Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mayúsculas
Comillas
Signos de interrogación
Tilde (´)
1.- Palabras agudas: son las que llevan tilde en su terminación en -s, en -n o en alguna
vocal, por ejemplo, diversión, té. Una excepción a las tildes en las palabras agudas es si
terminan en -y, dado que esta letra se considera consonante, como ejemplo están estoy y
virrey.
2.- Las palabras graves o llanas, llevan tilde cuando no terminan en -s, -n o en vocal,
como hábil y clímax. Asimismo, se acentúan cuando a la terminación -s la precede una
consonante, tal es el caso de cómics y bíceps; si terminan en -y al considerarse
consonante, llevan tilde las palabras como póney y yóquey.
3.- Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas siempre llevan tilde. A modo de ejemplo,
están cántico y crítica. En cuanto a la sobreesdrújulas, ella misma es un ejemplo de sí.
Se llama tilde diacrítica al acento gráfico que permite distinguir palabras con
idéntica forma, pero que tienen distinto sentido gramatical. Se puede ocupar con fines
demostrativos, interrogativos o exclamativos, por ejemplo, dónde/donde y cuánto/cuanto.
Por su parte, los adverbios terminados en -mente no buscan enfatizar, por lo que
no llevan tilde, como es el caso de inmensamente.
Las palabras compuestas sin guión se tildan en la última sílaba tónica, por
ejemplo, dieciséis. A su vez las palabras compuestas con guión conservan su acentuación
natural, por ejemplo, teórico-práctico.
Las palabras extranjeras adaptadas al español se deben someter a las reglas de
ortografía y puntuación de esta lengua.
Coma (,)
La coma es un signo de puntuación que indica una pausa breve dentro de una
oración. Ésta se escribe seguida a la palabra o el signo predecesor donde se ubica un
espacio antes del siguiente signo o palabra que continúa. El uso de la coma no siempre
se refiere a una pausa en la lectura y, viceversa, existen enunciados que no están
separados de coma, sin embargo, llevan una pausa breve. En sus múltiples reglas
lingüísticas es importante destacar que una coma nunca debe separar sujeto de
predicado en una oración, además se utiliza para separar los elementos de un listado. El
uso de la coma no es compatible con las conjunciones e, i, ni, o, u. También puede usarse
en los siguientes tipos de oraciones
a) Ante oraciones coordinadas adversativas introducidas por pero, mas, aunque,
sino (que): Hazlo si quieres, pero luego no digas que no te lo advertí.
b) Ante oraciones consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que,
etc.: Prometiste acompañarla, así que ahora no te hagas el remolón.
c) Ante oraciones causales lógicas o explicativas, también llamadas «de la
enunciación»: Ha llovido, porque está el suelo mojado (RAE, 2020).
Punto (.)
a) Los signos de apertura son característicos del español y no deben suprimirse por
imitación de otras lenguas en las que únicamente se coloca el signo de cierre.
b) Los signos de exclamación se escriben pegados a la primera y la última palabra del
período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o
los siguen; pero si lo que sigue al signo de cierre es otro signo de puntuación, no se deja
espacio entre ambos.
c) Tras el signo de cierre (!) puede colocarse cualquier signo de puntuación, salvo el
punto. Lógicamente, cuando la exclamación termina un enunciado y su signo de cierre
equivalen a un punto, la oración siguiente ha de comenzar con mayúscula.
d) El signo de apertura (¡) se ha de colocar justo donde empieza la exclamación, aunque
no se corresponda con el inicio del enunciado; en ese caso, la exclamación se inicia con
minúscula.
e) Los vocativos y las construcciones u oraciones dependientes, cuando ocupan el primer
lugar del enunciado, se escriben fuera de la exclamación; pero si van al final, se
consideran incluidos en ellas.
f) Cuando se escriben seguidas varias exclamaciones breves, se pueden considerar como
oraciones independientes, o bien como partes de un único enunciado.
Usos especiales
a) El signo de cierre escrito entre paréntesis se utiliza para expresar sorpresa, no exentas,
en la mayoría de los casos, de ironía.
b) Cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden
combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de
interrogación, o viceversa.
c) En obras literarias es posible escribir dos o tres signos de exclamación para indicar
mayor énfasis en la entonación exclamativa.
Negrita
La letra negrita tiene los trazos más gruesos que la redonda. Ha habido cierta
tendencia evitarla, porque destruye la uniformidad del gris tipográfico y llama demasiado
la atención. Por ello, su uso se ha restringido a títulos, epígrafes, voces en diccionarios y
similares. Sin embargo, si lo que se pretende es que el lector encuentre fácilmente un
punto del texto o justamente llamar mucho la atención, la negrita puede ser adecuada. En
Internet, como énfasis tiene la ventaja sobre la cursiva de que es más legible en una
pantalla.
Cursiva
La cursiva es una letra inclinada hacia la derecha sin trazos de unión. En un texto
escrito en redonda, la cursiva tiene valor diacrítico. En el caso de los textos escritos
enteramente en cursiva sucede lo contrario: la redonda tiene valor diacrítico.
He aquí los usos de la cursiva:
Los seudónimos y alias o apodos, estén entre paréntesis o no, cuando siguen
al nombre propio: ‘Ernesto Che Guevara; Doménikos Theotokópoulos (el
Greco); etc.’.
Los nombres propios cuando se aplican a animales. ‘el gato Isidoro; Maguila el
gorila; etc.’.
Los nombres científicos latinos o latinizados de animales, plantas o virus:
‘Homo abilis; Ficus carica, etc.’.
Los títulos de libros de cualquier tipo (obras literarias, dramáticas, técnicas,
científicas; manuales; folletos; etc.). ‘Romeo y Julieta, de William Shakespeare;
Jane Eyre, de Charlotte Brontë; etc.’.
Los títulos de obras que forman parte del título de otra obra: ‘Escatología
musulmana de La divina comedia, de Asín Palacios’. Si se quiere dejar claro
que dentro del título de la obra se hace referencia al título de otra, podemos
encerrar este entre comillas simples (Escatología musulmana de ‘La divina
comedia’).
Los nombres científicos de animales y plantas cuando forman parte del título
de una obra: ‘Evolución del Homo sapiens’.
Los títulos de escritos como los libros inéditos, las tesis, las tesinas, etc.
Los títulos de publicaciones periódicas (periódicos, semanarios, anuarios,
revistas, almanaques, etc.).
Los títulos de los cuadernos de tebeos y fascículos. ‘13, Rue del Percebe, de
Francisco Ibáñez; El Capitán Trueno, de Víctor Mora Pujadas; etc.’.
Los títulos de encíclicas y cartas pastorales ‘Humanae vitae; Las dos ciudades;
etc.’.
Los títulos de obras de arte (escultura, pintura, música, poesía, danza, ópera,
etc.): ‘El éxtasis de Santa Teresa, de Bernini; El grito, de Much; etc.’. El artículo
se escribe en mayúscula si forma parte obligada del título.
Se utiliza la cursiva cuando, en ediciones críticas de un libro, el editor introduce
palabras o frases que no estaban presentes en el original.
Los títulos de películas: ‘Casino, Vacaciones en Roma, La lista de Schindler,
etc.’.
Cuando se menciona el título de una película en otro idioma, primero se
escribe en cursiva el título original.
Los programas, series y ciclos de televisión y radio ‘Amar en tiempos revueltos;
Operación Triunfo; Ciclo Katharine Hepburn; etc.’.
Los nombres propios cuando se aplican a vehículos, objetos o artilugios: ‘el
buque escuela Juan Sebastián Elcano; la locomotora Virgen del Pilar; etc.’.
Cuando a la explicación de un concepto le sigue su denominación: ‘Los
miembros del Congreso se llaman diputados’.
Se utiliza la cursiva cuando se habla del lenguaje mediante el propio lenguaje
(metalenguaje): ‘La voz caja tiene más de una acepción’.
Aquellas palabras o expresiones extranjeras que no han sido adaptadas a las
normas de la lengua española (extranjerismos crudos): football, standard, etc.
Las palabras y frases mal escritas o de jerga: ‘Se ha comido una cocreta’.
Las palabras o frases que se utilizan como remisiones a una entrada de
diccionario, enciclopedia, etc.
Dalia Albornoz, Jennifer Alvarado, Tamara Antilef, Gabriela Méndez, Daniela Norín
y Matías Suazo.