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Cántico de liberación, 22:1-51

 
(1) Dios de refugio, fortaleza y liberación, 22:1–4.
La triple declaración en el v. 2 es una declaración personal de cómo David siente
la presencia de Dios en su vida: mi roca, mi fortaleza y mi libertador. La roca era un
lugar de protección en las batallas. La palabra fortaleza es la palabra hebrea
mesuda, muy parecida a la palabra mesad que significa “cumbre”; una cumbre era
una fortaleza natural en el tiempo de David; las ciudades localizadas a una gran
altura eran difíciles de penetrar; Jerusalén, por ejemplo, estaba localizada sobre
un monte y era considerada una mesuda; en 2 Samuel 5:7 se dice que David tomó
la fortaleza (mesuda) de Sion. LA palabra libertador  se deriva del verbo palat, que
significa libertar, escapar o salvar; verbo usado de preferencia en los salmos y
como referencia a la liberación que Dios da. (También se usa esta palabra en el v.
43.) Dios no es una abstracción, ni un concepto, sino un ser que actúa en la vida
de David. En el v. 2, también se siente un énfasis marcado de una relación
personal con Dios, lo personal se siente en el uso del pronombre mí  Seis veces:
mi peña, mi escudo, mi liberación, mi baluarte, mi refugio y mi salvador. La peña,
el escudo y el baluarte indican protección y refugio durante una batalla baluarte es
en hebreo misgab, que significa altura o torre alta, y se deriva del verbo sagab:
“estar en un lugar alto”; la torre alta era parte del muro que protegía a las ciudades.
La palabra refugio es traducción de menusah, que significa lit. “huida” o “escape”;
es una referencia a Dios como lugar de protección o escape de las amenazas del
enemigo.

Joya bíblica
Invocaré a Jehovah, quien es digno de ser alabado, y seré librado de mis
enemigos (22:4).
La palara liberación es derivada del verbo yasha’; un verbo muy usado en el AT, en
total 353 veces se usa este verbo y sus derivados; en este cántico hay siete usos
de este verbo y sus derivados: el poder de mi liberación, mi salvador, tú me salvas
de la violencia (ver 3); seré librado de mis enemigos(ver. 4); el escudo de tu
salvación (ver. 36); la roca de mi salvación (ver 47); las victorias de su rey (ver.51)

(2) Dios de consolación, 22:5–7.


El Dios personal es un Dios que siente con su pueblo y que con-suela a sus hijos.
La vida está llena de temores, angustias y desesperación. David no tuvo una vida
de completa felicidad, si es que existe la completa felicidad; David
sufrió persecución, engaño, envidia de otros, humillación, crisis gubernamentales,
muerte de seres queridos, etc.; y en todo esto, Da-vid encontró consuelo en Dios,
como no lo encontró en otra persona. En la angustia, David invocó a Jehovah, el
Dios que oye. La palabra invocar es del verbo qara’ 7121: llamar. La angustia hace
clamar a la persona por ayuda, por entendimiento, por consuelo; el creyente no
puede ser derrotado por la angustia, porque tiene a un Dios que escucha su
clamor. El verbo shama’8085 (escuchar) es usado 1050 veces en el AT.

Joya bíblica 
En mi angustia invoqué a Jehovah; invoqué a mi Dios. El oyó mi voz desde
su templo, y mi clamor llegó a sus oídos (22:7).

(3) Dios de dominio y poder, 22:8–19.

a. Jehovah estremece los cielos y la tierra.


La tierra y el cielo se estremecen con la presencia de Dios. El Dios personal y
cercano también es el Dios infinito, incomprensible y terrible; un Dios que está por
sobre la tierra y los cielos. Él es el Dios creador, que domina sobre su creación y
trasciende las limitaciones de lo creado. Este Dios se aíra por la maldad y la
injusticia, por la persecución del inocente, por la destrucción de la tierra; su ira es
tanta que, al pararse sobre la plataforma de los cielos, conmueve los cimientos de
los cielos. Algunos dirán que esta manera de pensar pertenece a una cosmología
antigua; pero aunque no pensemos en un universo de tres plataformas, como los
antiguos, Dios permanece por sobre el universo y lo domina con su poder y
sabiduría. Para otros la idea de un Dios airado está fuera de la manera moderna
de pensamiento. La ira de Dios, sin embargo, es una ira justa y necesaria en
contra de la maldad. La ira de Dios, como afirma Hertzberg, no es como la ira de
un toro frente a la manta roja, sino que es una ira de significado.

b. Jehovah es fuego consumidor.
La idea de Dios como fuego consumidor se encuentra a través de toda la Biblia.
Esta imagen representa juicio y purificación. La presencia de Dios es como fuego
consumidor para destrucción de unos y purificación de otros. El fuego de Dios
representa el enojo de Dios (Deut. 32:22). El fuego de Dios representa el juicio de
Dios: Dios envió fuego sobre Sodoma y Gomorra (Gén. 19:24). El fuego de Dios
representa la santidad de Dios: La zarza ardiente sirvió para llamar a Moisés a
acercarse al Dios santo. El fuego de Dios representa la purificación divina: El tizón
encendido sirvió para limpiar la impureza de los labios de Isaías. En Malaquías
3:2 se dice que Dios es fuego purificador. El fuego de Dios no es un fuego que
destruye para la propia satisfacción de Dios, como el fuego de Moloc
que consumía niños como sacrificios para la satisfacción de Moloc. El juicio de
Dios es un juicio que emana de la santidad de Dios, como castigo al pecado de los
hombres.
c. Jehovah es misterioso.
Dios desciende pero permanece envuelto en oscuridad; Dios se revela a la
humanidad pero permanece como un misterio, nunca revelándose completamente.
Aun después de la revelación de Dios en Jesucristo, Dios continúa siendo
misterioso, incomprensible, insondable y desconocido. Esto no quiere decir que
Dios no se puede conocer, sí se conoce a Dios por medio de su revelación; pero
aún a los que le conocen, Dios continúa siendo misterioso; el que conoce a Dios
siente que no le conoce, que no puede capturarlo, que sus pensamientos no son
los de Dios. Job conoció este Dios misterioso, Moisés e Isaías también lo
conocieron. Martín Lutero hablaba de un Dios misterioso: “Da-vid no habló con el
Dios absoluto, a quien habremos de temer si no queremos perecer, porque la
naturaleza y el Dios absoluto son enemigos implacables. Y no puede ser de otra
manera sino que la naturaleza humana sea oprimida por tal majestad. Por lo tanto
David no habla con el Dios absoluto, sino con Dios vestido y cubierto en la Palabra
(Roland Baiton, Here I stand: A Life of Martin Luther, A Mentor Book: 1978; p. 169.
Trad. del autor).Todo en la naturaleza de Dios permanece un misterio, aun su
amor demostrado en la cruz, sigue siendo un misterio que la mente humana no
puede comprender. Lutero decía: “Esta es esa inefable e infinita misericordia de
Dios la cual la escasa capacidad del corazón del hombre no puede comprender y
mucho menos articular: esa insondable profundidad y celo ardiente del amor de
Dios hacia nosotros” (Roland Bainton, p. 173. Trad. del autor).

d. Jehovah el Altísimo (Elyon)


Algunos quieren aceptar solamente a Dios dentro del ser humano. Tal es reducir a
Dios a la imagen del ser humano y limitar la naturaleza de Dios. ‘Elyon es usado
aquí como nombre de Dios e indica no la distancia entre Dios y los seres humanos,
sino la supremacía de Dios; así en el Salmo 83:18b dice: “¡Tú solo eres Altísimo sobre
toda la tierra!” Este título representa la autoridad divina y la firmeza de Dios: Por eso
el rey confía en Jehovah; por la misericordia del Altísimo no será removido (Sal. 21:7).

e. Jehovah cabalga sobre un querubín


Los querubines son una clase de ángeles. Réplicas de que-rubines se
encontraban en los dos extremos del propiciatorio (Exo. 25:17–20) y en el
santuario y pare-des del templo de Salomón (1 Rey. 6:23–25). Los querubines
aparecen en Génesis 3:24 guardando la entrada al jardín de Edén; también
aparecen en las visiones de la presencia de Dios que tuvieron Isaías y Ezequiel
(Isa. 6:2–6; Eze. 1:4–28; 10:3–2). En 1 y 2 Samuel, aparece la frase el arca del
pacto de Jehovah de los ejércitos, que tiene su trono entre los querubines (1 Sam. 4:4; 2
Sam. 6:2); la imagen se refiere al propiciatorio que estaba dentro del arca. La
imagen de Dios cabalgando sobre querubines des-cribe la idea de un Dios
todopoderoso.

Joya bíblica
Jehovah me ha pagado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis
manos me ha recompensado (22:21).
 
(4) Dios de recompensa, 22:20–28.
David reconoce que él ha reconocido a Dios en sus caminos y que Dios le ha
recompensado por ello. Este reconocimiento no es una expresión de orgullo, sino
una expresión en humildad: Salvas al pueblo humilde (v. 28). David buscó guardar los
estatutos de Dios y muchas de las bendiciones que recibió vinieron a causa de su
fidelidad a Dios. Matthew Henry destaca que las bendiciones que David recibió
vinieron no a causa de la común providencia de Dios, sino a causa del amor de
pacto de Dios hacia David, siendo David un prototipo de lo que había de ser el
Cristo: uno en el cual Dios se agrada (ver 20). Henry destaca cuatro bendiciones
de Dios para David: (1) libertad y espacio; (2) destreza militar; (3) victoria sobre
sus enemigos; y (4) honor y poder. El que Dios haya bendecido la rectitud de Dios,
no contradice la afirmación de que todo lo que David había alcanzado era
inmerecido, de pura gracia (como se notaba en el cap. 7). La persona íntegra
reconoce que su integridad es regalo de Dios, que la integridad viene de las
fuerzas que Dios da a los que se humillan a él. Es así que las bendiciones que
David recibía eran resultado de la integridad con que vivía su vida, gracias a la
fortaleza que recibía de Dios .David afirma su integridad con que ha guardado los
caminos de Dios. Matthew Henry destaca la integridad con que David trató a Saúl
y a Isboset, a Absalón y a Seba. Cabe preguntase si David tuvo en cuenta su
pecado cuando dijo: “No me he apartado impíamente de mi Dios” (ver. 22). Matthew
Henry afirma que David podía expresarse de esta manera porque David, aun
cuando se desvió del camino, nunca desertó a Dios y nunca olvidó los caminos de
Dios: “David reflexionaba con mayor consuelo acerca de su conquista de Goliat y
de todas las huestes de los filisteos incircuncisos.” Aunque lo que dice Matthew
Henry era cierto acerca de David, el cántico de David demuestra una actitud de
David previa a su caída. Este escritor cree que este cántico de liberación fue
escrito por David antes de que David cayera en el pecado de adulterio y de
homicidio. De otra manera David hubiese resaltado la gracia y la misericordia de
Dios y la liberación que Dios le dio después de su pecado. Los salmos que David
escribió después de su caída demuestran no solamente las bendiciones que
vienen a causa de la rectitud, sino también aquellas que vienen por la fidelidad de
Dios para sus hijos, aun después que éstos caen y se arrepienten.
Joya bíblica
Perfecto es el camino de Dios; probada es la palabra de Jehovah. Él es
escudo a todos los que en él se refugian (22:31).
 
(5) Dios de afirmación, 22:29–43.
Dios afirma a su pueblo con su presencia, su dirección, su palabra, su fuerza, su
instrucción. La presencia de Dios es como luz en medio de las tinieblas; la luz
dispersa los temores que provienen de las tinieblas; la luz elimina las tinieblas del
camino y los hijos de Dios pueden marchar seguros, como los israelitas
caminaban frente a una pila de fuego. Desde el principio Dios aparece como el
Dios creador de la luz que aparta las tinieblas con su luz admirable. Dios afirma a
su pueblo por medio de su dirección y guianza en el diario caminar. Dios camina
delante de sus hijos y por eso David podía decir: Contigo desbarataré ejércitos. Los
hijos de Dios se apropian de la victoria desde antes de la batalla y caminan
seguros de la victoria. Dios afirma a su pueblo por medio de su palabra. La
confianza de los hijos de Dios se encuentra puesta totalmente en la palabra de
Dios. ‘Imra significa la palabra hablada, se deriva del verbo ‘amar  que significa de
duración y de poder. En Génesis 1 se describe cómo Dios creó por medio de
su palabra: la frase “dijo Dios” se repite cada vez que Dios creaba algo nuevo.
David confiaba en esa palabra de Dios, y podía decir que era una palabra
probada. Los grandes personajes de la fe confiaron en la palabra de Dios; fueron
motivados por ella a alcanzar grandes metas; fueron amonestados por la palabra
de Dios. Dios da su fortaleza para afirmar a su pueblo para la batalla. El pueblo de
Dios depende de la fortaleza de Dios para llevar a cabo la comisión de Dios. Dios
adiestra a sus hijos para la batalla: afirma los pies, adiestra las manos, ensancha
los pasos, refuerza los tobillos, y ciñe de poder las espaldas. David describe a un
guerrero preparado para la batalla, pero cuya fuerza se encuentra en Dios.

Joya bíblica
 
¡Viva Jehovah! ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado Dios, la roca de mi
salvación (21:47).
 
(6) Dios de exaltación, 22:44–51.
David exalta a Dios por haberlo enaltecido sobre las otras naciones, por haberlo
librado de los violentos, por haberlo apartado de sus enemigos. Dios es el que
engrandece y el que muestra misericordia. David responde a Dios en exaltación
de su nombre: ¡Vive Jehovah! Bendita sea mi Roca! David responde en confesión,
testimonio y alabanza a Dios: Por eso te confesaré entre las naciones, oh Jehovah, y
cantaré salmos a tu nombre.
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