Mann, Michael - La Crisis Del Estado-Nación en América Latina

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Desarrollo Económico, vol.

44, Nº 1 74 (julio-setiembre 2004)

LA CRISIS DEL EST ADO-NACION


EN AMERICA LATINA*

MICHAEL MANN**

1. 1 ntroducción

Dado que tengo un conocimiento limitado de Colombia, cualquier luz que pue­
da arrojar sobre la "crisis colombiana" habrá de ser indirecta, generada por una
discusión alrededor del desenvolvimiento más en general de los estados-nación
modernos. Mi pregunta específica es, por consiguiente, qué hace que los estados­
nación sean exitosos, es decir, estados con "poderes infraestructura] es" efectivos y
naciones cohesionadas. M1 propósito es comenzar abordando esta cuestión a través
de un breve análisis comparativo de Occidente,América Latina y aquellas partes de
Asia que se han desarrollado con éxito. Luego, me ocuparé de identificar los proble­
mas -que tal vez equivalen a una "crisis"- que enfrentan los estados latinoamerica­
nos de hoy.
Mi formación es de sociólogo. Mi mirac:la a los estados va más allá de las cons­
tituciones,los partidos políticos y los sistemas electorales sobre los que los politólogos
han concentrado su más reciente atención. Me ocupo menos de la democracia que
de la administración del estado, de lo que los estados hacen en realidad, y luego
examino cómo esto se arraiga en la sociedad. Sostendré que los estados modernos
más eficaces son aquellos cuya sociedad es suficientemente homogénea e iguali­
taria como para permitir el desarrollo de un sentido común de ciudadanía nacional.
Los estados pueden de esta forma desarrollar poderes infraestructurales efectivos
para movilizar recursos y promover así el desarrollo. A largo plazo, dichos estados
también se harán democráticos. Puesta al revés,la proposición es todavía más clara:
sólo los estados con infraestructuras eficientes pueden convertirse en democracias
plenas. Los estados-nación de América Latina tienen fallas serías a este respecto.
Estas forman lo que llamaré la "crisis estructural" de los estados-nación del continen­
te. Naturalmente, los problemas actuales no constituyen una crisis en el sentido que
el diccionario da a este término,esto es, de ser súbitas e inesperadas, ya que dicha
crís1s del estado ha sido recurrente, incluso perenne y, en ese sentido, predecible.

• Ponencia presentada en la conferencia "La Crisis Política y el Conflicto Interno en Colombia", BogOTá,
Universidad de los Andes, abril de 2002. Se agradece al autor la autorización para la presente versión en español.
'* Profesor de Sociología, Universidad de California, Los Angeles.
MICHAEL MANN
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más recientes e
Pero a estos problemas se han agregado dos "crisis situacionales" efectiva en todo su territorio, al tiempo que sigue siendo democrático. Éste seria un
inesperadas, generadas por la deuda y las drogas. Estas crisis fueron en gran parte esta do-nación plenamente democrático y burocrático. Pero la mayoría de los esta­
producidas desde fuera del continente , pero han exacerba do la cnsrs estructura l de dos no alcanzan tal ideal. De hecho, el proceso de establecer estados-nación
Esta combinaci ón de "crisis" golpea a Colombra de forma mas
más largo plazo. infraestructuralmente poderosos y ampliamente democráticos en Occidente fue lar­
fuerte que a cualqurer otro país, lo que constituye, de acuerdo con cualqurer defrnr­ go y tortuoso. Se dío entre los siglos XVIII y xx, y la victoria final sobre los estados más
ción, la "crisis colombiana". despóticos sólo se produjo a mediados y finales del siglo xx. Todo esto presupuso
A continuación es preciso definir, en primer lugar, lo que entiendo por poder tres grandes procesos sociales:
estatal. Este puede tener dos significados. Podemos hablar de un estado que es (1) Hubo una importante reducción de la heterogeneidad étnica en cada esta­
"fuerte" porque ejerce un poder despótico sobre su sociedad, o porque puede
implementar de forma efectiva decrsiones a través de su sociedad -el primero es el ¡ do. Originalmente, todos los estados occidentales eran sumamente multiétnicos. Esta
variedad se redu¡o a lo largo de muchos s1glos, tanto antes como después de la in­
poder sobre, el segundo es el poder a través-. En un trabajo previo (Mann, 1 984) los dustrialización. En algunas ocasiones,esto ocurrió mediante masivas limpiezas étnicas
llamé,respectivamente,poder despótico y poder infraestructura!,y los drspuse en un (como en los Estados Unidos,donde los pueblos nativos fueron eliminados), pero en
sencillo cuadro de cuatro celdas. Europa se produjo principalmente a través de una mezcla de asimilación voluntaria y
forzada en una identrdad étnica dominante (como la francesa,la alemana, etcétera).
CUADRO 1 El título de la obra clásica de Eugen Weber, Peasants lnto Frenchmen (1 978), revela
Dos formas del poder estatal: poder despótico y poder infraestructura! el proceso general mediante el cual, en el curso (principalmente) del siglo xrx, los
campesinos que previamente se concebían a sí mismos como primordialmente
Poder despótico Pod6 r infraestructura! bretones, provenzales,etcétera,llegaron a pensarse como "franceses". Como resul­
Bajo Alto tado de este proceso, los estados-nación llegaron a dominar Occidente -un estado
Bajo Feudal Burocrático para los alemanes, uno para los franceses, otro para los italianos, etcétera-. Existe
Alto Imperial Autoritario ciertamente un puñado de democracias consociativas de carácter multiétnico en las
Fuente. Mann, 1984. que las diferencias étnicas persisten y han sido institucionalizadas en las constitucio­
nes estatales (Bélgica, Suiza); y casos en los que domina una etnia en particular pero
El poder despótico es la capacidad de las elites estatales para tomar decisio­ las minorías tienen cierta autonomía regional (España, Reino Unido). Empero, en la
nes sin negociaciones regulares con sectores y grupos de la sociedad civil. En prin­ mayoría de los casos existe una única identidad nacional dominante en la cual se
cipio,la democracia no involucra poder despótico alguno,aunque todos los estados­ socializan los nuevos inmigrantes. Esto ocurre a gran escala en países de inmigrantes
nación en realidad lo ejercen en alguna medida. El poder infraestructura! es la capa­ como Australia y Estados Unidos. El florecimiento reciente de trabajos sobre la
cidad del estado para implementar realmente decisiones a lo largo de su territorio, etnicidad y el nacionalismo nos ha familiarizado con estos procesos, que constituyen
independientemente de quién tome dichas decisiones. Esto puede también denomi­ el tema central del capítulo 4 de mi l1bro The Oarkside of Oemocracy: Explaining
narse capacidad o eficiencia ael estado. Para ello se requiere que éste posea in­ Ethnic C/eansing, próximo a aparecer. La ironía está en que fue por medio de la
fraestructuras que penetren de forma generalizada en la sociedad civil, que sirvan opresión y el asesinato que se desarrolló un sentido común de nacionalidad.
como medro para que las elites extraigan recursos de, y suministren recursos a, (2) Los estados occidentales se originaron como monarquías guerreras. Fueron
todos los súbditos. Todos los estados avanzados del Norte del globo poseen hoy día frecuentes las guerras,los grandes y costosos ejércitos,las pesadas cargas tributarias
un considerable poder infraestructura!; en el otro extremo, algunos estados sub­ y la conscripción Las primeras burocracias estatales eficientes involucraron ejérci­
saharianos poseen un mínimo poder infraestructural (e.g. Somalía y el Congo). Los tos y escuadras marinas y la maquinaria tributaria necesaria para sostenerlos. No
estados IHtinoamericanos están en algún lugar entre estos dos extremos. Estas dos obstante, a medida que recaudadores y reclutadores extraían recursos cada vez
dimensiones del poder estatal son en buena medida independientes entre sí. Así, en mayores, la resistencia popular a éstos se hizo cada vez más fuerte. La resistencia no
la Europa del siglo XVIII, tanto Inglaterra como Prusia eran estados ínfraestructuralmente logró reducir la carga de impuestos y conscripción, ya que las guerras continuaron y
poderosos. No obstante,Prusia caía en la celda autoritaria de la tabla,e Inglaterra en se hicieron incluso mayores y más costosas en el siglo xx. Pero la resistencia trajo
la celda burocrática ya que era un gobierno representativo (aunque no todavía una consigo gobiernos representativos, haciendo que las burocracias se hicieran res­
democracia -ver Mann, 1 993.: 109). ponsables ante las legislaturas. El slogan de "no a la tributación (o a la conscripcíón)
sin representación"' condujo a la democratización Este movrmiento de resistencia
2. Estados occidentales antes de 1945 goneró una considerable solidaridad entre clases y etnias contra las elites estatales
despóticas. Los propietarios y los desposeídos se aliaron intermitentemente contra el
El estado moderno ideal combina un alto poder infraestructural y un bajo poder
despótico,esto es, cuenta con la capacidad de movi·lizar recursos y reg.las de forma 1 "No taxation (or conscription) without representation'' (N_ del T.).
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embargo, tuvieron dos rasgos distintivos que retrasaron la emergencia de verdade­


estado en la lucha por un gobierno representativo. Las élites provinciales se un1eron
al movimiento y así perdieron su autonomía regional. Los estados se hicieron más ros estados-nación.
centralizados. Los orígenes fiscales-militares del gobierno representativo han sido (1) Las presiones militares-fiscales fueron en ellos mucho más débiles, como lo
subrayados,en el marco de una reciente escuela de sociología histórica,Impulsada han mostrado Centeno (2002) y Mazzuca (2001). Las guerras fueron más escasas y
por Charles T illy, Theda Skocpol y yo,entre otros. Una vez más, existe una profunda menores y,por lo tanto, los estados y sus aparatos militares también eran pequeños.
ironía en el hecho de que la tendencia de los occidentales a matarse entre sí llevara Los niveles de tributación fueron mucho menores que en Europa: por ejemplo, los de
a ia democracia Chile y Brasil (los casos mejor documentados) eran bastante menos de la mitad de
los niveles británicos durante todo el siglo XIX, de acuerdo con Centeno. Los estados
(3) Esta lucha se vio reforzada por grandes reducciones en las desigualdades
sobrellevaron sus guerras principalmente mediante préstamos ad hoc, creando deu­
de clase en cada sociedad nacional, mediante la combinación de una industrializa­ das, gravando el comercio exterior y simplemente emitiendo más dinero,lo cual ge­
ción más bien extensa y uniforme dentro de los territorios y de presiones democráti­
neró una inflación crónica. Las elites estatales europeas se ocuparon principalmente
cas sobre los estados en busca de una tributación más justa. Estos procesos fueron
de hacer la guerra. Entretanto, de acuerdo con Mazzuca, tanto en Brasil como en la
acompañados por el respaldo en la sociedad civil gracias a la institucionalización del
Argentina el objetivo principal fue la integración en la economía mundial. Sus mayo­
conflicto de clase producida a lo largo de cien años, desde alrededor de 1870 hasta res partidas de gasto estuvieron destinadas no a los esfuerzos bélicos sino a la
fines de la década de 1960. Los economistas, politólogos y sociólogos occidentales . construcción de puertos y grandes depósitos de mercancías. Las inversiones en
están bien familiarizados con todo esto.
infraestructura no apuntaban tanto a integrar los territorios en el ámbito de los esta­
Estos tres procesos permitieron el surgimiento de sociedades civiles relativa­ dos como a conectarlos con el mundo exterior. Por eso, sus iniciativas no provocaron
mente centralizadas, homogéneas e igualitarias, articuladas políticamente por un por lo común luchas que cruzaran las fronteras de clase o de etnia alrededor de la
sentimiento compartido de ciudadanía nacional. Los estados se hicieron en gran tributación, como sí sucedió en Occidente. La mayor parte de sus recursos moneta­
medida democráticos, con el objetivo de lograr el bienestar de todos, y fueron relati­ rios provenían del comercio y refluían hacia éste. Dado que el estado no interfería
vamente eficaces en la movilización de compromisos ciudadanos. En la formulación demasiado en el dominio de las elites provinciales, éstas conservaron su control
clásica de T. H. Marshall ( 1963), la ciudadanía combinaba participación civil, política local. Los estados gobernaron indirectamente a sus provincias por medio de caci­
y social en la misma sociedad definida nacionalmente. Los súbditos se convirtieron ques y ¡efes locales. Los ricos virtualmente no pagaban impuestos y aun los pobres
en ciudadanos a medida que adquirieron libertades civiles universales, representa­ pagaban menos que en Europa. La debilidad de los estados fue persistente a lo
ción política y derechos para participar en la misma sociedad económica. Las buro­ largo del tiempo y fueron gobernados por oligarquías terratenientes,las cuales sofo­
cracias estatales del siglo xx implantaron entonces los derechos de la ciudadanía a caban las presiones populares a favor de reformas agrarias y de mayor igualdad. La
lo largo y ancho de su territorio. ex1tosa industrialización de fines del siglo XIX y comienzos del xx distribuyó el ingreso
En consecuencia, la democrac·la occ'1dental es más que un simple sistema elec­ de forma más uniforme, al menos en las principales áreas urbanas. En estos encla­
toral. Las reglas electorales sólo generaron democracias estables en las que los ves, el conflicto de clase y su institucionalización comenzó a adoptar formas compa­
conflictos étnicos, regionales y de clase se institucionalizaron de forma estable. Esto rables con las de Occidente. No obstante, la debilidad de su integración nacional en
contribuyó a su vez al desarrollo de estados infraestructuralmente efectivos y de términos económicos y sociales no cambió. Desde una perspectiva general, puede
naciones relativamente igualitarias. La guerra siguió desempeñando un papel central afirmarse que los estados de América Latina fueron bien distintos a los europeos.
en el proceso. Estos fueron los estados que ganaron las guerras mundiales, e impu­ Aunque marchaban (de forma más lenta y más desigual) hacia la democracia, su
sieron su forma a los vencidos. Así, después de 1945, la mayoría de los paises de grado de penetración infraestructura! en sus respectivos territorios continuó siendo
Occidente llegaron finalmente a poseer estados-nación infraestructuralmente pode­ mucho más débil.
rosos y democráticos. (2) Los principales contrastes étnicos duraron más tiempo. La mayoría de las
colonias en América Latina no llegaron a exterminar completamente las poblaciones
indígenas, a diferencia de las colonias anglosajonas de la zona templada. Esta dife­
3. Los estados latinoamericanos antes de 1945
rencia habría de producir una verdadera ironía histórica: al haber exterminado al 95%
Esta fue claramente una historia única,que no se ha repetido,ni se repetirá, en de sus poblaciones indígenas, Estados Unidos y Australia pudieron desarrollar pos­
otras regiones del mundo. Tampoco sería deseable que así fuera ya que esto implica­ teriormente democracias liberales impecables, sin tener que enfrentar problemas
ría enormes guerras. Los estados latinoamericanos se desarrollaron y se desarrolla­ raciales (salvo por el legado de la importación norteamericana de esclavos negros).
rán a su propio ritmo. También son bastante antiguos y caminaron por la senda de los En cambio, los estados latinoamericanos, en principio más humanos,. tuvieron que
estados-nación democráticos desde principios del siglo XIX, y por la de la industria­ confrontar problemas raciales-étnicos, aunque de otra naturaleza. América Latina no
lización desde el final de dicho siglo. Se consideran tan parte de "Occidente" como ha tenido que lidiar con la cuestión -dominante hoy en África- que plantea la existen­
otros estados colonizados por los europeos como Estados Unidos y Australia; sin cia de grupos étnicos diferentes enfrentados entre sí por el control político de los
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estados. En este continente, los indígenas raramente han representado una amenaza CUADRO 2
política real,ya que sus estados originales fueron rápidamente destruidos y confina­ La desigualdad en países de América Latina, el Este asiático y Occidente.
dos a las áreas periféricas. Sólo en unas pocas regiones (como Yucatán) estuvieron Coeficientes G .ini, 1970-1998
en condiciones de desarrollar estados propios. En verdad,las comunidades indíge­
1
1!; nas fueron siendo integradas en los estratos Inferiores de las jerarquías de clase y Países Circa 1970 Circa 1980 Circa1990 1 996-1998
casta establecidas por los colonizadores. Las diferencias raciales entre blancos, 39 42 43 47
Argentin a
mestizos,negros,mulatos e indios generalmente reforzaron las diferencias de clase. Brasi l 50 57 61 60
En muchas áreas las clases 1 castas superiores se consideraron a sí mismas como Chile 48 50 55 56
poseedoras de una "civilización" superior en todo a la de los indígenas; incluso algu­ México 52 47 47 53
nas de ellas todavía se lo creen. Esto explica el profundo arraigo que han tenido en Perú 50 49 45 51
la región las pronunciadas ¡erarquías de clase 1 casta. Venezuela 49 40 39 43
Promedio de América Latina 48 48 48 52
Estos fuertes contrastes también se expresaron regionalmente. Las regiones
colonizadas por los blancos dominaron a aquellas pobladas por las comunidades (Colombia) (52 (40) (48)
'
i indígenas. Además, debido a que la industrialización quedó confinada principalmen­ Japón 36 34 36 30
te a las áreas dominadas por los blancos,ella no produ¡o el efecto nivelador que tuvo Corea del Sur 35 38 34
en Occidente. Los sindicatos tampoco lograron asumir fácilmente la representación Taiwán 30 28 31 32
de los pobres y oprimidos ya que, a lo largo del territorio nacional,tendieron a expre­ India 48 42 32

sar típicamente a sectores más bien privilegiados de la fuerza de traba¡o. Y dado que Promedio del Este asiático 37 36 33 31
los mercados domésticos eran relativamente débiles,las regiones más avanzadas se Estados Unidos 38 40 42 46
relacionaron menos con la economía nacional que con la economla global,debilitán­ Otros estados anglosajones (a) 33 34 34 38
dose, en consecuencia,la solidaridad nacional. Europa: estados demócrata cristianos (b) 35 30 28 30
La combinación de (1) y (2) generó mayores niveles de desigualdad de clase, Europa: estados social demócratas (e) 33 29 29 30
étnica y regional entre el cuerpo ciudadano que la existente en Occidente. Estos Nota: Cuanto más alto es el coeficiente, tanto mayor es la desigualdad.
patrones de desigualdad aún persisten, como lo revelan los datos comparativos so­ Fuentes: Con excepción de Colombia, estudios de la UN WIDER (World In come lnequa,lity Data-Set), basa­
bre la distribución del ingreso. El cuadro 2 presenta los coeficientes Gini para los dos en encuestas nacionales de ingreso de los hog¡¡�res. Para Colombia, datos extraídos de series de la CEPA L.
países que cuentan con mediciones de ingresos por hogar en las décadas recientes. las cuales en general presentan coeficientes Gini más bajos que los de la WIDER. Los coeficientes fueron extraí­
dos para 8-2 años alrededor de cada nueva década. Cuando las cifras esta\)an disponibles para más de un año,
Estos coeficientes miden el grado de desigualdad entre los hogares; un Gini de valor ellas fueron promediadas. Se desecharon los decimales en todos los coeficientes.
cero indicaría igualdad total, de tal manera que cuanto más alto sea el coeficiente, (a) Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda.
tanto mayor es la desigualdad. (b) Francia, Alemania, Italia, España.
Por el momento, en este cuadro destaco las diferencias entre regiones, no las (e) Noruega, Suecia, Dinamarca.
diferencias en el tiempo. En cualquier caso, aquéllas son las más significativas. Asi­
mismo, observamos que,en las últimas décadas, la desigualdad ha sido mucho más
alta en América Latina que en Occidente o en el este de Asia. Nótese que Colombia puede comprobar fácilmente en una ciudad como Bogotá. T iene un núcleo moderno
está cerca del promedio latinoamericano. Sólo presento estas tres regiones ya que y cosmopolita, atiborrado de gimnasios,restaurantes étnicos,tiendas chic, torres de
son las únicas que cuentan con datos confiables a este respecto. Los estudios que oficinas y espléndidos complejos de apartamentos -como cualquier ciudad impor­
presentan coeficientes Gini menos confiables para otras partes del mundo llegan tante del Norte-. Pero este enclave está rodeado de barrios paupérrimos y, por tanto,
igualmente a las mismas conclusiones. América Latina, dicen, es la región más ha tenrdo que ser protegido con barras de hierro y soldados, Debo agregar que el
inequitativa de todo el mundo (Deininger y Squire, 1996; Morley, 2001 ) Esto también
.
liderazgo latinoamericano en este mundo desigual viene de antiguo, y se originó en
significa que la pobreza se expande por todo el continente. Se estima, por e¡emplo, el patrón extraordinariamente desigual de ocupación de tierras durante la Colonia.
que casi el 60% de la población colombiana vive por debajo de la línea oficial de En una era en la cual la democracia domina el discurso pollt1co, ese liderazgo es a
pobreza. Los estudios muestran que las élites contribuyen de forma desproporcionada todas luces irritativo y constituye la cuestión social por excelencia a la que se enfren­
a la desigualdad. En el cuadro 2 se advierte que el coeficiente de Gini de Estados ta América Latina, su persistente "crisis estructural".
Unidos ha venido creciendo recientemente, acercándose al nivel latinoamericano. A la vista de este fenómeno de la desigualdad en gran escala ,es difícil que las
Pero la brecha de ingreso entre el 10% más rico y el 1 O% más pobre de la población economías de América Latina se desarrollen siguiendo la misma línea que las econo"
es en realidad dos veces mayor en América La:ina que en Estados Unidos (IDB, mías de Occidente. Las importaciones suntuarias para los ricos tienen un peso des­
1998: Fig. 1 9b). ¡Los muy ricos de Latinoamérica viven casi en otro planeta! Esto se proporcionado en la economía, mientras que los mercados domésticos de consumo
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masivo siguen atrofiados. Esto signifrca que el ahorro y la inversión domésticos son 4. El Sur y el Este de Asia después de 1945
realmente inadecuados para el desarrollo económico. Centeno observa que las cla­
ses y castas altas de los distintos países han tenido más en común entre sí que con Después de 1945 se generalizó por todo el mundo el ideal del estado-nación
las clases y castas ba¡as de su propro país. A menudo, las clases parecen pertene­ democrático, especialmente gracias a la descolonización Los Estados Unidos adop­
cer a culturas diferentes, incluso a sociedades distintas. Los estados tampoco han taron un papel de liderazgo en este proceso, al ser a la vez la mayor potencia y el
logrado ser la expresión de un sentimiento de ciudadanía compartida puesto que principal poder anticolonial. A menudo se olvida hoy que la globalización involucra
tradicionalmente fueron posesión de las elites, no del cuerpo ciudadano como un no sólo la producción y los mercados capitalistas sino también un sistema global de
todo. Las elites también están muy descentralizadas y controlan y desvían recursos estados-nación. Hoy día hay 200: todos se s1entan ¡untos en un cuerpo llamado "Na­
estatales locales hacia canales provinciales particularistas que socavan la legisla­ ciones Unidas", todos se proclaman como democracias o en tránsito hacia la demo­
ción parlamentaria nacional. cracia, todos buscan establecer un sentido relativamente secular de nación, y todos
Estas elites han resistido y resisten a la tributación (como lo hacen en cualquier sostienen que promueven el desarrollo económico. La mayoría tuvo como modelo la
otra parte del mundo) puesto que necesrtan menos servicios sociales. Pero aquí la versión capitalista del desarrollo económico y la versión liberal de la libertad y la de­
resistencia de las elites es más eficaz, ya que pueden resistir y minar el poder mocracia. A partir de 199 1,virtualmente todos comparten esos ob¡etivos, lo cual los
infraestructura! del estado en las provincias,independientemente de lo que suceda ha llevado a una notable convergencia en los ideales y en las constituciones escritas.
en el distrito capital. La presión tributaria de los estados latrnoamericanos es compa­ Por supuesto, la realidad no coincide con el ideal o las constituciones. En ver­
rativamente más reducida. En promedio, la relación de impuestos contra PBN es dad, la mayoría de los regímenes del mundo se desenvuelven dentro de un espacio
alrededor de un tercio del nivel alcanzado en los países del G-7: en América Latina más bien amplio situado entre la democracia plena y el despotismo: hay elecciones
llega al 12-14%; en los países del G-7 11ega al 36-40%. En Colombia es de alrededor pero éstas son distorsionadas por el control gubernamental sobre los medios, la
del 1 O% del PBI. Muchos estados del continente ni siquiera suministran agua potable proscripción selectiva de elementos "subversivos" de oposición, la alteración de si­
ni alcantarillado a la mayor parte de su población -para no hablar de beneficios de tios y procedimientos de votación, el fraude electoral,etcétera; en fin,todas las téc­
desempleo, vivienda o salud-. Las elites también captan una porción mayor de los nicas ensayadas y probadas antes en Occidente. Además, la mayoría de los regíme­
servicios sociales de carácter universal allí donde éstos existen. nes del mundo han hecho poco para promover el desarrollo económico. Es c1erto
Consideremos,por e¡emplo,la educación. La modernización educativa del con­ que la esperanza de vida se elevó en todo el globo hasta aproximadamente la última
tinente ha dedicado recursos desproporcionados a la educación elemental y univer­ década , y que los ingresos han crecido algo en el mismo periodo. No obstante, la
sitaria, a expensas de la educación secundaria (Morley, 2001: 5 1 -59). Los estudian­ brecha entre el Norte y el Sur continúa siendo muy grande, y en realidad se expande
tes universitarios de elite,que son relativamente pocos,pueden ingresar hoy al mun­ para la mayoría de los países del Sur.
do moderno técnicamente avanzado. Entre tanto, las masas latinoamericanas están Las cosas empezaron bastante bien después de 1945 y de la descolonización.
mal preparadas para tareas que requieren destrezas moderadas en las áreas indus­ La lucha contra el colonialismo dio lugar a procesos de construcción de nación aná­
triales y de servicios, que deberían formar el grueso de los mercados laborales con­ logos a los de las luchas libradas en el pasado en Occidente en contra de las monar­
temporáneos y generar mercados de consumo masivo. Los estados del Este asiáti­ quías y los altos impuestos. A lo largo de un período de veinte años se asistió en los
co, en comparación, han dedicado más recursos a la educación primaria y secunda­ nuevos países independientes a la emergencia de un nacionalismo secular ostensi­
ria que a las universidades, lo que permite que más personas participen en una blemente democrático, junto con un cierto crecimiento económico. La mayoría de los
economía y una sociedad modernas. nuevos regímenes, en cierta forma, parecían de izquierda en ese momento -había
Finalmente, las elites pueden apropiarse con más facilidad de las infraestructuras "Socialismo Tercermundista", "Socialismo Árabe", "Socialismo Africano", etcétera-.
estatales de manera subrepticia y perturbadora por medio de la corrupción. Los Los nuevos regímenes en el Este de Asía eran seculares pero con frecuencia más de
servicios supuestamente universales del estado se desvían hacia los intereses de las derecha -como los regímenes militares de Corea, Taiwán e Indonesia-. A comienzos
redes patrón-cliente de las elites políticas. En términos de Max Weber, los estados del período post-1945, muchos países, en especial en el Este asiático, lograron ha­
"burocráticos" están contaminados por el "patrimonialismo". Las infraestructuras es­ cer reformas agrarias, dado que los terratenientes eran opresores coloniales que se
tatales contemporáneas penetran hondo, pero se trata de una penetración particu­ habían marchado del país o propietarios locales que habían colaborado con ellos. A
larista, esto es, no se despliegan universalmente en la sociedad. Esto ofrece una pesar de que los regímenes del Este de Asia parecían más bien de "derecha", redu­
forma de sobrellevar las grandes desigualdades ya que los pobres se dan cuenta de jeron las desigualdades mediante dichas reformas.
que sólo pueden compartir los beneficios de la ciudadanía si participan, aunque sea Con el tiempo, sin embargo,en los países situados fuera del Este asiátrco co­
desde una posición subordinada,en esas redes corruptas de clientela. Una creencia menzó a observarse un estancamiento tanto del desarrollo económico como de la
semejante los lleva a comportarse en forma deferente con sus patrones, lo cual redu­ democracia. El "socialismo" se mostró como un régimen despótico en todo el Medio
ce el conflicto de clase pero a expensas de la solidaridad nacional y del poder Oriente y Africa. Debido a que ese nacionalismo secular llegó a ser visto como inca­
infraestructura! del estado. paz de producir desarrollo y democracia, proliferaron los movimientos integristas de
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corte étnico y religioso. Estos crearon enormes conflictos civiles, tanto entre grupos zaran a abrir sus mercados. De hecho, fue esta fase temprana la que les dio la
étnicos o relig·iosos mayoritarios y-minoritarios,como entre rivales seculares y "funda­ confianza para abrirse,puesto que podían para ese momento hacer frente a la com­
mentalista.s". Los peores casos llevaron a guerras civiles y crisis estatales Diversos petencia externa. Hay que destacar que hoy en día sólo se han liberalizado parcial­
estudios han mostrado que las guerras étnicas y civiles crecieron rápidamente des­ mente. Nótese también que esta transición d.el estatismo a una cierta liberalización
de los años '60 hasta por lo menos finales de los '90. Aunque algunos creen que lo fue promovida por partidos politices que siguen siendo muy estatistas en su orienta­
peor ya pasó, no es el caso en los paises más pobres del mundo, precisamente los ción general -el Partido Comunista Chino, el Partido del Congreso y el BJP (Partido
lugares adonde estas guerras han tendido a concentrarse (Gurr, 2000; Fearon y Laitin, Nacionalista Hindú) en la India. En rigor,éstos no son partidos "liberales" -de hecho,
2001 ). Muchos estados del Sur son hoy más bien despóticos, pero cuentan con muy tienen rasgos que los hacen muy poco deseables para los liberales occidentales-.
poco poder infraestructura] sobre partes de su territorio. Algunos sufren mucho más En términos generales, puede decirse que los patrones de relaciones estado-socie­
que Colombia. Dado que los estados que se encuentran en esta condición no pue­ dad,que son tan peculiarmente asiáticos, han sido muy propicios para el desarrollo.
den financiar la prestación de servicios generales para sus ciudadanos, no debe N o hay, por lo tanto, un único camino global hacia el desarrollo. Paso ahora
sorprendernos que aquellas elites que cuentan con poder político canalicen los re­ brevemente a estudios cuantitativos más amplios sobre el crecimiento económico en
cursos estatales hacia sus propias redes de clientela. Los estados se han tornado así el Sur del planeta (ver, por ejemplo,las perspectivas, más bien distintas, de Dallar y
cada vez más corruptos y esto constituye otro obstáculo para convertirse en estados Kraay, 2001,y Rodrik, 1996 2001, 2002). Dichos autores muestran que el crecimren­
,

fundados en una ciudadanía genuina. to económico de un país está correlacionado tanto con el tamaño de su comercio
Estas historias de fracaso se han equilibrado en parte por una gran historia de extenor como con el tamaño del estado. Los estados y los me.rcados parecen propi­
éxito regionaL En los años '50, hasta los '70, fueron puestas las bases para un desa­ cios para la buena salud económrca. Sin embargo, ningún estudio ha srdo capaz
rrollo económico exitoso en países del Este de Asia. El éxito se dio (como podríamos hasta ahora de mostrar que el crecimiento esté correlacionado con el libre comercio:
esperarlo) en estados étnica y religiosamente homogéneos, con un grado relativa­ no hay correlación entre crecimiento económico y niveles arancelarios (aunque algu­
mente bajo de desigualdades de clase En ellos, la reforma agraria había cerrado las nos piensan que éste es sólo un problema de medición). El comercio obviamente es
brechas de desigualdad en el campo, con lo cual la industria y la educación secun­ bueno para el crecimiento y la autarquía constituye un desastre. Pero es posible que
daria se difundieron de forma más o menos uniforme entre la poblacrón urbana. Por a menudo sea mejor proteger las industrias nacientes, subsidiar las exportaciones,
estas razones, el nivel de consumo e inversión domésticos fue bastante alto. A partir desalentar los flu¡os de capital de corto plazo, etcétera �si se logra hacerlo de forma
de estos fundamentos, los estados del Este asiático lograron gravar de forma efecti­ eficiente- Ocurre que esta modalidad estatrsta de desarrollo sólo puede prosperar
va a sus ciudadanos, coordinar la actividad económica, proteger las industrias na­ allí adonde la nación es relativamente homogénea e igualitaria,como en el Este de Asia.
cientes, ofrecer incentivos a la inversión, subsidiar las exportaciones y atraer a los
capitales extranjeros
5. América Latina después de 1945: La crisis estructural
El desarrollo económico de esta regrón del mundo fue más bien estatista. Como
lo han señalado Linda Weiss y John Hobson (1995; cf. la evidencia en este sentido se Volvamos ahora a América Latina, que en el período post-1945 ha sido una
encuentra en Rowen, 1998), éstos fueron estados infraestructuralmente poderosos región que no ha tenido ni estados fallidos (como Africa) ni estados exitosos (como el
que poseían una gran capacidad de coordinación con los grupos empresariales. A Este asiático). El crecimiento económico de América Latina ha sido decepcionante
partir de esta modalidad de desarrollo estatista y con sesgo de clase, el Este de Asia durante varias décadas (a pesar de algunos breves chispazos). A esto se agrega un
fue luego capaz de liberalizar su economía en los años '80. India y China empezaron estancamiento político. No hubo presiones descolonizadoras en el siglo xx, los esta­
·a seguir su ejemplo en los '90. Todos estos poderes estatales se derivaron esencial­ dos fueron siempre relativamente débiles en términos infraestructurales, y hubo una
mente de sociedades relativamente homogéneas e igualitarias. Dichos países esta­ oscilación entre regímenes democrátrcos y más despóticos, aunque estamos ahora
ban lejos de ser democracias. Entre ellos,sólo India fue inicialmente lo que llamaría­ en una fase de expansión democrática que ojalá sea duradera. Finalmente, en esta
mos una democracia, aunque la mayoría de estos países empezaron a democratizar­ región perduran todavía grandes desigualdades,como vimos en el cuadro 2.
se a medida que lograron el éxito económico a través de sus poderes infraestructura] es. Al respecto,señalemos que las desigualdades latinoamericanas han cambiado
Las experiencias de cambio registradas en el Este asiático tienden a confundir recientemente en su forma y,en consecuencia, presentan más peligros para el tejido
nuestros estereotipos ideológicos de izquierda o derecha. Estos fueron regímenes social. Primero,estas desigualdades se han hecho más reales y visibles en las ciuda­
estatistas que implementaron un nivel de rgualdad relatrvamente alto. Empero, fueron des. Las drsparidades en riqueza y cultura que se observaban tradicionalmente en­
a menudo regímenes militares que colaboraban estrechamente con las grandes tre regiones llegaron a las ciudades del continente a través de olas masivas de mi­
empresas, suprimiendo partidos y sindicatos comunistas, socialistas y lrberales. To­ gración rural-urbana. Esto significa que la violencia ya no tiene que ver con las rela­
davía siguen confundiendo a derechas e izquierdas Algunos neoliberales sostienen ciones entre el centro y la periferia. La violencia es hoy endémica en el centro mismo
que India y China prosperan porque han liberalizado recientemente sus economías y no es fácrl enfrentarla por medio de la represión. La violencia subvierte la trama
(e.g. Qollar y Kraay,2001). Sin embargo, su crecimiento se inició antes de que empe- social de las propias ciudades capitales. Los estados responden a la violencia con
MICHAEL MANN LA CRISIS DEL ESTAOO-NACION EN AMERICA LATINA
190 191

represión y, de este modo, los mismos agentes estatales minan las infraestructuras norteamericana en teoría: la posibilidad de logro para todos. Los sesgos de la políti­
legales y de policía mediante violaciones a los derechos humanos. Como el estado ca estadounidense fueron particularmente evidentes durante la Guerra Fría,cuando
de derecho en cierta medida se mantiene, quienes abogan por la represión encuen­ los Estados Unidos se ocupaban, especialmente, de la protección de las empresas
tran que es más conveniente operar de forma encubierta bajo la forma de "escuadro­ y los derechos de propiedad, y tendían a identificar los movimientos sociales y polí­
nes de la muerte" y de grupos paramilitares semiautónomos. Así las cosas, las infra­ ticos, que buscaban la redistribución de la riqueza o la realización de la reforma
estructuras legales y de policía empiezan a fragmentarse,como ha sucedido intermi­ agraria, como "comunistas" en potencia a quienes había que combatir y anular. Los
tentemente en países como la Argentina, Uruguay,Guatemala, Perú y, por supuesto, residuos directos de esta lucha todavía se observan en Cuba -y en Colombia, donde
Colombia los Estados Unidos muestran una animadversión claramente mayor por las guerrillas
En segundo lugar, la violencia se ha intensificado por el progresivo eclipse del de izquierda que por los paramilitares de derecha (aunque sean estos últimos los
respaldo cultural a las grandes desigualdades. Este es un proceso que ha sido, en que cometen la mayoría de los asesinatos).
parte, resultado de la urbanización, la cual ha hecho que ricos y pobres vivan y Desde Chile hasta Cuba y Nicaragua, los Estados Unidos combatieron a ten­
trabajen unos aliado de los otros,compartiendo elementos de una cultura común, en dencias de centroizquierda seme¡antes a las que desempeñaron un papel central en
parte nacional en parte global. A esto hay que agregar también las influencias ejerci­ el logro de un sentido de ciudadanía común en casi todo Occidente. No obstante, no
das por la potencia hegemónica mundial. Los Estados Unidos le ofrecen al mundo, y es posible culpar a los Estados Unidos por el fracaso paralelo de los movimientos de
en particular a la región (su propio "patio trasero"), una cultura que en un sentido "centroderecha". Hasta hace muy poco, el poder de las oligarquías terratenientes y
individual e interpersonal tiende a ser igualitaria -el culto al hombre común y,recien­ una Iglesia Católica muy conservadora impidieron el desenvolvimiento de algo
temente,también a la mujer común-. Piénsese en las películas, por ejemplo. El cine comparable a la Democracia Cristiana europea, la cual a partir de 1945 promovió
europeo sigue siendo altamente estratificado. La mayoría de las películas europeas compromisos de clase y un estatismo paternal1sta en cierto modo progresista. En
que se exportan son "cine-arte", muchas de ellas con temáticas que involucran la América Latina, la combinación entre fuertes movimientos de derecha locales y el
vida de la intelligentsia, y son consumidas aquí por las elites. Los guiones de las anticomunismo de Estados Unidos inhibieron la emergencia estable de aquellas fuer­
películas bntánicas siguen siendo reacios a adoptar héroes de clase obrera. Los zas de centroizquierda y centroderecha cuya gestión pública generó en Europa los
héroes de las películas de guerra británicas son oficiales del e¡ército y en ellas los bajos coeficientes de Gini que vimos en el cuadro 2.
acentos obreros se usan para lograr efectos cómicos. Recientemente, los producto­ El sociólogo Robert Merton ( 1957: caps. 4-5) realizó un análisis clásico del cri­
res de cine se han inclinado por los "clásicos", donde los héroes son caballeros de men en los Estados Unidos. Este autor sostuvo que el culto al logro material para
una época remota. En cambio, las películas de Hollywood celebran al recluta del todos se vio bloqueado por el peso de obvias y reales desigualdades sobre la capa­
e¡ército, al policía común,al camionero, la chica que atiende el bar. Clint Eastwood es cidad de los estadounidenses para alcanzar el éxito. La cultura norteamericana, ar­
la quintaesencia norteamencana del actor heroico, en papeles de clase obrera o sin gumentó también, no socializó a la gente con igual fuerza en el respeto por las nor­
clase. El capitalismo de consumo estadounidense también es muy efectivo en la mas que prescriben medios legítimos para lograr el éxito. En este contexto, muchos
exportación de bienes que son accesibles a casi todo el mundo y que ofrecen estilos fueron los que, llevados por la expectativa cultural del logro material, apelaron a
de autoafirmación personal, especialmente para la ¡uventud. Música, cine, jeans, medios ilegítimos y al crimen. Este argumento puede ser aplicado,en términos grue­
camisetas, bebidas,ofrecen un despliegue asertivo de valía personal, independiente sos, para dar cuenta del recrudecimiento actual de la criminalidad en América Lati­
de las clases. Por consiguiente, en la era norteamericana, la hegemonía cultural de na. Millones de personas de condición humilde han migrado a las ciudades, compar­
las clases y castas altas ha perdido cierta legitimidad. La idea de que las clases altas tiendo por primera vez una cultura de consumo común La mayoría de ellas se ha
pueden ser merecedoras de su riqueza porque son más civilizadas, sofisticadas o liberado de las culturas de la deferencia y la represión características de las zonas
intelectuales sería más fácil de justificar si todos viéramos cine francés en lugar de rurales. Empero, las sociedades latinoamericanas siguen siendo profundamente
ver películas de Hollywood. Pero en el cine estadounidense, la riqueza sólo es legíti­ desiguales. Numerosos son los pobres que, más independientes y menos visibles en
ma si es el resultado del trabajo duro de uno mismo o, a veces, de los padres. La las grandes ciudades, buscan ahora el éxito por medios ilegítimos como el crimen
riqueza nunca se justifica en una superioridad cultural, que es la justificación tradi­ con beneficios materiales. Ocasionalmente,estos estratos sociales pueden ser movi­
cional en América Latina. El igualitarismo cultural, junto con la urbanización, tiene un lizados políticamente, aunque por lo común de forma poco estable y efectiva (como
efecto corrosivo sobre la aceptación de la desigualdad en América Latina. en Venezuela bajo Chávez) Ocurre que si los partidos de corte socialista continúan
Mientras tanto, el capitalismo corporativo de Estados Unidos y la política exte­ siendo débiles, estos brotes populistas con seguridad se harán más frecuentes,más
rior norteamericana han tendido a moverse en una dirección opuesta. Los Estados violentos y más problemáticos para la democracia.
Unidos privilegian una forma muy capitalista de democracia, donde se coloca un Echando una mirada al panorama actual es posible, sin embargo, identificar
énfasis especial en los derechos de propiedad entre todos los derechos democráti­ tendencias más prometedoras. Debido a que el comunismo ya no constituye una
cos, y está relativamente ausente la preocupación por políticas que reduzcan las amenaza, Estados Unidos puede eventualmente disminuir su hostilidad tradicional
desigualdades. Todo esto tiende a frustrar,en los hechos, lo que promete la cultura hacia el centroizquierda; en años recientes ha hecho presiones a favor de las institu-
MICHAEL MANN
192 LA CRISIS DEL ESTAOO-NAC ION EN AMERICA LATINA 193

ciones democráticas, al tiempo que su política exterior muestra el impacto de un Como teoría económica, el neoliberalismo tiene tanto fortalezas como debilida�
nuevo compromiso con los derechos humanos2. Un gran sector de la Iglesia también des. No obstante, entendemos que no puede haber una solución general única a los
ha girado hacia políticas con mayor conciencia social y más democráticas. Sin duda, problemas económrcos. El eventual éxito en la empresa del desarrollo depende de
éstos son estímulos para las políticas de ciudadanía de centroizqu1erda y centro­ un conjunto particular de recursos y factores de cada país. En otro lugar de este texto
derecha que,en mejores momentos, podrían haber llevado a aliviar en algo la "cnsis he sugerido que en el período post�1945 el desarrollo económico más exrtoso fue el
estructural" de América Latina. Sin embargo, hay otros dos golpes que han hecho fruto de polítrcas que involucraban mucho más estatismo que el contemplado por el
sentir sus efectos negativos con gran fuerza,la deuda externa y el tráfico de drogas. neoliberalismo. Ahora bien, ese estatismo estuvo apuntalado por sociedades relati�
vamente_homogéneas e igualitarias, y fue esta combinación la que incrementó la
6. Dos "crisis situacionales": deudas y drogas capacidad del estado y condujo al éxito económico. En América Latina la situación
es diferente. Su deuda debe ser reestructurada, al trempo que algunas políticas pro
A comienzos de los años '80 estalló intempestivamente una grave crisis econó� mercado tienen más sentido en esta región que en el Este asiático. Aquí, el estatismo
mica que aún persiste. En principio,dicha crisis fue generada por la tradicional debí� es más sospechoso, ya que tradicionalmente está asociado a mayor corrupción y
lidad infraestructura! de los estados latinoamerrcanos. Su incapacidad para finan� "amiguismo". Por otra parte, la tendencia de las políticas neoliberales es a ampliar
ciarse adecuadamente mediante impuestos los ha llevado recurrentemente a tomar las desigualdades. Ocurre,empero,que las desigualdades han alcanzado en Amé�
grandes préstamos en el exterior y a quedar expuestos, de esta forma,a las crisis de rica Latina niveles sumamente peligrosos,amenazando la cohesión del te¡ido social.
endeudamiento. Sin embargo, la actual crisis de la deuda externa se intensificó La adopción de todo el paquete neoliberal tendría por consecuencia un aumento ca�
considerablemente,bajo la presión de factores exógenos, como la volatilrdad de la� si con seguridad de la inequidad y el conflicto social, al menos en el corto plazo. Esto
tasas de interés vigentes, en particular en los Estados Unidos. Las muy ba¡as tasas es algo que los mismos neoliberales reconocen, y admiten que el derrame de este
de interés de los años precedentes experimentaron una súbita alza cuando en 1979 tipo de economía demora mucho en llegar a los sectores más bajos de la población.
el drrector de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Paul Volcker,decidió elevar� Esta disposición a aceptar l.as consecuencias negativas en el corto plazo es la que
las por razones de politica económica interna. En esas circunstancias, los gobiernos explica su mala reputación entre los que hablan en nombre de los pobres. Los neo�
latinoamericanos se vieron repentinamente enfrentados a incrementos en sus deu­ liberales se defienden argumentando que sus propuestas de política producirán ere�
das que no estaban en condiciones de afrontar. La situación de alto endeudamiento cimiento,lo que obviamente a largo plazo es bueno para la mayoría de la gente. Sin
persiste hoy en día. Los acreedores del Norte quieren que se les pague; ésta es la embargo, es muy posible que, antes de eso, el largo plazo sea socavado por des�
relación normal de poder que encontramos entDe acreedores y deudores. Pero un igualdades, violencia y desórdenes crecientes.
escenario semejante amenaza con debilitar más todavía los poderes infraestructu� Aunque no podemos estar totalmente seguros de los efectos de estas políticas,
rales de los estados latinoamericanos. podemos estimarlos a partir de la experrencia de los países del Norte. Me refiero a los
Las presiones por el pago de la deuda externa tienen un impacto mayor debido tres tipos de países que se examinan en el cuadro 2. En las últimas décadas, los
a la gravitación de otro factor exóg.eno. Aludimos al auge de la teoría económica Estados Unidos y otros países "anglosa¡ones" han adoptado dosis crecierrtes de
neolrberal,producto de los fracasos de la economía keynesiana norteamericana y de neoliberalismo y sus niveles de desigualdad han aumentado en forma significativa.
las políticas de sustrtución de importaciones en América Latina. Esta teoría es es pe� Por su parte, los países socialdemócratas han aplicado dosis mucho menores y en
cialmente dominante en los Estados Unrdos, donde es considerada no sólo como la ellos la desigualdad apenas ha crecido. Entre estos extremos, se encuentran los
base de una econo . mía sensata, sino también como parte de la libertad misma. Por países democristianos de la Europa continental en los cuales los niveles de desigual�
supuesto, como sucede con cualquier otro estado, Norteamérica no aplica el dad han crecido en forma moderada (ver Mann y Riley, 2002, para mayores deta�
neoliberalismo a su propia economia (como se verificó hace poco cuando elevó los lles)3 En fin, en Occidente, el neoliberalismo parece aumentar las desigualdades.
aranceles hasta un 30% para las importaciones de acero). Bajo el liderazgo norte� En América Latina los resultados no son tan claros. Ningún político democrático
americano, el FMI,el Banco Mundial y otras instituciones crediticias ofrecen créditos del continente podría ser reelegido si adoptara el paquete neoliberal completo, y por
Y préstamos a los países ba¡o la condjción de que adopten paquetes económrcos cierto nadie lo ha hecho. Incluso el propio general Pinochet, que no tenía por delante
neoliberales, esto es,que abran los mercados de productos,capital y trabajo, priva� el desafío de una reelección, evitó implementar parte del mismo. De hecho, el desen�
ticen las empresas estatales,reduzcan los impuestos a la renta y recorten el gasto lace habitual de las negociaciones entre los gobiernos latinoamericanos y la banca
gubernamental. Estas son las medidas que Integran los programas de ajuste estruc� internacional es una solución de compromiso. Con frecuencia, los gobiernos acce­
tural promovidos en la actualidad por las instituciones económicas internacionales. den a abrir el mercado de capitales, reducen o eliminan algunos aranceles, introdu�
3 Estas variaciones significan que la desigualdad creciente no es necesariamente un efecto de l a
2 Aunque, desafort.unadamente, d_espués del 1 1 de setiembre su política de demonización de los
"terroris­
tas", Y no de los "terroristas de estado", tiende a minar un compromiso generalizado con los derechos humanos globalización, sino s u imeracción con culturas políticas nacionales y regionales. E n efecto, l a globalización no
La administración Bush se ve ahora tentada a cruzar la línea trazada previamente entre la lucha antinarcóticos y arrasa con los estados-nac1ón ni los debilita (Mann, 1997). Esto se debe a que la globalización universaliza no
las operaciones de contrainsur.genoia sólo el capitalismo sino también el estado-nación en todo el mundo. De hecho, la palabra siempre debió escribir­
se en plural: globalizáciones.
194 MICHAEL MANN LA CRISIS DEL ESTADO-NACION EN AMERICA LATINA 1 95

cen reformas tributarias, llevan a cabo algunas privatizaciones, al tiempo q u e procu­ perú ya existía un grave conflicto en el campo, pero los Estados U n i dos lo han Inten­
ran proteger otros gastos del estado, especialmente los gastos en bienestar social sific ado exportando su problema d e drogas a los países latinoamericanos, en cuyas
El gobierno colombiano parece haber concedido más que eso, ya que al privatizar rem otas áreas rurales se cultiva la éoca d e la cual se refina la cocaína. El producto se
algunos servicios y transfem otros a gobiernos de provincia, mal financiados, ha exp orta luego de vuelta a Estados Unidos para satisfacer su enorme demanda. La
reducido las prestaciones en materia de servicios de salud y educación. Naturalmen­ heroína es u n resultado indirecto de la ventaja com parativa de Colombia en este tipo
te, esto aumenta las desigualdades. Sin embargo, los efectos d e los diversos paque­ de agricultura. En otras circunstancias, dicha demanda aportaría considerables be­
tes nacionales son más bien mixtos. Algunos de ellos parecen tener u n efecto gene­ neficios económicos a Colombia, y algunos también a Perú y Bolivia. Esto ocurriría si
ral levemente positivo; otros (como e l ca'so reciente de l a Argentina) parecen llevar a las drogas fueran tratadas como el alcohol, legalizadas pero controladas. E n ese
lo peor tanto d e l estatismo como del mercado y, por lo tanto, a u n a crisis más profun­ caso, los agricultores y empresarios colombianos podrían prosperar m e d iante una
da. De todos modos, casi todos los economistas sostienen que en América Latina las industria legit1ma -como lo hacen en e l mercado global con u n producto comparable,
reformas de mercado han aumentado la inequidad, ya sea de forma sustancial (Be rry, las flores-. E n lugar de ello, para realizar sus actividades deben ponerse bajo l a
1 998; Bulm er-Thomas, 1 996) o leve (Spilimbe rgo, Londoño y Székely, 1 997). Estas no protección d e bandas armadas, reforzando así u n a virtual guerra civil.
son, sin duda, buenas noticias para un continente q u e ya posee u n a gran inequidad Parece claro que los Estados Unidos no legal izarán las drogas; tampoco gasta­
y u n a violencia crecientes. rán grandes sumas en el tratamiento de los drogadictos. Tod a su política consiste en
La cuidadosa desagregación hecha por Morley (2001: 46-50, 84-86) d e los proscribir y reprimir a los proveedores. Por consiguiente, la demanda norteamerica­
diferentes componentes de los paquetes de políticas neoliberales sugiere que las na se satisface a través de canales ilegales, y los cultivadores colombianos se ven
reformas tributarias tienen los efectos más inequitativos La reducción de las tasas obligados a buscar el abngo de protectores armados. Algunos son remanentes de
tributarias marginales (para estimular l a inversión) y el aumento del IVA como res­ las guerrillas izqui erdistas del continente; otros son los rivales de éstas, los grupos
puesta al déficit fiscal, son doblemente regresivos, p u esto que los ricos se ven eximi­ paramil itares de derecha; algunos son mafiosos criminales; otros son funcionarios y
dos de tasas marginales más altas, mientras que los pobres gastan una porción más soldados corruptos del gobierno. La última guerra campesina de América Latina se
alta de su I n g reso en bienes d e consumo básico y por lo tanto pagan proporcional­ articula así con l a primera guerra posmoderna contra las drogas y e l caciquismo.
mente más IVA La apertura del comercio h a sido en cierta forma regresiva, especial­ Ciertamente, éste no es u n problema exclusivo de los Estados Unidos, p uesto que l a
mente en bienes agrícolas, y también tiende a ampliar los diferenciales de habilida­ demanda europea d e droga corrompe a Afganistán y Pakistán d e una manera simil ar.
des y destrezas de l a fuerza d e trabajo en el mercado -fenómeno q u e se h a hecho Tanto en América Latina como en As1a, l a demanda y las políticas de las potencias
especialmente evidente en México desde e l inicio del NAFTA-. La apertura al capital del Norte intensifican e l conflicto civil y reducen los poderes infraestructurales de los
parece haber atraído más inversión, lo cual, en principio, reduce levemente l a inequidad estados. Si se legalizaran las drogas, los problemas de Colombia (y Afganistán) se
-aunque lleva a que más recursos nacionales queden en manos .foráneas-. Otras reducirían al nivel normal de sus respect1vas regiones. Esta es l a política más cons­
políticas tienen efectos menores y más variables, de acuerdo con las características tructiva que los Estados Unidos podrían iniciar en relación con Colombia.
y recu rsos de cada pais. Vistos en con¡unto, los programas d e a¡uste estructural Como en los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países de Europa las drogas
parecen aumentar efectivamente las desigualdades que de por sí son ya grandes, y continúan siendo u n tabú moral, sus gobiernos no van a legalizarías sino que segui­
son, por lo tanto, peligrosos para la estab ilidad del continente. rán exportando su problema a los países pobres y menos poderosos. Si éste es el
Estas son cuestiones complejas sobre las que no pretendo tener mucha sapien­ caso y l a situación actual habrá d e mantenerse en el futuro cercano, lo mejor que
cia técnica A pesar d e e l l o , considero que n i la versión tradicional del estatismo estos países podrían hacer es tratar de obtener u n buen precio a cambio de su
latinoamericano n i l a solución neoliberal de simplemente abrir los mercados y recor­ colaboración para con los programas altamente represivos d e erradicación d e culti­
tar el estado están en condiciones de generar un desarrollo económico y social de vos. El " P l an Colombia" s u p u estamente combina la represión de los llamados
vastos alcances. A m1 ¡uicio, l a combinación ideal de políticas debería incrementar " n arcoterroristas" con incentivos para que los campesinos sustituyan sus cultivos.
tanto l a competencia en el mercado como los poderes infraestructura les del estado. Hasta ahora h a primado l a represión sobre los i n centivos y eso no está funcionando
Entre estos últimos estaría la verdadera universalización de los derechos ciudadanos De acuerdo con l a Oficina de Política d e Control de Drogas d e l a Casa Blanca, el área
al bienestar puesto que éstos pueden servir para crear un sentido genuino de nación, cultivada con coca creció en un 25% entre agosto de 2000 (cuando entró en opera­
y estimular, además, el desarrollo de grandes mercados de consumo doméstico. En ción el Plan) y diciembre d e 2001 . Una política d u a l , más genuina, de represión y de
la base de todo esto deberían estar las políticas d i rigidas a disminuir la inequidad incentivos puede llegar a ser eficaz, en el sentido limitado de exportar el problema de
mediante, por e¡emplo, l a expansión d e industrias intensivas en mano d e obra y el l a droga a otra parte, tal vez a Perú o Bolivia. A l a larga, si Estados Unidos pone en
mejoramiento d e los niveles d e educación. marcha programas s i m i l ares en aquellos países, los cultivos probablemente regresa­
Ocurre, sin embargo, que hoy en día Colombia y sus vecinos están lidiando con rán de nuevo a Colombia. El nivel de la demanda norteamericana hace q u e la coca
una segunda crisis situacional, provocada principalmente por fuerzas dentro de los sea el cultivo más rentable q u e los campesinos pobres de América d e l S u r pueden
Estados U n 1 dos más que en América Latina. E n Colombia y, en menor medida, en desarrollar; lo mismo ocurre con l a amapola en Asia.

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1 96 M ICHAEL MANN LA CRISIS DEL ESTADO-N_ACION EN AMERICA LATINA 197

De nuevo, la guerra contra las drogas confunde y pone en cuestión nuestros da por e l peso de enormes desigualdades, mayores que en cualquier otra parte del
estereotrpos ideológicos habituales. Cualquier teórico neoliberal nos diría que en el
pla neta, y ello se traduce en una creciente violencia que debilrta aún más el estado y
mundo global izado contemporáneo l a represión estatal no puede eliminar fácilmente
la nación.
esas poderosas fuerzas d e oferta y demanda en el mercado. Sin e m b argo, como
En consecuencra, el reto principal para los estados de América Latina no ha
cualquier hombre de izquierda se ocuparía de sub rayar, las guemllas tienen raíces
cambiado en 200 años, d e hecho desde l a independencia. El reto es cómo Incorpo­
locales en las lucha de clases de campesinos pobres y trabajadores del campo, en
rar sus diversas poblaciones e n una genuina ciudadanía nacional, que p u e d a soste­
zonas marginales y de reciente colonización del país, en contra de los grandes terra­
ner estados infraestructura! mente poderosos q u e , a su vez, se vuelvan plenamente
tenientes; mientras que los paramil itares tienen sus propias raíces locales en la de­
democráticos. El mayor obstáculo en este continente no es e l conflicto político entre
fensa de los terratenientes y los campesinos ricos (González, 2002). Estas raíces
diferentes grupos étnicos o religiosos por el control del estado. Ese es el problema en
1
1
pueden eventualmente suprimirse, pero sólo a condición de que se enfrente el pro­
otras partes del mundo; en América Latina sólo hay guerras étnicas en algunas áreas
blema agrario q u e está en el origen de estas luchas campesinas. Otra vez, el centro
periféricas. Más bien, es el nivel de inequidad entre clases el que genera los princi­
del problema está en la desigualdad y la pobreza. Y si la solucrón obvia del mercado
pales problemas. Aunque estas clases suelen tener aún u n mattz étntco, habrtan
es inaceptable (de1arlos cultivar coca), una reforma agraria lanzada por el estado se
cada vez más el mismo universo cultural y el mtsmo espacto geografrco en cada
torna necesaria. En cambio, el Plan Colombia opta, en la práctica, por la represión
país. Las desigualdades se amplían como resultado de las políticas económicas
estatal. Por lo tanto, el estado se está armando cada vez más y meJor, pero sigue
neoliberales, aunque el estatismo tradicional no era mucho mejor. Y l a guerra contra
fragmentado e incapaz de penetrar con sus instituciones en muchas áreas rurales. N i
las drogas ha reforzado las tradicionales guerras sociales. Esta combinación es l a
l a solidaridad nacional n i u n efectivo poder infraestructura! d e l estado saldrán del
que produce " l a crisis colombiana". Empero, como he sostenido, é s t a e s sólo l a
cañón d e u n arma, aunque ésta parece ser cada vez más l a estrategia escogida por
forma más g rave d e u n a c r i s i s q u e en realidad afecta a t o d o e l continente.
el estado colombiano, con e l respaldo d e los Estados Unidos. Creemos que esta
M i análisis comparativo de los estados-nación modernos lleva inevitablemente
estrategia no va a funcionar porque no ataca n i las raíces de mercado n i las raíces de
clase del problema. Es probable que la guerra contra las drogas provoque u n a crisis a l a conclusión d e que e l éxito, en términos d e poder infraestructura!, se produce en
estados con sociedades relativamente homogéneas e igualitarias. Promover este
rnédita en Colombia; en un plano más general no hará otra cosa que exacerbar l a
tipo de sociedades -por medio de reformas económicas, pollttcas, militares y cultu­
honda crisis estructural d e todo el continente.
rales- debe ser la principal tarea del siglo XXI en toda América Latina. En ausencta de
este tipo d e sociedades, no sólo el desarrollo económico sino también e l tejido social
7. Conclusión
mismo estarán en peligro.

En este trabajo he sostenido que el principal problema de los gobiernos d e


América Latina no está localizado e n l a dimensión de poder despótico/ democrático.
En la actualidad, la democracia representativa está bien arraigada en l a región. A
pesar de que Colombia está acosada por lo q u e muchos consideran u n a guerra civrl,
B I B LIOGRAFIA
se siguen realizando elecciones en todas sus provincras. De hecho, algunas áreas
que s e consideran bajo el control d e las guerrillas y los paramilitares e l i gieron políti­ BERRY, Albert (ed.) (1998): Poverty, Economic Reform GONZÁLEZ, Fernán E. (2002): "Un Estado en cons­
cos que se les oponen6. C i ertamente, los estados latinoamerrcan os no han logrado and lncome Distribution in Latín Americe. Boulder, trucción: Una mirada de largo plazo sobre la crisis
representar adecuadamente los intereses d e sus ciudadanos más pobres, y éste es CO, Lynne Rienner. colombiana". Inédito, CI NEP. Bogotá, Universidad
8ULMER-THOMAS, Víctor (ed.) ( 1 996): The New de Los Andes
u n déficit i mportante de la democracia. Pero esto se debe a que el problema central
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es más profundo: una honda crisis estructural del estado-nación, es decir, tanto en la on Income Oistribution and Poverty. New York, St Minorities al Risk in the New Century. Washington,
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RESUMEN

El artículo parte del supues/o d e que los es­ Los estados-nación de América Latina presentan
tados modernos más efectivos son aquellos que muchas deficiencias a este respecto; y dichas
han emergido en sociedades suficientemente deficiencias constituyen la "crisis estructural" de
homogéneas e igualitarias, y por lo tanto en con­ los estados nación en la región. Adicionalmen­
diciones de hacer crecer un sentimiento compar­ te, se ha asistido al despliegue de dos más re­
tido de ciudadanía. Esto permite a los estados cientes "crisis situaciona/es", la deuda externa
generar efectivos poderes infraestructura/es para y las drogas, las cuales han exacerbado la crisis

1 movilizar recursos y así promover el desarrollo estructural de más largo plazo


!

S U M MARY

The article argue that que most effective run such states wi/1 also become demacra tic.
states are those whose societies are sufficiently Latín American states have majar failings in this
homogeneous and egalitarian to set the ground respect. These form lhe "structura/ crisis" of the
for the creation of a common sense of ci­ reglan nation-states. In addition we have wit­
tizenship. This, in turn, a/low states to develop nessed two more recent "situationa! crisis": debts
effective infraestructura/ powers to mobi!ize re­ and drugs, which ha ve exacerbate the more long­
sources and so promote development. In the long term structural crisis.

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REGISTRO BIBLIOGRAFICO
MANN, Michael
"La crisis del estado-nación en Aménca Latina". DESARROLLO ECONOMICO - REVISTA DE CIEN­
CIAS SOCIALES (Buenos Aires), vol. 44, Nº 174, julio-setiembre 2004 (pp. 179-1 98).

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Descriptores: <Ciencia política> <Estado-nación> <'Poderes infraestructurales'> <Deuda> <Droga>
<América Latina>.

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