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Hace unos días leí el numero cuatro del coleccionable de Panini de Marvel Héroes dedicado a la

Patrulla X y que recopila varios arcos argumentales de esta colección que a la hora de su reedicion
USA como "Classic X-Men" (colección que en España también se publico y que incluía ademas del
material de los números originales alguna pagina extra añadida y nuevas portadas) había sido
bautizado como "La saga de la fénix oscura".
En total este recopilatorio nos ofrece los números 129 a 137 de "The Uncanny X-Men" (ojo que no
el Classic X-Men) la colección aquí publicada como "La Patrulla X", es decir, nueve de los mejores
cómic-books de la historia del medio.
Y es que es indudable que, como bien se dice en la introducción al tomo escrita por Julian M.
Clemente, esta época del grupo, marcada por la colaboración de un Jhon Byrne y un Chris
Claremont en el máximo apogeo de sus cualidades (y eso es mucho decir, porque el primero esta
considerado el mejor dibujante de los 80 y el segundo es el indiscutible "alma mater" de la Patrulla
durante decenas de números) "marcaría un antes y un después en todo tebeo de superheroes escrito
y dibujado desde entonces.

Cuidado, contiene Spoliers y de los gordos.


Y es que Jean Grey -Fénix, aunque hoy en día todos sabemos que resucito como el mítico ave del
que toma el nombre (como suele decirse "Nadie muere en el universo marvel"), se las apañaría para
suicidarse y evitar así seguir causando destrucción como Fénix oscura, y eso supuso una revolución
en los cómics de supers, donde hasta entonces nadie moría y mucho menos los héroes protagonistas
(y ademas uno de los de mas solera del grupo)  y de una manera tan trágica, por no poder controlar
su poder y la corrupción a ello asociada (para mi que tomaron la idea de Tolkien). Como dice el
vigilante "Jean Grey podría haber vivido para ser una diosa, pero para ella fue mas importante morir
como un ser humano".
 
Pero no solo la resolución fue de lo mas inesperado, sino que el desarrollo de las distintas tramas
presentes en esta saga es para descubrirse. 
Mente maestra manipulando a Jean para que crea que esta desplazándose psiquicamente en el
tiempo, hasta la época de la guerra de secesión, reviviendo una vida de una de sus antepasados.
El club fuego infernal, cuyo circulo interno con su afán de dominar el mundo  (en lo que para mi es
una alusión a los masones) intenta hacerse con todo mutante conocido y por conocer, incluyendo
unas recién aparecidas Kitty Pride y Dazzle. Haciendo acto de presencia personajes tan
emblemáticos como Sebastian Shaw, el ciborg Donald Pierce o la mismísima Reina blanca.
El despegue de Lobezno, que en manos del canadiense Byrne pasa de ser un don nadie remontando
hasta  llegar a ser el personaje mas importante de la Marvel, el ídolo de masas que es hoy en día
La intervención del imperio Shiar y de la Legión de superheroes (perdón La guardia imperial), en
fin, todo es soberbio en los argumentos Byrne-Claremont.
 
Excepcionales tanto en guion como en dibujo
Sin lugar a dudas tengo muy claro que la Patrulla X es mi cómic favorito y sin lugar a dudas lo es
por historias como estas.
Sobre el dibujo una de las cosas que mas me llaman la atención es la variedad de detalles y un
preciosismo que Byrne imprime a los escenarios, realmente es un acercamiento a su contrapartida
real. Desde sórdidas discotecas clandestinas de la época de la psicodelia hasta elegantes clubs de
élite pasando por Central Park o barrios residenciales de New York. Como una vez leí en una
entrevista a Carlos Pacheco (en el tomo de Dark Guard creo que fue) los cómics de ahora parecen
transcurrir en una serie de sótanos (era la época en que triunfaba Rob Liefeld), sin embargo la
primera vez que estuve un Nueva York tuve la impresión de haberla visto antes a través de los
cómics de Spiderman.
 
En cuanto al guion Claremont no solo apela al tema de la discriminación mutante (donde hay
quienes han querido ver un símil con la homofobia) sino a la épica y la grandeza (todos y cada uno
de los componentes de este grupo son "los mejores en su campo", de hecho Fénix es comparable a
Galactus, solo que ella actuá por "diversión" y el devorador de mundo lo hace por "necesidad"), a
los sentimientos de los personajes, a sus vidas privadas y su peculiar forma de pensar, actuar y
hablar (reflejando así sus distintas nacionalidades y personalidades, marcadas muchas veces por su
origen) y sobre todo los combates, la variedad de los superpodedes y su uso. 
En estos cómics podemos ver todo un despliegue de originalidad en este aspecto que seria
impensable en otros, como luchaban en grupo, como ideaban nuevos usos para sus poderes, como
usaban el entorno... Los combates eran apasionantes y si las aventuras se sucedían sin respiro en
ellas siempre había lugar para la acción, no dejando nunca al lector ávido de su dosis de fantasía
(hoy día leo muchos cómics en que no solo se suceden los números y no hay ni una batalla, sino que
cuando las hay no valen un pimiento porque el guionista no le da importancia y no se come el
tarro).
 
Conclusión
En fin no me extiendo mas, un recopilatorio a un precio ajustado (diez euros por 192 paginas de
papel plastificado, con tapa dura incluyendo portada en relieve brillante) con un contenido que no
debe faltar a ningún aficionado al cómic de supers y que es un excelente modo de iniciar al que no
lo sea.

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