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ALERGIA A LOS ALIMENTOS

ALUMNO: HITALO COSTA DELMONDES


DR: BRIAN MEDINA
SEMESTRE: 7 PARALELO: 1
ALERGIA A LOS ALIMENTOS

Qué es la alergia a los alimentos?


Los alimentos son sustancias ajenas a nuestro organismo que nos proporcionan no sólo nutrientes
sino también satisfacción y sensaciones gratificantes. La respuesta normal de nuestro sistema
inmunitario frente a los ali- mentos es la tolerancia. Cuando el sistema inmunitario genera una
respuesta alterada frente a los alimentos que conduce a la aparición de efectos nocivos,
indeseados, al ingerirlos, nos encontramos con lo que se conoce como alergia a los alimentos. Bajo
este concepto se pueden englobar reacciones a alimentos producidas por dife- rentes mecanismos
inmunológicos. El tipo de respuesta más frecuente y mejor conocida es la mediada por anti- cuerpos
del tipo IgE, que produce reacciones inmediatas. También existen respuestas inmunológicas
mediadas por células, en ocasiones asociadas a respuestas de tipo IgE que provocan
manifestaciones tardías, generalmente cutáneas (dermatitis atópica) o digestivas (enfermeda- des
digestivas eosinofílicas y enteropatías por proteínas de la dieta, dentro de las cuales se encuentra la
enferme- dad celiaca).

Cómo aparece una alergia a los alimentos?


La alergia a los alimentos es el resultado de un fallo en la tolerancia inmunológica, y resulta de la
interacción de múltiples factores como la edad, la carga genética del individuo, el estado de la
barrera mucosa intestinal (alte- raciones en la permeabilidad) y el tipo, cantidad y forma de
presentación del alimento (o alérgeno alimentario). Cuando falla la tolerancia, el sistema
inmunitario produce una respuesta de anticuerpos IgE frente al alimento. Esta respuesta IgE
(sensibilización) se genera en el intestino, pero también puede ocurrir en la piel o en el aparato res-
piratorio. Los anticuerpos IgE se unen a la superficie de unas células, los mastocitos y basófilos. Los
mastocitos se encuentran localizados en la piel y en la mucosa respirato- ria (ocular, nasal,
bronquial) y digestiva, mientras que los basófilos circulan en la sangre. Cuando el paciente vuelve a
ingerir el alimento, el alérgeno se une a la IgE de super- ficie de estos mastocitos y basófilos, los
activa, y entonces liberan histamina y otras sustancias inflamatorias en la piel, las mucosas y la
sangre, que son las responsables de los síntomas que aparecen en las reacciones alérgicas.

Es frecuente la alergia a los alimentos?


La población general percibe la alergia a los alimentos como un problema de salud importante,
aunque sólo alrededor de un tercio de las reacciones referidas por los pacientes se pueden
confirmar con un estudio alergoló- gico completo. De los estudios epidemiológicos en los que se
demuestra una respuesta IgE específica al alimento y se confirma la reactividad a éste mediante
pruebas de provo- cación oral, se puede estimar que la alergia a los alimentos afecta del 1 al 3% de
la población general, y que es más común en los niños menores de 3 años, en los que puede llegar
hasta el 8%.

Cuáles son los principales alimentos que producen alergia?


Los alimentos que con mayor frecuencia inducen reaccio- nes alérgicas son: la leche, el huevo, el
cacahuete, los frutos secos, las frutas, el pescado, el marisco, la soja, el trigo y las legumbres. La
importancia relativa de estos alimentos varía ampliamente con la edad de los pacientes, y el área
geográfica, lo que viene determinado por las costumbres alimentarias y la aerobiología de la zona.
Las diferencias geográficas también podrían ser debidas a factores gené- ticos, aunque hasta este
momento no se han estudiado.
La leche de vaca y el huevo son los alimentos que más frecuentemente producen alergia en los
niños en todos los países occidentales, debido a su importante consumo en este grupo de edad. Sin
embargo, la mayo- ría desarrolla tolerancia a lo largo de la infancia, por lo que estos dos alimentos
raramente provocan reacciones alérgi- cas en los adultos.

Cómo se manifiesta una alergia a los alimentos?


Las reacciones alérgicas aparecen en las dos horas siguien- tes a la ingestión del alimento,
generalmente en los prime- ros 30-60 minutos. Pueden implicar a uno o varios órganos, incluidos la
piel, el tracto digestivo, el respiratorio y el sis- tema cardiovascular. La gravedad depende de la
respuesta inmunológica del paciente, de la reactividad del órgano afectado y de las características
físico-químicas del alér- geno (principalmente su resistencia o no a la digestión). El ejercicio físico y
la toma de antiinflamatorios no este- roideos o de alcohol pueden favorecer la presentación de
reacciones graves.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes de la alergia a los alimentos son las cutáneas,
generalmente en forma de urticaria. Las reacciones localizadas en la mucosa oral y faríngea que
cursan con prurito local (también conocidas como síndrome de alergia oral) son muy comunes,
especialmente en adultos con alergia a alimentos vegetales asociada a la del polen. En tercer lugar
en frecuencia está situada la clínica digestiva, que incluye náuseas, vómitos, dolor abdominal y/o
diarrea. Los alimentos también pueden inducir manifestaciones respiratorias en forma de rinitis y
broncoespasmo.
Cómo se diagnostica una alergia a los alimentos?
Todas las personas que hayan presentado reacciones adversas en relación con la ingestión de
alimentos debe- rían consultar a su médico de familia o a su pediatra, y si éstos consideran que las
manifestaciones clínicas son sugestivas de alergia, deberán remitir al paciente a un aler- gólogo para
su estudio. Ya en la consulta de Alergología, lo primero y esencial es recoger una historia clínica muy
detallada de la reacción, para intentar identificar el o los alimentos responsables, establecer una
relación temporal entre su ingestión y la aparición de los síntomas, y decidir las pruebas
diagnósticas que se deban realizar con el fin de demostrar una respuesta mediada por IgE al
alimento.
En la actualidad existen pruebas cutáneas de lectura inme- diata (pruebas en prick) y
determinaciones de IgE especí- fica en suero frente a los alimentos. Las determinaciones de IgG en
suero frente a alimentos no tienen ningún valor diagnóstico en alergia a alimentos, ni sirven para
dar nin- guna recomendación dietética a los pacientes alérgicos.

tratamiento para la alergia a los alimentos?


El tratamiento consiste en evitar el alimento, lo que supone una vigilancia continua de la
alimentación y una alteración de la calidad de vida. Al ocurrir con fre- cuencia reacciones alérgicas
accidentales, los pacien- tes deben disponer de medicación de rescate, incluida adrenalina
autoinyectable si se hallan en riesgo de ana- filaxia. La inmunoterapia oral es una alternativa prome-
tedora para inducir tolerancia al alimento.

Leche
La alergia a la leche de vaca está entre las hipersensibilidades más comunes de los niños pequeños,
probablemente porque es la primera proteína externa que muchos bebés ingieren en grandes
cantidades, especialmente si los crían con biberón. Si existe una alergia a la leche de vaca, incluso
algunas veces un bebé que se amamanta puede sufrir de cólico o de eczema hasta que la madre
elimina la leche y los productos lácteos de su dieta. Entre 2 y 3 de cada 100 niños menores de de 3
años tienen síntomas de alergias relacionadas la leche de vaca.
El vómito después de alimentar al bebé es la forma más común que indica que un niño tiene alergia
a la leche, pero pueden ocurrir reacciones más severas. El cólico, el llanto y el gas o flatulencia
pueden ser a veces las únicas manifestaciones de la alergia a leche de vaca en los bebés más
pequeños. (Debe decirse, que aunque en la gran mayoría de los bebés no se determina la causa del
cólico y el llanto inconsolable, eventualmente se mejora sin tratamiento y para nunca volver antes
de que el bebé cumpla los 6 meses de edad). Otros síntomas iniciales y más sutiles de la alergia a la
leche a menudo se manifiestan con la picazón que causa el sarpullido seco de la eczema  (dermatitis
atópica). Por supuesto el tipo más obvio de reacción a la leche es cuando el niño bebe leche o
consume un producto lácteo y de inmediato manifiesta problemas respiratorios o urticaria. La
mayoría de los niños con alergia a la leche de vaca son también alérgicos a la leche de cabra o de
oveja, así que no existe un buen substituto.

Soja
Los bebés alimentados con fórmula de soja, como los que son alimentados con leche de vaca, les
puede salir un sarpullido, o sufrir de goteo nasal, diarrea o vómito debido a una alergia a la proteína
de la soja. Cuando se cambian a la fórmula de soja, algunos bebés que son alérgicos a la leche de
vaca resultan también ser alérgicos a la soja. Si éste es su caso, el pediatra puede recomendarle una
fórmula hipo alergénica hecha con proteína extensivamente hidrolizada o una formula elemental a
base de aminoácidos. Los niños con alergias a la soja toleran generalmente el aceite de soja porque
contiene cantidades mínimas de la proteína. La lecitina de soja es un derivado graso de la soja con
un contenido mínimo de la proteína y generalmente es tolerada por las personas con alergias a la
soja.

Trigo y gluten
El arroz y la avena son generalmente los primeros cereales que se le dan al bebé porque estos
granos tienen menos probabilidad de causar alergias. Si no tiene problemas con la avena, se le
puede dar trigo después. El trigo es el grano que con más frecuencia se asocia a las alergias; sin
embargo, la alergia al trigo no es común.  Esto es un hecho afortunado ya que el trigo es un
ingrediente de muchos alimentos preparados.
Existen 2 clases de reacciones adversas de tipo inmune al trigo. La primera es la alergia clásica a un
alimento, con síntomas tales como urticaria o sibilancia que ocurra inmediatamente después que el
niño ingiere el alimento hecho con trigo. La segunda se llama enfermedad celíaca. El gluten es una
proteína que contienen ciertos granos tales como el trigo, el centeno y la cebada. En un niño
sensible, el gluten daña el revestimiento del intestino delgado e interfiere con la absorción del
nutriente. Este daño pueden pasar desapercibido por algún tiempo. Los síntomas típicos de la
enfermedad celiaca son dolor abdominal, diarrea, irritabilidad, aumento lento del peso y del
crecimiento. 

Cacahuetes o maní y nueces de árbol


¿Cuándo una nuez no es una nuez? Cuando es una legumbre—como los cacahuetes o maní, que son
"primos" de los guisantes (arvejas) y las alubias (frijoles).  Porque los cacahuetes y las nueces de
árbol vienen de diversas familias de las plantas, un niño que es sensible a los cacahuetes puede con
frecuencia comer nogales, pacanas y otras nueces de árbol sin problema. Sin embargo, es necesario
tener precaución porque los niños alérgicos a los cacahuetes o maní, por razones desconocidas,
también pueden sufrir de alergias aparte a las nueces de árbol.
Como los huevos, los cacahuetes o maní son deliciosos y nutritivos pero no son esenciales para una
dieta sana. No son necesarios los substitutos nutricionales. La mayoría de las personas que sufren
de alergia al maní toleran otras legumbres tales como la soja y las alubias, aun cuando a veces las
pruebas de piel o los análisis de sangre salen positivos para estas legumbres.

Huevos
Los niños que son alérgicos a los huevos están reaccionando ante todo a la proteína en la clara del
huevo. Sin embargo, debido a que la yema de huevo se puede contaminar con la clara de huevo, es
más seguro que los niños alérgicos al huevo eviten el huevo del todo. Afortunadamente, mientras
que los huevos son un alimento de un valor nutritivo y una fuente óptima de proteínas, no son
esenciales para la buena nutrición. La carne, el pescado, los productos lácteos, los granos y las
legumbres son excelentes fuentes alternativas de proteína, minerales y vitaminas similares. Si su
niño es alérgico a los huevos, tenga cuidado con los ingredientes ocultos en algunos productos tales
como los glaseados hechos con huevos en ciertos panes y los huevos que se usan con la harina para
empanar los alimentos fritos.

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