Está en la página 1de 31

LAS OBRAS DE LA CARNE Y LO QUE ÉSTA PRODUCE

Gálatas 5:19 – 21

INTRODUCCIÓN

Finalmente, después de una larga pausa, seguimos con esta carta a los
Gálatas, denominada la Carta Magna de la Libertad Espiritual, la Declaración
de Independencia del Cristiano, el Decreto de Libertad Espiritual que el Espíritu
Santo entrega a quienes han hecho a Jesucristo Señor y Salvador de sus
vidas. Esta carta fue el grito de guerra de la Reforma Protestante, en un tiempo
donde la salvación por obras estuvo reinando por siglos, trayendo esclavitud y
oscureciendo la gracia de Dios.

Pablo dirige esta carta a una región, a un conjunto de iglesias, ubicadas en


Galacia, lo que es hoy la actual Turquía, fundado por el un grupo étnico
llamado los Celtas, o los Galos, en específico a las iglesias de Antioquía de
Pisidia, Iconio, Listra, y Derbe, mismas que Pablo fundó en su primer viaje
misionero. Pablo escribió esta carta por dos causas:

1º Falsos maestros, judíos supuestamente convertidos al cristianismo,


judaizantes, quienes estaban pervirtiendo y socavando el corazón mismo del
Evangelio de la gracia el cual es “la justificación, la salvación por fe, y no por
obras”, ellos estaban enseñando que para ser salvo, la fe en Cristo no era
suficiente, sino que además necesitabas cumplir la ley, rituales, hacer obras.

Y 2º, teniendo los Gálatas fama de ser volubles e inestables, su fe y su relación


fresca y sincera con Dios estaba en peligro. Estaban sucumbiendo ante el
legalismo, la religiosidad, el ritualismo, comprando la idea de que practicar
estas cosas era una señal de madurez, de superación espiritual, creí y fui salvo
por fe, Dios me encontró cuando yo no le buscaba, pero, ahora, a través de
rituales, de un sistema religioso, puedo por mí mismo justificarme delante de
Dios, ganarme su bendición, auto santificarme, y mejorar mi relación con él.

De manera que Pablo se da a la tarea de mostrarnos que regresar a la ley y al


legalismo no es avanzar sino retroceder, es abandonar la gracia, no es ganar
mayor espiritualidad, sino regresar a la esclavitud de las obras. Es cambiar una
hermosa relación de amorosa adoración a Dios, por una religión de obras
legalistas, las cuales solo traen una ilusión de control, ya que este solo es
externo y no tiene ningún poder para cambiar un corazón.

Esta carta tiene un bosquejo muy sencillo: capítulos 1 – 2, Pablo es personal,


biográfico, mostrándonos su experiencia con la gracia, recordándole a los
Gálatas que al igual que él, ellos recibieron al Espíritu, y vieron experimentaron
su poder y maravillas no por las obras de la ley, sino por oír con fe el
Evangelio.

Capítulos 3 – 4, Pablo es doctrinal, teológico, mostrándonos como la gracia


está por todo el AT, respondiéndonos escritural y teológicamente a la pregunta,
¿qué es lo que salva a una persona? ¿Cómo una persona puede estar en una
relación correcta con Dios? A la cual responde con una sola respuesta: Es por
fe, no por obras, ni por guardar la ley, o ningún requisito, el único camino a la
salvación que ofrece la Biblia, la Palabra de Dios, de Génesis a Apocalipsis, es
la fe.

Nos mostró la función de la ley, la cual es encerrarlo todo bajo pecado,


mostrarnos nuestra incapacidad para cumplirla y así salvarnos a nosotros
mismos, y como un policía llevarnos a los pies de Cristo al, pero una vez
completando su encomienda le podemos decir adiós. Nos habló de Abraham
con quien hizo un pacto incondicional, que descansaba en Dios, el cual no fue
cancelado al llegar la ley de Moisés, la cual sí era un pacto condicional, de
cooperación mutua, el cual también terminó cuando Cristo llegó.

Nos mostró como aquel que vive basado en la ley, tiene una relación con Dios
como la de un esclavo y su amo, basada en temor e inseguridad, mientras que
el que vive en la gracia y ha sido adoptado por Dios como hijo a través de la fe,
su relación es la de Padre-Hijo, la cual se vive en amor y en libertad. Nos
enseñó cómo el legalismo y la religiosidad solo darán a luz, legalismo y
religiosidad, jamás darán a luz un verdadero fruto espiritual, no así aquel que
es nacido del Espíritu, el cual produce gente espiritual.
Seguimos avanzando en esta última sección, los capítulos 5 – 6, los cuales son
prácticos, donde Pablo nos está enseñando cómo se vive la libertad en Cristo
en la práctica. En la primera parte de este capítulo vimos cuales son Las
consecuencias de escoger el legalismo y las características del que lo predica.
Pablo comenzó este capítulo hablándonos de las implicaciones tan serias de
escoger el legalismo, el daño tan terrible que podemos hacernos al dejarnos
seducir por ritualismo, reglas, y regulaciones, y vimos también las
características de los legalistas. El texto clave de esta carta es:

Gál 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no
estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Ya definimos algunas cosas acerca de la libertad en Cristo, mencionamos el


punto de vista del legalista, el cual aunque vive esclavizado y aplastado por el
peso de leyes y ritos, se siente cómodo, se siente seguro dentro de los límites y
parámetros que leyes, ritos o tradiciones le proporcionan, todos los haz, no
hagas, toca, no toques, le ayudan a medir su espiritualidad, es dependiente de
todas estas cosas para sentirse obediente o espiritual. Un legalista ve la
libertad de la gracia como una oportunidad para el libertinaje, un legalista es
inconcebible esta libertad en Cristo, no la puede entender porque no la conoce.

Y tenemos el otro extremo, aquellos que malentienden, malinterpretan la


libertad en Cristo y la toman como libertinaje, toman la gracia como una licencia
para pecar, los cuales viven como incrédulos y su excusa favorita es decir:
estamos en la gracia, no seas legalista y religioso, nada que ver.

Pero, ya hemos visto cómo un cristiano genuino, alguien que verdaderamente


ha sido rescatado de sus tinieblas, entiende que Cristo lo libertó del pecado, y
no lo libertó para pecar, y no va a usar su libertad para esclavizarse una vez
más a su pecado. El que ha nacido de nuevo sabe que es libre para amar, para
servir, para llevar a cabo la voluntad de Dios, en libertad y en gozo.

También aprendimos que todo ser humano nace con una naturaleza
pecaminosa, en su interior es intrínsecamente malo, no es neutral, no es bueno
y su medio ambiente lo corrompe, al revés, de dentro de su corazón sale la
maldad y contamina todo lo que le rodea, pero al haber nacido de nuevo, le es
dada una nueva naturaleza, y una guerra interna comienza en su interior, entre
la naturaleza más baja que habita en él y la nueva naturaleza que por el
Espíritu Santo recibe todo aquel que cree en Cristo y nace de nuevo.

Esta nueva naturaleza es mucho más que una escala de valores o moral, o la
conciencia que todos traemos por naturaleza, sino que es el mismo Dios
poniendo en cada creyente el querer como el hacer, su voluntad, sus designios,
sus deseos, dándonos la capacidad de obedecer, de llevarlos a cabo.

Entre estas dos naturalezas hay esta guerra, en la cual estos dos se oponen
por completo, uno está enfocado en la auto gratificación a cualquier costo, y el
Espíritu Santo está enfocado en la glorificación de Dios, de Cristo Jesús
nuestro Señor. Y ya que estamos en una guerra, necesitamos conocer
nuestras armas, necesitamos estrategias, entrenarnos y sobretodo conocer a
nuestro general, en quien tenemos la victoria.

Pablo ya nos dio la estrategia para vencer nuestra naturaleza pecaminosa:


ignorarla, matarla de hambre y ocuparse en las cosas del Espíritu, la clave de
la victoria en esta batalla, es andar en el Espíritu, la clave para vencer la carne,
no es luchar contra la carne, sino es vivir en el Espíritu, ignorando la carne.

Cada creyente genuino tiene las dos, que las dos son poderosas, y que las dos
producen algo en el creyente. Por lo mismo necesitas saber que en este campo
de batalla, tu mayor enemigo, aún antes que Satanás o el mundo, es tu
naturaleza pecaminosa, pero aún cuando en cada creyente mora el pecado,
por el Espíritu, tiene la posibilidad de vencerlo.

Por eso nos es necesario aprender cuáles son nuestras debilidades, cómo
pelear esta batalla, cuáles son nuestras armas, quién es nuestro comandante,
levantarnos cada mañana, identificar nuestra batalla y comenzar el día en la
victoria que tenemos en Cristo Jesús.

Pero, alguien podría decir: pero, Pablo, ¿podrías definirnos más claramente
qué quieres decir con los deseos de la carne? Quisiera saber con claridad qué
es lo que me gobierna, si el Espíritu Santo de Dios o mi naturaleza más baja.
Es muy importante conocer esto, ya que la Biblia define el carácter de una
persona por su conducta externa.

Por eso el Señor dijo: en esto conocerán que son mis discípulos: si tuviesen
amor los unos por los otros. Ya hemos hablado de que hay tres tipos de
personas, los que creen, los que no creen y los que creen que creen, de
manera que estos próximos textos nos ayudarán a saber dónde estamos, y no
para condenarnos si no estamos donde creíamos que estábamos, sino para
decidir comenzar a estar en el lugar correcto.

¿Se acuerdan en Juan 8? Jesús les dijo a los fariseos que se creían hijos de
Abraham: si fueran hijos de Abraham, las obras de Abraham practicarían, en
primer lugar, creerían en mí, no querrían deshacerse de mí. Y más adelante les
dijo ustedes son de vuestro padre el diablo, porque quieren matarme, él es
homicida y ha sido homicida desde el principio, no practican las obras de
Abraham que creía en mí, sino las obras de su padre el diablo.

De manera que podríamos poner estas dos listas y decidir en cuál de ellas es
en la que perseveramos, en la que estamos cotidianamente, las obras de quién
practicamos, si las obras de un Dios lleno de gracia, misericordia y amor, o las
obras de un Satanás lleno de toda maldad. ¿Qué produce nuestra carne y qué
produce el Espíritu en nosotros? ¿Hacia qué lugar nos lleva la auto gratificación
que la carne exige y hacia qué lugar nos lleva el fruto que el Espíritu Santo
produce en nosotros? ¿Cuál es el campo enemigo por el cual no debo ni
siquiera acercarme? ¿Estoy en él, o debo dar un paso hacia fuera y
abandonarlo?

Por eso yo titulé este mensaje: LAS OBRAS DE LA CARNE Y LO QUE


PRODUCEN. Con la ayuda de Dios hoy estaremos viendo estas, y la semana
entrante nos enfocaremos en el fruto del Espíritu, demos lectura:

I. Las obras de la carne no se pueden esconder.

Gál 5:19a Y manifiestas son las obras de la carne,


Pablo está por darnos una lista de 17 obras de la carne, estas son obras a las
cuales resultan de entregarnos a nuestra naturaleza más baja. Si checas el
versículo 21, dice: “y cosas semejantes”. Lo cual implica que esta lista no es
exhaustiva, sino que el repertorio de la carnalidad, la maldad, es mucho más
grande.

Y dice Pablo, las obras de la carne son manifiestas, es decir, no se pueden


esconder, son evidentes, nadie que esté practicando regularmente estas cosas,
es decir que su estilo de vida esté caracterizada por estas cosas, puede decir:
“tu no conoces mi corazón, cómo me puedes decir que no conozco a Dios, o
que no tengo una relación con él, yo lo conozco a mi manera”. Exactamente, es
tan a tu manera que no es con Jesucristo el Salvador del mundo con quien
tienes esta relación, sino con un dios hecho tu manera. Es decir, tu conducta
hablar directamente de lo que hay en tu corazón, Jesucristo dijo:

Mar 7:20-23 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre.
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos
pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos,
las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la
soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y
contaminan al hombre.

Si tu dices: Chuy, ¿de qué hablas? Soy una persona muy religiosa, cumplo
cada domingo y con cada fiesta religiosa, mira, además estas son mis
credenciales, mis títulos, mis diplomas, por favor Chuy, mira la posición que
desempeño en la iglesia, enseño, sirvo, pego duro, masco chicle, y todo lo
demás tururú. O por otro lado podrías hablar con todo el idioma cristiano, y
cada vez que te vemos tienes una sonrisa gigante, y cara de santidad, y te
preguntamos y dices: bendecido, en victoria, en gozo, y todo lo que pisen mis
pies es mío, ya que la unción me persigue y a quien quiero la doy, bueno, la
siguiente lista nos puede decir si verdaderamente andas o no en el Espíritu, si
estás verdaderamente dirigido y fortalecido por el Espíritu Santo.

Estas obras de la carne son la expresión externa, son visibles en alguien que
está cediendo a los apetitos de su carne, y podrá presumirse religioso o ungido,
pero si estas obras son las que caracterizan su conducta, realmente está
mostrando que no está caminando, no está progresando, no está siendo
dirigido y fortalecido por el Espíritu Santo. Sepamos esto mis hermanos, el
Espíritu Santo jamás guiará a una persona a ninguna de estas acciones,
situaciones o circunstancias, Alguien que es guiado por el Espíritu, jamás
podría decir que es Dios o su Espíritu es el que le está guiando a alguna de
estas cosas.

Ahora, todo ser humano batalla con estas obras de la carne, estoy seguro que
en alguna u otra área te estarás identificando, el punto es que identifiques si
ocasionalmente caes en alguna de estas obras de la carne, o si tu vida está
caracterizada por este estilo de vida, son dos cosas muy diferentes, el creyente
puede caer, pero, se levanta, no puede permanecer caído por mucho tiempo,
sin embargo el no creyente vive en el piso, subyugado por su naturaleza
pecaminosa.

Le pido a Dios que podamos identificar y poner un alto en aquellas áreas de


nuestra vida en las que todavía vivimos como esclavos y no estamos
disfrutando de la libertad a la que Cristo nos ha llamado, ya que si no lo
hacemos estaremos en un gran peligro. Para un mejor entendimiento, vamos a
dividir estas 17 obras de la carne en cuatro grupos: Pecados sexuales,
Pecados de falsa adoración o religiosos, Pecados Interpersonales, y pecados
sociales. Veamos el primer grupo:

a) Es evidente en pecados sexuales.

Gál 5:19b que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

El primer lugar hacia donde nunca nos llevaría el Espíritu Santo, es hacia estos
pecados sexuales, adulterio, fornicación, inmundicia o lascivia. Todo lo
contrario, todas estas son obras de la carne que se oponen por completo al
deseo del Espíritu, estas cosas jamás glorificarán a Dios, por el contrario, lo
blasfeman y pervierten lo que él creó para nuestro deleite, gozo y bendición.

En algunas versiones adulterio de este versículo y homicidios en el versículo 21


no están, pero definitivamente sí están en la Biblia, el Señor Jesucristo enseñó
de los dos muy claramente en el sermón del monte, y definitivamente tienen
todo que ver. Pablo usa la palabra fornicación, la cual es utilizada en la Biblia
para representar todo pecado sexual, desde el sexo fuera del matrimonio,
antes del matrimonio, la homosexualidad, el incesto, el bestialismo, la
prostitución, pedofilia, y todo lo que tenga que ver con pecados de este tipo.

Ahora, todo esto no es sino una perversión del sexo, el cual Dios creó para
nuestro deleite y gozo, él promete bendecirnos en esa área, pero, en el marco
bíblico del matrimonio. Esto es algo que necesitamos poner a la luz, Satanás
no es el antagonista de Dios, es decir, no hay tal lucha cosmica entre las
fuerzas del mal y las fuerzas del bien, eso es filosofía humana, y no lo enseña
la Biblia, hay un solo Dios y un solo creador de todo: Dios mismo, y Satanás no
es sino un ser que Dios creó perfecto y bueno, pero que por sí mismo decidió
corromperse.

Es importante notar esto porque Satanás no es creador, él no creó emociones,


sentidos, felicidad, todo aquello con lo que nuestro cuerpo está equipado para
poder disfrutar y sentirnos bien, lo que hace Satanás es hacer uso de nuestra
naturaleza pecaminosa y pervertir todas estas cosas que Dios creó,
utilizándolas para blasfemarlo, para ofenderlo, para ensuciar todo aquello que
Dios creó, dice la Palabra:

Stg 1:17 Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de


Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia
ni varía como una sombra en movimiento.

Nuestra carne, la filosofía de este mundo y Satanás, se han encargado de


pervertir y utilizar todo lo bueno que Dios ha creado y la capacidad de disfrutar,
para blasfemarlo, de hecho una de las cosas que el infierno no tendrá es esto,
la capacidad de disfrutar de algo, todo será desesperanza, dolor, angustia, es
una mentira ese rollo de que en el infierno es como un antro de vicios, en
absoluto.

Quisiera que no confundiéramos estos pecados sexuales con el sexo, estos


pecados son la perversión de lo que Dios creó y bendice en el santo estado del
matrimonio, dice la Palabra entre muchos otros textos:
Pro 5:18-19 Que tu esposa sea una fuente de bendición para ti. Alégrate con la
esposa de tu juventud. 19 Es una cierva amorosa, una gacela llena de gracia.
Que sus pechos te satisfagan siempre. Que siempre seas cautivado por su
amor. (NTV)

Hebreos 13:4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero
a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

El marco bíblico de medición en cuanto al pecado sexual, es el santo estado


del Matrimonio, donde las relaciones sexuales, son una bendición dada por
Dios, una expresión del amor provista por Dios. Y estos pecados sexuales
denuncian lo que no es el estado ideal de Dios con respecto a la intimidad
física de una pareja, y que tarde o temprano traerán consecuencias, esclavitud,
decepción, dolor, traición.

Si las lees te podrás dar cuenta que no son sino el tema principal de la
televisión y el cine de hoy en día donde diabólicamente se ha hecho a un lado
por completo el matrimonio, y donde se utilizan todos estos pecados para dar
raiting a cualquier programa televisivo, una vez que éste comienza a perder
interes. Chequemos la palabra en griego de cada uno de estos pecados:

1. Adulterio es la palabra Moijeía en griego.

Significa violación del contrato civil y del pacto matrimonial por infidelidad
sexual.

Viendo algunas encuestas en internet, pude leer que más del 50% de la gente
casada en USA han aceptado tener una relación adúltera, es decir, más del
50% sin contar los que no fueron encuestados y los que mintieron pensaron
que el adulterio es algo aceptable, imagínate, bueno, pues sabe que el Espíritu
Santo jamás te va a guiar a decir: “es que tengo un nuevo amor, porque el que
tengo ahora, ya no lo siento, sencillamente, se acabó, pero ahora espero que
Dios bendiga esta nueva relación. Pues te digo, que la Palabra de Dios dice
así:
Pro 6:27-32 ¿Puede alguien echarse brasas en el pecho sin quemarse la ropa?
28 ¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies? 29 Pues
tampoco quien se acuesta con la mujer ajena puede tocarla y quedar impune.
30 No se desprecia al ladrón que roba para mitigar su hambre; 31 pero si lo
atrapan, deberá devolver siete tantos lo robado, aun cuando eso le cueste
todas sus posesiones. 32 más que golpes y vergüenzas, y no podrá borrar su
oprobio. (NVI)

¿Sabes cuál era el castigo en el AT por adulterio o fornicación? Morir


apedreado, imagínate qué sucedería si hoy pusieran esa ley. Aún aquellos que
no han tocado otra mujer, pero que la han deseado en su corazón, aquellos
que ven pornografía en cualquiera de sus tipos, todo eso según Cristo ya
cometiste adulterio en tu corazón. Y es algo que deshonra, pervierte el precioso
don de la sexualidad creada por Dios, y que al final solo trae vergüenza, dolor,
quebranto y tarde o temprano pagarás, por eso, te llegará la factura. Otro
pecado sexual al que el Espíritu jamás te llevará, es la fornicación:

2. Fornicación – Porneia.

La raíz de la palabra pornografía, esta palabra incluye cualquier tipo de


inmoralidad sexual, desde prostitución, bestialismo, incesto, homosexualismo,
pero en especial podemos encajarla en actividad sexual prematrimonial,
cualquier tipo de actividad sexual prematrimonial o extramarital fuera del marco
bíblico. Es decir tener los privilegios del matrimonio pero sin el compromiso del
pacto.

Hoy en día qué común es esto, gente que vive en unión libre, escuelas llenas
de jóvenes teniendo sexo ilícito, abortos por doquier, enfermedades venéreas,
jovencitas embarazadas, niños condenados a vivir sin padres, o a tener padres
que no están listos para instruirlos, matrimonios mal fundamentados que
comienzan al revés, pretendiendo hacer el sexo su vínculo, y a la misma vez su
dios, cuando el sexo en antes del matrimonio, no solo es una afrenta y
perversión de lo que Dios creó, sino que lejos de ser una bendición se
convierte en un estorbo y rompe toda capacidad de verdadera intimidad,
trayendo a corto plazo problemas tremendos en un matrimonio, por no
entender su propósito.
El Espíritu Santo jamás te va a llevar a este pecado sexual, es tu carne la que
te va a incitar a deshonrar a Dios, a equivocarte haciendo esto para robarte la
capacidad de encontrar el verdadero amor, la verdadera intimidad, respeto,
fidelidad, y una sexualidad saludable. El único lugar donde el sexo cumple con
su propósito de bendición y deleite es dentro del pacto matrimonial.

Dios diseñó el sexo para unir a una pareja espiritual, emocional, y físicamente,
hasta que la muerte los separe, es un ingrediente que Dios creó para que un
matrimonio experimente esta intimidad, unidad, dependencia de ser una sola
carne, es como estar pegando y despegando dos hojas con pegamento, se
pierde la capacidad de pegar, y además estás pegándote y despegándote de
alguien a quien no conoces.

Es tan dañino, y el diablo lo sabe, y tu carnalidad arranca hacia allá,


exactamente al lado contrario de lo que Dios desea, es lo que aprendimos la
semana pasada. ¿Por qué crees que una pareja que está en fornicación se le
da tan fácil estar teniendo sexo, y una vez que se da el matrimonio cada vez
tienen menos sexo, y comienzan a pensar en el adulterio. Mis hermanos, no es
una cuestión de ADN, o psicología, es tu naturaleza pecaminosa que siempre
te empujará a no obedecer a Dios, sino a blasfemarlo con tu conducta. La
siguiente obra de la carne es la inmundicia:

3. Inmundicia, es la palabra Acatarcia en griego.

Significa suciedad, falta de pureza, es el antónimo de Catarsis, el cual es un


término médico para referirse a limpieza, purificar algo de inmundicia. Esto se
practica en los grupos de auto ayuda, donde la gente habla de sus malas
acciones con el fin de limpiar su corazón.

Esta es una condición del alma y la mente, donde éstas están sucias, o dan
cabida a la suciedad, a la impureza, aquí es donde alguien podría decir, yo
nunca le he sido infiel a mi esposa o a mi esposo, pero, qué tal en tu
pensamiento, el Señor llamó adulterio el codiciar a la mujer o al hombre de tu
prójimo con tus ojos y con tu corazón. ¿Qué me dices del llamado ciber sexo?
Cuanta perversión y diversidad puedes encontrar en Internet para saciar, y
llevara cabo todo tipo de pensamiento de impureza.

Una mente llena de este tipo de pensamientos sucios, y por si fuera poco a
Biblia asocia estos pensamientos con espíritus inmundos, de manera que esta
actividad mental es también una obra demoniaca. En esta obra de la carne es
donde se conciben cualquier tipo fornicación, dando a luz adulterio, incesto,
pedofilia, etc.

Mientras que el Espíritu hace todo lo contrario, él está ahí para con la Palabra y
su poder reprogramar nuestros pensamientos, nuestros impulsos y purificar
nuestra mente y alma. La siguiente obra de la carne, o pecado sexual es la
lascivia.

4. Lascivia, Aselgeia en griego.

Significa ausencia de freno, disolución, falta de control, se traduce también


como libertinaje.

A diferencia de las otras tres, esta no es una actividad, tampoco una condición
de impureza, esta más bien es una actitud, una disposición del corazón.
Alguien entregado a esta obra de la carne, es el tipo de persona que ya no le
importa en absoluto si la gente se da cuenta o no de sus actividades
fornicarias, es alguien que pierde la vergüenza, y cae en cinismo, no le importa
ser visto.

Esta obra de la carne potencializa al máximo el adulterio, o cualquier pasión


desordenada del alma, un padre de familia quien puede tener abiertamente dos
familias, un mujeriego, alguien totalmente desordenado rodeado de todo tipo de
desenfreno. El tipo de personas que entregados a su lascivia, pueden hacer
cosas vergonzosas en público o sin público, ¿los conoces? Yo los conozco y
los conocí, en mi propia vida antes de Cristo.

En Efesios 4:19, podemos ver retratada a una persona abandonada en su


lujuria, la cual se potencializa por esta aselgeia, falta de control, dice:
Efesios 4:19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se
entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

La NVI lo traduce así: Efe 4:19 Han perdido toda vergüenza, se han entregado
a la inmoralidad, y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes.
(NVI)

Ningún cristiano será guiado por el Espíritu Santo a vivir una vida de libertinaje,
ningún líder espiritual genuino guiará a su gente a vivir una vida de libertinaje
jamás. De hecho vimos la semana pasada que el libertinaje es una
característica de los falsos maestros, dice la Palabra:

Jud 1:4 El problema es que se han infiltrado entre ustedes ciertos individuos
que desde hace mucho tiempo han estado señalados para condenación. Son
impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a
Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.

2 Pe 2:12-14 Esos falsos maestros son como animales irracionales que viven
por instinto y nacen para ser atrapados y destruidos. Se burlan de lo que no
entienden e igual que animales serán destruidos. 13 Su destrucción será la
recompensa que recibirán por el daño que han causado. A ellos les encanta
entregarse a los placeres perversos a plena luz del día. Son una vergüenza y
una mancha entre ustedes. Se deleitan en el engaño incluso mientras comen
con ustedes en las reuniones de compañerismo. 14 Cometen adulterio con sólo
mirar y nunca sacian su deseo por el pecado. Incitan a los inestables a pecar y
están bien entrenados en la avaricia. Viven bajo la maldición de Dios. (NTV)

2 Pe 2:17-19 Estos individuos son tan inútiles como manantiales secos o como
la neblina que es llevada por el viento. Están condenados a la más negra
oscuridad. 18 Se jactan de sí mismos con alardes tontos y sin sentido. Saben
cómo apelar a los deseos sexuales pervertidos, para incitar a que vuelvan al
pecado los que apenas se escapaban de una vida de engaño. 19 Prometen
libertad, pero ellos mismos son esclavos del pecado y de la corrupción porque
uno es esclavo de aquello que lo controla. (NTV)
Recordemos, libertad no es hacer lo que a mi naturaleza pecaminosa se le
antoja, ese es libertinaje, y lo que hace es precisamente dejarme en esclavitud.
Libertad es por el Espíritu Santo, por el lavamiento de la Palabra de Dios, tener
el poder para ser fiel a tu esposa, para guardar tus ojos, tus manos, tu corazón,
tu pensamiento, tu alma, guardarlos de relaciones falsas, de una vida sexual
inmoral y encontrar en esta libertad en Cristo, el gozo y la alegría de tu
corazón, que falsamente el sexo ilícito, las drogas, el éxito y el dinero te
ofrecen.

Hay algo que no debes olvidar, aún cuando no somos el tipo de iglesia que
pretenda regular tu conducta, y no lo hacemos porque creemos firmemente que
si realmente eres creyente en Cristo, tienes en tu interior al Espíritu Santo
hablándote y transformándote, y no queremos interferir con su trabajo.

Definitivamente sí procuraremos mostrarte y exponerte a la perfecta palabra de


Dios, así como hoy, a la cual harías bien en poner atención y obedecer, pero
también sabe que nosotros no vamos a ser permisibles a estas conductas,
siempre las denunciaremos, y si te dices nuestro hermano en Cristo, te
exigiremos cuentas al respecto. Ahora vayamos al siguiente grupo.

b) Es evidente en pecados de falsa adoración o religiosos.

Gál 5:20a idolatría, hechicerías,

Este es otro resultado de aquel que vive entregado a su carne, el Espíritu


Santo jamás nos va a guiar a la idolatría, la idolatría es producto de nuestra
carne, y ¿qué es la idolatría?

1. Idolatría, eidolatreia: dos palabras, eido, que significa imagen o figura, y


latreia, que se traduce adoración, o servicio religioso. Servicio a imagen o a
falsos dioses.

Tanto la idolatría como la hechicería se relacionan con la religión de fabricación


humana, y es también un producto de nuestra carne, como lo hemos visto por
todo Gálatas, toda religión humana se basa en el esfuerzo individual, en una
insistencia pecaminosa del hombre en que por esfuerzo propio puede hacerse
a sí mismo aceptable ante un dios que ha concebido en su propia mente, por
medio de sus méritos y esfuerzos.

Una religión humana de obras va totalmente en contra del evangelio de la


gracia divina, del Evangelio, el cual insiste en nuestra incapacidad pero, en la
misericordia total de Dios para salvarnos y hacer lo que nosotros jamás
pudimos hacer.

Otra causa por la cual a nuestra carne le encanta ir tras la idolatría, es porque
en última instancia, el dios detrás de cualquier ídolo, dígase imagen, actividad,
o persona, es la misma persona que lo adora. Mi ídolo, cualquiera que este sea
sirve no a los propósitos de Dios, sino a mí mismo, él está para servirme, para
darme lo que yo creo que necesito y merezco, y si no lo hace, lo pongo de
cabeza, o busco otro que me sirva mejor. De hecho por alguna extraña razón
mis ídolos a quien más se parecen es a mí, porque son un retrato de mí mismo.
Aquí hay otros textos que nos hablan bastante de la idolatría:

Colosenses 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,


impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

Mat 6:19-21, 24 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín


corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el
cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni
hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón… 24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno
y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas.

Cualquier cosa o actividad en la cual tienes tus apegos, de la cual piensas que
depende tu vida, en la cual confías para vivir, para ser feliz, a la cual entregas,
tiempo, salud, vida, por la cual te desgastas con pasión y a la cual sirves, si no
es Dios, es otra cosa, y o necesariamente una imagen, pueden ser, alguna
adicción, el sexo, tus hijos, tu trabajo, tus hobbies, tu dinero, tu ministerio, eso
puede ser tu ídolo, porque es a quien sirves, y es a quien necesitas para
sentirte seguro y feliz, y si no es Dios, es un ídolo, y tarde o temprano tu ídolo
se va a convertir en tu esclavizador.

Por eso dice: donde esté tu tesoro ahí estará también tu corazón, cualquier
cosa que sacie los deseos de tus ojos, de tu carne y provea para la vanagloria
de tu vida, ¿qué nos manda el Señor? ¿Hacia dónde nos lleva el Espíritu? Dice
en Lucas:

Luc 12:29-32 »No se inquieten por lo que van a comer o lo que van a beber. No
se preocupen por esas cosas. 30 Esas cosas dominan el pensamiento de los
incrédulos en todo el mundo, pero su Padre ya conoce sus necesidades. 31
Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás, y él les dará todo lo
que necesiten. 32 »Así que no se preocupe, pequeño rebaño. Pues al Padre le
da mucha felicidad entregarles el reino. (NTV)

¿Quieres ver una prueba más de cuál es el dios verdadero detrás de la


idolatría? Mira lo que le dijo Samuel al desobediente Saúl:

1 Sa 15:23 La rebeldía es tan grave como la adivinación, y la arrogancia, como


el pecado de la idolatría. Y como tú has rechazado la palabra del SEÑOR, él te
ha rechazado como rey.»

¿Qué puso Saúl por encima de la Palabra del Señor? Su propia palabra, para
Saúl, lo que él pensaba, “en su muy particular manera de pensar”, que de
particular no tiene nada, todo pecador piensa igual, para su santo. “En mis muy
particulares convicciones, yo creo, yo pienso, yo siento”. Todo eso fue más
importante para Saúl, ¿por qué? Por que cantó la preferida de los mexicanos,
con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero, y mi palabra es la ley, en
otras palabras, soy un pobre diablo que no tengo ni donde caerme muerto, pero
sigo siendo el rey. O tengo todo lo que este mundo dice que debe tener un
triunfador, y por eso soy el rey.

Satanás dijo a Eva y a Adán, el día que coman de este fruto conocerán el bien
y el mal y serán “como dios”. Ese es el corazón de la idolatría, ídolos que se
parecen a mí, que sirven a mis propósitos, y sobre todo a los deseos de mi
carne, a la codicia de mis ojos, y cumplen con la vanagloria de la vida, me
hacen ser el dios que este mundo engañosamente me hace creer que soy. Eso
sí, me hacen sentir muy religioso, muy moralista, pero así como los fariseos, mi
corazón está a kilómetros de lejanía del corazón de Dios.

El primer mandamiento de todos es no adorar otra cosa que no sea Dios, y nos
manda a amar a Dios y entregarle todo nuestro corazón, alma, mente y
fuerzas, lo cual implica entregarle todo nuestro ser, nuestra vida, todo lo que
somos, en total dependencia y confianza. Alguien que adora a Dios lo sirve,
pero, no solo en la iglesia, sino que es un estilo de vida, sirve a los propósitos
de Dios, a su voluntad, a sus deseos, ya no vivimos nosotros más vive Cristo
en nosotros, ya no se trata de nuestros sueños, metas o propósitos, sino los
suyos, porque realmente un muerto no los tiene, a esto nos guiará el Espíritu
Santo.

Una obra más de la carne, un producto más de nuestra naturaleza pecaminosa


sería:

2. Hechicerías, Pharmakeia: De donde viene la palabra farmacia, fármacos o


drogas. En aquellos tiempos, era muy común el uso de estupefacientes para
invocar demonios, para inducir a un transe y comunicarse con el mundo
“espiritual”. En la magia y la brujería se usan los estupefacientes, por ejemplo
los hongos, el peyote, diferentes toxinas que inducen a estos transes.

Este es el otro extremo de la idolatría, en el capítulo 28 de 1 Samuel, vemos al


rey Saúl acudiendo a una adivina por ayuda, de hecho la idolatría de Israel
muchas veces tuvo este sentir: vamos a unirnos a los dioses locales para que
nos vaya bien, ya que Jehová no hace lo que queremos. La hechicería tiene
todo que ver con este rollo de: mejor haz un pacto con el diablo, con la muerte,
con los espíritus malignos para ellos te ayuden, así tienes el mal de tu lado, y
como es tu aliado, no te va a hacer mal a ti.
Nada que ver, porque Satanás vino a robar, matar y destruir, y al final no te
ama porque vayas de su lado, te aborrece, y te va a destruir, cada vez que
piensas en ese tipo de cosas, es ir directamente al terreno de Satanás. Por eso
Dios aborrece la adivinación, el espiritismo, brujería, y todo lo que tenga que
ver con este tipo de cosas, lo cual está lleno de engaño, no te va a ayudar, te
va a esclavizar con temor al diablo y te va a hacer blasfemar a Dios, a quien
realmente debes temer, y es totalmente contrario a lo que Dios dice, la Palabra
dice así:

Deu 18:9 »Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, ten mucho
cuidado de no imitar las costumbres detestables de las naciones que viven allí.
10 Por ejemplo, jamás sacrifiques a tu hijo o a tu hija como una ofrenda
quemada. Tampoco permitas que el pueblo practique la adivinación, ni la
hechicería, ni que haga interpretación de agüeros, ni se mezcle en brujerías, 11
ni haga conjuros; tampoco permitas que alguien se preste a actuar como
médium o vidente, ni que invoque el espíritu de los muertos. 12 Cualquiera que
practique esas cosas es detestable a los ojos del SEÑOR. Precisamente
porque las otras naciones hicieron esas cosas detestables, el SEÑOR tu Dios
las expulsará de tu paso. 13 Sin embargo, tú debes ser intachable delante del
SEÑOR tu Dios. 14 Las naciones que estás por desplazar consultan a los
adivinos y a los hechiceros, pero el SEÑOR tu Dios te prohíbe hacer esas
cosas». (NTV)

La idolatría, adoración a imágenes o la hechicería, adoración a demonios, lo


cual es lo mismo, es un lugar al que el Espíritu Santo jamás te va a llevar.
¿Puedes identificar en tu vida, fuera de Dios, lo que te trae seguridad, felicidad,
relajamiento, etc.? ¿Estás dispuesto a renunciarlo y a comprobar que en Cristo
y en su Espíritu tienes eso y más? Veamos el tercer aspecto:

c) Es evidente en pecados interpersonales.

Gál 5:20b enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

Aún cuando se puede leer en los ojos y la actitud de una persona, el adulterio y
la lascivia, o la esclavitud al temor y a las mentiras del idólatra. Estos dos
primeros aspectos pueden no ser tan evidentes, porque sabemos ocultar muy
bien este tipo de pecados, aunque la muge sale a la superficie tarde o
temprano, pero ¿qué tal estos? Nos son mucho más conocidos porque
convivimos con ellos a diario, son las obras de la carne en nuestras relaciones
humanas. El Espíritu Santo jamás nos guiará hacia aquí.

Por el contrario, alguien que vive entregado a su naturaleza pecaminosa, estas


obras de la carne serán evidentes en todas sus relaciones interpersonales,
amistades, su ambiente de trabajo, su dinámica familiar, en la iglesia, etc. En
todo lugar donde se desenvuelve su entorno relacional estará caracterizado por
estas obras de la carne:

1. Enemistades, ecthra

En su forma pasiva odio, y en su forma activa hostilidad, antagonismo. Satanás


es enemigo de Dios, lo odia, odia su gloria, su santidad y aquellos que quieran
reflejar su gloria y su santidad, no hay lugar para la comunión. Lo contrario a la
amistad genuina, pacífica, llena de amor, con la motivación de hacer el bien, de
disfrutar de la compañía. Es alguien que por un odio interno, por amargura,
nunca puede llevar la fiesta en paz, sus relaciones siempre tiene que acabar en
un conflicto, por lo que esta actitud de enemistad desemboca, o progresa en
pleitos:

2. Pleitos, Eris

Altercado o pelea, entre cónyuges, hermanos, amigos o compañeros de


trabajo. Pleitos que desembocan de este odio en el corazón, el pretexto puede
ser lo que sea, pero hay pleito por el odio que hay en el corazón, el odio de
unos contra otros, por eso dice la Palabra:

Efe 4:31-32 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y


maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo.
Es alguien que al satisfacer los deseos de su carne decide no perdonar, y por
consiguiente se llena de amargura y odio, lo cual se desencadena en estos
pleitos, llenos de enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Los pleitos no
son una cosa pequeña, son una obra de la carne, no es que “todo mundo se
pelea”.

Otro lugar a donde jamás nos llevará el Espíritu Santo es a los celos, en griego
es la palabra Zelos, esta palabra es diferente a la palabra celos en castellano,
se parece más a nuestra palabra envidia, y significa arder, viene también de la
palabra zeo que significa fervor, estar ardiendo por lo que no es tuyo, deseo
por tener lo de otros, desde el esposo o esposa, el auto, la casa, el trabajo, la
circunstancia, el ministerio, el perro, la camisa, los tenis, el cuerpo.

Es la clásica actitud de: ¿por qué eres tan malo conmigo Señor y tan bueno
con los demás? Si tan solo tuviera la vida de tal o cual persona, todo sería
diferente, no más con que me dieran una tercera parte de su dinero, ¿por qué
yo no tengo su voz, sus ojos, su habilidad? Cuando Dios nos ha repartido algo
a cada persona, solo que Satanás te engaña, haciéndote pensar que a ti te
tocó bailar con la más fea. Y estos celos también se convierten en amargura,
en especial contra Dios, y llegan a desencadenar en el siguiente pecado:

3. Iras, Thumos

De “tuo”, que significa fuego. Perder el control con explosión de Ira, cuando
somos guiados por la carne, estas explosiones de ira son muy comunes y
¡causan mucho daño! Arrebatos incontrolables de ira que pueden convertirse
hasta en homicidio. De hecho el Señor dijo que solo con que nos enojemos
contra nuestro prójimo, ya somos homicidas, ya que lo único que nos hace falta
es una pistola, o un cuchillo. Nadie guiado por el Espíritu Santo, jamás va a
tener estos arrebatos de ira incontrolables.

4. Contiendas, Eritheia

Provocación, intriga, facción, deseo de ponerse adelante, rivalidad voluntariosa


en busca de promoción o recompensa, formar partidos por ambición,
fraccionar, dividir el cuerpo buscando lo propio, ventajosa y egoístamente,
tratar de conseguir seguidores. Alguien que provoca para que vean “qué bueno
es él y que malos son los otros”, es un deseo de autopromoción, buscar
aplauso, reconocimiento, recompensa o salario, una actitud jactanciosa,
soberbia y arrogante.

Exactamente lo opuesto a la actitud de Jesucristo, dice la Palabra en Filipenses


2:

Flp 2:3-4 No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad
consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. 4 Cada uno debe
velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los
demás. (NVI)

Si eres guiado por el Espíritu, no vas a buscar reconocimiento, sino darle la


gloria al Señor, reconocerle a él. Generalmente falsas expectativas,
motivaciones equivocadas de reconocimiento o remuneración producen esto, te
llevan a amargarte y a buscar contiendas.

5. Disensiones, dixostasia

De dos palabras, Dis-doble y stasis-posesionarse. Aferrarse a una controversia,


la actitud de aquellos que por ejemplo, buscan una controversia en la Biblia y
se aferran y se entregan siempre a un espíritu de discusión, nunca están
contentos, siempre tienen algo que decir, hacer polémica, nunca pueden
encontrar unidad de pensamiento ni en la Palabra, ni en ningún lugar, siempre
contradiciendo. Esa no es sabiduría, es una obra de la carne, alguien sabio, es
alguien humilde, no alguien que siempre está presumiendo de lo que
supuestamente sabe.

6. Herejías, Hairesis

Elección u opinión a fin de seccionar, sectarizar o hacer partido. Un hereje no


es el que tiene cruces invertidas, es alguien que busca una doctrina, y la infla
para hacer un grupo y si no estás ahí, estás condenado. Tomo una doctrina de
la Biblia, la inflo y toma proporciones de secta, por ejemplo los dones del
Espíritu, el guardar el sábado, etc.
Tanto, contiendas, disensiones y herejías son obras de la carne que
promueven la división, el Espíritu Santo jamás nos guiará a la división, siempre
nos llevará a la unidad, pon especial atención en que todas estas comienzan
con un corazón lleno de amargura, no conforme, enojado con sus
circunstancias, con la sociedad, con su prójimo, especialmente enojado con
Dios. Por haberse dejado engañar por Satanás, quien le engaña haciéndole
pensar que merece más y que no merece lo que le sucede, todo es injusto.

Cuando Dios es bueno, siempre bueno, cuando no merecemos nada, cuando


ni el aire que respiramos merecemos, pero Dios en su gran bondad nos lo
concede, y nos entrega su propia vida, y su bendición.

Gál 5:21a envidias, homicidios,

Las últimas dos producciones de los deseos de la carne en esta lista son
envidias y homicidios.

7. Envidias, fdsonos

Celos son el ardiente deseo por lo que no es tuyo, pero envidias es el disgusto,
la rabia al saber la prosperidad de otros, ¿por qué le va tan bien a él y tan mal
a mí? O Señor, ¿porqué a él lo bendices tanto y a mí me olvidas?

La palabra nos enseña que esta obra de la carne fue la que llevó a Jesucristo a
la cruz, sus enemigos le entregaron por envidia. Ser envidioso, no es algo sin
importancia, es algo contralo que todos tenemos que luchar, no es natural en
nosotros alegrarnos por la bendición de otros, es natural enojarnos y arder de
envidia, pero, tenemos que ignorar esta obra de la carne y entregarnos al
Espíritu, mira lo que dice la palabra en Proverbios 14:

Pro 14:30 El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma


de los huesos.
Dijo Salomón, el hombre más exitoso, y próspero que ha existido, que al final
de sus días se alejó de Dios:

Ecl 4:4 He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras
despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y
aflicción de espíritu.

El éxito de las personas produce envidia, la cual es como un cáncer que acaba
al que la abraza, nunca el Espíritu te va a llevar a tenerla, todo lo contrario al
amor, el cual se goza de la justicia, del bienestar de otro, de la prosperidad del
otro. Y la última de esta producción de la carne:

8. Homicidios, fonos

Asesinar, matar, yo creo que este es el desenlace de un corazón que le dio


rienda suelta a todos estos pecados interpersonales, que comienzan con una
falta de perdón, amargura, y se convierte en una enemistad y pasando por todo
este proceso y terminan en homicidio. Y el Señor enseñó que no tienes que
jalar el gatillo para matar a alguien, con solo odiarlo ya eres un homicida, mis
hermanos, qué peligroso es andar, entregarnos a nuestra carne.

¿Qué de estas obras de la carne es lo que caracteriza tus relaciones


interpersonales? ¿Qué áreas de tu carne necesitas crucificar?

d) Es evidente en pecados sociales o colectivos.

Gál 5:21b borracheras, orgías.

1. Borracheras, Médse

Intoxicación de cualquier fuente, cualquier tipo de droga intoxicarte, dice la


Palabra:

Efe 5:18 No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario,


sean llenos del Espíritu. (NVI)
Muchos de nosotros sabemos a qué terrible degradación y vergüenza puede
llevar una borrachera colectiva, donde hay drogas y todo tipo de
estupefaciente, puede haber de todo, dese violaciones y muerte, hasta
desencadenar en desenfreno, nuestro último pecado colectivo:

2. Orgías, Komos

Orgías es el desenfreno que acompaña y produce la embriaguez, el debralle, la


fiesta, lo cual puede terminar en lo que sea. Romanos 13:13 lo traduce
“glotonerías” y lo asocia con borracheras. Dice la Palabra:

Rom 13:13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y


borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia.

¿Te das cuenta cómo estas obras de la carne siempre están asociadas? Mis
hermanos, necesitamos siempre cuidar nuestras reuniones de compañerismo,
necesitamos cuidar nuestra boca, y pensar siempre muy bien lo que vayamos a
decir o a hacer, si edifica, dilo, si no edifica mejor no lo digas, el verdadero
gozo y unidad no los trae una reunión bien divertida donde todos nos reímos,
es el Espíritu y su amor entre nosotros lo que verdaderamente trae gozo,
unidad, y sobretodo edificación.

Mucho cuidado cuando en tus reuniones, de repente le empiezan a subir al


tono de las bromas, el color de los chistes, comienzan a sonar palabrotas, de
repente una budlit porque ya se armó, y porque te sientes muy libre y open
mind. Y tus reuniones se convierten en una comedera de hermanos, chismes,
murmuraciones, crítica, queja, cuidado, eso es desastroso, aléjate de este tipo
de gente, no te hace bien.

Con estos pecados colectivos, podemos entender que todo cuenta, lo que
puede ser una gran bendición, se convierte en un tropiezo para muchos, cuida
tus reuniones, sea con tu familia en la fe o con tu familia en la carne o con tus
amigos. Podrías estar pecando colectivamente con muchas de estas obras de
la carne y trayendo mucho tropiezo en lugar de edificación. Necesitamos no
solo tener vidas llenas del Espíritu, sino reuniones llenas del Espíritu, dice la
Palabra:
Ef 4:29-30 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no
contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de
la redención.

Checa cuál es la dinámica en tus reuniones sociales, si son caracterizadas por


ser edificantes, o solamente son divertidas y carnales y tal vez tropezadoras.
Identifica en cada una de tus reuniones si se da el fruto del Espíritu o reinan las
obras de la carne. Mis hermanos, si estás encontrando que hay algunas áreas
de tu carne que no has rendido al Espíritu Santo, al Señorío de Cristo, toma
tiempo para orar, para ser controlado por el Espíritu Santo y en comunión con
Dios, en acción de gracias pon esa carne no rendida al Señorío de Cristo. Y
termina Pablo:

e) Su práctica habitual, o cotidiana, no ocasional definen a alguien que no ha


nacido de nuevo.

Gál 5:21c y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto,


como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán
el reino de Dios.

Cosas semejantes, nos indica que esta lista de obras de la carne no está
completa, tenemos un gran repertorio en cuanto a la maldad, hay otras listas,
en 1 Corintios 6, en romanos 1, en 2ª Corintios 12, pero es necesario poner un
alto en aquellas áreas de nuestra vida en las que todavía vivimos como
esclavos.

Y de pronto pensamos, pero, ¿quién no ha batallado o batalla con alguna de


estas áreas? ¿Pablo estás diciendo entonces que nadie va a heredar el reino
de Dios? No, la palabra clave aquí es “practicar”, no se refiere a caer
ocasionalmente, sino a alguien que es caracterizado por este estilo de vida.

Como ya lo mencioné al principio, la Biblia define el carácter de una persona


por sus hábitos y por la constancia en el desarrollo de estos y no por pecados
ocasionales. Los que practican tales cosas, son los que han hecho de la vida
en la carne un hábito y éste hábito expresa su carácter, este tipo de personas,
NO HEREDARÁN EL REINO DE DIOS, porqué, porque no manifiestan que
tienen vida eterna en su corazón, no manifiestan que tienen al Espíritu Santo
morando en ellos, no están practicando las obras de un Dios bueno, santo y
justo, sino las obras de Satanás, lleno de toda maldad, dice en 1 Juan:

1 Jn 3:8-10 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca


desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras
del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la
simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de
Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel
que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.

Cristo nos vino a libertar de las obras de la carne y por su Espíritu en nosotros
podemos ser libres de ellas. Por eso es una tremenda irresponsabilidad decirse
cristiano y no estar guiados, fortalecidos y dirigidos por el Poder del Espíritu
Santo en nuestra vida, en nuestro andar cristiano, alguien que se presuma
creyente, debe saber y debe estar disfrutando de la libertad de estas cosas.

Recordemos que este no es un problema de moral, de “buenos y malos” es un


problema de identidad, ¿Quién es tu padre, el Señor y Salvador? ¿Le conoces
personalmente? ¿Le has pedido perdón? ¿Qué es visible en tu vida el Espíritu
o la Carne? ¿Las obras de quién practicas? ¿Ante quién te rindes, ante tu
carne o al control del Espíritu Santo? ¿Quién está en tu vida?

¿Se puede ser cristiano y andar en la carne? Sí, pero no habitualmente, solo
ocasionalmente y cuando sucede, el cristiano genuino no se siente cómodo, al
contrario, te sientes miserable, peor que nunca y es la vida más frustrante y
espantosa en la que puedes vivir, no encuentras ningún consuelo, hasta que
restauras lo que realmente anhelas: tu comunión con Jesucristo. ¿Cómo
recuperas esta comunión? A través de la confesión y el arrepentimiento
genuinos, dice la Palabra:

1 Jn 1:8-9 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros


mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él
es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Pro 24:16 Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los
impíos caerán en el mal.

¿Qué significa esto de siete veces cae el justo y vuelve a levantarse? Que hay
una totalidad de gracia disponible o plenitud de gracia en Cristo para levantar a
aquel que ha caído, pero que confiesa y se arrepiente, ¿quiénes son los que
caen y no se levantan? Aquellos que no les interesa Dios, ellos quedarán
postrados, habitualmente en el mal y no les importará.

Me preguntarás, ¿has caído Chuy? Mmm, déjame ver, ¡claro! Pero en cada
caída Cristo ha sido fiel y Justo para levantarme y perdonarme, su sangre es
poderosa y suficiente para limpiarme de toda maldad, su amor cubre mis faltas.

El punto aquí es el siguiente, no si has caído, es si estás planeando tu próxima


caída, si es así, revisa si realmente le conoces, porque lo que más valora un
verdadero creyente, más allá de bendiciones, o ministerios, es su relación con
Dios, ¿se acuerdan de Saúl? Cae, viene Samuel, le declara que ha pecado, y
¿qué dice Saúl? No, mi reino, mi reconocimiento, lo mío, no te atrevas Dios a
quitármelo, tú ni me importas, pero mi vida lo es todo.

¿Cómo reacciona David cuando Natán viene a exhortarlo por haberle quitado a
Betzabet a Urías y matarlo? Él dice: Dios quítamelo todo, es más, quítame la
vida si quieres, pero, no alejes de mi tu Santo Espíritu. Un verdadero creyente
que ha caído, se siente miserable, al encontrarse lejos de su creador, de su
salvador, de su amigo, del amante de su alma. Mis hermanos, hoy más que
nunca valoro la amistad y la comunión íntima con mi Señor Jesucristo.

Y Cristo no vino a condenarnos, vino a darnos libertad precisamente de todo


esto, pero es nuestra decisión. Estos pecados de la carne prometen mucho,
pero lo único que te dan es esclavitud. Necesitamos ser sinceros en verdadera
confesión y poner en la mesa y después en la cruz las obras de la carne que
dan muerte esclavitud, dolor y frustración, es la única manera de poder disfrutar
de la amistad y la comunión intima con Jesucristo, porque Cristo ha venido a
traernos libertad y vida y vida en abundancia, esta es la vida del que
verdaderamente anda en el Espíritu
La consecuencia lógica de haber creído y haber nacido de nuevo, es amar,
anhelar andar en el Espíritu y no satisfacer los deseos de mi carne, el fruto que
arroja mi vida es la evidencia que me muestra por quién soy controlado, por el
Espíritu o por la carne. Recuerda, es una responsabilidad individual el
evaluarnos delante de la Palabra de Dios y de la iglesia, no para ser
avergonzados, pero para ser limpiados y poder disfrutar de una vida rebosante
del Espíritu Santo. ¿Recuerdas la tierra prometida? Ahí está, pero es tu
responsabilidad levantarte y tomarla, por el Espíritu arrebatarle a tu enemigo la
carne, la libertad de tu alma.

En el AT podemos ver esta guerra ilustrada, en la conquista de la tierra


prometida, la tierra donde fluía leche y miel, en la cual Dios introdujo a su
pueblo Israel. La tierra era suya, pero, era su responsabilidad levantarse y
conquistarla, Dios ya les había dado la victoria en cada milla cuadrada del
lugar, pero, era su responsabilidad levantarse en armas y exterminar por
completo a esos pueblos, los cuales en un sentido representan la carne, por
eso el pueblo de Israel no estaba llamado a hacer esos pueblos sus esclavos,
sino a destruirlos por completo y enfocarse en una manera correcta de
adoración a Dios.

El Señor le pide a Josué que se enfoquen en adorar a Dios y en conocer y


cumplir sus mandamientos, y que a sus enemigos simplemente los expulsen o
los exterminen, no que hagan alianza con ellos, ni que conocieran sus
costumbres o sus ídolos, porque pasó lo que Dios mismo les dijo, ellos hicieron
alianza con ellos y terminaron olvidándose de Dios y sus mandatos y quedaron
enamorados de los ídolos y las costumbres perversas de sus enemigos, y
finalmente Dios tuvo que desecharlos, el Señor le dijo a Josué:

Jos 1:2-9 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este
Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3
Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la
planta de vuestro pie. 4 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates,
toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro
territorio. 5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como
estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. 6
Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la
tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7 Solamente esfuérzate y
sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo
Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas las cosas que emprendas. 8 Nunca se apartará de tu boca
este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará
contigo en dondequiera que vayas.

Mis hermanos, esta es la promesa de Dios, pero también la condición, la clave


está en lo que Pablo acaba de enseñarnos: andar en el Espíritu, en adoración a
Dios, metidos en su Palabra para conocer su voluntad, para ser fortalecidos por
él, y entonces no nos veremos tentados, seducidos por los deseos de la carne,
porque ¿qué crees que pasó con estos Israelitas? No obedecieron, decidieron
jugarle al tibio, decidieron no entregarle a Dios de todo corazón todas las áreas
de su vida, y pensaron que podían hacer a sus enemigos sus siervos, y así
batallarían menos, pero el hecho de no decidir cortar a rajatabla con ellos, fue
su perdición, el Señor les advirtió por medio de Josué antes de morir:

Jos 23:11 Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a
Jehová vuestro Dios. 12 Porque si os apartareis, y os uniereis a lo que resta de
estas naciones que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas
matrimonios, mezclándoos con ellas, y ellas con vosotros, 13 sabed que
Jehová vuestro Dios no arrojará más a estas naciones delante de vosotros,
sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por
espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que
Jehová vuestro Dios os ha dado.

Y ¿qué crees que hicieron ellos? Se creyeron muy listos, no obedecieron, y


mira cómo terminaron en el libro de Jueces:

Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de


Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres,
diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, 2 con tal que vosotros no
hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar;
mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? 3 Por
tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán
azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero. 4 Cuando el
ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó
su voz y lloró.

Y comenzó de las épocas más oscura de Israel, el tiempo de los jueces,


así terminaron:

Jue 2:11 Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y
sirvieron a los baales. 12 Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los
había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de
los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y
provocaron a ira a Jehová. 13 Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a
Astarot. 14 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó
en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus
enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos. 15 Por
dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como
Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran
aflicción. 16 Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les
despojaban;

No quieres esta oscuridad y miseria en tu vida hermano, por aferrarte a


satisfacer los deseos de tu carne, no quieres que Dios constantemente te tenga
que estar sacando de tu inmundicia por tu necedad. Date cuenta, tarde o
temprano llegará tu crisis, no quieres esto, atiende hoy, no hay tiempo que
perder Cristo viene, no sea que te halle desprevenido y te alejes de él
avergonzado, no quieres vivir irresponsablemente en la carne, yo no tomaría
ese riesgo, decide despojarte de una vez por todas de ella, y comienza a andar
en el Espíritu, la promesa de Dios es darte la victoria, pero, a ti te toca
levantarte, esforzarte, ser valiente y tomar la victoria, y mientras sigas amando
tus pecados, tu carne, jamás la verás.

Termino con nuestros textos clave:


Rom 8:5 Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en
cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan
en las cosas que agradan al Espíritu.

Rom 8:9-10 Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa.


Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes. (Y
recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos, de ninguna
manera pertenecen a él). 10 Y Cristo vive en ustedes; entonces, aunque el
cuerpo morirá por causa del pecado, el Espíritu les da vida, porque ustedes ya
fueron declarados justos a los ojos de Dios. (NTV)

Rom 8:11-14 El Espíritu de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos, vive en
ustedes. Y, así como Dios levantó a Cristo Jesús de los muertos, él dará vida a
sus cuerpos mortales mediante el mismo Espíritu, quien vive en ustedes. 12
Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que su
naturaleza pecaminosa los incita a hacer; 13 pues, si viven obedeciéndola,
morirán. Pero, si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la
naturaleza pecaminosa, vivirán. 14 Pues todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios son hijos de Dios.

También podría gustarte