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Alcoholismo
Alcoholismo
Aprenda la Realidad
Para muchas personas la realidad acerca del alcoholismo no está muy clara. ¿Qué es el
alcoholismo exactamente? ¿Cómo se puede diferenciar el alcoholismo del abuso de alcohol?
¿Cuándo debe una persona buscar ayuda para un problema relacionado con sus hábitos de
consumo de alcohol? El Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (National Institute
on Alcohol Abuse and Alcoholism [NIAAA]) ha preparado este folleto para ayudar a las
personas y a sus familias a contestar éstas y otras preguntas comunes acerca de los
problemas relacionados con el alcohol. La información presentada a continuación le explicará lo
que es el alcoholismo y el abuso del alcohol, los síntomas de cada uno de éstos, cuando y
donde puede buscar ayuda, y las opciones de tratamiento. Además le recomendará otros
recursos que le pueden servir de ayuda.
Las consequencias del abuso del alcohol son serias--en muchos casos, de amenaza o peligro a
la vida. Las personas que beben mucho alcohol pueden aumentar el riesgo de desarrollar
ciertos tipos de cáncer, especialmente de el hígado, el esófago, la garganta, y la laringe (caja
de la voz). El abuso del alcohol también puede causar cirrosis del hígado, problemas en el
sistema de inmunidad, daño cerebral, y hasta puede dañar el feto durante el embarazo. El
beber alcohol aumenta los riesgos de muertes por accidentes automovilísticos, accidentes
durante actividades recreativas, accidentes en el trabajo, y la probabilidad de que ocurran
homicidios y suicidios. En términos estrictamente económicos, los problemas relacionados con
el uso del alcohol le cuestan a la sociedad aproximadamente 100 billones de dólares por año.
En términos de vida humana, el costo es incalculable.
¿Qué es alcoholismo?
El alcoholismo es un problema que tiene poco que ver con el tipo de alcohol que se consume,
cuanto tiempo se ha estado bebiendo, o la cantidad exacta de alcohol que se consume. Sin
embargo, el alcoholismo tiene mucho que ver con la necesidad incontrolable de beber de la
persona. Esta definición de alcoholismo nos ayuda a entender porque para la mayoría de los
alcohólicos un "poco de fuerza de voluntad" no es suficiente para dejar de beber. El alcohólico
o la alcohólica se encuentra frequentemente bajo el control de un deseo poderoso o necesidad
de ingerir alcohol, una necesidad que puede sertirse tan fuerte como la necesidad de agua o
comida. A pesar de que algunas personas se pueden recuperar sin ayuda, la mayoría de las
personas alcohólicas necesitan ayuda externa para recuperarse de esta enfermedad. Con
ayuda, apoyo y tratamiento, muchas personas son capaces de dejar de beber y de rehacer sus
vidas.
Muchas personas se preguntan: ¿Por qué algunas personas pueden beber alcohol sin
problemas, mientras que otras son totalmente incapaces de controlar sus hábitos de beber
alcohol? Investigaciones recientes costeadas con fondos de NIAAA han demostrado que para
muchas personas la vulnerabilidad al alcoholismo es heredada. Sin embargo, es importante
reconocer que los factores en el ambiente de la persona tales como las influencias de los
compañeros y la disponibilidad de alcohol influyen significativamente. Ambos factores, los
heredados y los del ambiente, son llamados "factores de riesgo." A pesar de estos factores, el
riesgo no determina el destino. El hecho de que el alcoholismo tiende a ser común en algunas
familias no significa que el hijo o la hija de un padre o una madre alcohólica automaticamente
desarrollará alcoholismo.
¿Cómo puede usted saber si usted o alguien cerca de usted tiene un problema de alcohol? El
contestar las siguientes cuatro preguntas le podría ayudar a reconocer si existe un problema de
alcohol. (Para ayudarle a recordar estas preguntas, recuerde que la primera letra de la palabra
clave de cada una de las preguntas en inglés forman la palabra "CAGE.")
¿Ha pensado usted alguna vez que debe disminuir o cortar ("Cut") la cantidad de bebidas
alcohólicas que usted toma?
¿Le ha molestado ("Annoyed") la gente al criticar sus hábitos de beber alcohol?
¿Se ha sentido usted alguna vez mal o culpable ("Guilty") debido a sus hábitos de consumo
de alcohol?
¿Ha tomado usted un trago o bebida alcohólica acabándose de despertar en la mañana
para tranquilizar sus nervios, para abrir los ojos ("Eye opener"), o deshacerse de los efectos
después de una borrachera ("hangover")?
El contestar "Sí" a una de estas preguntas sugiere la posibilidad de que existe un problema de
alcohol. Si usted contestó que "Sí" a más de una de las preguntas es muy probable que exista
un problema de alcohol. En cualquiera de estos casos, es importante que usted vea a un
doctor(a) o enfermera(o) inmediatamente para que discuta sus contestaciones a estas
preguntas. El(ella) puede ayudarle a determinar si usted tiene un problema relacionado a sus
hábitos de consumo alcohol, y si usted tuviese un problema, esta persona le puede recomendar
lo que debe hacer al respecto.
Aunque usted haya contestado que "No" a todas las preguntas, usted debe buscar ayuda
profesional si tiene problemas relacionados con el alcohol que afectan su trabajo, sus
relaciones con otras personas, su salud o le causan problemas con la ley. Los efectos del
abuso del alcohol pueden ser extremadamente serios, y pueden llegar a ser fatales para usted
y para las personas a su alrededor.
Reconocer que se necesita ayuda con un problema de alcohol no es fácil. Sin embargo, tenga
presente que mientras más pronto una persona obtiene ayuda, mejores son las probabilidades
de que él(ella) se recupere exitosamente.
Alcohólicos Anónimos
Virtualmente todos los programas de tratamiento incluyen el asistir a reuniones del programa
de Alcohólicos Anónimos (AA), el cual se autodescribe como "una asociación mundial de
hombres y mujeres que se ayudan mutuamente a mantenerse sobrios (sin beber alcohol)."
Mientras que AA es generalmente reconocido como un programa efectivo de ayuda mutua para
alcohólicos en recuperación, no todas las personas responden positivamente al estilo y
mensaje de AA, por lo que hay otras estrategias disponibles. Hasta las personas que son
ayudadas por AA usualmente encuentran que AA funciona mejor en combinación con otros
elementos de tratamiento tales como la consejería y la asistencia médica.
A pesar de que el alcoholismo es una enfermedad tratable, todavía no existe una cura. Esto
significa que un alcohólico que ha estado sobrio (sin beber alcohol) por un período largo de
tiempo y que ha recuperado su salud, él(ella) todavía es susceptible a sufrir una recaída y tiene
que continuar evitando todo tipo de bebida alcohólica. "Disminuir" la cantidad de alcohol que se
consume no funciona; se necesita eliminar por completo el alcohol para lograr una
recuperación exitosa.
En todo caso, hasta algunas de las personas que están determinadas a mantenerse sobrias
(sin beber alcohol) pueden sufrir uno o varios "deslizes" o recaídas, antes de lograr sobriedad
por largo tiempo. Las recaídas son bien comunes y éstas no significan que la persona ha
fallado o que no puede eventualmente recuperarse del alcoholismo. Recuerde que cada día
que un alcohólico en recuperación se ha mantenido sobrio antes de una recaída es tiempo
extremadamente valioso, para ambos, tanto para la persona en recuperación como para su
familia. Si una recaída ocurre, es muy importante que la persona trate de parar de tomar
alcohol otra vez y que obtenga la ayuda que sea necesaria para poder abstenerse de beber
alcohol.
Si su proveedor de salud determina que usted no es dependiente del alcohol, pero sí determina
que usted exhibe un patrón de abuso de alcohol, él(ella) puede ayudarle a:
Examinar los beneficios de dejar un patrón de beber alcohol poco saludable.
Establecer su meta o límite de consumo de alcohol. Algunas personas seleccionan
abstenerse de tomar alcohol, mientras que otras prefieren limitar la cantidad de alcohol que
beben.
Examinar las situaciones y sentimientos que promueven su patrón de consumo de bebidas
alcohólicas que es poco saludable.
Desarrollar estrategias para que pueda mantener su meta de controlar la cantidad de
alcohol que consume.
Muchas personas que han parado de beber después de haber experimentado problemas
relacionados con el alcohol deciden asistir a las reuniones de AA para obtener información y
apoyo, a pesar de que no han sido diagnosticadas como alcohólicas.
Alcohol y Dependencia
Entre las drogas clasificadas como depresoras del sistema nervioso central, se encuentran las
bebidas alcohólicas. El alcohol es una sustancia que se halla en las bebidas fermentadas
como el vino, la cerveza, la sidra y otras, o en las destiladas como el aguardiente, el ron, el
coñac, la ginebra, el whisky, etc. El contenido de alcohol no es el mismo en todas las bebidas y
viene indicado por el grado alcohólico, por ejemplo, 12º significa que en 1000 ml de bebida hay
120 ml de alcohol etílico de 96º.
Existe una enzima en el cuerpo encargada de destruir el alcohol, llamada aldehido
deshidrogenasa, pero no todas las personas las poseen por igual. En el hombre la podemos
encontrar en dos lugares, primero en la mucosa del estómago y luego en el hígado, en cambio
la mujer sólo tiene esta enzima en el hígado, no posee en el estómago o, en todo caso, se
encuentra en un porcentaje 80 veces menor. Un hombre puede llegar a absorver el 25% del
alcohol que consume en el estómago, mientras que la mujer no, por eso es menos resistente a
sus efectos. Una vez en el hígado el alcohol se metaboliza, generando otras sustancias
también tóxicas para el organismo.
Todo el alcohol que el hígado no es capaz de absorver pasa a la sangre ( alcoholemia) y de
allí va directamente al cerebro, afectando al sistema nervioso central. Existen algunos casos
extraños en que la persona no posee la deshidrogenasa en su cuerpo, son aquellos individuos
a los que el alcohol les sienta mal, produciéndoles náuseas, diarreas, calor, ruborización, etc.
por lo que no lo pueden tomar.
Una persona, tras un año de tomar alcohol en grandes cantidades ya presenta dependencia
psíquica y física.
Además cada gramo de alcohol contiene 7 Kcal, que se acumulan en forma de grasa en la
mayoría de las personas, provocando un sobrepeso.
Las características iniciales de esta enfermedad son la falta de apetito, trastornos del sueño,
hipertensión, anemia, impotencia sexual, temblor de manos, diarreas, etc.
A largo plazo produce diferentes patologías asociadas como son la gastritis, úlceras
gastrointestinales, trastornos hepáticos (hepatitis y cirrosis), el 80% de todas las pancreatitis
crónicas y casi todas las agudas. También provoca un déficit de vitamina B1 y afecta al
mecanismo de fabricación de hematíes, sobretodo de linfocitos, por lo que los adictos suelen
padecer más enfermedades infecciosas. Esta lista se engrosa con las alteraciones
cardiovasculares, las neurológicas, demencias y psicosis alcohólicas.
El alcohol es un depresor cerebral, aunque produzca síntomas de euforia. Cuando llega al
cerebro lo que más se afecta es la zona de la corteza, la parte más característica que
poseemos los humanos y la más desarrollada. Cuanto más alta es la dosis de alcohol, más
zonas estructurales del cerebro se ven afectadas, y es lo que produce la depresión final, tan
peligrosa para el organismo.
El síndrome de abstinencia del alcohol son un conjunto de síntomas que aparecen por el
cese o la reducción del consumo. Éstos se dan tras un período prolongado de grandes ingestas
de alcohol y se pueden desarrollar horas o días después de la interrupción: malestar matutino,
temblores en extremidades, lengua e incluso cara, ansiedad, sudoración, insomnio, náuseas,
vómitos y alucinaciones visuales (suelen ser relacionadas con insectos y pueden llegar a durar
varios días), en casos muy extremos se produce el delirium tremens, que puede llegar a causar
la muerte.
Consecuencias psicosociales:
A nivel familiar las consecuencias psicosociales se caracterizan por una mayor irritabilidad
por parte del enfermo, lo cual fomenta la aparición de peleas, malos tratos, abandono de la
familia e incluso la separación.
En cuanto al nivel social podemos observar una pérdida de relaciones, la aparición de
problemas jurídico-legales, altercados, imprudencias y accidentes.
En el trabajo se pueden producir absentismos cuando el alcoholismo ya está muy instaurado,
disminución del rendimiento, accidentes laborales, bajas y despidos.
El tratamiento médico debe empezar por la desintoxicación, que puede ser de forma
ambulatoria o incluso hospitalaria. Tras impedir el consumo de alcohol se suelen administrar
tranquilizantes para reducir la ansiedad producida por el síndrome de abstinencia, llamados
benzodiacepinas (como el Valium o el Librium) durante los primeros días.
- Pensar que el alcohol no resuelve los problemas, al contrario, impide pensar con claridad.
Son muchos los beneficios de abandonar el consumo de alcohol, como tener una mayor
agilidad mental, un aumento del bienestar físico, más apetito, disfrutar de mejor humor,
conducir de manera más segura, ahorrar dinero, mayor concentración y rendimiento en el
trabajo, y aumento de la autoestima.
Muchas investigaciones científicas han demostrado que los factores genéticos tienen influencia
sobre el alcoholismo. Estos descubrimientos demuestran que los hijos de padres alcohólicos
son hasta cuatro veces más propensos a desarrollar problemas con el alcohol que el resto de la
población general. Sin embargo, el alcoholismo no se determina solamente por la composición
genética heredada. De hecho, más de la mitad de los hijos de padres alcohólicos no llegan a
serlo.
Existen estudios que demuestran que muchos factores influyen sobre el riesgo de desarrollar
alcoholismo. Los investigadores creen que el riesgo en una persona incrementa cuando existen
en la familia las siguientes dificultades:
La buena noticia es que muchos de los hijos de padres alcohólicos, aún aquellos que provienen
de las familias más perturbadas, no siempre desarrollan problemas con las bebidas alcohólicas.
Así como la historia de alcoholismo en la familia no garantiza que una persona será alcohólica,
tampoco lo garantiza el ser criado en una familia con muchos problemas, con padres
alcohólicos. El riesgo es mayor, pero no tiene porqué ocurrir.
Si le preocupa que la historia familiar de alcoholismo o los problemas de su vida en familia lo
pongan en riesgo de convertirse en una persona alcohólica, aquí se ofrecen consejos de
sentido común para ayudarle:
Las personas con antecedente familiar de alcoholismo, que corren mayor riesgo de desarrollar
dependencia, deberían encarar el consumo moderado de alcohol con prudencia. Es posible
que les resulte más difícil mantener hábitos de consumo moderados, que a otras personas en
cuyas familias no existe historia de alcoholismo. Una vez que una persona pasa del consumo
moderado de alcohol a tomar en exceso, el riesgo de problemas sociales (como por ejemplo,
conducir bajo la influencia, violencia y trauma) y los problemas médicos (como por ejemplo,
enfermedad hepática, daño cerebral y cáncer) aumentan considerablemente.