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Transformación del sujeto poético y aparición de la máscara.

Entendemos esta transformación como el cambio simbólico que le acontece el sujeto


poético con la llegada de la modernidad literaria, se radica como el fundamento de
otros rasgos que caracterizan la poesía contemporanea. En consecuencia a la
ausencia de un fundamento, donde todo discurso o relato anteriormente
determinado es quebrado, surge una despersonalización del sujeto poético. Se
traslada de un lugar privilegiado, donde ocupaba en el entorno un puesto elevado y
de importancia, a uno precario, en la intemperie, este espacio es corriente, con la
presencia de diversos lenguajes. El sujeto poético que está en la intemperie es
escéptico de sí mismo, siempre está dudando sobre la poesía, la manera de crearla,
no hay un lineamiento prescrito, hay un vacío que cada quien llena de forma
distinta.

Para ejemplificar este rasgo recurriremos al poema Los hablados por la poesía. Este
declara un cambio con respecto al poeta y la palabra, determina lo que antes era, y
tristemente, ya no es. El poder creador del poeta es cuestionado: “Antes usted
silbaba y aparecía un tren, eso le ocurría con frecuencia a Vicente Huidobro.
Desgraciadamente ya no es así” Podemos establecer que al usar el término “silbar”
refiere a cuando el poeta intenta crear mediante su canto o escritura, sin embargo,
no hay resultado, un intento fallido, termina “baboseando el cuello de su camisa” El
mismo no cree en sí y en su capacidad creadora. Su canto, entonces, es inservible, ya
que solo expresa, pero no crea. La escritura es vacía, sin un receptor.

El poema sigue enunciando: “A este tiempo la palabra cambió de precio. Cada vez
es más difícil silbar y hacer que el tren aparezca. Escribir el poema fracasado es
un don” La palabra tiene en un nuevo valor, es esquiva y es difícil de usar, por lo
tanto, “hacer que el tren aparezca” es decir, lograr que el efecto estético produzca
algo en el lector, es complicado, normalizándose así que el poeta genere un “poema
fracasado”. Porque el poema es fracaso en la medida que no genere algo el lector.
Agrega: “La poesía ve pasar al poeta y lo silba como si de él se burlara,
simplemente. Se acabó el misterio del poeta que silbaba para que apareciera el
tren”. Con la ausencia de un fundamento, el sujeto poético no comprende
totalmente qué es la poesía, de que forma hacerla o sobre qué escribir,
anteriormente, existían unos lineamientos que facilitaban esta tarea, sin embargo,
con la carencia de todo discurso, la poesía se aleja de el poeta, como “si se burlara”
porque ya no está en capacidad de comprenderla, no está en la facultad de utilizarla.

Mientras esto pasa, el entorno, “la tierra” necesita que la sostengan:

Está bien que los hablados por la poesía invoquen la

claridad de la música, pero con los hilos del lenguaje

deberían ayudar a sostener la tierra que se ladea cada

vez más hacia el lado opulento, mientras por el otro

se hiela de hambre y de terror

Se necesita que con los hilos del lenguaje se equilibre la tierra, que está afanada tras

reemplazar el vacío de otros fundamentos con valores de opulencia, quizá el dinero,

el trabajo, el tiempo; mientras el otro lado se hiela de hambre y terror, puede que

sea el lado del arte, los sentimientos, la escritura. Al final, en el lugar precario donde

se encuentra el sujeto poético se mantiene la duda. El poeta está huérfano, sin

refugio y sin fundamento:

O la poesía es un tren que ya pasó dejándonos el resplandor de un falso brillo

en la carrilera, un silbido que ya nadie oye; o acaso el poeta hace rato se

arrojó por la ventanilla del tren en marcha y sólo nos reste decir que

escribimos con las manchas de su cadáver


Recurso a la narratividad

Se presenta narratividad en la forma en que se organiza el poema, si bies en un

poema narrativo, este aspecto no es lo más significativo o lo que tiene más

relevancia. Utiliza este recurso para lograr un efecto en el lector. En palabras de

Lastra:

“El dato narrativo en el poema no importa ni significa en el orden de lo

representativo, pues un poeta no pretende contar una historia, sino provocar

una intensificación. El dato narrativo está al servicio de su poema como

desvío y multiplicación de sentidos, en algunos casos; como recurso

denaturalización del artificio, en otros; como disparador de un efecto de

realidad o con todos esos propósitos juntos”

Para ejemplificar este rasgo de la literatura contemporánea utilizaremos el

poema Historia con Aserrín1 . La forma como está organizado evidencia una

narración: cuentan sobre un niño que come mucho aserrín, esto lo hace

mientras sueña, cuando se levanta y lo sigue haciendo mientras sea hombre. Así

mismo, identificamos un espacio en la narración: un mundo donde todo se

desmorona, se avería y se llena de carcoma. Pasa el tiempo en la narración y el

niño crece como un almohadón. Se proyecta que será grande y tendrá mujeres e

hijos de aserrín. La anécdota no es lo relevante del poema, es el efecto que esta

busca producir en el lector, al contar esta secuencia de actos se reconoce en

primera medida una monotonía, algo que es constante, que se repite, el niño

siempre está comiendo aserrín, no dejará de hacerlo mientras sea hombre. No

cambiará nada cuando crezca, su mundo, como está hecho de madera, se


1
Historia con Aserrín, pág. 55
carcomerá y se desmoronará, mientras tanto, el seguirá comiendo aserrín:

"Serás grande, tendrás una mujer de aserrín, También hijos de aserrín que

irán a la escuela de aserrín A educarse con aserrín, Según las leyes de un

mundo ladeado” Este mundo ladeado produce de forma incalculable valores

que lo hacen caer y no levantase. Es este carácter incalculable, se expresa en la

narrativa, al leer de forma repetitiva y constante como el ser humano se llena de

múltiples convenciones: valores, ideologías, leyes, hasta convertirse en un

almohadón, sin ninguna esperanza de cambios. Se presenta entonces un efecto

de la realidad, que juzga la forma en que se está llevado la vida desde la ausencia

del fundamento.

Intertextualidad

La intertextualidad concibe que en el poema se condensan, desplazan y acentúan

diferentes textos que vienen de distintos lugares. En la obra de Romero tenemos a

nuestra disposición una alta gama de poemas que nos permiten ejemplificar este

rasgo de la poesía. Repetidas veces refiere a poetas y sus escritos, para comentarlos

o resignificarlos. Sin embargo, el poema escogido para explica este rasgo no

referencia a un escritor como tal, sino que trae de vuelta un relato bíblico,

resignificándolo. La lucha entre Jacob y el ángel 2 narra la disputa entre Jacob y el

Ángel, esta narración viene del Génesis, cuando un errante Jacob que estaba siendo

perseguido con su hermano, peleó toda la noche con el ángel de Jehová esperando

2
La lucha entre Jacob y el ángel, pág. 56
que este lo bendijera. Asegurando así la victoria frente a su hermano y la seguridad

de su vida. Encontramos entonces un personaje divino, poderoso y enaltecido,

contra un personaje humano, débil, perseguido y cansado. Lo significativo es como

en el poema no se jerarquiza una sobre el otro, ambos pelean en las mismas

condiciones, se ubican en el mismo nivel. Jacob se ve en el ángel y el ángel se ve en

Jacob. Al final, uno nunca pudo vencer al otro, la guerra aún no termina.
Metaliteratura

Con la transformación del sujeto poético se espera una nueva significación de la


poesía, introducimos otro de los rasgos propuestos por Lastras, la metapoesía, esta
implica una reflexión de la poesía dentro de la misma poesía, por lo tanto, de forma
autónoma se explica, se justifica o se complementa.

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