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Weaving and Cooking: Women´s Production in Aztec Mexico. Elizabeth M.

Brumfiel

Las cuentas etnohistóricas de Sahagún señalan que las labores de la mujer eran cocer y
cocinar, pero estas cuentas no especifican más o no han sido completamente investigadas.
La arqueología a simplificado la labor de la mujer y no la incluye en cómo la mujer participó
y contribuyó en el cambio de la sociedad azteca en los siglos 13, 14, 15 y cómo las afectó el
cambio. Una sola cuenta afectó su historia. Esto es falta de importancia, esto es culpa de la
arqueología. 224-225

Disminuir y no ver el trabajo de la mujer solo porque está en contextos domésticos es un


error porque estos products fueron esenciales para la reproducción de las poblaciones y
crecimiento. El crecimiento de la población fue esencial para la economía política azteca. El
crecimiento de la población hizo posible la labor intensa en los sistemas de agricultura de las
chinampa en el sureste de México lo que apoyó la urbanización y la centralización en la
capital azteca. El crecimiento de la población también permite crecer el poder militar y en el
caso azteca esto aseguró su política militar basada en una política de tributo. El crecimiento
poblacional es producto de una exitosa economía doméstica y el trabajo de la mujer fue
esencial para esto. Pp226

Este trabajo examina la producción de prendas y comida en el México Azteca y ofrece una
reconstrucción del proceso de trabajo que está involucrado con tejer y cocinar. Se basa en
records etnohistóricos y etnográficos de las mujeres en el México central. Tal reconstrucción
nos da una idea sobre la labor implícita. Además la familiaridad con estos procesos de
trabajo establece que la evidencia de tejer y cocinar puede ser encontrada en los récord
arqueológicos. Pp226-227

La evidencia arqueológica de la cocida son los instrumentos de cocer, spindle whorls, los
torteros, etc. Mientas más evidencia más asunciones de productividad pp230

En el estudio se muestra una situación inusual. Mientas más se intensifica la agricultura


menos se taje. Saben esto porque se compara dos tiempos por medio de artefactos
relacionados con la agricultura, y en los tiempos que más se intensifica la agricultura menos
artefactos de cocer hay. Entonces? Parece ser que las mujeres se dedican también a las
chinapas, es decir a la agricultura y no tanto a tejer pp234

Menos dedicación a la tajida no significa que la demanda bajara o que los textiles no eran
parte de la economía, sino que se necesita una alternativa que pudo ser el mercado y el
intercambio. La venta de comida pudo suportar la compra de textiles e hizo posible el pago
del tributo y esto representa una racional relocación de la labor (Brumfiel 1980).

Si lo anterior es cierto se debe tener evidencia de un aumento de producción de producción


de comida entre los timos temprano y late azteca, y la hay, en los sitios investigados
Huexotla, Xaltocan y Xico hay un aumento de artefactos para procesar comida y de cerámica
pp234

Entonces la evidencia arqueológica sugiere que a pesar de que la evidencia etnográfica


sugiere que las mujeres tenían el énfasis en trabajar tejiendo, las mujeres del valle de
México cambiar su oficio para dedicarse a actividades de mercado durante la dominación
azteca. Esto es un ejemplo de que los labores de las mujeres no son estáticos sino que se
ajustan a las condiciones productivas, sociales y políticas. P236

Lo esencial de los contextos domésticos en México es: El fogón (Hearth), la plancha (the
griddle), el mortero (gringing Stone) y the pot (cerámica) (Redfield, 1930: 35)

Diferentes cerámicas fueron utilizadas para diferentes comidas por eso diferentes radios de
este tipo de vasijas pueden decirnos los cambios en los patrones de preparación. Patrones
de comida pueden cambiar según los horarios de los miembros de la casa. Pp239

Lo que Brumfiel ve es que como está segura que las mujeres hacían trabajos de cocinar
alimentos y tejer, y que esos trabajos se realizan en casa, mira los cambios en la evidencia
de producción en la casa. Los cambios se evidencian en más o menos presencia de
artefactos. La idea es que los trabajos de la mujer, así como los del hombre, se encuentras
afectados por las condiciones ambientales, sociales, políticas, etc. No es algo estático como
las cuentas etnohistóricas nos habían hecho pensar. Pp243

Gailey 1985: 83 opina que en los estados emergentes el control sobre la determinación y
asignación de la labor y los productos es el campo de batalla del conflicto familiar/cívico. El
trabajo de las mujeres se vuelve un enfoque importante porque las mujeres hacen
productos y producen humanos. “El control del potencial dual de la mujer se convierte en
una metáfora obvia en la apropiación de la continuidad del grupo familiar”. Citap83

Las mujeres mexicanas no fueron víctimas pasivas de un poder político emergente. Ellas
participaron en este proceso, ellas se adaptaron a estas circunstancias y crearon estrategias.
Las mujeres aztecas fueron flexibles, adaptables. Aunque las cuentas etnohistóricas las
sitúen en posiciones inertes, ahistóricas y productivamente estereotipadas, la arqueología
nos muestra que la producción de la mujere se caracterizó por su variabilidad y cambio
pp246

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