por Susana, pero no se lo habían
¿cómo será el fin de estas cosas? 9 Y comunicado entre sí, 11 porque sen-
él respondió: Anda, Daniel, que esas tían vergüenza de confesarse uno a
cosas están cerradas y selladas basta otro su pasión y el deseo que tenían
el tiempo del fin. 10 Muchos serán de unirse a ella, y a porfía buscaban
purificados, emblanquecidos y depu- cada día ocasión de verla. 13 así Y
rados; los impíos seguirán el mal y se dijeron el uno al otro: Vamos a
ninguno de los malvados entenderá, casa, que ya es la hora de comer.
pero los que tienen entendimiento Y salieron cada uno por su lado;
comprenderán. 11
Después del tiem- 14 pero dando la vuelta, vinieron a
po de la cesación del sacrificio per- juntarse ambos en el mismo sitio.
petuo y del alzar la abominación deso- Preguntándose la causa, se declara-
ladora, habrá mil doscientos noventa ron su pasión, y en común espiaron
días. 12 Bienaventurado el que espere el momento que pudieran hallarla
y llegue a mil trescientos treinta y sola.
cinco días. 13 Y
tú caminarás a tu fin 15
Mientras esperaban ellos la opor-
y descansarás, y te levantarás al tunidad, entró Susana en el jardín,
fin de los días. como de costumbre, acompañada
sólo de dos doncellas, para bañarse,
porque hacía mucho calor. 16 Nadie
había allí, fuera de los dos ancianos
PARTE DEUTEROCANONICA que la observaban. 17 dijo a las Y
(Gr. 13, 14.) (1) doncellas: Traedme el . aceite y los
ungüentos y cerrad las puertas, que
quiero bañarme. 18 Hicieron ellas lo
Historia de Susana. que se las mandaba, y cerrando las
puertas del jardín se salieron por un
1 O
1 Moraba en Babilonia un varón postigo para traer lo que se les había
* " cuyo nombre era Joaquín. 2 Ha- mandado, pero no vieron a los ancia-
bía tomado por mujer a una llamada nos, que estaban escondidos.
Susana, hija de Helcías, muy hermosa 19
En cuanto salieron las doncellas,
y temerosa de Dios; 3 pues sus padres, se levantaron éstos y se acercaron a
que eran justos, la habían educado Susana, 20 diciéndole: Las puertas
según la ley de Moisés. 4 Era Joa- están cerradas, nadie nos ve, y nos-
quín muy rico, y tenía contiguo a su otros ardemos en pasión por ti; con-
casa un jardín frutal. Concurrían a siente, pues, y entrégate a nosotros;
su casa los judíos por ser él el más 21 de lo contrario, daremos testimonio
ilustre de todos. contra ti de que estabas con un jo-
ven, y que por eso despediste a las
doncellas. 22 Rompió a llorar Susana,
(i) Este capitulo, que nos presenta la comu-
nidad judía gozando de amplia autonomía, hasta y Por todas partes me siento
dijo:
imponer penas capitales, nos muestra un hermo- en angustia; porque si hago lo que
so ejemplo de castidad conyugal, que la Iglesia me proponéis, vendrá sobre mí la
recuerda^con frecuencia en su liturgia. muerte, y si me niego, no escaparé
49
770 DANIEL, 13
de vuestras manos. 83 Más prefiero i sabes que muero sin haber hecho nada
caer inculpable en vuestras manos ! de cuanto éstos han inventado contra
a pecar contra el Señor. ¡
mí. 44 Oyó el Señor su voz; 48 y mien-
24 Y levantando ella la voz, tras era llevada a la muerte, despertó
la i
Daniel otra vez en el foso de los ¡oh Dios!, te has acordado de mí,
Icones. pues no abandonas a los que te amaní
82
89 Y levantándose, comió, y al ins-
Habla allí siete leones, y allí tante el ángel de Dios restituyó a
estuvo Daniel siete días. Daban a Habacuc a su lugar.
los leonescada día dos esclavos y dos
ovejas. Pero durante aquellos días
no les dieron nada, para que devo- Kl rey da gloría a Dios.
rasen a Daniel. 33 Vivía entonces en
Judea el profeta Habacuc, el cual, 40
Al día siguiente vino el rey a
cocida la comida y mojado el pan en llorar a Daniel, y llegando al foso,
la cazuela, se iba al campo para miró y vió a Daniel sentado. 41 En-
llevarlo a los segadores. 34 Pero el tonces, levantando la voz, dijo: [Gran-
ángel del Señor dijo a Habacuc: de eres, Señor, Dios de Daniel, y no
Lleva la comida que tienes preparada hay olro fuera de ti! 42 Y le sacó del
a' Daniel, que está en Babilonia en foso y arrojó en él a los causantes
el foso de los Icones.
36 contestóY de su condena, que al instante, en su
Habacuc: Señor, nunca he visto a presencia, fueron devorados. 43 En-
Babilonia y no sé qué es el foso de tonces el rey dijo: Teman todos los
los leones. 39 Y
tomándole el ángel moradores de la tierra al Dios de
del Señor por la coronilla, por los Daniel, porque es el verdadero salva-
cabellos de su cabeza,a le llevó dor, que hace milagros y maravillas
Babilonia, encima del foso, con la en la tierra; y libró a Daniel del foso
velocidad del espíritu. 37
Y gritó de los leones. (Vulgata.)
OSEAS
1
INTRODUCCION AL LIBRO DE OSEAS
PROFETIZO Oseas, hijo de Berí, en los reinados de Jeroboam II, rey de
y Ozias y Jotám, reyes de Judá, cuando el peligro asirio estaba
Israel,
lejos, y el Egipto, dividido entonces, no tenia fuerza. Ejerció el ministerio en
el reino del Norte, del cual parece era originario. Hallábase elreino muy flore-
ciente y poderoso, gracias a las conquistas que al Norte y al Sur había reali-
zado Jeroboam II. Por esto dominaba el lujo y la relajación de costumbres,
la avaricia y el cohecho en los gobernantes, la violencia en los poderosos. En los
santuarios de Betel y Dan, se daba culto a Yave, pero en forma poco ajus-
tada a la ley. Tampoco escaseaban los que francamente se entregaban a la
superstición y al culto de los ídolos. En los vaticinios de Oseas llaman IdP.aten-
ción los primeros capítulos, que deben tomarse como símbolos, a modo de pará-
bolas, aunque no falten quienes los toman como episodios históricos de la vida
del profeta.
OSEAS
La mujer prostituta y sus hijos, ten hijos de prostitución, pues que
símbolo de Israel. se prostituye la tierra apartándose
de Yave. 3 Fué, pues, y tomó por
1
Palabra de Yave, dirigida a mujer a Gomer, hija de Diblaim, la
I Oseas, hijo de Berí, en tiempos
de Ozias, Jotam, Ajaz y Ezequías, Yave e Aquí se dice al profeta que
Israel.
reyes de Judá, y en tiempos de Jero- se case con una ramera, añadiendo que los
hijos en engendrados serán tenidos por lo
ella
boam, hijo de Joaz, rey de Israel. que merecen atendiendo a la madre. La mujer
8 Comienzo del hablar de Yave en
representa aquí la nación infiel a Dios por sus
Oseas. Dijo Yave a Oseas: Ve, toma idolatrías, y los hijos son los israelitas, que Dios
por mujer una prostituta (1) y no quiere mirar por suyos.
Lo contrario ocurre después, cuando la na-
(i) Es frecuente en la Escritura la imagen ción se vuelve a Dios por la penitencia y Dios
del matrimonio para expresar las relaciones de la recibe como esposa.
!
776 OSEAS, 2
l\
1
Díjome Yave: Ve otra vez y pueblo pregunta a sus leños, y su
ama a una mujer amante de otro palo le hace revelaciones, porque el
y adúltera; ámala como ama Yave espíritu de fornicación le ha desca-
a los hijos de Israel, a pesar de que rriado, y fornicaron alejándose de
se van tras otros dioses y se deleitan su Dios. 13 Ofrecen sacrificios en las
en las tortas de pasas. 2 La compré cimas de los montes, y en los colla-
por quince siclos de plata, un jomer dos queman sus ofrendas bajo las
de cebada y un letec de vino. 3 Díjele: encinas, bajo los álamos, bajo los
Has de estar reservada para mí mu- terebintos de grata sombra. Por eso
cho tiempo; no te prostituyas, no te fornicarán vuestras hijas y adul-
entregues a hombre alguno, también terarán vuestras nueras; 14 y no cas-
yo me reservaré para ti; 4 porque tigaré las fornicaciones de vuestras
mucho tiempo han de estar los hijos hijas ni los adulterios de vuestras
de Israel sin rey, sin jefe, sin sacri- nueras, porque ellos mismos se van
ficio y sin cipos, sin efod y sin tera- aparte con rameras y sacrifican con
fim. B Luego volverán los hijos de prostitutas, y el pueblo, por no en-
Israel, y buscarán a Yave, su Dios, tender, perecerá.
15 Si tú, Israel, te prostituyes, que
y a David, su rey, y se apresurarán
a venir temerosos a Yave y a sus al menos no lo haga Judá, No vayáis
bienes al fin de los días. a Guilgal, no subáis a Betaven para
jurar por la vida de Yave. 16 Porque
como vaca cerril, es cerril Israel;
Reproches por los pecados. por eso en adelante le apacentará
Yave como a oveja en lugar amplio.
17 Efraím está atado
4 1
Oíd la palabra de Yave, hijos a los ídolos,
de Israel, que va a querellarse déjale. 18 Se les ha subido el vino a
Yave contra los habitantes de la la cabeza, se han dado a la fornica-
tierra, porque no hay en la tierra ción, a la gloria de Yave han prefe-
verdad ni misericordia ni conoci- rido la ignominia. 19 Arrebatarále el
miento de Dios. 2 Perjuran, mienten, viento en sus alas, y se avergonza-
matan, roban, adulteran, oprimen, y rán de sus sacrificios.
las sangres se suceden a las sangres.
3
Por eso está en luto la tierra y des-
fallecen cuantos en ella moran, aun Contra los sacerdotes y los
las bestias salvajes y las aves del príncipes.
cielo, y hasta los peces del mar pere-
cen. 4 Pero nadie protesta, nadie re- EL 1
jOíd esto, sacerdotes! ¡Escucha,
prende. casa de Israel! ¡Atiende, casa del
También contra vosotros me que- rey! Que es contra vosotros la que-
rello, ¡oh, sacerdotes! 5 Tropezarás en rella, pues habéis venido a ser lazo
pleno día, y contigo tropezará tam- para la atalaya, red tendida en el
bién el profeta, y la noche será seme- Tabor. 2 Los perseguidores llevaron
janza de tu día. 6 Perece mi pueblo la perversidad hasta el extremo,
por falta de conocimiento; por haber pero yo seré vara para todos ellos.
3 Yo
rechazado tú el conocimiento, te conozco bien a Efraím, e Israel
rechazaré yo a ti del sacerdocio a no me es desconocido. Sí, Efraím,
mi servicio; por haber olvidado tú te has prostituido, se ha contaminado
las enseñanzas de tu Dios, yo me Israel.
olvidaré de tus hijos. 7 Cuantos son 4
No dirigen sus obras a la conver-
ellos, tantos fueron sus pecados contra sión hacia su Dios; se ha adueñado
mí. Trocaron mi gloria por la igno- de ellos un espíritu de fornicación,
minia. 8 Se alimentan de los pecados desconocen a Yave. 6 La arrogancia
de mi pueblo y codician sus iniqui- le sale a Israel a la cara, pero trope-
dades. zarán Israel y Efraím en su iniquidad,
9
Pero lo que del pueblo será, eso y con ellos tropezará también Judá.
será también del sacerdote. Yo le * Con sus ovejas y sus bueyes irán
visitaré según sus caminos y les en busca de Yave, pero no le hallarán,
retribuiré según sus obras. 10 Comerán porque Yave se ha retirado de ellos.
y no se saciarán, fornicarán y no se 7
Han hecho traición a Yave engen-
multiplicarán, porque se obstinaron drando hijos extraños, y un extraño
en alejarse de Yave. 11 Fornicación, los devorará a ellos y a sus campos.
12 8
vino y mosto quitan el juicio. Mi ¡Tocad la bocina en Guebal
778 OSEAS, 6, 7
(k 1 No
te goces, Israel, no te rego-
Su inminencia. Destrucción de
como las gentes, porque
cijes los
has fornicado lejos de tu Dios. Fuiste altares y devastación del reino.
en busca del salario por toda era Irv
1
Israel es una viña frondosa
de trigo. 2 Pero la era y el lagar los U que da abundante fruto; pero
desconocerán y el vino los negará. a medida de la abundancia de su
3
No quedarán en la tierra de Yave; tierra, hizo abundar sus altares, y a
Efraím volverá a Egipto y en Asiria medida de la riqueza de su tierra
comerán manjares inmundos. 4 No hizo más ricos sus cipos. 2 Su corazón
harán a Yave libaciones de vino ni es mendaz y ahora pagarán sus cul-
le presentarán sus víctimas; su pan pas; él quebrantará sus altares y de-
780 OSEAS. 11, 12
molerá sus cipos. 3 Que si dicen: llamas, más se apartan. Ofrecen sa-
"¿No tenemos un rey?» Si, pero si crificios a los Baales y ofrendas hu-
no tenemos a Yave, ¿qué puede hacer •meantes a los ídolos. 3 Yo enseñé a
por nosotros el rey? 4 Pronunciar andar a Efraím, le llevé en brazos,
vanas palabras, jurar en falso, con- pero no reconoció mis desvelos por
traer alianzas; pero el castigo florecerá curarle. 4 Los até con ataduras hu-
como ajenjo en los surcos del campo. manas, con ataduras de amor, fui
5
Las gentes de Samaría están lle- para él como quien alza una criatura
nas de temor por el becerro de Beta- hasta tocar a sus mejillas, y me ba-
vén; su pueblo está en duelo, la tropa jaba hasta él para darle de comer.
de sus sacerdotes se lamenta por él, 6 Pero se volverá al Egipto, y Asiria
por haber emigrado sus riquezas lejos será su rey, porque rehuso conver-
de él. * El mismo será llevado a tirse. 6 Caerá sobre sus ciudades la
Asiría como presente para el rey espada que exterminará a sus hijos,
grande. Efraím cosechará la ver- y se nutrirán de sus consejos. 7 Los
güenza de Israel, sólo confusión sa- de mi pueblo serán colgados junto
cará de sus consejos. 7 Se acabó a sus ciudades a los ojos de los que
Samaría. Su rey es como espuma sobre suban a ellas, y no habrá quien los
8 Destruidos
la superficie de las aguas. descuelgue.
8
serán los altos de la impiedad, el pe- |A lo que voy a reducirte, Efraím!
cado de Israel. Las zarzas y las malas iVoy a entregarte, Israel! ¿A qué te
hierbas treparán a sus altares. Dirán reduciré? ¿A lo de Adama? ¿Cómo te
a los montes: «Cubridnos», y a los pondré? ¿Como a Seboím? Mi cora-
collados: «Caed sobre nosotros.» zón se revuelve dentro de mí, se con-
9
Tú, oh Israel, has pecado desde mueven mis entrañas. 9 No desen-
los días de Gucba. AHÍ tomaron posi- cadenaré todo el furor de mi ira, no
ciones. ¿No les va a alcanzar la guerra destruiré del todo a Efraím, porque
en Gueba a los hijos de la iniquidad? yo soy Dios, no soy un hombre
10 Yo iré a castigarlos, los pueblos se santo en medio de ti, y no me com-
reunirán contra ellos por un común plazco en destruir. 10 Irán en pos de
compromiso a causa de su doble Yave, que rugirá como un león, y
crimen. 11 Efraim es una novilla bien vendrán del Egipto como pájaros y
tratada, hecha a pisar la era; pero de Asiria como palomas, y los esta-
yo domaré con el yugo el vigor de su bleceré en sus casas, dice Yave.
cerviz, yo unciré a Efraím; Israel tirará
del arado, Jacob tendrá que rastrillar. \
'2,
1
Efraím me envuelve en la
18 Sembrad en justicia, cosechad mentira y la casa" de Israel en
•
AMOS
Contra Siria. mano contra Acarón y perecerán las
reliquias de los filisteos, dice Yave.
1
1
Palabras de Amós, de los pas-
tores de Tccua, de la visión que
tuvo sobre Israel en los días de Ozfas, Contra Tiro.
rey de Judá, y en los días de Jero-
9
boam, hijo de Joás, rey de Israel, Así habla Yave: Por tres pecados
dos años antes del terremoto. de Tiro y por cuatro, no, revocaré yo
a Dijo: Desde Sión rugirá Yave
y des- nada. Por haber entregado a Edom
de Jerusalén hará oír su voz, y estarán muchedumbres enteras de cautivos,
en duelo los pastizales de los pastores y sin acordarse de la alianza fraternal,
10 Yo pondré fuego al recinto de Tiro,
secaráse la eima del Carmelo. 3 Asi
dice Yave: Por tres pecados de Da- que devorará sus edificios.
masco y por cuatro, no revocaré yo
nada; por haber trillado a Galad con
trillos de hierro,
4
Yo pondré fuego Contra Edom.
a la casa de Hazacl, que consumirá
6 Yo que- 11
los palacios de Benadad. Asi habla Yave: Por tres peca-
braré las barras de Damasco y exter- dos de Edom y por cuatro, no revo-
minaré a cuantos habitan el valle caré yo nada. Por haber perseguido
de Aven y al que tiene el cetro de a la espada a su hermano, ahogando
Ben Edén, y el pueblo de Aram emi- la piedad, durando siempre su cólera
grará a Quir, dice Yave. y obstinándose hasta el fin en su
18 Yo pondré fuego
rabia, en Temán,
que devorará los edificios de Bosra.
Contra la Filisteo.
clamores el día del combate, en medio vino a los nazareos, y a los profetas
de la tempestad el día de la tormenta, les mandasteis, diciendo: no profeti-
15
y su rey irá al cautiverio, y con él céis. 13 Pues mirad: Yo pondré es-
sus príncipes todos juntos, dice Yave. torbos a vuestros pies os tambalea-y
réis como se tambalea el carro sobre-
cargado de haces; 14 y el ágil será
Contra Moab. incapaz de huir, y al fuerte no le
servirá de nada su fuerza, y el gue-
v) 1
Así habla Yave: Por tres pe- rrero no escapará con vida; 15 el
"
cados de Moab y por cuatro no arquero no resistirá, el de ágiles pies
revocaré yo nada. Por haber quema- no escapará, el jinete no se salvará,
do los huesos del rey de Edom hasta 16
y el más valiente de los valientes
calcinarlos, 2 Yo pondré fuego en huirá desnudo aquel día, dice Yave.
Moab que devorará los edificios de
Queriyot, y Moab hallará la muerte
en medio del estruendo, entre los Crímenes «1c Isrnel.
clamores y entre los sonidos de la
trompeta. 3 Y extirparé de él a su *i
1
Oíd lo que de vosotros dice
rey y con él haré morir a todos sus Yave, hijos de Israel, de todo el
príncipes, dice Yave. pueblo que yo saqué de la tierra de
2
Egipto: Dice: Sólo a vosotros conocí
yo entre los pueblos todos de la
Contra Juila. tierra; por eso haré en vosotros jus-
ticia de todas vuestras iniquidades.
4 3 ¿Podrán
Así habla Yave: Por tres pecados de ir juntos dos sin estar de
Judá y por cuatro, no revocaré yo acuerdo? 4 ¿Rugirá el león en el
nada. Por haber menospreciado la ley bosque no habiendo presa? ¿Dejará
de Yave y no haber guardado sus man- oír su rugido el leoncillo en su cubil
damientos, descarriándose por las men- sin haber despojos? 6 ¿Se echará el
tiras tras los cuales se fueron sus ave a tierra en la red, si no hubiere
padres, 6 Yo pondré fuego a Judá, cebo? ¿Desaparecerá de la tierra el
que devorará los edificios de Jerusalén. cebo sin haberse cazado algo? 6 ¿To-
carán la trompeta en la ciudad, sin
que se alarme el pueblo? ¿Habrá en
Contra Israel. la ciudad calamidad cuyo autor no
sea Yave? 7 Porque no hace nada el
6 Señor, Yave, sin revelar su desig-
Así habla Yave: Por tres pecados
de Israel y por cuatro, no revocaré nio a sus siervos, los profetas. 8 Ru-
yo nada. Por haber vendido al justo giendo el león, ¿quién no temerá?
por dinero y al pobre por un par Hablando el Señor, Yave, ¿quién no
de sandalias; 7 aplastan a los desva- profetizará?
lidos contra el polvo de la tierra en 9
Echad pregón en los palacios de
las encrucijadas del camino; rechazan Azoto y en los palacios de Egipto,
a los pobres, y entran hijo y padre diciendo: Reunios en los montes de
a la misma nuera, profanando mi Samaría para ver las grandes opre-
santo nombre. 8 Sobre las ropas to- siones que hay en ella y las violen-
madas en prenda se echan junto a cias que allí se cometen. 10 No saben
un altar cualquiera, y beben el vino obrar rectamente, dice Yave, ateso-
de los multados en la casa de su I
rando en sus palacios rapiñas y des-
Dios. pojos.
9 Yo exterminé ante ellos a los
amorreos, altos como cedros del Lí-
bano y fuertes como encinas, destruí Castigó.
su fruto arriba, y abajo sus raíces.
10 Yoos saqué de la tierra de Egipto, 11 Por eso el Señor, Yave, dice
y durante cuarenta años os conduje así: Rodeará la tierra por todas par-
por el desierto, para que ocuparais tes el enemigo, que te robará tus
la tierra de los amorreos.
11
Yo suscité fuerzas y saqueará tus palacios. 12 Así
profetas de entre vuestros hijos y dice Yave: Como salva el pastor de
nazareos de entre vuestros mancebos; las fauces del león un par de pies o
¿no es así, hijos de Israel?, dice la punta de una oreja, así escaparán
Yave; 12 y vosotros hicisteis beber los hijos de Israel. Vosotros, los que
784 AMÓS, 4. 5
786 AMÓS, 8, 9
esto el Señor, Yave: El Señor, Yave, I el Señor, Yave. Serán muchos los
se aprestaba a castigar con fuego cadáveres y serán en silencio arro-
que había de devorar el gran abismo jados en cualquier lugar.
e iba a consumir la heredad. 8 Yo i
4
Escuchad esto los que aplas-
dije: |Oh, Señor, Yavel Detente. táis al pobre y querríais exterminar
¿Cómo se va a sostener Jacob es- 1
la casa de Isac. H Por eso dice Yave: (i 1 Vi al Señor que estaba junto al
MIQUEAS, 1 787
dice Yave, como hijos de etíopes?! que ara el que siega, al que vendi-
¿No hice yo subir de la tierra de mia el que siembra. Los montes
Egipto a los hijos de Israel y a los destilarán mosto y correrá de todos
filisteos de Caftor y a los árameos de los collados. 14 Yo reconduciré a los
Quir? 8 Ved que los ojos del Señor, cautivos de mi pueblo Israel, reedifi-
Yave, están puestos sobre el reino carán sus ciudades devastadas y las
pecador, y que yo los borraré de la habitarán; plantarán viñas y beberán
¡
dearé a la casa de Israel entre las que yo les he dado, diceYave, tu Dios.
gentes todas, como se zarandea con
la criba; no caerá toda en masa sobre (i) Después de tantas amenazas, el profeta
la tierra. 10 A la espada perecerán termina con una promesa dulce, la restauración
todos los pecadores de mi pueblo, de la tienda de David, es decir, de su reino, y
la dominación sobre los pueblos vecinos. Seme-
que dicen: «No nos alcanzará la jante promesa implica la promesa del Mesías
y
desdicha, no se nos acercará el de su reino, como lo interpreta el Apóstol San-
mal. tiago en Act., 15. 16,
JpSTE Miqueas es distinto del Miqueas hijo de Jemla, que vivió un siglo
antes, reinando Ajab en Samaría, y Josafat en Jerusalén (1 Reg. 22, 8.
y siguientes). Fué natural de Morasti, aldeíta de la región de Hebrón, y pro-
fetizó en los reinados de Jotán, Ajaz y Ezequias (1, 1). Es, pues, contem-
poráneo de Isaías y de las invasiones asirías sobre Samaría y Judá. Sus vati-
cinios se dirigen contra ambos reinos, reprendiendo especialmente los abusos
de los ricos y conminándoles con el castigo por medio de los asirios, al que
seguirá la salud mesiánica. En estos vaticinios mesiánicos debemos señalar
dos pasajes: el concurso de las naciones a Jerusalén en busca de la salud
(4, 1 sigs.) que a la letra se lee en Is. 2, 2 sigs., y el origen betlemitico del
Mesías (5, 1 sigs.), que cita San Mateo en su evangelio (2, 6).
MIQUEAS
Contra Israel y Judá. Samaria y sobre Jerusalén. 2 ¡Escu-
chad,cielosl ¡Atiende, tú, oh tierra, con
1 Palabra de Yave que fué diri-
1
todo cuanto en ella se contienel
gida a Miqueas, de Morasti, en Que el Señor, Yave, va a litigar
días de Jotán, Ajaz y Ezequias, con vosotros; el Señor, desde su
reyes de Judá, lo que vió sobre santo templo, 3 pues ved que Yave
»
788 MIQUEAS, 2. 3
de Israel. 1
Pero tú Belén de Efrata, Querella de Yave contra Israel y
pequeño para ser contado enstre lo Jerusalcn.
millares de Judá, de ti me saldrá
quien señoreará en Israel, cuyos orí- 1
Oíd, pues, lo que dice Yave:
genes serán de antiguo, de los días 6 ¡Levántatel ¡Queréllate contra los
de remota antigüedad (1). 4 El los montes y que oigan tu voz los colla-
entregará hasta el tiempo en que la dos! 2 Oíd, montes, y vosotros, cimien-
que ha de parir parirá, y el resto de tos inconmovibles de la tierra, la
sus hermanos volverá a los hijos de querella de Yave. Porque tiene Yave
Israel, 3 y estará firme y apacentará querella con su pueblo y va a alter-
con la fortaleza de Yave y con la car con Israel.
majestad del nombre de Yave, su 3 ¿Qué
te he hecho yo, pueblo mío?
Dios, y habrá seguridad, porque su ¿En qué te he molestado? Respón-
prestigio se extenderá hasta los con- deme. 4 Porque yo fui quien te sacó
fines de la tierra. de la tierra de Egipto, y te redimí
4 Y
así será la paz: Cuando invada de la casa de la servidumbre, y te
Asur nuestra tierra para hollar nues- mandé para que te guiaran a Moisés,
tros palacios,opondremos siete
le Arón y María. 5 Acuérdate, pueblo
pastores y ocho hombres principales; mío, de qué fué lo que pedía Balac,
6 rey de Moab, y que lo que le res-
y regirán la tierra de Asur con la
espada y la tierra de Nemrod con la pondió Balán, hijo de Beor, de Sitim
espada desnuda. El nos librará de a Guilgal, para que conozcas la rec-
Asur, cuando venga contra nuestra titud de Yave.
tierra para hollar nuestro territorio. * ¿Con qué me presentaré yo ante
6 Yel resto de Jacob será en medio Yave y me postraré ante el Dios de
de los pueblos como rocío de Yave, lo alto? ¿Vendré a él con holocaustos,
como lluvia sobre la hierba, que no con becerros primales? 7 ¿Se agra-
tienen que esperar de nadie ni nece- dará Yave de los miles de carneros
sitan nada de los hombres. 7 Será y de las miríadas de arroyos de aceite?
el resto de Jacob entre las naciones, ¿Daré mis primogénitos por mis pre-
en medio de numerosos pueblos, como varicaciones y el fruto de mis entra-
león en medio de las bestias del campo, ñas por los pecados de mi alma?
como joven león en medio de rebaño 8
¡Oh hombre! Bien te ha sido
que arrebata la presa, sin que haya declarado lo que es bueno y~lo que
quien se la arranque. de ti pide Yave: hacer justicia, amar
8
Se alzará tu mano sobre tus ene- el bien, humillarte en la presencia de
migos, y todos tus contrarios serán tu Dios. 9 La voz de Yave interpela
exterminados. 8 Aquel día, dice Yave, a la ciudad. Sabiduría es temer tu
quitaré de en medio de ti tus caba- nombre. Oye tribu, oye asamblea de
llos y destruiré tus carros, 10 y aba- la ciudad: 10 ¿Voy a perder yo de
tiré las ciudades de tu tierra, y vista la casa del impío, los tesoros
arruinaré todas tus fortalezas. 11 Y te de la iniquidad y el detestable efa
quitaré de las manos tus hechice- escaso? 11 Voy a perdonar yo a pesar
rías y no habrá más en ti agüeros; de las balanzas falsas y de las bolsas
12 de pesos fraudulentos?
y destruiré tus esculturas y tus
cipos en medio de ti, y nunca más 18 Por haberse llenado sus ricachos
NAHUM
Yave, Dios vengador, marcha vengador Yave y
contra Ninivc. y vengador; es
pronto a la ira; Yave se venga dé
sus enemigos y es inflexible para sus
1 adversarios. 3 Yave es paciente y
Oráculo sobre Nínive. Libro de
la visión de Nahum, de Elcos. grande en poderío y no deja a nadie
2
Alef. —
Yave es un Dios celoso —
impune. Bet. Marcha en el torbe-
—
702 NAHUM, 2, 3
HABACUC
8
elación sólo de él emanan. Sus caba-
El juicio de Yave sobre las nacio-
nes por medio de los caldeos. llos son más ligeros que el tigre, más
fogosos que el lobo nocturno. Sus
. Oráculo que vio Habacuc, pro-
1
jinetes son iracundos; vienen de lejos,
5 Mirad
1 feta. a las naciones, ved volando como el buitre, con prisa
y espantaos, pues se va a cumplir de devorar. 9 Todos vienen a la presa;
en vuestros días una obra, que si delante de ellos va el terror y amon-
os la contaran, no la creeríais. tona cautivos como las arenas. 10 Se
6 Voy
a suscitar a los caldeos, pue- burla de los reyes, y se mofa de los
blo feroz y arrebatado, que marchará príncipes; se ríe de las plazas fuertes;
por las anchuras de la tierra, para alza un terraplén y las toma; 11 luego,
conquistar moradas ajenas. 7 Es te- el huracán muda en dirección, y pasa.
rrible y temible, y su derecho y su Yo voy a exponer mi querella a Dios.
794 HABACUC, 2, 3
SOFONÍAS. 1 795
S O F O NIAS
El dia de Yave.
perecer hombres y animales, las aves
del cielo y los peces del mar. Yo
1
Palabra de Yave dirigida a So-
haré tropezar a los impíos y exter-
fonías, hijo de Cusi, hijo de Gue- minaré a los hombres de sobre la haz
dalías, hijo de Amarías, hijo de Eze- de la tierra, dice Yave. 4 Yo tenderé
quías, en los días de Josías, hijo de mi mano sobre Judá y sobre todos
Amón, rey de Judá. los moradores de Jerusalén, y exter-
2
Yo haré perecer cuanto hay sobre minaré de este lugar los restos de
I
la haz de la tierra, dice Yave. 3 Haré Baal, y el nombre mismo de los arús-
796 SOFONlAS, 2
pices de entre los sacerdotes, y a los cólera os pulverice como tamo, antes
que en los terrados se postran ante que caiga sobre vosotros el ardor de
la milicia de los cielos, y a los que la ira de Yave, antes que llegue sobre
postrándose ante Yave juran por vosotros el día de la ira de Yave.
3
Milcom, 6 y a los que se apartan de Buscad a Yave los humildes de la
Yave y no le buscan ni se acuerdan de él. tierra; cumplid su ley, practicad la
7
¡Silencio en la presencia del Señor, justicia, buscad la mansedumbre, y
Yave! Porque se acerca el día de Yave. quizá quedaréis al abrigo el día de
Porque ha preparado Yave un ban- la ira de Yave.
quete, y ha prevenido" ya a sus invi-
tados. 8 Y sucederá en el día del
banquete de Yave, que haré yo jus- Sobre los filisteos.
ticia en los príncipes y en la casa
del rey, y en todos los que se visten * Porque Gaza será abandonada,
y
vestiduras extranjeras. 9 Y haré aquel Ascalón asolada, Azoto saqueada en
6
día justicia en los que corretean por pleno día, y Acarón extirpada. |Ay
las calles e hinchen las casas de sus de los habitantes de la costa del mar,
señores de rapiñas y de fraudes. del pueblo de los cereteosl La pa-
10 Y se alzarán aquel día, dice Yave, labra de Yave se alza contra vos-
gran gritería desde la puerta del pesca- otros. Canán, tierra de filisteos, yo
do y gran clamor desde la ciudad nue- te destruiré hasta no dejar en ti habi-
va y gran estruendo desde las colinas. tante. 6 Y Queret se convertirá en
11 Lamentaos, moradores de la pastizales de pastores y rediles para
Muela, porque todo vuestro pueblo las ovejas. 7 La región será para el
de mercaderes ha sido destruido, han resto de Judá, allí apacentara. Dor-
sido exterminados todos los que mirán por la' noche en las casas de
traían las cargas de plata. 12 Sucederá Ascalón, porque los visitará Yave,
aquel día que escudriñaré yo a Jeru- su Dios, y los restaurará.
salén con linternas, y haré justicia
en los que se sientan sobre sus heces,
diciéndose en su corazón: No hace Sobre Moab y Ammán.
Yave ni bien ni mal. 13 Su opulencia
será dada al pillaje y asoladas, sus 8
Yo he oído los ultrajes de Moab
casas. Levantarán casas y no las ha- y los denuestos de los hijos de Ainmón,
bitarán, plantarán viñas y no bebe- que afrentaron a mi pueblo y se en-
rán su vino. 14 Se acerca, se acerca grandecieron con su territorio. * Y
el gran día de Yave, viene presuroso; por mi vida, dice Yave Sebaot, el
el estruendo del día de Yave es ho- Dios de Israel, que Moab será como
rrible, hasta los más fuertes lanzan Sodoma y los hijos de Ammón como
gritos de angustia. 15 Día de ira es Gomorra, ortigales, mina de sal y
aquél, día de angustia, de congoja, campo de eterna devastación. El
día de ruina y asolamiento, día de ti- reslo de mi pueblo los saqueará, y los
nh'bla y de oscuridad, día de sombras sobrevivientes de mi pueblo los he-
y densos nublados, 16 día de trompeta redarán. 10 Este será el pago de su
y alarma en las ciudades fuertes y soberbia, por haber ultrajado a mi
en altas torres.
las pueblo y haberse insolentado contra
17
Yo
aterraré a los hombres, que el pueblo de Yave Sebaot.
11 Yave
andarán como ciegos; por haber pe- será terrible contra ellos y destruirá
cado contra Yave, su sangre será de- a todos los dioses de la tierra; y todos,
rramada como se derrama el polvo y cada uno desde su lugar y todos los
tirados sus cadáveres como estiércol. de las islas de las gentes, le ado-
18 No podrá su plata ni su oro librarlos rarán.
eldía de la ira de Yave, pues toda la
tierra será consumida por el fuego
de su furor y consumará la ruina, la Sobre la Etiopia v la Asirla.
pérdida apresurada de todos los mo-
18
radores de la tierra. También vosotros, los cusitas.
por mi espada. 13 Y
seréis destruidos
Exhortación a la penitencia. tenderá su mano hacia el aquilón y
destruirá a Asur y hará de Nlnlve
<)
1
Ajustaos a la regla y arreglaos, un campo de devastación, árido como
™ pueblo rebelde, 3 antes que la desierto. 14 En medio de él dor-
SOFONlAS, 3 797
mirán los rebaños y todos los ani- el nombre de Yave y servirle de común
males de los pantanos, el pelícano y acuerdo. 10 Mis adoradores, mi dis-
el alcaraván harán su morada en persión, me
traerá ofrendas desde
sus capiteles. En los huecos canta más de Cus. 11 Entonces no te
allá
un murmullo; en los atrios, desola- avergonzarás ya de las rebeliones con
ción; los artesonados de cedro, arran- que te rebelaste contra mí, porque
cados. 15 Hela aquí, la ciudad sober- yo quitaré de en medio de ti a tus
bia y llena de confianza en sí misma, fanfarrones jactanciosos y no te
que se decía: «Yo y nadie más que ensoberbecerás por mi monte santo.
yo.» ¡Cómo ha sido devastada y 12
Dejaré en medio de ti como resto
hecha guarida de bestiasl Cuantos un pueblo humilde y modesto, que
pasen cerca de ella silbarán y move- esperará en el nombre de Yave.
rán sus manos. 13
El resto de Israel no hará iniqui-
dad, no dirá mentira, no tendrá en
sobre Jerusalén. su boca lengua mendaz, y se apacen-
tarán y dormirán sin que haya nadie
O 1
¡Ay de la rebelde, de la conta- que los espante.
minada, de la ciudad opresoral 14 jCanta, hija de Siónl Da voces
2
Noquiso escuchar, no se dejó ense- jubilosas, Israell Regocíjate con todo
ñar, no quiso acercarse a su Dios. 15 Que
el corazón, hija de Jerusalénl
Sus príncipes son rugientes leones, Yave ha revocado los decretos dados
sus jueces lobos nocturnos, que no contra ti y rechazado a tu enemigo.
dejan hueso que roer a la mañana. El rey de Israel, Yave, está en medio
* ¡Sus profetas son hombres vanos
y de ti. No verás más el infortunio.
pérfidos, sus sacerdotes profanan las 16 Aquel día se dirá a Jerusalén: No
,
cosas santas y falsean la ley. 8 Yave >temas, Sión. Que no se caigan tus
es justo enmedio de ella, no hace él manos, 17 que está en medio de ti
iniquidad; todas las mañanas esta- Yave, como poderoso salvador; se
blece su juicio para alumbrar, no goza en ti con transportes de alegría,
falta nunca y no hay en él iniquidad. te ama con delirio. 18 a ¡Ay de los que
6
Yo
he exterminado a los sober- pretendan afrentartel (1).
19 a
bios y he asolado sus
torres y devas- Aquel día arruinaré yo entera-
tado sus caminos, sin que haya quien mente a tus opresores, 18b y destrui-
pase por ellos, y sus ciudades fueron ré del todo a los que te oprimieron.
saqueadas y no queda en ellas mo- 19 b
Y
salvaré a la coja y recogeré a
rador. 7 Me dije: De cierto me teme- la descarriada y las haré objeto de
rás y te corregirás; no dejará de ad- alabanzas, y su confusión la haré
vertir los castigos con que yo la he gloria de la tierra toda, 20 al tiempo
castigado; pero se dió a corromper en que yo os colmaré de bienes, al
más y más sus caminos. 8 Por eso, tiempo en que yo os reuniré. Porque
dice Yave, esperadme, para el día yo os haré objeto de gloria y alabanza
en que me levantaré para juzgaros. entre todos los pueblos de la tie-
Porque es mi propósito reunir a las rra, cuando a vuestros ojos haré
gentes y juntar a los reinos, para retornar a vuestros cautivos, dice
derramar sobre ellos mi ira, porque Yave.
la tierra toda será consumida por el
ardor de mi cólera.
(i) £1 día del Señor, que el profeta anuncia,
un juicio sobre todas las naciones que reci-
será
La restauración. birán su castigo, mientras que Israel, purificado
9
por el cautiverio, se convertirá a Yave, que le
Entonces devolveré yo a los pue- recibirá. Entonces Sión cantará alegre, tanto más
blos labios limpios, para invocar todos que ve el castigo de cuantos le maltrataron.
todo el territorio hasta hacer que ¡altase la oblación en el templo. Tales invasio-
nes no son raras en Palestina, sobre todo en Judea. En la orilla oriental del
mar Muerto se incuba de continuo la langosta, y si las circunstancias le son
favorables se multiplica, y salvando el mar, invade la Judea. Los estragos de
tal invasión sirven de base al profeta para describir los dfl odia d l Señor»,
que vendrá sobre Israel y sobre todas las naciones, día de justicia y día tam-
bién de mí se) vcordia mesidnica, por la efusión del espíritu divino en Israel.
(Vid. Act. 2, 17 sigs.)
JOEL
La terrible placja do langosta altar. Venid, pasad la noche cubiertos
devasta la tierra. de saco, ministros de mi Dios. Porque
ofrendas y libaciones han desapa-
las
1
Palabra de Yave, llegada a Joel, recido de la casa de vuestro Dios.
14 Promulgad ayuno,
hijo de Petuel. pregonad asam-
2
Oíd esto, viejos. Escuchad, habi- blea santa, congregad a los ancia-
tantes todos de esta tierra, a ver nos y a todo el pueblo de la tierra en
si sucedió en vuestros días cosa la casa de Yave, vuestro Dios, y
semejante. 8 Contádselo a vuestros clamad a Yave. 15 ]Ay, aquel día, el
hijos, y que se lo cuenten éstos día de Yave se acercal Vendrá como
a sus hijos, y sus hijos a la ge- asolación del Todopoderoso. 18 ¿No
neración venidera. 4 Lo que dejó ha desaparecido de vuestros ojos todo
el garam, lo devoró el arbe; lo que manténimientoT ¿No ha huido la casa
dejó el arbe, lo devoró el jelec; lo que de nuestro Dios toda alegría? 17 La
dejó el jelec, lo devoró el jasil (1). simiente se pudre debajo de los te-
* Despertaos, borrachos, y llorad; rrones; los graneros están vacíos, los
gemid los bebedores de vino; que os alfolíes destruidos, y ya no hay nada
han quitado el vino de la boca. * Ha de trigo.
invadido mi tierra un pueblo fuerte, 18 ¡Cómo mugen las bestias! Los
innumerable. Sus dientes son dientes hatos de bueyes andan locos por no
de león, sus mandíbulas mandíbulas tener pastos, y perecen los rebaños.
de leona. Ha devastado mis viñas, 19 |Oh Yave, a ti clamo! Que el fuego
ha roto mis higueras, las descortezó, ha consumido los prados del llano,
las derribó, dejándolas del todo blan- y las llamas han abrasado todos los
cas. 8 Laméntate como la doncella arboles del campo. 80 Las bestias
que viste saco por el prometido de salvajes se vuelven a ti también ávi-
su juventud. 9 Ha cesado la ofrenda das, porque se han secado las corrien-
y la libación en la casa de Yave. Los tes de aguas, y el fuego ha devorado
sacerdotes, ministros de Yave, están los prados del llano.
en duelo. 10 Los campos devastados,
la tierra en luto, porque el trigo está
seco, destruido el vino, perdido el Exhortación a la penitencia.
aceite.
11 Confundios, labradores, gritad, Tocad la trompeta en Sión, dad
1
*)
viñadores, por el trigo y la cebada, * en mi monte santo la voz de
porque no hay cosecha. 12 La viña está alarma. Tiemblen los habitantes todos
en la confusión, la higuera enferma; de la tierra, que se acerca el dia de
el granado, la palmera, el manzano Yave. Ya esta cerca. * Dia de tinie-
y todos los árboles del campo, secos. blas y oscuridad día de nublados y
La alegría ha huido avergonzada de sombras. Se extiende sobre los mon-
entre los hombres. 13 Ceñios y lamen- tes como la luz del alba, muchedum-
taos, sacerdotes. Llorad, ministros del bre inmensa, fuerte, como desde los
siglos no se vió ni se verá después
(i) Son cuatro nombres con que se deno- jamás por generaciones de generacio-
minan o cuatro especies de langosta o cuatro nes. 8
Delante de ellos el fuego va
diversos estados de ella en su desarrollo. No
teniendo en nuestra lengua nombres corres-
consumiendo y detrás la llama abra-
pondientes, no hacemos más que trascribir los sa. Aunque delante de ellos fuera
hebreos. la tierra un paraíso de Edén, detrás
!
JOEL, 2 799
reunid a los niños, aun los que cuel- espíritu sobre toda carne, y pro-
gan de los pechos. Que deje el esposo fetizarán vuestros hijos y vuestras
j
JOÑAS
La orden de ir a Ninive. lejos de Yave, a Tarsis; bajó a Jope
1
y halló un barco que estaba para ir
i Llegó a Jonás, hijo de Amitai, a Tarsis; pagó el pasaje y entró en
* palabra de Yave, diciendo: 2 Leván- él, para irse con ellos a Tarsis, lejos
tate y ve a Ninive, la ciudad grande, de Yave.
y anuncíales que su maldad ha subido
ante mí. La tormenta en el mar.
Desobediencia y luga del prolcta. 4
Yave levantó en el mar un
3
violento huracán, y fué tal la tor-
Levantóse Jonás (1), para huir menta en el mar, que creyeron se
(1) Según la sentencia más probable Tarsis rompería la nave. 5 Llenos de mie-
estaba en la provincia de Huelva, y en ella los do, los marineros invocaban cada
fenicios tenían instalados puestos de tráfico. uno a su dios, y echaron al mar lo
8Ü2 JONÁS, 2, S
zaron sobremanera, y le dijeron: ¿Por de tus ojos, pero todavía podré con-
qué has hecho csti ? Pues sabían templar tu santo templo. 8 Las aguas
que iba huyendo de Yave, porque él me estrecharon hasta el alma, envol-
se había declarado. 11
Dijeron le:
viéndome el abismo, las algas se
lo
¿Qué vamos a hacer contigo para enredaron a mi cabeza. 7 Había ba-
jado ya a las bocas del sepulcro, la
que el mar se nos aquiete? Porque el
región cuyos cerrojos son barras
mar iba embraveciéndose cada vez
eternas: pero tú, Yave, mi Dios,
mas. 12 El les respondió: Cogedme
salvaste mi alma (leí sepulcro. 8 Cuan-
y echadme al mar, y el mar s.c os
aquietará, pues bien sé yo que esta
do desfallecía mi alma me acordé
gran tormenta os ha sobrevenido de Yave, y mi súplica llegó a su
santo templo.
por mí. 9
[Cómo se sustraen a su miseri-
cordia, los que siguen a las menti-
rosas vanidades! 10 Pero yo te ofre-
Jonás es arrojndo al mar. ceré a ti víctimas acompañadas de
alabanzas, cumpliré mis votos. De
Yave es la salvación.
13 Aquellos hombres hicieron por
volver la nave a tierra, mas no pu-
Liberación.
dieron, pues el mar cada vez más se
embravecía. 14 Entonces clamaron a
Yave, diciendo: (2) ¡Oh Yave! Que no
11
Dió Yave orden al pez, y éste
perezcamos nosotros por la vida de vomitó a Jonás en la playa.
este hombre, y no nos imputes sangre
inocente, pues tú, |oh Yave!, has Predicación de .lonas en IVinlve.
hecho como le plugo. 15 Y cogiendo
a Jonás le echaron al mar, y el mar •} 1
Llegó por segunda vez a Jonás
se aquietó en su furia. 16 Temie- la palabra de Yave, diciendo:
ron aquellos hombres a Yave, y le 3 Levántate y ve a Nínive, la ciudad
ofrecieron sacrificios y le hicieron grande, y pregona en ella lo que yo
votos. le diré: 3 Levantóse Jonás y fuésc a
Nínive, según la orden de Yave.
Era Nínive una ciudad grande sobre-
(t) La suerte era en la antigüedad uno de manera, de tres días (2) de camino.
los modos de conocer la voluntad divina o
de dar con verdad.
la (1) Qué pez sea éste y cómo pudo vivir
(2) Los marineros son sin duda fenicios en élJonás por espacio de tres días y pronun-
y por tanto gentiles, pero aun admitiendo ciar el salmo que sigue es una de las graves difi-
muchos dioses, no niegan al Dios de los he- cultades del libro, a que aludimos en la in-
breos y conciben como cosa razonable que troducción.
pueda estar irritado éste contra uno de sus (3) «Tres días de camino* significa que Jonás
adoradores. Arrojándole al mar se aplacará, los necesitaba para hacer oir su mensaje en
y hará cesar la tormenta. todos los barrios de La gran ciudad.
JONÁS, 4 809
(1) Como los marineros fenicios, así las tintos de losde su profeta. Bien sabemos que
gentes de Nínive creyeron mensaje de Dios,
el el evangelio que
la misericordia de Dios, tan
o sea, la amenaza con que el Dios de Jonás les pregonada en el An.iguo Testamen:o. era, sin
amenaza y procuran evitarlo aplacando a Dios. emoargo, la que menos emenJían los fariseos.
(2) Esta pesadumbre de Jonás pone más (i) En estas palabras finales está toda la
de relieve los sentimientos de Dios, tan dis- enseñanza del libro encerrada.
ABDI AS
Crímenes de Edom y su ruina. Jerusálén, también tú uno de
fuiste
tantos. 12
No
contemples el día de
I
Visión de Abdías: Asi dice de tu hermano el día de su desastre. No
Edom, Yave. Hemos oído de parte te goces de los hijos de Judá el día
de Yave un rumor, y ha sido enviado de su perdición. No profieras arro-
un mensajero a los pueblos. ¡Arriba! gancias el día de la tribulación.
Alcémonos en guerra contra él. 2 Mira, 13 No entres por las
puertas de mi
te he hecho pequeño entre las gentes, pueblo el día de su ruina, ni te estés
eres sobremanera despreciable. 3 Tu contemplando también su desgracia
orgullo y tu corazón te engañan. Quien el día de su desastre. No tiendas la
habita en las cavernas de las rocas y mano sobre sus riquezas el día de
cuya morada son las alturas, se dice a su ruina. 14 No te pongas en la encru-
sí mismo: ¿Ouién será capaz de echar- cijada para matar a los fugitivos. No
me a tierra? 4 Pues aunque te subas entregues sus huidos el día de la
tanto como el águila y pongas en las tribulación.
estrellas tu nido, yo te derribaré, dice 18 Porque se acerca el día de Yave
Yave. 5 Si vinieran a ti de noche para todos los pueblos. Como hi-
¿no se llevarían sólo aquello
huil ones, ciste, así te harán a ti; tu merecido
que quisieran? Si vinieran vendimia- caerá sobre tu cabeza. 14 Como bebis-
dores a vendimiarte, ¿no dejarían teis vosotros, los de mi monte santo,
8
rebusco? ¡Cómo has sido sa- así beberán sin remedio todas las
queado! gentes. Beberán, se sorberán, y
¡Cómo está Esaú de hollado y de serán como si no hubieran sido.
17
rebuscados sus escondrijos, hasta la Pero en el monte de Sión habrá
frontera! 7 Todos tus aliados te han una porción salvada, y será santa,
traicionado. Te cercaron, te derro- y la casa de Jacob se apoderará
taron que gozaban tu amistad.
los de los que le despojaron. 18 La casa
Los queestaban en paz contigo de Jacob será el fuego, la casa de
pusieron trampas a tus pies. No hay José será la llama, y la casa de
en él entendimiento. s ¿No haré yo Esaú será la paja. Le encenderán
aquel día —
dice Yave —
desaparecer éstos y los devorarán y no quedará
de Edom los sabios y del monte de sobreviviente de la casa de Esaú,
Esaú la prudencia? 9 Tus guerreros porque lo dice Yave. 19 Ocuparán
¡oh Temán! se sobrecogerán de terror al mediodía la montaña de Esaú,
para que todos sean exterminados y la tierra baja los filisteos, y Efraím
en las montañas de Esaú. Por los el llano de Samaría, y Benjamín,
estragos, 10 por las matanzas hechas Galad. 20 Y los cautivos ahora
contra tu hermano Jacob, te cubirrá en espera, los hijos de Israel, la
la vergüenza y serás exterminado Cananea hasta Sarepta; y los cautivos
para siempre. de Jerusálén, que están en Sefarad,
II 91 Y subi-
El día en que, estando tú allí las ciudades del mediodía.
presente, saqueaban los extranjeros rán salvadores a) monte de Sión
sus riquezas, penetraban por sus para regir la montaña de Esaú, y el
puertas y echaban la suerte sobre imperio será de Yave.
AG E O
1 1
En el año segundo del rey Darío, mondado para ellos, y temió el pueblo
el mes sexto, el día primero del ante Yave. 13 Entonces Ageo, el
mes, fué palabra de Yave, por mano enviado de Yave, habló por mandato
de Ageo, profeta, a Zorobabel, hijo de Yave al pueblo, diciendo: Yo soy
de Sealtiel, gobernador de Judá, y a con vosotros, dice Yave. 14 Y des-
Josué, hijo de Jeosadac, sumo sacer- pertó Yave el espíritu de Zorobabel,
dote, diciendo: 2 Así habla Yave hijo de Sealtiel, gobernador de Judá,
Sebaot: Este pueblo dice: No ha y el espíritu de Josué, hijo de Jeo-
venido aún el tiempo, el tiempo de sadac, sumo sacerdote, y el espíritu
reedificar la casa de Yave. de todo el pueblo, y vinieron y se
3
Fué, pues, palabra de Yave, pusieron a la obra de la casa de Yave
por mano del profeta Ageo, diciendo: Sebaot, su Dios. 15 El día 24 del mes
4
¿Ha venido para vosotros el tiempo, sexto, del segundo año del rey Darío.
el tiempo de morar vosotros en casas
artesonadas, mientras está en ruinas
esta casa? ( 1) 5 Pues así dice Yave Se- La gloría del nuevo templo.
baot: Pensad bien en vuestra suerte
6
Sembráis mucho y encerráis poco; O 1
El séptimo, a los veintiuno, fué
coméis y no os saciáis; bebéis y no palabra de Yave por mano del
os hartáis; os vestís y no os calentáis, profeta a Ageo, diciendo: 2 Habla
y el que anda a jornal echa su salario ahora a Zorobabel, hijo de Sealtiel,
en bolso roto. gobernador de Judá,' y a Josué, hijo
7
Así dice Yave: Pensad bien en de Jeosadac, sumo sacerdote, y al
vuestra suerte. 8 Subid al monte, y resto del pueblo, y diles: 3 ¿Quién
traed maderas y reconstruid la casa, queda de vosotros que viera esta casa
y yo hallaré en ella mi gozo y mi en su primera gloria, y cuál la véis
Yave. 9 Esperabais mucho
gloria, dice ahora? ¿No es en verdad a vuestros
y habéis hallado poco; almacenabais ojos como nada? 4 Pues anímate,
y yo he soplado en ello. ¿Por qué, Zorobabel, dice Yave, anímate tú
dice Yave Sebaot? Por estar mi casa también, Josué, hijo de Jeosadac,
en ruinas, mientras que todos os sumo sacerdote, y cobra ánimo, pue-
apresurabais a haceros la vuestra. blo todo de la tierra, dice Yave, y
10 Por eso retuvieron los cielos sobre a la obra, porque yo soy con vosotros,
vosotros la lluvia y no dió sus frutos dice Yave Sebaot. 5 Conforme a la
11 alianza que con vosotros hice a vues-
la tierra; y llamé yo la sequía
sobre esta tierra y sobre los montes tra salida de Egipto, estará en medio
y sobre el trigo, y sobre el vino y de vosotros mi espíritu, no temáis.
6
sobre el aceite, y sobre cuanto pro- Porque así dice Yave Sebaot: (1) De
duce la tierra, y sobre los hombres y aquí a poco yo haré aún temblar los
sobre las bestias, y sobre todo tra- cielosy la tierra, los mares y lo seco,
7
bajo de vuestras manos. y haré temblar a las gentes todas
y vendrán las preciosidades de todas
las gentes, y henchiré de gloria esta
Atiende el pueblo la exhortación casa, dice Yave Sebaot. 8 Mía es la
del profeta. plata, mío es el oro, dice Yave Se-
9
baot. La. gloria de esta postrera
12
Oyó Zorobabel, hijo de Sealtiel,
y Josué, hijo de Jeosadac, sumo (i) Era posible que el año 520 hubiera en
sacerdote, y todo el pueblo la voz Jerusalén quien hubiera visto en pie el primer
de Yave, su Dios, y las palabras de templo destruido en 587. La nueva obra era
Ageo, profeta, conforme a la misión pobre comparada con la antigua, pero será
que Yave, su Dios, le había enco- más gloriosa, pues será el centro de peregri-
nación de todas las gentes en los días mesiáni-
cos. Es- claroque no se deben tomar a la letra
(i) Desalentados por las dificultades, ha- estas palabras del profeta, sino en sentido figu-
blan desistido de la obra del templo: por esto rado, en cuanto anuncia la- vocación de todas
mismo el Señor les retiraba sus bendiciones. las gentes a formar parte del pueblo de Dios.
806 ZACARÍAS. 1
¿serían inmundas? Y
respondieron Yave a Ageo, a los veinticuatro
los sacerdotes, diciendo: Inmundas del mismo mes, diciendo: 21 Habla a
serán. 14 Y
replicó Ageo, diciendo: Zorobabel, gobernador de Judá, y
Pues así era este pueblo y esta gente dile: Yo conmoveré los cielos y la
delante de mí, dice Yave, y así toda tierra, 28 y trastornaré los tronos de
la obra de sus manos y cuanto los reinos, y destruiré la fuerza del
ofrecían era inmundo. reino de las gentes, y volcaré el
15 Poned, pues, vuestra atención carro y a los que en él suben, y se
ahora, desde este día en adelante y vendrán abajo los caballos y los que
para atrás, antes del día en que en en ellos cabalgan, los unos por la
esta casa pusisteis una piedra sobre espada de los otros. 23 Aquel día,
otra. 16 Antes venían al montón de dice Yave Sebaot, yo te tomaré a ti,
veinte y había diez, venían al lagar Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi siervo,
para sacar cincuenta del lagar y dice Yave, y te haré como anillo de
había veinte. 17 Os hería con el viento sello, porque yo te he elegido, dice
solano y con tizón y con granizo Yave Sebaot.
Z A C A RIAS
Introducción. Exhortación n lu penitencia.
1 1
El octavo mes del año segundo * Dilcs, Así
pues: dice Yave
de Darío, llegó palabra de Yave Sebaot, Volveos a mí, dice Yave
a Zacarías, hijo de Baraquías, hijo Sebaot, y yo me volveré a vosotros,
de Ido, profeta, diciendo: * Yave se dice Yave Sebaot. 4 No seáis como
irritó fuertemente contra vuestros vuestros padres, a quienes vocearon
padres. <
los primeros profetas, diciendo: |Asi
i
ZACARÍAS, 2
pinteros, 4
y yo pregunté: ¿Qu é
van a hacer éstos? Y
me respondió,
\ ¡alón üe los caballos y los diciendo: Aquéllos son los cuernos
caballeros. que dispersaron a Judá de modo tal
que no pudo ya levantar cabeza, y
8
Vi de noche a un varón que cabalga- éstos vienen para rodear a aquéllos
ba en un caballo alazán oscuro, y estaba y destruir los cuernos de las gentes
entre los montes situados a poniente; que alzaron el cuerno sobre la tierra
detrás de él había caballos negros, de Judá para dispersarla.
bayos y blancos (1). 9 Yo entonces 5 Alcé de nuevo los ojos, miré,
y
pregunté: ¿Qué son éstos, mi Señor? vi a un varón que tenía en la mano
Y el ángel que hablaba conmigo una cuerda de medir, 6 y le pregunté:
me dijo: Voy a darte a conocer quié- ¿A dónde vas? Y
él me respondió:
nes son éstos; 10 pero el que estaba entre A medir a Jerusaléñ, para ver cuánta
los montes tomó la palabra y dijo: es su anchura y cuánta su longi-
Estos son los que Yave ha mandado tud (2). 7 Apareció el ángel que
a recorrer la tierra. 11 Luego hablaron hablaba conmigo, y vi que venía a
ellos al ángel de Yave que estaba en su encuentro otro ángel, s que le
los montes
a poniente, y le dijeron: dijo: ¡Corre! Di a ese joven: Sin mu-
Hemos recorrido la tierra, y toda rallas será habitada Jerusaléñ, tal
está r» i¡cta y tranquila. será en ella la muchedumbre de
12 Y
habló el ángel de Yave, di- hombres y animales. 9 Y
yo seré para
ciendo: |Oh Yave Sebaotl ¿Hasta ella, dice Yave, muro de fuego en
cuándo no vas a tener piedad de derredor, y seré su gloria en medio
Jerusaléñ y de las ciudades de Judá, de ella.
contra las que estás irritado desde 10 ¡Arriba, arribal Huid de la
hace setenta años? 13 Y Yave dirigió tierra del aquilón, dice Yave, pues a
al ángel que conmigo hablaba pala- los cuatro vientos del cielo os aventé,
bras blandas, palabras consoladoras. dice Yave. 11
¡Arriba, Sión! La que
14 El ángel que hablaba conmigo habitas en Babilonia, escápate. 12 Por-
me dijo: Clama diciendo: Así dice que así dice Yave Sebaot: Después
Yave Sebaot: Siento grande amor de la aflicción, él me ha enviado a las
hacia Jerusaléñ y hacia Sión, 15 y gentes que os despojaron, porque el
estoy muy airado contra las naciones que os toca a vosotros toca a la
que están tranquilas; porque yo es- niña de sus ojos; 13 y yo alzo mi mano
taba un poco airado, pero ellas agra- contra ellos y serán presa de los que
varon el mal. 16 Por tanto, así dice tuvieron por esclavos, y sabréis que
Yave: Yo me he vuelto misericor- Yave Sebaot me ha enviado.
dioso hacia Jerusaléñ y mi casa
será allí reedificada, dice Yave Se- (1) Los cuernos son las naciones que maltra-
taron a Judá, y los obreros son los instrumentos
de la justicia divina contra ellos.
(l) Esta primera visión de los caballos signi- (2) La visión anuncia la restauración de la
fica que el Señor está dispuesto a realizar en se- ciudad de Jerusaléñ, de la cual será Yave muro
guida la restauración de Jerusaléñ. y defensa, habitando en medio de ella.
sos ZACARIAS, 3, 4
14 10
Jubila y regocíjate, hija de Sión, Aquel día, dice Yave Sebaot,
porque llegaré y habitaré en medio convidaréis cada uno a su vecino
de ti, dice Yave. 15 Aquel día se bajo la parra y bajo la higuera.
unirán a Yave muchas gentes que
serán mi pueblo, y yo habitaré en
medio de ti, y sabrás que Yave Quinta visión. El candelabro.
Sebaot me ha enviado a ti. 16 Yave
poseerá a Judá, su heredad, en la
tierra santa, y será Jerusalén su
-J.
He aquí la palabra de Yave a
6b
elegida. 17 Calle toda carne ante Yave, Zorobabel. Dice: No con ejér-
que se ha alzado de su santa morada. cito, no con fuerza, sino por mi espí-
ritu, dice Yave Sebaot. 7 ¿Qué eres
tú, montaña grande? Allánate ante
Cuarta visión. El sumo sacer- Zorobabel. El pondrá la piedra de
dote Josué, acusado por el diablo remate en medio de aclamaciones:
y defendido por Yave. |Qiié hermosa es, qué hermosa es!
8
Y me llegó palabra de Yave, di-
3 1
Y
me hizo ver a Josué, el sumo ciendo:* Las manos de Zorobabel ci-
sacerdote, que estaba en pie mentaron esta casa y sus manos la
delante del ángel de Yave y tenía a acabarán, y sabrás que Yave Sebaot
su diestra a Satán, que le acusaba. me ha enviado a vosotros. 10a Porque
2
Y Yave dijo a Satán: |Que Yave te los que han despreciado el día de
reprima, oh Satán, que Yave te las cosas modestas, verán gozosos en
reprima, pues él ha elegido a Jeru- las manos de Zorobabsl la piedra
salén! ¿No por ventura ése un
es reservada (1).
tizón que acaba de ser arrebatado a 1 El ángel que
hablaba conmigo,
la hoguera? 8 Porque estaba Josué vino y me despertó, como a hombre
vestido de vestiduras inmundas, y que despierta de su sueño; 8 y me
así en pie delante del ángel (1). dijo: ¿Qué ves? Yo le respondí: Mira
4a
Este habló mandando a los que y veo un candelero, todo de oro,
estaban delante de él: Quitadle las con un vaso encima y sus siete lám-
vestiduras inmundas, y vestidle las paras, y siete tubos desde las lámparas
vestiduras de ceremonia, 5 y poned al vaso que está encima; 8 y a su lado
sobre su cabeza una tiara pura. Ellos dos ramos de olivo, el uno a la de-
pusieron la tiara sobre su cabeza y recha del vaso y el otro a la izquierda;
4
le vistieron de las vestiduras de cere- y proseguí diciendo al ángel que
monia; y el ángel de Yave, puesto en hablaba conmigo: ¿Qué es esto, mi
pie, 4 t> le dijo: Mira, he quitado de Señor? 5 Y él entonces me habló, res-
ti tu iniquidad y te he vestido de las pondiendo: ¿No sabes lo que es eso?
vestiduras de ceremonia. Y yo le dije: No, mi señor. *a Enton-
6
El ángel de Yave conjuró a ces él me habló, diciendo: 10 b Esos
Josué, diciendo: Así habla Yave siete son los ojos de Yave, que obser-
Sebaot: 7 Si andas por mis caminos van la tierra en toda su redondez.
y eres fiel a mi ministerio, adminis- 11 Y yo proseguí, diciendo: Y esos
trarás también tú mi casa y guardarás dos olivos a derecha e izquierda del
mis atrios, y yo te daré puesto entre candelabro, ¿qué son? 12 Y tomando
éstos que están aquí. 8 Escucha, pues, por segunda vez la palabra, pregunté:
Josué, sumo sacerdote, tú y tus com- ¿Qué son esos dos ramos de olivo que
pañeros que se sientan delante de ti. están cerca de los dos tubos por donde
Sois varones de presagio. He aquí baja el aceite? ,3 El me respondió,
'
que yo hago venir a mi siervo Ger- diciendo: ¿No sabes lo que son ésos?
men. 9 Y la piedra que yo he puesto Yo respondí: No, mi señor. 14 Y él
ante Josué, una sola piedla con
siete caras, la esculpiré yo mismo, (i) Antes sacerdotes y reyes se hablan conju-
yo mismo haré en ella su escultura, rado para la pérdida de Judá; ahora Josué. Sumo
dice Yave Sebaot; y aquel mismo Sacerdote, y Zorobabel, principe de la dinastía
día quitaré de la tierra la iniquidad. davidica, y que ejercía el cargo de gobernador,
están unidos y concordes para realizar la obra
de la restauración. El pensamiento de este ca-
(i) El sacerdocio habU contribuido mucho pitulo parece quedar oscuro no haciendo la
a la pérdida de Judá. Ahor.i nos muestra al Pon- inversión de 1-6* y6"-io*. Tal fué seguramente
tífice con ornamentos puros, signo de la pureza el orden original del texto sagrado alterado
drl sacerdocio mismo. por algún accidente.
ZACARÍAS, 5, 6, 7 809
reunirán contra ella todas las gentes abierta para la casa de David,
de la tierra. 4 Aquel día, dice Yave, y para los habitantes de Jerusalén
yo heriré de terror a los caballos y para la purificación del pecado y de
2
de locura a los jinetes; abriré los la inmundicia; y aquel día, dice
ojos sobre la casa de Judá, y a todos Yave, extirparé de la tierra los nom-
los caballos de las gentes los heriré bres de los ídolos, que no serán más
de ceguera. 5 Entonces se dirán los recordados, y haré desaparecer a los
jefes de Judá: La fuerza de los habi- profetas y el espíritu impuro. 3 Y
tantes de Jerusalén está en Yave cuando alguno se ponga a profetizar,
Sebaot, su Dios. le dirán su padre y su madre, los
6 Aquel día haré de los jefes de que le engendraron: No vivirás, por-
Judá como brasero encendido en que has hablado mentira en nombre
medio de la leña, y como antorcha de Yave; y el padre y la madre, los
ardiendo en médio de los haces, que que le engendraron, le traspasarán
consumirá a diestro y siniestro a cuando se ponga a hablar a lo pro-
todos los pueblos de en derredor, y feta.
Jerusalén será de nuevo habitada en 4
Aquel día se avergonzarán de
su lugar, en Jerusalén; 7 y salvará sus visiones de cuando profetizaban
Yave primero las tiendas de Judá, todos los profetas y no se vestirán
para que" no se enorgullezcan contra más el manto peludo para mentir.
Judá la casa de David y los habitan- 5
Un Yo no soy profeta, soy
tal dirá:
8 Aquel día alzará
tes de Jerusalén. labrador del campo y un labrador
Yave un baluarte en torno de los me asoldó desde mi mocedad. 6 Y
moradores de Jerusalén, y la casa le dirán: Pues entonces, ¿qué heri-
de David será como Dios, como el das son ésas que llevas en las manos?
ángel de Yave ante ellos. Y él responderá: Son heridas que
me hicieron en la casa de amigos
(i) Es éste un capítulo oscuro, en parte por
falta de contexto en el conjunto de los cuatro
vaticinios, y en parte por el lenguaje especial. En
promete derramar espí-
Juieio de las gentes y santifica-
el versículo g y sig., Dios
ritu de gracia y oración la casa de David
sobre ción de Jerusalén.
y los habitantes de Jerusalén, para que miren al
que han traspasado y le lloren como se llora la 1 A Mira, viene el día de Yave,
1
muerte de un hijo único. Las palabras del pro
feta traen a la mente a Jesucristo camino del
y en medio de ti se repartirán
Calvario, llorado por las mujeres de Jerusalén y
tus despojos. 2 Porque yo reuniré
compadecido por cuantos le reconocieron como a todas las gentes en batalla contra
su Redentor. Jerusalén, y será tomada la ciudad
814 ZACARÍAS, 14
eión para vaticinar el reino mesiánico con el nuevo sacrificio </ui a Dios se
ofrectrá, no sólo en Jervsalcn, sino en todas partes, pues en todas será conocido
y insalzado si nombre del Señor (2, 11). Las últimas palabras de Maliquias
anuncian la venida de Elias, como pregonero del día del Señor (4, 5). El Sal-
vador nos dice que semejante vaticinio se cumplió en el Bautista (Mt. 17, 10
sigs; cfr. Le. 1, 17).
MALAQUIAS
Kl amor de Dios a su pueblo. lo que vosotros hacéis; ¿le seréis,
pues, gratos?, dice Yave Sebaot.
1 Oráculo. Palabra de Yave a 10 ¡Oh, si alguno de vosotros cerrara
Israel por medio de Malaquías. las puertas y no encendiérais en vano
2
Yo es he amado, dice Yave. vos- Y el fuego en mi altarl No tengo en
otros decís: ¿En qué nos has amade? vosotros complacencia alguna, dice
¿Esaú no es hermano de Jacob?, Yave Sebaot, no me son gratas las
di( c Yave. Y
yo he amado a Jacob, ofrendas de vuestras manos.
3 mientras que he detestado a Esaú
y he hecho de sus montañas campo sacrificio de la
de devastación y de su heredad pas-
F.l nueva ley.
tizales de desierto (1). 4
Y si 11
Desde el orto del sol hasta el
Edom dice: Hemos sido aplastados,
ocaso es grande mi nombre entre
pero nos reconstruiremes las ruinas;
las gentes y en todo lugar se ofrece
así dice Yave Sebaot: Ellos recons-
a mi nombre un sacrificio humeante
truirán, pero yo destruiré. les Y y una oblación pura, porque grande
llamarán tierra de impiedad y pueblo
es mi nombre entre las gentes, dice
contra el que se irritó para siempre
Yave. 5 Vuestros ojos lo verán y Yave Sebaot. (1). 12 Pero vosotros
lo profanáis, diciendo: ¡La mesa de
diréis: Es grande Yave, aun más
allá de su territorio.
Yave es inmunda, y despreciable lo
6
El hijo honra a su padre, y el sier-
que de ella proviene! 13 Y aun decís:
¡Oh, qué fastidio!, y la despreciáis y
vo teme a su señor. Pues si yo soy
ofrecéis lo mutilado, lo cojo, lo en-
padre, ¿dónde está mi honra? Si
yo soy Señor, ¿dónde está mi tcmir?, fermo, lo ofrecéis en sacrificio. ¿Voy
dice Yave Sebaot a vosotros, sacer- a complacerme yo en el de vuestras
dotes, que menospreciáis mi nombre.
manos? 14 ¡Maldito el fraudulento,
Y decís: ¿En qué menospreciamos tu que teniendo en el rebaño machos y
nombre? 7 Ofrecéis en mi altar pan habiendo hecho un voto, sacrifica
al Señor lo estropeado! Porque yo
inmundo y decís: ¿En qué lo hemos
hecho inmundo? En decir: La mesa soy rey grande, dice Yave Sebaot,
de YaVe es despreciable. 8 Y ofrecer y mi nombre es temible entre las
gentes.
en sacrificio ciego, ¿no es malo?
lo
Y ofrecer lo cojo o lo enfermo, ¿no es
malo ? Anda, haz presente de ello Conminación a los sacerdote*.
a tu gobernador, a ver si se complace
en él y le será grato, dice Yave 2 1
Para vosotros, pues, ¡oh sacer-
2
Sebaot. dotes!, este decreto: Si vosot/os
9
Buscad, pues, el favor de Dios no escucháis y decidís de corazj.i
para que él os sea propicio. Eso es
(i) leviticos tienen en poca
Los sacerdotes
(i)Estas pahbras sobre el amor de Jacob y estima el En castigo. Dios les anjn-
culto divino.
el odio de Esau son una clara alusión a la bendi- cia la pérdida de su privilegia y del pri /ilegio
ción de lsac sotre los hijos. En ella mostró Dios de Jerjsalén. Vendrá día en que en tojo 1-ignr
que la heredad mesiánica y, en general, la gracia se ofrecerá al Señor un sacrificio puro, el de Je-
divina, no depende de la carne o de la sangre, sucristo, renovado en toda la redondez de la
sino de la libre elección de Dios. tierra.
«16
MALAQUÍAS, 3
dar gloria a mi nombre, dice Yave matrimonial. 15 ¡Pues quél ¿No los
Sebaot, yo mandaré sobre vosotros hizo él para ser uno solo, que tiene
la maldición, y haré maldición de su carne y su vida? Y
este único ¿para
vuestra bendición, y aun la he hecho qué? Para una posteridad para Dios.
ya maldición, porque vosotros no os Cuidad, pues, de vuestra vida, y no
decidís de corazón. 3 Por eso yo os seas infiel a la esposa de tu juventud.
quebrantaré el brazo, y os echaré 16 El
que por aversión repudia,
al rostro la inmundicia, la basura dice Yave, Dios de. Israel, se cubre
de vuestras solemnidades, y seréis de injusticia por encima de sus ves-
echados donde se echa ella. tidos, dice Yave Sebaot. Cuidad,
4 Y sabréis que yo he dado este pues, de vuestra vida y no seáis
decreto, para que sea real mi pacto desleales. 17 Sois pesados a Yave con
con Leví, dice Yave Sebaot. 5 Mi vuestras palabras. Decís: ¿En qué
pacto con él fué, «vida» y «paz» le somos pesados? En decir: El que
y se las di; «temor», y él me temió, hace el mal es grato a Yave, y en
y ante mi nombre se llenaba de temor. ellos se complace. Si no, ¿dónde está
* Tuvo en su boca doctrina de verdad, el Dios justo?
y no babia iniquidad en sus labios;
anduvo conmigo en integridad y rec- l'.l ángel precursor.
titud, y apartó del mal a muchos;
7
pues los labios del sacerdote han
de gXiardar la sabiduría y de su boca 3 1
Pues he aquí que voy a enviar
ha de salir la doctrina, porque es un mi mensajero, que preparará
a
enviado de Yave Sebaot. 8 Pero el camino delante de mí, y luego
vosotros os habéis apartado del ca- en seguida vendrá a su templo el
mino, y habéis hecho tropezar a Señor a quien buscáis, y el ángel
muchos en la ley, y habéis pervertido de la alianza que deseáis (1).
el pacto de Leví, dice Yave Se- Ved que viene, dice Yave Sebaot, * y
baot. ¿quién podrá soportar el día de su
9
Por tanto, también yo os he venida? ¿Quién podrá mantenerse
hecho a vosotros despreciables y viles firme cuando aparezca? Porque será
para todo el pueblo a la medida en como fuego fundido y como lejía de
que vosotros no habéis seguido mis batanero, 3 y se pondrá a fundir y
caminos, ni habéis tenido en cuenta depurar la plata y a purgar a los
la ley. 10 ¿No tenemos todos un padre? hijos de Leví, y los depurará como
¿No nos ha criado a todos un Dios? se depura el oro y la plata, para que
¿Por qué, pues, obrar pérfidamente ofrezcan a Yave sacrificio de justicia.
unos con otros, quebrantar el pacto 4
Y entonces agradará a Yave el
de nuestros padres? sacrificio de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados y como en
los años antiguos. 6 Y vendré con
Abominaciones del pueblo. vosotros a juicio, y seré juez pronto
contra los hechiceros y contra los
11 adúlteros, y contra los perjuros, y
Perdido está Judá, y en Israel
y en Jerusalén se comete la abomi- contra los que oprimen al jornalero
nación, pues Judá profana las cosas y a la viuda y al huérfano, y agravian
consagradas a Yave, lo que él ama, al extranjero, sin temor de mi, dice
casándose con hijas de un dios ex- Yave Sebaot.
traño. 12 Quiera Yave, a quien tal 8
Porque yo, Yave, no me he mu-
hace, privarle de testigo y defensor dado, y vosotros, hijos de Jacob,
en las tiendas de Jacob, y de quien no habéis cesado. 7 Desde los días
haga por él ofrenda de sacrificio a de vuestros padres os habéis apar-
Yave Sebaot. tado de mis leyes; no las habéis guar-
11 Y ved otra cosa más que hacéis.
T
dado. V olveos vosotros a mi y yo
Bañáis altar de Yave de lágrimas,
el
llantos y gemidos, porque no atiende (i) En
la salida de Egipto y viaje por el
a la ofrenda y no acepta de vuestras desierto. Dios mandó ante Israel a un ángel para
manos nada grato; 14 que le condujese: aqui un ángel precederá como
y preguntáis: heraldo la venida del Señor, que vendrá a su
¿Por qué? Porque Yave toma la templo a hacer juicio en sus sacerdotes y puri-
defensa de la esposa de tu juventud, ficarlos, pasándolos por el crisol. Entonces sus
a la que has sido desleal, siendo ella sacrificios le serán gratos. Los evangelistas apli-
tu compañera y la esposa de tu alianza can el pasaje al Precursor.
MALAQUÍAS, 3 817
52
INTRODUCCION GENERAL A LOS LIBROS
SAPIENCIALES
ritu Santo, que al mismo tiempo que elevaba su mente, daba valor divino a sus
enseñanzas.
Decíamos que el arte de la poesía era una de las manifestaciones de la sabidu-
ría hebrea. Porque es de saber que existe en la Biblia hebrea un arte poético. San
Jerónimo y algunos antiguos asimilaron el verso hebreo al griego y al latino. Era,
sin duda, una equivocación. Pero los esfuerzos hasta ahora realizados para definir
la naturaleza del verso hebreo sólo han dado de sí lina multitud de opiniones, que
muestran en su misma multitud la dificultad del asunto y la imposibilidad
de llegar hasta ahora a conclusiones ciertas. Una cosa es clara: que además de
ese artificio poético, el ritmo tónico, hay en la poesía hebrea un ritmo lógico, del
pensamiento, que se ha llamado paralelismo de los miembros. A una linea o verso
se añade otro que expresa el mismo pensamiento (paralelismo sinónimo), o
un pensamiento que desarrolla y completa el primero (paralelismo sintético),
o un pensamiento contrapuesto al primero (paralelismo antitético). Véanse
los siguientes ejemplos:
Siéntate a mi diestra,
En tanto que pongo a tus enemigos
Por escabel de tus pies (Sal. 110, 1).
Extenderá Yave desde Sión tu poderoso cetro:
«Domina en medio de tus enemigos» (Sal. 110, 2).
Una respuesta blanda calma la ira,
Una respuesta áspera la enciende.
La boca del sabio hace amable la sabiduría,
La del necio sólo profiere sandeces (Prov. 15, 1, 2).
E discute en el libro deJob una cuestión que hallamos muchas veces plan-
o por lo menos indicada, en el Antiguo Testamento, y que es el
teada,
tormento de todos los ingenios de la literatura sagrada precristiana: el pro-
blema del infortunio del justo. La Escritura repite muchas veces, como un axio-
ma, que Dios da a cada uno según sus obras. Todos aceptamos este principio,
que es de elemental justicia, como la cosa más natural, porque responde ente-
ramente a los sentimientos de equidad impresos en el corazón del hombre. Pero
cuando se miran las cosas de tejas abajo, parece que tal principio ¡laquea no
'pocas veces, pues se ven justos en la miseria e impíos en la prosperidad. Y al
/laquear el principio, es como si la misma justicia divina se tambalease, vi-
niendo a poner a dura prueba la fe de los creyentes en Dios.
Los Salmos nos ofrecen con frecuencia el cuadro desgarrador que se desarro-
lla en el corazón de los fieles; y es, a nuestro juicio, la mejor prueba de su gran
fe, el verlos sobreponerse a esta tentación en medio de la oscuridad en que vivían
respecto a las sanciones en la vida futura. Ni es este problema sólo del pueblo
hebreo. La literatura caldea nos presenta una lamentación del justo, que ex-
presa ante sus dioses sentimientos análogos a los del salmista. El autor de
nuestro libro quiso estudiar el problema con toda la amplitud que el estado de
la revelación en su tiempo le permitía; y para ello acudió a este personaje, Job,
que, a juzgar por la mención de Ezequiel (14, 14), había pasado a la poste-
ridad como modelo de justicia y de paciencia.
El libro consta de tres partes: un prólogo y un epilogo en prosa, y el cuerpo
de la obra en verso. El prólogo nos da a conocer las pruebas a que Job f ué some-
tido por Dios y los motivos por que a ellas le somete.
Sigue luego la disputa. Tres amigos de Job, al saber las calamidades que
822 •JOB. 1
de repente habían caído sobre él, vienen a visitarle y a condolerse con su amigo.
Al verle sentado en la ceniza, rayéndose con un tejón, la estupefacción se apo-
dera de ellos, y por espacio de siete días y siete noches se están mirando sin
hablar palabra. Al fin prorrumpe Job en un monólogo en que expresa la gran-
deza de su dolor. Sus palabras parecen una amplificación de las que en caso
análogo profirió Jeremías (20, 14 ss. ). Esta queja de Job es la señal de ataque
por parte de los amigos. Los que habían venido a consolarle se convierten en
acusadores, aunque con la sana intención de reducirle a penitencia. Ar o tienen
prueba alguna concreta de la culpabilidad de Job, pero les basta verle de aquel
modo herido de Dios. Era ésta una prueba que no admitía réplica, a menos
de negar la justicia divina. Por espacio de once capítulos van los tres amigos
repitiendo en variadas formas el mismo argumento, y Job respondiendo a
cada uno. No contentos con esto, vuelven todavía a la carga y consumen un
segundo turno, respondiendo Job a cada réplica. Todavía insisten con una
duplica los amigos. Job les responde. Antes de esta respuesta se intercala un
elogio de la sabiduría que parece desprenderse del resto, pues no sabemos
siquiera en boca de quién se pone.
Los tres amigos desisten por fin de acusar a Jtb, al ver cómo él persiste
en declararse justo. Entonces aparece un cuarto acusador, que, irritado, ataca
a Job y a los tres amigos. Empieza fn xtn tono ampuloso, exponiendo la doc*
trina de que los castigos impuestos por Dios tienen un valor educativo. Es la
— —
nueva idea que nos aporta Eliú asi se llama el nuevo orador en los cuatro dis-
cifrsos que pronuncia, sin que el acusado profiera una palabra de respuesta.
Finalmente, del seno de la tempestad, como en otro tiempo en el Sinai, se apa-
rece el Señor, que hace oír su voz.
El lector creería que viene como maestro soberano a definir la cuestión, po-
niendo en claro el valor de los argumentos con tanta insistencia repetidos. Pero
no es así; porque el Señor, dirigiéndose a Job, intenta aplanarle con la des-
cripción de las obras en que se descubre la grandeza de su poder y de su sabi-
duría, para que Job entienda que los juicios de Dios son inescrutables. Y así
termina el cuerpo de la obra. En el epílogo Dios se muestra irritado contra los
tres amigos, por no haber hablado según verdad, como su siervo Job, y les
manda ofrecer un sacrificio de siete toros y siete carneros y que Job ore por
ellos. Y termina el epílogo diciendo qxte Job recibió la salud, y los bienes que
antes poseía se le duplicaron; que vivió ciento cuarenta años y murió harto
de días.
Del autor del libro nada podemos decir, sino que era un altísimo poeta.
De su época, algo nos indica la comparación con Jeremías y con algunos Salmos
en que se expone el mismo problema. El libro de Job seria posterior a esos otros
escritos; del tiempo, por tanto, de la cautividad o inmediatrmente posterior
a ella.
JOB
Job, varón recto y justo.
quinientas yuntas de bueyes, qui-
nientas asnas, y siervos en gran nu-
Hubo en tierra de Hiis un varón
1
mero, siendo aquel varón grande
llamado Job, hombre recto y entre todos los orientales.
justo, temeroso de Dios, y apartado 4 Acostumbraban
sus hijos a tener
del mal. 8 Naciéronle siele hijos y banquetes en sus casas, cada uno en
tres, hijas; 3 y era su hacienda de su día, invitando a sus tres hermanas
siete mil ovejas, tres mil camellos, a comer y beber con ellos; • y cuando
JOB. 2 823
10 ¡Maldice 7
a tu integridad
T a Dios y Sea noche «le soledad,
muéretel El la respondió: Has ha- no haya en ella regocijos.
8
blado como habla cualquier mujer Maldíganla los que saben maldecir
necia. ¿No recibimos de Dios los [al día,
bienes? ¿Por qué no vamos a recibir losque saben despertar al cocodrilo,
también los males? En todo esto no 10por no haber cerrado las puertas del
pecó Job con sus labios. [seno materno,
y no haber sustraído a mis ojos
[tanta miseria.
Vienen a consolar a Job tres 11
¿Por qué no expiré en el seno de
de sus amigos. [mi madre?
¿Por qué no perecí al salir de sus
11
Tres amigos de Job, Elifaz, [entrañas?
12
temanita, Bildad, súbita, y Sofar, ¿Por qué hallé rodillas que me reci-
namatita, cuando supieron todas las [bieron
desgracias que le habían sobrevenido, y pechos que me amamantaron?
13
vinieron cada uno de su lugar, pues Pues ahora, muerto, descansaría,
habían convenido en juntarse para [dormiría y reposaría,
14
condolerse y consolarle. 12 Ya de con los reyes y los grandes de la
lejos alzaron sus ojos y no le recono- [tierra,
cieron; y se pusieron a llorar a voz que construyen mausoleos,
se
en grito, rasgando cada uno sus ves- ™ con en oro
los príncipes ricos
tiduras y esparciendo al aire polvo y que llenan de plata sus moradas.
sobre sus cabezas. 13 Estuvieron con 16 O ni hubiera existido, como aborto
18
3
Tú antes enseñaste a muchos, Mira: aun a sus ministros no se co-n-
confortaste muchas manos débiles. ffía,
4
Con tu palabra sostuviste a los va- aun en sus ángeles halla tacha.
cilantes 19 [Cuánto más
en los que habitan mo-
y fortaleciste rodillas que se doblaban. cadas de barro
6 ¿Y ahora que ha venido sobre ti, y del polvo traen su origenl
[decaes? Que son aplastados como un gusano,
Cuando te ha tocado, ¿te turbas? 20 Son acabados de la noche a la ma-
6
¿No es ya el temor de Dios tu con- [ñana,
fianza? desaparecen siempre sin darse
para
¿No es la rectitud de tus caminos la [cuenta nadie;
[esperanza tuya? 21
se rompe el hilo de su vida,
7
Recuerda bien: ¿Qué inocente fué y mueren sin saberse cómo.
[jamás destruido?
¿Qué justos fueron jamás extermi- 1
Ya puedes gritar: ¿quién ha de
nados? (1)
5 [oírte?
8
Por lo que siempre vi, los que aran Del Santo: ¿a quién vas apelar?
[la iniquidad 2
Al insensato le mata su ira,
Y siembran son los que
la injusticia, al loco su despecho.
[cosechan sus frutos. 3
Vi al necio echar raíces,
9
Un soplo de Dios los destruye, Mas de repente expiró en su morada,
el huracán de su cólera los abate. en un momento se marchitó su loza-
10 Los rugidos
del león, los bramidos [nía.
[del rugiente, 4
No
prosperan sus hijos,
los dientes cachorros de león son
de los y en el juicio son condenados sin de-
[quebrantados. fensa
11 5
Perece el león falto de presa. Devora el hambriento sus cosechas,
Y se dispersan los cachorros de la y aun entre las espinas las recogen,
[leona. y el sediento chupa su jugo.
6 Que no brota de la tierra la des-
ventura,'
ni es el suelo el que produce el infor-
Aparición nocturna. [tunio:
7
Es el hombre quien lo produce,
12 Llegóme calladamente un hablar, como del fuego vuelan las chispas.
mis orejas percibieron sólo un mur-
[
mullo, La justicia de Dios.
13
Al tiempo en que agitan el alma las
8
[visiones nocturnas, Yo que tú me volvería a Dios,
cuando duermen los hombres profun- y en sus manos pondría mi causa.
9
[do sueño. El que hace cosas tan grandes e in-
14 Apoderóse de mí el terror y el es- [sondables,
[panto, maravillas sin fin;
10
temblaron todos mis huesos, que derrama la lluvia sobre la tierra,
15un viento azotó mi rostro, y manda las aguas sobre los campos.
un torbellino hizo estremecer todo mi 11 El ensalza a los humildes,
[cuerpo. alivia al afligido y le prospera.
12
Allí estaba, ante mis ojos, pero no le Aventa las tramas del astuto,
[ conocía. para que no hagan sus manos cosa
16 Estaba ante mí un fantasma, [conducente.
13
y oíuna voz que blandamente mur- Coge a los sabios en sus propias redes
[muraba: y frustra los designios del malvado.
17
¿Hay algún mortal que pueda te- 14 De día tropiezan con tinieblas,
jérselas con Dios? y van a tientas en pleno día, como si
¿Se tendrá nadie por inocente ante [fuera de noche.
[su Hacedor? 15 Así
protege al desamparado contra
[su rabia.
y salva al mísero de sus potentes
(i) Aquí está contenida toda la argumen-
[garras.
tación de Elifaz contra Job. Nunca viraos perecer
19 esperanza del desdi-
un inocente; un implo que no recogiera el
ni y sostiene la
fruto de sus obras. Aprovéchese Job del castigo chado.
para volverse a Dios y se verá colmado de bienes. i
y tiene que cerrar su boca la iniquidad,
82<¡ JOB, 6
[bras,
El, tan grande, se la haya querido tomar con
un ser tan pobre y que pronto desaparecerá poro las palabras del desesperado, ¿no
del mundo. [son como viento?
JOB, 7, 8 827
27
Os encolerizáis contra un huérfano, ¿Hasta cuándo no apartarás de mí
v caváis la fosa a vuestro amigo. [tu mirada,
28 Miradme, por favor, sin dejarme siquiera tragar la saliva?
20 Si pequé, ¿qué daño te inferí con
pues no puedo mentiros en vuestra
[cara. [esto,
29 Reflexionad, por favor, y desapa- oh protector de los hombres?
rezca la injusticia. ¿Por qué me haces blanco tuyo,
Reparad y triunfará mi rectitud. cuando ni a mí mismo puedo sopor-
30¿Hay en mi lengua iniquidad, tarme?
21
y no distingue mi boca la maldad? ¿Por qué no perdonar mi pecado
y borrar mi culpa?
7 1
¿No es milicia la vida del hombre Pues pronto me dormiré en el polvo,
[sobre la tierra, y si me buscas, ya no me hallarás.
y sqn como los de un jornalero sus
[días?
4 Como
el siervo anhelando la sombra, Discurso de Baldad.
como el jornalero esperando su salario,
3
así he pasado yo meses llenos de O 1
Tomó la palabra Baldad, suhita,
[desencanto, " diciendo (1):
y me han tocado noches llenas de 2
¿Hasta cuándo vas a hablar así,
[dolor. y serán tus palabras cual viento im-
4
Me acuesto, y digo: ¿Cuándo me le- petuoso?
3
vantaré? ¿Puede Dios juzgar injustamente?
Y se me
hace interminable la noche, ¡¿Puede el Omnipotente pervertir la
y no hago más que dar vueltas de la [justicia?
[noche a la mañana. 4
Si pecaron tus hijos contra él,
5
Mi carne está cubierta de gusanos y él hizo ya recaer sobre su cabeza el
[de escamas terrosas, [pecado.
mi piel se arruga y se deshace; 5
Pero tú, si diligentemente le buscas
6
mis días corrieron más rápidos que e imploras al Omnipotente
6
[la lanzadera, ¡ y vives en limpieza y rectitud,
pasaron sin dejar esperanza. lluego se volverá él a ti
7
Acuérdate de que mi vida es un soplo, y prosperará la morada de tu justicia,
mis ojos no verán más la felicidad. 7
y tu anterior fortuna será pequeña,
* No me verán más ojos de hombre. comparada con la grandeza de la se-
Tú me buscarás con los tuyos y ya [gunda.
[no seré. 8 Pregunta, si no, a las generaciones
!
9
Como se deshace una nube y se va, [precedentes;
así el que baja al sepulcro no sube más, atiende a la sabiduría de los padres.
10 no
vuelve más a su casa, 9 Nosotros somos de
|
ayer y no sabe-
no le reconoce ya su morada. [mos nada,
11
Por eso no reprimiré mi boca, porque son una sombra nuestros días
hablaré en la angustia de mi alma, [sobre la tierra.
me quejaré de la amargura de mi vida. 10 Pero ellos te enseñarán, ellos te ha-
12
i Soy yo el mar o un monstruo ma- blarán
[rino, con palabras llenas de cordura.
'
18
15
Se apoya en una cusa que se arruina, Aun teniendo razón, no podría res-
en casa que no tiene consistencia. ponderle,
16
Por lleno de jugo que estuviera a y habría de implorar misericordia para
[la faz del sol, [mi causa.
18
extendiendo sus retoños en el huerto Aunque le hablara yo y él me res-
17
y sus raíces entre las piedras, pondiese,
metiéndolas hasta la roca, no osaría creer que había oído mi voz.
18
en cuanto se le arranca de su sitio 17
El que tempestuoso me acomete
éste le renegará: «Nunca te vi.» y multiplica sin motivo mis heridas,
19 18
Esta es la buena suerte que le espera, Que ni respirar me deja
y brotarán otros en su lugar. y me harta de amarguras.
20 19
Así, pues, Dios no rechaza al justo Si quisiera recurrir a la fuerza, el
ni da la mano
malvado. al [fuerte es él.
21
Aún llenará tu boca de sonrisas Si al juicio, ¿quién podrá emplazarle?
20 Aunque
y de júbilo tus labios.. creyera tener razón, 'mis
22Cubriránse de confusión tus ene- [palabras me condenarían;
migos, aunque me creyera inocente, él pro-
y no subsistirá la tienda de los malos. [baría mi culpabilidad.
21
Si me
creyera inocente, es que no me
[conocería a mí mismo,
Itcspucsta de Job. y yo misino tendría que renunciar a
[mi justificación.
22
q* 1
Respondió Job, diciendo (1): Esta es la verdad, por eso lo digo:
2
Sé muy bien que es así. que consume al inocente y al cul-
¿.Cómo pretenderá el hombre tener pable.
23
[razón contra Dios? Cuando de repente una plaga los
3
Si quisiera contender con él, [mata,
de mil cargos no podría responder él se ríe del tormento de los inocentes.
24
[a uno. La tierra es entregada a las manos
4
El es sapientísimo y potentísimo, [de los impíos,
¿quién se le opondrá? ¿Saldría ileso? y él rostro de los jueces de ella.
tapa el
" El descuaja los montes de improviso, Que si no es él, ¿quién va a ser?
25 Mis
y en su ira los trastorna. días pasaron más veloces que
[ un
* El sacude la tierra en su sitio, correo;
estremécense sus columnas. huyeron sin gustar la felicidad,
28
7
El manda al sol, y el sol no brilla, volaron como lancha de papiro,
él guarda bajo sello las estrellas. como águila que se lanza sobre la
8
El solo tiende los cielos presa. [
-1 fi 1
Estoy hastiado de mi vida, 22
y de las
a la región de las tinieblas
* " voy a dar libre curso a mis [sombras de muerte,
[quejas, tierra de espantosa confusión, tinie-
a hablar en la amargura de mi corazón. blas de noche oscura.
2
Quiero decir a Dios: ]No me con-
[denes! Discurso de Solar.
Dame a saber por qué me afliges así.
3
¿Es decoroso para ti oprimirme, Comenzó a hablar Sofar, na-
1
19 14
Mientras durmieras nadie te tur- él es el señor del engañado y del
[barla, [engañador;
y muchos, al contrario, buscarían tu él despoja de consejo al consejero;
17
[rostro. él entontece a los jueces;
40 Pero malvado él quebranta la autoridad de los reyes:
los ojos del se con-
18 b
sumirán, él ciñe una cuerda a su cintura;
19
no habrá para él escape alguno, > él despoja al sacerdote de su gloria;
19 b
y su esperanza será el último suspiro. él abate a los poderosos;
20
él quita a los elocuentes la palabra
y priva del consejo a los ancianos;
Respuesta de Job a Solar. 21
él arroja sobre los grandes el des-
[precio
i O 1
Respondió Job, diciendo (1): 18 a
y desciñe la cintura de los fuertes;
* ^ 2
Cierto que sois vosotros la 22
c¡ descubre lo más oculto en las ti-
[humanidad toda, nieblas [
7
13 Callad, y dejadme que hable yo, Porque todavía para el árbol hay
y venga sobre mí lo que viniere. [esperanza;
14 Aunque llevara mi carne entre mis cortado, reverdece
[dientes y echa renuevos y retoños,
9 aunque
y tuviera mi vida en las palmas de haya envejecido su raíz
[mis manos, y haya muerto en el suelo su tronco,
15 aunque él me matara, no me do- 9 En sintiendo el agua, rebrota
[lería, v echa follaje, como planta nueva.
y defenderé ante él mi conducta, i° Pero el hombre en muriendo se
16
y él vendrá a ser mi justificador, [acabó.
pues no hay impío que sostenga su En expirando, ¿que es de él?
[presencia. 11 Agótanse las aguas en el lago,
17 Oíd atentamente mis palabras, sécase un río y se consume,
fijad vuestra atención en mi razona- 12 así el hombre, una vez que se
miento. [acuesta no se levanta más.
18 Pronta está mi defensa.
¡Ea! Cuanto duren los cielos no se des-
.
[tes? badas
8
¿Fuiste admitido a consejo con Dios, y casas inhabitadas,
y te has apropiado toda la sabiduría? destinadas a ser montón de ruinas.
39
9 ¿Qué
sabes tú que nosotros no se- No prosperará, ni se mantendrá su
[pamos? [opulencia,
¿Qué entiendes tú que no entendamos ni echará raíces en la tierra.
[nosotros? 30 No escapará a las tinieblas.
10 También hay entre nosotros an- Sus renuevos los devorará la llama,
[ cíanos encanecidos,
su fruto caerá a impulsos del viento.
de más edad aún que tu padre. 31
No se fíe a una engañosa vanidad,
11 pues se le tornará en tormenta,
¿Tienes en poco los consuelos de Dios
32
y las blandas palabras que te diri- y a destiempo será cortado su ra-
gimos? [maje
13
¿A dónde te arrastra tu corazón y sus ramas no reverdecerán.
y por qué centellean tus ojos?
33
Será despojado, como de las uvas la
13 Vuélveste sañudo contra Dios [vid, aun en agraz,
y salen de tu boca dicterios contra él. v como el olivo dejará caer sus flores.
i* ¿Qué es el hombre para creerse 34 La prole de los impíos será estéril,
8
Y
me has aferrado. 7
Mis ojos languidecieron de tristeza,
Se ha levantado contra mi y atestigua y mis miembros son todos como una
[contra mí. [sombra.
9
Su furor me hace trizas, 8
Y
alégranse de ello los buenos,
se ha encarnizado contra mí. y los inocentes se alzan ?ontra el per-
Rechina contra mí sus dientes, [
verso,
9
y alza torvos sus ojos contra mí pero el justo persevera en su camino,
10 Abren su boca contra mí,
y quien tiene limpias las manos se
abofetean con afrenta mis mejillas, [ tfnna siempre más.
10 Pero, en fin, volved todos, volved,
todos a una se lanzan contra mí.
11 Dios me ha entregado a los impíos, que no hallaré entre vosotros un solo
me ha arrojado en manos de los per- [discreto.
11
versos.[ Pasaron mis días, se desvanecieron
12
Feliz era yo, y él me arruinó, [ mis proyectos,
me cogió por el cuello y me estrelló. lasprendas de mi corazón.
13Púsome por blanco de sus saetas, 12
La noche me la convierten en día
Me cercan sus arqueros, y de las tinieblas me prometen próxi-
me traspasa los ríñones sin piedad, [ma luz.
13
derrama mis entrañas. ¿Qué puedo esperar? El sepulcro
14 Me hace herida sobre herida [será mi morada,
y me acomete como fuerte guerrero. en las tinieblas dispondré mi lecho.
15 He cosido un saco sobre mi piel, 14 Diré
a la podredumbre: ¡Tú eres mi
he revuelto mi frente en la ceniza; [padrel
18 está mi rostro hinchado por el llanto Y a los gusanos: ¡Mi madre y mis
y cubre mis ojos denso velo, [hermanos!
15
1 7 aunque no hubo en mis manos in- ¿Dónde está mi esperanza?
justicia Mi fortuna ¿quién la verá?
16
y fue limpia mi oración. ¿Van a bajar detrás de mí al se-
1 8 ¡No cubras, oh tierra, mi sangre, pulcro?
[
53
834 JOB. 19
12 Su opulencia hambre 14
se tornará en desaparecieron mis vecinos y fab»
y la perdición le acompañará. [nocidos,
13
La enfermedad roerá su piel, me ha olvidado hasta la gente de mi
y devorará sus miembros primo- el [casa.
[génito de la muerte. 15 Mis criados me reputan por extraño,
14 Será arrancado del apoyo de su soy a sus ojos un forastero.
[tienda 16 Llamo
a mi siervo, y no me res-
y le rey de los terrores.
bajarán al ponde,
15 Otros, no él, habitarán su tienda,
y tengo que suplicarle con mi boca.
17
lloverá azufre sobre su morada. Hízose mi aliento repugnante a mi
19 Secaránse sus raíces por debajo, [mujer,
Cortaránle por arriba sus ramas. y yo fétido a los hijos de mi madre.
17
Desaparecerá de la tierra su re- 18 Hasta los niños me desdeñan
cuerdo, y me insultan, si intento levantarme.
no tendrá ya nombre en la región. *9 Me han aborrecido todos mis confi-
18 Le lanzarán de la luz a las tinieblas,
dentes,
le exterminarán del mundo. los más caros amigos se vuelven
19
No tendrá familia ni parentela en [contra mí.
[el pueblo, 20 Péganse a mi piel mis huesos des-
ni sobreviviente en su tierra. carnados,
20 De
su caída se espantarán los úl- y apenas si piel junto a
conservo la
[timos [mis dientes.
21Apiadaos, apiadaos de mí, siquiera
y se horrorizarán los primeros.
91 Esa es la suerte del malvado, [vosotros, mis amigos,
El destino del que desconoce a Dios. porque me ha herido la mano de
[Dios.
22
¿Por qué, como Dios, me perseguís
Itcspucsta de Job a Baidnri. [vosotros también,
y no os hartáis de mis carnesT
1
I
Q 1
Respondió Job, diciendo: 23 iQuién me diera que se escribiesen
* ¿Hasta cuándo afligiréis mi [mis palabras
[alma y se consignaran enun libro (1),
24 que con punzón de hierro
y me majaréis con vanos discursosT se gra-
3
Ya me habéis afrentado diez veces basen sobre el plomo,
y me maltratáis sin avergonzaros. o en la piedra se esculpiesen para
4 Aun siendo verdad que yo haya [siemprel
25 Porque yo lo mi Redentor
[errado, sé:
sobre mí recaería mi yerro. [vive,
s
¿A qué alzaros contra mí, y él se erguirá como fiador sobre el
aduciendo como prueba mis torturas? [polvo;
24
8
Sabed, pues, que Dios me ha opri- y después que mi piel se desprenda
[mido, [de mi canu',
y que me ha envuelto en sus redes. en mi carne contemplaré a Dios.
27 jYo le veré, veránle mis ojos, no
7 Grito contra la opresión,
y no ob-
[ ten tío respuesta; [otrol
pido justicia, y no la hay para mí; Abrásanse en mi seno mis entra-
9 ha cerrado mis caminos,
y no tengo [ñas.
28 Si decís: |Oh, si pudiéramos escru-
[salida,
y ha llenado de tinieblas mis senderos. tarle,
9
Me ha despojado de mi gloria, en él hallaríamos la raíz de la cosal
Arrancó de mi cabeza la corona. 29 Temed la espada,
10 Me ha demolido del todo,
y perezco; pues la espada es la vengadora de la
descuajó como árbol mi esperanza. [iniquidad,
II Encendióse contra mí su cólera,
y sabed que hay un juez.
y me contó entre sus enemigos.
> 2 Vinieron contra mi todas sus milicias, (1) Este deseo de Job de ver grabadas sus
se han atrincherado en mi camino, palabras indican claro que va a decir algo
muy importante. Lo que sigue está oscuro y
y han acampado en torno de mi es objeto de diversas interpretaciones. La tra-
[tienda. ducción bien conocida de la Vulgata expresa
19 Alejáronse de mí mis hermanos, la esperanza de la resurrección; la nuestra, sin
y. mis amigos se me han hecho ex- estar tan clara, todavía parece reducirte al
[traños. mismo pensamiento.
JOB, 20, 21
Réplica de Soíar. 22
En el colmo de la abundancia todo
[le es poco,
1
Tomó Sofar, namatita, la pa- y le sobrevienen desventuras de toda
[labra, y dijo: [suerte.
* Por eso me
hacen responder mis 23 Mandará Dios contra él la llama
[pensamientos [de su furor,
que se agitan dentro de mí. hará llover sobre él sus saetas.
3
Te he oído mi ignominiosa reprensión, 24 Si escapa a las armas de hierro,
y la indignación me impulsa a res- le traspasará el dardo de bronce.
ponder según mi saber. 25 Disparó la saeta que le traspasa y
4 [sale por su espalda,
¿No sabes ya de siempre,
desde que vive el hombre sobre la cual rayo de sus entrañas.
26
[tierra, Toda suerte de tinieblas le están
6 [reservadas;
que es breve el tiempo de los mal-
eados le abrasará fuego no encendido por
y dura un instante la alegría de los hombre, [
13 ¿Quién
Pasan sus días placenteramente, le da su merecido por sus
y tranquilamente bajan al sepulcro [maldades?
32
[en un momento. Es llevado con acompañamiento al
14 Y
eso que decían a Dios: Apártate [sepulcro,
[lejos de nosotros, y es honrado en su túmulo;
33
no queremos saber de tus caminos. le son leves los terrones del valle,
18 ¿Qué es el Omnipotente para que arrastra a los hombres tras de sí,
[le sirvamos, y va delante de él gente sin número.
y qué provecho sacamos de rogarle?
34 ¿A qué, pues, me dais tan vanos
16 Ya veis cómo gozan fortuna. [consuelos,
Lejos de mí aprobar el consejo de los si en vuestras respuestas no hay más
[malvados. [que falacia?
17
¿Pero cuántas veces se apaga la
[lámpara de los malos,
los coge la merecida desventura Réplica ele I'.lüa/.
y los castiga en su furoi?
18 ¿Son como paja arrastrada por el
[viento, 22 1
Volvió a tomar la palabra Eli-
y como tamo que se lleva el torbe- [faz, temanita, y dijo:
2
llino? ¿Qué favor puede el hombre hacer a
19
Que Dios reserva el castigo para [Dios?
[sus hijos... Sólo a sí mismo aprovecha su sensatez.
Déle a él mismo su merecido, que lo 3
¿Qué le importa a Dios que tú seas
[sienta él, [justo?
20 que vean sus propios ojos su ruina, ¿Gana algo con que sean limpios tus
y beba el furor del Omnipotente. caminos? [
21 ¿Qué 4
le importa a él de su casa ¿Será por tu piedad por lo que él
para después de él,
[ [te castiga
cuando fuere cortado el número de y entra en juicio contigc?
5
[sus días? ¿No es más bien par tus muchas
22 ¿Quién es el que puede enseñar a [
culpas,
[Dios sabiduría, por tus pecados sin número?
a que juzga a los más altos?
él, 8
Exigiste injustamente prenda a tus
23
Muere éste en plena prosperidad, [hermanos,
cuando todo florecía y estaba en se- despojaste de sus ropas al harapiento,
7
guridad, no diste de beber al sediento,
24
cuando estaban sus lomos cubiertos al hambriento le negaste el pan.
[de grosura 8
Y de quien tiene mano fuerte, suya
y bien regada la medula de sus huesos. [es la tierra;
25 Muere aquél en medio de la amar- que
el hace temer, ése se adueña
se
gura de su alma, [ de ella.
9
sin haber gozado de bien alguno. Despediste a la viuda con las manos
28 Y con todo, juntamente yacerán [vacías
[en el sepulcro, y rompiste los brazos al huérfano.
10 Por
y a uno y otro los recubren los gu- eso te hallas preso en lazjs
ísanos. y te sorprende de improviso el terror;
" Bien adivino vuestros pensamientos 11
te rodean las tinieblas y no ves,
y losimproperios que contra mí ma- y te inundan aguas desbordadas.
[
quináis. 12 ¿No está Dios en lo alto de los
28 Vosotros decís: ¿Dónde esta la casa |li('ll)S?
[del opresor, Mira las estrellas: ¡Qué altasl
qué fué de tienda en que moraban
la 13
Y
tú dirías: ¿Qué sabe Dios?
[los perversos? ¿Puede juzgar a través de las nubes?
29
¿Por qué no se lo preguntáis a los 14 Las nubes le cubren como velo
y
[
caminantes? [no ve;
No podéis desconocer la respuesta se pasca por la bóveda de los ciclos.
16 ¿Quieres seguir el antiguo sendero
[que darán.
30 Que en el día de la ira se salva el por donde caminaron los impíos,
malvado, 18 que fueron arrancados antes de
[
17
C¿ue decían a Dios: Apártate de 12
no me desvié de los mandatos de
[nosotros, [sus labios,
¿qué puede hacernos el Omnipotente? he guardado las palabras de su boca.
18Mientras llenaban sus casas de ri- 13
Pero cuando él decide una cosa,
quezas. [¿quién podrá disuadirle?
Lejos de mí el consejo de los impíos. Lo que quiere es lo que hace.
19 14
Los justos se alegraron, Así cumple hoy en mí sus designios,
los inocentes se rieron, y todavía mucho más tiene él de seme-
20
al ver aniquilada su fortuna, [jante en su pensamiento.
y sus residuos devorados por el 15
Por eso meestremezco ante él,
[fuego. le contemplo, y tiemblo ante él.
21
Reconcilíate con él y tendrás paz, 16
El fuerte me quita toda mi fuerza,
y de ello te vendrá bien. elOmnipotente me aterra,
22
Recibe la ley de su boca, 17
más que las tinieblas que me en-
pon sus preceptos en tu corazón. suelven,
23
Si humillándote te vuelves al Om- más que la oscuridad que cubre mi
[
ñipo tente [rostro.
y alejas de tu casa la iniquidad,
24
tendrás el oro como polvo O4 1
¿Por qué el Omnipotente no
y como chinarros del torrente el Ofir; [se reserva sus tiempos,
25 será el Omnipotente tu
tesoro para no dejar a los que le conocen
y plata refinada para ti; [en la ignorancia de su día?
26 hallarás en el Omnipotente tus de- 2
Unos invaden los términos ajenos,
licias, roban los ganados y los llevan a sus
alzarás tu rostro hacia él, [pastizales;
27 3
El escuchará tus ruegos, se llevan el asno del huérfano
y tú le cumplirás tus votos. y toman en prenda el buey de la
28 Harás proyectos y te saldrán bien, [viuda;
4
y brillará la luz en tu camino. arrojan al pobre de su campo,
29 Si te humillaren, en seguida podrás y obligan a esconderse a los humildes
[decir: «¡Exaltación! [
campesinos,
Pues a los de bajos ojos salva Dios. y se llevan en prenda al hijo del pobre.
30 Libertará al que es inocente, 5
Otros se van al desierto, como asnos
pero en la pureza de sus manos. [salvajes;
el desierto es suyo, es el pan de sus hijos.
6
Respuesta de Job. Siempre en acecho, siegan los campos
[de otros
OQ 1
Job respondió, diciendo: y vendimian las viñas del rico.
2 Cierto que son hoy acerbas 7
Pasan desnudos las noches, sin ropa,
[mis quejas, sin más abrigo en medio del frío.
pero es más pesada mi carga que mis 8
Se mojan con los aguaceros en los
[
gemidos. [montes,
3
¡Oh, si cómo hallarle,
supiese sin más asilo que las rocas.
cómo mismo trono,
llegar hasta su 9
Arrancan de los pechos al niño
4
expondría ante él mi causa, [
huérfano,
tendría la boca llena de razones. 10 Desnudan harapiento,
al
5
Sabría lo que me respondería, hacen llevar sobre sí sus haces al
oiría que me diría.
lo [hambriento,
6 11
¿Contendería conmigo alegando su moler sus aceitunas y pisar sus uvas
[gran poder? [al sediento.
Seguro que no: Me atendería. De la ciudad salen gritos de mori-
7
Así el justo podría disputar con él, bundos;
y mi juez para siempre me absolvería. 12
Pide a voces venganza el alma de
8 Pero
si voy al oriente, no está allí; [los vejados,
si a occidente, no le veo. y Dios no atiende a estos clamores.
9
Si le busco al norte, no le hallo; 13
Hay quienes aborrecen la luz,
si al mediodía, no le descubro. y no ven los caminos,
10 Mas ya que él conoce mis caminos,
y no siguen sus trazas.
que me escudriñe y me acrisole como i*ab Antes del día se levanta el ase-
[el oro. [sino,
11
Por sus huellas marchó siempre mi pie, para matar al desvalido y al nece-
sus caminos seguí sin apartarme, [sitado
JOB, 25, 26, 27
l4 i
De noche anda el salteador, 2()
1
Respondió Job, diciendo:
15 Espera la oscuridad el ojo del adúl- 2
¡Qué gran ayuda la que das al
tero, [flaco,
diciendo: Nadie me verá. qué socorro traes al brazo desmayado!
Y se cubre el rostro con una máscara.
3
¡Qué bien has aconsejado al ignorante,
16 en las tinieblas asaltan las casas, qué profundo saber has manifestado!
los días los pasan encerrados,
4
¿A quién has dirigido tus palabras?
no quieren cuentas con la luz. ¿Qué espíritu es el que ha hablado por
17
Para ellos el alba es sombra de [tu boca?
5
[muerte, Hasta los muertos tiemblan de
el aclarar del día los aterra mortal- [bajo de la tierra,
[mente. los mares y cuanto en ellos mora.
18 6
veloces como curso de aguas;
Huyen El mismo abismo está ante él des-
es maldita su posesión sobre la tierra, [nudo,
no se pisa el fruto de sus viñas. sin velos el sepulcro.
19
Como la sequedad y el calor funden 7
El septentrión sobre la
tendió el
[la nieve, [nada,
así a los malvados el sepulcro. él colgó la tierra sobre el vacío.
20 Le olvida el seno materno, 8
Encierra las aguas en las nubes,
ni se menciona siquiera su nombre. y las nubes no se rasgan a su peso.
Arrancado es dé cuajo como el " El roba a la vista su trono,
8
¿En qué podrá confiar el impío cuan- La Sabiduría.
[do muera,
cuando Dios le arranque la vida? t> O 1
Tiene la plata sus veneros (1),
9
¿Escuchará Dios sus gritos y el oro lugar en que se acrisola.
2
cuando le llegue la desventura? Sácase el hierro de la tierra,
10
¿Podrá complacerse en el Omni- y de la roca fundida sale el bronce.
3
potente, El hombre alumbra las tinieblas
podrá jamás invocar a Dios? y escudriña en lo profundo,
11
Os mostraré la maño de Dios, las rocas en densa oscuridad.
Omni- 4
No os celaré los designios del Abre pozos lejos de lo habitado.
potente. No bajan por su pie,
Vosotros mismos podéis verlo. se suspenden, no como hombres.
5
¿Por qué, pues, perderos en vanas ilu- La tierra, que produce el pan,
fsiones? está por debajo como fuego;
6
sus rocas son la morada del zafiro,
y sus terrones contienen oro.
Réplica de Solar (1). 7 Por caminos desconocidos de las
[águilas,
13
He aquí la suerte a que destina impenetrables al ojo del azor,
[Dios al hombre culpable, 8
no pisados por las fieras,
la porción que del Omnipotente re- inaccesibles al león.
[cibe el impío: 9
Mete su mano en el pedernal
14 Si tiene muchos hijos, destíñanse
y subvierte los montes.
[a la espada, 10 Horada las rocas
su prole no se hartará de pan.
y descubren sus ojos en ellas lo pre-
15
A los sobrevivientes los sepultará la [cioso.
[pestilencia, 11
Detiene las filtraciones de las aguas
sus viudas no los llorarán. y saca a luz los tesoros.
16 Aunque acumule como
la plata si 12Pero la sabiduría, ¿dónde hallarla,
[fuese tierra, y dónde está el entendimiento?
aunque a montones tenga los ves- 13 No conoce el hombre el camino,
[tidos,
ni se halla en la tierra de los mortales.
17 pero se
los prepara él, los vestirá el 14 El abismo dice: No
está en mí.
[justo, Y el mar: Dentro de mí no se halla.
y su plata irá a manos del inocente. 15 Nose compra con el oro más fino,
1 8 Hizo su casa, pero viene a serle ni se pesa la plata para comprarla
[como nido, 16 Nose pone en balanza con el oro
como cabaña de guarda. [de Ofir,
19
Se acuesta rico, pero será por últi- ni con el precioso berilo, ni el zafiro.
[ma vez, 17 Nose equipara al oro ni al cristal,
En un instante dejará de existir. ni se cambia por vasos de oro puro.
20 Vendrá sobre él el terror como di- 18
No cuentan a su lado corales y
luvio, [cristales;
en la noche le arrastra el torbellino. vale más que las perlas.
al Le arrebata el viento solano
y se 19 No puede a ella compararse el to-
[lo lleva, pació de Etiopía,
[
y arranca lejos de su lugar.
le no entra en balanza con el oro más
22 Le asaetea Dios sin piedad,
[
puro.
y vanamente se esforzará para esca- 20 ¿De dónde, pues, viene la sabiduría,
par a su mano. dónde hallar la inteligencia?
23
Batirán palmas contra él,
' 21
Se oculta a los ojos de todos los
y en su mismo lugar le silbarán. [
mortales,
(i) Parece que los discursos de los tres ami- y aun a los de las aves del cielo está
gos habrían de cerrarse con una réplica de [ velada.
22
Sofar. que siguiera a las de los otros dos. pero El infierno y la muerte dicen:
ésta no va indicada en el texto con la ordinaria Sólo hemos oído su fama.
frase introductoria. Es, por tanto, probable
que debería reconstituirse con los trozos 24,
18-24 y 27. 14-23, obteniéndose, así la simetría (1) El texto no indica quién pronuncia estas
de ¡as partes que se da en las primeras inter- palabras en elogio de la Sabiduría. Al crear
venciones; de lo contrario resultarían puestas Dios el mundo, la difundió en la creación, por
en boca de Job afirmaciones que son las mismí- eso Dios la conoce, pero los ho nbres no alcan-
simas de los amigos que con él discuten. zan a conocer sus secretos.
840 JOB, 29, 30
23 18
Dios es el que conoce sus caminos, era el padre de los pobres,
élsabe su morada; y estudiaba la causa aun del desco-
24
porque con su mirada abarca los [ nocido.
17
[confines de la tierra, Quebrantaba del so-
los dientes
y ve cuanto hay bajo la bóveda del [berbio,
[cielo. y de sus dientes le arrancaba la presa.
25 18 Decíame
Cuando dio su peso al viento yo: Moriré viejo,
y dispuso las aguas con medida, prolongaránse mis días como los de
26
cuando dio la ley a la lluvia [ la palmera;
19
y camino al rayo, extenderánse mis raíces hasta las
27 entonces
la vió y la midió, [aguas,
la fundó y la conoció a fondo; y caerá de noche sobre mis ramas el
28
y dijo al hombre: El temor de Dios, [rocío.
20
[ésa es la sabiduría; Renovaráse conmigo mi gloria,
apartarse del mal, ésa es la inteli- y mi arco se fortalecerá en mis manos.
[gencia. 21 Para escucharme me esperaban (1),
y callaban hasta oír mi opinión.
22 Nadie replicaba a mis palabras,
[
maba, perseguidos u gritos como ladrones,
y huérfano que no tenía valedor.
al habitan en lo escarpado de los to-
13 Caía sobre mi la bendición del que rrentes,
[estaba para caer, en cuevas y entre rocas,
' rugiendo entre la maleza
y el corazón de la viuda se colmaba
[ de gozo. y reuniéndose entre la enramada.
14 Vestíame de justicia y ella me ro-
[deaba como vestido,
(i) Los versículos 21-35 están en perfecto
me era mi equidad como túnica y contexto después de 1-1 1 , mientras que los ver-
turbante. [ sículos 13-20 dan la razón del r.speto con que
18
Yo era ojos para el ciego, era tratado Job y de sus halagüeñas esperanzas
era para el cojo pies, para los futuro.
JOB, 31 84 i
8 30 va desprendiendo
Gente innoble, pueblo sin nombre, Ennegrecida se
pisoteados más que la misma tierra. [mi piel,
9
]Y de esos soy yo objeto de burla y mis huesos queman por el ardor.
81
y les sirvo de canciónl Hase trocado en duelo mi cítara,
10 Abominan de mí, me esquivan,
y mi flauta en lamentos.
y basta se atreven a escupirme a la
[cara. 31 Había hecho pacto con mis ojos
1
11
Perdido todo respeto, me insultan, de no mirar a virgen.
rompen todo freno en mi presencia. 2
¿Pues qué porción me reservaría Dios
12
A mi derecha se alza el populacho [desde lo alto,
y prepara los caminos para perderme. y qué heredad el Omnipotente desde
1 3 Destruyen mis sendas, procuran mi [las alturas?
3
[ruina, ¿No es la perdición la que espera al
y nadie los contiene. [inicuo,
14 Irrumpen contra mí como por ancha y el infortunio a los obradores de la
[
brecha, [maldad?
4
surgen de bajo las ruinas. ¿No mirando mis caminos
está él
15 Hau arremetido contra mí terrores, y contando todos mis pasos?
5
se fué como viento mi prosperidad, Ni anduve con engaños
pasó cual una nube mi ventura, ni corrieron hacia el fraude mis pies,
16 6
y ahora se derrite mi vida dentro péseme Dios en balanza justa,
[de mí, y Dios reconocerá mi inocencia.
y me agarran días de aflicción. 7
Si apartaron mis pasos de tus
se
' ?
La noche me taladra los huesos, [sendas
y no descansan los que me roen, y tras mis ojos se fué mi corazón,
i* Me envuelven como vestido con o se pegó algo a mis manos,
8
[ fuerza, siembre yo y coseche otro,
me ciñen como de mi túnica.
la orla y sean arrancadas mis plantaciones.
19
Hame arrojado al fango 9 Si mi corazón
se dejó seducir por
y he venido a ser como el polvo y la [mujer
[ ceniza. y estuve en acecho a la puerta de mi
20 ¡Clamo a ti y tú no me respondes, [prójimo,
insisto y no me haces caso! 10
muela para otro mi mujer,
21
Te has tornado para mí en despia- y sea entregada a ajenos brazos;
11
dado enemigo,
[ pues maldad grande es ésta,
con toda tu fuerza me persigues; es un grave crimen,
22
me alzas en alto, me haces cabalgar 12
fuego que devora hasta la des-
[sobre el viento, trucción,
y fuertemente me sacudes. y consumiría toda mi hacienda.
23 Bien
sé que me llevas a la muerte, 13
Si desdeñé el derecho de mi siervo
al lugar de reunión de todos los mor- y el de mi sierva, cuando se quejaron
[ tales. [de mí,
24 Sin embargo, yo no alcé la mano 14 ¿qué haría cuando alzara Dios
se
[ contra el pobre, [para juzgar,
le salvé en su angustioso gritar. cuando me pidiera cuentas, qué res-
25 ¿No lloraba yo todos los días con pondería?
15
[el afligido? El que me mí en el materno
hizo a
¿No se llenaba de tristeza mi alma hizo también a él?
[seno, ¿no le
[
por el pobre? ¿No fué él mismo el que al uno y al otro
26 Y cuando esperaba el bien, vínome [nos formó en el vientre?
16
[el mal; Si negué al huérfano su satisfacción
cuando esperaba la luz, vino la oscu- y defraudé la esperanza de la viuda,
17
ridad. si comí solo mi bocado
27
Mis entrañas se agitan sin descanso, sin dar de comer de él al huérfano;
han venido sobre mí días de aflic- 18 antes desde mi infancia le atendía
ción. [como padre,
28 Ando en torno enlutado, sin con- y desde el seno materno le protegía;
19
duelo, Si vi al miserable sin vestido,
y me pongo a gritar entre la turba. y al pobre sin ropas,
29
He venido a tener por hermanos a 20
y no me bendijeron sus carnes,
[los chacales, y se calentaron con el vellón de mis
y por compañeros a los avestruces, [ovejas;
842 JOB ¡, 32
21
si alcé mi mano contra el inocente, se obstinaba
en declararse inocente
por verme superior a él en la puerta, 2
a sus ojos; pero Eliú, hijo de Bera-
22
despréndase mi hombro de la espalda quel, buzita, de la tribu de Ram, se
y arranqúese del hombro mi brazo. encendió en cólera contra Job, porque
23
Pues temía el castigo de Dios, se declaraba justo ante Dios. 3 Tam-
yno habría podidoresistir a su majestad. bién contra los tres amigos ardió su
24 Si puse en el dinero mi confianza, cólera, porque no tenían qué respon-
y dije al oro: Tú eres mi esperanza; der a Job, y a pesar de eso le conde-
26 si me gocé en mis muchos bienes, naban. 4 Había esperado Eliú, mien-
y eh que mi mano mucho atesoraba; tras hablaban con Job, porque ellos
¿6 Si mirando al sol cuando brillaba, eran más entrados en días que él;
5
y a la luna al caminar resplandeciente, mas al ver que no había respuesta
47 se engañó en secreto mi corazón, en la boca de aquellos tres hombres,
y les mandé con la mano el beso de se encendió su cólera (1). 8 Habló,
mi boca, [ pues, Eliú, hijo de Beraqucl, buzita,
28 quetambién gravísimo delito, dijo:
es y
pues habría negado a Dios que está Yo soy joven todavía, y vosotros an-
[en lo alto; cianos;
29 me alegré del mal
si de mi enemigo, por eso dudaba, temeroso,
y me gocé en que le sobreviniera la en exponer mi pensamiento.
7
[desgracia, Pensaba que hablaría la ancianidad
30 pues no di mi lengua al pecado, y que los' muchos años mostrarían la
ni conjuré al sepulcro contra su vida; [
sabiduría;
8
31
si no decían las gentes de mi tienda: pero ésta es en el hombre una ins-
¿Dónde hallar quien de su mesa no se [pir ación,
[sacie? es el soplo del Todopoderoso el que
32
Antes bien no se quedaba fuera el [la enseña.
[extranjero, 9
No son los ancianos los sabios,
y abría mi puerta al viandante; no siempre los viejos tienen el enten-
33 Si encubrí como hombre mi pecado, dimiento.
10
ocultando en mi seno la maldad, Por eso me atrevo a decir: Oídme,
34 pues habría temido de la muche- y daré yo también mi parecer.
[dumbre, 11
Ya veis, he estado esperando vues-
me habría aterrado el desprecio de las tros discursos
[gentes, y escuchando vuestras razones;
12
y mudo me habría estado sin salir de mientras tuvisteis algo que decir
[casa. estuve atento.
35¡Oh, si hubiera quien me escuchasel Pero ya no hay quien pueda conven-
[Ahí va mi firmal Respóndame el To- cer a Job,
dopoderoso. no hay entre vosotros quien responda
Ahí está el libelo de acusación escrito ja sus razones.
[por el adversario.
13
No digáis: Nosotros le hemos hecho
36 Ciertamente yo le llevaré sobre mis [ver la sabiduría,
[hombros, convénzale Dios, no hombre alguno.
me lo ceñiré como
corona, 14
A mi nada me ha dicho,
le daré a conocer el número de mis y yo no voy a responderle con vues-
87
[pasos, tros argumentos.
[
16
y
~
me acercaré a él como un príncipe. Están desconcertados, no respon-
38 si clamó la tierra contra mí, den ya,
si a una lloraban sus surcos; les falta la palabra.
16 Comenzaré
39
si comí mi sustancia sin pagarla, yo, pues, ya que no
si afligid ánimo de los que la cultivaban; [hablan ellos
40 názcanme cardos en vez de trigo y se están ahí sin responder.
17
y cizaña en vez de cebada (Ij. Diré yo también lo mío,
Intervención <le Eliú. también yo expondré mi parecer.
18 Me siento lleno de cosas que decir
JOB, 33, 34
y me insta el espíritu que hay dentro con dolor continuo de sus huesos;
j
20
[de mí. i cuando tiene asco del pan
19
Mirad, mi interior está como vino ! y hasta del manjar más exquisito,
21
[encerrado, ¡
y se consume su carne hasta des-
como un odre nuevo pronto a estallar. ¡
aparecer,
20 que antes no
Hablaré, pues, para desahogarme, y aparecen los huesos, se
y ¡ibriré mis labios para responder. [veían;
21
No haré acepción de personas, 22
está su vida próxima al sepulcro,
llamaré a cada uno por su nombre, su alma a los espasmos de la muerte;
22 no me andaré con circunloquios, 23 pero si para él hay un intercesor,
y me soportará por un poco mi Ha- un ángel entre mil,
[ cedor. que haga ver al hombre su deber,
24 tenga piedad de él
y diga:
Reproches a Job. «Líbrale del sepulcro,
halle satisfacción de sus pecados»,
OO 1
Oye, pues, joh Job!, mis pala- 25 reverdecerá su carne más que en su
°° '
[bras, [juventud,
y presta atención a mis discursos. volverá a los días de la adolescencia.
2 26 Suplicará a Dios y éste le acogerá,
Mira, soy yo, abro la boca,
es mi lengua la que se mueve en mi le dará benigno su esplendente rostro,
[paladar. y volverá al hombre a su ventura.
27 El entonces, dirigiéndose a los hom-
3
Mi corazón me dicta palabras sabias,
y mis labios hablarán con franqueza. [bres, les dirá:
5 Respóndeme, si puedes, «Había pecado, había violado la jus-
Disponte a la defensa y pónteme de- ticia,
cante. y Dios no me retribuyó según mis
6
También yo, como tú, soy de Dios, [obras.
28
también yo fui formado del barro. He salvado mi vida del sepulcro,
4
El espíritu de Dios me creó, y vuelvo a ver la lu*..
29
el soplo del Todopoderoso me da vida. Mira, todo esto lo hact Dios,
7
Mira, nada tienes que temer de mí, dos y aun tres veces con el hombre,
30 para retraer su alma de la tumba,
no te abrumará mi majestad.
8
Dijiste, pues, ante mí, para alumbrarle con la luz de la vida.
yo escuché bien 31 Atiende, Job, escúchame.
sonido de tus pa-
el
labras: Calla mientras hablo yo;
9
«Puro soy, sin pecado, 32
O si tienes que replicar, respóndeme;
limpio estoy, no hay culpa en mí, habla, que yo deseo que te justifiques.
10 33 Si no, haz por escucharme;
y con todo El halla pretextos contra
[
lr>í> calla, y te enseñaré sabiduría.
y me toma por enemigo suyo.
11
Pone mis pies en el cepo
y espía todos mis pasos. Segundo discurso de Eliú.
12
Mira, en esto no tienes razón.
Yo te respondo que Dios es más grande 1
Prosiguió Eliú hablando así*
[que el hombre. "~ 2
Oíd, hombres sabios, mis pala-
13
¿A qué quejarte contra El, [bras.
de que no dé razón de todo lo que hace ? Prestadme, hombres doctos, vuestro
14
Habla Dios de un modo, habla de [oído,
3
[otro, pues
oído discierne las palabras,
el
pero el hombre no le entiende. como prueba los manjares el paladar.
16
En
sueños o en visión nocturna, 4
Discutamos la causa,
cuando desciende el sueño sobre Jos veamos entre nosotros dónde está lo
[hombres, [justo.
5
cuando duermen en el lecho, Puesto que Job dice: «Yo soy ino-
16
entonces abre sus oídos [centc,
y aterra con sus reproches,
le pero Dios me niega mi derecho,
17 6
para retraerle del mal y contra mi derecho padezco,
y precaverle contra la soberbia, y es mi llaga atroz sin culpa mía »:
para salvar su vida de la corrupción 7
¿Quién jamás como Job, que se bebe
y librarla de un fin desastrado. [ los insultos como agua,
8 29
por los caminos de los hombres per- ¿quién podrá condenar?
Si El calla,
[versos? Si El esconde su rostro, ¿quién ya le
Puesto que ha dicho: «No aprovecha [verá?
[al hombre El cela sobre las naciones y sobre los
9
estar a bien con Dios.» [individuos,
30 para que
Oídme, sesudos varones: no campe el impío por sus
10 ¡Lejos
de Dios la maldad! [respetos,
[Lejos del Todopoderoso la injusticia! para que no sufra el pueblo vejaciones;
11
El retribuye al hombre según sus 31puesto que si acaso dice a Dios:
[obras, «He pagado mi culpa, no pecaré más,
según su conducta le trata. 32
enséñame Tú lo que yo no sé,
12
No, cierto, no es injusto Dios, he hecho mal, no lo haré más»,
el
no tuerce 33
el Todopoderoso la justicia. ¿castigará El según tu consejo?
13
¿Quién le dió la tierra para que la Te dirá: Juzga tú en lugar mío?
[gobernara? Di tú lo que sepas.
34 Háblenme
¿Quién ha hecho el universo todo? los sensatos,
14
Si El a sí solo atendiera atiéndanme los prudentes.
y retrajera a sí su soplo y su aliento,
35 No habló Job cuerdamente,
15 fueron imprudentes sus discursos.
en un instante moriría toda carne
38 ¿No será Job probado a fondo
y el hombre se tornaría polvo.
14 Si entiendes, oye esto por sus respuestas, propias de un
y escucha el sonido de mis palabras. [impío,
17 37
¿Podrá gobernar un enemigo del pues a su pecado añade la rebelión,
[derecho? Bate ¡jalmas contra nosotros,
¿Y quieres tú condenar al justo su- y multiplica sus quejas contra Dios?
[premo,
18
al que puede decir a un rey «mal-
[vado» Tercer discurso de EIIÚ.
y "criminal » a un soberano?
19 Al que no mira a la cara a los po-
[derosos 35 1
Volvió a tomar Eliú la pala-
y no prefiere el rico al pobre, [bra, y dijo:
porque todos son hechura suya? 2
¿Te parece haber pensado justamente
20 Mueren de improviso en el corazón
al decir:«Tengo razón contra Dios»,
[de la noche, 3
y diciendo: «¿De qué me sirve,
son sacudidos los poderosos y desapa- qué ventaja he tenido por no haber
recen. [pecado?
El valiente se va sin poder hacer uso 4
Voy a responderte,
de su fuerza,
| y a responder contigo a tus amigos.
21 8
pues El tiene su mirada sobre el obrar Contempla el ciclo, mira,
[ de cada uno mira cuánto más alta que tú es esa
y cuenta todos sus pasos. [ bóveda.
22
No hay oscuridad, no hay densa 8
Si |)ecas tú, ¿qué mal le haces?
[tiniebla, Si multiplicas tus pecados, ¿qué per-
donde puedan esconderse los malhe- juicio le causas?
[ chores. 7
Y con ser justo, ¿qué le das?
26 Conocedor de sus acciones odas, I ¿Qué recibe El de tumano?
los derriba en una noche y quedan 8
A un hombre como tú perjudica tu
[aplastados. [mal obrar,
23
Fija plazo al hombre a un hijo de hombre aprovecha tu jus-
para presentarse al tribunal de Dios. [ Licia.
24 9
gravedad de
Quebranta al fuerte sin andar en Gritan por la la opre-
[averiguaciones, sión,
y pone a otro en su lugar. luden socorro contra la tiranía de los
28 Los destroza como reos, poderosos;
[
[oprimido, [
las bestias de la tierra
cu cuanto se hizo oír el lamento de los y nos hace sabios más que a las aves
[ desvalidos. I de' cielo? -
JOB, 36, 37 845
[ducta?
Q¿1 1
Continuó Eliú, diciendo. ¿Quién jamás pudo decirle: Has hecho
2 [mal?
Espera un poco y te enseñaré,
todavía hav más razones en favor de 24 Acuérdate de que debes ensalzar
6
Truena Dios maravillosamente con Intervención de Dios.
[su voz.
Hace cosas grandes que no compren- QO 1
Entonces dirigió Dios a Job
demos. su palabra, de en medio de un
6
El dice a la nieve: Baja a la tierra, torbellino, diciendo (1):
2
y a las lluvias copiosas: Abundad. ¿Quién es éste que empaña mi pro-
7
Es ante ellas impotente el hombre, [ videncia
para que todos reconozcan que es con imprudentes discursos?
3
[obra de El. Cíñete como varón tus lomos.
* Las fieras se meten en su cubil Voy a preguntarte, respóndeme tú.
4
y se quedan en sus guaridas. ¿Dónde estabas al fundar yo la
* Del austro viene el huracán, [tierra?
viene del septentrión el frío. Dímelo, si tanto sabes.
10 6
Al soplo de Dios se forma el hielo ¿Quién determinó, si lo sabes, sus
u y se contrae la extensión de las [dimensiones?
[aguas. ¿Quién tendió sobre ella la regla?
8
El carga de agua las nubes. ¿Sobre qué descansan sus cimientos,
18
Ydistiende la nube de su luz o quién asentó su piedra angular,
7
que va todo en torno, entre las aclamaciones de los astros
donde la lleva la voluntad del go- [ matutinos
[bernante y los aplausos de todos los hijos de
para hacer lo que le mande El; [Dios?
8
13 ya para castigar como azote, ¿Quién cerró con puertas el mar
ya para regar la tierra, cuando impetuoso salía del seno,
9
para favorecer con ella al hombre. dándole yo las nubes por mantillas,
14 Atiende a esto, Job, y denso nublado por pañales,
10
y detente a considerar las maravillas dándole yo la ley
[de Dios. y poniéndole puertas y cerrojos?
15 ¿Sabes tú los designios de Dios 11
diciéndole: De aquí no pasarás,
[sobre ellos? ahí se romperá la soberbia de tus olas.
14
¿Sabes por qué hace brillar el relám- ¿Acaso has mandado tú en tu vida
[pago en sus nubes? [a la mañana
14 ¿Conoces el equilibrio de las nubes
y has enseñado su lugar a la aurora,
13
[en el aire, para que ocupe los extremos de la
los prodigios del que todo lo sabe? [
tierra
17 ¿Sabes por qué se calientan tus ves- v eche Cuera a los malhechores,
14modelándose entonces la tierra como
tidos
cuando el viento solano abochorna la [el barro bajo el sello,
[tierra? y apareciendo vestida,
18 ¿Extenderás tú con él el firma- 16 privando a los malvados de su luz
23 13
cruje sor re él la aljaba, Ocúltalos a todos en el polvo,
la llama de lanza y la saeta;
la y cubre su faz de eternas tinieblas.
14 con estrépito y resoplido sorbe la 14Yo entonces también te alabaré,
[tierra, y diré que tu diestra es capaz de
y no se detiene al sonido del clarín. [vencer.
25 Cuando suena la trompeta, dice: 15 Mira al hipopótamo, creado por mí,
[iSusl [como lo fuiste tú,
Y huele de lejos la batalla, que se apacienta de hierba, como el
el clamor de los jefes y el tumulto. [buey.
28 16
¿Se alza a lo alto el azor por tu sa- Mírale; su fuerza está sus en
[biduría, [lomos,
tendiendo sus alas hacia el mediodía? y su vigor en los músculos de su
27
¿Se remonta por oí den tuya el [vientre.
[águila, 17
Endereza su cola como un cedro,
y hace su nido en las alturas? los nervios de sus costillas se entre-
28 Habita en las rocas
y allí pasa la lazan.
[noche, 18 Sus huesos son como tub>s de
en la cresta de las rocas, en lo mas [bronce,
[abrupto. son como palancas de hierro.
29 Acecha desde allí la presa 19
Es obra maestra de Dios,
que de muy lejos descubren sus ojos. a él le entregó la espada su Hacedor.
30 Sorben la sangre sus polluclos, 20 Los montes ofrecen sus pro-
le
y donde hubiere mucrtjs, allí está ella. [ductos,
mientras retozan allí todas las bestias
40 V continuando Yave en respon-
1
21
[del campo.
der a Job, dijo: Echase debajo de los lotos,
2 ¿Querrácensor contender todavía
el en medio de los juncos del pantano;
22
[con el Omnipotente 1 los arbustos de la orilla Ic dan
El que pretende enmendar la plana a [sombra,
[Dios, responda. le rodean las mimbreras del torrente.
23
Crezca el río, el no se espanta,
Está seguro aunque le llegue un Jor-
Itcspucsta de Job. [dán al hocico.
24 ¿Le
cogerán a sus ojos?
s
Y Job respondióa Yave, diciendo: ¿Taladrara nadie con el anillo su nariz?
25 ¿Puedes
4
iCuán pequeño soy! ¿Qué voy a res- tú coger con anzuelo al
ponder? [cocodrilo
Pondré mi mano sobre mi boca. y atarle una cuerda a la lengua?
26
6
Una vez hablé, no hablaré más. ¿Le meterás un junco por la nariz,
Dos vetes, no añadiré palabra. o atravesarás con el anillo sus man-
díbulas?
27
¿Te dirigirá ruegos suplicantes,
Prosigue Yave. o te lisonjeará con palabras?
28 ¿Hará
pacto contigo,
* Siguió a Job desde
Yave replicando lo tomarás a tu servicio?
torbellino, y dijo:
[el
29
¿Jugarás con él como con un pájaro,
7
Ciñe tu cintura, cual varón, 0 le atarás para juguete de tus niños?
30 ¿Le cogerán los pescadores en sus
Yo te preguntaré, enséñame tú.
8
¿Aún pretenderás menoscabar mi [redes,
[justicial se lo repartirán los mercaderes?
¿Me condenarás a mí para justificarle ;
" ¿Cubrirás tú de flechas su piel
[tú? y le hundirás el arpón en la cabeza?
32 Ponle encima la mano,
• ¿Tienesbrazos tú como los de .Dios
los
y puedes tronar con voz semejante a te quedará recuerdo de la riña y no
suya? [la [ volverás.
10 Revístete, pues, de gloria
y majes-
2
tad, 41 Nadie se atreve a provocarle,
cúbrete de magnificencia y esplendor, ni puede siquiera estar a pie
11 [firme delante de
distribuye a loi rentes tu ira, él.
JOB. 42 «-19
Job catorce mil ovejas, seis mil ca- I mosas que las hijas de Job, y su padre
mellos, mil yuntas de bueyes y mil |
les dió herencia entre sus hermanos,
16
asnas. 13 Tuvo siete hijos y tres hijas; Vivió Job después de esto ciento
1J primera le puso por nombre
a la cuarenta años y vió a sus hijos y a
Yemima, a la segunda Quesia, y a la los hijos de sus hijos, hasta la cuarta
tercera Querenapuc. 15 No habla en '
generación, 17 y murió Job anciano y
luda aquella tierra mujeres más her- colmado de días.
SALMOS
INTRODUCCION AL LIBRO DE LOS SALMOS
El título que este libro lleva en el texto masorético significa en general cantos,
himnos, salmos, loas, etc. El libro está dividido en cinco. El primero contiene
hs Sainos 1-41. El szg'indo, los Salmos 42-72. El tercero, los Salmos 73-89. El
cuarto, los Salmos 90-106, y quinto, los Salmos 107-150.
el
Probablemente estos cinco libros son otras tantas colecciones de Salmos,
hechas en distintas épocas y por distintos autores, como lo prueba el terminar
cada una de ellas con una doxología final, y principalmente la nota que se halla
al fin del segundo libro, Sal. 72. «Aquí terminan los Salmos de David, hijo
de Jeséo; pues a pesar de ella, son no pocos los Salmos de David que con-
tienen los libros siguientes, y que le atribuyen las inscripciones. Se confirma este
modo de ver, por hallarse en los varios libros repetidos, con más o menos ligeras
variantes, algunos Salmos. Así, por ejemplo: 14 =
53, y el estar algunos de ellos
compuestos de partes de otros, como por ejemplo: el Salmo 69, que es parte del 39 vs.
14-18; el 107, compuesto de fragmentos del 56, vs. 8-12 y del 59 vs. 7-14. Sólo
pueden explicarse estos hechos, suponiendo que al tiempo en que fué hecha la
colección general, gozaban ya de tal prestigio las varias colecciones particu-
lares, que el autor de aquélla las aceptó cuales eran, sin atreverse a suprimir
nada en ellas.
Se confirma esto mismo por el uso sistemático que en los distintos libros
se hace de los nombres divinos Yave y Elohim. En el libro primero aparece
generalmente el nombre de Yave; -en el segundo, generalmente el nombre de
Elohim; en el tercero, casi tanto el de Yave como el de, Elohim; en el cuarto, exclu-
sivamente, y en el quinto exclusivamente o casi exclusivamente el de. Yave.
El libro de. los Salmos o Salterio, suele llamarse Salterio de David, y así
lo llamó el Cnnrilio Tridentino; pero esto no quiere decir que, sea David el único
854 SALMOS
autor de todo él, sino que es el principal autor, pues son muchos los Salmos
que él compuso, y se le considera como el más eximio de los salmistas de Israel:
«Egregius psaltes Israel» (II Rcg, 23, 1). Las inscripciones atribuyen a
Moisés uno, el 90; a David, sesenta y cuatro; a Salomón, uno, el 72, según la in-
terpretación que de la inscripción hacen muchos intérpretes, que, sin embargo,
no nos parece la más probable; a Asaj, letita, doce; a los coreítas o hijos de Coré,
doce; a Etán, uno, el 89. Los restantes, cincuenta y nueve, son anónimos — «huér-
—
fanos" los llaman los judíos / la inscripción, si la llevan, no indica el autor.
El autor de la colección general, según todas las probabilidades, parece haber
sido Esdras.
La época en que fueron escritos los Salmos abarca un largo período, que
va desde los comienzos de la monarquía, siglo xi a. C, hasta después de la
cautividad babilónica, siglo v a. G.¡ sin que podamos con certeza señalar fechas
más recientes para algunos, como creen ciertos intérpretes, y mucho menos
todavía decir que algunos de éstos sean del tiempo de los Macábeos.
Las inscripciones que preceden a muchos Salmos, aunque no pueda afir-
marse que sean de los autores, son, sin embargo, antiquísimas, muy anteriores
al tiempo en que fué hecha la versión de los LXX, como lo prueba el hecho de
que muchas de ellas ya eran ininteligibles para los autores de esta versión. Son,
por tanto, muy respetables, aunque no tengan siempre autoridad decisiva, pues
no se sabe si son del autor inspirado. Son indicaciones respecto del autor, las más;
respecto del género de la composición; respecto de la melodía a cuyo tenor había
de cantarse el salmo; y en fin, dan a veces los instrumentos músicos con que
el canto había de acompañarse, la tesitura de las voces y el cantor que había
de dirigirlo o personalmente cantarlo. Por desgracia se perdió entre los judíos
la tradición de casi todo cuanto concernía al canto litúrgico, y hoy muchas de
estas indicaciones son, para nosotros, o enteramente indescifrables o sólo muy
problemáticamente conjeturables. Las que se refieren al género de la composieión
distinguen varias clases de Salmos; mas. por qué son llamados niizmor, unos,
otros higgayon, otros mictam, otros sir, otros masquil, no podemos hoy colegirlo.
Las que indican la melodía, suelen repetir la primera o primeras palabras
de un canto ya conocido, probablemente popular; así por ejemplo: Mut-labbcn,
Ajclct-Saar, etc. Indicadoras de los instrumentos hallamos neguinot, instru-
mentos de cuerda; nejilot, instrumentos de aire, etc. Referentes a la tesitura,
hallamos scniinit, a la octava; alamnt, a voces blancas, voces de doncella, etc.
Finalmente se repite muchas veces upara el director del canto, para Jedutún*,
etc., que parecen indicar quién había de cantarlo, o quién había de dirigirlo.
Todas estas indicaciones, si nos fueran ciertamente conocidas, tendrían para
nosotros un valor artístico muy estimable, pero no el valor histórico que tienen
las que se refieren al autor del Salmo o a las circunstancias históricas en que
fué compuesto.
Además del autor, indican varias inscripciones las circunstancias histó-
ricas en que el Salmo fué compuesto. Asi, por ejemplo, el 7 lleva la inscripción:
'Sigayon de David, que cantó a Yave con ocasión de lo de Cus, benjaminiUX.
El 18: «Al maestro del coro, salmo de David, siervo de Yave, que dijo las pa-
labras de este canto, cuando le libró Yave de todos sus enemigos y de lu mano
de Saúln, etc.
La autoridadde estas inscripciones históricas es, como hemos dicho, muy
grande, por su gran antigüedad; no es, sin embargo, del todo decisiva. Como
norma en cuanto a esto, debemos seguir las respuestas dadas por la Comisión
Bíblica Pontificia en 1 de mayo de 1910 a las siguientes preguntas:
1. Las denominaciones «Salmos de David», «Himnos de David», *Lil>ro
de los Salmos de David', «Salterio de David», usadas en las antiguas colee
ciones y aun por loa mismos Concilios, paro designar el libro de ciento cincuenta
SALMOS 855
860 SALMOS
LOS SALMOS
LIBRO PRIMERO 2
Se reúnen los reyes de la tierra y |
a una
se confabulan los príncipes, |
4
No
impíos,asísino como los |
posesión los confines de la tierra.
9
paja que arrebata el viento. Podrás regirlos cetro de con
No prevalecerán (3) los impíos hierro, romperlos como vasija de
|
1
¿Por qué se amotinan las gen- es mirarlos con solícita benevolencia y guiarlos
tes, |
y trazan las naciones planes por buen camino.
vanos? (1) Este salmo es el primero de los mesiáni-
cos. Nos representa el sal.niitj, que según Mateo
(1) Este salmo no lleva inscripción que indi- (4-2;) es David, a las naciones conjuradas contra
que el autor. Es el primero de los «huérfanos». el Señor y su Cristo. El ungido de Yave es en-
Nos representa la lucha de los justos y de los tronizado en Sión como Rey univerial. y amo-
impíos en el mundo y a Yave que la contem- nestados los pueblos a que prudentemente se le
pla como juez desde los cielos para dar a cada sometan. La entronización de que aquí se habla
uno su merecido. se r .ili:- en la resurrección de Cristo, según la
(2) La palabra les significa hombre desequi- exégesis de San Pablo (H;ch. 13. 33)
librado, mas con desequilibrio moral que inte- (2) Es dificilísima y mjy aventjrada in- 1 1
6
3 y 4 Temblad, y no pequéis. |
Medi-
tad esto en vuestras alcobas y pen-
Oración de un justo perseguido. sad. (Sela.)
6 Sacrificad sacrificios
de justicia | y
1
Salmo de David, al huir de Ab- esperad en Yave.
salón, su hijo (1).
7
Son muchos los que dicen: «¿Quién
2 va a favorecerle?»
¡Oh Yave! ¡Cómo se han multi- Alza, ¡oh Yave!, |
salvas. Ten |
piedad de mí y oye dores de la maldad.
mi súplica. 7
Das a la perdición al menti-
3
¿Hasta cuándo los grandes ha- roso. |
Al sanguinario, al fraudulento,
béis de ser insensatos? ¿Por qué |
los abomina Yave.
8
amáis la vanidad y seguís la mentira? Mas yo, fiado en la muchedumbre
(Sela.) de tu piedad, |
entro confiado en tu
4
Pues sabed que Dios distingue morada | y me prosterno ante tu
al que le es grato, que me oye Yave |
santo templo.
8
cuando le invoco. Condúceme, ¡oh Yave!, por el
buen camino de tu lemor, y en tu |
(1) Aunque
distintos en el texto, los salmos 3 justicia, a causa de mis enemigos,
y 4 son uno solo. Muchas razones persuaden de
10
Y mí tus caminos.
allana ante |
esto. Por lo contrario, no se na; alcanza la razón No hay en la boca de ésos since-
de que el salmo haya sido dividido en dos. ridad, henchido está su pecho de
|
que es un término que indicaba algo pertene- garganta, bruñen con el dolo sus |
hatfa de darse. Quizá con ella se distinguen las recházalos, ya que se rebelan |
es. roías; pero en este caso habría que reconocer
contra ti.
que muchas veces no está puesta en el lugar 12
del ico. Alégrense cuantos a ti se aco-
(3) Algunos de los antiguos escudos estaban gen, alégrense por siempre.
|
Que |
6 11
Pues en la muerte no se hace Dios, justo, escudriña el cora-
ya memoria de ti, en el sepulcro, |
zón y los ríñones. Mi escudo es |
por la tristeza, |
envejecieron en saetas que él enciende.
medio de tantos como me son hos- 16
El que concibió maldad, se
tiles. preñó de iniquidad y pare el fraude. |
11
Confundidos sean y vehemen- frente.
temente perturbados Yo alabaré a Yave, por su justi-
18
todos mis ene- |
confundidos. Altísimo.
7 8
3
No sea que como león me arre- tierral ¡Cómo cantan los altos cielos
|
su majestad!
3
<i) El argumento de este salmo lo hemos de Las bocas mismas de los niños, |
6
de los que maman, son ya fuerte |
Guímel. Reprimiste a las gentes,
argumento contra tus adversarios |
hiciste perecer al impío,
para reducir al silencio al enemigo ' Borrando por siempre jamás su
4
Cuando contemplo los cielos, perpetuas ruinas, y con ellos des- |
mar, |
todo cuanto corre por los grandes portentos,
13 Pues acordóse, vengador, de
senderos del mar. la
10 ¡Oh Yave, Señor nuestro, cuán |
sangre de aquéllos derramada, y no |
864 SALMOS
3 Mein. Gloriase el malvado en la me decís: «Vuélate, pájaro, a tu
ambición de su alma, y el avaro |
monte ?
se aparta de Yave con desprecio; 2 Tienden impíos su arco, los |
4
Y dice el soberbio en su fatuidad: ajustan a la cuerda sus saetas, para ]
s
A cuantos se le oponen pretende Tiene Yave en los ciclos su trono. Ven |
7
Pe. Su boca esta llena de fraude ama la violencia.
0
y de usura; lleva bajo su lengua la
|
Lloverá sobre los impíos carbones
vejación y la opresión. encendidos, fuego y azufre, y hura-|
vado, |
que no pueda más ser hallada. los gemidos de los menesterosos,
16 Es Yave rey por los siglos eter- 7
Ahora mismo me levantaré, dice
nos, las gentes fueron borradas
| Yave, y les daré la salud por que
|
de su tierra. suspiran.
17 Tau.
Tú, ¡oh Yavel, oyes las Las palabras de Yave son pala-
7
SALMOS 865
6
Que no pueda decir mi enemigo: que no hace- mal a su prójimo, ni |
«Le vencí.» |
Que mis enemigos se a su cercano infiere injuria;
4
regocijarían si yo cayese, El que a sus ojos se menosprecia
8 Después de haber esperado en y s3 humilla, y honra a los teme-
|
55
866 SALMOS
en ]o más selecto, | y es excelente a 13 Alzate, sal a su encuentro, Yave,
mis ojos mi heredad. derríbalos; con tu espada salva mi |
7
Bendigo a Yave, que es quien alma del impío, de esos que ya han |
experimente corrupción. la
11 Tú me enseñarás el camino de •3 Canto triunfal de David.
la vida, la hartura de tus bienes
|
Para
maestro del coro. Del el
junto a ti, las eternas delicias de
|
siervo Dios David, que dirigió
de
junto a tu diestra. a Yave palabras de este canto,
las
cuando le hubo librado Dios de las
manos de todos sus enemigos, y de
17. (Vulg. 16.) la mano de. Saúl (1).
2
Dijo, pues:
Confianza del justo en el juicio del Señor. ¡Yo te amo a ti, Yave, fortaleza
míal
Oración. De David.
1 3
Yave, mi roca, mi ciudadela,
Oye, Yave, mi justa causa, atiende | mi refugio, |
mi Dios, mi roca, a
a mi súplica, escucha mi oración, | quien me acojo, mi escudo, cuerno |
yo haya pensado cosa que no pueda rizaban los terrores del Averno,
proferirse. 6 Ya
me aprisionaban las ataduras
4
En las obras humanas he guar- del sepulcro, ya me habían cogido |
9
Ante malos que pretenden
los 10 Abajó
los ciclos, y descendió. |
en mí sus ojos para echarme por tierra. (1) Este salmo se lee también en II. Sam. aa.
13
Parecen leones que se disponen '
Como dice el titulo, fué compuesto por el
lo
a devorar la presa, cachorros de |
Real Profeta cuando ya se vio libre de todos sus
león que acechan en la madriguera. enemigos. Es digna de notarse en él la forma en
que Dios se aoarece, envuelto en una tempestad.
La descripción de la teof.inla es enteramente de
(i) El salmista se nos presenta rodeado de estilo apocalíptico, y de ella han tomado no po-
impíos, que pretenden acabar con él. y recurre cos elementos descriptivos los autores pos«t-
a Dios pidiendo auxilio. riores.
SALMOS 867
22
Pues yo había seguido los cami- oído.
46
nos de Yave, y no me había impía- |
Los extraños se retiraban ante
mente apartado de mi Dios. mí, palidecían. Por eso te doy gra- |
23 Tenía ante mis ojos todos sus cias, ¡oh Yavel, entre las gentes, y |
Yave. |
El es el escudo de cuantos a Los cielos cantan la gloria del Señor,
él se acogen. cuya ley es perfectísima.
32 ¿Qué Dios hay fuera de Yave? |
|
1
¿Qué Dios fuera de nuestro Dios, Al maestro del coro. Salmo de
33
El Dios fuerte, que me ciñó de David (1).
fortaleza y prosperó mis caminos,
|
6 Pero
su pregón sale por la tierra todos los anhelos de tu alma.
toda, y sus palabras llegan a los
|
6
Que podamos cantar tu victoria y |
7
Sale de un extremo, y llega en |
socorre con la fuerza salvadora de
su curso a los últimos confines, y |
su diestra.
8
nada se sustrae a su calor. Estos en sus carros, aquéllos en
8
La ley de Yave es perfecta, res- sus caballos; pero nosotros, en el |
corazón. |
¡Yave, tú eres mi roca larga, eterna.
8 Por tu protección es magnífica
y mi redentor!
su gloria, y amontonaste sobre él
|
honras y honores.
7
8». (Vulg. 19.) Le has bendecido con eterna
bendición, y le das a gozarla alegría
|
SALMOS 869
8
Poique en Yave confia el rey, y |
ivi
Y en verdad, tú eres mi espe-
por el favor del Altísimo permanece ranza, ya desde el útero; mi seguro |
los hijos de los hombres. 14 Abren sus bocas contra mí, cual |
13 apuntando
Los pondrás en fuga |
corazón es como cera que se derrite |
de la muerte.
22. (Vulg. 21.)
17
Me
rodean como perros, me |
Quejas del justo perseguido y acción de taladrado mis manos y mis pies,
gracias por la liberación. 18 Puedo contar todos mis huesos.
|
8
A ti clamaron, y fueron sal- zarte en medio de la congregación.
24 ¡Los que teméis a Yave, ala-
vados; en ti confiaron, y no fueron
| i
7
Verdad que yo soy ya un gusano, I
glorificadle! ¡Reverenciadle todos |
9
«Se encomendó a Yave
líbrele él,
dicen
|
sálvele él, pues que
—
le es
, j
imploraba su socorro.
26 Por tu favor resonarán mis
grato. himnos en la numerosa congrega-
ción, y cumpliré mis votos ante los
|
y se convertirán
aqui no muere, y en que el resultado de su sal- | a él todos los confines de la tierra, le |
vación es la alegría de los justos por verle salvo, y j adorarán todas las familias de las
triunfante en él la causa de Dios, que es tam-
1
gentes,
bién la de ellos mismos, mientras que en el 29 Porque
Siervo de Yave, su muerte por los pecados de de Yave es el reino, |
y él
todos es la redención del mundo. dominará a las gentes.
) |
87u SALMOS
30
Todos los grandes de la tierra de los que buscan el rostro del Dios
se curvarán ante ti. Los que al |
de Jacob. (Sela.)
7
polvo cayeron no pueden levantarse. Alzad, |oh puertasl, vuestras
31
Mi posteridad te servirá, y frentes, alzaos más, ¡oh antiguas
|
de la gloria.
Dios, pastor del justo. 10 ¿Quién
es ese rey de la gloria? |
1
Salmo de David. (Sela.)
Yave es mi pastor y nada me falta.
2
El me pone
en verdes pastos y |
25. (Vulg. 24.)
me lleva a frescas aguas. (1)
3
Recrea mi alma y me guia por Confianza del justo en el Señor.
|
nombre. 1
De David.
4
Aunque hubiera de pasar |
por 2
Alef. A ti, Yave, mi Dios, alzo
un oscuro y tenebroso,
valle no |
mi alma, |
Bet. en ti confío, no sea
temería mal alguno, porque tú |
confundido.
estás conmigo. Tu clava, y tu cayado |
3
Guímel. No se gocen de mí mis
son mi consuelo. enemigos. No, quien espera en ti
|
5
6
Sólo bondad y benevolencia me He. Guíame en tu verdad y
acompañan todos los días de mi |
enséñame, porque tú eres mi Dios,
|
2 Pues
él es quien la fundó sobre eso señala a los errados el camino,
los mares, y sobre las olas la esta-
|
' Yod. Y
guía a los humildes por
bleció. ( 1 la justicia, y adoctrina a los mansos
|
6
Esa es la raza de los que le buscan |
culpas, por grandes que son (3).
14 Mem. ¿Quién es el hombre
(1) Siendovida pastoril tan frecuente en
la
Israel, es natural que los profetas y salmistas (i) Son las puertas de los atrios del templo,
den a Dios el nombre de Pastor del pueblo, ! que debía atravesar la procesión.
o de los fieles de ¿I. Además, los rectores del (3) Falta en el texto el verso correspondiente
pueblo son llamados sus pastores, y, por tanto, al Vau.
Vave es su Pastor supremo. (3) Las causas que mueven a Dios a per-
(2) Imágenes poéti.as para expresar lo ma-| donar y tener misericordia no son extrañas a
i'avilloso de la estabilidad de la tierra. El; es, en suma, la gloria de su nombre.
SALMOS 871
20
Sin.Guarda mi vida y sálvame, |
de mi vida, ¿ante quién temblar? |
21
Tau. No me abandonen la inte- mis adversarios y enemigos, los que |
Oración confiada del justo. Yave todos los días de mi vida, para
| |
1
De David. su santuario; (1)
Hazme justicia,
(oh Yavel, porque 5 Pues él me pondrá a seguro en
fingidos. escúchame.
8
Aborrezco el consorcio de los ma- 8
De tu parte me dice el corazón:
lignos y no me siento con los impíos.
| «Buscad mi rostro», y yo, Yave, |
7
Haciendo resonar cantos de ala- socorro, no me rechaces ni me aban-
banza y ensalzando todos tus pro-
| dones, ¡oh Dios, mi salvador!
|
14
Espera en Yave, esfuérzate y voz de Yave es majestuosa;
ten gran valor. ¡Sí, espera en Yave! 6 La Voz de Yave rompe los ce-
|
Líbano
28. (Vuíg. 27.)
Y
hace saltar al Líbano como un
*
nero de búfalo.
7
1
De David. La voz de Yave hace estallar
Ati clamo, ¡oh Yave, mi roca! No |
llamas de fuego;
8
te desentiendas de mí, pues deján- |
La voz de Yave sacude el de-
dome tú, vendría a ser como los |
sierto, sacude Yave el desierto de
|
11
iniquidad, los que hablan paz a |
Yave dará fortaleza a su pueblo, |
(1) Esta súplica del salmista pidiendo que a la mañana viene la alegría.
Dios ejerza su justicia con los enemigos de su
pueblo, nos pone de manifiesto uno de los (i) La enfermedad, como cualquier otro
aspectos de los salmos imprecativos. Véase la ¡
mal que puede venir sobre el hombre, es una
introducción. señal de la cólera de Dios. Oyendo el Señor la
(2) Bellísimo salmo en que se revela Yave oración del salmista. Dios no sólo le libró de
en medio de la tempestad como Rey eterno, que aquel mal, sino también de lo.i escarnios de
desde el cielo bendice a su pueblo y le colina !
los impíos, que se alebraban de VfHc humillado
de paz. I
por Dios,
SALMOS
7
Yo dije en mi fortuna: |
no seré enemigo, pondrás mis pies en |
12
Y mudaste en júbilo mi luto, y |
me ven huyen de mí.
desataste mi saco y me ceñiste de |
13
Como muerto he sido borrado
gloria. de todos los corazones, y parezco |
17
1
Al director del canto. Salmo de Haz resplandecer tu faz, sobre
David. tu siervo, y sálvame en tu miseri- |
2
En ti, |oh Yavel, confío. No sea |
cordia.
18
yo nunca confundido, líbrame en |
Yave, que no sea yo confundi-
tu justicia (1); do, pues que te invoco.
|
Confun- |
3
Inclina a mí tus oídos, apresúrate |
didos s-ean los malvados, y que mu- |
4
Tú serás ciertamente mi roca, mi despectivos, lanzan insolencias con- |
ciudadela; |
por el honor de tu nom- tra el justo.
20
bre, ¡Qué grande es, oh Yave, la
5
Tú me guiarás y me conducirás, |
misericordia, que guardas tú para |
tendido, |
porque tú eres mi forta- de todos haces a los que en ti con- |
leza. fían.
6
En tus manos encomiendo mi 21
Tú
haces de tu presencia su de-
alma. Tú me has rescatado, ¡oh
|
fensa, contra la crueldad de los
|
7
Yo aborrezco a los seguidores de de las lenguas.
22
los vanos ídolos y sólo espero en |
¡Bendito sea Yave, que en mí
Yave. hace admirable su misericordia como |
8
Me alegraré y me gozaré en tu ciudad fortificada!
misericordia, pues has visto mi aflic- |
23
Yo en mi turbación había ya
ción y conoces las angustias de
|
dicho: He sido arrojado de ante tus
|
9
Tú me librarás de las manos del suplicante, cuando a ti clamé. |
24 Amad
a Yave, vosotros todos,
sus santos, que es fiel Yave, y
(i) Recordemos a Job acusado por sus | |
8
Pero te confesé mi pecado y |
de los pueblos;
11
descubrí mi iniquidad. Dije: «Con- |
Pero el consejo de Yave perma-
fesaré a Yave mi pecado», y tú per- |
nece por la eternidad; los designios |
7
Tú eres mi asilo, tú me preservas heredadí (1)
de la adversidad | y me rodeas de 13 Mira Yave desde los cielos,
y ve |
(i) No
dice bienaventurado quien logró (1) Por encima de todos los bienes de
expúr MU
pecados a fuerza de sacrificios, sino que se pueden gloriar las naciones., es ti éste,
quien obtuvo la misericordia del Señor y que que era propio de Israel, que era el pueblo de
echara en olvido sus pecados. San Pablo cita Dios, el pueblo que El habla escogido por su
este pasaje en Rom. 4, 7. heredad.
SALMOS 875
8
Jet. Acampa el ángel de Yave en | a mí me combaten.
derredor de los que le temen, y los |
2
Echa mano al escudo y a la
salva del peligro. adarga, y álzate en ayuda mía.
|
9 3
Tet. Gustad y ved cuán bueno Saca la lanza y cierra contra mis
es Yave. [Bienaventurado el |
hombre enemigos, di a mi alma: «Yo soy |
11 Empobrecen
Caí. los ricos, y en biertos de ignominia los que maqui- |
Yave. 7
Porque sin causa me tendieron
13 Mem. ¿Quién es el hombre que la red en una trampa, sin razón ca- |
ama la vida, |
y desea ver días fe- varon una fosa contra mí.
8
lices? Cójalos inesperadamente la ruina, |
14 Nun. Pues preserva del mal tu y enrédense en la red misma que ten-
lengua, | y tus labios de las pala- dieron, y caigan en ella quebran-
|
(1) Los
justos oirán las bendiciones que de
Dios recibe el salmista y se alegrarán por ello, (1) Este salmo desarrolla el mismo pensa-
como, al contrario, se entristecerán de verle miento que el 6.
abatido y como desamparado del Señor. (2) Libre el justo de la opresión de los im-
(2) Falta en el texto el v»rso correspondiente píos, éstos quedarán confundidos, el justo ale-
al Vau. gre y la causa de Dios triunfante.
87fi SALMOS
11 2
Volviéronme mal por bien, |
para Dícele al impío la impiedad:
abatir mi alma. «Dentro, bien dentro de mi cora-
13 Cuando ellos estuvieron enfer- zón.» No hay ante sus ojos temor
|
16
Se burlan de mí, de mí hacen nubes tu verdad.
mofa, y rechinan sus dientes con-
|
7
Tu justicia es como los montes de
tra mí. Dios. Tus juicios son un insondable
|
17
¿Hasta cuándo, ¡oh Yavel, esta- abismo. Tú, ¡oh Yave!, conservas a
|
19 triunfen contra mí
¡Ahí No
los |
de tus delicias;
que sin causa son enemigos míos. No 10 Porque en ti está la fuente de
|
me aborrecen. 11
Extiende tu misericordia a los
40 No
hablen de paz y urdan tra- que te conocen, y tu justicia a los |
27
Y alégrense y salten de júbilo secarán.
los que están en favor de mi ino- 3
Bet. Tú confia en Yave y obra el
cencia, y digan siempre: ¡Ensalzado
|
bien, y habitarás en la tierra y
I
7
Dálet. Aquiétate en Yave y es- no desampara a sus santos. Los im- |
9
Porque los malvados serán exter- palabras de rectitud.
minados, pero los que esperan en 31 Pe. Lleva en el corazón la ley de
|
su lugar
11
y ya no le hallarás. la vida,
Los mansos poseerán la tierra, |
33Pero Yave no se lo entrega
y gozarán de gran paz. en sus manos, y no permite que |
12
Zain. Maquina el impío contra sea condenado en el juicio.
rechina 34 Qof. Confía en Yave
el justo |
y sus dientes y sigue
contra él. su camino, y él te ensalzará para |
13
Pero Yave se ríe de él, porque que poseas la tierra,
| y gozarás a |
21 Lámed. Pide
prestado el impío 3 Que tus saetas han penetrado
y no puede pagar, el justo se com- | en mí, y pesa gravemente sobre mí
|
acabado, y la conmoción de mi
|
días; que sepa cuán caduco soy.
|
por mí respondas, ¡Yave, Dios mío! oídos a mis clamores, no seas insen- |
gozarse en mi mal los que aplau- I no soy más que un peregrino para ti, |
19 Confieso mi culpa,
y que peno sea.
por mi pecado. Pero viven y son |
SALMOS 8 79
18 Cuanto
nuevo, una alabanza a nuestro Dios.
| |
a mí, pobre y menes-
Muchos verán esto y temerán, y es- |
teroso, Yave cuidará de mí.
|
Tú |
9
[Oh Yavel Yo quiero cumplir tu tierra, pues no le entregará al
|
los que me
gritan: ¡Aii, ahí Salten | tonces les daré su merecido.
de gozo y alégrense en ti 12 En esto conoceré que me amas,
|
17 Todos aquellos que te buscan;
| en que no triunfe mi enemigo con-
los que aman la salud que de ti tra mí.
procede exclamen siempre: «¡Ensal-
|
13 Tú manténme incólume, y |
1
Al maestro del coro. Masquil tu monte santo, a tus tabernáculos.
|
4
de los de Coré.
hijos ¡Oh, si pudiera acercarme al altar
2
Como anhela el ciervo las co- de Dios, al Dios de mi alegría y de
|
4 mi mi Dios\
Mis lágrimas son día y noche la alegría de rostro, él es
mi pan, mientras continuamente
|
6
¡Ay! Cómo estalla en mi corazón 44. (Vulg. 43.)
el recuerdo de cuando en medio
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en fiestal Al maestro del coro. Masquil, de
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i.Por qué te abates, alma mía, ¿Por |
los hijos de Coré.
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qué te turbas dentro de mil Espera \
Con nuestros oídos, joh Dios!,
en Dios, que aún le alabaré. \
¡El es la hemos oído, nos contaron nuestros |
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Abatida está mi alma, Dios mío. |
sus días, en los tiempos anti- |