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Posgrado en Comercio
Internacional y Finanzas
Asunción - Paraguay
AÑO 2020
EL COMERCIO EXTERIOR EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Introducción:
En los últimos años, el comercio exterior del Paraguay ha experimentado un crecimiento
constante. Ahora bien, a finales del 2019 se ha notado un proceso de desaceleración, el
cual a su vez evidentemente se afianzó con la llegada de la pandemia en marzo del 2020.
Esto ha afectado tanto a las exportaciones como a las importaciones y siempre con un
saldo superior en la balanza comercial. El mayor ingreso de divisas por las ventas con
respecto a las salientes por las compras del exterior ha colaborado de cierta manera a la
estabilidad de la moneda con una oferta de dólares equilibrada con respecto a la demanda.
Además, cabe mencionar que la principal dificultad a nivel logístico que persiste desde el
año pasado ha sido el bajo nivel de agua que vienen teniendo el Río Paraná. Para un país
mediterráneo como el nuestro, la conexión fluvial es de las principales herramientas del
comercio exterior, tanto para las importaciones como para exportaciones de productos.
Los problemas logísticos del sector fluvial continúan afectando negativamente a las
operaciones de comercio exterior.
Infraestructura Logística:
La infraestructura logística continúa siendo marcadamente deficitaria. En materia de
cargas aéreas y fluviales, todos los aeropuertos y puertos manejados por actores estatales
se encuentran en un estado deplorable. Muchos de los actores gubernamentales que
participan en las operaciones de comercio exterior tienen una mentalidad eminentemente
recaudadora, así como una actitud complaciente en materia de costos. En pleno siglo
XXI, el Paraguay precisa un profundo cambio de actitud – al menos si el objetivo es
ubicarse dentro del contexto del comercio mundial.
El Paraguay cuenta con un incuestionable potencial en materia de comercio exterior. Un
cambio de actitud en la adopción de políticas públicas conducentes podría ayudarnos a
generar un mayor desarrollo económico y social a partir del comercio exterior que a su
vez beneficie a todos nuestros connacionales.
Señales de recuperación:
A través de los últimos quince años, el Paraguay ha logrado construir una estructura
macroeconómica bastante sólida y estable con políticas claras tanto en lo monetario como
con en el ámbito fiscal y esto se puede notar en la relativa resiliencia que ha logrado el
país con respecto a la crisis económica generada por la pandemia en 2020. Varios son los
organismos tanto a nivel nacional como internacional que vaticinan que nuestro país
tendrá el menor impacto del covid en su Producto Interno Bruto (PIB) a nivel regional.
Varios son los organismos tanto a nivel nacional como internacional que vaticinan que
nuestro país tendrá el menor impacto del covid en su Producto Interno Bruto a nivel
regional. Por ejemplo, en su última revisión de proyecciones para el 2020, la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas, estimó que la
contracción de Paraguay será solamente del -2,3% (*1), mientras que la de Argentina
sería del -10,5% y la de Brasil del -9,2%. Muestra de esto es el Indicador Mensual de
Actividad Económica del Paraguay, instrumento de medición utilizado por el Banco
Central del Paraguay para ir tomando la temperatura del movimiento económico del país
en cada mes. En efecto, este indicador que mostró caídas de hasta el -12% durante parte
rígida de la cuarentena, tuvo un crecimiento interanual del 1,2% en junio (*2). Las
exportaciones de granos de soja han tenido un crecimiento del 12,6% (*3) en el
acumulado de este año en comparación al mismo periodo del 2019 y han alcanzado un
valor total de US$ 1.489 millones. Por su parte, la venta de carne en el extranjero se
encuentra también en franca expansión y ha experimentado un crecimiento del 10% en el
mismo periodo, alcanzando los US$ 628 millones.
En el caso de los productos agrícolas y agropecuarios, la Argentina, el Brasil, el Paraguay
y el Uruguay se vieron favorecidos por la disminución de las ventas de Australia a China,
principalmente a causa de la sequía en ese país, que redujo la producción de granos. Los
países del MERCOSUR también se vieron beneficiados por el aumento de las
importaciones de carne vacuna y porcina en China para asegurar el abastecimiento de
alimentos.
Esto ha generado un importante crecimiento del 25% (*4) en las ventas de materiales de
construcción, según datos del propio ECN. Dentro de las estimaciones del BCP, se espera
un crecimiento del 3,5% para las construcciones civiles de este año y el sector privado
también forma parte de este vaticinio, al margen de las obras públicas. Estos datos
denotan que, a pesar del duro baldazo de la crisis económica mundial generada por el
coronavirus, al cierre del primer semestre se pueden notar algunos atisbos de
recuperación en la economía del Paraguay, que, si bien no serán suficientes para igualar
años anteriores, mitigarán el impacto.
Organismos Multilaterales
El Fondo Monetario Internacional, la Comisión Económica para América Latina y el
Banco Mundial coinciden en que el Paraguay será el que menor impacto reciba este año
en su economía. Según dichos organismos multilaterales el país tendrá una caída
aproximada del -2,3% y de hasta un -4% en el peor de los casos. El propio Banco Central
del Paraguay ha estimado inicialmente una caída no demasiado profunda, del -3,5% para
este año. Además, los bajísimos niveles de inflación que ha mantenido el país en los
últimos años dieron la posibilidad de bajar la tasa de referencia hasta un 0,75%, con lo
que también se pudo estimular el acceso al crédito que ya se comenzó a recuperar entrado
el primer mes del segundo semestre.
“Es algo que se debe superar para restablecer las condiciones y volver a crecer, ya que
los riesgos están focalizados en lo que pasa con China. Las exportaciones empezarán a
retomar, ya que mejora el precio de la soja y el flujo comercial empieza a recuperarse
lentamente. Creo que empezamos a superar parte de esa coyuntura crítica”, dijo.
Por otro lado, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en
su informe anual “Perspectivas del comercio internacional de América Latina y el
Caribe”, presentado hace unos meses atrás, esperaba que el comercio exterior paraguayo
sería el que más caería en la región.
Según el reporte, las exportaciones en América Latina y el Caribe superarán los US$ 1,07
billones, cifra menor a los US$ 1,09 billones del 2018. Cepal previó que caerían
especialmente en América del Sur, con una reducción del 67%, y los países más afectados
serán los del Mercosur.
Las exportaciones de Paraguay mermarían un 8,8%, las de Brasil un 5,6%, mientras que
solo Argentina y Uruguay lograrán un crecimiento del 5,9% y el 4%, respectivamente.
En tanto, los envíos paraguayos aún más, pues registraron una variación de 9,8% menos
al cierre del año frente al 2018.
El informe señala con preocupación la fuerte caída del 10% que tendrá el comercio entre
los países de América Latina y el Caribe, con especial afectación a los países del
Mercosur, donde el comercio interregional caerá un 22%.
Al llegar al noveno mes, las importaciones totales han alcanzado US$ 7.294,5 millones,
18,6% menor respecto al mismo periodo del año anterior. Las importaciones registradas
han representado el 94,5% del total, alcanzando un valor de US$ 6.896,3 millones, un
19,7% inferior con respecto al valor contrastable, mientras que las otras importaciones
han representado el 5,5% restante, por un valor de US$ 398,2 millones.
Conclusiones:
Si bien las cifras de las importaciones y exportaciones presentan algunas notorias caídas,
la realidad es que el efecto de la pandemia pudo haber sido mucho más devastador para
las operaciones de comercio exterior del Paraguay. Lo que resulta incuestionable es que
el Gobierno debe adoptar de una buena vez un conjunto de medidas para mejorar el
ambiente en el que se desenvuelve el comercio exterior. Lo que tenemos en la actualidad
es absolutamente insuficiente.
La Ley es absolutamente bienvenida, implícitamente ella reconoce que el comercio
exterior es vital para la subsistencia del país en un contexto crítico como el de la pandemia
del COVID-19. Las cargas de importación, exportación y tránsito, ya sea por vía fluvial
o aérea, no deben tropezar con obstáculos. El abastecimiento del país es una prioridad.
Asimismo, el proceso de exportación de nuestros productos debe ser sustancialmente
agilizado y facilitado para mantener de alguna manera la competitividad de nuestros
productos. Los costos logísticos, ya sean portuarios o aeroportuarios, no pueden frenar el
desarrollo del comercio exterior. Es primordial para el país impulsar diferentes
mecanismos y fórmulas que faciliten la logística y el comercio exterior, más aun
atendiendo a su situación geográfica como país mediterráneo. El Legislador ha dado un
claro mensaje sobre su intención al sancionar la norma. Tanto en materia aeroportuaria
como portuaria, siguiendo una incorrecta práctica de antaño, los hechos imponibles son
establecidos a través de la adopción de un simple decreto presidencial – en absoluta
contradicción con principio de legalidad en materia constitucional, ampliamente
consagrado por la jurisprudencia nacional. Aunque las exoneraciones explicadas pudieron
haber sido adoptadas a través de un decreto presidencial (esto incluso pudo haber sido
una vía mucho más rápida), el Legislador ha enviado un inequívoco mensaje al sancionar
la Ley: las exoneraciones deberán ser respetadas por todo el tiempo de su vigencia y no
podrán ser modificadas a través de un decreto presidencial. El objetivo central debería ser
facilitar las operaciones de importación, exportación y tránsito de las cargas y no
precisamente “recaudar” para pagar gastos fijos. El nivel de infraestructura portuaria y
aeroportuaria en materia de cargas continúa siendo absolutamente deficitario y no se
encuentran de acorde con un país que, como dice su Agenda 2030, pretende insertarse en
el contexto mundial. Los servicios deben mejorar y los costos deben continuar con una
reducción sustancial. Para ello, mucha “grasa” todavía debe ser removida. La Ley es un
“empujón” en la dirección correcta.
Uno de los grandes logros de las políticas públicas implementadas en Paraguay en las
últimas décadas ha sido, indudablemente, el fortalecimiento y la mayor institucionalidad
que ha adquirido el BPC. La clase política debe garantizar estabilidad y gobernabilidad.
El Poder Judicial debe brindar independencia e institucionalidad. La Dirección General
de los Registros Públicos y el Servicio Nacional de Catastro deben ser imperiosamente
reformados. El nivel de atraso del país en esta área es superlativo.
El país ha logrado una sólida estabilidad macroeconómica. A su vez, esto ha permitido
que el impacto de la pandemia haya sido uno de los más leves en toda Latinoamérica. De
acuerdo con las estimaciones de diversos organismos multilaterales y el propio BCP, las
perspectivas para el 2021 son sumamente alentadoras. Hasta la fecha, todo indica que
tendríamos un buen crecimiento económico el próximo año.
Bibliografías:
(*1) Ver https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45782/1/S2000471_es.pdf
(*2) Ver https://bcp.gov.py/indicador-mensual-de-actividad-economica-del-paraguay-
imaep-i471
(*3) Ver https://bcp.gov.py/informe-de-comercio-exterior-mensual-i466
(*4) Ver https://bcp.gov.py/anexo-estadistico-del-informe-economico-i36
Los efectos del COVID-19 en el Comercio Internacional y la Logística – Informe
Especial COVID-19 – CEPAL
Artículos de categoría Comercio Internacional – Estudio Jurídico GHP Abogados
Perspectivas económicas e impacto del Covid-19 - https://go.shr.lc/3pT9w9w
Comercio exterior en tiempos de pandemia: La necesidad de nuevas políticas públicas -
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Inédito Incentivo al comercio exterior en puertos y aeropuertos -
https://go.shr.lc/3340FqR
Señales de recuperación económica - https://go.shr.lc/2J8caHM
Balanza Comercial – Negocios Diario La Nación
Panorama General: Paraguay; https://www.bancomundial.org