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LOS NOMBRES DE DIOS

La Biblia afirma que Dios es uno, un ser único. Ninguna idea, objeto o persona se
puede comparar con él. Sus diversos nombres muestran que está activo en el
mundo y en las vidas de los cristianos.

los nombres de Dios hablan de Su naturaleza, nadie puede entender


correctamente su significado excepto los que participan de Su naturaleza. La frase
“nombres de Dios” se refiere a las denominaciones y los títulos a través de los
cuales Dios se revela a sí mismo en su relación con personas en el Antiguo
Testamento. Los nombres de Dios se empezaron a dar a conocer en la Biblia
cuando el Señor se reveló a sí mismo a Israel. Cuando leemos las Escrituras,
encontramos varios títulos o nombres que ciertos personajes bíblicos usaron para
describir la forma en que experimentaron su relación con Dios.

ELOHIM:

El primer nombre con el que Dios es revelado en la Escritura es el nombre hebreo


de “Elohim”. Este es el único nombre que se usa para Dios en el primer capítulo
del libro de Génesis, y se repite en casi cada versículo.

Jehová es un NOMBRE PROPIO, no un término, genérico común a muchas


especies, Elohim es Dios en relación con la creación. En cuanto a forma, Elohim
es plural, llamado también "plural de majestad". Davidson dice: "Los lenguajes
semíticos usan el plural como un medio de elevar la idea de lo singular. Lleva un
sentido de poder y fuerza. "En el principio Dios (Elohim) creó..." (Gn. 1:1).

YHWH:

[yahweh, yhwh] = YO SOY EL QUE SOY, el SEÑOR: Este es otro de los nombres
más usados en la Biblia cuando se habla de Dios, y es el que aparece con más
frecuencia (YHWH, Jehová o el SEÑOR). Esta palabra se usa únicamente en la
Biblia. Este fue el nombre que Dios escogió para presentarse ante Moisés.
Adonai:

Adonai comunica la idea de Dios como el Señor y Amo, el dueño de todo. Habla
de la autoridad de Dios y de la posición que él ocupa respecto a su pueblo. Él es
quien puede recompensar a los que le obedecen y castigar a los que no lo hagan.

YHWH-Rapha:

Dios quiere traer bienestar y sanidad a todas las áreas de nuestra vida, él no se
limita solo al ámbito espiritual. Él es Dios sanador y su poder se extiende a todo
nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo. Él desea sanar las enfermedades que afligen
nuestra alma, nuestras emociones y también nuestro cuerpo. Es así porque la
sanidad forma parte de su naturaleza.

EL ELOAM:

Este nombre de Dios, aunque raramente aparece en las Escrituras, revela un


aspecto maravilloso de la naturaleza y persona de Dios. Lo retrata como el Eterno,
como declara Moisés en el Salmo 90:1-2: “Oración de Moisés, varón de Dios.
Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen
los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres
Dios”.

EL SHADDAI:

La primera mención del nombre de “El Shaddai” aparece cuando Dios, como
Jehová, se reveló a Abraham y dijo: “Yo soy el Dios Todopoderoso” (Gn. 17:1). El
mismo título fue usado cuando Isaac bendijo a Jacob en Génesis 28:3: “Y el Dios
omnipotente (El Shaddai) te bendiga (Jacob), y te haga fructificar y te multiplique,
hasta llegar a ser multitud de pueblos...”. Más adelante, en Génesis 35:11, Dios (El
Shaddai) confirmó esta bendición a Jacob: “También le dijo Dios (a Isaac): Yo soy
el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones
procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos
YHWH-Shalom

El SEÑOR es paz. La paz que Dios nos da es una que parece ilógica a los ojos de
los demás. No se basa en las circunstancias o en la ausencia de guerra sino que
está basada en la confianza total de que Dios está con nosotros y de que obrará a
nuestro favor en su momento. La paz que viene de Dios es completa, abarca
todos los rincones de nuestro ser.

YHWH-Sabaoth:

el SEÑOR de los ejércitos. Algunas traducciones usan el SEÑOR Todopoderoso.


Dios es el SEÑOR de los ejércitos en su sentido más amplio. Él tiene todo el
poder y gobierna sobre todos los ejércitos del cielo, de la tierra y de todo el
universo, los ejércitos que podemos ver y los que no. ¡Él es Señor sobre todo y
sobre todos! El nombre expresa la inmensa majestad, la autoridad y el poder de
Dios y nos da la seguridad de que estamos en las mejores manos.

YHWH-Nisi:

el SEÑOR es mi bandera o el SEÑOR es mi estandarte. Esta frase aparece en


Éxodo, cuando el pueblo de Israel ganó una batalla contra los amalecitas. Moisés
construyó un altar para reconocer que habían vencido porque llevaban la bandera
o el estandarte del SEÑOR Dios Todopoderoso.

YHWH-Jireh:

el SEÑOR provee, el SEÑOR proveerá. Aquí el sentido es que Dios puede ver
todo: el presente, el pasado y el futuro. Él es el mejor proveedor porque él conoce
de antemano lo que vamos a necesitar. Podemos tener la confianza de acercarnos
a Dios con nuestras peticiones y estar seguros de que él proveerá todo lo
necesario, en su tiempo perfecto y de acuerdo con su voluntad.
JEHOVA:

El nombre “Jehová” está derivado del verbo hebreo havah, “ser” o “existir”. Este es
un nombre muy sagrado, aplicado sólo a Dios; nunca se aplica a nadie más y no
hay un significado o aplicación secundaria, como ocurre con el nombre “Elohim”.

El origen y significado del nombre “Jehová” aparecen especialmente en relación


con Israel. Esta revelación está escrita en Éxodo 3:13-14: “Dijo Moisés a Dios: He
aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha
enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les
responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a
los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”.

Jehová Tsidkenu:

el Señor nuestra Justicia, es siempre un amante de la justicia y de los que son


justos. Como nuestro Pastor, Él intenta llevarnos a los caminos en los que
podamos caminar en integridad y justicia.
LOS ATRIBUTOS DE DIOS
Los atributos de Dios son sus características, los diferentes aspectos de su
esencia o naturaleza. La palabra atributos refiere a las cualidades que pertenecen
a Dios. Es una característica del carácter de Dios, del ser de Dios. Es quién es
Dios y qué es Dios. Los atributos de Dios se refieren al carácter divino, a la
naturaleza divina. Son las perfecciones de Dios. Son la esencia de Dios.

El término perfecciones, derivado de la palabra griega aretás («virtudes») que


aparece en 1 Pedro 2:9, funciona mejor que atributos, por cuanto perfecciones
especifica que las características de Dios son todas perfectas y distinguen
intrínsecamente al Dios que es perfecto.

LA OMNISCIENCIA DE DIOS:

“No existe cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Más bien, todas
están desnudas y expuestas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta”. (Heb. 4:13). Dios es omnisciente, lo conoce todo: todo lo posible, todo lo
real, todos los acontecimientos y todas las criaturas del pasado, presente y futuro.
Conoce perfectamente todo detalle en la vida de todos los seres que están en el
cielo, en la tierra y en el infierno (Dan. 2:22). “Conoce lo que hay en las tinieblas”.

Nada escapa a su atención, nada puede serle escondido, no hay nada que pueda
olvidar. Bien podemos decir con el salmista: (Sal. 139:6). “Tal conocimiento me es
maravilloso; tan alto que no lo puedo alcanzar” Su conocimiento es perfecto;
nunca se equivoca, ni cambia, ni pasa por alto alguna cosa. ¡Sí, tal es Dios al que
tenemos que dar cuenta! Sal. 139:2-4; “Tú conoces cuando me siento y cuando
me levanto; desde lejos entiendes mi pensamiento.

LA OMNIPOTENCIA DE DIOS:
El poder de Dios es esa habilidad y fuerza por las cuales Él puede llevar a cabo
todo lo que quiere, cualquier cosa que su sabiduría infinita pueda dirigir y cualquier
cosa que la pureza infinita de su Voluntad pueda resolver... Así como la santidad
es la belleza de todos los atributos de Dios, entonces el poder es lo que da vida y
acción a todas las perfecciones de la naturaleza divina. Cuan vanos serían los
consejos eternos, si el poder no interviniera para ejecutarlos. Sin poder, su
misericordia no sería más que una débil lástima, sus promesas un sonido vacío y
sus amenazas, un mero espantapájaros. El poder de Dios es como Él mismo:
Infinito, eterno, incomprensible; no puede ser controlado, restringido ni frustrado
por la criatura” (Stephen Charnock).

LA OMNIPRESENCIA DE DIOS:

El prefijo omni- procede de la palabra latina que significa “todo.” Así que, decir que
Dios es omnipresente, es decir que Dios está presente en todas partes. En
muchas religiones, Dios es considerado como omnipresente, mientras que en el
judaísmo y el cristianismo, esta visión se subdivide en la trascendencia e
inmanencia de Dios. Aunque Dios no está totalmente inmerso en la trama de la
creación (panteísmo), Él está presente en todas partes en todos los tiempos.

La presencia de Dios es continua a través de toda la creación, aunque puede no


ser revelada en la misma manera al mismo tiempo a la gente en todas partes. A
veces, Él puede estar activamente presente en una situación, mientras que puede
no revelar Su presencia en otra circunstancia en alguna otra área. La Biblia revela
que Dios al mismo tiempo puede estar presente para una persona de una forma
manifiesta (Salmo 46:1; Isaías 57:15) y presente en cada situación en toda la
creación en cualquier momento determinado (Salmo 33:13-14). La omnipresencia
es el método de Dios para estar presente en todos los rangos de tiempo o
espacio. Aunque Dios está presente en todo tiempo y espacio, Dios no está
localmente limitado a ningún tiempo o espacio. Dios está en todas partes y en
cada momento. No hay molécula o partícula atómica que sea tan pequeña en la
que Dios no esté totalmente presente, y ninguna galaxia tan vasta que Dios no la
abarque. Pero si tuviéramos que quitar la creación, Dios aún sabría de ella, porque
Él conoce todas las posibilidades ya sea que éstas sean reales o no.

ES ETERNO

Necesariamente ha de ser así. Dios mismo es eterno, y Dios es amor; por tanto,
como él no tuvo principio, tampoco su amor lo tiene. Es cierto que este concepto
trasciende el alcance de nuestra mente finita; sin embargo, cuando no podemos
comprender, podemos adorar. ¡Qué claro es el testimonio de Jeremías 31:3 “Con
amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia!” ¡Qué bendito
conocimiento el saber que el Dios grande y santo amó a sus hijos antes de que el
cielo y la tierra fuesen creados, y que había puesto su corazón en ellos desde la
eternidad!

Esto es prueba clara de que su amor es espontáneo, porque él les amó


innumerables siglos antes de que tuviesen el ser. La misma maravillosa verdad
queda expuesta en Efesios 1:4,5: “Según nos escogió en él antes de la fundación
del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor;
habiéndonos predestinado”. ¡Qué de alabanzas debería producir el corazón al
pensar que si el amor de Dios no tuvo principio tampoco puede tener fin! Si es
verdad que “desde el siglo hasta el siglo” El es Dios y es “amor” entonces es
igualmente verdad que ama a su pueblo “desde el siglo y hasta el siglo”.

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