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pañol es la única forma, las dificultades se saltan

para muchos extranje- y si no se puede, se bor-


ros, de sentirse “alguien” dean.
y no “algo” en España. La escuela en la prisión
La segunda experien- está muy limitada por la
cia la sitúo en otra pri- política de seguridad que
sión en la Comunidad se impone en ellas. El
de Valencia. Es difícil factor fundamental no es
dentro de la cárcel que- la educación sino el régi-
rer hacer algo, aprove- men. Desde este pará-
char el tiempo, ampliar metro es difícil enseñar
conocimientos, porque, de otra forma –como mi
cuando estamos presos, “Maestra”– y, por des-
parte del mundo que te- gracia, la estructura de
níamos ha desaparecido la cárcel no es el marco
de nuestros pies y el que que más ayuda a ello. La
creíamos tener no exis- tarea de un maestro no
te. Sentimos en muchos es sencillamente comu-
momentos inseguridad, nicar información y fa-
miedos, vergüenza, in- cilitar habilidades, sino
quietud, soledad, dolor… formar la persona prepa-
Pero, a pesar de ello, hubiera caído con sus huesos en rándola para VIVIR; y en
hay compañeros que intentan la cárcel, pero es muy inteligente. la cárcel es difícil para muchos,
superarse a pesar de las dificul- Con mucho esfuerzo obtuvo en por las circunstancias personales
tades que plantea el mundo de junio en una de las asignaturas que tenemos cada uno de noso-
la prisión. Mi amigo estudia en la nota más alta obtenido en la tros. Pero no es menos cierto
la UNED la carrera de Trabajo UNED por un alumno privado de que, si uno quiere, puede.
Social. Trabaja dentro como or- libertad. Sin prácticamente me- Espíritu de superación, como el
denanza encargado de una de dios a su alcance, limitado en su de mi amigo, entrega en la vida,
las alas de la prisión con mayo- aprendizaje por las estructuras como mi Maestra, hacen posible
res dificultades por las situacio- penitenciarias de seguridad, nos que la utopía de educarnos den-
nes personales de los internos. ha demostrado, a mí y a muchos, tro de los muros oscuros de la
El no es listo, porque, si no, no que es posible superarse y que cárcel pueda ser una realidad.

Pedagogía y cárcel Tomás Santiago (Peñaranda, SA)

(maestro)

M
e pedís  aquella vieja él, para recordar viejos tiempos... en terminarla y no me gustaría
experiencia mía de y, tal vez, ganar nuevos amigos. que lo dejara, pues, al menos,
funcionario en la cár- José Ángel tiene una condena le sirve de distracción mientras
cel Modelo de Barcelona, pero lo larga y  tiempo de sobra para pasa los años que le quedan
que yo tendría que hacer ahora terminar la carrera de Peda- dentro. Le dará tiempo a termi-
es escribir la carta que le debo gogía que ha empezado por la narla y a empezar y acabar otros
desde hace unos días a mi amigo UNED. Yo le desanimo porque dos o tres grados de Bolonia... y
José Ángel, preso en Aranjuez. no creo que estudiar una carrera espero que se le acabe pasan-
Así que, aprovecharé estas lí- tan absurda le sirva de mucho, do esa tontería pedagógica, si,
neas para que puedan servirle a pero él ha puesto sus ilusiones cuando salga, tiene la suerte

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aquella carta a los alum- El hermano hospedero del mo-
nos de entonces en mi nasterio, tras recuperarse del sus-
escuela de Mamblas, un to inicial, nos puso una condición
pueblecito de Ávila. Y los para quedarse en la hospedería:
niños y yo comenzamos a que alguien estuviese siempre
cartearnos con Francisco. junto a Francisco a todas horas.
Pasaron algo más de un Yo no podía, le dije, porque no me
par de años y Francisco quedaba otra que ir a la escuela
salió en libertad. Nos en- cada día. Así que no nos quedó
contramos personalmen- más remedio que recurrir al úni-
te en casa del cura, Emi- co huésped del monasterio que
liano, párroco en un barrio andaba por allí aquellos días. Le
chungo de Salamanca, y abordé directamente y le planteé
que le había ofrecido su la papeleta. Hay que imaginar el
casa  a Francisco. Unos trabajito: tú vas al monasterio a
días después, Francisco pasar unos días en plan de silen-
visitó también nuestra es- cio, tranquilidad y oración y, de
cuela de Mamblas y los golpe, te viene un tío y te plantea
chavales y yo aprendimos que, sin más ni más, te hagas
un montón de cosas de cargo de un joven en pleno mono
aquel libro de vida que, de heroína. Pero aquél huésped
con sus cartas, había no era “cualquiera”. Era José
de meterse en una escuela y sido Francisco para no- Ángel, al que yo después me re-
ver que su “pedagogía estudia- sotros durante esos dos años. fería siempre llamándole “ángel
da” no le servirá de nada. Tal vez Le ayudamos incluso a encon- José” porque es evidente que eso
a José Ángel le interese nuestra trar su primer trabajo en libertad, fue para Francisco... ¡Qué conver-
revista, así que voy a apuntar por unos padres que lo llevaron saciones durante aquellos días!
al final  su dirección para que a la temporada de la fresa en La ¡Qué escuela de vida escucharlos
nuestro secretario –si le parece Moraña. contándose uno a otro sus bata-
bien añadir un suscriptor más Pero la vida es muy puta, como llas!...
de los de no pago– comience a repetía Francisco, y esa vida Pero la vida que, además de
enviarle nuestra revista en quie- puta, que para él era la droga, le puta, da muchas vueltas, llevaría
bra. Y quién sabe, si a alguno de volvió a cornear poco después más tarde a nuestro ángel José
nuestros lectores que sí crea en de terminar en la fresa. Me llamó Ángel a estudiar Pedagogía en el
la bondad de sus estudios peda- una noche pidiendo ayuda: “Sé módulo de internos de Aranjuez,
gógicos, le de por escribir a mi que la he jodido otra vez, pero no en la UNED: quince añitos de es-
amigo José Ángel. puedo seguir tirado porque ter- tudios a la sombra. Ahora es él
Voy a explicaros cómo le co- minaré de nuevo en la cárcel”. quien necesita de uno o más án-
nocí. Hace muchos años leí en Buscamos dónde recuperarse geles que quieran simplemente
una revista de cristianos militan- durante unos días del monazo darle conversación y amistad y
tes, que todavía quedan, la car- que tenía y, después de probar que, como él, crean todavía en
ta que un preso español en una inútilmente en Cruz Roja y algún la escuela. En esta revista hay
cárcel portuguesa, escribía para otro sitio, terminamos recurrien- mucha gente “pedagoga”, tal
agradecer el apoyo que un cura do a los monjes en La Trapa de vez dispuesta a representar ese
de Salamanca –Emiliano Tapia– San Isidro de Dueñas, cerca de papel. Pues aquí os queda su
le había prestado; aquel preso Palencia, que lo admitieron en dirección. Los detalles que fal-
pedía además que, si algún lec- la hospedería del monasterio. Y ten o hayan quedado abiertos ya
tor quería escribirle, estaría en- aquí viene el encuentro con José los arregláis con él: José Ángel
cantado pues sentía una gran Ángel, nuestro futuro pedagogo Cortés Lazo (M.4), Apartado
soledad. A mí me dio por leer de Aranjuez. 2000, Aranjuez (Madrid).n

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