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En esta relación del hombre con su propio mundo, se forja una integralidad total y
absoluta con plantas, bosques, animales, territorios, minerales, ríos, lagos, montañas,
espacios celestiales y entornos estelares, que origina una integridad comunitaria
holística interactiva y única. El amauta de Tiwanaku, Policarpio Flores Apaza en su
libro: El hombre que volvió a nacer, indica que: Otra definición de pacha es la
presentada por el Centro de Culturas Originarias Kawsay, que indica: Pacha, es el
Cosmos integral, la realidad cósmica integral: comprende tiempo, espacio situación y
ser, simultáneamente. Esta cosmovisión andina, basada en la esencia del pacha es la que
permite crear estructuras económicas, sociales, religiosas, educativas y políticas.
Además, forja la relación de igualdad y de diferencia entre el ser humano y los demás
seres vivos, donde cada uno tiene su propia identidad. (FLORES, 2005:9)
Las fuerzas
Las fisiologías
estuvieron siempre ligadas a la naturaleza, con una relación particular e íntima, muy
relacionada a su forma de pensar y a su comportamiento, es así que la relación que
había entre el poblador del Antiguo Perú con la naturaleza era muy íntima y cercana, se
relacionaba con los diferentes elementos de ella, con sensibilidad, admiración y mucho
respeto, se tenían a las montañas, las cuevas, el rayo, la lluvia, el fuego, los terremotos,
inundaciones, truenos, como deidades sobrenaturales ante lo desconocido. Sentía que
estaban vivos y que era preciso protegerlos y protegerse de ellos. Aprendían de ellos y
les rendían culto. (Mujica, 2002:19)
“Para el mundo, andino, el culto a lo sagrado está estrechamente vinculado al concepto
de huaca. la huaca o adoratorio era una hierofania. una forma de la naturaleza donde la
fuerza divina se hace presente” (Mujica 2016: p.24). Por su parte Gisbert, señala: Fuera
de estos dioses, los incas adoraban a las huacas, Huaca es la denominación que recibe
todo objeto sagrado, sea un cerro, un lago, una cueva, o un producto de la tierra.
También eran huacas las momias de sus antepasados (Gisbert : p. 90).
Con el trascurrir del tiempo se logra una relación cada vez mas estrecha con la
naturaleza, valorando el agua, la tierra, Pachamama, “La tierra, el agua, los montes no
son para el hombre andino solamente recursos productivos. Son deidades que, al igual
que pueden ser generosas, pueden ser vengativas y castigar al codicioso, al mezquino, al
que niega hospitalidad o, simplemente, a los que no cumplen los ritos propiciatorios”
(Mujica 2016:39).
Es así que la cosmovisión andina basadas en las épocas pre inca e inca consideraban
que la naturaleza el hombre y la Pachamama viven interrelacionados, al tener vida se les
podia “hablar”, se habla con los cerros, con las lagunas, los ríos, con las plantas, con los
animales, con el sol, con la luna, con las estrellas, le daban importancia a la visión del
paisaje y de la geografía misma, llamándoles la atención y admiraban las
configuraciones y accidentes geográficos con características especiales, “… eran
objetos de culto y motivo de celebración con rituales especiales a los nevados y
montañas, considerados lugares sacros donde realizaban ceremonias y cultos religiosos
para vivir en armonía con el mundo de arriba (hanan pacha), aquí (kay pacha) mundo
de abajo (ukju pacha) relacionado con la Pachamama” (Mujica, 2002:25)
Si queremos entender las imágenes elaboradas por nuestros antepasados, en más de cien
sociedades, través de milenios de constante creación y experimentación, en un espacio
tan variado y difícil, debemos aceptar que aún no hay una ciencia tan rigurosa que sea
capaz de analizar y probar el significado de los hallazgos de sus estudios. Entonces, se
hace necesario el estudio cuidadoso de la forma del pensar de las sociedades andinas, es
decir, de lo que llamamos el “pensamiento andino”. Dicho de otra forma: el
PENSAMIENTO ANDINO es una mancomunidad de ideas de lejano origen en el
tiempo, de diversos espacios geográficos en los Andes Centrales; pero, también y a la
vez, de cercanos “pareceres” o ideas “del espacio que les toca rehacer” (Campana 2015:
40).
El termino sagrado se deriva del latín sacer y se relaciona con la noción de separación o
trascendencia, es decir, que designa toda trascendencia ontológica, que al ser venerada
por los hombres centra la actividad de su culto religioso (Silva 2005: 237-238).
La palabra sagrado hace referencia a todo aquello que un grupo humano considera
digno de veneración y a lo que le tiene un respeto inconmensurable, puesto que lo
relaciona intrínsecamente con la divinidad. (1)
Se considera los sitios sagrados como áreas en donde la naturaleza se conecta con el
cosmos y el universo superior pueden ser temidos o pueden ser benignos utilizándose
para ceremonias plegarias, contemplaciones o meditaciones pudiendo constituirse y
relacionarse con una creencia religiosa “es donde se rinde culto a las divinidades que
allí han manifestado su poder sobrenatural” (Salles:).
El espacio escogido para la significación de determinadas geoformas como la
construcción de santuarios, apachetas, mojones, caminos, y estructuras asociadas no es
producto del azar, sino de la ideología y un profundo conocimiento de la geografía e
interacción social con el medio ambiente. (Hyslop, 1992:255-260) citado por (Vitry
2001: p. 10).
Lo sagrado pertenece como una propiedad estable o efímera a ciertas cosas (los
instrumentos del culto), a ciertos seres ( el rey, el sacerdote), a ciertos lugares ( el
templo, la iglesia, el sagrario), a determinados tiempos ( el domingo, el día de Pascua, el
de Navidad, etc.). No existe nada que no pueda convertirse en sede de lo sagrado
revistiendo asa a los ojos del individuo o de colectividad un prestigio inigualable
(Caillois, 1942: p 12-13)
b) El hombre y lo sagrado:
La creencia en deidades sobre naturales y la religiosidad humana son tan antiguas que
se remonta desde los comienzos de la historia humana, es así que se reverencia a lo
sobre natural y lo desconocido, es el motivo por el que el ser humano le llega a tener
temor a los fenómenos naturales como la lluvia, el rayo, el fuego, las inundaciones, los
truenos, los huaycos, a los arcoíris y otros, apareciendo interrogantes a las eternas
preguntas del por que de estos fenómenos, de dónde venimos y a donde vamos después
de la muerte, todo ello en una geografía difícil como como es la zona andina. Al tener
presente a la naturaleza en su vida diaria, todo lo que había en ella era punto obligado de
observación y curiosidad; era el caso de las configuraciones geográficas como las
montañas, valles penínsulas, islas, cuevas, lagunas, rocas y hasta piedras. “Desde
tiempos milenarios, el poblador del Antiguo Perú sintió la necesidad de rendir culto a
ciertos lugares con formas escultóricas talladas por la naturaleza. El culto a las
montañas, cavernas y manantiales incluso persistió después de la Conquista. Los
principales cerros tutelares eran percibidos como apus o lugares sagrados” (Mujica,
2011: 36).
Durante toda la historia, los hombres fueron rindiéndole culto a diferentes dioses, con el
fin de encontrar respuesta a algunas inquietudes existenciales, y en casi todos los casos
la figura en la que creían no era algo que podían ver ni con la que podían hablar: se
trataba, justamente, de un acto de fe. (1)
Por lo tanto, la existencia de objetos o lugares vinculados con la divinidad siempre fue
un asunto de interés que motivó respeto en las personas. Los templos y ciertas escrituras
milenarias son los elementos más sagrados que tienen todos los credos más importantes,
pero también lo son algunas costumbres, y las interpretaciones han extendido el
concepto de sagrado y han incluido animales, ríos, montes, fechas y ciudades. (1)
Lo sublime es aquello que estimula al pensamiento y a la imaginación a desprenderse de
lo sensible, intuyendo algo que trasciende la realidad aparente o cotidiana. El símbolo
de lo sagrado está en el hombre y, para ser más exactos, es el hombre, ya que no existe
ninguna estructura o imagen que represente lo sagrado, sino que estas sirven solamente
para despertar y estimular el sentimiento de creatura que la humanidad, no sólo tiene,
sino que también es. (Guacaneme, 2010: p. 304)
Toda definición o explicación de lo sagrado empieza por la oposición entre lo sagrado y
lo profano. Son dos modos existenciales que pueden ser aprehendidos únicamente en su
relación mutua y contradictoria. Para el hombre religioso y en las sociedades
tradicionales, hay dos mundos paralelos y complementarios: el mundo profano, vacio de
contenidos sobrenaturales, donde el hombre desarrolla sus actividades sin sentimientos
de dependencia de un ser absoluto, y el mundo sagrado, determinado por la experiencia
religiosa de sobrecogimiento ante una fuerza sobrenatural, por aquello que Rudolf Otto
denomina lo “numinoso”, desligándolo de los contenidos morales usualmente asociados
con la idea de Dios como absoluta perfeccion. Otto designa esa fuerza como numinoso,
término que acuña del latin numen que representa el qadosh hebreo, y cuyo significado
no lo transmite totalmente la palabra “sagrado” (6) según (Salles V, 1959, p.17).
Los estudiosos del fenómeno religioso coinciden en que los espacios sagrados se
distinguen de todos los otros lugares por la asociación directa que tiene una o varias
divinidades. Es donde se rinde culto a las divinidades que allí han manifestado su poder
sobrenatural (Salles:).
1.1. . LA GEOGRAFIA SAGRADA
a) Geografía:
b) Sagrado:
El lenguaje utilizado al hacer referencia a lo sagrado, dista de ser una construcción,
sino que es una emanación que busca, no conceptualizar, sino representar como si se
tratara de un ritual, por esta razón se le debe considerar como símbolo, por que busca no
señalar un acontecimiento objetivo, sino ligar una experiencia con una intuición
subjetiva (Guacaneme, 2010: p. 275)
Lo sagrado puede ser definido como la manifestación poderosa y llena de esplendor de
la purificación de lo divino que actúa a través de los espacios (sagrados). Los objetos.
Los gestos purificadores, manifestación por lo que lo divino libera a la conciencia-
sujeto del hombre de su encadenamiento y de manchas. (Bentue, 2003: p. 3)
En el mundo andino los lugares elevados tenían especial predilección, como un punto de
encuentro entre el mundo de abajo y el mundo de arriba, a parte de la mirada vertical
que se les ofrecía, se concebía una visión totalmente diferente a la moderna. Según las
características de esos cerros fueron sacralizados y en ellos se realizaban comúnmente
rituales y cultos religiosos para agradecer y pedir intervención divina para obtener la
fertilidad en sus tierra, el agua y vivir en armonía en el mundo. “Lo sagrado: dedicado a
Dios y al culto divino. Que es venerable por alguna relación con lo divino. Digno de
veneración y respeto por lo que representa. Cualquier recurso o lugar que ofrece
seguridad contra un peligro” (Silva. 2005, p. 7).
c) Geografía Sagrada:
INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA SAGRADA.
La “geografía sagrada” surge allí, donde un lugar es distinguible, y fue distinguido en el
pasado, o lo sigue siendo en el presente.
Los seres humanos hemos evolucionado para reconocer patrones, sucesos u objetos
recurrentes, y cuando algo escapa del patrón, se vuelve distinguible, y la mayoría de las
veces solemos distinguirlo.
Adicionalmente, sobre los hechos físicos que originan lugares como estos, suelen
acontecer o ser percibidos sucesos de carácter metafísico, y son esos hechos los que
otorgan trascendencia y carácter sagrado.
La “geografía sagrada” es, entonces, una explicación de la función, significado y
sentido que tenían-y en muchos casos siguen teniendo-, diversos sitios ancestrales
sacralizados, para las diversas poblaciones que los habitaron en el pasado, así como para
quienes hoy viven allí.
Se trata entonces, de un registro que da cuenta de la formación de a identidad local y
nacional, a partir de hitos geográficos definidos, que fueron identificados y señalados
como espacios sagrados os de culto en el pasado, cuyo legado y trascendencia, muchas
veces de manera velada y subyacente, continua hasta hoy.
La exposición documentada, científica, simbólica, mitológica, arqueológica e histórica
de estos lugares, permite a los actuales habitantes, entender y comprender a relevancia
que estos poseen para sus propias vidas, tanto en el plano subjetivo como objetivo,
reforzando la identidad colectiva local, y por extensión, la de toda la nación.
El entendimiento y la comprensión de la función de estos lugares en el pasado, genera
vínculos emocionales, afectivos e igualmente lógicos y racionales, en quienes los
habitan, ligándolos como parte de una cadena que se remonta al pasado, y se proyecta a
las generaciones futuras. [CITATION Lop16 \l 3082 ]
La “Geografía Sagrada” es, entonces, una explicación de la función, significado y
sentido que tenían y en muchos casos siguen teniendo, diversos sitios ancestrales
sacralizados, para las diversas poblaciones que los habitaron en el pasado, así como para
quienes hoy viven allí. (Tapia, 2013: p. 45)
Geografía sagrada es concebir sagrado un territorio, paisaje o sitio y elegirlo para
urbanizar de acuerdo con pautas mítico - mágicas y de alineación astronómica de la
topografía – geomancia. Con tales consideraciones metafísicas y físicas se construyeron
todos los centros de culto y ciudades capitales. (Sondereguer, 2002: p.53)
La geografía sagrada (escrita por el autor), desde sus principios el hombre concibió a las
cavernas como ámbitos sagrados, como “templos”. Las motivaciones se suponen varias:
su conexión con el inframundo; su esplendor espacial pleno de misterio y de magia;
como recinto de dioses como refugio protector .También su pensar mágico animista,
considero al paisaje como gestor de poderosas fuerzas, como “espectáculo”
cosmovisión de tal realidad. Los elementos cósmicos involucrados: tierra, lluvia; aire,
viento; convergían para darle vida, pero también la muerte como tierra, terremoto;
lluvia, dilivio; cielo, rayo. (Caillois, 1994: p.140)
La Geografía sagrada está relacionada con la naturaleza y las huellas dejadas por las
sociedades (desarrollo de los espacios) asimismo, la dinámica y organización espacial
de las sociedades en un determinado medio físico, con un componente astronómico,
transmitido a través de la tradición oral. La geografía sagrada, es considerada como los
territorios dignos de veneración y respeto, por sus características particulares el hombre
andino los hizo trascendentes, los divinizo y fueron motivo de culto, pasando a formar
parte de su cosmovisión. El paisaje, vinculado con los accidentes geográficos, como las
cuevas, montañas, los nevados, sus formas, sus colores, la presencia del agua a través de
sus lagunas, los ríos, los puquiales, los campos y puntos visuales los tenían como algo
sagrado. “Desde sus principios el hombre concibió a las cavernas como ámbitos
sagrados, como “templos”. Las motivaciones se suponen varias: su conexión con el
inframundo; su esplendor espacial pleno del misterio y magia; como recinto de dioses,
como refugio protector”. (Callois R, 1994: p.140)
La presencia física de las montañas y la majestad del paisaje a determinado que la vida
religiosa de los pueblos prehispánicos este regida por una fuerte interrelación del
hombre con la naturaleza dando como resultado la sacralización del paisaje, y la
aparición de la geografía sagrada que hoy es accesible por medio del registro
arqueológico. (JULIO NENA…..). Por su parte, para Reinhard (2002 …), la geografía
sagrada se refiere a las características geográficas (montañas, ríos, lagos, grandes rocas,
cueva o manantiales) que, según creencias populares, poseen poderes sobrenaturales. Es
importante señalar que la visión de la geografía sagrada de las culturas de los andes que
aún se mantienen sugiere una mirada diferente al paisaje de como se ve en el mundo
moderno. “Esas montañas, vertientes, lagunas, ríos, salares y otros tantos accidentes
geográficos son hoy, para nosotros, pura materialidad inerte; geología, geografía,
hidrología, climatología y otras tantas disciplinas, son las encargadas de estudiar al
detalle todos los fenómenos, su origen, evolución, componentes …. Pero esos mismos
accidentes o fenómenos, esa materialidad inerte, atravesada por la dimensión cultural,
cobra vida, sufre una metamorfosis semiótica, se carga de un significado (religioso en
este caso) que es o fue trascendente y compartido por muchas personas (Vitry 2001: p.
8).
Las poblaciones andinas determinaban cualidades especiales a ciertos lugares
específicos del paisaje, como las montañas, teniendo en cuenta los planos en que se
presentan, las fuentes de agua y su permanencia, los bosques o zonas de recursos
específicos, los cruces de caminos, los cambios marcados en los caminos o llamadas
“apachetas” se constituyen como espacios sagrados del mundo natural. Por otro lado,
según las tradiciones y los mitos andinos los componentes más importantes de la
naturaleza y del paisaje como podían ser los cerros (apus), ríos, lagunas, manantiales y
cuevas, eran considerados como parientes de la elite. El poblador andino se relacionaba
con los elementos de la naturaleza con respeto y sensibilidad, consideraba que estaban
vivos y que era necesario protegerlos y protegerse.
III- PAISAJE SAGRADO:
4.1. EL PAISAJE:
Lo sagrado, es aquello que está sujeto a ser prohibido, pero a lo que se puede acceder a
través de rituales y de la religión misma. (Madrigal, 2016:3)
Lo sagrado puede ser entonces un lugar, los antepasados, los cerros, el agua, una roca,
una cueva, entre otros y puede ser parte dinámica de lo sobrenatural y estar más allá de
la razón. (Madrigal, 2016:3)
En si el paisaje sagrado son áreas de tierra o agua que tienen un significado espiritual
especial para los pueblos y las comunidades. Pueden ser percibidos como moradas de
deidades y espíritus ancestrales, como fuente de aguas sanadoras y plantas medicinales,
lugares de contacto con reinos espirituales o comunicación con realidades ‘más allá de
la humana’, sitios de revelación y transformación. A veces son cementerios de los
ancestros, lugares de peregrinaje, ambiente natural de un templo, santuario o iglesia, o
sitios asociados con eventos especiales, santos y líderes espirituales. (Madrigal, 2016:4)
Los espacios sagrados adquieren por si mismos el valor de símbolos, son encarnación de
los grandes principios sobre los que se apoya la intuición y a los que se accede tras una
intrincada búsqueda. (Naturaleza Sagrada, 2013)
Actualmente tratan de buscarle una explicación a lo que nos rodea y en especial, el
misterio de la belleza encontrada entre el cielo y tierra “Alturas de intenso dramatismo,
llenas de montañas que se revelan, el alma.” (Polo, 1993, 15).
“El concepto de paisaje comprende tanto el mundo natural como los efectos de la
actividad humana y su percepción a través de los tiempos; es decir, la naturaleza más
cultura. En su lugar, la palabra o palabras que la mayoría de las lenguas emplean para
describir este concepto suelen referirse no solo a los elementos materiales, sino también
a las dimensiones inmateriales de la existencia, que son percibidas como algo vivo y, a
menudo, como una parte de la naturaleza y del paisaje más importante que sus
equivalentes materiales. (Bernbaum, 1997:87).
IV- LA TIERRA Y LAS MONTAÑAS
En el mundo andino la tierra es considerada como un elemento importante del cosmos
con un valor religioso especial, ha sido adorada por proporcionar o dar frutos
proporcionando la fertilidad combinado con el agua. Como sabemos las poblaciones
precolombinas estaban ligadas a las actividades agrícolas en un territorio con
características geográficas y climáticas propias como en el caso de costa de suelos
desérticos a suelos fértiles y en la sierra con terrazas de andenería de cultivo con centros
de almacenaje estratégicos “Un culto importante y muy antiguo era el que se rendía a la
madre tierra con el nombre de Pachamama, conservándose al mismo tiempo la
veneración a los cerros más conocidos con el nombre de Apus. La Pachamama era una
divinidad que no tenía templos, su culto se hacía directamente sobre la tierra. También
se veneraba a la Mama Cocha, o señora del agua” (Gisbert, 2018:535)
Los antiguos peruanos desarrollaron un estrecho vínculo con la naturaleza de respeto,
temor y adoración. Hombres y animales dependían exclusivamente de lo que la tierra
producía y proveía, esto llevó a la necesidad de expresar su veneración a la Tierra como
fuente de vida. La religión del mundo andino parte de ritos ancestrales que vinculan al
hombre con su hábitat. Para la cosmovisión andina, el Inti, o dios Sol, era uno de los
dioses más importantes, los Apus constituían los espíritus que habitaban en las
montañas tutelares y la Madre Tierra (Pachamama) era la diosa de la fertilidad. (3)
La sacralización de las montañas es una práctica que presumiblemente viene desde la
época de los pre incas, denominados apus o wamanis, se les consideraba divinidades
protectoras de las comunidades locales. “Los cerros eran concebidos como guardianes
del clima, de las aguas y de la irrigación de la tierra. A las montañas se les dotaba de
poderes mágicos de cotidiana significación; su presencia inamovible las volvía hitos
recordatorios de dicho poder” (Campos 2004: p. 117).
El término “apu” significa en quechua señor grande, juez superior, curaca principal o
rey. En la religiosidad andina prehispánica, los apus representaban a las deidades
tutelares, personificadas en diversos elementos de la naturaleza, principalmente
montañas, las que controlaban los fenómenos meteorológicos y la vida de las personas
de las aldeas próximas. Estos rendían culto y propiciaban ofrendas acordes a las
necesidades y exigencias del apu. (6)
Para el mundo andino en general, la base de la vida parte del binomio agua-tierra, que es
valorado por encima de otros elementos naturales, como el fuego y el aire. (4)
Donde, desde el punto de vista andino, el agua brota de los cerros, las montañas del
altiplano, donde habitan seres divinos, por ello la necesidad de realizar una serie de
ofrendas en contextos ceremoniales en lugares de altura. Una vez que estas divinidades
reciben lo ofrendado comienzan a hacer circular el agua por sus venas, depositándose en
lagos y lagunas para desde allí repartirse hacia los ríos, puquiales y manantiales. (4)
El mismo cielo constituye un espacio donde fluye el agua que después baja a la tierra
como lluvia. Las montañas son el gran reservorio del agua, siendo parte de una
cosmovisión en que tanto cerros y aguas son esenciales en la producción y reproducción
de la vida, siendo considerados seres animados. (4)
La montaña aumenta su simbolismo gracias a sus componentes, altura, verticalidad,
forma y color, se identifica montaña con elevación interior o transposición espiritual.
(Naturaleza Sagrada [archivo de video], 2013)
Este proceso de evangelización fue un cambio brusco y rudo para los indígenas,
quienes no comprendían la finalidad de la iglesia por esparcir sus creencias y lenguas a
través de america. (8)
Entonces la labor evangelizadora tuvo como fin convertir a los indígenas en practicantes
de la fe católica. Para ello buscaron la forma de acabar con las prácticas idolátricas que
los nativos poseían, atacando a sus principales dioses y destruyendo todo signo de culto
(huacas, por ejemplo). Sin embargo, los misioneros se daban cuenta que el culto a los
dioses andinos continuaba, pese al esfuerzo de las órdenes religiosas por detenerlo. (7)
Frente a ello los religiosos tomaron una decisión: se realizaría una caza de todos los
ídolos y dioses andinos para la total erradicación del culto a ídolos en los Andes.
Cabe resaltar que estas campañas tuvieron otros motivos más allá del evangelizador. La
apropiación de laicos y religiosos de los terrenos ocupados por las huacas o la búsqueda
de ídolos como forma de obtener oro o plata. (7)
5.3. LA INQUISICIÓN:
El Tribunal del Santo Oficio fue el encargado de vigilar el estricto cumplimiento de la
fe católica en los virreinatos americanos, así como también en los reinos españoles
europeos. La Inquisición fue enviada a vigilar el correcto establecimiento de la fe y que
ella no se vea empañada por cultos paganos o por herejes provenientes de algún país
europeo (luteranos, hugonotes, judíos, moros, etc.). Desde su establecimiento, la
Inquisición actuó como un tribunal con amplias facultades para el castigo a herejes o
protestantes. En su lucha por conservar la religión católica actuaron con energía frente a
la lectura de libros prohibidos, la práctica de la brujería, quiromancia, judaísmo o
islamismo, etc. El orden político en las colonias también fue tema de gran importancia
para el Tribunal del Santo Oficio. (7)
Los autos de fe fueron juicios del Tribunal a personas que realizaban prácticas no
cristianas. Tenían un contenido simbólico enorme pues todos los elementos y
características del juicio trataban de demostrar el triunfo de la fe católica sobre las
prácticas herejes. En los 250 años que estuvo presente la Inquisición en el virreinato
peruano practicó 40 autos de fe. (7)
El tribunal del Santo Oficio terminó sus días en 1820, cuando el régimen liberal
español clausuró definitivamente sus actividades en todas sus posesiones y reinos. (7)
Bibliografía
Andrade, F. (2013). Paisajes Culturales. (pág. 2).Cultura y Patrimonio, Ecuador.
Balarezo, A. A. (2017). significados y sentidos de la cosmovision andina. Rev
Medica Ateneo: Ecuador