Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Como Saber Que Emulsionante Poner
Como Saber Que Emulsionante Poner
Una crema o una loció n son bá sicamente una emulsió n; igual que la mayonesa. Una emulsió n es,
de acuerdo con la RAE, la dispersió n de un líquido en otro no miscible con el; un tipo de mezcla
entre dos líquidos que no se mezclan. Suena contradictorio ¿no?
El agua y el aceite, los dos componentes bá sicos de una crema, por tener diferentes estructuras y
cargas – el agua tiene una parte positiva y otra negativa en sus pequeñ as moléculas, mientras
que los aceites tienen moléculas má s grandes y sin carga – no se unen homogéneamente; los
aceites, menos densos, tenderá n a flotar encima del agua. Sus moléculas se repelen, no se funden
la una con la otra como sucede con moléculas de similares características. Si agitamos bien,
dividiremos en pequeñ as gotas uno de los dos líquidos, pareciendo como si se mezclaran
homogéneamente, sin embargo, con el tiempo, ambos líquidos volverá n a separarse.
Tipos de emulsiones
Si hiciésemos un zoom a las bolitas amarillas y azules de la imagen superior, lo que veríamos
sería así:
En la imagen de la izquierda, una emulsió n O/W: una gota de aceite (el círculo amarillo), unida a
la cola de los emulsionantes, y rodeada de la fase continua, de agua, en la que se inserta la cabeza
del emulsionante.
En la imagen de la derecha, una emulsió n W/O: una gota de agua (el círculo azul), en la que se
insertan las cabezas del emulsionante, que se ha dispersado en la fase continua, de aceite, en
donde se encuentran las colas de las moléculas del emulsionante.
Las emulsiones O/W, al tener el agua como fase continua, por fuera de las gotitas de aceite, son
má s ligeras; las emulsiones W/O son mas untuosas, porque es el aceite el que se encuentra en el
exterior de la gota.
Los emulsionantes
Para mezclar agua y aceite homogénea y establemente, necesitaremos un tercer ingrediente, que,
por la naturaleza anfifílica de su molécula, pueda unirse con ambos líquidos: un emulsionante.
É ste actuará uniendo la cabeza de su molécula al agua, y la cola al aceite, siendo el intermediario
entre ambos líquidos. Uno de los líquidos se habrá dispersado en pequeñ as gotas en el otro; el
líquido que se ha fragmentado en gotas será la fase dispersa; el que se mantiene continuo, en el
que se dispersan las gotas, se llamará fase continua. Envolviendo a las gotas estará el
emulsionante, porque ambos líquidos, como no pueden mantenerse unidos y se repelen,
necesitan este intermediario para mantenerse como una emulsió n estable.
En la formulació n de una crema o loció n, todo lo que es “oil”, o sea, grasas, o soluble en grasas, se
contará como fase oleosa de ésta; todo lo que es “water”, o sea, acuoso, o soluble en agua, contará
como fase acuosa de ésta. Algunos emulsionantes son má s afines con lo oleoso (todos los
só lidos), mientras otros son má s afines con el agua. Lo mismo sucede con los activos. La vitamina
E, por lo que ya revisamos aquí, es má s afín a lo oleoso; la glicerina, por su naturaleza
higroscó pica, es má s afín con el agua.
Decidir si queremos realizar una emulsió n O/W o W/O es el primer paso para formular una
crema o loció n. Para ambos tipos de emulsiones se ocupan distintos tipos de emulsionantes, por
lo que esta decisió n influye en los ingredientes de nuestra formulació n. Una emulsió n má s
untuosa podría ser adecuada para pieles que requieren má s grasa y, dependiendo de los
componentes de su fase oleosa, podría llegar a formar una película protectora humectante y ser
también hidratante. Una emulsió n má s ligera, las má s comunes, puede ser adecuada para una
piel que requiere má s hidratació n.
Las emulsiones
En esta anterior entrada, explicamos lo má s bá sico de lo bá sico que hay que saber antes de
preparar emulsiones.
Hoy hablaremos de cosas má s “prá cticas” para la preparació n de cremas: el procedimiento en sí.
Partiremos por la idea misma de la emulsió n. Ya sabemos que en una emulsió n tenemos 3
partes: aceites o grasas, agua y afines, y el emulsionante que elijamos, para unirlos de manera
estable. Es importante tener en mente que, teniendo una fase aceite y otra agua, deberemos
verter una sobre la otra; pero esto NO determinará si la emulsió n es O/W o W/O. Eso só lo se
determina a través del emulsionante elegido, pues cada cual produce uno de los dos tipos de
emulsió n.
Como vimos en esta anterior entrada, la distinció n de lo que es OIL y lo que es WATER en la
fó rmula es fundamental; es muy ú til para el formulador usar una tablita como la de la foto para
detallar la fó rmula de nuestra preparació n. Se cuenta como OIL todo lo aceitoso, grasoso o
soluble en aceite; se cuenta como WATER todo lo acuoso, o soluble en agua, como por ejemplo
los hidrolatos o el gel de aloe vera. Algunos emulsionantes son má s afines a la fase OIL, otros a la
fase WATER.
Una vez que tenemos lo que es OIL y lo que es WATER identificados, debemos mezclar cada
grupo en un contenedor separado; uno para las grasas y otro para lo acuoso. Sigue leyendo hasta
el final de la entrada pues hay una excepció n para esto que es importante para los procesos en
caliente: la tercera fase, que puedes revisar má s en detalle aquí 🙂
Al igual que al hacer jabó n, cuando mezclemos agua y aceites deben estar ambos, ademá s del
emulsionante, a temperaturas similares; si haremos una emulsió n “en caliente”, la temperatura
ideal es cercana a los 60°-70°. Si trabajaremos “en frío”, la temperatura será la del ambiente (no
es necesario refrigerar los ingredientes para trabajar con ellos, aunque algunos pueden requerir
refrigeració n para mantenerse).
La decisió n de trabajar en frío o en caliente tiene que ver con los ingredientes elegidos y las
posibilidades que nos da el emulsionante. Hay emulsionantes, como el gelisucre, que sirven tanto
para trabajar en frío como en caliente. No es raro esto, dado que viene en forma “semi” líquida y
no só lida. Otros, có mo por ejemplo el Olivem 1000, vienen en forma só lida, y por lo tanto,
deberemos calentarlos y fundirlos para poder utilizarlos.
La fórmula
Otra cosa importante para diseñ ar nuestra crema o emulsió n es que la fó rmula siempre se diseñ a
en porcentajes, que deben sumar al final 100. Por esto es fundamental saber la regla de 3; nos
servirá para escalar una misma fó rmula a cualquier cantidad que queramos preparar.
Este sencillo cá lculo nos indica que el 17% de 357 gramos son 60.69 gramos.
EMULSIONES EN CALIENTE
Para una emulsió n en caliente, ambos contenedores para las fases deben ser resistentes al calor;
por eso sugiero trabajar o con jarros de vidrio templado de cocina o con vasos precipitados
como estos.
En este momento, dependiendo del tipo de emulsió n que queramos hacer y el emulsionante
elegido, verteremos poco a poco una de las dos fases en la otra. Al terminar, batiremos
enérgicamente la mezcla hasta que tengamos la consistencia de la crema deseada, mientras ésta
pierde temperatura y se enfría.
En este proceso de batido, que podemos hacer a mano o con una minipimer, dependiendo de los
volú menes con los que estemos trabajando, debemos tratar de incorporar el menor aire posible
a la mezcla; a diferencia de cuando hacemos merengue, que queremos todo lo contrario. Esto,
porque el aire que ingrese a nuestro potingue es una fuente de contaminantes para la crema, por
má s que hayamos desinfectado nuestra superficie y utensilios de trabajo.
En una emulsió n “en caliente”, hay ingredientes que, si bien contamos có mo OIL o como WATER
en nuestro diseñ o de la formulació n, no se agregan a ésta sino al final, cuando ya hemos hecho el
proceso de emulsionar y tenemos nuestra crema armada, y por bajo los 35°- 40°. Se les llama
usualmente FASE C, o TERCERA FASE. Hablamos má s de la tercera fase en esta entrada. Hay que
tener en mente si, que el porcentaje total de la fó rmula que representa esta tercera fase no debe
ser muy alto, pues si no ponemos en riesgo la estabilidad de nuestra emulsió n.
EMULSIONES EN FRÍO
Para realizar emulsiones en frío, que son adecuadas por ejemplo, cuando los aceites que
queremos utilizar son muy sensibles a perder sus propiedades y degradarse por el calor,
debemos considerar la elecció n de un emulsionante que nos permita este proceso. En general, si
el emulsionante es líquido o en polvo, podemos pensar que nos permite este tipo de proceso.
Razonando de manera econó mica, este tipo de emulsiones son mas baratas y ecoló gicas de hacer,
pues no requieren una fuente de calor para elevar la temperatura de los ingredientes. Si
fuésemos un laboratorio que fabrica cremas, querríamos una de proceso en frío, pues por este
detalle sería má s barata de producir en grandes cantidades.
Lo malo, es que la cantidad de emulsionantes disponibles para este proceso es muy baja: en
Chile, podemos adquirir el Polygliceryl 3 (aunque en general no se usa solo sino como
coemulsionante) o preparar el Gelisucre o el Ester de Sucre; pero no conozco otros que estén
disponibles en el mercado artesano de la cosmética natural aquí.
Otro tema del proceso de emulsificació n en frío tiene que ver con que requerirá s má s energía
para batir má s tiempo y má s rá pido la mezcla, para lograr una emulsió n estable con tamañ o de
partículas pequeñ o.
Finalmente
Bueno, recapitulando la informació n de este post: la elecció n del emulsionante nos dirá el tipo de
emulsió n que crearemos, y el proceso que debemos seguir para hacerla, en caliente o en frío. Por
todo esto, es fundamental conocer bien a tus emulsionantes, y les dedicaremos una entrada
especial en el futuro :). Ademá s, es muy importante, para formular una crema, que tengas
claridad de la solubilidad o afinidad de tus ingredientes, para saber si contarlos como OIL o como
WATER. Finalmente, un formulador cosmético debe repasar su matemá tica del colegio, pues la
fó rmula debe sumar 100%, y la regla de 3, pues así podremos preparar la fó rmula para cualquier
volumen 🙂
LOS EMULSIONANTES.3
Hoy nos toca revisar sus características principales, que los diferencia entre sí, y cuá les está n
disponibles para los artesanos cosméticos en Chile.
Los emulsionantes son, de acuerdo a lo que ya hemos visto, aquel ingrediente que nos permite
unir agua y aceite en nuestras emulsiones. En la imagen superior, a la derecha se ve un vaso con
aceite y agua, sin emulsionante; a la izquierda, los mismos componentes pero hechos emulsió n.
Son ademá s, una categoría dentro de los tensioactivos: todos los emulsionantes son
tensioactivos, pero no todos los tensioactivos son emulsionantes. Los tensioactivos son todos
aquellos ingredientes que son compatibles tanto con agua como con aceite, siendo esta
definició n amplia porque hay varias categorías dentro de estos, de acuerdo a lo que aportan a las
formulaciones: detergentes, espumantes, emulsionantes, “wetting agents” y espesantes. Muchos
tensioactivos tienen má s de una funció n: espumante y espesante, por ejemplo. Hablaremos má s
de ellos en alguna otra entrada futura.
¿Cómo funcionan?
Los emulsionantes funcionan construyendo una nueva estructura en la que el agua y el aceite de
nuestras formulaciones se une, en distintas formas y arreglos: el agua por fuera o por dentro de
la estructura, en forma de micelas o de cristal líquido, con má s o menos concentració n, má s o
menos estables.
Es por esto que cada emulsionante puede caracterizarse segú n si forma emulsiones O/W, o W/O;
también si forma micelas o estructuras de cristal líquido; si puede ir solo o requiere de un
coemulsionante para apoyar su estabilidad; o incluso si puede ser la fase oleosa completa de una
emulsió n.
¿Qué son las micelas? ¿Y el cristal líquido? Son las diferentes formas de organizarse que
propician los emulsionantes; son arquitecturas distintas de la relació n entre aceite, agua y
emulsionante, y generan efectos diferentes en la aplicació n de la crema en la piel.
La molécula de surfactante
Las moléculas de surfactantes tienen una secció n hidrofílica: que ama el agua, y una secció n
hidrofó bica o lipofílica, que repele el agua y ama las grasas. La cabeza de la molécula usualmente
ama el agua, y la cola, la odia y ama las grasas.
Para entender mejor estos conceptos, también deberemos hablar un poco de la polaridad
química. Má s adelante haremos otra entrada má s detallada, pero por ahora, en simple, podemos
decir que ser “polar” es tener una carga eléctrica predominante, positiva o negativa. Las
moléculas polares tienen ambas, solo que una le gana a la otra. Cuando se es “apolar”, es porque
ninguna carga eléctrica le gana a la otra: se anulan. Las moléculas de agua son polares, las de
aceite, son apolares. Los surfactantes, por otro lado, tienen una cabeza polar, y una cola apolar; y
como “like attracts like” como dicen los gringos, lo similar se atrae, la cabeza de las moléculas de
surfactantes se mezclan con el agua, las colas, con el aceite, y así logran la magia de crear
emulsiones, o de limpiar nuestro cabello.
(By the way, hay que tener claro que el mecanismo por el cual el shampoo limpia nuestro pelo
funciona así: los tensioactivos del shampoo, má s el agua del lavado, forman una microemulsió n
con la grasa depositada en este, y así la “arrastran” fuera de él.)
Tipos de tensioactivos
Una clasificació n de los surfactantes que tiene que ver con las cargas eléctricas de sus
ANIÓNICOS: la parte hidrofílica, la que le gusta el agua, tiene carga negativa, y un ió n cargado
negativamente aporta las propiedades de actividad superficial a un ió n cargado positivamente
del medio acuoso. Son buenos espumantes, son los má s limpiadores, por lo tanto, también
los má s agresivos. Algunos ejemplos de tensioactivos anió nicos disponibles en cosmética natural
son:
ANFÓTEROS: la parte hidrofílica tiene ambas cargas, positiva y negativa, por lo que
dependiendo del pH en el que esté, predominará una carga o la otra, otorgá ndole las propiedades
de alguno de los otros tres tipos de tensioactivos: en pH á cido se comportan como catió nicos, en
pH bá sico, como anió nicos. Existe un punto de pH en que no es ninguno de los dos, y se comporta
como un no ió nico (o molécula de tipo zwiterió n). Algunos tensioactivos anfó teros usados en
cosmética natural son:
Sodium Cocoamphoacetate
NO IONICOS: tienen como todos, una parte polar y una apolar, pero no tienen carga eléctrica en
su cabeza. No pueden disociarse en iones en una solució n acuosa como los anteriores, pero se
solubilizan igual por la presencia de algunos grupos polares. Son suaves y poco agresivos, son
má s bien acondicionadores. Algunos ejemplos de tensioactivos no ió nicos son:
Má s adelante profundizaremos má s en la parte eléctrica de los tensioactivos, y sus cargas, para
explicar la formació n de micelas y los balances que se buscan, que son fundamentales para
entender la elaboració n de productos capilares.
Entonces, tenemos estos elementos má gicos llamados surfactantes que hacen que agua y aceites
se puedan mezclar, y que en nuestras formulaciones como jabó n líquido, shampoo o cleansers,
ademá s limpian, porque arrastran la suciedad.
¿Y los emulsionantes?
¿Pero que pasa con los emulsionantes de las cremas? Estos, en general, pertenecen al grupo NO
IONICO, y por lo tanto, ademá s pueden tener otros propó sitos o funciones, que nombraremos
má s abajo. Todos tienen, en alguna medida, todas las funciones de la lista de má s abajo, sin
embargo siempre predomina una, que dará la pauta para su uso.
El sistema HBL
Para saber que características o que propó sito principal tiene cada uno podemos usar la escala
del sistema HLB como referencia (que se aplica solo para no ió nicos), que explicaremos má s en
detalle en alguna entrada má s adelante. En esta escala, de 0 a 20, mientras má s alto valor, má s
solubles en agua, y mientras má s bajo valor, má s solubles en grasas son los surfactantes, esto,
porque el nú mero de HLB representa el porcentaje en peso de la porció n hidrofílica de la
molécula no ió nica del surfactante.
De acuerdo al valor HLB de cada uno, se le asociará n ciertas “propiedades” al surfactante, que
determinará n el uso primario que haremos de ellos:
Si bien es cierto el método HLB involucra una serie de cá lculos y consideraciones para
crear/elegir el emulsificante adecuado para nuestras emulsiones, y que só lo aplica para los no-
ió nicos, para la cosmética natural no requerimos utilizarlo, por lo que nos basta con lo ya
explicado respecto a él, para saber las posibilidades de uso que tienen los surfactantes o
tensioactivos y no enredarnos tanto con esto de que “todos los emulsionantes son tensioactivos
pero no todos los tensioactivos son emulsionantes”.
Bueno, tenemos ya una presentació n bá sica y fundamental de los surfactantes, para poder
comenzar a pensar en como utilizarlos en nuestras preparaciones. ¿Qué otras cosas les gustaría
saber de ellos? En el futuro, y pensando en la formulació n de productos capilares o de jabó n
líquido, ahondaremos en los conceptos entregados y presentaremos también el concepto de SAL,
o Sustancia Activa Lavante, o Active Matter en inglés.
En este mundo, las emulsiones – mezclas estables de aguas y aceites – pueden, bá sicamente,
tener dos estructuras: una gota de aceite rodeada de agua (O/W), o una gota de agua rodeada de
aceite (W/O).
¿Por qué hay dos tipos de emulsiones, dirá n ustedes? Por la forma que tienen, unas son má s
adecuadas para aportar hidratació n inmediata a la piel, y otras, para crear una película oleosa
sobre ésta.
Só lo para que sepan, en el mundo de la química de las emulsiones pueden haber estructuras má s
complicadas: W/O/W por ejemplo, que se denominan emulsiones mú ltiples.
Las emulsiones, ademá s de en el mundo de la cosmética, está n muy presentes entre nuestros
alimentos: la leche, la crema, la mayonesa, la mostaza incluso, son todos ejemplos de emulsiones.
Existe la creencia de que, cuando preparamos una emulsió n, si vertemos la fase oleosa sobre la
fase acuosa estaremos creando una emulsió n O/W; y si lo hacemos al revés, será una emulsió n
W/O. Esto es INCORRECTO, principalmente porque quien determinará el cará cter de la emulsió n
que estemos generando será el emulsionante elegido, y no el procedimiento. Ahondaremos má s
en este
tema en algú n post del futuro, pero les dejo una pista: tendremos que hablar de la regla de
Bancroft.
Ahora, en la prá ctica, ¿có mo saber las emulsiones son O/W o W/O?
Cuando ya eres un formulador experto, no debieses tener problemas para saber que tipo de
emulsió n está s generando, en base a tus ingredientes y dosificaciones… pero que pasa con
emulsiones que ya está n hechas? ¿Có mo saber a que tipo corresponden?
En el método que propone Formula Botá nica, se pueden identificar fá cilmente los dos tipos de
emulsiones.
Bá sicamente, en una emulsió n O/W, con el agua rodeando las gotas de aceite, esto es, el agua
como fase continua, si intentamos disolver un poco de emulsió n en agua, ésta se integrará
inmediatamente formando una especie de “leche”. (EMULSIÓ N 327 de la foto superior)
Hay algunos ingredientes de nuestras formulaciones que debemos agregar al final: no forman
parte de la mecá nica inicial del proceso. En general, esta indicació n, de agregar al final, obedece a
que dichos ingredientes son sensibles al calor: que se degradan y pierden sus propiedades y
características si los sometemos al calor que se requiere para derretir los emulsionantes y grasas
só lidas.
Existe una discusió n asociada a cuanto calor efectivamente degrada los ingredientes, en
términos de temperatura y tiempo de exposició n, pero no he podido encontrar una explicació n
química de este tema, pues hay algunos que sostienen que calentar por poco tiempo algunos
ingredientes termosensibles no los degradará en un porcentaje importante. Por lo que, en
términos personales, prefiero utilizar todos estos ingredientes delicados en la tercera fase, o sea,
al final.
Tenemos que tener cuidado con el diseñ o de esta tercera fase, pues, por ejemplo, una tercera
fase que incorpora demasiado porcentaje de ingredientes oleosos para la cantidad de
emulsionante que estamos usando puede desestabilizar la emulsió n, o sea, “cortar” la crema que
estamos haciendo.
Una tercera fase con ingredientes con un aroma o color particulares, puede cambiar
completamente el aspecto físico de una emulsió n.
En fin, hay que considerar todas estas características de los ingredientes cuando diseñ emos la
fó rmula de nuestras emulsiones, para garantizar un resultado exitoso.
algunos:
1. Hay todo un grupo de aceites vegetales que son sensibles al calor, y por lo tanto, podemos
utilizarlos solo en un menor porcentaje en emulsiones correctamente formuladas. La
sensibilidad al calor de los aceites vegetales tiene que ver con su constitució n de á cidos grasos, y
un indicador de esto es su índice de yodo. A mayor índice de yodo, mayor sensibilidad al calor.
También mayor sensibilidad a enranciarse, y mayor necesidad tienen de agregar vitamina E a las
preparaciones. Un aceite es má s sensible al calor cuando su índice de yodo es superior a 100. El
por qué de esto, lo explicaremos en alguna entrada má s adelante. Entre estos, nuestro querido
aceite de rosa mosqueta. En este post, dejamos una lista estilo semá foro, con el índice de yodo de
cada aceite.
2. Otras cosas que agregamos a las cremas en la tercera fase, son los activos que esta llevará .
Son activos cosméticos, todo aquel preparado que intencionadamente agreguemos a nuestra
emulsió n para enriquecerla, se usan en muy bajo porcentaje. Si bien cada activo tiene una
recomendació n de uso, en general no superan el 5%. La mayoría de estos compuestos son
sensibles al calor, y deberemos incorporarlos al final. En general, aquellos activos que vienen en
polvo sí requieren calor; para la mayoría de los demá s, es mejor no calentarlos.
Un activo que sí requiere calor para disolverse, y que no va en la tercera fase sino en la fase
acuosa original de la crema, es la alantoína en polvo. Si dispusiésemos de ella en forma líquida,
ahí sí deberemos agregarla a la tercera fase. Otros activos que sí resisten la temperatura a la que
llevamos nuestras preparaciones son la inulina (para ésta ú ltima, con pH superior a 4 no hay
problema con el calor, con un pH inferior y má s del 60°, se degrada), la cafeína, y la vitamina B3 o
niacinamide.
3. Lo mismo sucede con los extractos botá nicos: hidro-alco-glicerinados o hidro-glicerinados,
tinturas u otros. No es que los solventes elegidos no resistan el calor: el agua, la glicerina y el
alcohol si lo hacen, sino que no todos los componentes de las plantas que se traspasan al solvente
que elijamos resisten la aplicació n de calor; por lo que, al igual que cuando queremos acelerar la
maceració n y ocupamos la yogurtera, procuraremos que estos extractos no estén expuestos a
má s de 40°.
5. Por otro lado, los preservantes tampoco, en general, resisten bien el calor, por lo que se
agregan en la tercera fase. TODAS LAS EMULSIONES TIENEN, POR DEFINICIÓ N, AGUA; POR LO
TANTO TODA EMULSIÓ N DEBE LLEVAR UN PRESERVANTE (en mayú sculas para que nadie lo
olvide). Existen algunos preservantes que sí resisten el calor, y en ese caso, se deben agregar a la
fase acuosa de la crema que sí se calienta; en general, no son los que usamos en cosmética
natural. Por si alguien se lo topa, un ejemplo es el Phenonip (INCI: Phenoxyethanol (and)
Methylparaben (and) Ethylparaben (and) Butylparaben (and) Propylparaben – lleno de
parabenos). Un preservante de origen natural que se deteriora con temperaturas superiores a
los 38° es el á cido só rbico. El resto, en general, soporta hasta los 40°.
6. Antioxidantes, como la Vitamina E: La verdad es que las diversas formas en que adquirimos la
vitamina E tienen distintas características; la natural presente en los aceites vegetales no resiste
el calor, pero se degrada en poco porcentaje cuando está expuesta a temperaturas bajo los 100°
por poco tiempo. La oleosa de color claro que compramos para nuestros preparados puede
ser dl-alfa-tocopheryl acetate, una forma sintética que sí resiste el calor y por no tanto no se
agrega en la tercera fase sino en la fase oleosa que se calienta. La oleosa de color oscuro a la
venta, puede ser su forma natural (INCI: Tocopherol), que no tolera bien el calor, y por lo tanto,
si iría en esta tercera fase.
7. Aceites esenciales. A pesar de que los componentes de las plantas que se concentran en sus
aceites esenciales sí resisten el calor (pues fueron extraídos a través de la destilació n con calor
de éstas), lo que sucede es que muchos de ellos comenzará n a evaporarse, a dejar el aceite, en
diferentes temperaturas. Ademá s, siendo un aceite, también es sensible a la oxidació n y el
enranciamiento.
Hemos recorrido las principales categorías de ingredientes de nuestras emulsiones que van en la
tercera fase. Me parece que también sería correcto agregar un bajo porcentaje de hidrolatos
como activos en la tercera fase, para evitar que el calor al que debemos llevar la emulsió n los
evapore. Recuerden que los hidrolatos son un subproducto de la destilació n; si bien toleran
calor, por motivos econó micos sería mas sensato no exponerlos a la evaporació n y la pérdida
asociada y agregarlos má s acotadamente como activos al final.
Luego de agregar todos los componentes de nuestra tercera fase, debemos incorporarlos
enérgicamente en la emulsió n, para que se integren adecuadamente a ésta y no queden
encapsulados o aglomerados en ella.
¿Qué otros componentes de nuestras cremas y emulsiones en general debieran ir en la tercera
fase
Fuente: http://www.diariodeformulacion.cl/