Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
«El hombre nuevo es la personalidad autónoma, de una gran interioridad, con una
voluntad y disposición permanente a autodecidir, responsable ante su propia
conciencia e interiormente libre, que se aleja tanto de una rígida esclavitud a las
formas como de una arbitrariedad que no conoce normas». (Mi Filosofía de la
Educación).
“Por el bautismo formamos un solo cuerpo en Cristo Jesús. El ideal de la nueva comunidad
busca vivir profundamente esa realidad en el contexto de un mundo que ha destruido los
vínculos interpersonales, que sólo conoce el estar el uno al lado del otro, yuxtapuesto al
otro, o, incluso, el uno contra el otro; donde las personas se unen sólo por el interés o la
necesidad.
Libertad de: Condicionada. No soy libre de nacer o no nacer. No puedo elegir mi sexo, ni
la familia en que nací, ni la época en que vivo. No elijo cómo morir.
Libertad para: Soy libre, frente a las circunstancias en las que vivo, qué hacer con ellas, y
qué actitud tomar ante ellas. Para ello necesito un profundo trabajo personal que me va a ir
haciendo cada vez más libre.
¿Cuáles son las características de este Hombre Nuevo, que forma la Comunidad
nueva?
Libre
…personalidad autónoma, de una gran interioridad, con una voluntad y disposición
permanente a autodecidir, responsable ante su propia conciencia e interiormente
libre, que se aleja tanto de una rígida esclavitud a las formas como de una arbitrariedad
que no conoce normas». (Mi Filosofía de la Educación).
Al Padre Horacio Sosa Carbó le gustaba decir que el hombre libre es aquel “que sabe lo
que quiere, quiere lo que sabe, hace lo que quiere y ama lo que hace.”
1
1. Saber lo que quiero. Primero, se trata de aclarar y definir mis valores, mis prioridades
de vida. Conociendo mis prioridades y valores puedo formular mis metas y objetivos
personales, a corto y a largo plazo. Es importante revisar y evaluar periódicamente mis
valores y metas.
2. Querer lo que sé. El segundo paso, luego de saber lo que realmente quiero, es llegar a
querer lo que sé. Este paso es decisivo para la cohesión interior de la personalidad. No
sólo se trata de saber, sino de querer. Afirmar mis anhelos y metas de vida con mi voluntad
y con el corazón.
3. Hacer lo que quiero. Una vez que sé lo que quiero y quiero lo que sé, tengo que
llevarlo a la práctica, a la acción. El sentido es que haga lo que realmente quiero hacer. Ni
lo que “tengo” que hacer, ni lo que me “da la gana hacer”. Esto me hace coherente.
4. Amar lo que hago. El hombre libre que sabe lo que quiere, quiere lo que sabe y hace lo
que realmente quiere, está en condiciones de amar lo que hace.
2
Hay dos anhelos presentes en nuestros corazones que dan la respuesta a cómo
trabajar en nosotros la libertad y el fuerte arraigo en Dios.
4
5
TRABAJO PERSONAL (20 minutos)
1. Prejuicios. Los prejuicios son aquellos juicios que emito sobre los otros cuyo
fundamento no representa la realidad. Se expresan en forma de generalizaciones
“Todos…” “La gente…” “Siempre…” “Nunca…” ¿Realizo alguna de estas
afirmaciones? ¿Cuáles? Hay prejuicios que se expresan como opiniones y otros que
se “sienten” y “transmiten” desde el corazón…
4. Reacciones. A veces elijo qué hacer, qué decir (soy pro-activo). Otras “me sale”…
(soy re-activo) ¿En alguna circunstancia no puedo pensar antes de hacer o decir o
decidir? ¿En cuáles? Esto me trae problemas. ¿Cuáles?
5. Estados de ánimo. ¿Soy fluctuante en mis estados de ánimo sin saber el por qué?
¿Ellos gobiernan mis “ganas”?
6
TRABAJO MATRIMONIAL Y GRUPAL
El Padre ofrecía, como camino para construir el hombre nuevo, el anhelo de una
pedagogía de atmósfera marcadamente sobrenatural.
“Si queremos llegar a ser hombres del mas allá en el sentido del tiempo actual, entonces
se trata de ser, no solamente apasionados por Dios, sino apasionados por el hombre.
Se trata, por tanto, no sólo de hacer que los hombres se sientan en casa en el cielo, es
decir en el mundo del más allá, sino también a impulsarlos a forjar una nueva creación, a
gestar un nuevo orden social…”