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Bogotá, D.C.
2019
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Bogotá, D.C.
2019
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TABLA DE CONTENIDO
Resumen…………………………………………………………………………………………4
Introducción……………………………………………………………………….…………….5
2.1.3 Metodología…………………………………………….………………..22
Conclusiones………………………………………………………………….………..51
Referencias……………………………………………………………………….…….54
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Resumen
La presente investigación estudia las representaciones sociales sobre la muerte desde el sentido
común como sistema cultural mediante la pregunta directa: ¿Qué significado tiene para usted la
muerte? Con los participantes se busca no establecer una intencionalidad investigativa acogiendo
a una perspectiva tanatológica como categoría emergente del estudio social que fragüe la
Absctract
The present investigation studies social representations about death from common sense as a
cultural system through the direct question: What does death mean to you? With the participants
the own experience, which enriches the results extending its acquis with the exuberance of the
daily life. This research is based on the idea of contributing to a tanatological perspective as an
emerging category of social study that shapes the conformation of the formal establishment of the
Palabras claves
Introducción
de Bogotá durante el postremo bimestre del año 2018 y se recolectó en diferentes sectores de la
ciudad. Para la identificación de los sujetos no se estableció un parámetro común entre ellos, sin
distinción de oficio, edad, genero, nivel de formación o procedencia, buscando de esta manera
acceder a una cotidianidad y a una idea general desde la pregunta de qué significados o imágenes
de la muerte han andado en la mente social de los sujetos habituales, esta intención manifiesta
una mirada en el sentido común que no media desde una ideología propia, no se pretende integrar
desde una pertenencia de grupos para poder reflejar la realidad, el relato es abierto sin estar
dirigido por un contexto medianamente especifico. Tal vez, desde un lugar cono es el presupuesto
vida y de la de los cercanos, desde un interés constante por el asunto de la muerte desde una
perspectiva amplia que desborda la experiencia como un asunto individual y lo sitúa desde un
contenido de lo colectivo.
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encuestas, con aplicaciones en físico (papel) y en forma electrónica, donde mediante la idea de la
forma directa por la vida cotidiana, tal como lo refiriera Schutz como la activación del acervo de
conocimiento en el dominio de una situación específica y acerca del rol que desempeñan las
ideas o sentimientos que despierta la muerte, con el objetivo de identificar representaciones de las
reseña desde el trabajo investigativo del autor francés Philippe Ariès, El hombre ante la muerte,
muerte como fundamental en la construcción de la sociedad. Este capítulo tiene como propósito
aproximar a este concepto como un área emergente donde el conocimiento que le circunda y
proveniente de diversas ciencias establece una intensión de acuñar una serie de dominios
mencionar que durante el desarrollo de este trabajo se identificó que en diferentes países la
cultural. Sus avances y desarrollos en los diferentes países han generado comunidad académica y
científica. Para nuestro país esta organización en una perspectiva social y cultural no se encuentra
intervención.
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Capítulo 1
se ha instaurado a través de la historia desde diversas perspectivas, algunas como las relacionadas
con miradas salutogénicas, sociales y culturales, las cuales han sido centro de preocupación de
han explicitado un extenso ámbito de modos simbólicos alrededor de esta. Desde esta reflexión y
oculta que expuesta, la muerte como categoría no es un asunto de común tramite de los sujetos.
Robert Redeker (2018), afirma que los hombres y mujeres contemporáneos ya no se sorprenden
con la muerte, a tal punto que prefieren arrumarla en el cuarto de atrás, en el de los objetos en los
que la mayoría no decidió pensar, acostumbrándose a cambiar la palabra “morir” por “partir”.
Abordar el significado de la muerte es uno de los asuntos más complejos ya que vincula
todo un arraigo de emociones, creencias y prácticas que marcan una introspectiva hacia algo
muerte se extiende mucho más atrás en la historia humana, a través del tiempo, la gente ha tenido
obsesiones con la muerte y todo lo relacionado con ella. Más allá de sus implicaciones
Esta construcción del significado de la muerte y de los sucesos conexos, duelo y luto,
privativo conforman sujetos impregnados de una historia y una verdad histórica, sobre cómo se
Comprender los modos como se produce la representación y como las relaciones de estos
sujetos son movilizadas por el orden de lo que significa la muerte y la vida, presenta una pregunta
por ese vínculo, por esa configuración de subjetividades que logran constituirse como formas
instituidas del sujeto social. En Norbert, E (1985). “La muerte es un problema de los vivos. Los
muertos no tienen problemas. De entre las muchas criaturas sobre la Tierra que mueren, tan sólo
historia puede ser reconocido bajo la forma y significaciones idénticas. (Cuatrecasas, J. 2002-
199) es entendido como una pulsión o instinto, precisamente, el referente a la muerte. Este se
específicas instauradas en nuestra psique dentro de una instancia particular denominada por el
psicoanalista Carl Gustav Jung como "Inconsciente Colectivo”, y por tanto, opera a nivel
ideológico y cultural.
desde tiempos del inicio de la humanidad, se han construido significados desde contextos que se
extienden más allá de la historia humana, permitiendo un intercambio afectivo entre lo permitido
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de la muerte como arquetipo general no por lo dogmático sino por lo simbólico e introductorio,
Para Trossero (2003), en forma de crónica, el “maestro” se dirige a la viuda en el funeral de su esposo, a la
interpelación de ella:
La vida tiene el sentido que tú le das. Y el sentido que le das a tu vida, incluye el que le das a tu muerte. Tú debes
decidir para qué morirás, si quieres saber para qué vives
Pero, Maestro – suspiró la mujer – ¿y si todo se acaba con la muerte?
Si fuera así, tu esposo no se enteraría para sufrirlo, y tampoco lo padecerás tú cuando mueras. Pero si no todo se
acaba, sino que todo recomienza en la plenitud de la felicidad, ¿por qué no eliges vivir en la alegría esperanzada?
Con un dejo de acentuado dolor y de no disimulada irritación, le replicó la mujer:
¿Pero quién me asegura que todo ha de seguir mejor, después de la muerte?
La misma autoridad que te asegura, que todo termina con la muerte. ¿Me comprendes? ¡Esa autoridad eres tú!
El sentido, es del orden de lo que le representa, distingue sobre una trascendentalidad de la vida,
naturalización del poder decidir para que se muere si se sabe para que se vive.
nuestra, sean presentes o pasadas, fundamenta una distinción de representación del otro, esta no
y las representaciones de los demás como desviaciones. Se atribuye sentido a lo ajeno y extraño
actuales. Se accede a las otras realidades desde la ontología, desde cómo se reconoce el ser social.
sociocultural que nos conformó, indagando sobre nuestra racionalidad, sobre una lógica
elementos de comprensión para la constitución del espacio de lo tanatológico como una categoría
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objetos, sin tener que hacer referencia a un sujeto que puede ser trascendente en relación con el
Nadie nos enseña a morir, ni nadie nos intenta iniciar desde niños en los diversos significados de
la muerte, adentramos sobre la experiencia a través de la transformación para poder tener acceso
a la verdad, reconociendo en nosotros mismo a través de los actos de conocimiento, que nos
emergente, que desde el sentido de las imágenes de lo común aborda el comprender e interpreta
experimentado por los seres queridos de los fallecidos y actitudes sociales más grandes hacia la
práctica, debe pues empezar en por redibujar esa distinción difuminada entre la aprehensión de la
mucho más atrás en la historia humana, a través del tiempo, la gente ha tenido obsesiones con la
muerte y todo lo relacionado con ella. Entrar en dialogo con los textos que le pueden delimitar,
horizonte se conforma al margen del pasado, por tanto no existe un horizonte del presente
conocimiento, en este sentido pleno, permite al sujeto afirmarse frente al medio y no ser una
La vida ha expandido sus límites, y esto ha llevado a que la muerte haya ampliado sus
derivaciones, ahora la gente se desvela más por ella, o se preocupa más en como llegarán a “sus
últimos años”. Los vaivenes, ese vivir al borde del abismo, esa inestabilidad congénita con la que
se vivía en el pasado, ha sido sustituida por una especie de máscara de seguridad que es la
medicina moderna.
Pues no es lo mismo tener una idea abstracta que alguna vez moriremos y la de saber
realmente los límites de nuestra vida, y esto sucede cuando ese nuevo dios que juega con la vida
y muerte de los humanos “no tiene solución” para nuestros padecimientos. Nuevas enfermedades,
espirituales, han hecho que el cuerpo pueda llegar a tener tiempo de caducidad.
extremaunción; ahora la agonía puede ser más larga (personas han estado años en estado de coma
inducido) pero por mucho menos dolorosa: se ha paleado el dolor del enfermo pero se ha
confinado a la familia, al amigo, a una agonía aún superior en padecimientos que el del propio
enfermo. El duelo no comienza el día de la muerte sino cuando la medicina dice “no hay solución
posible; sólo cabe un milagro” o afirma “es irreversible”, como si la vida nunca dejara de ir hacia
delante.
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Recreando sobre los modos del sujeto, acontece en la representación social y en el sentido
de la muerte ideologizada, lo que para el colectivo se afronta sobre la muerte, no nos formamos
para ella, es exclusivamente para la vida, morir tiene un significado en un sentido nefasto, las
por el trascender. Morir como tantas otras cosas de la vida se transforma en un imaginario, una
los diversos significados de la muerte, pero está ahí en la cotidianidad. Al reflexionar sobre estas
tensiones entre la vida y la muerte, se desencadena una batalla ideológica que desemboca en
aspectos hegemónicos de la cultura, donde los subjetivo a partir de la coherencia con las
comunidades de sentido, evidentemente hay fugas, probablemente reguladas por el sentido, que
mismo.
Dicen, Berger, P., y Luckmann, T. (2012), “Todas las legitimaciones de la muerte deben cumplir
la misma tarea esencial: capacitar al individuo para seguir viviendo en sociedad después de la
muerte de otros significantes y anticipar su propia muerte con un terror que, al menos, se halla
suficientemente mitigado como para no paralizar la relación continua de las rutinas de la vida
cotidiana. Puede advertirse fácilmente que una legitimación semejante resulta ardua de conseguir,
En el significado sobre la muerte, los sujetos afrontan una “embestida” destructiva que
vale de diversos modos de afrontarlo, pero que en su magnitud busca encontrar un sentido para
poder abordar una vida “vacía”, llena de recuerdos, objetos y “deudas” emocionales que se hacen
sentido de vida se desvanece, se considera la apatía, el encerramiento, el llanto sin cesar, la rabia,
un sinfín de emociones y estados mentales que llevan al individuo a un momento en el que todos
sus cercanos coinciden, en que la intersubjetividad demanda, pero que duele decir y afrontar, y
ya, sin fuerzas reales y solo con ese último destello de la extinta voluntad férrea queda un
indecible “hay que seguir”, una resignificación de la vida nuevamente como único absoluto en
una ideología que nos demanda lo vital, lo dinámico, una estrecha relación entre el imaginario y
la ideología. Es el símbolo el que permite la mediación social, tal vez el que fortalece es hay que
seguir, y que expone claramente como lo subjetivo apropia un sentido. En un significado ante la
muerte, esta se afirma en el volver a vivir, se representa ante otro nuevo y afronta la contingencia,
conciencia fenoménica, desde esta idea se notan las preguntas epistemológicas sobre los métodos
más adecuados estos desde las posturas que preservan la irreductibilidad del carácter fenoménico
de la conciencia como algo privado, inefable e indubitable y por otro lado las que buscan
predominio del saber científico cada vez se pone más en duda, como única fuente de
conocimiento para dar explicación o solución a las crisis que agobian a la sociedad actual. A la
vez se pone en duda la mirada homogénea, construida históricamente como imaginario de ciencia
que la producción teórica se ve exigida a realizar una comprensión cada vez más compleja del
poder y de la dinámica social, se caracteriza por una tendencia que acentúa un sentido analítico
en la reflexión, y las propuestas específicas orientadas a la acción directa cada vez son más
La especie humana es la única para la cual la muerte está presente durante la vida, la única
que representa la muerte mediante ritos funerarios y también la única que cree en una vida
tratamiento que las diversas culturas y etapas del desarrollo social le han otorgado a la muerte. Se
comprender y proveer de sentido al hecho inevitable del fin de la vida. Morin (1970). “En nuestra
concebida y vista.” (Aries. 1982:94) El ser humano, sabe que su vida física y terrestre en un
momento determinado se acabará. Este pensamiento, que cuenta con la gran duda del cuándo y
espíritu humano en el transcurso de su desarrollo. La muerte ha sido por definición: “el cese de la
vida”, “culminación”, “fin”, “extinción”, “destrucción”, “ruina del cuerpo”. Pero las
concepciones religiosas y las creencias en el más allá, al estar tan impregnadas en el hombre, “...
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han influenciado y contribuido para que la muerte no sea vista sólo como el cese de la vida física,
torno de ella, diversos ordenes culturales relatan su sentido. La muerte nos recuerda un sentido de
finitud, una alarma sobre la existencia, sobre los propósitos y afectos otorgados, una realidad que
se diluye en una cotidianidad superflua que olvida o rechaza el extremo dolor, solo excepto en el
morbo del apreciarlo, muchas veces como espectadores sin distinción entre lo solidario, lo
conforma una ideología hegemónica, una cultura que ramifica hacia lo dicotómico, la vida o la
del ritual con una Intencionalidad interactiva, la Cultura se afirma como producto de sus tramas
principio contrario, la subjetivación de la muerte y la vida acontece en una buena parte en el otro
inocuo y silencioso.
trascendencia o la finitud del ser, sobre una ontología amplia multicultural, enraizada y en
muerte que abordados desde el control y la norma establecen aspectos de lo jurídico y lo legal, lo
enfermedad y el trauma, el sobrepasar el borde del estado físico de muerte sigue siendo un ideal
puede conceptualizar como “un suceso biológico, un rito de paso, algo inevitable, un suceso
natural, un castigo, extinción, absurda, separación, reunión, un tiempo de juicio. Estar muerto es
continuar la vida bajo forma alguna. De aquí la forma en que los individuos enfrentan la
paradójica experiencia, no puede representarse como una realidad que le afecta. De esta manera
más como una construcción social que como un asunto de representaciones mentales. Se trata de
asumir la relación de la vida y la muerte desde una visión social, donde lo tanatológico no es
aquel configurador de objetos y sujetos, se trata del espacio social producido por las relaciones
sociales y la intersubjetividad. En este contexto los cambios del espacio tanatológico obedecen a
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los ajustes que cada modo configura al sentido de la vida y de la muerte con el objeto de
modos de subjetivación del orden tecnológico, involucra un realidad virtual sin referente real, una
baja de los signos vitales, su simulación no está mediada bajo la angustia y exclusivamente solo
sobre el performance de esta experiencia. Cómo acceder al espacio tanatológico desde las
prácticas de duelo, la ritualidad el tránsito hacia un etéreo existente, ya por ser de paso, es más
una modo de subjetividad que está altamente asistido desde el intercambio simbólico solo posible
imaginario instituyente, se conforma una ideología hegemónica, una cultura que ramifica hacia lo
simbólica del ritual con una Intencionalidad interactiva, la Cultura se afirma como producto de
sus tramas simbólicas en una sobre idealización de la vida y el reconocimiento de la muerte como
el principio contrario.
la manera de ser concebida y vista.” (Aries. 1982:94) El ser humano, sabe que su vida física y
terrestre, en un momento determinado se acabará. Este pensamiento, que cuenta con la gran duda
del cuándo y del cómo la vida se extinguirá por el advenimiento de la muerte, ha marcado
La muerte ha sido por definición: “el cese de la vida”, “culminación”, “fin”, “extinción”,
“destrucción”, “ruina del cuerpo”. Pero las concepciones religiosas y las creencias en el más allá,
al estar tan impregnadas en el hombre, “... han influenciado y contribuido para que la muerte no
sea vista sólo como el cese de la vida física, sino también como el paso a otra vida...” (Vovelle.
1985:66)
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Capítulo 2.
forma un núcleo figurativo que se naturaliza; es decir en la muerte, los conceptos abstractos,
relaciones o atributos son transformados en imágenes concretas, esta actividad es la que forma
colectivo, de modo que sea posible interpretar la realidad y actuar sobre ella. “Este proceso
permite que los eventos y objetos de la realidad que se presentan como extraños y carentes de
genera el acuerdo o la desviación hacia una información nueva que se contrasta con lo ya
Para Abric (1994) plantea una hipótesis que básicamente indica que las
componente central y uno periférico. El sistema central está formado por un núcleo en donde
se organiza toda representación, que se relaciona con el contexto global. El otro, que contiene
a los elementos periféricos, está más asociado a las características individuales y el contexto
y al mismo tiempo marcados por fuertes diferencias interindividuales. Para este autor, toda
sociedad para hacer un arreglo de conocimientos respecto a ese objeto. Posteriormente los
elementos del núcleo son disociados del contexto que los produjo, haciéndolos más fuertes.
integrarlo en el propio sistema de valores, lo cual hace que lleve la marca de la cultura y las
normas del entorno social. Finalmente lo resultante toma el estatus de evidencia, entonces esa
En Berger y Luckman (1986), todo parte de la habituación, pues toda conducta que se
repite frecuentemente, crea un hábito que sirve posteriormente para economizar esfuerzo al
repetir dicho acto, cuando las acciones habitualizadas son tipificadas recíprocamente por los
individuos, aparecen las instituciones. Pues llega un momento en que dichas acciones son
compartidas y de fácil acceso para los integrantes de un grupo. Por consiguiente, la institución
misma tipifica tanto a los actores individuales como a las acciones individuales. En el
momento en que las instituciones establecen unas pautas que canalizan y dirigen el
cuando se percibe que las instituciones tienen una realidad propia yse presentan al individuo
como un hecho externo y coercitivo, lo que implica que el sujeto debe conocerlas. La
requiere ser legitimada. Berger y Luckmann (1986) entienden la legitimación como “un
proceso que constituye una objetivación de significado de “segundo orden”. Esta produce
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nuevos significados que sirven para integrar los ya atribuidos a procesos institucionales
Que significado o que imágenes de la muerte han andado en la mente social de los sujetos
participantes de la investigación.
sobre la muerte.
2.1.3 Metodología
investigación, los objetivos están orientados a indagar sobre las Representaciones que se tiene de
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riqueza textual emitida del hombre habitual. Es importante resaltar que según Abric (2001: 54) en
las representaciones sociales se requiere “identificar y hacer emerger los elementos constitutivos
central de la representación”.
cuatrocientas encuestas, de las cuales como material textual aportaron a reconocer un numero
arbitrario de ideas sobre el objeto, las cuales se integraron en un resumen en forma de cuadro
De igual manera, Abric (2001: 74) refiere que para el investigador que centra su interés
debe tener en cuenta que “por las representaciones y prácticas sociales aparece otro problema
tal manera que den cuenta de las opiniones, de las percepciones, de las representaciones y los
Capítulo 3.
quince años donde aborda la evolución de las practicas funerarias, las manifestaciones de duelo,
las creencias sobre el mas allá y la actitud del hombre enfrentado al fin de la vida, en este
capítulo a partir de la lectura del trabajo del historiador se toman apartes que buscan aproximar a
una concepción situada histórica con algunos comentarios realizados por Michelle Vovelle y José
proscripción.
Las humanidades y las ciencias sociales son las áreas más tradicionales para explorar la
muerte. Históricamente, el ser humano promedio tenía un nivel significativamente más bajo de la
vida y la vida útil en el pasado que él o ella hoy en día lo haría. Guerras, hambrunas y
enfermedades mantienen siempre la muerte cerca. Artistas, escritores y poetas emplean a menudo
actualidad.
modificaciones en la manera de ser concebida y vista.” El ser humano, sabe que su vida física y
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terrestre, en un momento determinado se acabará. Este pensamiento, que cuenta con la gran duda
del cuándo y del cómo la vida se extinguirá por el advenimiento de la muerte, ha marcado
La muerte ha sido por definición: “el cese de la vida”, “culminación”, “fin”, “extinción”,
“destrucción”, “ruina del cuerpo”. Pero las concepciones religiosas y las creencias en el más allá,
al estar tan impregnadas en el hombre, “... han influenciado y contribuido para que la muerte no
sea vista sólo como el cese de la vida física, sino también como el paso a otra vida...” (Vovelle.
1985:66)
formulación de las actitudes de la sociedad ante la muerte. Sin embargo estas actitudes no
siempre fueron las mismas, han variado con el pasar de los siglos.
A partir del siglo XVII, sobre todo en el siglo XVIII, el hombre ha dado un giro en la
manera de encarar la muerte. Diferente de lo que sucedía en el medioevo, hubo, aunque pequeño,
un distanciamiento discreto de las cosas referidas a la muerte. Este alejamiento vino pautado por
una enorme convicción, mayor que en el pasado, en la fragilidad de la vida y la corrupción del
cuerpo. Dicha voluntad, “...desemboca, finalmente, en una especie de indiferencia ante la muerte
Las noticias de muerte en un mundo en que casi todos se desvanecían, por las más
diversas causas: guerras, enfermedades, epidemias, catástrofes naturales, etcétera eran recibidas
frívolamente y se buscaba minimizar sus efectos o consecuencias. De ahí que Philippe Aries
afirma que “quien pierde a su mujer o a su marido busca a alguien que lo reemplace cuanto antes,
salvo en el caso de las mujeres incasables, o si el superviviente se ha retirado del mundo y espera
su propio fin... La expresión de dolor sobre el lecho de muerte no se admite; en cualquier caso es
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pasada en silencio..., entre la verdadera sociedad y los verdaderos cristianos... Después del
afligido para volver a una vida normal tras el breve lapso concedido por la costumbre no tiene
más recurso que retirarse al convento, al campo, fuera del mundo en que es conocido” (Aries.
1987:272).
cuarto del siglo XIX. El siglo XIX veía a la muerte mayormente desde la óptica de la fe católica:
“Las diversas creencias en la vida futura, sustentada por las distintas religiones, en una sociedad
del recuerdo, son, en efecto, las repuestas a la imposibilidad de aceptar la muerte del ser
(Aries. 1987:392).
aunque tenga la certeza de vida después de la muerte, pero la hará de un modo diferente. La
muerte para el creyente no es el fin de la vida, es un nuevo comienzo, un medio de transición para
una vida plena. Morir es ser liberado de las aflicciones de este mundo y del cuerpo terrenal para
ser vestido de la vida y de la gloria celestial. “Desde que el Cristo resucitado triunfó de la muerte,
la muerte en este mundo es el... acceso a la vida eterna. Por eso el cristiano está comprometido a
desear la muerte con alegría, como un nuevo nacimiento.” (Aries. 1987:19) De esta forma, la
muerte en el siglo XIX debe ser vista en el marco de una teología católica predominante.
“En este sentido, la muerte penetró en el mundo por causa del pecado. Debido al pecado
Es menester entonces, que se produzca la “devaluación” del cuerpo por ser “receptáculo
del pecado”. El cuerpo necesitaba ser reducido a la nada como paga por el pecado, pero el alma
del creyente sería salva gracias a sus buenas obras y a lo actuado por Cristo, que por su muerte y
resurrección deshizo la separación espiritual resultante del pecado. Los efectos espirituales del
La sociedad se sitúa ante la muerte, no con una actitud de horror, de temor, como si ella
adiestramiento individual, social y familiar para cuando llegue ese momento. Es decir, no es en el
momento de la muerte “... ni en la cercanía de la muerte cuando hay que pensar en ella. Es
durante toda la vida..., la vida terrestre es la preparación para la vida eterna, como los nueve
meses del embarazo son la preparación para esta vida. El arte de morir es sustituido por el arte de
Se veía a la muerte como un hecho natural y cotidiano, era otro de los estadios del ser
humano (en la creencia cristiana predominante uno importante), era una “costumbre más en
En ese sentido “... todos habían tenido que asistir a enfermos graves y ver morir a más de
uno de sus hijos y no solo a sus dos padres; tenían varias veces la „experiencia‟ de la muerte de
los otros. Y eso crea acostumbramiento, favorece la fabricación de una coraza que banaliza el
hecho porque talvez la angustia, de no hacerlo sería irresistible.” (Barran. Sd:232-233, T1)
Por otro lado, vemos que en esa época no se moría solo. El moribundo, en su agonía, se
encontraba rodeado por su familia, amigos y comensales; incluso cuando se le llevaba el viático
para estar y acompañar al enfermo. Entonces, podemos decir que se moría en público: el
acompañar en masa al agonizante era una especie de consuelo, un seguro contra la angustia.
Así, la muerte y el duelo se vivían en comunidad, la muerte socializada hizo que su rasgo
más angustioso y afligido se desgastara. La muerte no era ocultada, al contrario, se exhibía con
gran algarabía.
De esta misma forma, al moribundo se la hacía saber de su inminente fin, tanto por el
hecho de la presión de la Iglesia y la sociedad de, si era necesario, hacer testamento, como por el
hecho del viático llevado casa de los enfermos graves no discretamente, sino con gran publicidad.
Por tanto “...el testamento y el viático eran los heraldos que comunicaban al enfermo y a sus
suelo.
periódicos y revistas de la última década del siglo XIX, y seguirán haciéndolo en la medida en
que, la sociedad se iba civilizando: “La prensa exhibía tibias, calaveras, en grabados que
acompañaban los avisos mortuorios; las revistas literarias contenían casi siempre artículos o
cuentos macabros; y los objetos fúnebres –ataúdes, crespones, coronas, etcétera eran avisados en
los diarios y en los escaparates de las tiendas... Las cocherías avisaban toda su mercadería por los
diarios: “carros fúnebres”, “carruajes para entierros”, “cajones, velas, candelabros”, paños e
La muerte no solo era expuesta, exhibida, libre y abierta, también era ironizada y burlada.
Todo lo que la identificaba con lo majestuoso, lo triste y lo respetable cedió paso a ceremonias,
actitudes que de alguna manera intentaban restarle poder desde la aparente frialdad hasta la risa,
el juego, la fiesta, la burla evidente en el entierro que muchas veces eran comparables con
carnavales, sumado a coqueteos, la abundancia de bebidas, bailes, cantos, etcétera; muestra clara
de todo este ambiente festivo entorno a la muerte, eran los „almacenes de bebida‟ que se ubicaban
frente a los cementerios el día de los difuntos. “... en los velorios, los amigos y parientes era
invitados con mates amargos y dulces, con chocolate, bizcochuelos, puchero, etcétera. Todo
regado, sobretodo en campaña, con „libaciones‟ de caña. En muchas ocasiones, después del
sepelio, los asistentes eran invitados a comer a la casa de duelo o un almacén próximo.” (Barran.
Se podría decir que había un nexo entre la muerte y una forma de vivir alegremente la
vida. La muerte de un niño (quienes eran considerados angelitos) era motivo de festejo con
bailes, comida y fiesta porque se creía y se aceptaba casi sin problemas el hecho de que los niños
se salvaban inmediatamente y una vez en presencia de Dios intercedería por sus deudos y
Se acentúa una concepción, de origen cristiano, de que la muerte no es el fin del ser
querido, es decir, por dura que sea la pena del superviviente “... no es ni fea ni temible. Es
La presencia en el lecho de muerte es, en el siglo XIX, algo más que la participación
exaltante; la visita a la casa del muerto es algo así como una visita al museo.” (Aries. 1987:393)
Con el paso del tiempo la muerte comienza a tener un nuevo tratamiento y tomar una
nueva función. Por presión de las clases sociales poderosas y por una serie de medidas
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invencible, al cese de los goces terrenales y por tanto terroríficos, enemiga de todos los hombres.
nuevo código de lo decoroso e indecoroso en relación con la muerte. Comenzó una repulsión por
lo que la rodeaba: el juego, la risa, el baile. Se fue acentuando la seriedad de la vida y el temor a
perderla; la muerte logra otra imagen. De esta forma busca eliminar los restos lúdicos que las
mutuamente sus virtudes; la muerte ganó el poder ajeno al respeto y la seriedad, y ellos se tiñeron
con el miedo que de ella comenzó a manar. Se logró dejar de lado la espiritualización de la
exhibir... rechazándola con horror y repugnancia” (Barran. Sd:265, T2). Entonces, de una muerte
antes presentada macabramente, ahora la sociedad intentará alejarse de ella, le teme, incluso
busca mejorar su presencia. Comienza un proceso donde lo macabro es ahora señal de falta de
pasa a ser oculta, reservada; y se reserva tras la belleza y la magnificencia; es decir, se elude lo
macabro buscando una asociación con un arte Renacentista: “... la muerte no es ya muerte, es una
ilusión del arte. La muerte ha comenzado a ocultarse a pesar de la aparente publicidad que la
De esta forma lo bello pasa a ser lo central; aparecen los ataúdes elegantes de ébano o
jacarandá; revestidos con forros de raso violeta. Aparecen también los carros fúnebres de gala
que se destacaban por ser obras de arte andante, tan artísticamente bellos como los cementerios,
como hecho natural y normal, era tenido como muestra de insensibilidad. Esta nueva
mentalidadcrece no solo por un consenso social; sino también porque es antecedente y causa de
una considerable disminución de la tasa de mortalidad, lo cual significó una contribución para el
“silencio sepulcral” en torno al hecho, es decir, la muerte no debía ser anunciada nunca; debía ser
“...ocultada al moribundo, ocultada a sus familiares... impidiendo su anuncio” (Barran. S/d: 268,
T2)
olvido. La iconografía de la muerte y el lenguaje usado a la hora de hablar de ella fueron también
formas de encubrimiento y alejamiento; por ejemplo, se prohibieron las misas de cuerpo presente;
cambió el lenguaje de los diarios y revistas, utilizando palabras más “cuidadas” para referirse a la
muerte y a los muertos, ejemplo son: “último suspiro”, “finado” y “restos mortales”.
Asimismo, el papel cumplido por los médicos en ese proceso de ocultamiento fue muy
importante; es decir, existía una queja constante en torno a la cantidad de gente que invadía la
sala de los moribundos y tenían contacto con ellos, contagiándose enfermedades e impidiendo el
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trabajo médico. Entonces se comenzó a impedir la entrada a las personas que no eran
En ese sentido, un hecho que tal vez antes no hubiese sido tolerable, se va a incrementar:
la muerte en los hospitales. Cambio convenido por los progresos en la medicina y la posibilidad
de llevar tratamientos médicos en los hospitales mismos. Además, la gente recurría más a estos
recintos por cirugías o por análisis en los nuevos aparatos tecnológicos de la época; es decir, el
hospital se transforma en más “familiar” y “normal”: “Llevaron con mayor frecuencia al enfermo
partir de entonces, y sin que se confiese siempre, este último ha ofrecido a las familias el asilo en
que estas han podido ocultar al enfermo inconveniente, que ni el mundo ni ellas mismas podían
La muerte, en la sociedad desde principios del siglo XX, continuó por lo general
reducida a los familiares, vecinos y amigos más íntimos de la familia. “La desaparición de un
individuo no afecta para nada ya en su continuidad. En la ciudad todo sigue como si nadie
expulsado a la muerte del hecho y del transcurrir cotidiano. Aunque con la excepción de las
personas de renombre y famosas. Hacia mediados del siglo XX aparece una nueva manifestación
reducción del destino a lo personal dio a la muerte posiblemente más poder y capacidad
intimidatorio porque ella era, ahora si, el fin de todo, porque el “todo” era el individuo.” (Barran.
expresión demasiado insistente y lánguida, son de naturaleza morbosa; “... entonces, la crisis de
realidad fue admitida, aunque se busca ocultar su presencia, se intenta que pase sin ser notada,
más terrible y angustiante poder. “Un tipo absolutamente nuevo de morir ha aparecido en el curso
del siglo XX... y sin duda no representa otra cosa que su primera etapa” (Aries. 1987:465).
francesa . Esta “nueva historia de la muerte”, como la llamó Emmanuel Le Roy Ladurie, adoptó
historia de las epidemias y de la mortalidad, campo que derivaba hacia la historia de los procesos
ecológicos.
cuidados intensivos que posibilitan prolongar la vida a pacientes que, de no ser por estos
cuidados morirían. Estos avances científicos que por un lado prolongan la subsistencia, por otro
modifican los límites de la vida y muerte: de la forma de morir, ya que el agonizante no podrá
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estar acompañado de su familia. Y así como en otras épocas el miedo era por el “no saber”, hoy
En efecto, hoy en día, la muerte, tiende a verse como un dato objetivo, estanco e indiscutible, y
como un hecho biológico e individual, esta concepción sin duda está fuertemente vinculada con
enfermedad) y por ende de la muerte. Sin embargo, tomando en cuenta que la representación y
las actitudes del hombre ante la fallecimiento de otros (costumbres, mitos, creencias, ritos) han
sido muy diferentes en distintas épocas y en distintas sociedades, “la muerte es mucho más que
una cuestión médico científica” (Gala León, et. al. 2002:6), que por todas sus implicancias
culturales particulares, debe ser entendida como una Construcción Social e Histórica.
Entonces, en la actualidad, más que en cualquier otraépoca, existe el anhelo por conseguir una
muerte digna, lo cual debe entenderse como un intento de la gente de superar el terror que le
causa morir. Este terror “... ha aumentado en la medida en que las personas tienen conocimiento
de experiencias de enfermos que mueren en condiciones que quisieran evitar para sí mismas”
(Aries. 1987:480). Pero considera que no debe abandonarse el ideal de lograr una muerte digna,
“... siempre y cuando se tenga claro que ésta dependerá, más que nada, de que las personas elijan,
Es muy difícil dar una definición de muerte digna. Parecería más fácil definir este concepto por
su opuesto: decir qué se entiende por una muerte indigna. Pero tampoco puede esperarse
consenso en este punto porque el sentido de la dignidad es subjetivo y, por tanto, puede variar
significativamente entre diferentes personas. Así por ejemplo, habrá individuos que consideren
inaceptable vivir dependiendo de otras personas para satisfacer todas sus necesidades; para otros,
lo insoportable será padecer terribles dolores u otros síntomas físicos muy molestos; para otros,
lo intolerable será encontrarse conectados a máquinas para sobrevivir. Estos son algunos
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ejemplos de formas de vida que, cuando son irreversibles, diferentes personas querrían evitar por
considerarlas indignas. Pero es igualmente cierto que otras personas podrían aceptar estas mismas
condiciones y no les resultarían indignas. Desde esta perspectiva, estamuerte deshonrosa es la que
se vive en contra de lo que uno elige. “El principal obstáculo que tenemos en la época actual para
tener una muerte digna proviene de nosotros mismos, de las personas que nos rodean o del
personal que nos atiende. Se explica por una actitud, socialmente compartida, que niega la
muerte, nos impide prepararnos para enfrentarla y reflexionar sobre lo que puede sucedernos al
Como diría Philippe Ariès (1982), en la sociedad occidental hemos permitido que la
muerte recupere sus viejas características porque abandonamos los recursos que servían para
muerte una fuente de dolor y angustia y, precisamente por eso, se preparaban y apoyaban para
encontrar consuelo ante ella. “Ahora, por no querer saber de la muerte, recurrimos al silencio, a la
mentira y a la simulación cuando se hace presente” (Cruz. 1998:12). Hemos construido un círculo
vicioso que nos vuelve cada vez más torpes para acompañarnos y nos deja más solos con nuestros
temores.
“La „discreción‟ es la versión moderna de la dignidad” (Gala León, et. al. 2002:16): así, la
muerte debe ser silenciosa y no debe crear problemas a los supervivientes. El ideal es desaparecer
disimuladamente, sin que nadie lo note. Esta es la actual “dulce muerte” (Aries. 1987:375) del
hombre masa moderno siempre -paradójicamente- solo. Como nos dice Aries: "los hombres o
bienintentan ponerse al abrigo de la muerte, como se ponen al abrigo de una bestia salvaje en
libertad, o bien le hacen frente, pero están reducidos únicamente a su fuerza y a su coraje, en un
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enfrentamiento silencioso, sin el auxilio de una sociedad que ha decidido de una vez por todas,
En esa misma línea, nuestra época, “que ha hecho de la glorificación del cuerpo, de la
salud y de los jóvenes, detesta por eso mismo la muerte” (Aries. 1982:396). Más que temerle le
parece injusta, obscena. Ahora la muerte viene a interrumpir el único sentido fuerte que tiene la
Capítulo 4.
encuesta
El siguiente cuadro presenta una muestra de los relatos de los participantes frente a la encuesta,
Los textos fueron seleccionados en forma arbitraria en razón a no pretender demostrar una
no reconocidos. Los textos corresponden en forma idéntica a los que dieron como respuesta los
huimos, no nos gusta ni nombrarlo en ocasiones, tristeza por la pérdida de un ser amado, el cual
por que cuando esta llega nos causa gran dolor, pero parte del mundo terrenal para irse al mundo
viene sujeto a la vida no la despreciaríamos tanto. animal ya que cuando una persona muere solo se
Para mi es algo que no se puede evadir ni evitar va el cuerpo el alma sigue intacta al igual que
ganancia
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La muerte es el término de la vida se trata del final Dejar el mundo, pero hablando de manera
del organismo vivo. Que se había creído a partir de espiritual nunca la dejamos, nuestro cuerpo se va
acaban
Es el fin de una etapa de conciencia. Es regresar a la ser repentina, anunciada o programada, en estos
base (átomos y partículas) del todo universal dos últimos casos puede ser angustiante para
allegados.
apegos.
terrenal.
La muerte es algo lo cual le temo no la espero ni la Para mi significa un miedo soledad aunque está
imajino. La muerte es algo de lo que nadie habla. muy claro que sería el descanso y el encuentro
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con Dios
Es el paso de esta vida al padre del cielo es decir a Una forma de que el cuerpo se una con la tierra y
Fin de un ciclo en el cual hicimos como vocación La muerte es un símbolo de tristeza o de muertes
motivo
Para mi la muerte significa la vida inversa osea para Pues para mi la muerte es cuando a uno ya le toca
Para mi la muerte es donde uno entra a un estado de Para mi la muerte e algo que todos sabemos que
descanzo también se va para otro mundo hasta que nacimos y que haci mismo vamos a morir. La
llegue el momento de reemcarnar en otro cuerpo yo muerte es algo que todas las personas temen. La
por mi lado tengo mucho miedo a la muerte. muerte es algo que se lleva las personas es un
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La muerte para mi es la sanación y la tranquilidad La muerte para mi es algo que representa mucho
que el alma necesita para poder vivir de nuevo y dolor y tristeza mas aun cuando le llega aun ser
experimentar cosas desde puntos de vista diferentes querido ya que para ello no existe solución, el
y asi contemplar la belleza de cada de las maravillas miedo que representa al saber que nunca mas vas
que nos rodean, es estar en paz con uno y con el a ver aquella persona. Es sin embargo ese temor
mundo y asi ver como culminamos nuestros mas para uno mismo ya que hay que ser consiente que
Se mifica muchas cosas para mi como soledad y El final de un ciclo llamado “la vida” donde acaba
olvido y la dimoncida a otro mundo, o para mi todo lo sucedido un pasado y ya no tiene remedio
un ser querido.
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Es lo único real para llegar al reino de Dios, Es pasar a otro estado a otra dimensión donde tu
algo inevitable.
Para los católicos, la muerte forma parte de la vida, Es el comienzo de una vida eterna
Significa realizar un viaje a otra dimensión, es Es un fenómeno natural inevitable por el que
decir, otro lugar en el espacio bien lejos de la tierra. pasamos todos los seremos humanos una vez
ser humano donde abandona la estancia terrenal y inicio de una etapa totalmente espiritual, es la
se reúne con todas las almas en un mundo divino y trascendencia del ser a otra etapa de la existencia
espiritual.
Para mi la muerte es como una especie de lugar La muerte es un poas de estado terrenal al plano
donde podre estar en paz o donde también puedo espiritual, no se conoce lo posterior de la muerte;
arrepentirme y pasar de los actos que he hecho y solo se deduce que es la taminoción de la vida en
Es el cambio natural de lo material a lo espiritual. Es una etapa lo cual es inevitable, se puede decir
Un suceso lastimosos con alto contenido de tragedia Es algo natural al terminar el ciclo de la vida, es el
tranquilidad y confusión.
Es un proceso donde la usda de las personas llegan La muerte es una parte natural del ciclo de la vida,
a su fin, pero el espíritu nunca fallece por que todo ser vivo es un punto e incapaz de renovar sus
El final de los finales. El termino seguro a esa bella La muerte significa que todos nacemos nos
que es la muerte.
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La muerte es morir en cuerpo, pero no en espíritu La muerte para mi es morir pasar a otra dimensión
porque el espíritu pasa a un plano donde dura toda donde seremos gusgados por nuestros pecado
la eternidad. La muerte es el cierre de un ciclo de donde hay un infierno y un cielo. Eso quiere decir
no respeta genero no respeta estrato por que todos tenemos todos los seres humanos, ya que en
un descanso eterno
La muerte es un dolor para la familia y es una cosa Es la culminación de todo lo físico que anuncia a
que le puede pasar a cualquier persona y que la un cambio espiritual, una evolución de nuestra
muerte es eterna y es para toda la vida. forma astral a una nueva fase en este universo
La muerte: Es una realidad de la vida que todos las Es un paso a la paz espiritual y tranquilidad del
La muerte para mi es un evento natural para el que Para mi la muerte es algo tan feo y pues nose sin
Para mi la (vida) muerte es un momento de tristeza, Para mi la muerte tiene un significado de temor y
es algo doloroso porque es algo muy fuerte pero dolor por que llega en el momento mas
también son motivos de valentía, resignación ya imprevisto, se lleva a los seres que amamos pero
que es algo natural que tenemos que afrontar es es algo a lo que tenemos que estar
Para mi la muerte es el fin de todo, se pierden las que en ella se encuentra la sensación de oscuridad
esperanzas y posibilidades, obvio creo que hay algo puesto que la vida es maravillosa en la muerte
mas alla, pero es el fin de hacer en el mundo carnal pienso que es el precio a pagar por nuestros
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las cosas que quieren hacer y dejar a nuestros pecados en este planeta mas alla de la muerte que
herederos. Es el punto en el que te despide de esta “ ay algo divino del otro lado.
posibilidades.
sufrir
Es el fin de la vida biológica y el comienzo de la Es un momento que uno espera en cualquier lugar
vida espiritual y si uno esta con Dios debe ser algo que uno tiene
nuestra vida.
El significado de la muerte es el estado de ir al cielo La muerte es algo que tiene que suceder, algo
o al purgatorio todo depende de como me he para lo cual nunca se esta preparado, es un suceso
comportado en la tierra pero lo ideal es comportarse fuerte por que siempre se va alguien cercano.
Se identifican textos que presentan diversas perspectivas, entre ellas las de carácter
espiritual donde manifiestan una vida posterior a la muerte, …El significado de la muerte es el
ideal es comportarse de la mejor manera para disfrutar de la paz del señor…. Describen un
nuestras casas, eliminándola incluso de nuestro lenguaje (no sea que la atraigamos al nombrarla).
De este modo hemos comenzado a alejar, e incluso a ocultar la muerte construyendo edificios
destinados a velatorios, o relacionados con ellos, que sustituyen los antiguos velatorios del hogar.
nadie habla….
Nadie nos enseña a morir, ni nadie nos intenta iniciar desde niños en los diversos
conocimiento, una percepción, que se va a aprendiendo en el camino, con los años. El concepto
propia manera de ver y concebir la muerte, ya sea como una costumbre inevitable o como una
tragedia dolorosa.
cual parte del mundo terrenal para irse al mundo espiritual, y reencarnar en algún espiritual o
animal ya que cuando una persona muere solo se va el cuerpo el alma sigue intacta al igual que
cada recuerdo…
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seres vivos. La religión ha cimentado desde hace siglos una especie de “ilusión espiritual” en el
mundo occidental, que es la de hacer creer que luego de la muerte existe “otra vida”; el no pensar
que hay algo más allá haría (para muchos) insoportable la muerte cercana.
que no nos habla del más allá, ni del no sufrimiento en la eternidad, sino que nos intenta afincar
lugar donde morir (el hospital), y ha puesto ante los ojos la concepción de que la casa es el sitio
… La muerte significa que todos nacemos nos reproducimos y morimos pues ya es la ley
de la vida. Aunque para mi no debería ser asi ya que todos los seremos humanos tenemos
familias y no de ser asi todos meresemos vivir eternamente siendo felices al lado de sus seres
queridos. Pues como lo dige anterior mente es la ley de la vida y lo único que nos queda es
disfrutar la vida al máximo y la tener resignación ante estos casos que es la muerte…
La vida ha expandido sus límites, y esto ha llevado a que la muerte haya ampliado sus
derivaciones; ahora la gente se desvela más por ella, o por lo se preocupa más en como llegarán a
“sus últimos años”. Los vaivenes, ese vivir al borde del abismo, esa inestabilidad congénita con
la que se vivía en el pasado, ha sido sustituida por una especie de máscara de seguridad que es la
medicina moderna. Pues no es lo mismo tener una idea abstracta que alguna vez moriremos y la
de saber realmente los límites de nuestra vida, y esto sucede cuando ese nuevo dios que juega con
la vida y muerte de los humanos “no tiene solución” para nuestros padecimientos. Nuevas
psicológicos y espirituales, han hecho que el cuerpo pueda llegar a tener tiempo de caducidad.
…En si la muerte es un fenómeno natural que tenemos todos los seres humanos, ya que en
cualquier situación de la vida cotidiana el/ella se presenta a la personas que en el instante van a
fallecer dando un cuarto limite de tiempo para que se despidan o termine de expresar sus últimas
palabras de sentimiento a las personas mas cercanas de uno por eso existe la muerte para de un
descanso eterno…
ahora la agonía puede ser más larga (personas han estado años en estado de coma inducido) pero
por mucho menos dolorosa: se ha tratado el dolor del enfermo pero se ha confinado a la familia,
al amigo, a una agonía aún superior en padecimientos que el del propio enfermo. El duelo no
comienza el día de la muerte sino cuando la medicina dice no hay solución posible; sólo cabe un
astrológico y al cambio solar, a un sincretismo expuesto como una nueva era, que mediante
prácticas y técnicas buscan preparar un mejor morir, un nuevo misticismo de corrientes místicas
modernas en algunos casos relacionadas a la astrofísica. …Es el fin de una etapa de conciencia.
Se presenta una ausencia hacia aspectos de lo mortuorio y hay una negación hacia la
muerte y todo lo que le rodee, la muerte aparece como un fracaso de la técnica y del modelo del
hombre moderno que “todo lo puede”, cuando encuentra ese límite no puede otra cosa que
negarlo.
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muerte se genera por la falta de tolerancia o accidente, raras veces es por maneras naturales….
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Conclusiones
aspectos conclusivos:
existencia significando uno de los temores estructurales del hombre, la cotidianidad se quiebra
junto a los sentimientos y las ideas que son visibles en el día a día. La trascendencia expuesta en
los resultados puede interpretarse entre otras formas como una posibilidad de mitigar el dolor que
esta ocasiona como una experiencia personal y “espiritual”. Se identifica una construcción de
En los textos la muerte es pensada como un paso a otro estadio, que para algunos será el paraíso,
el cielo, el purgatorio u otra vida. Se presenta como formas de continuar en otro nivel, una forma
de vida espiritual. La muerte no es el fin, sino que se continúa hacia otro lugar. Lo único que
acaba es la existencia del cuerpo material, se representa la muerte como un rito de paso, una
transición a un estadio que tiene una relación a la forma en que se vivió, dolor o no dolor.
Es natural al hombre tener miedo a morir, pues la muerte se presenta como una ruptura
pecado y, por tanto, como elemento ajeno a la naturaleza del hombre, encaja perfectamente con la
psicología personal y colectiva que acredita una resistencia instintiva ante la muerte. Se
identifican como temores diferenciados la muerte ajena, la de los seres amados, familiares,
allegados; y a la muerte propia, el final de su existencia. Dicen Berger y Luckmann, “Todas las
legitimaciones de la muerte deben cumplir la misma tarea esencial: capacitar al individuo para
muerte con un terror que, al menos, se halla suficientemente mitigado como para no paralizar la
relación continua de las rutinas de la vida cotidiana. Puede advertirse fácilmente que una
comienza a hacerse oír, a partir de aquellas funciones que esta sociedad ha ocultado pero resultan
el soporte de la vida. No resulta aceptable, probablemente por los parámetros de belleza que
persigue nuestra sociedad, percibir olores o ruidos corporales, como tampoco resultan aceptables
las enfermedades, los problemas físicos, o la vejez. La preocupación por la apariencia física, sin
embargo, deja de lado muchas veces el reconocimiento del estado de salud física u orgánica que
La religión Católica, así como las creencias de línea judeo cristiana sostienen la vida
corporal separada de la vida del alma. El cuerpo puede desaparecer o morir pero no así el alma,
que nunca muere salvo que cometa una mala acción dentro de lo admisible y aceptable para esa
creencia determinada. Esta cita da cuenta de la dualidad entre el cuerpo y el alma, y del lugar que
cada uno ocupa. El cuerpo se presenta como la realidad física, pero también el que hace posible la
realización de obras o acciones que posibilitarán luego la continuidad del alma, aquella que
tendrá la posibilidad de llegar al encuentro divino en una vida celestial. La representación del
alma aparece como etérea, incorpórea, cobrando una mayor relevancia para quienes practican la
Cuando el cuerpo muere y se hace visible, es necesario resolver asuntos sobre qué hacer
con él, se identifica una tendencia a una vida sin cadáveres, razones ambientales, de salud
pública, de sobrepoblación de cuerpos. Hay una neutralidad hacia el cuerpo-cadaver por parte de
quienes permanecen en contacto con él, médicos, enfermeros, personal de casas de servicios
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fúnebres, terminan insensibilizándose a su presencia, ésta es una actitud muy lejana a la que
activa marcando las pautas de acomodación que restablecerán el orden perdido. La estructura
aborto y el suicidio, temas con hondo trasfondo religioso, aunque en realidad lo que se juzga es la
incapacidad del hombre de interceder entre el humano y la muerte (lo desconocido), por lo tanto
Referencias
Aries, P. (2008). Morir en occidente. Desde la edad media hasta nuestros días. Buenos
Geertz, C. (1999) "El sentido común como sistema cultural". En: Conocimiento Local.
Ensayos sobre la interpretación de las culturas. Paidós, Barcelona. pp. 93-116
Morin, E. (2007). El hombre ante la muerte. (5ª. ed.). Barcelona, España: Kairoi.
Trossero, R. (2003) Vive con tus muertos que viven. Buenos Aires.
CARTA ASOCIATIVA: En orden de importancia enumere las siguientes siete palabras de acuerdo a la idea
que tiene sobre la muerte, donde uno es la más y siete las menos relevante
IDENTIFICACIÓN
Nombre:
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Edad: Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria
Género: Línea de Investigación en Representaciones e Imaginarios Sociales
Imaginario sobre la muerte
Procedencia:
Ocupación:
La presente investigación busca conocer la idea que se tiene sobre la muerte en Colombia, la información
recolectada mediante esta encuesta tiene fines exclusivamente académicos y hace parte integral al trabajo referido