Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
COLOMBIA
Fredy Toscano
I. INTRODUCCIÓN
Tanto las partes e incluso los terceros pueden solicitar, aportar y controvertir los medios de prueba para que
sean valorados por el juez en la sentencia.
Se debe tener en cuenta también la definición de Carnelutti como derecho subjetivo y abstracto para que se
cumpla la finalidad del proceso, es decir, el derecho a que se desenvuelva un proceso en el que se resuelva el
litigio, con independencia de quien logre alzarse con la victoria.
II.3. El derecho de contradicción y la prueba
Lo que se basa es en la necesidad de que las partes midan argumentos y esfuerzos frente al juez en condiciones
de igualdad. Este derecho consiste en la presentación de sus argumentos de defensa. Debemos saber también
que el derecho de defensa se ejerce no solo presentando argumentos en favor sino también controvirtiendo los
medios aducidos por la parte contraria. Es común entonces distinguir entre defensa pasiva y defensa activa: la
defensa pasiva es cuando la parte opositora no acude al proceso y la defensa activa es en la que se niegan los
hechos en que el accionante funda su pretensión o se va mas allá y se alega los hechos nuevos para fundar en
estos sus excepciones de merito o defensa.
II.3.1. La contradicción (y defensa) pasiva
La ausencia de la parte contradictoria en el proceso judicial no implica el abandono de su derecho de defensa en
general, ni la perdida de su derecho a la prueba en particular, aunque si podría otorgarle una ventaja probatoria
para la contraparte. Es común que las condiciones procesales impongan un indicio grave en contra de quien no
contesto la demanda o no se hizo presente en el proceso judicial. En el proceso penal, por su parte, el derecho de
contradicción se evidencia aun cuando el acusado no acuda al juicio porque en su favor opera la presunción de
inocencia de manera que los medios de prueba no son suficientes para desvirtuarla, el inculpado no podría ser
condenado.
II.3.2. La contradicción (defensa) activa
Si la parte demandada niega las pretensiones del demandante o alega nuevos hechos, el demandado podrá usar
la prueba para demostrar que los hechos dichos por el demandante no son ciertos.
El derecho a la prueba como parte del debido proceso refuerza el principio democrático, puesto que les permite
a las partes participar en el debate procesal y provee la expectativa de influir en la decisión final que afectará
sus intereses. Ahora debemos tener en cuenta que concebir a la actividad probatoria como derecho fundamental,
trae para el ordenamiento jurídico 2 consecuencias:
1. La limitación de la libertad de configuración legislativa en materia procesal: se obliga al
legislador a que regule la etapa de instrucción, garantizando a los intervinientes la
oportunidad para asegurar la prueba, todo en condiciones de igualdad. Adicionalmente, las
normas jurídicas que regulen los procesos de índole sancionatoria deben garantizar la
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, proveyendo al acusado la posibilidad de controvertir
los medios de prueba que tiendan a desvirtuarla.
La configuración procesal debe garantizar que la instrucción el proceso le de a las partes la posibilidad de
debatir ampliamente sus medios de prueba en términos de igualdad real y no meramente formal.
El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es aquel por el cual toda persona, como integrante de una sociedad,
puede acceder a los órganos jurisdiccionales para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción
a que sea atendida a través de un proceso que le ofrezca las garantías mínimas para su efectiva realización. En
cuanto a su naturaleza, el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es de carácter publico y subjetivo, por
cuanto toda persona (sea natural o jurídica, nacional o extranjera, capaz o incapaz, de derecho publico o
privado, aun e concebido tiene capacidad de goce), por el solo hecho de serlo, tiene la facultad para dirigirse al
estado a través de sus órganos jurisdiccionales competentes y exigirle la tutela jurídica plena de sus intereses.
Al ser la persona un fin en si mismo, es titular de derechos que le son innatos, anteriores al propio estado y que
por tanto son inalienables.
I.2. Contenido
Se sostiene que el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva comprende los siguientes derechos:
Derecho de acceso a la justicia: Posibilidad de acceder a los órganos jurisdiccionales ya sea como
demandante o demandado y con el propósito de que se le reconozca un interés legitimo.
Derecho a una resolución fundada en derecho: Los jueces deben dictar, dentro de un plazo razonable
por regla general, una sentencia sobre el fondo del asunto materia del petitorio para solucionar el
conflicto intersubjetivo de interés o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica. En el
caso de que no se pueda entrar al fondo se dicta una resolución fundada en derecho.
Derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales: Es el derecho a solicitar y obtener el
cumplimiento material efectivo de la sentencia definitiva, pues resulta insuficiente la declaración de que
la pretensión es fundada o infundada. Jesús González Pérez ha señalado que “el derecho a la tutela
jurisdiccional despliega sus efectos en 3 momentos distintos: primero, en el acceso a la justicia,
segundo, una ve en ella, que sea posible la defensa y poder obtener solución en un plazo razonable y,
tercero, una vez dictada la sentencia, la plena efectividad de sus pronunciamientos. Acceso a la
jurisdicción, proceso debido y eficacia de la sentencia”.
Por su parte, Francisco Chamorro señala que, en relación a la tutela jurisdiccional efectiva, se puede hablar de 4
gados de efectividad a saber:
a. De primer grado: Garantiza la obtención de una respuesta del órgano jurisdiccional.
b. De segundo grado: Garantiza la emisión de una resolución que resuelva el problema
planteado al órgano jurisdiccional.
c. De tercer grado: Garantiza una solución al problema planteado, que sea razonable y
extraída del ordenamiento jurídico.
d. De cuarto grado: Garantiza la ejecución de la decisión adoptada.
Marcelo Sebastián Midón refiere que los elementos que conforman el contenido esencial del derecho a la
prueba son 3 a saber:
a. El derecho de la admisión de los medios propuestos, o, en su defensa el derecho a una
denegación motivada.
b. La facultad de practicar o producir los respectivos medios propuestos
c. Que el medio probatorio admitido y producido sea valorado adecuadamente por el órgano
jurisdiccional.
III. PARA EXIGIR TUTELA JUDICIAL EFETIVA LAS PARTES DEBE OFRECER
LOS MEDIOS PROBATORIOS DENTRO DE LA OPORTUNIDAD PREVISTA
EN LA LEY
Un tribunal considera necesario efectuar un análisis de la presunta vulneración del derecho a la prueba respecto
de los presupuestos necesarios para que el medio probatorio ofrecido sea admitido. Se debe decir también que el
medio probatorio debe contar con:
Pertinencia: Exige que el medio probatorio tenga una relación directa o indirecta con el hecho
que es objeto del proceso.
Conducencia o idoneidad: El legislador puede establecer la necesidad de que determinados
hechos deban ser probados a través de determinados medios probatorios.
Utilidad: Se presenta cuando contribuyen a conocer lo que es objeto de prueba, a descubrir la
verdad, a alcanzar probabilidad o certeza. Solo pueden ser admitidos aquellos medios probatorios
que presten algún servicio en el proceso de convicción del juzgador, mas ello no podrá hacerse
cuando se ofrecen medios probatorios destinados a acreditar hechos contrarios a una presunción
de derecho absoluta.
Licitud: No pueden admitirse medios probatorios obtenidos en contravención del ordenamiento
jurídico, lo que permite excluir supuestos de prueba prohibida.
Preclusión o eventualidad: En todo proceso, existe una oportunidad para solicitar la admisión de
medios probatorios, pasado dicho plazo, no tendrá lugar a la solicitud probatoria.
Los medios probatorios son los instrumentos que emplean las partes acreditar sus afirmaciones en el proceso.
Importa destacar que ene l esfuerzo de ofrecer medios probatorios, las partes no solo deben circunscribirse a los
medios probatorios típicos o atípicos, sino que también pueden ofrecer los denominados sucedáneos de los
medios probatorios, los mismos que aparecen definidos en el articulo 245 del código procesal civil. La
actuación oficiosa del juez en materia probatoria solo cabe si la parte, siendo diligente en el ofrecimiento
oportuno de los medios de prueba, que luego son admitidos y actuados, no logra convencerlo.
El camino mas seguro que tienen las partes para exigir tutela judicial a partir del derecho a probar es cumplir
con su carga de ofrecer medios de prueba dentro de los plazos previstos en la ley, previo conocimiento
adecuado de la fuente de prueba, en caso contrario, quedaran a expensas de una decisión jurisdiccional que
ordene la actuación de pruebas de oficio, camino no seguro si consideramos los limites que la misma ley
impone a este poder probatorio de los jueces.
IV. CONCLUSIONES
El derecho a la prueba está contenido implícitamente en el derecho al debido proceso.
Para exigir la tutela jurisdiccional efectiva, las partes deben cumplir con su carga de ofrecer los medios
probatorios dentro de los plazos de ley, para cuyo fin es importante conocer la fuente de prueba.
El ofrecimiento tardío o extemporáneo de los medios probatorios no debe ser aceptado por el juez, sin
que ello signifique la vulneración de derecho alguno de las partes.
Lo mas adecuado y correcto es que las partes ofrezcan los medios de prueba dentro de los plazos de ley.
Las pruebas de oficio tienen importantes limites, siendo uno de ellos que con ese poder probatorio los
jueces no pueden remplazar a las partes en el cumplimiento de sus cargas procesales, incluida la
probatoria.