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La soberanía de Dios

PRIMERA PARTE

Introducción
 El studio sobre la soberania de Dios apasionante y revelador.
 Esta doctrina nos enseña quién es Dios, cómo es Él y por qué hace las cosas como las
hace.
 Cuando estudiamos su soberania conocemos mas sobre el carácter de Dios
 Este tema hará crecer nuestra fe.
 Entender la soberanía de Dios hace más sólida nuestra confianza pues nos permite
conocer más profundamente al Señor.

En esta serie abordaremos preguntas tan complejas como:

 Si Dios sabía que Satanás se iba a rebelar, ¿para qué lo creó?


 Si Dios sabía que Adán iba a desobedecerle, ¿para qué lo creó?
 Si Jesús sabía que Judas lo iba a traicionar, ¿por qué lo escogió?
 Si Dios tiene todo el poder, ¿por qué no destruye a Satanás?
 ¿Por qué Dios salvó a Daniel en el foso de los leones mientras permitió que a Esteban lo
apedrearan?
 Si Dios realmente tiene todo el control, ¿por qué parece que Satanás tiene libertad para
actuar?
 Si Dios todo lo sabe y conoce lo que pensamos y decimos ¿para qué quiere que oremos?
 ¿Por qué a veces responde una oración rápidamente y a veces dura 25 años como con
Abraham? ¿Por qué deja oraciones sin respuesta?
 ¿Por qué algunos cristianos sufren más que otros?
 ¿Por qué permitió Dios que a Juan el Bautista, su seguidor más fiel, le cortaran la
cabeza?
 ¿Por qué casi todos apóstoles fueron mártires y tuvieron muertes trágicas? ¿Por qué
Juan, también apóstol, no tuvo una muerte violenta?
 ¿Por qué algunos cristianos padecen turbulencias tan grandes?
 ¿Por qué algunos viven con gran prosperidad y otros viven del pan necesario?

¿Qué significa “Soberanía de Dios”?


Con este término nos referimos al Gobierno absoluto de Dios sobre su creación.

Este gobierno absoluto es posible por varias razones:


1. Porque Él es el dueño de todo y por tanto hace como quiere y donde quiere, según su
voluntad. Él no tiene que darle cuentas a nadie de nada.
2. Su poder y su autoridad son ilimitados. Por tal motivo él determina un plan para todos.
3. Es omnisciente. Esto lo capacita para hacer las cosas como El quiere porque conoce el
pasado, el presente y el futuro.
4. Él es un Dios autosuficiente, es decir, no depende de nadie ni de nada (como nosotros
que por más “independientes” que pudiéramos ser siempre dependeremos de otros). Dios no
necesita consejo ni ayuda de nadie.
5. Él es Altísimo (está por encima de todo y de todos) Su poder es ilimitado para hacer
cualquier cosa.
6. Su nombre es sobre todo nombre (Fil 2:9). Su nombre está por encima del nombre más
ilustre de la tierra, en el tiempo pasado y en el futuro.
 En ese nombre prometió que oraríamos por enfermos para que fuesen sanos,
aunque a veces se sanan y otros no.
 Su nombre es tan poderoso que aún personas que no son creyentes lo pueden
invocar
 La escritura también nos enseña que algunos harían milagros en su nombre pero
no entrarían en el Reino de los Cielos por no conocer íntimamente a Dios.
 Los tiempos son de Dios

Hemos establecido de que Dios es soberano – es decir – hace las cosas como él quiere,
cuando quiere, de la manera que quiere.

 El es soberano porque su omnipotencia y su omnisciencia lo autorizan para serlo.


 Dios no le pide consejo ni sugerencia a nadie de cómo hacer las cosas; él es
autosuficiente.

Vamos a tratar con el tema del origen de la maldad.


 Si Dios sabía que Satanás lo iba a traicionar… ¿por qué lo creó?
 La respuesta se basa en el libre albedrio

Los hermanos Wright diseñaron el avión y eventualmente echan a volar un avión. Supongamos
que ellos hubieran sabido que casi 90 años después unos fanáticos religiosos iban a secuestrar
unos aviones y estrellarlos contra unos edificios y asesinar a casi 3000 personas. ¿Creen que
hubieran siempre continuado con el invento? La mayoría diría que sí.

Henry Ford diseñó el automóvil. Suponiendo que él hubiera sabido que su invento
revolucionario, 80 años después, habrá sido usado cargado con dinamita explotado afuera de
un edificio. ¿Habría continuado con el invento? Otra vez, diríamos que sí.

LA COSAS NO FUERON CREADAS PARA QUE SE USEN MAL, ERO CADA ANGEL TUVO LA
DECISION DE ACEPTAR VIVIR BAJO LAS NORMAS DE Dios o NO

¿Dónde se originó la maldad?


 El origen de la maldad es un misterio; pero la Biblia nos da una idea al respecto en
Ezequiel 28.
 El pasaje es una referencia al Rey de Tiro, pero la mayoría de los teólogos concuerdan
que es una referencia profética a la creación de Luzbel, que posteriormente se le llamó
Satanás. (‘Luzbel’ significa lucero de la mañana o luz bella; ‘Satanás’ significa adversario

Eze 28:14-15 “Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí
estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. (15) Perfecto eras en todos tus
caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”

Fue creado sin Defecto


 La Biblia nunca dice que el Demonio es rojo, con cuernos, cola, o trinche
 satanás es un ángel – y cuando fue creadoo, era el más hermoso de la creación
angelical. (En Isaías 14 la Biblia habla de la hermosura de este ángel.)
 Las palabras “grande” y “protector” en el pasaje hablan de su grandeza, inteligencia y su
autoridad.
 “Perfecto eras” se tradujo del hebreo “tamím” que significa “sin defecto, sin tacha,
perfecto en aspecto, perfecto en apariencia y perfecto moralmente”.
 Perfecto era en todos los caminos

Creado de la nada
 La frase “fuiste creado” se deriva del Hebreo “bara” que significa “crear de la nada”.
 Esto habla del poder de Dios de crear las cosas de la nada… como cuando creó Dios la
luz o los seres vivos — lo hizo con su voz.
 Dios es el único que puede llamar las cosas que no son como si fuesen – es el único que
puede crear de la nada.
 Luzbel fue creado desde la nada.

San Agustín dijo “nosotros creemos (la Palabra de Dios) para entender, no entendemos para
entonces creer”
 Por eso cuando evangelizamos, no tenemos que hacer entender a la gente – la gente
tiene que creer para luego entender.
 Hay que creer en la Palabra, que es infalible de Dios, para poder entender.
 Si no creemos, es imposible que entendamos.

Hasta que…
 En la frase “hasta que se halló en ti maldad”, la palabra “hasta” marca un momento en
el tiempo de (fecha desconocida), en donde en el corazón de ese Lucero de la Mañana,
se halló maldad.
 La palabra “halló” viene del hebreo “matsá” que significa “apareció, se presentó.”
 Es un misterio: “apareció.”

Veamos un ejemplo donde se puede ilustrar esto.


 El ébola es un virus cuyo origen es desconocido.
 Es un virus que en cuestión de diez días, explotan todos los órganos de las personas y
empiezan a sangrar por todos lados
 Los científicos están desconcertados porque el origen es desconocido.
 Otro virus es el HIV- especulan que en África un ser humano tuvo relaciones sexuales
con un mono o algún animal y allí hubo una transmutación y el hombre contrajo el HIV
 Esto es una teoría, la verdad el origen es desconocido.
 Por el hecho de que estas enfermedades tengan un origen desconocido, ¿significan que
no existen?
 Nadie diría que estas enfermedades son ilusiones.

Así como de una manera misteriosa aparecen esas cosas que matan y que no pueden darle
explicación al origen, de igual manera de manera misteriosa apareció la maldad en el corazón
del querubín.

 Lo que no podemos negar es que la maldad está en medio de nosotros.


 ¿Cómo más explicaríamos un hombre que, por ejemplo, mata a su esposa y su hijo y
luego se “pega un tiro”? ¡Eso es maldad!
 Nadie puede negar la realidad de la maldad por el hecho de que su origen sea un
misterio.

Maldad
 La palabra “maldad” en el pasaje anterior se tradujo del hebreo “avlá” que significa
perversidad.
 ¿Dónde nació la perversión? ¡En el corazón de Luzbel!
 En Isaías 14 nos deja ver algunos destellos de este misterio: Dice que Luzbel viendo su
reflejo se dijo “me sentaré en el trono de Dios y seré semejante al Altísimo.”
 Nunca algo creado es mayor que su creador, pero Luzbel pensó que era igual que Dios.
 ¿El auto que creó Henry Ford es mayor que Henry Ford? ¡Nunca!
 ¿El avión que crearon los hermanos Wright es mayor que ellos? ¡Nunca!
 Lo creado nunca es mayor que el que lo creó.
 Por eso es que Dios es soberano y está sobre la creación. “Avlá” también significa
“distorsión moral”.
 Esto habla de la distorsión de los pensamientos, de las intenciones de su corazón.
 Seguro Luzbel decía: “¿Solo hay un Dios? No. Yo también tengo poder. También sabrán
quién soy yo.” ¡Se distorsionó!

Dios es soberano
 Él gobierna y tiene control de todas las cosas y nada se le escapa. Él es todo sabio,
todopoderoso, y ésto lo capacita para gobernar todo el universo.
 Dios tiene cuidado aún de las cosas pequeñas.
 Por ejemplo, en Mateo 10.29 dice “¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Y sin
embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo el Padre”. Si Dios tiene cuidado de
un pajarito, ¿no tendrá cuidado de nosotros?
 Si Dios sabe que un pajarito necesita comer y le suple, ¡cuánto más a nosotros!.

Es extraordinario cuando nosotros conocemos y entendemos la Soberanía de Dios.


 En el capítulo 17 de Mateo estaban los discípulos preguntándole a Jesús si debían pagar
impuestos.
 Jesús les responde que los hijos están exentos de pagar impuestos.
 Jesús ordena a Pedro que vaya al mar y se ponga a pescar.
 En el primer pez que obtenga habrá una moneda con la cual podrá pagar los impuestos
de ellos. Si meditamos en esto, es realmente extraordinario.
 La pregunta es: ¿cuándo se tragó el pez la moneda? ¿Cómo sabía Jesús que entre
millones de peces había uno que se había tragado la moneda? ¿Cómo sabía Jesús que el
primer pez que agarraba Pedro iba a ser el que se tragó la moneda?
 Eso me habla del conocimiento y la omnisciencia de Dios. Todo lo sabe, no ignora nada,
cada circunstancia y detalle en la vida, en el universo y sus criaturas es conocido y
controlado por Él.

Un hijo de Dios ha de entender la soberanía de Dios.

Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados”

El Espíritu Santo inspiró al Apóstol Pablo de una manera extraordinaria para mostrarnos en
este sólo pasaje la profundidad de la soberanía de Dios. En el caso de sus hijos Él obra
siempre a nuestro favor.

Y sabemos…
 Es la voluntad de Dios que todos sus hijos “sepamos”
 ¿Sepamos qué?
 La palabra se tradujo del griego “eído” que tiene algunos otros sinónimos
como: conocer, comprender.
 Entonces si expandimos el versículo con estos significados, empezaría Pablo
diciéndonos: “Sabemos, conocemos, comprendemos…”.
 Lo opuesto de saber, conocer y comprender es ‘ignorar’, ‘desconocer’ y ‘no entender’.
 Si tú ignoras, si no conoces por qué Dios hace las cosas, no vas a entender.
 Al no entender que Dios es soberano para hacer las cosas que Él quiere, de la manera
que Él quiere y cuando quiere; entonces vivimos en incertidumbre, en frustración y
hasta en depresión.
 Hoy dia muchos Cristianos viven deprimidos todo el tiempo
 ¿Por qué una persona se deprime? Por las circunstancias y situaciones que está viviendo
y que no entiende ‘porqué’.
 Si no entiende es porque no sabe.
 Dios está en contra de ignoremos cómo es Él
 Fijate que siempre las oraciones de Pablo decían “que te conozcan”.
 Jesús oraba “que te conozcan.”
 Pablo oraba que Dios les diera un “espíritu de revelación en el conocimiento de Su
voluntad” para que sepamos las cosas, para que las entendamos.

¿Dónde estaba Dios?


 A medida que vamos sabiendo, conociendo y comprendiendo, nos vamos dando cuenta
que podemos descansar totalmente en la soberanía de Dios.
 El domingo pasado estudiamos que “Dios estaba con Jose en todo tiempo”
 Cuando algo malo sucede lo primero que se dice es: “¿Y Dios, dónde estaba?”

Cuando prenden a Jesús y lo comienzan a azotar, ¿dónde estaba Dios? ¡Ahí, estaba con Él!
Cuando lo clavan y levantan en la cruz, cuando lo traspasaron, ¿dónde estaba Dios? ¡Ahí
estaba! Lo que pasa es que no todos lo ven. Dios estaba allí en medio de ese sufrimiento. Ese
sufrimiento y esa muerte nos dieron vida eterna. No todos entienden esto.

¿Tienes algun testimonio de lo que Dios hace en medio de la necesidad? cuentalo

“…que a los que aman a Dios…


 Si preguntamos por allí cuántos aman a Dios, todos decimos que le amamos.
 Pero ¿cómo fue que nosotros llegamos a amar a Dios?
 Dice Juan que él nos amó a nosotros primero.
 Pablo les dice a los romanos que “él mostró su amor para con nosotros”.
“De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo”
 Esa es la dádiva de Dios: su amor fue demostrado enviando a su hijo para morir en la
cruz por nosotros.
 Cuando creemos en ese amor demostrado de Dios, creemos en su sacrificio y en que
nuestros pecados son limpiados, nuestra vida es transformada.
 Sucede algo en nuestro corazón cuando nacemos de nuevo.

¿Qué es lo que se produce inmediatamente en el corazón del nuevo convertido? ¡Amor hacia
Dios!
 Comienza una relación de amor con Dios, pero no por otra razón sino porque Él nos amó
primero.
 Entonces, como iglesia, tenemos una relación de amor hacia Dios: Él nos ama y en
respuesta a ese amor, nosotros también lo amamos.
¿Tú le das a tus hijos todo lo que te piden? Efectivamente NO les das todo lo que quieren. LE
DAS LO QUE NECESITAN

…todas las cosas…


 En el griego la frase “todas las cosas” incluye circunstancias y acontecimientos que son
buenos y malos.
 Incluye personas buenas y malas. Incluye personas que nos bendicen y que nos
perjudican. 
 Con Dios a nuestro favor nada puede dañarnos definitivamente. 
 Si Dios es con nosotros, quién contra nosotros, decía el Apóstol.

El problema es que lo que nosotros llamamos ‘malo’ a lo que vemos desde nuestra
perspectiva humana. Pero si sabemos, conocemos y entendemos que Dios es soberano y que
si Él tiene cuidado de un pajarito también él va a cuidar de nuestra vida, si él permite que
algo “malo” me suceda; debemos confiar que Él está haciendo para tratarnos, para al final
hacernos bien y bendecirnos.
 
…les ayudan…
 En el griego la frase “les ayudan” se tradujo de una palabra griega “sunergéo” que
significa ‘cooperan.’
 Es decir, las cosas buenas y malas cooperan a favor nuestro.
 De la palabra “sunergéo” se deriva una palabra interesante que es “sinergia”.
 Sinergia es “la acción de dos o más elementos cuyo efecto en conjunto es mayor que
cuando operan individualmente.”

La sal que nosotros tenemos en la mesa, está formado de dos elementos: sodio y cloro. Esos
dos elementos químicos por sí solos son veneno. Si nos tomáramos aunque fuera una
pequeña cantidad de cloro, estaríamos envenenándonos. Entonces, la sinergia es producir
algo bueno como la sal de dos elementos venenosos como el sodio y el cloro.

Fijate que Jesús dijo “ustedes son la sal de la tierra.” La sal tiene infinidad de propiedades y
funciones. Una de las más importantes en la Biblia era para la preservación de los alimentos.
Entonces, la sal preserva nuestra vida espiritual. ¿Cómo preservaríamos la vida espiritual si
no hubiera una sinergia….?

Dulce y Amargo
 Cuando el sacerdote llenaba el incensario del templo para ofrecerlo, le prendía fuego y
comenzaba a cantar y caminar.
 Cuando quemaba el incienso, éste producía un olor agradable y dulce.
 Pablo dice que nosotros, en medio de la persecución, somos de olor fragante para Dios.
¿Cómo fabricaban el incienso?
 Tomaban y partían unos arbustos.
 La resina que brotaba de esos arbustos, algunas resinas dulces y otras amargas, las
mezclaban entre sí.
 Luego tomaban un molusco que sacaban de la profundidad del mar y molían lo de
adentro y la mezclaban con la mezcla de las resinas.
 Las resinas dulces y amargas hablan de los momentos dulces y amargos de la vida.

Jesús lo dijo claramente: “Para que mi gozo esté en vosotros.” “Mi paz os dejo, mi paz os
doy.” (Esto es la resina dulce). Pero también dijo: “En el mundo tendréis aflicciones”. (Esa es
la resina amarga).

 La sinergia entre lo dulce y lo amargo produce un olor fragante al ser quemado.


 El sacrificio de Jesús fue amargo, pero al mismo tiempo Él se gozaba.
 Se regocijó al ver cómo el Padre les revelaba las cosas a los niños. Después fue a
Jerusalén y viéndola, lloró recordando cómo asesinaban a los profetas. Igualmente, en
nuestra vida Cristiana coexisten estos dos elementos.

La soberanía de Dios
SEGUNDA PARTE
El Desierto
 Israel estuvo por 400 años esclavizado en Egipto. Sus hijos clamaban. Dios oía esos
clamores, pero pasaron 400 años hasta que Dios levantó a Moisés para sacarlos de la
cautividad.
 Finalmente, luego de 10 plagas y de problemas con Faraón salieron de la esclavitud de
Egipto.
 Esos son los momentos dulces, de victoria.
 De pronto encuentran enfrente al Mar Rojo y comienzan a murmurar contra Moisés:
“¿Por qué nos trajiste aquí a morir?” y Moisés les decía que el destino de ellos era una
tierra que fluye leche y miel.
 Moisés clama a Dios, quien le dice que extienda su vara. Se abren los mares y pasan
todos por tierra seca.
 Los egipcios quisieron hacer lo mismo y fueron cubiertos por las aguas. Cuando llegaron
al otro lado María tomó el tamborín y todos se pusieron a alabar a Dios.
 Se encuentran, así, en el desierto. Moisés asegura al pueblo que después del desierto
está la tierra prometida.
 Mas luego la gente tiene sed y comienza a quejarse. “¿Por qué nos sacaste de Egipto
para morir aquí de sed?”.
 Dios le dijo que golpeara la roca (que representa a Cristo) y salió agua. Les llovió maná y
sucedieron muchos milagros.
 Finalmente, esa generación rechaza a Dios y no es hasta la siguiente que Israel entra a la
Tierra.

Veamos lo que les dice Dios en Deuteronomio 8.11:-16


“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus
estatutos que yo te ordeno hoy no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en
que habites y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo
que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te
sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; que te hizo caminar por un desierto grande y
espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él
te sacó agua de la roca del pedernal. Que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus
padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien”

¿Hay gente que se olvida de Dios? ¡Claro que sí!


Apenas crecen sus negocios, muchos se olvidan de que fue Dios quien los bendijo. Hace poco
soñé con una persona -algo que no me sucede muy a menudo- y al día siguiente me la
encontré. Cuando le pregunto “¿cómo estás?” Me dijo “¡Aleluya, muy bien!”. Como en el sueño
Dios me mostró que él andaba mal, le dije: “¡No! Ponte a cuentas con Dios. Arregla tu camino.”
Yo lo conocía a este hombre desde que era estudiante y cuando empezó un negocio, el cual
creció y el hombre se alejó de Dios. Al día siguiente me encontré con alguien que sabía que ese
hombre había estado en un lugar donde las mujeres bailan desnudas. ¡La gente se olvida de
Dios! Se olvidan de su misericordia.
¿Quién los hizo caminar por el desierto grande y espantoso? ¡Dios! En el desierto no hay
muchas “cosas.” No hay gran prosperidad, aunque sí hay vida. El desierto simboliza
circunstancias amargas y adversas y nos puede parecer muy largo el tránsito a través de él. Aquí
es donde muchos no entienden que en el plan de Dios hay una combinación entre lo amargo y
lo dulce, entre la tribulación y el gozo, entre la tristeza y la alegría, todos los cuales trabajan
juntos para formarnos. En el desierto hay serpientes y escorpiones, que simbolizan a las
personas y a las circunstancias que nos hacen daño.
Jesús nos dijo que nos daba potestad de *pisar* serpientes y escorpiones. Notemos cómo el
Señor no nos prometió que éstos no iban a aparecer en nuestra vida, ni que morirían al instante
en nuestra presencia. Lo que prometió es que podemos pisarlos. Tenemos que seguir
caminando en lugar de retroceder.
Te vas a enfrentar a las tentaciones de Satanás. ¿A dónde llevó el Espíritu Santo a Jesús? Al
desierto. Ah, pero nosotros queremos estar siempre en Cancún. Jesús dijo claramente que
tanto al que construyó sobre la roca como el que construyó sobre la arena les llegarían los
vientos huracanados, pero el que construyó sobre la Palabra mantiene su vida en control a
pesar de las circunstancias.
No debemos proclamar ni vivir un ‘evangelio’ donde sólo se presenta un lado de la verdad –
“Todo es victoria, todo es prosperidad, el cristiano no se debe de enfermar”, dicen algunos. Las
personas que creen ese evangelio son los primeros apóstatas cuando llegan las tribulaciones:
“A mí no me dijeron que iba a ser así. Me dijeron que si yo me hacía cristiano Dios iba a
prosperar mi negocio y que iba a tener carros y casas.”
Una persona demandó a Dios en la corte porque decía que Dios “lo había engañado”. “Que le
había dicho que sembrara y Dios le regresaría al mil por uno y no cumplió”. Aquí el problema
fue que no sembró con Dios, sino que sembró a los ladrones que andan pidiendo dinero a todos
por televisión.
Puso la demanda y el juez lo recibió y analizando el caso, ¡puso culpable a Dios! Pero el juez dijo
también que hay un pequeño problema: ¿dónde localizamos a Dios? ¡Increíble pero cierto!
Tantas veces cuando se presenta una dificultad andamos allí ‘atando’ al Diablo, y el que está
detrás de todo es Dios, tratando con nosotros.
En el pasaje de Deuteronomio 8, la frase “y de sed, donde no había agua” habla de *escasez de
lo mínimo*. ¿Alguna vez has estado con escasez de lo mínimo? Pablo lo dijo: “Yo sé tener
abundancia y se tener escasez. Por todo y en todo estoy enseñado. Todo lo puedo en Cristo que
me fortalece.” ¿Por qué Dios a veces nos tiene en el mínimo? ¡Porque está tratando con
nosotros! Momentos dulces y momentos amargos: la sinergia.
Hay un peligro en la prosperidad: que en medio de ella te olvides de dónde te sacó
Dios. Cuando caía maná en el desierto no se podía almacenar para el día siguiente, era alimento
para un sólo día. Cuando Jesús nos enseñó a orar nos enseñó a orar por el *pan del día*.
En la sinergia de Dios, Él sabe cómo combinar los momentos de victoria y las pruebas para
hacerte bien. Dios en su soberanía usará cualquier cosa para tratar con nuestro corazón porque
su propósito es hacernos a su imagen.
… a bien…
Continuando con Romanos 8:28, vemos la frase “a bien” que se tradujo del griego “agadsós”
que significa “cosas mejores, algo mejor, bueno.” Pablo en Filipenses 1.12 dice “Quiero que
sepáis, hermanos, que las *cosas que me han sucedido*, han redundado más bien para el
*progreso* del evangelio.”
¿Qué cosas le sucedieron a Pablo? Le sucedieron persecuciones, escasez, abundancia, peligro,
espadas, naufragios, peligros de falsos hermanos, traiciones. Pablo sabía, conocía y entendía la
soberanía de Dios cuando dijo que estas cosas trajeron progreso al evangelio. Nótese que hay
una *ausencia total de egoísmo*.
¿Velorio o Fiesta?
Pensemos por un momento en un aspecto puramente humano. ¿Dónde prefieres estar, en un
velorio o en una fiesta? Todos respondemos que en la fiesta. Pero Dios piensa diferente:
Salomón dijo “es mejor es ir a la casa del luto que a la casa de la fiesta, porque allá donde hay
gozo y fiesta la gente no piensa, pero donde hay luto se enmienda el corazón.”
¿Han visto cómo en un velorio llegan los amigos del que murió y llorando piensan en el estado
de su corazón y se acercan a Dios; pero que en una fiesta esto no es posible? Para nosotros
cuando se muere un familiar es una tragedia, pero para Dios no. La Biblia dice que “estimada es
a los ojos del Señor cuando mueren sus hijos.”
En Isaías dice que “nadie entiende que cuando muere el justo se le quita la aflicción.” Los hijos
de Dios que han muerto están mejor que nosotros.
Puede ser que algunos de los lectores están sufriendo: algunos perdieron el trabajo, otros
pasan una situación familiar difícil. ¿Crees que Dios ha perdido el control? En la sinergia de Dios,
Él va a usar todas las situaciones, aún los errores que cometemos, para nuestro bien.
… a los que conforme a su propósito son llamados.
Finalizando el versículo de Romanos 8.28 dice “…esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.” ¿El propósito de quién? ¡De Dios! Dios tiene propósitos y planes, a veces que
ignoramos, para nuestra vida. Podemos descansar en la soberanía de Dios sabiendo que Dios
está en control. Dios sabrá cómo hacer para a la postre, al final, hacernos bien. Los momentos
dulces los queremos siempre y los amargos casi no, pero éstos últimos son necesarios.

Dios tiene propósitos para nosotros. En la formación que vamos teniendo como hijos de Dios, Él
no desea que suframos sin propósito. En la voluntad permisiva del Señor nos suceden cosas que
nos ayudan a madurar. Tengamos presente que todo lo que Dios permite tiene el propósito de
hacernos más a su imagen, más maduros y de tratar nuestro carácter para que crezcamos
espiritualmente; todo esto a pesar de nuestros errores y pecados. Es decir, nuestros errores y
pecados nunca van a frustrar el plan de Dios.
Encontramos un ejemplo de ello en la vida del Rey David – el mayor Rey de Israel y un hombre
conforme al corazón de Dios – quien un día cometió un pecado muy grave: tomó una mujer
ajena y asesinó a su esposo para poder casarse con ella. Dice en el libro de Samuel que lo que
David hizo fue desagradable a los ojos de Dios. La mujer quedó embarazada y el niño murió
como prueba de que Dios había rechazado el proceder de David. La soberanía de Dios se
muestra en que David luego toma a Betsabé por esposa y de tal unión nace Salomón, el rey más
sabio en la historia de la tierra. Y aún más, de su línea de descendencia vendría a nacer Jesús.
¡Eso rebasa todo entendimiento humano! Es así como vemos al Dios de toda gracia: a pesar de
nuestros errores, al final, Él usa cada situación para cumplir sus propósitos e incluso para
bendecirnos.
Si pecamos, sufriremos las consecuencias del pecado. Es posible que usted, ahora, esté
sufriendo las consecuencias de algún pecado. Ciertamente Jesús perdona la culpa de los
pecados, pero las consecuencias las tenemos que vivir, las tenemos que sufrir. La vida de David
después de su pecado nunca volvió a ser igual. Las consecuencias del pecado llegan siempre,
son ineludibles; pero podemos estar seguros de que, al final de todo, Dios tornará el mal en
bien.
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que
hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y
establezca. — 1Pe 5:10
Experiencia de Pedro
Pedro vivió y experimentó la gracia de Dios. Ante la aprehensión de Jesús, Pedro maldijo y lo
negó. No obstante recibió más tarde el favor del Señor. La palabra usada en la escritura original
para ‘gracia’ es «járis» que significa “el Dios de todo favor, regalo espiritual, don.”
Juan afirma en Apocalipsis que en la eternidad ya no habrá más llanto ni dolor. Mientras
estemos en el mundo pasaremos por situaciones que nos harán llorar y tendremos también
tiempos de alegría, tendremos abundancia y en otros momentos sufriremos escasez. La vida
cristiana se compone de estos dos elementos.
Pedro dice “después que hayas padecido un poco de tiempo.” El original griego para ‘padecido’
es «pásjo» que significa “experimentar dolor y sufrimiento.” Hay diversas situaciones por las
cuales sufrimos; unos sufren una enfermedad por causa del pecado mientras otro está enfermo
sin estar en pecado. (Cuando le trajeron el ciego a Jesús y le preguntaron si él estaba enfermo
por causa de pecado, Jesús les dijo que no; que aquel hombre estaba así para que la gloria de
Dios se manifiestara). Otro puede sufrir escasez por una prueba que Dios le manda y otro la
sufre como consecuencia de sus robos y estafas.
¿Cómo orar en el sufrimiento?
Teniendo la soberanía de Dios en cuenta, ¿cómo pues debemos orar cuando sufrimos?
Debemos preguntarle a Dios: “¿Señor, por qué me está pasando esto? Si tienes a bien
revelármelo, aquí estoy.” Dios puede decir: “Es una disciplina por tus pecados.” Otras veces
dice: “Estoy probando tu fe.” A veces se queda callado y aún así está tratando con nosotros.
Cuando Pedro en el pasaje dice “un poco de tiempo”, concuerda perfectamente con lo que le
dijo San Pablo a los Corintios: “Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros una cada
vez más grande peso de gloria.” Cuando dice “leve tribulación momentánea” se refiere a
escasez, a vituperios y tribulaciones, al hambre, a peligros y demás adversidades que estaba
sufriendo como hijo de Dios, como ministro del evangelio y como ser humano.
Estos dos pasajes enfatizan que los sufrimientos de esta vida no son comparables con la gloria
venidera. Los 70, 80 o 90 años que tenemos en esta tierra, o aún si fueran 150; no son
comparables con la eternidad. No son comparables porque se ven como *nada*.
De los once apóstoles, diez murieron sufriendo. ¿Por qué el Apóstol Juan no? Sólo Dios en su
soberanía sabe lo que Dios permite y no permite.
Yo soy el mejor carambolista
Un día, mientras jugaba billar, Dios me habló y me dijo: “Yo soy el mejor carambolista.”
Inmediatamente entendí lo que me estaba diciendo. Al igual que un billarista le puede pegar a
una bola que rebota y pega en otra que a su vez pega en otra y hace un montón de jugadas de
una manera maravillosa y difícil de igualar, Dios hace lo mismo con situaciones y con personas.
Cuatro propósitos para el sufrimiento
Según Pedro, el sufrimiento nos perfecciona, nos afirma, nos fortalece y nos establece.
1. Perfeccione. La palabra perfeccione viene del griego «katartízo» que
significa “restaurar, hacernos aptos, reparar, y ajustar.” Él ajusta nuestros caminos. Va
tratando con nosotros, llevándonos a la madurez.
2. Afirma. Viene del griego «sterízo» que significa “establecer con firmeza”. Esto nos habla
de establecer un carácter firme, sólido. Cuando Jesús le dice a Pedro que le dio permiso a
Satanás para zarandearlo y que le negaría tres veces, le dijo que luego debía “confirmar a los
hermanos”. Esta palabra “confirmar” es la misma que “afirmar”. Con un carácter voluble
como el de Pedro, ¿cómo iba a ser un instrumento para afirmar a los hijos de Dios? Tenía que
ser tratado y perfeccionado y por eso el Señor permitió que Satanás lo zarandeara.Pedro
mismo dice que el propósito de la aflicción es el perfeccionamiento y la afirmación.
3. Fortalece. Esto habla de vigor y de fuerza espiritual. Vigor espiritual para enfrentar
todas las situaciones que llegan a nuestra vida: las buenas y las malas.
4. Establece. Habla de consolidar, de afianzar un carácter sólido. Recordemos que Pedro
era llamado Simón; Jesús cambió su nombre. Pedro viene de la palabra «petros» que significa
“una piedra sacada de una roca grande.” Una piedra es *sólida*. Al cambiarle el nombre,
Jesús estaba estableciendo que Pedro sería sólido, a pesar de que en ese momento aún era
voluble y se dejaba llevar por emociones. Así estableció a Pedro para ser parte de la
edificación de Su iglesia.
La Soberanía en la vida de Job
Esta es una historia clásica de la Biblia. Santiago citó a Job diciendo “Han oído de la paciencia de
Job.” Si observamos la vida de Job entendemos por qué a veces Dios permite que sus hijos
sufran.
Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal. (Job 1:1
Observemos algunas de las características que se mencionan de Job: ¡perfecto, recto, temeroso
de Dios y apartado del mal! Esto nos recuerda el Salmo 1: “Bienaventurado el varón que no
anduvo en consejo de malos… será como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da
fruto en su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prospera”.
Y le nacieron siete hijos y tres hijas. (3) Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil
camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era
aquel varón más grande que todos los orientales. (Job 1:2-3 )
Job era un hombre bendecido y rico. ¡Tenía siete mil ovejas y, pongámoslo así, tres mil
Mercedez Benz! Digo esto porque en aquel tiempo el camello era el método de transporte de
lujo. Los camellos eran costosos. La Biblia dice que era el “más grande” de todos, no por sus
numerosas posesiones sino por la calidad de sus cualidades.
E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar
a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. (5) Y acontecía que
habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se
levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque
decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus
corazones. De esta manera hacía todos los días. (Job 1:4-5)
Fíjese cómo, todos los días, Job consagraba sus hijos a Dios. En otras palabras Job se los
entregaba a Dios, igual que muchos padres declaran entregar sus bebés a Dios. Esto equivale a
decirle a Dios que Él puede hacer lo que Él quiera con ellos. Si son de Dios, ¿puede Él tomarlos
cuando quiera? Sí, aunque eso nos duela. Tu esposo no es tuyo, es de Dios. Tus hijos no son
tuyos, son de Dios. Lo que tienes no es tuyo, es de Dios. Entonces Él puede tomar a cualquiera
de nosotros o disponer de nuestras cosas cuando quiera.
Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino
también Satanás. (Job 1:6)
Cuando dice “hijos de Dios” la Escritura se refiere a los ángeles. Pero además de ellos, venía un
“colado” como decimos: Satanás. ¡Qué interesante que tenía acceso a la presencia de Dios a
pesar de que Dios lo había echado!
Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De
rodear la tierra y de andar por ella. (8) Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a
mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de
Dios y apartado del mal? (Job 1:7-8 )
Dios se sentía tan satisfecho, tan complacido de Job, que le dijo a Satanás: “¿No has visto a Job,
la clase de siervo fiel que es?”
Una Muralla
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? (10) ¿No le has
cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has
dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. (Job 1:9-10)
La palabra griega que se traduce en “de balde” es «kjinám» significa “gratuito, sin costo, sin
razón.” Es decir, Satanás le estaba diciendo a Dios que Job no podía servir a Dios gratuitamente
y sin razón. Satanás asume que Job es fiel a Dios sólo por la “cerca” que tiene a su alrededor, su
familia y sus muchos bienes. La palabra que se traduce como “cercado” viene de «suk» que
significa “entretener, poner una protección haciendo una muralla“.
Fíjate cómo estamos los hijos de Dios: Hay una muralla alrededor de nosotros, de nuestra
familia y de nuestros bienes. Dice el Salmista: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo
la sombra del Omnipotente.” Si nosotros pudiéramos ver la protección que tenemos alrededor
nuestro, tendríamos menos temor a las cosas que hay en el mundo. Pero si Job estaba tan
protegido, ¿por qué le pasaron todas esas cosas? Allí precisamente está el tema de la soberanía
de Dios.
Lo que le estaba diciendo Satanás a Dios es: “No, Job no te sirve gratis. Te sirve porque le das.”
Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti
en tu misma presencia. (Job 1:11)
La frase “extiende ahora tu mano” en el hebreo quiere decir “¡Déjale caer tu mano encima!”,
como cuando uno mata una mosca.
¿Por conveniencia?
Hoy en día, hay gente que sirve a Dios por conveniencia. Muchos van a la iglesia no para buscar
a Dios, sino para ver qué le sacan a Dios: su sanidad, un milagro financiero, arreglar un
problema. Éstos concuerdan con la idea de Satanás sobre Job: sólo buscan su ganancia. Pero
hay otros que seguimos a Dios no por lo que nos da, como Pablo que dijo “Nada me separará
del amor de Dios. Sé tener abundancia y sé tener escasez.” Me dé o no me dé.
Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas
tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová. (Job 1:12 )
¿Qué está haciendo Dios? Le está dando permiso a Satanás de tocar los bienes de Job, un
hombre que no había pecado, un varón apartado del mal. ¿Por qué lo permite Dios? La
respuesta está en Su soberanía: porque Él tiene propósitos y planes específicos.
Hay otro caso, el del Apóstol Pablo, cuando afirma que “un mensajero de Satanás” lo
abofeteaba. Pablo dice haber rogado tres veces a Dios que lo librara, pero la respuesta del
Señor es “Bástate de mi gracia.” En medio de la adversidad Pablo recibió la revelación de Dios y
se mantuvo humilde. El propósito de Dios con Pablo es librarlo del orgullo. El propósito en el
caso de Pedro es hacer que deje de confiar en sí mismo. En el caso de Job es demostrar que un
hombre puede mantenerse firme, temeroso de Dios, recto y agradable para el Señor.
Dios pone el límite
Vimos en el versículo 12 que Dios le pone un límite a lo que el enemigo puede hacerle a Job:
que no toque su cuerpo. Dios es el que pone límites, porque Él es soberano.
Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el
primogénito, (14) y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las
asnas paciendo cerca de ellos, (15) y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a
los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. (16) Aún estaba
éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las
ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. (17)
Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres
escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los
criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia. (Job 1:13-17 )
Recuerdo un hombre de la congregación que fue millonario. Viajaba y compraba según los
antojos de su corazón, hasta que un día su negocio empezó a perder y llegó a quebrar. La
quiebra del negocio fue la herramienta que Dios usó para traer de regreso a aquel hombre a sus
pies . “Hoy no tengo nada, pero soy el hombre más feliz de la tierra”, decía.
¿Sólo Prosperidad?
Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo
y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; (19) y un gran viento vino del
lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y
murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia. (Job 1:18-19 )
En la Biblia no hay otro caso de sufrimiento como el de Job, salvo el de Jesucristo. Primero, Dios
permitió que Job perdiera sus bienes; luego, que murieran sus hijos. Todo, a pesar de que se
trataba de un hombre íntegro, honesto, recto y temeroso de Dios. La Doctrina de la
Prosperidad, tan extendida en nuestros días, es un engaño, pues promete a la gente que, si se
entrega a Cristo, le irá bien en su negocio, en sus finanzas y en otras muchas cosas que no
necesariamente son lo que Dios tiene preparado para cada persona. Quienes enseñan estas
cosas leen dos o tres versículos fuera de contexto y no presentan el panorama entero de la
Biblia. La verdad es que la vida Cristiana es a veces de abundancia, pero también a veces de
escasez.
Salomón dijo “Hay tiempo de tener, tiempo de no tener. Tiempo de comer y tiempo de no
comer. Tiempo de danzar, tiempo de llorar. Todo tiene su tiempo en esta vida.” Jesucristo
mismo dijo “en el mundo tendrán aflicciones, pero confíen, yo he vencido al mundo”.
El problema es cuando alguien a quien se le ha predicado esta Doctrina de la Prosperidad le
empiezan a venir las pruebas, asombrado, no sabe cómo responder. Los que no creen se burlan
de su falta de prosperidad y de su fe. Pero alguien entendido en la Palabra de Dios reacciona
diferente, entiende que Dios es soberano.
Todo es de Dios
Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y
adoró. (Job 1:20)
Job entró en luto, se rasgó su manto y se rasuró la cabeza según las costumbres orientales. Pero
qué espectacular es observar el momento en que, postrado en tierra, Job adoró. ¡En medio de
la tragedia, luego de quitarle sus Mercedes-Benz, sus ovejas y aún a sus diez hijos, Job adoró a
Dios! Esto es un verdadero Cristiano: uno que sabe que todo es de Dios y que si Dios se lo dio,
también se lo puede recoger. Es esa clase de cristiano que sabe que Dios le dio un esposo,
esposa, hijos… pero ¿y si Dios se los pide? Nosotros no queremos que se nos mueran los
familiares, pero… ¿estarías dispuesto a que Dios te los pida?.
¿Han escuchado el poema de las huellas? (Ver poema a la derecha). A mí me ha ministrado
mucho este poema, el cual refleja la queja de alguien que durante la prueba, en lugar de ver
dos pares de huellas sobre la arena, veía sólo una y decía ¿Señor, me abandonaste? Dios le
responde, “no, en esos días yo te cargaba.”
Dios nunca nos deja. Es una confianza que hemos de tener.
Huellas
HUELLAS
Una noche un hombre tuvo un sueño.
Él soñaba que recorría la playa con el SEÑOR.
A través del cielo pasaban las escenas de su vida.
Para cada escena, él notó que se marcaban dos pares de huellas en la arena; un par le
pertenecían a él, y el otro par pertenecían al SEÑOR.
A medida que las escenas pasadas de su vida desfilaban ante él, volteaba la mirada hacia las
huellas en la arena y noto que muchas veces, a lo largo del recorrido por la playa, en la arena
solo veía un par de huellas.
También notó que esto ocurría en los momentos más amargos y tristes de su vida.
Esto realmente lo desconcertó y pregunto al SEÑOR:
“SEÑOR, Tú dijiste una vez, cuando decidí seguirte, que recorrerías a mi lado el camino de la
vida,
Pero he notado que durante las épocas más amargas de mi vida,
Hay solamente un par de huellas.
¡No entiendo! …
¿Por qué cuando más te necesité… me dejaste solo?
El SEÑOR contestó…
“Hijo mío, te amo y nunca te dejé solo.
Durante las épocas de amargura y sufrimiento que viviste, cuando ves solamente un par de
huellas…
No caminabas solo…
Era yo que te llevaba en mis brazos.”
  
El Autor Intelectual
Luego de que Job adora a Dios, una frase nos muestra su conocimiento de la soberanía de Dios:
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y
Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. (Job 1:21)
Es decir, no trajimos nada a este mundo y sin duda no nos llevaremos nada. Hay una realidad:
¿A quién le pertenece todo? ¡A Dios! ¡Hasta los zapatos que tienes puestos!
“Dios me dio, Dios me quitó”. ¿Recuerdan a quién le atribuyó José sus “desgracias” en Egipto?
¡A Dios! Estos hombres conocían la soberanía de Dios.
Los falsos maestros van a decir esto: “Es verdad que Dios se lo dio, pero es mentira que Dios se
lo quitó… eso lo hizo el Diablo.” Sí, es cierto que fue el Diablo quien se lo quitó, pero fue Dios
quien le dio permiso. Dios fue el autor intelectual. Dios estaba detrás de todo el asunto.
¿Atar a Satanás?
¿Por qué Job no “ató” al Diablo? Cuando Pablo era atribulado por un mensajero de Satanás,
¿por qué no convocó a todos los discípulos a una “noche de guerra espiritual”? Cuando Jesús le
dijo a Pedro que Satanás lo iba a zarandear, ¿por qué Pedro no lo “ató”? Porque tal doctrina, la
de atar al demonio, ¡no es Bíblica!
Nunca vemos en la Biblia que los discípulos ataran al demonio. Yo tengo 20 años escuchando a
los hermanitos que “ataron” al “demonio del narcotráfico” y ahora el tráfico de drogas está
cinco veces peor.
Puedes atar a todos los demonios que quieras… con nudo ciego, nudo marinero o nudo
ranchero; pero nada harás. Con tantas oraciones atando al enemigo, ya este mundo sería más
tranquilo que el Edén. No funciona. El Demonio anda tan suelto como siempre. Lo que
debemos de saber los hijos de Dios es que aún Satanás es un instrumento a quien Dios le pone
límite y al cual incluso usa para cumplir Sus propósitos. Ese es el Dios al que servimos, quien
tiene control y dominio absolutos, el Dios soberano de la Biblia. No podemos justificar a Dios
diciendo “Dios lo hizo por tal o por cual razón” ¨¡No! ¡Dios lo permitió y punto!
¿Dios es culpable?
En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. (Job 1:22)
Dice la Biblia que, en medio de su tragedia, Job no pecó. En esta Escritura la palabra “pecó”
viene del Hebreo «kjatá» que significa ‘cometer falta, culpar y condenar.’ Es decir, en todo esto
que le sucedió, Job no cometió falta ni culpó ni condenó a nadie, y menos a Dios.
Hoy se enseña en muchas congregaciones que las personas perdonen a Dios por haber
permitido que sucediera cierta ‘maldad’ en su vida. ¿De dónde sacaron esos maestros que
ahora ‘Tú’ tienes que perdonar a ‘Dios’?. ¿Ahora resulta que tú eres más bueno que Dios? ¡Eso
es blasfemia! ¿De dónde salió eso? ¡Pura psicología humana! Yo siempre he leído en la Biblia
que nosotros somos los pecadores y Él es Él quien nos perdona. Él es santo, bueno y justo.
Cuando dice que Job “ni atribuyó a Dios despropósito alguno”, aparece la palabra hebrea
«natán» que significa ‘arremeter, señalar, hacer un culpable, poner el rostro en contra de’. Eso
fue precisamente lo que hizo el profeta Natán cuando señaló a David como culpable del pecado
contra Betsabé y Urías.
¿Qué es lo que siempre reclaman los que no entienden? “Dios, ¿por qué si eres amor,
permitiste el Tsunami?” En este pasaje significa que Job noarremetió contra Dios, no señaló a
Dios, no hizo culpable a Dios, no tenía amargura contra Dios y mucho menos “perdonó a
Dios”.
Job adoró a Dios aceptando el propósito soberano de Dios. Ciertamente él no entendía por
qué le habían venido todos aquellos males, pero creía en la soberanía y en la bondad de Dios.
Es verdad que en cierto momento Job se lamentó de haber nacido, dijo que habría mejor ser
abortado que haber nacido en esta tierra. Mas lo decía porque estaba en una situación terrible.
Pero observemos que Job maldijo el día en que nació, pero nunca maldijo a Dios.
  
Siguió la ruina de Job
Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y
Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. (2) Y dijo Jehová a
Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de
andar por ella. (3) Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no
hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del
mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que
lo arruinara sin causa? (Job 2:1-3)
Dios dice que Job todavía retenía su integridad. Dios sigue complacido de Job, quien se
mantiene firme en su fe en medio de su ruina.
Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por
su vida. (Job 2:4)
‘Piel por Piel’ en la versión Dios Habla Hoy aparece como “Mientras no lo tocan a uno en su
propio pellejo, todo va bien.” Satanás le está diciendo algo com “si le tocas ahora su salud, Job
sí iba a blasfemar.”
Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti
en tu misma presencia. (6) Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas
guarda su vida. (Job 2:5-6)
Dios dejó a Job en manos de Satanás. Esto no debe de darnos temor, sino confianza porque
nada escapa del control de Dios.
Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna
desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. (8) Y tomaba Job un tiesto para
rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. (9) Entonces le dijo su mujer:
¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. (Job 2:7-9)
¡Qué mujer ésta! ¿Cómo no fue a ella a quien le cayó la casa encima?, podríamos decir desde la
perspectiva de nuestra propia justicia. Job le responde en el versículo 10 “¿Recibiremos de Dios
el bien, y el mal no lo recibiremos?” ¿Recibiremos la abundancia y no la escasez? ¿Recibiremos
la bonanza… y la prueba no? ¡No! La Biblia dice que “en todo esto no pecó Job con sus labios.”
Mayor Comprensión
La historia finaliza con Job teniendo una mayor comprensión de quién es Dios.
Respondió Job a Jehová, y dijo: (2) Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay
pensamiento que se esconda de ti. (3) ¿Quién es el que oscurece el consejo sin
entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado
maravillosas para mí, que yo no comprendía. (4) Oye, te ruego, y hablaré; Te
preguntaré, y tú me enseñarás. (5) De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.
(6) Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza. (Job 42:1-6 )
Y el final de Job se registra en el versículo 12 cuando Dios le duplica los bienes perdidos y le
llena de años de felicidad. Este pasaje nos recuerda Romanos 8 cuando dice que “…todas las
cosas ayudan a bien…”
Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil
ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, (13) y tuvo siete hijos y tres
hijas. (14) Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la
tercera, Keren-hapuc. (15) Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en
toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos. (16) Después de esto vivió
Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta
generación. (17) Y murió Job viejo y lleno de días. (Job 42:12-17)
Este es nuestro final: recibir el doble. Vamos hacia una eterna gloria con nuestro Señor
Jesucristo, pero es necesario que aquí padezcamos por un corto tiempo para ser
perfeccionados, hechos sólidos, establecidos y afirmados

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