Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CRIMINOLOGÍA VIAL
UN AÑO DE SU NACIMIENTO
En este trabajo se reúnen los artículos publicados en el primer año de vida del Blog
de Criminología Vial, (http://criminologia-vial.blogspot.com.es/), todos ellos escritos
por el criminólogo José María González González, impulsor de la criminología vial
junto a Juan Antonio Carreras Espallardo (criminólogo y periodista).Este proyecto
nace con la intención de dar a conocer la criminología ambientada a la seguridad vial,
ya que esta poco extendida en nuestro país y así dar un enfoque diferente a esta
disciplina, que tiene mucho que ver en la siniestralidad vial tanto en los conductores
causantes de estos hechos como en las victimas, que por desgracia hay demasiadas
todavía en nuestras carreteras.
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
2
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
considerado innecesario por su condición mentalista y no es apropiado para un análisis
riguroso. El problema es que, obviamente, muchas situaciones en las cuales un
individuo daña a otro no constituyen agresión, debido a la falta de intención. De este
modo Edmunds y Kendrick sostiene que el concepto de agresión debe incluir tres
aspectos: la producción de un estimulo nocivo, el intento de dañar y el hecho de que el
ataque tenga una probabilidad mayor a cero de ser exitoso. Una de las definiciones
mas aceptadas es la de “la producción de un estimulo nocivo de un organismo hacia
otro con la intención de provocar daño o con alguna expectativa de que el estimulo
llegue a su objeto y tenga el efecto deseado (Kaplan, H. y Sadock, B 1997). Según la
definición que hemos visto anteriormente, y aplicada a la conducción, la podemos
definir como cualquier forma de comportamiento de un conductor, con la que intenta
directa o indirectamente provocar, perjudicar o causar daño de cualquier tipo a otras
personas que comparten el espacio común por el que discurre el tráfico .
Generalmente se entiende en el sentido de impulsar acciones que superan
notablemente las normas de comportamiento de conducción seguro y que
directamente afecta a otros usuarios de la carretera colocándolos en peligro
innecesario.
Siempre que hablamos de víctimas de tráfico pensamos solo en aquellos que han
tenido el accidente en sí y nos olvidamos de esos familiares y amigos que han perdido
a un ser querido o ese accidentado que ya no va a poder valerse por si mismo y tendrá
que contar para todo de las personas que le rodean.
3
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
pensarlo.....(en el año 2011 hubo alrededor de 117.000 víctimas primarias según datos
de la DGT, así que imaginaros las secundarias)
Por esto, la DGT ha puesto en marcha un proyecto piloto que se llevará a cabo en
Navarra y son la creación de las unidades de coordinación para atención a las víctimas
de accidentes de tráfico (UVAT), las cuales ofrece asesoramiento psicológico, social
y jurídico tras el accidente y velará por los derechos de las víctimas, y habrá una unidad
en cada una de las jefaturas provinciales.
Es una buena idea, pero de la que dudo de su funcionamiento, primero deberían estar
colocadas en juzgados o hospitales o cualquier otro lugar que fuese más accesibles a
las victimas y segundo las personas que trabajarán en ellas, no puede ser un simple
funcionario que se le da un curso para que haga esta función hay profesionales
que están capacitados y titulados para ejercer esta función, LOS CRIMINOLOGOS.
Lo que hay que luchar, tanto la Administración como asociaciones de víctimas, etc. es
por la creación de una ley especifica para la protección de las victimas de tráfico.
DESDE AQUÍ QUIERO DAR UN ABRAZO ENORME A ESAS VICTIMAS Y SUS FAMILIARES.
4
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
cualificado; sin que quede la impresión de abandono a las víctimas y familiares, o que
estos tengan que navegar a la deriva sin una orientación general común. Se trataría de
unificar criterios, y valorar la influencia y repercusión de las recién creadas UVAT,
partiendo de experiencias conocidas como el caso de Badajoz, y las que han iniciado su
actividad a través de la DGT. El dolor de las víctimas y familiares es incalculable, y por
ello merece una atención especial. En condenas por un DCSV, muchas veces
desproporcionadas con respecto a los daños causados, a las víctimas y familiares les
queda una sensación de penalización impropia o insuficiente. La creación de las UVAT,
¿puede ayudar o paliar estos déficits o carencias, o situaciones desproporcionadas?
¿De quién deben depender? ¿Qué asistencia y recursos tendrán?
Para empezar queremos hacer desde este grupo de trabajo un reconocimiento a esas
víctimas de los siniestros viales, tanto a las víctimas implicadas de forma primaria
como secundaria, las cuales se ven inmersas en situaciones postraumáticas, siendo
afectadas a distintos niveles como pueden ser los personales, familiares, laborales,
sociales, etc.
Siempre que hablamos de víctimas de tráfico pensamos solo en aquellos que han
tenido el accidente en sí y nos olvidamos de esos familiares y amigos que han perdido
a un ser querido o ese accidentado que ya no va a poder valerse por si mismo y tendrá
que contar para todo de las personas que le rodean. Según las estadísticas del año
2011 hubo alrededor de 117.00 víctimas primarias (las que sufren el siniestro vial),
pero a este número hay que añadirle a las victimas secundarias (que pueden ser los
padres, marido, mujer, hermanos, etc.) por lo que la cifra se multiplicaría llegando a
ser escalofriante.
Aparte de las ayudas que se destinan a las asociaciones que ayudan a las
victimas (que asciende en el año 2012 a 450.000 euros), se destine parte a las
personas en concreto, adelantándole el dinero que le pudieran dar por las
indemnizaciones.
5
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Orientación legal.
hacia esta para las revisiones, con el consiguiente gasto económico del
propio paciente.
Resocialización de la víctima.
Otro punto tratado en este grupo es la creación de las Unidades de Atención a las
Víctimas de Accidentes de Tráfico (UVAT) recientemente creadas por la DGT;
pensamos que su creación viene por la preocupación actual de la "victima" en el
contexto social, olvidada últimamente por el Gobierno y fijándose sólo en el infractor.
Creemos que es una buena noticia, pero tenemos poca información de como van a
funcionar. Según se ha visto y hemos leído estas unidades (presentes en todas las
Jefaturas provinciales) sólo se dedicarán a informar a la victima de donde puede
dirigirse e informarse, dependiendo de las necesidades de la misma, como por ejemplo
el teléfono de los asistentes sociales de su municipio, abogado de oficio, colegio oficial
de psicólogos, etc.
6
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
¿LA CRIMINOLOGÍA VIAL SÓLO TRATA LOS DELITOS O TAMBIÉN LAS CONDUCTAS
DESVIADAS AL VOLANTE?
7
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Al igual que la Criminología en general, la disciplina en seguridad vial también se ocupa
de las conductas desviadas al volante, tanto de los casos en forma individual como de
los fenómenos de masa, como es el caso de la circulación viaria.
Lo cierto es que es un enfoque muy novedoso de esta ciencia y una puerta más que se
nos abre a los criminólogos....
Cabe decir aquí, que en el tráfico viario todo conductor está próximo a la situación
delictiva, cualquiera es un delincuente potencial; la línea entre delito o no, es muy
próxima, la cual se puede cruzar en cualquier instante.
8
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
niveles no admisibles y que han de evitarse y eso empieza por la concienciación y
educación de los conductores.
Sí, hay varios tipos de victimas en un siniestro vial, la primaria que sufre el siniestro de
forma directa, y las secundarias que son esas personas que están alrededor de la
víctima primaria, como marido, esposa, hijos, que también sufren y se ven con un
cambio en sus vidas por el sufrimiento de su ser querido. Pero también la victimización
que sufren en un segundo estadio, cuando tienen que recordar el suceso, cuando
tienen que declarar de nuevo, acudir al Juzgado, revivir en definitiva los hechos
traumáticos a los que fueron sometidas por el victimario. Y por último los medios de
comunicación, ya que según traten la noticia, va a tener una influencia diferente en
todos los elementos que componen la génesis del delito vial.
Pues la situación es algo lamentable, se las tiene olvidadas por la Administración y sólo
se centran en el conductor infractor. Las víctimas sufren carencias, no saben dónde
acudir y en ocasiones reciben informaciones contradictorias, y como tónica general no
saben qué hacer después del accidente. No hay nadie que se preocupe por ellas, e
incluso son olvidadas por las leyes. Menos mal que existen asociaciones que ayudan a
estas personas porque si no, no sé qué sería de ellas.
Las penas a mi entender creo que están bien puestas, las veo correctas, (pero yo no
soy penalista, así que no puedo opinar con firmeza en esto). Lo que si me preocupa es
quien las hace cumplir, los jueces. Aunque sabemos que son independientes entre sí,
deberían por lo menos tener unos criterios fijos entre ellos ya que para el mismo caso
y circunstancias un juez impone 6 meses y otro 13 meses, por ejemplo. Y también, no
todo es sancionar con dinero, porque habrá casos en que el dinero no importe (caso
de los jugadores de fútbol del real Madrid, tan de moda que están ahora) porque les
sobre y esas condenas se deberían traducir en cursos de sensibilización y reeducación,
donde realmente se ataja y se intenta solucionar el problema que han creado. O
retirada del permiso de conducción, etc. En fin se trata de aplicar a cada penado la
pena que más efectiva sea para la reeducación del reo, y no por ello es siempre la más
beneficiosa la monetaria.
9
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Legalmente y según la Orden Ministerial de 18 de febrero de 1993 el nombre correcto
es el de “accidente de tráfico”.
Es una reivindicación de las víctimas de los siniestros viales. Debería haber una
especialización especifica de estos juzgados y de sus jueces ya que son infinidad de
juicios al año y en los que debe primar la resocialización de la víctima, ya que para
ellas enfrentarse al juicio es volver a recordar y es un hecho traumático que se debe
tratar e intentar causarle el menor impacto para ellos y separarles físicamente de su
agresor ayudaría a ello.
Se creó recientemente por la DGT, se llama UVAT (Unidades de Atención a las Víctimas
de Accidentes de Tráfico) y están ubicadas en todas las Jefaturas Provinciales de
Tráfico. Es una buena iniciativa, aunque estoy en contra de cómo es su
funcionamiento; para empezar no creo que sea el mejor sitio para su ubicación,
deberían estar más próximos a las víctimas, en los juzgados o en los hospitales por
10
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
ejemplo y después su funcionamiento no creo que sea fructífero para las víctimas, ya
que solo se dedican a decirles cual es el colegio de abogados más cerca de su localidad,
información de psicólogos, asistentes sociales, etc. Vamos información de teléfonos de
organismos. Y lo más demandado por las victimas es que no hay trato humano, es todo
muy impersonal. Ya aparte, creo o veo la necesidad de la buena labor que podrían
hacer los criminólogos en estas unidades, ya que están perfectamente cualificados
para poder intervenir con las víctimas en todos los sentidos planteados por estas
unidades y encima se les da un trato humano a esas personas que lo demandan.
Bueno, en parte sí. El principal problema es que pensamos que los delitos contra la
seguridad vial no se les da importancia que merecen y que si te condenan por ello no
pasa nada, que es una cosa que le puede pasar a cualquiera, pero las personas no nos
damos cuenta que con ello puedes llegar a ingresar en un centro penitenciario y es ahí
donde realmente piensas que estos delitos son iguales a todos los otros como los
robos por ejemplo.
Muy buena pregunta, lo primero de todo es que tenemos que ser conscientes que
cualquiera puede verse involucrado en un siniestro vial sin quererlo; por eso es
importante lo preparado que este cada usuario de la vía (tanto conductor como
peatón). Esta preparación comienza con la educación vial que recibimos a lo largo de la
vida, no solo en el colegio cuando nos vinieron a dar unas charlas los policías
(habitualmente), la que después seguimos aprendiendo algo cuando nos formamos en
las autoescuelas para la obtención del permiso de conducción. Tenemos que
interiorizar todo lo que nos rodea del tráfico viario y aprender cada día y estar atentos
a las campañas de publicidad que se hacen, a las modificaciones normativas, saber y
llevar a cabo que no se debe conducir después de haber ingerido alcohol o drogas, que
la velocidad es causante de un gran número de siniestros, etc. Y una cosa fundamental
es el respeto que nos tenemos que tener los unos a los otros cuando compartimos las
vías.
11
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
de pánico) mientras se está conduciendo. La intensa sensación de falta de control que
esta experiencia negativa provoca, acompañada de una serie de pensamientos
catastrofistas sobre lo que podría haber sucedido produce un gran impacto emocional
y un fuerte temor ante la posibilidad de que la crisis se repita o se produzca finalmente
un siniestro vial. Le puede afectar a cualquiera, no tiene unos rasgos específicos,
aunque suele influir la antigüedad del permiso de conducción, a los que se tienen que
enfrentar por si solos a la conducción de vehículos y que en un principio empiezan a
ponerse nerviosos al volante transformándose progresivamente en amaxofobia.
También se desencadena esta fobia por aquellas personas que han sufrido una
experiencia traumática al volante, incluso aunque no fueran ellos los que conducían y
las que trasladan su estrés y angustias de su vida particular a la conducción de
vehículos.
Aquí cada uno tiene su opinión al respecto, yo daré la mía particularmente, que no
tiene por qué ser la correcta. Aumentar la velocidad a 130 km/h en autopista y
autovías tiene sus pros y sus contras, hoy en día con los vehículos que tenemos
pueden circular perfectamente a esas velocidades y ser seguros en caso de un siniestro
vial, vamos, que tienen buenos elementos de seguridad activa y pasiva que no se
contaban antes con ellos; y las vías son de buena calidad. Pero en contra, tenemos que
a más aumento de velocidad más víctimas en las carreteras, y esto se demostró
cuando en el anterior Gobierno bajaron la velocidad a 110 Km/h (por motivos
económicos) y consiguieron reducir las víctimas en las vías.
Respecto a las vías secundarias tenemos que tener en cuenta que prácticamente todas
las víctimas se producen en estas vías, así que es una buena iniciativa, ya que son
carreteras de doble circulación y suelen contar con un carril para cada sentido; por lo
tanto lo veo un acierto.
12
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
ciudades, la bajada de velocidad responde a una protección de los peatones y de los
ciclistas e intentan crear una movilidad sostenible en las poblaciones, ya que estos
límites se reflejarán en zonas residenciales y zonas centro de los municipios,
especialmente, donde está la “vida” de la ciudad preferentemente.
Pues hace poco tiempo, unos tres años, cuando comencé a estudiar criminología en la
Universidad de Extremadura y en primer año tenía que realizar un trabajo de
investigación y pensé que podría unir otra de mis aficiones que es la seguridad y
educación vial (en la que llevo más tiempo dedicado a ella) y así nació el interés por
esta nueva disciplina dentro de la criminología y cada día va a más ya que esta aun por
explotar y lo considero un reto importante para mi poder dar a conocer este nuevo
enfoque a la seguridad vial.
13
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
cual se puede cruzar en cualquier instante. Dicho esto, lo bueno que tenemos para
dibujar un patrón delictivo es que contamos con infinidad de datos estadísticos para
ello.
Podríamos afirmar que el perfil del infractor penal en materia de seguridad vial
corresponde a los siguientes datos sociodemográficos:
Primer perfil: el conductor que tiene problemas con el alcohol o las drogas, que
es delincuente ocasional, y no existe correlación entre el delito cometido y su
gravedad.
14
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Lo que nos establece un campo enorme para empezar a estudiar. Esta matriz, aunque
sea ya clásica (pero en la actualidad constituye la clasificación más extendida y
utilizada en la materia), sigue poniendo en valor los aspectos más relevantes de las
fases de un siniestro vial; y al igual que otras materias que estudian la seguridad vial, la
criminología vial debe regirse por lo establecido en ella, ya que nos hace de guía y nos
establece el camino a seguir.
15
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
ARTÍCULO:
Para ver el papel que puede desempeñar la criminología vial en las políticas de
seguridad vial tenemos que entender primero que son éstas y según Serrano Gómez
“se extiende la política criminal a la prevención general y especial, a la interpretación
de la ley por los tribunales, al proceso penal, ejecución de la pena, sistemas
penitenciarios y, en consecuencia, resocialización del delincuente”. Cuyo objetivo es el
control y mantener en niveles aceptables para la convivencia social los índices de
comisión de delitos, dentro de los cauces propios del Estado social y democrático de
derecho, e intentar llegar con la política criminal más allá de la mera cuestión penal,
llegar a la sociedad en sí e intentar prevenirla de las conductas desviadas, las cuales en
el tráfico rodado hay demasiadas.
Con lo que observamos que esta nueva disciplina de la criminología tiene mucho que
aportar a las políticas de seguridad vial.
La Criminología Vial debe optar por dar un enfoque nuevo y multidisciplinar a las
políticas de seguridad vial, contemplándola como una “prevención social” ya que la
conducción es una interacción social por excelencia.
El conductor tiene una interacción clara con su vehículo y con la vía, pero no menos
prioritaria con los demás conductores, peatones y no usuarios de las vías próximas,
cuyos bienes pueden ser afectados por los siniestros viales. Lo que a rasgos generales
es un problema social, ya que la interacción con el fenómeno circulatorio es un
fenómeno de masas.
Por todo lo anterior, creo que es necesaria una intervención directa de los
criminólogos especialistas en la seguridad vial por su amplio conocimiento en las dos
materias principales que pueden consensuar de una forma directa unas políticas de
seguridad vial adaptadas a las necesidades de la sociedad y llegar a un punto
intermedio entre las políticas anteriormente puestas en marcha, que oscilan entre dos
puntos muy distantes, ya que se ha pasado de “tolerancia cero” a la persecución del
“conductor peligroso”.
16
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
BIBLIOGRÁFIA:
• SERRANO GÓMEZ Alfonso, “Dogmática jurídica-política criminal-criminología como
alternativa de futuro”.
• HERRERO HERRERO César, “Política Criminal integradora”.
El artículo 9.2 del R.D.L. 339/1990 de 2 de Marzo establece que queda terminante
prohibido conducir de modo negligente o temerario.
Tenemos que ver que el elemento objetivo es la “temeridad manifiesta”, es decir que
es el incumplimiento de los más elementales deberes de la prudencia en la
conducción, equivale a manejar los mecanismos de dirección de un vehículo de motor
o de un ciclomotor con omisión de la diligencia más elemental exigible a un conductor
medio, debiendo utilizarse como parámetros las normas que regulan la circulación vial.
La temeridad consiste en:
“Se refiere a que sea de carácter notorio, evidente, y ostensible para cualquier
ciudadano, no habiendo dudas de su carácter”.
En el punto segundo del artículo 380 del Código penal, establece lo siguiente:
.Como vemos en el párrafo anterior, se refiere al artículo 379 en sus dos apartados,
velocidad excesiva y conducción bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas.Siendo la máxima exponencia de las
conductas que realizan los conductores agresivos al volante.
17
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Son dos conductas que se consideran temerarias por si solas, aunque no pongan en
concreto peligro la vida de los demás usuarios de la vía.
Como agravante a la conducción temeraria, establece el artículo 381 del Código penal,
que se aumentaran las penas si por consecuencia de esa conducción hay desprecio por
la vida o su integridad de los demás usuarios de la vía.
Esta agravante lo que hace es ponerlo parejo aúna tentativa de homicidio con dolo
eventual en la que el conductor da comienzo a una acción con los medios idóneos para
poder ocasionar la muerte a otras personas a través de la conducción temeraria,
asumiendo o comprometiéndose con el riesgo de causar la muerte a otro, de manera
patente, evidente y grave a través de parámetros objetivos y no subjetivos. Estamos
hablando de los conductores suicidas, que van, por ejemplo, en dirección contraria en
una autopista o autovía.
18
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
En el año 2012 se han realizado un total de 61.161 sentencias por los delitos contra la
Seguridad Vial. De esas sentencias 4.881 se han cumplido mediante TASEVAL
(talleres de sensibilización en seguridad vial) y el resto 56.280, mediante Trabajos en
Beneficio de la Comunidad (TBC).
Habría que intentar que se invirtiesen los resultados de la realización de los TASEVAL,
ya que considero que el realizar trabajos en beneficio a la comunidad distintos a la
reeducación de la pena que ha sido juzgado es un error y no sirve con el fin reeducador
de la pena para el que ha sido propuesto este tipo de talleres, ya que no se van a
concienciar del delito cometido y el índice de reincidencia al no hacer el taller
correspondiente puede ser alto.
19
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
El 81% son de nacionalidad española.
Según la edad:
Se dice que “cada uno conduce como vive” (Tillmann y Hobbs), pero no tenemos que
remitirnos sólo al curso vital del delincuente vial, sino que tenemos que aplicarlo
también a su actitud en las vías y a la estructura de su personalidad.
20
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Conjuntamente considerados, los trastornos de la personalidad afectan al individuo en
diferentes ámbitos, que incluyen la cognición, la afectividad, los impulsos y el ámbito
interpersonal. En general se trata de alteraciones:
21
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
que se experimenta ante la toma de decisiones, algo frecuente y recurrente en
la conducción
22
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
infrinjan los límites de velocidad y otras normas de tráfico, pudiendo poner en
peligro la seguridad vial.
23
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
psicóticos breves y transitorios, que pueden afectar igualmente a la seguridad
de la circulación.
24
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Pues bien, de estas tres variables que juegan en la prevención de delitos (severidad,
celeridad y certeza del castigo), lo que la investigación criminológica ha demostrado en
multitud de estudios es que la que tiene alguna promesa de tener efectivamente
efectivos preventivos generales es la certeza del castigo. No es la severidad, por mucho
que uno aumente la severidad del castigo, si el ciudadano no percibe la probabilidad
de que ese castigo se aplique, el legislador ya se puede preocupar por aumentar la
severidad del mismo, simplemente será un castigo que no llegará al ciudadano como
motivo de temor, porque el ciudadano percibe que o bien el riesgo de detección o bien
el riesgo de aplicación del castigo es tan mínimo que en realidad la severidad no tendrá
ninguna incidencia real en la evitación de delitos. Ésta es una cuestión que ha sido
demostrada en multitud de estudios, que acreditan que el aumento en la severidad del
castigo normalmente los ciudadanos primero ni siquiera lo perciben, y segundo si lo
hacen no variarán su conducta si creen que no hay un riesgo real de detección[1].
Por tanto, una política de aumento significativo de la cantidad de radares junto con
una sanción administrativa rápida y eficaz (que podría implicar evidentemente multa y
retirada del permiso de conducción), nos bastaría probablemente para modificar el
comportamiento de los conductores, y no sería necesario acudir al Derecho Penal, ya
que el ciudadano percibiría que hay una sanción efectiva que se le va a aplicar con
razonable probabilidad.
Hay muchos estudios que acreditan que la simple retirada del permiso de conducción,
pero una retirada que el ciudadano vea de muy probable aplicación, disminuye
efectivamente la comisión del delito, y no la amenaza de una pena de prisión que el
ciudadano en realidad ve que no hay riesgo real de que se le aplique.
25
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
[1] Vid. por todos v. HIRSCH, A. / BOTTOMS, A.E. / BURNEY, E. / WIKSTRÖM, P.O.
(1999): Criminal Deterrence and Sentence Severity, University of Cambridge: Hart
Publishing.
"La Educación Vial persigue la formación del comportamiento del usuario de las vías
cuando haga uso de éstas, ya sea como peatón, viajero o conductor. Pudiendo decir,
que es el arte de saber andar, conducir y comportarse con seguridad, respetando
siempre a los demás".
La educación vial es el motor principal para una buena prevención de los delitos contra
la seguridad vial y contra la prevención de los siniestros viales. La prevención en
educación vial tiene dos fases que van correlacionadas una con la otra: la formación y
la acción (o puesta en práctica).
Para que la prevención sea un hecho, hace falta que la persona conozca el peligro y
conocer el peligro es ir más allá de la simple formación. Pero como sabemos no solo
vale conocer el peligro para poder evitarlo, tenemos que saber percibirlo y esto solo se
logra cuando estamos interactuando en las vías públicas ya sea como peatón,
conductor o viajero. Pero después de conocer el peligro y saber percibirlo, tenemos
que querer evitarlo, y esto solo se consigue con una buena actitud y socialización en el
tráfico.
Todo lo anterior es lo que tiene que englobar la educación vial, formar a las personas,
no solo en conocimientos teóricos, sino en actitudes y valores para que tengan una
formación global en educación vial que les ayudará a desenvolverse sin problemas por
las vías y a respetarse mutuamente con todas las personas que participamos de la vida
diaria de las calles o carreteras de nuestro entorno.
Una buena política criminal en seguridad vial tiene que empezar desde que somos
niños, aprendiendo en las escuelas educación vial, pero no debe quedarse ahí, tiene
26
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
que seguir en casa con los padres (y esto se consigue si ellos de niños han recibido esta
educación) y continuar con ella en todas las esferas de nuestra vida, en el trabajo, etc.
En 1974 Maiman y Becker (en Cunill, 2009) adaptaron el modelo para tratar de explicar
una mayor variedad de conductas de salud. El modelo incluye una serie de constructos
cognitivos como la gravedad y la susceptibilidad o vulnerabilidad percibidas, los costes
y los beneficios, igualmente percibidos, que supone el cambio de conducta,
juntamente con una variable emocional y motivacional como es la amenaza percibida.
Este modelo sostiene que para que una persona realice un comportamiento
preventivo ésta debe sentirse amenazada por la probabilidad de sufrir una
consecuencia negativa (ejemplo: un accidente o una enfermedad) asociada a la
conducta de riesgo y, al mismo tiempo, debe sentirse personalmente susceptible a
sufrir dicha consecuencia.
27
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Además, el sujeto debe creer que los beneficios de llevar a cabo una acción preventiva
son mayores que los posibles costes y las dificultades y obstáculos percibidos que
podrían impedirle llevarla a cabo (Becker y Maiman, 1975).
28
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Una de estas teorías es la "del riesgo cero" que fue acuñada por Näätänen y Summala
en 1974 y en la que se presuponen que los individuos no están dispuestos a aceptar
ningún tipo de riesgo cuando conducen. Simplemente no perciben riesgo alguno en su
conducta ya que, mediante un proceso de aprendizaje, se han adaptado al riesgo.
Desde esta perspectiva, la conducta arriesgada se debería a fallos perceptivos más que
a una preferencia o una atracción por el riesgo.
Desde esta teoría se considera que el motivo básico del conductor es alcanzar su
destino de forma segura lo más rápidamente posible. Dicha motivación se halla
frecuentemente influenciada por las presiones de tiempo y la prisa, a las cuales
pueden superponerse otros “motivos adicionales” que pueden llevarle a conducir de
forma menos prudente, adoptando mayores velocidades, menores distancias de
seguridad, etc.
Estos motivos adicionales pueden considerarse como una clase importante de motivos
excitatorios, entre los cuales podemos destacar el estado emocional del sujeto, la
necesidad de autoafirmación o el gusto por el riesgo y la búsqueda de deliberada de
emociones intensas.
29
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
admitido. Entre las razones que se han aducido para explicar esta elevación de la
tolerancia al riesgo se encuentran la subestimación de la velocidad, la minimización de
las consecuencias de los siniestros viales, la escasa supervisión del tráfico y algunos
efectos del aprendizaje y la experiencia al volante.
Summala señala que los siniestros ocurren porque los umbrales de riesgo subjetivo
que manejan los conductores son demasiado altos y no reflejan de forma apropiada el
verdadero (y objetivo) riesgo. Según el autor esto se debe a que los conductores no
tienen en cuenta la “varianza” o pequeñas fluctuaciones debidas al azar que tienen
lugar en el sistema del tráfico viario (ejemplo: una frenada brusca del conductor que
circula delante o un cambio de carril sin señalizar). Además, las distancias de seguridad
que guardan los conductores son, a menudo, inadecuadas si tenemos en cuenta la
elevada velocidad a la que se circula. Estas distorsiones en las estimaciones subjetivas
del riesgo y esa visión utilitaria de la velocidad como un medio para llegar al destino lo
antes posible son las que provocan que el conductor asuma más riesgos y, en
consecuencia, aumente su probabilidad de sufrir un siniestro vial.
De esta teoría se desprende que la única forma de prevenir los siniestros es eliminar la
variabilidad del tráfico y aumentando la predictibilidad de los eventos. En este punto,
las aportaciones de la ingeniería pueden resultar cruciales (diseño de vías de acceso
limitado, mejorando las intersecciones, introduciendo limitadores de velocidad en los
vehículos, etc.). Estas mejoras en el sistema del tráfico debieran completarse con
cambios en el comportamiento de los conductores. Y, dado que la reducción de la
velocidad de conducción es, de acuerdo con Summala, el elemento fundamental para
prevenir los siniestros, sería de vital importancia modificar el valor que los conductores
atribuyen a la velocidad para que los costes de conducir rápido sean mayores que sus
beneficios.
30
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Aunque esta teoría ha resultado ser muy valiosa a la hora de explicar por qué los
conductores deciden comportarse de forma arriesgada, ha sido objeto de algunas
críticas. Una de ellas tiene que ver con el excesivo énfasis que hace sobre el papel de la
velocidad. De hecho, los autores limitan el nivel de riesgo casi exclusivamente a la
elección de la velocidad de conducción (“función utilitaria de la velocidad”). Además,
se ha señalado el escaso poder predictivo de la teoría y su incapacidad para explicar
quién, cuándo y por qué razones precisas alguien decide conducir de forma arriesgada
(Hole, 2007).
31
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Se considera que los conductores ajustan su conducta con el fin de mantener un nivel
de riesgo constante. Así, cuando están conduciendo los sujetos comparan el riesgo que
perciben con el que desean aceptar. Si existe una diferencia entre ellos, es decir, si el
riesgo percibido es mayor o menor que el aceptado, los sujetos intentarán eliminar esa
discrepancia tomando alguna decisión que les permita restablecer el equilibrio y
recuperar la situación de homeostasis.
Por otra parte, una ganancia de tiempo sobre lo previsto en principio o circular por una
carretera peligrosa o poco familiar repercutiría en una disminución del coste esperado
de la conducta prudente, por lo que sería de esperar un aumento de la prudencia. No
obstante, el peso motivacional de una pérdida y su consiguiente influencia en la
modificación de la elección de conducta no tiene por qué ser equivalente al de un
ganancia, y no necesariamente será de esperar un patrón simétrico de respuesta tras
pérdidas y ganancias (Gras, 1994).
Wilde sostiene que muchos sistemas de seguridad están condenados al fracaso porque
simplemente hacen que las personas se sientan más seguras, lo que fomenta que se
comporten de forma más arriesgada con el fin de regresar al nivel de riesgo deseado
(“a mayor seguridad, mayor riesgo”). Este es uno de los puntos controvertidos de la
teoría. Los gobiernos de distintos países han centrado sus esfuerzos preventivos en
materia de seguridad vial en este tipo de medidas técnicas. Sin embargo, si las
predicciones de la teoría homeostática son ciertas, y a la vista de las cifras de
siniestralidad que manejamos, es probable que estas medidas no hayan sido
adecuadas. Wilde considera que la única forma eficaz de reducir los siniestros viales es
estimulando en los conductores el deseo de evitarlos. Es decir, la seguridad debe
intensificarse a través de medidas que incrementen el deseo de las personas de estar
seguras y que contribuyan a cambiar el nivel de riesgo que los conductores están
dispuestos a asumir, ejemplo, mediante incentivos por conducir de forma segura.
32
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
ha suscitado intensos debates. Así, la evidencia obtenida tanto con el uso de
simuladores como a través del análisis de las estadísticas sobre siniestros han
proporcionado un apoyo parcial y equívoco a la teoría (Robertson y Pless, 2002).
Además, se ha señalado que las personas no poseen una capacidad tan sofisticada
como para evaluar los niveles de riesgo con la exactitud y certeza que sugiere la teoría.
Por el contrario, los juicios de los conductores sobre el riesgo son, a menudo,
irracionales y están sujetos a ciertos sesgos (McKenna, 1988).
Esta teoría tiene aspectos en común con la teoria del riesgo cero aunque utilizan un
lenguaje diferente los dos están de acuerdo en que 1) los cambios en la percepción
(subjetiva) del riesgo tienden a producir un cambio en la conducta de elección del
sujeto; 2) ese cambio suele implicar un aumento del riesgo (se emiten conductas más
arriesgadas); 3) el objetivo del cambio es intentar recuperar o mantener el nivel de
riesgo aceptado y/o preferido.
1. la evaluación de las condiciones del ambiente del habitáculo del vehículo que realiza
el conductor.
33
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
la conducción que pueden influir en el nivel general de estrés del conductor (Gulian,
Glendon, Matthews, Davies & Debney, 1990). Distintas fuentes de estrés, consideradas
problemas o molestias cotidianos, han sido asociadas a un peor desempeño durante la
conducción.
El rol que los factores no específicos tienen en la percepción y experiencia del estrés
en el tráfico viario llevó a Gulian et al. (1989) a formular el concepto estrés
del conductor (driver stress) frente al concepto de estrés durante la conducción (stress
driving). El concepto estrés del conductor expresa que el estrés percibido en las
situaciones viales está influido por lo que sucede en las situaciones ajenas al tráfico.
Sin embargo, es necesario señalar que los estresores cotidianos no viales no son
suficientes para entender por completo el fenómeno. El concepto estrés del conductor
se define como ‘las respuestas asociadas con la percepción y con la evaluación de la
conducción como demandante o peligrosa de acuerdo con las capacidades del
individuo’ (Gulian et al., 1989). En este sentido, y en cuanto a las condiciones del
ambiente del vehículo se han identificado algunos escenarios que son fácilmente
percibidos como indeseables por los conductores. Hennessy & Wiesenthal (1999)
señalaron que el aumento sostenido del número de vehículos sin el consecuente
acompañamiento de mejoras en la infraestructura vial, enfrenta a los conductores a
potenciales fuentes de irritación y frustración como tener que competir por el espacio
existente para circular o verse atrapado en atascos o retenciones imposibles de evitar.
Otras situaciones viales consideradas estresantes son conducir con mal tiempo, no
poder adelantar a otro conductor, conducir por vías en malas condiciones o
desconocidas, tener que incorporarse en una vía demasiado transitada o
congestionada, circular con tráfico demasiado lento, o "ir con prisas" (Hennessy,
Wiesenthal & Khon, 2000, Matthews et al. 1999; Wickens & Wiesenthal, 2005). En
cuanto a ir con prisas o percibir falta de tiempo, Hennessy & Wiesenthal (1999)
observaron que actuaba como mediador para experimentar estrés frente a las
congestiones del tráfico.
Por otro lado, existe una perspectiva más amplia que considera como objeto de
investigación a los conductores que experimentan ansiedad pero no han participado
en siniestros, ni evitan conducir a pesar del malestar que les produce (Clapp et al.
2010). Llamativamente, la comparación entre conductores ansiosos con y sin historia
34
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
previa de siniestros sugirió niveles similares de miedo e interferencia funcional para
ambos grupos, pero diferencias en cuanto al foco del temor, la etiología y la
comorbilidad con ataques de pánico, agorafobia o fobia social (Taylor & Deane, 2000).
No obstante, los resultados al respecto no resultan concluyentes (Clapp et al. 2010).La
ansiedad al conducir ha estado asociada a la percepción negativa de las propias
habilidades para conducir y a comportamientos que reflejan precauciones exageradas
como reducir la velocidad al cruzar semáforos en verde o conducir muy por debajo del
límite de velocidad. Todos estos comportamientos, que pueden generar
inconvenientes en la circulación de los vehículos en el caso particular de los
conductores ansiosos pueden funcionar como compensación del malestar
experimentado (Clapp et al. 2010; Koch & Taylor, 1995; Matthews et al. 1998; Taylor &
Koch, 1995). La ansiedad y el estrés durante la conducción también fueron asociadas a
la violación de las normas de tráfico, a conducir negligente, y a comportarse de manera
hostil y agresiva con otros conductores (Clapp et al. 2010; Mathews, Dorn, & Glendon,
1991).
35
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Pero pocas veces (por no decir ninguna) nos hemos preguntado si el factor
ambiental es de aplicación directa en la comisión de delitos contra la seguridad vial y
los siniestros viales. Considerando dentro del “ambiente” el diseño urbano, su
estructura, mantenimiento y en que las teorías existentes estudian la distribución
espacio-temporal de los delitos y los facilitadores e inhibidores ambientales para su
comisión.
Las teorías ecológicas aseguran que el ambiente y el diseño del espacio urbano (en
nuestro caso la forma de las calles, de un carril o dos, más o menos anchos,
estacionamientos, la información que aportan, etc.) pueden tener influencia decisiva
en el comportamiento humano y por ende en la criminalidad. La criminología
ambiental se ocupa de estudiar si los factores ambientales como el espacio, la
estructura del escenario, el calor, el frio, el ruido, el hacinamiento, la congestión,
retenciones, etc. nos influyen a la hora de cometer un delito o de vernos involucrado
en un siniestro vial.
Hay que decir que desde que interactuamos en la vía pública lo estamos haciendo
también en el tráfico viario, ya que somos unidades de tráfico (peatón, pasajero o
conductor) y saber que el tráfico viario es una interacción social por excelencia en la
36
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
actualidad. Llegando a ser las congestiones de tráfico un factor ambiental
desencadenante de acciones preocupantes por parte de las unidades de tráfico,
además hay que sumar que los conductores consideran que tienen que competir por el
espacio (calles) y ser el dueño de ellas y pensar que pueden actuar de la manera que
mejor les convenga, sin respetar las normas establecidas para ello.
Y SÍ, los factores ambientales influyen en la comisión de este tipo de delitos y sus
negativas consecuencias...
La criminología aporta a la política criminal los factores que causan las conductas
antisociales, proporcionándole elementos suficientes para combatir dicha conducta y
con una intervención directa de los criminólogos especialistas en la seguridad vial por
su amplio conocimiento en las dos materias principales que pueden consensuar de una
forma directa unas políticas de seguridad vial adaptadas a las necesidades de la
sociedad y llegar a un punto intermedio entre las políticas anteriormente puestas en
marcha (por el Gobierno), que oscilan entre dos puntos muy distantes, ya que se ha
pasado de “tolerancia cero” a la persecución del “conductor peligroso”.
37
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Para la realización de una buena política criminal de la seguridad vial, debe regir los
siguientes puntos:
Tenemos que tener en cuenta que prevenir es más que disuadir, hay que
neutralizar las causas de esta delincuencia. No nos vale asustar al delincuente
por medio de la amenaza de la pena, hay que actuar en la raíz del problema y
solucionarlo desde ahí, LA EDUCACIÓN VIAL.
Hay que actuar en la confección de las vías, ya que si se evita que se pueda ir a
altas velocidades, una buena iluminación, una correcta señalización, etc. se
podrían evitar conductas de riesgo para la seguridad vial.
Para terminar decir que todo@s estamos implicados en la seguridad vial y que de
nosotros depende que circulemos seguros por las vías.
38
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
“La Criminología Ambiental plantea que los eventos delictivos deben entenderse como
una confluencia de infractores, victimas u objetivos del delito, y normativas legales, en
escenarios específicos, ocurriendo en un momento y lugar concretos. Esto significa que
un análisis completo del delito tiene cuatro dimensiones: la dimensión legal, la
dimensión del infractor, la dimensión de la victima/objeto, y una dimensión espacio-
temporal. Lo que es más, esas dimensiones han de comprenderse e interpretarse
sobre un telón de fondo histórico y situacional complejo, de características sociales,
económicas, políticas, biológicas y físicas, que establecen el contexto en el que están
contenidas las dimensiones del delito […] El interés de la Criminología Ambiental por el
papel que juegan la localización y el cambio de posición y yuxtaposición de los eventos
delictivos, no niega la legitimidad de los estudios que se llevan a cabo en las otras
dimensiones del delito […]”.
Tenemos que entender que la circulación se desarrolla en un espacio que tiene tres
componentes: elementos físicos o estáticos (las vías y sus estructuras, en sentido
amplio); elementos en movimiento (personas y vehículos); y otros que forman como
un telón de fondo, de permanencia inevitable y constante variabilidad que rodean
dicha vía (situación meteorológica, luminosidad, congestiones, etc.). Este ambiente
global es el que influye en la persona y puede ocasionar que llegue a delinquir.
39
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
Los factores ambientales y el espacio establece muchas exigencias a los usuarios de las
vías, los cuales tienen que estar pendientes de estas modificaciones y que exigen un
alto nivel de concentración al conductor (principalmente) como pueden ser:
4. Por las normas y señales reguladoras de la circulación (el entorno de la vía). Ya que
sabemos que si existen las señales de circulación es porque regulan situaciones que no
son las generales de la vía y nos dificulta la circulación ya que tenemos que ir
pendientes de ellas.
Por eso estamos ante una nueva manera de enfocar la prevención y el porqué se
comenten los delitos contra la seguridad vial, yendo más allá del simple estudio de la
persona humana como desencadenante de estos hechos. Se incluye como factores el
ruido, calor, las congestiones de tráfico, etc. y la estructura de la vía, todos ellos
factores influenciables en el ser humano.
Clarke en 1997 estableció que algunas de las causas del delito pueden ser explicadas a
partir de las oportunidades existentes en el ambiente y su entorno.
Pese a la importancia y repercusiones que tienen los delitos contra la seguridad vial, la
delincuencia viaria se considera como un grupo independiente de delitos a causa de
sus específicos modos de comisión y las razones de su nacimiento (Kaiser, 1970).
Por eso la criminología ambiental considera al delincuente vial como un elemento más
de los que confluyen en el mismo, haciendo hincapié en los determinantes
situacionales, interesándose por los patrones delictivos en el tiempo y en el espacio. Y
añade otro factor más para el estudio y prevención de estos delitos. Decir que según
40
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
diversas investigaciones los factores ambientales, las características de la vía y del
tiempo explican, al menos, el 12% de los siniestros viales.
De los datos expuestos se pueden obtener varias conclusiones, una de ellas es que en
el año 2011 la reforma del Código Penal en esta materia (Ley Orgánica 5/2010 de 22 de
Junio) flexibilizó el sistema de penas alternativas al ingreso de prisión, entre otras y
redujo el ingreso de penados. Y la otra conclusión, y la más preocupante, es que si hay
más flexibilidad en el sistema de penas, ¿porqué hay más encarcelados este año
pasado?.
41
CRIMINOLOGÍA DE LA SEGURIDAD VIAL
comportamentales correctos y estimular el respeto hacia los demás usuarios de las
vías.
Los delincuentes viales reincidentes (generalmente) los podemos dividir en dos grupos,
uno los que tienen problemas con la dependencia del alcohol o adicción a las drogas y
el segundo los que no han obtenido el permiso de conducción o lo tienen retirado, ya
sea judicialmente o por la carencia de puntos en el mismo.
42