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Universidad Nacional Experimental

De los Llanos Occidentales


“Ezequiel Zamora”
Vicerrectorado de Planificación y Desarrollo Social
Programa Ciencias Jurídicas y Políticas
Subprograma Derecho.

El
Comercio

Docente: Yaneth Márquez. Bachiller: Sergio Rivera.


Subproyecto: Derecho Mercantil. C.I: 29.840.448.
Año: 4to.
Sección: M-01.

Barinas, 02 de Marzo de 2021


El hombre desde la antigüedad se considera por su propia naturaleza un ente social,
que para satisfacer las múltiples necesidades requiere de la confluencia de factores
económicos, físicos y morales, como también de las relaciones comerciales con los
demás individuos que integran el grupo al que pertenece. Por lo cual se comprende el
grado de importancia que ofrece en sus relaciones sociales y económicas el
conocimiento legal de la verdadera persona del comerciante, para saber distinguir las
condiciones que le imputa el derecho comercial o civil, puesto que ni la doctrina ni la
jurisprudencia han dado una definición precisa y clara de lo que es el acto de comercio.
Entonces Históricamente es posible decir que el Derecho Mercantil ha sido el Derecho
de los comerciantes y el Derecho de los actos de comercio, pero no ha sido únicamente
un Derecho de los comerciantes, en el sentido de que toda la vida del comerciante
estuviese sometida al Derecho Mercantil, sino la actividad que guarda relación con su
comercio (ratione mercaturae), así como tampoco ha sido sólo un derecho de los actos
de comercio, en el sentido de haber actos ajenos de comercio. Como bien sabemos la
actividad comercial en los términos expresados por la ley, se corresponde con la
comercialización, entendida ésta como el proceso cuyo objetivo es hacer llegar los
bienes desde el productor al consumidor. La comercialización involucra actividades
como compra-venta al por mayor y al por menor, publicidad, pruebas de ventas,
información de mercado, transporte, almacenaje, financiamiento, entre otras. En
Venezuela, la actividad comercial está regulada por el Derecho Mercantil y,
fundamentalmente, por el Código de Comercio (CDC), en especial cuanto se refiere a
los actos de comercio y al comerciante. A este respecto, el Código de Comercio define
en su artículo 10 como comerciantes a aquellos sujetos “Que teniendo capacidad para
contratar hacen del comercio su profesión habitual, y las sociedades mercantiles”.
Habiendo expuesto lo anterior de este modo se puede definir de una mejor manera y
con firmeza que se le denomina comerciante a toda aquella persona, natural o jurídica,
que ejerce de forma profesional, en nombre propio, de forma habitual y cuya finalidad
es la de obtener un lucro. Los requisitos para ser comerciante básicamente son dos, el
primero de ellos es la capacidad para contraer obligaciones, sabiendo que están en
capacidad de contraer obligaciones todas aquellas personas que pueden obligarse a sí
mismas; sin requerir autorización de otra persona. La norma general es que toda
persona es capaz para comerciar, considerando como excepciones las contempladas
por la ley. Generalmente estas excepciones son de dos clases, absolutas y relativas.
Las incapaces absolutas son los que por ningún concepto pueden efectuar actos de
comercio, dentro de las personas naturales, se encuentran los impúberes, sordo-mudos
que no se dan a entender por escrito y los dementes; los incapaces relativos son los
que requieren del cumplimiento de ciertas normas legales para convertirse en
comerciantes, como los clérigos, los menores, adultos, entre otros. El segundo requisito
para ser comerciante es el de ejercer el comercio habitualmente, ya que un comerciante
no puede hacer actos de comercio temporal u ocasionalmente, sino en forma
permanente, esto da como confianza al consumidor y garantiza la venta de productos
que expende. Un ejemplo claro sería que con más seguridad se puede adquirir un
refrigerador en una empresa de solvencia conocida, en donde le garantizan el producto
y le ofrecen mantenimiento; que adquirirlo sorpresivamente en la calle. Los
comerciantes comúnmente existen en 2 tipos, el comerciante individual referido a las
personas naturales que ejecutan actos de comercio masivos, y por otra parte el
segundo tipo es el comerciante social que es más complejo ya que es una entidad
formada por dos o más personas que realizan un contrato solemne en el cual los socios
ponen en común determinados bienes o actividades con el móvil del lucro, a fin de
repartirse los beneficios de los negocios al cual van a dedicarse. Estas sociedades se
constituyen a través de una "Escritura Pública de Constitución", la cual deberá ser
registrada a través de un notario. La entidad resultante es considerada distinta de los
socios que la integran. Las sociedades de igual manera se dividen en sociedades de
personas y sociedades de capitales; ambas clases pueden ser de capital variable, una
de ellas es las sociedades de personas: Que son sociedades en nombre colectivo o
sociedades colectivas, las sociedades en comandita Simple o sociedades
comanditarias simples y las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades
de capital que vendrían siendo las sociedades anónimas y las sociedades en comandita
por acciones. Naturalmente podemos explicar que así como poseen derechos los
comerciantes también tienen algunas prohibiciones, entre ellas las más comunes es
alterar los asientos y mutilar las hojas de los Libros de contabilidad. En la actualidad el
comercio tiene su máximo desarrollo y las leyes de nuestro país obligan a llevar una
contabilidad, para controlar y obtener resultados reales de esa actividad comercial a fin
de evitar la fuga de los impuestos tributarios. Es necesario destacar también el ejercicio
del comercio de acuerdo a la ley, en primer lugar se encuentran los menores de edad:
según el artículo 11 del Código de Comercio, el menor emancipado, de uno u otro sexo,
puede ejercer el comercio y ejecutar eventualmente actos de comercio, siempre que
para ello fuere autorizado por su curador, con la aprobación del Juez de Primera
Instancia en lo civil de su domicilio, cuando el curador no fuere el padre o la madre.  Los
menores autorizados para comerciar se reputan mayores en el uso que hagan de esta
autorización, y pueden comparecer en juicio por sí y enajenar sus bienes inmuebles.
Una vez autorizados son absolutamente responsables de sus actos comerciales, y en
caso de fallas en la ley, deberán comparecer ante un Tribunal, así sean demandados o
demandantes. Y también se encuentran las entidades públicas, de acuerdo all artículo 7
del Código de Comercio, la Nación, los Estados, los Distritos, Municipios y otros Entes
públicos no pueden asumir nunca la condición de comerciantes, aun cuando pueden
ejercer actos de comercio, porque desde el punto de vista doctrinario ni el Estado ni sus
entes en el cumplimiento de sus funciones persiguen fines de lucro, pero cuando
ejercen actos de comercio quedan sometidos a las leyes mercantiles, salvo
disposiciones expresas. Adicional a lo anterior, cabe resaltar un caso especial que
regula el Código de Comercio que es el de la mujer casada y las sociedades
mercantiles entre esposos y se encuentra consagrado en el artículo 16 del mismo, el
cual señala que la mujer puede ejercer el comercio sin autorización del marido y obliga
a la responsabilidad de sus actos sus bienes propios lo que ocurre incluso cuando en el
acto intervenga también el marido, por ejemplo, cuando ambos conjuntamente firman
una letra de cambio y los bienes de la comunidad que ella administra.  Para poder
afectar igualmente a dicha responsabilidad los demás bienes comunes, o sea, los
bienes administrados por el marido, se necesita el consentimiento expreso de éste, el
cual, de acuerdo con el numeral 2 del artículo 19, debe ser anotado en el Registro de
Comercio. Aunado a eso el Código Civil declara un trato igualitario a hombres y
mujeres. Su redacción ya no es el reflejo de aquella sociedad patriarcal dominada por el
hombre, sino que la realidad social actual llama a atender a ese principio de igualdad
incorporado en la Constitución. También otro punto importarte a tratar lo constituye las
sociedades entre “Cónyuges”, los esposos pueden integrar entre sí sociedades por
acciones y de responsabilidad limitada. Cuando uno de los cónyuges adquiera por
cualquier título la calidad de socio del otro en sociedades de distinto tipo, la sociedad
deberá conformarse en el plazo de seis (6) meses o cualquiera de los esposos deberá
ceder su parte a otro socio o a un tercero en el mismo plazo.

 La sociedad mercantil entre cónyuges subsiste mientras no se utilice la vía mercantil
para vulnerar normas legales de orden público, como son las normas del derecho de
familia. El sentido que tiene de asociarse con la pareja es quizás, evitar la incursión de
terceros en la sociedad, cosa que limitaría un poco la libertad de acción de la pareja en
esa sociedad mercantil.

En el ejercicio del comercio no toda la actividad recae sobre los comerciantes


directamente en el intercambio o mediación de bienes y servicios. Así como el Estado
interviene en el comercio como parte en los actos de comercio y como organismo
público regulador en la actividad comercial; los industriales y fabricantes en la
producción de bienes; la población como consumidor de los bienes y servicios; y los
comerciantes en la mediación e intercambio de bienes y servicios entre el productor y el
consumidor, existen organismos auxiliares que sirven de intermediarios, de protectores,
facilitadores y promotores del comercio y de quienes intervienen en él. Estos
organismos son: la Cámara de Comercio, la Bolsa de Valores y las Ferias y los
Mercados. Son organismos integrados por particulares, que revisten la forma de
personas jurídicas de carácter privado, pero de interés público por la participación de la
sociedad como consumidor y adquirente de los bienes y servicios en el mercado, a la
cual hay que proteger de la especulación y de los daños y perjuicios. Es decir, por
razones de orden público.

Los comerciantes, como mediadores en el intercambio de bienes y servicios entre el


productor y el consumidor, requieren de los servicios de personas que ejecuten y
faciliten determinadas operaciones mercantiles bajo su responsabilidad y provecho, es
decir, sin que se comprometan o involucren personalmente en los derechos y
obligaciones del comerciante. Por el contrario, sus acciones comprometen la
responsabilidad del comerciante ya que actúan bajo sus órdenes y están a su servicio.
Están vinculados con el comerciante por una relación laboral regulada por la Ley
Orgánica del Trabajo. Estas personas se conocen como factores Mercantiles y
dependientes u operarios.

Por otra parte, existen los corredores y venduteros, que no están vinculados con el
comerciante por un contrato laboral, sino mercantil. En todo caso, son agentes y
mediadores de comercio que, en virtud de las relaciones que los vinculan al
comerciante, se generan derechos y obligaciones que interesan al Derecho Mercantil.

Es importante resaltar también a los Factores Mercantiles que son personas


dependientes del comerciante con quien están vinculados por una relación laboral. Son
prácticamente, los gerentes, las personas a quien el principal, como se le llama al
comerciante que constituye factor mercantil, encomienda el manejo de un negocio en
particular con amplias o limitadas facultades. En sus relaciones con los terceros, el
factor mercantil es un mandatario del principal, puesto que actúa en su nombre y lo
compromete con sus actos. Para comprometer la responsabilidad del principal y evitar
que el factor mercantil se exceda en los límites de su mandato, debe indicar cuando
contrata que actúa con poder. Si no lo hace se obliga personalmente a cumplir el
contrato y en los límites de su exceso. (Y se consagra en los artículos 94,96 y 97 del
Código de Comercio).

El factor mercantil se constituye por medio de documento registrado en el Registro


Inmobiliario, luego se inscribe en el Registro de Comercio y después se fija en la
cartelera de la sala de dicho registro mercantil, por cuanto se trata de un mandatario
especial que ejerce actos de administración y de disposición de bienes muebles,
inmuebles, derechos, acciones y títulos propiedad de la empresa o del comerciante en
ejecución de los negocios que le han sido confiados (Articulo 95 del Código de
Comercio).

Por otra parte es imprescindible mencionar que así como los comerciantes gozan de
derechos y de una ley que los rige y protege jurídicamente, también están sujetos a
cumplir con una serie de obligaciones de diversa índole y entre ellas las más
importantes son: llevar los libros de contabilidad que exige el Código de Comercio
(Diario, mayor e inventario y balances, de acuerdo al artículo 32 del Código de
Comercio); conservar los libros hasta el término del negocio, archivar la documentación
recibida, pagar oportunamente los impuestos retenidos por concepto de IVA, pagos
provisionales, impuesto a la renta, pagar el impuesto por concepto de utilidad según el
balance tributario. Con la idea de concluir lo expuesto acerca del comercio en
Venezuela, se expone de una forma clara y precisa todo lo derivado del análisis del
sujeto comerciante, dentro de diversos aspectos, bien elementos jurídicos y requisitos
para ser comerciante, así como también la importancia de la contabilidad mercantil
llevada durante los actos de comercio. En tal sentido, el comerciante reporta a la
sociedad muchísimos beneficios, pero se deben destacar los primordiales, por cuanto
ellos son suficientes para tomar una idea clara de lo importante y útil que puede resultar
la profesión, a saber: sirven de intermediarios entre los productores y los consumidores,
toman las mercaderías por mayor del productor y las despachan al detal, evitando así el
inconveniente que resultaría de la falta de coincidencia entre la cantidad ofrecida por el
productor y la reclamada por el consumidor; socialmente se estaría identificando una
clasificación económica; el productor, consumidor y comerciante, cada uno de los
cuales se reconoce en teoría y tiene en la práctica de mercado esfera de acción
exclusiva y propia sobre la cual descansa el derecho privado. Es de hacer notar, que el
Código de Comercio le asigna unos requisitos mínimos al comerciante, como es la
capacidad jurídica general para actuar como comerciantes; el ejercicio de los actos que
la ley considera comerciales. Por último el ejercicio del comercio como profesión
habitual. Son estos los señalamientos que permiten demostrar la vinculación del sujeto
comerciante y la normativa jurídica mercantil establecida en el Código de Comercio
venezolano, debido a que, en forma general, en él se plasman desde la definición,
requisitos, elementos jurídicos e importancia de la contabilidad mercantil, entre otros
aspectos. Concluyendo que el tener conocimiento de lo que es el comercio, de
su utilidad, de sus beneficios y de las partes que lo conforman nos compromete a ser
ciudadanos conscientes para nuestro país, de tal manera que pudiéramos ayudar de
alguna forma en la economía. Y esto es muy necesario para tener una perspectiva de lo
que acontece en el comercio, ya que las transacciones son la base de la economía,
pues en caso de ser estable, representa la estabilidad de una sociedad.

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