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El laberinto de la modernidad
Materiales para la discusión
Franz Hinkelammert, doctor en econo
mía por la Universidad Libre de Berlín,
es un nombre familiar para los científicos
sociales de América Latina. Desde 1963 a
1973 fue profesor de la Universidad Cató
lica de Chile y miembro del Centro de Es
tudios de la Realidad Nacional (CEREN)
de esta misma Universidad. Fue profesor
invitado de la Universidad Libre de Berlín
(1973-1976) y es profesor de la Universi
dad Nacional de Costa Rica e investigador
del Consejo Superior Universitario Cen
troamericano (CSUCA) desde 1976. Fue
director del Postgrado de Planificación del
Desarrollo de la Universidad Autónoma ,
de Honduras (1978-1982) y desde 197 6
hasta 2006 ha sido integrante del equi ltBRARY OF PRINCETON
po de investigadores del Departamento
Ecuménico de Investigaciones (DEI) en
Costa Rica. OEC 2 3 2008
Entre sus publicaciones figuran: Ideologías
del desatTolloy dialéctica de la historia (Buenos
Aires y Santiago de Chile, 1970), Dialéctica THEOLOGICAL SEMINARY
del desarrollo desigual (Santiago de Chile, 1970; IHS6 200a
.(
.i
Buenos Aires, 1974 y San José, 1983), Las ,ert. Franz.
armas ideológicas de la muerte (San José, 1977), crmtica de la
C,itica de la razón utópica (San José, 1984),
Democraciay totalitarismo (San José, 1987), E/
grito del s,geto (1998) y E/ stgetoy la fe.JI (2003), �l laberinto de la
r =
� para la discusisn
entre otros. Sus artículos se han incluido en
numerosas publicaciones.
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in 2016
Hacia una crítica de la razón mítica
El laberinto de la modernidad
l\Iateriales para la discusión
HACIA UNA CRÍTICA DE LA RAZÓN MÍTICA
EL LABERINTO DE LA MODERNIDAD
Materiales para la discusión
DEC 2 3 2008
'Tf-lEOLOG
t C AL S E M I
NA RY
Franz Hinkelamn1ert
EDITORIAL
ARLEI-J;-.:
Diseño de cubierta: O. B. l\fesa
Diseño interior, edición y diagramación: O. B. l\Iesa
261
H663h Hinkelammert, Franz "'
1
Hacia una crítica de la razón mítica. El labe
rinto de la modernidad : materiales para la dis
cusión/ Franz Hinkelammert. - la. ed. - San
José, C.R. : F. Hinkelammert\ 2007.
292 p. : lJ X 21 cm.
ISBN 978-9968-47-019-3
•
, \gradeccmos la colaboración en esta edición
del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI)
Editorial Arlekín
Dirección electrónica: editorial-arlequin@yahoo.com
Todos los derechos reservados. Hecho el depósito de ley
ÍNDICE
Prólogo
SE ABRE EL LABERINTO ......... . . . . . . . . . . . .. . . . 11
A manera de introducción
PROMETEO, EL DISCERNIMIENTO DE LOS DIOSES
Y LA ÉTICA DEL SUJETO.REFLEXIONES
SOB RE UN MITO FUNDANTE
DE LA MODERNIDAD . ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
El Prometeo del "temprano" joven Marx
y el discernimiento de los dioses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
El discernimiento de los dioses
en la tradición cristiana .. ...... .. .................. 25
Cuando D ios se hace ser humano,
el ser humano se hace Dios . .. . .. . .. . . . . . ........... 30
Cuando Prometeo se hace ser humano,
el ser humano se hace Prometeo . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 35
El Prometeo de Marx y la ética del sujeto ............... 38
El sistema del mercado sacralizado . . . .... ... .. . ... .... 43
La ley como la cárcel del cuerpo ..... . .. . . . . . . . . . . . . . . 49
El retorno de la ética del sujeto hoy .. ... ...... . . . . . . . . 60
Capítulo 1
CRÍTICA DE LA RAZÓN MÍTICA.EL LABERINTO
DE LA MODERNIDAD : LA POLARIZACIÓN
FUNDAMENTAL EN EL CRISTIANISMO . . .. . .... . . 67
l.Mito y razón instrumental . . . . . . ........ . .. . . . . . . .. 67
Excurso: La crítica de la razón mítica. La constitución
de la realidad por el criterio de vida y muerte ... ... . . . . . 68
8
Capítulo 3
LOS CORTES HISTÓRICOS
DE LA HUMANIZACIÓN DE DIOS 144
Excurso: Globalización, libertad y democracia . ........ 150
Capítulo 4
CAPITALISMO COMO CULTO: LA CULPA 166
I.La base del culto: el culto al dinero y al oro .......... 170
II. Capitalismo como culpabilización sin expiación 172
Capítulo 5
EL CAPITALISMO COMO RELIGIÓN
Y SU TEOLOGÍA ............................. 180
l. Objetividad abstracta ....... . .... . . ............ 180
Excurso: Objetividad .. . ..................... .... 183
II.La objetividad en tiempo y espacio ................. 189
III.La objetividad de los mecanismos
de funcionamiento .... .......................... . 189
Excurso: Causalidad y proceso de producción .......... 192
9
Capítulo 6
EL DIOS DEL PODER
Y EL DIOS DE LA REDENCIÓN 217
Excurso A: La teoría del reflejo y la teoría del espejo.
Algunas reflexiones sobre realidad y conocimiento
a partir de la teoría del fetichismo de la mercancía . . . . . . 222
Excurso B: La inversión de los derechos humanos
por medio de la construcción de monstruos ........... 232
Excurso C: La administración de la muerte ........... 251
Excurso D: La vuelta del sujeto humano reprimido
frente a la estrategia de globalización ....... . ........ 262
Síntesis y final
PENSAMIENTO CRÍTICO
Y CRÍTICA DE LA RAZÓN MÍTICA 278
La ética de la emancipación: el ser humano
como ser supremo para el ser humano ............... 280
La justicia de la emancipación ..................... 286
El sujeto y el bien común ....... . ................ 288
Prólogo
SE ABRE EL LABERINTO
pueda saber cuál lugar es. Parece haber algo, pero siempre re
sulta que este algo tampoco es lo que se busca como salida.
Ciertamente hay una salida. Si no la tuviera, no sería un la
berinto, sino un infierno. Pero no está a la mano. Se ha entrado
al laberinto, pero es imposible encontrar la salida. La salida está
por dónde se entró. En el caso de la modernidad, la entrada al
laberinto ha sido inevitable, porque no se sabía de se trataba de
un laberinto al cual se entró. Las promesas del camino parecían
espléndidas, y una vez adentro, la salida se perdió.
El espacio del laberinto no es infinito, pero el camino
por el laberinto no tiene fin. Y hay que caminar por él ,
porque otro camino no hay. Al caminar el caminante cambia
al propio laberinto; por eso siempre es otro. En el laberinto
no hay orientación. Por eso hay que salir siempre de nuevo
para volver a entrar con orientación, hasta que ésta se pierde.
Hay que volver a salir entonces para volver a entrar. Pero
siempre hay que volver a entrar al laberinto de la modernidad
porque no hay otro camino. No hay postmodernidad.
En el mito griego del laberinto el héroe entra al labe
rinto y encuentra de nuevo la salida, porque lleva consigo
un hilo, que Ariadna le consiguió y que constantemente le
permite saber cuál ha sido su camino, por eso puede volver.
En el laberinto de la modernidad hace falta también este hilo
de J\riadna, para poder volver y conseguir desde afuera la
orientación y seguir el camino dentro del laberinto. Pero el
hilo se gasta , y hay que volver siempre de nuevo para reno
varlo o alargarlo.
Hay que buscar este hilo de Ariadna.
En el texto que sigue intento encontrar este hilo de
Ariadna, para no estar perdido en el laberinto que resulta ser
el lugar en el cual nos encontramos. En el texto desarrollo
esta búsqueda. Encuentro el hilo en un hecho, que marca la
historia occidental y con el cual aparece lo que en el curso de
la historia resulta ser la modernidad.
Este gran hecho es que Dios se hizo hombre, se hizo
ser humano. Ocurre en el primer siglo y nunca más desapa-
13
[...]
Al convertirse en un autómata, el instrumento de trabajo se
enfrenta como capital, durante el proceso de trabajo, con el
propio obrero; se alza frente a él como trabajo muerto que
domina y chupa la fuerza de trabajo viva (Ibidem, p. 350).
Es Prorneteo al cual se le chupa la fuerza de trabajo viva.
Este Prometeo de Marx está encadenado en la roca.
Evidentemente tiene un águila que le chupa la sangre devo
rando su hígado y el águila tiene un Zeus que lo manda. En
el libro de Luri aparecen muchas águilas. Lo predominante
es el águila entendida corno inquietud humana, corno cura o
corno Sorge a la Heidegger. Cícero interpreta el águila corno
el cuerpo (ver Luri, op. cit., p. 64), que tortura el alma. En
otros, posteriores puede ser el amor.
Si es la inquietud, en estas historias de Prorneteo no
aparece la inquietud principal, a la cual apunta Marx: la in
quietud como el miedo de ser tratado corno un ser humi
llado, sojuzgado, abandonado y despreciable.
El águila de Cicerón es exactamente lo contrario del
águila de Marx; la de Marx tortura al cuerpo mandado por el
sistema que en la modernidad opera a través de la ley -cuya
base es la ley del valor-; la de Cicerón es un águila que es
cuerpo y que tortura el alma. Es evidente que Cicerón habla
en nombre del señor y amo, que se siente torturado por las
expresiones de las necesidades corporales de sus dominados.
Marx, en cambio, habla en nombre de estos dominados que
son humillados, sojuzgados, abandonados y despreciados
por el señorío de sus señores.
Las interpretaciones psicoanalíticas, que Luri menciona,
van en la línea de Cicerón. Aparecen entonces los instintos
no domesticados, que torturan al yo, siendo su águila, al que
hace falta domesticar. Sin embargo, eso no hace desaparecer
el punto de -vista del Prorneteo de Marx. En cuanto el yo o
la autoridad ejercen esta domesticación por medio de la ley,
transforman los cuerpos de los sometidos en seres humilla
dos, sojuzgados, abandonados y despreciados.
41
vida del sujeto sea posible y existen nada más que en función
de esta vida.
La ética de Kant es una ética estática, la que pronun
cia Marx es ética transformación y de cambio: el imperativo
categórico de echar por tierra todas las relaciones en que el
hombre sea un ser humillado, sojuzgado, abandonado y des
preciable. Es el llamado a cambiar toda ley, toda institución
en cuanto humillan, sojuzguen, abandonan y desprecian al
ser humano. El ser humano como sujeto es el criterio de
juicio sobre todas las leyes y todas las instituciones.
En la visión de Kant, este punto de vista es ética hete
rónoma, externa. Lo es, porque Kant dogmáticamente pone
la ley como única instancia de la autonomía ética. Su ley no
tiene sujeto humano, sino es sujeto de si misma que dicta
externamente en nombre de la no-contradictoriedad de la
razón práctica al ser humano lo que es bueno y lo que es
malo, si tiene que vivir o morir. Se pasa por encima de la vida
humana si su no contradictoriedad lo dicta. Su misma esen
cia es heterónoma al ser humano viviente. La ética del sujeto
hace una sentencia sobre esta exterioridad de la ley formal.
Por eso la invierte. La autonomía es de la relación entre seres
humanos que relativizan toda ley cuando su cumplimiento
humilla, sojuzga, abandona o desprecia al ser humano. Desde
este punto de vista, precisamente la ética de Kant es heteró
noma. Su autonomía se restringe al hecho de que su hetero
nomidad no se deriva de posiciones religiosas anteriores. No
tiene un Sinaí religioso, pero su razón abstracta transforma la
razón misma, de la cual es derivada, en un Sinaí heterónomo
universal. Sin embargo, la ética del sujeto es autónoma frente
a este Sinaí heterónomo universal.
La ética del sujeto pone efectivamente �l ser humano
como sujeto en el centro de toda la historia humana y de
todas las instituciones y leyes posibles. Lo hace como punto
de partida. Por eso desemboca en el discernimiento de las
instituciones y leyes a la luz del ser humano humillado, so
juzgado, abandonado y despreciado. Como tal se pronuncia
55
13
Sobre Karl Barth y la teología de liberación ver el análisis excelente
de Sabine Plontz, Die herrenlosen Ge1JJalten. Eine Relektüre L.arl Barths in
befreiungstheologischer Perspektive [Los poderes sin amos. Una relectura
de Karl Barth desde la perspectiva de la teología de la liberación].
Grünewald, 1\Iainz, 1995.
14
Ver también Franz J. Hinkelammert, "La crítica de la religión en nom
bre del cristianismo: Dietrich Bonhoeffer". En: Teología alemana y teo
logía latinoamericana de la liberación. Un e.ifuerzp de diálogo. San José, Costa
Rica: DEI, 1990.
66
17
Friedrich von Hayek, "Entrevista", Jfercmio, 19 de abril de 1981.
78
18
Entre,·ista con Paul Tibbets, coronel, quien con 27 años de edad
como piloto principal tiró la bomba atómica en I Iiroshima el 6 de
agosto de 1945. La bomba se llamaba l .ittle H qy y el avión llevaba el
nombre de la madre del piloto principal Enola Gay. La cntre,·ista
la hace Andrés Jiménez, periodista de la revista colombiana Semana,
reproducida en L1 Nación, 22 de agosto de 1999.
79
gracia f!téramos dioses por partiriparión, J' 110 por rebelión. Porque
¿qué hicimos sin El, sino deshacernos, enojándole? Por
Él, creados y restaurados con mayor gracia, permanecere
mos descansando para siempre, viendo cómo Él es Dios,
de y_uien estaremos llenos cuando Él será todas las cosas
en todos (San 1\gustín, La ri!tdad de Dios, ed. cit., 30, 603).
(Cursivas nuestras.)
La constitución de la historia
y su marco de interpretación
La primera ..-isión
,
con cetro de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios para ser
allá alimentado mil doscientos días (Ap. 12: 1-6).
25 El autor del Apocalipsis hace una diferencia clara entre Cristo y Jesús.
. \unque se trate de la misma persona, esta tiene dos caras muy dife
rentes e inclusi\·e contrarias. Habla de Cristo siempre en el contexto
del ejercicio de la autoridad y del poder. El Cristo tiene un cetro de
hierro, se impone por la fuerza, hace batallas sangrientas. En cambio,
Jesús es el lucero radiante del alba y los mártires mueren por lo que
es "el testimonio de Jesús". Jesús es paz, nueva tierra, Lucifer. Jamás
ejerce autoridad o poder. Se trata de un desdoblamiento, que corres
ponde al análisis de la historia, que el Apocalipsis hace. Se está anun
ciando una dialéctica entre el poder y la emancipación, que pasa por
toda la historia de la modernidad en todas sus corrientes. Incluye la
dialéctica entre utopía y realización. Lo contrario de la utopía aparece
como el vehículo de su realización.
125
REFLEXIONES FINALES
26
John Locke, An Ess{ry concerning Human Understanding. New York:
Dover, 1959, libro 11, p. 352.
136
2'
Karl ,\Iarx: 1\lanusc,fros eco11ómico-jilosójicos, en: Erich Fromm (comp.),
op. cit., p. 230.
139
28
Karl Marx, h./ capital, tomo I, ed. cit., p. 38.
145
NINGUNA TEOLOGÍA
Y más adelante:
¡Oh tú, dulce regicida, amable agente de diYorcio entre el
hijo y el padre! ¡Brillante corruptor del más puro lecho de
Himeneo! ¡1\Iarte Yaliente! ¡Galán siempre joven, fresco,
amado y delicado, cuyo esplendor funde la nieve sagrada
que descansa sobre el seno de Diana! Dios Yisible que suel
das juntas las cosas de la naturaleza absolutamente contra
rias, y las obligas a que se abracen; tú que sabes hablar todas
las lenguas para [XLII] todos los designios. ¡Oh tú, piedra
de toque de los corazones, piensa que el hombre tu esclavo
se rebela y por la virtud que en ti reside haz que nazcan
entre ellos las querellas que los destruyan, a fin de que las
bestias puedan tener el imperio del mundo!
Walter Benjamin:
177
l. 0BJETI\'1DAD ABSTRACTA
EXCURSO: ÜBJETIVIDAD
Parte y momento
�Ia..x Planck: "\X'irklich ist, was sich messen laílt" lReal es, lo que se
puede medir].
"Partiendo de la existencia de una relación causal en todos los acon
tecimientos en la naturaleza y en el mundo del espíritu, en lo siguiente
queremos referirnos a acciones humanas de voluntad. Porque se entie!l
de, que 110 se puede hablar de mra ca11salidad rmfrersa/, si esta es illtermmpida
en algrí11 lugar)' si los sucesos en la rida espiritual co,rcimte o i11co11cie11te. los
sentimientos. sensaciones, pensamientos)' al ft11 también la ro/untad 110 fueran
sometidos a la lq causal en el sentido antes determinado. Por eso suponemos,
qrlf también la !'olu11tad hu111a11a es caust1!111e11te determinada, e. d, que en cada
caso, en el mal alg11ie11 está en la situación de e>..presar 1111a determinada ro/1111-
tad o tomar u11a determinada decisión, sea espo11tá11eame11te o después de u11a
larga refle.,ió11, 1111 obserrador lo suficientemente lrícido, pero perfectamente pa
siro, podria predecir la aclltud del obserl'ado. Eso podemos imagi11amos de 11na
111anera tal, qm- delante del qjo del observador cognoscente resulta la l'Olrmtad del
obsen'ado por medio de la coacció11 de u11a cantidad de 1110//·!'acio11es o úrsll·11tos,
que se hacen notar en él. sea co11cie11te o i11co11cie11ten1e11te. )' que se e11cue11tra11
para producir un resultado determinado, de manera parecida como en la física se
111/e!I las diferentes Junzas e!I /1110 junza determi11ada. Evidentemente, este
juego interdependiente de las moti,·aciones que se cruzan en todas las
direcciones es incomparablemente más fino y complicado que aquél
191
El principio de causalidad
El criterio vida-muerte
c,
4
El análisis de Polanyi tiene su antecedente en I\Iarx: Por lo tanto, la
producción capitalista sólo sabe desarrollar la técnica y la combina
ción del proceso social de producción socavando al mismo tiempo
las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el trabajador"
(Karl l\Iarx, El capital, tomo I, ed. cit., pp. 423-424). He corregido la
traducción según el texto original.
Tomé de este análisis el concepto del "circuito natural de la Yida hu
mana" y su conflicto con el cálculo capital-ganancia.
206
43
Oskar l\Iorgenstern, "Vollkornrnene Voraussicht und wirtschaftliches
Gleichgewicht" [Previsión perfecta y equilibrio económico] En: Hans
Albert (Hrgb), Theorie und Realitar. Tübingen, 1964. Aus: Zeitschrift für
Nationalokonornie, Vl, Band, Wien, 1935, pp. 262-263.
212
truos hay que derivar la realidad que hay detrás. También esta
realidad puede ser monstruosa. Pero los monstruos, que apa
recen en el espejo, no son monstruos, que existen en la reali
dad. Son solamente imágenes invertidas de la realidad, que la
hacen Yer como monstruo. Cuando aparece Hussein, lo que
vemos en el espejo que son aquellos que lo construyen como
monstruo, un monstruo Hussein, que no es el Hussein de la
realidad. Vemos un Hussein transformado en monstruo.
Cuando se proyecta el monstruo en �oriega, Noriega
es transformado en el centro mundial del tráfico de drogas y
en el jefe superior de todas las mafias de las drogas existentes
o por haber. Es transformado en el dictador sangriento, el
único, que todaYía existe en América Latina. Si desaparece,
por fin el tráfico de drogas puede ser combatido y la demo
cracia está segura en el mundo. Hoy el monstruo 0Joriega de
nueYo se ha reducido a sus dimensiones reales y normales.
Ha sido un dictador corriente, que en el tráfico mundial de
drogas no era más que una figura de tercera categoría, que
además logró esta posición por medio de la D EA, la policía
anti-droga del gobierno de EE.UU.
La pregunta es: ¿Ha sido esta proyección del monstruo
un simple bla-bla, o significaba algo real? Ciertamente, no
dice gran cosa sobre Noriega, pero ¿sobre quién podría decir
algo?
Cuando el presidente Bush (padre) decía sobre Hussein,
que era un nueYo Hitler, quien había montado el cuarto ejér
cito más grande del mundo amenazando con conquistar toda
la tierra, el proyectaba un monstruo en Hussein. Hussein
también ha sido reducido hoy a dimensiones mucho más pe
queñas. No es el criminal único, que era Hitler y su ejército
estaba indefenso frente a la fábrica de muerte, que el ejército
de EE.UU. montó al lado de su frontera.
La proyección de Hussein, que hacía de él un Hitler, no
nos dice mucho sobre Hussein.
En el último tiempo el monstruo se llama Bin Laden,
señor de una conspiración terrorista mundial omnipresente.
236
48
Como lo dice Bonhoeffer: "1Iejor que la Yerdad en boca del menti
roso es la mentira, mejor que la acción del amor al prójimo del ene
migo del hombre es el odio [...] Que el J\lal aparezca en forma de la
luz, de la bondad [...] de la justicia social, es para aquél que piensa
en términos simples, una clara confirmación de su maldad abismáti
ca." (Dietrich Bonhoeffer, Bonhoefler-A11s1mh/, 4 tomos. Gütersloh: ed.
Otto Dudzus, 1982, tomo 4, p. 81 ).
243
La violencia indiscriminada
[...]
En las condiciones de la economía de cambio es normal
mente estímulo decisivo de toda competencia ... para los
que carecen de propiedad [ ...] el peligro de riesgo de carecer
de toda provisión tanto para sí como para aquellas personas
'dependientes' (niños, mujer y, eventualmente, padres) el
cuidado de las cuales es típico que tome el individuo sobre
sí (ibidem, p. 84).
Mundo alternativo
La idea regulativa
El proyecto regulativo
La estrategia política
El individuo calculador
como punto de partida de la reflexión
52
Emmanuel Lévinas, De Dieu qui 1.ient a l'idée. París. 1986. p. 144.
274
LA JUSTICIA DE LA EMANCIPACIÓN
Nº 19.150
Libros publicados por Editorial Arlekín