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UNIVERSIDAD ANDINA NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ

FACULTAD DE CIENCIA JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO MONOGRÁFICO:

“PROCEDIMIENTO DEL PROCESO DE CONCILIACIÓN


EXTRAJUDICIAL, EN MATERIA LABORAL Y EL
PROCEDIMIENTO DEL PROCESO ARBITRAL”
PRESENTADO POR:

Tomas Calvo Farfán


DOCENTE:

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CURSO:

----------------------------------------

Puno, Enero del 2021


“En el Derecho posee y defiende el ser humano su

condición moral de existencia, sin el Derecho

desciende al nivel del animal. El pueblo que no

lucha por su Derecho, no merece tenerlo”.

- Jurista Alemán Rudolf Von Ihering

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DEDICATORIA

En primer lugar, a Dios por haberme permitido llegar hasta este

punto y haberme dado salud, ser el manantial de vida y darme lo

necesario para seguir adelante día a día para lograr mis objetivos.

A mi madre por haberme apoyado en todo momento, por sus

consejos, sus valores, por la motivación constante que me ha

permitido ser una persona de bien, pero más que nada, por su

amor. A mi padre por los ejemplos de perseverancia y constancia

que lo caracterizan y que me ha infundado siempre, por el valor

mostrado para salir adelante y por su amor. A mis compañeros

por ser el ejemplo de personas muy importantes y de los cuales

aprendí aciertos y de momentos difíciles y a todos aquellos que

ayudaron directa o indirectamente a realizar esta monografía.


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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN......................................................................................................................3

I. PROCESO DE LA CONCILIACIÓN................................................................................4

1.1. Reglamento de la Ley de Conciliación........................................................................5

1.2. La Conciliación............................................................................................................5

1.3. El Procedimiento Conciliatorio....................................................................................8

1.4. El Proceso Conciliatorio.............................................................................................10

1.5. El Conciliador en la Materia Laboral.........................................................................17

II. PROCESO DE ARBITRAJE............................................................................................18

2.1. Importancia del Arbitraje...........................................................................................19

2.2. Arbitraje.....................................................................................................................19

2.3. Convenio Arbitral.......................................................................................................21

2.4. Cuestiones Aptas Para Arbitraje................................................................................22

2.5. Arbitraje Como Jurisdicción Alternativa...................................................................23

2.6. Clases de Arbitraje.....................................................................................................24

2.7. Los Árbitros................................................................................................................26

2.8. Conciliación en Sede Arbitral....................................................................................27

2.9. Laudo Arbitral............................................................................................................28

2.10. Tribunal Arbitral.....................................................................................................30

CONCLUSIONES....................................................................................................................31

BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................32
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INTRODUCCIÓN

En el transcurso de nuestra vida, hemos podido apreciar que existe un camino a ser seguido

por los seres humanos, es el de la convivencia con otros seres de la naturaleza, pero es solo el

hombre quien se da cuenta si realmente esta avanzando o no; y esto depende de su grado de

conciencia. Al avanzar por este camino, encontramos tropiezos, que en algunas

circunstancias son fáciles de sortear, pero alguna veces nos hallamos con escollos que

producen en nosotros un problema, un conflicto, una crisis: de tal manera que, si no tenemos

las herramientas necesarias para hacerles frente caeremos derrotados ante la adversidad; pero,

si por el contrario estamos capacitados para enfrentarla, saldremos victoriosos y con una

lección aprendida que nos servirá el resto de nuestra vida para no cometer el mismo error,

para cambiar la perspectiva que teníamos a simplemente para saber de que manera puede

reaccionar la otra persona frente a determinada prueba que le pone la vida. Esta visión

positiva del conflicto busca enfocar el problema no solo en su lado desagradable sino como un

desafió del que si lo enfrentamos podemos desarrollar nuestras cualidades personales. Pero,

lamentablemente, muchas veces el conflicto es concebido como una situación desagradable

que buscamos evitaría generando reacciones negativas en actitudes violentas que causan

daños y que más bien agudizan las diferencias en vez de resolverlas. Por otro lado se

advierte que el conflicto no tiene una apreciación uniforme sino que la misma se aprecia

dependiendo de determinados factores sociales y culturales. Es así, que la visión de la

crisis o el conflicto puede tomarse en un punto crucial y determinante en el desarrollo de la

función conciliadora ya que esta proporcionara una victoria o un fracaso como resultado o

consecuencia de la perspectiva aplicada. Como gestores de conflictos debemos apreciar al

conflicto como una prueba es decir, una oportunidad para aceptar, una oportunidad para

encontrar soluciones, una oportunidad para trabajar sin perjudicar a nadie; una oportunidad

para que todos los que participamos en el conflicto podamos encontrar algo mejor que
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realizar.

I. PROCESO DE LA CONCILIACIÓN

1.1. Reglamento de la Ley de Conciliación

EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

CONSIDERANDO:

Que, mediante Ley Nº 26872, Ley de Conciliación, se declara de interés

nacional la institucionalización y desarrollo de la Conciliación Extrajudicial

como mecanismo alternativo de resolución de conflictos;

Que, las Leyes Nºs. 27218, 27363, 27398 modificaron diversos artículos de la

Ley de Conciliación respecto a los procesos a ser tramitados obligatoriamente

ante la Conciliación Extrajudicial, así como las materias conciliables y el

procedimiento conciliatorio a seguir;

Que, por Ley Nº 28163, se realizaron un conjunto de modificaciones al

procedimiento conciliatorio, requisitos para los conciliadores y las facultades

de autorización, y supervisión del Ministerio de Justicia;

Que, mediante Decreto Supremo Nº 001-98-JUS, de fecha 14 de enero de

1998, se aprobó el Reglamento de la Ley de Conciliación, el cual ha sido

materia de modificación por el Decreto Supremo Nº 016-2001-JUS, publicado

el 2 de mayo de 2001;

1.2. La Conciliación

La conciliación es una forma de solucionar un problema entre dos o más partes


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imparciales conciliador o conciliadores, quienes asisten a personas,

organizaciones y comunidades en conflicto a trabajar hacia el logro de una

variedad de objetivos. Por tanto, las partes realizan todos los esfuerzos con la

asistencia del tercero para: a) Lograr su propia solución. b) Mejorar la

comunicación entendimiento y empatía. c) Mejorar sus relaciones. d)

Minimizar evitar y mejorar la participación del sistema judicial. e) Trabajar

conjuntamente hacia el logro de un entendimiento mismo para resolver un

problema o conflicto. f) Resolver conflictos subyacentes.

Premisas que sustentan la Conciliación

La conciliación es la consecuencia de un conjunto de premisas que sustentan

su contenido esencial.

a) El conflicto como aspecto natural de la vida se percibe como un reto y

una posibilidad de cambio positivo.

b) En la práctica el conflicto no es propiamente un fenómeno nocivo o

intolerante como comúnmente se piensa, sino más bien es una

posibilidad de creación, cambio positivo, unión grupal y desarrollo.

c) Las mejores soluciones son pragmáticas imaginativas, equitativas,

duraderas y satisfactorias para las partes. 4.- La resolución de conflictos

no se aboca a la liquidación del conflicto, sino a una resolución o

transformación caracterizada por una solución cualitativamente

aceptable para las partes.

d) La comunicación adecuada favorece la eficiente resolución de

conflictos.

e) En una solución de conflicto la comunicación es defectuosa en su


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cantidad o forma. Al respecto Moore, 1995 señala si la calidad de la

información intercambiada puede mejorar, podrá alcanzar la cantidad

apropiada de comunicación, y de adoptar la forma apropiada a estos

datos, será posible abordar las causas de la disputa los participante

avanzaran hacia la resolución.

f) La participación del conciliador de las partes en la búsqueda de la

soluciones es necesaria.

g) Ya hemos dicho como las partes con la asistencia del tercer conciliador

debe buscar alternativas de solución. El tercero debe incentivar a que

todos conjuntamente busquen soluciones por más que las partes quieran

someterse a su consejo.

h) El conciliador goza de las condiciones adecuadas para realizar su

gestión.

i) El conciliador no necesita ser un experto para ser un buen conciliador,

esto se logra mediante la práctica intensiva, y al ascendiente que tenga

dentro de su comunidad. Así es harto conocido que el conciliador

empírico en zonas retiradas de nuestro país especialmente del ande

peruano esta personalizada en la figura del Juez de paz.

j) La cooperación o confianza se puede crear con la adecuada

participación del tercero.

k) A propósito los tratados de conciliación y mediación señalan que en los

procesos de resolución de conflictos requieren que este se desarrolle

dentro de un mínimo de confianza.

l) Consecuentemente el rol del conciliador es desplegar un conjunto de

estrategias que estimulen la confianza.


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m) El balance de poder fomentar un mejor manejo y eventual resolución

del conflicto con el fin de asegurar una solución satisfactoria del

conflicto el conciliador debe crear las condiciones para que las partes

en conflicto sientan que participan en iguales términos en la solución

del conflicto.

1.3. El Procedimiento Conciliatorio

a. Conciliación: mecanismo alternativo para la resolución de conflictos

M.A.R.C., consistente en una negociación asistida, configurándose en un

proceso mediante el cual, las partes involucradas en un conflicto acceden

voluntariamente a permitir la intervención de un tercero (técnico e

imparcial y con capacidad de proponer formulas conciliatorias) que sirve

de facilitador entre ellas, en el logro de una solución concretada. La

función de dicho tercero es la de estimular la dinámica de la estructura del

sistema comunicativo entre las partes, utilizando herramientas del lenguaje

que le permitan aclarar percepciones y compatibilizar criterios de

legitimidad sobre la base de un manejo racional de la información; debe

lograr romper el juego de posiciones, flexibilizándolas centrando a las

partes en sus verdaderos intereses, buscando separar a las personas del

conflicto y enfrentarlas a el, cambiando los conceptos de problema por

proyecto de solución, competencia por cooperación y discusión por

dialogo, siendo los mismos involucrados los que sobre la base de principios

y creatividad en la generación de opciones vinculantes de solución y

alternativas individuales de satisfacción de intereses, lleguen a resolver su

propio conflicto, mediante la asunción de un compromiso contenido en el


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acuerdo construido en función a confianza, que de concretarse aquel,

optimice la relación existente en virtud de la interdependencia generada

entre ellas.

b. Perfil del Conciliador: El conciliador debe entender los intereses de las

partes rompiendo el juego de posiciones, procediendo a la redefinición del

conflicto sobre la base de una lectura objetiva en función a criterios

predefinidos; entendiendo a la comunicación como una herramienta que

ayuda a redefinir el conflicto en una relación de conflictos; la creatividad

del conciliador amplia recursos e iniciativas frente al conflicto.

En lo que se refiere al método el conciliador debe utilizar su habilidad

como herramienta, incidiendo en la concepción de conciliación y la función

del conciliador, quien llevara a cabo un mapeo, discriminando los detalles

que ayudan a comprender el problema pero que no conforman lo

sustancial.

Además el conciliador debe llevar a las partes al futuro y dejar el pasado;

connotación psicológica de cambiar en el inconsciente de las partes el

concepto de problema por el de solución. La imparcialidad del

conciliador debe consistir en el manejo que este haga de la neutralidad, con

el propósito de que el proceso se desarrolle estratégicamente en beneficio

de ambas partes involucradas; es importante que el conciliador no solo sea

imparcial sino que lo parezca.

Los marcos de referencia que tenga cada conciliador influyen en la visión

del problema que este tenga; la neutralidad consiste en no dejar de lado su


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marco de referencia, el cual es distinto al que posee cada una de las partes,

según la perspectiva que tenga del problema.

Es necesario sobre todo para los abogados, romper el paradigma de lo

jurídico para poder entrar a ver el problema, se tienen que ampliar el marco

de referencia para trascender dicho paradigma e inicializar el análisis,

evitando tomar el rol del juez, adoptando el conciliador la calidad de

garante del proceso, tratando de evitar en la medida de lo posible presiones

y vicios que lo distorsionen.

Se configura como reto del conciliador identificar los diferentes niveles de

percepción. Hay que tener en claro la existencia de dos niveles de

percepción, tomándose tiempo para analizar y meditar acerca del problema

evitando entrar a la persuasión a favor de una de las partes. Como misión

del conciliador es trabajar en la redefinición del conflicto, encontrando otra

visión del problema o moderando alguna de las posiciones, abriendo

siempre caminos de comunicación. El acuerdo debe ser voluntario siendo

el conciliador el facilitador de las vías de solución del problema, no

preocupándose solo por el método, recurriendo a otros elementos

estratégicos de comunicación ya que los recursos del método se agotan; el

rol del conciliador es el de facilitador de la comunicación entre las partes.

El acuerdo se construye con las partes y se valora permanentemente.

1.4. El Proceso Conciliatorio

1.- PREPARACIÓN: se inicia con la lectura del expediente, el que puede

estar compuesto por la demanda, contestación, escritos, pruebas, etc., de la

denuncia y sus descargos o de la solicitud de conciliación. Luego se debe


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registrar los datos resaltantes a manera de esquema, esbozando algunas

fórmulas conciliatorias. Hay que tener presente que este resumen

elaborado sobre la base de una revisión preliminar, contendrá información

mínima que no necesariamente coincide con la realidad, estando condicionada

por la interpretación de las partes cuya perspectiva del conflicto puede ser

distorsionada. Resulta conveniente que el ambiente en donde se llevara a cabo

la audiencia de conciliación sea privado, libre de ruidos molestos, ventilado,

iluminado y con ayudas visuales tales como pizarra, afiches alusivos a la

conciliación su naturaleza, operatividad, ventajas comparativas, etc.;

información esta ultima que en el caso de ser necesaria una notificación, podría

adjuntarse como complemento a efectos de enterar a las partes de las

características de la institución conciliadora. Es recomendable que las

partes se encuentren dispuestas formado un círculo o triangulo con el

conciliador, generándose de este modo una atmósfera informal basada en una

disposición uniforme e integrada. Finalmente, el conciliador debe identificar a

las partes, precisando quienes podrán estar presentes en la audiencia de

conciliación, evaluando la conveniencia de la presencia de terceros que

estarían en capacidad de coadyuvar en el proceso resolutivo.

2.- PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN: las reglas del juego, al iniciarse

la audiencia, el conciliador les dará bienvenida a las partes, las identificara y se

presentara ante ellas, disponiendo su ubicación en la sala. Seguidamente,

brindara información general acerca de las características de la conciliación

como M.A.R.C. su naturaleza y operatividad, sus beneficios y ventajas

comparativas, sus límites, sus efectos, el rol del conciliador, la

confidencialidad, la posibilidad tanto de realizar varias sesiones como de llevar


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a cabo la reunión privada y su razón de ser, señalando las “reglas del juego” o

normas de conducta que regularan la reunión explicando por ultimo las formas

posibles de conclusión de la audiencia y sus consecuencias, preguntando si

creen que pueden comprometerse a respetar lo mencionado y refiriendo que

esta dispuesto a absolver cualquier consulta que tengan sobre algún punto de

interés.

3.- VERSIONES PARCIALES: en esta fase, el conciliador solicitara a cada

parte que, individualmente y sin interrupción de la otra, manifieste su visión

del conflicto, consistente en la visión que según su punto de vista (percepción)

fundamenta la solución (posición) que plantea. Si el conciliador considera que

le hace falta información complementaria o percibe que existe una causa

latente no manifiesta, debe formular preguntas abiertas a las partes con la

finalidad de clasificar el contexto de negociar. Asimismo, podrá encauzar o

resumir la exposición si las partes aluden a circunstancias no vinculadas o si se

extienden demasiado, recordarles las “reglas de juego” cuando alguna se exalta

en contra de la otra o utilizar la paráfrasis y el replanteo para mejorar la

comunicación en función a una escucha activa y a hablar claramente,

estimulándolas a expresar sus verdaderos intereses. También puede

preguntarle a una parte si escucho lo que la otra dijo y que entendió, pidiéndole

a la otra parte que confirme el parafraseo de su propia versión, ante cuya

negativa se debe hacer que repita su versión parcial la misma que será

parafraseada nuevamente por la otra parte, este ejercicio tiene el sentido de

inducir a las partes a que “se pongan en los zapatos del otro”, dándoles la

posibilidad de, mediante la expresión, percibir “cosas” de las cuales antes,

debido a la tensión y beligerancia, no se había percatado. Esto favorece el


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replanteo de las posiciones sobre la base de la sensibilización de las partes,

estimulando la flexibilización de aquellas al tomar conciencia de aspectos no

considerados al momento de “enfrentarse” posicionalmente.

4.- REDEFINICIÓN O RE ENCUADRE DEL CONFLICTO: después de

tomar notas de ambas versiones, el conciliador debe proceder a redefinir el

conflicto, es decir a redibujarlo, a elaborar una versión única objetiva, basada

en las versiones parciales vertidas por las partes, pero limpia de toda

subjetividad como calificaciones, juicios, opiniones, etc., recordándoles

constantemente que lo que se busca es una polución, no culpables. Sin

embargo, el conciliador atenderá al lenguaje verbal y no verbal puesto de

manifiesto por las partes, a afectos de tomar en cuenta dicha información para

el manejo de probables situaciones emotivas. La mencionada versión única

objetiva debe ser sometida a la aprobación de las partes, quienes podrán opinar

recomendado ciertos ajustes los que en todo caso tienen que ser realizados de

mutuo acuerdo, pueden hacerse constar cuestiones tangibles

(sensiblementepercibibles) e intangibles (sentimientos). La versión única

objetiva formada por el conciliador constituye el punto de partida para realizar

un análisis diagnostico situacional cuya definición es el punto de partida para

empezar a generar opciones vinculadas de solución.

5.- GENERACIÓN DE OPCIONES: el conciliador solicitara a las partes,

para que una por una, piensen y efectúen el mayor numero de propuestas

posibles, generando creativa y originalmente opciones vinculantes de solución,

las mismas que serán registradas por el conciliador, quien no permitirá

interrupción alguna durante la “lluvia de ideas”, se debe recomendar a las


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partes que generen como mínimo tres opciones cada una debido a que una sola

llevaría a ratificar la posición inicial, dos a polarizar el planteamiento entre la

ratificación de la posición y lo diametralmente opuesto, siendo tres un buen

comienzo para seguir produciendo opciones.

6.- PROPUESTA DE FORMULAS CONCILIATORIAS: queda a criterio

del conciliador la posibilidad de proponer formulas conciliatorias, ya sean

nuevas o mejorando las planteadas, si considera que las opciones propuestas no

cumplen con satisfacer de manera eficiente los intereses de las partes, o si

alguna de las partes son se pronuncia al respecto.

7.- ANÁLISIS Y EVALUACIÓN DE OPCIONES: consiste en analizar y

evaluar las opciones vinculantes de solución, propuestas tanto por las partes

como por el conciliador, recurriendo para ello a criterios de legitimidad,

entendidos como criterios objetivos extremos de racionalidad o índices

referenciales sobre la base de los cuales se determina la justicia y validez de las

formulas conciliatorias en función del beneficio de ambas partes.

8.- COMPROMISO: al verificarse la elección de una de las opciones

vinculantes de solución propuestas al haber unificado las partes sus criterios de

legitimidad, el conciliador dejara constancia verbal de la escogida. Cabe

acotar que es posible que se elijan parcialmente algunas opciones, lo cual

derivara en la asunción de compromisos parciales, siendo estos perfectamente

viables.

9.- ESTRUCTURACIONES ACUERDO, CONSULTA Y

RATIFICACIÓN: queda únicamente a cargo del conciliador el diseño del

acuerdo que contendrá el compromiso asumido por las partes, dicho acuerdo
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deberá hacerse por escrito (acta de conciliación) y contener de preferencia la

totalidad de los términos y condiciones requeridos para su ejecución exacta,

discriminando clara y precisamente las obligaciones a cargo de cada parte, el

plazo de cumplimiento, etc. El acuerdo puede verse sobre discrepancias

menores, cuestiones generales o la gestión del conflicto en si, los que sin

resolver el fondo del asunto pueden promover una solución integral del

conflicto. En su redacción el conciliador debe usar términos positivos,

consignando detalles muy específicos, en unos lenguajes accesibles a las

partes, evitando caer en tecnicismos jurídicos. Se consulta a las partes sobre el

texto final buscando su ratificación y se explica sus alcances, sin permitir

ajustes de última hora.

Debemos precisar que el éxito de una conciliación se debe determinar sobre la

base de la satisfacción de los intereses de las partes, lo cual tienen dos

aspectos; la conformidad con el acuerdo y el cumplimiento efectivo de este.

No consideramos conveniente recomendar la inclusión de cláusulas de

tipo penal, cautelas, garantista, resolutoria, etc., ya que de haberse desarrollado

la conciliación de acuerdo a los principios que la inspiran, tal tipo de

prevención deviene en innecesaria.

10.- MARCO LEGAL: es indispensable que un abogado verifique la

legalidad del acuerdo en lo que se refiere a la inclusión de derechos disponibles

como exclusiva materia conciliable.

11.- SUSCRIPCIÓN DEL ACUERDO: Una vez suscrita por un abogado el

acta de conciliación que contiene el acuerdo, el texto final será suscrito por las

partes.
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12.- LA REUNIÓN PRIVADA COMO HERRAMIENTA

DISCRECIONAL EL CONCILIADOR: durante la audiencia de

conciliación, el conciliador puede sostener reuniones privadas con cada una de

las partes, cuando se evidencian situaciones que impiden el normal desarrollo

de la conciliación por cuestiones vinculadas a la relación, al procedimiento y/o

a la esencia misma del conflicto. Esta herramienta se utiliza cuando alguna

de las partes adopta una situación emotiva, haciendo peligrar la relación y el

resultado de la conciliación. El conciliador convoca a la parte afectada para

que tomando conciencia de sus sentimientos desahogue la tensión acumulada

aplicando técnicas como el parafraseo. También procede su uso ante

actitudes negativas de una o ambas partes, convocándolas a fin de clarificar sus

percepciones, identificando conductas que ratifiquen o contradigan su

apreciación y promocionar roles con desempeño integrativo. Igualmente

se aplica con el objeto de mediatizar la comunicación cuando esta es

ineficiente, variando el canal directo por el indirecto, regulándose tanto la

calidad como la cantidad de información proporcionada por las partes. Ante

una actitud adversarial, confrontativa, el conciliador se reúne para instruir

acerca de las ventajas de una orientación cooperativa basada en la

centralización de intereses, informando sobre el método apropiado para

integrarse en un proyecto de solución conjunto, dirigido a la búsqueda de un

beneficio mutuo. Contra la pasividad o negativa de alguna de las partes de

involucrarse en la generación de opciones vinculantes de solución, el

conciliador puede reunirse en privado con la parte reticente, estimulando su

creatividad, induciendo sobre sus intereses o advirtiendo acerca de las

consecuencias de “cerrarse”, en una lucha posicional. El conciliador tiene la


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obligación de informar a las partes respecto al hecho de que la reunión privada

puede llevarse a cabo cualquier momento, previo o simultaneo a la audiencia,

puede ser solicitada por una parte o “de oficio”, haciéndose la salvedad que en

el primer caso, el conciliador puede diferir justificadamente la reunión, su

posibilidad se indica al inicio de la audiencia junto con su carácter confidencial

se efectuara en un ambiente reservado, que motive a las partes a expresarse

libremente, normalmente se convoca primero a la parte más “dura”, el tiempo

de duración depende del criterio del conciliador, ante la oposición de una de

las partes, el conciliador debe fundamentar las motivaciones que lo llevaron a

invocar esta herramienta. Al iniciar una reunión privada, el conciliador

debe ganarse la confianza de la parte convocada, induciéndola a expresar

sentimientos y aconsejándola sobre que actitud tomar de acuerdo al tipo de

problema. Cuando la reunión privada culmina con un balance el conciliador

informara, individualmente o colectivamente, del problema advirtiendo de las

consecuencias y riesgos de la orientación que le han dado a la gestión del

conflicto.

14. LA NEGOCIACIÓN: Ciencia y arte en virtud de las cuales se

configura un proceso voluntario de intercambio entre dos partes

interdependiente en razón de un conflicto, mediante al cual intentan estructural

un acuerdo por el cual maximicen sus resultados en mutuo beneficio derivado

de un acción conjunta, resolviendo entonces la controversia que los separa, sin

necesidad de recurrir a otro método (SteinCárdenas). Proceso de comunicación

dinámico, en mérito del cual dos o mas partes tratan de resolver sus diferencias

e interese en forma directa a fin de lograr con ello una solución que genere

mutua satisfacción (PinkasFlintElanck). Proceso de intercambio de


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información que propicia el mutuo aprendizaje y el constante ajuste de

expectativas y preferencias de las partes (OrmacheaChoque). Posiciones e

intereses Posiciones: requerimiento, exigencias, demandas argumentos

planteados inicialmente. Intereses: sentimientos, necesidades, deseos (razones

por lascuales planteamos la posible solución), sustraídos del diccionario

jurídico OMEBA. Tipos de Negociación

1.5. El Conciliador en la Materia Laboral

Debe contar con la capacitación establecida en le Ley y reunir las condiciones

inherentes a todo conciliador. Complementariamente debe tener un amplio

conocimiento de la legislación laboral en lo concerniente a conflictos en el

sistema de relaciones de trabajo, dominar la doctrina y tener manejo en la

aplicación práctica de las leyes.

Conocer todas las áreas en materia de personal, gestión empresarial, en forma

individual o colectiva. Debe desarrollar y aplicar toda su experiencia y

conocimiento en las técnicas mas apropiadas para contribuir a la polución del

conflicto.

Esencialmente debe ser una persona equilibrada, que no se deje influenciar por

presiones del Sindicatos o de las grandes empresas. Debe cultivar la sagacidad

y la paciencia, mantener las buenas relaciones y el buen trato con todos, con

una excelente capacidad de persuasión y fluidez en sus intervenciones, sin ser

rebuscados en los términos que emplee, ser sumamente sencillo y claro en sus

apreciaciones, saber escuchar y recoger inteligentemente los puntos en común

para dividir mejor la discusión y los antagonismos con capacidad,

discernimiento y claridad mental.


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1.6. CASO PRÁCTICO

CASO: PROCESO DE INDEMNIZACIÓN

1. MARCO TEÓRICO:

1.1. CONCILIACIÓN

Es un mecanismo alternativo de solución de conflictos, por el cual un

conciliador les asiste en la búsqueda de una solución consensual a un

conflicto: los acuerdos adoptados obedecen única y exclusivamente a la

voluntad de las partes. La conciliación no es un acto jurisdiccional y es un

procedimiento independiente a la conciliación que regula el Código Procesal

Civil.

1.2. EL CONCILIADOR

Es la persona capacitada, acreditada y autorizada por el Ministerio de

Justicia, para ejercer la función conciliadora. Entre sus funciones está

promover la comunicación entre las partes, conducir el procedimiento

conciliatorio con libertad de acción (siguiendo los principios de la

conciliación) y proponer fórmulas conciliatorias no obligatorias. Para ejercer


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como conciliador, se requiere estar adscrito ante un Centro de Conciliación

autorizado y tener vigente la habilitación en el Registro de Conciliadores en el

MINJUS. Para conciliar en materia laboral o de familia el conciliador debe

contar con la debida especialización, acreditación y autorización expedida

por el MINJUS.

1.3. AUDIENCIA ÚNICA

Es la reunión entre el conciliador y las partes (solicitante e invitado) para

resolver una controversia sobre una materia conciliable. Se realizará en el

local del centro de conciliación, tiene el carácter de única, pero puede

hacerse en una o varias sesiones. El plazo podrá ser de hasta 30 días

calendarios desde la fecha de la primera sesión. Sólo puede prorrogarse por

acuerdo de las partes.

1.4. ACTA DE CONCILIACIÓN

Es el documento que expresa la manifestación de voluntad de las partes en la

conciliación extrajudicial. Debe contener necesariamente una de las formas

de conclusión del procedimiento conciliatorio señalado en el artículo 15° de

la ley de Conciliación Extrajudicial. Lo que debe contener el acta se señala en

el artículo 16° de la ley.

2. MARCO LEGAL DE LA CONCILIACIÓN

2.1. NORMAS QUE RIGEN LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL

Las normas son: Ley 26872 y sus modificatorias Ley 27398, Decreto

Legislativo 1070 y Ley 30514, y su Reglamento el Decreto Supremo 014-2008-


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JUS.

2.2. MATERIAS CONCILIABLES

Son todas las pretensiones determinadas o determinables que versen sobre

derechos disponibles de las partes. En materia de familia, son conciliables las

pretensiones que versen sobre pensión de alimentos, régimen de visitas,

tenencia, y otras que se deriven de la relación familiar sobre las partes tengan

libre disposición. En materia contractual, se aplicará la ley de contrataciones

Del Estado. En materia laboral, se debe respetar el carácter irrenunciable de

los derechos del trabajador.

Por ejemplo en Materia Civil, tenemos:

 Obligación de dar suma de dinero.

 Desalojo.

 Incumplimiento del contrato.

 Indemnización por daños y perjuicios.

 División y Partición

 Otros de libre disposición.

No procede la conciliación cuando se trate de derechos y bienes de incapaces

(Arts. 43 y 44 Código Civil), en procesos cautelares, procesos de garantías

constitucionales, procesos de nulidad, ineficacia y anulabilidad del acto

jurídico, petición de herencia, los casos de violencia familiar, y todas las

demás pretensiones que no sean de libre disposición por las partes

conciliantes.
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2.3. ¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS PARA SER CONCILIADOR?

Se requiere ser ciudadano en ejercicio, haber aprobado el Curso de

Formación y Capacitación de Conciliadores dictado por una entidad

autorizada por el MINJUS, carecer de antecedentes penales, y cumplir con los

demás requisitos que exige el Reglamento.

2.4. ¿CUÁL ES EL PAPEL DEL MINISTERIO DE JUSTICIA?

El MINJUS tiene a su cargo la acreditación, registro, autorización,

renovación, habilitación, supervisión y sanción de los operadores del sistema

conciliatorio, y es el Reglamento el que especifica la forma cómo serán

ejercidas estas facultades.

3. SOBRE LA INDEMNIZACIÓN

3.1. INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS

La indemnización por daños y perjuicios consiste en la acción que tiene el

acreedor o el perjudicado para exigir del deudor o causante del daño una

cantidad de dinero equivalente a la utilidad o beneficio que a aquél le hubiese

reportado el cumplimento efectivo, íntegro y oportuno de la obligación o a la

reparación del mal causado.

Las indemnizaciones por daños y perjuicios se clasifican en dos clases, en

función de su procedencia. Contractuales son las que debe pagar un deudor

en caso de incumplir una obligación contractual, con el fin de resarcir al

acreedor por su incumplimiento. Extracontractuales son aquellas que no

proceden de un contrato. Su causa se debe a una acción dolosa o culpable que


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provoca un daño a otras personas.

Por otra parte, la indemnización por daños y perjuicios, con independencia de

su origen o procedencia, tiene por objeto indemnizar al acreedor de las

consecuencias perjudiciales causadas por el incumplimiento de la obligación

o por la realización del acto ilícito. Siendo esta indemnización

preferentemente de carácter pecuniario (salvo en determinados supuestos de

obligaciones extracontractuales que pueden dar lugar a una reparación

específica), se debe proceder a valorar económicamente distintos aspectos o

componentes que si bien, son fácilmente teorizables, plantean en la práctica

notorias dificultades de concreción.

3.2. CASO PRÁCTICO DE CONCILIACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS.

Ver anexo N° 01 (Acta de Conciliación con acuerdo total de las partes)

4. CONCLUSIONES

 El acta de conciliación se constituye en un requisito de procedibilidad

para la interposición de la demanda en las materias conciliables

obligatorias que versen sobre derechos disponibles de las partes,

señalados en el artículo 7º de la Ley de Conciliación.

 Son Materias conciliables aquellas que tienen un contenido

patrimonial, es decir, los que son susceptibles de ser valorados

económicamente, también son aquellos que no siendo necesariamente

patrimoniales, pueden ser objeto de libre disposición.


24

II. PROCESO DE ARBITRAJE

2.1. Importancia del Arbitraje

El estado reconoce a las decisiones arbitrales el valor de la cosa juzgada

posibilitando para su cumplimiento los procedimientos de ejecución de

sentencias.

El Art. 83 de la ley Nº 26572, prescribe que el “el laudo arbitral consentido o

ejecutoriado tiene valor equivalente a la de una sentencia y es eficaz y de

obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes. Si lo ordenado en

el laudo no se cumple por la parte o partes a quienes corresponda hacerlo, el

interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez, especializado en lo

civil del lugar de la sede del arbitraje que corresponda”.


25

Debe tenerse presente que los árbitros no tienen el “imperium”, propio de los

magistrados del Poder Judicial, sin embargo los jueces tienen la obligación de

hacer cumplir los laudos en las que ha participado el árbitro.

2.2. Arbitraje

Es un proceso en el cual se trata de resolver extrajudicialmente las diferencias

que surjan en las relaciones entre dos o más partes, quienes acuerden la

intervención de un tercero (arbitro o tribunal arbitral) para que los resuelva.

De todas las instituciones antes mencionadas, el arbitraje es el que mayor

aproximación tiene con el modelo adversarial del litigio común.

Es un mecanismo típicamente adversarial, cuya estructura es básicamente la de

un litigio. El rol del árbitro es similar al del juez: las partes le presentan el caso,

prueban los hechos y sobre esa base decide la controversia. Sin embargo, no

obstante sus similitudes el arbitraje mantiene con el sistema judicial una gran

diferencia, la decisión que pone fin al conflicto no emana de los jueces del

Estado, sino de particulares libremente elegidos por las partes.

A diferencia de la conciliación y mediación, el tercero neutral no ayuda ni

colabora con las partes a efecto de resolver el conflicto mas bien impone una

solución vía LAUDO ARBITRAL, que tiene efectos de sentencia judicial.

Al arbitraje se llega generalmente en forma voluntaria a través de cláusulas

mediante las cuales las partes deciden someter determinadas cuestiones a ser

resueltas por el árbitro en lugar de acudir a la justicia ordinaria.

Nuestra constitución vigente (1993) en su Art. 138 establece “la potestad de


26

administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el. Poder judicial a través

de sus órganos jerárquicos con arreglo a la constitución y a las leyes” y en su

Art. 139 señala “no existe ni puede establecerse jurisdicción alguna

independiente, con excepción de la militar y la arbitral”. De igual modo el Art.

62 preceptúa”los conflictos derivados de la relación contractual solo se

solucionan en la vía arbitral o en la judicial, según los mecanismos de

protección previsto en el contrato o contemplados en la ley” finalmente en

relación al propio estado, en la parte del Art. 63 dispone “el estado y las demás

personas de derecho publico pueden someter las controversias derivadas de

relación contractual a tribunales constituidos en virtud de tratados en vigor.

Pueden también someterlas a arbitraje nacional o internacional en la forma en

que lo disponga la ley”.

Como vemos la constitución al tiempo que garantiza el acceso a la justicia

ordinaria, permite a los particulares y aun al estado, a dejar de lado ese medio

recurriendo al arbitraje como formula alternativa.

Existen particularidades de la figura que admiten presentarlos conforme al

sistema donde vayan a insertarse.

* El arbitraje voluntario proviene de la libre determinación de las partes, sin

que preexista un compromiso que los vincule.

* El arbitraje forzoso en cambio viene impuesto por una cláusula legal o por el

sometimiento pactado entre las partes ante de ocurrir el conflicto.

A su vez la elección de la vía supone recurrir a árbitros libremente

seleccionados o bien designar a un organismo especializado


27

(arbitrajeinstitucionalizado).

La decisión (laudo) obliga peor no somete, es decir determina efectos que

vinculan el derecho de las partes, pero la inejecución no tiene sanción de

árbitros. En todo caso son los jueces ordinarios quienes asumen la competencia

ejecutiva.

2.3. Convenio Arbitral

Es el acuerdo voluntario entre las partes para solucionar sus diferencias, que

surgen de una relación contractual o no contractual que sean o no, metería de

un proceso judicial, sujeta a requisitos generales establecidos en la legislación

civil para la validez de los contratos.

La ley de arbitraje considera este principio en materia de convenio arbitral,

exigiendo la forma escrita, bajo sanción de nulidad. En la forma de una

cláusula inserta en el texto del contrato, o bajo la forma de un acuerdo

independiente.

El objeto del convenio arbitral debe ser lícito y posible. La ley de arbitraje ha

regulado las materias susceptibles de someterse a arbitraje, como son las

materias determinadas o determinables sobre la que las partes tengan la libre

disposición; exceptuándose las cuestiones que versen sobre el estado o

capacidad civil de las personas, ni las relativas a bienes o derechos de los

incapaces, sin la previa autorización judicial. Aquellas sobre las que ha recaído

resolución judicial firme, salvo las consecuencias patrimoniales provenientes

de su ejecución.

En cuanto se refiere a las partes del proceso; las que interesan al orden público,
28

o que versen sobre delitos o faltas; sin embargo, cabe arbitrarse respecto a la

cuantía de la responsabilidad civil, cuando no ha sido fijada en resolución

judicial firme.

En una palabra no son competentes los árbitros en las que esté interesado el

orden público.

Cuando existe un convenio arbitral, ya no es competente el juez en lo

jurisdiccional, debiendo declinar su avocación. Si el convenio es anterior evita

el proceso judicial, que pueda promoverse y si fuera celebrado estando

pendiente un trámite judicial, produce el efecto de extinguirlo (Art. 1 ley

26572).

2.4. Cuestiones Aptas Para Arbitraje

“Son aquellas divergencias producto de transacciones entre partes vinculadas

por relaciones comerciales duraderas, en las que además de resolver el

conflicto puntual, es necesario mantener la relación en términos que les permita

seguir haciendo negocios en el futuro, o lo que se originen en el comercio

internacional, por la publicidad que el arbitraje ofrece en cuanto a elegir no

solo la persona de los árbitros, sino el lugar donde se llevara a cabo el juicio, el

idioma, el procedimiento, etc.”.

La eficacia del arbitraje radica en la validez de la decisión que emana del

árbitro, en esa virtud el laudo, está respaldado por la cosa juzgada y es factible

de ejecución al igual que una sentencia judicial.

A través del arbitraje las partes habrán sustituido el juicio de conocimiento y

todo el trámite que se requiere en la justicia para llegar a una sentencia, en


29

menor tiempo, con menor costo con el mismo resultado.

2.5. Arbitraje Como Jurisdicción Alternativa

Los jueces deben su jurisdicción a la Constitución y al marco jurídico previsto

para la administración de justicia en el Poder Judicial. En el caso de árbitros su

jurisdicción depende en forma mediata de la Constitución y de la norma que

establece la administración de su sentencia particular de administración de

justicia, en la que los litigantes que los nombran para resolver un caso

concreto, los facultan a juzgar en forma inmediata. Su jurisdicción es limitada

al no poder pronunciarse sobre asuntos que no le han sido sometidos, y deben

laudar (resolver) dentro de un plazo expresa o tácitamente concedida por las

partes.

Por lo demás la jurisdicción de los árbitros, a diferencia de los jueces estatales,

no es permanente ni genérica, sino limitada a cuestiones comprendidas y a un

tiempo determinado que las partes o en efecto de pacto expreso, la otorga para

la excepción del laudo.

Los árbitros no pueden ir mas allá de lo que las partes señalen en el convenio

arbitral, o en su defecto, el que surja de las disposiciones legales supletorias

(Art. 48, ley 26572).

2.6. Clases de Arbitraje

ARBITRAJE INSTITUCIONAL

En este arbitraje intermedia entre los árbitros una entidad especializada que

administra y organiza el trámite y presta servicios útiles para resolver la


30

controversia.

Se rige por un reglamento al que se someten las partes, sin embargo se valen de

instrumentos cada vez más ágiles, de modo de adecuar las reglas de las

necesidades de los usuarios surgiendo reglamentos de “arbitraje común” u otras

variantes como “arbitraje acelerado”. Para optimizar la duración del proceso de

gran importancia para el tiempo como factor fundamental.

También hay otras formas Standard, para pactar el arbitraje, a través de

modelos de convenio arbitral y todos los servicios de rutina para posibilitar su

arbitraje, como recibir y modificar las demandas, fijar los honorarios de los

árbitros y peritos, elegir los árbitros, resolver recusaciones contra ellos,

sustituirlos por vacancia o renuncia, fijar la sede del arbitraje o el idioma en

que se tramitaran las actuaciones y en general todo lo relacionado al proceso de

arbitraje.

En el arbitraje libre o ad hoc no existe ninguna institución que administre el

sistema: son las propias partes las que suministran las normas sobre las que den

actuar y todo lo necesario para que el arbitraje proceda.

Así les proveen de los mecanismos de elección de los árbitros, indican el lugar,

el idioma, los procedimientos a aplicar, métodos de coerción en caso de

incumplimiento, plazo para laudar y los recursos pertinentes que cabrías contra

el laudo.

La desventaja en este tipo de arbitraje esta en que no habiendo intervenido una

entidad que preste el servicio administre el sistema e intermedie entre las

partes, cualquier diferencia que surja entre ellas será resuelta en sede judicial.
31

Si las partes no se ponen de acuerdo, sobre el árbitro tercero, si se produce una

recusación contra un árbitro, se debe reemplazar, si procede remplazarle al

árbitro por renuncia, fallecimiento o irresponsabilidad al ejercer el cargo.

La elección de estos mecanismos debe ser puesta en conocimiento de las partes

sobre sus ventajas y desventajas.

ARBITRAJE DE DERECHO O DE CONCIENCIA

Los árbitros se rigen por normas legales y deciden los asuntos litigiosos con

arreglo al derecho escrito.

En cambio el árbitro de conciencia puede dejar de lado la norma jurídica en el

proceso mismo como en la sustentación del laudo; es decir que resuelven de

acuerdo a su criterio; sin embargo esa discrecionalidad no es ilimitada puesto

que debe respetar el principio elemental de garantizar la defensa en juicio, en el

debe tener en cuenta la equidad.

La ley da prioridad al arbitraje de conciencia, por cuanto contempla que en

caso de no haber pactado que el arbitraje sea de derecho, se tiene por entendido

que es de conciencia (Art. 3, párrafo 3, ley 26572).

La diferencia entre ambos estriba en que en el laudo de derecho, cabe apelación

(Art. 60, párrafo 1, ley 26572), en los laudos de conciencia, no procede ningún

recurso (Art. 60, último párrafo, ley 26572).

ARBITRAJE DOMESTICO O INTERNACIONAL


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Esta calificación obedece cuando intervienen un estado o se vincula con mas de

uno:

La ley de arbitraje Nº 26572 Art. 91, define como arbitraje internacional

cuando existen los siguientes factores:

a) si las partes tiene al momento de celebrar el convenio arbitral domicilios en

estados diferentes.

b) si uno de los lugares siguientes esta situado fuera del estado en que las

partes tienen sus domicilios.

b.1.- el lugar de arbitraje, si este ha sido determinado en el acuerdo de

arbitraje o con arreglo a el;

b.2.- el lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de

la relación jurídica o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga relación mas

estrecha.

2.7. Los Árbitros

El arbitro es la persona elegida por las partes para resolver una controversia, es

por ello la parte esencial del arbitraje mismo, todo el sistema gira en torno a el,

desde que en su integridad moral y buen criterio descansa la confiabilidad y la

eficacia del arbitraje como mecanismo de resolución de conflictos.

El árbitro debe reunir cualidades de idoneidad y experiencia, aplicando su

criterio personal y buen juicio, manteniendo la imparcialidad e independencia

frente a las partes.


33

2.8. Conciliación en Sede Arbitral

La ley ha previsto como paso procesal ineludible la convocatoria a una

audiencia de conciliación entre las partes, en las cual los árbitros promueven un

acuerdo que ponga fin al litigio o aminore las cuestiones controvertidas a ser

resueltas por los árbitros. Esto demuestra que los árbitros deben procurar

acercar a las partes para armónicamente resolver el problema que los separa.

Dicho acuerdo puede registrarse en forma de laudo (Art. 41, ley 26572), de tal

forma que adquiere el carácter de cosa juzgada.

Sin embargo es el árbitro quien está en capacidad de considerar la oportunidad

de una conciliación, con lo que se demuestra la libertad del árbitro para citar o

no a las partes a una audiencia de conciliación, y el modo más conveniente

para realizarla.

Costo del Arbitraje d Honorarios de los Árbitros

La simplicidad e informalidad en el procedimiento arbitral, evita tramitaciones

y ritualismo innecesarias, como el caso de pruebas superfluas, que hacen el

arbitraje se menos costoso.

La celeridad es otro factor que contribuye a la economía, en la que es posible

obtener una adecuada retribución para los abogados peritos y árbitros.

Es norma del arbitraje que el impulso procesal es de oficio y corre a cargo del

propio Tribunal arbitral, que también contribuye a amenguar los costos, frente

a la comparación con la justicia ordinaria.

Si los honorarios en un juicio arbitral, se regulara en base a normas


34

arancelarias, se traducirá en un menor interés de los litigantes a optar por el

arbitraje, lo que afectaría la fuente de ingresos de los abogados.

Viéndolo bien la participación del abogado en un arbitraje resulta mas rentable

económicamente, aun cuando sus honorarios sean inferiores a los obtenidos en

la iba judicial.

Decidir por el arbitraje para resolver conflicto significa adoptar un sistema con

reglas diferentes a los regularmente desarrollados en la vía jurisdiccional, que

nos conduce a pensar en un cambio de mentalidad en las partes; así como en

los letrados, peritos o árbitros, consecuentemente es necesario replantear

formas tradicionales para establecer el monto de las remuneraciones

profesionales, a este respecto cabe señalar que la mayoría de reglamentos de

arbitraje establecen diferentes criterios para la determinación de honorarios, de

modo de no retraer la expectativa de resolver las diferencias de las partes por la

vía del arbitraje.

2.9. Laudo Arbitral

Es la decisión que emiten los árbitros para finalizar un litigo, de tal forma dan

cumplimiento a su designación como árbitro, a diferencia del juez de

jurisdicción, que al provenir de la estructura orgánica del estado tiene carácter

permanente y genérica, con delimitaciones, propias en materia territorial y

funcional, y su labor no culmina con la emisión de una sentencia definitiva. Es

más el juez tiene la potestad para hacerla cumplir disponiendo las medidas

pertinentes para ello. Los árbitros en cambio nacen de una fuente convencional

y por lo tanto limitada al caso de la resolución de una situación concreta, así

una vez finalizado el conflicto desaparecen sus facultades.


35

El laudo equivale a una sentencia, que de acuerdo a ley del arbitraje debe ser

escrito bajo sanción de nulidad. En principio los árbitros no pueden abstenerse

y de hacerlo, debe entenderse se adhieren a lo decidido por la mayoría (Art. 45,

46, ley 26572).

En caso de arbitraje de derecho, el aludo debe consignar el lugar y la fecha de

emisión, los datos que identifiquen a las partes y a los árbitros, la cuestión

sometida a arbitraje y a una somera relación de los hechos, alegaciones y

conclusiones de las partes, la valoración de las pruebas en que se sustenta la

decisión, la decisión concreta y los fundamentos de hecho y derecho en que se

fundamenta (Art. 50, ley 26572).

En caso de arbitraje de conciencia, no se exige en términos estrictos la

valoración de las pruebas ni la fundamentación de derecho, no obstante lo cual

no requiere una fundamentación razonada de la decisión (Art. 51, ley 26572).

La ley establece que el laudo debe emitirse en caso de no haberse dispuesto

otra cosa, en un plazo de 20 días de vencida la etapa probatoria.

Si los árbitros consideran necesario contar con un plazo adicional, podrán

ampliarlo, sin exceder de 15 días más (Art. 48, ley 26572).

La emisión del aludo debe emitirse dentro del plazo acordado por las partes, o

fijado en las normas reglamentarias, o la ley a falta de acuerdo entre las partes

su incumplimiento acarrea graves consecuencias, tanto en lo concerniente a la

validez del laudo, y a la responsabilidad de los árbitros. En caso que los

árbitros fallen fuera del plazo, constituye causal de nulidad del laudo (Art. 73,

inc. 5, ley 26572), por carácter de jurisdicción al agotarse el vencimiento del


36

plazo.

2.10. Tribunal Arbitral

Es el que está facultado a decidir sobre su propia competencia, incluso sobre

oposiciones en torno a la existencia o validez del convenio arbitral. La decisión

del tribunal arbitral que el contrato es nulo, no determina la nulidad del

convenio arbitral, puesto que el convenio que forma parte de un contrato se

considera independiente de las demás estipulaciones del mismo.

La oposición debe formularse en el momento de presentarse la contestación. En

tal caso las partes no están impedidas de formular la oposición por el hecho de

haber designado a u arbitro o participado en su designación, la oposición al

tribunal arbitral cuando se ha excedido en su mandato, se formulara de

inmediato, sin embargo el tribunal arbitral puede en cualquiera de los casos

presentar una oposición mas tarde, de considerar justificada la demora.

Contra la decisión del tribunal arbitral no procede impugnación alguna; sin

perjuicio del recurso de anulación, si la oposición es desestimada, cuando así

corresponda.
37

2.11. CASO PRÁCTICO

Caso Arbitral Nº 090-2017-CCL

1. Partes:

 Demandante: Compañía peruana que brinda información

meteorológica.

 Demandada: Compañía peruana dedicada a la producción de petróleo y

gas (bajo control extranjero argentino).

2. Fecha de solicitud: 02.03.2017.

3. Fecha del laudo: 06.07.2018.

4. Tipo de arbitraje: Nacional | Derecho.

5. Lugar del Arbitraje: Lima.

6. Contrato: Contrato de servicios de información meteorológica.

7. Ley aplicable: Ley peruana.

 Código Civil: Artículos 1328, 1329 y 1399.

8. Monto en controversia: S/ 1`500,000.00.

9. Monto del laudo: 0.

10. Costos del arbitraje:

 Gastos Administrativos: S/ 12,393.74.

 Honorarios del Tribunal Arbitral S/ 40,309.52.


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11. Distribución de costos:

 Demandante: 100% de los gastos arbitrales.

 Demandada: 0.

12. Tribunal Arbitral: 3 árbitros.

13. Temas:

 Desistimiento.

 Contrato por adhesión.

 Cláusulas exoneratorias de responsabilidad.

14. Cláusula arbitral: 28.11.2016

Todo desacuerdo o controversia, en adelante una “Diferencia”, que pueda

surgir entre las partes relacionada con el cumplimiento o la ejecución del

Contrato o con los derechos y obligaciones de cada parte, se deberá tratar de

resolver mediante negociaciones directas entre las partes. Tal proceso no

deberá tomar más de siete (7) días calendario desde que una de las partes

plantea a la otra la existencia de la Diferencia. Después de vencido el plazo en

mención y no puedan alcanzar un acuerdo, cualquiera de las partes puede

solicitar por escrito un arbitraje de derecho a la otra.

En el caso de plantearse el arbitraje, cada parte tiene la obligación de nombrar

a su árbitro dentro de los diez (10) días siguientes de recibida la notificación de

la otra, en la cual informa su decisión de someter la Diferencia a arbitraje. En

caso de no nombrar cualquiera de las partes a su árbitro dentro del plazo antes
39

señalado, éste será nombrado por el Centro de Arbitraje Nacional e

Internacional de la Cámara de Comercio de Lima, con arreglo a sus

reglamentos de conciliación y arbitraje.

Luego del nombramiento de los dos árbitros, éstos deberán designar a un tercer

árbitro, el cual será el presidente del Tribunal Arbitral. En caso no se pongan

de acuerdo, en un plazo de diez (10) días contado desde la fecha en que se

concluyó con el nombramiento de tales árbitros, con respecto a la designación

del tercer árbitro, éste será nombrado por el centro mencionado en el párrafo

anterior. El Tribunal Arbitral tendrá un plazo de cuarenta y cinco (45) días

desde su instalación para llegar a un acuerdo respecto del laudo arbitral, el cual

será inapelable. Asimismo, el Tribunal Arbitral puede quedar encargado de

determinar con precisión la controversia.

El laudo arbitral deberá señalar a quién le corresponde asumir los gastos y

costos relacionados al arbitraje.

El arbitraje será de derecho y se llevará a cabo de conformidad con el estatuto

y los reglamentos de conciliación y arbitraje del Centro de Arbitraje Nacional e

Internacional de la Cámara de Comercio de Lima y con el Decreto Legislativo

Nº 1071. El lugar del arbitraje será la ciudad de Lima, Perú y el idioma que se

utilizará en el procedimiento arbitral será el castellano.

La tramitación del arbitraje suspenderá la ejecución del presente convenio,

salvo que las partes acuerden algo diferente.

Las partes acuerdan que la decisión final contenida en el laudo que emita el

Tribunal Arbitral será la última instancia y, en consecuencia, serán definitivos


40

e inapelables, según sea el caso.

Cada una de las partes conviene en ejecutar sin demora las disposiciones de

cualquier decisión final contenida en el laudo arbitral.

15. Resumen del caso:

Las partes suscribieron un contrato de prestación de servicios de información

meteorológica que la demandante debía prestar a la demandada. Una cláusula

del contrato preveía la opción unilateral para la demandada de dar por

terminado el contrato sin expresión alguna de causa, mediante aviso escrito a la

demandante con 30 días calendario de anticipación. La misma cláusula

establecía también que si la demandada daba por terminado el contrato de la

forma descrita, esto no le generaría responsabilidad alguna por daños y

perjuicios directos o indirectos, daño emergente o lucro cesante.

Luego de un tiempo, la demandada dio por terminado el contrato, invocando la

cláusula contractual. La demandante solicitó en arbitraje la declaración de la

inaplicabilidad de la cláusula contractual de desistimiento, en el extremo que

suponía una restricción a la demandante para reclamar el resarcimiento

económico. La demandante atacó la validez de dicha cláusula, describiéndola

como una cláusula abusiva al tratarse de un contrato con cláusulas generales de

contratación y/o de un contrato por adhesión. Asimismo, la demandante

reclamó el pago de una indemnización por daños y perjuicios y la declaración

de resolución del contrato.

El Tribunal Arbitral notó que en el Derecho peruano el desistimiento unilateral


41

no está prohibido, no obstante, este derecho no tiene una recepción clara, en

general porque se confunde con los derechos de la resolución, de rescisión o de

la revocación. El Tribunal Arbitral explicó la figura del desistimiento como la

manifestación de voluntad según la cual una de las partes produce la

desvinculación total o parcial de la relación jurídica original del contrato, y no

hay nada injusto en ello. Igualmente, es natural que, producido el término de la

relación, nada deba indemnizarse, debido a que las partes acordaron esta

incertidumbre y no pueden luego esgrimir la protección de una expectativa que

no pudieron tener.

El Tribunal Arbitral señaló que, en este caso, la figura de desistimiento

acordada por las partes creó una incertidumbre, pero las partes eran conscientes

de esto al celebrar el contrato. Como se pudo averiguar de los medios

probatorios presentados, antes de firmar el contrato, la demandante recibió el

modelo de contrato y confirmó que lo remitiría a sus asesores legales para una

revisión. Después, la demandante dio su conformidad con el contrato recibido,

sin cuestionar los alcances de la cláusula en cuestión. En consecuencia, la

demandante no puede alegar estar en desventaja frente a la demandada: no solo

no ha acreditado que la demandada le hubiera impuesto un contrato sin

posibilidad de cambio alguno, sino tampoco ha acreditado haber cuestionado la

cláusula en cuestión.

El Tribunal Arbitral también señaló que el hecho de que la demandada hubiera

redactado un modelo de contrato no significaba que fuera un contrato de

adhesión, debido a que no se trataba de un supuesto de contratación en masa.

Aunque no cabía duda de que el artículo 1399 del Código Civil protege a los
42

contratantes débiles, los que son claramente identificables en los contratos

celebrados por adhesión o con arreglo a las cláusulas generales de contratación,

no se pudo afirmar que este era el supuesto entre las partes por el simple hecho

de que la demandada redactase el modelo del contrato. Además, la demandante

tuvo la oportunidad de revisar el modelo y alcanzar sus comentarios, pero

decidió aceptar los términos contractuales sin objeciones. Por estos motivos, el

Tribunal Arbitral decidió que la demandada pudo ejecutar el desistimiento,

mientras que la demandante únicamente tenía el derecho al pago por los

servicios que realmente prestó.

En cuanto a la restricción del derecho de la demandante a la indemnización, el

Tribunal Arbitral señaló que según el artículo 1328 del Código Civil no se

puede pactar una cláusula exoneratoria de responsabilidad en casos de dolo o

culpa inexcusable. La finalidad de este artículo es evitar que con un monto

indemnizatorio diminuto o notablemente reducido el deudor quede

prácticamente impune al incumplir sus obligaciones por dolo o culpa. En este

caso, el Tribunal Arbitral consideró que la cláusula contractual no constituía

una cláusula exoneratoria ni limitativa de responsabilidad, debido a que el

derecho al desistimiento no significa ningún incumplimiento.

Debido a estos motivos, el Tribunal Arbitral declaró infundada la pretensión

por la declaración de inaplicabilidad de la cláusula de desistimiento e

improcedente la pretensión por pago de una indemnización. En relación con la

pretensión declaratoria de resolución del contrato, el Tribunal Arbitral indicó

que la relación contractual entre las partes ya había concluido con el

desistimiento de la demandada. Debido a esto, declaró esta pretensión


43

infundada.

CONCLUSIONES

 Si cada persona acudiera a este método, habría menos carga procesal y por

consiguiente más agilidad en resolver los casos que se presenten, no tan sólo con

eficiencia, si no también con eficacia, al obtener mejores resultados, aportando de por

sí para el bien común

 Este es un medio por el que se puede llegar a grandes entendimientos y a mejores

resultados de los que tal vez un largo proceso no nos daría, ya que a veces esperamos

con tanta ansiedad una sentencia que no nos favorece como debería.

 El arbitraje ha servido desde sus orígenes como una vía judicial alternativa a la

jurisdicción ordinaria. A partir de la segunda década del siglo XX, en donde se

acuerdan los convenios arbitrales más importantes para este proceso, el arbitraje se

consolida como la vía alterna a la jurisdicción ordinaria más efectiva porque suele ser

más rápida, económica, imparcial, especializada y flexible, ya que permite a las partes

determinar aspectos específicos como la normativa y el plazo del procedimiento.

 Asimismo, el arbitraje ha contribuido a la formación de una instancia judicial que

garantiza de manera justa los derechos privados o estatales cuando se llevan a cabo

procesos de nacionalización o expropiación.

 El arbitraje como procedimiento está bien fundamentado en convenciones y acuerdos

a los que la mayoría de los país están adscritos, permitiendo que instituciones

dedicadas al arbitraje creen estatutos internos que generen laudos vinculantes y

coherentes con el derecho de cada país.

 En conclusión, el arbitraje es la vía alternativa de resolución de conflictos más


44

conocida y efectiva en el medio, representa un procedimiento aplicable nacional e

internacionalmente que da seguridad jurídica tanto a privados como a estados.

BIBLIOGRAFÍA

1. AMERICAN ARBITRATION ASSOCIATION. Guía para el mediador de la American

Arbitration Association (AAA) publicada en material complementario al Primer Curso de

formación de mediadores de Córdoba, Villa Carlos Paz, Córdoba. 1996.

2. BERTOSI, Victoria y otros. Estudios de Derecho Procesal del Trabajo, Advocatus,

Córdoba. 2001.

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4. RODRIGUEZ MANCINI, Jorge. Curso de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social,

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6. MIROLO, Ricardo y otros. Curso de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Tomo

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7. PERAZOLO, Marcelo. Mediación: Nuevos roles, nuevos desafíos. En: Curso de formación

de mediadores, Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina. 1996.

8. TOSELLI, Carlos y ULLA, Alicia. Código Procesal del Trabajo, Ley 7987, comentado y

anotado con jurisprudencia, Alveroni Ediciones, Córdoba, Argentina. 2004.

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