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1.

SENTENCIA C-893 DE 2001


Habla sobre el tema de la conciliación extrajudicial que antes era obligatoria en materia laboral pero ya no.

 TEMA: Acción pública de inconstitucionalidad contra los artículos 12, 23, 28, 30, 35 y 39 (parciales) de la Ley 640 de 2001
“Por la cual se modifican normas relativas a la conciliación y se dictan otras disposiciones”
 MP: CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ
 FECHA: Bogotá D.C., veintidós (22) de agosto de dos mil uno (2001)
 ANTECEDENTES: El ciudadano Andrés de Zubiría Samper, actuando en nombre propio y en ejercicio del derecho consagrado
en los artículos 40-6, 241-4 y 242-1 de la Carta Política, demandó ante esta Corporación la inconstitucionalidad de algunas
expresiones contenidas en los artículos 12, 23, 28, 30, 35 y 39 de la Ley 640 de 2001. Mediante auto del 15 de febrero de
2001, se admitió la demanda, se ordenó su fijación en lista.
 LAS NORMAS DEMANDADAS:
“LEY 640 DE 2001
(enero 5)
“por la cual se modifican normas relativas a la conciliación y se dictan otras disposiciones.

“CAPITULO VII
“De la conciliación extrajudicial en materia laboral
“Artículo 28. Conciliación extrajudicial en materia laboral. La conciliación extrajudicial en derecho en
materia laboral podrá ser adelantada ante conciliadores de los centros de conciliación, ante los
inspectores de trabajo, los delegados regionales y seccionales de la Defensoría del Pueblo, los agentes del
Ministerio Público en materia laboral y ante los notarios. A falta de todos los anteriores en el respectivo
municipio, esta conciliación podrá ser adelantada por los personeros y por los jueces civiles o promiscuos
municipales.

“Artículo 30. Del mecanismo conciliatorio especial para resolver controversias laborales. Cuando una
convención colectiva de trabajo o un laudo arbitral beneficie a más de trescientos (300) trabajadores,
deberá incorporarse en ellos un mecanismo para escoger uno o varios conciliadores a los cuales se podrá
acudir para resolver los conflictos de los trabajadores beneficiarios, de acuerdo con las normas legales que
rigen la conciliación. Los costos del servicio serán compartidos entre la empresa, el sindicato y el
trabajador. A cada uno de estos dos últimos no se le podrá asignar en caso alguno porcentaje superior al
diez por ciento (10%) de ese valor.

“De no insertarse este mecanismo, se entiende incorporado en ellos el modelo oficial que expida el
Gobierno Nacional, siguiendo los mismos criterios.

“CAPITULO X
“Requisito de procedibilidad
“Artículo 35. Requisito de procedibilidad. En los asuntos susceptibles de conciliación, la conciliación
extrajudicial en derecho es requisito de procedibilidad para acudir ante las jurisdicciones civil, contencioso
administrativa, laboral y de familia, de conformidad con lo previsto en la presente ley para cada una de
estas áreas.

(…)

“Artículo 39. Requisito de procedibilidad en asuntos laborales. Si la materia de que se trate es


conciliable, la conciliación extrajudicial en derecho deberá intentarse antes de acudir a la jurisdicción
laboral en los asuntos que se tramiten por el procedimiento ordinario.

“La conciliación extrajudicial en derecho como requisito de procedibilidad suplirá la vía gubernativa
cuando la ley la exija.”

 LA DEMANDA: El primer cargo de la demanda se refiere a la supuesta violación de la función pública transitoria de los
conciliadores. El actor sostiene que siendo transitoria la atribución de administrar justicia por los particulares, por expresa
disposición del canon 116 constitucional, resultan inconstitucionales las disposiciones acusadas que la conceden dicha
facultad de manera permanente a los conciliadores, a los centros de conciliación y a los notarios.
El segundo reproche consiste en la presunta infracción del artículo 53 constitucional. Según el impugnador, mientras la
norma superior le atribuye carácter facultativo a la conciliación en materia laboral, los artículos 35 y 39 de la Ley 640 de
2001 la convierten en obligatoria al establecerla como requisito general de procedibilidad de las acciones laborales.

Finalmente en parecer del demandante las normas censuradas de la Ley 640 de 2001 quebrantan el principio de la cosa
juzgada constitucional, por cuanto reproducen el contenido material de dos normas de la Ley 446 de 1998, que fueron
declaradas inexequibles por la Corte Constitucional y según las cuales, la conciliación se imponía como requisito de
procedibilidad para acudir ante la jurisdicción laboral.

 CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS:
1. Lo que se debate: la presente causa plantea los siguientes problemas jurídicos
a. Si es inconstitucional la norma que habilita a los centros de conciliación y a los notarios para adelantar la
conciliación extrajudicial en materia laboral.
b. Si es inconstitucional la norma que establece la inclusión obligatoria del mecanismo de la conciliación en las
convenciones colectivas o laudos arbitrales que beneficien a más de 300 trabajadores.
c. Si es inconstitucional la norma que consagra la conciliación extrajudicial como requisito de procedibilidad en
asuntos laborales.
2. Asunto previo: inexistencia de cosa juzgada constitucional: Antes de abordar el fondo del asunto es indispensable
establecer si con relación a las normas que en esta oportunidad se revisan ha operado el fenómeno de la cosa juzgada
constitucional previsto en el artículo 243 de la Carta, toda vez que para el actor tales disposiciones reproducen el texto
normativo de los artículos 68, 82, 85 y 87 de la Ley 446 de 1998, que fueron declarados inexequibles en la sentencia C-
160 de 1999.

Contrariamente a lo que piensa el demandante, para la Corte no se cumplen los presupuestos para que en este caso se
configure la cosa juzgada constitucional, por cuanto el contenido de las normas acusadas de la Ley 640 de 2000 es
sustancialmente diferente del texto de las disposiciones de la Ley 446 de 1998, que fueron retiradas del ordenamiento
legal por medio de la citada providencia.

3. Perfil constitucional de los mecanismos alternativos de resolución de conflictos El artículo 116 de la Carta
preceptúa: “La Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, el Consejo Superior de la
Judicatura, la Fiscalía General de la Nación, los Tribunales y los Jueces, administran justicia. También lo hace la justicia
penal militar. El Congreso ejercerá determinadas funciones judiciales. Excepcionalmente la ley podrá atribuir función
jurisdiccional en materias precisas a determinadas autoridades administrativas. Sin embargo no les será permitido
adelantar la instrucción de sumarios ni juzgar delitos. Los particulares pueden ser investidos transitoriamente de la
función de administrar justicia en la condición de conciliadores o en la de árbitros habilitados por las partes para
proferir fallos en derecho o en equidad, en los términos que determine la ley.” Corresponde a estas instituciones
satisfacer en forma permanente y ordinaria la demanda social de tutela judicial efectiva. En este sentido, es claro que
la administración de justicia es una función pública estatal de naturaleza esencial.

Se tiene que excepcionalmente las autoridades administrativas pueden ser investidas legalmente de la función de
administrar justicia en las materias específicamente previstas en la Ley, siempre y cuando ésta habilitación no implique
la instrucción de sumarios y el juzgamiento de delitos. Así mismo, la Carta Política permite extender transitoriamente
la potestad de administrar justicia a los particulares en calidad de conciliadores o árbitros habilitados por las partes
para proferir fallos en derecho o en equidad.

Tal como lo ha reconocido la jurisprudencia, esta facultad es esencialmente ocasional o transitoria y es además de
carácter voluntario o espontáneo, por cuanto al tenor de la norma superior en comento son las partes quienes
habilitan al particular para resolver su controversia. La transitoriedad y alternatividad de estos instrumentos deriva del
hecho de que constituyen una forma de colaboración de los particulares para el buen suceso de la administración de
justicia (art. 95-7 de la C.P.). De ahí que por razones de orden público no sea concebible el traslado permanente de la
función jurisdiccional a los particulares.

Sin embargo, los mecanismos alternativos de solución de conflictos a que se hace mención no deben ser interpretados
solamente como una manera de descongestionar el aparato de justicia sino también, y principalmente, como una
forma de participación de la sociedad civil en los asuntos que los afectan (Preámbulo y arts. 1 y 2 de la C.P.). En este
sentido, es incuestionable su estirpe democrática, en la medida en que generan espacios de intervención de la
comunidad en el desarrollo de la función jurisdiccional. Desde esta perspectiva, se ha considerado que el presupuesto
básico para la efectividad de la justicia consensual es la existencia de una sociedad civil organizada, integrada cultural,
valorativa y normativamente.

Con todo se han identificado algunos de los peligros que encierra la puesta en práctica de la justicia informal: las
profundas desigualdades materiales entre las partes, que inclinaría la balanza a favor del más poderoso; la existencia
de una justicia comunitaria de tipo sancionador; la trivialización de las demandas ciudadanas de cambio social; la
desactivación de los movimientos de organización comunitaria mediante la judialización de la participación social y la
legitimación de una descarga de trabajo para la administración de justicia.

Por las mismas razones, estas alternativas privadas para la solución de conflictos no deban ser impuestas
unilateralmente por el Estado con el fin de solucionar los problemas estructurales que aquejan a la administración de
justicia, porque en vez de propender por la eficacia de ésta función pública se estarían generando serios problemas
prácticos producto del resquebrajamiento de la autonomía privada y la consecuente desconfianza de las partes en los
árbitros y conciliadores. En verdad, esta clase de soluciones parciales pueden ser dañinas y contraproducentes cuando
se las concibe como remedios absolutos y unilaterales.

Debe decirse, finalmente, que cuando la Carta Política facultó al Congreso para regular los aspectos atinentes a los
mecanismos alternativos de solución de conflictos, también le confirió una libertad de regulación que aquella potestad
implica, de modo que el legislador es libre de establecer, dentro de los parámetros que le impone el Ordenamiento
Superior, los requisitos, las exigencias y, en general, las características sustanciales a este tipo de mecanismos de
administración de justicia.

4. La conciliación. Génesis y características: La conciliación es una de las herramientas ofrecidas por el aparato
jurisdiccional del Estado como opción alternativa para la resolución de los conflictos jurídicos. La filosofía que soporta
este tipo de alternativas pretende que los particulares resuelvan las contiendas que comprometen sus derechos
disponibles, por fuera de los estrados judiciales, apelando a la búsqueda del acuerdo antes que al proceso formalmente
entablado . Con ello se busca involucrar a la comunidad en la resolución de sus propios conflictos, mediante la
utilización de instrumentos flexibles, ágiles, efectivos y económicos que conduzcan al saneamiento de las controversias
sociales y contribuyan a la realización de valores que inspiran un Estado social de derecho, como son la paz, la
tranquilidad, el orden justo y la armonía de las relaciones sociales (Cfr. Preámbulo, arts. 1° y 2° C.P.); además de que
persigue la descongestión de los despachos judiciales, reservando la actividad judicial para los casos en que sea
necesaria una verdadera intervención del Estado .

La conciliación es un procedimiento por el cual un número determinado de individuos, trabados entre sí por causa de
una controversia jurídica, se reúnen para componerla con la intervención de un tercero neutral -conciliador- quién,
además de proponer fórmulas de acuerdo, da fe de la decisión de arreglo y el imparte su aprobación. El convenio al que
se llega como resultado del acuerdo es obligatorio y definitivo para las partes que concilian.

Las características fundamentales de la conciliación son los siguientes:

1) La conciliación es un mecanismo de acceso a la administración de justicia. Y lo es porque, como se desprende de sus


características propias, el acuerdo al que se llega entre las partes resuelve de manera definitiva el conflicto que las
enfrenta, evitando que las mismas acudan ante el juez para que éste decida la controversia. Independiente del fracaso
o del éxito de la audiencia, la conciliación permite el acercamiento de las partes en un encuentro que tiende hacia la
realización de la justicia, no como imposición judicial, sino como búsqueda autónoma de los asociados.

2) La conciliación es un mecanismo alternativo de solución de conflictos que puede realizarse por fuera del proceso
judicial o en el curso del mismo. Puede ser voluntaria, u obligatoria como requisito para iniciar un proceso. Puede
llevarse a cabo por un tercero independiente o por una institución como un centro de conciliación. Además, puede ser
conciliación nacional o internacional para la solución de conflictos privados entre personas de distinta nacionalidad o
entre Estados e inversionistas de otros Estados, o entre agentes económicos de distintos Estados. Conciliación hay en
las distintas ramas del derecho como civil, comercial, laboral, contencioso administrativo y en ciertos aspectos del
proceso penal.

3) Es una forma de resolver los conflictos con la intervención de un tercero que al obrar como incitador permite que
ambas partes ganen mediante la solución del mismo, evitado los costos de un proceso judicial.

4) La función del conciliador es la de administrar justicia de manera transitoria, mediante habilitación de las partes,
en los términos que determine la Ley. A propósito de esta disposición, que es la contenida en el artículo 116
constitucional, debe decirse que la habilitación que las partes hacen de los conciliadores no ofrecidos por un centro de
conciliación, es una habilitación expresa, en la medida en que el particular es conocido por las partes, quienes le
confieren inequívocamente la facultad de administrar justicia en el caso concreto.

7) Es un acto jurisdiccional, porque la decisión final, que el conciliador avala mediante un acta de conciliación, tiene la
fuerza vinculante de una sentencia judicial (rei iudicata) y presta mérito ejecutivo (art. 66, Ley 446 de 1998).

8) La conciliación es un mecanismo excepcional, porque dependiendo de la naturaleza jurídica del interés afectado,
sólo algunos de los asuntos que podrían ser sometidos a una decisión jurisdiccional, pueden llevarse ante una audiencia
de conciliación. En general, son susceptible de conciliación los conflictos jurídicos que surgen en relación con derechos
disponibles y por parte de sujetos capaces de disponer.

9) Finalmente, por definición la conciliación es un sistema voluntario, privado y bilateral de resolución de conflictos,
mediante el cual las partes acuerdan espontáneamente la designación de un conciliador que las invita a que expongan
sus puntos de vista y diriman su controversia. La intervención incitante del tercero conciliador no altera la naturaleza
consensual de la composición que las partes voluntariamente concluyen, sino que la facilita y la estimula.

5. Examen material de las normas acusadas:


a. Artículos 23 y 28 de la Ley 640 de 2001: Para la Corte el cargo está llamado a prosperar, pues en efecto las
normas acusadas establecen una delegación permanente de la función de administrar justicia en los
particulares, desconociendo flagrantemente el texto del artículo 116 de la Carta que expresamente autoriza al
legislador para atribuirles dicha función pero en forma transitoria. Ciertamente, cuando el artículo 23 acusado
alude a “los conciliadores de los centros de conciliación”, indudablemente se está refiriendo a un grupo
determinado de individuos que tienen como función habitual actuar como conciliadores, toda vez que se trata
de personas que por regla general deben ser abogados en ejercicio que habiendo acreditado la capacitación
en mecanismos alternativos de solución de conflictos avalada por el Ministerio de Justicia y del Derecho, se
inscriben ante un centro de conciliación y se encuentran, por ende, en continua disponibilidad de servir como
conciliador.

Aparte de lo anterior, debe recordarse que por mandato del artículo 116 Superior la conciliación tiene un
carácter esencialmente voluntario, porque son las partes las que, en cada caso en concreto, seleccionan en
forma espontánea al particular que habrá de hacer las veces de conciliador. En el caso de los notarios ocurre
algo similar.

Aparte de estas razones, no deja de preocupar a la Corte que sea onerosa en términos económicos para
quienes deseen hacer uso de ella , pues en este sentido se estaría desconociendo la igualdad de oportunidades
para acceder libremente a la administración de justicia.

Sobre el particular valga tener presente que por disposición del artículo 6° de la Ley Estatutaria de la Justicia
“la administración de justicia será gratuita y su funcionamiento estará a cargo del Estado, sin perjuicio de las
expensas, agencias en derecho y costos judiciales”. Al analizar esta norma, la Corte sentó la siguiente doctrina
constitucional cuyos fundamentos se prohíjan en esta oportunidad: “la aplicación y operatividad de la justicia
“se hace efectiva cuando las instituciones procesales creadas como instrumentos para asegurar su vigencia,
arbitran los mecanismos idóneos para que puedan acceder a ellas todas las personas en condiciones de
igualdad” . Pero, valga anotarlo, esas condiciones de igualdad no se predican únicamente de las
oportunidades para acceder a la administración de justicia, sino también de las condiciones mismas en que se
accede. Y en este punto juega un papel preponderante la capacidad económica de las partes, la cual, como
señala la sentencia citada, “no puede colocar a una de ellas en situación de privilegio frente a la otra ni
propiciar, por consiguiente, la discriminación”.
La onerosidad del servicio que ofrecen los centros de conciliación y los notarios es más inquietante tratándose
de los asuntos de índole laboral, donde el trabajador, por lo general, carece de los medios económicos para
acudir a este mecanismo alternativo de solución de conflictos con el objeto de dirimir amigablemente una
controversia con su empleador.

Por los motivos expuestos, la Corte declarará la inexequibilidad de las expresiones acusadas de los artículos 23
y 28 de la Ley 640 de 2000.

b. Artículo 30 de la Ley 640 de 2000 : Este deber, como se deduce de las consideraciones precedentes no sólo
constituye una clara violación del carácter potestativo y voluntario de la conciliación (art. 116 de la C.P.) sino
también del principio constitucional que obliga al Estado a tener en cuenta la libre facultad de disposición de
los derechos inciertos y discutibles de los trabajadores (art. 53 de la C.P.). Pero además, el hecho de que en las
convenciones y en los laudos arbitrales, que son actos jurídicos de reconocimiento de derechos, se obligue la
inserción de mecanismos que permiten la resolución ágil y económica de los conflictos jurídicos derivados de
aquellos, vulnera el artículo 55 de la Carta que establece el deber de promover -no de obligar- la concertación
laboral.

La inconstitucionalidad de esta disposición reside en que según el artículo 116 de la Constitución Política la
habilitación de los conciliadores y de los árbitros es una potestad exclusiva de las partes que se ejerce de
acuerdo con los lineamientos legales. Según se analizó anteriormente, conforme a este principio las materias o
asuntos sobre los cuales recae dicha reserva sólo pueden ser regulados mediante una norma de rango legal.
Así las cosas, el legislador está obligado a dictar la normatividad pertinente a través de una ley. No obstante,
la restricción impuesta por dicho principio impide al Congreso desprenderse definitivamente de dicha
potestad, transfiriéndola al Gobierno para que éste la desarrolle en ejercicio de su potestad reglamentaria .

El inciso final del artículo 30 de la Ley 640, contraviniendo la Carta dispone entonces que el Gobierno Nacional
expedirá el mecanismo al cual deberán acogerse las empresas y los trabajadores para nombrar conciliadores,
si dicho dispositivo no se inserta en la convención colectiva. Esta autorización es, de acuerdo con lo dicho,
inconstitucional, porque significa llanamente que la voluntad del Ejecutivo estaría llamado a suplir la voluntad
de las partes, en caso de que éstas guarden silencio en relación con el tema de la conciliación; pero también
supliría la voluntad de la Ley, siendo ésta la única autorizada para regular la habilitación en la materia, según
quedó dicho.

c. Artículos 35 y 39 de la Ley 640 de 2000: Para la Corte las normas trascritas son inconstitucionales en los
apartes que se acusan, puesto que dada la naturaleza voluntaria de los mecanismos alternativos de solución
de conflictos en general, y de la conciliación laboral, en particular, el legislador no podía establecerla como un
requisito obligatorio de procedibilidad para acudir ante la jurisdicción laboral, además porque al hacerlo
desconoce el derecho de los particulares de acceder libremente a la administración de justicia para solicitar la
tutela judicial efectiva de sus derechos.

En lo que se refiere a la conciliación como requisito de procedibilidad de la acción laboral, la norma quebranta
abiertamente el principio constitucional contenido en el artículo 53 de la Carta, según el cual, corresponde a la
Ley tener en cuenta la facultad de los trabajadores para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y
discutibles.

Por las mismas razones, resulta inconstitucional el inciso segundo de la disposición que se comenta según el
cual la “conciliación extrajudicial en derecho como requisito de procedibilidad suplirá la vía gubernativa
cuando la ley la exija.” porque si bien busca prescindir del procedimiento contencioso administrativo laboral
en asuntos que recaen sobre materia conciliable, agilizando la resolución del conflicto mediante la omisión
una de las etapas del litigio contencioso administrativo que es la vía gubernativa, de todas formas parte del
supuesto de la obligatoriedad de la conciliación que, tal como se advirtió, es a todas luces contraria al
Ordenamiento Superior.

El carácter social de estos derechos -que muchas veces tienen incluso un contenido vital-, y la especial tutela
estatal que se brinda constitucionalmente a los mismos, exige que el acceso a la justicia no pueda estar
diferido ni obstaculizado por una condición de procedibilidad impuesta aún contra la voluntad del beneficiario,
con mayor razón si para ese trámite obligatorio previo al proceso se contempla la posibilidad de que el titular
del derecho tenga en ocasiones que sufragar de su propio peculio, muchas veces escaso, expensas
significativas para poder accionar ante los jueces.

No es que la conciliación en materia laboral vaya a desaparecer. Por el contrario, conserva su especial
relevancia histórica siempre y cuando no se la instituya como un requisito de procedibilidad en contra de los
principios y valores constitucionales del trabajo y ante autoridades que en algunos casos por no ser versados
en esta especialidad la tornan ineficaz y ocasionalmente onerosa. Aunque lo dicho anteriormente pone en
evidencia la inconstitucionalidad de las disposiciones que se examinan, existe otra razón que corrobora su
contradicción con los dictados superiores: al prever la Ley 640 de 2000 la conciliación obligatoria judicial en
todos los procesos ordinarios del trabajo como requisito de procedibilidad, esto es, antes de la presentación de
la demanda, no se consulta la norma superior que distingue entre derechos inciertos o discutibles para efectos
de acudir a este medio de solución de controversias.
En efecto, la previsión contenida en las disposiciones que se revisan implica que aún cuando el trabajador
tenga la certeza de que le asiste un derecho indiscutible y cierto, y realmente ese derecho tenga tal carácter,
no lo puede ejercitar directamente sin antes haberse sometido al procedimiento conciliatorio previo y
obligatorio, lo cual, sin duda, constituye no sólo una dilación inexplicable sino también un contrasentido
constitucionalmente inadmisible.

 DECISION - R E S U E L V E:
o PRIMERO.- Declarar INEXEQUIBLES los artículos 12, 30 y 39 de la Ley 640 de 2001.
o SEGUNDO.- Declarar INEXEQUIBLES las siguientes expresiones:
“…y ante los conciliadores de los centros de conciliación autorizados para conciliar en esta materia”, contenida en el
artículo 23 de la Ley 640 de 2001.
“…ante conciliadores de los centros de conciliación…” y “...ante los notarios...”, contenidas en el artículo 28 de la Ley
640 de 2001.
“...requisito de procedibilidad”...“laboral...”, contenidas en el artículo 35 de la Ley 640 de 2001, en los términos de esta
sentencia.

2. SENTENCIA SL3383-2021 RADICACIÓN N.° 66568 ACTA 28, MP OLGA


YINETH MERCHÁN CALDERÓN
FECHA
Bogotá, D. C., tres (3) de agosto de dos mil veintiuno (2021).

ANTECEDENTES:
1. Jairo Quintero Mesa demando a las sociedades INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES, la ASEGURADORA DE VIDA
COLSEGUROS S. A. EPS, hoy ALLIANZ SEGUROS DE VIDA S. A. y la COMPAÑÍA AGRÍCOLA DE SEGUROS DE
VIDA S. A., quien fue sucedida procesalmente por SEGUROS DE RIESGOS LABORALES SURAMERICANA S. A.,
SURATEP S. A. y posteriormente por SEGUROS DE VIDA SURAMERICANA S. A. con el fin que se le reconozca la
pensión de invalidez por riesgo profesional a partir del 29 de octubre de 1996, fecha en la cual ocurrió el accidente de
trabajo, con los respectivos aumentos de ley
De manera subsidiaria solicito:
a. El reconocimiento de la prestación a cargo de la ARP, lo que considere la sala de acuerdo con la fecha del
accidente de acuerdo a lo probado y como solidariamente tanto a la ARP COLSEGUROS, ARP COLMENA o ARP
AGÍCOLA.
b. Que e le reconozca la pensión por invalidez de riesgo profesional y riesgo común de acuerdo con los porcentajes
sugeridos del accidente a cargo del instituto de seguros sociales como administradora de pensione y solidariamente a
ARP COLSEGUROS, ARP COLMENA O ARP AGRÍCOLA.

2. Fundamento sus peticiones en que trabajo para el Departamento del Quindio desarrollando como labor dinamitar la roca en
las carreteras perforación de pavimentos, rocas y concreto con dinamita utilizando taladro neumático durante toda la jornada
laboral», lo que le generó «problemas de tipo lumbar», siendo su pérdida de capacidad laboral producto de «enfermedad y/o
accidente de trabajo ocasionado por los grandes esfuerzos físicos».
Indicó que el 19 de abril de 1991 consultó el servicio médico por dolor en la región lumbar; y que entre esa data y el mes de
marzo de 1992 presentó los mismos padecimientos. Agregó que en octubre de 1996 fue diagnosticado con «Escoliosis
izquierda, Espondilolistesis, disminución de espacios entre L5 y S2»; que durante este lapso ni el empleador ni la «ARP» a la
que se encontraba afiliado le cambiaron sus funciones, desmejorando su salud cada día; que el «11 de noviembre de 1998»
fue calificado por parte de un médico ocupacional arrojando una pérdida de capacidad laboral del 50% de origen profesional,
con fecha de estructuración 1 de diciembre de 1998.
Manifestó que se afilió a riesgos profesionales con Colseguros del 1 de enero de 1996 al 31 de junio de 1998, con Colmena
del 1 de julio de 1998 al 28 de febrero de 2001 y con Agrícola de Seguros de Vida S. A. del 1 de marzo al 31 de diciembre de
2001; y que en pensiones siempre estuvo asegurado con el Instituto.
Afirmó que desde el 1 de diciembre de 1998 hasta el 29 de mayo de 2003 las ARP Colmena y Colseguros le negaron el
reconocimiento de la pensión de invalidez; que en la última data nuevamente fue calificado por la Junta Regional de
Calificación de Invalidez del Quindío, quien le determinó una pérdida de capacidad laboral del 25,76%, estructurada el 29 de
octubre de 1996.
Señaló que al momento de la presentación de la demanda se encontraba completamente incapacitado laboralmente y que en
virtud de lo establecido en la Ley 100 de 1993, se le debía realizar una nueva valoración de su estado de salud.
Informó que la ARP Colmena le negó la prestación deprecada aduciendo que, para el 29 de octubre de 1996, data en la que
presentó lumbalgia crónica post trauma, se encontraba afiliado a Colseguros S. A.; y que el ISS le negó la prestación
aduciendo que los dictámenes de la junta indicaban que la patología era de origen profesional, por lo que no era de su
competencia el reconocimiento de la prestación.

3. Al dar respuesta a la demanda, la Compañía Agrícola de Seguros de Vida S. A., hoy Seguros de Vida Suramericana S. A. se
opuso al éxito de las pretensiones; y en cuanto a los hechos, aceptó la afiliación del actor entre el 1 de marzo y el 31 de
diciembre de 2001. Frente a los demás supuestos fácticos indicó que no le constaban.
En su defensa manifestó que el Departamento del Quindío afilió al accionante al Sistema de Riesgos Profesionales por ella
administrado durante 10 meses del año 2001; y que los accidentes de trabajo, enfermedades profesionales o las patologías de
origen común referidas en la demanda fueron anteriores a la afiliación del señor Quintero Mesa.
Dijo que el inciso 3 del parágrafo 2 del artículo 1 de la Ley 776 de 2006 establece que en los casos en que el trabajador se
encuentre desvinculado del sistema de riesgos profesionales y la enfermedad que padezca sea calificada como profesional,
las prestaciones del sistema recaen en cabeza de la última administradora a la que estuvo vinculado, siempre y cuando, el
origen de la enfermedad pueda imputarse al periodo en que estuvo expuesto y el riesgo cubierto. Propuso las excepciones de
inexistencia del derecho pretendido por el demandante, prescripción extintiva de la acción, improcedencia de la acción y
ausencia de responsabilidad, falta de legitimación en la causa por pasiva, inoponibilidad de los distintos dictámenes en que se
basa la demanda, y las que resultaren probadas en el proceso.

4. Mediante providencia del 5 de septiembre de 2007 se reconoció como sucesor procesal de la Compañía Agrícola de
Seguros de Vida S. A. a la Compañía Suramericana Administradora de Riesgos Profesionales y Seguros de Vida S. A. Suratep
S. A., de acuerdo con lo peticionado por la última (f.° 126) en virtud del contrato de cesión de activos, pasivos y contratos
celebrado entre estas.
El Instituto de Seguros Sociales, al pronunciarse frente al líbelo inicial propuso como excepción previa la falta de
reclamación administrativa, la que se declaró probada mediante proveído de fecha 12 de febrero de 2008 y confirmada a
través de auto del 15 de mayo del mismo año motivo por el que se dispuso su «desvinculación» del trámite del proceso.

5. Por su parte, la Compañía de Seguros de Vida Colmena S. A., al contestar la demanda se opuso a las pretensiones de la
demanda excepto a la condena deprecada en contra de la ARP Colseguros S. A.; frente a los hechos, admitió que el
accionante laboró para la Gobernación del Quindío, los extremos temporales de la relación de trabajo, las funciones
desempeñadas por el colaborador, y la calificación realizada en el año 1998, la cual arrojó una pérdida de capacidad laboral
del 50% con fecha de estructuración del 1 de diciembre de 1998; no obstante, aclaró que quien dio la calificación fue el
médico de salud ocupacional de Saludcoop. Aceptó que el demandante estuvo afiliado a las diferentes ARL en los periodos
indicados, así como en pensiones al ISS, según constaba en el oficio 007996 de 29 de noviembre de 2005; y que negó la
pensión deprecada por las razones expuestas en el escrito inaugural.
Manifestó que el accionante fue valorado por la Junta Regional de Calificación de Invalidez del Quindío, el 29 de mayo de
2003, quien le determinó una pérdida de capacidad laboral de origen profesional del 25,76%, con fecha de estructuración
29 de octubre de 1996; y que el ISS no reconoció la prestación. Con relación a los demás hechos afirmó que no le
constaban.
En su defensa sostuvo que para negar la prestación se fundamentó en lo previsto en el artículo 8 del Decreto 1530 de 1996,
de manera que al encontrarse afiliado el accionante a la ARL Colseguros S. A. para el 29 de octubre de 1996, fecha en la
cual se estructuró la pérdida de capacidad laboral, era esta la obligada al reconocimiento de la pensión implorada. A su
favor formuló las excepciones de ausencia de requisitos mínimos, falta de legitimación en la causa, prescripción,
prejudicialidad y pago.

6.

7. Por su parte, la ARL Colseguros S. A., hoy Allianz Seguros de Vida S. A., al dar respuesta a la demanda se opuso al éxito de
los pedimentos; y frente a los hechos, aceptó que el accionante trabajó para el Departamento de Quindío y las funciones
desempeñadas; que estuvo afiliado a las ARL referidas; y que negó al actor la pensión de invalidez por no reunir los
requisitos legales. Respecto de los demás supuestos fácticos refirió que no le constaban.
En su defensa alegó que el accionante estuvo afiliado a la ARL Colseguros S. A. entre el 1 de enero de 1996 y el 31 de junio
de 1998, data para la cual no fue reportado ningún accidente; que de acuerdo con los hechos de la demanda, el señor
Quintero Mesa empezó a consultar por «problemas lumbares» desde abril de 1991; que según el dictamen de pérdida de
capacidad laboral rendido por la Junta Regional de Calificación de Invalidez del Quindío el 29 de mayo de 2003, esta
ascendió al 25,76%, de manera que el convocante no tenía derecho al reconocimiento de la pensión de invalidez de origen
profesional.
Propuso como excepción previa la que tituló falta de requisitos formales de la demanda, la que fue negada por el juez de
primera instancia, decisión confirmada por el Tribunal Así mismo, como de fondo impetró las que denominó: inexistencia
de la obligación, cobro de lo no debido, buena fe y prescripción.

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:

El Juzgado Segundo Laboral del Circuito de Armenia, al que correspondió el trámite de la primera instancia el 16 de septiembre de
2013 decidió
PRIMERO: Declarar que RIESGOS PROFESIONALES COLMENA S.A. COMPAÑÍA DE SEGUROS DE VIDA -COLMENA ARP, debe reconocer
al demandante JAIRO QUINTERO MESA, pensión de invalidez a partir del 1 de diciembre de 1998, en cuantía equivalente al salario
mínimo legal, aplicando los reajustes anuales de ley.

SEGUNDO: Condenar a RIESGOS PROFESIONALES COLMENA S.A. COMPAÑÍA DE SEGUROS DE VIDA -COLMENA ARP, a pagarle al
demandando JAIRO QUINTERO MESA, la suma de $71.686.185, por concepto de retroactivo pensional adeudado, por el periodo
comprendido entre el día 11 de abril de 2004 y el 20 de agosto de 2013, suma que se encuentra debidamente indexada y a la cual se
le ha restado el valor ya pagado al actor como indemnización por incapacidad permanente. De allí en adelante deberá seguir
pagando una mesada pensional equivalente al salario mínimo legal mensual vigente, misma que se incrementará cada año en el
porcentaje que se fije para el salario mínimo legal respectivo.

TERCERO: Declarar probadas parcialmente las excepciones de prescripción y pago y no probadas los demás medios exceptivos
alegados por la accionada.

CUARTO: Absolver a la ARP COLSEGUROS de las pretensiones de la demanda.

QUINTO: Absolver a SURATEP S.A de las pretensiones de la demanda.

SEXTO: Condenar en costas en un 80% a la entidad demandada RIESGOS PROFESIONALES COLMENA S.A. COMPAÑÍA DE SEGUROS
DE VIDA -COLMENA ARP. Por secretaría se realizará la liquidación respectiva, incluyendo como agencias en derecho una suma
equivalente a 10 salarios minimos.

SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA:

La Sala Civil, Familia, Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia, mediante sentencia del 20 de enero de 2014, al
desatar el recurso de apelación interpuesto por la Compañía de Seguros de Vida Colmena S. A., confirmó la decisión de primer grado
e impuso costas a la parte vencida.

CONSIDERACIONES:
se destaca que el Tribunal fundamentó su decisión en que las juntas de calificación de invalidez son entes autorizados por la ley para
realizar la calificación de pérdida de capacidad laboral y tienen la competencia para «fungir como peritos»; y que cuando un
dictamen es objetado por error grave, la parte que lo hace debe probarlo.
Por lo expuesto, respaldó la decisión del juez de primera instancia de declarar desierta la objeción por error grave propuesta en el
proceso por la demandada ARL Colmena S. A., por no haber cumplido dentro del periodo concedido por el sentenciador, el deber de
realizar las gestiones para el recaudo de la prueba decretada y, en consecuencia, quedó en firme el dictamen de la Junta Regional de
Calificación de Invalidez del Quindío como auxiliar de la justicia, que estableció como fecha de estructuración de la invalidez el 1 de
diciembre de 1998.
Con relación al tema del recobro, indicó que este tópico no fue tratado en la primera instancia, de manera que, se trataba de un
hecho nuevo y se abstuvo de emitir pronunciamiento en torno al mismo.
La censura radica su inconformidad en que el Tribunal inobservó unas pruebas que dejaban en evidencia que la fecha de
estructuración de la invalidez del demandante se destaca que el Tribunal fundamentó su decisión en que las juntas de calificación de
invalidez son entes autorizados por la ley para realizar la calificación de pérdida de capacidad laboral y tienen la competencia para
«fungir como peritos»; y que cuando un dictamen es objetado por error grave, la parte que lo hace debe probarlo.
Por lo expuesto, respaldó la decisión del juez de primera instancia de declarar desierta la objeción por error grave propuesta en el
proceso por la demandada ARL Colmena S. A., por no haber cumplido dentro del periodo concedido por el sentenciador, el deber de
realizar las gestiones para el recaudo de la prueba decretada y, en consecuencia, quedó en firme el dictamen de la Junta Regional de
Calificación de Invalidez del Quindío como auxiliar de la justicia, que estableció como fecha de estructuración de la invalidez el 1 de
diciembre de 1998.
Con relación al tema del recobro, indicó que este tópico no fue tratado en la primera instancia, de manera que, se trataba de un
hecho nuevo y se abstuvo de emitir pronunciamiento en torno al mismo.
La censura radica su inconformidad en que el Tribunal inobservó unas pruebas que dejaban en evidencia que la fecha de
estructuración de la invalidez del demandante.
Así las cosas, el problema jurídico que convoca a la Sala consiste en establecer si el juez plural incurrió en los desatinos fácticos
achacados, especialmente, porque limitó el problema jurídico al reparo expuesto en torno al trámite impartido a la objeción al
dictamen pericial, desconociendo que en el plenario existe otra experticia que fijó como fecha de estructuración de la invalidez el 1
de noviembre de 1996, aspecto que fue planteado en el recurso de apelación.
Lo primero que precisa la sala es que cuando el cargo se orienta por la vía de los hechos, el censor tiene el deber de acreditar
razonada y concretamente la equivocación en que incurrió el sentenciador en la valoración de los medios de convicción que acusa.
Además que debe ser un error protuberante, proveniente de la estimación equivocada de un medio de probatorio.
En lo que respecta al principio de consonancia la corte advierte que aquel constituye una limitación a la competencia del juez, quien
debe definir las materias aludidas y sustentadas en la apelación contra la sentencia de primer grado. Se cita la sentencia CSJ SL 2808-
2018:

“PRINCIPIO DE CONSONANCIA
Consagrado en el artículo 66A del Código Procesal Laboral y de la Seguridad Social, dispone: «la sentencia de segunda
instancia, así como la decisión de autos apelados, deberá estar en consonancia con las materias objeto del recurso de
apelación».
Lo anterior, implica una restricción o limitación a la competencia funcional del juez de segundo grado, pues le impone el
deber de decidir estrictamente dentro del marco fijado en el recurso de apelación interpuesto contra sentencias o autos
proferidos por el a quo. Es decir, el Colegiado de instancia no tiene competencia para examinar libremente todos los
aspectos de la relación jurídico - laboral sino solo aquellos que sean controvertidos concretamente en el recurso vertical.”

Definido lo anterior, aborda la Sala la revisión de la pieza procesal denunciada por la censura como mal estimada, destacando que
esta no es considerada prueba hábil en el recurso extraordinario, a no ser que de ella se derive confesión, o que su alcance haya sido
tergiversado por el fallador.

Recurso de apelación presentado por la parte recurrente ARL Colmena: se declara la firmeza del dictamen pericial de la junta
regional de calificación de invalidez del quindio. Señalo que al realizar el peritaje de la rimera instancia se dio un tramite inapropiado
a la objeción tenendo en cuenta que se debe diferenciar cuando las juntas actúan como ente auxiliar de Protección Social calificando
a los trabajadores y cuando actúan como peritos en un proceso judicial en su calidad, se repite, de auxiliares de la justicia».
Por lo dicho, la apelante manifestó que el juez de primer grado se equivocó al afirmar que la entidad no atendió la carga que le fue
impuesta, pues en su criterio, el juzgado no debió acceder al pedimento de la junta cuestionada, en tanto lo que se requería era que
desatara la objeción en los cuestionamientos planteados, con los documentos que se encontraban en su poder.
Como petición subsidiaria, después de citar el artículo 1 de la Ley 776 de 2002, resaltó que la ARL Colmena «tiene la facultad legal de
repetir proporcionalmente, en contra de la ARL Colseguros S.A., el tiempo de exposición al riesgo y/o prorrata del tiempo en el cual
otorgó la protección al señor Jairo Quintero Mesa», y en esos términos deprecó la modificación de la sentencia, para que se
reconociera que la entidad apelante puede repetir contra las otras ARL a las que estuvo afiliado el actor.
El juez colegiado, al analizar la impugnación, precisó dos temas como puntos para resolver: i) indicar si el trámite impartido por el
fallador de primer grado a la objeción formulada por la ARL Colmena S. A. se ajustó a la normatividad legal, atendiendo que según el
impugnante «no era pertinente ordenar la práctica de la prueba requerida por la Junta Nacional de Calificación de Invalidez para
emitir el experticio», y ii) si había lugar a declarar que la ARL Colmena S. A. tenía derecho a repetir contra la ARL Colseguros S. A.
Por su parte, la censura arguye que el Tribunal no se percató de que la recurrente discutió a través del recurso de alzada que, en
dictamen previo, la Junta Regional de Calificación de Invalidez del Quindío había señalado como fecha de estructuración de la
patología del actor el 1 de noviembre de 1996 «y que el ad quem debía haber considerado la época en que se dio el primer
dictamen, frente al expedido el 20 de diciembre de 2008, es decir, doce años después».
La Sala advierte que el juez colegiado no incurre en el desatino de apreciación endilgado, pues de conformidad al contenido de la
pieza procesal, el fallador precisó los temas que refutó el apelante.
Se dice lo anterior, en la medida que de la lectura del recurso de alzada se evidencia que la discrepancia del impugnante se limitó en
discutir el procedimiento surtido por el sentenciador de primer grado al atender el requerimiento de la Junta Nacional de
Calificación de Invalidez, por cuanto según su criterio, dicho ente se debía limitar a responder los cuestionamientos presentados en
la objeción, «con base en los hallazgos probatorios y con la historia clínica del paciente para la época en que se dio el primer
dictamen, esto es el 9 de diciembre de 2009. Por ende, el juez de segundo grado no incurrió en el yerro fáctico enrostrado en este
ataque frente a la apelación impugnada, motivo por el que el fallo acusado se conserva invariable de cara a este tópico.
El sentenciador de segundo grado no puede dar por establecido que la enfermedad profesonal que dio causa a la pensión de
invalidez del actor se diagnosticó antes de su afiliación a la ARL Colmena», cuestionamiento que no fue sometido a escrutinio del
juez colegiado para desatar la apelación.
En consecuencia, al no ser esta materia objeto de debate en la alzada, mal puede adjudicársele en sede casacional desatino alguno,
pues se reitera que la fecha de la estructuración de la enfermedad profesional que dio lugar al reconocimiento de la pensión de
invalidez, esto es, el 1 de diciembre de 1998, no fue motivo de reparo en segunda instancia, de manera que no resulta dable
confrontar ningún análisis al respecto por parte del colegiado.
Es por lo expuesto que no se puede establecer omisión de valoración frente al libelo introductor ni de la contestación de demanda
presentada por la ARL Colseguros S. A. y, en general, de los medios de convicción enlistados en el ataque, en tanto las
inconformidades que se plantean en el reproche no fueron objeto de crítica en la alzada, circunstancia por la que el Tribunal se
encontraba inhabilitado de pronunciarse al respecto.

CARGO SEGUNDO:

Acusa la decisión del Tribunal de violar de forma indirecta la ley sustantiva en la modalidad de «infracción directa» del artículo 1,
parágrafo 2 de la Ley 776 de 2002, en relación con el artículo 16 del CST y el artículo 61 del CPTSS. Indica como errores manifiestos
de hecho:

1. No dar por demostrado, estándolo, que la enfermedad laboral que dio causa a la pensión de invalidez reconocida al actor,
contiene una suma de patologías que se extienden desde el 1o de noviembre de 1996 hasta la fecha.

2. No dar por demostrado, estándolo, que durante ese periodo de tiempo el demandante estuvo afiliado no solo a la ARL COLMENA
sino también a la ARL COLSEGUROS y a la ARL SURATEP.
Indica que no se apreciaron unas pruebas y eso llevo a que el sentenciador incurriera en el error de valorar el dictamen pericial de la
junta regional de calificación de invalidez del quindio, el 20 de diciembre del 2008, conformado por la junta Nacional de calificación
el 28 de abril del 2011
ara dar desarrollo al cargo cuestiona el argumento del juez de segundo grado según el cual, la omisión de la primera instancia en
torno a declarar que la recurrente podía repetir contra la ARL Colseguros obedeció a que tal súplica correspondía a un hecho nuevo,
como quiera que no fue esgrimido por la ARL Colmena S. A. al contestar la demanda.
Lo anterior en tanto de la mencionada pieza procesal «se infiere que si el planteamiento de la defensa estaba relacionado con la
ausencia de responsabilidad de la ARL Colmena, mal podía aducirse que cabía repetir proporcionalmente contra las demás ARL. Si lo
que allí se exponía era inexistencia de responsabilidad».

Adiciona que, si el actor pretende el pago de la pensión de invalidez y de los documentos cuestionados se infiere que la enfermedad
profesional del demandante, «en los términos del dictamen de la Junta Regional de Calificación de invalidez del Quindío, de fecha 20
de diciembre de 2008 (folios 287 a 288), integra cuatro deficiencias de diferente orden ocurrida el 1 de noviembre de 1996», no hay
duda que se genera la hipótesis de repetición consagrada en el artículo 1 de la Ley 776 de 2002.
Concluye su ataque precisando que el yerro de la colegiatura consistió en desestimar la manifestación de la ARL Colmena S. A. en el
recurso de apelación, «sin considerar las circunstancias relevantes del pleito y la conducta procesal de ARL Colmena al contestar la
demanda»

El problema jurídico que debe resolver la Sala consiste en establecer si el Tribunal erró al considerar que la autorización para que la
pasiva repitiera en contra de la ARL Colseguros S. A., configuraba un hecho nuevo, ya que solo se planteó en el recurso de apelación
interpuesto en contra de la sentencia proferida en primera instancia, sobre el que no podía pronunciarse.

Como la recurrente fundamenta su postura en que el Tribunal desestimó la manifestación efectuada en el recurso de apelación en
torno a la autorización para la repetición a la ARL Colseguros S. A., sin considerar las circunstancias relevantes del pleito y la
contestación a la demanda inicial presentada por dicha entidad, la Sala comienza por examinar esta pieza procesal.

1. Contestación a la demanda inicial presentada por la parte recurrente ARL Colmena. De la lectura a este escrito se establece que la
estrategia de defensa planteada en procura de sus intereses, por la ARL Colmena consistió en afirmar que no era responsable del
reconocimiento y pago de la pensión pretendida por el actor, por no encontrarse afiliado para la fecha de estructuración de la
enfermedad, aunado a que, de conformidad con los dictámenes rendidos tanto el 29 de mayo de 2003 como el 12 de julio de la
misma anualidad, por parte de la Junta Regional de Calificación del Quindío y de la Junta Nacional de Calificación, el grado de
pérdida de capacidad laboral no era invalidante. Por otro lado, la accionada argumentó que se había configurado el fenómeno
jurídico de la prescripción al tenor del artículo 18 de la Ley 776 de 2002 en consideración a que había transcurrido más de un año
para que el demandante hubiera reclamado las prestaciones por incapacidad permanente parcial, incapacidad temporal y
prestaciones asistenciales.

El juez colegiado, al analizar el recurso de apelación, precisó que dentro de los tópicos para resolver, se planteaba si había lugar a
declarar que la ARL Colmena S. A. tenía derecho a repetir contra la ARL Colseguros S. A., no obstante, consideró que esta materia
era un hecho nuevo para el litigio y en esa medida no se adentró en su estudio.
Con ese marco, la Sala evidencia que el juez colegiado no incurrió en el desatino endilgado, pues de conformidad con la
contestación a la demanda inaugural presentada por la ARL colmena.

2. El el escrito de contestación presentado por la entonces ARL Colseguros advierte que en ninguna de estas piezas procesales, se
hace referencia a la autorización a la ARL Colmena con el fin de repetir en contra de la ARL Colseguros S. A.
Lo dicho en tanto, conforme se desprende de la demanda inicial en la misma se alude al reconocimiento de una pensión de invalidez
a favor del actor, con la correspondiente determinación por parte del juez, acerca de la entidad responsable de su concesión y pago,
en consideración a que para la calenda de la interposición del litigio y «desde la fecha de la primera calificación de invalidez en
noviembre de 1998 el señor JAIRO QUINTERO MESA se encuentra completamente incapacitado laboralmente en más de un 50%,
calificación que se debe hacer nuevamente por intermedio del despacho» como quiera que «la ley 100 de 1993 indica que cada tres
años se puede valorar la pérdida laboral de un trabajador». Lo mismo ocurre al valorar la contestación a la demanda presentada por
la entonces ARL Colseguros, en la que se plasmó la defensa de tal sociedad, la que manifestó que durante el periodo en que el actor
estuvo afiliado a tal aseguradora, 1 de enero de 1996 a 31 de junio de 1998, no se reportó ningún accidente de trabajo sufrido por
este, aunado a que, teniendo en cuenta el resultado del último dictamen rendido respecto del contendiente, su pérdida de
capacidad laboral ascendía a 25,76%, el mismo no tenía derecho a que se le reconociera la pensión de invalidez implorada.

En este orden, le asiste razón al juez de apelaciones al puntualizar que la impugnante no propuso como tema de debate en la
primera instancia, al contestar la demanda, la repetición contra las diferentes ARL, y en esa medida, no era la segunda instancia, ni
mucho menos la esfera casacional, el momento para reclamar lo no argüido, pues como bien lo dice el fallador de segundo grado,
debió acudir a los diferentes mecanismos que contempla la ley para ejercer a cabalidad su derecho a la defensa al momento de
estructurar esta, lo que no se evidencia.

De tal modo que ninguna de las pruebas denunciadas como no apreciadas ni la señalada como indebidamente valorada (recurso de
apelación), desvirtúa el argumento del sentenciador de segundo grado, según el cual, la pretensión consistente en que se autorizara
a ARL Colmena repetir contra ARL Colseguros, correspondía a un hecho nuevo, como quiera que solo fue expuesto en el recurso de
alzada; por lo que no se advierte el error el Tribunal. Sin embargo, la Sala considera necesario precisar que tal recobro, de cumplirse
los requisitos legales, opera por mandato legal, sin necesidad de que sea previamente ordenado por el funcionario judicial. Por lo
expuesto la recurrente no logra derruir la sentencia confutada a través de la acusación por la vía fáctica, motivo por el que la
decisión se conserva incólume en su doble presunción de acierto y legalidad y el cargo no prospera.

DECISION

NO CASA la sentencia dictada el 20 de enero de 2014 por la Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Armenia, dentro del proceso ordinario laboral seguido por JAIRO QUINTERO MESA contra la COMPAÑÍA DE SEGUROS DE VIDA
COLMENA S. A., la ASEGURADORA DE VIDA COLSEGUROS S.A. EPS, hoy ALLIANZ SEGUROS S. A. y la COMPAÑÍA AGRÍCOLA DE
SEGUROS DE VIDA S. A. sucedida por SEGUROS DE RIESGOS LABORALES SURAMERICANA S. A., SURATEP S. A., y posteriormente por
SEGUROS DE VIDA SURAMERICANA S. A.

3.SENTENCIA C-792 DE 2006


Sentencia que habla sobre: el tema de la reclamación administrativa y el termino de un mes que se empieza a contar a partir de que
se manda la reclamación.

Sentencia C-792/06

Demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 4º (parcial) de la Ley 712


modificó el artículo 6º del Código Procesal del Trabajo.
Magistrado Ponente:
Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL

II. NORMA DEMANDADA

LEY NÚMERO 712 DE 2001


(Diciembre 5)

Por la cual se reforma el Código Procesal del Trabajo

CAPÍTULO II
Competencia

Art. 4– El artículo 6 del Código Procesal del Trabajo quedará así:

“Art. 6– Reclamación administrativa. Las acciones contra la Nación, la entidades territoriales y cualquier otra
entidad de la administración pública solo podrán iniciarse cuando se haya agotado la reclamación administrativa. Esta
reclamación consiste en el simple reclamo escrito del servidor público o trabajador sobre el derecho que pretenda, y se
agota cuando se haya decidido o cuando transcurrido un mes desde su presentación no haya sido resuelta.

Mientras esté pendiente el agotamiento de la reclamación administrativa se suspende el término de prescripción de la


respectiva acción.”

III. III. LA DEMANDA

1. 1. Normas constitucionales que se consideran infringidas

El accionante considera que la disposición acusada vulnera el preámbulo y los artículos 1, 2, inciso segundo, 4, 5, 6, 11
al 40, 13, 23, 29, 39, 53, inciso quinto, 90, 113, 115, 121, 124, 150, numerales 4, 7 y 23, 189, 206, 208, 209, 210, 228,
229, 236, 237 numerales 1 y 2, 238, 285, 286 y 287, entre otros, de la Constitución Política.

1. 2. Fundamentos de la demanda

1. 1. los apartes acusados son contrarios al preámbulo y a los artículos 23 y 29 de la Constitución, puesto que al
disponer que la vía gubernativa se agota cuando haya transcurrido un mes desde la presentación de la petición sin que la
Administración haya resuelto, se le quita al peticionario la posibilidad de participar en el trámite de la actuación
administrativa iniciada mediante una petición de interés particular.
• - En su criterio, la norma acusada faculta a la Administración para no responder las peticiones, lo que
contraría el artículo 23 Superior, al paso que, al no notificarse la decisión al administrado, se le priva de su derecho a
controvertir el acto administrativo mediante el ejercicio de los recursos que permiten agotar la vía gubernativa.
1. 2. La norma demandada desconoce el principio de publicidad –artículo 209 de la Constitución- que debe
satisfacerse en la función administrativa, pues al interesado se le niega la posibilidad de conocer la decisión a través del
acto de notificación, así como la oportunidad de interponer los recursos respectivos.
2. 3. El actor considera que la disposición controvertida legaliza una actitud negligente y contraria a los
lineamientos constitucionales del debido proceso, de tal suerte que cuando la autoridad no responde se entiende que ha
contestado negativamente, sin tener en cuenta que “el silencio administrativo negativo, jamás podrá ser considerado
como una respuesta al Derecho Fundamental de Petición”.
3. 4. accionante empieza por señalar la diferencia que existe entre la interrupción de la prescripción de las
acciones laborales y la suspensión de la misma. Expresa que, en la interrupción, el término final de prescripción está
previamente fijado en la ley, producida la interrupción, de manera inmediata vuelve a contabilizarse el término de
prescripción inicialmente previsto, al paso que, en la suspensión, no está establecido de antemano el tiempo para la
prescripción, pues cuando ésta se suspende el término sólo empieza a correr de nuevo cuando se haya superado el hecho
que dio lugar a la suspensión.
• - En este contexto, para los trabajadores particulares se aplica la figura de la interrupción.
• - En cambio, los trabajadores oficiales y empleados públicos, se rigen por la figura de la suspensión de la
prescripción. De acuerdo con esta figura, durante el trámite de la reclamación administrativa, que es presupuesto para
poder acudir a la jurisdicción laboral, se suspende el término prescriptivo, el que únicamente comenzará a contarse de
nuevo cuando se culmine dicho trámite.
• - Para el demandante, de acuerdo con las expresiones acusadas, la suspensión de la prescripción ya no se
produce por el tiempo que tome la Administración en responder y el trámite de los correspondientes recursos en la vía
gubernativa, sino que, en el evento del silencio administrativo negativo, se extiende por el perentorio término de un mes
contado a partir de la presentación de la reclamación administrativa.
• - La importancia de esta distinción, en criterio del accionante, estriba en que si las personas tienen un derecho
constitucional a obtener respuesta a las peticiones que presenten a las autoridades, no puede disponerse que empiece a
correr en su contra el término de prescripción de las acciones laborales sin que las autoridades hayan dado respuesta a la
reclamación administrativa que por ley deben presentar como presupuesto para poder acudir a la jurisdicción.
• - El accionante considera que, tal como lo ha sostenido la jurisprudencia de la Corte Constitucional, cuando un
trámite administrativo se inicia a partir de una petición, el término de prescripción de la acción sólo empieza a contar de
nuevo desde que la Administración resuelve la petición mediante un acto administrativo debidamente notificado, o desde
que, una vez se configure el silencio administrativo negativo, sea el peticionario quien decida dar por agotada la vía
gubernativa.

1. 5. señala que no se puede confundir la figura del silencio administrativo con el agotamiento de la vía
gubernativa, de modo que, citando varios pronunciamientos de la Corte Constitucional, expresa que la vía gubernativa es
una etapa en la cual el administrado puede objetar las actuaciones de la Administración y ésta, a su vez, puede enmendar
las imprecisiones que haya cometido en sus decisiones. Por lo tanto, antes de acudir al proceso judicial, se tiene la
oportunidad de controvertir los pronunciamientos de la Administración con ella misma.
• - En consecuencia el silencio no puede ser entendido como agotamiento de la vía gubernativa, y la
Administración seguirá obligada a contestar hasta que el trabajador decida acudir ante la jurisdicción (momento en el
que si se entenderá agotada la vía gubernativa).

1. 6. En el sexto cargo, el actor reconoce la importancia que tiene el silencio administrativo en el orden jurídico,
toda vez que le permite al peticionario acceder a la jurisdicción, si lo desea, dentro de un término cierto, y no tener que
esperar indefinidamente una repuesta de la cual dependa la protección de sus derechos, sin embargo, esta figura no
puede ser una excusa para que las autoridades incumplan con sus deberes, y en consecuencia se le vulnere al peticionario
su derecho fundamental de petición, siendo, además, imposible intentar su protección por vía de tutela, al entenderse
negada la solicitud y agotada la vía gubernativa.
2. 7. la norma acusada vulnera los derechos al debido proceso, defensa, petición, entre otros, pues supone que el
silencio administrativo agota la vía gubernativa cuando, no obstante lo ha manifestado esta Corporación, éste no
satisface el núcleo esencial del derecho de petición, impide que la decisión sea notificada formalmente al interesado y
erradica la posibilidad de interponer los recursos de ley.

VI. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

Problema jurídico: ¿La disposición acusada resulta violatoria del derecho de petición y desconoce los derechos al
debido proceso y a la publicidad de la función pública, al establecer un agotamiento automático de la vía gubernativa,
por el transcurso de un mes sin que la reclamación administrativa haya sido resuelta, y teniendo en cuenta que, de
acuerdo con la misma norma, mientras esté pendiente el agotamiento de la reclamación administrativa se suspende el
término de prescripción de la respectiva acción?

Párrafo contextualizador: en primer lugar, unas consideraciones sobre el alcance de la disposición demandada, que
son, en este caso, indispensables para el análisis sobre su constitucionalidad; luego se referirá a los desarrollos
jurisprudenciales en torno al derecho de petición, el silencio administrativo y el agotamiento de la vía gubernativa, para,
finalmente, pronunciarse sobre los cargos que se han identificado.

3. Alcance de la norma demandada

El aparte normativo acusado tiene como antecedente la previsión que estaba contenida en el artículo 7º de la Ley 24 de
1947, por medio del cual se modificó el artículo 2º de la Ley 6ª de 1945 para disponer que “[t]ambién conocerá la
justicia del Trabajo de las controversias que se susciten por razón de las primas, sueldos, bonificaciones, accidentes de
trabajo, enfermedades profesionales, cesantías y demás derechos y prestaciones sociales que tengan su origen en leyes,
decretos y resoluciones de carácter nacional; ordenanzas, decretos y resoluciones de carácter departamental, acuerdos
municipales o reglamentos particulares de entidades e institutos oficiales o semioficiales, siempre que se haya agotado
el procedimiento de reclamación que en tales disposiciones se establezca.” Agregaba esa norma que “[p]ara estos
efectos se entenderá haberse agotado el procedimiento la tardanza de un mes o más en resolver la solicitud.”

En este contexto, la jurisprudencia de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia precisó que, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 6º del Código Procesal del Trabajo, quien pretendiese demandar en juicio
ordinario laboral a una entidad de derecho público, a una entidad administrativa autónoma o a una entidad de derecho
social, debía elevar un reclamo directo a la Administración previo a la demanda y que el agotamiento de esa reclamación
administrativa era un factor de competencia para el juez laboral. Sobre al particular, la Corte Suprema de Justicia, en
Sentencia del 7 de octubre de 1996 señaló que:

“Como se ve la legislación del trabajo se anticipó a establecer, las consecuencias del silencio de la administración
frente a la solicitud inicial del interesado, mediante el otorgamiento de un plazo de un mes vencido el cual operaba la
ficción de una respuesta negativa, como una modalidad de agotamiento de la vía gubernativa que desde entonces lo
habilitaba para acudir a la jurisdicción en procura de sus derechos desconocidos.

“Se sigue de lo anterior que los referidos trabajadores cuando formulan peticiones de carácter laboral a su empleador
oficial no están regidos por el Código Contencioso Administrativo y demás normas que lo adicionan, que regulan por
vía general el agotamiento de la vía gubernativa -cuyas previsiones sí son aplicables a los empleados públicos-, sino
por el artículo 7º de la ley 24 de 1947, por su carácter especial, conforme al cual una de las formas de agotamiento de
la vía gubernativa para aquellos trabajadores se configura cuando transcurrido un mes a partir de la petición
primigenia, la administración no ha notificado al interesado la decisión que la resuelva.

“De allí se infiere que mientras no se venza ese término o no medie comunicación de respuesta, la jurisdicción
ordinaria no adquiere competencia, porque la administración cuenta con ese plazo de gracia para enmendar sus
posibles errores y para resolver al administrado, razón por la cual aun no se encuentra configurado uno de los
presupuestos procesales para asumir el conocimiento como es el agotamiento de la vía gubernativa exigido por el
artículo 6º del C.P.L.”.

De acuerdo, entonces, con la normatividad anterior a la expedición de la Ley 712 de 2001, la previa reclamación
administrativa constituía un factor determinante de la competencia del juez laboral, quién solo la adquiría una vez
agotada la vía gubernativa, la cual, por su parte, estaba sujeta a unas precisas condiciones en el régimen administrativo,
en particular en cuanto a los recursos al alcance del administrado y los términos para la interposición de los mismos.
En efecto, tanto la Ley 24 de 1947, como el Código Procesal del Trabajo remitían a un procedimiento reglado, puesto
que la ley se refería al agotamiento del “procedimiento de reclamación” que se hubiese establecido en las disposiciones
que daban origen a los derechos reclamados, y el código preveía el agotamiento del “procedimiento gubernativo o
reglamentario correspondiente”. A su vez, de conformidad con la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia,
existía perfecta armonía entre el artículo 7º de la Ley 24 de 1947 y el artículo 6º del C. de P.L. en la medida en que este
último era claro al prever que las acciones contra una entidad de derecho público solamente podrían iniciarse cuando se
hubiese agotado el procedimiento gubernativo o reglamentario correspondiente, lo que impedía, en criterio de la Corte
Suprema, confundir la petición inicial con el agotamiento de la vía administrativa, y por ende, tomar la primera como el
inicio del término prescriptivo, sin tener en cuenta que cuando la Administración no responde la reclamación
administrativa “… dentro del plazo perentorio de un mes, solamente vencido éste, era dable empezar a contabilizar el
lapso de la eventual extinción ipso jure del derecho.”

La Corte Constitucional, en Sentencia T-01 de 1999, acogió la jurisprudencia sentada sobre este punto por la Sala de
Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia, y consideró que una interpretación contraria a la expresada por la
Corte Suprema y conforme a la cual, en los términos de los artículos 6 y 151 del C.P.L. y 488 del C.S.T., para
interrumpir la prescripción basta el simple reclamo del trabajador, con lo cual comienza a correr el nuevo término,
independientemente de lo concerniente al agotamiento de la vía gubernativa que tiene su trámite especial, constituía una
vía de hecho, por desconocer el principio de favorabilidad, que la Constitución entiende como “... situación más
favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho...”.

La disposición acusada, contenida en la Ley 712 de 2001, de alguna manera se orientó a resolver esas inquietudes. Así,
en la exposición de motivos del Proyecto de Ley 154 de 1999 - Cámara, se expresó que “[la doctrina ha entendido que
el agotamiento de la vía gubernativa (artículo 6º CPT) es un factor de competencia”, y que en esa medida, “[e]l
proyecto propone una regulación más clara sobre la reclamación administrativa y sus efectos, ajustándose a la actual
estructura del Estado, señalando expresamente el plazo de un mes para entender ocurrido el agotamiento en caso de
no responderse la petición y consagrando la suspensión del término de prescripción durante el tiempo en que se esté
adelantando la correspondiente reclamación.”

Esa norma introdujo, en lo que concierne al debate que aquí se ha planteado, tres modificaciones significativas al
contenido del anterior artículo 6º del Código Procesal del Trabajo: Primero, sustituyó el requisito de agotar el
procedimiento gubernativo o reglamentario correspondiente, que se había interpretado como la necesidad de agotar la
vía gubernativa en los términos de la correspondiente regulación legal, por el de agotar una “reclamación
administrativa”, que la misma norma define como “… el simple reclamo escrito del servidor público o trabajador
sobre el derecho que pretenda”. En segundo lugar, incorporó en el texto de la norma la previsión que ya se venía
aplicando jurisprudencialmente a partir de lo dispuesto en el artículo 7º de la Ley 24 de 1947, según la cual la
reclamación gubernativa se entendía agotada por la tardanza de un mes o más en resolver la solicitud. Y, finalmente,
añadió a la disposición el inciso conforme al cual mientras estuviese pendiente el agotamiento de la reclamación
administrativa “… se suspende el término de prescripción de la respectiva acción.”.

En ese contexto procede la Corte a analizar, a la luz de las disposiciones constitucionales, la manera como la disposición
demandada ha regulado el agotamiento de la reclamación administrativa como presupuesto para acudir a la justicia
ordinaria laboral, para lo cual se referirá en primer lugar al alcance del derecho de petición y de las figuras del
agotamiento de la vía gubernativa y el silencio administrativo negativo.

4. El derecho de petición

Es abundante la jurisprudencia constitucional en torno al contenido, el ejercicio y el alcance del derecho de petición y
sobre su carácter de derecho constitucional fundamental. Una síntesis sobre la materia se encuentra en la Sentencia T-
1160A de 2001, en la cual la Corte consignó los siguientes criterios:

“El artículo 23 de la Carta faculta a toda persona a “presentar peticiones respetuosas ante las autoridades” – o ante las
organizaciones privadas en los términos que señale la ley –, y, principalmente, "a obtener pronta resolución". Consiste
no sólo en el derecho de obtener una respuesta por parte de las autoridades sino a que éstas resuelvan de fondo, de
manera clara y precisa la petición presentada.
En un fallo reciente, la Corte Constitucional resumió las reglas básicas que rigen el derecho de petición, tal y como han
sido precisados en su jurisprudencia:

“a) El derecho de petición es fundamental y determinante para la efectividad de los mecanismos de la democracia
participativa. Además, porque mediante él se garantizan otros derechos constitucionales, como los derechos a la
información, a la participación política y a la libertad de expresión.

“b) El núcleo esencial del derecho de petición reside en la resolución pronta y oportuna de la cuestión, pues de nada
serviría la posibilidad de dirigirse a la autoridad si ésta no resuelve o se reserva para sí el sentido de lo decidido.

“c) La respuesta debe cumplir con estos requisitos: 1. oportunidad 2. Debe resolverse de fondo, clara, precisa y de
manera congruente con lo solicitado 3. ser puesta en conocimiento del peticionario.

“e) Este derecho, por regla general, se aplica a entidades estatales, esto es, a quienes ejercen autoridad. Pero, la
Constitución lo extendió a las organizaciones privadas cuando la ley así lo determine.

“g) En relación con la oportunidad de la respuesta, esto es, con el término que tiene la administración para resolver las
peticiones formuladas, por regla general, se acude al artículo 6º del Código Contencioso Administrativo que señala 15
días para resolver. De no ser posible, antes de que se cumpla con el término allí dispuesto y ante la imposibilidad de dar
una respuesta en dicho lapso, la autoridad o el particular deberá explicar los motivos y señalar el término en el cual se
realizará la contestación. Para este efecto, el criterio de razonabilidad del término será determinante, puesto que deberá
tenerse en cuenta el grado de dificultad o la complejidad de la solicitud. Cabe anotar que la Corte Constitucional ha
confirmado las decisiones de los jueces de instancia que ordenan responder dentro del término de 15 días, en caso de no
hacerlo, la respuesta será ordenada por el juez, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes.

“h) La figura del silencio administrativo no libera a la administración de la obligación de resolver oportunamente la
petición, pues su objeto es distinto. El silencio administrativo es la prueba incontrovertible de que se ha violado el
derecho de petición.

“i) El derecho de petición también es aplicable en la vía gubernativa, por ser ésta una expresión más del derecho
consagrado en el artículo 23 de la Carta. Sentencias T-294 de 1997 y T-457 de 1994.”

“En conclusión, el derecho de petición se garantiza cuando la administración responde de fondo, de manera clara y
precisa y dentro de un plazo razonable la solicitud presentada.”

Ha señalado la Corte que la obligación de la autoridad destinataria de la petición de proferir una respuesta oportuna, que
resuelva de fondo lo solicitado, y sea oportunamente comunicada a su destinatario, se desenvuelve en el ámbito de los
principios de suficiencia, congruencia y efectividad del derecho de petición. Al respecto la Corte ha señalado que
“[u]na respuesta es suficiente cuando resuelve materialmente la petición y satisface los requerimientos del solicitante,
sin perjuicio de que la respuesta sea negativa a las pretensiones del peticionario; es efectiva si la respuesta soluciona
el caso que se plantea (artículos 2, 86 y 209 de la C.P.); y es congruente si existe coherencia entre lo respondido y lo
pedido, de tal manera que la solución a lo pedido verse sobre lo preguntado y no sobre un tema semejante o relativo al
asunto principal de la petición, sin que se excluya la posibilidad de suministrar información adicional que se encuentre
relacionada con la petición propuesta

5. El agotamiento de la vía gubernativa y el silencio administrativo negativo

Sobre esta materia, específicamente en el ámbito de la justicia ordinaria laboral, que es el que interesa al asunto que se
viene tratando, la Corte Suprema de Justicia ha señalado que de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico, antes de
reclamarse ante los estrados laborales de la jurisdicción ordinaria alguna pretensión de orden social a cualesquiera de las
entidades enunciadas en el artículo 6º del C.P.L.S.S., se hace necesario que el interesado formule previamente su
petición de reivindicación ante éstas. Ha puntualizado la Corte Suprema de Justicia que “… el anterior procedimiento
gubernativo tiene por finalidad que las entidades de derecho público y social con antelación a cualquier controversia
ante los juzgados laborales, tengan la oportunidad de establecer, la procedencia o no del derecho que se pretende por
el peticionario, y que de ajustarse a la ley la respectiva reclamación, la misma sea reconocida directamente por el ente
obligado, logrando así, sin la intervención del Juez Laboral, la solución de un conflicto en cierne.”

En el artículo 6º del C.P.L.S.S. se adoptó una modalidad especial de aseguramiento de la oportunidad para la autotutela
administrativa, porque al señalarse que la reclamación administrativa cuyo agotamiento es presupuesto para ocurrir ante
la justicia ordinaria laboral, consiste en el simple reclamo escrito del servidor público o trabajador sobre el derecho que
pretenda, la sustrae del ámbito del agotamiento de la vía gubernativa previsto en el C.C.A. como requisito para que los
particulares puedan acudir ante la jurisdicción contencioso administrativa a demandar los actos administrativos
unilaterales y definitivos de carácter particular y concreto, para someterla a una regulación más general y sencilla,
conforme a la cual, en todos los eventos en que se pretenda demandar a una entidad pública ante la justicia ordinaria
laboral, un presupuesto de procedibilidad de la acción es esa previa reclamación administrativa.

Esa previsión que obra en beneficio de la Administración Pública no puede convertirse, sin embargo, en un instrumento
para que ésta eluda sus responsabilidades, ni constituirse en factor de indefensión de un administrado que, ante la falta
de respuesta de la Administración, se vería imposibilitado para acudir ante la jurisdicción. Por ello, como factor de
equilibrio entre la prerrogativa de la Administración y el derecho de acceso a la administración de justicia del
administrado, la ley ha previsto la figura del llamado silencio administrativo negativo, por virtud de la cual, transcurrido
cierto tiempo sin que la Administración responda, se entiende que la solicitud se ha denegado y a partir de ese momento
el administrado queda habilitado para acudir ante los tribunales.

La jurisprudencia constitucional ha sido enfática en señalar que si bien el silencio administrativo negativo constituye una
garantía para el administrado, al permitirle dar por agotada la vía gubernativa y acudir directamente a la administración
de justicia, esa figura no puede asimilarse a la respuesta a la que la Administración está obligada conforme a lo
dispuesto en el artículo 23 Superior.
Así, la Corte, en la Sentencia T-761 de 2005, señaló que

“El silencio administrativo negativo, permite que el ciudadano acuda ante la jurisdicción contencioso administrativa
para discutir el acto ficto mediante el cual se considera que la omisión de la autoridad administrativa en resolver la
petición, constituye una respuesta negativa a cuanto fue solicitado por el ciudadano. Pero debe aclararse que los actos
fictos configurados con la operancia del silencio administrativo negativo no sustituyen la respuesta material que la
autoridad está llamada a proferir, cuando es ejercitado el derecho de petición, tanto que la administración sigue
obligada a resolver la petición presentada.

Por otra parte el silencio administrativo, sólo es la consecuencia de la evidente violación del derecho de petición,
constituyéndose en la prueba de la omisión no reparada de ese mismo derecho.”

En efecto, la finalidad del silencio administrativo negativo no está orientada a hacer efectivo el derecho de petición,
porque aquel no resuelve material y sustancialmente lo solicitado Su finalidad, genera la posibilidad de controvertir el
acto presunto generado por la administración, controversia que versará sobre la legalidad de la actuación
administrativa o del acto correspondiente, de acuerdo con las normas a las que estaba sometida la administración.”

El silencio administrativo negativo no es equiparable a una respuesta, se trata de una ficción, para fines procesales y
establecida en beneficio del administrado, pero que no cumple con los presupuestos de una respuesta que de satisfacción
a la petición elevada a la Administración. A este respecto, en la Sentencia T-769 de 2002, la Corte sostuvo que “… la
respuesta oportuna, eficaz y de fondo que demanda el derecho de petición no se resuelve con la figura del silencio
administrativo, pues esta última tiene un fin de carácter procesal, es decir surge la posibilidad de acudir al control
judicial de la administración, pero no cumple con su fin sustancial, cual es obtener una decisión de la administración
sobre la solicitud de aclaración, modificación o revocación del acto administrativo recurrido”.

En la medida en que la reclamación que el administrado presenta a la Administración como presupuesto para agotar la
vía gubernativa, no obstante su especial regulación legal, es una expresión del derecho de petición, la figura del silencio
administrativo negativo, si bien habilita al administrado para dar por agotada la vía gubernativa y acudir directamente a
la jurisdicción, no significa que la Administración pueda sustraerse de su obligación de dar una respuesta a la solicitud
que le ha sido presentada. Esto significa que en los eventos de silencio administrativo negativo, el administrado puede
optar por acudir a la jurisdicción o por esperar una respuesta efectiva de la Administración, sin que esta última opción,
que es un desarrollo del derecho de petición, pueda acarrearle consecuencias adversas, como sería la de que a partir del
momento previsto para la operancia del silencio administrativo se contabilice el término de prescripción o de caducidad
de la respectiva acción.

De este modo, los términos de prescripción o de caducidad de las acciones judiciales establecen una consecuencia
adversa a la inactividad de aquellos en cuyo beneficio se han establecido dichas acciones.

Siendo ello así, parecería claro que esos términos extintivos no pueden correr en contra de quien, legítimamente, se
encuentra a la espera de la respuesta a una reclamación que ha presentado a la Administración. Y ello no sólo porque es
lo que resulta acorde con la naturaleza de los términos de prescripción y de caducidad de las acciones como sanción a la
inactividad del interesado, sino también porque el derecho de petición se vería comprometido si el silencio de la
Administración, de alguna manera, la exonerase de su deber de dar respuesta a las peticiones que se le formulen, porque
el transcurso del tiempo forzaría al administrado a acudir a la jurisdicción para evitar la prescripción de la acción, lo
cual, a su vez, implicaría que, una vez admitida la demanda, la Administración perdería competencia para pronunciarse
sobre la respectiva reclamación.

De hecho, en estricto sentido, el agotamiento automático de la vía gubernativa implicaría que la Administración pierde
competencia para pronunciarse sobre aquello que, por ministerio de la ley, se tiene como decidido de manera definitiva
en sede administrativa.
En tanto que, en las hipótesis en las cuales el silencio administrativo negativo da lugar a un agotamiento opcional de la
vía gubernativa, la ocurrencia del silencio administrativo, tal como de manera expresa se señala en el Código
Contencioso Administrativo, no le impide a la Administración resolver mientras no se haya acudido ante la jurisdicción
en lo contencioso administrativo a impugnar el acto presunto, cuando el agotamiento de la vía gubernativa por virtud del
silencio administrativo negativo es automático, la Administración pierde competencia para pronunciarse y los términos
de caducidad o de prescripción de las acciones empiezan a correr a partir del momento en el que se configura el silencio.
Tal regulación de los alcances del silencio administrativo, más aún cuando se aplica también a la reclamación inicial
presentada por el administrado, resulta contraria al derecho constitucional de petición, porque al privar de competencia
a la Administración, impide que se produzca una respuesta efectiva a la solicitud del administrado; es violatoria,
también, del debido proceso, porque como consecuencia del agotamiento automático de la vía gubernativa, el
administrado queda imposibilitado para recurrir el acto ficto y, por consiguiente, no puede controvertir ante la entidad
pública la decisión negativa a su reclamación, y es, finalmente, contraria al principio de publicidad de la actuación
administrativa, porque permite que la Administración mantenga en reserva las razones de su determinación.

6. Análisis de los cargos

Para la Corte es claro que la pretensión de seguridad jurídica que se expresa en la norma acusada no puede obrar en
detrimento del derecho de petición de los servidores públicos y que al establecerse el agotamiento automático de la vía
gubernativa se desnaturaliza el alcance del silencio administrativo negativo, el cual pasaría de constituir un mecanismo
procesal, establecido en beneficio del administrado, al permitirle acudir a la jurisdicción ante el silencio de las entidades
públicas, a adquirir el carácter de una verdadera respuesta de la Administración, en contravía con los presupuestos
constitucionales que delinean el contenido de la respuesta que satisface el derecho fundamental de petición.
En efecto, al disponerse el agotamiento automático de la vía gubernativa, la inacción de la autoridad produce, por si
misma, un efecto jurídico, con total independencia de la voluntad del administrado. Eso equivale a señalar que el
silencio de la Administración genera un acto que vale como respuesta, con el cual se concluye la actuación
administrativa y del que se derivan consecuencias adversas para el administrado, porque de inmediato empieza a correr
el término prescriptivo en su contra, sin haber obtenido un verdadero pronunciamiento de la Administración.

Así, la disposición acusada es contraria a la Constitución, no por establecer el silencio administrativo negativo en
beneficio del servidor público que quiera acudir a la justicia ordinaria laboral, sino por disponer para ese evento un
agotamiento automático de la vía gubernativa, al margen de la voluntad del servidor público afectado. La reclamación
administrativa que presenta el servidor público a la Administración como presupuesto para acudir a la justicia ordinaria
laboral es una manifestación del derecho de petición y, como tal, susceptible de amparo por la vía de la acción de tutela.
Tal como se ha expresado por la Corte, la ocurrencia del silencio administrativo negativo es la prueba palmaria de que se
ha desconocido el derecho de petición, y el interesado podría acudir ante el juez de tutela con el propósito de obtener una
orden para que la Administración de una respuesta efectiva a su reclamación. En tal hipótesis no resulta admisible que
mientras la Administración no haya respondido, por virtud del silencio administrativo negativo, corran en contra del
administrado los términos de prescripción de las acciones laborales.

Ahora bien, no obstante que se ha encontrado que la expresión acusada, en cuanto dispone un agotamiento automático
de la vía gubernativa, resulta contraria a la Constitución, observa la Corte que acceder a la pretensión de demandante y
declarar la inexequibilidad del aparte acusado del artículo 6º del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social
comportaría retirar del ordenamiento una garantía especial que se ha establecido a favor de los servidores públicos y
que, en si misma considerada, no solo no resulta contraria a la Constitución, sino que constituye contrapartida al
privilegio de la Administración de no ser demandada ante la jurisdicción hasta tanto no se cumpla el presupuesto
procesal del agotamiento de la reclamación administrativa, garantía que consiste en la posibilidad de acudir a la
jurisdicción ordinaria laboral cuando, transcurrido un mes a partir de la presentación de la reclamación administrativa,
no han obtenido una respuesta de la Administración.

Por ello habrá de producirse un fallo de efectos modulados, para disponer que la expresión “o cuando transcurrido un
mes desde su presentación no ha sido resuelta” contenida en el artículo 6º del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social, tal como fue modificado por la Ley 712 de 2001, es exequible siempre y cuando se entienda que el
agotamiento de la vía gubernativa por virtud del silencio administrativo negativo allí previsto, es potestativo del
administrado en cuyo beneficio se ha establecido tal figura, pero que si éste opta por esperar una respuesta formal y
expresa de la Administración, la suspensión del término de prescripción de la respectiva acción se extenderá por el
tiempo que tome ésta en responder.

RESUELVE

exequible

4. 34393
1. Identificación de la sentencia:
a. Bogotá Distrito Capital, marzo 22 de 2017.
b. Corte Suprema de Justicia, sala laboral.
2. Detalle del proceso.
- Demandados: CLINICA COLSANITAS S.A. Y COMPAÑÍA DE MEDICINA PREPAGADA COLSANITA S.A.
- Demandantes: LAREANO ALFREDO CHILEUIT.
3. Hechos.
- inicialmente fue contratado por COLSANITAS S.A. “desde el año 1988”, en calidad de “médico adscrito” para atender consulta
a los pacientes enviados a su consultorio particular.
- Tiempo después dicha entidad planeó y ejecutó la construcción de una clínica con consultorios médicos que hicieran parte de ella,
para la atención de sus afiliados durante las 24 horas del día, que se denominó Clínica Reina Sofía.
- Para la entrada en funcionamiento de esa clínica y el cubrimiento de los servicios ofrecidos, ofreció su concurso para atender por
turnos el servicio de urgencias mediante programación en listas de disponibilidad, y adicionalmente para todos los servicios de
neurocirugía, comenzando bajo esta nueva modalidad en enero de 1993.
- A partir de ese año 1993, debió cumplir obligatoriamente reglamentos, condiciones, procedimientos, etc., cambiando la relación
de “médico adscrito” a la de “médico vinculado” a través de un contrato verbal de trabajo que se mantuvo hasta el día “30 de
noviembre de 1999”; y que en desarrollo de esa vinculación laboral, estaba obligado a actuar como médico de Colsanitas en
urgencias de acuerdo al turno de disponibilidad.
- Narró que cuando se encontraba disponible, no podía ausentarse de la ciudad sin autorización del Coordinador o Jefe del servicio
de Neurocirugía, pues debía presentarse inmediatamente se le llamara; que su consultorio tenía comunicación interna con la
clínica y su computador funcionaba en red a fin de que su actividad médica fuera controlada por Colsanitas.
- Adujo que como integrante del equipo médico de la mencionada clínica, hacía parte del equipo de trabajo de neurocirugía,
acataba las órdenes o instrucciones del Jefe del respectivo servicio o área; que en junta médica del “16 de marzo de 1995”, el
Director Científico de la Clínica Reina Sofía lo designó como Coordinador del Servicio de Neurocirugía de tal Clínica y de
Colsanitas.
- continuando en calidad de Coordinador Nacional de Neurocirugía de Colsanitas hasta el “30 de septiembre de 1998”, y luego
volviendo a ejecutar la labor de médico, siempre subordinado, donde su superior le pasaba memorandos “llamándole la atención
e incluso sancionándolo.
- Agregó que Colsanitas S.A. y la Clínica Reina Sofía, han actuado de mala fe al darle el mismo trato a los médicos de planta y a
los adscritos, ocultando para su caso el verdadero contrato de trabajo que los vinculó a partir del mes de enero de 1993.
4. Pretensiones y contenidos de los fallos.
- ¿Cuáles fueron las pretensiones del demandante?
o se declarara que entre las partes existió un contrato de trabajo verbal a término indefinido, entre el 28 de enero de 1993 y el
30 de noviembre de 1999, el cual finalizó de manera unilateral, ilegal e injusta.
o Como consecuencia de ello se le condenara a pagarle a su favor, salarios insolutos correspondientes al mes de “octubre de
1998”, cesantías y sus intereses, prima de servicios, vacaciones, dos horas semanales de que trata el artículo 21 de la Ley 50
de 1990, indemnización por despido, indemnización moratoria, tanto por no consignar en un fondo la cesantía de los años
1993 a 1999 conforme al numeral 3° del artículo 99 de la Ley 50 de 1990, como por la no cancelación oportuna de salarios y
prestaciones sociales en los términos del artículo 65 del C. S. del T., aportes a la seguridad social, corrección monetaria o
indexación, lo que resulte probado ultra o extrapetita y a las costas.
- ¿Cuáles fueron las excepciones del demandado?
o CLÍNICA COLSANITAS S.A: se opuso a la prosperidad de las pretensiones.
 Propuso las excepciones de falta de causa, inexistencia de la obligación, cobro de lo no debido, pago y
prescripción.
 que algunos médicos adscritos a la Compañía de Medicina Prepagada Colsanitas S.A., al igual que
como lo hizo el demandante, adquirieron consultorios en la misma edificación donde funciona dicha
Clínica; que para la atención de los asegurados o afiliados de la Compañía de Medicina Prepagada
Colsanitas S.A., la Clínica facilitaba sus instalaciones o infraestructura hospitalaria al médico adscrito,
para que realizara los procedimientos quirúrgicos propios que se programaran, tal como sucedía con el
accionante; que bajo este contexto cualquier nexo del actor en calidad de “médico adscrito”, lo era
con la Compañía de Medicina Prepagada Colsanitas S.A. más no con la Clínica;
o COMPAÑÍA DE MEDICINA PREPAGADA COLSANITAS S.A.: oponiéndose al éxito de las peticiones incoadas.
 Y formuló la excepción previa de falta de competencia que en la primera audiencia de trámite se
declaró no probada, y las de fondo que denominó falta de causa, inexistencia de la obligación, cobro
de lo no debido, pago y prescripción.
- ¿En qué consistió el fallo de primera instancia?
o Absolvió a las sociedades demandadas.
- ¿Qué consistió el fallo del tribunal?
o apeló la demandante.  condenó el fallo absolutorio a las sociedades demandadas.
o El ad-quem refiriéndose tanto a la prueba documental como a la testimonial obrante en el proceso, para arribar a la
conclusión de que no se había logrado probar la subordinación respecto al demandante, esto es, el cumplimiento de horarios
y el acatamiento de órdenes, y que si bien está acreditado de que éste prestó sus servicios como médico neurocirujano, no lo
fue bajo el amparo de un contrato de trabajo.
o Se recepcionaron numerosas declaraciones que niegan la existencia del vínculo laboral
o De las anteriores pruebas no se puede colegir la subordinación, ni el cumplimiento de horarios y mucho menos que el
accionante debía acatar órdenes.
o Se probó que el demandante prestaba sus servicios como médico neurocirujano pero no se demostró que tal servicio se
hiciera bajo el amparo de un contrato de trabajo, pues no existe prueba que permita concluir el elemento de subordinación
en la relación. Lo que se observa es que para la prestación del servicio en la Clínica Reina Sofía existía un catálogo de
obligaciones a cumplir pero que eran inherentes a la prestación eficiente del servicio de atención en salud, tal como la
realización de juntas médicas, organización de las especialidades, disposición de turnos y cronograma para la realización
de cirugía, pero de ningún modo que tales disposiciones equivalían a subordinación en la relación
5. Cargos del recurrente:
1. El tribunal cometió los siguientes errores de hecho:
a. No dar por demostrado, estándolo, que el demandante estuvo vinculado a través de una relación laboral
subordinada desde el 28 de enero de 1993 hasta el 30 de noviembre de 1999.
b. No dar por demostrado, estándolo, que durante todo el tiempo que el dte prestó su sus servicios, y no se le
pagaron cesantías anuales, vacaciones causadas.
o Lo anterior, se dio por la apreciación errónea de las pruebas. Como por ejemplo: el memorando de coordinador de
Neurocirugía, turnos de disponibilidad, etc.
o Es por lo anterior, que de acuerdo a las pruebas documentales que el tribunal NO apreció que se demuestra que la actividad
personal del demandante era una actividad totalmente subordinada.
 Por ejemplo: la comunicación donde el demandante como coordinador del departamento de
Neurocirugía recibe instrucciones del director científico de la clínica. Adicional, el 28 de mayo de
1996, el gerente médico le informó sobre las nuevas “tarifas que por honorarios médicos regirán a
partir del 1ro de junio de 1996”.
6. Problema jurídico: ¿tuvo el demandante un contrato de trabajo con la Compañía de medicina Prepagada Colsanitas?
7. Consideraciones:
- Bajo esa órbitra, la controversia se centra en el elemento de la subordinación jurídica. Sin embargo, el propio demandante es
consciente que a partir del año de 1993 estuvo vinculado inicialmente como médico adscrito independiente.
- La corte, ahora en adelante se enfrasca a analizar el material probatorio que el tribunal no apreció. Por lo tanto, infiere que los
documentos no apreciados demuestran que el dte todo el tiempo no fue médico adscrito independiente, sino fue a partir del año de
1995 que tuvo otra condición de “jefe o coordinador del departamento de neurocirugía” y luego como “coordinador nacional de
neurocirugía”.
- De suerte que, de la valoración de las anteriores probanzas la Sala encuentra el primer error evidente del tribunal, dado que dichas
documentales no son exclusivas a una prestación eficiente del servicio en la atención de los pacientes por parte de médicos adscritos
independientes, sino que es indudable que se desprende una dependencia o subordinación jurídica específica.
- Por todo lo dicho, el cargo prospera y habrá de casarse parcialmente la sentencia impugnada, en cuanto no declaró la existencia
del contrato de trabajo y absolvió a las demandadas de la cesantía, intereses a la misma, prima de servicios, vacaciones e
indexación.
SENTENCIA DE INSTANCIA.
- Cabe resaltar que, la dependencia laboral con las entidades demandadas fueron entre los años 1995 y 1998 en donde el actor
ejerció la jefatura o coordinación de neurocirugía de la clínica y lego la coordinación nacional de neurocirugía. Posteriormente,
volvió a su condición de simple médico adscrito sin subordinación, lo que se traduce que se logró destruir la presunción de
contrato de trabajo en los periodos: 1993, 1994 y 1999.
- Ha de estimarse que al haberse propuesto por las demandadas la excepción de prescripción y estar presentada la demanda el 16
de junio de 2000 los derechos demandados causados con anterioridad al 16 de junio de 1997 quedaran prescritos. Se aclara que,
ningún periodo de vacaciones se encuentra prescrito ya que el descanso remunerado es exigible solo cuando venza el año que
tiene el empleador para concederlo. Tampoco opera la prescripción frente a la cesantía anual no consignada oportunamente en el
respectivo fondo
DE LA PRESCRIPCIÓN DE LA CESANTÍA (lo importante de la sentencia).
o El auxilio de cesantía que no fue consignado en la oportunidad prevista en la ley, es decir antes del 15
de febrero del siguiente año, no se encuentra afectado por el fenómeno jurídico de la prescripción
en vigencia de la relación laboral, así la ley disponga que su liquidación sea anual, habida
consideración que para efectos de su prescripción debe contabilizarse el término desde el momento
de la terminación del contrato de trabajo, que es cuando verdaderamente se causa o hace exigible tal
prestación social, en los términos del artículo 249 del C. S. del T..
o En efecto, el auxilio de cesantía es una prestación social y cualquiera que sea su objetivo o filosofía, su
denominador común es el de que el trabajador solo puede disponer libremente de su importe cuando se
termina el contrato de trabajo que lo liga con su empleador. Pues durante la vigencia de su vínculo,
no puede acceder al mismo sino en casos especiales que están regulados por la ley.
o En cambio, cuando el contrato de trabajo finaliza, el trabajador puede disfrutar sin cortapisa alguna de
dicha prestación.
o Se apunta lo anterior, por cuanto ese denominador común no varió con la expedición de la Ley 50 de
1990, que sustancialmente cambió la forma de liquidación del auxilio de cesantía; pues si antes se
liquidaba bajo el sistema conocido como el de la retroactividad, ahora, desde la vigencia de dicha
ley se liquida anualmente con unas características que en seguida se precisarán.
o El artículo 99 de la citada Ley 50 de 1990, nos llevan a la conclusión de que la prescripción del auxilio
de cesantía de la forma regulada por el precepto en comento, empieza a contarse desde la
terminación del contrato de trabajo y no antes.
o El numeral 1° determina que el 31 de diciembre de cada año el empleador debe hacer la liquidación del
auxilio de cesantía correspondiente al año calendario respectivo o por la fracción de este, sin perjuicio
de la que debe efectuarse en fecha diferente por la terminación del contrato de trabajo. Es decir, que
cuando el trabajador labora todo el año calendario, a 31 de diciembre de ese año se le debe liquidar la
prestación. No obstante, cuando el contrato de trabajo se termine en fecha diferente, la liquidación
deberá abarcar el período comprendido entre el 1º de enero del año respectivo y el día en que el
contrato de trabajo finalice.
o El hecho de que el empleador renuente a la consignación, le implique el pago de un día de salario por
cada día de retardo, no significa que el término de prescripción como modo de extinguir una
obligación, empiece desde la fecha límite que tenía para consignar anualmente, pues no es eso lo que
regula el artículo 99 de la ley 50 de 1990, sino otra cosa bien diferente y que atrás quedó consignado;
pues de otro lado, tampoco debe olvidarse que dicha sanción solo va hasta la finalización del contrato
de trabajo, por virtud de que en este momento la obligación de consignar se convierte en otra, cual es la
de pagar directamente al trabajador los saldos adeudados por auxilio de cesantía, incluyendo los no
consignados en el fondo.
o Por tanto, la obligación de consignar que tiene el empleador no supone que su omisión en ese sentido
haga exigible desde entonces el auxilio de cesantía correspondiente a la anualidad o fracción de año en
que se causó, por virtud de que la exigibilidad de esa prestación social, en estricto sentido lógico
jurídico -y en ello se debe ser reiterativo-, se inicia desde la terminación del contrato de trabajo.
o Además, frente a la liquidación de la cesantía, con corte al 31 de diciembre de cada año, la cual debe
consignarse a más tardar el 14 de febrero del año siguiente, lo que surge es una relación contractual
entre el empleador y el fondo, en el que aquél se obliga a consignar al fondo de cesantía administrado
por la respectiva sociedad y ésta se compromete a administrar esos recursos en los términos del artículo
101 de la Ley 50 de 1990, en cuya relación, convenio y trámite respectivo, para nada interviene el
trabajador y menos le surge obligación alguna que tenga que cumplir en este aspecto
o Lo expresado quiere decir, que mientras esté vigente el contrato de trabajo, no se puede hablar de
prescripción de la cesantía como derecho social, lo cual se deduce de la interpretación sistemática tanto
de los artículos 98 y 99 de la Ley 50 de 1990, como de los artículos 25, 53 y 58 de la Constitución
Política; 254, 255 y 256 del C. S. del T., 1º del Decreto 2076 de 1967, 1° a 7 del Decreto 222 de 1978;
83 de la Ley 79 de 1988; 46 de Ley 9ª de 1989; 166 del D.L. 663 de 1993 y 1º, 2º y 3º del D.R. 2795 de
1991.
8. Decisión: NO CASA.

5. C-470/11
Magistrado ponente: Nilson Pinilla Pinilla.
Norma demandada: artículos 45, 47 y 48 de la ley 1395 de 2010, “por la cual se adoptan medidas en materia de descongestión.”
CAPITULO II.
REFORMAS AL CÓDIGO PROCESAL DEL TRABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL.
Artículo 45. El artículo 5 del C.P.T y de la seguridad social, modificado por el artículo 3 de la ley 712 de 2001, quedará así:
Artículo 5. Competencia por razón del lugar. La competencia se determina por el último lugar donde se haya prestado el servicio o
por el domicilio del demandante, a elección de este. En los circuitos donde no haya juez laboral conocerá de los procesos el
respectivo juez del circuito, civil o, en su defecto el promiscuo.
Artículo 47. El numeral 3 del parágrafo 1 del artículo 77 del C.P.T y de la seguridad social, modificado por el artículo 11 de la ley
1149 de 2007, tendrá un tercer inciso, cuyo texto será el siguiente:
Si en la audiencia o en cualquier etapa del proceso resultan probadas con documento pretensiones de la demanda que versan sobre
derechos ciertos e irrenunciables del trabajador, el juez ordenará el pago y el proceso continuará en relación con las demás
pretensiones.
Artículo 48. Modifíquese el artículo 86 del C.P.T. y de la seguridad social, el cual quedará así:
Artículo 86. Sentencias susceptibles del recurso. A partir de la vigencia de la presente ley y sin perjuicio de los recursos ya
interpuestos en ese momento, sólo serán susceptibles del recurso de casación los procesos cuya cuantía exceda de 220 veces el
salario mínimo legal vigente.
DEMANDA:
- Artículo 45: se cambió la regla: ahora en donde en vez de demandar en el domicilio del demandado, se demanda al
domicilio del demandante.
o Vulnera los artículos 1, 13, 29 y 229 de la CP e instrumentos internacionales vinculantes para Colombia (Pacto
Internacional de DD civiles y políticos, Convención Americana de DDHH)
o Esta nueva regla rompe la igualdad de las cargas procesales en perjuicio del empleador demandado, ya que además
de que puede el demandante elegir la localidad donde se realizará el proceso, ahora lo podrá obligar a comparecer
en su propio domicilio. Es claro, que en la relación laboral hay una intrínseca desigualdad a favor del empleador,
razón por la cual el legislador establece mecanismos para su solución, pero no por eso hay que irse a los extremos.
o Esta nueva normatividad es una ventaja excesiva a favor de los trabajadores, por lo que, viola derechos y garantías
de los empleadores, específicamente la igualdad, el derecho de defensa y la posibilidad de acceder a la
administración de justicia.
- Artículo 47. Durante esa audiencia o en cualquier etapa del proceso resultan probadas pretensiones que versen sobre DD
ciertos e irrenunciables del trabajador, el juez ordenará e pago y el proceso continuará con las demás pretensiones.
o Esta norma vulnera los artículos 13, 29 debido proceso, 31 principio de doble instancia y 229 acceso a la
administración de justicia.
o Este artículo no contribuye a asegurar la justicia e igualdad, sino por el contrario es injusto y desproporcionado. Lo
anterior, no existe fundamento claro para autorizar al juez a ordenar, en cualquier etapa del proceso, el pago de
acreencias que versen sobre derechos supuestamente ciertos e irrenunciables. Adicional, tampoco existe fundamento
claro en el que esta potestad del juez no resulte aplicable a los procesos que se adelanten ante otras jurisdicciones
distintas a la laboral.
o Adicional, ya existe un interés legislativo de protección del trabajador, como por ejemplo el fallo extra y ultra petita
y adicionalmente la carga de la prueba en relación con la relación laboral.
o Mencionan que las medidas que establezcan un trato desigual, estén sustentadas en la previa existencia de una
desigualdad fáctica relevante, pues, solo podrá ser válida en la medida en que sea clara la previa existencia de
condiciones de desigualdad materia. En consecuencia, como esta norma carece de validez, se sacrificarían bienes
de mayor importancia de los que se pretende proteger. Por cuanto, resguardar derechos ciertos e irrenunciables del
trabajador, lesionarían garantías sensibles como el derecho de defensa.
o Esta norma no garantiza el derecho a la contradicción de la prueba. -> derecho al debido proceso.
- Artículo 48. Incrementa la regla a 220 veces el salario mínimo mensual.
o Se señala que un elemento de racionalidad para los incrementos es la no superación del 50% de la suma anterior,
parámetro que fue ignorado, pues supera el 83%.
o Esta regla es marginal para los trabajadores que interpongan recurso extraordinario de casación, debido al actual
salario mínimo legal. Tanto así, ponen un ejemplo en el cual en el caso de indemnización por despido injusto de un
trabajador que devengue un salario cercano a 10 SMLV no tendría acceso al recurso. Por lo que, viola el artículo
229 de la CP.

PROBLEMA JURÍDICO.
- La corte no se pronunciará respecto del artículo 48, debido que ya lo declaró inexequible en virtud de la sentencia C-
371/2011. Solo se pronunciará sobre los artículos 45 y 47.
- ¿viola los artículo 45 y 47 de la ley 1395/2010 los artículos 1, 29 y 229 de la constitución política, en especialmente por ser
desproporcionados en detrimento al empleador?
- ¿Realmente el artículo 45 de la ley 1395 contiene una situación excesivamente desventajosa para el empleador?

CONSIDERACIONES:
1. Análisis sobre la exequibilidad del artículo 45.
- el planteamiento del eventual conflicto constitucional parte del reconocimiento de que todas las instituciones del derecho
laboral han sido establecidas para la protección de los trabajadores.
- Alcance: esta norma no gobierna el tema de la competencia territorial en la totalidad de casos atribuidos a la jurisdicción
laboral, pues también los arts 7 y 11 contienen regulaciones sobre el particular.
2. Elementos del juicio de proporcionalidad.
- Se va a determinar el grado de exigencia que debe tener el test en relación con la norma:
o Se aplicará un test de intensidad intermedia debido que afecta el ejercicio de derechos fundamentales a la igualdad,
debido proceso y acceso a la justicia.
o Primer elemento: FINALIDAD. Una vía para determinar la finalidad es el estudio de la exposición de motivos que
en su momento acompañó al proyecto. El artículo demandado tuvo un propósito central a contribuir a alcanzar la
descongestión judicial en vista al crecimiento de la demanda de justicia en el país. -> el eventual grado de
congestión de los despachos judiciales sería uno de los indicadores de rendimiento a tener en cuenta en relación con
su desempeño.
 Por lo que, se necesitaba contar con mecanismos para que se supere el tema de la congestión judicial.
 En conclusión, es una finalidad constitucionalmente importante.
 Sin embargo, la descongestión judicial no puede ser asumida como un fin sino como un mecanismo
complementario para garantizar el acceso de la administración de justicia
 Este elemento sí cumple con el test.
o Segundo elemento: IDONEIDAD para alcanzar la finalidad propuesta, es decir contribuir a reducir los niveles de
congestión.
 El proyecto de ley y su exposición de motivos no ofrecieron evidencia estadística que sustentara de manera
clara la supuesta idoneidad de la medida.
 De igual manera, en caso de producirse el efecto visualizado (descongestión) no se reduciría el número
total de procesos laborales. Adicional, sugiere la experiencia que lo más frecuente es que las partes tengan
su domicilio en un mismo lugar, caso en el cual no produce un efecto de descongestión.
 No se cumple.
o Tercer elemento: NECESIDAD DE LA MEDIDA. Es decir, si la medida es indispensable para el logro el objetivo
propuesto.
 La corte encuentra que la medida NO resulta necesaria.
 Pues, al congestión judicial es una problemática amplia y multifactorial que podría o ampliarse o reducirse
con el efecto de una CANTIDAD de distintas circunstancias, por lo que resulta difícil determinar si es
necesaria.
o Cuarto elemento: PROPORCIONALIDAD EN ESTRICTO SENTIDO.
 La posibilidad de ser demandado en lugar distinto al propio domicilio supone dificultades para el adecuado
ejercicio del derecho a la defensa.
 La opción que a norma ofrece al actor podría convertirse en una condición potestativa, en la que una de las
partes escoge dónde ventilará su caso - beneficioso, pero es gravosa para la parte contraria. Esta
circunstancia la ha repugnado el derecho procesal precisamente por estas dificultades que supone. Por lo
tanto, la regla analizada puede resultar desfavorecedora.
 Considera la corte que esa posibilidad resulta excesiva, aún en los casos donde el demandado sea el
empleador y tenga que asumir gastos en torno a esa circunstancia,
 En el caso concreto de la relación laboral, es sin duda desigual, su corrección viene del C.S.Y.
 De igual manera, para las dos partes es desventajoso.
 Resulta difícil para un juez conocer de un proceso que versa sobre hechos y situaciones ocurridos en otra
localidad, por lo que eventualmente tiene que solicitar las comisiones a los funcionarios, circunstancia que
conspira en contra a la deseada descongestión. Por lo tanto, esas situaciones resultan contrarias al
adecuado funcionamiento del sistema.
 Por lo tanto, rompe con el principio de proporcionalidad.
- Conclusión: prosperan los cargos de las demandantes
3. Elementos del juicio de proporcionalidad del artículo 47
- Test de intensidad intermedia.
o FINALIDAD: como ocurre con todas las disposiciones de la ley 1395 el objetivo es contribuir a la descongestión
del sistema judicial, propósito por el cual es legítimo.
o IDONEIDAD: observa la corte que la posibilidad de ordenar anticipadamente los pagos siempre que sea razonable
es un mecanismo que permitiría reducir el alcance de la controversia sobre el cual deberá resolver el juez. Si ello
ocurre se obtendrían ventajas en la descongestión. La corte encuentra cumplido este propósito.
o NECESIDAD: se considera necesaria ya que en comparación con otras medidas que pudieran adoptarse para
favorecer la descongestión.
o PROPORCIONALIDAD: este criterio NO concurre. La corte observa que son mayores las dificultades que
resultan, en primer término para los empleadores y al sistema judicial en conjunto. Pues, es posible que se adopten
decisiones (órdenes de pago) que carezcan de suficiente debate probatorio y especialmente que no observen
principio de contradicción de la prueba. La norma no previó la procedencia de recursos, por lo que los derechos de
la parte demandada pueden sufrir una grave vulneración.
 en efecto, si se asume que esas órdenes se asemejan a u mandamiento ejecutivo, se observa que frente a
ellas no proceden excepciones de fondo, oportunidad que la ley reconoce incluso en procesos de única
instancia
4. sobre la infracción del artículo 31 superior.
- La norma no contiene una previsión expresa que excluya la posibilidad de la procedencia de recursos, pero silencio que al
respecto se observa es elocuente, por lo que se interpreta que no cabe recurso.
- La norma es contraria al artículo 31. Surge la necesidad de ofrecerle a las partes y especialmente al afectado la posibilidad de
impugnarla, tal como lo garantiza el art 31.
- Para que se considere válida la improcedencia de recursos respecto de decisiones que tengan carácter de sentencia son en el
caso en donde una norma lo exprese, y en donde tienen exposición de motivos del porqué es así. Por lo tanto, el presente
caso, la norma no establece de manera expresa la improcedencia de recursos.
- Observa la corte, que en el improbable caso en que ese tipo de decisión sea un auto, sería un auto interlocutorio y a partir de
ahí entenderse que contra él procede recurso de reposición, más no el de apelación por no encontrarse contemplado en el art
65.
- En conclusión, esta tácita improcedencia de recursos es una razón adicional para concluir que esta regla es contraria a la
constitución.

DECISIÓN:
- INEXEQUIBLES LOS ARTÍCULOS 45 Y 47.

ACLARACIÓN DE VOTO – MARÍA VICTORIA CALLE CORREA.


- En primer lugar, salva el voto respecto del artículo 48, reiterando lo mismo que en su momento había manifestado en la
sentencia de constitucionalidad que declaró inexequible el artículo 48.
o Para ella, no resulta contraria al derecho del trabajo y del acceso a la administración de justicia, debido que está
dentro del margen de configuración del legislador.

No se encuentra de acuerdo que se haya hecho un juicio de razonabilidad intermedio, debió ser leve debido que siempre que se recurre
al juicio de razonabilidad se está ante un problema real de igualdad por lo que, en el presente caso no hay razones que permitan
sostener lo contrario

6. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, MP


ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN, Radicación n° 31122
- Demandante: María Rita Serna Arenas y como agente oficioso de Julio Cesar González López
- Demandado: Juzgado primero municipal de pequeñas causas laborales de Manizales, juzgado segundo laboral del circuito y
la sala laboral del tribunal superior del distrito judicial

HECHOS:
a) Andrés demando a Rita y a Cesar para obtener la declaratoria de existencia de un contrato de trabajo y el pago de diversos
créditos de carácter laboral; la acción correspondió por reparto al Juzgado Primero Municipal de Pequeñas Causas Laborales
de Manizales quien, en la audiencia correspondiente, declaró confesó a González López a pesar de haberse demostrado su
incapacidad física para asistir, y al dictar el fallo ignoró, “el valor probatorio de unos documentos aportados”, los condenó al
pago de $11´334.000.

b) Rita instauró acción de tutela en nombre propio y como agente oficiosa de Cesar pues consideró que se les vulneraron los
derechos al debido proceso, pues se le declaro confeso habiendo una fuerza mayor que le impedía asistir a la audiencia. El
juzgado segundo laboral del circuito concedió la tutela y dejó sin efecto la sentencia proferida por el juzgado de pequeñas
causas, además le ordena fijar nueva fecha para audiencia de juzgamiento, en la que no se tendrá en cuenta la declaratoria de
confeso que pesaba sobre el señor Cesar, asignándole el valor probatorio que corresponde a los documentos visibles a folios
12 y 13 del expediente

c) El juzgado de pequeñas causas profiere una nueva sentencia donde la condena es mas gravosa elevando la sentencia de
$11.334.000.oo a $35.722.299.97 atentando contra el principio de no reformatio in pejus y finalmente, la accionante refirió
que según lo preceptuado en el artículo 46 de la Ley 1395 de 2010, el Juez accionado solo es competente para conocer de
procesos cuya cuantía no supere los 20 salarios mínimos legales mensuales vigentes, pues si dicho quantum se excede
perderá competencia

d) Rita presento nueva acción de tutela y solicitó anular la providencia dictada por el Juzgado Primero Municipal de Pequeñas
Causas Laborales de Manizales el 6 de septiembre de 2012, y que el superior del Despacho judicial accionado, se abstenga
de resolver el recurso de apelación concedido irregularmente por la Juez Accionada, y se devuelva el expediente a quien
corresponda adelantar el trámite inicial adecuado a dicho proceso en cuento a competencia por cuantía, de acuerdo a lo
presentado en la demanda

e) La demandada argumento que no se quebrantó el principio de la no reformatio in pejus, ya que las dos sentencias dictadas
por el Despacho no guardan relación entre sí, pues se recuerda que la primera fue dejada sin efecto, por lo que nuevamente al
realizar el estudio para dictar el fallo, se volvió a realizar los cálculos de las acreencias laborales e indemnizatorias,
encontrando que las mismas ascendían a los valores que se dejaron plasmados en dicha sentencia

Dijo que aunque el proceso inicialmente se presentó como de única instancia, la prosperidad de múltiples pretensiones que
excedían de 20 S.M.L.M.V. provocó que se concediera el recurso de apelación contra el segundo fallo

CONSIDERACIONES DE LA CORTE:
a) En el inciso 3° del artículo 46 de la Ley 1395 de 2010, que modificó el artículo 12 del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social, se establece que los Jueces Municipales de Pequeñas Causas y Competencia Múltiple en la jurisdicción
laboral, “conocen en única instancia de los negocios cuya cuantía no exceda del equivalente a veinte (20) veces el salario
mínimo legal mensual vigente”, siendo de conocimiento de los Jueces Laborales del Circuito todo aquel proceso cuya cuantía
supere el nuevo límite económico trazado en la norma

Se impone, entonces, a los operadores de justicia un riguroso control que le permita establecer con absoluta certeza el
cumplimiento de aquellos presupuestos que le otorgan la competencia para conocer de un determinado proceso, y para ello,
deben cuantificar el valor de las pretensiones al momento de la presentación de la demanda

Si el funcionario encuentra alterada la cuantía que se fija en el mencionado artículo 12 del Estatuto Procesal Laboral, sea de
forma oficiosa o por vía de excepción, debe declarar su falta de competencia para adelantar la litis y disponer la remisión
inmediata del expediente al Juez correspondiente. En caso de que el desafuero se detecte cuando ya se ha adelantado el
trámite, la decisión procesal que se adopte no es otra que declarar la nulidad de lo actuado de conformidad con lo dispuesto
en el numeral 2° del artículo 140 del Código de Procedimiento Civil, y enviar el expediente a quien corresponda

b) Las pruebas allegadas con el escrito de tutela permiten colegir que a la fecha de presentación de la demanda las pretensiones
que impetró Andrés Felipe Cardona Cardona contra la accionante y Julio Cesar González López superaban los 20
S.M.L.M.V. demarcados por el legislador en el artículo 12 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social como
factor de competencia en razón de la cuantía

El trámite procesal que el Juzgado accionado imprimió al proceso ordinario que aquí se controvierte fue inadecuado desde su
inicio, pues carecía de competencia para tramitar el conflicto litigioso, irregularidad procesal que conculcó a la accionante su
derecho fundamental al debido proceso, según el cual ninguna actuación judicial puede obedecer al arbitrio del juzgador,
como sucede en este caso, en donde se vulneraron, además, los derechos fundamentales a la defensa, a la doble instancia y al
acceso a la administración de justicia; menos podía, en ese horizonte, enviar al Tribunal el recurso de “ súplica” interpuesto,
que adecuó como de apelación, pues huelga reiterar que la naturaleza municipal le impedía abrogarse esa potestad, dado que
solo está llamada a resolver asuntos que no excedan el límite fijado por el legislador

DECISIÓN:
- Impone conceder el amparo solicitado por María Rita Serna Arenas; en consecuencia, se ordenará al Juzgado accionado que
en el término de cuarenta y ocho (48) horas, a partir de la notificación de la presente decisión, proceda a anular la actuación
adelantada en el proceso ordinario instaurado por Andrés Felipe Cardona Cardona contra la accionante y Julio Cesar
González López, a partir del auto admisorio de la demanda, de conformidad con lo aquí expuesto, y proceda a remitir el
proceso al Juez competente.
7. SL- 462 de 2021

8. C-043 de 2021
MAGISTRADO PONENTE: CRISTINA PARDO SCHLESINGER.
Norma demandada: artículo 37ª de la ley 712 de 2001.
Artículo 37ª. El artículo 85ª del C.P.T y de la seguridad social quedará así:
Artículo 85ª. Medida cautelar en proceso ordinario. Cuando el demandado en juicio ordinario, efectué actos que el juez estime
tendientes a insolventarse o a impedir la efectividad de la sentencia, o cuando el juez considere que el demandado se encuentra en
graves y serias dificultades para el cumplimiento oportuno de sus obligaciones, podrá imponerle caución para garantizar las
resultas del proceso, la cual oscilará de acuerdo a su prudente juicio entre el 20 y el 50% del valor de las pretensiones al momento
de decretarse la medida cautelar.
En la solicitud, la cual se entenderá hecha bajo la gravedad de juramento, se indicarán los motivos y los hechos en que se funda.
Recibida la solicitud, se citará inmediatamente mediante auto dictado por fuera de audiencia a audiencia especial al quinto día hábil
siguiente, oportunidad en la cual las partes presentarán pruebas acerca de la situación alegada y se decidirá en el acto. La decisión
será apelable en el efecto devolutivo.
Si el demandado no presta caución en el término de 5 días no será oído hasta tanto cumpla con dicha ordena.
LA DEMANDA.
- Vulnera el principio de igualdad ya que estiman que es menor garantista para la parte demandante en comparación con las
ventajas que el CGP otorga en su régimen de medidas cautelares. Es la única noma que regula las medidas cautelares en el
proceso laboral. por lo que, no se puede hacer remisión al CGP por existir norma especial.
- Patrón de comparación: en ambos casos, pertenecen a la categoría común de los justiciables donde están incluidas a
aquellas personas que acuden a la especialidad laboral de la jurisdicción ordinaria y solicitan el decreto de medida cautelares
y también hacen lo mismo, pero ante la especialidad civil de la MISMA JURISDICCIÓN. Pues, todos aquellos que acuden a
la misma jurisdicción, a un proceso de naturaleza declarativa, con la misma finalidad (reconocimiento de un derecho) e
intentan valerse de la misma herramienta (medidas cautelares). De acuerdo a lo anterior, sí resulta viable la comparación de
estos dos regímenes.
- Trato desigual:

CGP CPT
1. listado de medidas disponibles: 1. listado de medidas disponibles:
- El juez puede reconocer derecho de manera - aspecto no previsto en el régimen de medidas cautelares. Pues,
provisional, lo cual otorga un grado de protección consagra un listado insuficiente de medidas.
adecuado a las personas que acuden a la especialidad - la norma solo se limita a la caución como única medida cautelar,
civil. lo cual deja un amplio campo de pretensiones y derechos
- en procesos declarativos, consagra como medidas desprovistos de amparo.
cautelares: i) inscripción de la demanda, ii) embargo 2. efectividad de las medidas cautelares:
y secuestro iii) cualquier otra medida que el juez - la norma brinda una cobertura deficiente cuando impone al
considere pertinente. demandado a prestar caución únicamente el 30 y 50% del valor de
2. efectividad de las medidas cautelares. las pretensiones.
- permite al juez el resguardo de la totalidad de estas, - la norma no contiene una medida efectiva contra la insolvencia
por ejemplo a través del embargo y secuestro. del demandado, aun cuando la caución es parcial ello no evita que
- permite al juez adoptar medidas que evitan el demandado ejerza actos tendientes a insolventarse. Pues su
materialmente la insolvencia de la parte pasiva. consecuencia, es que no es escuchado en el proceso. Sin embargo,
3. estándar para el decreto de la medida cautelar. no evita que pueda insolventarse. –> la norma no establece una
- contiene un estándar equilibrado y flexible al valor medida idónea para garantizar el cumplimiento material del fallo
las circunstancias de la parte activa y buscar la ante la eventual insolvencia del demandado.
garantía de sus derechos. 3. estándar para el decreto de la medida cautelar.
4. plazo para resolver la petición cautelar y su - la medida cautelar opera cuando el juez advierta que el
cumplimiento. demandado efectúa actos tendientes a insolventarse o a impedir la
- la medida cautelar debe ser resuelta a más tardar el efectividad de la sentencia.
día siguiente del reparto o presentación de la 4. plazo para resolver la petición cautelar y su cumplimiento.
solicitud. - será resuelta en audiencia que se llevará a cabo el “5to día hábil
siguiente”.
- por último, recuerdan que la constitución otorga a los derechos del trabajo y de la seguridad social una protección
constitucional reforzada, lo cual no se ve reflejado en la especialidad laboral de la jurisdicción ordinaria. Si bien, el legislador
con amplia potestad en materia procesal no le es permitido so pretexto de mantener la autonomía entre las especialidades de
la jurisdicción ordinaria, consagrar menos garantías procesales para quienes acuden a la especialidad laboral.

PROBLEMA JURÍDICO: ¿Viola el artículo 37ª de la le 712/001 el derecho constitucional a la igualdad, especialmente por tener un
trato desigual y menos beneficioso a comparación del régimen general procesal?
CONSIDERACIONES DE LA CORTE.
1. Análisis sobre la cosa juzgada en el presente asunto.
- Hubo una sentencia que también se refirió a este artículo, en donde se demanda la inequibilidad de esta norma debido que la
disposición era discriminatoria para trabajadores del sector público porque las cauciones reales no podían recaer sobre los
bienes del Estado. La corte desestimó el cargo porque advirtió que la norma no hace referencia a la inembargabilidad de los
bienes del estado.
2. Las medidas cautelares y la libertad de configuración legislativa en materia procesal.
- Las medidas cautelares protegen provisionalmente, mientras dura el proceso, la integridad de un derecho discutido dentro del
mismo. Tiene amplio espectro constitucional, ya que se desarrolla en el principio de eficacia de la administración de justicia,
el derecho de las personas a acceder a ella y contribuye a la igualdad procesal. Por lo tanto, las personas tienen derecho a
contar con mecanismos para asegurar la efectividad de las sentencias favorables.
- Las medidas cautelares, dada su finalidad, se caracterizan por ser instrumentales, provisionales, accesorias, preventivas y
urgentes.
o Intrumental: constituyen un medio para alcanzar un fin.
o Provisional: permanece vigente mientras subsistan los supuestos de hecho o de derecho que originaron su
imposición.
o Accesorias: dependen de la existencia de un proceso.
o Preventivas y urgentes: de no adoptarlas pronto podría aumentar el riesgo de que se presenten daños irreversibles.
- Dos presupuestos para decretar una medida cautelar:
o Periculum in mora (peligro en la demora): riesgo al no adoptarse la medida sobrevenga un daño mayor del que
se expone en la demanda.
o Apariencia de buen derecho: aduce a un principio de veracidad en cuanto a la afectación del derecho invocado.
3. El procedimiento laboral y el derecho de los trabajadores a acceder a la justicia en condiciones de igualdad.
- La corte ya ha tenido la oportunidad de pronunciarse sobre la relación que existe entre las normas de procedimiento laboral y
la importancia de que estas garanticen el acceso a la justicia en condiciones de igualdad.
o C-372/2011: declaró inexequible una norma reformatoria del procedimiento laboral que aumentaba de 120 a 220
SMMLV la cuantía para acudir a la sala laboral de la CSJ. Determinó que no era proporcional a partir de un criterio
económico ya que sacrifica otros valores y principios constitucionales.
o C-424/2021: fue revisado el artículo 69 del CPT el cual establece que las sentencias de 1ra instancia totalmente
adversas al trabajador serán necesariamente consultadas al tribunal. Fue acusada por solo referirse a sentencias de
1ra instancia, y no de única instancia. La corte estableció que no era proporcional, pues presentaba un sacrificio
desproporcionado a la parte más débil de la relación en razón al valor pecuniario. Estableció que también van a ser
revisadas las sentencias de única instancia.
4. La caución como medida cautelar prevista en el CPT y seguridad social.
- El artículo 37ª de la ley 712 de 2001 supone una novedad en este aspecto, consagrando la caución como única medida
cautelar en esta clase de procesos.
- La razón de ser de la medida es precisamente evitar el desconocimiento de la sentencia, pes cuando el demandado efectúe
actos tendientes a insolventarse, podrá el juez imponer caución garantizando el cumplimiento de la misma.
- Lo que busca la norma es asegurar que quien es demandado, cumpla a cabalidad con las resultas del proceso y si, después de
valorar las pruebas, el juez estime procedente decretar la medida cautelar, de lo contrario, la sentencia podría quedar en el
vacío.
5. Solución del caso en concreto.
a. Examen de igualdad sobre el trato diferenciado entre los justiciables que solicitan medidas cautelares ante las
especialidades laboral y civil de la jurisdicción ordinaria.
o Se hará un juicio de igualdad. El cual se surtirá en dos etapas:
 Término de comparación:
 Establecer si dicha diferenciación está justificada o no.
 Juicio de igualdad INTERMEDIO.
b. El patrón de comparación.
o Se debe identificar si estamos ante situaciones comparables.
o Respuesta: sí son comparables.
o La corte comparte el punto de vista de los demandantes, en razón de que el patrón de comparación ya ha sido
admitido con anterioridad en la jurisprudencia. El debate NO está centrado en si los sujetos comparables comparten
o no características y finalidades semejantes. El elemento esencial por definir es la comparación entre los sujetos es
la especialidad de la justicia. Para la sala, se trata de grupos comparables que se encuentran en una misma situación
jurídica y fáctica. Tanto los justiciables en materia laboral y en materia civil tiene derecho al acceso a la
administración de justicia y los respectivos procedimientos que tienen para hacerlo tienen en común la figura de la
medida cautelar. Pero, difiere en su contenido y alcance. El hecho de que existan intereses jurídicos o pretensiones
en la cual acuden a una u otra especialidad no impide compararlos.
c. Trato diferenciado.
o Resulta evidente, a primer vista, que hay un trato diferente basado en la especialidad de la jurisdicción ordinaria a la
que se concurre.
o Para determinar si se está ante un trato diferente, se debe determinar si el artículo 590 del CGO aplica únicamente a
la especialidad civil o si podría ser invocado en el proceso laboral.
o Si resulta que el art 590 del CPG también puede aplicarse en la justicia laboral, entonces no estaríamos frente a un
trato diferenciado, puesto que los justiciables tendrían la misma oportunidad de solicitar las medidas cautelares que
piden las personas que demandan ante jueces civiles.
o Se debe tener de presente dos normas: artículo 145 CPT sobre la aplicación analógica y el artículo 1ro del CGP el
cual dice que regula la actividad procesal de todos los asuntos de cualquier jurisdicción.
o Sin embargo, la sala laboral de la CSJ ha dicho que respecto de los arts 145 CPT y el art 1 del CGP NO hay
aplicación analógica del artículo 590 del CGP ya que existe en el CPT una norma especial que regula las medidas
cautelares.
o Sin embargo, la sala comparte la posición de los demandantes y considera que existe un trato diferenciado, puesto
que tanto los justiciables en materia laboral y civil tienen regímenes de medidas cautelares diferentes en cuanto al
listado posible de medidas, su efectividad para asegurar el cumplimiento de la sentencia, el estándar de aplicación y
el plazo para resolver sobre su solicitud.
d. Nivel de intensidad del juicio integrado de igualdad.
o Juicio integrado de igualdad nivel intermedio.
o FINALIDAD: se trata de un instrumento para garantizar el efectivo cumplimiento de una eventual sentencia
favorable al demandante. En conclusión, la medida cautelar de caución establecida en la norma demandada cumple
un fin constitucionalmente importante por cuanto busca asegurar el cumplimiento de una eventual sentencia
favorable al demandante.
o CONDUCENCIA: No conduce a una protección efectiva y preventiva de otros derechos fundamentales del
trabajador que no podrían asegurarse provisionalmente con la caución. Ante ello, procesalmente no cumpliría
plenamente el propósito para el que fue diseñada, que es salvaguardar los derechos mínimos e irrenunciables del
trabajador. La sala evidencia que el régimen cautelar civil es más ventajoso, si se compara con el proceso laboral.
sin duda, refleja un déficit de protección cautelar para los justiciables en el proceso laboral.
 No obstante, la corte descarta declarar la inexequibilidad de la norma ya que ello pondría en situación más
gravosa a los justiciables, ya que en sí la norma persigue una finalidad constitucionalmente válida.
 En tal sentido, la cote considera que existe otra interpretación de la norma acusada que permite garantizar
el derecho a la igualdad. Consiste en sostener que el artículo 37ª sí admite ser complementado por la
remisión normativa a las normas del CGP, dado que el primero no contempla una disposición especial que
proteja preventivamente los derechos reclamados en aquellos eventos donde la caución es ineficaz.
Aplicación analógica que procede únicamente del artículo 590 numeral 1, literal C es decir de las medidas
cautelares innominadas.
 La posibilidad de aplicar analógicamente las medidas cautelares innominadas del proceso civil en el laboral
se debe a que el legislador responde a “la variedad de circunstancias que se pueden presentar” en el
proceso, por lo que resultan idóneas y eficaces para prevenir daños y garantizar la tutela judicial de los
derechos de los trabajadores.
 Por el contrario, las demás medidas previstas en el artículo 590 del CGP responden a solicitudes
específicas del proceso civil. Si se admitieran en el proceso laboral todas las medidas cautelares del CGP,
implicaría que en él pudiera solicitarse la inscripción de la demanda o el embargo y secuestro de un bien
pasando por alto que el legislador habilitó esas medidas para casos particulares en lo civil.
 La corte exhorta al congreso para que legisle sobre la materia, de modo que el procedimiento ordinario
laboral pueda contar con un régimen de medidas cautelares propio.

RESUELVE:
- INEXEQUIBLE CONDICIONAL, en el entendido que la jurisdicción ordinaria laboral puede invocarse medidas cautelares
innominadas previstas en el literal C numeral 1 artículo 590 del CGP.

SALVAMENTO DE VOTO.
i. La sala debió inhibirse para decidir, por ineptitud de la demanda, por cuanto los sujetos identificados NO son comparables y en
esa medida no es posible adelantar un juicio de igualdad.
ii. Los ciudadanos que acuden a la jurisdicción ordinaria en su especialidad civil NO son comparables con los que acuden a la
especialidad laboral. En este examen no se consideró el elemento central que, a mi juicio impide la comparación: la especialidad
del régimen procesal. Este elemento atiende a: (i) el tipo de intereses que se debaten, (ii) los sujetos que concurren a la
jurisdicción, y (iii) la coherencia del sistema en su conjunto.

 El CPTSS regula las controversias relacionadas con el contrato de trabajo, el fuero sindical, los conflictos
colectivos de trabajo, las relaciones entre los afiliados y las entidades del sistema de seguridad social, las relaciones
de servicios personales de carácter privado, el derecho de asociación de los trabajadores, entre otros . Estas
controversias tienen las siguientes particularidades que justifican el régimen sustantivo y procesal particular:
 En consecuencia, las relaciones del trabajo y la seguridad social presentan particularidades en su surgimiento,
definición y desarrollo que involucran importantes intereses constitucionales, principalmente desde una perspectiva
de dignidad humana. El fundamento de las reglas especiales que gobiernan las relaciones laborales es la dignidad
en tanto el trabajo es la herramienta a través de la que el ser humano asegura su sustento, ejerce un rol en la
sociedad, desarrolla su potencialidad, y porque la situación de subordinación laboral puede generar situaciones de
abuso.
 El CGP regula la actividad procesal en los asuntos civiles, comerciales, agrarios y de familia, y constituye el marco
supletivo en materia procesal cuando el ordenamiento no prevé norma especial . Las controversias en las áreas en
mención están determinadas por circunstancias que difieren ostensiblemente de las lógicas y particularidades de la
normatividad del trabajo, lo que se evidencia en sus instituciones principales
 En consecuencia, el régimen procesal definido para solventar las controversias en materia civil, comercial, agraria y
de familia responde a intereses, bienes y derechos en los que la autonomía de los asociados tiene un rol
preponderante y, en la mayoría de casos están relacionadas con derechos disponibles por las partes, principalmente
de carácter patrimonial. Esta situación incide en el tipo de procesos, su estructura y la definición de las instituciones
correspondientes.

9. SENTENCIA SL3276-2018 RADICACIÓN N.° 78252


- Decide la corte la acción de revisión interpuesta por la unidad administrativa especial de gestión pensional y contribuciones
parafiscales de la protección fiscal (UGPP) en el proceso que adelantaba TERESA TORRES VS CAJA NACIONAL DE
PRESENSION SOCIAL (CAJANAL)

ANTECEDENTES

- La UGPP señala que TERESA laboro para el ICBF hasta que le fue reconocida una pensión de vejez por CAJANAL
condicionada a la demostración del verdadero retiro del servicio, la señora sigui trabajando se le actualizo la suma, sigui
trabajando y en un momento cajanal no quiso actualizar el valor de su pensión por lo que se dio inicio a un proceso en el que
se ordeno actualizarla cifra paso de 200 millones a 400 basado en el 75% del salario mas alto devengado, posteriormente
CAJANAL modifico el acto administrativo y estableció el retroactivo pensional de 18 millones
- La entidad actora interpone acción de revisión señalando que la procedencia del mecanismo extraordinario «cuando la
cuantía del derecho excediere lo debido de acuerdo con la ley, pacto o convención colectiva que le eran legalmente
aplicables».
- La señora TERESA es beneficiaria del régimen de transición de la ley 100 por lo que se respeta el régimen anterior al que se
encontraba afiliada (ley 33 de 1985) allí se dispone que la pensión será del 75% del salario promedio durante el ultimo año
de servicio (acá se incurrió un error porque le dieron el 75% del salario mas alto)
- Así pues, solicita la revisión de la sentencia de 3 de noviembre de 2006, dictada por el Juzgado Doce Laboral de Medellín en
el proceso ordinario laboral n.° 05 00 131 05 012 2004 00177 00 y, en consecuencia, se condene a Teresa Elda Torres
Higuita a reintegrar a la Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la Protección
Social - UGPP los valores cancelados por concepto de la reliquidación de su pensión de vejez, en cumplimiento de lo
ordenado en la sentencia antes referenciada.

CONSIDERACIONES

1.1 FINALIDAD DE LA ACC. EXTRAORDINARIA DE REVISION

- La revisión de reconocimiento de sumas periódicas a cargo del tesoro público o de fondos de naturaleza pública las
providencias que decreten el reconocimiento de sumas de dinero o pensiones podrán ser revisadas por el consejo de estado a
solicitud del gobierno, podrá solicitarse cuando
a) el reconocimiento se haya obtenido con violación al debido proceso
b) Cuando la cuantía del derecho reconocido excediere lo debido de acuerdo con la ley, pacto o convención colectiva que le
eran legalmente aplicables

- básicamente es una excepción a la cosa juzgada que busca proteger el patrimonio publico, esta acción protege la moralidad
publica (que los servidores se siñan a ley), el interés general y el debido proceso (evitando incurrir en desequilibrios de la
relacion procesal)

1.2 DIFERENCIAS ENTRE LA ACC. DE REVISION Y EL RECURSO DE REVISION

ACCION RECURSO

 No necesariamente son las partes las que lo  Es interpuesto por las partes de un proceso con el fin de
promueven, la ley797 legitima al gobierno para reconsiderar un decision
ejercerla mediante el ministerio de trabajo y hacienda
entre otros al igual que la UGPP

 No necesariamente es dentro del proceso ya que se  se da dentro del proceso


pueden controvertir conciliaciones y transacciones
extrajudiciales
 en principio la conducta de quien actuo en el proceso 
NO es oponible al accionante
 Sus causales se encuentran en el ART 20 de la ley  5- Sus causales se encuentran en el art 31 de la ley 712
797
 procede frente CUALQUIER providencias judiciales,  Procede contra sentencias ejecutoriadas y contra
conciliaciones o transacciones (no solo sentencias) conciliaciones laborales en ciertas hipótesis
que reconozcan pensiones o sumas periódicas de
dinero con cargo al tesoro o fondos de naturaleza
pública, en dos hipótesis adicionales: (1) cuando el
reconocimiento se haya obtenido con violación al
debido proceso, y (2) cuando la cuantía del derecho
reconocido excediere lo debido de acuerdo con la ley,
pacto o convención colectiva que le eran legalmente
aplicables.

 Dependerá si va a ordinario o contensioso admin. Sin  Limita la competencia del juez que lo conocera, ya que
embargo será siempre el organi del nivel mas alto debe ser el superior de quien emite la sentencia
(consejo de estado y corte suprema)
 Inicialmente se decua que podrían ser revisadas en  Mismo termino de 5 años que debe empezar a contarse
cualquier tiempo, pero después fue declarado desde el día siguiente de la notificación de la sentencia
inexequible y se le asigno el mismo termino que al
del recurso de revisión, es decir 6 meses siguientes a
la ejecutoria de la sentencia penal sin que se exceda
de 5 años a partir de la sentencia laboral o
conciliacion

2.3DIFERENCIAS ENTRE EL RECURSO Y ACCIÓN EXTRAORDINARIA DE REVISIÓN, Y EL PROCESO ORDINARIO LABORAL


- Tanto el recurso como la acción son diferentes al proceso ordinario laboral, los dos primero tienen como finalidad
controvertir los efectos de cosa juzgada, a diferencia del proceso que se promueve para controvertir cualquier vicio o error
contenido en un acto jurídico

- En el proceso ordinario NO existe titular calificado para el derecho como si sucede en la acción y en el recurso
- El proceso ordinario procede contra una conciliación o transacción cuando se reclama la nulidad por vicios de
consentimiento, causa o objeto ilícito o una violación de derechos ciertos e indiscutibles

- El proceso ordinario podrá ser inciado dentro de los 3 años contados desde el momento en el que se hace exigible la
obligación (NO 5 como sucede en la acción o recurso)

Mecanismo Recurso extraordinario de Acción extraordinaria de revisión de Proceso ordinario laboral


procesal revisión reconocimiento de sumas periódicas
a cargo del tesoro público o de
fondo de naturaleza pública

Actos Procede contra: Proceden contra cualquier Permite la resolución de conflictos de


jurídicos providencia judicial, transacción o orden laboral y de seguridad social,
contra los - Sentencias ejecutoriadas conciliación extrajudicial que decrete que no tengan un trámite especial.
que se dirige proferidas por la Sala Laboral reconocimiento que imponga al
o conflictos de la Corte Suprema de tesoro público o a fondos de Este trámite incluye las controversias
que permite Justicia, la Sala Laboral de los naturaleza pública, la obligación de contra actos jurídicos que no tengan
ventilar Tribunales Superiores y jueces cubrir sumas periódicas de dinero o fuerza de cosa juzgada, así como la
laborales, dictadas en procesos pensiones de cualquier naturaleza. pretensión de nulidad de la
ordinarios. conciliación o transacción por vicios
del consentimiento, causa u objeto
- Conciliaciones laborales (en ilícito, o vulneración de derechos
los casos previstos en los ciertos e indiscutibles.
numerales 1, 3 y 4 del art. 31
de la L. 712/2001).

Competenci Si la providencia contra la cual Su conocimiento corresponde a la Su conocimiento corresponde en


a se dirige el recurso es emitida Corte Suprema de Justicia o Consejo primera o única instancia a los jueces
por el Juzgado Laboral, su de Estado, de acuerdo con sus laborales, según la cuantía del asunto.
conocimiento corresponde al competencias.
Tribunal Superior del Distrito. En segunda instancia, conocen los
Tribunales superiores de Distrito
Cuando se dirige contra la Sala Judiciales y, en sede de casación, la
Laboral del Tribunal Superior, Sala de Casación Laboral de la Corte
conoce la Sala de Casación Suprema de Justicia.
Laboral de la Corte Suprema
de Justicia.

Cuando se dirige contra


providencias emitidas por la
Sala de Casación Laboral de la
Corte Suprema de Justicia,
conoce dicha colegiatura.

Cuando se dirige contra


conciliaciones laborales, los
competentes son los
Tribunales Superiores de
Distrito Judicial.

Puede ser interpuesto por las Puede ser interpuesta a solicitud del Cualquier sujeto que se considere
partes del proceso ordinario al Gobierno Nacional, por conducto del lesionado en su interés jurídico o
Titularidad interior del cual se profirió la Ministerio de Trabajo, del Ministerio derecho subjetivo
sentencia ejecutoriada o de Hacienda y Crédito Público; el
suscribió la conciliación. Contralor General de la República o el
Procurador General de la Nación.

También está legitimada la UGPP por


expreso mandato del art. 6, num. 6,
D. 575/2013.

Mecanismo Recurso extraordinario de Acción extraordinaria de revisión de Proceso ordinario laboral


procesal revisión reconocimiento de sumas periódicas
a cargo del tesoro público o de
fondo de naturaleza pública

Causales: La revisión podrá solicitarse, además: No hay causales o situaciones


Causales específicas
1. Haberse declarado falsos 1. Cuando el reconocimiento se haya
por la justicia penal obtenido con violación al debido
documentos que fueron proceso.
decisivos para el
pronunciamiento de la 2. Cuando la cuantía del derecho
sentencia recurrida. reconocido excediere lo debido de
acuerdo con la Ley, pacto o
2. Haberse cimentado la convención colectiva que le eran
sentencia en declaraciones de legalmente aplicables.
personas que fueron
condenadas por falsos
testimonios en razón de ellas.

3. Cuando después de
ejecutoriada la sentencia se
demuestre que la decisión fue
determinada por un hecho
delictivo del juez, decidido por
la justicia penal.

4. Haber incurrido el
apoderado judicial o
mandatario en el delito de
infidelidad de los deberes
profesionales, en perjuicio de
la parte que representó en el
proceso laboral, siempre que
ello haya sido determinante en
este.

Término Dentro de los seis (6) meses El término de prescripción para Las acciones que emanen de las leyes
para ejercer siguientes a la ejecutoria de la ejercer la acción extraordinaria de sociales prescribirán en tres años, que
la acción o sentencia penal sin que pueda revisión es de 5 años contados desde se contarán desde que la respectiva
promover el excederse de cinco (5) años la fecha de creación del acto o obligación se haya hecho exigible.
recurso contados a partir de la ejecutoria de la providencia que se
sentencia laboral o de la pretende anular, o de la notificación Se deja a salvo la posibilidad de
conciliación, según el caso. de la sentencia de la Corte demandar en cualquier tiempo la
Constitucional C-835 de 2003 si el revisión de las pensiones o
acto es anterior a esta. prestaciones periódicas contenidas en
actos jurídicos desprovistos de los
A la fecha, frente a los procesos efectos de cosa juzgada, a fin de que
iniciados por la UGPP por pensiones se determine su valor correcto.
reconocidas por la extinta Cajanal e
ISS, la Corte ha sostenido que el plazo
se computa desde la fecha en que
aquella asumió la defensa judicial de
estas (autos AL1479-2018 y AL1932-
2018).

CASO CONCRETO

- El demandante acude apropiadamente a la acción de revisión, la UGPP solicita que se reajuste la ultima liquidación que se
hizo con base al salario mas alto incluyedno las bonificaciones y demás prestacioensdebiedo ser al promedio del ultimo año
- La sala establece que el transito legislativo solo la beneficia en cuanto al tema de la edad, semanas de cotización y el % de
reemplazo que se aplica mas NO la base reguladora de la pensión o los ingresos en los que se fundamenta la liquidación
estos últimos se rigen por la ley 100, esto sin negar el principio de favorabilidad, de lo contrario se estaría violando el
principio de igualdad al reconocer privilegios pensionales, para efectos de determinar los factores salariales integrantes del
IBL se aplica la norma vigente al momento de la causación del derecho, TAMPOCO deben tenerse en cuenta para liquidar la
pensión ciertos rubros que pudieran tener connotación salarial solo debe ser la asignación básica mensual, los gastos de
representación, la remuneración por trabajo dominical o festivo, la bonificación por servicios prestados, así como las primas
técnica y de antigüedad, ascensional y de capacitación, cuando constituyan factor de salario. Por consiguiente, no tienen tal
naturaleza la bonificación de junio o prima de servicios, la prima de vacaciones, la bonificación o prima de navidad, y mucho
menos las vacaciones

DECISION

- Prospera la acción extraordinaria de revisión SIN EMBARGO, no se dispondrá la devolución de las sumas de dinero que
fueron pagadas en exceso, toda vez que no es posible imputar a Teresa Elda Torres Higuita una conducta desprovista de la
buena fe, dado que la reliquidación de la pensión fue consecuencia de un pronunciamiento judicial que se encontraba en
firme y amparado por la presunción de legalidad y acierto
- UNICAMENTE INVALIDA LA SENTENCIA

10. SL 5012 de 2016, Rad. 43117


La Corte decidirá sobre un recurso de casación interpuesto por Jorge Mahmud Ocampo contra sentencia proferida por la Sala
laboral del Tribunal del Distrito judicial de bogota en 2009, en un proceso ordinario laboral que el isntauro contra la sociedad
ANGELCOM S.A.

¿QUÉ PASÓ?
- El demandante pretendía que se declarara NULA una concicliacion celebrada el 21 de octubre del 2004 ante el juzgado 17
del circuito de bogota. También pidió que se declarara que entre las partes existió una relación laboral que tuvo vigencia
desde el 1 de septiembre de 1998 hasta el 15 de octubre del 2004 en el cargo de asistente de la gerencia general. Como
consecuencia, se pretendía condenar a la sociedad a devolver los salarios descontados por concepto de:
o retención en la fuete
o pagar auxilio de cesantía
o intereses a la misma y la sanción por la no cancelación oportuna
o primas de servicio
o compensación de las vacaciones
o sanción moratoria (art 99 ley 50 de 1990 por cada cesantía que se dejo de pagar)
o indemnización por despido unilateral sin justa causa que comprende lucro cesante y daño emergente
- prejuicios morales
- lo que resulte probado extra y ultra petita, hasta las costas (se fue con toda este men)
- La ultima suma devengada fue de 6.500.000 -> desarrollo varias funciones en el cargo, no se le afilio a ningún fondo de
cesantía. En la conciliación se dijo que se le pagarían 21.000.000 equivalente a la indemnizacion por finalización de contrato
sin justa causa con una base salarial de 6.500.000. Pero no se le ofreció ninguna suma adicional a titulo de conciliación,
luego ese acto carece de causa por afectar derechos ciertos e indiscutibles y vulnerar el principio de irrenunciabilidad,
tornándose su objetivo en ilícito.
- La empresa, se OPUSO de manera total a las pretensiones del demandante. Admitio que en cuanto a los hechos si bubo
relación de de trabajo pero aclaro que lo fue mediante la modalidad de contrato de prestación de servicios profesionales con
pago de honorarios, acepto que se le daban 6.500.000 mensuales con cuenta de cobro y que s ele hacia el descuento de ley
por retención en la fuente y que las partes firmaron un acuerdo de confidencialidad, respecto de lo demás lo negó y alego
mala fe del demandate, buena fe de la accionada, inexistencia de la obligación e inexistencia de causa para demandar.
- Se intento celebrar una conciliación quedando la sociedad a paz y salvo por todo concepto, que la suma conciliatoria seria de
21.000.000 libre de impuestos y retenciones. EL juz sexto laboral del circuito de bogota, declaro probada la excepción previa
de cosa juzgada y dispuso la terminación del proceso, pero esa decisión fue apelada y revocada por el Tribunal superior de
Bogota en 2006, ordeno que esa exceocion previa debía resolverse en la sentencia y que se continuara con el tramite.
- Para ser mas claros:

INSTANCIAS
PRIMERA INSTANCIA: Juzgado laboral del circuito en 2008 absolvio a la sociedad demandada de todas las pretensiones formuladas
y condeno en costas al accionante.

SEGUNDA INSTANCIA: Sala laboral del Tribunal Superior del Distrito judicial de Bogota, en 2009 confirmó íntegramente la decisión
e impuso las costas de ambas instancias al demandante.

RECURSO DE CASACION: concedido por el Tribunal y admitido por la corte, esto se resolverá.

ALCANCE DE LA IMPUGNACION: el recurrente pretende que la corte CASE la sentencia recurrida para que en sede de instancia, se
revoque la decisión de primer grado e imparta las declaraciones y condenas solicitadas en la demanda inicial. Por esto mismo el
demandante formulo el “primer cargo” que fue objeto de replica y eso es lo que se estudiara:

CARGO ÚNICO

El demandante acuso la sentencia de violar por via indirecta en la modalidad de aplicación indebida los artículos 332 y 333 del
código de procedimiento civil, art 20 y 78 del CPL como violación medio que condujo a la aplicación indebida de artículos
13.25.29.53,58,83,228 y 230 C.N y otros artículos del código civil, código sustantivo del trabajo, código procesal del trabajo y de
seguridad social, código de procedimiento civil.

El demandante alega que se cometieron esas violaciones a esos artículos por los siguientes errores de hecho:

- No haber identificado que hubo una relación personal de trabajo


- Haber declarado que hubo relación de carácter civil entre las partes.
- No apreciar pruebas como la demanda, la contestación, la conciliación.
- No apreciar las pruebas documentales dadas.
- Haber absuelto el interrogatorio de parte.

REPLICA: solicito rechazar el cargo, se alego que la conciliación entre las partes es totalmente valida y el Tribunal determino que no
hubo pruebas de la existencia de algún vicio de consentimiento, por tanto es valido.

CONSIDERACIONES:
Como primera aclaración – el error de hecho para que se configure, debe venir acompañado de las razones que lo demuestran, que
su existencia aparezca NOTOTRIA, PROTUBERANTE Y MANIFIESTA.
Ahora, la Corte no encuentra ninguna deficiencia probatoria por parte del tribunal y eso es lo que se va a aclarar:
1. En la sustentación del cargo, no explico en que consistió su errónea valoración en sí.

La Corte hace un recuento de los hechos que se lograron probar en el proceso, por parte del demandado y del demandante, en
donde sencillamente concluyo que efectivamente, las partes celebraron conciliación en el 2004 ante un funcionario competente a
efectos de poner fin la diferencia laboral, acuerdo que hizo transito a cosa juzgada, quedando la sociedad demandada a paz y salvo
respecto de lo que pago por mutuo acuerdo.
2. El acta de conciliación, se dejo claro que el demandante se vinculo bajo la modalidad de contrato civil de prestación de servicios
profesionales desde 1 de septiembre de 1998 hasta 30 de agosto del 2000 en la fimra, luego fue trasladado bajo la modalidad de
contrato de prestación de servicios hasta la fecha.

Ahí se hizo por mutuo acuerdo terminar sus relaciones contractuales y que allí se concilio cualquier derecho o acreencia laboral
acordando la sumatoria de 21.000.000 que el demandado de hecho, pagó por concepto prestacional: por salarios, cesantías,
intereses sobre la cesantía, vacaciones, indemnizaciones, bonificaciones, primas legales y extralegales y en general por todo derecho
nacido de la relación contractual civil o laboral que los vinculo.

La corte quiere resaltar que el hecho de que en el acta de conciliación se haga mención a que el demandante presto sus servicios al
demandado, utilizando vocablos como <relación laboral, salarios, cesantías, intereses, vacaciones, bonificaciones, etc> no quiere
decir que el demandado estuviera ACEPTANDO que para el periodo referido existiera una verdadera relación laboral de las partes,
sino que lo que realmente pasa es que los contendientes para ese momento ratidicaron que las relaciones contractuales que los
“ataron” se desarrollaron mediante la modalidad de contratos civiles de prestación de servicios profesionales y por eso mismo se
hizo el acuerdo conciliatorio para lograr una solución amigable y eso NO VIOLA DERECHOS CIERTOS E INDISCUTIBLES.

También, asi se hayan probado las piezas procesales y la prueba documental aportada al proceso, eso no le quita validez o legalidad
a la conciliación celebrada, ni demuestra la presencia de vicios en el consentimiento por las siguientes razones:

A. CONFESIÓN JUDICIAL DEL REPRESENTANTE LEGAL DE LA SOCIEDAD: EN EFECTO EXISTIÓ UNA CONFESIÓN DE LA EXISTENCIA DE
UN CONTRATO DE TRABAJO ENTRE LAS PARTES, YA QUE EL DEMANDANTE PRESTO SERVICIOS PERSONALES A LA DEMANDADA,
DESEMPEÑO VARIOS CARGOS, CUMPLIÓ FUNCIONES Y ESTUVO SUBORDINADO.
Frente a esto, la corte se da cuenta que las respuestas que suministro el absolvente no las transcribió correctamente, dejo a un lado
las explicaciones y aclaraciones con cada hecho confesado, lo que quebranta lo dispuesto en el art 200 Codigo de procedimiento
civil y art 196 del CGP -> no se acepto la confesión con las aclaraciones y modificaciones. El confeso que:
- Hubo un tiempo de servicios prestado por el actor a la accionada
- El desempeño por parte de este de varias actividades o cargos desarrollados en las instalaciones de la empresa.
- La asignación de una oficina con equipos de computación o elementos de papeleria
- La no afilaicion a un fondo de cesantías
- La no cancelación de auxilio de cesantía y sus intereses, ni de la prima de servicios y las vacaciones.
Pero a todo esto aclaro que ese tiempo servido por el demandante y als actividades ejecutadas dentro de las instalaciones de la
accionada tuvo origen a lo acordado por las partes en el contrato de prestación de servicios profesionales que suscribieron y
porser un contrato de naturaleza civil, no se le pagaron vacaciones, no se le afilio al fondo de cesantías.

Aquí, partiendo del hecho de que se desarrollaron relaciones contractuales de índole civil bajo la modalidad de contratos de
prestacion de servicios profesionales, decidieron precaver cualquier discusión sobre el contrato de trabajo realidad que diera
lugar a salario, prestaciones sociales, acreencias laborales se hizo un acuerdo conciliatorio en donde el demandado pago loa
cordado.

Las respuestas o la confesión del repre legal de la sociedad no hizo alusión a ningún engaño, presión, amenaza o coacción que
afectara la voluntad del demandante.

B. DE LOS DOCUMENTOS QUE SE DENUNCIARON COMO OBRANTES A FOLIOS 16 AL 94, ÚNICAMENTE HIZO ALUSIÓN AL ACTA DE
CONCILIACIÓN QUE YA FUE OBJETO DE ESTUDIO. Al contrato en si, habla de prestacion de un servicio del demandante para con el
demandado en calidad de ingeniero electrónico para el proyecyo de recaudo del sistema TRANSMILENIO y en las clausulas relativas
a las obligaciones del contratista, se estipulo que debe cumplir a cabalidad los servicios contratados y a la de reportar los avances de
los trabajos. Esto NO DEMUESTRA un trabajo subordinado, además es un servicio calificado por tanto si se le puede exigir la
ejecución de servicios y reporte periódico de actividades.

C. DOCUMENTOS VISIBLES A FOLIOS 132 Y 133: esto hace referencia al acta denominada “terminación de contrato por mutuo
acuerdo” que esta firmado por ambas partes y el comprobante del cheque pagado a concepto de “acta conciliación por prestacion
de servicios”. La sala interpreta que en su contenido no se evidencia ningún vinculo contractual laboral ya que en la primera prueba
documental, se alude a la finalización por mutuo acuerdo del contrato de prestacion de servicios sin que se especifique que el
demandante estuviese subordinado.

Igualmente en el comprobante de pago por 21.000.000 se refiere a lo cancelado por concepto del acta de conciliación que
suscribieron los contendientes, prueba que ya fue objeto de análisis por parte de la Corte.
DECISION.
- La corte suprema de justicia sala de casación laboral, decide NO CASAR la sentencia dictada en 2009 por el Tribunal del
Distrito Judicial de Bogota.

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